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INFORMACIÓN:
para pacientes
La cetoacidosis diabética es más frecuente en pacientes con DM tipo 1 y aparece cuando las
concentraciones de insulina no son suficientes para cubrir las necesidades metabólicas
básicas del cuerpo. La cetoacidosis diabética es la primera manifestación de la DM tipo 1
en una proporción minoritaria de pacientes. La deficiencia de insulina puede ser absoluta
(p. ej., durante períodos de administración de insulina exógena) o relativa (p. ej., cuando la
dosis habitual de insulina no cubre las necesidades metabólicas del organismo sometido a
un estrés fisiológico).
Infarto de miocardio
Accidente cerebrovascular
Pancreatitis
Traumatismo
Corticoides
Diuréticos tiazídicos
Simpaticomiméticos
Fisiopatología
La deficiencia de insulina estimula el metabolismo de los triglicéridos y aminoácidos en lugar de glucosa
como fuente de energía. Las concentraciones séricas de glicerol y de ácidos grasos libres (AGL) se
elevan debido a la lipólisis irestricta, así como la alanina debido al catabolismo muscular. El glicerol y la
alanina son sustratos para la gluconeogénesis hepática estimulada por el exceso de glucagón que
acompaña a la deficiencia de insulina. El glucagón también estimula la conversión mitocondrial de AGL
en cetonas. En condiciones normales, la insulina bloquea la cetogénesis al inhibir el transporte de los
derivados de los AGL a la matriz mitocondrial, pero en ausencia de insulina, la cetogénesis avanza. Los
principales cetoácidos sintetizados, el ácido acetoacético y el ácido β-hidroxibutírico, son ácidos
orgánicos fuertes que provocan acidosis metabólica. La acetona producida durante el metabolismo del
ácido acetoacético se acumula en el suero y se elimina lentamente a través de la respiración.
Signos y síntomas
Los signos y síntomas de la cetoacidosis diabética son los de la hiperglucemia (ver Diabetes mellitus
(DM) : Signos y síntomas) junto con náuseas, vómitos y, sobre todo en los niños, dolor abdominal. El
letargo y la somnolencia son síntomas de descompensación más grave. Los pacientes pueden presentar
hipotensión arterial y taquicardia debido a la deshidratación y la acidosis; también pueden tener que
realizar respiraciones rápidas y profundas para compensar la acidemia (respiraciones de Kussmaul). Los
pacientes pueden tener un aliento frutal generado por la acetona espirada. La fiebre no es un signo de la
cetoacidosis diabética propiamente dicha pero, si se detecta, indica una infección subyacente. Si no se
trata rápidamente, la cetoacidosis diabética progresa al coma y lleva a la muerte.
El edema cerebral agudo, una complicación observada en alrededor del 1% de los pacientes con
cetoacidosis diabética, se ve sobre todo en niños y, con menor frecuencia, en adolescentes y adultos
jóvenes. La cefalea y el nivel de conciencia fluctuante sugieren esta complicación en algunos individuos,
pero el paro respiratorio es la manifestación inicial en otros casos. La causa no se comprende
completamente, pero puede estar relacionada con reducciones demasiado rápidas de la osmolalidad
sérica o con isquemia encefálica. Es más probable verlo en niños < 5 años cuando la cetoacidosis es la
manifestación inicial de la DM. Los niños con valores máximos de nitrógeno ureico en sangre y
mínimos de PaCO2 (presión parcial arterial de dióxido de carbono) en el momento de la presentación
tienen un riesgo más alto de presentar esta complicación. El retraso en la corrección de la hiponatremia y
la administración de HCO3 (bicarbonato) durante el tratamiento de la cetoacisosis diabética son factores
de riesgo adicionales.
Diagnóstico
pH arterial
Cetonemia
En los pacientes en los que se sospecha una cetoacidosis diabética hay que medir las concentraciones
séricas de electolitos, el nitrógeno ureico en sangre y la creatininemia, la glucemia, la cetonemia y la
osmoridad del plasma. Debe evaluarse la cetonuria. Los pacientes que impresionan en mal estado
general y los que presentan pruebas positivas para cetonas deben ser sometidos a una evaluación de los
gases en sangre arterial. La cetoacidosis diabética se diagnostica cuando se detecta un pH arterial < 7,3
con brecha aniónica > 12 (ver Brecha aniónica) y cetonemia en presencia de hiperglucemia. Puede
arribarse a un diagnóstico presuntivo cuando la glucosuria y la cetonuria son muy positivas. La
evaluación de una muestra de orina con tiras reactivas y algunas pruebas en sangre para detectar cetonas
pueden subestimar el grado de cetosis porque sólo identifican el ácido acetoacético y no el ácido β-
hidroxibutírico, que suele ser el cetoácido predominante.
Deben buscarse signos y síntomas de la enfermedad desencadenante con estudios apropiados (p. ej.,
cultivos, estudios de diagnóstico por la imagen). En los adultos se debe realizar un electrocardiograma
para identificar un infarto de miocardio y para deternimar la importancia de las alteraciones de la
potasemia.
Pronóstico
Las tasas de mortalidad asociadas con la cetoacidosis diabética oscilan entre 1 y 10%. El shock o el
coma al ingreso del paciente indican peor pronóstico. Las causas principales de muerte son el colapso
circulatorio, la hipopotasemia y las infecciones. El 57% de los niños con edema cerebral se recupera
completamente, el 21% sobrevive con secuelas neurológicas y el 21% muere.
Tratamiento
Solución fisiológica por vía intravenosa
Insulina por vía intravenosa (siempre que la potasemia sea ≥ 3,3 mEq/L)
En forma inusual, NaHCO3 por vía intravenosa (si pH < 7 después de 1 hora de tratamiento)
Los objetivos más urgentes son la recuperación rápida del volumen intravascular, la corrección de la
hiperglucemia y la acidosis y la prevención de la hipopotasemia. La identificación de los factores
desencadenantes también es importante. El tratamiento debe realizarse en la unidad de cuidados
intensivos porque al principio hay que realizar exámenes clínicos y de laboratorio 1 vez por hora o cada
2 horas para poder implementar los ajustes necesarios en el tratamiento.
El volumen intravascular debe reponerse rápidamente para aumentar la tensión arterial y asegurar la
perfusión glomerular. Una vez restablecido el volumen intravascular, deben corregirse las deficiencias
remanentes del agua corporal total más lentamente, en general durante 24 horas. En los adultos, la
reposición inicial del volumen se logra con una infusión intravenosa rápida de entre 1 y 3 L de solución
fisiológica, seguida de infusiones de solución salina a una velocidad de 1 L/hora o mayor según se
considere necesario para elevar la tensión arterial, corregir la hiperglucemia y mantener una diuresis
adecuada. Los adultos con cetoacidosis diabética requieren un mínimo de 3 L de solución salina durante
las primeras 5 horas. Cuando la tensión arterial se estabiliza y el flujo de orina es adecuado, puede
reemplazarse la solución fisiológica por solución salina al 0,45%. Una vez que la glucemia alcanza un
valor < 200 mg/dL (11,1 mmol/L), los líquidos por vía intravenosa deben sustituirse por dextrosa al 5%
en solución salina al 0,45%.
En los niños, se estima que la deficiencia hídrica oscila entre 60 y 100 mL/kg de peso corporal. También
deben calcularse y administrarse los requerimientos de líquidos de mantenimiento (para las pérdidas
continuas) (ver Deshidratación en niños : Requerimientos de mantenimiento). La reposición hídrica
inicial se realiza con solución fisiológica (20 mL/kg) durante 1 o 2 horas, seguida por solución salina al
0,45% una vez estabilizada la tensión arterial y cuando se alcanza una diuresis adecuada. La deficiencia
remanente de líquido debe reponerse durante las siguientes 36 horas, típicamente a una velocidad (que
incluye los líquidos de mantenimiento) de entre 2 y 4 mL/kg/hora, lo que depende del grado de
deshidratación.
La hiperglucemia se corrige con 0,1 unidades/kg de insulina regular en bolo intravenoso, seguido por
una infusión intravenosa continua de 0,1 unidad/kg/hora en solución fisiológica salina al 0.9%. La
insulina debe mantenerse hasta que la potasemia sea ≥ 3,3 mEq/L (ver Síndrome hiperosmolar no
cetósico (SHNC) : Tratamiento). La adsorción de la insulina en la tubuladura intravenosa puede provocar
una variación en los efectos, lo que puede reducirse al mínimo si se irriga la tubuladura con una solución
de insulina antes de la administración de este fármaco. Si la glucemia no desciende entre 50 y 75 mg/dL
(2,8 a 4,2 mmol/L) durante la primera hora, deben duplicarse las dosis de insulina. Los niños deben
recibir una infusión intravenosa continua de 0,1 unidad/kg/hora o mayor de insulina con bolo previo o
sin él.
Las cetonas deben comenzar a desaparecer en las siguientes horas si se administran dosis suficientes
de insulina. No obstante, mientras se resuelve la acidosis, la depuración de las cetonas puede parecer
retrasarse debido a la conversión del β-hidroxibutirato en acetoacetato (que es la “cetona” medida en la
mayoría de los laboratorios hospitalarios). El pH sérico y la concentración sérica de HCO 3 también
deben mejorar rápidamente, pero la normalización de las concentraciones séricas de HCO 3 puede tardar
24 horas. Puede considerarse la corrección rápida del pH a través de la administración de HCO 3 si el pH
permanece < 7 después de una hora de reposición hídrica inicial, pero la administración de HCO 3 se
asocia con la aparición de edema cerebral agudo (sobre todo en los niños) y no debe usarse de manera
sistemática. En caso de utilizarlo, sólo debe intentarse un aumento moderado del pH (objetivo de
alrededor de 7,1), con dosis de entre 50 y 100 mEq durante 30 a 60 minutos, seguidas por una nueva
medición del pH arterial y la potasemia.
Cuando la glucemia alcanza un valor < 200 mg/dL (< 11,1 mmol/L) en adultos, debe agregarse dextrosa
al 5% a los líquidos infundidos por vía intravenosa para reducir el riesgo de hipoglucemia. Luego se
pueden reducir las dosis de insulina hasta 0,02 a 0,05 unidades/kg/hora, pero la infusión intravenosa
continua de insulina regular debe mantenerse hasta que la brecha aniónica se reduzca y las mediciones
de cetonemia y cetonuria sean negativas en varias muestras. Luego, la reposición de insulina puede
modificarse a 5 a 10 unidades de insulina regular por vía subcutánea cada 4 a 6 horas. Cuando el
paciente está estable y puede alimentarse por vía enteral, se inicia un régimen típico con una mezcla
dividida o un bolo basal de insulina. La infusión intravenosa de insulina debe mantenerse entre 1 y 4
horas después de la dosis inicial deinsulina por vía subcutánea. Los niños deben continuar con una
infusión de 0,05 unidades/kg/hora de insulina hasta el inicio de la administración subcutánea
de insulina y hasta que el pH sea > 7,3.
La prevención de la hipopotasemia requiere la reposición de entre 20 y 30 mEq de K por cada litro de
líquido administrado por vía intravenosa con el fin de mantener una potasemia de entre 4 y 5 mEq/L. Si
la potasemia es < 3,3 mEq/L, debe suspenderse la insulina y administrarse K a una velocidad de 40
mEq/hora hasta que la potasemia sea ≥ 3,3 mEq/L; a su vez, si la potasemia es > 5 mEq/L, puede
suspenderse el suplemento de K. La potasemia inicial normal o alta puede reflejar la movilización de los
depósitos intracelulares en respuesta a la acidemia y ocultar la verdadera deficiencia de potasio que
presentan casi todos los pacientes con cetoacidosis diabética. La reposición de insulinamoviliza
rápidamente el K hacia el interior de las células, de manera que deben evaluarse los niveles de potasio 1
vez por hora o cada 2 horas en los estadios iniciales del tratamiento. La hipofosfatemia es un hallazgo
habitual durante el tratamiento de la cetoacidosis diabética, pero no pudo determinarse si la reposición
de fosfato produce un beneficio en la mayoría de los casos. Si está indicado (p. ej., en la rabdomiólifisis,
la hemólisis o el deterioro neurológico), pueden infundirse entre 1 y 2 mmol/kg de fosfato de potasio
durante 6 a 12 horas. La reposición de fosfato suele reducir la calcemia, por lo que debe controlarse.
Cetoacidosis diabética
Síntomas y causas
Diagnóstico y tratamiento
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Descripción general
Síntomas
Sed excesiva
Náuseas y vómitos
Dolor abdominal
Debilidad o fatiga
Falta de aire
Confusión
Causas
El azúcar es la principal fuente de energía de las células que
forman los músculos y otros tejidos. Normalmente, la insulina
ayuda a que el azúcar ingrese en las células.
Ataque cardíaco
Complicaciones
Prevención
Cetoacidosis
La cetoacidosis es una afección grave que puede producir un coma
diabético (perder el conocimiento por mucho tiempo) o incluso la
muerte.
Cansancio constante.
Insuficiente insulina
Quizá no se inyectó suficiente insulina. O es posible que necesite
más insulina de lo habitual debido a una enfermedad.
Insuficiente comida
Cuando está enfermo, a menudo no le apetece comer, lo que a
veces resulta en un alto nivel de cetonas. También puede tener un
nivel alto de glucosa cuando se salta una comida.
Artículos
Diagnóstico y tratamiento | 16 NOV 15
Cetoacidosis diabética en adultos
La cetoacidosis diabética es un estado metabólico extremo
causado por la deficiencia de insulina, especialmente en la
diabetes tipo 1 y es posible prevenirla con la buena
educación del paciente.
29
67
Autor: Shivani Misra, Nick S. Oliver. Diabetic ketoacidosis in adults. BMJ 2015;351:h5660
INDICE: 1. | 2. Bibliografía
• La CAD es una complicación frecuente, grave y prevenible de la diabetes tipo 1, con una
mortalidad del 5,3%. Puede también ocurrir en pacientes con otros tipos de diabetes.
• Manejo subsiguiente debería centrarse en la educación del paciente y apoyo para evitar la
recurrencia.
• Poliuria
• polidipsia
• Pérdida de peso
• Náuseas y vómitos
• Debilidad y letargo
• Estado mental alterado
• Respiración Kussmaul (hiperventilación profunda característica)
• Aliento cetónico (olor a manzana o pera)
Cetonas
Líquidos intravenosos
• Es posible que no haya un precipitante obvio, por ej., diabetes propensa a la CAD (una
forma atípica de la diabetes tipo 2), en la que la CAD es la condición de presentación, pero
más tarde, se puede discontinuar la insulina.
• Infección
• Insulina inadecuada.
Suplementos de potasio
Bicarbonato
Los pacientes con diabetes tipo 1 establecida deben ser asesorados acerca
de los factores de riesgo de CAD y cómo automonitorear su glucemia y el
nivel de cetonas. Los mensajes en el TweetChat muestran la necesidad
que tienen los diabéticos de mejorar su educación respecto de su
enfermedad, ya que muchos de ellos no tenían conocimiento de la
importancia de analizar las cetonas o la diferencia entre la cetosis y
cetoacidosis.
Rev. Venez. Endocrinol. Metab. vol.10 no.3 Mérida oct. 2012
María A. Vergel, Jueida Azkoul, Marisol Meza, Alba Salas, Elsy Velázquez M,
Grupo de Trabajo Unidad de Endocrinología, Mérida-Venezuela (ENDO-MER).
PREÁMBULO
Como se anunció en el primer numero del Volumen 10 del 2012, el Comité Editor de la
Revista continúa con la publicación de una serie de artículos especiales,
fundamentalmente protocolos de diagnóstico y tratamiento de diferentes patologías,
aplicados en las unidades de endocrinología de los principales centros de salud del
estado venezolano. El objetivo es lograr que todos los especialistas puedan conocerlos,
contrastarlos, discutirlos, plantear posibles controversias para obtener un resultado
final que sea una propuesta nacional y cuyo fin primordial es el de mejorar la practica
clínica y la utilización de los recursos sanitarios. En este número se incluyen 2 artículos
de esta serie.
RESUMEN
ABSTRACT
The main acute complications in type 2 diabetes mellitus (DM2) are the diabetic
ketoacidosis (CAD) and hyperosmolar hyperglycemic status (EHH). These conditions
are due to an absolute or relative insulin deficiency leading to volemia depletion with
or without acid-basic equilibrium abnormalities. The main triggering factors include the
onset of diabetes, oral or insulin treatment withdrawal, cardiovascular diseases, food
transgressions, infections, emotional stress and drugs. The early diagnosis and
treatment may prevent lethal complications. This review is focused on published
literature and clinical guidelines from the Endocrinology Unit of the Autonomous
Institute University Hospital of the Andes, Mérida, Venezuela. It includes the diagnosis,
treatment, resolution and complications criteria.
Articulo recibido en: Julio 2012. Aceptado para publicación en: Agosto 2012.
INTRODUCCIÓN
La cetoacidosis diabética (CAD) y el estado hiperosmolar hiperglucémico (EHH) son las
principales complicaciones metabólicas agudas de la diabetes, causadas por la
deficiencia absoluta o relativa de insulina. El diagnóstico y tratamiento precoz evita el
desarrollo de complicaciones que amenacen la vida del paciente1-4. La base terapéutica
implica la identificación de la causa precipitante, la corrección de la hiperglucemia y de
los trastornos hidroelectrolíticos, lo cual, debe ser dirigido por un equipo médico
multidisciplinario, particularmente durante las primeras horas de tratamiento1,3-5. En
vista de lo señalado, se presentan las pautas clínicas de la Unidad de Endocrinología
del Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes para el diagnóstico y
manejo de los pacientes con CAD y EHH. Para tal fin, se realizó una búsqueda
bibliográfica de artículos relacionados, considerándose ensayos clínicos, revisiones de
expertos y metanálisis.
La incidencia anual de CAD varía entre 4,6 y 8 episodios por cada 1000 pacientes
diabéticos y la mortalidad oscila entre 1 y 5%2,3,7,8.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
Un parámetro que puede ser evaluado en estos pacientes es el anión Gap, el cual
refleja la concentración de productos ácidos no medibles en plasma, pero cuya
inclusión no es indispensable como criterio diagnóstico en la CAD. Sin embargo, es de
gran utilidad en pacientes adultos con deshidratación y acidosis para descartar otras
causas como: ingestión de metanol, acidosis urémica, acidosis láctica, cetosis por
malnutrición, cetoacidosis alcohólica, toxicidad por paraldehído, hierro, isoniazida,
etanol, etilenglicol y salicilatos 2.
TRATAMIENTO
IV. BICARBONATO: Se debe administrar cuando el pH arterial sea ≤6,9 una vez
corregida la deshidratación2,3,5,7,19. Se recomienda utilizar una infusión de 1 a 2 mEq/kg
durante 1 hora o hasta que el pH sea ≥ 7,01,5. La dosis a administrar en 24 horas se
calcula a través de la siguiente fórmula: (HCO3 ideal - HCO3 real) x 0,3 x Kg 11, de lo
cual será administrado sólo un 1/3 de la dosis.
TRATAMIENTO
La mortalidad en estos pacientes suele ser del 21-24% de los casos. Entre las
complicaciones más frecuentes se describen la hipoglucemia e hipokalemia, las cuales
pueden evitarse mediante la observación estrecha y la reposición oportuna. En el 1%
de los casos puede presentarse edema cerebral, paro lo cual se consideran como
factores de riesgo la reposición excesiva de líquidos, el uso de soluciones hipotónicas y
la disminución rápida de la glucemia. Entre otras complicaciones se encuentran la
acidosis hiperclorémica y la trombosis venosa5,7,19.
(Foto: lavidalucida.com)
La cetoacidosis diabética es una de las complicaciones más temidas de la diabetes mellitus, por
sus serias implicaciones agudas en el organismo que pueden llegar a ser letales.
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica metabólica caracterizada por niveles elevados
de glucosa en sangre (glicemia). La elevación de la glicemia, también llamada hiperglicemia, es el
resultado de alteraciones en la producción y/o acción de una hormona pancreática conocida como
insulina. La insulina permite el paso de la glucosa a los tejidos, haciendo que desciendan por
consiguiente los niveles de glicemia, evitando así las repercusiones de la elevación de la glucosa
en sangre.
Mecanismo de producción de la cetoacidosis diabética
La cetoacidosis diabética, es por lo tanto un estado de estrés metabólico extremo para el
organismo, producto de la deficiencia de insulina, que conlleva a un aumento de los niveles
sanguíneos de glucosa, activando una vía metabólica de degradación de los ácidos grasos
(conocida como lipólisis).
Los ácidos grasos se degeneran en unas moléculas llamadas cuerpos cetónicos mediante un
proceso conocido como cetogénesis.
El exceso de cuerpos cetónicos hace que el pH de la sangre se torne ácido, por lo que el
organismo activa mecanismos compensatorios para regular la cantidad de ácido en su interior con
la finalidad de no generar daño a sus órganos.
Sin embargo, de continuar elevados los niveles de glucosa en la sangre, se siguen generando
cuerpos cetónicos y el organismo pierde su capacidad reguladora de contrarrestar el estado de
acidez.
Cuando el pH sanguíneo disminuye por debajo de 7,35 se dice que existe una acidosis metabólica
asociado a la cetoacidosis diabética, provocando un estado generalizado de falla multiorgánica que
pone en riesgo la vida del paciente.
Síntomas de la cetoacidosis diabética
Es posible que la cetoacidosis diabética pueda verse en las distintas presentaciones de la diabetes:
Mellitus tipo I, II y gestacional, siendo incluso la primera manifestación clínica que permite hacer el
diagnóstico de diabetes tipo I, lo que en esos casos puede representar mayor riesgo para la vida
sino se está preparado y se cuenta con la atención médica oportuna.
Existen factores que pueden verse asociados a los síntomas clínicos del paciente, siendo la
mayoría de estos, generadores directos de la cetoacidosis diabética.
Estos factores de riesgo incluyen las infecciones respiratorias o urinarias en su mayoría (aunque
pueden ser resultado de otro tipo de infección), que generan mayor dificultad de metabolizar la
glucosa y elevan sus niveles en sangre, independientemente de que se esté cumpliendo al pie de
la letra el tratamiento hipoglicemiante y/o insulina.
Otros factores importantes a mencionar incluyen: un tratamiento irregular por omisión de algunas
dosis o el uso de dosis por debajo de los rangos terapéuticos de insulina o hipoglicemiantes, abuso
de comidas procesadas, el uso de drogas o alcohol, traumatismos mayores, tiempos de ayuno
prolongados, cirugías o cualquier factor generador de estrés.
Síntomas
La cetoacidosis diabética es una afección seria, por lo que si se tiene diabetes y
cree que la padece, debe ponerse en contacto con su médico y acudir a urgencias
de inmediato. Algunos de los primeros síntomas que señalan la aparición
del CAD son:
Micción frecuente (orinar frecuentemente)
Sed excesiva, acompañada de una constante sensación de
sequedad en la boca.
Posteriormente, la persona suele presentar los siguientes síntomas:
Náuseas y vómitos
Enrojecimiento de la piel
Dolor abdominal
Diarrea
Fatiga
Dificultad para respirar
Dolor de cabeza
Pérdida de apetito
Mal aliento
Dificultad para concentrarse y confusión
Diagnóstico
Hay distintas pruebas por las que se puede diagnosticar la cetoacidosis
diabética; se puede realizar un examen de cetonas en la diabetes tipo I
para detectar la CAD. El examen de cetonas se puede hacer utilizando una
muestra de orina en los siguientes momentos:
Gasometría arterial.
Examen de glucemia.
Examen de amilasa en sangre.
Medición de la presión arterial.
Examen de potasio en sangre.
Tratamiento
Como ha hemos mencionado, la CAD provoca una micción
excesiva. Como resultado, la persona puede deshidratarse y en consecuencia
perder electrolitos. Los electrolitos son minerales en la sangre que ayudan al
cuerpo a funcionar.
Debido a esto, una vez diagnosticado con CAD, es probable que el
tratamiento consista en líquidos. Estos líquidos contienen electrolitos e
insulina, que pueden ayudar a la persona a rehidratarse y diluir a su vez el azúcar
en sangre.
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