Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
INTRODUCCIÓN
En la carta a los Hebreos se nos exhorta a ser diligentes para
no descuidar una salvación tan grande la cual ha sido provista por
nuestro Dios. Cuando pensamos en las palabras que el autor
utiliza, una salvación tan grande, nos hace pensar en lo grande y
maravillosa que realmente es la obra expiatoria que nos ha librado
de la condenación eterna. Pero, ¿por qué decimos que la salvación
que Dios nos ofrece es grande? Veamos en esta ocasión al menos
tres razones.
I. LA SALVACIÓN ES GRANDE PORQUE NOS SALVA DE LAS
CONSECUENCIAS DEL PECADO.
“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los
decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando
a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz”. Colosenses 2:13-15
Es una salvación tan grande porque nos salva de las
consecuencias del pecado. La consecuencia del pecado es la
condenación eterna y por ello en las Escrituras se nos exhorta
a huir del pecado y buscar la misericordia de Dios: “Porque la
paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro”, (Romanos 6.23). En
Colosenses se nos dice que gracias a la salvación que Dios nos
ofrece nos libró de:
1. La condenación eterna, perdonando nuestros pecados y
anulando el acta que nos acusaba: Y a vosotros, estando
muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados, anulando el acta de los decretos que había contra
nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y
clavándola en la cruz.
2. Liberándonos del poder del diablo y sus demonios: y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
De esta forma hoy somos libres de la condenación eterna y
del imperio de Satanás ya que hemos venido a ser hijos de
Dios.
CONCLUSIÓN.
La salvación que el Señor nos ofrece es un don tan grande cuyo
valor expiatorio es incalculable debido a las siguientes razones:
1. Porque nos salva de las consecuencias del pecado y el
infierno.
2. Porque se obtiene a través del sacrificio expiatorio de su
Hijo.
3. Porque es gratuita, no por obras, sino por fe.