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UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
FACULTAD DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE ECOLOGÍA Y GEOLOGÍA
(ÁREA DE ECOLOGÍA)

TESIS DOCTORAL

EL PAPEL DEL SECTOR FLUVIAL EN LA


BIOGEOQUÍMICA DEL RÍO PALMONES (LOS BARRIOS,
CÁDIZ)

Antonio Avilés Benítez


Málaga, 2002
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UNIVERSIDAD DE MÁLAGA

FACULTAD DE CIENCIAS

DEPARTAMENTO DE ECOLOGÍA Y GEOLOGÍA

ÁREA DE ECOLOGÍA

TESIS DOCTORAL

EL PAPEL DEL SECTOR FLUVIAL EN LA BIOGEOQUÍMICA


DEL RÍO PALMONES
(LOS BARRIOS, CADIZ)

Antonio Avilés Benítez


Málaga, 2002
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UNIVESIDAD DE MÁLAGA FACULTAD DE CIENCIAS

Visado en Málaga

Octubre de 2002

El Director

Fdo.: Prof. F. Xavier Niell Castanera

Catedrático de Ecología

Universidad de Málaga

Memoria presentada para optar al grado de Doctor en Ciencias Biológicas

Fdo.: Antonio Avilés Benítez


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UNIVESIDAD DE MÁLAGA FACULTAD DE CIENCIAS

El Prof. F. XAVIER NIELL CASTANERA, Catedrático de Ecología de la


Universidad de Málaga y el Prof. VICENTE CLAVERO RAMÍREZ, Profesor Titular de
Ecología de la Universidad de Málaga:

Han dirigido los trabajos conducentes a la redacción de la presente memoria titulada


“El papel del sector fluvial en la biogeoquímica del Río Palmones (Los Barrios, Cádiz)”,
presentada por D. Antonio Avilés Benítez y que considerada finalizada, puede ser presentada
para su exposición y defensa para optar al grado de Doctor en Ciencias Biológicas. Lo cual
suscribe el primero de ambos.

Málaga, Octubre de 2002

Fdo.: Prof. F. Xavier Niell Castanera


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Esta tesis doctoral ha sido realizada gracias a la concesión de una beca de la Junta de
Andalucía para la Formación de Personal Docente e Investigador (convocatoria de 1998).

El trabajo se ha realizado dentro del Grupo de Investigación Ecofisiología de Sistemas


Acuáticos (P.A.I., RMN-0176, de la Junta de Andalucía), del Área de Conocimiento de
Ecología de la Universidad de Málaga y en el marco de los proyectos de investigación
titulados: “Cambios en el ciclo del fósforo y sus repercusiones ambientales en una cuenca de
pequeño tamaño (Río Palmones, Cádiz)”, CICYT AMB 96-0782, “Cambios en los ciclos
biogeoquímicos y en la fisiografía de una cuenca de pequeño tamaño (Río Palmones, Cádiz).
Repercusiones ambientales y socioeconómicas”, CICYT AMB 99-1088 e “Intercambio
gaseoso en comunidades de plantas de marismas. Estimación de los sistemas aéreos, radical-
sedimentarias y de los aportes alóctonos”, CICYT (REN 2002-003407MAR).

Parte de los resultados de esta tesis han sido presentados en los congresos organizados
por el proyecto NATO/CCMS Nutrient Pilot Study en Athens (Estados Unidos, 2000),
Klaipeda (Lituania, 2000), Tallin (Estonia, 2001) y Bled (Eslovenia, 2002), además de en el I
Symposium GLOBEC-ESPAÑA y publicados en las revistas Limnética (2001) y LOICZ
(2002)
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A Carmen
A mis padres
A Vicente
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AGRADECIMIENTOS

Esta Tesis Doctoral ha pasado por muchos momentos y vivencias a lo largo de casi 4
años, más los empleados durante la realización de la Tesis de Licenciatura. Sin embargo,
ninguno tan determinante como la pérdida de mi cotutor el Dr. Vicente Clavero, amigo y gran
persona. “Esta tesis va por ti, jefe”.

Cuando estaba estudiando en Cádiz, nunca me hubiera imaginado que estaría ahora en
vísperas de defender una Tesis Doctoral en Ecología de Málaga. Sin embargo, el destino
juguetón así lo quiso, y todo gracias al Dr. Xavier Niell. Por tu ayuda prestada, por las clases
magistrales fuera y dentro de las aulas, por las charlas nocturnas en esos países de bárbaros y
confiando que las cosas continúen así durante mucho tiempo más. GRACIAS.

Todo trabajo necesita un grupo de colaboradores, directos o indirectos y por suerte, yo


lo he tenido. En la realización de los muestreos, en la enseñanza de las diferentes técnicas, en
el apoyo psicológico en aquellos momentos difíciles, en los “cafeses” y los desayunos en el
bar... Sin embargo, como no, he de empezar por mi gente, LOS PALMONEROS. Esa especie
que renace de sus cenizas, o en este caso, del fango y resiste tormentas, mosquitos o lo que
haga falta. A Laura Palomo, creo que no hace falta decirte lo que te aprecio y quiero, no
cambies, ¿vale?. A María Carrasco (la niña del tapete) y Ernesto (E B=(C)2), aunque éste
ultimo ya no cante la canción palmonera. A Sonia por todo su apoyo e interés. Por que las
cosas sigan y sigan y sigan así o mejor. A esos nuevos fichajes: Miguel, Mª Ángeles y
Virginia ¿tenéis idea de donde os habéis metido?. También desde aquí, recordar a los que
están en otros “lares”, pero sus manos continúan aún manchadas de barro: a Juanjo (tron,
gracias de verdad), a Jesús Mercado (espero que te decidas a cambiar de vez en cuando el
buque oceanográfico por la patera), a Valle, a Joaquín (de las Cuevas del Becerro al Cielo,
¿no?) y a Barragán (el compañero limnólogo).¡Ah, claro está y al chileno!.

A los profesores de este departamento y de otros vecinos, les debo mucho de lo que he
aprendido en estos años, ya que no todo se aprende dentro de las aulas (a veces más en los
pasillos). A Juan Lucena, gracias por tener la puerta del despacho siempre abierta. Sabes que
te aprecio. A Carlos Jiménez, gracias por dejarme usar el HPLC en mis comienzos
cromatográficos y por todo lo demás, a Jaime, Valeriano, Félix, Begoña, José María y como
no, a los nuevos e ilustres ayudantes Gordillo y Andy (los nuevos inquilinos de la secretaría...
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ES VERDAD. NO LO ES). A José Antonio Fernández y Mª Jesús de Fisiología Vegetal, a


Paco, Benji y Roberto García de Jaén. A todos: GRACIAS DE VERDAD.

A los marinos, becarios y no becarios: Laura Zabala y Miguel (menuda envidia me


dais con el tema de la Antártida), a Pablo (el combinado), Nacho, María, Carmen y Samir. A
los chicos del SCAI, a María, Natalie, Yanina y Juan (los argentinos), Paqui, Ana y Pirjo. A
Pepe Aguilera, “El investigador”... (Chileno, ¿otra vez por aquí?). A los que ya no están por
Ecología: Raquel, Estrella, Marta, Laura García y Eduardo (tenemos que ir a pescar de nuevo
¿vale?). A Rafa y Elena (¡QUE VIVAN LOS NOVIOS¡). Belén, aunque no sé en que grupo
ponerte, no me he olvidado de ti.

A Concha. En la tesina, te llamé la “mujer comodín” por lo apañada que eres. Aún
sigo pensando lo mismo. Gracias Concha.

Aquí, he de hacer un punto y seguido para agradecer a una persona todo lo que ha
hecho por mi desarrollo científico y humano, a lo largo de más de cinco años. Gracias
Roberto. Que la suerte y la burocracia cubana estén contigo y con tu familia.

Al departamento de Química Inorgánica, por su ayuda en la difracción de rayos X y


en la cromatografía de gases. Gracias Pepe. (Chileno, ¿ya está bien, no?).

Al Milko Novic, investigador del Instituto Nacional de Química de Ljubljana, por


enseñarme a usar el cromatógrafo iónico, enseñarme tu país y charlar en guiri tomándonos
unas “pivo”.

A D. José Antonio Villegas Alés, presidente de la Confederación Hidrográfica del


Sur, por permitir el acceso al embalse de Charco Redondo y por los demás datos
suministrados. Espero que la colaboración existente se incremente gracias a esta tesis.

A D. Adolfo Rojas Ocaña, alcalde de Los Barrios, por facilitarnos nuestro trabajo en
Palmones durante muchos años, para que se enteren en el mundo entero de lo que vale este
río. Por supuesto, también he de agradecerle a D. Eduardo Briones, su inestimable ayuda a la
hora de poder acceder a información de Palmones, así como a los propios puntos de
muestreo. Gracias.

A Carlos (el extremeño) y Patro: os debo una cena por el intenso trabajo cartográfico
realizado. Al resto de los amigos de promoción, de la infancia y de copas.... ¡¡ESTO HAY
QUE CELEBRARLO!!.
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A mis padres y mi familia en general. Os he de agradecer casi todo de lo que soy en


estos momentos. A Tacha, la primera doctora de la familia.... Ya ves, el benjamín te sigue los
pasos.

A Carmen, mi mujer y la persona que más quiero en este mundo. Esta tesis es tanto
mía como tuya, ya lo sabes. Espero que las cosas sigan como ahora, pero más en compañía
(tu ya me entiendes).

A todas y cada una de las personas

que han hecho posible esta tesis....

GRACIAS
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Si el río quiere irse se irá,
si no hay quien lo detenga ni lo pare,
porque le falta la sal.
el agua que corre libre,
es el agua que se bebe
el hombre que sueña vive,
el que no vuela se muere.


C. Márquez
J. Peña
“El Lebrijano”
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LISTADO DE ABREVIATURAS EMPLEADAS

α Límite de confianza
ACP Análisis de Componentes Principales
AIP Fósforo Inorgánico Apatítico
Alc. Alcalinidad
ANOVA Análisis de la Varianza
APA Actividad Fosfatasa Alcalina
C Calcita
Cla Clorofila a
Cond. Conductividad
CT Carotenoides Totales
D Dolomita
DIN Nitrógeno Inorgánico Disuelto
DMF N-N dimetilfornamida
DON Nitrógeno Orgánico Disuelto
EDAR Estación Depuradora de Aguas Residuales
Eh Potencial Redox
EPC Concentración de Fosfato en Equilibrio
F Feldespato
Fl Fluorapatito
NAIP Fósforo Inorgánico no Apatítico
POC Carbono Orgánico Particulado
PS Peso Seco
Q Cuarzo
SNRP Fósforo Soluble no Reactivo
SRP Fósforo Solubles Reactivo
SS Sólidos en Suspensión
TDP Fósforo Disuelto Total
TIP Fósforo Inorgánico Total
TOP Fósforo Orgánico Total
TP Fósforo Total del agua (TDP + TPP)
TPC Carbono Particulado Total
TPN Nitrógeno Particulado Total
TPP Fósforo Particulado Total
TPs Fósforo Total del sedimento
Utc Unidades de Carotenoides Totales
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ÍNDICE
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ÍNDICE
Página
1.- INTRODUCCIÓN 1

2.- MATERIAL Y MÉTODOS 13


2.1.- Área de estudio 14
2.1.1.- Características generales de la cuenca 14
2.1.2.- Clima 16
2.1.3.- Estaciones y fechas de muestreo 18
2.2.- Manipulación y recogida de muestras 21
2.2.1.- Toma de muestras en el agua superficial 21
2.2.2.- Toma de muestras en el sedimento 21
2.3.- Técnicas analíticas 22
2.3.1.- En el agua 22
2.3.1.1.- Velocidad de la corriente y caudal 22
2.3.1.2.- Tª, pH, Eh, oxígeno disuelto y contenido en sales 22
2.3.1.3.- Alcalinidad total 22
2.3.1.4.- Iones 23
2.3.1.5.- Nitrato y nitrito 24
2.3.1.6.- Amonio 24
2.3.1.7.- Fósforo 24
2.3.1.8.- Sólidos en suspensión 26
2.3.1.9.- Determinación del carbono y nitrógeno particulado total 26
2.3.1.10.- Pigmentos 26
2.3.2.- En el agua intersticial 27
2.3.3.- En el sedimento 27
2.3.3.1.- Contenido en fósforo 27
2.3.3.2.- Contenido en materia orgánica 30
2.3.3.3.- Granulometría 30
2.3.3.4.- Porosidad y densidad del sedimento 30
2.3.3.5.- Composición mineralógica 31
2.4.- Análisis estadístico 31

3.- RESULTADOS 33
3.1.- Agua superficial 34
3.1.1.- Caudal 34
3.1.2.- pH, oxígeno disuelto y potencial redox 35
3.1.3.- Alcalinidad total y contenido en sales 39
3.1.4.- Iones 41
3.1.4.1.- Cationes: calcio, magnesio, sodio y potasio 41
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3.1.4.2.- Aniones: cloruro, sulfato, fluoruro y bromuro 45


3.1.5.- Fósforo 49
3.1.5.1.- Fósforo soluble reactivo (SRP) 49
3.1.5.2.- Fósforo disuelto total (TDP) 49
3.1.5.3.- Fósforo particulado total (TPP) 49
3.1.5.4.- Fósforo total (TP) 50
3.1.6.- Nitrógeno 53
3.1.6.1.- Nitrato 53
3.1.6.2.- Nitrito 53
3.1.6.3.- Amonio 53
3.1.6.4.- Nitrógeno inorgánico disuelto (DIN) 57
3.1.6.5.- Nitrógeno particulado total (TPN) 57
3.1.6.6.- Nitrógeno inorgánico disuelto más particulado total 60
3.1.7.- Sólidos en suspensión (SS) y carbono particulado total (TPC) 61
3.1.8.- Pigmentos 61
3.1.9.- Relación C/N (particulados), DIN/SRP y N/P (particulados) 64
3.1.10.- Relación entre las variables del agua 66
3.2.- Agua intersticial 70
3.2.1.- Iones 70
3.2.1.1.- Cationes: calcio, magnesio, sodio y potasio 70
3.2.1.2.- Aniones: cloruro, sulfato, fluoruro y bromuro 74
3.2.2.- Fósforo 77
3.2.2.1.- Fósforo soluble reactivo (SRP) 77
3.2.3.- Nitrógeno 78
3.2.3.1.- Nitrato 78
3.2.3.2.- Nitrito 78
3.2.3.3.- Amonio 79
3.2.3.4.- Nitrógeno inorgánico disuelto (DIN) 82
3.2.4.- Relación entre las variables del agua intersticial 83
3.3.- Sedimento 85
3.3.1.- Fósforo 85
3.3.1.1.- Fósforo inorgánico no apatítico (NAIP) 85
3.3.1.2.- Fósforo inorgánico apatítico (AIP) 88
3.3.1.3.- Fósforo inorgánico total (TIP) 90
3.3.1.4.- Fósforo orgánico total (TOP) 93
3.3.1.5.- Relación (TIP/TOP) 95
3.3.1.6.- Fósforo total del sedimento (TPs) 95
3.3.2.- Materia orgánica 98
3.3.3.- Granulometría 100
3.3.4.- Porosidad y densidad 105
3.3.5.- Composición mineralógica (Rayos X) 106
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3.3.6.- Relación entre las variables del sedimento 106


3.4.- Análisis de variabilidad 109

4.- DISCUSIÓN 117


4.1.- Descripción físico-química 118
4.1.1.- Caudal 118
4.1.2.- Alcalinidad total y contenido en sales 121
4.1.3.- Iones 123
4.1.4.- Consideraciones generales 133
4.2.- Nutrientes 133
4.2.1.- Del agua 134
4.2.1.1.- Fósforo 134
4.2.1.2.- Nitrógeno 138
4.2.2.- Del sedimento 146
4.2.2.1.- Fósforo 147
4.2.2.2.- Materia orgánica 154
4.2.3.- Consideraciones generales 155
4.3.- Significado de la heterogeneidad 156
4.4.- Consideraciones finales 159

5.- CONCLUSIONES 162

6.- BIBLIOGRAFÍA 164

7.- ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS 182

8.- ANEXOS 190


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Introducción

1. INTRODUCCIÓN

1
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Introducción

Históricamente, los estudios de las aguas epicontinentales proceden de la


aplicación de técnicas y métodos empleados en oceanografía, a unos sistemas cada vez más
alterados, y por lo tanto, necesitados de estudio. Este origen, explica porque en sus comienzos
la ciencia que estudia las aguas continentales (limnología), era en realidad la ciencia de los
lagos y embalses (medios lénticos), prestando poca atención a los ríos y arroyos (medios
lóticos). Esta carencia de interés hacia los estos medios, se reforzaba con la idea existente de
considerar estos sistemas, como simples conductos que conectan los continentes con los
océanos. Nada más lejos de la realidad. Los ríos, además de transportar de vuelta al mar un
volumen de agua anual de 40000 Km3, con un transporte conjunto de más de 25000 millones
de toneladas de sólidos disueltos y particulados (LOICZ, 1995), albergan numerosas
reacciones biogeoquímicas, alterando a lo largo de todo su recorrido las características del
agua y de los compuestos que transporta. Se caracterizan por ser sistemas bajo tensión,
manteniendo un ciclo relativamente acelerado y estar sobrealimentados, exportando parte de
sus materiales hacia el mar. Se encuentran más o menos forzados, y se pueden considerar
eutróficos; afectados por procesos de deriva y explotación aguas arriba y por acumulación de
materiales aguas abajo (Margalef, 1983). Debido al respeto a abordar trabajos en un medio
tan complejo, esto produjo una gran escasez de estudios en ríos y arroyos.

No es hasta las décadas de los 60 y 70 cuando empiezan a estudiarse los ríos desde el
punto de vista biológico, redactándose los primeros tratados básicos de ecología fluvial
(Hynes, 1960; 1970; Oglesby et al., 1972; Whitton, 1975). Es en estas fechas cuando
aparecen teorías como “zonación en ríos” (Illies, 1961; Illies & Botosaneanu, 1963) o la de
Vannnote et al. (1980), algo más tardía sobre “río continuo”. Posteriormente, debido al
incremento de la densidad demográfica residente cerca de los ríos, con la consiguiente
demanda de agua potable e incrementos en los vertidos de aguas residuales (urbanas o
industriales), junto con un aumento en las emisiones de contaminantes a la atmósfera y la
transformación del suelo forestal en agrícola, han forzado la necesidad de realizar cada vez
más estudios ecológicos en ríos. A estos factores, hay que sumarles una “cultura ecológica en
aumento”.

Las transformaciones de los compuestos químicos a través del ciclo


hidrológico, son el resultados de múltiples interacciones y procesos hidrológicos, químicos.
La naturaleza de los compuestos que se encuentran en un río, depende de los orígenes y las
fuentes del material soluble en la cuenca y de los diferentes procesos que lo movilizan y lo
modifican. Estas interacciones se representan en la figura 1.1, mostrando los diversos

2
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Introducción

procesos al que se somete el agua desde la precipitación en forma de lluvia, hasta que llega a
los cauces. En este camino, se suceden múltiples procesos físico-químicos (lixiviación,
meteorización, adsorción/desorción, mineralizaciones, precipitaciones, etc.), sin olvidar la
influencia que la actividad biológica ejerce en la composición de las aguas y el efecto
antropogénico cada vez más evidente.

Estas múltiples interacciones y procesos existentes, plantean la necesidad de abordar


estudios diversos en ríos y arroyos, con independencia de su tamaño o estado de
conservación. La composición química de los arroyos y afluentes es una expresión del estado
de las cuencas (e.g. Likens et al., 1977; Christophersen & Seip, 1982); según el tamaño del
río, estarán dominados por factores autóctonos (ríos de gran tamaño) o alóctonos (cuencas de
menor tamaño). Aparte, para la caracterización físico-química y de las características tróficas
de una cuenca, han de realizarse numerosos muestreos temporales en tantas estaciones como
sea necesario para comprender el comportamiento de la cuenca en su totalidad, estudiando
múltiples variables que pueden agruparse en:

Variables físicas. Éstas juegan un papel importante en el conocimiento de la


ecología de medios lóticos. El flujo de los ríos es turbulento, las velocidades cambian de un
punto a otro, erosionando y transportando los materiales del cauce. El caudal condiciona la
dinámica de los diferentes compuestos, disueltos y particulados, las interacciones con el
sedimento del fondo y de las orillas, su tiempo de residencia, la espiral de nutrientes, la
distribución de la biota (e.g. Edington, 1968; Golterman, 1975; Fisher et al., 1982). La
climatología, el uso del suelo o la naturaleza litológica y geomorfológica de la cuenca,
producen también cambios en las características del río.

Variables químicas. La composición química del agua de los ríos refleja, en un


mayor grado que la de los lagos, la naturaleza de las rocas por las que discurre (Wetzel, 1975;
Berner & Berner, 1987). Los estudios sobre pequeñas cuencas han puesto de manifiesto la
dependencia de la composición del agua de los arroyos con las características del ecosistema
terrestre y el grado de conservación y tratamiento de éste. En las aguas dulces, se da una
dominancia del calcio sobre el resto de los cationes Ca2+ > Mg2+ > Na+ > K+, y del
bicarbonato sobre los demás aniones HCO3- > SO42- > Cl-, mientras que en las aguas marinas,
las proporciones cambian (Na+ >Mg2+ >Ca2+ >K+ y Cl- >SO42- >HCO3-). Las variaciones de
estas relaciones obtenidas en el agua de los ríos, muestran la influencia de rocas evaporíticas
(ricas en Cl- y Na+) o el aporte de sales procedentes de las lluvias y brisas marinas en zonas
costeras.

3
Introducción
PRECIPITACIÓN Deposición
seca y húmeda
EVAPOTRANSPIRACIÓN BIOMASA
RESERVA Lixiviación de la
Evaporación vegetación y desechos
INTERCEPCIÓN
RESERVA Selección superficial
SUPERFICIAL Escorrentía
Evaporación
superficial
Asimilación
de nutrientes
Evaporación RESERVA Drenaje Meteorización
Transpiración DEL SUELO Mineralización
Otras interacciones
Lixiviación
Flujo base Asimilación
Evaporación RESERVA Meteorización de nutrientes
Transpiración SUBTERRÁNEA Otras interacciones
Filtraciones
Filtraciones a
aguas profundas
Evaporación RESERVA Adsorción/desorción
Asimilación de nutrientes
DEL CANAL Disolución
Transpiración Precipitación
Descomposición
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Entradas ESCORRENTÍA TRANSPORTE Entradas


DEL CANAL DE SOLUTOS
Reservas Procesos
DESCARGA
DEL CANAL
Pérdidas Pérdidas
Figura 1.1. Representación simplificada de las interacciones de los procesos hidrológicos y biogeoquímicos que ocurren en una cuenca de
drenaje (modificación de Petts & Calow, 1996)
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4
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Introducción

La relación entre la carga iónica y el material en suspensión, las interacciones con el


sedimento, los procesos de solubilización/insolubilización y la formación de minerales in situ
(Berner & Berner, 1987; House & warwick, 1998), reflejan una mayor dependencia del
contenido en sales con los procesos físicos que con la actividad biológica. Así, la distribución
seguida por los iones, permite obtener una idea clara de todas las reacciones que se dan en la
cuenca, con independencia de los procesos biológicos. Sin embargo, existen ciertos iones
como el potasio y el sulfato que son incorporados por los organismos o el fluoruro que
reacciona con el fosfato formando precipitados insolubles (Ruttenberg & Berner, 1993). Estas
características, les confieren una serie de particularidades, respecto a otros iones más
conservativos.

Variables tróficas. Para conocer las características tróficas de un sistema, se ha de


tener en cuenta variables biológicas, así como aquellas variables químicas que condicionan
en mayor o menor grado la producción y respiración del sistema, destacando en este apartado
los nutrientes limitantes (fósforo y nitrógeno).

La dinámica del fosfato en el agua superficial está condicionada por la litología de la


cuenca, factores ambientales, efectos antropogénicos, interacciones con los organismos,
procesos de adsorción/desorción con el material en suspensión y con el sedimento...(Li et al.,
1972; Otsuki & Wetzel, 1972; McKelvey, 1973; Böstrom et al., 1982; Klotz, 1988; Prairie &
Kalff, 1988a). El fósforo es asimilado por los organismo principalmente en forma de fosfato,
sin embargo, existen otras formas (fósforo orgánico disuelto y fósforo particulado). Estas
formas están relacionadas con la fracción soluble inorgánica por muchos de los procesos ya
comentados, existiendo una dependencia entre las diferentes formas.

La importancia del fósforo, radica en que está considerado como el nutriente limitante
en aguas dulces (Margalef, 1991). Las relaciones entre el fosfato y los organismo, no se
centran sólo en la asimilación, sino que existen otros procesos que afectan a la concentración
de fósforo en el agua, como son la mineralización realizada por las bacterias, así como los
procesos de bioturbación (Lean et al., 1983; Clavero et al., 1991).

El nitrógeno es el segundo nutriente en importancia en los ríos (pudiendo ser el


limitante en estuarios) y al igual que el fosfato, su concentración depende de un gran número
de procesos. Sin embargo, existen unas diferencias claras entre ellos. La reserva más grande
de nitrógeno se encuentra en la atmósfera, siendo importantes los procesos de fijación de N2
por medio de organismos fijadores que incorporan nitrógeno inorgánico a los sistemas
(Carpenter, 1973; Fong & Mann, 1980). Otras reacciones producen el efecto contrario, al

5
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Introducción

reducir el nitrato a formas gaseosas de nitrógeno (N2O, N2O2 y N2), que se desprenden a la
atmósfera, retirando nitrógeno del sistema (Valiela, 1984). Mientas que el fosfato inorgánico
en el agua, se encuentra mayoritariamente en forma de iones disociados del ácido fosfórico,
existen tres formas diferentes de nitrógeno inorgánico con distintos comportamientos y
propiedades (NO3-, NO2-, NH4+).

Una entrada importante de estos nutrientes, produce un aumento en la producción


primaria del sistema, incrementándose la densidad celular y la clorofila a, además del
coeficiente de extinción de la luz en el agua, de manera que la producción primaria se
autorregula por un fedback negativo. Así, el exceso de producción sedimenta al fondo como
materia orgánica, ya sea de procedencia autóctona o alóctona, produciendo importantes
cambios en las propiedades del sedimento, controlando el “carácter nutricional” de éste y los
procesos de mineralización existentes.

La liberación de nutrientes desde el sedimento, se considera un factor importante en el


control del estado trófico de los sistemas acuáticos, especialmente en aguas poco profundas
(Nixon et al., 1976; Hopkinson & Wetzel, 1982). Los procesos de formación de amonio en el
sedimento, unido a la solubilización de fósforo procedente de las fracciones existentes en el
sedimento o por degradación de la materia orgánica, hacen que sean liberados desde el
sedimento hacia el agua superficial, impulsando la producción primaria, en un ciclo
amplificado de feedback positivo (Klum & Martens, 1981; Van Capellen & Gaillard, 1996;
Furrer et al., 1996).

El balance entre la cantidad de nutrientes almacenados en el sedimento y los que son


reciclados hacia el agua, a través de los flujos bénticos, está controlado principalmente por
factores internos al sistema (reactividad del sedimento) y externos (acción de la corriente del
río y las mareas, en el estuario); sin embargo, estudios recientes han obtenido diferencias en
los flujos, relacionados claramente con la actividad de las comunidades de macrófitos y del
fitoplancton bentónico (Viaroli et al., 1996; Plante-Cuny & Plante, 1986).

Se presenta el sedimento como una importante fuente o sumidero, controlando en gran


medida, las características tróficas del agua superficial, por los intercambios entre el agua
intersticial y ésta. Para el caso particular del fósforo, el sedimento es una de las principales
fuentes, existiendo diferencias de concentración de más de un orden de magnitud.

La composición en fósforo del sedimento es variado, atendiendo a su formulación,


origen y naturaleza.(Rigler, 1979; Klotz, 1991). En este compartimento, existen formas

6
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Introducción

inorgánicas (unidas a metales o a calcio) y orgánicas (Williams et al., 1967; Rutemberg,


1992). Cada fracción posee un comportamiento propio, existiendo diversas relaciones entre el
contenido de cada fracción y otras variables (e.g. porcentaje de materia orgánica,
granulometría del sedimento, actividad biológica, etc.), afectando a las concentraciones de
fosfato en el agua intersticial (Smith et al., 1978; Froelich et al., 1979; Krom & Berner,
1980).

Variables antropogénicas. El ser humano ejerce una gran influencia sobre las
características de los sistemas naturales, siendo ésta mucho más acusada en los medios
acuáticos epicontinentales. Los aportes de nutrientes y otros compuestos químicos al agua de
ríos y lagos, ya sea por vertidos puntuales (e.g. procedentes de aguas residuales) o por aportes
difusos (e.g. procedentes de la agricultura o de la contaminación atmosférica), fuerzan estos
sistemas, aumentando la presión sobre ellos, acelerando los ciclos y produciendo, por tanto,
un incremento de la eutrofización. Además, la construcción de canales y presas modifican el
trazado de los ríos y la dinámica natural del agua.

España es un país con escasos recursos hídricos y altamente variables en el


tiempo. Esta es una de las razones principales de la construcción de cerca de 1000 embalses,
que acumulan una capacidad total cercana a los 45000 Hm3 (Riera et al., 1992). Esta
regulación hídrica tan intensa, unida a la concentración de la población en zonas próximas a
las orillas o en la costa, han producido un gran deterioro en muchos de nuestros ríos. Esto, ha
fomentado la realización en cuencas españolas de estudios que caractericen el estado de
conservación y los procesos que ocurren en ellas. Así, se ha estudiado la variabilidad del
sistema (Elosegui & Pozo, 1994; Martí et al., 1994; Martí & Sabater, 1996), el efecto de la
influencia antropogénica (Martínez-Abaigar et al., 1996; Vega et al., 1998; Prat & Munné,
2000) y se han realizado caracterizaciones físico-químicas de diversas cuencas (Avila, 1984;
Fernández-Aláez et al., 1986; 1991; Sabater & Armengol, 1986; González-Quesada et al.,
1987; Ortega et al., 1988; Sabater et al., 1989; 1990; Muñoz & Prat, 1990; Maltchik & Molla,
1994; Moreno et al., 1995; Vidal-Abarca et al., 2000). En realidad, son aún muy pocos los
ríos españoles que han sido bien estudiados a nivel físico-químico y trófico en toda su cuenca
(o por lo menos, los trabajos publicados), a diferencia de otros países (e.g. Reino Unido,
Estados Unidos, Australia). Además, la mayoría de los trabajos existentes de este tipo, se han
realizado en la Cornisa Cantábrica o en la zona Mediterránea (fundamentalmente de Cataluña
y de la Comunidad Murciana), mientras que en Andalucía, son muy escasos. Surge así, la

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Introducción

necesidad de estudiar las características físico-químicas y el estado trófico de un sistema


fluvial propio del Sur peninsular, pero:

¿Por qué el Río Palmones?

La elección del Río Palmones a la hora de realizar un estudio tan exhaustivo


de las variables que caracterizan una cuenca fluvial, responde a varios factores que hacen de
él un lugar de estudio excelente:

Excelente por su tamaño y situación geográfica. El Palmones es un río con


una longitud y tamaño de cuenca pequeños (tabla 1.1). Esto hace, que si bien no pueda ser
clasificado como un río de cuenca pequeña “small catchment area” (Jenkins et al., 1994), sea
un buen ejemplo para la realización de estudios biogeoquímicos. Su reducido tamaño,
permite realizar todos los muestreos en pocas horas, disminuyendo así el tiempo transcurrido
entre la toma de muestra de una estación y otra. Su localización en la Bahía de Algeciras
(Estrecho de Gibraltar), le confiere un carácter único, al ser un río de tipo mediterráneo con
climatología atlántica. La existencia de importantes sierras en la zona alta de la cuenca y de
una gran llanura cerca de la desembocadura, posibilitan la existencia de gargantas cerradas a
pocos kilómetros de vegas bien desarrolladas con cauces meandriformes. La litología es otra
variable a considerar, al existir grandes diferencias espaciales, con zonas dominadas por
areniscas del Algibe caracterizadas por niveles de calcarenitas y rocas evaporíticas y otras
representadas por margas y arcillas. Estos cambios, afectan a las concentraciones de muchas
de las variables estudiadas, confiriéndole al sistema una gran heterogeneidad. Aunque existan
otros ríos en el Campo de Gibraltar con características y tamaños parecidos al Río Palmones
(e.g. Río Guadarranque), éste posee un estuario bien desarrollado (el estuario más meridional
de la Península Ibérica) que lo diferencia del resto y permite estudiar mucho mejor las
relaciones y procesos que ocurren en la unión de estos dos sistemas (fluvial-marino).

Tabla 1.1. Características geográficas del Río Palmones.

Área de la cuenca (Km2) 302


Longitud total del río (Km) 42.3
Nº afluentes 999
Longitud del estuario (Km) 5.6
Amplitud de marea (m) 1.2
Profundidad media del estuario (m) 1.5-

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Excelente por la variabilidad de su climatología. Debido a su situación


geográfica, la cuenca de Palmones recibe unas precipitaciones medias superiores a lo
esperado dada la latitud en la que nos encontramos (36º 09´N - 36º 16´N). Esto es debido a
que las nubes que atraviesan el Estrecho de Gibraltar, quedan retenidas en las sierras
próximas, descargando importantes precipitaciones (figura 1.2). Al efecto de las lluvias, se le
une el de las brumas y brisas marinas, que llegan a la cuenca arrastradas por los vientos
dominantes en la zona. La proximidad al mar, hace que las precipitaciones sean ricas en sales
y otros compuestos, afectando a las concentraciones de muchos iones y nutrientes existentes
en el agua del río. Las altas temperaturas que se alcanzan en verano y los inviernos
templados, favorecen la aparición de periodos importantes de estiaje, con altas tasas de
evaporación. Durante estos meses, el caudal del río disminuye, desapareciendo el fluir en
algunos puntos del curso alto. Esta situación permite realizar estudios comparativos entre
periodos secos y húmedos, con grandes diferencias en el caudal y las características físico-
químicas del agua. Esta variabilidad, llevada a una escala interanual, hace posible el estudio
de los cambios que sufre la cuenca cuando se producen periodos largos de sequía (Carreira et
al., 1995; Clavero et al., 1999b).

1600

1400
1200
1000
Mm m-2

800
600
400

200
0
91/92

92/93

93/94
94/95

95/96

96/97

97/98
98/99
99/00

00/01
90/91

Años hidrológicos

Figura 1.2. Precipitaciones en la cuenca del Río Palmones durante los últimos once
años hidrológicos.

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Excelente por la alternancia y el contraste de espacios naturales poco


alterados con áreas sometidas a una importante presión antropogénica. Sin pretender
hacer apología del impacto producido por el hombre, la existencia de zonas tan diferenciadas,
permite estudiar los efectos que la acción humana tiene en este sistema. En la cuenca existen
dos espacios naturales protegidos: el Parque Natural de Los Alcornocales, que ocupa gran
parte de la zona alta de la cuenca (Anexo. Mapa II). Es un espacio de alto valor ecológico,
con una escasa presión humana y el Paraje Natural Marismas del Palmones, localizado en el
estuario, con una gran importancia en la migración de las aves que atraviesan el Estrecho de
Gibraltar, pero sometido a una importante presión. En el Río Palmones, la obra más
destacada es el embalse de Charco Redondo, que se localiza a 23 Km de la desembocadura,
recogiendo el agua de la zona alta de la cuenca. Dentro del mismo plan hidrológico, se
construyeron unas pequeñas presas en dos arroyos (Valdeinfierno y la Hoya), que permiten
trasvasar agua al embalse procedente de dichos represamientos, con el consiguiente efecto
sobre la descarga natural de estos afluentes. Además, en la desembocadura se encuentra una
pequeña presa (azud) que se construyó para evitar que el agua salobre ascendiera río arriba.
Este azud, es una barrera que sólo permite el flujo de agua desde el río al estuario, reduciendo
considerablemente la velocidad que lleva el agua antes de llegar al estuario. A los vertidos
ilegales o puntuales, hay que sumarle el efecto de las aguas procedentes de tres estaciones
depuradoras de aguas residuales (EDAR), existentes en los últimos 12 Km. A todo esto, se le
une el uso agrícola de la zona baja del río, la contaminación atmosférica y la que llega al
estuario desde la bahía, debido a los polígonos industriales existentes y al importante tráfico
de barcos que se registra en la Estrecho de gibraltar y en el puerto de Algeciras. Todos estos
factores, modifican los gradientes y tendencias naturales de las variables, produciendo
“discontinuidades en lo continuo”, atendiendo al concepto de “río continuo” de Vannote et al.
(1980). La idea de un río como un continuo funcional, caracterizado por un gradiente de
variables físico-químicas sin cambios bruscos, es solo aplicable a sistemas sin alteraciones
externas. El Río Palmones, posee una gran heterogeneidad debida a la acción antropogénica,
lo que impide la aplicación de dicha teoría. En su lugar, es más acertado el empleo de la
hipótesis propuesta por Ward & Stanford (1984) para ríos con regulación hídrica, que permite
estudiar las desviaciones existentes, con respecto al ideal continuo.

Este estudio es necesario para poder complementar estudios previos


existentes. En el Río Palmones, hay una cantidad de trabajos científicos realizados, muy
superior a la mayoría de los ríos españoles. Los primeros se realizaron en el estuario por

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Rodríguez (1977). Desde entonces, se han llevado a cabo numerosos estudios, destacando los
realizados en el embalse de Charco Redondo (e.g. Gálvez et al., 1988; 1989; 1991; 1993;
Lucena et al., 1993; Sáez et al., 1994) y en el estuario, sobre la comunidad de macrófitos, los
efectos del consumo por herbívoros, la variabilidad en las comunidades y en general, la
situación y cambios del sistema estuárico (Rodríguez et al., 1980; Jiménez, 1985; Jiménez et
al., 1987; 1991; López-Figueroa & Niell, 1987; Fernández et al., 1989; Pérez-Llorens &
Niell, 1989; 1993a; b; c; 1995; Pérez-Llorens et al., 1989; 1996; Guevara & Niell, 1989;
Guevara et al., 1991; Niell & López-Figueroa, 1991; Hernández et al., 1994a; b; 1997;
Carreira et al., 1995; Barragán, 1997; Vergara et al., 1997; Estacio et al., 1999; Mercado &
Niell, 1999; 2000; Rubio, 2000; Carrasco, 2002; Moreno, 2002). A partir de 1987, se
comienza a estudiar de forma exhaustiva el ciclo de los nutrientes, con especial interés en el
fósforo (Clavero, 1992; Clavero et al., 1991; 1992; 1994; 1997a; b; 1999a; b; 2000;
Izquierdo, 1996; Palomo, 1999). Sin embargo, pese a esta gran cantidad de trabajos
realizados, apenas se han llevado a cabo estudios en toda la cuenca (Avilés, 1998; Pérez-
Pastor, 1999; Avilés et al., 2000), centrándose éstos fundamentalmente en el ciclo del fósforo,
sin analizar otra serie de variables necesarias para poder realizar un estudio completo de la
cuenca. Es evidente la carencia de trabajos que aborden estudios de las variables físicas,
químicas y biológicas más importantes, a lo largo de todo el río. Esto muestra la idoneidad de
realizar un estudio pionero que supla dichas carencias, permitiendo conocer de una manera
global el papel del sector fluvial en la biogeoquímica de sistema, interconectando el embalse
con el estuario y estudiando además, la variabilidad estacional y temporal.

Objetivos

El presente estudio pretende caracterizar toda la cuenca del Río Palmones, sus
procesos generales y los aspectos particulares existentes, planteándose los siguientes
objetivos:

1.- Adquisición de datos en diferentes condiciones hidrológicas, tomando estaciones a


lo largo de todo el cauce principal, para realizar una descripción completa del sistema.

2.- Establecer las relaciones existentes entre el medio físico y las concentraciones de
cada variable en el agua superficial, atendiendo a las interacciones con la litología, el material
particulado, la biota, el agua intersticial y el sedimento.

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Introducción

3.- Establecer, si es posible, el estado trófico del sistema, prestando especial atención
al nitrógeno y sobre todo al fósforo (realizando estudios de las diferentes fracciones
existentes en el sedimento).

4.- Obtener datos que permitan un futuro modelado de la cuenca y la posibilidad de


extrapolarlo a otros ríos de la zona.

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Material y Métodos

2. MATERIAL Y MÉTODOS

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Material y Métodos

2.1.- Área de estudio

2.1.1.- Características generales de la cuenca

La cuenca del Río Palmones se localiza en el SE de la provincia de Cádiz, clasificada


en el subsistema I-1 del Plan Hidrológico de la Cuenca del Sur (comprende el E de la
provincia de Cádiz y el O de la de Málaga). Junto con el Río Guadarranque, es el más
importante del Campo de Gibraltar, con una longitud total de 42.3 Km y una vertiente de 302
Km2. Nace en la Sierra de Montecoche en el Alto de las Presillas (Anexo. Mapa I),
desembocando en la Bahía de Algeciras, entre la pedanía de Palmones (Los Barrios) y
Algeciras. Su cuenca hidrográfica linda con la del Río Guadarranque y la del Río Barbate,
caracterizándose por su geografía abrupta y su proximidad al mar. Esto hace que la cuenca
presente una red de drenaje de carácter torrencial con un fuerte poder erosivo, estando
constituido por 999 afluentes (muchos de ellos sin caudal de agua durante la mayor parte del
año). Sus principales afluentes son el arrollo de Valdeinfierno y La Hoya, con 62 Km2 de
superficie de cuenca, el arrollo del Tiradero (50 Km2) o el arroyo de Botafuegos (20 Km2) y
el Río Guadacorte (26 Km2) que se unen al Palmones en la zona estuárica.

El Río Palmones se encuentra regulado por la presa del embalse de Charco Redondo,
ubicada a unos 23 Km de su desembocadura. Construida a mitad de los 80, recoge el agua de
un tercio del total de la cuenca, con una altura de presa de 72 m, una superficie máxima
embalsada de 508 Ha. y una capacidad útil de 79.8 Hm3, aproximadamente. Destacan las
conducciones procedentes de los arroyos de Valdeinfierno y de la Hoya, que recogen el agua
de más de 40 Km2, pudiendo trasvasar de cada una de ellas al embalse un máximo de 1 m3 s-
1
. Estas conducciones regulan los caudales de ambos arroyos, condicionando que estén
prácticamente secos durante la mayor parte del año (Anexo. Mapa II). Otra estructura
reguladora es el azud presente en la zona baja del río. Esta estructura se construyó entre 1954
y 1955 a 5.6 Km de la desembocadura. Este represamiento se realizó con la finalidad de
abastecer de agua no salina a la fábrica papelera CELUPAL y a la ciudad de Ceuta. Hoy se
encuentra en desuso, al suministrar la Confederación Hidrográfica del Sur el agua a la
empresa de papel Torraspapel (antigua CELUPAL). Esta estructura frena bruscamente el
ascenso de agua salina, afectando al desarrollo del estuario.

La cabecera de este río discurre por un valle estrecho con cursos de aguas que
confluyen a modo de embudo en el paso abierto entre las Sierras de Montecoche y la del

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Material y Métodos

Junquillo, ensanchándose posteriormente en una amplia vega fluvial. La zona de cabecera, así
como una gran parte de las cuencas de los arroyos localizados en la orilla occidental del
cauce principal, forman parte del Parque Natural de los Alcornocales. Este espacio, declarado
parque natural en 1989, posee una superficie de 170025 Ha que comprende una amplia zona
del Campo de Gibraltar. El curso medio y bajo del río discurre a través de vegas medias con
una anchura de 1 a 3 Km, describiendo un trazado meandriforme, con una sinuosidad muy
superior a la media del territorio. La pendiente en esta zona es del 0.1 %, muy por debajo de
la media en el tramo alto (3.2 % en los primeros cinco Km) y tramo medio (0.8 % en los
siguientes quince Km) (Anexo. Mapa III). Esta zona abarca una extensión importante de
campos de cultivo y bosques de rivera, estos últimos localizados aguas arriba del azud
(Anexo. Mapa IV).

El estuario del Río Palmones discurre a través de un canal principal muy sinuoso de
5.6 Km de longitud total desde la bocana hasta el azud y 4.2 Km en línea recta. La anchura
media del canal es de 75 m, con una profundidad media entre 1.5 y 2 m en marea baja (Figura
2.1). Clavero et al. (1997a), clasifican al estuario como bien mezclado, estando dominado por
el efecto de la marea. Las tierras del margen derecho del cauce principal, ubicadas a espaldas
de la flecha arenosa de la desembocadura, constituyen las Marismas del Palmones, una
superficie de 58 Ha. declarada Paraje Natural en 1989 (Anexo. Mapa II).

Río
Palmones

Barriada de
Palmones

E10

Canchón de las
Conchas

Bahía de Algeciras

Figura 2.1. Detalle del estuario, incluyendo la posición de la estación 10.

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La intervención humana, a la que está sometida la cuenca del Río Palmones, es muy
intensa desde la presa de Charco Redondo hasta la desembocadura. Destacan los vertidos
procedentes de las plantas de tratamiento de aguas residuales (EDAR) de Los Barrios, de El
Acebuchal y de La Mediana, así como los lixiviados del vertedero de Los Barrios, que son
transportados en los periodos de intensas precipitaciones hasta el estuario de Palmones por el
Río Guadacorte y los vertidos de origen industrial, procedentes de las empresas ubicadas en
el estuario.

La zona alta de la cuenca, se caracteriza geomorfológica y litológicamente por la


existencia de formaciones de “flysch” del Terciario, compuestos por series alternantes de
estratos duros (Areniscas del Aljibe) y blandos (arcillas), con niveles de calizas y areniscas
intercaladas (Ibarra, 1993). La vega del Río Palmones es un depósito aluvial del Cuaternario
generado por los aportes del río que han ido rellenando el antiguo estuario en el que
desembocaban el Palmones y el Guadarranque. Está constituido por Areniscas del Aljibe de
permeabilidad baja, así como arcillas, margas y materiales tipo “flysch” impermeables
(Anexo. Mapa V).

La petrología de la zona, está constituida por facies del Aljibe con series de “flysch”
de areniscas micáceas y margas poco cementadas, talladas hacia el mar en forma de
acantilados, junto con acúmulos detríticos en las llanuras de inundación, que han posibilitado
la formación de acuíferos de importancia. Destaca el acuífero denominado Pliocuaternario de
Guadarranque-Palmones, situado en la zona baja del río, con una extensión de 30 Km2.

2.1.2.- Clima

Las características climáticas del SO peninsular están determinadas por cuatro


fenómenos atmosféricos: el Anticiclón Subtropical del Atlántico Norte, el Centro Ciclónico
de las Latitudes Altas del Atlántico Norte, la Depresión Térmica Sahariana y el Centro
Térmico Peninsular. Por otro lado, la topografía de la zona influye significativamente en la
climatología, dado que a pesar de no presentar un relieve con grandes altitudes, si existen
fuertes desniveles que determinan las trayectorias de las masas de nubes (INTERLAB, 2000).

En la cuenca de Palmones, hay que diferenciar el clima del tramo medio y bajo del
río, del existente en la cabecera. En el primero de los casos, las características del entorno
hacen que el clima sea uniforme en toda la Bahía de Algeciras, estando clasificado como

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clima Mediterráneo Marino. En la cabecera, debido al relieve y a la orientación de éste, hacen


que domine el clima Atlántico.

Las temperaturas poseen un carácter estacional, con valores suaves a lo largo del año,
inviernos cálidos carentes de heladas y veranos calurosos con temperaturas moderadamente
altas (tabla 2.1).

El régimen pluviométrico, se caracteriza por una gran variabilidad interanual,


estacional y diaria. En los últimos diez años, las precipitaciones fluctuaron entre 400 mm m-2
obtenidos en el 1994 y 2249 mm m-2 recogidos en 1996. Aun existiendo grandes diferencias
interanuales, los máximos estacionales se recogen en invierno, concentrados en diciembre y
enero, mientras que en la época estival, las lluvias son casi inexistentes. Otro aspecto
importante a tener en cuenta son las importantes precipitaciones puntuales obtenidas a lo
largo de los últimos diez años, con precipitaciones superiores a 121 mm m-2 recogidas en sólo
3 horas (15/12/1996). El número de días con precipitaciones en la zona alta de la cuenca, en
los últimos diez años, es de 46, mientras que en Algeciras supera los 80 (INTERLAB, 2000).
Es significativo, que en las estaciones donde menos llueve es donde se registra un mayor
número de días de lluvia. Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que sólo en 1/3 de los
días de lluvia se recogen más de 10 mm m-2, lo que indica que en pocos días se recogen la
mayor parte de las precipitaciones. Durante el periodo de estudio, las precipitaciones
presentaron una distribución irregular (figura 3.1b), caracterizada por grandes diferencias
tanto temporales como de volumen recogido.

El régimen de vientos es uno de los factores de mayor importancia en la


determinación del clima en esta zona. La dirección dominante es WNW, seguido de ESE. Así
según INTERLAB (2000), en primavera y verano, la dirección predominante es ESE,
mientras que en otoño e invierno es WNW. La situación existente en el régimen de vientos
dominantes, las altas velocidades que éstos pueden alcanzar (superiores a 40 Km h-1), junto
con la orientación de la zona baja del estuario, hacen que sea un factor a tener en cuenta en
los flujos de agua entre el estuario y la Bahía de Algeciras.

La evaporación unida a la evapotranspiración de las plantas, afectan en la zona de


manera muy intensa, dadas las características de temperatura y precipitación, que favorecen
la obtención de elevadas tasas puntuales de evaporación (e.g. 15.7 mm m-2 diarios.
01/05/1997).

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Material y Métodos

En la tabla 2.1 se presentan algunas variables ambiéntales obtenidas durante todo el


periodo de muestreo (desde abril de 1999 hasta junio de 2001). Los datos, proceden de
diversas estaciones meteorológicas, sin que nos permitan hacer diferencias entre la cabecera y
la vega del Río Palmones.

Tabla 2.1. Valores diarios de temperatura máxima y mínima, precipitación y


evaporación en tanque. Se presentan los valores medios de todo el periodo de muestreo, así
como los valores medios obtenidos en verano e invierno entre 1999 y 2001.

Tª máxima media (ºC) 20.5


Tª máxima media (verano) 24.3
Tª máxima media (invierno) 19.2
Tª mínima media (ºC) 15.2
Tª mínima media (verano) 20.1
Tª mínima media (invierno) 13.1
Precipitación media (mm) 1.56
Precipitación media (verano) 0.67
Precipitación media (invierno) 3.75
Evaporación media (mm) 3.04
Evaporación media (verano) 4.41
Evaporación media (invierno) 2.16

2.1.3.- Estaciones y fechas de muestreo

Para la elaboración de este estudio, se eligieron un total de diez estaciones distribuidas


a lo largo del cauce principal del Río Palmones y del arroyo del Tiradero. Las siete primeras
son estaciones dulceaquícolas, mientras que las tres últimas se localizaron en el estuario
(figura 2.2).

Estación 1 (36º 16´ 52´´ N, 05º 35´ 49´´ W). Se sitúa en la zona alta del río a 7 Km
del nacimiento en el Parque Natural de los Alcornocales (Anexo. Mapa II).

Estación 2 (36º 16´ 18´´ N, 05º 35´ 18´´ W). Esta estación se localiza a 3 Km de la
estación anterior y a menos de 1 Km de la cola del embalse de Charco Redondo. Se encuentra
dentro de los límites del Parque Natural, al igual que las dos estaciones siguientes.

18
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Material y Métodos

Estación 3 (36º 13´ 30´´ N, 05º 32´ 59´´ W). Se tomó a menos de 200 metros aguas
abajo de la presa de Charco Redondo, estando aproximadamente a 8 Km de E2.

Estación 4 (36º 11´ 38´´ N, 05º 32´ 45´´ W). Esta es la única estación que se tomó en
un afluente del Río Palmones (arroyo del Tiradero). Se localiza a 2 Km de la unión con el Río
Palmones y a 4 Km de la estación siguiente.

Estación 5 (36º 12´ 16´´ N, 05º 31´ 17´´ W). Se localiza en el tramo medio del río, a 8
km de la presa del embalse.

Estación 6 (36º 11´ 39´´ N, 05º 31´ 23´´ W). Esta estación está aguas arriba del
pueblo de Los Barrios, a 3 Km de la estación anterior.

Estación 7 (36º 09´ 53´´ N, 05º 28´ 40´´ W). Esta es la última estación de agua dulce.
Se localiza entre el punto de vertido de la depuradora de Los Barrios y el estuario, a 8 Km de
la estación anterior. Se encuentra justo antes del azud de CELUPAL, que separa la ZONZ de
agua dulce de la estuarina.

Estación 8 (36º 09´ 53´´ N, 05º 28´ 39´´ W). Esta estación se sitúa en la zona alta del
estuario a pocos metros del azud y de la estación anterior.

Estación 9 (36º 09´ 45´´ N, 05º 27´ 32´´ W).Se localiza en la zona media del estuario
a 2 Km de E8, justo debajo del puente de la carretera N-340 y a pocos metros del punto de
vertido de la depuradora de El Acebuchal.

Estación 10 (36º 10´ 17´´ N, 05º 26´ 28´´ W). Es al última estación, situándose
próxima a la desembocadura, a 2 Km de E9. Se encuentra en el margen derecho del cauce
principal en el Canchón de las Conchas, dentro del Paraje Natural “Marismas del Palmones”
(figura 2.1).

Los muestreos se realizaron en un periodo de más de dos años, desde abril de 1999 a
junio de 2001. Se llevaron a acabo 6 muestreos en todas las estaciones, tomándose muestras
de agua, agua intersticial y sedimento y posteriormente dos muestreos sólo en las siete
primeras estaciones, analizando las variables del agua. Las fechas en las que se realizaron los
muestreos fueron:

1º.- 08/04/1999 2º.- 03/05/1999 3º.- 22/07/1999 4º.- 15/02/2000

5º.- 03/05/2000 6º.- 25/01/2001 7º.- 02/05/2001 8º.- 27/06/2001

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Material y Métodos

E1

E2

Embalse de
Charco Redondo

E3

Río
Palmones

E4
E5
E6
Arroyo del
tiradero

E7
E8
E9 E 10

Figura 2.2. Localización de las estaciones de muestreo.

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Material y Métodos

Las fechas de muestreo se tomaron con el fin de caracterizar las propiedades del río en
las diferentes condiciones estacionales y climatológicas. Para observar el efecto de la
variabilidad interanual, se realizaron tres muestreos en mayo de 1999, 2000 y 2001. En julio
de 1999 hubo una estación (E2), que no se pudo tomar, por encontrarse el lecho seco.

2.2.- Manipulación y recogida de muestras

2.2.1.- Toma de muestras en el agua superficial

Para el análisis de las variables del agua superficial, se tomaron 2 litros de agua a
pocos centímetros de la superficie en todas las estaciones. El agua, recogida en botes de
polietileno (Mackereth et al., 1978), era colocada en neveras refrigeradas hasta la llegada al
laboratorio. Posteriormente, se filtraba usando filtros Whatman GF/F congelándose parte del
volumen de agua, así como los filtros, hasta su posterior análisis.

2.2.2.- Toma de muestras en el sedimento

Atendiendo a la bibliografía al uso (Butman et al., 1986; Bender et al., 1987), se


emplearon cores para la toma de muestras frente a otras técnicas de recogida. El empleo de
cores, permite mantener la estructura vertical del sedimento, posibilitando el análisis por
segmentos. En esta tesis se han empleado dos tipos diferentes de cilindros, unos de 25 cm de
longitud y 2.2 cm de diámetro interno de metacrilato, usado en las ocho primeras estaciones y
un segundo tipo de PVC de 25 cm de longitud y 10 cm de diámetro interno, que se empleó en
las dos estaciones últimas. El empleo de diferentes cores, se ajusta a la necesidad de
muestrear en sedimentos con diferentes granulometrías. En todas las estaciones se tomaron 8
cm como profundidad máxima, salvo en aquellos casos en los que fue imposible alcanzar
dicha profundidad.

Se emplearon varios cores en cada estación y muestreo, al necesitarse sedimento seco


para el análisis de las diferentes fracciones de fósforo, la materia orgánica y los estudios
granulométricos. Igualmente, se necesitó tomar el agua intersticial para la obtención de los
nutrientes. Tras su recogida, eran tapados y almacenados, al igual que el agua, en neveras
para su conveniente traslado al laboratorio.

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Material y Métodos

2.3.- Técnicas analíticas

2.3.1.- En el agua

2.3.1.1.- Velocidad de la corriente y caudal

La velocidad de la corriente se midió usando un molinete modelo 2030 General


Oceanic. Atendiendo al criterio de Morisawa (1968), la velocidad media se tomó a 0.6 de la
distancia entre la superficie y el fondo.

El caudal se estimó tomando la anchura y profundidad media, multiplicando la


sección por la velocidad de la corriente.

2.3.1.2.- Tª, pH, Eh, oxígeno disuelto y contenido en sales

Para las medidas de estas variables, se emplearon diferentes sensores de campo, que
nos permitieron la obtención de resultados in situ.

La temperatura y la salinidad-conductividad, se obtuvieron usando un conductímetro


WTW Conduktometer LF191.

Para las otras tres variables, se emplearon multisondas de campo modelo WTW
Multiline P3 pH/OXI set. Esta multisonda permite la medida simultánea de oxígeno y pH o
Eh. Los electrodos usados para cada variable fueron:

- pH  electrodo WTW Sentix 21

- Eh  electrodo WTW Sentix ORP

- Oxígeno  electrodo WTW CellOx 325

2.3.1.3.- Alcalinidad total

La alcalinidad total se obtuvo por medio de una valoración con ácido clorhídrico 0.01
N hasta un pH de 3.65. (DOE, 1994)

Las concentraciones de HCO3- Y CO32- fueron obtenidas a partir de los valores de


alcalinidad total empleando el programa seawin. Este programa se basa en la relación
existente entre la alcalinidad total y las diferentes formas de carbono inorgánico según la
salinidad, temperatura y pH existentes (Deffeyes, 1965; Golterman, 1975).

22
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Material y Métodos

2.3.1.4.- Iones

No es corriente llevar a cabo tantas medidas sobre la concentración iónica, pero el


panorama actual de la biogeoquímica las necesita para calibrar la importancia de los iones
como indicadores.

Parte importante de esta tesis es la puesta a punto de la técnica, que no es de uso


general y la interpretación de los datos, para lo cual se realizó una estancia en el Instituto
Nacional de Química de Ljubljana, Eslovenia.

La determinación de los iones, se realizó aplicando técnicas de cromatografía iónica.


Se empleó un equipo Metrohm compuesto por un módulo detector Metrohm 732 IC Detector
y un módulo separador Metrohm 733 IC Separation Center. Tanto para cationes como para
aniones, la detección fue conductimétrica, empleando un flujo de 0.8 ml min-1, con una
presión de 50-60 bares. Para cuantificar el área de cada pico, se empleó un integrador modelo
HP 6890 series (figura 2.3).

Bomba Detector
Inyector conductividad

Desagüe
Columna

Muestra Desagüe
Eluyente

Registrador

Figura 2.3. Esquema básico del funcionamiento de la cromatografía iónica (sin


supresión).

Las concentraciones de los cationes mayoritarios: Ca2+, Mg2+, Na+ y K+, se analizaron
usando la columna Metrosep Catión 1-2 (con un empaquetado de esferas de silica gel con
grupos de ácido maleico polibutadieno), empleando una solución eluyente de 4 mmol l-1 de

23
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Material y Métodos

ácido tartárico y 1 mmol l-1 de ácido dipicolínico. Las concentraciones de Cl-, SO42-, F- y Br-
se analizaron con la columna Metrosep Anion Dual-2 (con un empaquetado de
polimetacrilato con grupos de amonio cuaternario), empleando como eluyente 1.3 mmol l-1 de
Na2CO3 y 2.0 mmol l-1 de NaHCO3.

2.3.1.5.- Nitrato y nitrito

El nitrato y el nitrito se determinaron empleando un autoanalizador de flujo


automatizado BRAN & LUEBBE Technicon TRACCS 800 según el “Industrial method Nº
818-87T” basado en Shinn (1941) y Wood et al.(1967).

El método de análisis determina la concentración de nitrito al reaccionar con


sulfanilamida y posteriormente con N-1-naftil etilendiamina, formándose un compuesto de
color púrpura que es medido a 550 nm. Para la medida de nitrato, la muestra ha de ser
reducida previamente pasando por una columna de cadmio. Esta reducción convierte todo el
nitrato a nitrito y con el método explicado para el nitrito, se analizaría la suma de nitrato +
nitrito. Por diferencias se obtiene la concentración de nitrato en el agua.

2.3.1.6.- Amonio

Las concentraciones de amonio se obtuvieron con el mismo autoanalizador empleado


para la medida de nitrato y nitrito, utilizando el “Industrial method Nº 786-86T” basado en
Slawyk & MacIsaac (1972). El amonio reacciona con el salicilato sódico, nitroprusiato sódico
e hipoclorito sódico formando un compuesto de color verde esmeralda, que es medido a 660
nm.

2.3.1.7.- Fósforo

En el agua, el fósforo puede encontrarse de forma soluble reactiva (SRP), soluble no


reactiva (SNRP), formando la suma de ambas, la fracción total disuelta (TDP). La suma de
todas las formas particuladas constituye la fracción total particulada (TPP).

Para la determinación de las diferentes fracciones, se ha empleado el método de


Rigley de 1973 (figura 2.4). Cada muestra de agua era pasada a través de un filtro Whatman
GF/F de 47 mm (el total filtrado dependía del volumen necesario para colmatar el filtro). Al
filtro y a 20 ml de agua sin filtrar se le realizó una digestión ácida con nítrico-perclórico (5:3)
(Sommers & Nelson, 1972). De esta forma se obtienen las fracciones total particulada y total,
respectivamente. Con la digestión ácida, se transforman todas las diferentes fracciones a
soluble reactiva que es la fracción cuantificable analíticamente. El análisis de las extracciones
anteriores, así como del agua filtrada sin digerir, se realizó utilizando el método del verde

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Material y Métodos

malaquita (Fernández et al., 1985) en su versión automatizada, empleando un autoanalizador


Technicon AAII. El fosfato reacciona con el oxalato verde malaquita y con el heptamolibdato
amónico formando un compuesto de color verde esmeralda, que es medido a 660 nm.

AGUA

Digestión ácida
(Sommers & Nelson, 1972)
Filtro Whatman GF/F

Digestión ácida
(Sommers & Nelson, 1972)
TP

TPP

SRP Digestión ácida TDP


(Sommers & Nelson, 1972)

TDP = SRP + SNRP

Figura 2.4. Método de determinación de las diferentes fracciones de fósforo en el


agua.

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Material y Métodos

2.3.1.8.- Sólidos en suspensión

Para la determinación de los sólidos en suspensión, se filtró toda el agua necesaria


hasta saturar un filtro Whatman GF/F de 47 mm. Posteriormente se secó en la estufa a 60 ºC
durante dos días. La diferencia de peso nos da el valor de la carga en suspensión en mg l-1.

2.3.1.9.- Determinación del carbono y nitrógeno particulado total

La determinación del contenido en carbono y nitrógeno particulado, se realizó


filtrando el agua de las muestras con un filtro Whatman GF/F de 25 mm, hasta quedar
saturado por completo. Los filtros empleados tenían que pasar por dos pasos previos para la
eliminación de todo el carbono existente en ellos. Primero eran sometidos a una incineración
en la mufla a 450 ºC durante 12 horas, para eliminar así el carbono orgánico existente. Por
último, los filtros eran sometidos a vapores de clorhídrico durante 24 horas para evaporar
todo el carbono inorgánico.

Los filtros con el material particulado ya depositado, eran secados en la estufa a 60 ºC


hasta que quedaran completamente secos. El carbono y nitrógeno se obtenían por la
combustión de los filtros en un autoanalizador Perking Elmer modelo 2400 C.

2.3.1.10.- Pigmentos

Para estimar la concentración de clorofila a (Cla) y de carotenoides totales (CT), se


han empleado métodos espectrofotométricos.

Previo a la extracción, se pasaron las muestras de agua a través de filtros Whatman


GF/F de 47 mm. Al filtro se le sometió una extracción en N-N dimetilfornamida (DMF) en
oscuridad durante 24 horas a 4 ºC. El DMF ha sido utilizado por numerosos autores y resulta
ser muy eficiente al no producirse evaporación del extractante. Este método es equivalente a
otros métodos de extracción, permitiendo la comparación de resultados.

Para la Cla, se determinó la absorbancia de las muestras a 664.5 nm con un


espectrofotómetro (Beckman DU-7). Para el cálculo de la concentración de este pigmento se
empleó el coeficiente de extinción molar propuesto por Inskeep & Bloom en 1985.

ε Cla664.5 = 82.81 g-1cm-1

La concentración de Cla se calculó según la expresión:

(Abs664.5-Abs750) x VolDMF
[Cla] = ----------------------------------
82.81 x Volfiltrado

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Material y Métodos

Para la determinación de la concentración de los carotenoides totales se empleó


también el mismo espectrofotómetro. Al no existir un coeficiente de extinción para los
carotenoides en DMF, se empleó el propuesto por Stricklan & Parson (1972) para la
extracción con acetona. Carnicas (1997), comprobó que las diferencias entre hacer las
extracciones con acetona y con DMF no superaban el 10 %.

Las unidades de carotenoides totales (utc) = 10 x Abs480

La formulación empleada fue:

(Abs480-Abs750) x VolDMF x 10
[carotenoides] = --------------------------------------
Volfiltrado

2.3.2.- En el agua intersticial

De cada core, se extrajo el sedimento introduciéndolo en viales de 50 ml para su


posterior centrifugación a 5000 rpm durante 15 min a 4 ºC. El agua obtenida era filtrada a
través de un filtro Whatman GF/F, analizándola inmediatamente o conservándola congelada
hasta su posterior análisis.

Las técnicas que se usaron en el análisis de las variables del agua intersticial (iones y
nutrientes), fueron las mismas empleadas en el agua superficial

2.3.3.- En el sedimento

De los cores cogidos, se tomaban dos de cada estación, cortándose en rodajas de 2 cm


de espesor desde la superficie hasta 8 cm de profundidad. Estos segmentos de sedimento eran
secados a 60 ºC en una estufa.

2.3.3.1.- Contenido en fósforo

Para la determinación de las diferentes fracciones de fósforo en el sedimento, se


empleó el método propuesto por Pardo et al., (1999). Esta Metodología permite de modo
admitido la diferenciación entre fósforo inorgánico y orgánico total (TIP y TOP); separa el
fósforo inorgánico en la fracción no apatítica (NAIP) y apatítica (AIP) y por último, extrae la
fracción de fósforo total (TP).

27
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Material y Métodos

Antes de empezar con los análisis, el sedimento seco se pulverizó en un mortero de


ágata, hasta que todo el material pasaba a través de un tamiz de 0.125 mm, siendo
posteriormente homogeneizado. Para su conservación hasta el momento del análisis, las
muestras se guardaron en el congelador a –20 ºC en viales herméticos. A este sedimento fino,
se le realizaron tres extracciones diferentes (figura 2.5) para obtener el fósforo orgánico total
e inorgánico total, las dos fracciones inorgánicas y el contenido total.

Para todas las fracciones, se tomaron 0.2 g de sedimento de las estaciones 7, 9 y 10


(aquellas con mayores concentraciones) y 1 g del resto de estaciones. El fraccionamiento de
las diferentes formas de fósforo inorgánico (figura 2.5a), parte del sedimento homogeneizado
al que se le añaden 20 ml de hidróxido sódico 1 N, dejándose en agitación durante 16 h a
temperatura ambiente. Tras las 16 horas en agitación, las muestras se centrifugan a 5000 rpm
durante 15 minutos. Al precipitado, se le añade ácido clorhídrico 1N dejándolo en agitación
durante otras 16 horas a temperatura ambiente, tras lo cual se centrífuga y obtenemos la
fracción de fósforo inorgánico apatítico (AIP). A 10 ml del sobrenadante de la primera
extracción, se le añaden 4 ml de ácido clorhídrico 3.5 N, dejando las muestras en reposo
durante 16 horas a temperatura ambiente. Tras centrifugar, se obtiene la fracción de fósforo
inorgánico no apatítico (NAIP).

Para la obtención de las fracciones de fósforo inorgánico y orgánico total, se parte del
mismo peso de sedimento al que se le añaden 20 ml de ácido clorhídrico 1N, manteniéndolo
en agitación durante otras 16 horas a temperatura ambiente (figura 2.5b). Tras la
centrifugación, el extractante nos da la concentración de fósforo inorgánico total (TIP). El
precipitado obtenido se seca a 60 ºC, pasando posteriormente a la mufla durante una hora a
450 ºC. Tras la ignición, se le añaden 20 ml de ácido clorhídrico 1N, manteniendo la
extracción durante 16 horas a temperatura ambiente en agitación. La fracción de fósforo
orgánico total (TOP), la obtenemos del sobrenadante procedente de la segunda extracción.

A una nueva muestra de sedimento, se le somete durante una hora a 450 ºC en la


mufla (figura 2.5c). Tras este paso, se le añaden 20 ml de ácido clorhídroco 3.5 N, dejándolo
en agitación durante 16 horas a temperatura ambiente. El extractante obtenido tras la
centrifugación, nos da la concentración de fósforo total.

El contenido de todas las fracciones de fósforo recogidas a lo largo de los diferentes


pasos de extracción, se determinó en un autoanalizador Technicón AAII mediante el método
automatizado del verde malaquita (Fernández et al., 1985).

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Material y Métodos

Muestra (a)
0.2 – 1 g

NaOH 1 N, 20 ml
16 h en agitación

Residuo Extracto
10 ml extractante
HCl 1 N, 20 ml
+ 4 ml HCl 3.5 N
16 h en agitación
16 h sin agitación

Residuo Extracto Residuo Extracto

AIP NAIP

Muestra (b) Muestra (c)


0.2 – 1 g 0.2 – 1 g
Calcinación 1 h a 450 ºC
HCl 1 N, 20 ml
HCl 3.5 N, 20 ml
16 h en agitación
16 h en agitación

Extracto Residuo Residuo Extracto


Calcinación 1 h a 450 ºC
HCl 1 N, 20 ml
16 h en agitación
TIP TP
Residuo Extracto

TOP

Figura 2.5. Esquema de la extracción de las diferentes fracciones de fósforo


inorgánico (a), de las fracciones inorgánica y orgánica total (b) y de la fracción total (c).

29
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Material y Métodos

2.3.3.2.- Contenido en materia orgánica

El mismo sedimento secado a 60 ºC, empleado para la determinación del fósforo (pero
sin pulverizar), se utilizó para obtener el porcentaje en peso de materia orgánica. Tras la
estufa, se tomaron 5 g de sedimento aproximadamente, sometiéndolo a un proceso de
ignición en mufla a 550 ºC durante 3 horas. La diferencia de peso entre el sedimento secado a
60 ºC y el obtenido tras la mufla, nos da el porcentaje de materia orgánica del sedimento
(Parker, 1983).

2.3.3.3.- Granulometría

En el laboratorio se tomó el sedimento empleado para la obtención del agua


intersticial, secándolo a 60 ºC en la estufa. A más de 100 g de sedimento seco, se le añadieron
repetidas veces peróxido de hidrógeno al 30 %, hasta que toda la materia orgánica fue
consumida. Tras la oxidación química, el sedimento se secó en la estufa hasta que estuvo
completamente seco, tomándose entonces 100 g para comenzar la determinación
granulométrica. A cada muestra se le añadieron 100 ml de calgón (NaPO3)n, deshaciendo
todos los agregados con una agitación fuerte. Todo el contenido del bote se pasó a través de
un tamiz de 0.063 mm, recogiéndose el material grueso y pasándose a la estufa para ser
secado. La diferencia entre el peso inicial (100 g) y el peso retenido en el tamiz, nos da el
porcentaje de granulometría fina (< 0.063 mm, limo y arcillas). Posteriormente, el sedimento
grueso tras ser pesado, se procedía a su tamización automática durante 15 minutos, utilizando
cedazos con mallas de 2, 1, 0.5, 0.25 y 0.125 mm (FAO, 1970). La fracción retenida en cada
tamiz se pesó, obteniéndose así el porcentaje en peso de todos los diferentes tamaños de
granulometría (figura 2.6). Con estos datos, se obtuvieron los cuartiles Q25, Q75 y Q50, que
nos dan información sobre el tamaño medio de sedimento y el tipo de selección, según el
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, 1951).

2.3.3.4.- Porosidad y densidad del sedimento

La porosidad y la densidad del sedimento fue determinada sólo en el muestreo de abril


de 1999 y en aquellos casos en los que el punto de muestreo tomado tenía diferencias
granulométricas (E5 y E6 de enero de 2001).

En todos los casos, se tomaron un core con 8 cm de sedimento, dejándolo en la estufa


a 60 ºC hasta que no registrara cambios significativos de peso. La diferencia de peso nos da el
porcentaje en agua del sedimento (porosidad). A una probeta con agua, se le añadía el

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Material y Métodos

sedimento seco para obtener así el volumen que ocupan los 8 cm de sedimento. Conociendo
el peso, obtenemos la densidad del sedimento seco.

Oxidación H2O2 al 30%


durante 24 h Secado
SEDIMENTO
100 g

Secado y Calgón, 100ml


Pesado Agitación fuerte

Grava
2.000 mm
Arena muy gruesa 0.063 mm
1.000 mm
0.500 mm Arena gruesa

0.250 mm Arena media Arenas y gravas


0.125 mm Arena fina
Arena muy fina Limos y Arcillas

Tamizadora

Figura 2.6. Determinación de la composición granulométrica del sedimento.

2.3.3.5.- Composición mineralógica

La composición mineralógica del sedimento se realizó en el muestreo de abril de 1999


empleando un difractor de rayos X Siemens D 5000 Kristalloflex, con un barrido desde 5 a
60º. Se utilizó el mismo sedimento pulverizado que se empleó para la determinación de las
diferentes fracciones de fósforo. Con el fin de poder cuantificar la proporción de cada
mineral, se le añadió a la muestra un 20 % de pirolusita, un mineral de referencia que no
interfiriera con los picos de los principales minerales.

2.4.- Análisis estadístico


Para contrastar la significación de las medias, se utilizó el análisis de la varianza
(ANOVA), seguido de una prueba a posteriori (test de Tukey). En aquellas variables en las
que no se tenían suficientes réplicas para poder realizar el análisis de la varianza, se
compararon las medias empleando la prueba estadística de la t de Student. El coeficiente de

31
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Material y Métodos

correlación de Pearson se empleó para comprobar el grado de relación entre variables. Todas
las pruebas estadísticas se realizaron empleando el programa SPSS versión 10.0 para PC.

Para la interpretación ecológica de la distribución espacial de las estaciones


muestreadas, se recurrió al análisis de componentes principales (ACP), empleando el
programa MVSPW 3.0 también para PC.

Todas las pruebas y procedimientos estadísticos usados han sido descritos por Sokal y
Rohlf (1995).

32
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Resultados

3. RESULTADOS

33
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Resultados

Dadas las características del sistema a estudiar, con importantes cambios en la escala
de manifestación de los fenómenos, se hace necesario la división de la cuenca en varios
tramos. Esta diferenciación, responde sólo a la necesidad de representar los datos y poder
explicarlos correctamente, sin que signifique “en principio” asumir la discontinuidad del
sistema.

Para la representación de la mayoría de los resultados, se ha empleado un modelo de


gráfica común, en el que aparece el río dividido en tres tramos. Las tres estaciones
localizadas en el curso alto de la cuenca (E1, E2 y E3) forman un primer tramo. En ellas se
pone de manifiesto el efecto que ejerce el embalse sobre el sistema, ya que las estaciones 1 y
2 son anteriores al embalse y E3 se localiza justo tras la presa. Las diferencias existentes
entre E2 y E3, se deben al efecto del embalse y a los procesos de filtración hasta la sala de
bombas de la presa, de donde procede toda el agua existente en E3. En el segundo tramo, se
representan las estaciones comprendidas desde el arroyo del Tiradero (E4) a la última
estación antes del estuario (E7). El hecho de tomar como estación de partida E4 y no E3 se
debe a la importancia que tiene el arroyo del Tiradero, que aporta como media un 54 % del
caudal que existe en la estación 5 frente al 2 % suministrado por el río tras el embalse. Este
efecto se representa usando una flecha verde que simboliza como el agua procedente de la
estación 3 se une al sistema entre las estaciones 4 y 5 (figura 3.1a). La última parte de la
gráfica está formada por las estaciones estuáricas (E8, E9 y E10). La pequeña presa o azud de
CELUPAL, que separa las estaciones del estuario de las estaciones de agua dulce, se
representa como un recuadro en gris. Lo que permite estimar el aporte que llega al estuario
procedente del río. En la zona estuárica es frecuente que el rango de valores sea mayor al
existente en las estaciones anteriores, razón por la cual, puede aparecer con distinta escala y
delimitada por un recuadro de color.

3.1.- Agua superficial


3.1.1.- Caudal

El caudal es , sin duda, la variable más determinante para comprender el


funcionamiento de un sistema fluvial. En la figura 3.2 aparecen representados los caudales
obtenidos a lo largo de los diferentes muestreos, incluida una ampliación para facilitar la
observación de los datos. Destacan los elevados caudales medidos en el muestreo de enero de
2001, con máximos superiores a 7 m3 s-1 en la estación 7. Como era de esperar, en los

34
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Resultados

muestreos de verano el caudal disminuyó de forma importante, con valores incluso de 1 dm3
s-1 en la misma estación, debido a la falta de precipitaciones y al aumento de la evaporación.
En el caso concreto de esta variable, se carecen de datos en las estaciones del estuario.

Los cambios del caudal observados a lo largo de todo el periodo de muestreo, se


explican atendiendo a la variabilidad de las precipitaciones recogidas en la zona y a la escasa
predictibilidad de las variaciones (figura 3.1b). Hay claras diferencias entre verano y otoño-
invierno y entre el caudal medido en un mismo mes en diferentes años (mes de mayo).

3.1.2.- pH, oxígeno disuelto y potencial redox

En las figuras 3.3 (a) y (b) se muestran la variabilidad espacio-temporal del pH y de la


concentración de oxígeno disuelto, dos variables que presentan una elevada concordancia
entre sus tendencias. Los valores de pH varían en un amplio rango (6.9 a 8.4) en las
estaciones anteriores al estuario, destacando E5 y E7 de los muestreos de julio de 1999 y
junio de 2001, respectivamente, donde se registraron valores superiores a 8.8. Estos máximos
se encuentran ligados a una elevada concentración de oxígeno (figura 3.3b). En el estuario, se
observaron también importantes diferencias, pero tendiendo a aumentar el pH conforme nos
aproximamos a la desembocadura, debido al aporte del agua de mar, de pH más alcalino (≈
8.2-8.5).

La concentración de oxígeno disuelto se mantuvo en general con valores altos, salvo


en los muestreos de verano, donde se llegaron a detectar concentraciones inferiores a 1 mg l-1.
El valor máximo se alcanzó en la estación 10 en el muestreo de febrero de 2000, superándose
los 18 mg l-1. La tendencia general fue similar a la seguida por los valores de pH, mostrando
también importantes variaciones.

La t de Student revela que no se dieron diferencias significativas entre estaciones para


ambas variables, y que sólo para la concentración de oxígeno, existieron diferencias entre el
muestreo de julio de 1999 y el resto.

Los valores obtenidos de potencial redox (Eh), corresponden sólo a los últimos 4
muestreos (figura 3.3c). Los valores fueron siempre positivos y altos (hasta 280 mV), tan solo
en la estación 9 en un muestreo se registraron valores negativos.

35
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Resultados

(a)

E4

Precipitaciones (b)
140
Fechas de
120 muestreo

100
80
mm m-2

60
40
20
0
-20
1999 2000 2001

Años

Figura 3.1. (a) Ampliación del mapa del Río Palmones. (b) Valores medios de
precipitación decenal recogidos en el Campo de Gibraltar durante el periodo de muestreo
(datos suministrados por el Instituto Nacional de Meteorología).

36
Resultados
Caudal (m3 s-1)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
8 8
7 7
08/04/99
6 6 03/05/99
Embalse

5 22/07/99
5
15/02/00
4 4 03/05/00
25/01/01
3 3 02/05/01
2 27/06/01
2
1 1
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
0.20 2
0.15 1.5

Embalse
AMPLIACIÓN
SALIR

0.10 1
0.05 0.5
Cambio de
0.00 0 Escala
Figura 3.2. Variación espacio-temporal del caudal en m3 s-1 (a). Ampliación de parte de los datos (b).
MENU
37
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Resultados

pH (a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
9.5 9.5

9 9

Embalse
8.5 8.5

8 8

7.5 7.5
7 7
6.5 6.5

Oxígeno Disuelto (mg l-1) (b)


20 20

16 16
Embalse

12 12

8 8

4 4

0 0

Potencial Redox (mV) (c)


300 300
Embalse

200 200

100 100

0 0

-100 -100
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km)

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.3. Representación espacio-temporal del pH (a), concentración de oxígeno


disuelto (b) y potencial redox (c), en el agua del Río Palmones.

38
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Resultados

3.1.3.- Alcalinidad total y contenido en sales


En la figura 3.4a se representan los valores de alcalinidad total en las diferentes
estaciones y fechas de muestreo. Como en el resto de las variables analizadas, se pone de
manifiesto el papel inverso que el caudal ejerce sobre ellas: valores mínimos cuando el caudal
fue alto y máximos en periodos de bajo caudal, llegando a alcanzar en estos muestreos
valores extremadamente altos (5.08 y 8.50 mM en las estaciones 1 y 5, respectivamente en el
muestreo de julio de 1999). En el estuario, los resultados fueron mínimos en la estación 8,
con valores comprendidos entre 1.2 y 2.8 mM, siendo en general menores a los existentes en
la estación 7. Destacan los altos valores encontrados en la estación 9 (estación de
CELUPAL). A pocos metros de esa estación vierte la depuradora de aguas residuales
(EDAR) El Acebuchal, donde se han llegado a registrar valores superiores a 8 mM de
alcalinidad total.

En la t de Student realizada (α = 0.05), se concluye que existieron diferencias


significativas entre el muestreo de julio de 1999 y el de enero de 2001, así como entre la
estación 4 (estación de menores concentraciones) y las estaciones 1, 3, 9 y 10 (estaciones de
concentraciones mayores).

El contenido en sales presentó un patrón muy parecido al de la alcalinidad total en las


primeras siete estaciones (figura 3.4b). En estas estaciones, la concentración en sales se
mantuvo prácticamente constante con un máximo de 0.81 en la estación 5 (muestreo de julio
de 1999). Sin embargo, si que se apreció una marcada estacionalidad, con máximos en los
muestreos estivales. En la zona estuárica se apreció un claro gradiente de salinidad, con
mínimos en la estación 8 y máximos en E10. También se puede comprobar el efecto de las
lluvias en los muestreos realizados en abril de 2000 y enero de 2001, donde los máximos de
salinidad, en la boca del estuario, apenas alcanzaron valores de 18 y 9, respectivamente.

Para el análisis estadístico, se realizó una t de Student (α = 0.05). Los resultados


muestran que existieron diferencias significativas entre los muestreos de febrero de 2000 y
junio de 2001. Para las estaciones, se obtuvieron diferencias significativas de las estaciones 9
y 10 con las siete primeras.

39
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Resultados

Alcalinidad Total (mM)


(a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
6 6
E5 8.50
5 5

4 Embalse 4
3 3

2 2

1 1
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

Contenido en sales (g l-1) (b)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0.5
35
E5 0.81
0.4 30
Embalse

25
0.3
20
0.2 15
10
0.1
5
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 0
30 32 34
Distancia (Km) Cambio de
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.4. Variación espacio-temporal de (a) alcalinidad total y (b) contenido en


sales.

40
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Resultados

3.1.4.- Iones

3.1.4.1.- Cationes: calcio, magnesio, sodio y potasio

Las concentraciones de los principales cationes se representan en las figuras 3.5 y 3.6.
Se detectó un incremento de concentraciones generalizado entre las estaciones 4 y 7 para
todos los cationes, junto con la existencia de máximos en las estaciones intermedias,
destacando los obtenidos para el sodio, potasio y magnesio en la estación 5, con valores de
315, 32 y 28 ppm, respectivamente. En el curso alto, los máximos se localizaron en las
estaciones 1 y 3, con valores menores en la estación 2. El incremento tras la presa fue del 51,
97, 41 y 56 % para el sodio, potasio, magnesio y calcio, respectivamente. Las
concentraciones de sodio y potasio en la estación 5 de julio de 1999, fueron un orden de
magnitud mayor que la media en esa estación, mientras que para el calcio, apenas hubo
cambios. En el estuario, las concentraciones fueron muy superiores a las obtenidas en las
siete estaciones primeras, en una clara relación con la salinidad

En la figura 3.7, aparecen representados los porcentajes en micro moles de sodio,


calcio y magnesio en forma de diagrama triangular. Es evidente la dominancia del sodio en
todas las estaciones, especialmente en las estaciones del estuario y en la estación 5 del
muestreo de julio de 1999. Las proporciones en general, variaron poco entre muestreos.
Destaca la estación 8 del muestreo de enero de 2000, al distribuirse entre las estaciones del
curso alto y medio.

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas para los distintos muestreos


y estaciones en todas las variables. Según el test de Tukey (α = 0.05), las diferencias entre
muestreos y estaciones fueron todas significativas para el potasio. En el caso del sodio, no
existieron diferencias significativas entre la estación 2 y 7, siendo todas las diferencias entre
muestreos significativas. El magnesio y el calcio mostraron diferencias significativas en todas
las estaciones y ente los muestreos, salvo entre abril y mayo de 1999 para el calcio y los
muestreos de abril de 1999 con mayo de 2000 y julio de 1999 con mayo de 2001 para el
magnesio.

41
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Resultados

Calcio (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
70
250
60
200
50
Embalse
40 150
30
100
20
50
10
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

Magnesio (ppm) (b)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
18 1000
16 E5 28.2 ± 0.7
14 800
Embalse

12
10 600
8
400
6
4 200
2
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.5. Variación espacio-temporal de las concentraciones de calcio (a) y de


magnesio (b).

42
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Resultados

Sodio (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
70
8000
60 E5 315.2 ± 1.6
7000
50 Embalse 6000
40 5000
4000
30
3000
20 2000
10 1000
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
Potasio (ppm) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
7 200
6 E5 32.2 ± 0.1

5 150
Embalse

4
100
3
2 50
1
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.6. Variación espacio-temporal de las concentraciones de sodio (a) y de


potasio (b).

43
Resultados
08/04/99 03/05/99 22/07/99 15/02/00 03/05/00 25/01/01 03/05/01 27/06/01
Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+
0 0 0 0 0 0 0 0 100
10 10 10 10 10 10 10 10 90
20 20 20 20 20 20 20 20 80
30 70
2+

40 60

Ca
Mg

2+
50 50
60 2 7 40
7 1 3 6 1
70 2 4 6 2 71 2 5 30
657 5 5 7 6 3 4 15 6 4
2 4 5 4 7 4 3 4 7 20
80 1 6 4 1 28 5 3
1 3 63 3 6 7
3 8 5 10
90 8 9 1 8 8 2
9 10 10 9 10 9 8 9 10
100 10 10 9 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 100 100 100 100 100 100 100
Mg 2+
Na + Na + Na + Na + Na + Na + Na + Na +
Na +
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Figura 3.7. Diagrama triangular de las proporciones catiónicas para los diferentes muestreos y estaciones.
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44
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Resultados

3.1.4.2.- Aniones: cloruro, sulfato, fluoruro y bromuro

Las concentraciones de los aniones se representan en las figuras 3.8 y 3.9. Las
tendencias fueron similares para el cloruro, sulfato y bromuro. Las concentraciones mayores
se obtuvieron en el estuario, en el muestreo de julio de 1999, con valores de 17389, 3133 y
56.8 ppm para el cloruro, sulfato y bromuro, respectivamente. En las estaciones de agua
dulce, las concentraciones mayores se localizaron en la estación 5 para el cloruro y bromuro y
en E3 para el sulfato. En esta estación, las concentraciones de sulfato se incrementaron una
media del 153 %, respecto a los valores registrados en E2. El máximo que se obtuvo en el
muestreo de julio de 1999 en la estación 5, generalizado en casi todas las variables, apareció
fuertemente marcado para el cloruro (403 ppm), mientras que para el sulfato apenas se
apreciaron cambios. El fluoruro fue el anión que menos varió a lo largo de todo el río, con
concentraciones máximas en el estuario de 0.92 ppm y de 0.33 ppm en el resto del río (para
los demás aniones, el incremento entre el estuario y las estaciones anteriores superó el 5000
%). Los mayores valores para el fluoruro, se obtuvieron en los muestreos estivales,
observándose también un incremento tras la presa.

En la figura 3.10 aparecen los porcentajes en micro moles de cloruro, sulfato y


alcalinidad debida al carbonato, representados en forma de diagrama triangular. Lo más
destacado es la dominancia de las formas de carbonato frente al cloruro en todas las
estaciones de agua dulce. Las proporciones variaron en función de cada muestreo, pero en
general, las estaciones 2 y 3 presentaron mayores valores de alcalinidad frente a las
estaciones 1, 4 y 5, donde el papel del cloruro fue mayor. Es evidente el efecto que ejerció el
vertido de aguas residuales en la estación 5 de julio de 1999, apareciendo esa estación
dominada por el cloruro y no por las formas de carbonato.

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas para los diferentes muestreos


y estaciones en todas las variables. Las diferencias en el test de Tukey (α = 0.05) fueron todas
significativas para las variables cloruro y sulfato en los diferentes muestreos y estaciones,
salvo entre los muestreos de abril de 1999, mayo de 1999 y mayo de 2001 para el sulfato. En
el caso del fluoruro, no existieron diferencias significativas entre las ocho primeras estaciones
ni entre los muestreos estivales y el resto. El bromuro mostró también diferencias no
significativas entre el muestreo de julio de 1999 y mayo de 2001 y entre las estaciones 6 y 7.

45
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Resultados

Cloruro (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
120 20 10 3
E5 403.2 ± 0.1
100
15 10 3
Embalse
80

60 10 103

40
5 10 3
20

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
Sulfato (ppm) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
70 3500
60 3000
50 2500
Embalse

40 2000
30 1500
20 1000
10 500
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.8. Variación espacio-temporal de las concentraciones de cloruro (a) y de


sulfato (b).

46
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Resultados

Fluoruro (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0.4 1

0.8
0.3
Embalse
0.6
0.2
0.4
0.1
0.2

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
Bromuro (ppm) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0.6 60

0.5 50
Embalse

0.4 40
0.3 30

0.2 20
0.1 10
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.9. Variación espacio-temporal de las concentraciones de fluoruro (a) y de


bromuro (b).

47
Resultados
08/04/99 03/05/99 22/07/99 15/02/00 03/05/00 25/01/01 03/05/01 27/06/01
Cl - Cl - Cl - Cl - Cl - Cl - Cl - Cl -
0 0 0 0 0 0 0 0 100
10 10 10 10 8 10 10 10 10 10 90
10 9 10 10
9 9 9 10 98
20 10 8 20 8 20 20 20 8 20 9 20 20 80
30 70
60
2-

40
4

Cl
5
SO

50 4 50

-
1
4 5 5
60 4 1 1 4 4 40
1 5 1 1 7 6 2 2 6
6 5 4 1 5 5 3 68 7 5
70 2 6 4 2 7 2 6 3 7 7 30
7 3 7 3 62
3 36 1 20
80 3 7 4 2 3
90 10
100 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 100 100 100 100 100 100 100
SO4 2- C-Alc C-Alc C-Alc C-Alc C-Alc C-Alc C-Alc C-Alc
C-Alc
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Figura 3.10. Diagrama triangular de las proporciones aniónicas para los diferentes muestreos y estaciones.
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Resultados

3.1.5.- Fósforo

3.1.5.1.- Fósforo soluble reactivo (SRP)

En la figura 3.11 (a) se presentan los valores de SRP obtenidos en los diferentes
muestreos. Las concentraciones existentes en las seis primeras estaciones variaron entre 0.15
y 0.75 µmol l-1, excepto en la estación 5 en los muestreos de julio de 1999 y enero de 2001
alcanzándose allí valores de 37.3 y 4.0 µmol l-1, respectivamente. Destaca lo obtenido en la
estación 7 con respecto al resto de las estaciones de agua dulce, con máximos superiores a
12.5 µmol l-1. A pesar de estas elevadas concentraciones, los valores obtenidos en el estuario
fueron significativamente superiores, obteniéndose concentraciones superiores a 30 µmol l-1
en las estaciones 9 y 10.

El ANOVA realizado, muestra como las diferencias fueron significativas tanto para la
distancia (estaciones) como para las diferentes fechas de muestreo. Para comprobar si había o
no diferencias significativas entre cada estación y cada muestreo, se realizó un test de Tukey,
que reveló como las concentraciones de SRP en todos los muestreos eran significativamente
diferentes, mientras que las diferencias entre las estaciones 1, 2, 3, 4 y 6, no fueron
significativas (α = 0.05), ni entre E7 y E8.

3.1.5.2.- Fósforo disuelto total (TDP)

Esta fracción de fósforo está constituida por la fracción soluble reactiva y la fracción
soluble no reactiva. Las concentraciones obtenidas fueron significativamente mayores que las
de SRP, sobre todo en la estación 7 y en el estuario (figura 3.11b). Sobresalen valores
superiores a 38.06 µmol l-1 en E 5 (julio de 1999) y 62.0 µmol l-1 en E 9 (febrero de 2000).
Como ocurrió en el SRP, los máximos valores de TDP se localizaron en la estación 9.

3.1.5.3.- Fósforo particulado total (TPP)

En la figura 3.12 (a), aparecen representados los valores de la fracción particulada de


fósforo en el agua. Los resultados mostraron similitud con las formas disueltas, coincidiendo
con la tendencia a aumentar las concentraciones conforme nos aproximamos al estuario, junto
con el máximo generalizado de la estación 9. También en las estaciones 5 y 7 (muestreos de
julio de 1999 y junio de 2001) se registraron altas concentraciones, con valores de 12.1 y 7.3
µmol l-1, respectivamente.

49
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Resultados

Tanto el ANOVA como el test de Tukey muestran que todas las diferencias obtenidas
fueron significativas, tanto entre muestreos como entre estaciones (α = 0.05).

3.1.5.4.- Fósforo total (TP)

La suma de todas las fracciones de fósforo medidas en el agua, se recogen en la


fracción de fósforo total (figura 3.12b). Debido al carácter aditivo de esta variable, su
representación mostró los mismos máximos obtenidos, tanto para la fracción disuelta como
para la particulada. Resaltar las altas concentraciones localizados en las estaciones 5, 7 y 9
(50.2, 42.1 y 78.9 µmol l-1, respectivamente). En la tabla 1.1 se presentan los porcentajes de
las formas particuladas, en relación al total de fósforo, expresándose los porcentajes por
muestreo y la media de todos los valores por estación y muestreo. Del mismo modo, aparecen
diferenciadas las medias de la zona de agua dulce y la zona estuárica. Se evidencia que la
fracción de fósforo particulado no es la más importante, con porcentajes medios entre el 11.1
% (E2) y el 27 % en E3. Los porcentajes permanecieron bajos y similares entre los diferentes
sistemas, obteniéndose en el agua dulce un valor medio del 21.2 % frente al 21.5 % del
estuario.

Tabla 3.1. Porcentaje de la fracción de fósforo particulado total, frente al total


existente en el agua superficial.

Estación 8/04/99 3/05/99 22/07/99 15/02/00 3/05/00 25/01/01 2/05/01 27/06/01 Media
E1 10.9 11.9 47.1 37.9 47.7 0.9 16.3 10.0 22.8
E2 8.0 36.7 4.4 21.6 1.0 0.3 5.5 11.1
E3 30.5 30.4 42.0 71.9 19.6 1.4 1.4 21.9 27.4
E4 16.3 28.7 12.6 7.5 15.6 1.5 0.6 8.3 11.4
E5 24.7 17.4 24.2 23.3 39.0 2.8 1.2 16.7 18.7
E6 39.0 31.1 29.1 39.3 43.0 1.1 1.1 13.0 24.6
E7 36.5 8.2 30.9 30.0 20.7 5.1 48.3 17.3 24.6
Media 1-7 23.7 23.5 31.0 30.6 29.6 2.0 9.9 13.3 21.2
E8 39.9 17.3 52.8 17.6 20.3 2.0 25.0
E9 53.3 20.1 30.8 20.6 8.3 6.0 23.2
E 10 29.3 13.6 26.6 15.4 6.1 6.6 16.3
Media 8-10 40.9 17.0 36.7 17.9 11.6 4.8 21.5
Media 28.8 21.5 32.6 26.8 24.2 2.8 9.9 13.3 21.0

50
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Resultados

SRP (µmol l-1) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
50
5
E5 37.35 ± 0.26 E7 12.53 ± 0.08
40
4 Embalse
30
3

2 20

1 10

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
TDP (µmol l-1) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
10 70
E7 32.71 ± 0.56 60
E5 38.06 ± 3.30
8 E7 16.42 ± 0.76
E7 15.78 ± 1.30 50
Embalse

6 40

4 30
20
2
10
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.11. Representación de las concentraciones de SRP (a) y de TDP (b).

51
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Resultados

TPP (µmol l-1) (a)


8 E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
25
7 E5 12.14 ± 0.13
6 20
Embalse
5
15
4
3 10
2
1 5
0
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
TP (µmol l-1) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
25
E5 50.20 ± 3.30 80
E5 42.19 ± 0.42
20
Embalse

60
15
40
10

5 20

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.12. Representación espacio-temporal de las fracciones de fósforo


particulado total (a) y de fósforo total (b).

52
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Resultados

3.1.6.- Nitrógeno

3.1.6.1.- Nitrato

Las concentraciones de nitrato se representan en la figura 3.13 (a). En la zona alta del
río, los valores se mantuvieron bajos y constantes entre las estaciones 1 y 2, seguido de un
fuerte incremento tras la presa, alcanzándose concentraciones superiores a 30 µmol l-1. Las
concentraciones en la zona media del río, variaron entre los mínimos estivales de las
estaciones 6 y 7, con valores próximos a 0.25 µmol l-1, y el máximo de E6 (muestreo de
enero), con concentraciones superiores a 46 µmol l-1. Las tendencias seguidas por las formas
de fósforo, con máximos en la estación 7, no se apreciaron en esta variable. En el estuario
destacaron los mínimos localizados en la estación 9, justo al contrario de lo registrado en las
formas de fósforo.

La escala empleada en el estuario y en el resto del río es la misma, ya que las


concentraciones fueron del mismo orden.

El ANOVA pone de manifiesto diferencias significativas entre las diferentes


estaciones y muestreos (α = 0.05). Mediante el test de Tukey, se comprueba que no existieron
diferencias significativas entre las estaciones 1-2 y 3-7.

3.1.6.2.- Nitrito

Se pueden diferenciar dos grupos de estaciones respecto a las concentraciones de


nitrito (Figura 3.13b). El primero comprende desde E1 a E6, donde las concentraciones
variaron entre no detectable y 1.0 µmol l-1, mientras que el resto de las estaciones se
caracterizaron por presentar elevadas concentraciones de esta forma de nitrógeno soluble,
llegando a alcanzarse valores de 12 µmol l-1 en la estación 9.

El estudio estadístico muestra diferencias significativas en todos los muestreos y


estaciones, excepto entre las estaciones 1 y 2 (test de Tukey, α = 0.05).

3.1.6.3.- Amonio

Los valores de amonio se representan en la figura 3.14, incluido una ampliación de las
primeras 7 estaciones. En esta zona ampliada, se observa como las concentraciones siguen
igual tendencia que el nitrito y el fósforo soluble reactivo, con máximos localizados en la
estación 7. Destacaron las altas concentraciones registradas en E5 (julio de 1999), con valores
superiores a 4290 µmol l-1. Entre las estaciones 1 y 6, los valores oscilaron entre no

53
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Resultados

detectable y 11.6 µmol l-1, registrándose los más altos en el muestreo de julio de 1999. En la
estación 7 se puede distinguir un grupo formado por los muestreos de abril y mayo de 1999 y
el de febrero de 2000, con concentraciones superiores a 120 µmol l-1. Los muestreos estivales
presentaron las concentraciones menores en esta estación, obteniéndose valores no detectable
en el muestreo de junio de 2001. En el estuario, se encontró un máximo claro en la estación 9.
En este punto, se llegaron a alcanzar valores superiores a 2900 µmol l-1 en el mes de abril de
1999.

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas para los diferentes muestreos


y estaciones. Las diferencias en el test de Tukey (α = 0.05), no fueron significativas entre las
seis primeras estaciones y entre las estaciones 8 y 10. Para los muestreos, las diferencias
fueron todas significativas.

En la tabla 3.2 se presentan los porcentajes de amonio en relación al total de nitrógeno


disuelto inorgánico. El valor más alto se encontró en la estación 5 de julio de 1999 con un
porcentaje superior al 99.9 %, mientras que los mínimos se obtuvieron en distintas estaciones,
todas ellas localizadas entre E1 y E6. Observando las medias por estaciones, destacan los
valores mínimos localizados en E5 y E6, con porcentajes próximos al 22 % en ambos casos,
frente a un valor superior al 88 % en E9. Atendiendo a la distribución de los datos por
muestreos, el mínimo se obtuvo en enero de 2001 con un valor medio total del 19.7 % y el
máximo en el muestreo de julio de 1999, con un 68.7 %. Destacan, las diferencias existentes
entre el valor medio de cada sistema (estaciones atalásicas y estuario). Así, se puede decir
que el amonio es la forma predominante de nitrógeno inorgánico disuelto en el estuario,
mientras que no lo es en las estaciones de agua dulce.

54
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Resultados

µmol l-1)
Nitrato (µ
(a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
50 50

40 40
Embalse
30 30

20 20
10 10

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

µmol l-1)
Nitrito (µ (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
12
6
10
5
Embalse

4 8

3 6
2 4
1
2
0
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.13. Representación espacio-temporal de las concentraciones de nitrato (a) y de


nitrito (b).

55
Resultados
µmol l-1)
Amonio (µ
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
140 600 08/04/99
E5 4292.7 ± 87.8 E9 2939.4 ± 44.2 03/05/99
120 22/07/99
500 15/02/00
100 03/05/00
Embalse

400 25/01/01
80 02/05/01
300 27/06/01
60
40 200
20 Cambio de
100
0
Escala
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
25 25
20 20

Embalse
15 15
AMPLIACIÓN
SALIR

10 10
5 5
0 0
Figura 3.14. Representación de las concentraciones de amonio (a). Ampliación de las 7 primeras estaciones (b).
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56
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Resultados

Tabla 3.2. Porcentaje de la fracción de amonio, frente al total inorgánico disuelto


existente en el agua superficial.

Estación 8/04/99 3/05/99 22/07/99 15/02/00 3/05/00 25/01/01 2/05/01 27/06/01 Media
E1 97.4 40.7 99.5 82.9 70.7 0.0 0.0 78.0 58.6
E2 95.9 35.2 76.4 0.0 0.0 0.0 47.1 36.4
E3 33.4 18.0 50.9 9.2 9.3 27.0 9.0 54.9 26.5
E4 65.9 25.7 47.6 83.7 20.8 0.0 0.0 23.1 33.3
E5 23.3 15.4 99.9 14.2 9.2 3.4 0.0 11.4 22.1
E6 23.9 22.7 73.4 28.4 9.5 0.0 13.4 0.0 21.4
E7 72.5 73.7 85.5 81.0 87.4 48.0 89.5 39.1 72.1
Media 1-7 58.9 33.0 76.1 53.7 29.5 11.2 16.0 36.2 39.1
E8 77.7 57.6 37.6 96.1 82.8 14.6 61.1
E9 99.2 82.2 97.5 98.7 94.5 59.7 88.6
E 10 33.6 42.7 26.4 97.5 77.1 44.2 53.6
Media 8-10 70.2 60.9 53.8 97.4 84.8 39.5 67.8
Media 62.3 41.4 68.7 66.8 46.1 19.7 16.0 36.2 47.2

3.1.6.4.- Nitrógeno inorgánico disuelto (DIN)

El DIN es la suma de las concentraciones de NO3-, NO2- y NH4+ (figura 3.15a). En el


curso alto del río, se aprecia un incremento de DIN en la estación posterior al embalse. En el
curso medio, se obtuvo un máximo localizado en la estación 5 en el muestreo de julio de
1999, relacionado éste con el máximo de amonio. En la estación 7 se dieron los valores más
altos de esta zona del río (máximos de nitrito y amonio). En esta estación se obtuvieron
valores superiores a 155 µmol l-1 en el muestreo de febrero de 2000. En la zona estuárica,
dada la importancia del amonio en el total disuelto (superior al 67 % de media), los valores
fueron similares a los de amonio, con máximos localizados en la estación 9 (2950 µmol l-1).

3.1.6.5.- Nitrógeno particulado total (TPN)

En la figura 3.15 (b) se representan las concentraciones de nitrógeno particulado total.


Destacan los máximos registrados en el muestreo de julio de 1999 en las estaciones 1, 5 y 9,
con concentraciones de 39.4, 206.7 y 364.0 µmol l-1, respectivamente y también la elevada
concentración obtenida en el muestreo de junio de 2001 en E7 (144 µmol l-1).

57
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Resultados

La t de Student realizada muestra que no existieron diferencias significativas entre


muestreos, y sí entre la estación 9 con las seis primeras.

En la tabla 3.3 se presentan los porcentajes de nitrógeno particulado total, en relación


a la suma de las fracciones inorgánica disuelta y la particulada total. El valor mínimo
obtenido en todo el periodo de muestreo y en todas las estaciones, se localizó en la estación 5
en el muestreo de julio de 1999 (4.6 %). Del mismo modo, el máximo se obtuvo en la
estación 7 en el muestreo de junio de 2001, con un valor del 99.6 %. Agrupando por
estaciones, los mínimos se localizaron en las estaciones 9 y 10, con porcentajes próximos al
26 % en ambos casos, y máximos en las estaciones 1 y 2 con valores superiores al 73 %. El
muestreo con un mayor porcentaje medio fue el de junio de 2001 (66.9 %), con mínimos en
febrero de 2000, con un 27.2 %. En este caso, las proporciones medias existentes en el
estuario fueron inferiores a las obtenidas aguas arriba (29.0 frente al 51.1 %).

Tabla 3.3. Porcentaje de la fracción de nitrógeno particulado total, frente a la suma de


las fracciones inorgánica disuelta y particulada total existente en el agua superficial.

Estación 8/04/99 3/05/99 22/07/99 15/02/00 3/05/00 25/01/01 2/05/01 27/06/01 Media
E1 44.7 78.0 77.1 54.7 89.7 84.0 94.9 63.0 73.3
E2 67.6 66.1 46.7 96.1 80.7 85.8 81.0 74.9
E3 41.6 44.7 65.6 23.6 29.8 37.9 71.7 52.5 45.9
E4 56.1 55.1 21.1 37.3 45.8 69.9 32.4 48.1 45.7
E5 22.7 49.5 4.6 26.8 15.9 40.6 33.1 27.2 27.6
E6 21.4 44.1 62.9 23.8 22.4 13.9 40.6 96.8 40.7
E7 20.1 12.7 58.5 14.9 24.7 52.4 27.7 99.6 41.1
Media 1-7 39.2 50.0 48.3 32.5 46.4 54.2 55.2 66.9 51.1
E8 38.9 25.8 81.8 13.4 11.3 36.8 34.7
E9 3.0 31.7 54.0 12.1 10.7 40.2 25.3
E 10 20.0 34.3 32.4 18.3 19.8 19.1 26.9
Media 8-10 20.6 30.6 56.1 14.6 13.9 32.0 29.0
Media 33.6 44.2 50.9 27.2 36.6 47.5 55.2 66.9 44.6

58
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Resultados

µmol l-1)
DIN (µ (a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
160 600
± 44.3
E9 2962.6±
140 ± 78.8
E5 4293±
500
120 Embalse 400
100
80 300
60 200
40
100
20
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala
µmol l-1)
TPN (µ (b)
70 E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
400
60 E7 144.1 350
E5 206.7
50 300
Embalse

40 250
200
30
150
20
100
10
50
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.15. Variación espacio-temporal de: (a) nitrógeno inorgánico disuelto (DIN)
y (b) nitrógeno particulado total (TPN).

59
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Resultados

3.1.6.6.- Nitrógeno inorgánico disuelto más particulado total

La variación de la concentración de esta suma, se representa en la figura 3.16. Esta


concentración no corresponde con la fracción total de nitrógeno, al no haber datos de la
fracción orgánica disuelta. Sin embargo, nos puede dar una idea de la situación del sistema.
Como patrón general, se aprecia un incremento al alejarnos de la cabecera del río, llegándose
incluso a alcanzar 3050 µmol l-1 en la estación 9 (abril de 1999). En la estación anterior al
estuario (E7) se produjo un incremento considerable de nitrógeno total, respecto a las
estaciones anteriores (E4, E5 y E6). La única excepción fue el máximo obtenido en el
muestreo de julio de 1999 en la estación 5, con concentraciones superiores a 4499 µmol l-1.

µmol l-1)
DIN + TPN (µ

E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
200 1000
E5 3054.2 ± 44.3
175
E5 4499.7 ± 78.9 800
150
Embalse

125 600
100
75 400
50
200
25
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01
03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.16. Variación espacio-temporal de las concentraciones de nitrógeno


inorgánico disuelto más la fracción particulada total.

60
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Resultados

3.1.7- Sólidos en suspensión (SS) y carbono particulado total (TPC)


Las concentraciones de sólidos en suspensión y carbono particulado total, presentaron
distribuciones muy similares (figura 3.17). En el curso alto, se pueden ordenar los muestreos
en dos grupos: uno con concentraciones elevadas (mayo y julio de 1999 y enero de 2001) y
otro constituido por el resto de los muestreos, con valores significativamente menores. En el
curso medio, lo más destacado fueron las concentraciones irregulares de los muestreos
citados previamente con máximos importantes en distintas estaciones y la tendencia general
del resto a incrementar sus valores río abajo, destacando las elevadas concentraciones
existentes en la estación 5 del muestreo de julio de 1999 (438.5 mg l-1 de SS y 1374.9 µmol l-
1
de TPC). En la estación 7 de junio de 2001, se registró otro alto valor de TPC en la zona
dulceacuícola del río, superándose los 1020 µmol l-1. En el estuario, cabe resaltar el máximo
generalizado obtenido en la estación 9 para ambas variables, alcanzando valores superiores a
340 mg l-1 y 2400 µmol l-1 de sólidos en suspensión y carbono particulado total,
respectivamente. Las escalas empleadas en el estuario fueron 4 veces mayores a las usadas en
el resto de las estaciones, mostrando las diferencias existentes.

Para los sólidos en suspensión, la t de Student evidencia que no existieron diferencias


significativas entre muestreos y sí entre la estación 9 y las siete primeras. Para el CPT todos
los muestreos presentaron diferencias significativas, mientras que en las estaciones, solo
existieron diferencias no significativas entre E2 y E9.

3.1.8.- Pigmentos
Los pigmentos analizados fueron la clorofila a y los carotenoides totales (figura 3.18).
Los valores obtenidos muestran una coincidencia casi total. Los máximos alcanzados fueron
altos, con valores superiores a 108 µg l-1 y 102 utc l-1 para la clorofila a y los carotenoides,
respectivamente. Los mayores valores se obtuvieron en los muestreos estivales, excepto en la
estación 7 del muestreo de febrero de 2000, destacando el máximo de julio de 1999 en la
estación 5 (108 µg l-1 de clorofila a), debido a la ausencia de descarga del río y a la existencia
de un vertido en ese punto. Resaltar la disparidad de comportamientos encontrados en las
estaciones 1 y 7 en los muestreos estivales.

La t de Student realizada muestra que no hubo diferencias significativas entre


estaciones y sí entre el muestreo de julio de 1999 y el de enero de 2001 para ambas variables.

61
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Resultados

Solidos en Suspendión (mg l-1) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
100 400
E5 438.5
350
80
Embalse 300
60 250
200
40 150
100
20
50
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
µmol l-1)
Carbono Particulado Total (µ (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
600 2500
E7 1374.9 E7 1020.7
500 2000
Embalse

400
1500
300
1000
200

100 500

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.17. Variación espacio-temporal de las concentraciones de sólidos en


suspensión (a) y de carbono particulado total (b).

62
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Resultados

µg l-1)
Clorofila a (µ (a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
120 120

100 100
80 Embalse 80
60 60
40 40
20 20

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

Carotenoides Totales (uct l-1)


(b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
120 120

100 100
Embalse

80 80
60 60
40 40
20 20

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01


03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.18. Variación espacio-temporal de los pigmentos analizados. (a) clorofila a


y (b) carotenoides totales.

63
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Resultados

3.1.9.- Relación C/N (particulados), DIN/SRP y N/P (particulados)


En la figura 3.19, se han representado las relaciones de C/N (particulados) (a),
DIN/SRP (b) y N/P (particulados) (c). La relación C/N (particulados) mostró unos valores
mayores en los muestreos con caudales más altos (mayo de 2000 y enero de 2001) que en los
demás. Los valores variaron en un rango comprendido entre 5.9 (estación 3 en mayo de 1999)
y 17.5 (enero de 2000 en la estación 6). Sólo en el estuario, en E3 (mayo de 1999) y en E5
(julio de 1999), se obtuvieron valores ligeramente menores a la relación de Redfield (C:N:P
106:16:1). En la tabla 3.4 se presentan los valores medios de los índices C/N (particulados),
DIN/SRP y N/P (particulados). El cociente C/N (particulados) presentó el valor más bajo en
el estuario (8.4), con resultados muy próximos en los dos tramos anteriores (10.2 y 10.5).

La relación DIN/SRP (figura 3.19b) nos da la relación entre las formas solubles
inorgánicas de nitrógeno y de fósforo. En las dos primeras estaciones, se obtuvieron valores
inferiores a 50, seguidos de un fuerte incremento en la estación 3. En la zona media del río se
dieron importantes diferencias entre estaciones y muestreos, con cocientes que variaron entre
0.6 y 299 (valor éste obtenido en la estación 6 del muestreo de enero de 2001). En la estación
5 también se obtuvieron máximos en ambos muestreos de verano, alcanzando una relación de
158.9. En el estuario se apreciaron valores inferiores a los registrados en el tramo anterior,
con relaciones ligeramente superiores en E9, salvo en el muestreo de enero de 2001, con un
máximo en E8 de 32. En la tabla 3.4, los valores medios por zonas mostraron cocientes
superiores en el curso medio (58.8), obteniéndose el mínimo en el estuario con un valor de
28.5.

La relación N/P (particulada) (figura 3.19c) se comportó de forma opuesta a la


relación disuelta, con valores mayores en las estaciones de la cabecera y menores en el
estuario. Las variaciones mayores se registraron en la zona alta del río, con valores
comprendidos entre 76.4 y 6.4 (E1). En los muestreos de mayo de 2000 y enero de 2001 se
obtuvieron los cocientes más bajos, tanto en la zona media del río como en el estuario. En los
valores medios por zonas del río (tabla 3.4) se dieron valores crecientes desde el estuario
hasta el nacimiento, con un cociente de 11.1 en el estuario y de 23.9 en el curso alto.

La t de Student realizada no muestra diferencias significativas ni entre muestreos, ni


entre estaciones para ninguno de los cocientes estudiados en este apartado.

64
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Resultados

Relación C/N (particulados) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
20 20

16 16

Embalse
12 12

8 8

4 4

0 0

Relación DIN/SRP (b)


300 300
250 250
Embalse

200 200
150 150

100 100

50 50

0 0

Relación N/P (particulados) (c)


80 80
70 70
60 60
Embalse

50 50
40 40
30 30
20 20
10 10
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
08/04/99 22/07/99 03/05/00 02/05/01
03/05/99 15/02/00 25/01/01 27/06/01

Figura 3.19. Variación espacio-temporal de las relaciones: (a) C/N particulado, (b)
DIN/SRP y (c) N/P particulado. La línea que aparece en las figuras, es el valor aproximado
considerando la relación de Redfield et al. (1963).

65
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Resultados

Tabla 3.4. Valores medios de C/N (particulados), DIN/SRP y N/P (particulados) en


las diferentes zonas del río.

Curso alto Curso medio Estuario

C/N (particulados) 10.2 10.5 8.4

DIN/SRP 38.2 58.8 28.5

N/P (particulados) 23.9 16.2 11.1

3.1.10.- Relación entre las variables del agua


Para examinar el grado de coherencia en la variabilidad entre las diferentes variables
del agua, se recurrió al análisis de correlación de Pearson. En la tabla 3.5 se presentan dichos
coeficientes de correlación para las variables ambientales y los nutrientes. Los resultados
presentaron relaciones positivas entre casi todas las variables, sin embargo, aunque sean
significativas muestran bajas relaciones. Las únicas variables que mantienen una alta
correlación entre ellas, son las fracciones particuladas, con coeficientes próximos a 0.90 para
n = 73. Es de destacar también las correlación obtenida entre el fosfato y el amonio, con un
valor superior a 0.70. La ausencia casi total de signos negativos, muestra la ausencia de
procesos opuestos o al menos la dominancia de éstos.

En la tabla 3.6 aparecen los coeficientes de correlación de Pearson entre los diferentes
iones y las variables ambientales más importantes, incluyendo los nutrientes. En esta tabla, se
aprecia de forma clara el comportamiento particular del fluoruro frente al resto de iones. Así,
es el único ión que se encuentra poco correlacionado con el contenido en sales, mientras que
muestra altas correlaciones de signo positivo con las variables particuladas, en especial con el
nitrógeno y carbono particulados, con los que se obtienen valores de correlación próximos a
0.91. La descarga, al igual que el resto de las variables consideradas, presentó bajas
correlaciones con los iones, estando éstos altamente relaciones entre sí. Sólo el fluoruro
presentó bajas correlaciones con el resto de iones, mostrando la existencia de procesos
diferentes. Estos valores se obtuvieron al comparar todos casos, incluyendo las estaciones del
estuario. En estas estaciones, debido a las diferencias tan grandes de contenido en sales con
respecto a las estaciones dulceacuículas, son las responsables de las elevadas correlaciones
obtenidas entre los diferentes iones. Las relaciones existentes entre los iones y las principales
variables ambientales aparecen en la tabla 3.7. Como se puede observar, los coeficientes de

66
Resultados
Tabla 3.5. Coeficientes de correlación de Pearson para las variables ambientales más importantes y los nutrientes. n = 40-73. (* para α
= 0.05 y ** para α = 0.01).
Cont. en
Distancia Descarga Alcalinidad SS TPC pH Cl a PSR TPP NO2
sales NO3 NH4 TPN
Distancia 1
Descarga 0.39** 1
Cont. en sales 0.55** -0.30* 1
Alcalinidad 0.07 -0.36* 0.50** 1
SS 0.46** 0.59** 0.70** 0.25* 1
TPC 0.37** 0.21 0.55* 0.22* 0.91** 1
pH 0.17 -0.02 0.48** 0.16 0.39** 0.33** 1
Cl a 0.41** 0.01 0.34** 0.32** 0.36** 0.53** 0.15 1
PSR 0.45** 0.16 0.63** 0.39** 0.66** 0.67** 0.30** 0.39** 1
SALIR

TPP 0.48** 0.35* 0.61** 0.32** 0.91** 0.91** 0.28* 0.51** 0.74** 1
NO2 0.58** 0.19 0.34** 0.25* 0.14 0.01 0.11 0.13 0.26* 0.14 1
NO3 0.48** 0.18 0.21 -0.06 0.11 0.01 0.11 0.02 0.04 -0.02 0.27* 1
NH4 0.24* 0.19 0.36** 0.34** 0.24* 0.25* 0.17 0.33** 0.70** 0.37** 0.17 0.06 1
TPN 0.37** 0.15 0.58** 0.27* 0.89** 0.98** 0.30** 0.55** 0.72** 0.92** 0.03 -0.05 0.26* 1
MENU
67
Resultados
Tabla 3.6. Coeficientes de correlación de Pearson para los iones y las variables ambientales más importantes. n = 40-73. (* para α =
0.05 y ** para α = 0.01).
Cont. en
Distancia Descarga
sales
Alcalinidad SS TPC TPN TPP pH Cl a PSR
Cl- 0.57** -0.30* 0.89** 0.43** 0.70** 0.46** 0.50** 0.52** 0.55** 0.24* 0.56**
F- 0.20 -0.08 0.52** 0.18 0.81** 0.91** 0.92** 0.73** 0.16 0.32** 0.69**
Br- 0.56** -0.31* 0.89** 0.42** 0.71** 0.47** 0.49** 0.51** 0.53** 0.25* 0.51**
SO42- 0.55** -0.24 0.86** 0.41** 0.73** 0.53** 0.54** 0.55** 0.55** 0.26* 0.56**
Na+ 0.58** -0.27 0.84** 0.43** 0.66** 0.47** 0.50** 0.54** 0.52** 0.25* 0.59**
K+ 0.56** 0.03 0.86** 0.46** 0.64** 0.43** 0.47** 0.55** 0.50** 0.24* 0.60**
Ca2+ 0.52** -0.16 0.81** 0.44** 0.65** 0.50** 0.52** 0.53** 0.52** 0.29** 0.57**
Mg2+ 0.57** -0.30* 0.84** 0.43** 0.67** 0.48** 0.51** 0.54** 0.52** 0.26* 0.58**
NO3- NO2- NH4+ Cl- F- Br- SO42- Na+ K+ Ca2+ Mg2+
Cl- 0.29** 0.41** 0.19 1
F- -0.06 -0.06 0.12 0.41** 1
Br-
SALIR

0.32** 0.40** 0.19 0.99** 0.42** 1


SO42- 0.31** 0.34** 0.19 0.99** 0.47** 0.98** 1
Na+ 0.25** 0.40** 0.18 0.97** 0.42** 0.94** 0.97** 1
K+ 0.22** 0.45** 0.21 0.96** 0.37** 0.92** 0.94** 0.99** 1
Ca2+ 0.25** 0.31** 0.17 0.94** 0.46** 0.92** 0.96** 0.98** 0.95** 1
Mg2+ 0.26** 0.39** 0.17 0.97** 0.44** 0.94** 0.98** 1.00** 0.98** 0.98** 1
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68
Resultados
Tabla 3.7. Coeficientes de correlación de Pearson para los iones y las variables ambientales más importantes de las siete estaciones de agua
dulce. n = 40-55. (* para α = 0.05 y ** para α = 0.01).
Cont. en
Distancia Caudal
sales
Alcalinidad SS TPC TPN TPP pH Cl a PSR
Cl- -0.42** -0.30* 0.69** 0.82** -0.17 0.06 0.17 0.00 -0.05 0.16 -0.09
F- 0.10 0.08 0.13 0.03 0.25 0.33* 0.13 0.07 0.22 -0.06 -0.05
Br- -0.26 -0.31* 0.63** 0.71** -0.05 0.03 0.10 -0.07 -0.08 0.03 -0.11
SO42- -0.34* -0.24 0.39** 0.38* 0.11 0.04 -0.03 -0.02 0.02 -0.09 -0.08
Na+ -0.40** -0.27 0.76** 0.79** -0.10 0.06 0.12 0.10 -0.03 0.17 0.04
K+ 0.08 0.03 0.28 0.41* 0.17 0.25 0.40** 0.41** -0.37* 0.36* 0.18
Ca2+ -0.13 -0.16 0.11 0.27 -0.13 -0.10 0.00 0.14 -0.18 0.22 0.18
Mg2+ -0.42** -0.30* 0.81** 0.76** -0.10 0.25 0.08 0.03 0.05 0.16 -0.12
NO3- NO2- NH4+ Cl- F- Br- SO42- Na+ K+ Ca2+ Mg2+
Cl- -0.20 -0.06 0.04 1
F- 0.13 -0.16 -0.08 0.03 1
Br-
SALIR

-0.11 -0.10 -0.09 0.67** 0.27 1


SO42- 0.13 0.04 0.03 0.45** 0.41** 0.47** 1
Na+ -0.05 0.03 0.14 0.81** 0.11 0.61** 0.67** 1
K+ 0.23 0.14 0.34* 0.37* 0.35* 0.26 0.43** 0.59** 1
Ca2+ 0.20 0.23 0.32* 0.25 -0.05 -0.11 0.45** 0.52** 0.47** 1
Mg2+ -0.05 -0.12 -0.02 0.79** 0.20 0.57** 0.60** 0.90** 0.44** 0.46** 1
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69
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Resultados

correlación entre los iones son mucho más bajos, existiendo sólo relaciones altas entre el
sodio, el cloruro y el magnesio. Además, desaparece la relación existente entre el fluoruro y
las fracciones particuladas, así como muchas de las relaciones existentes entre el contenido en
sales y cada ión. Sin embargo, se incrementa las correlaciones positivas entre la alcalinidad y
algunos iones.

3.2.- Agua intersticial


3.2.1.- Iones

3.2.1.1.- Cationes: calcio, magnesio, sodio y potasio

En las figuras 3.20 y 3.21 se representan las concentraciones de los cuatro cationes
analizados en este apartado. En la zona alta del río, las tendencias seguidas por cada catión
fueron muy similares, presentando poca variabilidad entre estaciones y solo en algunos casos,
una pequeña variabilidad temporal (e.g. muestreo de mayo de 1999 para el magnesio y el
calcio). Destacan los máximos de sodio, magnesio, calcio y en menor grado de potasio,
registrados en las estaciones 5 y 6 (muestreo de enero de 2001). Fueron importantes las
diferencias de concentración de sodio, magnesio y calcio obtenidas entre los muestreos
anteriores y posteriores a mayo de 2000 en E6, obteniéndose valores muy superiores en los
tres últimos muestreos. El efecto del vertido en la estación 5 (julio de 1999), se apreció
menos que en otras variables. Las concentraciones mayores (salvo máximos en E5 y E6) se
obtuvieron en la estación 7, destacando el incremento general producido entre las estaciones
6 y 7 (mayo de 1999). En el estuario, el sodio, potasio y magnesio siguieron la misma
tendencia, con máximos en la estación 10 y concentraciones de 12718, 324, 1632 ppm,
respectivamente. Las concentraciones de calcio intersticial, fueron las que presentaron un
patrón diferente en el estuario, con un valor máximo de 740 ppm en la estación 8 (enero de
2001).

En la figura 3.22 aparecen representados los porcentajes en micro moles de sodio,


calcio y magnesio en forma de diagrama triangular. El sodio es la forma dominante en el río,
y en el estuario. Si bien, esta dominancia aparece menos clara que en el caso del agua
superficial, existiendo varios casos en los que el porcentaje de sodio se iguala al de calcio o

70
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Resultados

Calcio Intersticial (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
200 800
175 E5 438.9 ± 3.00 700
150 E6 694.7 ± 10.3 600
125
Embalse 500
100 400
75 300
50 200
25 100
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

Magnesio Intersticial (ppm) (b)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
50 2000
E5 173.0 ± 1.7
E6 308.3 ± 5.8 1750
40
1500
Embalse

30 1250
1000
20 750
500
10
250
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.20. Variación espacio-temporal de las concentraciones de sodio (a) y de


potasio (b) en el agua intersticial.

71
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Resultados

Sodio Intersticial (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10 3
14 10
300 E5 1564.4 ± 3.90 3
12 10
250 E6 1695.5 ± 24.7
3
10 10
200
Embalse 3
8 10
150 6 10
3

100 4 10
3

50 3
2 10
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
Potasio Intersticial (ppm) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
50 350
300
40
250
Embalse

30 200

20 150
100
10
50
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.21. Variación espacio-temporal de las concentraciones de magnesio (a) y de


calcio (b) en el agua intersticial.

72
Resultados
08/04/99 03/05/99 22/07/99 15/02/00 03/05/00 25/01/01
Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+ Ca 2+
0 0 0 0 0 0 100
10 10 10 10 10 10 90
20 20 20 20 20 20 80
30 70
2+

60
Mg

40

Ca
2+
50 50
2
7
60 4 2 7 40
7
2 61 4 1
70 1 4 1 5 30
6 4 4 5 5 1
80 2 7 20
2 6 3 3 5 1 3 8
7 6 3 6
90 5 3 4 36 5 10
7 8 8
8 10 8 9 8 10 9 10
100 10 9 9 10 9 10 9 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 100 100 100 100 100
Mg 2+
Na + Na + Na + Na + Na + Na +
SALIR

Na +
Figura 3.22. Diagrama triangular de las proporciones catiónicas para los diferentes muestreos y estaciones en el agua intersticial.
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73
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Resultados

incluso es este último el dominante (e.g. E7 del muestreo de julio de 2001). En el muestreo de
enero de 2001, destacaron los porcentajes superiores al 20 % de magnesio, observados en las
estaciones 1, 2 y 4. En general la posición de cada estación en los diagramas, muestran una
mayor dispersión que la obtenida en el agua superficial.

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas para los diferentes muestreos


y estaciones en todas las variables. Las diferencias en el test de Tukey (α = 0.05) para el
sodio, fueron significativas entre el muestreo de julio de 1999 y el resto, así como entre las
tres estaciones del estuario y las de agua dulce. En el caso del potasio, no existieron
diferencias significativas entre la siete primeras estaciones y entre E8 y E9, siendo no
significativas las diferencias entre los muestreos de abril de 1999, febrero y mayo de 2000 y
enero de 2001. Las diferencias entre muestreos fueron todas significativas para el calcio, al
igual que para las estaciones, salvo entre E1, E2 y E4. Por último, para las concentraciones de
magnesio, las diferencias entre los muestreos de mayo de 1999 – febrero de 2000 y mayo de
1999 – enero de 2001, fueron no significativas; similar a lo sucedido entre las estaciones 1, 2,
3 y 4.

3.2.1.2.- Aniones: cloruro, sulfato, fluoruro y bromuro

Las concentraciones de los aniones se representan en las figuras 3.23 y 3.24. Las
tendencias fueron similares para los aniones cloruro, sulfato y bromuro en el estuario,
presentando un incremento de concentraciones conforme nos acercamos a la desembocadura.
Los valores máximos en el estuario se localizaron en la estación 10 del muestreo de abril de
1999 (31228 ppm de cloruro y 102 ppm de bromuro). Para el cloruro y el sulfato, se observó
un máximo de concentraciones en la estación 8 del muestreo de julio de 1999. En las
primeras siete estaciones, las concentraciones de cloruro permanecieron en un rango entre 32
y 289 ppm, destacando de forma notable las concentraciones existentes en las estaciones 5 y
6 (enero de 2001), llegando a registrarse valores de 3756 y 4986 ppm, respectivamente. Las
concentraciones de sulfato en el tramo medio del río presentaron un pequeño máximo en la
estación 5 (julio de 1999), seguido de concentraciones próximas a 300 ppm en la estación 6
de los muestreos de febrero y mayo de 2000 (posiblemente debidos al cambio en el
sedimento muestreado). El valor más alto de sulfato obtenido en toda la zona dulceacuícola,
se localizó en la estación 7 del muestreo de julio de 1999, con una concentración media de
749 ppm. Las concentraciones de bromuro permanecieron con menos variaciones que en los
casos anteriores a lo largo de las primeras siete estaciones. No existieron las diferencias

74
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Resultados

Cloruro Intersticial (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
1200 35 10 3

1000 E5 3756.7 ± 27.4 30 10 3


E6 4986.8 ± 25.3
25 10 3
800
Embalse 20 10 3
600
15 10 3
400
10 10 3
200 5 10 3
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
Sulfato Intersticial (ppm) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
350 5000
E7 749.1 ± 1.9
300
4000
250
Embalse

200 3000

150 2000
100
1000
50
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.23. Variación espacio-temporal de las concentraciones de cloruro (a) y de


sulfato (b) en el agua intersticial.

75
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Resultados

Fluoruro Intersticial (ppm) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
12 50
10
40
8 Embalse
30
6
20
4

2 10

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
Bromuro Intersticial (ppm) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
2.5 120

2 100
Embalse

80
1.5
60
1 40

0.5 20
0
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.24. Variación espacio-temporal de las concentraciones de fluoruro (a) y de


bromuro (b) en el agua intersticial.

76
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Resultados

claras entre los muestreos anteriores y posteriores a mayo de 2000 en la estación 6,


destacando solo un máximo en la estación 7 del muestreo de mayo de 1999 (2.2 ppm). El
fluoruro en el agua intersticial, presentó pequeñas diferencias entre las primeras tres
estaciones. En el curso medio, destacó el máximo de la estación 5 (julio de 1999), con valores
próximos a 12 ppm. Resaltar también la distribución encontrada en el muestreo de mayo de
2000, con dos máximos en las estaciones 4 y 6 y un valor próximo a cero en la estación 5. En
el estuario, se registró un máximo en la estación 9de julio de 1999, con un valor de 44 ppm.

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas entre los diferentes


muestreos y estaciones en todas las variables, excepto en el bromuro, en el que no existieron
diferencias significativas entre muestreos. Las diferencias para el cloruro en el test de Tukey
(α = 0.05) fueron significativas solo entre el muestreo de mayo de 1999 y el de febrero de
2000, así como entre julio de 1999 y el resto. Las diferencias entre estaciones fueron
significativas entre el estuario y las estaciones atalásicas, no siéndolo entre las siete primeras.
El test de Tukey realizado al sulfato, no mostró diferencias significativas entre los muestreos
de mayo de 1999, febrero de 2000 y mayo de ese mismo año, así como entre las estaciones 2,
3, 4 y 5. Las concentraciones de fluoruro intersticial, no mostraron diferencias significativas
entre los tres últimos muestreos, al igual que las diferencias entre las siete primeras
estaciones y la última. El bromuro presentó solo diferencias significativas entre las primeras
ocho estaciones y E10.

3.2.2.- Fósforo

3.2.2.1.- Fósforo soluble reactivo (SRP)

En la figura 3.25 (a) aparecen los valores de SRP obtenidos en los diferentes
muestreos. Las concentraciones existentes en las tres primeras estaciones variaron entre 0.4 y
3.1 µmol l-1. En el curso medio, las diferencias se incrementaron, apareciendo máximos en
E5 y E7. En esta última estación se alcanzaron 14 µmol l-1 en el muestreo de enero de 2001.
Destacaron en este tramo, las concentraciones altas obtenidas en el muestreo de mayo de
1999. Los valores medidos en el estuario fueron claramente superiores, con máximos
localizados en las estaciones 9 y 10, llegando a obtenerse concentraciones superiores a 131
µmol l-1.

77
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Resultados

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas entre los diferentes


muestreos y estaciones. Las diferencias en el test de Tukey (α = 0.05), no fueron
significativas entre las tres primeras estaciones ni entre las estaciones 3 y 6, mientras que para
los muestreos, todas las diferencias fueron significativas.

3.2.3.- Nitrógeno

3.2.3.1.- Nitrato

Las concentraciones de nitrato aparecen representadas en la figura 3.25 (b). En las tres
primeras estaciones, las concentraciones permanecieron prácticamente constantes, salvo en la
estación 2 del muestreo de enero de 2001, donde se obtuvo un máximo de 34 µmol l-1. A
diferencia del resto de las gráficas previamente representadas, el cambio de escala no se da
entre el estuario y el resto, sino entre las tres primeras estaciones y las siete restantes. En la
zona media del río, destacaron el máximo obtenido en la estación 4 del muestreo de febrero
de 2000, con concentraciones de 142 µmol l-1, junto con las medidas en el muestreo de julio
de 1999 en las estaciones 5, 6 y 7. El resto de los valores fueron inferiores a 3.0 µmol l-1 en
esta zona del río. En el estuario, los valores más altos se registraron en las estaciones 8 y 9,
con un máximo localizado en el muestreo de julio de 1999 en E10 de 141 µmol l-1.

El ANOVA (α = 0.05) realizado, muestra que todas las diferencias fueron


significativas. Si bien, en el análisis a posteriori (test de Tukey para un α = 0.05), la
diferencia entre el segundo y sexto muestreo no fue significativa, ni tampoco entre las
estaciones 1, 3, 6 y 7 por un lado y 4, 8 y 10 por otro.

3.2.3.2.- Nitrito

Las concentraciones de nitrito en el agua intersticial, aparecen representadas en la


figura 3.26 (a). A diferencia de lo sucedido para el nitrato, las concentraciones de nitrito
estuvieron en el mismo rango a lo largo de toda la cuenca. En la zona alta, las
concentraciones fueron todas inferiores a 2.5 µmol l-1, excepto en la estación 2 del muestreo
de mayo de 2000. En esta estación, se alcanzaron las concentraciones más altas de todo el
periodo de muestreo, con valores próximos a 13 µmol l-1. Otros máximos se registraron en el
tramo medio del río, en el muestreo de febrero de 2000 (E4) y en el de julio de 1999 (E5 y

78
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Resultados

E7). En el estuario, los máximos aparecieron generalmente en la estación 8, pero con valores
que no alcanzaron los 7.0 µmol l-1.

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas para los diferentes muestreos


y estaciones. En el test de Tukey (α = 0.05), las diferencias entre muestreos fueron todas
significativas, mientras que en las estaciones no existieron diferencias significativas entre las
estaciones 2 y 3, 6 y 10 y E4 con E5.

3.2.3.3.- Amonio

En la figura 3.26 (b) se representan las concentraciones de amonio intersticial


obtenidas a lo largo del periodo de muestreo. Las concentraciones tras la presa se
incrementaron un 695 % de media, con respecto a las estaciones previas. En las siguientes
cuatro estaciones, hay que resaltar los máximos obtenidos en la estación 5 de los muestreos
de julio de 1999 y enero de 2001, así como las concentraciones superiores a 312 µmol l-1
observadas en E4 del muestreo de mayo de 2000. Las mayores concentraciones en esta zona
del río se situaron en la estación 7, en los muestreos de mayo de 1999 y de 2000, con 578 y
592 µmol l-1, respectivamente. En el estuario, los resultados fueron superiores a los obtenidos
en las estaciones anteriores, destacando los máximos de 4044 y 3577 µmol l-1 registrados en
las estaciones 9 (mayo de 1999) y 10 (enero de 2001), respectivamente.

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas para los diferentes muestreos


y estaciones. En el test de Tukey (α = 0.05), las diferencias entre muestreos fueron todas
significativas, mientras que en las estaciones, no se dieron diferencias significativas entre E4,
E5 y E6.

En la tabla 3.8 se presentan los porcentajes de amonio en relación al total de nitrógeno


inorgánico disuelto intersticial. Se presenta esta forma como la mayoritaria en todas las
estaciones, alcanzándose valores del 100 % (E10 del muestreo de enero de 2001). En la
estación 2 se dieron los porcentajes menores, con una media de 62.8 %. La importancia de
esta forma en el estuario fue mayor que en las estaciones de agua dulce, con medias de 94.1 y
83.5 %, respectivamente.

79
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Resultados

SRP Intersticial (µmol l-1) (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
15 150

12.5 125

10 Embalse 100

7.5 75

5 50

2.5 25

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
Nitrato Intersticial (µmol l-1) (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
40 175
150
30
125
Embalse

100
20
75
10 50
25
0
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.25. Representación de las concentraciones de SRP intersticial (a) y de nitrato


intersticial (b).

80
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Resultados

µmol l-1)
Nitrito Intersticial (µ (a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
14 14
12 12
10 10
8 Embalse 8
6 6
4 4
2 2
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

µmol l-1)
Amonio Intersticial (µ (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
5000
600

500 4000
Embalse

400 3000
300
2000
200
1000
100
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Cambio de Estuario
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.26. Representación de las concentraciones de nitrito intersticial (a) y de


amonio intersticial (b).

81
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Resultados

3.2.3.4.- Nitrógeno inorgánico disuelto (DIN)

Debido al papel principal que ejerce el amonio dentro del conjunto de formas
inorgánicas disueltas, la representación del DIN es muy similar a la obtenida para éste (figura
3.27). Se repiten los máximos en las estaciones 5 y 7 en el tramo medio, el incremento de
concentraciones tras el embalse y los máximos localizados en las estaciones 9 y 10,
alcanzando incluso valores superiores a 4080 µmol l-1. Las únicas diferencias existentes
fueron las mayores concentraciones en la estación 4 del muestreo de febrero de 2000 y la
diferencia entre el máximo de la estación 5 en los muestreos de julio de 1999 y enero de
2001, incrementándose el primero por el efecto de las concentraciones de nitrato y nitrito.

El análisis estadístico realizado (ANOVA, α = 0.05), muestra los mismos resultados


que en el caso del amonio, siendo todas las diferencias significativas. Existieron sólo
diferencias no significativas en el test de Tukey (α = 0.05) entre las estaciones 4, 5 y 6.

Tabla 3.8. Porcentaje de la fracción de amonio, frente al total inorgánico disuelto


existente en el agua intersticial.

Estación 8/04/99 3/05/99 22/07/99 15/02/00 3/05/00 25/01/01 Media


E1 65.2 80.6 94.5 91.9 99.3 99.7 88.5
E2 27.8 97.4 88.8 76.9 23.2 62.8
E3 98.1 99.8 76.5 97.1 99.0 98.6 94.8
E4 95.7 98.3 94.1 40.1 99.6 68.3 82.7
E5 80.9 94.7 77.4 70.1 98.4 98.8 86.7
E6 99.2 58.9 47.2 95.7 99.0 91.9 82.0
E7 99.8 99.6 27.0 98.9 99.0 99.2 87.2
Media 1-7 81.0 89.9 69.4 83.2 95.9 82.8 83.5
E8 87.3 98.4 96.7 72.9 98.8 71.4 87.6
E9 99.9 98.9 96.1 99.8 99.6 98.8 98.9
E 10 97.0 99.0 85.4 94.8 99.8 100.0 96.0
Media 8-10 94.7 98.8 92.7 89.2 99.4 90.1 94.1
Media 85.1 92.6 77.2 85.0 96.9 85.0 86.7

82
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Resultados

DIN Intersticial (ppm)

E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
700 5000
600
4000
500
400 Embalse 3000

300 2000
200
1000
100
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.27. Variación espacio-temporal de las concentraciones de nitrógeno


inorgánico disuelto (DIN) en el agua intersticial.

3.2.4.- Relación entre las variables del agua intersticial


Para examinar el grado de asociación entre las diferentes variables del agua
intersticial, se recurrió al análisis de correlación de Pearson. En la tabla 3.9 se presentan los
coeficientes de correlación de Pearson para los nutrientes e iones. Los resultados mostraron
una relación positiva entre casi todas las variables y la distancia. En los nutrientes, destacó la
correlación positiva del SRP y el amonio con todas las variables, salvo con la concentración
de nitrito, nitrato y calcio. Del mismo modo, llama la atención el nitrito que se encuentra sólo
correlacionado de forma positiva con el nitrato. Todos lo iones se encontraron
correlacionados entre si, con un grado de significación de α = 0.01, salvo el fluoruro. El
calcio destaca en esta tabla por las bajas relaciones que tiene con el resto de los iones. En
general, las correlaciones son bajas, similar a lo obtenido en el agua superficial, pero con
mayor número de relaciones negativas.

83
Resultados
Tabla 3.9. Coeficientes de correlación de Pearson para las variables tomadas en el agua intersticial. n = 59 (* para α = 0.05 y ** para α
= 0.01).
Distancia
SRP 1
Distancia
0.57** 1 SRP NO3- NO2- NH4+ Cl- F- Br- SO42- Na+ K+ Ca2+ Mg2+
NO3- 0.28* 0.14 1
NO2- -0.01 -0.15 0.54** 1
NH4+ 0.53** 0.71** 0.09 -0.10 1
Cl- 0.60** 0.74** 0.30* -0.14 0.70** 1
F- 0.32* 0.34** 0.21 0.02 0.61** 0.42** 1
Br- 0.57** 0.69** 0.26* -0.14 0.60** 0.91** 0.29* 1
SO42- 0.57** 0.63** 0.39** -0.08 0.48** 0.93** 0.32* 0.80** 1
Na+ 0.63** 0.77** 0.29* -0.13 0.72** 0.97** 0.47** 0.89** 0.89** 1
K+ 0.62** 0.64** 0.34** -0.11 0.69** 0.92** 0.49** 0.79** 0.88** 0.94** 1
Ca2+ 0.38** 0.24 0.26* 0.13 0.22 0.42** 0.14 0.30* 0.37** 0.44** 0.44** 1
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Mg2+ 0.61** 0.79** 0.31* -0.12 0.69** 0.97** 0.46** 0.87** 0.90** 0.98** 0.91** 0.48** 1
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Resultados

3.3.- Sedimento
3.3.1.- Fósforo

3.3.1.1.-Fósforo inorgánico no apatítico (NAIP)

El fósforo inorgánico no apatítico, es la suma de las fracciones de fósforo inorgánico


unido a metales (PIME) y fósforo inorgánico unido a complejos estables (PICE). En la
fracción PIME, el fósforo se encuentra unido a óxidos metálicos amorfos, más fácil de
solubilizar que la fracción PICE, al estar éste unido a óxidos metálicos cristalinos.

En la figura 3.28 se presentan los valores de esta forma de fósforo en profundidad de


cada estación para los diferentes muestreos. Son evidentes las bajas concentraciones
existentes en las primeras estaciones, sin que se aprecie unas diferencias claras entre
profundidades. En las estaciones 7 y 9 fueron donde se registraron las mayores
concentraciones, siempre en superficie, alcanzando valores de 313.3 y 629.9 µgP g-1PS,
respectivamente. En ambas estaciones aparecieron fuertes gradientes en profundidad, con
diferencias superiores a 425 µgP g-1PS (E 9).

Las concentraciones medias de cada estación, se representan en la figura 3.29 (a).


Destacan las bajas concentraciones existentes en las tres primeras estaciones (menores de 50
µgP g-1PS) sin que se aprecie el efecto del embalse. En el resto del río, se observa el
incremento de concentraciones medias entre las estaciones 6 y 7, así como el mínimo
obtenido en el estuario en la estación 8, con valores inferiores a 70 µgP g-1PS frente a
concentraciones superiores a 340 µgP g-1PS en E9.

Para el estudio estadístico en el sedimento, se realizó un ANOVA de tres vías


(muestreos-estaciones-profundidades), junto con un test de Tukey a posteriori para cada
variable. Los resultados muestran que existieron diferencias significativas entre las diferentes
estaciones e interacciones en el ANOVA (α = 0.05), si bien, no se obtuvieron diferencias
significativas para las variables profundidad y muestreos. En el test de Tukey (α = 0.05), las
diferencias entre muestreos y profundidades fueron todas no significativas, sin embargo, si se
dieron diferencias significativas entre las estaciones 7, 9 y 10 con el resto.

85
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Resultados

µgP g-1PS)
NAIP (µ
650 600 550 500 450 400 350 300 250 200 150 100 50 0

08/04/1999
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

22/07/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

15/02/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

25/01/2001
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6
0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33
Distancia (Km)

Figura 3.28. Variación de las concentraciones de NAIP representadas en forma de


isolíneas para los diferentes muestreos.

86
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Resultados

µgP g-1PS)
NAIP (µ (a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
50 400
350
40
300
Embalse
30 250
200
20 150
100
10
50
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario
Cambio de
Escala
µgP g-1PS)
AIP (µ (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
600 600

500 500
Embalse

400 400

300 300

200 200

100 100

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.29. Variación espacio-temporal de las concentraciones medias de NAIP (a)


y AIP (b) en el sedimento.

87
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Resultados

3.3.1.2.-Fósforo inorgánico apatítico (AIP)

La fracción inorgánica apatítica está formada mayoritariamente por fósforo y calcio,


estando en muchas ocasiones unido al flúor, dando compuestos más insolubles que cuando se
une a metales. La solubilidad de esta fracción depende principalmente al grado de saturación
del SRP y del calcio en el agua intersticial.

Como se observa en la figura 3.30, las concentraciones en profundidad de esta


fracción muestran diferencias importantes, como sucede en la estación 9 (muestreos de 1999)
o en el muestreo de mayo de 2000 en la estación 2. A diferencia de lo sucedido en la fracción
no apatítica, las concentraciones de la estación 6 en los tres muestreos últimos, presentaron
valores superiores a los obtenidos en los muestreos previos. Destaca el máximo superficial
obtenido en la estación 9 del muestreo de julio de 1999, con valores superiores a 890 µgP g-
1
PS. En la estación 5 se observa el efecto del vertido producido en julio de 1999, que se reflejó
en la aparición de máximos subsuperficiales en los muestreos siguientes. Este mismo efecto,
se puede apreciar también en la figura 3.29 (b). En esta figura donde se han representado las
concentraciones medias de cada estación, aparece de forma clara una disminución de
concentraciones tras la presa (disminución media de 238 µgP g-1PS). Las concentraciones
medias en la estación 7 no difirieron de las obtenidas en la estación anterior. En el estuario,
los máximos se localizaron en todos los casos (salvo enero de 2001) en la estación 9, con un
valor máximo de 520.4 µgP g-1PS en julio de 1999.

Los resultados del ANOVA (α = 0.05) indican que las diferencias fueron todas
significativas menos entre profundidades. En el test de Tukey (α = 0.05) se dieron diferencias
significativas entre el muestreo de mayo de 1999 con todos los demás, mientras que entre las
estaciones 1 y 2; 3 y 8; 4 y 7; 5, 6 y 7 y por último entre 9 y 10, las diferencias fueron no
significativas.

En la tabla 3.10 se presentan los porcentajes de AIP en relación al total inorgánico.


Las proporciones de AIP mostraron grandes diferencias, variando entre 24.6 y 94.4 %.
Observando las medias por estaciones, destacan el mínimo localizado en E3, con un
porcentaje de 35.6 %, y un valor máximo, en las dos primeras estaciones, próximo al 89 %.
Atendiendo a la distribución de los datos por muestreos, se dieron pocas diferencias, variando
entre 60.7 (abril de 1999) y 69.7 (enero de 2001). El valor medio de cada sistema (agua dulce

88
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Resultados

µgP g-1PS)
AIP (µ
900 800 700 600 500 400 300 200 100 0

08/04/1999
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

22/07/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

15/02/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

25/01/2001
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6
0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33
Distancia (Km)

Figura 3.30. Variación de las concentraciones de AIP representadas en forma de


isolíneas para los diferentes muestreos.

89
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Resultados

- estuario), mostró diferencias entre ambos, representando el AIP el 69.5 % en las estaciones
de agua dulce y el 57.7 % en el estuario.

Tabla 3.10. Porcentaje de la fracción de fósforo apatítico, frente al total inorgánico.

Estación 8/04/99 3/05/99 22/07/99 15/02/00 3/05/00 25/01/01 Media


E1 89,1 91,8 89,0 90,8 89,6 82,6 88,8
E2 90,2 89,3 89,0 92,6 82,3 88,7
E3 31,5 35,3 31,1 39,4 24,6 51,4 35,6
E4 62,7 72,5 75,0 73,7 74,6 85,0 73,9
E5 77,8 79,4 76,1 74,3 79,8 66,0 75,6
E6 43,6 67,6 68,9 82,6 77,4 94,4 72,4
E7 44,4 51,5 53,7 57,8 47,9 55,2 51,7
Media 1-7 62,8 69,6 65,6 72,5 69,5 73,8 69,5
E8 44,0 68,6 51,4 50,3 54,5 54,5 53,9
E9 68,2 68,6 61,2 61,9 63,4 73,2 66,1
E 10 55,8 52,6 51,8 54,2 51,8 52,2 53,1
Media 8-10 56,0 63,3 54,8 55,4 56,6 60,0 57,7
Media 60,7 67,7 62,0 67,4 65,6 69,7 66,0

3.3.1.3.- Fósforo inorgánico total (TIP)

El fósforo inorgánico total (TIP) es la suma de las fracciones de fósforo inorgánico no


apatítico (NAIP) y apatítico (AIP).

En la figura 3.31 se representan los valores de esta forma de fósforo en profundidad.


Al ser la suma de las dos anteriores, aparecen las diferencias ya comentadas entre las
estaciones previas y posterior a la presa, los pequeños máximos subsuperficiales en la
estación 5 de los muestreos posteriores a julio de 1999, los máximos superficiales en E7 y
sobre todo, destacan los máximos superficiales y subsuperficiales localizados en la estación
9,obteniéndose en esta estación concentraciones superiores a 1500 µgP g-1PS en superficie
(julio de 1999).

90
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Resultados

µgP g-1PS)
TIP (µ
1400 1200 1000 800 600 400 200 0

08/04/1999
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

22/07/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

15/02/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

25/01/2001
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6
0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33
Distancia (Km)

Figura 3.31. Variación de las concentraciones de TIP representadas en forma de


isolíneas para los diferentes muestreos.

91
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Resultados

µgP g-1PS)
TIP (µ (a)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
1000 1000

800 800
Embalse
600 600

400 400

200 200

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

µgP g-1PS)
TOP (µ (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
300 300

250 250
Embalse

200 200

150 150

100 100

50 50

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.32. Variación espacio-temporal de las concentraciones medias de TIP (a) y


TOP (b) en el sedimento.

92
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Resultados

En la representación de las concentraciones medias de esta fracción (figura 3.32a),


destacan los bajos valores obtenidos en las estaciones 3 y 8 (50 y 100 µgP g-1PS,
respectivamente). De forma similar a la figura anterior, las concentraciones medias
descendieron tras la presa y los mayores valores se localizaron en la estación 9.

Las conclusiones extraídas del ANOVA (α = 0.05), muestran diferencias


significativas entre muestreos y estaciones, siendo no significativas las diferencias entre las
distintas profundidades. En el test de Tukey, fueron significativas las diferencias entre los
muestreos de mayo de 1999 con los de abril y julio de 1999 y el de mayo de 2000. Entre
estaciones, se obtuvieron diferencias no significativas entre E1, E2 y E7; E3 y E8; E5 y E6 y
por último entre E9 y E10.

3.3.1.4.- Fósforo orgánico total (TOP)

La fracción orgánica total esta formada por la unión de fósforo a compuestos


orgánicos, ya sea de forma lábil (moléculas de ADP, ATP) o de forma más fuerte (e.g.
formando fosfolípidos).

Al igual que en las fracciones anteriores, en la figura 3.33 se aprecia una gran
variabilidad espacial, temporal y también en profundidad. Destacan los cambios en
profundidad existentes en las dos primeras estaciones, la aparición de máximos en
subsuperficiales en los muestreos posteriores al vertido en la estación 5, así como los
resultados superiores a 250 µgP g-1PS obtenidos en la estación 7 de los dos últimos muestreos.
En el estuario, los máximos se obtuvieron en la estación 9, estando en este caso, siempre
localizados en la superficie. En este punto, se llegaron a alcanzar diferencias en profundidad
superiores a 280 µgP g-1PS (julio de 1999).

Los valores medios de cada estación y muestreo se representan en la figura 3.32 (b).
Las diferencias entre antes y después de la presa, aparecen de forma clara, con una retirada
media de 89,2 µgP g-1PS. En el tramo medio, resaltar las mayores concentraciones obtenidas
en el punto 5 de muestreo, así como las dos tendencias que se obtuvieron en E7. En esta
estación, las concentraciones tendieron a incrementarse en los muestreos de mayo de 1999 y
2000 y en enero de 2001, mientras que en el resto de muestreos, los valores en esta estación
fueron menores a los de la estación 6. En el estuario, el valor más alto se obtuvo en el
muestreo de mayo de 1999 en la estación 9, con 238 µgP g-1PS de concentración media.

93
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Resultados

µgP g-1PS)
TOP (µ
400 350 300 250 200 150 100 50 0

08/04/1999
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

22/07/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

15/02/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

25/01/2001
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6
0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33
Distancia (Km)

Figura 3.33. Variación de las concentraciones de TOP representadas en forma de


isolíneas para los diferentes muestreos.

94
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Resultados

El ANOVA (α = 0.05) muestra diferencias significativas en todos los casos menos


entre profundidades. Las diferencias en el test de Tukey (α = 0.05) fueron significativas sólo
entre los muestreos de Abril de 1999 y mayo de 2000. Entre estaciones, las diferencias
significativas se obtuvieron entre las estaciones E3; E8; (E4-E6), (E6-E10-E5-E7); (E10-E5-
E7-E9-E2) y (E1-E2).

3.3.1.5.- Relación fósforo inorgánico total / fósforo orgánico total


(TIP/TOP)

En la figura 3.34 (a) se presenta el cociente entre TIP y TOP. Excepto en un muestreo
(mayo de 2000) en la estación 3, la relación es siempre superior a uno y este cociente se hace
mayor a medida que nos aproximamos a las estaciones estuáricas. En el tramo dulceaquícola,
el cociente medio se sitúa próximo a dos, mientras que en el estuario es de casi cuatro.

3.3.1.6.- Fósforo total del sedimento (TPs)

Esta fracción esta formada por la suma de las fracciones inorgánicas y orgánicas
(figura 3.35). Lo más destacado en el curso alto es el efecto patente de la presa, reduciendo
considerablemente las concentraciones de fósforo en el sedimento. En la zona comprendida
entre las estaciones 4 y 7, se aprecia la tendencia a incrementar el contenido en fósforo del
sedimento a medida que las estaciones se acercan a la zona estuárica (de 200 µgP g-1PS en la
estación 4 a 700 µgP g-1PS en la estación 7). También es patente el efecto del azud de
CELUPAL (en la estación 8 se encontró una clara disminución del contenido en fósforo
respecto a E7). En las estaciones 9 y 10, se produjo un fuerte incremento de concentraciones
de PTs en el sedimento, localizándose el máximo en la superficie de la estación 9 (julio de
1999) con 1100 µgP g-1PS.

Las concentraciones medias de esta fracción aparecen representadas en la figura 3.34


(b). Los resultados muestran el efecto del embalse, la tendencia a incrementarse las
concentraciones al acercarnos a la estación 7 y los máximos generalizados en la estación 9.

Las conclusiones extraídas del ANOVA (α = 0.05) muestran diferencias no


significativas sólo entre profundidades. En el test de Tukey (α = 0.05), se registraron
diferencias significativas entre los muestreos de abril y mayo de 1999, así como entre las
estaciones (E3-E8); E4; (E6-E5); (E5-E7); (E7-E1-E2); E10 y E9.

95
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Resultados

Relación TIP/TOP (a)


E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
8 8
7 7
6 6
5 Embalse 5
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

µgP g-1PS)
TPs (µ (b)
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
1200 1200

1000 1000
Embalse

800 800

600 600

400 400

200 200

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.34. Variación espacio-temporal de la relación TIP/TOP (a) y la


concentración de TPs (b) en el sedimento.

96
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Resultados

µgP g-1PS)
TPs (µ
1800 1500 1200 900 600 300 0

08/04/1999
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

22/07/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

15/02/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

25/01/2001
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6
0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33
Distancia (Km)

Figura 3.35. Variación de las concentraciones de TPs representadas en forma de


isolíneas para los diferentes muestreos.

97
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Resultados

3.3.2.- Materia orgánica


En la figura 3.36 se representan los porcentajes de materia orgánica en profundidad.
La variabilidad en profundidad, se hace patente en la mayoría de las estaciones del curso
medio, destacando los máximos obtenidos en profundidad en la estación 5 (muestreos de
febrero de 2000 y enero de 2001), con valores de 10.4 y 9.4 %, respectivamente. En la
estación 7 los valores más altos se obtuvieron en la superficie, similar a lo sucedido para las
fracciones de fósforo. En el estuario, son evidentes los altos porcentajes existentes en las
estaciones 9 y 10, alcanzandose en mayo de 1999 valores de 14.3 y 10.8 %, respectivamente.
Sin embargo, mientras que en la estación 9 los máximos fueron superficiales, en la estación
10, éstos se obtuvieron en profundidad.

Los porcentajes medios de la materia orgánica se representan en la figura 3.37. En el


tramo alto, el efecto del embalse se hizo patente con una diferencia media del 1.9 % en peso.
En el curso medio, destacan los altos valores obtenidos en la estación 5 en los muestreos de
febrero de 2000 y enero de 2001 y el efecto del cambio de zona de muestreo en la estación 6.
Los porcentajes, salvo en el muestreo de mayo de 2000, tendieron a incrementarse al
acercarnos al estuario con porcentajes próximos al 8 % en E7 (últimos dos muestreos). En el
estuario los valores se incrementaron al acercarnos a la desembocadura, presentando los
porcentajes más altos en la estación 10 (8.9 % en enero de 2001).

Los resultados de la ANOVA (α = 0.05) indican que las diferencias fueron todas
significativas, menos entre profundidades. En el test de Tukey (α = 0.05) se obtuvieron
diferencias significativas entre los muestreos de abril y julio de 1999 con el muestreo de
enero de 2001. Entre estaciones, estas se agruparon, siendo significativas las diferencias entre
las estaciones E8; E3; (E3-E4-E5); (E4-E5-E6-E2-E1) y (E7-E9-E10).

98
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Resultados

Materia Orgánica (%)


14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0

08/04/1999
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

22/07/1999
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

15/02/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

03/05/2000
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6

25/01/2001
0
Prof. (cm)

-2
EMBALSE
-4

-6
0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30 33
Distancia (Km)

Figura 3.36. Variación de los porcentajes de materia orgánica representadas en forma


de isolíneas para los diferentes muestreos.

99
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Resultados

Materia Orgánica (%)

E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
10 10

8 8

Embalse
6 6

4 4

2 2

0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.37. Variación espacio-temporal del porcentaje medio de materia orgánica.

3.3.3.- Granulometría
En la tabla 3.11 se presentan los resultados de los análisis granulométricos realizados.
El porcentaje y tamaño de partícula se representa por el cuartil Q25, Q75 y Q50 (media). El 25
% (Q25) de ellas poseen un diámetro entre 0.12 mm (E10 de mayo y julio de 1999) y 1.80 mm
(E6 de enero de 2001), mientras que el 75 % (Q75) lo tienen entre 0.03 mm (en E7, E9 y E10
de varios muestreos) y 0.57 mm (E6 de mayo de 1999). Los valores del coeficiente de
selección calculados como (Q25/Q75)0.5, oscilaron entre 1.23 (E8 de mayo de 1999) y 6.13 (E6
de mayo de 2000), que según la clasificación de (Trask & Boillot, 1950) indica un rango de
selecciones entre moderadamente buena a pobre, respecto a la homogeneidad de las mismas.
Destaca la estación 8, por ser allí donde se han obtenido siempre la mejor homogeneidad
(moderadamente buena) y el hecho de que no se diera una distribución de selecciones desde
la cabecera a la desembocadura, existiendo homogeneidades pobres a lo largo de toda la
cuenca. Los valores de la mediana (Q50) oscilaron entre 0.08 mm y 1.06 mm. Atendiendo a la
nomenclatura propuesta por la sección de Petrología del C.S.I.C., todo el sedimento es arena,
comprendida entre muy fina y muy gruesa.

100
Resultados
Tabla 3.11. Variables granulométricas del sedimento. Cuartiles Q25, Q75 y Q50 (mediana), clasificación del sedimento y coeficientes de
selección.
Estación Q25 Q75 Q50 Clasificación S Selección Estación Q25 Q75 Q50 Clasificación S Selección
08/04/99 Arena 15/02/00
E1 0.48 0.14 0.31 Media 1.85 Moderada 0.45 0.14 0.30 Media 1.77 Moderada
E2 0.48 0.13 0.31 Media 1.90 Pobre E2 0.37 0.05 0.21 Fina 2.70 Pobre
E3 0.39 0.15 0.27 Media 1.63 Moderada E3 0.43 0.18 0.31 Media 1.55 Moderada
E4 0.41 0.08 0.24 Fina 2.26 Pobre E4 0.34 0.14 0.24 Fina 1.58 Moderada
E5 0.64 0.30 0.47 Media 1.47 Moderada E5 0.47 0.07 0.27 Media 2.54 Pobre
E6 1.31 0.52 0.91 Gruesa 1.58 Moderada E6 0.52 0.05 0.28 Media 3.35 Mala
E7 0.38 0.06 0.22 Fina 2.55 Pobre E7 0.29 0.04 0.17 Fina 2.58 Pobre
E8 0.44 0.29 0.37 Media 1.24 M. buena E8 0.45 0.29 0.37 Media 1.24 M. buena
E9 0.63 0.08 0.35 Media 2.81 Mala E9 0.23 0.05 0.14 Fina 2.17 Pobre
E 10 0.13 0.04 0.09 Muy fina 1.85 Moderada E 10 0.46 0.05 0.26 Media 3.00 Mala
03/05/99 03/05/00
0.43 0.14 0.29 Media 1.76 Moderada 0.46 0.14 0.30 Media 1.79 Moderada
E2 0.44 0.10 0.27 Media 2.10 Pobre E2 0.47 0.07 0.27 Media 2.70 Pobre
E3 0.26 0.04 0.15 Fina 2.60 Pobre E3 0.44 0.19 0.31 Media 1.53 Moderada
E4 0.58 0.06 0.32 Media 3.12 Mala E4 0.42 0.15 0.29 Media 1.67 Moderada
E5 0.74 0.31 0.53 Gruesa 1.54 Moderada E5 0.48 0.16 0.32 Media 1.74 Moderada
E6 1.40 0.57 0.98 Gruesa 1.57 Moderada E6 0.24 0.04 0.14 Fina 2.32 Pobre
E7 0.37 0.03 0.20 Fina 3.38 Mala E7 0.42 0.03 0.23 Fina 3.75 Mala
E8 0.44 0.29 0.37 Media 1.23 M. buena E8 0.46 0.30 0.38 Media 1.24 M. buena
E9 0.43 0.04 0.23 Fina 3.35 Mala E9 0.70 0.11 0.41 Media 2.55 Pobre
0.12 0.03 0.08 Muy fina 1.94 0.14 0.04 0.09 1.92
SALIR

E 10 Pobre E 10 Muy fina Pobre


22/07/99 25/01/01
E1 1.45 0.55 0.99 Gruesa 1.63 Moderada 0.30 0.04 0.17 Fina 2.64 Pobre
E2 E2 0.64 0.07 0.35 Media 3.10 Mala
E3 0.40 0.04 0.22 Fina 3.00 Mala E3 0.64 0.15 0.39 Media 2.09 Pobre
E4 0.85 0.07 0.46 Media 3.62 Mala E4 1.22 0.35 0.78 Gruesa 1.86 Moderada
E5 0.80 0.32 0.56 Gruesa 1.59 Moderada E5 0.18 0.04 0.11 Muy fina 2.08 Pobre
E6 1.51 0.61 1.06 Muy gruesa 1.57 Moderada E6 1.80 0.05 0.93 Gruesa 6.13 Mala
E7 0.28 0.04 0.16 Fina 2.52 Pobre E7 0.42 0.04 0.23 Media 3.15 Mala
E8 0.46 0.29 0.38 Media 1.25 M. buena E8 0.43 0.28 0.35 Media 1.24 M. buena
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E9 0.19 0.03 0.12 Muy fina 2.54 Pobre E9 0.91 0.19 0.55 Gruesa 2.19 Pobre
E 10 0.12 0.04 0.08 Muy fina 1.77 Moderada E 10 0.13 0.03 0.08 Muy fina 2.08 Pobre
101
MENU SALIR
Resultados

La clasificación convencional del fraccionamiento de las partículas que componen el


sedimento (USDA, 1951), se realiza atendiendo a la proporción de arena, limos y arcillas del
sedimento. Sin embargo, atendiendo a la variedad y naturaleza de los sedimentos existentes
en la cuenca, el fraccionamiento que se ha llevado a cabo en este estudio no discrimina entre
limos y arcillas, estableciendo las diferencias entre la fracción menor de 0.063 mm (arcillas y
limos), la fracción entre 0.063 y 2.000 mm (arena) y la fracción mayor de 2.000 mm (gravas).
En función de esta clasificación, se han representado los porcentajes de las diferentes
estaciones y muestreos (figura 3.38). Se observa como la fracción dominante en casi todas las
estaciones es la de arena. El porcentaje en gravas se situó en todos los casos por debajo del 10
%, salvo en la estación 6 del muestreo de enero de 2001, donde se alcanzó un 22 %. La
fracción fina (arcilla y limos) es importante en las dos últimas estaciones y en la estación 7.
Cabe resaltar la variabilidad del sistema, al obtenerse grandes diferencias entre muestreos.

La distribución de tamaños representados en la figura anterior, nos da una idea general


de la variedad espacial y temporal. Si bien, en nuestro sistema, se observaron además una
amplia variedad de clases de tamaños en cada estación. Así, en la figura 3.39 se representan
cuatro tipos diferentes de distribuciones por tamaños, extraídos sólo del muestreo de abril de
1999. Destacan las distribuciones bimodales existentes en los dos primeros casos, con un
máximo en la fracción de arena media (0.250-0.500 mm) y otra en la fracción menor de 0.063
mm. En el tercer ejemplo (E8), el sedimento se encuentra moderadamente bien seleccionado
con un máximo bien diferenciado en la fracción de arena media, contrastando con lo
observado en la estación 10, en la que las proporciones se presentan en una clara tendencia a
disminuir, a medida que se incrementa el tamaño de la fracción.

Para la realización del estudio estadístico, se realizó la t de Student a las fracciones de


arcilla-limo, arena y gravas, así como a la fracción menor de 0.125 mm. El test de Student (α
= 0.05) revela que todas las diferencias fueron no significativas entre muestreos. Entre
estaciones las diferencias dominantes fueron las no significativas. Así, para la fracción de
arcilla-limo y la inferior de 0.125 mm, sólo se dieron diferencias significativas entre las
estaciones 8 y 3 con E7 y E10. Para las arenas, sólo fue significativa la diferencia entre las
estaciones 8 y 10, mientras que para las gravas, existieron diferencias significativas entre la
estación 6 y las demás.

La atención especial tenida para la fracción inferior de 0.125 mm, responde al hecho
de ser el tamaño de sedimento mejor correlacionado con el resto de las variables analizadas

102
Resultados
08/04/99 03/05/99 22/07/99 15/02/00 03/05/00 25/01/01
Arena Arena Arena Arena Arena Arena
0 0 0 0 0 0 100
10 10 10 10 10 10 90
8 8 8 8 8 8
5 5 3 3
20 6 3 20 6 20 6 5 20 4 20 4 20 4 80
1 1 1 1 1
2 5 3
30 9 2 5 9 9 70
a

47 4 2 2 2

Ar
av

4 9 1 60

en
40 3 10
Gr

7
9 7

a
50 7 3 6 50
10 6 5
10 10 7 10
60 6 10 40
9 7
70 30
80 20
90 10
100 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 100 100 100 100 100
Grava
Arcillas y Arcillas y Arcillas y Arcillas y Arcillas y Arcillas y
Arcillas y limos limos limos limos limos limos
SALIR

limos
Figura 3.38. Diagrama triangular de las proporciones arcilla-limo, arena y grava para los diferentes muestreos y estaciones.
MENU
103
% %
MENU

0
5
10
15
20
25
30
35
40

100

20
40
60
80

0
< 0.063 < 0.063

0.063-0.125 0.063-0.125

0.125-0.250 0.125-0.250
SALIR

0.250-0.500 0.250-0.500
E1

E8

(muestreo de abril de 1999).


0.500-1.000 0.500-1.000

1.000-2.000 1.000-2.000

> 2.000 > 2.000

104
% %

0
5
10
15
20
25
30
35

10
20
30
40
50

0
< 0.063 < 0.063
Granulometría (mm)

0.063-0.125 0.063-0.125

0.125-0.250 0.125-0.250

0.250-0.500 0.250-0.500
E4

E 10

0.500-1.000 0.500-1.000

1.000-2.000 1.000-2.000

> 2.000 > 2.000


Resultados

Figura 3.40. Diferentes distribuciones por tamaño del sedimento en el Río Palmones
MENU SALIR
Resultados

en este apartado (tabla 3.13). En la figura 3.40 se representan los porcentajes de este tamaño.
Destaca la similitud entre los tres primeros muestreos, así como las diferencias existentes en
las estaciones 5 y 6 en aquellos muestreos tomados en un punto diferente. En el estuario, es
evidente la diferencia tan grande existente entre la estación 8 y las otras dos, con máximos
superiores al 75%, localizados en la estación 10.

Fracción < 0.125 mm (%)

E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10
80 80
70 70
60 60
Embalse

50 50
40 40
30 30
20 20
10 10
0 0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Distancia (Km) Estuario

08/04/99 22/07/99 03/05/00


03/05/99 15/02/00 25/01/01

Figura 3.40. Variación espacio-temporal de la fracción de sedimento inferior a 0.125


mm.

3.3.4.- Porosidad y densidad


La porosidad y la densidad del sedimento seco, se analizaron en el primer y último
muestreo, observándose bajas diferencias entre ambos. De igual manera se estudiaron
aquellos casos en los que cambió la localización del punto de muestreo. En la tabla 3.12, se
presentan los valores obtenidos en abril de 1999, junto con aquellos muestreos particulares.
Los resultados obtenidos muestran como los porcentajes de porosidad oscilaron entre el 24.2
% (E5 del muestreo de enero de 2001) y el 45.6 % en E4., mientras que la densidad varió en
un rango entre 2.2 y 2.5 kg l-1, localizándose el máximo en E6 de los muestreos de 1999.

105
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Resultados

Tabla 3.12. Valores medios de porosidad (%) y de densidad seca (Kg l-1) del
sedimento del Río Palmones.

Porosidad Densidad
E1 38.4 2.3
E2 40.6 2.2
E3 39.5 2.3
E4 45.6 2.2
E5 37.2 2.3
E5 (enero/01) 24.2 2.2
E6 (1999) 28.8 2.3
E6 (2000-1) 31.7 2.5
E7 37.2 2.3
E8 38.5 2.4
E9 41.6 2.3
E10 37.0 2.3

3.3.5.- Composición mineralógica (Rayos X)


La difracción de Rayos X se realizó solo una vez, en el muestreo de abril de 1999. Los
resultados (figura 3.41) muestran como el mineral mayoritario es el cuarzo, siendo el único
que aparece en todas las estaciones. Los otros minerales que se han podido determinar fueron
la calcita (estaciones 7 y 9), dolomita (estación 9 y algo en E2 y E6), fluorapatito en las dos
últimas estaciones y feldespato en E9.

La utilización de un mineral de referencia (en nuestro caso pirolusita) se emplea para


poder cuantificar la concentración de cada mineral, atendiendo al área del pico principal. Sin
embargo, dados los pequeños picos obtenidos en todos los minerales salvo en el cuarzo, la
cuantificación ha sido imposible.

3.3.6.- Relación entre las variables del sedimento


Para examinar el grado de asociación entre las diferentes variables analizadas en todos
los muestreos del sedimento, se recurrió al análisis de correlación de Pearson.

En la tabla 3.13 se presentan los coeficientes de correlación de Pearson para las


diferentes formas de fósforo, la materia orgánica y las principales fracciones granulométricas.
Los resultados mostraron pocas relaciones entre la distancia y el resto de variables, existiendo

106
Resultados
D IF R AC C IÓ N R -X
300 0 E 1
E 2
Q C ua rzo
E 3
Q C C a lcita
250 0 E 4 D D o lom ita
E 5 Fl F luorapatito
E 6
F F eldespato
200 0 X M ineral de referencia (pirolusita )
E 7
Intensidad

E 8
E 9
150 0
E 10
Q
100 0 Q
X Q Q Q Q Q
C D Fl X Q Q X
F
500
0
5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
SALIR

G ra d o s
Figura 3.41. Composición mineralógica del sedimento del Río Palmones (realizado mediante difracción de Rayos X).
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107
Resultados
Tabla 3.13. Coeficientes de correlación de Pearson para las variables tomadas en el sedimento. n = 59 (* para α = 0.05 y ** para α =
0.01).
Distancia NAIP AIP OP M Org Arena > 2,000 mm < 0,250 mm < 0,125 mm < 0,063 mm
Distancia 1
NAIP 0.66** 1
AIP 0.01 0.60** 1
OP -0.20 0.44** 0.75** 1
M Org 0.34** 0.76** 0.69** 0.67** 1
Arena -0.30* -0.59** -0.43** -0.44** -0.77** 1
> 2,000 mm 0.09 -0.12 0.12 0.06 -0.01 -0.11 1
SALIR

< 0,250 mm 0.24 0.63** 0.38** 0.38** 0.79** -0.82** -0.29** 1


< 0,125 mm 0.36** 0.71** 0.46** 0.44** 0.85** -0.92** -0.15 0,94** 1
< 0,063 mm 0.25 0.59** 0.38** 0.40** 0.75** -0.97** -0.12 0.87** 0.94** 1
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108
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Resultados

relaciones positivas con la fracción NAIP, el porcentaje de materia orgánica y la fracción


menor de 0.125 mm y negativa con el porcentaje de arena. En las fracciones de fósforo,
destacan las altas correlaciones positivas de todas las fracciones entre sí y como la mejor
correlación se da con la fracción de sedimento inferior a 0.125 mm. Se encontró una alta
correlación de la fracción NAIP y la materia orgánica con este tamaño de granulometría,
alcanzando valores de 0.771 y 0.851, respectivamente. Destacar también las correlaciones
positivas existentes entre la materia orgánica y la fracción de fósforo orgánica e inorgánica.

3.4. Análisis de variabilidad


El trabajo se completa con una visión más global del sistema, empleando para ello el
análisis de componentes principales (ACP). Esta técnica, permite agrupar las variables según
las tendencias seguidas, facilitando la representación de las diferentes estaciones en unos
nuevos ejes. La información obtenida al representar cada punto en estos ejes (combinación de
las variables reales), es mucho mayor que si los representamos variable por variable.

Se han realizado dos ACP, tomando todas las variables analizadas en el agua
superficial más la distancia entre el nacimiento y cada estación (23 variables). En el primer
caso, se han empleado todas las estaciones, incluidas las del estuario, mientras que en el
segundo, sólo se ha aplicado a las estaciones de agua dulce.

Empleando todas las estaciones, el ACP nos da un ajuste a unos nuevos ejes que
explican entre los tres primeros el 67 % de la variabilidad total del sistema (figura 3.42). El
primer eje absorbe el 47.2 %, estando influenciado de manera positiva por los diferentes
iones, así este eje se relaciona con la mineralización (contenido en sales). Los otros dos ejes
restantes, explican el 11.8 y 8.3 %, respectivamente, estando el primero relacionado de forma
positiva con la producción y la materia particulada y el segundo con el caudal del río. La
representación de los datos en estos nuevos ejes (figura 3.43), nos muestra una clara
diferencia entre las estaciones estuáricas y las de agua dulce. Las primeras, aparecen
repartidas en la zona positiva del primer eje, más o menos separadas, mientras que todas las
demás se representan en la zona negativa del primer eje, formando un cúmulo de puntos
difícil de separar. Sin embargo, si ampliamos la representación de los ejes I-III, observamos
la separación de las estaciones atendiendo a la fecha de muestreo, más concretamente, a las
características meteorológicas y de caudal del río (figura 3.44). Así, el la región positiva del
eje III, se localizan las estaciones del muestreo de enero de 2001, mientras que en la región

109
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Resultados

negativa, destacan las estaciones pertenecientes a los muestreos estivales, localizándose entre
medio los demás muestreos.

Al realizar el ACP a las estaciones atalásicas, obtenemos unos ejes que explican algo
menos que el caso anterior la variabilidad del sistema (63.6 %), con dos ejes principales que
explican prácticamente lo mismo (figura 3.45). Se pierde así la variación debida a las
diferencias estuario – agua dulce. El eje I, está relacionado de forma negativa con las
concentraciones de los iones, mientras que el segundo, se relaciona de forma positiva con
variables que poseen un marcado carácter biológico (TPP, Cla, TPN, TPC). El eje tercero,
absorbe un 11 % (mucho menos que los dos anteriores), estando condicionado de forma
positiva por el pH y concentración de oxígeno disuelto y negativamente con los principales
nutrientes. Podemos, de esta manera, asociar el eje I con una disminución en el contenido en
sales, el eje II con procesos de eutrofización y producción y el eje III con fenómenos de
producción de materia orgánica y de oxígeno. La representación de los dos primeros ejes
explica un 52 % de la variabilidad total del sistema, mientras que si representamos los ejes I y
III, sólo explicaríamos un 38.1 % (figura 3.46). Además, la separación e interpretación de los
dos ejes principales nos ofrece una información más clara del estado del sistema. En la figura
3.47, obtenemos 4 grupos de estaciones bien definidos. Un primer grupo, constituido por la
estación 1 de los muestreos estivales (cuando el agua se tomaba en pozas) y los dos últimos
muestreos de E3. En el grupo II, aparecen las estaciones 1, 2 y 3, mientras que en el conjunto
III, se agrupan las estaciones 4, 5 y 6. Por último los diferentes muestreos de la estación 7,
aparecen reunidos en el cuarto grupo.

110
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Resultados

Eje 1 Eje 2 Eje 3


V a lore s propios 10.9 2.7 1.9
P orce nta je 47.2 11.8 8.3
P roce nta je a cum . 47.2 59.0 67.3

TPN
Producción. 0.38
TPC
Material particulado Eje II PP
0.30 Cla
TP
0.23
NH4+ SS
0.15
SRP Contenido en
Caudal Tª
0.08
sales

Alc Eje I
-0.30 -0.23 -0.15 -0.08 0.08 0.15 0.23 0.30 0.38
O2 Distancia
-0.08
Cond.
pH
-0.15 Mg2+
NO3- Ca2+
NO2- Na+
-0.23 K+
Cl-
SO42-
-0.30

0.49
Caudal del río.
O2 Eje III
Dilución 0.39
Caudal
pH
0.30
NO3-
0.20 SS Contenido en
SRP
Distancia TPC sales
0.10 NH4+ PP
NO2- TPN TP Eje I
-0.49 -0.39 -0.30 -0.20 -0.10 0.10 0.20 0.30 0.39 0.49
-0.10 Mg2+
Ca2+
Cla Na+
-0.20 K+
Cl-
-0.30 SO42-
Cond.

-0.39 Alc

-0.49 Tª

Figura 3.42. Representación de los coeficientes de carga de cada variable en el


análisis de componentes principales realizado a todas las estaciones (23 variables x 73 casos).

111
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Resultados

1.7
Eje II
1.4

1.0

9
0.7
7

0.3 9
9

8
-0.7 -0.3 0.3 9 0.7 1.0 1.4
10
8 Eje I 1.7
8 9
-0.3 10 10

10

-0.7 10

1.7
Eje III
1.4

1.0

0.7

0.3 10

10 9
7 10 9 10
9
-0.7 -0.3 0.3 9 0.7 10 1.0 1.4 1.7
8
8
8 9 10 8 Eje I
-0.3

-0.7

Figura 3.43. Representación de las muestras en el sistema de ejes I-II y I-III, del
análisis de componentes principales, empleando todos los casos.

112
Resultados
0.7 08/04/1999
03/05/1999
Eje III 22/07/1999
15/02/2000
0.6
Máximos 03/05/2000
caudales 25/01/2001
7
02/05/2001
0.4
4 27/06/2001
2 6 0.3 10
8
1 5
5 4
5 2 9 10
4 9
1 3 6 9
Régimen 4
5 5 7 7
7
10
10
normal 4 6 9
6 7
2 3
1 1 7 8
-0.3 4
3 2 0.3 0.7 1.0 1.4 Eje I 1.7
1 8 10
3 9
5
-0.1 8 8
9 10
4 1 8
7
3
3-0.3
2 6
1 5 Mínimos
6 caudales
-0.4
Estuario
SALIR

Río
Figura 3.44. Disposición de las muestras en los ejes I-III del análisis de componentes principales realizado al total de las estaciones.
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113
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Resultados

Eje 1 Eje 2 Eje 3


V a lore s propios 6.1 5.9 2.6
P orce nta je 26.7 25.5 11.4
P roce nta je a cum . 26.7 52.2 63.5

PP Producción.
0.39
TPN Eutrofización
TP Eje II
TPC 0.32 Distancia
Cla NH4+ NO2-
0.24 SS
SRP
K+ 0.16 Caudal
Contenido en
sales Tª NO3-
0.08
Na+ Ca2+ 2-
pH Eje I
SO4
Alc
Cond.
-0.39 -0.32 -0.24 -0.16 -0.08 0.08 0.16 0.24 0.32 0.39
Cl-
-0.08 O2
Mg2+

-0.16

-0.24

-0.32

-0.39

0.49
pH Producción de
Eje III O2
materia orgánica
0.39
y de O2

TPC 0.29
SS
Contenido en 0.19
sales TPN
PP
SO42- TP 0.10 Caudal
Na+
Cond. Cl- Cla Eje I
Mg 2+

-0.39 -0.29 -0.19 -0.10 0.10 0.19 0.29 0.39 0.49


Ca2+
-0.10 NO 3
-
K+
Alc
Distancia

-0.19
SRP
-0.29 NO2-
NH4+

-0.39

Figura 3.45. Representación de los coeficientes de carga de cada variable en el


análisis de componentes principales realizado a las siete primeras estaciones (23 variables x
55 casos).

114
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Resultados

1.3
Eje II
1.0

0.8

0.5

0.3

Eje I
-1.0 -0.8 -0.5 -0.3 0.3 0.5 0.8 1.0 1.3

-0.3

-0.5

-0.8

-1.0

1.03
Eje III
0.82

0.62

0.41

0.21

Eje I
-1.03 -0.82 -0.62 -0.41 -0.21 0.21 0.41 0.62 0.82 1.03

-0.21

-0.41

-0.62

-0.82

-1.03

Figura 3.46. Representación de las muestras en el sistema de ejes I-II y I-III, del
análisis de componentes principales, empleando los datos de agua dulce.

115
Resultados
1.3
7
Eje II
1.0 08/04/1999
II 7

03/05/1999
22/07/1999
15/02/2000
0.8 7
03/05/2000
7 25/01/2001
7 02/05/2001
7
0.5 7 27/06/2001
5
Incremento en productividad
0.3 y
6
Contenido en sales
6 4
1 5
6 5
3 3 7 6 4
3 5
I -1.0 -0.8
3
-0.5 -0.3
3
3 6
5
2
6
6
5
6 2
15 4
0.5 0.8 1.0
Eje I
1.3
3 1 54 4
1
3
III 2 1
12
-0.3 2 4 4
4 IV
1 1 2 2
Disminución del
-0.5 Contenido en sales
-0.8
SALIR

-1.0
Figura 3.47. Disposición de las siete primeras estaciones en los ejes I-II del análisis de componentes principales.
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116
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Discusión

4. DISCUSIÓN

117
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Discusión

4.1.- Descripción físico-química


4.1.1.- Caudal
Los sistemas fluviales son sistemas acuáticos en continuo movimiento, caracterizados
por un transporte longitudinal que condiciona numerosas reacciones y procesos ocurridos en
la cuenca. Este dinamismo, está influenciado por el volumen y velocidad del agua
transportada, es decir, por el caudal.

El caudal interviene en procesos de transporte de sustancias disueltas o particuladas en


suspensión, lavado de cuenca, tasas de precipitación y erosión, intercambio sedimento-agua
etc. Por lo tanto, antes de centrarnos las variables químicas analizadas, es preciso centrarse en
la variabilidad espacio-temporal del caudal, contemplando todos los factores que la afectan,
así como las consecuencias producidas por dicha variabilidad.

Según Boulton & Suter (1986), las zonas áridas y semiáridas se caracterizan
hidrológicamente por poseer un sistema de drenaje formado principalmente por cauces
temporales que fluyen intermitentemente. Sin embargo, en este caso, dada la disposición del
río en el Campo de Gibraltar, a caballo entre el Atlántico y el Mediterráneo, éste presenta un
patrón de caudales intermedio entre los ríos propiamente mediterráneos (típicos de zonas
áridas o semiáridas) y los atlánticos (ríos con caudales más constantes). Aunque son muchos
los trabajos de modelado realizados en el caudal de ríos y estuarios (e.g. Harding et al., 1995;
Abrahamsson & Hakanson, 1998; Attrill & Power, 2000), la particular orientación del río,
unida a la climatología de la zona y al pequeño tamaño de su cuenca, hacen que la
estocasticidad que rige la descarga de los ríos, sea en Palmones mayor de lo normal. Durante
los ocho muestreos realizados, el caudal vertido al estuario ha estado comprendido entre
valores superiores a 7 m3 s-1, a no verter nada. La situación se hace más evidente en la zona
alta del río, donde cada año el río queda sin caudal en verano, permaneciendo parte del agua
retenida en pozas (figura 3.2).

La obra que mayor influencia y repercusión tiene en la regulación del caudal es el


embalse de Charco Redondo. Tras recibir el agua procedente de la zona alta de la cuenca (un
tercio de la superficie total), el volumen medio vertido al río es de 10 l s-1, ¿con el
consiguiente mantenimiento del “caudal biológico”?. El embalse cuenta con un aliviadero
superior que sólo entra en funcionamiento cuando la capacidad del embalse se aproxima al 85
% de la capacidad máxima embalsada. Esta situación no se da desde 1997, destacando el

118
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Discusión

vertido de 17.64 m3 s-1 desembalsado el 30 de diciembre de 1995 (incrementando en más de


mil veces el caudal tras la presa). Si bien, en la actualidad, debido al escaso caudal vertido
tras la presa y a los represamientos existentes en los arroyos de La Hoya y Valdeinfierno, el
principal aporte de agua que llega al curso medio del río, procede del afluente del Tiradero,
sobre todo en los muestreos estivales.

A pesar de la existencia del acuífero Guadarranque-Palmones en la zona baja del río,


la permeabilidad media de toda la cuenca en general, se puede considerar media-baja,
oscilando entre 10-4 y 10-6 m s-1 (ITGE, 1998; NEREILAB, 2000). Estos valores son debidos
a la existencia de terrenos muy permeables junto a otros de escasa permeabilidad. La
superficie piezométrica se adapta a la topografía del área, coincidiendo el movimiento del
agua subterránea con el del agua superficial. Atendiendo a la permeabilidad de la cuenca, las
diferencias observadas entre las distintas estaciones responden, salvo particularidades locales,
a aportes superficiales de pequeños arroyos y/o a pérdidas por evapotranspiración. Entre las
estaciones 5 y 7, el cauce del río se ensancha, descendiendo de forma notable la velocidad de
la corriente, con el consiguiente cambio en los tiempos de residencia del agua y del resto de
las variables. Este aumento de la superficie del cauce, incrementa el efecto que la
evaporación puede ejercer durante los meses de verano. Así, según datos proporcionados por
el Instituto Andaluz de Meteorología, el valor medio de evaporación en tanque durante los
veranos de 1999 a 2001 fue de 4.41 mm diarios. Si tenemos en cuenta que la superficie entre
las estaciones 6 y 7 (donde mayor es la sección del cauce) es de 318400 m2, la evaporación
aproximada en esta zona podría alcanzar los 16.2 l s-1. En este apartado, hay que incluir el
aporte de caudal debido a la depuradora de aguas residuales de Los Barrios (tabla 4.1), que
puede llegar a tener gran importancia en el caudal total durante los meses de verano, además
claro está, del efecto que ejerce sobre el resto de las variables.

En los periodos de lluvias, el volumen vertido por el río al estuario produce un cambio
en las características fisiográficas de éste, pero sólo en grandes avenidas. Durante el resto del
año, el aporte es pequeño en relación al volumen del estuario. Este hecho unido a la
evaporación en toda su superficie, hacen que en verano las pérdidas de agua por evaporación
se compensen con el agua procedente de la bahía.

Al tener una cuenca pequeña, la descarga fluvial está altamente condicionada al


régimen de precipitaciones, y por lo tanto, a su impredictibilidad. Así, muestreos tomados en
la misma fecha en años sucesivos, mostraron diferencias significativa entre ellos.

119
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Discusión

Tabla 4.1. Características de los vertidos procedentes de las depuradoras de aguas


residuales de Los Barrios y de El Acebuchal.

Variables Depuradora Depuradora


Descarga (l s-1) 37.7 34.7
pH 7.99 9.03
Alcalinidad (mM) 4.2 4.0
Cont. en sales (g l-1) 0.49 0.64
Na+ (ppm) 548.2 130.4
K+ (ppm) - 3.6
Ca2+ (ppm) 105.8 23.0
Mg2+ (ppm) 7.5 13.1
Cl- (ppm) 88.5 215.6
SO42- (ppm) 68.1 86.8
Br- (ppm) 0.12 0.58
-
F (ppm) 0.16 2.14
SRP (µmol l-1) 57.4 133.6
TPP (µmol l-1) - 42.5
NO3- (µmol l-1) 2.17 4.30
NO2- (µmol l-1) 9.78 0.21
NH4+ (µmol l-1) 1794.6 1962.6
TPN (µmol l-1) - 585.5
TPC (µmol l-1) - 3130.3
SS (mg l-1) - 221.5

El caudal del río ejerce un gran control en la composición química del agua, al
determinar el volumen en el que se han de diluir todos los compuestos (Hem, 1970). Este
papel regulador, se incrementa en los periodos de tormentas, dándose fuertes cambios de
concentraciones (Webb & Walling, 1983; Muraoka & Hirata, 1989) relacionados, no sólo con
las variaciones en el volumen de descarga, sino también con los procesos de histéresis entre
la curva de descarga y la tendencia que siguen las concentraciones de los compuestos
químicos (House & Warwick, 1998).

120
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Discusión

4.1.2.- Alcalinidad total y contenido en sales


El caudal, como condicionante de las demás variables, presenta una correlación
negativa con la alcalinidad y el contenido en sales. Es sin duda el caudal, la variable más
determinante en los cambios temporales. Contrastan los bajos valores obtenidos de
alcalinidad y contenido en sales en el muestreo de enero de 2001, con las altas
concentraciones registradas en los muestreos estivales. Sin embargo, las bajas correlaciones
obtenidas, muestran cómo ambas variables presentan patrones más complejos que un simple
ajuste con el caudal, estando condicionadas por las relaciones existentes con la litología, la
geomorfología y los factores antropogénicos (e.g. Margalef, 1983; Berner & Berner, 1987).

Al pH obtenido en las estaciones, el HCO3- representa más del 75% del carbono total
disuelto, cuyo origen procede fundamentalmente del equilibrio con el CO2 atmosférico y de
la meteorización de las rocas el la cuenca (Meybeck, 1987; Amiotte Suchet & Probst, 1993).
En el Río Palmones, la interacción del agua con la litología de la cuenca es la responsable de
los altos valores de alcalinidad registrados en las tres primeras estaciones, coincidiendo con
terrenos ricos en areniscas del Algibe (Anexo. Mapa V). Esta particularidad, permite obtener
valores en la cabecera del río similares a los existentes en el agua de mar, confiriéndole una
alta dureza a estas aguas (figura 3.4). En el contenido en sales, las concentraciones más altas
obtenidas en aguas atalásicas se registraron también en la cabecera, debido a la existencia de
rocas evaporíticas en esa zona. Sin embargo, no se obtuvieron ni calcita ni minerales
evaporíticos en el estudio de la composición mineralógica realizado en el sedimento del
lecho, obteniéndose sólo picos correspondientes al cuarzo (figura 3.42), al igual que en otros
ríos como Riofrío (Granada), que tampoco presentan calcita o dolomita en los sedimentos tras
la percolación del agua (informe ambiental de Riofrío, 2000). Esta ausencia, muestra que
todo lo que se ha podido solubilizar, se ha solubilizado.

Lucena et al. (1993) determinaron que los valores de alcalinidad en el embalse, en la


estación próxima a la presa, no excedían de 2 mM. Así, el incremento producido tras la presa
se debe al proceso de filtración y disolución de sales a la que es sometida el agua (figura
3.4a). El vertido de aguas residuales domésticas no tratadas existente en la estación 5 en el
muestreo de julio de 1999 y el procedente de la EDAR El Acebuchal (E9) (tabla 4.1)
explicarían los resultados de alcalinidad obtenidos, destacando valores superiores a 8.5 mM
en la estación 5. Sin embargo, el esperado incremento de alcalinidad tras el vertido de la
EDAR de Los Barrios apenas se observa, debido quizás al efecto que ejercen sobre ella la

121
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Discusión

fotosíntesis y la formación de calcita. Las mismas conclusiones se pueden extrapolar al


contenido en sales, excepto la importancia de la depuradora de El Acebuchal sobre el
estuario.

En la tabla 4.2 se presentan los valores de alcalinidad total en el agua intersticial.


Éstos fueron obtenidos sólo en el primer muestreo y en los dos casos particulares del último,
aquellos en los que se cambió el punto de muestreo. Dichos valores ponen de manifiesto que
las reacciones producidas en el sedimento favorecen el incremento de la alcalinidad, sobre
todo en aquellas estaciones con elevados porcentajes de materia orgánica. Los procesos que
consumen SO42- o NO3-, aumentan la alcalinidad del agua (Baker et al., 1988; Bailey et al.,
1995). Así, los resultados mostrarían la existencia de reacciones anaeróbicas como la
sulfatorreducción o la desnitrificación en el sedimento de las diferentes estaciones.

Tabla 4.2. Concentraciones de alcalinidad total en el agua intersticial y superficial


expresadas en mM. Los valores de materia orgánica se expresan en % en peso seco.

Alcalinidad Alcalinidad M. Orgánica


E1 4.5 2.7 2.8
E2 3.8 2.7 4.4
E3 2.7 3.2 0.9
E4 6.7 1.4 3.3
E5 7.0 0.8 7.7
E5 (enero/01) 1.5 1.6 1.8
E6 10.2 1.1 5.1
E6 (enero/01) 2.3 1.9 1.0
E7 7.8 2.6 5.4
E8 4.2 2.8 0.9
E9 6.8 4.0 4.2
E10 4.3 3.5 6.1

Atendiendo a la clasificación propuesta por Montes & Martino (1987) para aguas de
origen epicontinental y marino, las primeras siete estaciones de muestreo se clasifican como
aguas dulces (contenido en sales < 0.5 g l-1), la estación 8 como hiposalina (3 g l-1 <
contenido en sales < 20 g l-1) y en general las estaciones 9 y 10 como mixohalinas (20 g l-1 <
contenido en sales < 30 g l-1).

122
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Discusión

La situación en el estuario, presentó una clara relación entre el contenido en sales y la


proximidad con la desembocadura, pasando de aguas con valores menores de 10 g l-1 en E8 a
valores propios del agua de mar en E10 (figura 3.4b). Destaca el muestreo de enero de 2001,
con salinidades muy inferiores a la media en todas las estaciones, debido al gran aporte de
agua procedente del río. Si bien, las muestras del estuario se tomaron a pocos centímetros de
la superficie, el bajo contenido en sales obtenido en la estación 8 en periodos de escasa o nula
descarga de agua, se explica en función de la morfología y configuración del fondo. Destacan
los diques artificiales originados por la construcción del puente de la carretera N-340 y del
ferrocarril (próximos a E9), los cuales provocan el ascenso de la cuña salina desde el fondo
hasta profundidades mas someras en la subida de la marea, con la consiguiente retención de
las aguas dulces (Briones, 1987; Sánchez, 1987).

En la composición de las aguas dulces predominan concentraciones bajas de


compuestos alcalinos y alcalinotérreos, en forma de bicarbonatos, carbonatos, sulfatos y
cloruros. Las concentraciones de los cuatro cationes principales: Ca2+, Mg2+, Na+, K+, y de
los cuatro aniones principales: HCO3-, CO32-, SO42- y Cl-, normalmente son las que
determinan, a efectos prácticos, la concentración iónica total del agua dulce. En la
composición del agua de mar, hay que incluir el Br-, al tener una concentración media en los
océanos sólo algo inferior al HCO3- (Holland, 1978).

4.1.3.- Iones
Berner & Berner (1987), estudiando el efecto que la lluvia tenía en la concentración
de los iones mayoritarios en los ríos de Estados Unidos, llegaron a la conclusión que entre el
10 y el 15 % del Ca2+, Na+ y Cl- procedía de la lluvia, comparado con el 25 % para el K+ y
casi el 50 % para el SO42-. En contraste con el aporte escaso de la lluvia en la concentración
de HCO3-. Esto ilustra la necesidad de estudiar la procedencia de cada ión para poder
comprender las concentraciones obtenidas y los factores que más influencia tienen en ellos y
en sus relaciones.

El calcio es el catión más importante en la mayoría de los ríos. Se origina


fundamentalmente por la meteorización de las rocas sedimentarias carbonatadas. El aporte
atmosférico y el procedente de la contaminación tiene poca importancia en la concentración
de este ión. Algo parecido sucede en el caso del magnesio, que procede casi por completo de

123
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Discusión

la meteorización de rocas ricas en minerales de Mg-silicato y dolomita, teniendo sólo relativa


importancia su origen antropogénico (O´Neill, 1993).

El sodio se encuentra generalmente asociado al cloruro, indicando su origen común.


La meteorización de rocas ricas en NaCl, proporciona la mayoría del sodio obtenido en los
ríos. Sin embargo, el arrastre de las sales marinas, producido por la lluvia y la brisa en zonas
costeras, junto con la contaminación debida a aguas residuales, pueden influir de forma
importante en la concentración final (Junge & Werby, 1958; Stevenson, 1968; Murger &
Eisenreich, 1983; Millán & Artíñano, 1992).

El potasio es el menos abundante de los cationes mayoritarios en el agua de los ríos y


el menos variable. Procede principalmente de la meteorización de materiales silícicos,
especialmente de feldespato y mica.

La procedencia del cloruro, es similar a la del sodio. Su escasa reactividad química y


biológica le hacen tener un importante papel como trazador en experimentos de asimilación
de nutrientes. El sulfato posee una procedencia múltiple (Robinson & Bottrell, 1997). En
general, proviene de la meteorización de rocas sedimentarias y de la contaminación con
fertilizantes y aguas residuales. La lluvia, la brisa marina y la actividad volcánica pueden
jugar un papel importante en su procedencia.

Las fuentes de los diferentes iones, son en su mayoría comunes, sin embargo, la
importancia que tienen para cada ión es diferente. Destacan el efecto que tienen la
composición mineralógica de la cuenca, los aportes atmosféricos y los procedentes de las
actividades humanas.

Las altas concentraciones existentes en las primeras estaciones, presentan a la


meteorización de las rocas de la cuenca como la principal fuente de iones. Las diferencias
entre las tres primeras estaciones y la estación 4 son claras. Las areniscas del Aljibe (ricas en
cloruro cálcico y cloruro sódico), además de rocas carbonatadas y silicatos de magnesio y
potasio, explicarían las diferencias obtenidas. El fluoruro tiene un comportamiento único y
diferente de los demás iones, presentando similares valores en todas las estaciones de agua
dulce. Las bajas concentraciones de fluorita y de fluorapatito existentes en las rocas (con un
contenido medio de 0.01 a 0.02 %. Schoeller, 1956; Hirayama et al., 1996), explicarían la
diferencia de comportamientos entre este ión y el resto.

La concentración de iones en el agua de lluvia, está inversamente relacionada con la


frecuencia de precipitación (Gatz & Dingle, 1971) y con el volumen total recolectado (Likens

124
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Discusión

et al., 1984; Lesack & Melack, 1991). Esta propiedad, hace que los valores medidos varíen a
lo largo del tiempo de precipitación, existiendo importantes cambios de concentración. Sin
olvidar esta variabilidad, en la tabla 4.3 se presentan los valores medios del agua de lluvia
recogida en Palmones, junto con los valores medios de zonas continentales y costeras. El
efecto que la lluvia tiene en la concentración de los iones en este río tan próximo a la costa, se
confirma atendiendo a las concentraciones tan altas de Na+ y Cl- obtenidas, sin olvidar las de
bromuros y fluoruros (0.13 y 0.06 ppm, respectivamente) que son superiores a las registradas
en muchos puntos de muestreo. Ibarra (1993), remarcó la importancia que tienen las nieblas
en barrancos y cumbres, sobre todo en verano y siempre con viento de dirección Este. Los
vientos llegan cargados con vapor de agua y sales, debido a su trayectoria marítima y al llegar
a la Bahía de Algeciras y chocar con las sierras, el vapor se condensa en forma de niebla.
Millán & Artíñano (1992), mostraron la importancia que las brisas y brumas marinas tenían
en la concentración de iones medidos en la vertiente mediterránea. Aunque no se hayan
determinado los efectos de la brisa marina y de las nieblas, éstos habrían que tenerlos muy en
cuenta, dadas las características del sistema.

Unido a la precipitación y las brisas, se encuentran los procesos de evaporación.


Como en el caso de la alcalinidad, en las estaciones de agua dulce los valores más altos
coincidieron en general con los muestreos de verano. El efecto del estiaje se observó de
forma clara en la estación 1. Al quedar el río sin caudal en ese punto, el agua se acumula en
pozas que van cambiando su composición iónica a medida que transcurre el verano. Al pasar
el tiempo, la evaporación hace que el volumen descienda provocando un incremento en el
contenido en sales, alcanzando valores significativamente superiores al resto (en el muestreo
de junio de 2001, la poza tenía mayor volumen de agua que en julio de 1999). Sin embargo,
dada la naturaleza de cada ión, la respuesta no fue siempre la misma. Así, mientras que las
concentraciones de potasio y cloruro fueron mayores en julio de 1999 que en junio de 2001,
las concentraciones de sodio, magnesio y bromuros, descendieron algo entre muestreos y sólo
el calcio y los fluoruros presentaron un descenso brusco, mostrando distintos procesos de
precipitación. Atendiendo a los productos de solubilidad de las diferentes sales (tabla 4.4), los
minerales de calcio son los primeros en precipitar (calcita CaCO3 y dolomita CaMg(CO3)2),
al ser los que menores solubilidades poseen, mientras que los cloruros, serían los últimos en
precipitar. Estas diferencias, permiten hacer conjeturas para conocer la composición de las
aguas existentes en la estación 1. Las concentraciones de calcio fueron mucho menores en
julio de 1999 que en junio de 2000, mientras que las de sodio y cloruros, permanecieron sin

125
Discusión
4.3. Ejemplos de las concentraciones de los principales iones: en el agua de lluvia y en el agua superficial de algunos ríos. (Los valores
del Río Palmones son la media de las
Localización Ca2+ Mg2+ Na+ K+ Cl- SO42- HCO3- Fuente
Aguas de lluvia
Lluvia zona continental Berner & Berner,
0.2-4.0 0.05-0.5 0.2-1.0 0.1-0.5 0.2-2.0 1.0-3.0
1987
Berner & Berner,
Lluvia zona costera 0.2-1.5 0.4-1.5 1.0-5.0 0.2-0.6 1.0-10.0 1.0-3.0
1987
Lluvia en Málaga 1.9 0.0 0.2 0.2 2.74 2.3 Esta tesis
Lluvia en Palmones 2.5 0.6 7.7 0.5 13.3 4.4 Esta tesis
Aguas de río
Berner & Berner,
Media europea 31.7 6.7 16.5 1.8 20.0 35.5 86.0
1987
Río Buccament (Isla St.
11.4 4.6 9.4 0.9 8.4 McDowell, 1991
Vincent, Caribe)
Río Tweed (Norham, UK) 23.5 7.1 9.7 1.2 17.7 12.3 Jarvie et al., 2000
Río Sarvani (Himalaya) 21.4 3.4 2.1 2.9 0.7 1.6 67.0 Ahmad et al., 1998
Río Pisuerga (Cabezón de
77.0 14.0 19.4 4.8 23.3 105.4 150.4 Vega et al., 1998
Pisuerga)
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Arroyos del Montseny


4.3 1.7 4.5 0.3 Avila, 1984
(grupo general ) *
Vidal-Abarca et al.,
Río Chícamo (Murcia) 264.0 255.6 2037.8 11.7 2683.8
2000
Río Palmones 20.1 2.8 33.1 6.5 44.2 19.8 121.7 Esta tesis
siete primeras estaciones). Los datos están expresados en ppm.
MENU
126
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Discusión

grandes cambios. Así, aunque la zona sea rica en cloruro sódico y cloruro cálcico, parece
dominar el primero, explicándose los cambios en las concentraciones de calcio como
consecuencia de los procesos de precipitación del carbonato cálcico.

Tabla 4.4. Solubilidades de las principales sales disueltas en el agua, expresadas en g


Kg-1 de agua.

Solubilidad Tª (ºC)
CaCO3 0.013 18
CaSO4 2.016 18
MgCO3 0.43 18
NaHCO3 96 20
Na2SO4 193 20
NaCO3 213 20
NaCl 358 20
MgSO4 355 20
MgCl2 546 20
CaCL2 745 20

Los efectos antropogénicos en la cuenca del Río Palmones se reflejan


fundamentalmente en el embalse de Charco Redondo y en el vertido de aguas residuales. La
primera de las alteraciones produce un incremento generalizado de todos los cationes entre
E2 y E3 del 51.1, 97.1, 56.2 y 41.2 %, respectivamente para el Na+, K+, Ca2+ y Mg2+. El
efecto sobre los aniones, no es tan claro, destacando el incremento medio superior al 150 %
del sulfato. De los vertidos de aguas residuales estudiados, sólo el obtenido en E5 (muestreo
de julio de 1999), produjo incrementos en todos los iones, salvo en el calcio y el sulfato,
mientras que las aguas residuales de las EDAR de Los Barrios y El Acebuchal, sólo
afectarían de manera importante a las concentraciones del fluoruro, calcio y sodio, debido a
las altas concentraciones obtenidas en los vertidos. Es difícil de determinar la contaminación
por fertilizantes y pesticidas en la cuenca, por encontrarse las explotaciones agrícolas entre
las estaciones 5 y 7, coincidiendo con el ensanchamiento del cauce y el vertido de las aguas
residuales procedentes de la EDAR de Los Barrios.

127
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Discusión

En la figura 4.1 se presenta un diagrama que resume los principales procesos que
controlan la concentración de sales de las aguas superficiales del mundo, atendiendo a la
salinidad y a la relación Na+/(Na+ + Ca2+) (Gibbs, 1970). El Río Palmones (tomado como la
media de la siete primeras estaciones) se representa entre el Ganges y el Níger, con una
concentración de sales disueltas superior a 100 mg l-1 y un porcentaje relativo Na+/(Na+ +
Ca2+) superior al 50 %. La meteorización de las rocas se presenta como la causa fundamental
que controla la composición química del agua superficial de este río.
CONCENTRACIÓN DEL TOTAL DE SALES DISUELTAS (mg l-1)

AGUA DE MAR

PREDOMINANCIA
DE LA
EVAPORACIÓN

Palmones
METEORIZACIÓN

PREDOMINANCIA
DE LA
PRECIPITACIÓN

Relación ponderal Na+ / (Na+ + Ca2+) Relación ponderal Na+ / (Na+ + Ca2+)

Figura 4.1. Relación ponderal Na+/(Na+ + Ca2+) en función de la concentración total


de sales disueltas en mg l-1 para una serie de ríos (círculos negros) y mares (triángulos
negros), incluyendo el valor medio del Río Palmones. Se indican variaciones estacionales en
algunos ríos (según Gibbs, 1970).

128
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Discusión

A nivel mundial, en los sistemas fluviales se da una dominancia del calcio sobre el
resto de los cationes: Ca2+ > Mg2+ > Na+ > K+ y del bicarbonato sobre los demás aniones:
HCO3- > SO42- > Cl-. Sin embargo, en Palmones se obtienen relaciones diferentes, siendo el
sodio el catión más abundante y los cloruros los segundos en importancia dentro de los
aniones (Na+ > Ca2+ > Mg2+ > K+ y HCO3- > Cl- > SO42-), similar a lo obtenido por otros
autores en zonas costeras (Moreno et al., 1995; Kimbadi et al., 1999). En las figuras 3.7 y
3.10 se presentan mediante diagramas triangulares las proporciones catiónicas y aniónicas (en
moles) de los diferentes muestreos analizados. Este tipo de diagramas es muy útil a la hora de
diferenciar distintas masas de agua, siendo muchos los trabajos en los que han sido
empleados (Avila, 1984; Crecer et al., 1997). Atendiendo a los resultados, podemos decir que
el agua de Palmones es carbonatada y sódica, existiendo una clara diferencia entre las
estaciones atalásica y las del estuario, estando estas últimas dominadas por el cloruro y el
sodio. En el muestreo de enero de 2000, dada las salinidades tan bajas obtenidas en el
estuario, se rompe esta regla, existiendo en E8 (contenido en sales de 0.14 g l-1) la misma
relación de aniones que en las primeras estaciones, en E9 (0.69 g l-1) concentraciones más
altas de carbonatos que de sulfatos y sólo en E10 (5.76 g l-1) las proporciones vuelven a ser
las normales del agua de mar. Esta relación entre los diferentes aniones y el contenido en
sales coincide con lo expuesto por otros autores (Catalán, 1981; Custodio & Llamas, 1983).

El intercambio de iones entre el suelo y el agua intersticial, se da de una manera más


intensa y directa que con el agua superficial, al estar más condicionada a los procesos de
solubilización de los suelos y al flujo entre el agua y el sedimento. Así, procesos de
intercambio iónico entre el Na+ y el Ca2+, o entre el mg2+ y el Fe2+ (O´Neill, 1993), junto con
la precipitación de calcita o las diferencias en la capacidad de cambio de cationes,
condicionan las concentraciones existentes en el agua intersticial. La composición del
sedimento juega un importante papel en las concentraciones posibles de cada catión en el
agua, existiendo grandes diferencias entre los distintos componentes (tabla 4.5). Así, la
materia orgánica es capaz de intercambiar 100 veces más cationes que el cuarzo. En nuestro
caso, debido a la composición mayoritaria de cuarzo existente en el sedimento, los máximos
obtenidos para los diferentes cationes coinciden con valores altos de materia orgánica. Los
procesos de formación de minerales en el sedimento (calcita, dolomita o fluorapatito), se
producen principalmente en las estaciones del estuario y en E7, por ser allí donde se han
registrado formando parte del sedimento. Todos estos factores, propician que las

129
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Discusión

concentraciones de los iones en el agua intersticial, presenten diferencias significativas a


nivel espacial y temporal, con mayores variaciones que las obtenidas en el agua superficial.

Tabla 4.5. Capacidad de cambio de cationes de distintos componentes del suelo,


expresado en miliequivalentes por Kg de peso seco (extraído de O´Neill, 1993).

Materia húmica 150 a 500


Vermiculita 100 a 150
Montmorillonita 80 a 150
Ilita 10 a 50
Caolinita 3 a 15
Cuarzo, feldespato, basalto 1a3

Las concentraciones obtenidas en el agua intersticial, salvo casos particulares, fueron


siempre superiores a las existentes en el agua superficial, por las razones ya explicadas. En la
tabla 4.6 se presentan los incrementos medios de concentración en el agua intersticial, frente
a los existentes en el agua superficial (valores positivos, indican mayores concentraciones
intersticiales que superficiales). Las concentraciones de todos los iones presentan grandes
incrementos en el agua intersticial, sin embargo, se aprecian importantes diferencias. Así,
destacan los escasos incrementos existentes en el agua intersticial de las dos últimas
estaciones, frente a lo obtenido en las demás. Un importante gradiente de concentraciones
entre el sedimento y el agua superficial, produce un aumento en los flujos, sin embargo, ¿por
qué estos incrementos tan grandes en las ocho primeras estaciones?. Dadas las características
de estas estaciones, parece impensable la existencia de importantes procesos de liberación
desde el sedimento al agua intersticial, lo cual permite plantear como hipótesis la existencia
de un sistema agua-sedimento más estático en estas estaciones que en las dos últimas. Se
presenta un modelo dominado por los aportes desde el agua al sedimento en forma
particulada (con correlaciones positivas entre los sólidos en suspensión y la granulometría
fina del sedimento) y un una liberación de las fracciones solubles hacia el agua, más lenta de
lo esperable.

130
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Discusión

Sólo el fluoruro plantea diferencias de comportamiento, con incrementos mayores en


las estaciones estuaricas (sobre todo en E9), coincidiendo con la aparición en el sedimento de
fluorapatito, lo que demuestra la formación in situ de este mineral en dichas estaciones.

Tabla 4.6. Porcentajes medios de variación de las concentraciones de los diferentes


iones en el agua intersticial, en relación a las existentes en el agua superficial. Expresadas
como (([agua intersticial]*100/[agua superficial])-100).

E1 E2 E3 E4 E5
2+
Ca 172,2 108,3 105,2 435,9 88,0
Mg2+ 92,3 103,5 98,3 460,2 87,5
Na+ 50,0 56,7 118,3 192,2 92,1
K+ 254,4 158,6 89,7 539,4 79,2
Cl- 139,1 169,5 240,2 322,0 141,8
SO42- 198,6 210,8 143,6 330,9 175,4
F- 489,4 330,2 805,8 359,5 667,3
Br- -14,3 89,7 133,4 316,8 60,6

E6 E7 E8 E9 E10
2+
Ca 246,8 401,0 144,5 11,6 32,4
Mg2+ 356,1 406,5 158,6 78,1 42,8
Na+ 259,4 329,4 148,1 75,7 54,0
K+ 250,5 463,0 205,0 91,6 97,8
Cl- 324,2 197,4 204,8 40,3 49,4
SO42- 142,9 336,1 117,1 37,5 60,9
F- 566,1 110,3 538,9 1395,9 372,1
Br- 4,1 145,9 183,5 -16,9 34,7

En este trabajo, se ha empleado la cromatografía iónica para la determinación de un


gran número de iones. Este es un método poco aplicado en estudios de caracterización de
cuencas. Esta técnica, permite la medida simultánea de los aniones y cationes, evitando así
posibles procesos que afecten a una o más variables y el empleo de diversas técnicas y
metodologías diferentes, lo que facilita las comparaciones. Así, en las tablas 3.6 y 3.7 se
presentan las correlaciones entre los diferentes iones en el agua superficial de todas las
estaciones y de las estaciones atalásicas, respectivamente. Las diferencias obtenidas entre
ambas tablas, muestran el comportamiento diferente seguido por los iones en el estuario y en

131
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Discusión

las estaciones de agua dulce. En las primeras, las altas correlaciones positivas existentes entre
los iones (salvo el fluoruro), con valores siempre superiores a 0.92, sugieren la similitud en
los procesos que sufren a lo largo del estuario, fundamentalmente relacionado con la marea y
la cuña salina. Sin embargo, los bajos valores de correlación obtenidos en las siete primeras
estaciones, reflejan diferencias significativas de comportamiento entre cationes monovalentes
y divalentes, así como entre iones conservativos y aquellos que juegan un papel más
importante en los procesos biológicos (e.g. K+ y SO42-), poniendo de manifiesto además, los
diferentes orígenes y procesos de cada uno de ellos.

El fluoruro es sin duda, el ión más atípico de todos los analizados en este estudio, con
correlaciones menores con el resto de los iones, que con otras variables estudiadas (e.g. las
formas particuladas) (tabla 3.6). Es interesante observar las diferencias existentes entre las
correlaciones en el agua superficial e intersticial (tabla 3.9). En esta última, las correlaciones
positivas se dieron entre todos los iones, salvo el fluoruro y el calcio, mostrando éste un
comportamiento diferente con respecto al registrado en el agua superficial, relacionado con
los procesos de precipitación de calcita y formación de fluorapatito.

En la tabla 4.3, se presentan las concentraciones medias de los principales iones en las
aguas de algunos ríos, incluyendo la media europea. Los datos muestran la existencia de una
gran heterogeneidad en los resultados. La tabla, no sólo presenta grandes diferencias de
concentraciones, sino que también, refleja cambios en las proporciones entre los diferentes
iones. En el Río Palmones, las concentraciones de sodio y cloruros son más elevadas que en
el resto de los ejemplos (a excepción del Río Chícamo), mostrando el efecto que tiene la
proximidad al mar, más aún si observamos los bajos valores de calcio y sulfato obtenidos.
Las altas concentraciones de sodio, cloruros y sulfatos obtenidos en el agua de lluvia, unido
al efecto esperado de la brisa marina y la nieblas existentes en la zona, enfatizan la
importancia de éstos agentes en la composición de las aguas de Palmones. Las diferencias
entre las concentraciones medias obtenidas en el agua de lluvia y en las primeras siete
estaciones del río, se deben al efecto condensador del sector fluvial. Así, asumiendo la alta
variabilidad existente en el agua de lluvia y en las muestras analizadas, podríamos establecer
el incremento debido a los procesos de la cuenca para el Ca2+ (x 8), el Mg2+ (x 5), el Na+ (x
4), el K+ (x 13), el Cl- (x 3) y el SO42- (x 5). Estos resultados, muestran un menor efecto
condensador del cloruro y del sodio, frente a importantes incrementos de calcio y potasio.

132
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Discusión

4.1.4.- Consideraciones generales


Las variables físico-químicas, reflejan una gran heterogeneidad espacial y temporal en
el río. Los cambios en el caudal, relacionados con las tasas de precipitación y de evaporación,
son los responsables finales de la variabilidad estacional. Variabilidad que se observa no sólo
entre muestreos opuestos (enero de 2001 con los muestreos estivales), sino también si
comparamos los resultados obtenidos en los tres muestreos tomados en el mes de mayo desde
1999 hasta 2001.

Las características litológicas de la cuenca, junto con el aporte procedente de la lluvia


y las brumas, son los factores que más influyen en las concentraciones iónicas obtenidas,
siendo la litología el factor que mayor importancia tiene en la variabilidad espacial del
sistema, estando los impactos antropogénicos relegados a un segundo plano. El caudal,
influye de manera importante también en la distribución de las partículas en suspensión y en
la heterogeneidad tan alta obtenida en el sedimento, con alternancia de fracciones finas y
gruesas, sin seguir el patrón esperado en los ríos, con sedimentos cada vez más finos y mejor
seleccionados a medida que nos acercamos a la desembocadura. Especial interés tiene la alta
variabilidad granulométrica obtenida en el estuario, afectando de manera importante a todos
los procesos que ocurren en el sedimento (Estacio et al., 1999; Moreno, 2002).

4.2.- Nutrientes
Las variables físico-químicas permiten obtener una caracterización de la cuenca
atendiendo fundamentalmente a factores abióticos. Sin embargo, el interés existente en la
actualidad por los ríos radica en el estudio de los procesos que afectan a las comunidades
fluviales, estudiando el estado trófico del sistema. La contaminación de las aguas y la
regulación hídrica, han alterado notablemente las características de los sistemas fluviales en
las últimas décadas, afectando negativamente a la calidad del agua. Es evidente que la
caracterización ha de incluir un estudio de las variables tróficas del sistema, mostrando un
especial interés en los nutrientes limitantes para la producción primaria, sin olvidar las
relaciones existentes entre los diferentes sistemas (agua superficial-agua intersticial-
sedimento).

133
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Discusión

4.2.1.- Del agua

4.2.1.1.- Fósforo

Parece oportuno empezar explicando las distribuciones y procesos que influyen en las
concentraciones de fósforo al estar éste considerado el nutriente limitante de la producción
primaria en los sistemas fluviales.

El fósforo del agua se ha determinado en diferentes fracciones atendiendo a su


naturaleza en soluble y particulado. El fósforo soluble está formado por la fracción soluble
reactiva (SRP), constituida principalmente por las formas disociadas del ácido ortofosfórico
(formas inorgánicas de rápida asimilación por los organismos) y la fracción soluble no
reactiva (SNRP), que agrupa ácidos orgánicos, ésteres de fosfato y polifosfatos, siendo
fundamentalmente asimilables vía hidrólisis enzimática (Schaffner & Oglesby, 1978). La
fracción particulada, está constituida por todo el fósforo orgánico particulado, el absorbido a
partículas y aquel que está formando parte de precipitados o del material de origen detrítico
existente en el agua. Si la fracción SRP es la más importante para la producción fotosintética,
no hay que olvidar el importante papel que ejercen las otras dos fracciones como reservas de
fósforo y como moduladores del ciclo de este elemento, disminuyendo la velocidad de los
procesos.

En los ríos y estuarios, la dinámica del fosfato en el agua superficial está influenciada
por una gran cantidad de variables, destacando: la naturaleza litológica de la cuenca
(McKelvey, 1973; Wood et al., 1984), hidrología (Rigler, 1979; Munn & Prepas, 1986;
Clavero et al., 1997a), temperatura (Klotz, 1988; Martí & Sabater, 1996), salinidad (Fox,
1993; Clavero et al., 1993), efectos antropogénicos (Meybeck, 1982; Prairie & Kalff, 1988a;
House & Denison, 1997; House et al., 1997), interacciones con los organismos (Klotz, 1985;
Hernández et al., 1993; Fernández et al., 1997), procesos de adsorción-desorción con el
material en suspensión (Li et al., 1972; Furumai et al., 1989), relaciones de precipitación
(Otsuki & Wetzel, 1972; Carlsson et al., 1997) y procesos de intercambio con el sedimento
(Böstrom et al., 1982; Clavero et al., 2000).

A diferencia de los principales iones, el porcentaje en peso de fósforo en las rocas de


la corteza terrestre es muy inferior al 0.1 %, considerándose éste como un elemento traza
(Brink, 1978). Las concentraciones permanecieron constantes en las primeras estaciones,
donde se obtuvieron valores altos de cationes y aniones. Así, la litología pasa de ser el factor
más importante en la heterogeneidad espacial de las variables físico-químicas a ejercer

134
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Discusión

apenas influencia en el fosfato. Algo parecido ocurre con las lluvias, con concentraciones
sólo algo mayores que las obtenidas en algunos muestreos en las estaciones de cabecera (0.53
µmol l-1), debido a que en la atmósfera no hay fósforo, excepto en las partículas de polvo y en
los microorganismos existentes (Fuller, 1972).

Las diferencias entre las variables físico-químicas y las tróficas, siguen aumentando al
estudiar el efecto del caudal. Esta variable, fundamental para explicar la variabilidad temporal
de los iones, aparece sin correlación significativa con las concentraciones de SRP, sólo
existiendo una relación positiva con la fracción particulada. ¿Cómo explicar la variabilidad
de este nutriente?. Para ello, hay que profundizar el estudio de los efectos antropogénicos y
las interacciones con los organismos.

Al no existir altas concentraciones de fósforo en las rocas de la cuenca, el agua que


obtenemos en E3, posee las mismas concentraciones existentes en E2, sin que se aprecie
efecto alguno del embalse. Donde se observa y de manera clara los efectos antropogénicos es
en los vertidos de aguas residuales (tabla 4.1). Este aporte, explica las altas concentraciones
obtenidas en E5 (julio de 1999), en E7 y E9. En el primero de los casos, incrementa más de
setenta veces la concentración normal en ese punto, mientras que en las otras dos estaciones,
el efecto es dispar. Existieron muestreos con valores altos (e.g. 12.5 µmol l-1 en E7 de mayo
de 1999 o 42.0 µmol l-1 en E9 de varios muestreos), alternando con otros de concentraciones
más próximas a las estaciones previas (e.g. 0.4 µmol l-1 en E7 de julio de 1999). Parece claro
que esta variabilidad no se puede explicar atendiendo a importantes fluctuaciones de la carga
vertida por las depuradoras, mostrando así, el papel que otros factores tienen en la
concentración de esta variable.

Es sabido el efecto que el fosfato ejerce como limitante de la producción primaria y la


actividad bacteriana en ríos (e.g. Horner & Welch, 1981, Hart & Robinson, 1990). Aunque
las bacterias y otros organismos puedan excretar fosfatos al medio, lo normal es presentar
estas comunidades como consumidoras de fósforo y nitrógeno, influyendo de manera
importante en las concentraciones de estos nutrientes. En nuestro caso, los valores más
elevados de clorofila a, (como indicador de la abundancia fitoplanctónica), se localizaron en
las estaciones 5, 7 y 9, justo donde se registraron los máximos de fosfato. Sin embargo, si
tenemos en cuenta las necesidades de la comunidad bacteriana, del “epilitum” (organismos
que viven sobre sustrato rocoso, muy abundantes en el curso alto), y en el estuario: de las
comunidades de macrofitos (ulvaceas) y del tapete microbiano (Hernández et al., 1997;

135
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Discusión

Carrasco, 2002), el consumo del fitoplancton puede ser sólo una pequeña parte del consumo
total.

La actividad biológica tiene además, una gran importancia en las concentraciones de


las otras dos fracciones de fósforo en el agua. Así, en la fracción SNRP, interviene en la
liberación de esta fracción (exudación de compuestos orgánicos fosfatados por medio del
metabolismo o por muerte y posterior lisis celular) y en la transformación a SRP, vía
actividad enzimática. La actividad fosfatasa llevada a cabo por los macrófitos, el plancton y
las bacterias, produce la hidrólisis de ésteres de fósforo liberando fosfato al medio. Este es un
proceso rápido, que puede condicionar la permanencia de SNRP en el agua a sólo unas horas
(Van Wazer, 1973). Generalmente, esta actividad aparece cuando las concentraciones de
fosfato en el agua son bajas, si bien, durante periodos de intensa actividad primaria, la
relación entre la actividad fosfatasa y la concentración de fosfato puede ser directa (Lean et
al,. 1983). Pérez-Pastor et al. (1999), determinaron que la principal actividad fosfatasa
alcalina (APA) en el Río Palmones era la debida a la fracción soluble (menor de 0.2 µm),
mientras que en el estuario, la actividad dominante era la obtenida en partículas entre 0.2 y 2
µm de tamaño, alcanzando valores de Km 32 µM y Vmax 154 nM h-1 en la estación E9. A
este efecto, hay que sumarle el llevado a cabo por los macrófitos del estuario, que es
notablemente superior al producido por el plancton y las bacterias. Estos valores, demuestran
la importancia de la actividad fosfatasa como fuente de fosfato, sobre todo en las estaciones
del estuario y en E7, donde las concentraciones de SNRP fueron superiores a las de SRP,
coincidiendo con los puntos de vertido y los máximos de clorofila a.

La otra fracción de fósforo en el agua es la fracción particulada total. Ésta presentó


una gran similitud con la soluble reactiva, estando correlacionada de forma positiva con ella.
Sin embargo, debido al carácter heterogéneo que tiene, se obtuvieron algunas claras
diferencias.

El efecto de la actividad biológica es fundamental, al incluirse en esta fracción todo el


fósforo existente en la comunidad planctónica y en el material orgánico particulado,
procedente de las plantas y animales de la cuenca. En ríos pequeños, la incorporación de
fosfato por el seston, puede ser casi indetectable, sin embargo a medida que el río es mayor,
la importancia del seston crece, llegando a ser casi la principal forma de retirada del fosfato
en aquellos ríos con una comunidad fitoplanctónica importante (Paul et al., 1989). Siendo

136
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Discusión

claro en los muestreos con los menores caudales, coincidiendo los máximos de TPP con los
de clorofila a.

Además de la actividad biológica, existen reacciones físico-químicas que relacionan la


fracción particulada con la soluble reactiva. Esta interacción está principalmente controlada
por procesos reversibles de adsorción-desorción, dependientes en gran medida de los valores
de pH, temperatura, salinidad, naturaleza y cantidad de los sólidos, así como de las
concentraciones de fosfato existentes en el agua. Todos estos factores condicionan la
concentración de fosfato en equilibrio (EPC), definida como la concentración de fosfato en el
agua a la que no se dan ninguno de los procesos, ni de adsorción ni de desorción.

En el trabajo de Clavero (1992), se presentan valores de EPC de 0.78 µmol l-1 en el


sedimento oxigénico del estuario del Río Palmones. Si asumimos que el material en
suspensión posee un EPC parecido, lo que tendríamos en el estuario es una alta afinidad del
fosfato para unirse a compuestos de hierro, aluminio o calcio, ya que las concentraciones de
fosfato en el agua del estuario fueron siempre muy superiores al valor de EPC. En el río,
aunque se carezcan de valores de EPC, dadas las bajas concentraciones de SRP encontradas
en la mayoría de las estaciones, hace suponer que dominan los procesos de desorción.

Según diversos autores (e.g. Reckhow et al., 1980; Prairie et al., 1988), la proporción
de TPP puede llegar a representar el 90 % de la cantidad total del fósforo que transportan los
ríos. En este estudio, se observa como su proporción es menos importante que la de las
formas solubles, con un valor medio del 21.0 % (tabla 3.1). Sin embargo, debido a procesos
como la precipitación de compuestos minerales insolubles (principalmente con hierro,
aluminio y calcio), al descenso de la velocidad de la corriente en E7 o por el efecto depurador
de las zonas húmedas y marismas, esta variable tiene un papel importante en la retirada del
fósforo del agua y por lo tanto, en ciclo general de este nutriente.

Todas estas reacciones, ocurren dentro de la columna de agua, sin embargo, no hay
que olvidar que el flujo desde o hacia el sedimento, es uno de los factores más importantes
que regulan la distribución del fósforo en el agua. Para que se pueda producir flujo, ha de
existir un gradiente de concentraciones entre el agua superficial e intersticial, influenciado
por otras variables como la temperatura, las características del sedimento, los procesos de
absorción-desorción, sin olvidar la actividad biológica (Clavero et al., 1991; 1992). El SRP
intersticial, mostró unos valores generalmente superiores a los obtenidos en la superficie, con
una mayor variabilidad estacional y temporal (al igual que en el caso de los iones). Las

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Discusión

concentraciones obtenidas son el resultado de intensos procesos, tanto físicos como


biológicos, con las diferentes fracciones de fósforo en el sedimento (como ya se verá en el
apartado de sedimento).

Los valores de flujo desde el sedimento al agua en el estuario, comprendidos entre


266 y 1597 µmol m-2 d-1 (Clavero et al., 2000), presentan a los flujos como una de las fuentes
de fosfato más importante en nuestro sistema, existiendo una gran variabilidad temporal, con
máximos en verano y mínimos en invierno. Existe un importante feedback positivo en
Palmones, acelerando los procesos y reduciendo el tiempo de residencia de este nutriente en
el agua.

4.2.1.2.- Nitrógeno

Si el fósforo es el nutriente limitante en los medios lóticos, el nitrógeno es el siguiente


nutriente en importancia. Las relaciones obtenidas entre las fracciones inorgánicas de
nitrógeno y fósforo en nuestro sistema, así lo reflejan, con índices N:P muy superiores a la
relación propuesta por Redfield et al. (1963).

A diferencia del fósforo, el nitrógeno inorgánico existe en la naturaleza en numerosas


formas, con diferentes estados de oxidación (N2, NH3/NH4+, N2O, NO, N2O2, NO2- y NO3-).
El ciclo del nitrógeno es complejo, existiendo múltiples relaciones entre las diferentes formas
y medios (figura 4.2). Destacan: la incorporación de nitrógeno al medio acuático gracias a la
fijación de nitrógeno atmosférico, la transformación de nitrógeno orgánico en amonio
(amonificación) y de amonio a nitrito y posteriormente a nitrato (nitrificación), además de la
pérdida de nitrógeno, vía formación de nitrógeno molecular u otros compuestos gaseosos de
nitrógeno (N2O, N2O2, NO), llevada a cabo en la desnitrificación.

Las distribuciones de nitrito y amonio, presentaron concentraciones bajas en las seis


primeras estaciones, comparándolas con las obtenidas en E7 y en el estuario. La distribución
seguida por el nitrato en los diferentes muestreos fue más irregular, con concentraciones de
igual rango en el estuario que en la zona de agua dulce. La ausencia de correlaciones
significativas entre el amonio y las otras dos formas nitrogenadas; la relación positiva
existente entre el nitrito y el nitrato en el estuario y el nitrito y amonio en las estaciones
dulceaquícolas, así como entre el amonio y el fosfato, muestran comportamientos claramente
diferenciados.

El nitrógeno de las rocas se origina durante la diagénesis a partir de la materia


orgánica existente en el sedimento (Boyce et al., 1976; Holloway et al., 1998), junto con el

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Discusión

amonio fijado a minerales como la ilita o la montmorillonita (Krohm et al., 1988). Sin
embargo, la litología afecta mas al nitrato que al amonio, debido a la carga negativa del
nitrato que le permite moverse mejor por el agua intersticial que el amonio (Holloway et al.,
2001). Si tenemos en cuenta que en el embalse las concentraciones de nitrato rara vez
alcanzaron las concentraciones obtenidas en E3 (Lucena et al., 1993), las interacciones con la
litología del fondo del embalse o con los materiales de la presa explicarían el aumento de
nitrato obtenido tras la presa de Charco Redondo en todos los muestreos, incremento no
detectado en las concentraciones de amonio y nitrito.

Asimilación
Nitrógeno
Orgánico
Fijación de N2
Amonificación

Asimilación

Desnitrificación

NH4+ NH2OH N2 N2O NO NO2- NO3-

Nitrificación Nitrificación
Figura 4.2. Ciclo biogeoquímico del nitrógeno. Los cuadros muestran las diferentes
formas de nitrógeno y las flechas indican los procesos de transformación (adaptado de
Fenchel & Blackburn, 1979).

La precipitación, es sin duda uno de los factores determinantes en las concentraciones


de nitrato y amonio en el agua de los ríos. Los valores medios obtenidos en el agua de lluvia
fueron 8.0 y 1.9 µmol l-1 de nitrato y amonio, respectivamente. Estas concentraciones,
destacando las de nitrato, se deben a la situación costera existente y a la actividad industrial
de la zona, siendo superiores a las obtenidas en muchas muestras de agua superficial. La
importancia de la deposición atmosférica es tal, que puede ser la fuente principal de nitrógeno
en zonas poco afectadas por la actividad antrópogénica (Valiela & Bowen, 2002), así como
afectar a la composición del nitrógeno en los suelos de zonas con alta contaminación
atmosférica (Padgett et al., 1999).

139
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Discusión

La actividad antropogénica se centra en el uso de fertilizantes y el vertido de


compuestos nitrogenados, bien vía atmosférica o vía aguas residuales. Las concentraciones
existentes en los vertidos de las depuradoras, muestran concentraciones de amonio superiores
a 1700 µmol l-1, más de 200 veces superiores a las concentraciones registradas de nitrato y
nitrito (tabla 4.1). Se observa la importancia que esta fuente tiene sobre el contenido de
amonio, al ser sin duda, el proceso alóctono que más concentración aporta al sistema, aunque
sea en puntos muy localizados.

Las algas y los demás microorganismos autótrofos tienden a emplear preferentemente


amonio en lugar de nitrato, ya que éste último ha de ser reducido en el interior de la célula vía
actividad enzimática (e.g. nitrato y nitrito reductasas), antes de ser incorporado a los
15
aminoácidos. Stanley & Hobbie (1981) usando N, comprobaron que la incorporación de
amonio por el fitoplancton de agua dulce era tres veces superior a la de nitrato. Como las
concentraciones de nitrato eran el doble de las de amonio, estimaron que el tiempo de
regeneración del amonio era seis veces más rápido que el del nitrato. Las concentraciones de
amonio en el Río Palmones, excepto en el estuario y en la estación 7, son aproximadamente
el 30 % de las de nitrato (tabla 3.2). Esto hace pensar que en esa zona, el tiempo de
regeneración del amonio sea bastante inferior al del nitrato (¿entre 9 y 10 veces?). La
correlación positiva obtenida entre el amonio y la clorofila a, sin obtener relaciones
significativas con el nitrato y nitrito, insinúa la preferencia por el amonio. Son interesantes las
relaciones obtenidas en la estación 7 de los muestreos estivales. En junio de 2001 (cuando el
río llevaba algo de caudal), se registraron máximos de cla, con mínimos de fosfato y amonio.
¿Permite esto suponer que la comunidad fitoplanctónica se encuentra en la fase asintótica
previa a la muerte y posterior sedimentación?.....SI. En julio de 1999 (cuando el río no vertía
agua al estuario), las concentraciones de todos los nutrientes y la clorofila a, marcaron
valores mínimos, mientras que en el sedimento se obtuvieron máximos superficiales de
materia orgánica. La ausencia de caudal que se registra en verano, unido a los importantes
vertidos procedentes de la EDAR de Los Barrios, hacen de esta zona un sistema de cultivo
cerrado para la materia, sólo abierto para los procesos de intercambio con la atmósfera.

Las correlaciones de los nutrientes en el agua superficial (tabla 3.5) presentan valores
positivos, lo que indica que no hay procesos antagónicos ni complementarios. Esto induce a
pensar que se están produciendo varias reacciones en el mismo sentido, probablemente
mineralizaciones a distinta velocidad. El fosfato y amonio son los nutrientes que rigen el
metabolismo del sistema, dadas las correlaciones positivas obtenidas con la clorofila a. En la

140
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Discusión

figura 4.3, se presenta un esquema que explica las relaciones existentes entre los nutrientes y
el fitoplancton. Las relaciones positivas obtenidas entre los nutrientes y la cla, indica que un
incremento en la concentración de los nutrientes, produce un aumento de la producción
primaria, incrementándose la eutrofización del sistema. Mientras que un descenso de los
nutrientes, ya sea por reducciones en los vertidos o por agotamiento de los nutrientes por
consumo fitoplanctónico, conlleva una disminución de los valores de clorofila, pasando el
sistema a unas condiciones más oligotróficas. La ausencia de correlación, hubiese sido
apropiado para sistemas controlados por un aporte puntual de nutrientes que desplaza el
sistema de un estado oligotrófico a una fase inicial de preproducción y posterior eutrofia,
seguido de una fase de internalización de nutrientes, para terminar en una nueva situación de
oligotrofia, y vuelta a empezar (posiblemente sea esto lo que ocurre en la estación 7).

NUTRIENTES
+ -

Internalización
+ Eutrofia de nutrientes
CLOROFILA a

Fase de
Oligotrofia
-

preproducción

Figura 4.3. Interpretación de las relaciones entre los nutrientes y la clorofila a


(modificación de Becerra, 2001).

Al igual que ocurre con la fracción de fósforo particulado, la actividad biológica


ejerce gran influencia en la fracción de nitrógeno particulado, estando ésta correlacionada
positivamente con la clorofila a y las demás variables particuladas del agua, sin embargo, no
se obtuvo una relación significativa con la descarga del río. La relación existente entre el
nitrógeno y el carbono particulado, así como entre el nitrógeno y el fósforo pariculado tienen
gran importancia para comprender el estado del sistema.

141
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Discusión

Los ríos, al ser sistemas de transporte desde tierra al mar, se caracterizan por soportar
elevadas cargas de materia orgánica de procedencia alóctona, con índices C:N muy altos (e.g.
entre 120:1 y 138:1 en bosques maduros (Vitousek et al., 1988)), separándose notablemente
de la relación propuesta por Redfield et al. (1963). Por eso la relación media C:N para todos
los ríos del mundo es de 11:1 (Meybeck, 1982). La mayoría de los valores obtenidos en
Palmones, son muy superiores a la relación de Redfield, sin embargo en general los valores
estuvieron por debajo de 11:1, mostrando un material en suspensión más rico en nitrógeno
que la media mundial. Los bajos índices obtenidos en el estuario, sobre todo en las estaciones
8 y 9, pueden explicarse si tenemos en cuenta que el agua de la depuradora de El Acebuchal
tiene un C:N de 5.3:1.

La relación entre las formas particuladas totales de nitrógeno y fósforo, presentó


valores mucho más próximos a 16:1, obteniéndose los mayores cocientes en la zona alta del
río y los más bajos en el estuario. Los bajos índices registrados en los muestreos con mayores
caudales, junto con la ausencia de correlación entre la fracción de nitrógeno particulado y el
caudal, reflejan la riqueza en fósforo de los materiales alóctonos procedentes de la erosión de
la cuenca y como las concentraciones de nitrógeno están más influenciadas por la existencia o
no de una comunidad fitoplanctónica importante en el agua.

Los procesos de fijación de nitrógeno y amonificación introducen nitrógeno


inorgánico al sistema, mientras que la desnitrificación lo retira. Estos procesos afectan a las
concentraciones de nitrógeno existentes en el agua. Así, las concentraciones tan altas de
amonio en las estaciones con vertidos de aguas residuales, se deben fundamentalmente a la
mineralización de las formas orgánicas a amonio (e.g. urea). Los procesos de desnitrificación
pueden llegar a retirar en un estuario hasta el 50 % del nitrato aportado por el río (Seitzinger
et al., 1984). En Palmones, el único estudio de desnitrificación realizado se llevó a cabo en
junio de 1997, obteniéndose tasas de desnitrificación entre 2.14 y 54.27 nmol N m-2 h-1 en E1
y E6, alcanzándose valores de 117.0 nmol N m-2 h-1 en E9 (García-Ruiz, comunicación
personal). Aunque los datos obtenidos, sean inferiores a otros estudios realizados en ríos (e.g.
García-Ruiz et al., 1998; Barnes & Owens, 1998), esta forma de retirada de nitrógeno, puede
llegar a tener un papel importante, sobre todo en aquellas estaciones con altos contenidos en
nitrógeno.

142
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Discusión

Al igual que ocurre con el fósforo, los flujos desde o hacia el sedimento ejercen una
gran influencia en las concentraciones de las diferentes formas existente en el agua
superficial.

La distribución de todas las formas de nitrógeno inorgánico en el agua intersticial


presentó una gran variabilidad temporal, con máximos localizados en las mismas estaciones
donde se registraron las mayores concentraciones superficiales. La variabilidad existente
muestra una gran relación con los procesos que se dan en el sedimento. Así, a los procesos de
solubilización o incorporación a minerales como la ilita o la montmorillonita, se unen la
amonificación de la materia orgánica, los procesos de desnitrificación que retiran nitrato y
producen N2, N2O, la oxidación del amonio y nitrito a nitrato en la nitrificación (que en
pequeños ríos se da fundamentalmente por nitrificadores bénticos (Cooper, 1984)) o la
fijación de nitrógeno por las bacterias del sedimento. En la tabla 4.7 se presentan las
desviaciones estándar integradas de todas las estaciones, obtenidas como la media de los
muestreo, para las diferentes formas de nitrógeno, fosfato y algunos iones. La variación
temporal de los nutrientes en el agua superficial fue muy superior a la observada en los iones,
lo que pone de manifiesto la mayor complejidad de sus ciclos frente al de las variables que
interaccionan menos con la biota. En el caso del fosfato y el amonio, las desviaciones
superaron el 92 %, mostrando la mayor importancia que sobre éstos tienen los vertidos de
aguas residuales, así como la mayor afinidad por ellos de los organismos autótrofos. En el
agua intersticial, la variabilidad de los iones creció, siendo comparable a la obtenida por el
fosfato y el amonio intersticial. Sin embargo, las concentraciones de nitrito y sobre todo de
nitrato presentaron variaciones temporales muy superiores (115 y 149 %, respectivamente).
¿Están estas variaciones relacionadas con procesos de desnitrificación y nitrificación?. La
mayor correlación existente entre el nitrato y el nitrito en el agua intersticial que en el agua
superficial, muestra una mayor dependencia del nitrito con respecto al nitrato; que unida a los
altos valores de alcalinidad total existentes en el agua intersticial, refuerzan la hipótesis de la
existencia de importantes procesos de nitrificación y desnitrificación en el sedimento. La
correlación existente entre la materia orgánica y el amonio intersticial (R2 = 0.78, n = 59),
relación inexistente con el nitrato y nitrito, reflejaría también la existencia de procesos de
amonificación.

Estudiando cada fracción por separado, se obtiene que las concentraciones de nitrato
son, en general, inferiores en el agua intersticial que en el agua superficial, mientras que el
nitrito mostró grandes diferencias entre estaciones (tabla 4.8). El amonio, presentó grandes

143
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Discusión

variaciones en el agua intersticial, con importantes cambios significativos en la abundancia


relativa del amonio (tabla 3.7). Se obtuvieron fuertes incrementos de esta fracción frente al
total inorgánico disuelto, alcanzando porcentajes medios superiores al 86 % en el agua
intersticial, mientras que en el agua superficial se alcanzaba una relación media del 47 %,
reflejando el carácter más reductor del sedimento.

Tabla 4.7. Valor medio de la desviación estándar, tomada a partir de las desviaciones
medias de cada estación. Los valores están expresados en µmol l-1 para los nutrientes y en
ppm para los iones.

Variable HPO42- NO3- NO2- NH4+ Cl- SO42- Na+ Ca2+ K+


A. Superficial 92.5 90.6 91.1 98.8 39.5 46.7 39.4 48.0 41.4
A. Intersticial 71.9 115.6 149.5 87.1 99.6 86.3 78.3 77.0 60.0

Tabla 4.8. Porcentajes medios de variación de las concentraciones de nitrógeno y


fosfato en el agua intersticial, en relación con las existentes en el agua superficial. Expresadas
como (([agua intersticial]*100/[agua superficial])-100).

Estaciones NO3- NO2- NH4+ SRP


E1 1050,8 258,6 3409,0 167.9
E2 1286,8 694,9 1108,9 266.2
E3 -56,0 62,1 3961,2 366.4
E4 -61,3 644,7 8182,6 588.8
E5 -60,7 187,8 8588,1 712.0
E6 -81,7 184,3 2835,0 221.4
E7 -82,1 -52,5 672,5 22.2
E8 -10,7 -52,1 6258,0 600.6
E9 0,3 -73,2 1030,1 369.7
E10 -58,6 -57,4 5137,5 200.6

144
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Discusión

Las diferencias obtenidas en las distribuciones y sobre todo en los gradientes entre el
agua superficial e intersticial, indican que los flujos de las dos formas más importantes de
nitrógeno tienen diferente signo. Así, en la mayoría de los estudios realizados, los flujos de
amonio son desde el sedimento al agua, mientras que los de nitrato van del agua al sedimento
(Nedwell & Trimmer, 1996; Ogilvie et al., 1997; Mortimer et al., 1998). Similares
conclusiones se han obtenido en el estuario de Palmones por Clavero et al. (2000), que
obtuvieron un flujo de amonio desde el sedimento al agua entre 3.2 y 9.6 mmol m-2 d-1 o los
obtenidos por Ponce et al. (en prensa), con flujos netos desde el sedimento al agua de fosfato
(0.4-8.0 mmol m-2 d-1) y amonio (15-40 mmol m-2 d-1) y desde el agua al sedimento de nitrito
(0.2-7.9 mmol m-2 d-1) y nitrato (1-40 mmol m-2 d-1). Estos resultados, unidos a las
diferencias de concentraciones obtenidas en este trabajo entre el agua intersticial y
superficial, muestran el papel del sedimento como fuente importante de fosfato y amonio y
como sumidero de nitrato y quizás también de nitrito. Si para los iones se planteó la hipótesis
de que el intercambio entre el sedimento y el agua adyacente, es alto sólo en las dos últimas
estaciones, debido a las ausencia de diferencias obtenidas en los nutrientes, esta hipótesis no
se les puede aplicar. Parece claro que el comportamiento de los iones, condicionado
fundamentalmente por procesos físico-químicos, no es similar al seguido por los nutrientes
con sus múltiples interacciones con la biota.

De la disparidad de fuentes y procesos obtenidos para las diferentes fracciones de


nitrógeno y el fosfato, se extrae la importancia que los aportes antropogénicos y el flujo desde
el sedimento tienen en la concentración de amonio y fosfato, estando el nitrato más
influenciado por la precipitación atmosférica y los procesos de nitrificación, así como las
pérdidas hacia el sedimento. Las concentraciones de nitrito, salvo aportes antropogénicos,
parecen estar controladas por procesos autóctonos de nitrificación y desnitrificación. Las
estaciones del estuario y E7, se caracterizan por un estado elevado de eutrofia, pudiendo
clasificarse como hipereutróficas. Sin embargo, no es tan claro el estado trófico de las
restantes estaciones.

En la tabla 4.9 se presenta un ejemplo de la alta variabilidad existente en las


concentraciones de los nutrientes en diferentes ríos. Las seis primeras estaciones, se
caracterizan por tener concentraciones intermedias. Lo cual, debido al amplio margen
existente, tampoco aclara demasiado acerca del estado trófico de estas estaciones. Según
Vollenweider (1968), un lago se considera eutrófico si la concentración de fósforo total es
mayor de 0.97 µmol l-1 y hipereutrófico si supera 3.22 µmol l-1. Aunque las concentraciones

145
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Discusión

de los nutrientes son más elevadas en sistemas lóticos, ¿dónde establecer los límites tróficos
en dichos sistemas acuáticos?. En Palmones, las concentraciones fueron siempre superiores a
0.97 µmol l-1, ¿son por eso eutróficas todas las estaciones, incluso aquellas en las que el
hombre no ejerce influencia alguna?.

Tabla 4.9. Concentración de los principales nutrientes y relación DIN/SRP en el agua


superficial de algunos ríos. Todas las concentraciones están expresadas en µmol l-1 y el
cociente DIN/SRP en relaciones molares. Los valores del Río Palmones son la media de las
seis primeras estaciones.

Localización HPO42- NO3- NO2- NH4+ DIN/SRP Fuente


Río Palmones 0.4 10.0 0.4 5.6 38.3 Esta tesis
Vidal-Abarca et
Río Chícamo (Murcia) 0.2 157.1 0.0 21.4 743.7
al., 2000
Arroyo La Solana Martí & Sabater,
0.2 12.9 - 1.1 56.0
(Barcelona) 1996
Arroyo Riera Mayor Martí & Sabater,
0.6 33.6 - 1.0 55.8
(Barcelona) 1996
Río Pisuerga (Cabezón
8.6 180.6 6.9 35.0 25.6 Vega et al., 1998
de Pisuerga)
Uncles et al.,
Río Aire (UK) * 55.0 600 33 84.0 13.0
1998
Uncles et al.,
Río Derwent (UK) * 6.0 220 4.0 4.0 38.0
1998
Kimbadi et al.,
Río Kabimba (Congo) 3.5 5.0 0.2 20.0 7.2
1999
Ohowa et al.,
Río Mkurumuji (Kenia) 0.8 0.5 0.0 0.5 1.2
1997
* Valores estivales

4.2.2.- Del sedimento


Dado el carácter fluctuante de las aguas corrientes, los fenómenos que afectan a las
relaciones entre el agua y el sedimento, presentan una regularidad menor que en lagos; sin
embargo, al igual que en estos sistemas, los sedimentos en los ríos son indicadores de las
características del agua, lo mismo que éstas lo son del estado de los vecinos ecosistemas
terrestres (Margalef, 1983).

146
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Discusión

El sedimento como ya se ha comentado, es fuente y sumidero, afectando notablemente


a las características existentes en el agua superficial: Sin embargo, el sedimento es algo más.
Es un sistema con numerosos procesos que sólo tienen cabida dentro de él, que controla de
manera directa la producción autótrofa y heterótrofa bentónica, estando interrelacionado con
el agua que discurre por la superficie. Todos estos factores muestran la importancia que tiene
la caracterización del sedimento, para conocer el estado trófico del sistema en su totalidad.

4.2.2.1. Fósforo

La composición del fósforo en el sedimento es variada, atendiendo a su composición,


origen y naturaleza. Aunque son muchos los métodos de análisis y las clasificaciones
existentes (Chang & Jackson, 1957; Williams et al., 1967; Sommers et al., 1972; Aspila et al.,
1976; Golterman, 1982; Ruttemberg, 1992; Pardo et al., 1999), se tiende a clasificar las
formas de fósforo en: inorgánicas unidas a metales, inorgánicas unidas a calcio y orgánicas.
Las primeras, constituyen la fracción de fósforo inorgánico no apatítico (NAIP), formada por
el fósforo unido a Fe3+ y Al3+ fundamentalmente, ya sea de forma lábil o formando minerales
más insolubles como la estrengita (FePO4.2H2O) o la variscita (AlPO4.2H2O). La segunda
fracción: inorgánica apatítica (AIP), incluye desde las formas mas solubles como el fosfato
mono y dicálcico, hasta los compuestos apatíticos (cloroapatito, hidroxiapatito y
fluorapatito), mucho más insolubles. La fracción orgánica está formada por todo el fósforo
existente en las comunidades del microbentos, en la materia vegetal y animal en
descomposición y adsorbido al humus.

Las concentraciones de las formas no apatíticas proceden de procesos de adsorción y


reacciones químicas llevadas a cabo dentro del cauce, ya sea en el agua o durante la
diagénesis en el sedimento. Normalmente, la concentración de NAIP decrece de forma más o
menos lineal entre la zona aeróbica del sedimento (superficie) y la anóxica, debido a la
actividad bacteriana y a la reducción de los compuestos metálicos, principalmente el hierro.
Cuando los valores de Eh son más reductores de –200 mV (Stumm & Morgan, 1981;
Golterman, 1995), el Fe3+ se reduce a Fe2+, liberando el fosfato al que estaba unido, siendo
ésta una de las principales fuentes de fosfato soluble en el agua intersticial (De Jonge et al.,
1993). El porcentaje de NAIP, con respecto al total obtenido, varió entre el 7.3 % en E1 y E2
y el 37.3 % en E10, lo que refleja la gran variabilidad espacial de fósforo fácilmente
asimilable por bacterias y algas.

147
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Discusión

Los valores de Eh medidos en el sedimento a 8 cm, fueron positivos en muchas


estaciones, alcanzando sólo valores negativos inferiores a –200 mV, en las estaciones 7, 9 y
10. Si las condiciones no son lo suficientemente reductoras, ya sea por la poca profundidad
del sedimento muestreado o por la naturaleza de éste, no se puede dar la solubilización de
esta forma. Estas razones, explicarían los perfiles ortógrados obtenidos en las seis primeras
estaciones con concentraciones muy inferiores a las obtenidas en E7. Sólo en esta estación y
en E9 se observaron descensos importantes de concentración en profundidad. Estos
gradientes se deben al importante aporte de fosfato procedente de las depuradoras de Los
Barrios y de El Acebuchal, así como a la existencia de potenciales redox suficientemente
reductores para solubilizar esta fracción. En E10, los máximos se obtuvieron a diferentes
profundidades, similar a lo obtenido por Izquierdo (2001). El desacuerdo con la teoría, puede
deberse al ciclo estacional observado en las concentraciones de Fe3+ en el sedimento de
marismas, asociado al uso de las bacterias sulfatoreductoras y a la producción de pirita (FeS)
(Paludan & Morris, 1999). Otra posible explicación radica en que la solubilización de los
óxidos de aluminio es independiente del potencial redox (Gotoh & Patrick, 1974).

En general, las concentraciones se mantuvieron sin diferencias significativas desde E1


a E6, incluyendo E8, con valores muy inferiores a los existentes en las estaciones 7, 9 y 10.
Al ser esta una fracción independiente de aportes alóctonos, no se obtuvieron diferencias
entre la estación anterior y posterior a la presa.

La fracción apatítica, a diferencias de la no apatítica, posee una componente alóctona


importante, al ser el apatito el único mineral de fósforo existente en las rocas de la cuenca
(Jones & Bowser, 1978). Diversos estudios realizados (e.g. Koutsoukos et al,. 1980;
Nancollas, 1984), ponen de manifiesto que el incremento de AIP está controlado por las
precipitaciones que se dan en el agua y en la superficie del sedimento, al formarse
compuestos insolubles con calcio y flúor, principalmente. Por otro lado, la proporción de AIP
aumenta con la profundidad en la mayoría de los sedimentos, como consecuencia de los
procesos diagenéticos (Williams & Mayer, 1972; Van Capellen & Berner, 1988; Ruttemberg
& Berner, 1993; Barbanti et al., 1995). En nuestro estudio, las diferencias en profundidad no
fueron significativas, además, los máximos se localizaron en general en la superficie o en los
primeros centímetros, con lo que se demuestra que los procesos diagenéticos se dan a mayor
profundidad de la muestreada, cobrando importancia los procesos de insolubilización
superficial.

148
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Discusión

La formulación química del fluorapatito (Ca10F(PO4)6), permite obtener el elemento


limitante en la formación de este mineral. En Palmones, las concentraciones de fosfato
obtenidas en el agua intersticial fueron en todas las estaciones muy inferiores a las requeridas,
atendiendo a las concentraciones existentes de flúor y calcio. Se presenta así el fósforo como
el elemento limitante para la formación in situ de fluorapatito, coincidiendo con lo obtenido
por otros autores (e.g. Van Capellen & Berner, 1988).

Aunque el método empleado de análisis (Pardo et el., 1999) no diferencie entre la


fracción detrítica y la autigénica, a diferencia de otros métodos (e.g. Ruttemberg, 1992); es
posible observar la doble naturaleza de esta fracción estudiando los resultados obtenidos. En
la figura 3.29b se representan los valores integrados en profundidad. En el curso alto del río,
se observaron altas concentraciones en E1 y E2, seguidas de valores muy inferiores en E3
(con una diferencia media de 215.9 µgP g-1PS). Como toda el agua que llega a la estación 3
procede de las filtraciones de la presa, las concentraciones obtenidas han de deberse
fundamentalmente a la formación in situ de AIP, asumiendo que las altas concentraciones
existentes en las estaciones anteriores muestran una importante componente detrítica. En el
curso medio, no se dieron diferencias significativas entre estaciones, con concentraciones
inferiores a las obtenidas en E1 y E2. En el estuario, los máximos de E10 y sobre todo de E9
fueron los resultados más destacables. En esta última estación, se obtuvieron mínimos
generalizados en el agua intersticial de calcio y máximos de fosfato, mostrando una intensa
formación in situ de compuestos apatíticos. Los mínimos en E9 se registraron en los
muestreos con mayores caudales del río y el máximo en el de menor caudal. Debido al efecto
de la carretera y la vía del tren, el agua dulce procedente del río se acumula en la zona alta del
estuario, afectando la descarga del río de una manera importante al sedimento de E9, sólo en
los periodos de intensas avenidas.

En la tabla 3.10, se presenta el porcentaje de AIP respecto al total inorgánico. Los


resultados muestran como esta fracción es la dominante en toda la cuenca, salvo en E3, donde
se dan concentraciones mayores de NAIP que de AIP. Los valores mas altos se obtuvieron en
las dos primeras estaciones, con porcentajes de más del 88 %. En el estuario y en E7, las
proporciones fueron próximos al 50%. No se obtuvieron, sin embargo, diferencias
importantes entre las distintas fechas de muestreo, mostrando como los procesos de erosión y
deposición afectan por igual a la relación entre ambas fracciones.

149
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Discusión

Aunque la fracción no apatítica es la más fácil de solubilizar, no está claro el papel


que la fracción apatítica puede tener como fuente de fosfato. Así, mientras autores como
O´Brien et al. (1990) o Lucotte et al. (1994) apuntan a que las formas de apatito autigénicas y
detríticas son refractarias, Smith et al. (1978) defienden que si puede ser una fuente
importante de fosfato para el crecimiento de microalgas y bacterias. Sin embargo, la fracción
que se suele considerar como la principal fuente de fosfato disuelto en el agua intersticial de
los sedimentos marinos y estuáricos, es la fracción orgánica procedente de la regeneración
bacteriana (Froelich et al., 1979; Berner, 1980; Krom & Berner, 1981).

Armengol et al. (1983) registraron máximos de TOP a 3 y 7 cm en el sedimento del


Embalse de Sau (Barcelona), Ruttemberg & Berner (1993) encontraron un descenso en
profundidad de la concentración de TOP en el Delta del Mississippi, Hupfer et al. (1995)
obtuvieron perfiles constantes en profundidad en sedimentos del Lago Sempach (Suiza). Las
tendencias son numerosas y variadas, como todo lo obtenido en este estudio. Así, aunque el
estudio estadístico indique que no existieron diferencias significativas en profundidad para el
total de estaciones, debido a la alta variabilidad, el comportamiento no fue el mismo en cada
una de ellas. En la zona de cabecera, se obtuvieron máximos a diferentes profundidades, sin
que se dieran tendencias claras. Desde E3 a E6, las concentraciones fueron inferiores a las
obtenidas en las dos estaciones primeras, obteniéndose los máximos a diferentes
profundidades. Las estaciones 7 y 9, volvieron a registrar las mayores concentraciones, con
importantes máximos superficiales. Los valores más altos en E7 se registraron en los
muestreos con mayores caudales, coincidiendo con los mínimos superficiales de E9. Esto
confirma una vez más la heterogeneidad que caracteriza los procesos existentes en el
sedimento. En E10, las concentraciones no mostraron máximos tan destacados como en la
estación anterior. Los mayores valores se obtuvieron entre 2 y 6 cm, coincidiendo con el
máximo en abundancia bacteriana (Clavero, 1992; Clavero et al., 1999a; Fuentes, datos no
publicados). Clavero (1992), concluyó que en el sedimento de E10, entre el 15 y el 20 % de
todo el fósforo orgánico se debía al existente en la comunidad bacteriana.

Las bacterias participan intensamente en la liberación de fósforo orgánico al agua


intersticial, gracias a la descomposición de la materia orgánica del sedimento. Reichardt
(1978) describió el importante papel que tiene la fosfatasa alcalina en el sedimento,
existiendo una alta correlación entre la biomasa bacteriana y la actividad fosfatasa alcalina
(APA). Hernández (1992) pone de manifiesto que la APA en bacterias, está inhibida al 91 %
a concentraciones de fosfato de 1 µmol l-1. Las concentraciones en todo el río fueron

150
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Discusión

superiores a ese valor (salvo en algunos muestreos), por lo que esta actividad enzimática se
supondría inhibida, siendo la incorporación directa de SRP la estrategia nutritiva usual de las
bacterias. Si bien, como ya se ha comentado en el agua superficial, cuando se dan elevadas
concentraciones de SRP, también se han detectado incrementos de APA, por lo que no queda
tan claro la importancia de esta actividad en el sedimento.

La distribución media, presentó un patrón parecido al seguido por las fracciones


inorgánicas, con valores altos en la cabecera y en las estaciones con vertidos (E7 y E9).
También se registra en esta fracción el efecto depurador del embalse, aunque con descensos
menos importantes que en la fracción apatítica (valor medio de 89.2 µgP g-1PS).

La relación TIP/TOP, nos muestra la naturaleza del material sedimentado, así como
los procesos dominantes en el sedimento. En el Río Palmones, la fracción más importante es
la inorgánica, con porcentajes que variaron en general entre valores inferiores a uno en E3 y
valores superiores a 3 (en el estuario). Las altas relaciones obtenida en E9, evidencian la
mayor importancia que tienen los vertidos de la EDAR y los procesos que ocurren en la
cabecera del estuario, en las fracciones inorgánicas. Es interesante detenerse en la estación
E10. En esta estación, antes de 1993, la fracción dominante era la orgánica, con relaciones
TIP/TOP de 0.3 a 0.5 (Clavero, 1992). Durante la sequía de 1993 a 1995, los valores se
incrementaron (entre 1 y 2), pasando a ser la fracción inorgánica la dominante (Clavero et al.,
1999b). En 1997, los porcentajes se incrementaron, obteniéndose valores superiores a 2.1
(Aviles, 1998), y por último en Palomo (1999), Izquierdo (2001) y en este trabajo, los
porcentajes alcanzaron valores superiores a 4.5. Se observa una dominancia cada vez mayor
de los procesos que dan lugar a compuestos inorgánicos, en detrimento de las formas
orgánicas.

La cantidad de metodologías analíticas existentes, produce que existan discrepancias


importantes entre el porcentaje de cada fracción extraída por los diferentes métodos. Esto
hace que la comparación sea cuestionable. Sin embargo, la fracción total muestra menores
diferencias, siendo “menos errónea” su comparación. Así, en la tabla 4.10 se presentan
algunos ejemplos de TPs en diferentes sistemas. Se observan grandes variaciones entre los
distintos ejemplos, con concentraciones altas en los ríos eutróficos Wiske y Aire y en los dos
embalses, junto con valores mucho menores en Lagunitas Creek y en el Lago George. En
nuestro estudio, las concentraciones de las primeras siete estaciones (salvo E3) variaron sin
diferencias significativas entre 200 y 600 µgP g-1PS. Los mínimos siempre se localizaron en

151
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Discusión

las estaciones 3 y 8, con medias próximas a 100 µgP g-1PS, mientras que los máximos se
obtuvieron en la estación 9, con concentraciones que alcanzaron más de 1000 µgP g-1PS.
Como se puede observar, los altos valores obtenidos en algunos ejemplos son muy superiores
a los registrados en Palmones, incluso en las estaciones más eutróficas. Aún así, las
concentraciones obtenidas son 2 ó 3 órdenes de magnitud superiores a las existentes en el
agua, mostrándose el sedimento como un importante reservorio de fósforo.

Localización Metodología TPs Fuente


Río Palmones Pardo et al., 1999 320 Esta tesis
Ruttemberg, 1992
LagoGeorge (Australia) 325 Baldwin, 1996
(SEDEX)
Embalse Sau Williams et al., 1971
1100 Armengol et al., 1983
(Barcelona) Sommers et al., 1972
Embalse Hume Ruttemberg, 1992
1500 Baldwin, 1996
(Australia) (SEDEX)
Owens & Walling,
Río Wiske (UK) Mehta et al., 1954 2033
2002
Owens & Walling,
Río Aire (UK) E6 Mehta et al., 1954 4148
2002
Lagunitas Creek (USA) Aspila et al., 1976 403 Vink et al., 1997
Estuario Yangtze
Hieltjes & Lijklema, 1980 527-691 Xu et al., 2001
(China)
Golterman & Booman
Manglar (G. Francesa) 788 Fabre et al., 1999
(1988)
Tabla 4.10. Concentraciones de fósforo total en diversos sedimentos (µgP g-1PS). Los
valores del Río Palmones son la media de las seis primeras estaciones.

Al sedimento se le asocia un efecto “memoria” de los procesos que han ocurrido en el


sistema, mucho mayor que al agua en movimiento. Este efecto, se presenta claro en la
estación 5. En el muestreo de julio de 1999 se produjo un vertido de aguas no tratadas, con el
consiguiente incremento de muchas de las variables estudiadas en el agua superficial.
Aumentos que no se registraron en los muestreos posteriores. Sin embargo, incluso varios
meses más tarde, las concentraciones intersticiales de algunos nutrientes se mantuvieron más
altas de la media y las fracciones de fósforo en el sedimento, también experimentaron
incrementos tras el vertido, que con el paso de los muestreos, se fueron localizando a una
mayor profundidad.

152
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Discusión

La complejidad de las relaciones entre las diferentes formas de fósforo en el


sedimento es muy intensa, haciendo posible la transformación de unas fracciones a otras. Así,
cuando el fósforo orgánico se descompone liberando fosfato al agua intersticial, éste puede
formar compuestos apatíticos autigénicos, incrementando de esa manera la fracción de AIP a
consta de la orgánica (e.g. Ruttemberg & Bener, 1993). O bien, cuando el fosfato se separa de
los compuestos de hierro en condiciones reductoras, éste puede unirse a calcio formando
nuevas formas de fósforo apatítico (e.g. Izquierdo, 2001).

En la figura 4.4 se presentan todos los procesos que afectan al ciclo del fósforo,
resumiendo lo explicado a lo largo de este capítulo. Se quiere remarcar la alta complejidad
del ciclo de este nutriente y lo necesario que es realizar un estudio mas o menos completo
para poder comprenderlo.

Fósforo alóctono Organismos

Fósforo particulado Fósforo alóctono


detrítico Particulado orgánico

Fósforo disuelto

Agua

Sedimento

Difusión Turbulencia Bioturbación

Fósforo disuelto
(en el agua intersticial)

pH, Eh, solubilidad


bacterias Bacterias

Fosfatasas

Fósforo inorgánico Fósforo orgánico


particulado particulado

Figura 4.4. Mecanismos de transporte y factores que afectan al intercambio de


fósforo disuelto entre el sediento y el agua (modificación de Böstrom et al., 1982).

153
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Discusión

4.2.2.2. Materia orgánica

La cantidad y composición química de la materia orgánica obtenida, es el resultado


del equilibrio entre los aportes externos, la producción autigénica y el consumo de los
organismos heterótrofos. Aparte, a los procesos de descomposición aeróbica iniciados en la
columna de agua, hay que sumarle los procesos metabólicos que se suceden en el sedimento.

Gerhardt (1992) estudió en el Río Breitenbach (Alemania) la importancia de los


aportes alóctonos en la materia orgánica obtenida en el sedimento. El aporte de las hojas de
los árboles de las riveras, así como los restos de las plantas de la orilla podían sobrepasar el
50 % de todo el contenido de materia orgánica. Los aportes particulados procedentes de las
aguas residuales, mas la biomasa de las comunidades del microfitobentos, de macrofitos y de
bacterias, también intervienen de forma importante en el porcentaje total (Cammen, 1980;
Plante-Cuny & Plante, 1986; Sabater et al., 2000; Carrasco, 2002; Moreno, 2002) .

La distribución obtenida de esta variable, presentó patrones en profundidad parecidos


a los observados en las fracciones de fósforo, sin existir diferencias significativas. Destacaron
los máximos superficiales obtenidos en E7 y E9 y los localizados en profundidad en la
estación E10. En esos casos, se alcanzaron porcentajes superiores al 14 %. Sin embargo, la
media en general estuvo muy por debajo, con importantes diferencias entre estaciones y
muestreos. Los valores máximos de E10, coinciden con lo observado por otros autores en esa
misma estación (Palomo, 2000; Izquierdo , 2001). El aporte procedente de las raíces de las
plantas de marisma, la mayor densidad de la comunidad bacteriana a esa profundidad, así
como el hecho de que en los primeros centímetros se favorece la degradación preferencial de
la materia orgánica (Grundmanis & Murray, 1982; Klump & Martens, 1987), pueden explicar
los máximos medidos en profundidad.

Las altas concentraciones medias obtenidas, presentan un sistema con elevado grado
de eutrofia, marcado por importantes diferencias espaciales y temporales. Los porcentajes
siguen las mismas tendencias obtenidas por las fracciones de fósforo, mostraron grandes
diferencias con valores entre 0.5 y 8.9 %. Destacan el efecto depurador de la presa de Charco
Redondo y la amplia variabilidad registrada en el tramo medio. En el estuario se registró un
fuerte incremento a medida que nos aproximamos a la desembocadura.

Debido a que el método empleado para la determinación de la materia orgánica no


hace diferencias entre las distintas fracciones, es difícil establecer la importancia que poseen
los aportes alóctonos frente al contenido existente en las comunidades del sedimento.

154
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Discusión

Numerosos autores (Grant & Hargrave, 1987; Graf, 1989; Gerhardt, 1992; Faviano et al.,
1995) han puesto de manifiesto la importancia de la materia orgánica del sedimento para la
comunidad de macroinvertebrados, ya que los organismos consumen sólo una pequeña parte
del detrito transportado por la corriente en los ríos (e.g. Fisher & likens, 1973; Dawson,
1980). La determinación del “carácter nutricional” de la materia orgánica se presenta
necesario para futuros estudios de relaciones tróficas en este sistema.

4.2.3. Consideraciones generales


A diferencia de los resultados obtenidos en el agua superficial, las concentraciones de
fósforo y materia orgánica en el sedimento presentan una menor variabilidad espacial con
pocas diferencias significativas entre estaciones. La ausencia de diferencias significativas
entre las cuatro estaciones del curso medio, refleja un patrón diferente al esperado en otros
sistemas, con concentraciones crecientes conforme nos acercamos a la desembocadura, lo que
muestra el escaso efecto acumulador ejercido por el sector fluvial. Sin embargo, queda claro
el papel depurador desempeñado por el embalse, por los menores valores tras la presa. Sólo la
fracción de fósforo no apatítica, dominada por la formación autigénica, no presenta este
efecto. La relación entre la granulometría y las diferentes variables del sedimento, explica las
diferencias espaciales y temporales obtenidas, con un marcado efecto en la estación 8. En esta
estación, la granulometría es arena media, mucho más gruesa que las obtenidas en las otras
dos estaciones del estuario. Esta es la razón de las bajas concentraciones existentes tanto en
las variables del sedimento como en el agua intersticial. Similares relaciones, entre la
granulometría y las formas de fósforo en el sedimento, han sido obtenidas por otros autores
(e.g. Mc Glathery et al., 1994; Stone & Mulamoottil, 1995).

El efecto de la depuradora de Los Barrios, apenas se refleja a las concentraciones


obtenidas en E7, salvo en los muestreos con mayores caudales. Esto es debido al
estancaminento que se produce entre las estaciones 6 y 7, con el consiguiente descenso en la
velocidad de la corriente y la sedimentación del material procedente de la depuradora antes
de llegar a E7. En los muestreos con elevados caudales, se produce una sedimentación antes
del azud del sedimento resuspendido tras la depuradora.

A lo largo de todas las estaciones, se han obtenido correlaciones positivas entre las
diferentes fracciones de fósforo y la materia orgánica (tabla 3.13). La materia orgánica se
correlaciona mejor con la fracción NAIP, que con la fracción TOP, reflejando la formación
de la primera a partir de los procesos de descomposición de la materia orgánica, sin embargo,

155
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Discusión

¿por qué la correlación de la fracción NAIP, es mayor con la materia orgánica que con la
fracción de fósforo orgánico?. Es posible que la razón de la correlación NAIP-materia
orgánica, esté influenciada por algún proceso de sedimentación o por la naturaleza del
sedimento, ya que la correlación entre las fracciones finas de granulometría y éstas, son
mucho mayores que las obtenidas con las fracciones AIP y TOP. Se plantea la necesidad de
estudiar la composición granulométrica del sedimento, si se quieren realizar estudios
temporales o espaciales, o si se quieren comparar diferentes sistemas, ya que no sólo estas
variables están condicionadas por procesos de sedimentación, sino que las características
granulométricas del sedimento influyen en las concentraciones y relaciones existentes entre
las demás variables.

4.3. Significado de la heterogeneidad


El sistema muestra una evidente diferencia entre las fuentes y factores que
condicionan las variables físico-químicas y tróficas. Esta diversa variabilidad, obliga a la
aplicación de alguna técnica que nos permita obtener las condiciones integradas de cada
estación, que integre su caracterización físico-química con el estado trófico, mostrando de
manera más clara las diferencias espaciales y temporales existentes. Para conseguir la
caracterización conjunta de las variables, se ha empleado el análisis de componentes
principales en los diferentes sistemas (agua superficial, intersticial y sedimento). Sin
embargo, las representaciones obtenidas en el agua intersticial y en el sedimento, no
ofrecieron una separación clara de las estaciones ni de los diferentes muestreos.

La interpretación de los análisis de ordenación realizado en el agua superficial,


tomando todas las estaciones, presentan al contenido en sales (eje I) como la propiedad que
más variabilidad del sistema explica (casi el 50 %). Al tomar las estaciones del estuario, se
está incluyendo una gran heterogeneidad en el sistema (estas estaciones absorben más del
doble de la variabilidad explicada por las estaciones dulceaquícolas), por estar éstas
sometidas a periódicos cambios en sus características físico-químicas debido al efecto de las
mareas. Aún así, estas estaciones se han situado siempre en la zona positiva del primer eje, lo
que parece que es independiente del estado de la marea.

Mientras que el eje II, asociado con la producción del sistema, no aporta diferencias
claras; la información recogida en el eje III, permite diferenciar las estaciones por muestreos,
atendiendo al caudal y a las características ambientales. Así, aunque se explique menos del 55

156
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Discusión

% de la variabilidad, permite separar las estaciones del muestreo con mayores descargas del
río (puntos naranjas), de las de los muestreos estivales (puntos rojos y grises). Esta situación
es clara en el muestreo de enero, en el que todas las estaciones se encuentran juntas, salvo E3,
que por situarse tras la presa, está menos influenciada por los cambios de caudal.

El estuario, al existir importantes diferencias con las estaciones atalásicas, condiciona


en gran medida las distribuciones de las estaciones en el eje del contenido en sales. Para
comprender mejor la variabilidad de las estaciones de agua dulce, se realizó un nuevo ACP
usando sólo estas estaciones. Así, el contenido en sales, aunque sea el primer eje, pierde
poder de explicación frente a la producción y eutrofización del sistema, que explica
prácticamente lo mismo que el eje anterior. Aunque los dos primeros ejes absorban menos
variabilidad que al representar todas las estaciones, esta nueva situación diferencia mejor las
estaciones según su carga iónica y estado trófico.

Al representar los ejes I y II de este nuevo ACP, aparecen cuatro grupos de estaciones
bien definidos, tres de ellos estrechamente relacionados con la carga iónica del agua (figura
3.47). Así, con mayores contenidos en sales, se presentan la estación 1 de los muestreos
estivales, debido a que en dichas fechas, las muestras se tomaban en pozas. Junto a ellas,
aparecen dos representaciones de E3, correspondientes a los últimos muestreos. Las
características de este punto, han ido cambiando a lo largo de los dos años de estudio. Al no
haberse aliviado agua del embalse desde 1997, se han ido transformando las características
naturales de la estación, apareciendo una importante comunidad de juncos, que ha modificado
por completo las características esperadas en una estación de cabecera. El escaso y constante
caudal procedente de la sala de bombas, en absoluto mantiene el “caudal biológico”, siendo el
responsable de este cambio en E3.

A diferencias de otros trabajos (e.g. Sabater & Armengol, 1986), las estaciones no se
disponen incrementando sus contenidos en sales a medida que nos alejamos del nacimiento.
En nuestro caso, la situación es claramente opuesta, con un grupo formado por las estaciones
1, 2 y 3 (grupo II), que se localizan en la zona de mayor carga iónica que el conjunto de
estaciones 4, 5 y 6 (grupo III). La explicación a esta disposición atípica, hay que buscarla en
la litología de la cuenca y al hecho de que el caudal del curso medio se mantiene gracias al
agua procedente del arroyo del Tiradero, con mucha menos carga iónica. La estación del
curso bajo (E7), destaca por estar mucho más eutrofizada que las estaciones anteriores. Se
reflejan los máximos obtenidos para los nutrientes debido al vertido de la depuradora de Los

157
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Discusión

Barrios y al estancamiento que se produce en el curso bajo debido al azud de CELUPAL. Es


interesante observar la distribución de este grupo y del formado por las tres estaciones
anteriores. Las estaciones en el curso medio se disponen incrementando el contenido en sales
y la producción al acercarnos al estuario, en un claro acuerdo con las tendencias ya
comentadas (figura 3.47).

1.3 08/04/1999
Eje II 03/05/1999
1.0 22/07/1999
15/02/2000
I 0.8 03/05/2000
V 25/01/2001
0.5 02/05/2001
5
27/06/2001
0.3

6 7
- - - - 2 0. 0. 1. 1.
I 1.0 0.8 0.5 0.3
-
6 5 1
5
III 8 0
Eje 3I
I 0.3

I -
0.5
-
0.8
-
1.0

Figura 4.5. Particularidades del análisis de componentes principales.

En La representación aparecen algunos puntos en grupos, que “en principio”, no les


corresponderían (figura 4.5). Sin embargo, existe una explicación para cada uno de ellos. En
la estación 5 del muestreo de julio de 1999, se registró un vertido de aguas residuales. Esto
alteró notablemente las características físico-químicas de la estación, incrementando su carga
iónica y su productividad. Las estaciones 5 y 6 de los muestreos estivales, se localizan en el
conjunto II, debido a que en esos muestreos la descarga del río disminuyó consideradamente,
posibilitando una mayor interacción con el sedimento e incrementándole contenido de sales.
En este mismo conjunto se encuentra la estación 7 del muestreo de julio de 1999. En este
caso, se detectaron concentraciones mínimas de nutrientes y Cl a, debido al agotamiento de
los primeros por una intensa actividad fitoplanctónica, produciéndose una sedimentación
intensa. Por último, en el conjunto III, se encuentran las estaciones 1 y 2 del muestreo de

158
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Discusión

enero. Debido al incremento de caudal, en este muestreo se produjo un descenso considerable


de la carga iónica en esas estaciones, lo que explica sus disposiciones.

4.4. Consideraciones finales


Aunque por motivos operacionales, la toma de muestras se haya realizado atendiendo
a un modelo euleriano, la idea siempre ha sido referir los datos a un modelo lagrangiano. Las
expresiones “se incrementan”, “se mantienen”, ”varían”, referidas a las tendencias entre
estaciones, no hacen más que afirmar la idea de que los valores que medimos en un punto,
son el resultado de los valores existentes aguas arriba, alterados durante su recorrido. Esta
visión, conlleva a considerar el río como un gradiente continuo de variables físico-químicas
(Vannote et al., 1980). Sin embargo, la teoría de “río continuo”, necesita un sistema sin
alteraciones. Esto hace que sea imposible de aplicar en el Río Palmones, al contar con el
embalse de Charco Redondo, el azud de CELUPAL y los vertidos de aguas residuales, que
producen cambios bruscos en los gradientes naturales. Para estos sistemas alterados, existe
una teoría propuesta por Ward & Stanford (1983), que se basa en medir la magnitud de estos
cambios en los gradiente de las variables. La alta variabilidad temporal existente en la
cuenca, con alternancia de periodos de avenidas con otros de ausencia de caudal, hace que
este modelo no de buenos resultados; a diferencia de lo obtenido por otros autores en ríos con
caudales más regulares (e.g. Sabater et al., 1989). Aún así, se quiere dejar claro que no se
comparten las ideas de las teorías de zonación (Illies, 1961; Stazner & Higler, 1986) y si
durante la realización de este trabajo se han hecho referencia a términos como “curso alto” o
“curso bajo”, ha sido sólo para poder describir el sistema de una manera inequívoca.

Debido a los aportes procedentes de la lluvia y la bruma, de la lixiviación de las rocas


y las escorrentías superficiales, además del vertido de las EDAR, la concentración de
nutrientes se incrementa sustancialmente aguas abajo. Esto fuerza el sistema, acelerando y
magnificando los procesos de desnitrificación, los flujos desde el sedimento, la
insolubilización de fosfato... La acumulación de materia orgánica y nutrientes obtenida en el
sedimento, refleja su importante papel como sumidero de nitrato y de las fracciones
particuladas y como fuente para el amonio y el fosfato (figura 4.6). Así, podemos determinar
el estado trófico del Río Palmones como eutrófico en general y hipereutrófico en las
estaciones más próximas a la desembocadura.

159
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Discusión

La alta variabilidad espacio-temporal obtenida para todas las variables, los múltiples
procesos observados (algunos generales y otros particulares en una estación y muestreo),
hacen que las conclusiones obtenidas en este estudio sean de difícil aplicación a otros ríos de
la zona, incluso parece que cierre la posibilidad de modelar este sistema tan “impredecible”.
Sin embargo, gracias al análisis de componentes principales, se puede tener una visión más
general del estado del sistema y de cómo las estaciones se agrupan, abriendo una posibilidad
para futuros modelados.

160
Discusión
LLUVIA Y BRUMAS
(Nutrientes)
(Nutrientes y
EDAR materia orgánica)
LIXIVIACIÓN Y
ESCORRENTÍAS
SUPERFICIALES
Pérdidas de O2
Desnitrificación
FITOPLANCTON
Embalse
Solubilización e
insolubilización de
Endofertilización
fósforo y nitrógeno MAR
Formación
Sedimentación y
E3 consumo de O2
APATITO
ACUMULACIÓN
DE NUTRIENTES
E8
SALIR

E7
Estuario
Figura 4.6. Esquema de los procesos que controlan el estado eutrófico del sistema.
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161
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Conclusiones

5. CONCLUSIONES

162
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Conclusiones

5. Conclusiones

1.- La alta variabilidad espacial y temporal obtenida a lo largo de más de dos años de
muestreo, ponen de manifiesto la elevada complejidad de este sistema, sometido a
importantes fluctuaciones.

2.- La composición mineralógica es el factor que más variabilidad espacial explica en


la concentración de los iones, mientras que las variables tróficas, están más condicionadas
por los vertidos de aguas residuales y por el intercambio con el sedimento. Esta diferencia de
comportamiento se aprecia también en la variabilidad temporal, estando los iones controlados
por los cambios en el caudal del río y los nutrientes por la actividad biológica.

3.- Dado el escaso caudal que transporta durante la mayor parte del año, la influencia
del sector fluvial sobre las características del estuario es menor de lo esperado, afectando de
manera significativa sólo en los periodos de fuertes avenidas.

4.- El embalse de Charco Redondo es la obra que más modifica las características
naturales del río, reduciendo notablemente el caudal que llega a las estaciones inferiores,
afectando de forma notable también a las concentraciones de las variables analizadas.

5.- Se refuerza la importancia de los estudios en el sedimento y el agua intersticial


para comprender las concentraciones de las variables obtenidas en el agua superficial, con
especial interés en el ciclo del fósforo.

6.- El Río Palmones se presenta como un sistema eutrófico en todo su cauce, con
valores de hipereutrofia en la estación E7 y en el estuario.

7.- Aún existiendo importantes variaciones al estudiar cada variable por separado, el
tratamiento conjunto de ellas (ACP), demuestra que las estaciones se disponen con pocas
diferencias entre muestreos, manteniendo un estado físico-químico y trófico similar.

163
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6. BIBLIOGRAFÍA

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181
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Índice de figuras y tablas

7. ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

182
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Índice de figuras y tablas

A.- Índice de figuras


Página

Figura 1.1. Representación simplificada de las interacciones de los procesos


hidrológicos y biogeoquímicos que ocurren en una cuenca de drenaje 4
(modificación de Petts & Calow, 1996).

Figura 1.2. Precipitaciones en la cuenca del Río Palmones durante los últimos
9
once años hidrológicos.

Figura 2.1. Detalle del estuario del Río Palmones. 15

Figura 2.2. Localización de las estaciones de muestreo. 20

Figura 2.3. Esquema básico del funcionamiento de la cromatografía iónica (sin 23


supresión).
Figura 2.4. Método de determinación de las diferentes fracciones de fósforo en
25
el agua.

Figura 2.5. Esquema de la extracción de las diferentes fracciones de fósforo


inorgánico (a), de las fracciones inorgánica y orgánica total (b) y de la fracción 29
total (c).

Figura 2.6. Determinación de la composición granulométrica del sedimento. 31

Figura 3.1. (a) Ampliación del mapa del Río Palmones. (b) Valores medios de
precipitación decenal recogidos en el Campo de Gibraltar durante el periodo de 36
muestreo (datos suministrados por el Instituto Nacional de Meteorología).

Figura 3.2. Variación espacio-temporal del caudal en m3 s-1 (a). Ampliación de


37
parte de los datos (b).

Figura 3.3. Representación espacio-temporal del pH (a), concentración de


38
oxígeno disuelto (b) y potencial redox (c), en el agua del Río Palmones.

Figura 3.4. Variación espacio-temporal de (a) alcalinidad total y (b) contenido


40
en sales.

Figura 3.5. Variación espacio-temporal de las concentraciones de calcio (a) y


42
de magnesio (b).

Figura 3.6. Variación espacio-temporal de las concentraciones de sodio (a) y


43
de potasio (b).

183
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Índice de figuras y tablas

Figura 3.7. Diagrama triangular de las proporciones catiónicas para los


44
diferentes muestreos y estaciones.

Figura 3.8. Variación espacio-temporal de las concentraciones de cloruro (a) y


46
de sulfato (b).

Figura 3.9. Variación espacio-temporal de las concentraciones de fluoruro (a)


47
y de bromuro (b).

Figura 3.10. Diagrama triangular de las proporciones aniónicas para los


48
diferentes muestreos y estaciones.

Figura 3.11. Representación de las concentraciones de SRP (a) y de TDP (b). 51

Figura 3.12. Representación espacio-temporal de las fracciones de fósforo


52
particulado total (a) y de fósforo total (b) en el agua.

Figura 3.13. Representación espacio-temporal de las concentraciones de


55
nitrato (a) y de nitrito (b).

Figura 3.14. Representación de las concentraciones de amonio (a). Ampliación


56
de las 7 primeras estaciones (b).

Figura 3.15. Variación espacio-temporal de: (a) nitrógeno inorgánico disuelto


59
(DIN) y (b) nitrógeno particulado total (TPN).

Figura 3.16. Variación espacio-temporal de las concentraciones de nitrógeno


60
inorgánico disuelto más la fracción particulada total.

Figura 3.17. Variación espacio-temporal de las concentraciones de sólidos en


62
suspensión (a) y de carbono particulado total (b).

Figura 3.18. Variación espacio-temporal de los pigmentos analizados. (a)


63
clorofila a y (b) carotenoides totales.

Figura 3.19. Variación espacio-temporal de las relaciones: (a) C/N


(particulados), (b) DIN/SRP y (c) N/P (particulados). La línea que aparece en
65
las figuras, es el valor aproximado considerando la relación de Redfield et al.
(1963).

Figura 3.20. Variación espacio-temporal de las concentraciones de calcio (a) y


71
de magnesio (b) en el agua intersticial.

184
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Índice de figuras y tablas

Figura 3.21. Variación espacio-temporal de las concentraciones de sodio (a) y 72


de potasio (b) en el agua intersticial.

Figura 3.22. Diagrama triangular de las proporciones catiónicas para los


73
diferentes muestreos y estaciones en el agua intersticial.

Figura 3.23. Variación espacio-temporal de las concentraciones de cloruro (a)


75
y de sulfato (b) en el agua intersticial.

Figura 3.24. Variación espacio-temporal de las concentraciones de fluoruro (a)


76
y de bromuro (b) en el agua intersticial.

Figura 3.25. Representación de las concentraciones de SRP intersticial (a) y de


80
nitrato intersticial (b).

Figura 3.26. Representación de las concentraciones de nitrito intersticial (a) y


81
de amonio intersticial (b).

Figura 3.27. Variación espacio-temporal de las concentraciones de nitrógeno


83
inorgánico disuelto (DIN) en el agua intersticial.

Figura 3.28. Variación de las concentraciones de NAIP representadas en forma


86
de isolíneas para los diferentes muestreos.

Figura 3.29. Variación espacio-temporal de las concentraciones medias de


87
NAIP (a) y AIP (b) en el sedimento.

Figura 3.30. Variación de las concentraciones de AIP representadas en forma


89
de isolíneas para los diferentes muestreos.

Figura 3.31. Variación de las concentraciones de TIP representadas en forma


91
de isolíneas para los diferentes muestreos.

Figura 3.32. Variación espacio-temporal de las concentraciones medias de TIP


92
(a) y TOP (b) en el sedimento.

Figura 3.33. Variación de las concentraciones de TOP representadas en forma


94
de isolíneas para los diferentes muestreos.

Figura 3.34. Variación espacio-temporal de la relación TIP/TOP (a) y la


96
concentración de TP (b) en el sedimento.

Figura 3.35. Variación de las concentraciones de TP representadas en forma de


97
isolíneas para los diferentes muestreos.

185
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Índice de figuras y tablas

Figura 3.36. Variación de los porcentajes de materia orgánica representados en


99
forma de isolíneas para los diferentes muestreos.

Figura 3.37. Variación espacio-temporal del porcentaje medio de materia


100
orgánica.

Figura 3.38. Diagrama triangular de las proporciones de arcilla-limo, arena y


103
grava, para los diferentes muestreos y estaciones.

Figura 3.39. A modo de ejemplo, diferentes distribuciones por tamaño del


104
sedimento en el Río Palmones (muestreo de abril de 1999).

Figura 3.40. Variación espacio-temporal de la fracción de sedimento inferior a


105
0.125 mm.

Figura 3.41. Composición mineralógica del sedimento del Río Palmones


107
(realizado mediante difracción de Rayos X).

Figura 3.42. Representación de los coeficientes de carga de cada variable en el


análisis de componentes principales realizado a todas las estaciones (23 111
variables x 73 casos).

Figura 3.43. Representación de las muestras en el sistema de ejes I-II y I-III,


112
del análisis de componentes principales, empleando todos los casos.

Figura 3.44. Disposición de las muestras en los ejes I-III del análisis de
113
componentes principales realizado al total de las estaciones.

Figura 3.45. Representación de los coeficientes de carga de cada variable en el


análisis de componentes principales realizado a las siete primeras estaciones 114
(23 variables x 55 casos).

Figura 3.46. Representación de las muestras en el sistema de ejes I-II y I-III,


115
del análisis de componentes principales, empleando los datos de agua dulce

Figura 3.47. Disposición de las siete primeras estaciones en los ejes I-II del
116
análisis de componentes principales.

Figura 4.1. Relación ponderal Na+/(Na+ + Ca2+) en función de la concentración


total de sales disueltas en mg l-1 para una serie de ríos (círculos negros) y mares
128
(triángulos negros), incluyendo el valor medio del Río Palmones. Se indican
variaciones estacionales en algunos ríos (según Gibbs, 1970).

186
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Índice de figuras y tablas

Figura 4.2. Ciclo biogeoquímico del nitrógeno. Los cuadros muestran las
diferentes formas de nitrógeno y las flechas indican los procesos de 139
transformación (adaptado de Fenchel & Blackburn, 1979).

Figura 4.3. Interpretación de las relaciones entre los nutrientes y la clorofila a


141
(modificación de Becerra, 2001).

Figura 4.4. Mecanismos de transporte y factores que afectan al intercambio de


fósforo disuelto entre el sediento y el agua (modificación de Böstrom et al., 153
1982).

Figura 4.5. Particularidades del análisis de componentes principales. 158

Figura 4.6. Esquema de los procesos que controlan el estado esutrófico del
161
sistema.

B.- Índice de tablas


Tabla 1.1. Características geográficas del Río Palmones. 8

Tabla 2.1. Valores diarios de temperatura máxima y mínima, precipitación y


evaporación en tanque. Se presentan los valores medios de todo el periodo de
18
muestreo, así como los valores medios obtenidos en verano e invierno entre
1999 y 2001.

Tabla 3.1. Porcentaje de la fracción de fósforo particulado total frente al total


50
existente en el agua.

Tabla 3.2. Porcentaje de la fracción de amonio frente al total inorgánico


57
disuelto existente en el agua.

Tabla 3.3. Porcentaje de la fracción de nitrógeno particulado total frente a la


suma de las fracciones inorgánica disuelta y particulada total, existentes en el 58
agua.

Tabla 3.4. Valores medios de C/N (particulados), DIN/SRP y N/P


66
(particulados) en las diferentes zonas del río.

Tabla 3.5. Coeficientes de correlación de Pearson para las variables


ambientales más importantes y los nutrientes. n = 40-73. (* para α = 0.05 y ** 67
para α = 0.01).

187
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Índice de figuras y tablas

Tabla 3.6. Coeficientes de correlación de Pearson para los iones y las variables
ambientales más importantes. n = 40-73. (* para α = 0.05 y ** para α = 0.01). 68

Tabla 3.7. Coeficientes de correlación de Pearson para los iones y las variables
ambientales más importantes de las siete estaciones de agua dulce. n = 40-73. 69
(* para α = 0.05 y ** para α = 0.01).

Tabla 3.8. Porcentaje de la fracción de amonio, frente al total inorgánico


82
disuelto existente en el agua intersticial.

Tabla 3.9. Coeficientes de correlación de Pearson para las variables tomadas


84
en el agua intersticial. n = 59 (* para α = 0.05 y ** para α = 0.01).

Tabla 3.10. Porcentaje de la fracción de fósforo apatítico frente al total


90
inorgánico.

Tabla 3.11. Variables granulométricas del sedimento. Cuartiles Q25, Q75 y Q50
101
(mediana), clasificación del sedimento y coeficientes de selección.

Tabla 3.12. Valores medios de porosidad (%) y de densidad seca (Kg l-1) del
106
sedimento del Río Palmones.

Tabla 3.13. Coeficientes de correlación de Pearson para las variables tomadas


108
en el sedimento. n = 59 (* para α = 0.05 y ** para α = 0.01).

Tabla 4.1. Características de los vertidos procedentes de las depuradoras de


120
aguas residuales de Los Barrios y del Acebuchal.

Tabla 4.2. Concentraciones de alcalinidad total en el agua intersticial y


superficial expresadas en mM. Los valores de materia orgánica se expresan en 122
% en peso seco.

Tabla 4.3. Ejemplos de las concentraciones de los principales iones: en el agua


de lluvia y en el agua superficial de algunos ríos.(Los valores del Río Palmones
126
son la media de las siete primeras estaciones). Los datos están expresados en
ppm.

Tabla 4.4. Solubilidades de las principales sales disueltas en el agua,


127
expresadas en g Kg-1 de agua.

Tabla 4.5. Capacidad de cambio de cationes de distintos componentes del


suelo, expresado en miliequivalentes por 1000 g de peso seco (extraído de 130
O´Neill, 1993).

188
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Índice de figuras y tablas

Tabla 4.6. Porcentajes medios de variación de las concentraciones de los


diferentes iones en el agua intersticial, en relación a las existentes en el agua 131
superficial. Expresadas como (([agua intersticial]*100/[agua superficial])-100).

Tabla 4.7. Valor medio de la desviación estandar, tomada a partir de las


desviaciones medias de cada estación. Los valores están expresados en µmol l-1 144
para los nutrientes y en ppm para los iones.

Tabla 4.8. Porcentajes medios de variación de las concentraciones de nitrógeno


y fosfato en el agua intersticial, en relación con las existentes en el agua 144
superficial. Expresadas como (([agua intersticial]*100/[agua superficial])-100).

Tabla 4.9. Concentración de los principales nutrientes y relación DIN/SRP en


el agua superficial de algunos ríos. Todas las concentraciones están expresadas
146
en µmol l-1 y el cociente DIN/SRP en relaciones molares. Los valores del Río
Palmones son la media de las seis primeras estaciones.

Tabla 4.10. Concentraciones de fósforo total en diversos sedimentos (µgP g-


1
152
PS).

189
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Anexos

8. ANEXOS

190
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Anexos

8. Anexos

1. Mapa I.- Mapa físico. Extraído del mapa físico del Instituto Geográfico Nacional y
SECEG. Escala 1:10000. Año 1988.

2. Mapa II.- Mapa de espacios protegidos. Escala 1:10000.

3. Mapa III.- Mapa de pendientes. Extraído de Ibarra, 1993. Escala 1:10000.

4. Mapa IV. Mapa de Vegetación. Extraído de Ibarra, 1993. Escala 1:10000.

5. Mapa V. Mapa litológico. Extraído del Atlas Hidrogeológico de Andalucía (1998). Escala

1:10000.

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