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Una de las mayores revelaciones de mi vida es que: puedo elegir mis pensamientos y
pensar las cosas a propósito. En otras palabras, no tengo que pensar en lo que caiga en mi
mente. Esta fue una revelación que me cambió la vida porque como Proverbios 23: 7 (RVR)
dice:” Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Me gusta decirlo así: Donde
la mente va, el hombre sigue.
Ahora Dios está preocupado por el hombre que está escondido en el corazón, que es
nuestra vida interior. Nuestra vida interior es lo que pensamos. Y como dice la escritura
anterior, la manera en la que pensamos determina cómo vivimos y quiénes somos. Es por
eso que tenemos que pensar acerca de lo que estamos pensando.
Es tan importante para nosotros entender esto porque si no aprendemos a llevar a todos
los pensamientos cautivos a la obediencia de Cristo (ver 2 Corintios 10: 4-5), no viviremos
la vida por la que Jesús murió para darnos, una vida de paz con Dios, paz con nosotros
mismos, grandiosas relaciones, gozo real y la capacidad de llegar a ser todo lo que Dios nos
ha creado para ser. Se trata de elegir creer lo que Dios dice (la verdad) más de lo que
creamos a nuestros sentimientos, lo que digan otras personas o a nuestras circunstancias.
La Biblia habla específicamente de tres cosas que debemos hacer para desarrollar una
mente que esté de acuerdo con Dios. Quiero compartir los beneficios de cada una de ellas.
” Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento…” (1 Pedro 1:13 RVR).
Probablemente estás pensando, ¿Qué significa eso? Básicamente está diciendo que
necesitamos sacar toda la basura de nuestra mente fuera de nuestro camino para que
podamos seguir corriendo nuestra carrera en Cristo Jesús y tener la victoria que Dios
quiere que tengamos. Entonces estamos listos para actuar, siguiendo el plan de Dios
para nuestras vidas.
Una manera práctica de lograr estas tres instrucciones de parte de Dios es tener una
sesión de reflexión todos los días. Simplemente siéntate y di: “Voy a pensar en algunas
cosas adrede”. Luego pasa un tiempo pensando en las escrituras que renueven tu mente
con la verdad de lo que Dios dice sobre ello, acerca de Su amor por ti, Su plan para ti,
Cómo Él quiere que vivas y te comportes … Usa una concordancia para encontrar versos
que cubren áreas con las que estás luchando o necesitas saber más. Quiero animarte a
que escribas algunos de ellos y los pongas en lugares donde los veas todos los días, como
el espejo del baño o el refrigerador.