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Dado que los individuos de sexo masculino solo poseen un cromosoma X, mientras
que los de sexo femenino poseen dos, solo hay dos posibles fenotipos en los hombres
y tres posibles fenotipos en las mujeres, en lo que se refiere a un alelo mutante en un
locus del cromosoma X. Un individuo de sexo masculino con un alelo mutante en un
locus del cromosoma X es hemicigoto para dicho alelo, mientras que los individuos de
sexo femenino pueden ser homocigotos para los alelos natural o mutante, o bien
pueden ser heterocigotos. Por ejemplo, si XH es el alelo natural del gen del factor VIII
de la coagulación y un alelo mutante, Xh, causa la hemofilia A, los genotipos esperados
en los individuos de ambos sexos son los siguientes:
Genotipos Fenotipo
Supongamos que Xh representa el alelo del factor mutante que causa la enfermedad
y que XH representa el alelo normal. Si una persona con este trastorno se empareja
con una mujer normal, todos los hijos reciben el cromosoma Y del padre y uno de los
cromosomas X maternos, de manera que no presentan afectación; sin embargo, todas
las hijas reciben el cromosoma X paterno con su alelo mutante y, por tanto, son
portadoras obligadas:
Genotipos Fenotipo
XH XH
En el caso que una hija de un hombre afectado se empareje con un hombre no afectado,
encontraremos 4 fenotipos distintos en la descendencia, con una probabilidad igual del
25%.
Genotipos Fenotipo
XH Xh
Podemos encontrar que en la primera generación el hombre afectado tiene dos hijas
portadoras, de las cuales una tiene un hijo afectado y una hija portadora.
XH Xh
En los casos infrecuentes en los que una portadora de un alelo recesivo ligado a X
muestra la expresión fenotípica de la enfermedad, decimos que es heterocigota con
manifestaciones clínicas. Estas mujeres heterocigotas han sido descritas en muchos
trastornos recesivos ligados a X, tal como la ceguera para los colores, la hemofilia A
(hemofilia clásica, deficiencia del factor VIII), la hemofilia B (enfermedad de Christmas,
deficiencia del factor IX), la distrofia muscular de Duchenne, el síndrome de Wiskott-
Aldrich (una inmunodeficiencia ligada al cromosoma X) y diversos trastornos oculares
ligados a X.
Solo hay unas pocas enfermedades genéticas que se clasifican como dominantes
ligadas al cromosoma X. Una de ellas es el raquitismo hipofosfatémico ligado al
cromosoma X (también denominado raquitismo con resistencia a la vitamina D), en el
que está alterada la capacidad de los túbulos renales para reabsorber el fosfato filtrado.
El producto del gen alterado parece pertenecer a una familia de endopeptidasas que
activan o degradan diversas hormonas peptídicas. El mecanismo patogénico a través
del cual la deficiencia de esta endopeptidasa da lugar a una enfermedad del
metabolismo del fosfato y a raquitismo es desconocido. Este trastorno cumple el criterio
de un trastorno dominante ligado a X debido a que, aunque se afectan los individuos de
ambos sexos, en las mujeres heterocigotas la concentración sérica de fosfato está
menos reducida y el raquitismo es menos intenso, en comparación con los hombres
afectados.