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Safari fotográfico
Aunque lo tengamos delante y estemos muy acostumbrados a disfrutarla, la naturaleza misma, con
la huella humana o sin ella, puede ser un museo. Pero nunca lo hemos presentado como tal. Parajes
desconocidos, rincones remotos, vistas espectaculares, ermitas recónditas, edificios abandonados (o
no), pueden ser obras de arte y como tal podemos mostrarlas.
Proponemos diseñar rutas para el disfrute visual de estos lugares. ¿Qué les faltaría para estar
colgados en el Museo del Prado? Un marco, así que, en el punto ideal para disfrutar de la mejor vista
de estos parajes, se instalaría un marco de acero corten que enmarcaría la “obra”. A su vez, el marco
se convierte en el vehículo para interpretar el espacio al añadir en su superficie información relativa
al mismo.
Por ejemplo, si la vista es la de un amplio valle, una silueta podría dibujarlo sobre el acero con textos
explicativos de los puntos más importantes. Si la vista es una especie de flor que sólo se da en esa
latitud, habría información sobre el nombre de la flor, la familia a la que pertenece, la época de
floración, etc.
El marco siempre realza la obra pictórica. Nuestros marcos harán lo mismo con la obra de la
naturaleza y descubrirán lugares y detalles, muchos de ellos, hasta ahora desconocidos.
Fase 2. Documentación
En esta fase habría que escribir los textos explicativos del los marcos.
Fase 3. Producción
Es la fase de fabricación de los marcos de acero corten.
Presupuesto
Dependerá del número de rutas y de las características de las localizaciones de cada ruta.
Cada municipio tendrá unos lugares pintorescos o de interés turístico ya seleccionados. Sólo habría
que hacer un viaje para determinar las características del marco necesario para cada localización. Dos
personas harían un viaje de cinco días.