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8.1. INTRODUCCIÓN
Sabemos que los métodos sintéticos, en su variante comparativa espacial, pretenden
estimar valores de mercado observando la relación que existe entre los precios de la
tierra y los valores que tomen ciertas variables o signos externos, tanto de carácter
económico como técnico (por ejemplo, índices de calidad del suelo, distancia, ratios
fiscales, producción bruta, etc.) Como caso particular, los tratados clásicos
consideraban una sola variable o signo externo y suponían además que el valor de la
finca era directamente proporcional al valor de dicha variable.
Desde un punto de vista más general, podemos suponer que la función que liga las
variables valor de mercado de una finca y signo externo es desconocida en cuanto a
su expresión matemática exacta, pero puede ser estimada estadísticamente por medio
del análisis de regresión o por otros procedimientos. Generalmente, dicha función
viene d por una ecuación lineal que se ajusta por mínimos cuadrados a partir de los
datos estadísticos disponibles (Véase el método econométrico, en capítulo 12).
También pueden utilizarse fórmulas heurísticas que simplifican el análisis de regresión,
y que hemos considerado como eslabones intermedios entre los métodos sintéticos
clásicos y los métodos estadístico - econométricos (Véase capítulo 7)
Un enfoque diferente del mismo problema es el análisis estadístico basado en
comparar dos funciones de distribución. Este método, que expondremos a
continuación se debe a Ballestero y fue publicado en 1973 con el nombre de método
Beta (1) y ha sido objeto de diversos trabajos posteriores (2). Su ventaja principal es
que necesita menos información empírica (menor número de datos y más fáciles de
investigar). Otra ventaja es la rapidez de cálculo, manejando tablas o aplicando la
variante triangular, que estudiaremos después.
8.2. EL MÉTODO
Se desconoce la relación funcional que puede existir entre la variable valor de
mercado de una hectárea de tierra de clase dada y la variable signo externo, pero se
sabe que dicha relación funcional es monótona creciente o decreciente con lo cual al
crecer el valor del signo externo crece/decrece el valor de la hectárea de tierra
correspondiente.
La variable V valor de mercado de una hectárea de tierra de clase dada se ajusta
estadísticamente a una función de distribución F. La variable explicativa o signo
externo L se ajusta estadísticamente a una función de distribución G. Suponemos que
las distribuciones F y G tienen forma de campana o similar (las mejores para nuestro
propósito son la distribución Beta y la triangular, pero se pueden emplear otras).
Supongamos que L es el valor que toma la variable explicativa para una finca A que
pertenece a una clase de tierra dada C y cuyo valor de mercado se pretende estimar.
La expresión de tierra de clase dada se refiere no sólo a las características
edafológicas de una parcela, sino también a una situación geográfica y al cultivo que
soporta o puede soportar. El conjunto de parcelas de una misma clase comprende
parcelas de calidad homogénea en su primer grado de aproximación, aunque la
calidad no sea exactamente la misma en unas parcelas que en otras, dando así lugar
1
Tomado de Caballer, V. Valoración Agraria. Teoria y Práctica. Ed. Mundi Prensa, Madrid, España.
1998
a diferencias en la variable valor de mercado de una hectárea, V de las parcelas
pertenecientes a una misma clase. Así, por ejemplo, todos los olivares de primera
clase en la localidad de Ubeda forman el conjunto de parcelas de clase C; pero entre
estos olivares cabe distinguir, a su vez, ciertas diferencias en cuanto a calidad, que se
traducirá también en diferencias de precio.
Sean:
LA = el m bajo índice L entre las fincas de clase C.
LB = el más alto índice entre las fincas de clase C.
LM = la moda de los índices entre las fincas de clase C.
Los números LA, LB. LM determinan una distribución Beta. Su función de densidad
parece en la figura 8.1. -
Análogamente sean:
VA = el más bajo valor de mercado entre las fincas de la clase C.
VB = el más alto valor de mercado entre las fincas de clase C.
VM = la moda de los valores de mercado entre las fincas de clase C.
Los números VA, VB, VM determinan otra distribución Beta. Su función de densidad
aparece en la figura 8.2.
Como vemos, el método exige conocer solamente estos datos: los valores de mercado
VA, 8 Y VM, los correspondientes índices LA, LB, LM y el índice L para la finca que se
quiere valorar. En la práctica, esta información puede encontrarse mediante una
pequeña encuesta, en el caso de que no existan estadísticas de precios.
Con ayuda de las tablas de la distribución Beta se calcula el área:
RST = R’S’T’
Como veremos a continuación, el cálculo es sumamente rápido, tardando apenas
algunos minutos. Pero antes conviene explicar el procedimiento de tabulación y
normalización.
De donde resulta:
X’ = 54.350 pesetas/hectárea.
como estimación del valor de mercado para la finca que se quería valorar.
3. La variable explicativa de la finca L1 toma valor superior al valor modal LM’ mientras
el valor de mercado de la finca V1 toma valor inferior.
Es decir
El valor de mercado V1 de la finca objeto de valoración se obtiene por igualdad de los
triángulos AST y A’ S’ T’, mediante la expresión:
Ejemplo 8.1.
En el supuesto desarrollado en el párrafo 3 de este mismo capítulo tenemos:
VA = 1.000.000 pesetas/hectárea.
VB = 1.800.000 pesetas/hectárea.
VM = 1.500.000 pesetas/hectárea.
LA = 35
LB = 50
LM= 40
a) Para una finca cuyo índice de calidad sea
L1 = 36
Se obtiene un valor de mercado
Ejemplo 8.2.
Cañas, Domingo y Martínez (5) han aplicado el método de las dos distribuciones
triangulares a la valoración de tierras en las campiñas y la Subética de la provincia de
Córdoba. De esta aplicación se pueden deducir los resultados que aparecen en los
siguientes cuadros.
4. Campiñas secano
Renta Unitaria (ptas.) Valor de mercado (ptas.)
Mínimo 12.000 1.200.000
Izquierda 13.000 1.243.227.27
14.000 1.286.554,54
15.000 1.329.831,81
16.000 1.373.109,08
17.000 1.416.386,36
18.000 1.459.663,63
19.000 1.502.940,90
Moda 19.910 1.555.555,55
Derecha 21.000 1586.767,89
22.000 1.627.127.02
23.000 1.667,486.14
24.000 1.707.845,26
25.000 1.748.204,38
26.000 1.778.563,51
27.000 1.828.922,63
28.000 1.869.281,75
29.000 1.909.640,88
Máximo 30.000 1.950.000,00
5. Campiñas olivar
Renta Unitaria (ptas.) Valor de mercado (ptas.)
Mínimo 30.000 1.500.000
Izquierda 36.000 1.530.211,75
37.000 1.560.423,51
28.000 1.590.635,26
39.000 1.620.847,01
40.000 1.651.058,76
41.000 1.681.270,52
42.000 1.711.482,27
43.000 1.741.964,42
44.000 1.771.905,77
Moda 45.000 1.867.500,00
Derecha 46.000 1.907.772,07
47.000 1.965.574,06
48.000 2.023.376,06
49.000 2.081.178,05
50.000 2.138.980,05
51.000 2.196.782,04
52.000 2.254.584.04
53.000 2.312.386,03
54.000 2.370.188,03
55.000 2.427.990,02
56.000 2.485.792,02
57.000 2.543.594,01
58.000 2.601.396,01
59.000 2.659.198,00
Máximo 60.000 2.717.000
Ejemplo 8.3.
Volvamos al ejemplo de la finca en la provincia de Sevilla (párrafo 8.5).
3.° Buscando en la fila 50 y columna 73 (tabla 11.16, primera fila), obtenemos el valor
de S.
S = 34,25
5.° El valor X = 34,25 se encuentra en la tabla 11.11, entre las filas 44 y45. Por
consiguiente, tomamos como valor de mercado tipificado V1 = 44,5.
El resultado obtenido con la distribución Beta, fue 54.350 ptas. Obsérvese el grado de
aproximación con el ejemplo anterior.
La solución para
P1= 3.600