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1.

- Solo se puede entender a la sociedad del espectáculo si se entiende el hecho ficticio en el que se
articula la realidad, el vivir en el como si se fuera algo, se tuviera algo etc.

2.- El datismo es una destrucción del ser humano a la vista de los datos. Romper la subjetividad por
una objetividad imanente.

3.- El co-operativismo es una forma de reducción de costos y de implantación en el imaginario de la


fuerza colectiva guiada por el libre mercado hacia la conciencia social, es por eso que las mayoría de
las mas grandes empresas uber, amazon, airbnb, no tienen en sus manos propiedades sino son
compartidos, mayores beneneficios sin la preocupación de los efectos del uso de los inmuebles u
objetos, una perdida de responsabilidad de las empresas y una transferencia de la misma a los
usuarios o clientes (si destrozan algo es tu casa, si hacen algo indebido es tu coche, etc.)

4.- Tanta es la nueva tendencia del capitalismo a adoptar el lenguaje cooperativo que se han lanzado
iniciativas para apoyar a las cooperativas, lo cual es un claro ejemplo de como se intenta adentrar
el capital a los desarrollos sociales alternativos.

El Homo sapiens es un algoritmo obsoleto: Yuval Noah Harari en como la data se come al mundo.

Hay un mercado emergente llamado Dataism (datismo?), que no venera ni los bienes ni al hombre,
éste adora la data. Desde una perspectiva del datismo, debemos interpretar a la especie humana
como un sistema de procesamiento de datos, donde los seres humanos sirven como chips. De esta
manera, podemos también entender a la historia como un proceso de mejoramiento de la eficiencia
de este sistema de procesamiento a través de cuatro métodos básicos.

¿A DONDE HA IDO TODO EL PODER?

1) Incrementar el número de procesadores. Una ciudad de 100,000 personas tiene más poder de
computo que un pueblo de 1000.

2) Incrementar la variedad de los procesadores. Diferentes procesadores usan diversas maneras de


calcular y analizar los datos. Usando diferentes procesadores en un mismo sistema se incrementaría
su dinamismo y creatividad. Una conversación entre un campesino, un cura y un físico produciría
mejores ideas que si la misma conversación se diera entre tres cazadores-recolectores.

3) Incrementar el número de conexiones entre los procesadores. Hay poco interés en incrementar
únicamente el número y variedad de los procesadores si éstos están pobremente conectados. Una
red de intercambio que vincula a diez ciudades tiene mayores probabilidades de tener resultados
innovadores más económicos, tecnológicos y sociales que diez ciudades aisladas.

4) Incrementando la libertad de movimiento a lo largo de las conexiones existentes. Conectar los


procesadores es difícilmente útil si la data no puede fluir libremente. Solo construir caminos entre
diez ciudades no sería útil si está plagado de ladrones, o si algún déspota autocratico no deja a los
mercantes y viajeros moverse como ellos quisieran.

Los homo sapiens son un algoritmo obsoleto. Después de todo, ¿cuál es la ventaja de los humanos
por encima de las gallinas?
Estos cuatro métodos comúnmente se contradicen. A mayor número y variedad de procesadores,
más difícil es conectarlos libremente entre ellos. En consecuencia, la construcción del sistema de
procesamiento sapiens pasa por cuatro etapas principales, cada uno de los cuales se ha
caracterizado por un énfasis en diferentes métodos.

La primera etapa empieza con la revolución cognitiva, la cual hizo posible conectar ilimitadamente
sapiens en una red única de procesamiento de datos. Esto dio a los sapiens una ventaja por encima
de los otros humanos y especies animales. A pesar de que hay un límite en el número de
neandertales, chimpancés o elefantes que se pueden conectar en una misma red, para los sapiens
no hay un número limite.

Los sapiens usaros su ventaja en el procesamiento de los datos para rebasar el mundo entero. Sin
embargo, así como éstos se esparcieron en los diferentes tierras y climas, perdieron las relaciones
entre ellos, lo que permitió transformaciones culturales diversas. El resultado fue una inmensa
variedad de culturas humanas, cada una con su propio estilo de vida, patrones de conducta y visión
del mundo. Por consiguiente, la primera fase de la historia se concentró en incrementar el numero
y variedad de los procesadores humanos, en detrimento de la conectividad: hace 20,000 años había
más sapiens que hace 70,000 años y los sapiens de Europa procesaban información diferente a los
sapiens en China. Sin embargo, no había conexiones entre las personas de Europa y China, y hubiera
parecido casi imposible que todos los sapiens un día se volvieran parte de una red de procesamiento
única.

La segunda etapa comenzó con la agricultura y continuo hasta la invención de la escritura y el dinero.
La agricultura aceleró el crecimiento demográfico, de modo que el número de procesadores
humanos aumento bruscamente, mientras que simultáneamente permitía que más personas
vivieran juntas en un mismo lugar, de este modo generaron una densa conexión local que contenían
un imprecedente número de procesadores. En suma, la agricultura creo nuevos incentivos y
oportunidades para diferentes conexiones de intercambio y comunicación.

No obstante, durante la segunda fase, fuerzas centrifugas continuaron predominando. En la


ausencia de la escritura y el dinero, los humanos no podían establecer ciudades, reinos o imperios.
La humanidad aún estaba dividida en un innumerable conjunto de pequeñas tribus, cada una con
su propio estilo de vida y visión del mundo. Unir a toda la humanidad no era siquiera una fantasía.

La tercera etapa se lanzó al aparecer la escritura y el dinero, hace cerca de 5,000 años, y perduró
hasta el comienzo de la revolución científica. Gracias a la escritura y el dinero, el campo gravitacional
de la co-operación humana finalmente domino a las fuerzas centrifugas. Los grupos humanos se
unieron y emergió en forma de ciudades y reinos. Los vínculos políticos y comerciales entre las
diferentes ciudades y reinos también se estrecharon. Al menos desde el primer milenio antes de
cristo – cuando la moneda, los imperios y las religiones universales aparecieron- los humanos
empezaron a soñar conscientemente acerca de forjar una única conexión que abarcara al globo
entero.

Este sueño se convirtió en realidad durante la cuarta y última etapa de la historia, la cual empezó
alrededor de 1492. Los primeros exploradores modernos, conquistadores y comerciantes tejieron
los primeros finos hilos que abarcaron al mundo entero. En el periodo moderno tardío, esos hilos se
volvieron más fuertes y densos, de modo que la telaraña de los días de Colon se convirtieron en el
acero y asfalto del siglo 21. Aún más importante, se permitió que el flujo de la información creciera
libre y a lo largo del mundo. Cuando Colón conjunto la red euroasiática con la red americana, solo
algunos bits de data pudieron atravesar el océano cada año, lo que provocó prejuicios culturales,
censura estricta y represión política.

Pero, al pasar los años, el libre mercado, la comunidad científica, las leyes y el esparcimiento de la
democracia permitieron levantar las barreras. Comúnmente imaginamos que la democracia y libre
mercado ganaron porque eran buenos. La verdad es que ganaron porque ellos permitieron mejorar
al sistema de procesamiento global de datos.

Así que, sobre los últimos 70,000 años la humanidad se esparció, luego se separó en distintos grupos
y finalmente se fusionó de nuevo. Sin embargo, el proceso de unificación no nos llevó nuevamente
al principio. Cuando los diferentes grupos humanos se fusionaron en el pueblo global de ahora, cada
grupo trajo consigo su legado único de pensamientos, herramientas y comportamientos, el cual se
recolectó y desarrolló a lo largo del camino. Nuestras modernas despensas ahora tienen cosas como
trijo del medio oriente, papas andinas, azúcar de nueva guinea y café etíope. Igualmente, nuestro
lenguaje, religión, música y política están repletas de reliquias de todo el planeta.

Si la humanidad es, en efecto, un sistema único de procesamiento de data ¿cuál es su producto? Los
Datistas dirían que su producto es la creación de un nuevo e incluso más eficiente sistema de
procesamiento de datos, llamado el Internet de las Cosas. Una vez que está misión se complete, los
homo sapiens se desvanecerán.

LA INFORMACIÓN QUIERE SER LIBRE.

Al igual que el Capitalismo, el Datismo también comenzó como una teoría científica neutral, pero
ahora está mutando en una religión que reclama determinar el bien y el mal. El valor supremo de
esta nueva religión es “el flujo de información”. Si la vida es el movimiento de información, y si
nosotros pensamos que la vida es buena, se deduce que debemos extender, profundizar y esparcir
el flujo de información en el universo. De acuerdo con los Datistas, las experiencias humanas no son
sagradas y el Homo sapiens no es el apéndice de la creación o el precursor de un futuro Homo Deus.
Los humanos son simples herramientas para crear el Internet-de-las-Cosas, el cual eventualmente
se esparcirá por todo el planeta, cubriendo toda la galaxia hasta incluso el universo entero. Este
sistema cósmico de procesamiento de datos sería una suerte de Dios. Este estará en todos lados y
controlará todo, y los humanos están destinados a fusionarse con él.

Esta visión es reminiscente de las visiones religiosas tradicionales. Así, los hindúes creen que los
humanos pueden y deben fusionarse en el alma universal del cosmo – el Atman. Los cristianos creen
que después de la muerte, los santos están llenos de la infinita gracia de Dios, mientras que los
pecadores se aislaron de su presencia. De hecho, en Silicon Valley, los profetas Datistas
conscientemente usan el tradicional lenguaje mesiánico. Por ejemplo, el libro de profecías de Ray
Kurzweiles llamado La Singularidad Está Cerca, haciendo eco del grito de Juan Buatista: “El reino del
cielo está cerca” (Mateo: 3:2)

Datistas explican que aquellos que aún adoran a los mortales de carne y hueso están apegados a la
tecnología obsoleta. Homo sapiens es un algoritmo obsoleto. Después de todo, ¿cuál es la ventaja
de los humanos por sobre las gallinas? Sólo que en los humanos el flujo de información sigue
patrones mucho más complejos que el de las gallinas. Los humanos absorben datos, y los procesan
usando mejores algoritmos. (en un lenguaje cotidiano, esto significa que los humanos
pretendidamente tienen emociones más profundas y habilidades intelectuales superiores. Pero
recuerda que, de acuerdo al dogma biológico actual, emociones e inteligencia son solo algoritmos).

¿POR QUÉ LOS ESTADOUNIDENSES SON MÁS SANOS, RICOS Y FELICES QUE LOS IRANÍES O
NIGERIANOS? GRACIAS A LA LIBERTAD DE LA INFORMACIÓN.

Ahora bien, si podemos crear un sistema de procesamiento de datos que absorba aún más datos
que los seres humanos y que los procesa aun de mejor manera ¿No sería este sistema superior a un
humano, de la misma manera que el humano es superior a las gallinas?

El Datismo no está limitado a las profecías ociosas. Como cada religión, este tiene mandamientos
prácticos. Primeramente y ante todo, un Datista tiene que maximizar el flujo de datos al conectar
cada vez más y más medios, produciendo y consumiendo a su vez, más y más información. Como
otras religiones exitosas, el Datismo es también misionario. Su segundo mandamiento es conectar
todo al sistema, incluyendo a los herejes que no quieren estar conectados.

Y con “todo” se refieren no solo a los humanos, sino a TODO. Mi cuerpo, por supuesto, pero también
los automóviles en la calle, los refrigeradores en la cocina, las gallinas en su gallinero y los arboles
en la jungla –Todo debe estar conectado al Internet-de-las-Cosas. El refrigerador monitoreará el
número de huevos en la gaveta e informará a los gallineros cuando sea necesario un nuevo
cargamento.

Los automóviles hablarán entre sí y los árboles en la jungla reportarán el clima y los niveles de CO2.
No debemos dejar ninguna parte del Universo desconectado de la Gran Red de la Vida. A la inversa,
el mayor pecado será el bloqueo del flujo de datos. ¿Qué es la muerte, sino es más que una situación
en la que la información no fluye? Por lo tanto, los Datistas mantienen a la libertad de la información
como el mayor bien.

La gente rara vez llega completamente a un nuevo valor. La última vez que esto pasó fue en el siglo
XVIII, cuando la revolución humanista predicó el emocionante ideal de la libertad humana, de la
igualdad humana y la fraternidad humana. Desde 1789, a pesar de las numerosas guerras,
revoluciones y convulsiones, los humanos no han podido llegar a un nuevo valor. Todos los
subsecuentes conflictos y luchas se han guiado o bien, en el nombre de los tres valores humanistas
o bien, en nombre de valores incluso más antiguos como el obedecer a Dios o servir a la nación.

El Datismo es el primer movimiento desde 1789 que ha creado realmente un nuevo valor: la libertad
de la información. No debemos confundir la libertad de la información con las antiguas ideas
liberales de la libertad de expresión. La libertad de expresión fue dada a los humanos para proteger
su derecho a pensar de la manera en que ellos desearan –incluso su derecho a mantener la boca
cerrada y sus pensamientos para sí mismos.

En contraste, la libertad de la información, no fue dada a los humanos. Fue dada a la información.
Además, este nuevo valor puede llegar a afectar a la tradicional libertad de expresión, al privilegiar
el derecho de la información a circular libremente por encima del derecho de los humanos de
mantener su propia data y restringir su movimiento.
En enero 11 del 2013, el Datismo obtuvo su primer mártir cuando Aaron Swartz, un hacker
estadounidense de 26 años, se suicidó en su apartamento. Swartz fue un genio raro. A los 14, ayudó
a desarrollar el crucial protocolo RSS. Swartz fue también un firme creyente en la libertad de la
información.

En 2008, publicó el “Guerrilla Open Acces Manifiesto” (Manifiesto por la Guerrilla del Acceso
Abierto) que demandaba un libre e ilimitado flujo de información. Swartz dijo “Necesitamos tomar
la información de donde sea que esté alojada, hacer copias y compartirla con el mundo.
Necesitamos tomr las cosas que están sin copyright y agregarlas al archivo. Necesitamos comprar
las bases de datos secretas y ponerlas en la web. Necesitamos descargar las revistas científicas y
subirlas a la red de intercambio. Necesitamos pelear por La Guerrilla del Acceso Abierto”.

¿CUÁL ES EL PUNTO DE HACER O EXPERIMENTAR ALGO SI NADIE SABE DE ELLO, Y SI NADIE


CONTRIBUYE ALGO AL INTERCAMBIO GLOBAL DE INFORMACIÓN?

Swartz mantuvo su palabra. Se enfureció con la librería digital JSTOR cuando comenzó a cobrar a
sus clientes, pues él pensaba de otra manera. El creía que la información debe de ser libre, que las
ideas no pertenecen a la gente que las creo, por lo que está mal bloquearla detrás de unos muros y
cobrar dinero para acceder a ella. Uso la red de computadoras del MIT (Massachussets Institute of
Technology) para acceder a la JSTOR y descargar cientos y miles de documentos científicos, los
cuales intentó liberar en la internet de modo que cualquiera pudiera leerlos de manera gratuita.

Swartz fue arrestado y puesto bajo juicio. Sin embargo, cuando se dio cuenta que probablemente
sería sentenciado y mandado a prisión, se suicidó. Los Hackers reaccionaron con peticiones y
atacaron directamente a la institución académica y al gobierno que persiguieron a Swartz e
infringieron la libertad de la información. Bajo la presión, JSTOR se disculó por su parte en la tragedia
y a la fecha permite el acceso libre a una gran parte de sus datos (aunque no a toda ella).

Para convencer a los escépticos, los misioneros Datistas repetidamente explican los inmensos
beneficios de la libertad de la información. Así como los capitalistas creen que todas las buenas
cosas dependen del crecimiento económico, los Datistas creen que todas las buenas cosas –
incluyendo el crecimiento económico- dependen de la libertad de la información. ¿Por qué los
Estados Unidos crecieron más rápido que la URSS? Porque el flujo de información corría de manera
más libre en Estados Unidos. ¿Por qué los estadounidenses son más saludables, ricos y felices que
los iraníes y los nigerianos? Gracias a la libertad de la información. Así que si queremos crear un
mejor mundo, la clave es liberar la data.

Ya hemos visto que Google puede detercatr nuevas epidemias más rápido que las organizaciones
de salud tradicionales, pero solo si se permite el libre acceso a la información que se está
produciendo. Un flujo libre de datos puede igualmente reducir la contaminación y la basura, por
ejemplo, al racionalizar el sistema de transportación. En 2010 el número de carros privados en el
mundo excedió el billón de automóviles, el cual, desde entonces sigue en aumento. Esos autos
contaminan el planeta y desperdician enormes cantidades de recursos, no solo por la necesidad de
caminos cada vez más anchos y espacios de estacionamiento. La gente se ha acostumbrado a lo
conveniente del transporte privado que es poco probable que se conformen con los autobuses y los
trenes. Sin embargo, los Datistas apuntan a que la gente en realidad quiere movilidad más que un
automóvil privado, un buen sistema de procesamiento de datos puede proveer de ésta movilidad
de manera más barata y eficiente.

Yo tengo un automóvil privado, pero la mayoría del tiempo está inmóvil en el estacionamiento. En
un día típico, entro a mi carro a las 8:04 y lo manejo hora y media hasta la universidad, donde lo
estacionó todo el día. A las 18:11 regreso al coche y manejo hora y media de regreso a casa. ¿Por
qué necesitaría tenerlo las otras 23 horas? Podemos crear un sistema inteligente de automóviles
compartidos dirigido por algoritmos de computadora.

La computadora sabría que necesito moverme a las 8:04 y dirigiría el auto autónomo más cercano
para recogerme a ese preciso momento. Después de dejarme en el campus universitario, estaría
disponible para otros usos, en lugar de estar apagado en el estacionamiento. A las 18:11 en punto,
al mismo tiempo que dejo la universidad otro auto comunitario se pararía enfrente de mí y me
llevaría a casa. De esta manera, 50 millones de autos autónomos comunitarios podrían reemplazar
el billón de carros privados, asimismo necesitaríamos de menos caminos, puentes, túneles y
espacios de estacionamiento. Siempre y cuando renuncie a mi privacidad y permita a los algoritmos
saber siempre donde estoy y a donde quiero ir.

¡GRABA SUBE COMPARTE!

Pero, tal vez, no se necesite convencerte, especialmente si tienes menos de 20 años. La gente
simplemente quieren ser parte del flujo de información, aun si esto significa no tener privacidad,
autonomía e individualidad. Las artes humanistas santificaban el genio individual, y un garabato de
Picasso en una servilleta alcanza millones en la subasta de Sotheby.

La ciencia humanista glorifica la investigación científica, y cada académico y estudiante sueña con
poder poner su nombre en algún artículo científico de renombre. Pero ahora un gran número de
creaciones artísticas y científicas son producidas por la incesante colaboración de “todos”. ¿Quién
escribe Wikipedia? Todos nosotros.

Lo individual se está convirtiendo en un pequeño chip dentro de un sistema gigante que nadie
realmente entiende. Cada día absorbo incontables bits de datos a través de emails, llamadas y
artículos; proceso los datos; los transmito en algo nuevo en forma de bits de emails, llamadas y
artículos.

Yo no sé realmente donde encajo en el gran esquema de cosas, ni como mis bits de datos se
conectan con los bits producidos por los billones de otros humanos y computadoras. No tengo
tiempo de descubrirlo, porque estoy demasiado ocupado contestando a todos los emails. Y a
medida que proceso más y mejor los datos –al contestar más emails, haciendo más llamadas y
escribiendo más artículos- la gente alrededor de mí se encuentra inundada con aun más datos.

Este incesante flujo de datos genera chispas de nuevas invenciones e interrupciones que nadie
planea, controla o comprende. Nadie entiende como la economía global funciona o hacía donde se
dirige la economía global. Pero nadie necesita comprenderla. Todo lo que se necesita es contestar
email más rápido –y dejar al sistema que los lea. Así como los capitalistas del libre mercado creen
en la mano invisible del mercado, así también los Datistas creen en la mano invisible del flujo de
datos.
A medida que el sistema global de procesamiento de datos se convierte en un todo-saber y todo-
poder (all-knowing and all-poweful) también el sistema se convierte en una fuente de todo-
significado (all meaning). Los humanos quieren fusionarse con el flujo de datos, porque cuando eres
parte del flujo eres parte de algo más grande que tú mismo.

Las religiones tradicionales decían que cualquier palabra y cualquier acto eran parte de un gran plan
cósmico, y que Dios estaba siempre observando y preocupándose por todos tus pensamientos y
sentimientos. La religión de los Datos, ahora afirma que cada palabra y cada acción es parte de un
gran flujo de datos, que los algoritmos están siempre viéndote y que se preocupan de cada cosa que
haces y sientes. A la mayoría de las personas les gusta esto. Para los verdaderos creyentes, estar
desconectado del flujo de datos los arriesga a perder el significado de la vida.

¿Cuál es el punto de hacer o experimentar algo si nadie sabe acerca de ello, y si no contribuye al
intercambio global de información?

El humanismo pensó que las experiencias ocurren dentro de uno mismo, y lo que debíamos hacer
era encontrar dentro de nosotros el significado de todo lo que sucede, infundiendo así el universo
con el significado. Los Datistas creen que las experiencias no tienen valor si éstas no son compartidas
y que nosotros no necesitamos –y en efecto no- encontrar el significado dentro de nosotros.
Nosotros solo debemos de grabar y conectar nuestras experiencias al gran flujo de información y
los algoritmos descubrirán el significado y nos dirán que hacer.

Hace 20 años, los turistas japoneses eran la burla universal porque siempre cargaban con sus
cámaras para tomar fotos de todo lo que veían. Ahora todo mundo lo hace. Si vas a la India a ver un
elefante, no miras al elefante y te preguntas ¿Qué siento? –estas demasiado ocupado buscando tu
Smartphone, para tomarle una foto al elefante, subirlo a Facebook y después checar tu cuenta cada
dos minutos para ver cuantos Likes obtuvo.

Escribir un diario privado –una practica común humanista de las generaciones previas- suena para
muchos jóvenes de hoy en día un completo sin sentido. ¿Por qué escribir algo si nadie lo va a leer?
El nuevo lema es “si experimentas algo, grábalo. Si grabas algo, súbelo. Si subiste algo, compártelo”.

¿Qué hace superiores a los humanos de otros animales? El datismo tiene una simple e innovadora
respuesta. En ellos mismos, as experiencias humanas no son para nada superiores a las experiencias
de los elefantes o lobos. Un bit de datos es tan bueno como otro. Sin embargo, un humano puede
escribir un poema acerca de la experiencia y ponerlo en línea, de esta forma enriquece el sistema
global de procesamiento de datos. De esta manera hace que sus bits cuenten más. Un lobo no puede
hacer esto. No es de extrañar que estemos ocupados convirtiendo nuestras experiencias en datos.
No es una cuestión de moda. Es una cuestión de supervivencia. Debemos probarnos a nosotros
mismo y al sistema que aún tenemos valor. y el valor no recae en tener experiencias, sino en
convertirlas en un flujo libre de datos.

Por cierto, lobos –o al menos sus primos perros- no son un caso sin esperanzas. Una compañía
llamada No More Woof está desarrollando un casco para leer las experiencias caninas. El casco
monitorea las ondas cerebrales y utiliza algoritmos de computadora para traducirlos en mensajes
simples como “tengo hambre” pasándolos a lenguaje humano. Tu perro podría tener cuenta en
Facebook o Twitter –probablemente con más Likes y followers que tú.
CONOCETE A TI MISMO

El datismo no es ni liberal ni humanista. Esto se debe enfatizar, sin embargo, el datismo no es anti-
humanista. No tiene nada en contra de las experiencias humanas. Solo que piensa que no son
intrínsecamente valiosas. Cuando examinamos los tres principios humanistas principales, nos
preguntamos qué experiencia es la más valiosa: escuchar la quinta sinfonía de Beethoven, a Chuck
Berry, una canción de iniciación pigmea o el aullido de un lobo en celo.

Un datista argumentaría que el ejercicio entero está mal interpretado, porque la música debe ser
evaluada de acuerdo a los datos que éste acarrea más que por las experiencias que este crea. Un
Datista podría argumentar, por ejemplo, que la quinta sinfonía carga con más datos que la canción
de iniciación pigmea, porque usa más acordes y escalas, y crea diálogos con muchos más estilos
musicales. Consecuencia de esto, necesitas más poder computacional para descifrar la quinta
sinfonía, lo que te permite ganar más conocimiento haciéndolo.

La música, de acuerdo con esto, son patrones matemáticos. Puedes medir de manera precisa el
valor de los datos de cada sinfonía, canción o aullido y determinar cual es el más rico. Las
experiencias que este crea en los humanos o lobos en realidad no importa. Es verdad que, durante
los últimos 70,000 años más o menos, las experiencias humanas han sido el algoritmo más eficiente
de procesamiento de datos del universo, por lo tanto, había una buena razón para santificarlas. Pero
pronto podremos llegar a un punto en el que estos algoritmos serán reemplazados e incluso se
convertirán en una carga.

Los Sapiens evolucionaron en la sabana hace miles de ayos, y sus algoritmos no están construidos
para soportar los flujos de fatos del siglo XXI. Debemos intentar mejorar el sistema de
procesamiento de datos, aunque esto puede que no sea suficiente. El Internet-de-todas-las-Cosas
podría crear un aumento acelerado de flujos de datos que incluso si se mejoran los algoritmos
humanos no podrían soportarlos. Cuando los carros reemplazaron los carruajes de caballos, no
mejoramos a los caballos, los quitamos. Quizá es tiempo de hacer lo mismo con el Homo Sapiens.

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