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YAKKA

REVISTA DE ESTUDIOS YECLANOS

Hisn Yakka. Un castillo rural de Sarq Al-Andalus. Siglos XI al XIII


Excavaciones Arqueológicas en el Cerro del Castillo de Yecla (1990-1999)

Liborio Ruiz Molina

AÑO XII - Número 10 (2000)


A todos aquellos que han intervenido
en las Excavaciones Arqueológicas
del Cerro del Castillo, pues en estas
páginas hay mucho de su trabajo.

Autor: ©Liborio Ruiz Molina


Fotografías y dibujos: ©Liborio Ruiz Molina
Composición e impresión: Victoria, Artes Gráficas - Yecla
Encuadernación: Torrecillas. Almansa.
Edita: Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Servicio Municipal de Publicaciones
Depósito Legal: MU-952-1989
ISSN.: 1130-3581

2
Índice

Localización. 9

Capítulo I. Análisis Historiográfico y Fuentes Documentales.

1. Análisis Historiográfico (siglos XVIII-XX). 13


2. El Hisn Yakka en las fuentes escritas árabes. 34

3. Toponimia árabe de Yecla. Análisis preliminar. 37

Capítulo II. Análisis Arqueológico.

1. Campañas de Excavaciones Arqueológicas. 45

1.1. Antecedentes. 45
1.2. Campaña 1990. 47
1.3. Campaña 1991. 48
1.4. Campaña 1992. 50
1.5. Campaña 1993. 53
1.6. Campaña 1994. 54
1.7. Campaña 1995. 56
1.8. Campaña 1996. 56
1.9. Campaña 1997. 58
1.10. Campaña 1998. 58
1.11. Campaña 1999. 59

2. Análisis de las Unidades Estratigráficas. 59


2.1. Fortaleza. 59
Maqbara o cementerio islámico. 62
Madina S-SE. 70

is Materiales Arqueológicos. 78
Las cerámicas. 78
3.1.1. Producciónes cerámicas medievales. Consideraciones generales. 81
3.1.2. Análisis Pastas Cerámicas. 81
3.1.3. Análisis Formas-Tipos. 94
a. Serie Aguamanil. 9g
b. Serie Alcadafe. 99

c. Serie Anafe. 101


d. Serie Arcaduz. 102
e. Serie Ataifor. 102
f. Serie Candil 106
g. Serie Candelera. 108
h. Serie Cantimplora. 109
i. Serie Cazuela. 111
j. Serie Cuenco. 113
k. Serie Escudilla. 114
1. Serie Jarra. 115
m. Serie Jarrita. 122
n. Serie Jarro. 129
o. Serie Jofaina. 130
p. Serie Marmita. 132
q. Serie Orza. 135
r. Serie Plato. 136
s. Serie Redoma. 138
t. Serie Reposadero. 139
u. Serie Silbato. 140
v. Serie Tapadera. 140
w. Serie Tinaja. 141

3.2. Los vidrios. 144


a. Serie Redoma. 144
b. Serie Ampolla. 145
c. Serie Botella. 146

3.3. Metales. 146


3.3.1. Hierro. 146
a. Serie Clavos. 146
b. Serie Alcayatas. 147
c. Serie Puntas. 149
d. Serie Remaches. 150
e. Serie Rejas (Arado?). 150
f. Serie Peine de Telar. 151
3.3.2. Cobre. 151
a. Serie Ataifor (Bacín). 151

3.3.3. Bronce. 152


a. Serie Manilla. 153
b. Serie Colgante. 153
c. Serie Anillo. 154
d. Serie Tirador. 154

e. Serie Espátula. 154


f. Serie Pesas. 155
g. Serie Púas o Puntas de Peine. 155
h. Serie Broche de Cinturón. 156
3.3.4. Plomo. 156
a. Serie Amuleto. 156

3.3.5. Material Numismático. 158


a. Fortaleza. 158
b. Madina S-SE. 159
c. Maqbara o Cementerio Islámico. 160

d. Cementerio Cristiano. Ermita del Castillo 160

3.4. Huesos decorados. 163


3.5. Materiales líticos. 163
3.6. Yesos. 163
3.7. Restos vegetales. 164
3.7.1. Semillas. 164
3.7.2. Madera. 165
a. Identificación. 165
b. Análisis C-14. 165
3.8. Restos Faunísticos. 166

Capítulo III. Análisis Histórico.

1. Orígenes del Hisn Yakka. Aproximación a su secuencia cronológica. 171


2. El Hisn Yakka. Análisis espacial y poblamiento. 178
2.1. La Fortaleza. 181
2.1.1. El Albacar. 181

2.1.2. Reducto principal. 184


a. Conjunto Residencial Almohade. 184
b. Edificio Post-conquista. 184
2.2. Núcleos urbanos. 187
2.2.1. Madina o Arrabal NE. 187
2.2.2. Madina S-SE. 189
a. Urbanismo. 190
b. Vivienda. 191
bl. Materiales y elementos constructivos. 192
b2. Estructura y tipología de las viviendas. 195

2.3. La Maqbara o Cementerio Islámico. 199


2.3.1. Aproximación antropológica. Aspectos generales. 199
2.3.2. Tipología de las sepulturas y aprximación cronológica. 200
2.4. La Badiya o Campo Abierto. 201
2.4.1. La Alquería de El Peñón. 202
2.4.2. La Alquería de Los Torrejones-Baños. 203
2.4.3. El Pulpillo 204
2.4.4. La Fuente del Pinar. 204
2.5. El Hisn Yakka y el distrito de Madina Bilyana (Villena). Aproximación
a las vías de comunicación. 205
3. Actividad económica. 208
3.1. Aspectos de la vida cotidiana. La actividad en la madina S-SE. 208

3.2. Recursos agrícolas. 212


3.2.1. Espacio de Irrigación. Molinos y Norias. Planteamiento
preliminar. 212

3.2.2. Espacio de Secano. Terrazas de cultivo en la ladera SW del


Cerro del Castillo. 216
3.3. Recursos Ganaderos. 217
3.4. Recursos Mineros y Forestales. 219
4. Del Hisn Yakka al Castillo de Yecla. Transición a un modelo feudal. 220

Capítulo IV. Bibliografía. 225


1
Localización zonas menos elevadas de estas amplias llanu- Un extenso estudio geológico y
geográfico de Cerro del Castillo de
ras reciben el nombre de "hoyas", es decir, lo Yecla, realizado por José Manuel
que viene a denominarse como cubeta endo- Paredero Soriano y Francisco José
rreica. En ellas vierten las aguas de escorren- Morales Yago se incluye en Memoria
de Excavaciones Arqueológicas en
El Cerro del Castillo de Yecla se loca- tía procedentes de las sierras del Príncipe, el Cerro del Castillo de Yecla. Años
liza a 38° 3 7 ' 7 " Latitud N y 1o 7' 24 " Cuchillo, Tobarrillas, Marisparza, Santa Bár- 1990-1995. depositada en el Servicio
de Patrimonio Histórico. Dirección
Longitud W. El cerro cuenta con una altitud bara, Serral, Salinas, Moratillas y Arabí. El General de Cultura. Consejería de
de 754 m.s.n.m. y presenta en su cima una Cerro del Castillo de Yecla queda situado en Cultura y Turismo de la Comunidad
planicie de unos 3.200 m2. Queda situado en las estribaciones, hacia el N, de las formacio- Autónoma de Murcia.
el centro del término municipal de Yecla, nes montañosas de Los Algezares, Castillare-
que se encuentra al NE de la Comunidad jos y El Príncipe, constituyendo un inmejora-
Autónoma de Murcia. Sus límites territoria- ble emplazamiento para el control de acceso a
les son los siguientes: al N con el término los valles-corredores del Vinalopó, Abanilla-
municipal de Almansa (Albacete); al NW Murcia, Caudete-Valencia, Almansa, Mon-
con los términos municipales de Fuente Ála- tealegre-Albacete y Jumilla.1
mo y Montealegre del Castillo (ambos en la
provincia de Albacete); al W y S con el Las características que justifican la uti-
término municipal de Jumilla (Murcia); al lización del Cerro del Castillo de Yecla como
SE y E con los términos municipales de hábitat permanente desde la Edad de Bronce
Pinoso y Villena (ambos en la provincia de (II milenio a. C.) vienen dadas por su marca-
Alicante), y por último, al NE con el término do componente defensivo, su extraordinaria
municipal de Caudete (Albacete). situación para el control del acceso a varios
valles-corredores circundantes, su cercanía a
Esta situación geográfica ha conferido a nacimientos de agua y la proximidad a exten-
su territorio un carácter de transición entre sas y fértiles llanuras.
La Meseta, el Levante y el SE peninsular,
originándose a lo largo de su devenir histó-
rico una fuerte interrelación con el territorio
circundante, sobre todo desde un punto de
vista económico; dependencia que en oca-
siones ha sido también de carácter adminis-
trativo.

Desde el punto de vista geomorfológico


y del relieve, se sitúa al N del borde septen-
trional de las Cordilleras Béticas, siendo su
dominio tectónico-sedimentario el Prebético
externo en contacto con el dominio Ibérico.
La característica de este sistema montañoso
es la formación de alineaciones montañosas
en dirección NE-SW. Entre estas alineacio-
nes aparecen extensos valles corredores. Las

9
Plano de localización

10
I
Análisis Historiográfico y Fuentes
Documentales
Vista de Yecla. Siglo XIX. (De la obra de Pascual Giménez Rubio
Apuntes para la Historia de la Villa de Yecla. Yecla, 1867
2
1. Análisis historiográfico estribo a las mismas ruinas, de ruina inevita- GIL PEREZ DE ORTEGA,
Cosme. Fragmentos históricos de la
ble. Vemos en las mismas peñas nuestras villa de Yecla. Yecla, 1777. Hemos
señales de escalas a impulso de cincel labra- utilizado le edición publicada en la
Las primeras noticias que la historio- das. Hallamos en sus recientes estragos la Revista de Estudios Yeclanos Yakka.
4(1992-3). Yecla, 1993.
grafía nos ofrece del Cerro del Castillo de injuria de abatir suntuosas fábricas con so-
Yecla, vienen de manos del historiador D. berbia arquitectura elevadas y hallamos tos-
Cosme Gil Pérez de Ortega en su obra Frag- cos promontorios que llenan la imaginación
mentos Históricos de la villa de Yecla, redac- de dificultades. Pero todos toscos, publican-
tados en el año 1777.2 Gil Pérez influenciado do una antigüedad indiscutible. En este mons-
por Florez y su España Sagrada tiene, a mi truo o cerro, en cuya cabeza permanecen las
modo de ver, un componente de extraordina- ruinas del castillo, construido sin la menor
ria importancia. Se trata del detalle en la dificultad por los gentiles, fue reedificado
descripción física de lugares y parajes conte- por los romanos en el más elevado edificio,
nidos en su obra. La razón de ello se debe a su fue combatido por los sarracenos, dominado
profesión, pues era capitán de artillería. Por de sus medias lunas menguantes y recobrado
desgracia, sus fragmentos nos han llegado de los católicos que han desolado la altivez
fragmentados. Lo extraído del pasaje dedica- de sus edificios.
do al Cerro del Castillo se expresa en los
siguientes términos: Su oreja derecha mantiene hoy un to-
rreón o torrecilla a los cuatro vientos que
«El primer vestigio que notamos en nues- sirve para conjurar tormentas y bendecir los
tra amada patria es una fortaleza derruida campos; por la faz pasa la Vía Crucis. En el
que en los tres distintos materiales indica tres costado derecho está la antigua parroquia
veces haber sido edificada; demuestran las de Nuestra Señora del Popólo, con título de
ruinas sus baluartes y acreditan sus circunfe- Encarnación, donde se venera inmemorial
rencias la superficie de su ámbito. Hállase, Nuestra Señora Patrona y Madre, con título
próximo a una cortina un profundo aljibe, de Purísima Concepción; en donde tiene un
que ya casi embozado, desmiente de su gran- curioso aunque pequeño camarín. Venerase
deza el cerro; y en la opuesta cortina un en la misma antiquísima Iglesia, Nuestra
pedazo de casa mora que solo puede adver- señora del Buen Suceso y el Cristo de la
tirse si la reflexión lo intuye, si atendemos a Cama, de cuyas milagrosas imágenes... En
su disposicióny fragmentos, no es imprescin- esta parroquia según antigua y prudente
dible conjeturarla en aquellos siglos inacce- tradición se ofreció veneración y culto al
sibles su antigüedad: pero si a lo moderno verdadero Dios durante la dominación de
inferimos habremos de quedar ofuscados en los Agarenos por los antiguos españoles que
el tenebroso caos de nuestra ignorancia hu- oprimidos bajo el yugo de los mahometanos
mana. conservaron la integridad católica con el
nombre de mozárabe. Acredita esta tradi-
Bajando de la eminencia de este casti- ción la antigüedad del templo y de sus imá-
llo inapelable hallamos ruinas de diversos genes que de antes de la recuperación de
edificios, torreones de casas y palacios de España se hallan en esta iglesia y lo acredita
columnas enterradas y algunas que sirven de hoy día el haber testigos que han visto sus

13
3
Recordemos que el caserío islámi- paredes escritas con motes de carácter góti- abusiva repoblación forestal. A fines del siglo
co fue hallado durante la V campaña
de excavaciones, en al año 1995. co, ya en nuestro tiempo inadvertido. > > XIX y coincidiendo con una decidida política
Hasta ese momento nada hacía pen- municipal de modernización de la ciudad de
sar que estuviera ubicado en la cara Gil Pérez advierte, con acierto, las distin- Yecla, la ermita de del Cerro del Castillo es
SE. Fue el hallazgo de la maqbara o
cementerio islámico en la ladera sur tas fases de ocupación del cerro y su castillo. remodelada, ampliando la explanada de la
del cerro, durante la campaña de Los trabajos arqueológicos evidencian niveles fachada principal y cambiando por completo
1994, lo que nos llevó al descubri-
miento del poblado o madina.
de ocupación en la Edad del Bronce (II milenio la antigua disposición del edificio, que de
4
RUIZ MOLINA, Liborio. Docu- a. C), restos de construcciones de época ibérica tener una orientación E-W pasará a tenerla de
mentos para el estudio de la obra de (siglos V-III a. C) que podrían indicar la exis- N-S. Ello supuso movimientos y desmontes
Justo Millán en Yecla (Murcia),
1880-1888." Revista de Estudios tencia de un poblado fortificado y que en los de tierras para la construcción de amplias
Yeclanos. Revista de Estudios Ye- primeros tiempos de la romanización, entre el terrazas, según proyecto del arquitecto Justo
clanos. Yakka, 3 (1991) Yecla, 1991 siglo II y el I a. C, pudo ser reutilizado en Millán.4 Durante la primera mitad del siglo
pp. 183-205.
5
Para el caso del SE y Levante de la algunas de sus partes (área más elevada de la XX proliferaron las construcciones de chales
Península Ibérica, Véase LLOBRE- cima) para la instalación de un fortín (turres) y se procedió a una intensa repoblación fores-
GAT, E. Teodomiro de Orihuela. Su
vida y su obra. Alicante, 1973. ;
que garantizara la protección de las instalacio- tal, lo que contribuyó a la destrucción de una
GONZALEZ BLANCO, Antonino nes agrícolas situadas en la llanura circundante buena parte de los los restos arqueológicos.
y otros. "La ciudad hispano-visigo- (villae); para, finalmente, construir, a fines del Esta destrucción vino a sumarse a la ya efec-
da de Begastri. (Cabezo Roenas.
Cehegín. Murcia)" XVI Congreso siglo XI de nuestra era, una fortaleza (hisn), tuada durante el tercer cuarto del siglo XVIII,
Nacional de Arqueología. Zarago- reforzada y ampliada durante el periodo de la momento en el que se realizaron obras de
za, 1983 pp. 1011-1022; REY- dinastía almohade. (Siglos XII/XIII). ampliación en el primitivo santuario, como
NOLDS, P. "Cerámica tardorroma-
na modelada a mano de carácter lo- queda reflejado en Gil Pérez.
cal, regional y de importación de la Nos informa igualmente Gil Pérez, que
Provincia de Alicante" Lucentum,
IV. 1985. PP. 245-267; TORRO Y
en el interior del hisn se hallaban restos de Otro dato que resulta de interés en el
ABAD, J; FERRE MARSET, P. casas, en el área que denominamos reducto fragmento extractado es el referente a la an-
"Asentamientos altomedievales en principal; dato que hemos podido verificar tigüedad de la ermita. Se nos indica que fue
el Pic Negre (Cocentaina. Alicante)
Aportación al estudio del tránsito a durante las recientes excavaciones arqueoló- construida en los primeros tiempos de la
la época islámica en el ámbito mon- gicas, constatando que formaban parte de un dominación árabe y que sirvió para mantener
tañoso de las comarcas meridionales conjunto residencial de época almohade. Sin el culto cristiano por parte de la población
del País Valenciano" / Congreso
Nacional de Arqueología Medieval embargo, no nos da información sobre la mozárabe asentada en la zona. Las excava-
Española. 1985. Zaragoza, 1986. pp. ubicación de la madina o poblado situado en ciones arqueológicas efectuadas en el sub-
129-147; GUITIERREZ LLORET,
S. "El poblamiento tardo romano en
la cara SE del cerro, obviamente por que sus suelo del edificio nos permitieron documen-
Alicante a través de los testimonios restos no eran visibles.3 Por el contrario, sí tar un nivel de ocupación que podríamos
materiales: estado de la cuestión y nos informa de los innumerables restos de fechar entre la segunda mitad del siglo V y
perspectivas" Antigüedad y Cristia-
nismo V Murcia, 1988. pp. 323-373. construcciones pertenecientes a viviendas comienzos del siglo VI. Ello podría estar
localizadas en el área noreste, próximas a la referenciándonos lo que parece evidente, si
ermita, localizada en la parte alta del Cerro. nos atenemos a lo que la Arqueología nos
En la actualidad muy pocos son los restos indica en el Mediterráneo Occidental, y es la
visibles y que debemos asociar quizá al mo- reocupación de lugares en altura a partir del
mento de construcción del hisn a fines del siglo V y el abandono progresivo de las
5
siglo XI. Ello se debe a la profunda transfor- instalaciones romanas en llano (villae). Para
mación del paisaje en esta parte del cerro, el caso de Yecla, los asentamientos romanos
tanto desde el punto de vista urbano como de de Los Torrejones, El Pulpillo, Marisparza y

14
6
Casa de la Ermita, muestran evidencias de un cha escala, cuya cavidad escasamente ocupa AMANTE SÁNCHEZ, Manuel y
otros. "Excavaciones Arqueológicas
claro abandono entre los siglos V al VI.6 el ámbito de un pie geométrico, se encuentra en la villa romana de Los Torrejo-
en la misma peña, una luneta convexa, con nes. Yecla. Murcia. 1984-1989."
Además de esta secuencia de ocupa- unos al parecer bancos, de la misma especie, Memorias de Arqueología, 4. (1990).
Murcia, 1993 pp. 165-206; RUIZ
ción tardoromana se constata un nivel de a fuerza impulsiva labrada, a quien común- MOLINA, Liborio. "El poblamien-
enterramientos cristianos, cuya cronología mente llaman recuenco del castillo y tras la to rural romano en el área de Yecla"
Antigüedad y Cristianismo, V Mur-
nos sitúa entre la segunda mitad del siglo etimología morisca, con la tradición de que en cia, 1988 pp. 565-598; "Hábitat y
XIII y la segunda mitad del siglo XIV. Por este paraje servía a los moros para sus ayun- poblamiento rural romano en Yecla
tanto, la construcción de la primitiva ermita tamientos y acordaban sus deliberaciones. > > (Murcia)". Actas Jornadas sobre
Poblamiento romano en el SE de
hubo de producirse a partir del tercer tercio Híspanla. Jumilla, 1993. Murcia,
del siglo XIII.7 Refuerza esta consideración En la actualidad el paraje al que se 1995. pp. 134-152; GONZÁLEZ
el dato aportado por Manuel González Si- refiere el texto no conserva los restos arqueo- BLANCO, Antonino. "Yecla en los
siglos de la Antigüedad Tardía" /
mancas en su Catálogo Monumental que en lógicos que eran perceptibles a fines del siglo Jornadas de Historia de Yecla "Ho-
referencia a la Ermita del Castillo la existen- XVIII. Tan solo puede apreciarse un lienzo menaje a D. Cayetano de Mergeli-
na". Yecla, 1987. pp.63-71 ;INIES-
cia de una tabla donde se representaba a la de muro de cierta envergadura construido TA SANMARTIN, Ángel. "Estudio
Virgen de la Leche, que debía formar parte con aparejo similar a los hallados en la cima. preliminar del conjunto arqueológi-
de un retablo probablemente obra de un pin- Es posible que el espacio denominado "Paso co de El Pulpillo (Yecla.Murcia)"
Revista de Estudios Yeclanos. Yakka,
tor italiano y fechado en el siglo XIV.8 Re- de la Bandera", situado en la cara norte del 4. (1992-3). Yecla, 1993 pp. 25-34.
tablo que pudo contemplar Gil Pérez en el cerro, constituyera uno de los accesos al Hisn 7
Consideramos que la conquista
Yakka durante el periodo de dominio de las cristiana del hisn Yakka, como vere-
último cuarto del siglo XVIII cuando se mos más adelante, debió producirse
refiere a la advocación titular de la ermita, dinastías norteafricanas. (Siglos XI al XIII), hacia el año 1240, y el material nu-
Nuestra Señora del Popólo o Encarnación. aunque los trabajos de prospección sobre el mismático más antiguo hallado en el
lugar no aportan, por el momento, datos que cementerio cristiano son tres mone-
das de Jaime I de Aragón acuñadas
Finalmente, Gil Pérez añadía una inte- confirmen tal extremo. en Barcelona en el año 1252.
8
resante información sobre los restos arqueo- GONZALEZ SIMANCAS, Ma-
nuel. Catálogo Monumental de Es-
lógicos existentes en la parte media del cerro, Contemporáneos a Gil Pérez, dos his- paña. Provincial de Murcia. 1905-
en su cara norte, indicando: toriadores foráneos, Bernardo Spinalt y Gar- 1907. t.II. pp. 544-545. Hemos uti-
lizado la edición facsímil publicada
cía, y Juan Lozano, escribirán acerca del por el Colegio Oficial de Arquitec-
<< Este cerro, casi deforma humana forma- Cerro del Castillo. El primero, en su obra tos de Murcia en el año 1997.
do, en su seno demuestra los cimientos de la Atlante Español, parece inspirarse en aquel,
antigua población: en su tetilla derecha, se con la diferencia sustancial de no contar con
descubre una fábrica tan fuerte que parece un conocimiento exhaustivo del terreno, y
imposible su posible exterminio, y según uni- por tanto, poco más aporta de lo que ya se
versal tradición puede inferirse (y aún probar- conocía hasta el momento. Su breve referen-
se) que este fue el Almudín o Pósito de la cia al Cerro del Castillo y sus ruinas, se
antigua villa. En este punto orbicular, hay expresa en los siguientes términos:
sobre una peña robusta un pequeño espacio
que vulgarmente denominan "Juego de la «Aún permanecen las ruinas de un antiguo
Bandera ", por que en este paraje se tremola castillo, en el que se descubren vestigios de
haciendo festivos saludos y regias solemnes edificios construidos en varios tiempos... No
salvas a nuestra Inmaculada Concepción y se encuentra monumento alguno radical de
desde este sitio (descendiendo por una estre- quienes fueron sus fundadores o en que épo-
i

15
9
SPINALT Y GARCÍA, Bernardo. ca fue fundada, pero sus vestigios acreditan gusto de los árabes, pues otra anticuallas
Atlante Español o Descripción
General de todo el Reyno de España. una sólida antigüedad, siendo cierto que muestran desde luego, lo bajo de su arquitec-
Madrid, 1778. t.1 Reyno de Murcia. entre sus ruinas se han hallado monedas y tura. En una palabra, la romana y la morisca
Pp. 164 y ss. medallas romanas, con busto de Juno y al y de los primeros tiempos de la restauración
10
La distancia a la que se refiere
Lozano es la existente entre el dorso una nave con unas letras que fueron se ven aquí. Yecla, además siempre ha estado
yacimiento romano de Los halladas en las ruinas de una casa e infinitas persuadida de su antigua población en el
Torrejones y el Cerro del Castillo.
" LOZANO, J. Bastitania y
de los emperadores romanos... » 9 castillo, y no se engaña pues las ruinas de las
Contestania del Reino de Murcia. casas se ven prolongadas desde la falda
Murcia, 1797. Hemos utilizado la Dieciséis años después de la aparición hasta cerca de la eminencia; y unido esto con
edición de bolsillo publicada por la
Academia Alfonso X el Sabio de del Atlante veía la luz una de las obras más las murallas de los romanos, moneda de
Murcia. 1981. Vol. 1. pp. 113-127. completas de la historiografía regional, des- Agripina y otras, no hay lugar a disputa
12
Véase Roldán Hervás Itineraria de el punto de vista arqueológico . Nos refe- sobre l a antigüedad del pueblo. » u
Hispana Valladolid-Granada, 1973.
pp. 149-160. rimos a la Bastitania y Contestania del Reino
13
SORANO TORREGROSA, de Murcia de Juan Lozano. El valor de esta Lozano valora sobremanera los restos
Fausto. Historia de Yecla. Valencia,
obra es el amplio conjunto de datos arqueoló- arqueológicos de época romana aun cuando
1972. pp. 59-61. El autor precisa
con acierto que Ad Turris se gicos y de geografía antigua que suministra, advierte en el conjunto tres fases de ocupa-
localizaba en Fuente la Higuera sin olvidar el detalle en la descripción de los ción bien definidas. Ello se debe a la relación
(Valencia). Por el contrario, Soriano
comete el error de ubicar la ciudad distintos lugares que Lozano visita. A Yecla que establece entre el Cerro del Castillo y Los
episcopal de Ello en el paraje de Los le dedica dos amplios capítulos, uno sobre la Torrejones, donde identificó la mansio ro-
Torrejones, al hacer coincidir el etimología del nombre y el otro, sobre el mana Ad Turres, referenciada en los Vasos de
itinerario marcado por la Vía Pretoria
con el trazado de lo que fue La Vereda yacimiento romano de Los Torrejones, indi- Vicarello.12 Error de ubicación que se mantu-
de los Serranos, a su paso por el cando en el primero, de manera sucinta, los vo en la historiografía local hasta bien entra-
termino municipal de Yecla, por lo
que el trivium entre esta vía y la
restos arqueológicos existentes en el Cerro do el siglo XX, 13 asociando y derivando el
correspondiente a la señalada por los del Castillo. Esto es lo que indicaba Lozano: topónimo de Torrejones del nombre de la
Vasos de Vicarello (Augusta), referida mansio. La historiografía reciente ha
quedaría en las proximidades del
Monte Arabí (Casas de Almansa- «El castillo de Yecla, unido al nombre de venido a precisar el itinerario de los Vasos de
Venta de los Hitos) este pueblo, nos hace ver a media legua de Vicarello a su paso por el término municipal
14
RUIZ MOLINA, Liborio; distancia otra ciudad.10 O se han de poner en de Yecla, viniendo a seguir el trazado de la
MUÑOZ LOPEZ, Francisco. "Las
vías romanas de comunicación en la duda los más nobles inductivos, que respeta actual Traviesa de Caudete: Ad Aras (El
comarca de Yecla. (Murcia)" todo anticuario, o es preciso confesar aquí Caicón.Caudete (Albacete), Ad Palem (Ce-
Simposium Vías Romanas del SE.
población. No por los monumentos en globo rro de los Santos), y que servía para enlazar
Murcia, 1986. pp. 75-83; BROTONS
YAGÜE, Francisco y otros. "El que ha confesado ver Espinalt, sino por el Saetavi (Játiva) - Ad Turris (Fuente la Hi-
tramo viario de Montealegre a Fuente carácter de esos mismos monumentos. He guera) con Saltigi (Chinchilla).14
la Higuera". Simposium Vías
Romanas del SE. Murcia, 1986. pp. tenido la ocasión de examinarlos y creo en
75-83. ellos antigüedades romanas. La mayor ele- Volviendo a Lozano, su apreciación so-
vación del monte del castillo, que es en el día bre los restos romanos hallados como parte
el conjuratorio, lo tienen muy visible, por la del edificio destinado al conjuratorio, que ya
parte mediana de aquel peñasco. Lo ciñe había sido advertida por Gil Pérez, ha sido
formando medio círculo, con fortines y ángu- confirmada por los recientes trabajos arqueo-
los. El diámetro, la petrificación, los mate- lógicos, tratándose, como ya se apuntó, de los
riales y demás atributos con fuerte delicade- restos de lo que pudo ser un pequeño fortín
za romana, se distingue aquí muy bien, de (turres) durante los primeros tiempos de la

16
15
romanización y cuya función era la de control bajando gradualmente el caserío hasta don- GIMÉNEZ RUBIO, Pascual.
Apuntes para la Historia de Yecla.
de las instalaciones agrícolas situadas en la de se encuentra en la actualidad. Así, fuera Yecla, 1867.
llanura circundante. de toda duda que el caserío es moderno: lo 16
Giménez Rubio, al igual que lo
uno, porque los mismos edificios marcan las hiciera Juan Lozano, se refiere al
abandono de la población existente
En el siglo XIX dos historiadores loca- épocas de su antigüedad y lo otro porque en en Los Torrejones y su instalación el
les, Pascual Giménez Rubio y Carlos Lasal- el reinado de Isabel La Católica debió de ser Cerro del Castillo.
de, volverán a ocuparse del Cerro del Casti- la mejor calle y la más transitable la que
llo. En ambos casos se centran en la relación ahora se entiende y denomina calle Calave-
entre los restos arqueológicos existentes en ras.
el cerro y el yacimiento de Los Torrejones,
idea que ya había sugerido Lozano, intentan- En el capítulo III entra en materia y
do establecer o clarificar cuándo y de qué describe los acontecimientos derivados de la
modo se produjo la ocupación del Cerro del batalla de Guadalete en el año 711. De este
Castillo, en detrimento de los asentamientos manera se nos indica:
agrícolas en llano. Pascual Giménez Rubio,
en sus Apuntes para la Historia de Yecla,15 « La fundación de este santuario en época
más un libro de etnografía y tradición oral cierta se ignora, y solo pueden hacerse con-
que de análisis histórico, denota una clara jeturas por la tradición y las señales que en
influencia de Cosme Gil Pérez de Ortega, él se han observado y ha servido de pedestal
ampliando en ocasiones la información que para que algunos historiógrafos afirmen su
aquel ofrecía, lo que induce a pensar que larga antigüedad... Según antigua tradición
conoció el manuscrito completo de Los frag- y el texto de varios autores, está confirmado
mentos históricos de la villa de Yecla. que después de la invasión Agarena y la
muerte del rey D.Rodrigo con la destrucción
Para el caso que nos ocupa, Giménez de su reino, sucedió a este el rey Theudemiro
Rubio aporta a lo conocido hasta su tiempo, o Tudemiro que después de la batalla de
los acontecimientos que propiciaron la inva- Guadalete se refugió con algunos restos del
sión árabe de la Península Ibérica y de que ejercito godo y muchas familias fugitivas en
manera incidieron éstos en el territorio ye- el Reino de Murcia, allí se fortificó y resistió
clano, quedando pues relegados a un segun- a los invasores por mucho tiempo. Razón por
do plano la descripción de los restos arqueo- la cual los árabes apellidaban en sus cróni-
lógicos. En estos términos se expresaba el cas a su reino Provincia de Todmir. Se dice
referido historiador: que este rey hizo un tratado o capitulación
con el moro Tareco o Tarif en la llanura de
<< Retirados los vecinos que fueron a habi- Orihuela según unos y en Murcia, según
tar la montaña,16 establecieron para cele- otros, después de la batalla de Sangonera y
brar los misterios del culto un reducido tem- toma de esta ciudad por el rebelde Opas
plo... No tan solo fue la primera parroquia Amiramec, sobrino de Muza, según otros, en
sino que fue la única que se conoció por el que consiguió por cierto tributo, conser-
mucho tiempo; al menos todo el tiempo que var la libertad... No teniendo noticia de que
transcurrió desde que los habitantes se ins- existiera otro templo en el pueblo durante
talaron en la eminencia del monte y fueron tan dilatado periodo es claro y evidente que

17
17
LASALDE LOMBELA, Carlos. el que nos ocupa debió de servir de parro- árabe y a lo ya conocido, aporta un elemento
"Historia de Yecla". Semanario
Murciano. 1880-1881. Números quia; y así sucedió, por cuanto que en él se nuevo hasta la fecha desconocido para la
152, 153, 154, 157, 158. Hemos conservó el Sacramento y de él bajó a la historiografía local. Se trata de la mención de
utilizado la reedición publicada en la Iglesia de la Asunción en el año 1540, época la ciudad de Elo, que tratará en el siguiente
Revista de Estudios Yeclanos. Yakka.
8(1997/8) pp. 201-215. en que aún no estaba terminada la nueva capítulo al referirse a los nombres que ha
obra en aquel entonces de aquel edificio. tenido Yecla en la antigüedad. Por lo demás
Todo convence de la larga antigüedad de la vuelve a insistir en la estrecha relación
ermita y de que ya en tiempos de los godos existente entre el yacimiento romano de los
debió ser parroquia. > > Torrejones y el Cerro del Castillo. En estos
términos se refería Lasalde:
En el capítulo VIII se refiere a las ruinas
que se conservaban en el ya citado "Paso de « Cuentan los cronicones que después de la
la Bandera", viniendo a decir lo mismo que batalla de Guadalete, el general godo Teo-
ya indicara Gil Pérez en el siglo XVIII, domiro, con una parte de su ejército vino al
aunque sin pronunciarse sobre la funcionali- reino de Murcia, y parapetándose en Ori-
dad de este espacio: huela, como sienten los más sensatos histo-
riadores, logró una honrosa capitulación,
<< Entre la subida o camino del castillo y el que le hizo dueño de algunas ciudades en el
escarpado y pedregoso promontorio, en cuya territorio murciano. Después de Teodomi-
parte media hay un saliente al costado ro, al que los árabes llamaron Todmir, suce-
oeste, conocido como paso de la bandera, dió Atanagildo, que los árabes llamaron
existen una serie de terraplenes sobrepues- Atanaild. Privado éste de su reino, todo el
tos, especie de anfiteatro destinado al cultivo país de Murcia cayó en poder de los musul-
de algunas plantas, y que por su calidad manes.
estéril, natural aridez y exposición combati-
da por el glacial boreal, produce apenas Aunque los historiadores solo dan seis
algunas gramíneas u árboles raquíticos que ciudades al reino de Todmir, es creíble que
jamás exceden de la humilde categoría de tuviera además algunas aldeas y pueblos de
rastreros arbustos. En la parte superior de menor importancia. No es fácil determinar si
esta ladera hay un rincón abierto de forma Yecla perteneció o no al mencionado reino;
semicircular con gruesas gradas asaz de- de cualquier modo que fuese, su distancia a
rruidas por los tiempos y del que se destaca Orihuela, a Murcia y a las otras poblaciones
una estrecha y precisa escalinata labrada identificadas con las del pequeño reino de-
artificialmente, que conduce ascendiendo al muestran a las claras que fue población
mismo paso de la bandera. La tradición ha fronteriza. Como tal debió buscar una posi-
conservado el nombre del sitial como "re- ción fuerte, así es que si ya no estaba situada
cuenco"». en la altura del Castillo, entonces es cuando
debió subirse.
A fines del siglo XIX el historiador
Carlos Lasalde Nombela publica en el Sema- Dos explicaciones pueden darse acerca
nario Murciano17 una Historia de Yecla por del traslado de la ciudad. Si perteneció al
entregas. El capítulo V lo dedica a la época reino de Tudmir, los mismos vecinos de ella
i
18
18
buscarían en la altura un lugar seguro contra << No es fácil averiguar que nombre tuvo la Palle se identifica con el Santuario
Ibérico del Cerro de los Santos.
las correrías de los moros. Si por el contrario ciudad antigua, situada en los Baños y los (Montealegre del Castillo)
19
pertenecía a éstos, lo natural es que entonces Torrejones. Los geógrafos sitúan en estos Se refiere a la Venta de los Hitos,
levantaran el castillo, cuyas ruinas árabes se entornos Arbócala, Asso, Adello y Ello. La termino municipal de Yecla.
20
Lasalde comete un error de inter-
ven todavía. Los moros que vinieron a poblar dificultad está en averiguar cual de ellas pretación de los inerarios romanos,
esta tierra se establecieron al abrigo de la correspondería con exactitud a Yecla, pues- ya que sitúa el trazado del Itinerario
de Antonino por el valle-corredor
fortaleza. Los antiguos vecinos, unos conver- to que todas ellas le corresponden poco más Venta de los Hitos-Sierra del Cuchi-
tidos al Islamismo, otros conservando sus o menos. Hay además otra dificultad y es llo-Torrejones- Venta de las Quebra-
antiguas creencias, y todos buscando un lu- saber si todas ellas existieron simultánea- das; cuando el trazado marcado por
las estaciones Ad Turres(Fuente La
gar seguro se irían poco a poco incorporan- mente o sucedieron unas a otras. Y para que Higuera) Ad Elo (Elda?), Aspis
do a la población árabe, dejando abandona- nada quede por decir conviene tener presen- (Aspe), Ilici (Elche), discurría si-
das sus antiguas moradas. te que muchos escritores han hecho dos de la guiendo el actual Valle del Vinalo-
pó. El error de Lasalde ha estado
ciudad de Elo por haber visto en algunos vigente en la historiografía local hasta
Yo me inclino a creer que de esta segun- libros Ello y en varias ediciones del itinera- tiempo reciente, concretamente, esta
propuesta de trazado, con ligeras
da manera se hizo el traslado, porque todos rio de Antonino, Adello. Debían haber teni- variaciones, aparece en la Historia
los restos en el Cerro del Castillo, son mar- do en cuenta que en dicho itinerario al mar- de Yecla de Fausto Soriano Torre-
cadísimamente de origen árabe. Las mura- carla distancia desde Valencia a los diferen- grosa en su edición de 1972.
21
Se refiere a los restos arqueológi-
llas de la antigua fortaleza, los paredones de tes pueblos se dice: Ad Sucronem, Ad Saeta- cos de Los Baños y Los Torrejones,
las casas particulares, los muchos restos de bim, Ad Turres; y cuando llegan a Ello dicen ambos en el término municipal de
aljibes y los pedazos de barro cocido con Adello, en lo cual notoriamente hay un error Yecla y que ya describiera a fines del
siglo XVIII Juan Lozano en su obra
arabescos y leyendas son un testimonio evi- de imprenta, o más bien una equivocación de Bastitania y Contestania del Reino
dente de que el origen de la Yecla actual es los copiantes. de Murcia. Los trabajos arqueológi-
cos efectuados en el lugar en los años
puramente árabe. » . 1982,1984-1989 y 1999, no parecen
Ello y Arbácola, son a mi juicio las dos indicar, por el momento, que en el
Lasalde establece erróneamente la funda- ciudades que pueden corresponder a Yecla. lugar se asentara una ciudad, sino
una "villa rústica", cuyas fechas ex-
ción de la fortaleza árabe a comienzos del siglo En este caso si Ello sucedió a Arbácola y esta tremas de ocupación nos sitúan entre
VIII, y como hemos podido comprobar cons- no estuvo situada en Villena, como algunos el siglo I a. C hasta el siglo V d. C;
truye buena parte del capítulo sobre la base del han puesto, pudo suceder muy bien que Ye- véase nota 6 del presente capítulo.

Pacto de Tudmir, y la inclusión en él del cla sea la heredera de aquellas importantísi-


territorio yeclano. Para nada cita en este capí- mas ciudades bastitanas, cuyo nombre re-
tulo la ciudad de Elo, incluida en las capitula- cuerda todavía las grandezas de aquel pue-
ciones. Sin embargo, sí lo hará en el siguiente blo y la barbarie de los Cartagineses. Que
capítulo, como ya se indicó, que dedica a los Ello estuviese situada en los Torrejones es
nombres que tuvo Yecla en la antigüedad. La bastante probable, porque en Turris, hoy
razón que explica tal exclusión es que Lasalde Caudete, o los Caudetes como decían nues-
consideraba que la destrucción de la ciudad de tros antiguos, se dividía la vía romana, mar-
Elo se produjo con la invasión de los pueblos chando un ramal por Palle18 a Chinchilla
germanos, en el siglo V de nuestra era, y no, y que es la traviesa que va desde Caudete por
como la historiografía actual sostiene, durante la Venta de Lositos19y un lado de Monteale-
el gobierno del emir Abd al-Rahman II en el gre a dicha ciudad; y el otro ramal separán-
primer tercio del siglo IX. En estos términos se dose en Palle bajaba por Ello y Aspis a
expresaba Lasalde: Cartagena. Este podía ser muy bien el anti-

19
22
FERNÁNDEZ GUERRA, A. dis- guo camino que desde Caudete sale por la Además de esta versión un tanto "sui
cursos leídos ante la Academia de la
vía romana y costeando la Sierra del Cuchi- generis "de la II Guerra Púnica (218 - 206 a.
Historia en la recepción en la recep-
ción pública al señor D. Juan de llo viene por Yecla, pasa por Los Torrejones, C) y su incidencia en territorio yeclano, La-
Dios de la Rada y Delgado (Contes- el Portichelo y la Venta de Las Quebradas, salde, refleja la corriente historiográfica de
tación de A.. Fernández Guerra)
Madrid, 1875. para buscar los pueblos de Aspe, Crevillen- su tiempo en lo que se refiere a la polémica
te, Orihuela y Cartagena.20 suscitada (no cerrada en la actualidad) sobre
23
SIMONET, F. Historia de los
Mozárabes de España. Madrid, la ubicación de la ciudad de Ello, que teóri-
1897-1903. (Reimpresión de 1983)
24
AMADOR de los RÍOS, R. Mur- Ello pudo muy bien levantarse sobre camente figuraría como una de las ciudades
cia y Albacete. Madrid, 1888. (Re- las ruinas de Arbócala, porque esta pobla- que formaban parte del Pacto de Tudmir
impresión de 1981)
25 ción desapareció completamente del mapa, firmado a comienzos del siglo VIII. Contem-
MERINO ALVAREZ, G. Geo-
grafía histórica de la Provincia de arruinada por los cartagineses y en la época poráneos a nuestro historiador local aparece-
Murcia. Madrid, 1915. (Reimpre- romana vimos figurar a Ello. Arbócola cuyo rán los trabajos de Fernández Guerra 22 , Si-
sión de 1981)
26
ZUAZO PALACIOS, J. La villa nombre egipcio significa criadora de aceite monet23 y Amador de los Ríos 24 , y a comien-
de Montealegre y el Cerro de los muy exquisito, era una ciudad de la mayor zos del siglo XX los de Merino Álvarez 25 y
Santos. 1915.
27 importancia cuando entraron los cartagine- Zuazo Palacios 26 , que ubicarán Ello en las
Memoria de las Notables Excava-
ciones Arqueológicas hechas en el ses en España. Y como viese admitido dentro inmediaciones del Monte Arabí y el Cerro de
Cerro de los Santos. Publicada por de su territorio parte de los restos del pueblo los Santos. La relación establecida entre
los PP Escolapios de Yecla. Madrid,
olcade cuando el fiero Aníbal destruyó su ambos parajes está en función, básicamente,
1871. Hemos consultado el manus-
crito original propiedad de la Casa capital Altea y los despojó de su territorio, a los resultados obtenidos tras las primeras
Municipal de Cultura de Yecla y tomó de ahí pretexto el cartaginés para mar- excavaciones arqueológicas efectuadas en el
depositado en su Biblioteca Pública.
Resulta de especial interés y de lec- char sobre ella, y en el año doscientos tres o año 1871 27 en el santuario ibérico localizado
tura obligada para adentrarse en la doscientos cuatro antes de J. C. la sitió, tomó en el referido cerro, y cuya secuencia de
época del descubrimiento del San- ocupación nos sitúa entre el'siglo V a. C y el
tuario Ibérico del Cerro de los San-
y destruyó sin que sepamos más noticias
tos, el libro de Fernando López Azo- acerca de este hecho. Conocida la fiereza del siglo II a. C. Sin embargo, la historiografía de
rín Yecla y el Padre Carlos Lasalde. conquistador, y su comportamiento con las la época, en su intento de hacer corresponder
Murcia, 1994.
28 ciudades de Altea, Almántica y Sagunto, es la información que las fuentes escritas apor-
SAAVEDRA, E. Estudio sobre la
invasión de los árabes en España. indudable que Arbócola corrió la misma taban en aquel momento, quiso ver una con-
Madrid, 1883. suerte que sus hermanas. tinuidad en la actividad del santuario en
29
GASPAR REMIRO, M. Historia
de la Murcia musulmana. Murcia,
época romana y visigoda. Frente a la pro-
1905. De sus ruinas se levantó Ello para puesta de Yecla como zona de la posible
30
La traducción de la obra Al - ubicación, se barajaron otras, como la soste-
Masalik ila gami al-mamalik (Frag-
llegar a un alto grado de prosperidad y
mentos geográfico históricos de Al- cultura como acreditan las ruinas que de ella nida por Saavedra 28 , que proponía la locali-
masalik ila...) se debe a Al-Ahwani. nos quedan.21 Pero no fue más afortunada en zación de la ciudad de Ello en Anaya de San
; véase también de Emilio Molina Miguel de Salinas en Alicante; o la de
López " La Cora de Tudmir según al- el fin que su antecesora Arbócala, pues a
Udri (siglo XI). Aportaciones al es- principios del siglo V, cuando los vándalos y Gaspar Remiro 29 que la situaba en Ojós
tudio geográfico descriptivo del SE alanos pasaron por el territorio, o ya en el (Murcia), careciendo también en ambos ca-
peninsular" Cuadernos de Historia
del Islam, 4. Serie monográfica, nú- siglo IV durante las guerras de los godos sos de un sólido sustento arqueológico, ade-
mero 3, 1972. contra los imperiales se vio reducida a ceni- más de una deficiente interpretación de las
zas. Aún hoy día los ladrillos fundidos y los fuentes escritas.
paredones quemados, dan claro indicio de
las llamas que devoraron la ciudad hispano- Con la publicación, en el año 1965, del
romana. » texto del geógrafo Al-Udrí (siglo XI) 30 , se

20
31
abren nuevas perspectivas. El texto del geó- en la información que el geógrafo al - Udri HUICI MIRANDA, A. Historia
musulmana de Valencia y su región,
grafo cita el topónimo Iyi(h), siendo conside- da sobre la situación de Iyi(h). Por una parte, novedades y rectificaciones. Valen-
rado como el vocablo arabizado de Ello, lo y como ya vimos, la sitúa entre Cieza y cia, 1969-1970.
32
que dio pie a plantear su ubicación en las Tobarra, relacionándola, y he aquí la contra- MOLINA LOPEZ, E. "Iyyu(h):
otra ciudad yerma hispano-musul-
proximidades de Hellín, puesto que el itine- dicción, con los sucesos que enfrentaron a mana" Cuadernos de historia del
rario marcado localizaba emplazamientos los grupos tribales de los mudaríes y los Islam.3. 1971. pp. 67-84
33
VALLVÉ BERMEJO, J. "La di-
próximos ya identificados, tales como Siya- yemeníes en las cercanías del río Lorca, y visión territorial de la España musul-
sa (Cieza), Tubarra (Tobarra) o Sintiyyala que motivaron la destrucción de la ciudad mana (II): La Cora de Tudmir (Mur-
(Chinchilla). Esta propuesta era sostenida por parte del emir Abd Al-Rhaman II. De cia). Al-Andalus, XXXVII, 1972. pp.
129-146.
por Huici Miranda31, Molina López32 y esta manera Pocklington sugería la posibili- 34
LLOBREGATCONESA, E. Teo-
Vallvé Bermejo.33 dad de la existencia de dos lugares bajo un domiro de Oriola: su vida y su obra.
mismo topónimo, es decir, Medinat Iyi(h) Alicante, 1973; Nuestra Historia.
Valencia, 1980. vol I. pp. 141-201.
Lo que parecía una evidencia refrenda- (situada en el Tolmo de Minateda, en las 35
GONZALEZ BLANCO, A. "La
da por la teórica concordancia entre la topo- proximidades de Hellín) e Iyi(h) identifica- Historia del SE Peninsular entre los
siglos III-VIII d. C. (Fuentes litera-
nimia y las fuentes escritas árabes, venía a da con la ciudad del Pacto de Tudmir, que rias, problemas sugerencias)" Anti-
caer en contradicción con lo sostenido por podría corresponder con la Sede Episcopal güedad y Cristianismo II. Murcia,
Llobregat34, en base de la información que de Ello. 1985. pp. 53-80; "Yecla en los
siglos de la Antigüedad Tardía"
los itinerarios romanos ofrecían en cuanto a Actas I Jornadas de Historia de Ye-
la localización de Ello y que la ubicaban La propuesta de Pocklington pareció cla "Homenaje a Cayetano de Mer-
próxima a Elda, en concreto el yacimiento de tomar cuerpo y se barajó la posibilidad de que gelina". 1986. Yecla, 1987. pp. 63-
74
Monastil, donde pudo establecerse la sede la Iyi(h) del "pacto" se localizara en las proxi- 36
POVEDA NAVARRO, A. "El
episcopal de Ello en época visigoda, a co- midades de Algezares (Murcia) lugar de asen- Monastil" Arqueología de Alicante
1976-1986. Alicante, 1986. pp. 104-
mienzos del siglo VII, viniendo ésta a repre- tamiento de una basílica bizantina.41 Apo- 195; El poblado ibero-romano de
sentar, también, a la circunscripción territo- yando esta tesis se publicaron varios trabajos "ElMonastil" Alicante, 1988.; "La
rial de Illici (Elche), que en esos momentos de Alfonso Carmona42, en los que intentaba sede episcopal visigoda de Ello"
(Elda.Alicante) Adellum 20-28.
se encontraba bajo el dominio territorial bi- compatibilizar la información de las fuentes 1988; "La creación de la sede de Elo
zantino. Por tanto, Llobregat identificaba la escritas con un razonamiento muy sugerente, en la expansión toledana de finales
Ello visigoda con la Iyi(h) del "pacto", apo- indicando que la Ello visigoda debió nominar- del siglo VI en el SE hispánico."
Concilio III de Toledo. XIV Cente-
yando esta propuesta González Blanco35, se Tudmir tras la conquista árabe, por lo que nario, 589-1989. Madrid, 1991. pp.
Navarro Bóveda36 y Rubiera37. En estos este nombre no solo definía el territorio de una 611-626.
37
momentos se proponían otras ubicaciones, RUBIERA, Ma J. Villena en las
Cora, sino también el de la ciudad destruida en calzadas romana y árabe. Villena,
tales como Totana (Murcia), sostenida por el primer tercio del siglo IX. El marco geográ- 1985.
García Antón38 o en la Villa Vieja de Cieza fico en el que se instala Algezares, también
38
GARCÍA ANTÓN, J. "Sobre los
defendida por Yelo Templado.39 hizo que yacimientos próximos como Verdo-
Orígenes de Tudmir" Antigüedad y
Cristianismo II. Murcia, 1985. pp.
lay o el Castillo de los Garres fuesen vistos 369-383.
39
En este estado de la polémica una nueva como el lugar de asentamiento de la mítica YELO TEMPLADO, A. "La ciu-
dad Episcopal de Ello" Anales de la
propuesta se abre paso en la historiografía ciudad, asociándose a éste la basílica bizanti- Universidad de la Universidad de
reciente. El trabajo de Robert Pocklington40 na. Tomaba de nuevo vigencia la propuesta Murcia. Filosofía y Letras, XXXVII,
consistirá básicamente en revisar lo que la formulada por Gómez Moreno43 en la década n°l-2 1978-1979.
40
POCKLINGTON, R. "El empla-
historiografía había aportado hasta la fecha y de los sesenta del siglo XX, esta vez contando zamiento de Iyi(h)" Sarq al-Anda-
en un detenido análisis de las fuentes escri- con un aparente soporte arqueológico.44 Sin lus, 4. 1987. pp. 175-198.
tas, advirtiendo una falta de correspondencia embargo, tanto en el Castillo de Santa Catalina

21
41
Mergelina, Cayetano de. "La Igle- (Verdolay) como en el de Los Garres, no Recientemente, de nuevo Sonia
sia Bizantina de Algezares" Archivo
Español de Arqueología, 40. 1940. parece documentarse un nivel de ocupación Gutiérrez, publica un trabajo sobre Medinat
p. 5-32. entre principios del siglo VIII y el primer Iyih y su posible relación con la sede episco-
42
CARMONA GONZÁLEZ, Al- tercio del siglo IX. pal de Elo.47 En éste, y tras un análisis histo-
fonso. "Murcia ¿una fundación ára-
be? (Nuevos datos y conclusiones)" riográfico en el que se definen las distintas
Murcia Musulmana. 1989. pp. 85- Sonia Gutiérrez publica en el año 1996 etapas por las que ha pasado la polémica
150; "Recorrido por la geografía his-
tórica de la ciudad de Murcia" Guía
una completísima monografía sobre el Tol- ubicación de Elo, centra su estudio en presen-
islámica de la Región de Murcia. mo de Minateda (Hellín), cimentada en los tar los argumentos que han sostenido la posi-
Murcia, 1990. pp. 13-30; "De lo trabajos arqueológicos efectuados en el yaci- bilidad de Monastil (Elda) como lugar de
romano a lo árabe: el surgimiento de
la ciudad de Murcia" La ciudad islá- miento, aportando en su momento un con- localización de la sede episcopal, exponiendo
mica. Ponencias y comunicaciones. junto de elmentos clarificadores sobre la y contraponiendo las mismas argumentacio-
Zaragoza, 1991. pp. 291-302.
43 posible ubicación de la sede elotana.45 Es el nes para el caso del Tolmo de Minateda. A ello
GÓMEZ MORENO, M. "Suge-
rencias Murcianas" Homenaje al Tolmo la piedra angular de este trabajo y no añade, como refuerzo de las tesis pro-Tolmo,
profesor "Cayetano de Mergeli- parecen quedar dudas que se trata del empla- los últimos hallazgos arqueológicos en este
na"1961-1962. pp. 441-444.
44
RAMALLO ASENSI, S. "Infor-
zamiento nominado por al-Udrí como Iyi(h). yacimiento: un edificio destinado a basílica,
me preliminar de los trabajos reali- El lugar, cuenta con una secuencia de ocupa- de tres naves, con baptisterio tripartito, piscina
zados en la basílica paleocristiana de ción desde la edad del Bronce hasta finales bautismal cruciforme, etc. La presencia—se-
Algezares (Murcia)" Memorias de
Arqueología, 1. (1985-1986). Mur- del siglo IX y comienzos del siglo X, mo- gún Sonia Gutiérrez— de un conjunto arqui-
cia, 1991. pp. 298-307; MANZA- mento en el que se considera que se produce tectónico monumental en la cima del Tolmo,
NO MARTÍNEZ, J; BERNAL PAS- su abandono. Cuenta con una marcada facies aún por excavar, formado por edificios de
CUAL, F; Calabuig JORDAN, R.
"El Castillo de Santa Catalina de tardorromana, época en la que debió ser una corte religioso o público, y la localización de
Verdolay; un hisn de época islámi- importante civitas (siglos V al VII de nuestra otra basílica extraurbana, formando parte de
ca". Verdolay, 3. (1991) pp. 107-
124; MATILLA SEIQUER, G. "El
era). Su origen como municipio romano se un complejo funerario, le inclinan a barajar la
Castillo de Los Garres. Una Fortale- sitúa a fines del siglo I a C.46 posibilidad de identificar la Iyih islámica con
za tardía en la Vega de Murcia". la sede episcopal elotana del siglo VIL48
Antigüedad y Cristianismo,
V.Murcia, 1988. pp. 353-402. No parecen existir evidencias de una
45
GUTIÉRREZ LLORET, Sonia. La destrucción violenta del establecimiento, que Con todo, y con la cautela que define
Cora de Tudmir. De la Antigüedad pudiera relacionarse con los hechos referi- a Sonia Gutiérrez, advierte, que contempla
Tardía al mundo islámico. Pobla- esta propuesta como posibilidad, excluyente
miento y cultura material. Madrid- dos en las fuentes escritas árabes, en las que
Alicante, 1996. se nos indica que la ciudad de Iyi(h), capital eso sí, no pronunciándose de manera defini-
46
Mientras redactaba el presente del territorio de Tudmir fue destruida por tiva sobre si la mítica sede episcopal corres-
capítulo cayó en mis manos un ejem-
Abd al-Rahman II, fundando una nueva ciu- pondería al Tolmo, argumentando que la
plar del diario La Verdad, fechado el
21 de octubre del año 2000, firmado dad, Murcia, que quedará constituida como "existencia de una o varias basílicas no
por José María Galiana, en el que se nueva capital de la cora o provincia. significa necesariamente su carácter de sede
publicaba un reportaje titulado "Elo. episcopal". En la misma línea estaría la afir-
Una ciudad perdida". En éste se daba
cuenta del hallazgo de una lápida Parecía quedar claro en la monogra- mación: "En cualquier caso, esta ciudad
conmemorativa, fechada en 9 a. C, y
fía de Sonia Gutiérrez que había que diferen- visigoda, cabeza o no de un obispado, se
dedicada al emperador Augusto, con
motivo de la concesión del estatuto ciar dos realidades distintas que nada tenían islamizó y continuó habitada hasta el siglo
de municipio a la ciudad de Illunum. que ver, aparentemente, entre sí: la Ello ro- IX, cuando se abandonó por la misma época
Esta circunstancia hace considerar
mana (probablemente ubicada en Monastil. en que el territorio de Tudmir comenzaba a
al autor del referido reportaje que el
Tolmo pudo ser el lugar donde se Elda) y la Iyi(h) del Pacto (Tolmo de Mina- integrarse en el Estado cordobés y se creaba
ubicaba la "mítica" ciudad de Elo. Al teda. Hellín). una nueva capital, Murcia, a tal efecto".49

22
Si la Ello romana se convirtió en un tiempo "en barbecho" el elemento objeto hallazgo epigráfico añade la existen-
cia en el lugar de un edificio de gran
cabeza episcopal en época visigoda, y ésta se de la "discordia": la hipotética existencia de formato identificado como una basí-
identificara con la Iyih del Pacto, comportaría una sede episcopal visigoda creada a comien- lica, cuyas fechas de uso se sitúan
admitir que Iyih es el topónimo arabizado de zos del siglo VII, y que por diversos motivos entre los siglos V al VII, consideran-
do que este edificio basilical corres-
Ello, y no de Illunum, que es el nombre con ha venido siendo asociada a la Ello romana. pondería a la sede episcopal elotana
que se conoce al municipio romano instalado en época visigoda. Sin embargo, esta
Illunum nada parece que tenga que
en el Tolmo desde finales del siglo I a C. Por Fue Antonino González Blanco50 ver con la Ello de los itinerarios
otra parte, supondría hacer un replanteamien- quien introdujo en su tiempo un nuevo ele- romanos (Vasos de Vicarello o Itine-
to de los itinerarios romanos donde aparece mento a tener en cuenta. La primera vez que rario de Antonino). Por otra parte, el
que se constate la presencia de una
Ello (no Illunum) desde el siglo I d.C, locali- aparece referenciada la sede episcopal elota- basílica visigoda no implica necesa-
zado en las proximidades de Elche (Illici). na, es en relación a la celebración del Sínodo riamente que haya de corresponder a
de Toledo del año 610, en época del monarca la sede de un territorio episcopal
visigodo. En principio sólo nos está
En resumidas cuentas, desde que Gundemaro. El documento en que aparece el indicando el grado de cristianiza-
Fernández Guerra abrió la polémica sobre la obispo representante de Elo, en opinión de ción de un territorio.
17
GUTIÉRREZ LLORET, Sonia.
ubicación de la sede episcopal elotana, la González Blanco, puede ser apócrifo y por "La identificación de Medinat Iyih y
producción historiográfica ha sido, como tanto haber sido elaborado en un tiempo su relación con la sede episcopal
hemos visto en este breve muestreo, muy posterior al referido evento sinodal. De he- elotana. Nuevas perspectivas sobre
viejos problemas". Scripta in Hono-
abundante. En la última década ha cobrado cho, el documento en cuestión aparece inser- rem A. Llobregat Conesa. Alicante,
especial relevancia las opciones de Monastil to en las actas del XII Concilio de Toledo, 2000. T. I: pp. 481-499.
48
y del Tolmo como posibles candidatas, en celebrado en el año 681. Esta probable "ma- GUTIÉRREZ LORRET, Sonia.
"Laidentificación de Medinat Iyih..."
ambos casos sustentando sus argumentos en nipulación documental" podría justificarse p. 491-494.
49
los trabajos arqueológicos llevados a cabo en ante un posible conflicto territorial entre 50
Ibidem nota 48. p. 494
GONZÁLEZ BLANCO,
sendos yacimientos, sin que hasta la fecha, ni Toledo y la sede metropolitana de Cartage- Antonino. " La historia del SE
en uno ni en otro, se haya obtenido una na, que en tiempos de Gundemaro estaba peninsular entre el silgo III-VIII d.
respuesta concluyente. En mi opinión, de ahí bajo el dominio territorial bizantino. El tex- C..."pp. 69; "La Provincia Bizantina
de Hispania"; "Los visigodos en la
mi sorpresa en relación con el último trabajo to, posiblemente apócrifo, inserto en las Carthaginense" y "La Iglesia
de Sonia Gutiérrez; el intentar dar respuesta o actas del XII Concilio de Toledo del año Carthaginense" Hispania de
resolver lo que parece más una "obsesiva 681, dice así: Cartagena. V. Cartagena, 1986. pp.
43-71; 101-124; 160-191.
quimera" que una realidad arqueológica, pue- 51
VIVES, J. Concilios Visigóticos e
de comportar el riesgo de mediatizar los re- << Senabilis Sanctae eclessiae Elotanae Hispano-Romanos. Barcelona-
Madrid, 1963. p.409.
sultados de los trabajos de investigación a la episcopus ss» Sínodo de Gundemaro, año
resolución de lo que probablemente sea irre- 610.51 (Traducción:« Senable, obispo de la
soluble, y dejar en un segundo plano otros santa Iglesia de Elo, firmé)
aspectos de índole social, político o económi-
co, derivados de la propia existencia de am- A partir del VII Concilio de Toledo del
bas ciudades hispanovisigodas. Me parece año 646 aparecen asociados los territorios de
que lo más coherente es seguir admitiendo, Elche y Ello, bajo la administración de un
como lo más probable, la existencia de dos mismo obispo. De igual forma ocurre en el
realidades distintas: la Iyih islámica, cuyo XI Concilio de Toledo del año 675. Los
antecedente romano es Illunum, y la Ella textos dicen así:
medieval que vendría a ser la Ello de los
itinerarios romanos. Sería conveniente, dejar « Vinibal Del miseratione sanctae ecles-

23
52
Ibidem nota 51p. 257. siae ilicitanae, qui et Elotanae, episcopus con el territorio episcopal de Elche-Ello, sí
53
Ibidem nota 51.p. 368.
54
Varios estudios confirman que la haec statua definiens subscribsi» Concilio por el contrario la denominada como Îls54
lis del Pacto corresponde con la Illici de Toledo VII, año 646.52 (traducción: « V i - (Elche) capital de este territorio.
tardo romana y visigoda, situada en nibal, por la misericordia de Dios, obispo de
La Alcudia. La madina islámica
construida sobre la actual ciudad de la Santa Iglesia de Elche y de Elo, aprobé y Refuerzan estas consideraciones, las
Elche comienza a tener relativa firmé estos cánones ») apreciaciones filológicas realizadas por Poc-
importancia a partir del siglo XI.
Véase a tal respecto los trabajos de
klington. Así, el topónimo latino Ello deriva-
RAMOS FERNÁNDEZ, R. "La << Ego Leander ecclesiae Ilicitane, qui, ría al topónimo árabe Illu(h), y éste, al árabe
ciudad romana de Illici". Alicante. elotanae, episcopus haec gesta sinodica a tardío Illa, correspondiendo al topónimo cas-
1975;LLOBREGAT CONESA, E.
"De la ciudad visigoda a la ciudad nobis definita ss» Concilio de Toledo XI, tellano Ella55 citado en las fuentes escritas
islámica en el este peninsular" La año 675.53 (Traducción: « Y o , Leandro, cristianas e identificado con Elda(Alicante).56
ciudad islámica. Ponencias y Sin embargo, el topónimo árabe Iyi(h) pare-
Comunicaciones. Zaragoza, 1991.
obispo de la Iglesia de Elche y de Elo, suscri-
pp. 159-198; PÉREZ MOLINA, T. bí estas decisiones sinodales tomadas por ce proceder de la pronunciación Eio. El nom-
"Elche Islámico" Pobladores de nosotros») bre actual de Minateda no ofrece dudas y
Elche, 9. Elche, 1987. pp. 39-48;
GUTIÉRREZ LLORET, S. "El
parece derivar de la denominación árabe
poblamiento tardo romano en La primera consideración es advertir, Meditat Iyi(h)57, pasando de Iyi(h) a Iya o
Alicante a través de los testimonios como ya han hecho otros, que ambos territo- Eya. El paso, en tiempos modernos, del topó-
materiales: estado de la cuestión y
perspectivas" ANTIGÜEDAD Y rios, Elche y Elo, debían estar cercanos, de nimo Medina Tea a Minateda, coincide con
Cristianismo, V. Murcia, 1988. pp. ahí que éstos estuvieran bajo el control de un la debilitación de la "d" intervocálica en
323-373.
55 solo obispo. Lo que no implica, necesaria- castellano popular.58
POCKLINGTON, R. "El
emplazamiento de Iyi(h).." p. 191. mente, la existencia de la sede elotana antes
56
TORRES FONTES, Juan. de la conquista del Levante a los bizantinos Así pues, la Iyi(h) del Pacto que figura
Colección de documentos para la
historia del reino de Murcia II
por Sisebuto, a fines de la segunda década del en la versión de al-Udrí (m. 1085) es la misma
Documentos del siglo XIII. Murcia, siglo VIL Deberíamos, pues, plantearnos la que el geógrafo refiere al describir la ruta o
1969 pp. 6, 15 y 161. posibilidad de que la sede episcopal elotana camino que unía Cartagena con Toledo, y
57
La ciudad que aparece en el
itinerario de al-Udri. no existió como tal y que el territorio de la ésta, sin duda, se ubica en el Tolmo de
58
POCKLINGTON, R. "El Ello romana debió quedar bajo la circuns- Minateda (Hellín). Cabría, pues, oponer a
emplazamiento de Iyi(h)..." p. 188 cripción territorial episcopal de Elche, con esta consideración, la contradicción eviden-
sede en esta ciudad y nominada con los ciada por Pocklington en razón a la destruc-
nombres de ambos ámbitos territoriales, en ción de Iyi(h) en el primer tercio del siglo IX,
el momento de la creación de la sede ilicita- y los motivos que llevaron al emir Abd-Al-
na, sustentándose tal adscripción en el su- Rahman II a consumar tal hecho. En mi opi-
puesto derecho de Toledo sobre estos territo- nión, me parece extremadamente aventurado
rios, en base al documento firmado por el afirmar que esta ciudad estaba en las proximi-
Obispo Senable en el Sínodo de Gundemaro, dades del río Lorca (Guadalentín) sobre la
inserto en las actas de XII Concilio de Tole- base de los hechos que allí se producen; es
do, siete décadas después. De ahí, quizá, el decir, el asesinato junto al río, tras una disputa
hecho de que hasta la fecha no hayan habido entre un miembro de la tribu mudarí y otro
respuestas arqueológicas concluyentes so- miembro de la tribu yemení, con el resultado
bre la sede elotana, ni en Monastil ni en el de la muerte del primero, provocando una
Tolmo de Minateda. De esta manera, la Iyi(h) guerra civil entre ambos grupos tribales, lo
del Pacto de Teodomiro nada tendría que ver que obligaría al emir a tomar una drástica

24
59
decisión. Este hecho aislado que las fuentes el Cerro del Castillo, se observa que estas no Es el propio Pocklington en cuanto
a la fíabilidad del texto de al-Udri
escritas refieren no explicita en modo alguno pertenecen a la época en el que el Sr. Gimé- quien nos indica: « De todas
la ubicación de la Iyi(h) del "pacto", diferen- nez Rubio cree destruido Turris-Turris, cu- nuestras fuentes para conocer la
ciándola supuestamente de la Iyi(h) del "itine- yos restos están a media legua del castillo. verdadera pronunciación del
topónimo, al Udri ofrece las mayores
rario", máxime cuando la misma ciudad es ¿Qué hacían en el castillo con su puente garantías de fíabilidad. Además de
referenciada por el mismo geógrafo, al Udrí, levadizo y los tambores abiertos en la roca ser su versión del Pacto la más antigua
de todas las que tenemos a nuestra
en el siglo XI.59 La información sobre la que todavía hoy se ven y las viviendas disposición, parece casi seguro que
destrucción de Iyi(h) solo nos indica el lugar ciclópeas? Creeremos que no sería para el manuscrito que se conserva es el
de un acontecimiento concreto del que derivó defender Turris-Turris que está a gran dis- autógrafo.» Véase POCKLING-
TON,R. "El emplazamiento de
un conflicto de mayor envergadura; asociar tancia, sino para defender Heycla de cual- Iyi(h)..." p. 177.
60
este lugar a una hipotética ubicación de la quier ataque del enemigo, tan frecuentes en IBÁÑEZ MAESTRE, Fausto.
ciudad, contraponiéndola a la otra, carece de aquellos tiempos. La destrucción de Turris- Disertación histórica sobre la ciudad
de Yecla Yecla, 1900.
todo sentido, así como también, y como ya Turris mas bien que a un ataque de los 61
Se refiere al paraje de los
vimos, de todo sustento arqueológico. bárbaros, se debe a una inundación causada Torrejones.
62
GONZALEZ SIMANCAS,
por la avenida de la cañada del Pulpillo, Manuel. Catálogo Monumental de
Continuando con nuestro periplo histo- pues los restos de Turris-Turris están situa- España. Provincia de Murcia. 1905-
riográfico, en el año 1900, otro historiador dos por donde esta discurre y la situación de 1907. Hemos utilizado facsímil
editado por el Colegio de Arquitecto
local, Fausto Ibáñez Maestre, publica la obra dichos restos de población por mas que el de Murcia en el año 1997.
titulada Disertación Histórica de la Ciudad terreno es de labrantío están a gran profun- 63
AMADOR DE LOS RIOS,
de Yecla.60 Afirmaba Ibáñez que el origen de didad. » Rodrigo. Murciay Albacete... p. 760.

la ciudad no era Ad Turris o Ello, como se


había querido ver hasta la fecha. El nombre Desde la edición de esta historia gene-
obedecía a un curioso topónimo, según sus ral de Yecla hasta la siguiente de Fausto
consideraciones, de origen caldeo, cuya tras- Ibáñez Torregrosa habrán de transcurrir cin-
cripción era Heycla y cuyo significado venía cuenta años. En este periodo de tiempo en-
a ser "palacio, basílica, edificio majestuoso". contraremos algunas referencias a la Yecla
Denominación ésta que procedía del primiti- musulmana sobre la base de los restos mate-
vo nombre del Cerro de los Santos. En estos riales hallados en los parajes de los Torrejo-
términos se expresaba Ibáñez Maestre: nes y del Cerro del Castillo, depositados en el
Gabinete de Historia Natural de la Escuelas
<< Pero disentimos de la opinión del Sr. Pías de Yecla. Es Manuel González Siman-
Giménez Rubio cuando cree que Linelium o cas en su Catálogo Monumental de España.
Turris-Turris61, no fueron coetáneos, sino Provincia de Murcia62, elaborado entre los
que los habitantes de Turris-Turris después años 1905-1907, quien nos informa que el
de ser devastada la ciudad que tenían en Museo Calasancio contenía restos de yese-
aquel sitio, por los bárbaros, se replegaron rías islámicas con decoración epigráfica y
a la falda del Cerro del Castillo y allí cons- geométrica. Estas yeserías ya habían sido
truyeron sus moradas y que al conjunto de descritas en 1889 por Amador de los Ríos 63 ,
ellas llamaron Yecla o Yeclín. indicando que se trataba de restos decorati-
vos de época almohade, describiendo en es-
No nos parece admisible esa explica- pecial uno de ellos que presentaba hojas de
ción. Examinando las ruinas que existen en resalto, semejantes a las empleadas en algu-

25
64
65
Se refiere a Yecla. nos monumentos funerarios de le época en de Elias Tormo65. Más orientada al viajero
TORMO, Elias. Levante.
(Provincias de valencianas y Córdoba, Almería o Murcia. También infor- que al investigador, ofrece una serie de datos
murcianas) Madrid, 1923. pp. 321- ma de la existencia de un dedal de bronce de interés sobre el patrimonio artístico y
323. fechado en el siglo XI. En ambos casos no
66 arqueológico más relevante de las ciudades
LEVI PROVNÇAL, E.
Inscriptions árabes d'Espagne Paús- explicita la procedencia de los mismos, indi- incluidas en los distintos itinerarios descrip-
Leyde, 1936. Planche XXIII, número cando la posibilidad de que procedieran del tivos propuestos. Para el caso de Yecla, in-
99. ; "España musulmana hasta la
caída del Califato (711-1031)"
Monte Arabí o del paraje de Los Torrejones. cluida en la ruta número 47, cuando se refiere
Historia de España. Dirigida por al Cerro del Castillo, indica que quedan algu-
MenéndezPidal. Madrid, 1950. Vol. En cuanto al Cerro del Castillo, Gon- nos restos de construcciones árabes. Nos
67
SORIANO TORREGROSA,
Fausto. Historia de Yecla. Yecla, zález Simancas, indicaba de manera sucinta interesa la descripción que hace del Museo
1950; 2a ed. Valencia, 1972. IV. p. lo siguiente: Calasancio y en concreto de los materiales
396. islámicos depositados en él. A los ya conoci-
<<. En esta villa64, situada a cinco leguas al dos restos de yeserías islámicas, fechadas
SE del Monte Arabí, no se conserva vestigio por Simancas en época almohade, refiere la
alguno ni se han descubierto objetos que existencia de una lápida funeraria fechada en
puedan estimarse como procedentes de épo- el siglo IV de la Égira (Siglo X), cuya proce-
ca anterior a la dominación mahometana, dencia se ignora. Este ejemplar es fotogra-
por más que otra cosa hayan querido probar fiado y publicado por Levi-Provençal en dos
algunos escritores locales... » . ocasiones, en 1936 y 1950.66 Se desconoce el
paradero actual de estas piezas. En 1958 con
Por lo que se refiere a la propuesta por la creación de la Colección Arqueológica
Fernández Guerra de ubicar la ciudad de Ello Municipal, antecedente del actual Museo
en el Monte Arabí, González Simancas se Arqueológico Municipal, no figuran como
inclina por pensar en la opción de Elda, parte de las colecciones inventariadas y ex-
apoyando tal consideración en el hecho de puestas. De hecho, en la primera edición de
que Carlos Lasalde había prospectado el lu- la Historia de Yecla de Fausto Soriano Torre-
gar y no había encontrando restos arqueoló- grosa del año 1950, entre la descripción de
gicos que pudieran asociarse a un asenta- los materiales arqueológicos existentes en el
miento urbano de época romana; y en la obra Museo Calasancio tampoco figuran, de lo
de Joaquín Báguena, Historia de Aledo, pu- que se desprende que su desaparición debió
blicada en 1901, donde se insertaba un docu- producirse entre los años 1936 y 1950.
mento, en concreto un Privilegio de Alfonso
X el Sabio dado a la Orden de Santiago en el La primera síntesis histórica publi-
año 1257, en la que la actual Elda figura con cada en Yecla es obra de Fausto Soriano
el topónimo Ella, correspondiendo éste al Torregrosa, cuya primera edición se publica
topónimo romano Ello. No insistiremos de en el año 1950, contando con una segunda
nuevo en lo ya expuesto con anterioridad en edición revisada del año 1972.67 Abarca la
cuanto a la localización geográfica de la Ello Historia de Soriano Torregrosa desde la Pre-
romana. historia hasta el siglo XX, mostrando un
riguroso y buen planteamiento metodológi-
En el año 1923 se edita la guía Levante co, poniendo al día el estado de la investiga-
(Provincias valencianas y murcianas) obra ción histórica y arqueológica en Yecla. Hay

26
68
en ella una fuerte imbricación entre el mane- por tierras islámicas. Con ello se consumaba Como ya vimos el momento de
abandono de Los Torrejones se
jo de la historiografía, las fuentes escritas y lo la desaparición definitiva de la mítica ciudad. verifica en el tránsito del siglo V al
que la arqueología científica había aportado Apoya estas consideraciones en la informa- siglo VI, momento en el que se
hasta la fecha. ción ofrecida por Giménez Rubio sobre el constata un nivel de ocupación en la
parte alta del Cerro del Castillo, en
paraje llamado Barranco de los Muertos, si- concreto en el lugar que hoy ocupa la
Sobre el periodo oscuro, pendiente aún tuado entre el Monte Arabí y el Arabilejo, a Ermita del Castillo.
69
sur de éste, donde se habían hallado restos Soriano Torregrosa se inclina por
de resolución, que va desde los siglos de la pensar, de manera errónea, que la
Antigüedad Tardía hasta el periodo de las óseos humanos, monedas y numerosos frag- destrucción de Iyi(h), que identifica
dinastías norteafricanas (siglos V/VI al XI), mentos de armas, lo que verificaba un enfren- como la Ello romana, se produjo en
el año 779, por tanto en época de
propone y desarrolla la idea de que ha de ser tamiento armado en el lugar71. Abd al-Rahman I, sobre la base de la
la investigación arqueológica sobre dos em- información aportada por Amador
plazamientos próximos entre sí, Los Torre- Sirva el siguiente fragmento del capí- de los Ríos.
70
Las prospecciones efectuadas en
jones y el Cerro del Castillo, la que deba tulo VII, sobre el origen de la ciudad de este cerro han dado como resultado
aportar los datos que permitan reconstruir la Yecla, como muestra de lo arriba comenta- la recogida de muestras cerámicas y
líticas adscritas a la Edad del Bronce
Historia de Yecla en esos cinco siglos, reto- do. Así se expresada Soriano Torregrosa: (II milenio a. C), aunque también y
mando las antiguas consideraciones de Car- en menor medida se constan
los Lasalde. Aún careciendo de datos ar- « No sabemos, a ciencia cierta, la época en cerámicas a torno ibero romanas y
algunos objetos metálicos elaborados
queológicos objetivos, que han de obtenerse que fue fundada nuestra población; pero los en hierro. Sería interesante, y este es
de las excavaciones arqueológicas sistemáti- restos históricos hallados en el Cerro del nuestro propósito en breve, efectuar
cas, centra su estudio en el proceso de aban- Castillo no llegan más allá de época musul- varios sondeos que vayan orientados
a elaborar un detenido estudio
dono de un establecimiento en llano como mana. Las ruinas de la antigua muralla son, estratigráfíco del yacimiento, previo
Los Torrejones y acierta en el mismo, al indudablemente, de construcción árabe, se- a futuras intervenciones arqueoló-
gicas. De esta manera podríamos
menos así lo indican los trabajos arqueológi- gún acabamos de decir, así como los diver- precisar la secuencia de ocupación,
cos efectuados en tiempo reciente68. Es ob- sos restos en dicho cerro aparecidos. Por desde sus primeros niveles de
vio, que hoy es al menos cuestionable su otra parte, los hallados en los Torrejones asentamiento humano hasta el
momento de su abandono.
convencimiento de que bien en los Torrejo- son romanos. Y con esto nos planteamos la 71
Esta información ofrecida por
nes, bien en las proximidades del Monte primera pregunta: ¿Subsistió la ciudad de Giménez Rubio no ha podido ser
Arabí se situaba la ciudad romana de Ello, Los Torrejones después de la época roma- verificada hasta la fecha, a pesar de
las intensas prospecciones arqueoló-
destruida como ya vimos por Abd al-Rah- na ? ¿ Qué sucedió en ese lapso entre la época gicas efectuadas en el lugar.
man II.69 Es esta segunda posibilidad la que romana de esta ciudad y la Yecla musulma-
más cuerpo toma en Soriano, localizando el na ? Si carecemos de datos precisos de esos
lugar de asentamiento en el denominado Cerro tres siglos que van desde la invasión de los
de los Moros o Arabilejo70; cerro de unos 900 bárbaros (409) hasta la de los musulma-
m de altitud y que presenta una amplia plani- nes (711) y sabemos que los primeros invaso-
cie en su cima, conservando restos de fortifi- res bárbaros arrasaron a sangre y fuego
cación en su cara oeste. Un dato nuevo muchas de las ciudades de la Hispania
aporta Soriano siguiendo las apreciaciones romana, no será aventurarse demasiado en
de Fernández Guerra y el llamado Cronicón el campo de las conjeturas el suponer que la
de Sampiro, que indicaban que la ciudad de ciudad romana de los Torrejones fue des-
Ello sufrió dos destrucciones, la primera, la truida, al menos en parte, por los nuevos
ya consabida; y la segunda, a manos de Ordo- invasores. Pero ¿Qué pasó después? ¿Qué
ño II de León (914-24) en una de sus correrías hicieron los supervivientes de los Torrejones

27
72
El primer capítulo de Yecla en su después de ser saqueada o destruida la ciu- En el año 1988 se publica otra historia
Historia titulado "De los primeros
pobladores a la Edad Media" es obra dad? No podemos saberlo con certeza. El P. general de Yecla titulada Yecla en su Histo-
de Liborio Ruiz Molina, y en él se Lasalde se inclina a creer que el traslado de ria, cuyo autor es Juan Blázquez Miguel. Se
actualiza la información que hasta la población al Cerro del Castillo desde los trata de una obra más completa y documen-
ese momento se disponía, fruto de
los trabajos arqueológicos de campo. Torrejones se verificó al final de la época tada que la de Fausto Soriano Torregrosa,
73
VALLVÉ BERMEJO, J. " La visigoda... Cree, además, el P.Lasalde que debido a los avances en la investigación
división territorial de Al-Andalus..."
74 lafundación de la ciudad en el cerro fue obra arqueológica 72 y una mayor disponibilidad
M.CASIRI. biblioteca arabico-
hispana escurialensis. 2 v. Madrid, de los musulmanes, según veremos en la de documentos históricos.
1760. t. II. p. 125 tercera parte de este capítulo referente a la
75
IBN SA 'ID AL-MAGRIBI. Kitab
al. Mugrib fi hula al Magrib. El dominación musulmana. Del libro, y para el tema que nos ocupa,
Cairo, 1953. 2 v. nos interesa su capítulo II, y en concreto sus
76
GASPAR REMIRO, M. Historia Giménez Rubio nos dice lo mismo res- dos primeros apartados, dedicados a la ciu-
de la Murcia musulmana..."
77
Se refiere al poeta Abu Bakr Yahya pecto a la inexistencia de los restos visigodos dad romana de Ello y a la Yakka musulmana.
ben Sahl al-Yakki (m.1165). Se en el término, y el canónigo Lozano se expre- En cuanto al primero nada se aporta de nuevo
equivoca Juan Blázquez Miguel
sa en igual forma. Las Historias de Murcia a lo propuesto hasta la fecha, ciñéndose a un
cuando afirma que su origen era
cristiano al interpretar que al-Higari, de Cáscales y R. Amador de los Ríos, nada breve comentario de una pequeña parte de la
contemporáneo de al-Yakki, lo nos aclaran sobre este punto. Las historias producción historiográfica sobre la contro-
califica como el Ibn Rumí de su
tiempo. No se refiere al-Higari al
generales no nos sacan de dudas. vertida ubicación de la ciudad. El segundo
hijo de un cristiano (rumi), sino que apartado, el dedicado al periodo islámico,
le compara al personaje considerado Con los pocos datos que poseemos para tampoco supone un avance sustancial en lo
como uno de los maestros de la sátira
en el mundo islámico, como queda conjeturar, no tenemos otra salida para con- conocido hasta la fecha de publicación de su
demostrado por Alfonso Carmona cluir que la de suponer que el núcleo origi- obra. Se hacen referencias a la información
González en "Yakka, Gumalla,
nario de nuestra ciudad corresponde a la que sobre Yakka dan las fuentes escritas,
Bilyana" en Revista de Estudios
Yeclanos. 3 (1991) p. 19. De esta época musulmana, aunque ya en la visigoda indicando, sobre la base de los trabajos de
manera Carmona González se hubieran trasladado al Cerro algunos de Vallvé Bermejo, 73 Casiri, 74 Ibn Sa'id 75 y
considera que es un error sostener,
como había hecho la historiografía los habitantes de Los Torrejones. Ahora bien, Gaspar Remiro, 76 que el lugar era un "hisn",
local, la posible pervivencia de una ¿Fueron los musulmanes los que se asenta- es decir, una fortificación incluida en el
comunidad cristiana en la zona a ron en el Cerro los que establecieron una ámbito territorial de la Cora de Murcia, sien-
fines del siglo XI.
78
Se refiere al jurisconsulto y poeta base fuerte con castillo en la cima, o por el do la cuna de dos ilustres personajes, el poeta
Abu 'Amr Muhammad ben contrario fueron los cristianos habitantes de Ibn Shal al-Yakkï77 y el jurisconsulto Muha-
Muhammad ben Aixum al-Lahmí,
los Torrejones los que se trasladaron al mmed ibn Muhammed ibn Aixun, al Laj-
(m. 1218) cuya familia era originaria
de Yecla. Véase Alfonso Carmona Cerro y allí se establecieron para una mejor mí.78
González. "Yakka, Gumalla,..." p. defensa? No cabe duda que el castillo es Además de esto publica la traducción y
19.
79
La fecha de la lápida, según Levi- árabe, pero quizá ya con anterioridad se lámina de la lápida funeraria referenciada
Provençal es el año 972. Su habían establecido los cristianos en la cima por Elias Tormo en el año 1923 y estudiada
procedencia es desconocida. al abrigo de las defensas naturales del mon- y publicada por Levi-Provençal en 1936,
te. De ser esto cierto habría que suponer incluyéndola éste en la Historia de España
entonces que este castillo, los muros fortifi- dirigida por Menéndez Pidal, en el año 1950,
cados del Cerro, fueron construidos por los que la califica de " banal, tosca e incorrecta;
musulmanes, ya avanzada su dominación en sin embargo, un bello ejemplo de epigrafía
España y sometido el reino de Todmir. > > popular de la segunda mitad del siglo X" 79 ,
cuya traducción dice así:

28
80
<< ...falleció Umar, hijo de Idris, el martes, No entra el autor a analizar, desde el LEVI-PROVENÇAL,E. Inscrip-
tions árabes... Plancha XXIII,
día 2 del mes de Gumada, de año 361» 80 punto de vista de la historiografía, tanto de número 99.
contenido histórico como arqueológico, el 81
RUIZ MOLINA, Liborio. El Cerro
El mismo año en que publicaba su obra periodo de transición entre el mundo tardo- del Castillo de Yecla. Estudio
preliminar del origen de la ciudad
de Blázquez Miguel, publiqué una breve rromano y visigodo, y el momento inicial de de Yecla. Aspectos historiográficos
monografía, a modo de estudio preliminar81, la conquista árabe de la Península Ibérica. El y arqueológicos. Yecla, 1988.
82
El periodo de las dinastías
del Cerro del Castillo, cuyo propósito funda- conocimiento del estado actual de la contro- norteafricanas, siglos XI/XIII era el
mental fue el de plantear el valor que el Cerro versia suscitada, desde finales del siglo XIX que ofrecía una mayor intensidad en
del Castillo tenía para entender la evolución hasta nuestros días, sobre la ubicación de la cuanto a los materiales arqueológicos
estudiados tras una minuciosa
del poblamiento en Yecla desde la Antigüe- Iyi(h) del Pacto de Teodomiro y la Ello prospección del yacimiento.
dad Tardía, el tránsito al periodo islámico, su visigoda, creo que es de una importancia 83
El yacimiento de Los Torrejones-
posterior desarrollo durante las dinastías nor- capital si admitimos, como así se hace, la Baños se sitúa en la llanura próxima
al Cerro del Castillo.
teafricanas82 y finalmente, el paso hacia un pertenencia del territorio yeclano a la deno- 84
Véase nota 6 del presente capítulo.
85
modelo feudal cristiano a partir de la segunda minada Cora de Tudmir desde los primeros Las estructuras arquitectónicas
islámicas exhumadas en el sector II
mitad del siglo XIII. A él quedaba unido el tiempos de la dominación islámica. No en- de excavación de los Torrejones
yacimiento romano de Los Torrejones-Ba- trar en ello conduce inevitablemente a reali- inducen a pensar que el lugar debió
ños,83 que por aquella época mantenía abier- zar afirmaciones erróneas, por desconoci- constituirse en una alquería a partir
del siglo XII.
tas campañas de excavaciones arqueológicas miento de los resultados que la investigación 86
Avances parciales de las campañas
sistemáticas84 y que venía a indicarnos el ha aportado en los últimos quince años. El de excavaciones arqueológicas, así
tránsito de los siglos V al VI de nuestra era recomendar la consulta de una "amplia bi- como de otros derivados de las
mismas han sido publicados desde el
como momento de abandono, constatándose bliografía" sobre el tema en el libro de Juan año 1991. Véase: RUIZ MOLINA,
la reutilización de las antiguas instalaciones Blázquez Miguel Yecla en su Historia, es un Liborio. "El hisn rural de Yecla.
Aportaciones a la arqueología
romanas a partir del siglo XII85. Considerá- recurso que no se puede ni se debe admitir medieval de la Región de Murcia en
bamos, pues, oportuno, la conveniencia de como válido, pues está muy distante de refle- áreas de interior" Miscelánea
mantener ambos yacimientos abiertos, ini- jar el estado actual de la denominada "con- Medieval Murciana XVI. (1990-
1991). Murcia, 1992; "Yakka. Un
ciando las campañas de excavaciones en el troversia"; máxime, cuando entre ambas pu- castillo rural de la Cora de Murcia.
Cerro del Castillo en el año 1990.86 La pre- blicaciones, la de Blázquez Miguel y la de Siglo XI al XIII." Miscelánea
sente monografía viene a ser la confirmación López Serrano, media casi una década. Medieval Murciana, XVII. (1992).
Murcia, 1993; "Apuntes para el
de que estábamos en lo cierto.87 estudio del poblamiento musulmán
Entrando en materia, hemos de afirmar en Yecla. Murcia"; Revista de
Estudios Yeclanos. Yakka, 5(1994);
En el año 1997 se edita la obra Yecla: que sí está demostrado, desde un punto de "Yakka. Un asentamiento andalusí
Una villa del Señorío de Villena. Siglos XIII vista arqueológico, que se produce un aban- de la Cora de Murcia. (Siglos XI al
al XVI, cuyo autor es Aniceto López Serrano. dono de los Torrejones, que debió ser prácti- XIV). Yakka. Revista de Estudios
Yeclanos, 6 (1995). También se han
Se trata de un extenso trabajo que viene a camente total, desarrollándose de manera publicado hasta la fecha en Memorias
cubrir un periodo de la Historia de Yecla, que progresiva a lo largo del siglo V. Es precisa- de Arqueología editadas por la
hasta ese momento había sido poco estudia- Dirección General de Cultura de la
mente en el tránsito de los siglos V al VI Comunidad Autónoma de Murcia la
do por la historiografía local. Para el tema cuando se constata el primer nivel de ocupa- I, II, III, IV, V, Campañas de
que nos interesa haremos algunas considera- ción en el Cerro del Castillo89, tras el periodo excavaciones en los volúmenes
5(1990), 6(1991),7(1992), 8(1993),
ciones al primer capítulo, en el que se nos republicano romano. Por lo que respecta a su 9(1994), 10(1995); "Poblamiento
introduce al periodo islámico en Yecla, hasta afirmación, basada en las apreciaciones de islámico en el nordeste de la Región
su incorporación al Señorío de don Manuel Claudio Sánchez Albornoz en su obra La de Murcia. Jumilla y Yecla en los
siglos X al XIII" / Jornadas de
entre los años 1262-1264.88 España musulmana editada en el año 1978, Historia de Jumilla. 1997. (en prensa)

29
87
Los trabajos sistemáticos de sobre las dudas de sí se produce una ocupa- ción López Serrano92 sólo localizamos la ya
excavaciones arqueológicas en los
Torrejones fueron parados, por ción islámica de las ciudades visigodas en los mencionada lápida funeraria y para nada el
causas de diversa índole, tras seis primeros tiempos de la conquista, parecen ir referido jarrón. Si se trata de una pieza distin-
campañas, en el año 1990. En 1999 despejándose. Tomando como ejemplo tres ta a la depositada en el Museo Arqueológico
se actuó de nuevo sobre el yacimiento
coincidiendo con los trabajos de de las ciudades incluidas en el Pacto de Nacional, sería de gran interés conocer con
puesta en valor del mismo, siendo Tudmir, Ils (La Alcudia de Elche), Iyi(h) exactitud la fuente de información a la que se
nuestra intención retomar las
excavaciones en el lugar en un corto
(Tolmo de Minateda. Hellín) y Lurqa (Lor- ha recurrido. Si, por el contrario, se refiere a
plazo de tiempo. ca), los trabajos arqueológicos han constata- la antedicha del Museo, entonces, advertimos
88
LOPEZ SERRANO, Aniceto. do de manera evidente una temprana islami- una doble confusión. En primer lugar, este
Yecla: Una villa del Señorío de
Villena. Yecla, 1997. p. 33. zación (siglo VIII), lo que puede estar refle- jarrón no es del siglo XI, sino que es de época
89
En las excavaciones arqueológicas jando una ocupación e instalación de facto de nazarí (siglo XIV), con decoración en refle-
con carácter de urgencias llevadas a estas antiguas ciudades visigodas.90 jos azules y dorados, y de motivos vegetales,
cabo a finales del año 1996 y
comienzos de 1997, en el edificio geométricos y epigráficos en su cuerpo y
anejo al la Ermita del Cerro del La consideración de "largo y oscuro cuello; y en segundo lugar, no fue hallado en
Castillo, fueron halladas estructuras
arquitectónicas asociadas a
periodo" establecida para el tiempo transcu- Los Torrejones, ni siquiera en Yecla, como
materiales cerámicos tardo romanos, rrido entre los siglos V al XI hemos de queda demostrado por Angela Franco Mata93,
tales como Terra Sigillata Africana admitirla como válida, pues en el caso de y sobre todo, y con todo lujo de detalles, en
adscrita al siglo V y principios del
siglo VI, cerámicas realizadas a Yecla, por el momento, supone un vacío el libro de Fernando López Azorín, Yecla y el
mano que podrían asociarse al grupo desde un punto de vista material. Habrá que Padre Lasalde, editado en el año 1994. Así,
5 de Reynols y algunos objetos dejar que siga siendo la Arqueología la que, sabemos que la pieza en cuestión fue vendida
metálicos, entre los que destaca una
hebilla de bronce con decoración de manera paciente, vaya aportando, poco a en nuestra ciudad, en el año 1875, por el
grabada en su reverso en la que se poco, datos suficientes que nos permitan un anticuario Vicente Juan Amat a Paulino Savi-
representa un ave muy estilizada, y
que viene a fecharse en la primera
mayor conocimiento sobre este largo perio- rón, Comisionado del Museo Arqueológico
mitad del siglo VII. Este proceso de do de tiempo. Tal circunstancia le lleva a Nacional. El anticuario Amat la había adqui-
abandono de las instalaciones López Serrano a afirmar que la islamización rido en Hornos (Jaén).94
romanas en llano a partir del siglo V,
para reocupar antiguos y próximos del territorio yeclano hubo de iniciarse a
lugares en altura, es un fenómeno, partir del siglo XI, y es posible que así sea, López Serrano sostiene de manera erró-
como ya se indicó, generalizado en mientras no se demuestre lo contrario. Apo- nea que el momento de mayor esplendor de la
el Mediterráneo Occidental,
documentado en numerosos ámbitos ya tal consideración en el hecho cierto, de Yakka islámica corresponde al siglo XII, y en
territoriales del SE y Levante que son escasos los testimonios arqueológi- concreto al periodo Mardanisí (1147-1172),
Peninsular. Véase nota 5 del presente
capítulo.
cos islámicos anteriores a esa fecha, citando basándose en una supuesta afirmación mía
90
Véase para el caso de la Alcudia de por una parte la lápida funeraria ya descrita extraída de la publicación ya citada del año
Elche la nota 5 del presente capítulo, anteriormente, datada (año 972), estudiada y 1988, resultando ser una incorrecta y mal
y para el caso del Tolmo de Minateda
la nota 45. También en MARTÍNEZ publicada por Levi-Provençal en el año 1936; interpretada lectura. Es conveniente a conti-
RODRÍGUEZ, Andrés y PONCE y de otra, y cito textual "el jarrón árabe nuación incluir textualmente ambas citas de
GARCÍA, Juana "Evolución de la localizado en los Torrejones"91 manera que quede aclarada esta cuestión. La
ciudad medieval de Lorca y su
relación con el territorio circundante". afirmación que se me atribuye y que escribí en
Ciudad y Territorio en al-Andalus. Que tengamos constancia y sepamos, el su momento es la siguiente:
Coordina Lorenzo Cara. Granada,
2000. pp. 398-435.
único jarrón hispano-árabe que tiene una cierta
91
LOPEZ SERRANO, Aniceto. relación con Yecla se encuentra en el Museo « El estudio de los materiales nos indica un
Yecla: Una villa del Señorío..." p. 18 Arqueológico Nacional. Acudiendo a la cita mayor porcentaje de los siglos XII al XIII,
a pie de página de donde extrae la informa- periodo que a mi juicio debió ser el más

30
92
importante durante la dominación árabe des- cido por Zafadola (Say - al -Dawla), que se Aniceto López Serrano toma el
dato, según la cita número 7 de la
de un punto de vista funcional (me refería a la subleva en Sarq al-Andalus contra los Almo- página 18, del tomo IV de la Historia
fortaleza), correspondiendo al periodo almo- rávides, muriendo en la batalla de Albacete de España de Menéndez Pidal, p.
hade y (su) posterior desintegración política frente a Alfonso VII de Castilla en el año 396. De éste tomo se cuenta con ocho
ediciones,(1950, 1ª edición, 1996, 8a
provocada por las luchas entre Ibn-Hud y 1146, sino que me estaba refiriendo a Abu edición), comprobadas siete de ellas,
Zayyan ben Mardanis (reyezuelos de Murcia Abd Allah Muhammad ben Muhammad para nada aparece el mencionado
jarrón. Nos ha sido imposible poder
y Valencia respectivamente...)95 ben Yusuf Ibn Hud, miembro de la familia consultar la cuarta edición (1976).
de los Banu Hud que se subleva contra los Advertimos que las tres primeras
De ella, López Serrano indica: almohades en el Valle de Ricote en el año ediciones muestran en su página 396
el referido epitafio o lápida funeraria
1228, proclamándose emir de los musulma- (figura 290) y una fotografía de una
< < Tal y como afirma Liborio Ruiz los mo- nes y que se mantendrá en el poder hasta el caja de madera chapada en plata
dorada de época de Al-Hakan II
mentos de mayor esplendor de la Yakka árabe año 1238, año en que es asesinado, sucedién- (figura 291). A partir de la quinta
son las que corresponden al siglo XII con Sayf dole en el trono su hijo Abu Bakr Muham- edición (1982) la figura 290 es
al Daula Ibn Hud, que como hemos dicho mad ben Muhammad al Watiq al Mu 'tasin, sustituida por un busto de Al-Hakan
II localizado en la ciudad de Córdoba,
antes, consolidó un reino en el Levante y que junto a su tío se mantendrá al frente de la no sufriendo cambio alguno la figura
posteriormente, ben Mardanis que había sido taifa de Murcia siete meses, siendo depuesto 291. Ello nos hace pensar que el
lugarteniente de Zafadola. »96 por Azíz ben Abd-al-Malik ben Muham- cambio de láminas o figuras pudo
efectuarse en la cuarta edición (1976).
mad ben Jattab Diya al-Dawla, quien se 93
FRANCO MATA, Ángela.
Queda claro que mi afirmación se refe- mantiene ocho meses al frente de la taifa. En "Comisiones científicas en España
ría, como queda evidenciado tras once campa- abril de 1239 será depuesto por Zayyan ben desde 1868 a 1875." De Gabinete a
Museo. Tres siglos de Historia,
ñas de excavaciones arqueológicas en el Cerro Mardanis que se mantendrá hasta 1241, año Catálogo Exposición celebrada en el
del Castillo, a que el momento de "mayor en que es instaurada de nuevo la dinastía de Museo Arqueológico Nacional Abril-
Junio, 1993. Madrid, 1993. p. 309.
esplendor" de la Yakka islámica -yo prefiero los Banu Hud, quedando la taifa murciana a fig. 8.
decir mayor presencia en el contexto geográfi- partir de ese momento bajo la órbita de Cas- 94
LOPEZ AZORIN, Fernando. Yecla
co próximo, lo que intentaremos justificar de- tilla hasta el año 1266. y el Padre Lasalde. Yecla, 1994. pp.
218-222.
bidamente en el tercer capítulo de la presente 95
RUIZ MOLINA, Liborio El Cerro
monografía- nos sitúa entre el último cuarto De igual modo sucede con el otro del Castillo... p. 22.
96
del siglo XII y el primer tercio del siglo XIII, es personaje, el llamado Zayyan ben Marda- LOPEZ SERRANO, Aniceto.
Yecla: una villa del señorío... p. 25.
decir, durante el periodo de gobierno de la nis, creyendo López Serrano que me estaba 97
Sarq al-Andalus define el ámbito
dinastía almohade, iniciando su decadencia , refiriendo al famoso "rey Lobo" Muham- territorial del SE y Levante
como sucede en el conjunto del territorio de al- mad ben Sa'ïd ben Mardanis, reconocido peninsular en época islámica.
98
Para un preciso conocimiento de
Andalus y en concreto en el ámbito territorial como emir del levante en 1147, resistiendo los avatares políticos durante el
de Sarq al-Andalus,97 a partir de las subleva- contra los almohades hasta el año 1172. Por periodo de las dinastías norteafri-
ciones antialmohades de los Banu Hud en cierto, este Mardanis (el rey lobo) es sobrino canas y los periodos de taifas
postalmorávides y post-almohades,
Murcia y Zayyan ben Mardanis en Valencia, de Abd Allah ben Mardanis, lugarteniente véase el documentado trabajo de
abriéndose con ello el denominado tercer pe- del caíd Ibn 'Iyah, quien había depuesto a María Jesús VigueraMolins "Histo-
riodo de taifas post-almohades98 (segundo ter- Ibn Abd al-Aziz, cabeza de la sublevación ria Política" en Retroceso territorial
de al-Andalus. Almorávides y
cio del siglo XIII). antialmorávide en Valencia en el año 1145, Almohades. Historia de España de
Menéndez Pidal. Madrid, 1997. t-
muriendo (Allah ben Mardanis) junto a Zafa- VIII-II,. pp. 41-123. Además resulta
Por tanto cuando hacía mención a Ibn dola, en la batalla de Albacete (1146)," imprescindible consultar: ARIES, R.
Hud no me refería, como cree López Serra- confundiendo López Serrano a ambos perso- " España Musulmana (Siglos VIII-
XV). Historia de España dirigida
no, a Abu Ya'kar Ahmed ben Hud, cono- najes. por Tuñón de Lara. Barcelona 1982;

31
BOSH, J.M. Los Almorávides. Así pues, el personaje de las terceras nes en los que se puede constatar la casi
Granada, 1990; CEHEJNE, A.G.
Historia de la España Musulmana. taifas postalmohades llamado Zayyan ben ausencia de materiales arqueológicos que
Madrid, 1980.; HUICI MIRANDA, Mardanis es el que se subleva contra los puedan corresponder al siglo XIII, en con-
A. Historia política del Imperio almohades en Onda en el año 1228, tomando traste con la riqueza del siglo anterior y de
Almorávide. Tetuán 1956-1957. 2
vols.;LACARRA, J.M. "El rey Lobo Valencia en 1229, manteniéndose en el po- las épocas posteriores»102
de Murcia y el señorío de der hasta que es depuesto en el año 1239 por
Albarracín". Estudios dedicados a
MenéndezPidal 1952. t.I.; MOLINA
Jaime I de Aragón, ocupando el trono de la Un último comentario al texto de López
LÓPEZ, E. "El Levante y Almería taifa de Murcia, como ya vimos ese mismo Serrano. En modo alguno he afirmado en los
en el marco de la política interior del año y hasta 1241. Este tercer periodo de estudios parciales publicados hasta la fecha
emir murciano Ibn-Hud al
Matawakkil (1236-1238)" Awraq II taifas se caracterizará por la polarización del sobre el Cerro del Castillo, que durante la
( 7979) pp. 54-63; "Murcia en el poder político en al-Andalus entre tres emi- segunda mitad del siglo XIII, y coincidiendo
marco histórico del segundo tercio res, controlando amplios territorios y mar- con el reinado de Alfonso X de Castilla
del siglo XIII (1212-1258)" Historia
de la Región de Murcia. Murcia, cando una fuerte rivalidad entre ellos. Así, (1252-1284), la fortaleza o castillo de Yecla
1980. t III. Pp. 187-263; "El gobierno Valencia queda bajo el dominio de Zayyan fuese rehabilitado, implicando ello obra de
de Zayyan b. Mardanis en Murcia
1239-1241"Miscelánea Medieval
Ben Mardanis (1228-1238), en Murcia la fortificación encaminadas a potenciar su
Murciana. VII. Murcia 1981. pp. familia de los Banu Hud( 1228-1238; 1241- posición estratégica en el marco geográfico
157-182. UBIETO ARTETA 1266) y en el área de Andalucía Oriental circundante. Sí que hemos publicado la cons-
Orígenes del Reino de Valencia.
Cuestiones cronológicas sobre su Muhammad ben al-Ahmar, proclamado tatación arqueológica de trabajos u obras de
reconquista. Valencia-Zaragoza, emir en Arjona en el año 1232, iniciándose remodelación en su interior, en concreto en
1975-1979. 2 vols.
99
VIGUERA MOLINS, María
con él la dinastía nazarí (1237-1492)100 el denominado "reducto principal", lugar
Jesús. "Historia Política" Historia donde se ubicaba el conjunto residencial de
de España de Menéndez Pidal t.VIII- De este modo, creo, como veremos época almohade (último cuarto siglo XII -
II. Madrid, 1997. p. 69
l00
Ibidem nota 98.pp. 114-115. más adelante en la presente monografía, que primer tercio del siglo XIII). Sobre éstas
101
LÓPEZ SERRANO, Aniceto. afirmaciones de López Serrano tales como estructuras arquitectónicas se advierte la cons-
Yecla: una villa del Señorío... p. 28 << Los restos aparecidos en las excavacio- trucción de un nuevo edificio de seis habita-
102
Ibidem nota 100. p. 30.
103
Véase capítulo 2 de la presente nes que se están llevando a cabo, no eviden- ciones, organizadas o dispuestas en función
monografía, apartado 3.3.5 sobre el cian ningún tipo de destrucción violenta, a un pasillo-corredor que permitía la comu-
análisis del material numismático. sino más bien un claro vacío de hallazgos nicación del edificio con la torre NW y con la
En la habitación número 5 de la
vivienda posconquista del reducto que abarca, aproximadamente, desde la pri- zona de almacenes (silos) y aljibe, hacia el E.
principal se han documentado, a nivel mera década del siglo XIII hasta bien entra-
de pavimentación, un conjunto
monetal cristiano formando por: un
da la segunda mitad del mismo, al que co- La construcción de este nuevo edificio
dinero de vellón acuñado en Valencia rresponde la moneda acuñada de Jaime I en supone obras de remoción, movimientos de
en el año 1247 por Jaime I de Aragón 1 2 4 6 » , 1 0 1 son del todo gratuitas, pues si tierras y explanación efectuada sobre la anti-
(1213-1276); tres ejemplares de
cuarto de maravedí acuñados en bien no hay evidencias de niveles de destruc- gua edificación islámica. Los materiales ce-
Murcia, probablemente en el año ción, es precisamente el primer tercio del rámicos, y sobre todo los numismáticos, ha-
1258, una blanca alfonsí acuñada en siglo XIII el que nos marca el mayor esplen- llados en una de las estancias, concretamente
1276 por Alfonso X de Castilla
(1252-1284) y dos cornados de vellón dor del Hisn Yakka, a tenor de los materiales la estancia número 5, nos están indicando
acuñados en Murcia en el año 1286 hallados en el transcurso de las excavaciones que tal construcción pudo efectuarse tras la
por Sancho IV de Castilla (1284-
1295).
arqueológicas. De igual forma, y por la mis- conquista cristiana, entre los años centrales
ma razón, carece de todo sentido sostener de la quinta década y ya avanzada la octava
< <Estos datos historio gráficos parecen co- década del siglo XIII. 103
incidir con los resultados de las excavacio-

32
104
La Arqueología no puede precisar, por pal de la fortaleza, bien pudo hacerse tras la LOPEZ SERRANO, Aniceto.
Yecla: Una villa del Señorío... p. 33.
el momento, cuando y en razón a qué se conquista del Hisn Yakka (c.1240), o bien El autor sigue el trabajo de TORRES
efectúa esta remodelación en espacio inte- pudo haber sido efectuada en los años ante- FONTES, Juan. La reconquista de
rior del denominado reducto principal de la riores a la sublevación mudéjar, 1264-1265, Murcia en 1266. Murcia, 1967. p. 57.
105
Véase nota 6 del presente capítulo.
fortaleza, y ante la ausencia de documentos quizá coincidiendo con la incorporación de 106
E1 paraje de Los Baños se encuentra
que nos permitan dilucidar la resolución a Yecla al Señorío de don Manuel (c. 1262).104 asociado a Los Torrejones. Las
prospecciones arqueológicas llevadas
tales interrogantes, lo coherente es no des- Ello implicaría lo que ya sostuve en su tiem- a cabo en él han aportado abundante
cartar, sin una argumentación de peso, cual- po, la posibilidad de que se produjera un material cerámico islámico de los
quier hipótesis cimentada prudentemente en acondicionamiento del reducto principal de siglos XII/XIII, así como también
producciones mudéjares fechadas
los datos que los trabajos arqueológicos nos la fortaleza, dotándolo de una función distin- entre fines del siglo XIII y primer
van aportando. ta a la que había tenido en época almohade; cuarto del siglo XIV. De igual forma
ahora destinada a la instalación de un desta- se ha hallado medio centenar de
monedas islámicas, en la actualidad
De igual forma que parecen razonables camento militar con un carácter permanente, en proceso de catalogación. Todo ello
las apreciaciones de López Serrano, en cuan- que como ya se dijo velaría por el control hace conveniente retomar, esa es
nuestra intención, las excavaciones
to a que la remodelación detectada en la fiscal del territorio dependiente del castillo. arqueológicas sistemáticas en ambos
fortaleza debió efectuarse en un momento En otro orden de cosas, el que no haya parajes.
107
tardío del siglo XIII, en concreto en un tiem- documentos que informen sobre la pobla- RUIZ MOLINA, Liborio. "Yakka.
Un asentamiento andalusí de la cora
po posterior al reinado de Alfonso X de ción mudéjar de Yecla no viene a ser conclu- de Murcia. (SiglosXIalXIV)". Yakka.
Castilla (1252-1284), en razón a que antes de yente en modo alguno, como para afirmar la Revista de Estudios Yeclanos, 6.
inexistencia o escasa presencia de este com- (1995), p.22.
esta época no parece existir un peligro inmi-
nente por parte de la población mudéjar de la ponente poblacional. Los trabajos arqueoló-
zona, que considera muy escasa o inexistente gicos llevados a cabo en los parajes de los
ante la falta de información sobre ella en las Torrejones105 y Los Baños106, localizados en
fuentes documentales, todo lo contrario a lo las proximidades del Cerro del Castillo, y
que parece ocurrir en poblaciones vecinas que parecen evidenciar la existencia de una
como Villena, Elda, Caudete, etc. ; ni la alquería islámica, activa, al menos, desde la
existencia de disputas territoriales entre cas- segunda mitad del siglo XII y hasta el tránsito
tellanos y aragoneses, lo que implicaría una de los siglos XIII al XIV, parecen indicar lo
perdida de valor estratégico del castillo de contrario. De igual forma parece ocurrir con
Yecla, hace que descarte cualquier posibili- el barrio de El Peñón, situado en el extremo
dad de efectuar obras encaminadas a poten- occidental de la actual ciudad de Yecla, que
ciar su defensa en un tiempo anterior al pudo ser lugar de asentamiento de otra alque-
último cuarto del siglo XIII, con el objeto de ría islámica107, cuyas fechas de ocupación
establecer tropas permanentes en él que ga- son las mismas, de manera provisional, a las
rantizasen el control del territorio desde un referidas para el caso de Torrejones-Baños.
punto de vista fiscal, es decir, el cobro de En ambos casos quedarían ligadas a la ex-
tributos a la población mudéjar asentada en plotación agrícola de las tierras de huerta y
la zona. Podríamos sostener, y he aquí el que regadío de la Vega de Yecla, a través de los
considere precipitado, que no incierto, ante aportes de agua procedentes de la Fuente
la ausencia de documentos que lo confirme, Principal (Cerro de la Fuente, situado a 3 Km
el razonamiento de López Serrano, pues la al NW de Yecla) por medio de la denominada
consabida remodelación del reducto princi- Acequia Madre, cuyo recorrido, de unos 6 a

33
108
MALPICA CUELLO, Antonio. 8 km aproximadamente, concluía en el para- diatez de respuesta que pueden dar los docu-
"¿Sirve la ArqueologíaUrbana para
el conocimiento Histórico? El je de Los Baños. mentos, por la propia y recomendable lenti-
ejemplo de Granada". Ciudad y tud en su ejecución y las muchas variables
Territorio en Al-Andalus, 2. (Ed.
Lorenzo Cara). Granada, 2000. p.
En resumen, la aportación que López que hay que manejar. A ello hemos de añadir
23. Serrano nos ofrece sobre el periodo islámico la limitación de recursos que merman de
109
VALLVÉ BERMEJO, Joaquín. más que aclarar ofrece confusión, además de manera sangrante la posibilidad en el empleo
"La división territorial de la España
musulmana (II). La Cora de Todmir.
imprecisiones, como consecuencia de la fal- de técnicas adecuadas, tanto en los trabajos
Murcia." Al-Andalus, XXXVII, 1972. ta de un análisis historiográfico riguroso del de campo como en los de laboratorio, lo que
pp. 145-189. periodo comprendido entre los siglos VIl/ ralentiza más los resultados. Pero esto, que es
VIII y el final de la dominación islámica en un mal endémico de la Arqueología, no deja
el segundo tercio del siglo XIII (periodo de de ser un factor adverso más de los muchos
las terceras taifas post-almohades). que podrían señalarse. En esencia la Arqueo-
logía, y con ello concluyo estas líneas dedica-
La carencia de los datos que aporta el das a las ya seculares quejas en medio del
método arqueológico, por desconocimiento desierto, siguiendo las apreciaciones de
de éste, le llevan a hacer precipitadas afirma- Malpica Cuello, que asumo a pies juntillas,
ciones, en algunos casos de manera categóri- «tiene una doble dimensión, como todas
ca, que no pueden ser sustentadas, ni por la las ciencias, especialmente las humanas. De
arqueología ni por los documentos, ante la un lado, está su carácter de tal, es decir, de
carencia de éstos. Es pues evidente, y en ello productora de conocimientos científicos. De
creo que coincidimos, que las respuestas a otro, hay que contar con el aspecto social que
los muchos interrogantes aún planteados irán la envuelve, enraizado en la dinámica coti-
viniendo con la continuidad de los trabajos diana. Se debe en el presente caso a la actua-
arqueológicos sistemáticos tanto en el Cerro ción de la sociedad en que vivimos. En efecto,
del Castillo, como en Los Torrejones-Baños, ésta se fundamenta en la destrucción y en el
en el Barrio de El Peñón y en otros parajes abuso de los recursos.»108
como El Pulpillo y La Fuente del Pinar; y es
precisamente en estos establecimientos agrí- 2. El Hisn Yakka en las fuentes escritas
colas donde podremos obtener el sentido árabes.
exacto de la existencia del Hisn Yakka, la
razón de ser de la construcción de una forta- Hasta hace una década conocíamos una
leza a fines del periodo de las primeras taifas referencia escrita sobre Yecla en época islá-
postcalifales o comienzos del periodo almo- mica. Esta nos indicaba que se encontraba a
rávide, advirtiendo entre el último cuarto del 45 millas de Murcia y que recibía el nombre
siglo XII y el primer tercio del siglo XIII, una de Yakka, siendo originario de ella el poeta
ampliación y refuerzo de sus defensas, ade- Ibn Sahl al-YakkT (m.1165) Tal noticia era
más de la creación de un nuevo núcleo de recogida por Joaquín Vallvé Bermejo del
población o caserío instalado al abrigo del biógrafo del siglo XII Ibn al-Abbar.109
castillo en la ladera SE del cerro.
La labor de recopilación y publicación de
Pero hemos de tener claro que al méto- referencias escritas en las fuentes árabes para
do arqueológico no se le puede pedir la inme- el ámbito del SE peninsular llevada a cabo, en

34
110
tiempo reciente, por el profesor Alfonso Car- en el verso árabe. Finalmente, al -MaqqarT CARMONA GONZALEZ,
Alfonso. "Sociedad y Economías de
mona González,110 ha supuesto un extraordina- (siglo XVII) da detalles de cómo fue procesa- la Sociedad Andalusí' Historia de
rio avance para el conocimiento de la época do y encarcelado en Fez, donde murió.111 Cartagena (dir. Julio García Mas).
que comprende el gobierno de las dinastías V. Cartagena 1986. pp. 343-371;
"Noticias geográficas árabes
norteafricanas, siendo un magnífico comple- Otro de los personajes portador de la referentes a la Bilad Tudmir"
mento para los trabajos arqueológicos. Aún nisba al-Yakkï es referenciado en la Takmila Murgetana, 72. Murcia, 1987. pp.
115-122; "Recorrido sobre la
cuando la información que se nos ofrece sea de Ibn al-Abbar (1199-1260), se trata de Abü geografía histórica de la ciudad de
casi en exclusividad relacionada con datos Amr Muhammad ben Muhammad al Lah- Murcia"La ciudad islámica.
biográficos referentes a personajes que desta- mí, vecino de Murcia, cuya familia era origi- Ponencias y Comunicaciones.
Zaragoza, 1991. pp. 291-302;
caron en el ámbito de las letras, se nos dan, naria de Yecla. Había nacido en el año 1143, "Yakka, Gumalla, Bilyana" Yakka.
también, datos de tipo geográfico y adminis- dedicándose a la redacción de contratos, com- Revista de Estudios Yeclanos,
trativo, además de los linajes establecidos en 3(1991). Pp. 15-21; "El reino de
ponía versos y llegó a escribir un diccionario Murcia entre 1238 y 1275 en fuentes
espacios rurales, como es el caso de Yecla. biográfico. Murió en Murcia en el año 1218, árabes de los siglos XIII y XIV."
a los 76 años de edad. Fue enterrado en la Yakka. Revista de Estudios Yeclanos.
5 (1994) pp. 53-62.
Por lo que se refiere el Hisn Yakka han rawda (cementerio privado) de Ibn Farag, en 111
CARMONA GONZALEZ,
podido ser identificados hasta el momento el arrabal de Sirhám en Murcia. Ibn al-Abbár Alfonso. "Yakka, Gumalla,
cuatro personajes, conocidos por la nisba al - aclara que la nisba al-YakkT procede de Bilyana..." p. 18.
112
CARMONA GONZALEZ,
Yakkl (el de Yecla). Del que más información Yakka, uno de los distritos de Murcia (min Alfonso. "Noticias geográficas
se tiene es del llamado Abü Bakr Yahyá ben a 'mal Mursiya). referentes..." p. 117. Por el autor
'Abdalgalíl ben Sahl al-YakkT, nacido en sabemos Ibn Sa'id al-Magribí fue
quien terminó la obra iniciada por un
Yakka, destacando en vida como poeta, mu- Si analizamos detenidamente ambas in- antepasado suyo un siglo antes,
riendo en Fez en el año 1165. Ad-DabbT (m. formaciones, observamos que a la considera- titulada Kitab al Mugrib de donde se
extraen los datos referentes a Yecla
1202) ya se hace eco de este personaje aunque ción de Yecla como « u n o de los castillos de como « u n o de los castillos de
de manera escueta. As-Saqundi (m.1232) lo Murcia» (hisn min hüsün) dada por Ibn Murcia».
califica de maestro de la sátira en todo el SaTd al Magribí (m.1274 o 1286)112 y que
occidente islámico. Ibn al-Abbár también re- correspondería a época almorávide y segun-
ferencia al poeta, al igual que el geógrafo do periodo de taifas postalmorávides, mo-
oriental Yaqut, aclarando que Yakka, patria mento en el que destacó el más famoso de los
del literato, era un pueblo del occidente. Ibn personajes originarios de Yecla (Yakka), ben
SaTd indica que Yakka es un hisn de Murcia Sahl; se le añade ahora, ya en época almoha-
donde había nacido el poeta ben Sahl al-YakkT, de y tercer periodo de taifas postalmohades
calificándole como el Ibn Rümï de su época y un elemento nuevo. Al referirse Ibn al-Abbár
el Hutay'a de su tiempo. Al-Higárï (m.1155) al personaje llamado Muhammad Muham-
se expresaba en los mismos términos que Ibn mad al-LahmT, indica que Yakka era uno de
Sa'fd. Aclara Carmona González la confusión los distritos de Murcia (min a 'mal Mursiya).
que uno de estos calificativos ha generado, Alfonso Carmona define el término « a '
como ya vimos, por parte del algún historiador m a l » indicando lo siguiente: «El término
local, al interpretar que la denominación "rumí" a'mal en su acepción geográfico adminis-
se refería a un posible origen cristiano del trativa, estoy convencido que designó algo
poeta, indicando realmente, en ambos casos, así como lo que hoy recibe el España el
una comparación con los dos personajes con- nombre de "partido judicial". Me baso en
siderados los maestros de la sátira y el insulto que el sistema debió guardar probablemente

35
113
CARMONA GONZALEZ, analogía con el vigente en Marruecos hasta un cambio en este emplazamiento, al menos
Alfonso. "Yakka, Gumalla, Bilya-
na..." p. 17 época colonial. Allí, al frente de cada uno de desde el punto de vista físico, comportando
1u
Para el caso de Yecla, las campañas los distritos, (amalatos les llamaban los afri- la fortificación del antiguo poblado o alque-
de excavaciones arqueológicas canistas españoles de principios de siglo) ría.
efectuadas en el Cerro del Castillo
ponen de manifiesto que el hisn sufre había un cadí propuesto por el juez de la
una trasformación funcional a partir capital, quien a su vez podría designar per- La aparición de un elevado número de
del último cuarto del siglo XII. Deja
de ser el castillo-refugio construido
sonal con atribuciones semejantes a los jue- husun y torres de alquerías con la unificación
en el siglo XI, para concebirse como ces de paz para los distintos pueblos de la almohade de al-Andalus, es un fenómeno
lugar de hábitat permanente. Es en jurisdicción. La traducción literal de la ex- constatado en áreas de montaña de Valen-
estos momentos cuando se construye
en el reducto principal un edificio presión "min a 'mal Mursiya "es uno de los cia,117 en las sierras meridionales de Jaén,118
con carácter residencial. Surge un distritos de Murcia, parece evidenciar que en Almería 119 o en Murcia.120
nuevo caserío en el lado SE del cerro, no solo se está indicando la pertenencia a
al abrigo de las defensas de la
fortaleza, evidenciándose también Murcia formando parte de una de las divisio- El tercero de los personajes de ascen-
una clara potenciación del área nes administrativas, sino que es capital de dencia yeclana es el llamado Ahmad ben
agrícola de los Torrejones.
115
CARMONA GONZALEZ,
distrito o cabeza de partido»113 Sa'íd al - Qaysí, vecino de Murcia y cono-
Alfonso. "La Vías de Comunicación cido como Abü 1-Abbás Ibn al-Yakkí. Había
en época árabe" Caminos de Murcia. Se corresponda o no con la realidad nacido en el año 1197 y fue juez en Murcia
Murcia, 1988. p.159. En este trabajo
se detalla la ruta de al-Udri. esta interpretación del término "a'mal", lo y Almería. Murió en el año 1279.121
116
CARMONA GONZALEZ, que parece evidente es que las fuentes escri-
Alfonso. "Yakka, Gumalla, Bilya- tas árabes están indicando un cambio, desde El último de los personajes es el llama-
ma.." p. 16-17. En este trabajo se
detalla el itinerario de al-Idrisi. el punto de vista administrativo, en la orga- do Muhammad ben Ahmad al-Lahml al-
« *
117
TORRO, Josep "Fortificaciones nización del territorio de Sarq al-Andalus en Yakkï. Nació en Murcia (c.1243) su Kunya
en Yibal Balansiya. Una propuesta de
secuencia". Castillos y territorio en
época almohade. La vertebración del territo- es Abü-Abdallah y se le conocía por Ibn Al-
al-Andalus. (ed. Antonio Malpica) rio en amalatos o distritos cuyos centros de Kammäd. Fue discípulo de Muhammad ben
Granada, 1998. pp. 385-418. control recaen, ya sea en una madina, en un
118
QUESADA QUESADA, Tomás. Lubb Ahmad Ibn Abí Bakr ar-Riqúti. Resi-
"Poblamiento y fortificación del hisn o en una alquería o red de alquerías, dió en Vélez (Málaga) y Granada, destacan-
territorio en los siglos XII al XIII. El refleja la implantación de un nuevo sistema do como maestro. Murió en el año 1312.122
caso de las sierras meridionales de de defensa de poblaciones eminentemente
Jaén". Castillos y territorio de al-
Andalus (ed. Antonio Malpica). agrícolas, frente a la creciente presión feudal A excepción del poeta ben Sahl al-Yakkï,
Granada, 1998. pp. 141-163.
119
cristiana, patente desde mediados del siglo nacido en Yecla probablemente a fines del
CARA BARRIONUEVO, Loren-
zo; RODRÍGUEZ LÓPEZ, Juana
XII. Este sistema se basa no tanto ya en las siglo XI, el resto de personajes son nacidos y
María. "Introducción al Estudio propias obras o construcciones defensivas, vecinos de Murcia, capital de la Kura, conser-
Crono-tipológico de los castillos sino en la fijación de las gentes a la tierra y su vando la nisba al-Yakkï, indicando con ello la
almerienses" Castillos y Territorio de
Al-Andalus. (ed. Antonio Malpica). propiedad. La arqueología parece verificar ascendencia geográfica familiar. De éstos,
Granada, 1998. pp. 164-245. tal circunstancia para el caso de Yecla114. algunos desarrollaron su actividad profesio-
120
SÁNCHEZ PRAVIA, José. Resulta también significativo comprobar nal en otras ciudades como Almería, Granada
"Fortificaciones musulmanas de
Murcia" Guía islámica de la Región como Aspe, que figura en la ruta que unía y Vélez (Malaga). Por tanto, tres de los perso-
de Murcia. Murcia, 1990. pp. 50-66. Murcia con Valencia referenciada por al- najes quedan imbricados en entornos urba-
121
CARMONA GONZÁLEZ,
Alfonso. "Yakka, Gumalla, Bilyana".
Udrí (siglo XI)115 como una alquería, un nos, aun cuando su origen familiar procede
P. 19. La información procede de Abu siglo después aparece con la consideración del medio rural. Algunos datos poseemos del
Abdallah al-Marrakusi de su obra Ad- de hisn en la misma ruta, marcada por al- linaje de estas familias que nos inducen a
Dayl-wa-t-Takmila. Ed. M ben Sarifa.
Beirut, s.a. I p. 119, na 162. Idrísí (m.1171),116 lo que está evidenciando pensar que su asentamiento en Yecla hubo de

36
122
producirse coincidiendo con la construcción 3. La toponimia árabe de Yecla. Análisis CARMONA GONZÁLEZ,
Alfonso. "El reino de Murcia entre
del Hisn Yakka en el siglo XI ( a fines del preliminar. 1238 y 1275..." p. 59.
periodo primer periodo taifas postcalifales - 123
FELIPE, Helena de. "La
gobierno dinastía almorávide). En opinión de El análisis toponímico del marco geo- sociedad" Historia de España
Menéndez Pidal. Madrid, 1997. p.
Helena de Felipe, la sociedad andalusí de los gráfico objeto de estudio puede aportar suge- 370.
124
siglos XI al XIII cuenta con un marcado rentes datos, que en un número elevado de 125
Ibidem nota 123. p. 375.
Ibidem nota 122. p. 273.
carácter sedentario, contrastando con las apor- casos vienen a ser indicios de apoyo a los 126
RUIZ MOLINA, liborio. (dir.)
taciones nómadas durante el gobierno de las trabajos arqueológicos de campo. El signifi- Inventario Archivo Histórico
dinastías norteafricanas. Como consecuen- cado de éstos en ocasiones evidencia elemen- Municipal de Yecla. Yecla, 1995.
127
RUIZ MOLINA, Liborio.
cia, de Felipe sostiene que: « En el marco tos arquitectónicos, antiguos núcleos de po- Catálogo Archivo de Protocolos
de una estructura tribal, la familia constituye blación, gentilicios, actividades económicas, Notariales de Yecla. (sección Yecla)
el mínimo indivisible en una organización de etc. Para el caso de Yecla, de momento, no Volumen I. Reinados de Carlos V y
Felipe II (1534-1598) Yecla, 1997.
mayor número, pero en sociedades sedenta- son numerosos los que hemos localizado, 128
RUIZ MOLINA, Liborio. ;
rizadas, carentes de la fuerza del entorno pero sí, por el contrario, muy significativos AZORIN ZORNOZA, Ana Isabel.
Catálogo Archivo Histórico de
tribal, se convierte en el más importante para la época objeto de análisis. Si observa- Protocolos Notariales de Yecla.
referente social del individuo que en un me- mos el nombre actual de los parajes o lugares (Sección Yecla). Volumen II.
dio urbano apoya su identidad principalmen- del campo yeclano, aparentemente, no queda Reinado de Felipe III (1598-1621).
(En preparación)
te en su entorno familiar».123 Puede que rastro de topónimos árabes. Sin embargo, no 129
ORTUÑO PALAO, Miguel.
sea esta consideración la que explique la siempre y a lo largo de la historia, éstos, han Diccionario del Habla de Yecla.
razón por la cual estos personajes mantienen mantenido el mismo nombre. Son pues los Yecla, 1999.

como parte de su nombre, la nisba al-Yakkï. documentos conservados en los archivos


municipales los que pueden aportarnos luz a
La familia al-Qaysï es originaria de nuestro propósito. Sin embargo, la documen-
Sevilla, presentes en esta ciudad desde el tación municipal conservada en Yecla se ini-
último cuarto del siglo X. Se han constatado cia en 1707, quedando escasos documentos
dos ramas de la misma en Málaga y en Gra- de época anterior.126 Por otra parte, el Archi-
nada. Entre los personajes de la familia de los vo Histórico de Protocolos Notariales de Yecla
que se tienen noticias parece que existió una conserva protocolos desde el año 1534. El
clara predilección en ella por el caidazgo. casi millar de documentos pertenecientes al
Según de Felipe no hay evidencias que lo siglo XVI127 es una mínima parte de la docu-
detentaran durante el periodo almohade, lo mentación que debió producirse en esta épo-
que le hace pensar que podría haber sido por ca. Es a partir del reinado de Felipe III128 y
causas políticas.124 hasta fines del siglo XIX cuando la documen-
tación notarial conservada es casi completa;
En cuanto a la familia al-Lahmí se do- se hace necesario, pues, rastrear en esta
cumenta su presencia en Sevilla en época documentación si pretendemos elaborar un
anterior al periodo de las dinastías norteafri- detallado estudio toponímico de Yecla.
canas. Destacaron sus miembros en el terreno
de la jurisprudencia y en la transmisión de Recientemente se ha publicado un com-
tradiciones125. pleto trabajo titulado Diccionario del Habla
de Yecla, cuyos autores son Miguel Ortuño
Palao y Carmen Ortín Marco.129 Este diccio-

37
130
LOZANO, Juan. Bastitania y nario resulta ser un instrumento de consulta cada en el paraje de Los Torrejones, y Marca
Contestania del Reino de Murcia...
p. 113. de extraordinario valor y nos ha servido, en de Aragón, Yeclín y Yecla los topónimos
131
GIMÉNEZ RUBIO, Pascual. buena medida, como punto de partida en correspondientes a la ubicación actual de
Memoria de apuntes para la
historia... "pp. 17-20; 68-69; 71-74.
esta primera aproximación a la toponimia Yecla desde la Edad Media.
árabe de Yecla.
Por lo que se refiere al topónimo Line-
Entrando en materia, trataremos, en lium, sobre el que repara de manera más
primer lugar, sobre el origen del nombre de insistente, nos informa que venía referencia-
Yecla y daremos un breve repaso a lo que la do en un mapa italiano que vio Cosme Gil
historiografía nos ha ido aportando desde el Pérez de Ortega casi cien años antes. Soste-
siglo XVIII hasta nuestros días. Queda claro nía Giménez Rubio lo siguiente:
que el antecedente del topónimo Yecla es el
vocablo árabe Yakka, constatado documen- << Durante la dominación romana se titulaba
tal y arqueológicamente, al menos desde Linelio o Linelium, cuyo nombre se encuentra
finales del siglo XI. en muchos manuscritos antiguos. Tratando de
él D. Cosme Gil dice: que vio un pequeño mapa
El primero que trata sobre el origen eti- antiguo de esta provincia que contenía aquel
mológico del término « Y e c l a » es Juan nombre delineado por geómetras toscanos con
Lozano en las postrimerías del siglo XVIII. la descripción siguiente: a cuatro leguas espa-
Para él era evidente un origen griego, en con- ñolas distantes de Villena se encuentra Line-
creto del término «Yekklazó». El significa- lium, villa muy populosa a quien Estrabon
do de la palabra según Lozano era el siguiente: llamó Campo Espartario... »

<< Mas la primer dicción de Ye unida a En cuanto a la denominación de Turris-


Kklazó significa una voz de amenaza y esto Turris, que viene a suceder a Linelium es
es propio del sonido guerrero de clarines y tomado de Lozano, y el termino de Yeclín
trompetas, que animan a los ejércitos para el sobre el que no comenta apenas nada, hemos
combate. ¿ Y que sé yo si el clarín y el clamor de considerarlo como un topónimo que se
tiene su origen en Ecla de los griegos? ¿Pa- mantenía por tradición oral y cuyo origen
rece acaso tenerle con más venturosa pro- hemos de buscarlo a fines del siglo XVI, en
porción en otros idiomas?. Si como en efecto concreto en la Relaciones Topográficas de
la palabra Yecla o Yeclín tiene su raíz en las Felipe II, elaboradas en el año 1575. A la
voces insinuadas, debemos inferir, que esta pregunta formulada al Concejo de la Villa de
ciudad fue en su origen ciudad griega, como Yecla sobre el origen del nombre del pueblo,
su vecina Illici o Denia. »130 y los posibles nombres que pudo tener en la
antigüedad, la respuesta es la siguiente:
Pascual Giménez Rubio,131 a mediados
del siglo XIX, se inclinará por el origen << Primeramente, al primer capitulo, se-
romano de Yecla sin entrar en consideracio- yéndoles leydo dixeron y declaran que esta
nes etimológicas, dando una sucesión de villa en cuyo nombre haçe relación y decla-
nombres, tales como Campo Espartano, Li- raçion se llama de presente villa de Yecla y
nelium, Turris-Turris, para la población ubi- el porque se llama asi no lo saben ni si se ha

38
132
llamado de otra manera antes que agora, Iéc(e)la (evolución de "g " ala" c ") Hemos utilizado la trascripción
de Aurelio Cebrián Abellán y José
mas de oír decir que población que paresgio leda (pérdida de le "e " semimuda) Cano Valero. Relaciones Topográ-
haber habido en una partida que llaman Yecla.(paso de la "i" latina a la griega) ficas de los pueblos del Reino de
Murcia. Murcia, 1992. pp. 363 y ss.
Terrajones, y se llamo Yeclín, lo cual ha oido 133
Véase nota 60 del presente
decir a otras personas antiguas.»132 Recientemente Salvador Puche Santa135 capítulo.
134
ha lanzado la sugerente propuesta de asocia- SORIANO TORREGROSA,
Fausto. Historia de Yecla... pp. 86-
Parece evidente que el topónimo Ye- ción fonética del vocablo árabe "Yakka" con 87.
clín, diminutivo de Yecla, obedece a la exis- el vocablo hebreo "hiecal". Sostiene tal consi- 135
SANTA PUCHE, Salvador.
tencia de restos de construcciones de un deración en el significado del término "Aproximación a la presencia judía:
El caso de Yecla." Yakka. Revista de
antiguo establecimiento en el paraje de Los árabe"hisn" (castillo, fortaleza), correspon- Estudio Yeclanos. 6 (1995). pp. 55-
Torrejones, lugar donde se constata la exis- diendo éste al término hebreo .Santa 57.
136
BLAZQUEZ MIGUEL,
tencia, como ya vimos, de una alquería islá- Puche indica: «A partir del "hiecal" he- Juan.Yecla en su Historia... p. 47
mica. breo puede darse la evolución fonética pro- 137
ORTUÑO PALAO, Miguel;
pia de la Edad Media temprana: aspiración ORTÍN MARCO, Carmen.
Diccionario del Habla... p. 251.
En el año 1900, Fausto Ibáñez Maes- de "h" inicial, palatización de la " i" , y
tre133 plantea el origen etimológico caldeo metátesis del grupo "cal" a "cía " por in-
de Yecla, como ya se vio, basándose en el fluencia castellana. Esta, tal vez atrevida,
texto de Megastenes, transcrito por Strabón, posibilidad sería posible en tanto que
en el que se habla de la venida de los caldeos "yakka " es una palabra de origen preárabe,
a España. El vocablo caldeo, que se transcri- y la pronunciación de "hiecal"en labios
be por Heycla y que significa palacio, basíli- árabes no distaría mucho de "yakka "; no
ca, edificio majestuoso, quedará asociado al hay que olvidar que en la España musulma-
santuario Ibérico del Cerro de los Santos. na el árabe y el hebreo eran lenguas en
contacto. Considero posible la existencia de
Fausto Ibáñez Torregrosa, en la segun- un pequeño colectivo hebreo en la Yecla del
da edición de su Historia de Yecla134, recoge periodo musulmán. » .
la propuesta del origen etimológico del topó-
nimo Yecla defendida en la tesis doctoral de En resumidas cuentas, sabemos que
Pérez Rojas titulada El desciframiento de las Yecla tiene su antecedente toponímico en el
lenguas hispánicas (1971). En ella sostenía, término árabe "Yakka", sin que podamos por
basándose en los textos de Plinio, Strabon y el momento conocer su correspondencia preá-
Ptolomeo, que la ciudad de Egelasta de la que rabe. Se ha sugerido la posibilidad de un
el primer autor decía «Se extrae una sal en origen prerromano, bien de un topónimo
bloque casi traslúcida, la cual y desde hace íbero136 o bien celtíbero.137 La carencia de
tiempo, lleva para la mayoría de los médicos respuestas epigráficas, tanto en el yacimien-
la palma sobre las otras clases de sal. >> se to de Los Torrejones como en el del Cerro del
localizaba en Yecla, indicando la siguiente Castillo, hace que por el momento no poda-
evolución del vocablo: mos resolver esta cuestión.

Egelas (ta) Siguiendo la ruta ganadera, que discu-


Iégela (s) diptongación de la primera E rre a lo largo del término municipal de Yecla
Iég(e)la (segunda "e" semimuda) en dirección NW-SE, llamada Vereda Real
i

39
138
COROMINAS, J. Diccionario de los Serranos, activa creemos desde época griego « g y p s o s » , a través del persa. Para
Crítico-Etimológico de la Lengua
Castellana. 4 vols. Madrid, 1954. almohade y potenciada tras la conquista cris- Coraminas procede del mozárabe « a l - j e z »
139
MOLINER, María. Diccionario tiana, como veremos en el tercer capítulo de y este del latín « G y p s u m » . En Yecla
de uso del Español. Madrid, 1999. corresponde a un paraje situado en las inme-
140
ORTUÑO PALAO, Miguel;
la presente monografía, se localizan una se-
ORTIN MARCO, Carmen. rie de topónimos de origen árabe que consi- diaciones del Cerro del Castillo, donde tradi-
Diccionario... p. 191.; Véase también deramos de interés comentar. Los instru- cionalmente se ha venido explotando la ex-
RUIZ MOLINA, Liborio. "Yakka.
Un asentamiento andalusí... " p. 22.
mentos de descripción utilizados han sido el tracción de yeso con fines industriales. Do-
141
ORTUÑO PALAO, Miguel. ; Diccionario etimológico de J. Coraminas138 cumentado desde el año 1598.142
ORTIN MARCO, Carmen. y el Diccionario de María Moliner.139 Los
Diccionario... p. 191.; Véase También
RUIZ MOLINA, Liborio. "Yakka. Un topónimos en cuestión son los siguientes: Aljibe. Camino del. Según Moliner, del árabe
asentamiento andalusí..." p. 22 andalusí « a l g u b b » "Depósito de agua
142
Ibidem nota 141. p. 192. Acembuchar. De Acebuche. "Olivo silves- donde se recoge la de "lluvia". Para Corami-
143
CARA BARRIONUEVO,
Lorenzo; RODRÍGUEZ LÓPEZ, tre". Paraje situado en las proximidades del nas procede del árabe « g u b b » "pozo",
Juana María. "El pastoralismo en Al- Cerro del Castillo, concretamente en su lade- "cisterna". En el caso de Yecla se denomina
Andalus. Aproximación arqueológica
en el SE peninsular". Arqueología, X,
ra sudeste, documentado en el año 1631.140 así al camino que conduce a una construc-
96. (79S9jpp.40-48;RUIZ MOLINA, Según Moliner procede del árabe andalusí ción cimbrada, de origen tardomedieval (si-
Liborio; AZORÍN CANTÓ, Martín. «Azzabbug ». Para Coraminas el vocablo glos XIII-XIV). Alimentada por la Acequia
"Aljibes cimbrados en el área de Yecla
(Murcia). Notas para el estudio de la procede del hispanoárabe « Z a b u y g » , cuyo Madre o Principal, servía para redistribuir el
ganadería trashumante en el NE de la origen podría ser beréber. El derivado ro- agua de riego, a través de un brazal, al paraje
Región de Murcia. Siglos XIII-XIX". mance « A z z a n b u g a r » (Acebuchal) apa- de Los Baños y desde aquí, desarrollar su
Actas I Coloquio de Historia y Medio
Físico. Almería, 1989. p. 609-627.; rece en al-Idrisi (a.1154), lo que viene a recorrido hasta desembocar en un aljibe de
RUIZ MOLINA, Liborio. "Yakka. probar que el arabismo ya circulaba en dia- factura similar construido sobre una antigua
Un asentamiento andalusí..." p. 22.
144
ORTUÑO PALAO, Miguel:
lecto mozárabe. balsa romana (opus signinum). Las caracte-
ORTIN MARCO, Carmen. rísticas constructivas de ambos aljibes son
Diccionario... p. 192. Albellón. Para Moliner procede del árabe an- similares a los estudiados por Lorenzo Cara
dalusí « A l b a l l a ' a » "tragona". Su signifi- Barrionuevo y Juana Rodríguez López en el
cado sería cauce o conducto por donde des- área del antiguo Reino de Granada: embalse
aguan aguas sucias o residuales. Según Coro- o depósito por lo general de planta rectangu-
minas procedería de la palabra « a l b a ñ a l » , lar y subterráneo, una bóveda de medio
del árabe « b a l l a ' a » "cloaca". El vocablo cañón o medio punto rebajado, por aproxi-
procedería del catalán "albelló" y del arago- mación de hiladas de piedras trabadas con
nés "albellón", cuyo significado es desagüe argamasa de cal y arena (cimbra), y una boca
de estanque. Probablemente fue introducido para la alimentación de agua. Una puerta de
en tierras murcianas entre los XIII y XIV. En dintel en uno de sus extremos permite el
Yecla tenemos constancia documental de la acceso a su interior. La balsa o pileta de
existencia de un paraje localizado en la huerta decantación de aportes de agua se sitúa próxi-
denominado "albellón de los frailes", (siglo ma a la boca de alimentación.143 El topónimo
XVI)141 desaparecido en la actualidad. se documenta en Yecla desde el año 1576.144

Algezares, Los. Según Moliner procede del Almacén. Piezas del. Según Moliner, del ára-
árabe andalusí « a l g i s s » "mineral de yeso". be andalusí « A l m a h z a n » "lugar donde se
En romance « g a s s » o « g i s » y este del guarda alguna cosa que luego ha de distribuir-

40
145
se". Para Corominas procede del hispanoára- árabe « g a m e l l a » "artesa para dar de co- BLÁZQUEZ MIGUEL, Juan.
Yecla en su Historia... p. 146. Véase
be «Mahazan»"almacén" y del árabe "ma- mer o beber a los animales; para fregar o también ORTUÑO PALAO, Miguel
hcen" "depósito". En Yecla se documenta un lavar y otros usos". El paraje se sitúa próxi- u ORTIN MARCO, Carmen.
paraje con este nombre desde el siglo XVII,145 mo a la Vereda o Cañada Real de Los Serra- Diccionario... p. 192. ; RUIZ
MOLINA, Liborio. "Yakka. Un
que se sitúa éste entre los parajes de Los nos, junto a las dehesas Llano-Pinillos.148 asentamiento andalusí..." p.22.
146
Torrejones y Los Baños. En estos lugares han CEBRIAN ABELLAN. Aurelio;
CANO VALERO, José. Relaciones
sido hallados numerosos silos subterráneos Ginetes, Los. De Jinete o Gineta. Según Topográficas de los pueblos... p. 363
en labores agrícolas de desfonde. Corominas significó originariamente "sol- y ss. ; Véase también ORTUÑO
dado de a caballo que peleaba con lanza y PALAO, Miguel; ORTIN MARCO,
Carmen. Diccionario... p. 195.; RUIZ
Atalayas, Las. Según Moliner, del árabe adarga, y llevaba encogidas las piernas, con MOLINA, Liborio. "Yakka. Un
andalusí « a t t a l a y a » "torre destinada a vi- estribos cortos". Procede del árabe vulgar asentamiento andalusí..." p. 22.
147
gilar desde ella la lejanía. Para Corominas zeneti (ar. Zanati) "individuo de Zeneta, tribu ORTUÑO PALAO, Miguel. ;
ORTIN MARCO, Carmen.
procede del árabe « T a l a y i » , plural de beréber famosa por su caballería ligera". El Diccionario... p. 195-196; RUIZ
« t a l i ' a » "-centinela". El paraje se sitúa en topónimo define un paraje situado en la vega MOLINA, Liborio. "Yakka. Un
asentamiento andalusí..." p. 22.
las proximidades del Monte Arabí. Se trata o huerta de Yecla. La historiografía local ha 148
Las dehesas Llanos-Pinillos
de una cadena montañosa que delimita el interpretado, creo que de manera errónea formaban parte de los Propios del
lado S. del valle-corredor que comunica Yecla que el topónimo "Senda de los Ginetes" se Concejo hasta el siglo XIX. ; Véase
ORTUÑO PALAO, Miguel; ORTIN
con Montealegre del Castillo (Albacete.)En refería al camino que conducía de Yecla a MARCO, Carmen. Diccionario... p.
su punto más elevado, 846 m.s.n.m. se obser- Caudete, bien a pie o en montura, de ahí su 216; RUIZ MOLINA, Liborio.
"Yakka. Un asentamiento andalusí..."
van restos de construcciones, que por el denominación. Sin embargo, el topónimo p.22.
momento y a falta de una prospección ar- documentado en 1587, se refiere a una parti- 149
RUIZ MOLINA, Liborio. Catálogo
queológica minuciosa, no podemos estable- da o paraje de Yecla, al que se accede a través Archivo Histórico de Protocolos
Notariales de Yecla. (Sección Yecla).
cer su cronología. El topónimo viene recogi- de la denominada Senda de los Ginetes (Jine- Tomo I. Reinados de Carlos Vy Felipe
do en la Relaciones Topográficas de Felipe tes), topónimo, este último, documentado en II. (1534-1598). Yecla, 1997. p. 80,
II, elaboradas en el año 1575.146 el año 1580.149 documento, 253; p. 165, documento
584.
150
ORTUÑO PALAO, Miguel;
Atochares, Los. Según Moliner, del árabe, Macolla, La. De origen incierto. Según Co- ORTIN MARCO, Carmen.
romance « a t t a w c a » , del latín « t a u c i a » , rominas, la estructura de la palabra sería Diccionario... p. 224. ; RUIZ
MOLINA, Liborio. "Yakka. Un
de origen prerromano. "Esparto". Para Co- favorable a un origen arábigo del participio asentamiento andalusí..." p. 22.
151
rominas procede del mozárabe « t a u c a » , « m u k a l l a l » "rodeado de flores". El topó- RUIZ MOLINA, Liborio. ;
AZORIN ZORNOZA, Ana. Catálogo
al parecer de la palabra prerromana « t a u - nimo se ha perdido en la actualidad. Aparece Archivo Histórico de Protocolos
c i a » . Como palabra hispanoárabe figura la documentado en el siglo XVI.150 Notariales de Yecla. (Sección Yecla)
palabra « t a u g a » "esparto". El paraje se Tomo II. Reinado de Felipe III (1598-
1621). (En preparación); RUIZ
localiza en las inmediaciones del Monte Ara- Marranchón, El. "De marrano, cerdo". Se- MOLINA, Liborio. "Yakka. Un
bí, en su lado W, siendo tradicionalmente gún Corominas del árabe «Mahram » asentamiento andalusí..." p. 22.
una zona de explotación del esparto. Aparece "Cosa prohibida". Paraje situado en las proxi-
documentado en Yecla desde el año 1587.147 midades del paraje de las Gamellejas. Docu-
mentado en el siglo XVII.151
Gamellejas, Las. Según Moliner, del latín
« c a m e l l a » , « e s c u d i l l a » . Para Coromi- Noria, La. (Anorias, las) Según Moliner, del.
nas procede del latín « c a m e l l a » y del árabe andalusí « n a ' u r a » con influencia de
acequia. "Mecanismo para sacar agua". Se-

41
topónimo se documenta desde l575158;o el
152
ORTUÑO PALAO, Miguel. ; gún Coraminas, se trata de una alteración del
ORTIN MARCO, Carmen.
Diccionario... p. 230. ; RUIZ antiguo (a)nora por influjo de acenia y ace- paraje de Los Torrejones, al que la historio-
MOLINA, Liborio. Catálogo Archivo quia; (a)nora viene del árabe « n a ' u r a » , grafía ha dado un origen con relación a forti-
Histórico de Protocolos Notariales derivado de « n a ' a r » "gruñir". Paraje des- ficaciones (torreones). Si embargo, este to-
de Yecla. (Sección Yecla). Volumen I.
Reinados de Carlos V y Felipe II aparecido en la actualidad documentado en pónimo, documentado desde 1575,159 se
(1534-159S;.Yecla, 1997. p. 58, 1579.152 También se documenta desde 1584 mantiene en el ámbito popular como lo era
documento 165; p. 194, documento
710; p. 208, documento 768; p. 223-
la denominada Senda de la Noria.153 originariamente, es decir, «Terrajones»,
224, documentos 828, 829. por lo que su origen podría estar en el voca-
153
RUIZ MOLINA, Liborio. Rabal, El. De "Arrabal" Según Moliner, del blo « t e r r a j a » , que según Coraminas pro-
Catálogo Archivo Histórico de
Protocolos Notariales... Reinado de árabe andalusí « a r r a b ' a » "barrio en las afue- cede del árabe « t a r r a h a » "lo que se pone
Carlos V y Felipe II(1534-1598)... p. ras de una población". Para Coraminas procede encima de algo. "Funda". "Colchón". Espe-
133. Documento 467. del hispanoárabe « r a b a d » (árabe « r a - cie de velo" , siendo variante la palabra
154
ORTUÑO PALAO, Miguel. ;
ORTIN MARCO, Carmen. bad»). En Yecla se localiza con este nombre « t e r r a j e » , de « t e r r a z g o » , es decir, "pe-
Diccionario... p. 240.
155
un núcleo urbano en el extremo oriental de la dazo de tierra sujeta al pago de una renta»,
RUIZ MOLINA, Liborio;
AZORIN ZORNOZA, Ana Mana.
actual ciudad, en las inmediaciones del Cerro por lo que el topónimo «Torrejones» que-
Catálogo Archivo Histórico de de Santa Bárbara. (Actual barrio de El Peñón). daría más en relación a la estructura y carga
Protocolos Notariales... Tomo II. Según Miguel Ortuño Palao se documenta des- fiscal de la propiedad agrícola. 160
Reinado Felipe III (1598-1621) (En
preparación) de el año 1764154, aunque hemos podido hallar
156
ORTUÑO PALAO, Miguel. ; documentación de principios del siglo XVII En cuanto al topónimo Marisparza,
ORTIN MARCO, Carmen. donde se recoge el topónimo.155 nomina un paraje de Yecla donde abundan
Diccionario... p. 241. ; RUIZ
MOLINA, Liborio. Catálogo Archivo ricos pastizales de monte bajo, cubierto con
Histórico de Protocolos... Tomo I. / Reales, Los. Según Moliner, del árabe anda- especies de tipo xerofítico y subtropical. Es
Reinados de Carlos V y Felipe II)
(1534-1598). p. 60, documento 174;
lusí « r a n a l » "aldea, majada". Para Coro- posible que pueda obedecer a un compuesto,
p 70, documento 214; p. 83, minas procede de « r a h a l a » "rebaño for- en el que la primera palabra correspondería
documento, 265; p. 111, documento mado con el de varios dueños" y de real al término árabe "mary", cuyo significado es
378; p. 212, documento 782.
157
MERINO ALVAREZ, Abelardo. "predio rústico", "campamento", "cabaña". "vega" o "prado"161.
Geografía histórica de la actual Probablemente de las voces árabes «ríha-
provincia de Murcia. Madrid, 1915. l a » y « r a h l » , que significa lugar donde
pp. 23-24.
158
Véase nota 146. ; también en se hace alto en el camino, campamento, ma-
ORTUÑO PALAO, Miguel.;ORTIN jada, redil, rebaño. Es muy probable que el
MARCO, Carmen. Diccionario... p.
194-195.
topónimo yeclano La Raleza (nombre de
159
Ibidem nota 146.; Véase también pozo) derive de éste. El paraje de Los Reales,
ORTUÑO PALAO, Miguel; ORTIN desaparecido en la actualidad, era conocido
MARCO, Carmen. Diccionario... p.
249. en otro tiempo por el lugar donde acampaban
160
RUIZ MOLINA, Liborio. "Yakka. los ejércitos a su paso por la villa. Documen-
Un asentamiento andalu-sí..." p. 22.
161
tado desde 1508.156
FRANCO SÁNCHEZ. Francisco.
Los espacios viales y espacios
defensivos de la Mancha Oriental en Otros topónimos ofrecen dudas en cuan-
el periodo islámico. (Tesis Doctoral).
Madrid. 1992. En el volumen II, p.
to a su origen etimológico, como es el caso de
874 el autor hace referencia a un Arabí (Monte), que para Merino Álvarez
topónimo denominado Mary Jamal, procedía del término árabe « J a r a b i t » "lu-
traduciendo éste como "La Vega de
Jamal". gar desierto o población destruida» 157 , el

42
II
Análisis Arqueológico
1. Introducción: Campañas de excavacio- contando su cima con una planicie de unos
nes arqueológicas (1990-1999) 3.200 m2, a la altura de la curva de nivel 745
m, a lo largo de la cual se desarrolla el recinto
fortificado árabe. Éste, nos describe unaplanta
Antecedentes. irregular con tres salientes donde se instalan
tres torres defensivas orientadas al noreste,
noroeste y sureste. Las dos primeras son de
El Cerro del Castillo de Yecla, de forma- mayor envergadura, quedando integradas en
ción calcárea, se sitúa a 38° 37' latitud N. y 1o la línea defensiva de la cara norte del cerro,
6' longitud W. Cuenta con una altitud de 754 que describe un trazado de cubos en saliente.
m.s.n.m., dominando una amplia vega a la Las caras sur y este, por el contrario, cuentan
que van a desembocar las aguas de diversas con menor obra de fortificación, por la pro-
sierras del término municipal; al norte las pia disposición escarpada del terreno.
sierras del Príncipe, Cuchillo, Santa Bárbara,
Tobarrillas y Marisparza; al sureste la Sierra En el año 1986 se efectuó la primera
de Salinas y al noroeste Moratillas y Monte intervención arqueológica sobre el yacimien-
Arabí. to. Los objetivos que por entonces nos mar-
camos se limitaron a la toma de muestras en
El valle-corredor que recorre en direc- superficie y al levantamiento topográfico de
ción norte-sur la totalidad del territorio mu- los restos arquitectónicos visibles. Por lo que
nicipal, pone en contacto la ciudad de Yecla respecta a los materiales cerámicos se conta-
con la Meseta, Levante y Sureste peninsular. bilizaron 1.889 registros, distribuidos de la
El cerro se sitúa en el centro de este eje, siguiente manera:

45
En cuanto a los registros de cerámi- ban distribuidos, ateniéndonos a las distintas
cas medievales, los más abundantes, queda- producciones, de la siguiente manera:

A la vista de estos primeros datos, la estructuras arquitectónicas dispuestas de for-


presencia humana en el cerro desde época ma perpendicular a los muros exteriores de la
ibérica parecía evidente, marcando, las mues- línea de fortificación de la cara N. En su
tras cerámicas, una mayor intensidad en su interior quedaba instalada a una gran cisterna
extremo noroeste, predominando las pro- o aljibe de planta rectangular, constituyendo
ducciones de los siglos XII al XIII. en su conjunto lo que hemos venido denomi-
nándo reducto principal.
El levantamiento topográfico de las es-
tructuras de la fortaleza nos proporcionó una La técnica constructiva empleada con
aproximación a lo que podía ser su perímetro, mayor profusión en la fortaleza es la denomi-
y distribución interior. De esta forma, queda- nada tabiya, es decir, mortero muy compac-
ban diferenciadas dos áreas o zonas: Una, la tado preparado a partir de cal, arena y piedra.
mayor, que abarcaría el centro y extremo En los muros perimetrales a la tabiya se le
sureste en conexión con la Torre I (extremo añade un encofrado que sirve para reforzar
noreste), configurando lo que podría se el sus funciones defensivas, como es el caso del
albacar, y la otra, de menores dimensiones, cubo macizo en saliente instalado en la línea
situada en el extremo noroeste y que quedaba de defensa N del reducto principal. La medi-
separada de la anterior por un conjunto de da base de los muros parece obedecer al

46
1
llamado codo ma 'munní (0,41 m de anchu- de un muro central de 0,82 m. El primer Como antecedentes a los tra-
bajos arqueológicos en el yaci-
ra), oscilando el grosor de los muros defensi- espacio, de 4m. x l m. conserva restos de
miento puede consultarse el li-
vos entre 1 y 3 codos. yesos en su pavimentación. El segundo, de bro de Liborio Ruiz Molina El
4m. x 2,5m. presenta pavimentación de Cerro del Castillo. Estudio pre-
Las prospecciones efectuadas en las la- mortero a modo del rudus romano y doble liminar del origen de Yecla..
deras S., E. y NE. del cerro, permitieron capa de enlucido en las caras internas de los Aspectos Arqueológicos e His-
torio gráficos. Yecla, Ayunta-
localizar restos de construcciones entre las muros laterales. Este espacio parece que pudo miento, 1988.
curvas de nivel, 700 y 750 m, lo que parecía haber tenido la función de cisterna para el 2
RUIZ MOLINA, Liborio. "I
indicar que en estas áreas podrían situarse uno almacenamiento de agua. Campaña de Excavaciones Ar-
o varios arrabales, identificados con la Yakka queológicas en el Cerro del Cas-
tillo de Yecla (Murcia)" // Jor-
referenciada en las fuentes árabes escritas.1 El corte II nos permitió localizar un
nadas de Arqueología Regio-
tramo de canal construido a partir de piedras nal c l991. Memorias de Arqueo-
irregulares trabajadas con argamasa de cal logía 5 (1991). Murcia, 1996.
I Campaña. Julio 1990? y arena, contando con 0,50 m de anchura y pp. 607-614
0,70 m de alzado. No se pudo verificar el
Los trabajos de la primera campaña de arranque del canal al quedar su trazado
excavaciones arqueológicas en el Cerro del fuera del corte. Suponemos por tanto, la
Castillo consistieron en el vaciado de la torre existencia de un colector de agua en la parte
nordeste, la mejor conservada del conjunto. alta del farallón, desarrollando desde allí su
El objetivo que nos marcamos fue el de poder recorrido hacia la parte inferior de entrada a
establecer el momento de construcción de la la torre, donde fue localizado un pequeño
misma, intentado con ello un primer punto de calderón, excavado en la roca, que parece
apoyo cronológico para futuras intervencio- obedecer a funciones propias de una pileta
nes arqueológicas. A tal fin se abrieron dos de decantación de limos. Desde allí, arranca
cortes: Corte I (6,5 m x 5 m), correspondien- un segundo canal que cruza al nivel de
do al interior de la torre y Corte II (4 x 4 m), cimentación, los muros suroeste y central,
situado en el exterior, junto al muro suroeste para desembocar en el interior de la supues-
de la torre. ta cisterna (espacio 2). Este canal continua
su trazado en parte por debajo del pavimen-
La excavación en ambos cortes puso al to de mortero hasta encontrar el desagüe en
descubierto la totalidad de la construcción el exterior del lienzo nordeste, próximo al
que se ajustaba a las medidas del corte I, vértice N.
conservando dos cuerpos en altura. El infe-
rior a modo de plataforma adaptada a la Dos son las técnicas constructivas em-
topografía del terreno, contando con un alza- pleadas en esta torre. Por un lado, la ya
do de 2,40 m en su vértice E. y 1,20 m en su descrita de la tabiya, con el característico
vértice N.; y el superior (cuerpo intermedio) encofrado y que se advierte en los muros
que solo conservaba 1,10 m de alzado. El central, NE, SE y NW; aplicando en el muro
acceso al interior de la torre se efectúa por SW y la cimentación del muro NW la mam-
una puerta de 0,90 m. de anchura, situada en postería, a partir de hiladas de piedras irregu-
un extremo del muro SW. El interior queda lares o sillarejos trabados con argamasa de
compartimentado en dos espacios por medio cal y arena.

47
3
RUIZ MOLINA, Liborio. II. Campaña. Julio. 19913
"II Campaña de Excavacio-
nes Arqueológicas en el Ce-
rro del Castillo de Yecla La II Campaña de excavaciones tuvo
(Murcia)." /// Jornadas de por objeto dar continuidad a los trabajos
Arqueología Regional. 1992. iniciados en el año 1990 en la torre nordeste
Memorias de Arqueología y abrir un nuevo sector de excavaciones en el
6.(1992) Murcia, 1997.
extremo noroeste de la fortaleza. La apertura
de este nuevo sector pretendía obtener los
primeros datos sobre espacio interior del
denominado reducto principal.

Sector NE.

Recordemos que durante la primera


campaña se abrieron dos cortes, uno coinci-
diendo con el espacio interno de la torre
Vista interior. Torre NE.
noreste, 6 m x 5 m; y el segundo, de 6 m x 4
m, en el exterior de la misma, en su lado S. En
La primera campaña de excavaciones la segunda campaña se abrieron seis nuevos
arqueológicas nos permitió establecer unas cortes en este sector, cuya descripción queda
primeras consideraciones cronológicas. La como sigue:
Torre NE originariamente parecía haber sido
construida a fines del siglo XI, así al menos Corte II-I Orientado al lado este del corte II.
parecía evidenciarlo el uso de la maniposte- Tras el vaciado del nivel superficial
ría en una parte de su cimentación. El empleo (UE.1000), fue localizado un pavimento de
de la tabiya (tapial) en casi 2/3 partes de la cal muy compactado de 0,10 m de grosor,
construcción indicaba que ésta había sufrido asociado a tres muros, dos de ellos junto al
una remodelación posterior, concretamente borde del farallón, y el tercero junto al ángulo
entre mediados del siglo XII y la primera de la torre (UE 1014). El pavimento marcaba
mitad del siglo XIII. Se pudo constatar igual- una cota de profundidad de -0,60 m (centro),
mente el uso de la mampostería en paños de -0,50 m en sus extremos. Estas construccio-
muros SW, NE y SW del recinto fortificado nes parecen corresponder a un momento tar-
superior y que venía a encintar el espacio dío de la fortaleza, quizá durante la segunda
denominado albacar. Por tanto, parecían que- mitad siglo XV.
dar diferenciadas dos fases constructivas en
época islámica: la primera, cuyas fechas nos Levantado el pavimento, se halló un
situarían a fines del siglo XI y comienzos del nivel de relleno formado por piedras y es-
siglo XII, y una segunda fase tardía que nos combros procedentes del derrumbe del cuer-
marcaría la segunda mitad del siglo XII y la po superior de la torre. De esta forma quedó
primera mitad del siglo XIII. al descubierto la cimentación del muro que
discurre con orientación norte-sur, dispuesto

48
en diagonal, y cuyo arranque se sitúa en el asociado al mismo al mismo momento cons-
vértice sur de la torre, contando con una tructivo que el canal del corte III (segunda
longitud de 4, 64 m, una anchura de 1, 10 m mitad del siglo XV)
y una altura de 1,21 m. Su construcción se
efectúa siguiendo la técnica de la tabiya y el Corte 111-2 Orientado al lado sur de los cortes
encofrado. Desde un punto de vista cronoló- III y III-1. Se halló un muro construido con
gico queda asociado a la segunda fase cons- piedras irregulares trabadas con argamasa de
tructiva de época islámica, es decir, entre la cal y arena. Su orientación es SE-SW y cuenta
segunda mitad del siglo XII y la primera con una longitud de 1,64 m, una anchura de
mitad del siglo XIII. 0,50 m y una altura de 0,23 m, quedando
igualmente asociado al momento constructi-
Corte 11-2. Orientado al Sur del Corte II. Se vo de la segunda mitad del siglo XV.
halló un muro construido con piedras irregu-
lares trabadas con mortero de cal y arena, con Corte III-3 Orientado al lado norte de los
orientación SE-NW, conservando una longi- cortes III y III-1. Se halló una cisterna o aljibe
tud de 1,94 m, una anchura de 0,60 m y una de planta ovoide, de 2, 66 m x 1,30 m y 1,41
altura máxima de 0,23 m. Su cara exterior se m de profundidad, (no se vació en su totali-
apoya sobre la roca, conservando su cara dad). Conserva en su parte superior una bó-
interna un fino enlucido de cal, quedando veda cimbrada con piedras irregulares traba-
asociado cronológicamente a las estructuras das con mortero de cal y arena, presentando
de la UE 1014 del corte II-1, es decir, proba- en sus caras internas un fino enlucido de cal
blemente en la segunda mitad del siglo XV. y dos medias cañas de sección triangular
fabricadas en yeso. Esta cisterna queda aso-
Corte 111. Orientado al lado W. del corte II. ciada a una fase constructiva que podríamos
Se halló un canal excavado en la roca base fijar entre los siglos XIII y XIV.
con orientación E-W, mostrando un fuerte
buzamiento hacia el E. El canal queda realza-
do por dos muros construidos con piedras Sector NW.
irregulares trabadas con mortero de cal y
arena, conservando 2,66 m de longitud, 0,80 Denominado "Reducto Principal", se
m de anchura y 0,50 m de altura máxima. Sus presenta como un espacio claramente dife-
caras internas conservan un fino enlucido de renciado en el interior de la fortaleza. Desta-
cal. Cronológicamente nos podría situar en la ca en él una gran cisterna o aljibe de planta
segunda mitad del siglo XV. rectangular adosado a la línea N de defensa,
estructurada ésta en largos lienzos o paños
Corte 111-1. Orientado al W del corte III. Se de muros, modulados por un cubo central
halló un muro construido con piedras irregu- macizo dispuesto en saliente. Se plantearon
lares trabadas con mortero de cal y arena, cinco cortes en el extremo W del sector,
conservando en su cara interna un fino enlu- siguiendo un eje de coordenadas previamen-
cido de cal. Su orientación es SE-SW, con te marcado de 42,8 m x 15 m. La excavación
una longitud de 2 m, una anchura de 0,24 m de los referidos cortes dieron los siguientes
y una altura máxima de 0,27 m, quedando resultados:

49
4
RUIZ MOLINA, Liborio. "III Corte VI. Orientado al S. de un depósito de ciado a la fase constructiva del depósito, es
Campaña de excavaciones ar- agua de reciente construcción y que aprovecha decir, entre los siglos XII al XIII.
queológicas en el Cerro del Cas-
tillo de Yecla (Murcia)". IV Jor- parte de los antiguos muros de la Torre NW. de
nadas de Arqueología Regional. la fortaleza. De ésta solo se conserva la mitad Corte V-1. Ampliación al S del corte VI. Nos
1993. Memorias 7. (1993). Mur- de la estructura, que era de planta cuadrada. La permitió poner al descubierto el muro de
cia, 1998. técnica constructiva empleada es la tabiya y el aparejo irregular del corte VI, además del
encofrado, conservando el tramo E. 3,5 m de cierre del muro W de la torre.
longitud, 0,80 m de anchura y 1,90 m de altura
máxima en su cara externa, conservando una Corte VI-2. Orientado al E. y como amplia-
altura de 0,70 m en su cara interna. En cuanto ción del corte VI. La apertura de esta amplia-
al muro W cuenta con una longitud de 3,35 m, ción nos permitió limpiar en su cara interna
una anchura de 0,82 m y una altura máxima en en el muro E. de la torre.
exterior de 2,25 m, y 1,85 m en su interior. En
el interior de la torre fue localizado, adosado al Corte VI-3 Orientado al W y como amplia-
muro W, un depósito de planta rectangular de ción del corte VI. La apertura de esta amplia-
1,75 m x 1,30, construido con mortero de cal y ción nos permitió limpiar en su cara externa
arena muy compactado, conservando en su el muro W de la torre.
interior un fino enlucido de cal. Las paredes del
depósito tienen una altura máxima de 0,96 m, Corte VIL Orientado al S del corte VI-1. Fue
siendo su cota de profundidad en el interior de hallado un pilar de planta cuadrada de 0,65 m
-2,11 m, hallándose en él abundantes frag- de lado, construido con piedras irregulares
mentos de grandes recipientes cerámicos fe- unidas con argamasa de cal y arena, conser-
chados entre los siglos XII al XIII. vando una altura de 0,55 m. Hacia el centro del
corte se localizó un muro de factura similar al
Con orientación NE- SW y cruzando pilar, quedando ambos asociados a la fase
todo el corte, fue hallado un muro construido constructiva fijada entre los siglos XII al XIII.
con piedras irregulares a unión viva, conser-
vando una longitud de 5,10 m, una anchura Corte VIH. (6x2m) Orientado al S del Corte
de 0,50 m y una sola hilada de piedras en VI-1. Se hallaron unas estructuras pertene-
altura, con 0,32 m (máxima). Su cota media cientes a las instalaciones de una cocina del
de profundidad es de -1,69 m, descansando tipo de poyatones y alacena. Solo pudo ser
sobre la roca base. Esta construcción podría excavada parcialmente, quedando al descu-
quedar asociada a un momento de ocupación bierto parte del hornillo y los poyetones. El
en época ibérica, fechado entre los siglos IV hornillo se encuentra a una cota de profundi-
al III a. C. dad de -1.98 m, marcando los poyetones
entre - 1 , 80 m y - 1 , 86 m. Su cronología nos
Finalmente, sobre la roca base se loca- situaría entre los siglos XII al XIII.
lizan los restos de un pavimento de cal y
arena compactada junto al lado N del depó- III Campaña. Julio 19924
sito anteriormente descrito y la base del muro
W, contando con una cota de profundidad de La tercera campaña de excavaciones
-1,95 m. Cronológicamente quedaría aso- arqueológicas se desarrolló en el denomina-

50
do reducto principal de la fortaleza ante las Corte X. Orientado al lado E y paralelo al
buenas expectativas resultantes de la II cam- corte IX. Fue hallado un muro de N-S.
paña. Se plantearon seis cortes en tres áreas Construido con piedras irregulares, unidas
distintas. Los cortes IX y X siguiendo la con argamasa de cal y arena, conservando
línea de fortificación norte, junto a los cortes una longitud de 6 m y una anchura de 0,60 m,
VI, VII y VIII, abiertos en la campaña ante- y un alzado de 0,20 m. Esta construcción
rior; los cortes XI, XII, XIV y XV, situados delimita y separa las estructuras pertenecien-
al S y centro, y finalmente el corte XIII al SE tes a la cocina (corte IX) y la plataforma y el
del sector. La superficie excavada se estimó tramo de escaleras halladas al E del corte,
en unos 180 m2, quedando al descubierto un construidas con piedras irregulares y arga-
importante conjunto arquitectónico que mos- masa de cal y arena, conservando un hueco
traba dos fases constructivas bien diferencia- lateral de planta circular, de 1,56 m de
das. La primera, islámica, correspondiendo diámetro y una cota de profundidad de -2,75
a un momento tardío (mediados del siglo XII m., excavado en la roca y que probablemente
primera mitad del XIII) y la segunda, cristia- corresponda a un pozo ciego.
na, fechada entre la segunda mitad del siglo
XIII y comienzos del siglo XIV. Corte X/V(5,5 x 4 m) Situado al sur del sector
NW. Se halló un tramo de muro perimetral de
Corte IX. Orientado al E del corte VIII. La la fortaleza, construido con la técnica de la
excavación de este corte nos permitió exhu- tabiya y el encofrado, conservando 0,80 m de
mar por completo las estructuras pertene- anchura y un alzado entre 0,84 m (mínimo) y
cientes a la cocina hallada el año anterior. Su 1,16 m (máximo). Paralelo al muro perimetral
distribución quedaba de la siguiente manera: y junto al perfil N. fue localizado un segundo
dos espacios dividios o delimitados por un muro de piedras irregulares unidas con arga-
muro de aparejo irregular, trabado con arga- masa de cal y arena muy compactada, de 0,30
masa de cal y arena, que ha conservado un m de altura y una anchura entre 0,60 m y 1,50
alzado que oscila entre 0,20 m y 0,40 m. El m. En su parte superior se conserva una cazo-
espacio de mayores dimensiones, que cuenta leta circular de 0,40 m de diámetro y 0,25 m de
con 3 m x 1,75 m, presenta cuatro poyetones profundidad, cuya función sería la sujeción de
perteneciente a una cocina del tipo alacena. una tinaja de gran tamaño.
La estancia queda delimitada en su lado norte
por el propio muro perimetral de la fortaleza. Corte XII. Orientado al N. y paralelo al corte
Conserva en su totalidad pavimentación de XIV. Fueron hallados varios muros construi-
mortero de cal y arena muy compactada, dos con piedras irregulares unidas con arga-
situado a una cota de profundidad de -2, 28 masa de cal y arena, conservando un alzado
m. En su lado S, una puerta de 0,45 m de de entre 0,45 m (mínimo) y 0,57 m (máxi-
anchura pone en contacto la cocina con una mo), y una anchura de 0,40 m. El conjunto
pequeña habitación de planta cuadrada de 2 mostraba dos habitaciones de planta rectan-
x 2 m, conservando igualmente casi comple- gular de 3,5 m x 3 m (habitación 1) y 3,5 m
to su pavimento, de técnica constructiva si- x 2,5 m (habitación 2). La habitación 1 con-
milar al descrito anteriormente. serva en su interior casi completo, a una cota
de profundidad de - 0,98 m, un pavimento

51
realizado con mortero de cal y arena muy cota de profundidad de -1,47 m. La habita-
compactada y un hogar de planta semicircu- ción 4 ocupa parte del corte XV y conserva
lar de 0, 50 m x 0,50 m, situado en el vértice también casi completo pavimento de mortero
S., construido con yeso y una plaqueta de de cal y arena muy compactado, a una cota de
caliza con cara superior alisada que le sirve profundidad de -1,49 m, conservando en su
de fondo o solera. Cuenta también con una lado E. restos de un hogar de caracteres cons-
puerta de acceso, de 0,60 m de anchura, tructivos similares al descrito en la habitación
situada en el vértice N, conservando ésta un 1. La cronología de ambas habitaciones co-
portal con restos de pavimentación a partir de rrespondería a un mismo momento construc-
plaquetas cerámicas. La habitación 2 . cuyo tivo que las habitaciones 1 y 2. (mediados del
acceso de efectúa por una puerta de 0,60 m de siglo XIII y comienzos del siglo XIV)
anchura situada en su vértice E., conserva
restos de pavimentación realizado con mor- Corte XV. Orientado al N y paralelo al corte
tero de cal y arena muy compactada. La XI. Se localizó en él la prolongación del
cronología de ambas habitaciones habría que muro central (corte XI/XII), describiendo en
situarla en una fase constructiva de época este tramo una ligera curvatura. Un segundo
cristiana, entre la segunda mitad del siglo muro, orientado de E a W, con idénticos
XIII y comienzos del siglo XIV. caracteres constructivos que el anterior, vie-
ne a separar las habitaciones 3 y 5. Esta
Corte XI. Orientado al N. y paralelo al corte última, como las anteriores, conserva pavi-
XII. Ambos cortes quedaron separados por mento de mortero de cal y arena muy com-
un muro testigo de 1 m de anchura. Se pactada, hallándose a una cota de profundi-
hallaron dos muros construidos con piedras dad de -1,51 m. Ambas habitaciones quedan
irregulares trabadas con argamasa de cal y en contacto a través de una puerta de 0,70 m
arena, de 0,40 m de anchura y entre 0,40 m y de anchura situada en el vértice S. del corte.
0,60 m de alzado. El primero de los muros Junto al perfil E se localizaron dos pequeñas
recorre el corte con orientación N-S en dis- plataformas de planta rectangular (excava-
posición transversal, dividiendo éste en dos das parcialmente), construidas con adobe.
espacios: las habitaciones 3 y 4. Se trata de la Su cronología se asocia a un mismo momen-
prolongación del muro del perfil N. del corte to constructivo que los cortes XI y XII (siglos
XII, conformándose en eje central del con- XIII / XIV)
junto arquitectónico. El segundo tramo de
muro arranca del propio muro central en su Corte XIII. Orientado al E del sector NW. Se
vértice S, conservando 2,25 m de longitud, halló la cimentación de las estructuras arqui-
entre 0,65 m y 0,84 m de alzado y 0,40 m de tectónicas que configuraban la puerta de ac-
anchura, siendo su disposición oblicua con ceso desde el albacar al reducto principal. De
orientación NW-SW, quedando adosado a la planta rectangular, está construida con dos
inflexión que presenta la roca base. muros paralelos y dos transversales cortando
sus extremos y siguiendo la técnica construc-
La habitación 3 conserva pavimentación de tiva de la tabiya y el encofrado. En su interior
mortero de cal y arena muy compactada, con quedan dos espacios de planta cuadrada y un
fino acabado en superficie, situándose a una pasillo central pavimentado de cal y arena

52
5
muy compactado. Los muros cuentan con lelos y en disposición transversal a aquel. El RUIZ MOLINA, Liborio. "IV
Campaña de excavaciones ar-
una anchura de 0,82 m para los dos paralelos primero se localizó a una cota de profundi-
queológicas en el Cerro del Cas-
y 0,40 m para los dos transversales. El alzado dad de -1,05 m, contando con una longitud tillo de Yecla. (Murcia)" V Jor-
conservado varía entre 0,20 m (mínimo) y de 1,40 m, una anchura de 0,32 m y un alzado nadas de Arqueología Regional,
0,55 m (máximo). Esta construcción se aso- de 0,81 m, construido a partir de aparejo 1994. Memorias 8 (1993) pp.
cia a la fase constructiva tardía de época irregular trabado con argamasa de cal y
islámica, fechada entre la segunda mitad del arena. El segundo de los muros se halló a una
siglo XII y la primera mitad del XIII. cota de profundidad de -0,84 m, con la mis-
ma longitud que el primero y conservando un
alzado de 1, 02 m, siendo de igual técnica
IV Campaña. Julio de 19935 constructiva que el anterior. Ambos confor-
man un espacio interior que hemos denomi-
La IV Campaña de excavaciones ar- nado como habitación 6. conservando ésta
queológicas se desarrollaron en el denomi- restos de pavimentación a partir de plaquetas
nado reducto principal, abriéndose un total cerámicas rectangulares. Estas estructuras
de tres cortes al objeto de poder exhumar en quedan asociadas a la fase constructiva fe-
su totalidad el conjunto arquitectónico exca- chada entre la segunda mitad del siglo XIII y
vado parcialmente durante la segunda cam- comienzos del siglo XIV.
paña (1992) y perteneciente a la fase cons-
tructiva de época cristiana, fechada entre la Corte XIX. Situado al E de los cortes XI y
segunda mitad del siglo XIII y comienzos del XVI, y orientado de N a S. Fue hallado el
siglo XIV. Dos de los cortes abiertos (corte extremo E del muro perimetral de cierre del
XVI y corte XIX) se orientaron de E a W y de edificio o conjunto residencial del reducto
N a S con relación a los cortes XI y XV. El principal, conservando una longitud de 2,10
tercer corte, separado del conjunto y situado m, una anchura de 0,75 m y un alzado de 0,40
al SE del sector, se abrió con la intención de m. A una cota de profundidad de -0,87 m se
comprobar a que obedecía la estructura cir- localizó un muro de parejo irregular trabado
cular perceptible en superficie y su relación con argamasa de cal y arena, conservando un
con el conjunto. También fue excavado el fino enlucido de cal en su cara interna y
testigo 1 (corte XI y corte XII) dispuesto transversalmente, con orientación
N-S. Este ha sido asociado a las estructuras
Corte XVI. Situado al S del corte XI. Se halló que configuran la habitación 6 del edificio,
un muro de aparejo irregular en disposición denominando a este nuevo espacio habitación
diagonal, orientado de E a W, resultando ser 7. El muro conserva 1,60 m de longitud, 0,42
el cierre de las habitaciones 4 y 5. La longitud m de anchura y un alzado de 0,52 m. En el
del muro es de 6,75 m, contando con una interior de la habitación se hallaron en planta
anchura de 0,70 y un alzado de 0,35 m. En su dos cazoletas circulares excavadas en roca y
extremo E se localiza la puerta de acceso a la realzadas con un pequeño muro. La primera
habitación 4, cuya anchura es de 0,75 m. tiene un diámetro de 1,10 m y una profundi-
dad de 0,52 m. La segunda, más pequeña,
Hacia la mitad del trazado de dicho cuenta con un diámetro de 0,58 m y una
muro se hallaron dos tramos de muros para- profundidad de 0,47 m. La estancia está pavi-

53
V Campaña. Julio-Septiembre 1994.6
6
RUIZ MOLINA, Liborio. "V mentada con tierra y cal muy compactada, a
Campaña de Excavaciones Ar- una cota de profundidad de -2,20 m. Todo
queológicas en el Cerro del Cas-
tillo del Yecla (Murcia)" VI Jor- parece indicar que ambas cazoletas servían Se plantearon ocho cortes en el sector
nadas de A rqueología Regional, para colocar grandes recipientes cerámicos, S W. del denominado reducto principal de la
1995. Memorias 9 (1994) Mur- por lo que las funciones de la estancia sería la fortaleza, con el objetivo de poder exhumar
cia, 2000. de tinajero. en su totalidad las estructuras arquitectóni-
cas pertenecientes a la segunda fase cons-
Corte XXI. Situado al NE del corte XIX. Se tructiva de época islámica (segunda mitad
halló en él una estructura de planta circular del siglo XII y primera mitad del siglo
excavada en roca y realzada con muro de XIII). También se trabajó en las laderas S-
aparejo irregular trabado con argamasa de SE del cerro, plateándose a tal efecto siete
cal y arena. El muro cuenta con una anchura cortes.
de 0,56 m y un alzado de 0,10 m. El diámetro
de su boca es de 1,50 m y 2,10 m en su planta. Corte XVII. Orientado al E y paralelo al
El interior conserva en sus paredes fino enlu- corte X. Se localizaron dos muros de seis
cido de yeso. La estructura debió contar con metros de longitud, 0,40 metros de anchura
cubierta cúpula ligeramente apuntada, sien- y una altura media conservada de 0,85 m.
do ésta de una altura aproximada, en su Estos muros configuran un espacio o habi-
exterior, de 1,10 m. La función de esta cons- tación de planta rectangular de 5 x 3 m,
trucción es la de silo para el almacenamiento cerrada en su lado N. por el muro perimetral
de grano. Desde un punto de vista cronológi- N de la fortaleza, que cuenta con 0,82 m de
co habría que asociarla a la primera fase anchura, 1,10 m de altura, construido si-
constructiva del castillo en época islámica guiendo la técnica de la tabiya y el encofra-
(finales del siglo XI y primera mitad del siglo do. La estancia queda dividida en dos espa-
XII), con claros síntomas de haber sido reuti- cios por un tercer muro de 3 m de longitud,
lizada hasta un momento tardío, entre los 0,40 m de anchura y una altura media con-
siglos XIV y XV. servada de 0,60 m, construido siguiendo la
técnica de la mampostería. Los muros en
sus caras internas conservan fino enlucido
de cal y ambos espacios de la estancia cuen-
tan con pavimentación de cal y arena muy
compactada. También el espacio orientado
al S. conserva un hogar central de planta
ovoide de 1,10 m x 0,60 m, realzado con un
pequeño murete de yeso y placas de cerámi-
cas de forma cuadrada en su solera.

Corte XVIII. Orientado al E y paralelo al


corte XVII. Se halló una estancia con pavi-
mentación de cal y arena muy compactada y
Vista general. Conjunto residencial. V Campaña de la continuidad del muro perimetral de la
excavaciones (1994). fortaleza.

54
Corte XX. Orientado al E y paralelo al corte ceso en los años setenta del siglo XX, puso al
XVIII. Fue hallada la continuación del muro descubierto restos de estructuras arquitectó-
perimetral N de la fortaleza y el muro E de nicas pertenecientes a una casa. Se hallaron
cierre de lo que suponemos un gran patio los restos de dos muros dispuestos en parale-
central del conjunto residencial. Conserva lo y construidos con piedras irregulares tra-
una longitud de 5,20 m, una anchura de 0,60 badas con argamasa de cal y arena, confor-
m y una altura media de 0,54 m. Una estancia mando el conjunto una habitación de planta
anexa se adosa en su lado N., siendo ésta de rectangular de 4 x 2,5 m, conservando pavi-
planta rectangular, cuyas dimensiones son 2 mento de arena y cal muy compactada, y un
m x 1,5 m. hogar con plataforma realzada de planta cir-
cular, cuyo solero es a partir de plaquetas
Testigo 2. Con orientación E-W constituía el rectangulares de cerámica. Los muros de la
eje de demarcación longitudinal del sector habitación cuentan con una anchura de 4, 5
NW. Su levantamiento puso al descubierto la m, una anchura de 0,40 m y una altura con-
totalidad del patio central con una puerta de servada de 1,30 m.
acceso en el lado E. La habitación del corte
XVII con su puerta de acceso en el lado E, En la misma campaña y tras obtener
más la puerta de acceso desde ésta a la estan- información de antiguos operarios municipa-
cia del corte X (letrina) les que durante el año 1954 participaron en la
repoblación forestal del cerro, decidimos abrir
Cortes XXII, XXIII, XXIV. Orientados al E y varios cortes en su ladera S. a la altura de la
paralelos al corte XX. Fueron halladas las curva de nivel 700 m., en una zona próxima a
estructuras arquitectónicas que definían el una rambla, donde se nos aseguró haber sido
acceso al cuerpo medio del cubo macizo hallados restos óseos humanos. Se plantea-
dispuesto en saliente en la línea N. de defensa ron seis cortes en el lugar dando como resul-
del reducto principal. Una pequeña antesala, tado el hallazgo de un cementerio islámico,
a modo de zaguán, permite acceder al área de siendo excavadas un total de 24 sepulturas, lo
almacenes. que estimamos puede ser entre un 5 % y un 10
% del total de enterramientos. Estos obede-
Cortes XXV, XVI. Ambos quedan situados cían alas siguientes características generales:
en el exterior de la fortaleza, en su cara norte,
a la altura de la curva de nivel 740 m. Se a. Las sepulturas parecen distribuirse
plantearon al objeto de poder localizar el por grupos, identificándose cada
poblado o madina musulmana. Ambos cor- grupo por medio de unas hitas o
tes resultaron ser estériles desde un punto de marcas sobre el terreno, en algunos
vista arqueológico. casos naturales (afloraciones de la
roca base) y en otros por medio de
Corte XXX. Situado en la ladera E del cerro ladrillos macizos o tejas curvas. En
a la altura de la curva de nivel 730 m junto a todos los casos los cadáveres se
la pista de acceso al Santuario del Castillo. El disponen formando círculos, a
corte producido por la maquinaria durante modo de anillos concéntricos, alre-
los trabajos de apertura del mencionado ac- dedor de la hita. Las sepulturas 1,

55
7
RUIZ MOLINA, Liborio " VI 2, 3,4, 5, 6,11 y 12 (Cortes XXX- excepción de la sepultura número
/Vil Campaña de Excavaciones
VIII y XXXIX) se sitúan próximas 13, como veremos más adelante.
Arqueológicas en el Cerro del
Castillo de Yecla (Murcia)" VII a unas piedras de grandes dimen-
/ VIII Jornadas de Arqueología siones, al igual que las sepulturas La cronología provisional nos situaría
Regional. 1996, 1997. Memo- 9,10,15,16 y 18 (Corte XLIII) En entre los siglos XII al XIII, quedando asocia-
rias 11 (1996-1997) En prensa. cuanto a las sepulturas 13 y 19 da a la madina S-SE.
(Corte XLV) quedan junto a una
hita o marca construida con seis
tejas curvas en disposición verti-
cal. Finalmente, las sepulturas 20,
21, 22, 23 y 24 ( Corte XLVI) se
identifican con una hita construida
con seis ladrillos macizos en dis-
posición horizontal. Esta última
manera de señalizar las sepulturas
queda asociada a enterramientos
infantiles en su totalidad.
Maqbara islámica. Sector W. Sepulturas en tierra.

b. Los cadáveres quedan dispuestos


de cubito lateral derecho con las
piernas flexionadas o semiflexio- VI-VII Campaña. Septiembre-Octubre 1995.
nadas y el cráneo orientado al SE Septiembre 19967
en diecinueve enterramientos y al
E en los cinco restantes . La VI y VII campañas de excavaciones
arqueológicas se desarrollaron durante los
c. Se diferencian cuatro tipos de sepul- meses de julio-septiembre de 1995 y sep-
turas: tiembre de 1996. Los trabajos se centraron en
• Enterramientos en tierra la ladera SE del cerro, lugar en que se estima-
• Enterramientos en fosas barquifor- ba podía estar ubicada la madina islámica.
mes excavadas en la roca.
• Enterramientos construidos con te- En la VI campaña se abrieron un total
jas curvas en posición vertical, con de seis cortes (Cortes L, LI, LII, LIII, LIV,
cubierta de tejas formando un teja- LV), dando como resultado la localización
dillo a un agua. de tres casas que fueron excavadas parcial-
• Enterramientos construidos con la- mente. Los objetivos que nos marcamos para
drillos rectangulares colocados de la VII campaña se orientaron a excavar en su
forma vertical y cubiertos con la- totalidad la casa 1 y avanzar en las casas 2 y
drillos en posición horizontal. 3, planteándose para ello cinco cortes (Cor-
tes LVI, LVII, LXIX, LX, LXI), resultando
d. El Conjunto de sepulturas excava- un total de 191 m2 excavados, que sumados
das no presentan ajuar funerario, a a los 136 m2 de la VI (1995), arrojaban un
total de 372 m2 abiertos.

56
Los cortes L al LV nos permitieron del patio central, ampliando el tramo de calle
hallar tres casas. La casa 1, con parte del que la separa de la casa 2.
patio central, cocina, una estancia secunda-
ria y un tramo de escaleras que arranca desde Los cortes LIX y LX nos sirvieron para
el patio y que venía a indicarnos que la casa ampliar la excavación en la casa 2, quedando
contaba con planta superior. al descubierto dos estancias secundarias de
la crujía N, parte del establo en la crujía E y
parte del patio central que quedaba compar-
timentado en dos espacios por un tramo de
escaleras situadas en la crujía E y que permi-
tía el acceso a una planta superior.

Campaña de Excavaciones Arqueológicas


de Urgencias en la Ermita del Cerro del
Castillo. Febrero 1996.

Vista patio central y letrina. Casa número 1. Madina Se llevaron a cabo excavaciones ar-
S-SE. queológicas de urgencias en el edificio anejo
a la actual Ermita del Cerro del Castillo,
La casa 2 nos mostraba parte de una como trabajo previo a la construcción de un
estancia secundaria y una cocina y la totali- nuevo edificio destinado a museo de conteni-
dad del muro perimetral NW de la casa. do religioso. A tal efecto se plantearon dos
cortes que nos permitieron documentar las
La casa 3 presentaba parte del patio cimentaciones de una estructura arquitectó-
con anden alrededor del depósito o cisterna nica. La técnica constructiva estaba ejecuta-
de agua excavada en roca, una cocina y un da a partir de piedras irregulares de tamaño
salón secundario. medio trabadas con argamasa de cal, arena y
pequeños fermentos cerámicos. A ellas que-
Por otra parte, pudimos constatar la daba asociada abundante cerámica entre la
existencia de tres tramos de calles que forma- que destacaban varios fragmentos de Terra
ban una "Y" y que venían a separar las tres Sigillata Africana, fechada entre los siglos V
casas, indicando ello una cierta ordenación al VI y de cerámicas elaboradas a mano que
desde un punto de vista urbano. podrían asociarse al grupo 5 de Reynols.
Junto a estos materiales se halló un broche de
Los cortes LVI al LVIII nos permitieron cinturón, de clara factura visigoda y que
completar la excavación de la casa 1 y loca- podríamos fechar en la primera mitad del
lizar la cuadra o establo de la casa 4. siglo VIL

El corte LXI nos permitió ampliar la Igualmente pudimos documentar un


excavación en la casa número 3, quedando al nivel de enterramientos cristianos que po-
descubierto la cocina, situada en la crujía dían quedar adscritos a la primitiva ermita
NE, el establo en la crujía SE y buena parte del Cerro del Castillo, cuya construcción

57
8
El nivel de enterramientos fijamos en la segunda mitad del siglo XIII. El sur del callejón se halló un edificio o vivien-
cristianos se encontraba muy material numismático asociado a los enterra- da de grandes dimensiones identificado con
revuelto, como producto de los
trabajos efectuados por la ma- mientos cubría una secuencia cronológica el número 5, y cuya orientación es NW-SE.
quinaria para el derribo del an- entre la segunda mitad del siglo XIII y el En la habitación central de este edificio se
tiguo edificio. Constatamos, primer cuarto del siglo XIV.8 halló, oculto en el fondo de un silo, un
igualmente, que el antiguo ce- numeroso conjunto de piezas de cerámica,
menterio continuaba o se exten-
día por el subsuelo de la actual
metálicas, líticas, de vidrio, etc. y que for-
explanada de la fachada princi- VIII Campaña. Septiembre-Noviembre de maban parte del ajuar doméstico de la vi-
pal de la Ermita. 1997. 9 vienda.
9
RUIZ MOLINA, Liborio."
VIII Campaña de Excavacio- La VIII Campaña de excavaciones ar-
nes Arqueológicas en el Cerro
del Castillo de Yecla (Murcia)". queológicas se desarrolló durante los meses
IX Jornadas de Arqueología Re- de septiembre, octubre y noviembre de 1997.
gional. 1998 Memorias de Ar- Los trabajos se centraron en el área de la
queología 12 (1997). (Inédita). madina S-SE. En la VII campaña se había
10
RUIZ MOLINA, Liborio. excavado por completo la casa 7 y se avanzó
"IX Campaña de Excavaciones
Arqueológicas en el Cerro del en las casas 2 y 3, quedando localizados tres
Castillo de Yecla (Murcia)" X nuevos edificios o viviendas denominadas
Jornadas de Arqueología Re- casas 4, 5 y 6, estas últimas adosadas al lado
gional. (1999) Memorias, 13 sur de la casa 2. Los objetivos que nos Vista estancia central. Edificio 5. Madina S-SE. Aper-
(1998). (En prensa) tura circular de acceso a un silo.
marcamos en esta nueva intervención eran
concluir la excavación de la casa 2 y avanzar
en los dos nuevos edificios localizados (nú-
meros 5 y 6). Para ello se abrieron un total de IX Campaña. Septiembre de 1998.10
18 cortes (Cortes LXI al LXIX), resultando
un total de 221,5 m2, que sumados a los 352 La IX campaña de excavaciones ar-
m2 abiertos hasta esos momentos, arrojaban queológicas se desarrolló durante el mes de
un total de 573,5 m2 de superficie total septiembre de 1998. Los trabajos se centra-
excavada. ron en la madina o poblado musulmán. Du-
rante la VIII campaña se concluyeron los
El Corte LXI puso al descubierto el trabajos de excavación de la casa 2 y el
edificio o casa 6, de planta única y que edificio o casa 6, que resultó ser un edificio
contaba en su interior con un silo para el destinado a silos, avanzando también en los
almacenamiento de grano. trabajos de excavación del edificio o casa 5.
Así pues, los objetivos que nos marcamos en
Los Cortes LXII al LXXVII nos permi- esta campaña eran concluir la excavación de
tieron localizar un tramo de callejón sin este último edificio y ampliar los trabajos en
salida por el que discurre una atarjea cubier- las casas 3 y 4, para lo que se abrieron un total
ta con ladrillos rectangulares y destinada al de 19 cortes, resultando un total de 213,75 m2
suministro de agua potable. Su dirección es excavados que sumados a los 573, 5 m2
E-W y enlaza con el canal de la casa 3 que excavados hasta la fecha arrojaban un total
desagua en la alberca de su patio. En el lado de 787, 25 m2 de superficie excavada.

58
1
Los cortes LXXIX al LXXXII nos per- Los cortes XCVII, XCVIII y IC nos ' RUIZ MOLINA, Liborio. "X
mitieron completar la excavación de la casa permitieron avanzar en la excavación del Campaña de excavaciones ar-
queológicas en el Cerro del Cas-
4 y localizar un nuevo edificio al que se le edificio o casa 10. tillo de Yecla. Murcia." XI Jor-
asignó el número 10. nadas de Arqueología Regio-
nal. (2000) Memoria 14 (1999).
El Corte LXXXIII permitió excavar el 2. Análisis Unidades Estratigráficas. Inédita.
espacio correspondiente al tramo de calle
que separa las casas 1,3 y 10. Han sido identificadas un total de 77
unidades estratigráficas que definen tanto
Los Cortes LXXXIV y LXXXVI al XC estructuras arquitectónicas como niveles es-
posibilitaron ampliar la excavación en el tratigráficos. Este procedimiento nos per-
edificio 10. mite tener una visión clara y globalizada de
la ocupación del yacimiento y sus distintas
Los Cortes XCII y XCIII nos procuraron fases constructivas. Se han diferenciado las
la localización de un nuevo edificio o vivien- tres áreas del yacimiento en las que se ha
da a la que se le asignó el número 7, además intervenido hasta la fecha, dando a cada una
del tramo de calle que separa a éste y al un número diferente en el primero de los
edificio 5, en su lado E. cuatro dígitos establecidos. De esta manera
con el 1000 quedaran definidas las unidades
Los Cortes XCIV, XCV y XCVII nos permi- correspondientes a la fortaleza, con el 2000
tieron completar la excavación completa del edi- las correspondientes a la maqbara o ce-
ficio 5, además de la localización de una nueva menterio islámico y con el 3000 la madina
construcción a la que se le asignó el número 9. S-SE.

X Campaña. Septiembre-Octubre 199911 2.1 Fortaleza (1)

La X campaña de excavaciones arqueo- UE.1000. Nivel estratigráfico superficial.


lógicas se desarrolló durante los meses de Tierra marrón muy compactada mezclada
septiembre y octubre del año 1999. Los tra- con piedras irregulares de diversos tamaños.
bajos se centraron en la madina S-SE. Los Potencia máxima 0,78 m; potencia mínima:
objetivos que nos marcamos en esta campa- 0,46 m. Cronología: incierta.
ña fueron continuar con la excavación de las
casas 4 y 10. Para ello se abrieron cinco UE. 1000 a: Nivel estratigráfico. Tierra roji-
cortes, resultando un total de 97,5 m2 excava- za compactada mezclada con piedras irregu-
dos, que sumados a los 787,25 m2 excavados lares de pequeño tamaño. Potencia, 0,35 m.
hasta la fecha, arrojaba un total de 864,75 m2 Cronología: Incierta.
de superficie excavada.
UE. 1000 b: Nivel estratigráfico superficial.
El Corte XCVI nos permitió completar Tierra marrón oscuro muy apelmazada que
la excavación de la casa 4 y localizar parte del rellena la torre NW. Potencia: 0,68 m. Cro-
tramo de calle que separa las casas 1,2 y 3. nología: incierta.

59
UE. 1000 c: Nivel estratigráfico: tierra Torres NE, NW y SE, aljibe del reducto
parduzco-rojiza muy apelmazada mezclada principal y paños de muros y cubo macizo en
con piedras de tamaño medio. Potencia: 0,80 saliente situados en la línea N de defensa del
m. Cronología: siglos XIII/XIV. "reducto principal". Cronología: segunda
mitad del siglo XII -Primera mitad del siglo
UE. 1000 d: Nivel estratigráfico. Tierra XIII.
parduzco-rojiza muy compactada. Potencia:
0,35 m. Cronología: siglos XII-XIII. UE 1002: Estructura. Pilar construido con
piedras irregulares trabadas con argamasa de
UE. 1000 e: Nivel estratigráfico. Tierra ma- cal y arena, y enlucido de yeso en sus caras
rrón oscura muy compactada mezclada con exteriores, quedando adosada a la torre NE.
gravilla. Potencia: 0,38 m. Cronología: si- Cronología: siglos XIII/XIV.
glos XII/XIII.
UE. 1003 : Estructura. Pavimento del espa-
UE. 1000 f. Nivel estratigráfico. Tierra ma- cio interior número 2 de la torre NE, realiza-
rrón oscura mezclada con piedras de tamaño do con mortero de cal y arena muy compac-
medio y restos de yeserías. Cronología: si- tado. Cronología: siglos XII/XIII.
glos XI/XII. Potencia: 0,60 m
UE. 1004. : Estructura. Plataforma de pie-
UE. 1000 g: Nivel estratigráfico. Tierra roji- dras de gran tamaño trabadas a unión viva,
za mezclada con gravilla. Potencia: 0,42 m. base para la construcción de la Torre NE.
Cronología: siglos V lili a. C. Cronología: siglos X/XI?

UE. 1000 h. Nivel estratigráfico. Tierra ama- UE. 1005: Estructura. Aljibe de planta ovoi-
rillenta muy apelmazada mezclada con gra- de con restos de cubierta cimbrada. Cronolo-
villa. Potencia: 0,42 m. Cronología: II mile- gía: siglos XIII/XIV. (Corte III)
nio a. C.
UE 1006: Estructura. Depósito de planta
UE 1001: Identifican los restos arquitectóni- rectangular construido con mortero de cal y
cos de la primera fase constructiva de época arena muy compactado situado en interior de
islámica. Esta unidad se define por lo largos la torre NW. Cronología: siglos XII/XIII
paños de muros y pequeños bastiones en (Corte VI)
saliente que estructuran el recinto fortificado
superior en su lados SE., SW y NE. La UE. 1007: Estructura. Muro interior torre
técnica constructiva es la mampostería a base NW, construido con piedras irregulares a
de piedras irregulares o sillarejos trabados unión viva con orientación NE-SW. Crono-
con mortero de cal, arena y fragmentos cerá- logía: siglos IV/II a. C?
micos. Cronología: fines del siglo XI - pri-
mera mitad del siglo XII. UE 1008: Estructura. Restos de pavimenta-
ción de cal y arena en espacio formado por
UE 1001 a: Estructuras. Muros construidos UE 1006-1010. Cronología: siglos XII/XIII.
con la técnica de la tabiya y el encofrado.

60
UE 1009: Estructura. Muros construidos UE 1017. Estructura. Pavimento de mortero
con piedras irregulares trabadas con cal y de cal y arena muy compactado y hogar de
arena en torre NE ( Corte II y III). Cronolo- plataforma en la habitación 1. (Corte XII).
gía: siglos XIV/XV? Cronología: siglos XIII/XIV.

UE 1010: Estructura. Pavimento de cal y UE 1018. Estructura. Plataforma o bancada


arena compactada junto a UE 1006 en corte de piedras irregulares con revestimiento de
VI, asociado a UE 1008 del corte VI. Crono- cal. Conserva en la parte superior dos cazo-
logía: siglos XII/XIII. letas hemiesféricas para colocar tinajas. (Ha-
bitación tinajero. Corte XIV). Cronología:
UE 1011: Estructuras. Muro y pilar construi- siglos XII/XIII.
do con piedras irregulares trabadas con mor-
tero de cal y arena. Corte VIL Cronología: UE 1019: Estructura. Muro de piedras irre-
siglos XIII/XIV. gulares unidas con argamasa de cal y arena,
dispuesto perpendicularmente a los muros
UE 1012: Estructuras. Pavimento de adobe de la habitación 1. (Corte XII). Queda aso-
bajo UE 1011 en corte VIL Cronología: ciado a la UE 1014 y UE 1016. Cronología:
Siglos XIII/XIV. siglo XIII/XIV.

UE. 1013 : Estructuras. Restos de cocina del UE. 1020: Estructura. Pozo ciego excavado
tipo de poyetones y alacena. Corte XIII. en roca junto a plataforma escaleras. (Corte
Cronología: siglos XII/XIII. X). Cronología: siglo XIII/XIV.

UE 1014: Estructura. Muro de piedras irre- UE 1021. Estructura. Pavimento de mortero


gulares, unidas con argamasa de cal y arena. de cal y arena muy compactada y fino acaba-
Delimita el tinajero y la habitación 1 (corte do en su cara superior (habitación 3. Corte
XII y XIV). Conserva restos de enlucido de XI). Cronología. Siglos XIII/XIV.
cal en sus caras internas. Cronología: siglos
XIII/XIV. UE 1022: Estructura. Muro construido con
piedras irregulares unidas con argamasa de
UE. 1015: Estructura. Pavimento del pasillo cal y arena muy compactada. (Habitación 5.
central fabricado con mortero de cal y arena Corte XV) Cronología: ss XIII/XIV.
muy compactado, en puerta principal de ac-
ceso desde "el albacar" al "reducto princi- UE 1023: Estructura. Silo de planta circular.
pal". Cronología: Siglos XII/XIII. (Corte (Corte XIX). Debió contar con bóveda lige-
XIII) ramente apuntada. Esta excavado en la roca
y realzado en su boca con muros de parejo
UE 1016: Estructura. Muros de piedras irre- irregular, trabado con argamasa de cal y
gulares trabadas con argamasa de cal y arena. arena. Las paredes en su interior cuentan con
Dividen habitaciones 1 y 2. (Corte XII) Que- un fino enlucido de yeso. Cronología: siglos
dan asociadas a UE 1014. Cronología: siglos XII/XIII.
XIII/XIV.

61
UE. 1024: Estructura. Muros transversales Tierra marrón oscura mezclada con piedras
al muro perimetral N de la fortaleza. Están de tamaño medio. Potencia: máxima 0,50 m;
construidos con aparejo irregular trabados mínima: 0,40 m. Cronología: Incierta
con argamasa de cal y arena. Conforman la
estancia W adosada al patio central del con- UE 2000 a: Nivel estratigráfico. Tierra arci-
junto residencial del "reducto principal" de llosa de color amarillo mezclada con piedras
la fortaleza. Cronología: siglos XII/XIII. de tamaño pequeño. Potencia: máxima 0,65
m; mínima 0,30 m. Cronología: siglo XII-
XIII.

UE. 2000 b: Nivel estratigráfico. Tierra de


color marrón pardusca muy apelmazada.
Potencia: máxima 0,45 m; mínima 0,20 m.
Cronología: siglos XI/XII

UE 2000 c. Nivel estratigráfico. Tierra de


color amarilla muy apelmazada, mezclada
Vista estancia con hogar. Crujía W. Conjunto residen- con gravilla. Potencia: máxima 0,40 m; mí- *
cial del reducto principal del hisn Yakka. nima 0,20 m. Se hallaron varios fragmentos
de cerámicas a mano asociada a industria
UE. 1025: Estructura. Patio conjunto resi- lítica (denticulados). Cronología: II milenio
dencial del reducto principal de la fortaleza. a. C.
(Corte XX). Cronología: siglos XII/X11I

UE. 1026: Estructura. Cazoletas circulares Sepultura 1 (2001)


excavadas en roca situadas en vértice SE del
patio central del conjunto residencial del Localización: Sector W
"reducto principal" de la fortaleza. Su fun- Profundidad: 0,75 m
ción es la de tinajero (Corte XIX). Cronolo- Tipo de Sepultura: Sepultura en tierra. Di-
gía: siglos XII/XIII. mensiones sepultura: 1,30 longitud, 1,20 m
anchura y 0,31 m de altura.
UE 1027: Estructura. Muros de aparejo irre- Orientación sepultura: NE-SW.
gular unidos con argamasa de cal y arena y Orientación restos: Los restos óseos presen-
que conforman el acceso principal al conjun- taban una orientación según columna verte-
to residencial del "reducto principal" de la bral es NE-SW.
fortaleza (Cortes XXII/XXIII/XXIV). Cro- Orientación cara-cráneo: Sin determinar. No
nología: siglos XII/XIII. se conservaban restos.
Sexo: Sin determinar.
Edad: 10-15 años, (joven) >
2.2 Cementerio islámico (2) Ajuar funerario: No presenta.
Cronología: segunda mitad siglo XII - pri-
UE. 2000 : Nivel estratigráfico superficial. mera mitad del siglo XIII

62
Sepultura 2 (2002) Tipo de sepultura: sepultura en tierra.
Dimensiones sepultura: 1,45 m longitud; 0,27
Localización: Sector W m anchura y 0,18 m de altura.
Profundidad: 0,75 m Orientación sepultura: NE-SW
Tipo de sepultura: Excavada en roca (greda). Orientación de los restos: Los restos óseos
Tipo Barquiforme. presentan una orientación, según columna
Dimensiones sepultura: sin determinar por vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de
encontrarse parcialmente destruida. cubito lateral derecho y las piernas flexiona-
Orientación sepultura: NE-SW das. Conserva una hilada de piedras trabadas
Orientación restos: sin determinar. a unión viva siguiendo el eje de la columna
Orientación cara-cráneo: sin determinar. vertebral.
Sexo: Sin determinar. Orientación cara-cráneo: SE.
Edad: Sin determinar. Sexo: Sin determinar.
Ajuar funerario: No presenta. Edad: + de 21 años, (adulto)
Cronología: Incierta Ajuar funerario: Fue hallado un fragmento
de pared de jarrita decorado con motivos
decorativos vegetales pintados al mangane-
Sepultura 3 (2003) so.
Cronología: primera mitad del siglo XIII
Localización: Sector W.
Profundidad: 0,90 m.
Tipo de Sepultura: Excavada en roca (greda). Sepultura 5. (2005)
Tipo Barquiforme.
Dimensiones sepultura: Sin determinar por Localización: Sector W.
hallarse parcialmente destruida. Profundidad: 0,70 m
Orientación sepultura: NE-SW Tipo sepultura: Sepultura en tierra.
Orientación restos. : Sin determinar. Dimensiones sepultura: 1.18 m longitud: 0.26
Orientación cara-cráneo: Sin determinar. No m anchura y 0,23 de altura.
se conservaban restos. Orientación sepultura: NE-SW
Sexo: Sin determinar. Orientación restos: los restos óseos presenta
Edad: Sin determinar. una orientación, según eje de la columna
Ajuar funerario: Fragmento de pared de ja- vertebral, NE-SW. El cuerpo fue hallado de
rrita sin decorar y un fragmento de moneda cubito lateral derecho con las piernas flexio-
de plata muy desgastada, probablemente 1/2 nadas. Conserva una hilada de piedras irre-
quirate de plata almorávide. gulares trabadas a unión viva siguiendo el eje
Cronología: Siglos XI/XII? de la columna vertebral.
Orientación cara-cráneo: SE.
Sexo: Sin determinar.
Sepultura 4 (2004) Edad: 10-15 años, (joven)
Ajuar funerario: No presenta.
Localización: Sector W Cronología: segunda mitad del siglo XII -
Profundidad: 0.70 m primera mitad siglo XIII

63
Sepultura 6. (2006) Sepultura 7. (2007)

Localización: Sector W. Localización: Sector W.


Profundidad: 0.90 m Profundidad: 0.95 m
Tipo de sepultura: sepultura en tierra. Tipo de sepultura: sepultura en tierra.
Dimensiones sepultura: 1,78 m longitud; 0,23 Dimensiones sepultura: 1,67 m longitud;
m anchura y 0,28 m altura. 0,36 m anchura y 0,08 m altura.
Orientación sepultura: NE-SW Orientación sepultura: S-N
Orientación restos: Los restos óseos presen- Orientación restos: los restos óseos presen-
tan una orientación, según eje columna ver- tan una orientación, según eje de la columna
tebral, NE-SW. El cuerpo fue hallado de vertebral, N-S. El cuerpo fue hallado de
cubito lateral derecho con las piernas flexio- cubito lateral derecho con las piernas flexio-
nadas. Conserva hilada de piedras trabadas a nadas. Conserva hilada de piedras trabadas a
unión viva siguiendo el eje de la columna unión viva siguiendo el eje de la columna
vertebral. vertebral.
Orientación cara-cráneo: SE Orientación cara-cráneo: E.
Sexo: Sin determinar. Sexo: sin determinar.
Edad: + de21 años (adulto) Edad: + de 21 años (adulto)
Ajuar funerario: No presenta. Ajuar funerario: No presenta
Cronología: segunda mitad del siglo XII - Cronología: primera mitad del siglo XIII
Primera mitad del siglo XIII.

Sepultura 8 (2008)

Localización: sector W.
Profundidad: 0, 85 m
Tipo de sepultura: sepultura en tierra.
Dimensiones sepultura: 1,33 m de longitud;
0,28 m de anchura y 0,11 m de altura:
Orientación sepultura: N-S.
Orientación restos: los restos óseos presen-
tan una orientación, según eje de la columna
vertebral, N-S. El cuerpo fue hallado de
cubito lateral derecho con las piernas flexio-
nadas. Conserva hilada de piedras trabadas a
unión viva siguiendo el eje de la columna
vertebral.
Orientación cara-cráneo: E.
Sexo: sin determinar
Edad: 10-15 años (joven)
Maqbara islámica. Vista enterramiento número 6. Se- Ajuar funerario: anillo de cobre.
pultura en tierra. Cronología: primera mitad del siglo XIII

64
Sepultura 9 (2009) Cronología: segunda mitad del siglo XII -
Primera mitad del siglo XIII
Localización: sector W.
Profundidad: 0,65 m
Tipo de sepultura: sepultura en tierra. Sepultura 11 (2011)
Dimensiones sepultura: 1, 71 m longitud;
0,26 m anchura y 0,17 m altura. Localización: Sector W
Orientación sepultura: NE-SW. Profundidad: 0.71 m
Orientación restos: los restos óseos presen- Tipo de sepultura: Excavada en roca gredo-
tan una orientación, según eje de la columna sa. Tipo barquiforme.
vertebral, NE-SW. El cuerpo fue hallado de Dimensiones sepultura: 1.45 longitud.; 0,29
cubito lateral derecho con las piernas flexio- m anchura y 0,27 m altura
nadas. Conserva hilada de piedras trabadas a Orientación Sepultura: N-S
unión viva siguiendo el eje de la columna Orientación restos: los restos óseos presen-
vertebral. tan una orientación según eje de la columna
Orientación cara-cráneo: SE. vertebral, N-S. El cuerpo se hallaba de cubito
Sexo: sin determinar lateral derecho con las piernas semiflexiona-
Edad: +de 21 años (adulto) das.
Ajuar funerario: no presenta Orientación cara-cráneo: E.
Cronología: segunda mitad del siglo XII - Sexo: sin determinar
Primera mitad del siglo XIII. Edad: + de 21 años_(adulto)
Ajuar funerario: no presenta
Cronología: primera mitad del siglo XIII
Sepultura 10 (2010)

Localización: sector W. Sepultura 12 (2012)


Profundidad: 1.01
Tipo de sepultura: sepultura en tierra. Localización: Sector W
Dimensiones: 0.77 m longitud; 0,80 m de Profundidad: 0,69 m
anchura y 0,09 m de altura. Tipo de sepultura: Excavada en roca gredo-
Orientación sepultura: NE-SW sa. Tipo barquiforme.
Orientación restos: los restos óseos presen- Dimensiones sepultura: 1,53 m longitud; 0,50
tan una orientación, según eje de la comuna m anchura y 0,21 m de altura.
vertebral, NE-SW. El cuerpo fue hallado de Orientación sepultura: N-S.
cubito lateral derecho con las piernas flexio- Orientación restos: Los restos óseos presen-
nadas. Conserva hilada de piedras trabadas tan una orientación, según eje de la columna
con argamasa de cal y arena siguiendo eje de vertebral, N-S. El cuerpo se hallaba de cubito
la columna vertebral. lateral derecho con las piernas semiflexiona-
Orientación cara-cráneo: SE. das.
Sexo: sin determinar. Orientación cara-cráneo: E.
Edad: - de 5 años (niño) Sexo: sin determinar
Ajuar funerario: No presenta Edad: + de 21 años (adulto).

65
Ajuar funerario: no presenta
Cronología: Primera mitad del siglo XIII.

Maqbara islámica. Enterramientos 11 y 12. Sepulturas Maqbara islámica. Hitas de tejas curvas en posición
excavadas en roca. vertical.

Sepultura 13 (2013)

Localización: Sector E.
Profundidad: 0, 77 m
Tipo de sepultura: sepultura cubierta con
tejas curvas, (excepto zona del cráneo)
Dimensiones sepultura: 1. 75 m longitud;
0,18 m anchura y 0,21 m altura.
Orientación sepultura: NE-SW
Orientación restos: Los restos óseos presen-
tan una orientación, según eje de la columna
vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de
cubito lateral derecho con las piernas semi-
flexionadas.
Orientación cara-cráneo: SE.
Sexo: sin determinar.
Edad: + de 21 años (adulto)
Ajuar funerario: pequeño amuleto de bronce
rectangular, con epigrafía cúfica en ambas
caras.
Cronología: primera mitad del siglo XII -
Segunda mitad del siglo XIII.

Enterramiento número 13. Sepultura con cubierta de


tejas.

66
Sepultura 14 (2014)

Localización: Sector W
Profundidad: 0,80 m
Tipo de Sepultura: sepultura en tierra
Dimensiones sepultura: 1. 40 m longitud;
0,11 m de anchura y 0,30 m de altura.
Orientación Sepultura: N-S
Orientación de los restos: Los restos óseos
presentan una orientación, según eje de la
columna vertebral, N-S. El cuerpo se hallaba
de cubito lateral derecho con las piernas
flexionadas.
Orientación cara-cráneo: E.
Sexo: sin determinar.
Edad: + de 21 años (adulto)
Ajuar funerario: no presenta
Cronología: primera mitad del siglo XIII
Maqbara islámica, enterramiento l3 Sepultura con
cubierta de tejas

Sepultura 15 (2015)

Localización: Sector W
Profundidad: 1,05 m
Tipo de sepultura: Sepultura en tierra
Dimensiones sepultura: 1.76 m Longitud;
0,20 m anchura y 0,28 m de altura.
Orientación sepultura: NE-SW.
Orientación de los restos: los restos óseos
presentan una orientación, según eje de la
columna vertebral, NE-SW. El cuerpo se
hallaba de cúbito lateral derecho con las
piernas flexionadas.
Orientación Cara-Cráneo: SE.
Sexo: Sin determinar
Edad: + de 21 años (adulto)
Ajuar Funerario: No presenta
Cronología: segunda mitad del siglo XII -
Primera mitad del siglo XIII.

Maqbara islámica. Enterramiento 13.

67
Sepultura 16. (2016) Sepultura 18. (2018)

Localización: Sector W Localización: Sector W.


Profundidad: 0,68 m Profundidad: 0,75 m
Tipo de sepultura: sepultura en tierra. Tipo de Sepultura: Sepultura en tierra
Dimensiones sepultura: 1,69 m longitud; Dimensiones sepultura: 1,65 m longitud; 0,17
0,23 m de anchura y 0,16 m de altura. m de anchura y 0,20 m de altura.
Orientación sepultura: NE-SW Orientación sepultura: NE-SW
Orientación de los restos: Los restos óseos Orientación restos: Los restos óseos presen-
presentan una orientación, según eje de la tan una orientación según eje de la columna
columna vertebral NE-SW. El cuerpo se ha- vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de
llaba de cubito lateral derecho con las piernas cúbito lateral derecho con las piernas flexio-
flexionadas. nadas. Conserva hilada de piedras trabadas a
Orientación Cara-Cráneo: SE. unión viva siguiendo el eje de la columna
Sexo: Sin determinar. vertebral.
Edad: + de 21 años, (adulto) Orientación cara-cráneo: SE.
Ajuar funerario: No presenta. Sexo: Sin determinar.
Cronología: segunda mitad del siglo XII - Edad: + de 21 años (adulto)
Primera mitad del siglo XIII. Ajuar funerario: No presenta
Cronología: segunda mitad del siglo XII -
Primera mitad del siglo XIII.
Sepultura 17 (2017)

Localización: Sector W. Sepultura 19


Profundidad: 0.77 m
Tipo de sepultura: sepultura en tierra. Localización: Sector E.
Dimensiones sepultura: 1.50 m longitud; 0,30 Profundidad: 1.07 m
m de anchura y 0,15 m de altura. Tipo de sepultura: sepultura en tierra.
Orientación sepultura: N-S Dimensiones: 1,37 m longitud; 0,22 m an-
Orientación restos: los restos óseos presen- chura y 0,14 m de altura.
tan una orientación, según eje de la columna Orientación sepultura: NE-SW
vertebral, N-S. El cuerpo se hallaba de cúbito Orientación restos: los restos óseos presen-
lateral derecho con las piernas flexionadas. tan una orientación, según eje de la columna
Conserva hiladas de piedras irregulares tra- vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de
badas a unión viva siguiendo disposición eje cúbito lateral derecho con las piernas flexio-
columna vertebral. nadas.
Orientación cara-cráneo: E. Orientación cara-cráneo: SE.
Sexo: Sin determinar Sexo: sin determinar.
Edad: + de 21 años (adulto) Edad: 10-15 años, (joven)
Ajuar funerario: No presenta Ajuar funerario: no presenta
Cronología: primera mitad del siglo XIII Cronología: segunda mitad del siglo XII -
Primera mitad del siglo XIII.

68
Sepultura 20 (2020) Sepultura 22 (2022)

Localización: Sector E Localización: Sector E.


Profundidad: 0.66 m Profundidad: 0,62 m
Tipo de sepultura: sepultura en tierra Tipo de sepultura: sepultura excavada en roca
Dimensiones: 1.26 m de longitud; 0,11 m de gredosa de tipo barquiforme. La sepultura
achura y 0,22 m de altura. queda realzada con una hilada de piedras irre-
Orientación sepultura: NE-SW gulares trabadas con argamasa de cal y arena.
Orientación restos: Los restos óseos presen- Dimensiones: 0, 66 m longitud; 0,08 m de
tan una orientación, según eje de la columna anchura y 0,03 m de altura.
vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de Orientación sepultura: NE-SW
cubito lateral derecho con las piernas flexio- Orientación restos: Los restos óseos presen-
nadas tan una orientación, según eje de la columna,
Orientación cara-cráneo: SE. NE-SW. El cuerpo se hallaba de cúbito late-
Sexo: sin determinar ral derecho con las piernas flexionadas.
Edad: 10-15 años (joven) Orientación cara-cráneo: SE.
Ajuar funerario: no presenta Edad: - de 5 años (niño)
Cronología: segunda mitad del siglo XII - Cronología: segunda mitad del siglo XII -
Primera mitad del siglo XIII. Primera mitad del siglo XIII.

Sepultura 21 (2021) Sepultura 23 (2023)

Localización: Sector E. Localización: Sector E.


Profundidad: 0.62 m Profundidad: 0.80 m
Tipo de sepultura: sepultura en tierra Tipo de sepultura: Sepultura en cista, cons-
Dimensiones: 1.19 m de longitud; 0,11 m de truida con ladrillos rectangulares.
anchura y 0,07 m de altura. Dimensiones: 0,46 m de longitud; 0,26 m de
Orientación sepultura: NE-SW anchura y 0,31 m de altura.
Orientación restos: Los restos óseos presen- Orientación sepultura: NE-SW
tan una orientación, según eje de la columna Orientación restos: Los restos óseos presen-
vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de tan una orientación, según eje de la columna
cubito lateral derecho con las piernas flexio- vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de
nadas. cúbito lateral derecho con las piernas flexio-
Orientación cara-cráneo: SE nadas.
Sexo: sin determinar Orientación cara-cráneo: SE.
Edad: 10 - 1 5 años (joven) Sexo: sin determinar.
Ajuar funerario: no presenta Edad: - de 1 año (niño)
Cronología: segunda mitad del siglo XII - Cronología: segunda mitad del siglo XII -
Primera mitad del siglo XIII. Primera mitad del silo XIII.

i
69
Sepultura 24 (2024)

Localización: Sector E.
Profundidad: 0,67 m
Tipo de Sepultura: sepultura excavada en
roca gredosa, de tipo barquiforme.
Dimensiones: 1,68 m de longitud; 0,18 m de
anchura y 0,14 m de altura.
Orientación sepultura: NE-SW
Orientación restos: los restos óseos presenta
una orientación, según eje de la columna
vertebral, NE-SW. El cuerpo se hallaba de
cubito lateral derecho con las piernas flexio-
nadas.
Orientación cara-cráneo: SE.
Sexo: sin determinar
Edad: + de 21 años (adulto)
Cronología: primera mitad del siglo XII -
Maqbara islámica. Sepultura 23. Enterramiento con Segunda mitad del siglo XIII.
cubierta de ladrillo.

2.3 Poblado o madina islámica (3)

U.E. 3000. Nivel estratigráfico. Tierra ma-


rrón oscuro mezclada con piedras de tamaño
medio. Potencia: entre 0,90 m y 1,20 m.
Cronología: incierta.

U.E. 3000 a. Nivel estratigráfico. Tierra de


color blanca mezclada con piedras de peque-
ño tamaño, abundante yeso y argamasa de
cal y arena, debido al desplome de las plantas
superiores de los edificios. Potencia: entre
0,60 m y 0,75 m. Viene a definir el nivel de
abandono del poblado, durante el primer
cuarto del siglo XIV

U.E. 3000 b. Nivel estratigráfico. Tierra


marrón oscuro muy apelmazada mezclada
con piedras de tamaño pequeño. Potencia:
Maqbara islámica. Sepultura 23. Enterramiento con
entre 0,60 m y 0,75 m. Define la fase de
cubierta de ladrillos. ocupación Cristina de la madina o poblado

70
entre el último cuarto del siglo XIII y el respectivamente. En el vértice N. del patio un
primer cuarto del siglo XIV. tramo de escaleras permitía el acceso a una
planta superior.
U.E. 3000 c. Nivel estratigráfico. Tierra
marrón claro mezclada con gravilla. Poten- Salón secundario o zaguán. Situado en la
cia: entre 0,30 m y 0,45 m. Define la fase de crujía NE del patio. De planta rectangular.
ocupación islámica de la madina o poblado Tiene una superficie útil de 19 m2.
desde mediados del siglo XII hasta el segun-
do tercio del siglo XIII. Letrina. Situada en la crujía SE del patio. De
planta rectangular. Su acceso se efectúa por
un pequeño portillo dispuesto en codo. Eva-
Casa 1 (1/3001) cua al exterior las aguas residuales a través
un pozo ciego situado en el tramo de calle-
De planta cuadrada, cuenta con una superfi- callejón que separa la casa número 1 de la
cie construida de 171 m2 y una superficie casa número 2. Tiene una superficie útil de
habitable de 114,5 m2 (planta baja conserva- 1 m.
da). Hemos podido diferenciar cuatro espa-
cios ordenados en torno al elemento princi- Cocina. Situada en la crujía SW del patio. De
pal de la casa, el patio. La técnica construc- planta rectangular. Se acceda a ella por una
tiva es la mampostería predominantemente, puerta situada en el vértice E de aquel. Cuen-
quedando el uso del tapial reducido a algunos ta con dos cocinas, una de plataforma realza-
muros divisores entre las distintas estancias. da en su extremo W y otra del tipo de poye-
El grosor de los muros perimetrales de la casa tones y alacena en su extremo E. Tiene una
es con 0,60 m, mientras que los muros divi- superficie útil de 19 m .
sores de las distintas habitaciones oscilan
entre 0,30 m y 0,40 m. Solo la estancia Salón principal. Situado en la crujía NW del
situada en la crujía NE conserva revesti- patio. Tiene una superficie útil de 23, 5 m2
miento de yeso a modo de enlucido en sus Cuenta con restos de pavimentación elabora-
caras internas, presentando restos de decora- da con mortero de cal y arena con fino alisado
ción incisa y trazos pintados en negro, a en superficie.
modo de grafitos, con motivos geométricos
de difícil identificación. La casa cuenta con
las siguientes estancias: Casa 2 (11/3002)

Patio. De planta rectangular. Tiene una su- Situada al E del la Casa 1 y separada de esta
perficie útil de 46 m2. Del conjunto, es el de por un tramo de calle. De planta trapezoidal
mayores dimensiones, lo que viene a indicar- tiene una superficie construida de 112, 5 m2
nos que se trata del elemento principal de la y una superficie habitable de 62,5 m2. Se han
casa. En la crujía SE se sitúa la letrina. En la podido diferenciar cuatro espacios en torno
crujía NE la puerta de acceso y una habita- al patio. Se emplea de manera indistinta tanto
ción secundaria o zaguán, y en las crujías la técnica de la mampostería como la del
NW y SW el salón principal y la cocina tapial. El grosor de los muros perimetrales

71
es de 0,60 m, mientras que los muros diviso-
res de las distintas estancias oscilan entre
0,25 m y 0,40 m. La estancia situada en la
crujía N conserva restos de revestimientos de
yesos en las paredes. La casa cuenta con los
siguientes espacios:

Patio. De planta rectangular. Tiene una su-


perficie útil de 23, 75 m2. En el lado SE
conserva el arranque de un tramo de escale-
ras de acceso a una planta superior, sirviendo
éstas para dividir el patio en dos espacios.
Junto al arranque de escaleras se sitúa la
puerta de acceso al establo. En su lado N se
localiza la puerta de acceso a una habitación
secundaria y al lado sur se sitúa la cocina y un
pequeño zaguán o recibidor.

Salón secundario. Situado en la crujía N. del Madina S-SE. Casa número 3.


patio. De planta rectangular, tiene una super-
ficie útil de 10, 5 m2, Conserva restos de
pavimentación de mortero de cal y arena. Casa 3 (III/3003)

Establo. Situado en la crujía E del patio. De Situada al sur de la Casa 1 y separada de esta
planta rectangular, cuenta con una superficie por un tramo de calle-callejón cuya orienta-
útil de 15,25 m2. Cuenta con un acceso desde ción es NE-SE. La casa es de planta trapezoi-
el exterior a través de una puerta situada en el dal, contando con una superficie construida
muro perimetral E. de 50 m2. y una superficie habitable en planta
baja (única conservada) de 30 m . Se utiliza
Cocina. Situado en la crujía W del patio. De de manera indistinta tanto la técnica de la
planta trapezoidal, tiene una superficie útil manipostería como la del tapial. El grosor de
de 9 m . Conserva restos de una cocina del los muros perimetrales es de 0,60 m, mien-
tipo de poyatones y alacena. Conserva restos tras que el de los muros divisores oscila entre
de pavimentación de mortero de cal y arena. 0,25 m y 0,40 m. Quedan definidos en la
vivienda tres espacios:
Zaguán. Situado en la crujía W del patio. De
planta trapezoidal, cuenta con una superficie Patio. De planta cuadrada, cuenta con una
útil de 4 m2. La puerta de acceso a la vivienda superficie útil de 9 m2. En su lado sureste
se localiza en su extremo SW. conserva arranque de escaleras que servía de
acceso a la planta superior y muy probable-
mente a la entrada a la vivienda desde la
calle. Adosado a su lado NW se sitúa una

72
balsa o estanque excavado en la roca, cuya Casa 4 (IV/3004)
capacidad estimada es de 8,500 litros. Se
conservan restos de un caño de alimenta- Situada al NW de la casa 1. La vivienda es de
ción, en el vértice superior NW, de sección planta rectangular y cuenta con dos alturas.
circular de 0,20 m de diámetro. El estanque Tiene una superficie construida de 135 m2 y
queda definido por tres andenes que permi- su superficie habitable es de 84,5 m2. Se
ten el tránsito por el patio y el acceso a las utiliza indistintamente como técnicas cons-
estancias laterales. tructivas la manipostería y el tapial. El grosor
de los muros perimetrales es de 0,60 m,
Cocina. Situada en la crujía NE del patio. De mientras que el de los muros divisores oscila
planta rectangular, cuanta con una superficie entre 0,25 m y 0,40 m. La estructura de la
útil de 12, 5 m2, conservando restos de una casa queda definida por los siguientes espa-
cocina del tipo de poyetones y alacena. Una cios:
puerta situada en el lado SE permite el acceso
desde el patio. Planta Baja.

Estancia o habitación secundaria. Situada en Cuadra. Situada junto a la puerta principal de


la crujía NE del patio y contigua a la cocina. entrada a la casa. Su planta es rectangular y
De planta trapezoidal, cuenta con una super- queda adosada a la estancia de la crujía NW
ficie útil de 9 m2. de la casa 1. Cuenta con una superficie de
12,5 m2. Conserva restos del pesebre en su
lado NE.

Zaguán. Pequeña estancia de 2, 5 m2, de


planta rectangular, que permite el ingreso al
patio y un tramo de escalera de subida a la
planta superior. La puerta de acceso desde el
exterior al zaguán debió contar con un arco
de yeso decorado, del que solo se ha conser-
vado un pequeño fragmento, cuyo motivo
decorativo es una roseta de ocho pétalos
enmarcada en un círculo, ambos incisos.

Patio. Se trata del espacio central de la edifi-


cación sobre el que se ordenan el resto de
estancias. De planta rectangular, cuenta con
una superficie útil de 15 m2, En su lado NW
conserva dos machones cilindricos labrados
en piedra caliza separados a 2 m entre sí y a
1 m de separación de la pared. Miden 0,40 m
de altura y 0,20 m de diámetro. Debieron
Madína S-SE. Casa número 3. servir probablemente para sujetar un peque-

73
ño cobertizo de madera. En el lado SW del el centro de la estancia se conserva un hogar
patio se localiza una puerta de 0, 75 m de del tipo de plataforma realzada y planta ovoi-
anchura que permite el acceso a la cocina. de, con plaquetas cerámicas en su solera. La
habitación tiene restos de pavimentación a
Cocina. Situada en la crujía SW del patio. Es partir de mortero de cal y arena muy compac-
de planta rectangular y cuanta con una super- tada con fino alisado en superficie.
ficie útil de 8 m2. Conserva restos de una
cocina del tipo de poyatones y alacena. Letrina. ? En el extremo NW de la estancia
principal queda definido un espacio de plan-
El alzado conservado de los muros NW y NE ta cuadrada, de 4 m2 de superficie útil, que
del patio nos permite establecer la altura de bien pudiera tratarse de una letrina.
las estancias de la planta baja, que debió
oscilar entre 2,90 m y 3,10 m

Planta superior

Escalera. Arrancan desde el zaguán de la


casa y desarrollan su recorrido en dos tramos
formando ángulo recto, adosándose su caja,
de 9 m de longitud y 0,90 m anchura, a los
muros SE y NE del patio. El primer tramo
permite el acceso a una estancia secundaria y
el segundo a la estancia principal.

Estancia o habitación secundaria. Es de plan-


ta rectangular y se sitúa en la crujía NE del
patio. Cuenta con una superficie útil de 10
m2. En su extremo SE se conserva un hogar
del tipo de plataforma realzada, de planta
ovoide, con plaquetas cerámicas en su sole-
ra. En el lado opuesto se localiza una peque-
ña hornacina con arco de medio punto reba- Madina S-SE. Casa número 4. Patio y escaleras, acceso
jado. Esta, tiene una altura 1,30 m, una planta superior.
anchura de 0,70 m y 0, 40 m de fondo. La
habitación conserva restos de pavimento fa- Casa 5 (V/3005)
bricado con mortero de cal y arena muy
compactado, con fino alisado en superficie. Situada al S del edificio 1 y separado de aquel
por un tramo de calle. La planta de la vivien-
Estancia o habitación principal. Situada en la da es rectangular y cuenta con una superficie
crujía NW del patio es la de mayores dimen- construida de 141 m2, siendo su superficie
siones del conjunto. De planta rectangular útil de 97, 5 m2. Predomina la técnica cons-
cuenta con una superficie útil de 20 m2. En tructiva del tapial combinado con el encofra-

74
do. El empleo de la manipostería queda re- útil de 2,75 m2. En su vértice E se sitúa una
ducida a algunos muros perimetrales y ci- puerta de acceso que conduce, a través de una
mentaciones. Se observa un claro refuerzo de escalera de tres peldaños, a una pequeña
las jambas de las puertas y exteriores de antesala de acceso a la habitación 1. En su
muros con una fuerte concentración de cal. lado SE otra puerta conduce a una pequeña
El tapial se completa con un uso generaliza- antesala que permite el acceso a la la habita-
do del enlucido de yeso o cal, tanto en interio- ción 3. Una tercera puerta, situada en su lado
res como exteriores de muros, así como tam- NW permite el acceso a la habitación 3. Este
bién en suelos y pavimentos. Al contrario de patio conserva pavimentación a partir de
lo que ocurre con el resto de las viviendas o mortero de cal, arena y gravilla, con fino
edificaciones, en la casa 5 el empleo del alisado en superficie. Un canalillo de sección
ladrillo es abundante, utilizado para forrar en "U" de 0,30 m de anchura y 0, 25 m de
paredes. Caso éste es el de la estancia central profundidad, discurre por el lateral SE y
de este edificio. El ladrillo aparecerá igual- debía servir para evacuar aguas al exterior.
mente como refuerzo de cimentaciones, qui-
cialeras de puertas y pilastras. Antesala habitación 1 .Situada en la crujía
NE del patio 1. Cuenta con una superficie útil
de 6 m2. Conserva pavimentación a partir de
mortero de cal y arena muy compactada, y
restos de revestimiento de yeso en caras
interiores de muros.

Habitación 1. Situada en la crujía NE del patio


1. De planta rectangular, cuenta con una super-
ficie útil de 10 m2. Conserva restos de pavi-
mentación a partir de mortero de cal y arena
Madina S-SE. Edificio 5. Detalle estancia central, muy compactada, y restos de revestimientos de
acceso a silo. yeso en la cara interna de los muros.

Se han podido diferenciar diez espacios. Dos Habitación 2. Situada en la crujía NW del
de ellos, patios, sobre los que se ordenan las patio 1. De planta rectangular, cuenta con
diferentes estancias. El edificio queda, por una superficie útil de 10 m2. Conserva pavi-
tanto, estructurado de la siguiente manera: mentación a partir de mortero de cal y arena
compactada, y restos de revestimiento de
Zaguán. Situado en la crujía NW del patio 1. yeso en caras internas de los muros.
De planta rectangular, cuenta con una super-
ficie útil de 2, 75 m2. En su lado NW se Antesala habitación 3. Situada en la crujía
localiza la puerta de acceso a la vivienda S W del patio 1. De planta trapezoidal, cuenta
desde el exterior. con una superficie útil de 8 m . Conserva
restos de pavimentación a partir de mortero
Patio 1. Situado en el ala W del edificio. De de cal y arena muy compactada, y restos de
planta rectangular, cuenta con una superficie enlucido de cal en las caras internas de los

75
muros. En su lado E una puerta permite el Conserva pavimentación a partir de mortero
acceso a la habitación 3. de cal, arena y gravilla muy compactada. Las
paredes cuentan con revestimiento de yeso.
Habitación 3. Situada en la crujía NE del Adosado al muro NE se adosa una bancada
patio 1, De planta rectangular, cuenta con construida con ladrillos revestidos de yeso.
una superficie útil de 15 m2. Conserva restos Cuenta con un hogar (extremo NW) de los
de pavimentación a partir de mortero de cal del tipo de plataforma realzada. En el lado
y arena muy compactada. Los muros N y W opuesto (extremo SE) se conservan restos de
conservan un forro a partir de ladrillos, mien- una cocina de las de tipo de poyetones y
tras que el muro E sigue la técnica de tabiya alacena.
y encofrado. En el centro de la estancia se
halló un orificio circular por el que se accedía Estancia 5. Situada en la crujía SE del patio
a un silo excavado en roca, de planta circular, 2. Cuenta con una superficie útil de 12,5 m .
de 3,5 m de diámetro y 2,5 m de altura, La Conserva pavimentación a partir de mortero
boca de entrada se encontraba sellada con de cal arena muy compactada y revestimien-
una piedra de molino circular de 0,60 m de to de cal en las caras internas de los muros.
diámetro y 0,03 m de grosor. En su interior se
halló un abundante conjunto de objetos cerá-
micos, metálicos, líticos, vitreos y de restos
vegetales, formando parte, todos ellos, de
una ocultación. En el lado E se sitúa una
pequeña puerta que permite el acceso a la
cocina, siguiendo un estrecho pasillo eleva-
do, que se adosa al muro E de la estancia 4,

Patio 2. Situado en el ala E del edificio. De


planta rectangular, cuenta con una superficie Madina S-SE. Vista crujía N. Edificio 5.
útil de 12,5 m2. Conserva restos de pavimen-
tación a partir de mortero de cal y arena muy
compactada. En la crujía NE se ubican los Casa 6, (VII/3006)
accesos a la habitación 4 y la cocina, a través
de una puerta y un tramo de escaleras respec- Excavada parcialmente se sitúa al SW de la
tivamente. En la crujía SE una puerta permite la casa 3 y al W de la casa 5, separada de esta
el acceso a la habitación 5. por un tramo de calle cuya orientación es N-
S. La técnica constructiva empleada es el
Habitación 4. situada en la crujía NE del tapial y la manipostería indistintamente. En
patio 2. Cuenta con una superficie útil de 5, algunas estancias se conservan restos de re-
5 m . No conserva restos de pavimentación vestimientos y enlucidos de yeso. El edificio
ni enlucidos en sus paredes. es de planta irregular y cuenta, por el mo-
mento, con 52 m2 construidos y 37,25 m de
Cocina. Situada en la crujía NE del patio 2. superficie útil. La entrada al edificio se efec-
Cuenta con una superficie útil de 12,5 m2. túa por una puerta situada en el vértice E del

76
edificio. Se han podido diferenciar los si- anchura. Este último, en dos terceras partes
guientes espacios: de su recorrido conserva un alzado de 3,10 m,
empleando como técnica constructiva el ta-
Pasillo-corredor. Tiene una longitud de 5 m pial y la mampostería indistintamente. En el
y una anchura de 0,60 m. Su recorrido discu interior se diferencian tres espacios definidos
rre por el lado S de la vivienda, permitiendo por dos tramos de muros construidos con la
los accesos a la habitación 3 y el patio. misma técnica, contando con 0,40 m de an-
chura y dispuestos en perpendicular al muro
Patio. De planta rectangular, cuenta con una perimetral norte. En el espacio central, y en su
superficie útil de 15 m2. Su lado E es portica- vértice nordeste, se halló un hogar de plata-
do. Quedando definido el arranque de dos forma realzada de planta ovoide con placas
arcos, conformando un espacio interior a cerámicas en su solera. Conserva en la totali-
modo de soportal. En su vértice NE se sitúa dad del espacio pavimentación de buena fac-
una puerta por la que se accede a la habita- tura a partir de mortero de cal y arena muy
ción 2. En su vértice N una puerta permite el compactada, y fino acabado en superficie.
acceso a la cocina.

Cocina. Excavada parcialmente. Situada en


la crujía NW del patio. Cuenta por el momen-
to con una superficie útil de 10 m2. Conserva
restos de una cocina del tipo de poyetones y
alacena, con hogar con placas cerámicas en
su solera.

Habitación 1. Situada en la crujía NE del


patio. De planta rectangular, cuenta con una
superficie útil de 7 m2.

Habitación 2. Situada en la crujía NW,


cuenta por el momento con una superficie
útil de 2,25 m2.

Casa 7. (IX/3007)
Madina S-SE. Estancia crujía W. Casa número 7.
Se encuentra adosado a la casa 5 en su extre-
mo SE. Excavado parcialmente, han sido
hallados dos tramos de los muros perimetra- Edificio 1 (VI/3008)
les del edificio, los correspondientes a sus
lados W y N. El primero de ellos cuenta con Obedece a un tipo de construcción de habita-
una longitud de 3 m y 0,50 m de anchura; el ción única. Es de planta trapezoidal. Cuenta
segundo con 10 m de longitud y 0,70 m de con una superficie construida de 30 m2 y una

77
12
Resulta de especial interés superficie útil de 19,25 m2. La técnica cons- sistema de alimentación y evacuación de la
para el poblamiento en la Edad tructiva es predominantemente el tapial com- misma. Todo parece indicar que este edificio
del Bronce en Yecla los trabajos
de NIETO GALLO, Gratiniano. binado con el encofrado. El uso de la mani- podría tener la función de baños.
y MARTÍN DE LA CRUZ, J.C. postería queda reducido a cimentaciones de
"El Cerro de la Campana y su algunos muros. Conserva restos de pavimen-
cronología según el C14 tación a partir de mortero de cal y arena con
(Yecla.Murcia)"XVI CNA. Mur-
cia, 1983. pp. 295-308.; NIETO fino acabado en superficie. En su extremo E.
GALLO, Gratiniano. "Panora- se localizan dos silos de planta circular exca-
ma arqueológico del Altiplano vados en roca. El primero, de menores di-
Jumilla-Yecla" I Jornadas de mensiones, cuenta con una boca y fondo
Historia de Yecla. Yecla, 1986.
pp. 27 y ss.; MARTINEZ PE-
circular de 1 m de diámetro, y una profundi-
ÑARROYA, José. "La Prehis- dad de 1,5 m. El segundo, de mayores dimen-
toria reciente en el altiplano del siones, tiene boca circular de 0,50 m de
norte d Murcia: Estado actual diámetro y el fondo, también circular, de 2 m
sobre la investigación arqueoló-
gica sobre el III y II milenio a. C.
de diámetro, contando con una profundidad
de 2,25 m. El edificio queda adosado al S de Madina S-SE. Vista piletas. Edificio 2.
en Yecla". Revista de Estudios
Yeclanos. Yakka. 8 (1997/8). P. la casa 2 y separado de la casa 5 por un tramo
7-17; SORIANO TORREGRO- de calle por donde discurre una atarjea exca-
SA, Fausto. "Excavaciones Ar-
vada en la roca, de sección cuadrada y 3. Análisis materiales arqueológicos.
queológicas en el Cerro de la
Campana (Yecla. Murcia) Año realzado con una caja de ladrillos rectangula-
1957" Revista de Estudios Ye- res. Su función era la de suministrar agua 3.1 Cerámicas.
clanos. Yakka, 9. (1999) pp. 7- potable.
22. En las diez campañas de excavaciones
13
MOLINA GARCÍA, J.; MO- arqueológicas llevadas a cabo en el Hisn
LINA GRANDE, M.C Y
NORDSTROM, S. Coimbra del
Edificio 2 (X/3009) Yakka se han inventariado un total de 13.963
Barranco Ancho (Jumilla. Mur- registros cerámicos, resultando el siguiente
cia). S.I.P. Serie trabajos varios Excavado parcialmente, queda situado al cuadro de distribución general por periodos
n° 52. Valencia. 1976;INIESTA sudoeste de las casas números 1 y 4, y adosa- culturales.
SANMARTIN, Ángel. "Exca-
vaciones en el poblado ibérico
do en su lado oeste a la casa número 3. Queda
de Coimbra del Barranco Ancho separado de los dos primeros por un tramo de
(Jumilla.Murcia). Campaña de calle. Hasta el momento se han excavado 120 Cuadro distribución general materiales
septiembre de 1985.Memorias m de superficie construida. Todo parece cerámicos por culturas.
de Arqueología, ( 1985 -1986).
indicar que el edificio contaba con una planta
Murcia, 1991pp.l31-148;GAR-
CIA CANO, José Miguel. Las superior. Por el momento queda definida una
Necrópolis Ibéricas de Coimbra estancia completa destinada a cocina, del
del Barranco Ancho (Jumi- tipo de hornillo, poyatones y alacena, y que
lla.Murcia). Murcia, 1997. se situaba en la planta superior. Otras tres
estancias, excavadas parcialmente, quedan
adosadas a ésta y vienen a conformar un
conjunto de piletas rectangulares de diversos
tamaños, destinada a la contención de agua,
quedando definido en cada una de ellas el

78
lencia)15, gravitando éstos en torno al San-
14
Las cerámicas adscritas a la Edad del Bronce BRONCANO RODRÍGUEZ,
se han localizado en la fortaleza y en el tuario Ibérico del Cerro de los Santos en S Y BLÁNQUEZ, J.J. El Ama-
rejo. E..A.E, 156. Madrid,
cementerio islámico (UE 1000 h y 2000 c Montealegre del Castillo (Albacete)16. En las 1985.;BRONCANO RODRÍ-
respectivamente). Se trata de cerámica a proximidades de este santuario, en el término GUEZ, Santiago. El depósito
mano, predominando en el acabado el bruñi- municipal de Yecla, se localiza el yacimiento votivo ibérico de El Amarejo.
do y la cochura reductora. La textura suele ibero romano de El Pulpillo que cuenta con Bonete (Albacete) E.A.E, 139.
15
BRONCANO RODRÍGUEZ,
ser compacta y sus tonalidades marrones y restos de alfares cerámicos y de una necrópo-
S. El Castellar de Meca. Ayora.
grises. Desde el punto de vista tipológico lis tardorromana17 ; y en el propio Cerro del (Valencia) E.A.E. 147. Madrid,
predominan los grandes recipientes de bor- Castillo, en su ladera oeste, se sitúa la llama- 1987.
des exvasados, siendo más frecuentes las da Cueva de la Zorra18, siendo ésta una 16
LASALDELOMBELA, Car-
lengüetas que los tetones como elementos de cueva santuario que ha aportado varios frag- los. Memoria de las notables
excavaciones hechas en el Ce-
suspensión. Estas características son propias mentos de platos decorados en rojo vinoso
rro de los Santos. Madrid, 1871.;
de los establecimientos o poblados del Bron- con motivos geométricos y un pequeño cali- CHAPA BRUNET, María Tere-
ce Medio (mediados del II milenio a. C.) de ciforme de cerámica gris, lo que sin duda sa. "El Cerro de los Santos. (Al-
la zona, como el Cerro de la Campana, El refuerza la idea de la existencia en el lugar de bacete) Excavaciones arqueoló-
Portichuelo, El Castellar, Cerro de la Chime- un poblado fortificado entre los siglos V al III gicas. 1977-1981" Al-Basit X,
15 (1984); RUANO RUIZ, En-
nea, Umbría el Fator, La Magdalena, Cerro a. C, instalado en la cima del cerro. carnación. "El Cerro de los San-
de los Rincones, El Pulpillo o Cerro de los tos (Montealegre del Castillo.
Moros (Arabilejo). El material cerámico ha- En cuanto a las producciones cerámicas Albacete). Una nueva interpre-
llado queda asociado a abundante industria romanas su presencia es muy escasa. De los tación del Santuario." Cuader-
lítica, predominando en ella los denticulados 41 registros inventariados, 28 pertenecen a nos de Prehistoria y Arqueolo-
gía. Universidad Autónoma de
y lascas de silex.12 cerámicas comunes, 2 a cerámicas campa- Madrid, 15. (1988); RUIZ BRE-
nienses del tipo A, 4 a cerámicas campanien- MON, Mónica. El Santuario Ibé-
Los registros cerámicos ibéricos arro- ses del tipo B (forma 5-7 Lamboglia), lo que rico del Cerro de los Santos.
jan porcentajes más elevados, localizándose podría situarnos en la segunda mitad del si- Madrid, 1987; LOPEZ AZO-
RIN, Fernando. Yecla y el Padre
todos ellos en la fortaleza. Las pastas y los glos II a. C, y 7 a pequeños fragmentos de
Lasalde. Yecla, 1994.
motivos decorativos son de clara facies ibé- Terra Sigillata Hispánica del siglo I d. C. Ello 17
INIESTA SANMARTIN,
rica (siglos IV/III a. C). Así de los 320 nos induce a pensar que entre época bajo Ángel. "Estudio preliminar del
registros inventariados, 270 están decorados republicana y los primeros tiempos del impe- conjunto arqueológico de El
con pintura en rojo vinoso con motivos en rio una parte de la antigua fortificación íbera Pulpillo de Yecla (Murcia). Re-
vista de Estudios Yeclanos.
bandas y líneas, grupos de círculos concén- pudo ser reutilizada como fortín (turres), cuya Yakka, 4 (1992-1993) pp. 25-
tricos, cuartos de círculos, puntos y líneas función debió ser la vigilancia, control y de- 34.; "La necrópolis tardo roma-
onduladas horizontales. Desde un punto de fensa de las villae de la zona19, situadas en Los na de El Pulpillo (Yecla. Mur-
vista tipológico predominan los vasos globu- Torrejones20, El Pulpillo21, Marisparza22 y cia)" Memorias de Arqueología,
3 (1987-1988), Murcia, 1995.
lares y los platos. Todo ello, junto a los restos Casa de la Ermita23, y de otros establecimien-
(Incluye un estudio antropológi-
arquitectónicos hallados hasta la fecha tos de menor entidad como la Casa de las co de los restos óseos de la sepul-
(UE. 1007), parece indicar que en la cima del Cebollas24, probable mansio situada junto a la tura A de Josefina Zapata)
18
Cerro del Castillo, en su sector oeste, pudo vía romana que unía, por el interior, Játiva con RUIZ MOLINA, Liborio. "La
quedar instalado un poblado fortificado ibé- Cástulo25; o la Fuente del Pinar26, estableci- cueva santuario ibérica del Ce-
rro del Castillo del Yecla (Mur-
rico del tipo de Coimbra del Barranco Ancho miento situado en la proximidades de la calza- cia)" Anales de Prehistoria y
en Jumilla13, El Amarejo en Bonete (Albace- da romana y dedicado a la producción alfare- Arqueología. 1991-1992 . 7-8
te)14 o El Castellar de Meca en Ayora (Va- ra, de vino, aceite, y fundición de hierro. Murcia, 1994 pp. 83-86.

79
19
3.1.1 Producciones cerámicas medievales. a. Determinación del color de las ce- RUIZ MOLINA, Liborio. "El
Consideraciones generales. rámicas. poblamiento rural romano en el
área de Yecla (Murcia)" Antigüe-
b. Microscopía óptica de polarización
dad y Cristianismo V. 1988 Mur-
para determinar minerales y frag- cia, 1990 pp.565-598.; "Hábitat y
Las producciones cerámicas medieva- mentos de roca presentes en las poblamiento rural romano en
les suponen un 85, 16 %. Si observamos el pasta. Yecla (Murcia)" Poblamiento
c. Difracción de Rayos X en todas rural en el Sureste de Hispania,.
cuadro de distribución, el grupo de las cerá-
Jumilla, 1993. Murcia, 1995
micas comunes es el más abundante, con aquellas muestras cerámicas don- pp.133-152.; GONZÁLEZ
algo más de un tercio del total de registros. de se identifican cuarzos, fosilica- BLANCO, Antonio. "Yecla en
Del resto son especialmente significativas tos, calcita, feldespato, potásico y los siglos de la Antigüedad Tar-
las producciones pintadas y las vidriadas- calcosódico, y dolomita. día" Actas I Jornadas de Historia
de Yecla. Homenaje A D. Cayeta-
esmaltadas. Desde un punto de vista cronoló- d. Espectroscopia de absorción ató-
no de Mergelina.. Yecla, 1986,
gico del periodo de Taifas-Almorávide (si- mica para aquellas muestras que Yecla, 1987 pp. 63-73.
glos XI/XII), correspondiendo a las produc- presentan decoración o esmalte, 20
AMANTE SÁNCHEZ, Ma-
ciones denominadas a cuerda seca, apenas indicando en ellas el cinc, plomo, nuel y otros. "La Villa romana de
níquel, hierro, manganeso, cobre y Los Torrejones. Introducción al
sobrepasan el 1% del total de registros, loca-
estudio del hábitat rural ibero ro-
lizándose todos ellos en la fortaleza. El pe- titanio. mano en la Comarca del Altipla-
ríodo Almohade (siglos XII/XIII) es el más no (Yecla.Murcia) Memorias de
abundante predominando las producciones Muestra 1. arqueología, 4. (1989). Murcia,
pintadas en tono rojo, al manganeso y las 1993 pp. 167-203.
21
Fragmento de pared cuya pasta es porosa de INIESTA SANMARTIN, Án-
vidriadas en verde. En menor cuantía le si- gel. "Estudio preliminar del con-
guen las esgrafiadas, las estampilladas e in- color marrón pálido. Presenta desgrasante junto arqueológico de El Pulpillo
cisas, distribuyéndose en porcentajes simila- mineral de color negro. Según análisis mine- de Yecla (Murcia) Revista de Es-
res tanto en la fortaleza como en la madina. ralógico contiene un 30 % de cuarzo, un 7 % tudios Yeclanos. Yakka, 4. (1992-
Finalmente, las producciones cristiano-mu- de calcita, un 24% de filosilicatos con predo- 1993) pp.25-34.
22
minio de la colinita y un 39 % de dolomita. Se RUIZ MOLINA, Liborio.
déjares (siglos XIV-XV) cuentan con una "Apuntes para el estudio de la
presencia significativa, destacando por or- trata de un conglomerado artificial de una villa romana de Marisparza (Ye-
den de cuantía las lozas doradas, lozas azu- pasta cerámica fina donde se reconocen abun- cla. Murcia)" Ciudad de Yecla, 6,
les, esmaltada al verde manganeso, y las dantes cristales de cuarzo y fragmentos de 1987. ; BROTONS YAGÜE,
pintadas en rojo y manganeso, documentán- roca volcánica tipo escoria de color oscuro. Francisco. "La Villa romana de
Marisparza (Yecla. Murcia). Es-
dose su presencia, casi en exclusiva, en el La pasta presenta igualmente restos de rocas
tudio preliminar de la I Campaña
reducto principal de la fortaleza. arenisca y fragmentos de cenizas volcánicas de Excavaciones Arqueológicas.
muy carbonatado. Este tipo de pasta se da Memorias de Arqueología 4
con bastante abundancia en el yacimiento (79S9)Murcia, 1993 pp. 156-164.
23
RUIZ MOLINA, Liborio.
3.1.2. Análisis pasta cerámicas.27 denominándose "pasta bizcochada", presen-
Museo Arqueológico Municipal
tándose en recipientes del tipo tinaja y alca- "Cayetano de Mergelina". 130
Se han seleccionado quince muestras dafe, que en ocasiones presenta decoración años de actividad arqueológica
de cerámicas pertenecientes a producciones estampillada o incisa, y con menor frecuen- en Yecla. (Murcia). Yecla, 2000
medievales, abarcando toda la variedad de cia en producciones pintadas al manganeso y pp. 52-69; MOLINA GRANDE,
esgrafiadas, fechadas en la primera mitad del María Concepción y MOLINA
pastas cerámicas documentadas hasta la fe-
GARCÍA, Jerónimo Carta Ar-
cha. La metodología empleada ha seguido siglo XIII. queológica de Jumilla. Murcia.
las siguientes técnicas: Murcia, 1973.

81
24
RUIZ MOLINA, Liborio y
MUÑOZ LOPEZ, Francisco.
"Notas sobre la estación romana
de la Casa de las Cebollas
(Yecla.Murcia)" Actas 1 Jorna-
das de Historia de Yecla. Home-
naje a Cayetano de Mergelina.
1986. Yecla, 1987 pp. 107-111;
RUIZ MOLINA, Liborio. "El
amuleto f álico romano de la Casa
de las Cebollas de Yecla. (Mur-
cia)" Ciudad de Yecla, 12.1988.
25
SILLIERES, P. "El Camino
de Aníbal. Itineraire des gobe-
lets de Vicarello de Cástulo a
Saetabis." Melanges de la Casa
de Velásquez, 13. Madrid, 1977
pp. 31-73; RUIZ MOLINA, Li-
borio y MUÑOZ LÓPEZ, Fran-
cisco. "Las vías de comunica-
ción romanas en la comarca de
Yecla (Murcia)" Actas Simpo-
sium Vías romanas del SE. 1986.
Murcia, 1988 pp67-74.; BRO-
TONS YAGUE, Francisco y
otros. "El tramo viario de Mon-
tealegre a Fuente la Higuera".
Actas Simposium Vías romanas
del SE. 1986. Murcia 1988 pp.
75-83.
26
Durante los años 1999 y 2000
se han llevado a cabo excavacio-
nes arqueológicas en el yaci-
miento romano de La Fuente del
Pinar, dirigidas por Liborio Ruiz
Molina. Hasta la fecha han que-
dado al descubierto unas intere-
santes estructuras arquitectóni-
cas que perecen evidenciar una
funcionalidad relacionada con la
producción de vino, aceite, alfa-
rera y de fundición de hierro, y
cuya cronología viene a coinci-
dir con el resto de centros agrí-
colas romanos de la zona, es
decir, desarrollo creciente entre
el siglo I d. C hasta la primera
mitad del siglo III d. C, periodo
de decadencia segunda mitad del
siglo III d. C y periodo de recu-
peración y desarrollo entre el

82
Muestra 2. siglo IV d. C y la primera mitad
el siglo V d. C. Todo apunta a
que este establecimiento pudo
Fragmento de pared cuya pasta es de color constituirse en un centro de trans-
marrón, ligeramente rojízo en sus exteriores, formación de materias primas
siendo el centro de color gris, debido a una con un marcado carácter local y
cochura no uniforme. Es una pasta porosa comarcal.
27
El análisis mineralógico y
con abundante desgrasante mineral de color químico de cerámicas ha sido
blanco. Según análisis mineralógico contie- realizado por Rosario García Ji-
ne un 22 % de cuarzo, un 12 % de feldespato, ménez del Departamento de
un 37 % de calcita y un 29 % de filosilicatos, Química Agrícola, Geología y
Geoquímica de la Facultad de
predominando la colinita e ilita. Se trata de Ciencias de la Universidad Au-
un conglomerado artificial con abundantes tónoma de Madrid. El referido
huecos y nódulos muy grandes de carbona- estudio
tes, identificándose pequeños fragmentos de se incluye como apéndice en la
cuarcita y cuarzo. Este tipo de pasta se da con VIII Campaña de excavaciones
Arqueológicas en el Cerro del
bastante profusión en grandes recipientes Castillo de Yecla (1997), depo-
cerámicos del tipo tinaja, por lo general sin sitado en la Dirección General
decorar, aunque en ocasiones se advierte en de Cultura de la Comunidad
ejemplares decorados con moldura a modo Autónoma de Murcia. En el pre-
sente trabajo extractamos parte
de baquetón en panzas y hombros, fechados del mismo.
entre los siglos XIII/XIV. 28
Cuerda seca parcial.
29
Cuerda seca total.
30
Esgrafiada.
31
Estampillada
32
Impresas.
33
Loza Azul
34
Loza Azul-Dorada
35
Loza Dorada
36
Lozas sin decorar
37
Molduradas
38
Vidriadas y esmaltadas
39
Verde-Manganeso

Foto muestra 1.

83
en producciones mudéjares de los siglos XIV
y XV procedentes de talleres valencianos,
denominadas lozas doradas o de reflejo me-
tálico, que en nuestro caso corresponden a
recipientes del tipo escudilla y platos.

Muestra 3

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


de color marrón, presentando revestimiento
esmaltado en exterior e interior, con decora-
ción vegetal en color dorado. Según análisis
mineralógico contiene un 12 % de cuarzo, un
9 % de feldespato, un 4% de calcita, un 18 %
de filosilicatos, predominado la esmactita y
un 57% de dolomita. Se trata de un conglo-
merado artificial de granulometría fina y
carbonates dispersos en un cemento de arci-
lla verde, identificándose pequeños cristales
de cuarzo y feldespato, siendo significativas
las acumulaciones de óxidos de hierro en la
pasta. El análisis químico efectuado en la
decoración determina un contenido elevado
de hierro, superior al resto de la cerámica,
con plomo y manganeso, lo que viene a
indicar un esmalte a partir de óxidos de
plomo y una decoración pintada con óxido de
hierro y manganeso. Este tipo de pasta se da

84
Muestra 4

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


de color naranja, presentando decoración
externa de color verde y negra. Según análi-
sis mineralógico presenta un 14 % de cuarzo,
un 6 % de feldespato, un 6% de calcita, un 40
% de filosilicatos y un 34 % de dolomita. Se
trata de un conglomerado artificial de granu-
lometría fina, con pasta cerámica muy depu-
rada, en la que se identifican pequeños cris-
tales de cuarzo, nódulos muy pequeños de
carbonates, acumulaciones de oxido de hie-
rro, no cristalinas, de color castaño y algunos
cristales de moscovita. El análisis químico
de la decoración determina un contenido de
cobre superior al resto, correspondiente a la
parte verdosa, además de plomo y mangane-
so, en la parte oscura, lo que indica un esmal-
te a partir de óxidos de plomo en ambas caras
y decoración pintada con óxidos de cobre y
manganeso. Este tipo de pasta cerámica se
corresponde con producciones denominadas Muestra 5
a cuerda seca (total y parcial), fechadas entre
los siglos XI al XIII, dándose en recipientes Fragmento de asa cuya pasta es compacta de
tipo jarrita. color gris, presentando en su exterior engal-
ga de color marrón. Según análisis mineraló-
gico contiene un 34 % de cuarzo, un 5 % de
feldespato, un 27 % de calcita, un 30 % de
filosilicatos y un 4% de dolomita. Se trata de
un conglomerado artificial de granulometría
heterométrica de grandes cristales de cuarzo
policristalinos, feldespatos mezclados de
gelemita acicular y nódulos de carbonates.
También se observan concentraciones de
óxidos de hierro y cristales de corindón, lo
que induce a pensar en una arcilla cuya
procedencia es de zona rica en sienitas y
pizarras. Este tipo de pastas cerámicas suele
darse en recipientes del tipo jarra, decoradas
en ocasiones con trazos y manchones al man-
ganeso, fechadas entre los siglos XII al XIII.

85
Muestra 6

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


color gris clara, presentando esmalte melado
en exterior e interior, apreciándose en este
último una franja marrón. El análisis minera-
lógico indica un 21 % de cuarzo, un 26 % de
feldespato, un 21 % de calcita, un 24 % de
filosilicatos y un 8% de dolomita. Se trata de
un conglomerado artificial con granulome-
tría fina, identificándose huecos y cristales
de biotita, junto a acumulaciones de óxidos
de hierro, fragmentos de roca metamórfica y
en el cemento pequeños cristales de cuarzo y
feldespato. El análisis químico del esmalte y
la decoración en caras interna y externa mues-
tra grandes concentraciones de hierro y plo-
mo, lo que indica un esmalte a partir de
óxidos de plomo y una decoración con óxi-
dos de hierro. Este tipo de pastas cerámicas
se da en recipientes cerámicos tipo ataifor,
jofaina y candiles de cazoleta abierta, fecha-
dos entre los siglos XII y XIII.

86
Muestra 7

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


de color blanca, con abundantes acumulacio-
nes de carbonates blancos y cristales rectan-
gulares de color castaño. El análisis minera-
lógico indica un 20% de cuarzo, un 8 % de
feldespato, un 54 % de filosilicatos y un 18
% de dolomita. Se trata de un conglomerado
artificial consistente en un cemento de color
verdoso. Aparecen acumulaciones de gran
tamaño, informes, de carbonato, posible-
mente rellenando huecos. Se advierte en la
pasta muy poco cuarzo de pequeño tamaño,
así como también feldespatos junto a acu-
mulaciones de óxidos de hierro. Este tipo de
pasta cerámica se da en recipientes de gran
tamaño tipo tinajas con decoración estampi-
llada o alcadafes con decoración incisa a
peine, fechadas en la primera mitad del siglo
XIII.

87
Muestra 8

Fragmento de pared cuya pasta es porosa de


color rojo, con abundantes huecos junto con
algunos cristales blancos que actúan como
desgrasantes. Presenta decoración en verde en
ambas caras. El análisis mineralógico indica
un 29 % de cuarzo, un 13 % de feldespatos, un
24 % de calcita, un 15 % de filosilicatos y un
19 % de dolomita. Se trata de un conglomera-
do artificial de color rojizo con grano fino. En
el cemento aparecen pequeños cristales de
cuarzo y feldespato. También óxidos de hierro
y pequeños fragmentos de conglomerado cali-
zo con minúsculos cristales de cuarzo y fel-
despato. Son apreciables cristales de biotita.
El análisis químico de la decoración indica un
elevado contenido de cobre, lo que hace supo-
ner que la decoración ha sido realizada con
óxido de cobre. Este tipo de pasta cerámicas se
da en recipientes del tipo ataifor y candiles de IMuestra 9
pie alto, fechados entre los siglos XII y XIII.
Fragmento de pared cuya pasta es porosa de
color castaño grisáceo, presentando acumu-
laciones de carbonatos de color blanco y
cristales blancos que actúan como desgra-
santes. Presenta cubierta de esmalte brillan-
te. El análisis mineralógico indica un 58 % de
cuarzo, un 17 % de feldespato, un 9 % de
calcita, un 12 % de filosilicatos, posiblemen-
te esméctica y un 4% de dolomita. Se trata de
un conglomerado artificial de color verdoso,
en que se identifican cristales de biotita,
acompañada de cristales de feldespato, algu-
nos de ellos de gran tamaño. En el cemento se
reconocen pequeños cristales de cuarzo. El
análisis químico del esmalte indica un eleva-
do contenido de plomo, lo que hace suponer
que el esmalte se ha preparado con óxido de
plomo. Este tipo de pasta cerámica se da en
recipientes del tipo ataifor fechados entre los
siglos XII /XIII.

oo
Muestra 10

Fragmento de borde cuya pasta es compacta


de color marrón blanco rosada, presentando
decoración a franjas coloreada en tonos mo-
rados. El análisis mineralógico indica un 24
% de cuarzo, un 8 % de feldespato, un 50 %
de caliza y un 18 % de filosilicatos. Se trata
de un conglomerado artificial con una pasta
fina en tonos verdosos. En el cemento se
aprecian cristales de biotita, cristales de fel-
despato y cuarzo, muy pequeños, y acumula-
ciones de óxidos de hierro. El análisis quími-
co de la decoración, indica un elevado conte-
nido de manganeso, lo que puede indicar que
se ha realizado la decoración con óxido de
manganeso. Este tipo de pasta se da en reci-
pientes del tipo jarrita con decoración pinta-
da o esgrafiada, fechadas en la primera mitad
del siglo XIII, y candiles de piquera alargada
con decoración pintada al manganeso, fecha-
dos en el tránsito del siglo XI al XII.

89
Muestra 11

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


de color rosa, presentando huecos y acumu-
laciones de carbonates de color castaño roji-
zo. Se aprecia una coloración no uniforme,
ligeramente bandeada hacia colores rojizos.
Está recubierta de engobe decorado en ne-
gro. El análisis mineralógico indica un 18 %
de cuarzo, trazas de feldespato, un 45 % de
calcita, un 27 % de filosilicatos y un 10 % de
dolomita. Se trata de un conglomerado arti-
ficial constituido por un cemento fino y hete-
rogéneo, de coloración castaña, en el que se
observan cristales de oxido de hierro y
pequeños cristales de cuarzo y feldespatos.
El análisis químico de la decoración indica
un alto contenido en manganeso, lo que apunta
a una decoración a partir de óxidos de man-
ganeso, arrojando una concentración de plo-
mo en el engobe, indicando por tanto la
utilización de óxido plomo. Este tipo de
pasta cerámica se da en recipientes del tipo
jarras con decoración pintada, fechadas en la
primera mitad del siglo XIII, ataifores sin
decorar y candiles de piquera alargada con
decoración pintada al manganeso, fechados
en el tránsito del siglo XI al XII.

90
Muestra 12

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


de color rosa, con decoración esmaltada en
verde. El análisis mineralógico indica un
27% de cuarzo, un 17 % de feldespato, un
12% de calcita, un 35 % de filosilicatos,
posiblemente colinita, y un 9% de dolomita.
Se trata de un conglomerado artificial con
cemento fino y homogéneo de color castaño,
identificándose cristales de oxido de hierro,
junto a cristales de cuarzo y feldespato. El
análisis químico de la decoración muestra un
alto contenido en óxido de cobre y mangane-
so, y de óxido de plomo para el esmaltado.
Este tipo de pasta cerámica se da en recipien-
tes tipo escudilla y plato esmaltados y deco-
rados en verde manganeso, propio de pro-
ducciones mudéjares de los siglos XIV/XV.
Muestra 13

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


de color rosa, con recubrimiento blanco y
decoración azul esmaltada. El análisis mine-
ralógico indica un 24 % de cuarzo, un 3% de
feldespato, un 34 % de calcita, un 22 % de
filosilicatos y un 17 % de dolomita. Se trata
de un conglomerado artificial de color casta-
ño, con cemento homogéneo, uniforme y
carbonatado. Se identifican cristales de fel-
despatos aristados y cristales de cuarzo muy
pequeño. El análisis químico de la decora-
ción indica un elevado contenido de cobalto
y plomo, lo que apunta la probable utiliza-
ción del óxido de cobalto para la decoración
y el óxido de plomo para el esmalte. Este tipo
de pasta cerámica se da en recipientes del
tipo escudilla y plato, conocido como pro-
ducciones de loza azul, fechadas en la segun-
do mitad del siglo XV.

91
Muestra 14.

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


de color claro, con presencia de pequeños
cristales blancos. Presenta decoración exte-
rior en franjas negras. El análisis mineralógi-
co indica un 33% de cuarzo, un 28 % de
feldespato, un 10 % de calcita y un 29 % de
filosilicatos, posiblemente ilita. Se trata de
un conglomerado artificial de cemento fino y
heterogéneo en color castaño, donde se apre-
cian cristales de feldespato y biotita. Se iden-
tifican fragmentos de rocas ígneas, así como
también cuarzos. El análisis químico de la
decoración arroja un alto contenido de man-
ganeso, lo que indica que la decoración ha
sido efectuada con óxido de manganeso. Este
tipo de pasta cerámica se da en recipientes
tipo jarra con decoración pintada, fechadas
en la primera mitad del siglo XIII.

92
Muestra 15.

Fragmento de pared cuya pasta es compacta


y de color rojo, observándose cristales blan-
cos dispersos. Presenta esmalte en ambas
caras. El análisis mineralógico indica un
57% de cuarzo, un 7% de feldespato, un 7%
de calcita, un 21 % de filosilicatos, probable-
mente ilita, y un 8% de dolomita. Se trata de
un conglomerado artificial de cemento ho-
mogéneo de color castaño, con abundantes
feldespatos, cristales de biotita y cristales de
cuarzo. El análisis químico del recubrimien-
to muestra un elevado contenido de plomo,
por lo que el esmaltado debió efectuarse a
partir de óxidos de plomo. Este tipo de pasta
cerámica se da en recipientes propios de
cocinas, predominantemente en marmitas,
cazuelas y hornillos, con o sin esmalte, fe-
chados entre los siglos XII/XIII.

93
40
SÁNCHEZ PACHECO, Tri- Los componentes minerales como el 3.1.3 Análisis formas-tipos.
nidad y otros. Cerámica Espa-
cuarzo, el feldespato, la dolomita, la calcita y
ñola. Summa Artis. Historia
General del Arte v. XLVII. los filosilicatos (colinitas, ilitas y esmactita) Hasta la fecha se han podido identificar
Madrid: Espasa-Calpe, 1997 pp. de las pastas analizadas son abundantes en la un total de 23 formas-tipo, correspondiendo
15-16. zona, procediendo de parajes como La Fuen- a un 84, 96 % de los registros cerámicos
te, El Rasillo-Tejeras, Los Pozas, La Magda- inventariados pertenecientes a producciones
lena y Los Algezares. medievales. Las formas abiertas predomi-
nantes son las series Ataifor, Escudilla, Ca-
Dos de los elementos minerales pre- zuela, Jofaina y Alcadafe. En cuanto a las
sentes en las pastas analizadas, concreta- formas cerradas predominan las series Jarri-
mente la muestra número 5, donde se adver- ta, Jarra, Marmita y Tinaja. Del total de
tían concentraciones de oxido de hierro y registros, 1,31 % se adscriben al periodo de
cristales de corindón, viniendo a indicar que Taifas-Almorávides (siglos XI/XII), un 87,
la arcilla podría proceder de una zona rica en 64 % a producciones almohades (siglos XII/
sienitas y pizarras, no son propios del área de XIII) y un 11,05 % a producciones gótico
influencia de yacimiento. mudéjares (siglos XIV/XV). El cuadro gene-
ral de distribución de formas-tipo queda como
Las arcillas utilizadas con mayor fre- sigue:
cuencia para la elaboración de las pastas son
las denominadas arcillas comunes que re-
quieren una cocción entre 900 ° C -1.000 ° C,
quedando por lo general porosas, por lo que
requieren barniz. Contienen abundante car-
bonato cálcico y óxido de hierro, originando
ello su coloración rojiza. También, aunque
con menor presencia, son utilizadas las deno-
minadas arcillas para lozas, tratándose de
arcillas rectificadas que requieren una coc-
ción entre 950° C - 1.250° C, no conteniendo
impurezas. Por lo general se recubren de es-
malte opaco al que se aplica la decoración.40

Por lo que se refiere a los esmaltes hay


un uso exclusivo de óxidos de plomo, tales
como la galena o el minio. En cuanto a la
decoración se utilizan óxidos de manganeso,
hierro, cobre y cobalto

94
Del total de registros, un 55,1 % se han mudéjares (siglos XIV /XV), aunque con
localizado en la madina S-SE. y el 44,9 % una diferencia más pronunciada, arrojando
restante en la fortaleza. Es significativo ha- un 93, 4% las registradas en la fortaleza,
cer notar que de las producciones adscritas a frente al 6,6 % de la madina S-SE. En cuanto
época de taifas-almorávide (siglos XI/XII), a las producciones almohades (siglos XII/
un 77,4 % se hallaron en la fortaleza y el 22, XIII), las más abundantes, muestran porcen-
6 % restante en la madina S-SE.. Algo tajes más equilibrados, siendo un 42 % para
similar ocurre con las producciones gótico- las localizadas en la fortaleza y un 58 % para

95
41
RUIZ MOLINA, Liborio. las procedentes de la madina S-SE. Debemos objetos cerámicos, líticos, vidrios, yesos, hie-
Aproximación a la cultura ma- indicar que no se constata presencia en la rro , bronce, cobre, madera y semillas vegeta-
terial del Hisn Yakka a través
de una ocultación de los siglos fortaleza de la serie tipo Aguamanil y Can- les, amplió, sin lugar a dudas, nuestros conoci-
XII / XIII. Yecla, 2000. (Inédi- timplora. De igual forma que en la madina S- mientos sobre la cultura material del H i s n
to). SE no se han registrado, hasta la fecha, las Yakka. Del conjunto hallado, destaca un grupo
series tipo arcaduz, candelera y silbato. de recipientes cerámicos compuesto por 40
piezas completas, en un magnífico estado de
El hallazgo de un ajuar doméstico, ocul- conservación, que vienen a completar y definir
tado en la casa o edificio número 5 de la madina las tipologías cerámicas almohades y tardoal-
S-SE, formado por un abundante conjunto de mohades para el yacimiento.41

Ajuar doméstico. Ocultación edificio numero 5.

96
El cuadro de distribución de registros cerámicos (tipos identificados) para la fortaleza
y la madina S-SE queda como sigue:

97
42
RETUERCE VELASCO, El análisis tipológico que a continua- limitan cualquier intento, sin que estos no
Manuel. La cerámica andalusí
ción se presenta, contempla los siguientes pasen de ser propuestas que todos intenta-
de la Meseta. Madrid, 1998. t.l.
En la página 77 se muestra un aspectos: mos manejar, y que nos sirven para poner un
útilísimo cuadro de relación del cierto orden en nuestros trabajos de investi-
léxico terminológico empleado 1 .Denominción de la serie o nombre de gación, y crear, en su conjunto, un marco más
por diversos autores para dis- losobjetos cerámicos. o menos viable por el que seguir avanzando.
tintas áreas geográficas de Es-
paña. 2.Descripción tipológica.
43
BAZZANA, André. La cerá- 3.Descripción tecnológica. Referente al Para el caso que nos ocupa del Hisn
mica islámica en la Ciudad de análisis mineralógico y químico de pas- Yakka, se ha optado, por su situación geográ-
Valencia. I Catálogo. 1983. tas y decoración. fica y la manifiesta influencia en las produc-
44
AZUAR RUIZ, Rafael. El 4.Descripción elementos decorativos. ciones cerámicas, la terminología en la deno-
Castillo del Río (Aspe. Alican-
te) Arqueología de un asenta- 5.Localización, paralelos y distribución minación de las series propuestas para las
miento andalusí y la transición geográfica. áreas de Valencia43, Alicante44 y Murcia45 y
al feudalismo. (siglosXII/XIII). 6.Adscripción cronológica. que tienen como referente los trabajos de
Alicante, 1994.
45
Guillermo Roselló46 y Juan Zozaya47, indi-
NAVARRO PALAZÓN, cando en cada una de ellas la propuesta de
Julio. La cerámica islámica en
La denominación de las series, es de-
Murcia. I. Catálogo. Murcia, cir, la propuesta de un léxico para definir los Retuerce Velasco48, circunscrita al área geo-
1986; Una casa islámica en diversos objetos cerámicos, ha sido, y es, gráfica de la Meseta (Castilla- La Mancha).
Murcia. Estudio de su ajuar. caballo de batalla entre los investigadores
(siglo XIII. Murcia, 1991.
46 que han intentado una sistematización for- Resulta de interés hacer constar que en el
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
llermo. Ensayo de sistematiza- mal desde un punto de vista tipológico; lo Hisn Yakka se han podido identificar, hasta la
ción de la cerámica árabe de que sin lugar a dudas, y como afirma Manuel fecha, un total de 23 series de tipos cerámicos
Mallorca. Palma de Mallorca, Retuerce Velasco42, ha dado pie a no pocas medievales. Dos de ellas, se fechan en época
1978. ; " Nuevas formas en la confusiones. La propuesta del propio Re- de taifas-almorávide (siglos XI/XII), 19 en el
cerámica de época islámica"
B.S.A.L. 39. (1983)pp. 237-260; tuerce, aun cuando es sin lugar a dudas un periodo almohade (siglos XII/XIII) y 2 en el
El nombre de las cosas en el al- completísimo trabajo de sistematización ti- periodo gótico-mudéjar (siglos XIV/XV)
Andalus. : Una propuesta de pológica que aclara enormemente el estado
terminología cerámica. Palma de la cuestión, tampoco puede sustraerse a
de Mallorca, 1991.
47 una interrelación entre las denominaciones o Serie Aguamanil.
ZOZAYA, Juan. "Aperçu
general sur la ceramique espag- terminología empleada por diversos autores
nola". La Céramique médiéva- en áreas geográficas como Castilla-La Man- Se trata de un recipiente cuyo uso es
le en Mediterranée occidenta- cha, Aragón, Cataluña, Valencia, Mallorca, contener agua, con la función de facilitar las
le. X-XV siécles- (Valbonne, Murcia y Alicante, debido, como indica Gui- abluciones rituales en el interior de las casas.
1978) París, 1980 pp 265-296-
48 llermo Roselló Bordoy, a que es utópico El recipiente es de cuerpo cilindrico cerrado,
RETUERCE VELASCO,
Manuel. La cerámica andalu- pretender abarcar tipológicamente la totali- con base plana. Carece de cuello y el borde es
sí... dad de la producción cerámica hispano-an- invasado con labio redondeado en su boca,
dalusí, por que ello supondría manejar co- que es estrecha y circular. El hallazgo de una
rrectamente y de manera conjunta, elemen- pieza completa como parte del ajuar cerámi-
tos formales, tecnológicos, funcionales, ter- co en la ocultación de la casa número 5, nos
minológicos y cronológicos, que hoy por permite comprobar que cuenta con una care-
hoy, y ante lo inicial de los trabajos de na pronunciada en la parte media. En un
investigación ceramológicos, condicionan y lateral presenta cinco orificios que actúan

98
49
como vertedores, enmarcados en una fina Véase apartado 3.2.1 del pre-
sente trabajo. Muestra 8.
moldura. Sus dimensiones son: 50
NAVARRO PALAZÓN, ju-
lio; JIMÉNEZ CASTILLO,
Altura: 16 cm. Pedro. " Piletas de abluciones
Diámetro en base: 25 cm en el ajuar cerámico andalusí"
Verdolay 5 1993 pp. 174-176.
Diámetro máximo: 28,5 cm 51
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
Diámetro en boca: 13 cm. llermo. El nombre de las co-
Peso: 3.000 gramos sas... p. 169. n° 92,93.
Capacidad: 5.500 cc.

La pasta es compacta de color rojo con


predominio del cuarzo y la calcita sobre la
dolomita y los filosilicatos.49 Presenta cu-
bierta a partir de engobe blanco.
Lámina Aguamanil.
Su representatividad o frecuencia en el
yacimiento es baja, tan solo un 0,31 % del
total de registros inventariados, constatándo-
se tan solo en la madina S-SE y en la casa 5.

Solo en Elda (Alicante), Ricote (Mur- Serie Alcadafe.


cia), Alhama de Murcia y Murcia50 ha sido
documentada esta serie. Los tres primeros Se trata de un recipiente de gran tamaño
son de forma cuadrangular y el último de para uso múltiple, considerándose su función
forma esférica, al que quedaría asociado el principal la de lavar o preparar alimentos. El
que aquí presentamos, que vendría a ser una nombre en árabe es Libríl, Qasrîya o Qadh.51
variante del denominado tipo Murcia, apun-
tado algunas diferencias formales como la El yacimiento ofrece, por el momento,
ausencia de tapadera, el tratamiento del hom- dos tipos dentro la serie. El tipo más abun-
bro que es carenado y la ausencia de visera dante cuenta con una frecuencia media en
recta y plana donde descansa la tapadera. torno al 3,18 % del total de registros, predo-
minando los de labio redondeado externo
plano, cuerpo troncocónico invertido, pare-
des rectas y base que puede ser ligeramente
cóncava o bien plana. Se localizan predomi-
nantemente en la madina S-SE. (Casas nú-
meros 1,2, 3, 4 y 7)

99
52
Véase apartado 3.2.1. del pre- lelos en Valencia54, Denia55, Aspe56 y Mur-
sente trabajo. Muestra 1.
53 cia57.
Véase apartado 3.2.1 del pre-
sente trabajo. Muestra 7.
54
B AZZANNA, André y otros. La serie alcadafe, documentada desde
La cerámica islámica en la ciu- el periodo Omeya en la Meseta con los tipos
dad de Valencia... Fig. 12.547. 1.02 e 1.03 de Retuerce Velasco, con claros
55
GISBERT, Josep: AZUAR,
Rafael y BURGUERA, Vicen-
paralelos en Palma de Mallorca y Almería,
te. "La producción cerámica en tiene continuidad durante los periodos de las
Daniya. El alfar islámico de la dinastías africanas, desde finales del siglo XI
avenida de Montgó / Calle hasta el primer tercio del siglo XIII, con los
Teulada (Denia. Alicante)" A
tipos I.01 e I.04.58 La pervivencia de la serie a
cerámica medieval no Medite-
rráneo Occidental. Mertola, lo largo del siglo XIII parece quedar eviden-
1991 pp. 247-262. Figura 8. n° ciada en el yacimiento de Los Guajares (Gra-
11/IV nada)59 y también en el Cerro del Castillo de
56
AZUAR RUIZ, Rafael. El Yecla, definiéndose en nuestro caso con el
Castillo del Río... p. 94. Tipo
9.1.1 g.
tipo llamado Tina, pieza especializada para el
57
NAVARRO PALAZÓN, lavado doméstico.60 El hallazgo de un ejem-
Julio. La cerámica islámica en Lámina Alcadafe. Tipo I. plar completo durante los trabajos de excava-
Murcia... n°447,449,450,580. ciones de urgencias en la Ermita del Cerro del
; Una casa islámica... n° 243-
Dos tipos de pastas pueden emplearse. Castillo, nos muestra que la pieza es de ten-
272.
58
RETUERCE VELASCO, La más frecuente es porosa de color marrón dencia esférica u ovoide, las paredes son lige-
Manuel. La cerámica andalu- pálido con una alto contenido en cuarzo, ramente curvadas, el borde apuntado y el labio
sí...t.l pp.344-346; t.2pp.256- dolomita y filosilicatos, con predominio, plano, vuelto e inclinado, contando con una
264. base plana. La pasta es de color rojo con un
59 dentro de éstos, de la colinita, advirtiéndose
CRESSIER, Patrice; RIERA
FRAU, María Magdalena y también la presencia de calcita.52 Con menor alto contenido de cuarzo y filosilicatos, proba-
ROSELLÓ BORDO Y, Guiller- frecuencia se emplea la pasta compacta de blemente ilita, siendo menor la presencia de
mo. "La cerámica Tardo almo- color blanca con abundantes acumulaciones feldespato y calcita.61 Sus dimensiones son:
hade y los orígenes de la cerá- de carbonates blancos y cristales rectangula-
mica Nasrí" Quaderns de la
res de color castaño, con un alto contenido de Peso: 2,500 gramos
Gran Cristiana, 11. 1992. Pal-
ma de Mallorca, 1992. p.23. filosilicatos, cuarzo y dolomita, y menor Diámetro máximo/boca: 35 cm.
Figura 9.1 (Separata de A cerá- cuantía de feldespato.53 Diámetro minino/base: 23 cm
mica Medieval no Mediterrá- Altura: 8 cm.
neo Occidental. Mertola, 1991.)
60 La decoración usada con mayor fre- Capacidad: 4.000 cc. (aprox)
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
llermo. El nombre de las co- cuencia son las líneas onduladas incisas a
sas... p. 169. na 92. peine, dispuestas en bandas, con o sin impre- Presenta engalba marrón en exterior e
61
Véase apartado 3.2.1 del pre- siones digitales, pudiendo presentar en oca- interior y decoración abase de gruesos trazos
sente trabajo. Muestra 15. siones cubierta vitrea de color marrón rojiza entrelazados pintados en tono rojo en inte-
en interior y goterones de vedrío en exterior. rior. El contexto en que fue hallado, asociado
a las estructuras arquitectónicas de la primi-
Los ejemplares constatados en el Ce- tiva ermita cristiana nos hace fechar la pieza
rro del Castillo del Yecla nos sitúan en la entre la segunda mitad del siglo XIII y el
primera mitad del siglo XIII, con claros para- primer cuarto del siglo XIV.

100
62
• Altura conservada: 11 cm ROSELLÓ BORDOY, Gui-
• Diámetro base: 12 cm llermo. El nombre de las co-
sas... p. 171 n° 112, 115.
63
Véase apartado 3.2.1 del pre-
Este tipo de Anafe se documenta en el sente trabajo. Muestra 15
Castillo de la Torre Grossa en Jijona64, en 64
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Denia65 y en varios yacimientos murcia- Castillo de la Torre Grossa.
nos.66 Correspondería al tipo L.02.C de Re- (Jijona. Alicante). 1985 pp. 71
n°97.
tuerce Velasco para el área de la Meseta67, 65
GISBERT, J.A.; BURGUE-
cuya cronología se establece en la primera RA, V; BOLUFER, J. L La
década del siglo XIII. En nuestro caso debe- Cerámica de Daniya - Denia.
ríamos fijar como momento inicial para la Alfares y ajuares domésticos de
los siglos XII/XIII. Valencia,
serie la cronología meseteña, perdurando al 1992. p. 94. Figura 23, 4.
menos hasta el segundo tercio del siglo XIII.68 66
NAVARRO PALAZÓN,
Foto Alcadafe. Tipo II (Tina). Julio. La cerámica islámica...
Tipo II. Obedece a un anafe de base número de catálogo 107,109,
plana y cuerpo troncocónico invertido, con 231,672.
67
REUERCE VELASCO,
tres orificios circulares de oxigenación, con- Manuel. La cerámica andalu-
Serie Anafe servando apertura en triangulo en su base. sí... (Completar cita)
68
No se conserva la parrilla que debería de ser CRESSIER, P; RIERA
Se trata de un hornillo o fogón para de barras cilindricas con columnas de suje- FRAU, M; ROSELLÓ BOR-
uso de cocina o calefacción en el ámbito ción. No portaba asas. La pasta empleada es DOY, G. La cerámica Tardo
doméstico. El nombre en árabe es Tannür, almohade... p.32 Cuadro V.
compacta con predominio del cuarzo y los 69
Véase apartado 3.2.1 del pre-
Malla o Nafaj. 62 filosilicatos (ilita) sobre el feldespato y la sente trabajo. Muestra 15.
dolomita.69 Sus dimensiones son: 70
CRESSIER, P; RIERA
La presencia de esta serie en el yaci- FRAU, M; ROSELLÓ BOR-
miento es de una frecuencia media baja con • Altura conservada: 12,5 cm.
DOY, Guillermo. La cerámica
un 1, 05 % del total de registros inventaria- Tardo almohade... p. 32 Cua-
• Diámetro base: 11 cm. dro IV.
dos, constatándose casi todos ellos en la 71
NAVARRO PALAZÓN,
madina o poblado (casas 1,4,5 y 7). El hallaz- Julio. Una casa islámica en
Este tipo de Anafe nos sitúa en el segundo
go de dos piezas casi completas en la oculta- Murcia p. 237 n° 330; p. 238 na
tercio del siglo XIII70, contando con parale-
ción de la casa número 5 nos permite identi- 336; p. 239 n° 337.
los en el Pozo de la Calle San Nicolás de
ficar dos tipos dentro de la serie.
Murcia.71
Tipo I. Obedece a un anafe de base
plana y tendencia globular. Conserva en su
base apertura de alimentación triangular y
parrilla con cinco orificios, uno central y
cuatro en sus extremos. La pasta empleada es
de color rojo con predominio del cuarzo y los
filosilicatos (ilita) sobre el feldespato y la
dolomita.63 Sus dimensiones son:

101
72
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
llermo. El nombre de las co-
sas... p. 174. n° 144.
73
Véase apartado 3.2.1 del pre-
sente trabajo. Muestra 15.
74
RETUERCE VELASCO,
Manuel. La cerámica andalu-
sí... t.l p. 376; t.2 pp. 308-309.
75
BAZZANA, André y otros
La cerámica islámica... Figura
23.654.
76
NAVARRO PALAZÓN,
Julio. La cerámica islámica...
na de Catálogo: 586.
77
ROSELLO BORDOY, Gui-
llermo. El nombre de las co-
sas... p. 167 na 47, 53, 54.

Lámina Arcaduz. Tipo I.

Lámina Serie Anafe. Tipos I y II.


Serie Ataifor
Serie Arcaduz Se trata de un plato de servicio de mesa,
contando una tipología muy variada y siendo
Se trata de un cangilón de noria. Su su diámetro en la boca entre 20 y 30 cm.
nombre en árabe es Qâdûs.72 La presencia en Viene a ser la pieza básica en la vajilla de
el yacimiento es de baja frecuencia, con un mesa. Sus nombres en árabe son Sahfa
0,05 % del total de registros inventariados, (zafa), Tayfûr o Gidâr.77
localizándose exclusivamente en la fortale-
za. Se trata de una pieza de forma troncocó- Su frecuencia en el yacimiento es alta,
nica con estrías en su mitad superior y con un 7,45 % sobre el total de registros
pronunciado estrangulamiento en parte me- inventariados. Hasta la fecha hemos podido
dia. Su base es puntiaguda. La pasta es de identificar cuatro tipos dentro de la serie.
color rojizo con predominio del cuarzo y los
filosilicatos (ilita) sobre el feldespato y la
Tipo I. Es el más abundante. Aparece
dolomita.73 Correspondería con el tipo N.01
muy fragmentado. Se trata de un ataifor con
de Retuerce Velasco74, tratándose de una
repie anular y tendencia esférica. El labio es
serie que se mantiene desde el periodo Ome-
plano, siendo en ocasiones ligeramente con-
ya hasta época almohade. Hemos encontrado
vexo, biselado al exterior. La pasta es com-
paralelos para el periodo almohade en Va-
pacta y de color ocre, predominando en por-
lencia75 y Murcia.76
centajes similares el cuarzo, la calcita y los
filosilicatos sobre la dolomita. Presenta cu-
102
78
bierta vitrea cuyo análisis químico indica un Tipo II. Se trata de un tipo de ataifor que Véase apartado 3.2.1 del pre-
alto contenido de cobre, por lo que parece sente trabajo. Muestra 8.
cuenta también con una elevada presencia en 79
Resulta de interés el trabajo de
evidente la utilización del oxido de cobre.78 el yacimiento. Aparece muy fragmentado. MAORES LLORET, R. "Cerá-
Por lo que se refiere a los motivos decorati- Presenta paredes diferenciadas del solero mica vidriada con decoración
vos suelen aparecer rosetas, palmetas o ma- por una pronunciada carena. El borde es estampillada de Lorca (Murcia)"
nos de Fátima, inscritas sobre rectángulos recto y de sección triangular y repie anular. 11. CICMMO. Madrid, 1986 pp.
417-420.
flanqueados por motivos en gota, estampilla- La pasta es compacta de color gris claro o 80
GISBERT, J.A.; BURGUE-
dos en relieve bajo la cubierta vitrea.79 Con beige con predominio del cuarzo, el feldes- RA, V; BOLUFER, V. La cerá-
relativa frecuencia presentan, en la zona cen- pato y los filosilicatos sobre la dolomita. Se mica de Daniya... p. 130 n°13.
81
tral del solero, una marca en forma de espiral observa en el conglomerado huecos y crista- ROSELLÓ BORDOY, Gui-
que parece indicar la marca del alfar de llermo. Ensayo de sistematiza-
les de biotita, acumulaciones de óxido de
ción de cerámica árabe... pp. 18-
Denia.80 Desde un punto de vista tipológico hierro, fragmentos de roca metamórfica y 19, Figura 2.
correspondería con el tipo IVa de Roselló81 y pequeños cristales de cuarzo y feldespato. 82
RETUERCE VELASCO,
al tipo A.26a de Retuerce Velasco82, con Muestra cubierta vitrea de color melado en Manuel. La cerámica andalusí...
ligeras diferencias en cuanto al tratamiento interior y exterior, y sobre la cubierta trazos t.l pp. 116-117;t2.p.49.Figuras
73,74.
del labio. La cronología que se establece para curvilíneos de color marrón, indicando una 83
COLL, J; MARTÍ, J; PAS-
este tipo se fija entre la última década del elevada concentración de plomo y hierro, por CUAL, J. Cerámica y cambio de
siglo XII y el primer tercio del siglo XIII, lo que parece evidenciarse el uso del óxido de cultura. El tránsito de la Valen-
viniendo a coincidir no solo con el tipo de plomo para la cubierta y el óxido de hierro cia islámica a la Valencia Cris-
tiana.. Valencia, 1988 p. 71, na
ataifor que aquí se presenta, sino con los para la decoración.86
22. ; LERMA J. V. y otros. La
ejemplares documentados en Valencia83, cerámica islámica en la ciudad
Denia84 y el Castillo del Río en Aspe.85 Desde un punto de vista tipológico de Valencia (II) Estudios. Valen-
correspondería al tipo II de Roselló87, aso- cia, 1990. p 161. Fig. 38, 389.
84
ciándose al tipo 1.2.3 K de Azuar88 y al tipo 85
Véase nota79
AZUAR RUIZ, Rafael. El cas-
A. 12a de Retuerce89. En el ámbito geográfico tillo del Rio... pp. 47-49. Corres-
del Levante peninsular hemos encontrado pondería con el tipo 1.2.3 K.
paralelos en Valencia90, Denia91 y Murcia.92 86
Véase apartado 3.2.1 del pre-
Su cronología nos sitúa en la primera mitad sente trabajo. Muestra 6.
87
del siglo XIII. ROSELLÓ BORDOY, Gui-
llermo. Ensayo de sistematiza-
ción... p. 17
88
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Río... pp. 47 y 49
89
RETUERCE VELASCO,
Manuel. Cerámica andalusí... t.l,
pp. 100-104; 12 p. 34.
90
BAZZANA, André y otros. La
cerámica islámica... p.78; figura
18 n° 1071,1370,1381.
91
GISBERT, J; BURGUERA,
V; BALUFER, J. La cerámica de
Daniya... p.132 n° 16.
92
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
Lámina Ataifor. Tipo I.
lio. La cerámica islámica... n° de
catálogo 485.

103
93
Véase apartado 3.2.1 del pre- Este tipo no viene identificado como
sente trabajo. Muestra 8 (com- tal en la sistematización de Roselló, guardan-
ponentes mineralógicos)
94
GISBERT, J; BURGUERA, do ciertas similitudes con el tipo IVa pro-
V; BALUFER, J. La cerámica puesto por éste y el tipo 1.2.2b de Azuar95, en
de Daniya... p. 130. n° 19. referencia a un ejemplar sin decorar, siendo
95
AZUAR RUIZ, Rafael El una variante del tipo 1.2.2 k. Quedaría aso-
Castillo del Río... pp. 46 y 48.
96
RETUERCE VELASCO,
ciado al tipo A.21 de Retuerce Velasco96, (de
Manuel. Cerámica andalusí... características tipológicas similares a nues-
t. 1 119-120. ; t 2 p.45,fig.64 tro ejemplar) aunque para éste se asociaría a
97
NAVARRO PALAZÓN, la forma Ha de Roselló, haciéndola corres-
Julio. Una casa islámica... pp. ponder por tanto, creo que de manera errónea
31,156-160.
98
POZO MARTINEZ, Indale-
al tipo 1.1.1 j de Azuar.
cio. "Un baño islámico privado
en la calle Polo Medina de Mur- Asociados a la forma 1.2.2. k de Azuar
cia" Verdolay, 3. Murcia, 1991 se documentan ejemplares en el Pozo San
pp. 87, fig. 7.
99 Nicolás de Murcia, cuya cronología se esta-
PONCE GARCÍA, J; PU-
JANTE MARTINEZ, A. "In- blece entre los años 1225-1243.97 También
Lámina Ataifor. Tipo II.
forme preliminar de las excava- en la calle Polo Medina de Murcia se constata
ciones arqueológicas realizadas su presencia y cuya cronología nos sitúa en la
en Santa María del Rabal de primera mitad del siglo XIII98 o el ejemplar
Jumilla (Murcia)" Memorias de
Arqueología, 4. Murcia, 1993 Tipo III. Representado por un ejemplar de documentado en San María del Rabal de
p. 571, fig. 7. ataifor completo, hallado en la ocultación de Jumilla, que amplia el horizonte cronológico
100
GISBERT, J.A. y otros. "La la casa n° 5. Se trata de una pieza con repie hasta comienzos del siglo XIV.99
producción cerámica en Dani-
ya. El Alfar de la Avenida Mont- anular, paredes altas y rectas, con carena en
gó/ calle Teulada. (Denia. Ali- su parte superior. El borde es recto y el labio Sin embargo, nuestro ejemplar quedaría
cante)" IV CICMMO. Lisboa, moldurado de sección triangular. Sus di- más próximo, desde un punto de vista formal,
1991. p 257. fig. 8. n° 11-15. mensiones son: a los ejemplares del periodo III de Denia.100
101
BAZZANA, André . La ce- Relacionados con éstos, se constata su presen-
rámica islámica en la ciudad de cia en la ciudad de Valencia,101 en el yacimien-
Valencia... pp. 53-73. • Altura: 12 cm.
102
BAZZANA, André. "El ya- • Diámetro base: 8,5 cm to de Santa Fé de Oliva,102 en el yacimiento de
cimiento medieval de Santa Fé • Diámetro boca: 29 cm. Rudat en Javea,103 en el Castillo de Cocentai-
en Oliva (Valencia). Estudio de
• Peso: 1,400 gramos na104 y en la Penyeta Blanca de Cocentaina,105
su cerámica" N.A.H. 18. 1984. todos ellos fechados entre fines del siglo XII y
p. 298; fig. 35. 2-3. • Capacidad: 3000 cc (aprox.)
103 la primera mitad del siglo XIII.
BALUFER MARQUÉS, J.
" Aproximación al poblamien- La pasta empleada es compacta de co-
to islámico de los términos lor rojo, predominando en porcentajes simi-
municipales de Xabia y Benita-
txel. (Marina Alta. Alacant) II
lares el cuarzo, la calcita y los filosilicatos
CAME II, 1987. p. 480. fig.3. sobre la dolomita.93 Presenta cubierta vitrea
104
AZUAR RUIZ, Rafael. De- de color blanco y cuatro trazos curvilíneos de
nia islámica. Arqueología y color verde turquesa en interior, además de la
Poblamiento. Alicante, 1989. p. marca en espiral en su solero, como probable
113. fig. 46.
105
Ibidem nota 104. p. 122. marca de alfarero de los talleres de Denia.94
104
106
Tipo IV. Representado por un ejemplar ha- Véase apartado 3.2.1 del pre-
sente trabajo. Muestra 8 (análi-
llado en la ocultación de la casa número 5. Se
sis mineralógico)
trata de un ataifor de base plana y paredes 107
RETUERCE VELASCO,
ligeramente curvadas. Presenta borde mata- Manuel. La cerámica andalu-
do y labio plano. La pasta empleada es com- sL. t. l. pp 88-89; 138-140; 12.
pacta de color rosáceo con predominio de la pp. 29, 54.
108
NAVARRO PALAZÓN,
caliza sobre los filosilicatos, cuarzo y dolo- Julio. La cerámica islámica...
mita.106 Sus dimensiones son: Números de catálogo: 80, 313,
316,317, 319 y 322.
• Altura: 11 cm
• Diámetro boca: 31 cm
• Diámetro base: 13,5 cm
• Peso: 1,800 gramos.
• Capacidad: 4.000 cc (aprox.)

Formalmente podría asociarse al tipo


A.06a de Retuerce Velasco107, aunque si
bien éste se fecha a mediados del siglo X para
el ámbito geográfico de la Meseta, pudiendo
derivar al tipo A.32, producción más tardía
dentro del periodo Omeya, con la diferencia
Lámina Ataifor. Tipo III. de que el segundo cuenta con cubierta vitrea,
mientras que el primero, al igual que nuestro
ejemplar, carece de ella. Podríamos conside-
rar, siempre en función al contexto arqueoló-
gico, que nuestra pieza podría ser o bien un
tipo evolucionado de aquellos, cuya produc-
ción correría pareja al periodo de las dinas-
tías norteafricanas (siglos XI/XIII), o sim-
plemente la perduración de un tipo a lo largo
de al menos tres siglos. Los únicos paralelos
hallados con nuestro ejemplar en el entorno
geográfico del yacimiento se documentan en
Murcia y Lorca108, correspondiendo al tipo
ya referido, propuesto por Retuerce Velasco,
adscrito a época califal.

Foto Ataifor. Tipo III.

105
109
Véase apartado 3.2.1 del te y labio moldurado, contando con asa dor-
presente trabajo. Muestra 10 sal. La pasta empleada es compacta pudien-
(Análisis mineralógico)
110
Véase apartado 3.2.1 del do ser de color blanco rosado o de color
presente trabajo. Muestra 11. castaño rojizo. En el primer caso, hay un
(Análisis mineralógico) predominio de la caliza sobre el cuarzo, los
111
Véase apartado 3.2.1 del filosilicatos y el feldespato, apreciándose en
presente trabajo. Muestras 10 y
11 (Análisis químico de la de-
el cemento cristales de biotita, feldespato y
coración) cuarzo de pequeño tamaño y acumulaciones
112
RETUERCE VELASCO, de óxido de hierro.109 En el segundo caso la
Manuel. La cerámica andalu- calcita predomina igualmente sobre los filo-
sL.tA p. 386-387; t. 2 p. 324 silicatos, el feldespato y la dolomita, aunque
y 327.
113
NAVARRO PALAZÓN, en menor cuantía, observándose en el ce-
Julio. La cerámica islámica... mento pequeños cristales de cuarzo feldes-
número de catálogo 540, 541, pato y acumulaciones de óxido de hierro.110
542, 543, 545, 546, 548. En ambos casos la decoración se efectúa a
114
AZUAR RUIZ, Rafael El
partir de óxidos de manganeso sobre engalba
Castillo de la Torre Grossa... p.
80. Números de catálogo: 121, preparada con óxido de plomo.111
122. Lámina Ataifor. Tipo IV.
115
RETUERCE VELASCO, Los ejemplares documentados en el
Manuel. La cerámica andalu- Cerro del Castillo de Yecla podrían corres-
sí... t.l p.387.
116
AZUAR RUIZ, Rafael El ponder a los denominados de "oreja de lie-
Castillo del Río... pp. 80-82 bre", "quilla de barco" o "de bañera", deno-
117
NAVARRO PALAZÓN, Serie Candil. minación propuesta por Retuerce Velasco,
Julio. Una casa islámica... pp. para el ámbito de la Meseta, en relación con
232-236. Se trata de un elemento portátil o fijo para el tipo de candil P.01D, P01E y P01F, fecha-
la iluminación doméstica. Su nombre en árabe dos en el periodo de la dinastia almorávide
es: Qandil o Mishbáh. La presencia de la serie (siglos XI al XIII).112 Hemos hallado parale-
en el yacimiento es de una frecuencia media- los en el entorno geográfico próximo, en
baja con un 1,05 % del total de registros inven- Murcia113 y en el Castillo de la Torre Grossa
tariados. Hemos podido identificar tres tipos en Jijona114, fechados en ambos casos entre la
de candiles. Los tipos I y II corresponden a segunda mitad del siglo XII y la primera
candiles de piquera alargada y de pie alto, mitad del siglo XIII. Como puntualiza Re-
respectivamente, y son los menos frecuentes tuerce, este tipo de candil viene a ser sustitui-
en el yacimiento, circunscribiéndose su pre- do por los candiles de cazoleta abierta en el
sencia casi de forma exclusiva a la fortaleza. El tránsito de los siglos XII al XIII (periodo
tipo III, el de cazoleta abierta, es el más abun- almohade)115. Ello parece confirmarse en
dante, siendo su presencia de mayor frecuencia yacimientos tales como el Castillo del Río en
en la madina S-SE. que en la fortaleza. Aspe116 o en la vivienda de época almohade
excavada en la calle San Nicolás en Mur-
Tipo I. Hasta la fecha se han identificado 6 cia117, donde no se han documentado candi-
piezas fragmentadas que parecen correspon- les de piquera alargada, predominando los de
der a piezas de forma troncocónica con golle- cazoleta abierta sobre los de pie alto. El

106
118
Cerro del Castillo de Yecla viene a reafirmar ta cubierta de vedrío verde lo que indica el RUIZ MOLINA, Liborio.
Aproximación a la cultura ma-
lo dicho, ya que del conjunto que compone el uso del óxido de cobre para su decoración.119
terial del Hisn Yakka (Yecla.
ajuar cerámico (40 piezas) de época almoha- Se trata de un tipo de candil muy extendido Murcia) a través de una oculta-
de, que formaba parte de la ocultación de la por al-Andalus desde la segunda mitad del ción de los siglos XII al XIII.
casa número 5, dos de ellas corresponden a siglo XII y la primera mitad del siglo XIII, Yecla, 2000. (inédito)
119
candiles de cazoleta abierta, lo que puede encontrando paralelos en el entorno geográ- Véase apartado.3.2.1. del
presente trabajo. Muestra 8.
indicar que el candil de piquera alargada, no fico próximo en Murcia120, el Castillo de la 120
NAVARRO PALAZÓN,
presente en el ajuar, había dejado de ser un Torre Grossa en Jijona121 y el Castillo del Río Julio. Una casa islámica... fi-
tipo de contenedor de fuego de uso corriente, en Aspe.122 guras 319, 320, 321, 322, 323,
a partir del siglo XIII.118 324, 325, 326, 327,328.
121
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de la Torre Grossa...
números de catálogo 119, 123,
124, 125.
122
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Rio... p. 68. Corres-
pondería al tipo 6.1J.

Lámina Candil. Tipo I. Lámina Candil. Tipo II.

Tipo III. Es el más abundante en el yaci-


Tipo II. Corresponde al Candil de pie alto, miento, siendo documentados hasta la fecha
con cazoleta abierta y boca de pellizco, care- una veintena de ejemplares, localizados casi
ciendo, el ejemplar documentado en el Cerro en su totalidad en la madina S-SE (casas
del Castillo de Yecla ("reducto principal" de 1,3,4,5,6,7 y 10). De ellas solo cuatro están
la fortaleza), de buena parte de la cazoleta, el completos, y dos de éstas formaban parte,
asa y la peana. La pasta empleada es compac- como ya se indicó, del ajuar cerámico locali-
ta de color rojizo con predominio del cuarzo zado en la ocultación de la casa número 5.
y la calcita sobre los filosilicatos y la dolomi-
ta. En el cemento se aprecian pequeños cris- La pieza es un candil de cazoleta abier-
tales de cuarzo, feldespato y biotitas. Presen- ta, de base plana, con piquera de pellizco y

107
123
Véase apartado 3.2.1 del pre- asa dorsal. Las dimensiones de los ejempla-
sente trabajo. Muestra 6.
124 res completos son:
RETUERCE VELASCO,
Manuel. La cerámica andalu-
sí... ti. p. 389-391; 12. p.325. • Altura: de 2 a 2,5 cm.
125
AZUAR RUIZ, Rafael. El • Diámetro base: de 4 a 5 cm.
Castillo del Río... p. 81 • Diámetro borde: de 6 a 9 cm.
126
GISBERT, J. A.; BURGUE-
RA, V; BALUFER, J. La cerá-
• Peso: de 60 a 70 gramos.
mica de Daniya... p. 85. Figu-
ra, 20 La pasta empleada es compacta con
127
AZUAR RUIZ, Rafael. El predominio del cuarzo, la calcita, el feldes-
Castillo de la Torre Grossa... pato y los filosilicatos sobre la dolomita,
p.82.
128
AZUAR RUIZ, Rafael. De- identificándose en el cemento pequeños cris-
nla islámica... tales de biotita, cuarzo y feldespato, y acu-
129
COLL, J; MARTÍ, J; PAS- mulaciones de óxidos de hierro y fragmentos
CUAL, J. Cerámica y cambio de rocas metamórficas. Presentan cubierta
cultural. El tránsito... p. 79
130
NAVARRO PALAZÓN,
vitrea color melado, utilizando para ello el
Julio. Una casa islámica... pp. óxido de plomo123.
232-233. Números de catálogo:
314, 315,316, 317 y 318. Correspondería al tipo P.03. de Re-
131
AZUAR RUIZ, Rafael. "Al- tuerce Velasco propuesto para el área de La
gunas notas sobre el candil de
cazoleta abierta y pellizco his- Meseta124 y al tipo 6.2.j. de Azuar Ruiz125,
pano-andalusf' // CICMMO. propuesto para el Castillo del Río en Aspe. Serie Candelero.
Toledo, 1981. pp. 179-183. Encontramos paralelos documentados en
132
MEZQUIDA GARCIA, Denia126, en el Castillo de la Torre Grossa de La serie candelero, a diferencia del
Mercedes. Candelers y cresols
medievals. Paterna, 1990 pp. 34
Jijona127, Novelda, Castillo de Villena, Cas- candil que produce luz por sí mismo, sirve
y ss. tellar de Alcoy128, Valencia129 y Murcia130. para soportar o sostener la fuente de luz.
Hasta el momento es una serie de escasa
Este tipo de candil, muy extendido por presencia en el yacimiento con una frecuen-
al-Andalus, como opina Azuar, tiene un ori- cia baja, tan solo un 0,15 % del total de
gen magrebí, siendo introducido por los al- registros inventariados, localizándose en su
mohades en la península, por lo que su pro- totalidad en la fortaleza (reducto principal).
ducción se mantendrá entre mediados del Los dieciocho fragmentos documentados
siglo XII y hasta, al menos, el primer tercio pertenecen probablemente a un candelero de
del siglo XIII131. pie alto, esmaltado en blanco y con restos de
decoración muy degradada en azul y dorado.
Todo parece indicar que se trata o correspon-
de a un candelero de primera época, como
los definidos por Mercedes Mesquida para
las producciones mudéjares de Paterna (Va-
lencia)132. La pasta empleada es compacta de
color marrón anaranjada, predominando la
dolomita sobre el cuarzo, el feldespato. la

108
133
calcita y los filosilicatos (predominio de es- • Diámetro máximo: 18 cm Véase apartado 3.2.1 del
presente trabajo. Muestra 3.
mactita). Para el esmalte se utiliza el óxido de • Grosor: 14 cm 134
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
plomo y para la decoración óxidos de hierro, • Peso: 725 gramos llermo. El nombre de las co-
manganeso y cobalto.133 • Capacidad: 2,500 cc (aprox.) sas... p.165, figura 16.
135
Véase apartado 3.2.1 del
En el área geográfica próxima al yaci- presente trabajo. Muestra 15
(Análisis mineralógico)
Serie Cantimplora. miento no han sido documentados ejempla- 136
RETUERCE VELASCO,
res de similares características formales a las Manuel. La cerámica andalu-
Se trata de un contenedor de líquidos de que aquí presentamos. Sí, sin embargo, en el sí...t l pp. 158-160; t 2 p. 89, f.
pequeño tamaño, cuya utilidad era el trans- ámbito geográfico de La Meseta, correspon- 103.
porte de pequeñas cantidades de líquidos ne- diendo al tipo B 09a de Retuerce Velasco y
cesarias para el trabajo agrícola. Como indica cuya cronología nos sitúa entre los siglos X
Roselló el nombre árabe no ha sido constata- al XI.136 El contexto arqueológico en que se
do en al-Andalus, pues Marras, étimo caste- halló nuestra pieza nos induce a pensar en la
llano de Almarraja o Almarza no responde probable continuidad de algunas produccio-
con exactitud a esta forma. En oriente recibe nes de época omeya, al menos, hasta los
el nombre de Matara y en Marruecos Qar'a134. primeros tiempos del periodo de las dinastías
norteafricanas, en este caso, en el tránsito de
El yacimiento ofrece, por el momento, los siglos XI al XII.
dos tipos y su representatividad es de una
frecuencia media baja, con un 0,22 % del total
de registros inventariados. Con todo, contados
con dos piezas completas que formaban parte
del ajuar cerámico hallado en la ocultación de
la casa número 5 de la madina S-SE y que nos
permiten su descripción tipológica.

Tipo I. Obedece a una cantimplora de forma


ovoide de tendencia globular. Presenta cuello
cilindrico corto y estrecho, con labio ligera-
mente exvasado. Presenta dos asas laterales
verticales en cinta que arrancan de la parte
superior hasta la parte media de la panza. La
pasta utilizada es compacta de color rojo,
observándose cristales blancos dispersos, pre-
dominando el cuarzo sobre los filosilicatos
(ilita), el feldespato, la calcita y la dolomita.135
Presenta restos de decoración en las asas con
óxido de manganeso. Sus dimensiones son:
Lámina Cantimplora. Tipo I.
• Altura: 20 cm
• Diámetro boca: 4 cm

109
137
Véase apartado 3.2.1 del Tipo II. Se trata de un recipiente circular y de
presente trabajo. Muestra (com-
forma ovoide. Presenta cuello cilindrico, bajo
pletar cita)
138
ROSELLÓBORDOY, Gui- y estrecho. El labio es moldurado en exterior.
llermo. "Nuevas formas en las Tiene dos asas laterales verticales en cinta,
cerámicas de época islámica" que arrancan desde el hombro hasta la parte
Boletín de la Sociedad Arqueo- media de la panza. La parte anterior del cuerpo
lógica Liliana, 39. 1983. pp.
237-260 f. 14,1.
presenta un pequeño apéndice en saliente a
139
AZUAR RUIZ, Rafael. El modo de tetón. La pasta empleada es compac-
Castillo de la Torre Grossa... ta de color rosáceo, predominando la calcita
pp. 75-76. Lám. XXIX, n° 105 sobre los filosilicatos, el cuarzo y la dolomita.
140
CARA BARRIONUEVO, El cemento es fino y heterogéneo, de colora-
Lorenzo. La Almería islámica y
su alcazaba. Almería, 1990. fig. ción castaña, en el que se aprecian cristales de
53,6. óxido de hierro y pequeños cristales de cuarzo
y feldespato. La decoración muestra un alto
contenido de manganeso, lo que indica que se
ha empleado el óxido de manganeso para la
realización de los motivos decorativos: dos
gruesos círculos concéntricos en la parte ante-
rior de la pieza.137 Sus dimensiones son:

• Altura: 18 cm
• Diámetro boca: 3,5 cm
• Diámetro máximo: 14,7 cm Lámina Cantimplora. Tipo II.
• Grosor: 7 cm.
• Peso: 400 gramos.
• Capacidad: 1000 cc. (aprox.)

El tipo II debemos considerarlo una


evolución del tipo I para el período almohade,
fechable, por tanto, entre el tercer tercio del
siglo XII y la primera mitad del siglo XIII,
encontrando paralelos en Mallorca138, en el
Castillo de la Torre Grossa en Jijona139 y
Almería.140 En estos ejemplares hay claras y
evidentes diferencias formales en cuanto al
tratamiento del cuerpo de la pieza, abando-
nando la tendencia globular del tipo descrito
por Retuerce para el ámbito geográfico de La
Meseta en el periodo omeya (siglos X/XI)

Foto Cantimplora. Tipo II.

110
141
Serie Cazuela. cia cronológica propuesta por Azuar al me- ROSELLÓ BORDOY, Gui-
nos hasta el segundo tercio del siglo XIII.144 llermo. El nombre de las co-
sas... p. 169. n° 85, 86.
Se trata de un contenedor aplicable al Encontramos paralelos de este tipo de cazue- 142
Véase apartado 3.2.1 del pre-
fuego para la cocción de alimentos. Su nom- la en Murcia y Lorca.145 sente trabajo. Muestra 15
bre en árabe es Qas'a, Tayîn.141 Hasta la fe- 143
AZUAR RUIZ, Rafael. El
cha hemos podido identificar tres tipos de Castillo del Río... pp. 77, 79.
144
RUIZ MOLINA, Liborio.
cazuelas, y su representatividad en el yaci- Aproximación a la cultura ma-
miento es de una frecuencia media-alta, con terial... (inédito). La ocultación
un 4,77 % del total de registros inventariados. en la casa número 5 debió pro-
ducirse entre los años 1265-6
145
Tipo I. Es el más abundante en el yacimien- NAVARRO PALAZÓN,
Julio. Las cerámicas islámicas...
to, constituyendo 2/3 partes del total de pp. 62, 174-175; Una casa islá-
registros de la serie. Se trata de un recipiente mica... p. 130. Número de catá-
de base con tendencia convexa, con carena logo, 44.
146
en la unión del cuerpo, que es troncocónico Véase apartado 3.2.1. del
presente trabajo. Muestra 15
invertido. Las paredes son de tendencia cur-
(Análisis mineralógico).
vada, contando con borde bífido y labio
redondeado. Porta cuatro asas en cinta verti-
cales. La pasta utilizada es compacta de color
rojo observándose cristales blancos disper-
sos, predominando el cuarzo sobre los filosi- Lámina Cazuela. Tipo I.
licatos, la dolomita, el feldespato y la calcita.
Cuenta con cubierta vitrea en interior de
color marrón, rebosando el borde con gotero-
nes en exterior, utilizando para ello el óxido
de plomo.142 Sus dimensiones son:
Tipo II. Su presencia en el yacimiento es
• Altura: 6 cm sensiblemente inferior al Tipo I, siendo muy
• Diámetro base: 16 cm fragmentados los ejemplares documentados.
• Diámetro boca: 17 cm. Con todo, hemos podido identificar una ca-
• Peso: 350 gramos zuela de base convexa con carena en la unión
• Capacidad: 800 cc (aprox.) del cuerpo. Este es de tendencia cilindrica,
presentando borde bífido interior y labio bise-
El hallazgo de una pieza completa que lado al exterior. Probablemente contaba con
formaba parte del ajuar cerámico de la ocul- dos asas en cinta verticales. La pasta utilizada
tación de la casa número 5 nos permite aso- es de color rojo, advirtiendo la presencia de
ciar nuestro ejemplar al tipo 5.2.1. j de Azuar, cristales dispersos de color blanco, predomi-
documentado en el Castillo del Río en Aspe nando el cuarzo sobre los filosilicatos (ilita),
y cuya cronología se establece entre finales la dolomita, el feldespato y la calcita.146
del siglo XII y la primera mitad del siglo
XIII.143 El contexto arqueológico del hallaz- El tipo II podría asociarse al tipo 5.1.1a
go de nuestra pieza puede ampliar la secuen- propuesto por Azuar Ruiz para el Castillo del

111
147
AZUAR RUIZ, Rafael. El Río en Aspe.147 Parece que se trata del tipo labio plano. Cuenta con dos asas verticales en
Castillo del Río... pp. 78,79.
148 más generalizado en el área valenciana, do- cinta que arrancan desde la parte inferior del
GISBERT, J.A.; BURGUE-
RA, V.; BOLUFER, J. La cerá- cumentándose ejemplares en Denia,148 en el borde hasta la carena de la base del cuerpo. La
mica de Daniya... pp. 91-92; Castellar de Alcoy,149 el Castillo de la Torre pasta empleada es de color rojo, observándo-
figura 11, II-1.3 Grossa de Jijona,150 el yacimiento de Santa se cristales dispersos de color blanco, predo-
149
AZUAR RUIZ, Rafael. De- Fe en Oliva151 y Valencia,152 siendo el Cerro minando el cuarzo sobre los filosilicatos (ili-
nla islámica... p.l 15
150
AZUAR RUIZ, Rafael. El
del Castillo de Yecla, el primer yacimiento en ta), la dolomita, el feldespato y la calcita.153
Castillo de la Torre Grossa... p. el área murciana, hasta el momento, en el que No presenta decoración. Sus dimensiones son:
69; Lám. XXXII. Número 92. se constata la presencia de este tipo de cazue-
151
BAZZANNA, André. El la. Su proximidad geográfica al Valle del • Altura: 7 cm
yacimiento medieval de Santa Vinalopó justifica tal circunstancia. • Diámetro base: 23,5 cm
Fe... pp. 294-295; figuras 31-
32. • Diámetro boca: 22 cm
152
COLL, J.; MARTÍ, J.; PAS- • Peso: 750 gramos.
CUAL, J. Cerámica y cambio • Capacidad: 1,200 cc.
cultural... p.65.
153
Véase apartado 3.2.1 del
presente trabajo. Muestra 15.
Este tipo de cazuela hemos de considerarla una
(Análisis mineralógico). forma evolucionada de época postislámica,
cuya característica principal es el fuerte pro-
nunciamiento de su fondo convexo. Su crono-
logía, en función al contexto arqueológico de
su hallazgo, nos situaría entre el último cuarto
del siglo XIII y el primer cuarto del siglo XIV.

Lámina Cazuela. Tipo II.

Tipo III. Ejemplar de cazuela asociado al


alcadafe o tina hallada durante los trabajos de
excavaciones de urgencias en la Ermita del
Cerro del Castillo de Yecla. La cazuela apa-
reció fragmentada, pudiendo reconstruir tres
Lámina Cazuela. Tipo III.
cuartas partes de la misma. Se trata de una
cazuela de base convexa con pronunciada
carena en la unión con el cuerpo que es
troncocónico invertido, de paredes rectas y

112
154
Tipo I. Se trata de un tipo de cuenco con pie NAVARRO PALAZÓN,
Julio. Una casa islámica...
anular, cuerpo troncocónico invertido, de perfil
pp.48-49
curvo y labio apuntado al exterior. La pasta 155
BAZZANA, André. La ce-
empleada es compacta de color marrón rosá- rámica islámica en Valencia...
156
ceo, predominando la dolomita sobre los filosi- Véase apartado 3.2.1 del pre-
licatos (esmactita), el cuarzo, el feldespato y la sente trabajo. Muestra 3. (Aná-
lisis mineralógico)
calcita.156 Presenta una fina cubierta de esmalte 157
AZUAR RUIZ, Rafael. El
blanco (oxido de plomo). Sus dimensiones son: castillo del Río... pp. 85, 88.
158
GISBERT, J; BURGUERA,
• Altura: 4 cm V; BOLUFER, J. La cerámica
de Daniya... p. 88; figura 21,
• Diám. Base: 3,5 cm.
número 13.
• Diám. Boca: 10,5 cm. 159
NAVARRO PALAZON,
• Peso: 50 gramos Julio. Una casa islámica... p.
Series Anafe, cazuela, marmita y orza.
• Capacidad: 75-100 cc. (aprox.) 167. Número 146.

Desde un punto de vista formal podría


corresponder al tipo de jofaina 7.2.3k propues-
to por Azuar Ruiz para el Castillo del Río en
Serie Cuenco. Aspe.157 Este tipo se documenta en
Denia,158 fechándose en el primer tercio del
Se trata de un recipiente propio de la siglo XIII. Sin embargo, el paralelo más preci-
vajilla de mesa. Desde un punto de vista so lo hallamos en la calle San Nicolás de
morfológico quedaría asociado al tipo jofai- Murcia, marcando una cronología que nos cu-
na, diferenciándose en el tamaño. De la mis- briría hasta el segundo cuarto del siglo XIII.159
ma manera que ocurre con las series ataifor y
jofaina. La denominación es adoptada por
Navarro Palazón154, siguiendo a Bazzana155,
y estableciendo la siguiente diferenciación
de estas tres formas abiertas:

• Ataifor: diám. Boca: + de 25 cm


• Jojaina: diám. Boca: 17-21 cm
• Cuenco: diám. Boca: 15 cm

La representatividad de esta serie en el yaci-


miento es de una frecuencia media baja, con
un 1% del total de los registros inventaria-
dos. Hasta la fecha solo hemos podido iden-
tificar dos tipos. Se trata de dos piezas com-
pletas que formaban parte del ajuar cerámico
hallado en la ocultación de la casa número 5 Lámina Cuenco. Tipos I y II.
de la madina S-SE.

113
160
Véase apartado 3.2.1 del Tipo II. Se trata de un ejemplar no documen- Serie Escudilla.
presente trabajo. Muestra 8 (aná-
tado hasta la fecha en el área de Valencia y
lisis mineralógico)
161
RETUERCE VELASCO, Murcia. La pieza en cuestión es un cuenco de Se trata de un plato pequeño de servi-
Manuel. La cerámica andalu- base plana, paredes curvas y carenadas, y cio, siendo considerado una reducción del
sí... t. 1. pp. 88-89; t 2 p. 29, borde matado con labio plano. La pasta utili- tipo ataifor o jofaina. La representatividad de
números: 19,20 y 21. zada es compacta de color rojo-rosáceo, pre- esta serie en el yacimiento es de una frecuen-
162
LERMA, J. V. La Cerámica cia media alta, con un 7,68 % del total de
dominando el cuarzo, la calcita y la dolomita
gótico-mudéjar en la ciudad de
Valencia. Madrid, 1992. p. 29. sobre los filosilicatos y el feldespato.160 No registros inventariados. En su inmensa ma-
163
PASCUAL, Josefa.; MAR- presenta decoración. Sus dimensiones son: yoría han sido localizados en la fortaleza
TÍ, Javier. La cerámica verde ("reducto principal"), siendo poco numerosa
manganeso bajomedieval va- • Altura: 4 cm su presencia en la madina S-SE. El material
lenciana. Valencia, 1986. p. 33.
• Diám.Base: 7 cm hallado es muy fragmentado, pudiendo iden-
• Diám. Boca: 12 cm. tificar hasta la fecha solo dos tipos.
• Peso: 75 gramos
• Capacidad: 150 cc (aprox.) Tipo I. Se trata de una escudilla de pie
anular, solero con umbo, cuerpo hemiesféri-
Formalmente la pieza puede asociarse a co de paredes con tendencia vertical en la
la forma A.06 a propuesta por Retuerce Velas- mitad superior. Presenta borde recto y ligera-
co para el área de La Meseta,161 aunque con un mente redondeado. Corresponde al tipo A.1.1.
tamaño más reducido. Este tipo, fechado por propuesto por Lerma162 y al tipo B.l pro-
Retuerce en el siglo X, por tanto fuera del puesto por Pascual y Martí163, en ambos
contexto cronológico de la madina o poblado casos para la ciudad de Valencia.
islámico del Cerro del Castillo de Yecla, debe-
ríamos considerarlo, en nuestro caso, como
una forma evolucionada de aquella en el perio-
do de las dinastías norteafricanas, pudiendo
fecharse en el tránsito de los siglos XI al XII.

Serie Ataifor, cuenco y Jofaina. Lámina. Tipo I. Escudilla.

114
164
Tipo II. Escudilla de pie discoidal y solero inscritos en espacios circulares irregulares, LERMA, J.V. La loza góti-
co-mudéjar... p. 29.
cóncavo. Presenta cuerpo de tendencia he- formado por delgados tallos envolventes.167 165
Véase apartado 3.2.1 del
miesférica, con borde recto y labio ligera- presente trabajo. Muestras 3,12
mente apuntado. Corresponde el tipo A. 1.2 En su conjunto la serie podría fecharse y 13 respectivamente (Análisis
propuesto por Lerma para la ciudad de Va- entre principios del siglo XIV y la primera mineralógico).
166
lencia.164 mitad del siglo XV. De entre ellas, las pro- Ibidem nota 165. (análisis
químico de la decoración)
ducciones verde-manganeso, en algunos de 167
MARTINEZ CAVIRO, B.
Tres tipos de pastas son empleados sus ejemplares podrían situarnos entre fines Loza dorada. Madrid; 1982;
para esta serie. El primer tipo, es compacta de del siglo XIII y primera mitad del siglo XIV. LERMA J.V. La loza gótico-
color marrón, predominando la dolomita so- Son aquellos con representación de motivos mudéjar en la ciudad de Valen-
cia... ; PASCUAL, J.; MARTI,
bre el cuarzo, los filosilicatos (esmactita), el heráldicos, acompañados de elementos trian-
J. La cerámica verde-manga-
feldespato y la calcita. El segundo tipo, es gulares y elípticos, junto a cenefas de líneas neso bajomedieval...
compacta de color rosáceo, predominando oblicuas paralelas y triángulos rellenos de 168
LERMA, J.V. La cerámica
los filosilicatos (probablemente colinita), espirales.168 gótico-mudéjar... p. 67, núme-
sobre el cuarzo, el feldespato, la calcita y la ro 23.
169
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
dolomita. Y el tercer tipo, es compacta de
llermo. El nombre de las co-
color rosa, predominando la calcita, sobre el sas... p. 164.
cuarzo, los filosilicatos, la dolomita y el
feldespato.165

La serie aparece decorada con cubierta


esmaltada en blanco y decorada con reflejos
dorados, azules-dorados, azules o verde
morado , empleando para ello el óxido de
plomo (esmalte) y los óxidos de manganeso,
cobalto, hierro y cobre para los motivos
decorativos. 166

En cuanto a los motivos decorativos


presentan una temática en clara conexión
con los talleres valencianos. Así contamos
con motivos en "alafias", es decir franjas
ornamentales en la que se repite la voz "al-
afiye"(salud), hojas de helecho, el motivo
del "acicate" o espuela, representación de
pequeños escudos (motivo heráldico), moti-
vos geométricos: puntos, tramas romboida- Serie Jarra.
les, espirales, círculos y líneas, y en algunas
ocasiones motivos antropomorfos. Uno de Contenedor de líquidos. Elemento de
los elementos decorativos que aparece con uso doméstico, utilizado con frecuencia para
mayor profusión es el de flores de puntos, de el transporte. El nombre en árabe es: Yárra,
tres o seis, con un fino trazo circundante, Sürba.169

115
170
Véase apartado 3.2.1 del pre- La representatividad de la serie en el Tipo I. Obedece a una jarra de altura com-
sente trabajo. Muestra 11. (Aná- yacimiento es de una frecuencia alta, con un prendida entre los 18 cm y los 30 cm. De base
lisis mineralógico)
17l
Ibidem nota 170. Muestra 14. 9,88 % del total de registros inventariados, plana y cuerpo globular. Hemos diferencia-
(Análisis mineralógico.) repartidos casi por igual en la fortaleza (re- do tres variantes en función al tratamiento
ducto principal) y en la madina o poblado. del cuello y asas:
Hasta la VII campaña de excavaciones solo
habíamos podido constatar que el tipo más Tipo Ia. Jarra de base plana. Cuerpo globu-
abundante de jarra era el de labios convergen- lar, cuello estrecho de tendencia troncocóni-
tes redondeados con engrosamiento externo, ca invertida. Presenta el borde recto y el labio
cuello cilindrico, cuerpo periforme y dos asas redondeado. Muestra dos asas en cinta verti-
en cinta verticales desde la mitad del cuello cales que arrancan desde la parte media del
hasta el hombro, presentando una base plana. cuello hasta la parte superior del hombro.
En la mayoría de las muestras presentaban Conserva decoración a base de gruesos tra-
decoración pintada con óxido de manganeso, zos verticales en tono rojo (óxido de hierro).
a partir de trazos digitales, manchones ovala- Sus dimensiones son:
dos y motivos rectilíneos y curvilíneos.
• Altura: 30 cm
El hallazgo de doce ejemplares de ja- • Diám. Base: 10 cm
rras completas en la campaña del año 1997, • Diám. Máximo: 20 cm.
que formaban parte de la ocultación de la • Diám. Boca: 5,5, cm.
casa número 5, ha ampliado de manera con- • Peso: 1,300 gramos.
siderable nuestro horizonte sobre la serie, • Capacidad: 3,000 cc. (aprox.)
convirtiéndose en la más completa de todas
las representadas en el yacimiento.

El estudio pormenorizado de estos ejem-


plares nos ha permitido diferenciar cuatro
tipos, con sus respectivas variantes. Once de
los ejemplares presentan decoración pintada
con óxidos de hierro y manganeso sobre en-
galba blanca (óxido de plomo). Un único ejem-
plar muestra decoración incisa a peine. Son
dos los tipos de pastas empleados en la serie.
El primer tipo, es compacta, de color rojo,
presentando huecos y acumulaciones de car-
bonates de color castaño rojizo. Predomina en
ella la calcita sobre los filosilicatos, el cuarzo
y la dolomita.170 El segundo tipo, muestra
también una textura compacta, de color ocre
claro, con presencia de cristales blancos. Pre-
domina el cuarzo, los filosilicatos (probable-
mente ilita) y el feldespato sobre la calcita.171 Lámina. Jarra Ia.

116
172
Tipo I b. Jarra de base plana. Cuerpo globu- Conserva decoración a partir de grupo de AZUAR RUIZ, Rafael. La
Rábita califal de las Dunas de
lar, cuello estrecho y cilindrico, con borde filetes en tono rojo (óxido de hierro). Sus
Guardamar (Alicante). Cerámi-
recto y labio plano. Presenta dos asas en cinta dimensiones son: cas, epigrafía, fauna y malaco-
verticales que arrancan desde la parte media fauna. Alicante, 1989. p. 128.
de cuello hasta la parte inferior de hombro. • Altura: 25 cm.
Conserva decoración a partir de trazos grue- • Diám. Base: 9 cm.
sos en parte media y cuello en tono rojo • Diám. Máximo: 17 cm.
(óxido de hierro). Sus dimensiones son: • Diám. Borde: 5 cm.
• Peso: 1,000 gramos.
• Altura: 25 cm • Capacidad: 2,000 cc. (aprox)
• Diám. Base: 9 cm.
• Diám. Máximo: 17 cm.
• Diám. Borde: 5 cm.
• Peso: 1, 000 gramos.
• Capacidad: 2,000 cc. (aprox.)

Lámina Jarra Ic.

Del tipo I solo hemos podido localizar


un paralelo con el tipo Ic, pudiendo asociarse
Lámina Jarra Ib. a la jarra tipo 3.3 del Nivel II de la Rábita de
la Dunas de Guardamar en Alicante.172 La
Tipo Ic. Jarra de base plana. Cuerpo globular fecha propuesta para este tipo es el siglo XI,
con cuello de tendencia troncocónica inver- lo que nos induce a pensar que los tipos I a y
tida. Presenta borde ligeramente exvasado y I b del Cerro del Castillo de Yecla pueden
labio plano. Muestra dos asas en cinta verti- responder a variantes del tipo I c en época de
cales que arrancan de la parte superior delí las dinastías norteafricanas y cuyas diferen-
hombro hasta la parte inferior del mismo. cias formales serían básicamente el tamaño,
I
117
el tratamiento de las asas y los motivos deco-
rativos, marcándonos probablemente el trán-
sito entre los siglos XI y XII.

Tipo II. Viene representado por un único


ejemplar. Se trata de una jarra de base plana,
cuerpo de tendencia elipsoide y cuello tron-
cocónico invertido. Presenta borde exvasado
y labio convexo con pico vertedor de pelliz-
co. Muestra dos asas en cinta verticales que
arrancan desde la base del cuello hasta la
parte central de cuerpo. Conserva restos de
decoración en tono rojo (óxido de hierro)
muy degradada. Sus dimensiones son:

• Altura: 24 cm
• Diám. Base: 9 cm.
• Diám. Máximo: 16 cm.
• Diám. Boca: 7 cm. Lámina Jarra. Tipo II.
• Peso: 750 gramos.
• Capacidad: 1,500 cc (aprox.)
Tipo III. Se trata del tipo más abundante en
No hemos podido localizar paralelos con el yacimiento. Son ejemplares de gran tama-
características formales similares a este ejem- ño, con alturas que oscilan entre los 32 cm y
plar. El contexto arqueológico del hallazgo los 52 cm, siendo todos ellos de cuerpos con
nos induce a fechar la pieza, de manera tendencia elipsoide, cuello cilindrico alto y
cautelar, al menos desde el tránsito de los estrecho, y bordes rectos. Se establecen seis
siglos XI al XII, sin descartar su posible variantes en función a las diferencias en el
continuidad hasta el segundo tercio del siglo tratamiento de sus bases, hombros, disposi-
XIII. ción de las asas, acabado de los labios y
motivos decorativos, cuya técnica común a
todos ellos es la utilización del óxido de
manganeso.

Tipo IIIa. Jarra de base plana y cuerpo de


tendencia elipsoide vertical, cuello cilindri-
co estrecho alto. Borde recto, con labio
ligeramente redondeado. Dos asas en cinta
verticales que arrancan de la parte baja del
cuerpo hasta la parte media del mismo. Des-
de la parte media del cuerpo y hasta la base,
las paredes muestran una tendencia vertical.

118
Conserva restos de decoración a partir de manganeso con motivos decorativos de se-
óxido de manganeso, con motivos decorati- ries de trazos gruesos verticales, largos y
vos de gruesos trazos verticales, alternados ligeramente curvados, a lo largo del cuerpo,
con trazos cortos, también verticales, en hom- intercalando entre ellos motivos en forma de
bro y parte central de cuerpo. Completan los "hoz". Trazos gruesos horizontales en cuello
motivos decorativos trazos gruesos horizon- y asas completan su decoración. Sus dimen-
tales en el cuello. Sus dimensiones son: siones son:

• Altura: 42 cm • Altura: 44 cm.


• Díam. Base: 11 cm • Diám. Base: 15 cm
• Diám. Máximo: 24 cm • Diám. Máximo: 28 cm.
• Diám. Boca: 9 cm. • Diám. Boca: 11 cm.
• Peso: 3,400 gramos • Peso: 4,900 gramos
• Capacidad: 5,500 cc (aprox.) • Capacidad: 10,000 cc. (aprox)

Lámina Jarra. Tipo IIIa.

Tipo IIIb. Jarra de base plana y cuerpo de


tendencia elipsoide vertical. Cuello cilindri-
co estrecho y alto. Borde recto y labio ligera-
mente redondeado. Presenta dos asas en cin-
ta verticales que arrancan de la parte central Lámina Jarra. Tipo IIIb.
del cuello hasta la parte media del cuerpo.
Conserva decoración a partir de óxido de

119
Tipo IIIc. Jarra de base plana y cuerpo elip-
soide vertical. Cuello cilindrico, estrecho y
alto, con fina incisión en el arranque de las
asas. Presente el borde recto apenas diferen-
ciado por otra fina incisión o acanaladura. El
labio es convexo y las dos asas son en cinta
verticales que arrancan desde la mitad del
cuello hasta la parte superior del cuerpo.
Presenta decoración a base de oxido de man-
ganeso, con motivos en grupos de dos a tres
pinceladas gruesas horizontales en el cuerpo
y verticales en cuello y asas. Sus dimensio-
nes son:

• Altura: 56 cm
• Diám. Base: 15 cm.
• Diám. Máximo: 36 cm.
Lámina Jarra. Tipo IIId
• Diám. Boca: 10 cm.
• Peso: 6,300 gramos.
• Capacidad: 15.000 cc. (aprox).
Tipo III d. Contamos con dos ejemplares, a
uno de ellos le falta un asa y el cuello. Se trata
de una jarra de base plana y cuerpo elipsoide
vertical. Cuello cilindrico estrecho y alto. Borde
recto apenas diferenciado con fina incisión. El
labio es convexo y ligeramente apuntado. Pre-
senta dos asas en cinta verticales que arrancan
desde la mitad del cuello hasta la parte supe-
rior del cuerpo. Conserva decoración a partir
de óxido de manganeso, con series de tres
trazos gruesos verticales y ligeramente curva-
dos, intercalando entre ellos motivos en forma
de "hoz", situados en el cuerpo del recipiente.
Completa la decoración series de trazos hori-
zontales en el cuello. Sus dimensiones son:

• Altura: 47 cm
• Diám. Base: 15 cm.
Foto Jarra tipo IIIc • Diám. Máximo: 28 cm.
• Diám. Boca: 10 cm.
• Peso: 4.100 gramos.
• Capacidad: 10.000 cc. (aprox)

120
Tipo III e. Jarra de base plana y cuerpo
elipsoide vertical. Cuello cilindrico, estre-
cho y alto, con fina incisión en arranque de
asa. Borde recto apenas diferenciado por otra
fina incisión o acanaladura. El labio es plano.
Presenta dos asas en cinta verticales que
arrancan desde la mitad del cuello hasta la
parte superior del cuerpo. Conserva restos de
decoración a partir de óxido de manganeso
con series de tres trazos finos verticales y
curvados, que van enmarcando motivos de
trazos finos horizontales, todo ello en el
cuerpo del recipiente. El cuello también pre-
senta decoración a base de finos trazos hori-
zontales. Sus dimensiones son:

• Altura: 32 cm
• Diám. Base: 11 cm.
• Diám. Máximo: 21 cm. Lámina Jarra. Tipo IIIf
• Diám. Boca: 9 cm.
• Peso: 1,700 gramos.
• Capacidad: 4,000 cc (aprox.) Tipo III f. Jarra de base plana y cuerpo
elipsoide vertical. Cuello cilindrico, estre-
cho y alto, con fina incisión o acanaladura. El
borde es recto, apenas diferenciado por otra
fina incisión o acanaladura. El labio es re-
dondeado. Presenta dos asas en cinta vertica-
les que arrancan desde la parte media-baja
del cuello hasta la parte media del cuerpo. La
unión del cuello al cuerpo es de tendencia
rehundida (en hombro). Conserva decora-
ción a partir de óxido de manganeso con
gruesos trazos verticales y horizontales en
cuerpo y cuello del recipiente. Sus dimensio-
nes son:

• Altura: 52 cm.
• Diám. Base: 17 cm.
• Diám. Máximo: 34 cm.
• Diám. Boca: 10 cm.
• Peso: 6.900 gramos
Lámina Jarra. Tipo IIIe • Capacidad: 15.000 cc (aprox.)

121
173
AZUAR RUIZ, Rafael. El El tipo III de jarra obedece al tipo 3.1.1 Tipo IV. Contamos con un solo ejemplar. Se
Castillo del Río... p. 54-55.
174 b propuesto por Azuar Ruiz para el Castillo trata de una jarra de cuerpo elipsoide verti-
BAZZANA, André. "Las
excavaciones en la Magdalena del Río en Aspe.173 Se trata de un tipo am- cal. Cuello cilindrico estrecho y alto. El bor-
de Castellón. Estudio del yaci- pliamente documentado en el Levante y SE de es recto con labio ligeramente redondea-
miento y primeros resultados ar- peninsular, pudiendo presentar diversidad do. El cuello se presenta carenado. Muestra
queológicos" CPAC, 4 1977. de variantes, como en el caso del Cerro del dos asas en cinta verticales que arrancan
pp. 175-202.
175
COLL, J; MARTI, J; PAS-
Castillo de Yecla. En el ámbito geográfico desde la mitad del cuello hasta la parte supe-
CUAL, J. La cerámica y cambio valenciano se constata su presencia en el rior del cuerpo. Hacia la parte media de éste,
cultural... p. 60, número 2. Castillo de la Magdalena en Castellón,174 en el perfil se presenta ligeramente rehundido.
176
AZUAR RUIZ, Rafael. De- la ciudad de Valencia,175 en Cocentaina,176 en El exterior del ejemplar ofrece decoración
niaislámica... p. 117;figura51. el yacimiento de Santa Fe en Oliva177 y en el incisa a peine a base de dos bandas de finas
y p. 113; figura 47.
177
BAZZANA, André. "El ya- Castillo de la Torre Grossa de Jijona.178 En líneas onduladas en la parte media-alta del
cimiento medieval de Santa cuanto al ámbito geográfico murciano se ha cuerpo. Sus dimensiones son:
Fe..." p. 289; figura 26. documentado en Las Peñas de Fortuna,179 en
178
AZUAR RUIZ, Rafael. El Lorca,180 en el Castillo de Monteagudo181 y • Altura: 60 cm.
Castillo de la Torre Grossa... p.
47; Lámina, XV. ; número 50.
en el Pozo de San Nicolás de Murcia.182 Como • Diám. Base: 20 cm.
179
NAVARRO PALAZÓN, indica el propio Azuar Ruiz este tipo de jarra • Diám. Máximo: 35 cm.
Julio. La cerámica islámica... se localiza en contextos de una marcada • Diám. Boca: 12 cm.
pp. 26-27; números 52-53. impronta islámica, fechados entre finales del • Peso: 12,600 gramos.
180
Ibidem nota 179. p. 66; siglo XII y primera mitad del siglo XIII, • Capacidad: 20.000 cc. (aprox)
números 136-137.
181
Ibidem nota 179. p. 289;
observándose una continuidad en su produc-
número 381. ción hasta comienzos del siglo XIV, como Por el momento solo hemos hallado
182
NAVARRO PALAZÓN, ocurre con los ejemplares documentados en paralelos a este tipo en el Castillo de Cieza
Julio. Una casa islámica... pp. Almería183 o en Paterna y Manises.184 (Murcia)185 y en el Pozo de San Nicolás de
140-142; números 70-73.
183 Murcia.186
FLORES ESCOBOSA, I;
MUÑOZ MARTÍN, M. Vivir
en al-Andalus. Exposición de
cerámicas, (siglos Xl-XIV). Al-
mería, 1993. p. 133; número 13.
184
AMIGUES, F; MESQUI-
DA, M. Un horno medieval de
cerámica. «El testar del
Molí» Paterna (Valencia).
Madrid, 1987. pp. 47-49. Los
autores denominan la serie como
Cántaros.
185
NAVARRO PALAZÓN,
Julio La cerámica islámica... p.
4; número 5.
186
NAVARRO PALAZÓN,
Julio. Una casa islámica... p.
144; número 79.

Lámina Jarra. Tipo IV.


187
mentó hemos podido identificar siete tipos ROSELLÓ BORDOY, Gui-
llermo. El nombre de las co-
de jarritas, que bien pueden presentarse sin
sas... p. 165.
decorar, decoradas con óxido de manganeso, 188
Véase apartado 3.2.1 del pre-
esgrafiadas o a cuerda seca parcial, en este sente trabajo. Muestra 10. (Aná-
último caso con menor frecuencia. Dos tipos lisis mineralógico).
189
de pastas se emplean para la serie. El primer Véase aparatado 3.2.1 del
presente trabajo. Muestra. 4.
tipo, utilizado para las pintadas y esgrafia-
das, es compacta de color blanco rosáceo,
predominando la calcita sobre el cuarzo, los
filosilicatos y el feldespato.188 El segundo
tipo de pasta, el empleado para los ejempla-
Foto serie Jarras. Tipos I y III.
res decorados a cuerda seca parcial, es com-
pacta de color naranja, predominando los
filosilicatos y la dolomita sobre el cuarzo, el
feldespato y la calcita. El análisis químico de
Serie Jarrita la decoración en este segundo grupo indica
un alto contenido de cobre, correspondiendo
Se trata de un recipiente cuya función a la cubierta de color verde, además, aunque
básica es beber, si es de boca ancha, y escan- en menor cuantía, hay presencia de plomo y
ciar, si es de cuello alto. Su nombre en árabe manganeso. El óxido de plomo se aplica para
es Barrado, pues jarrita es un diminutivo la cubierta de ambas caras del recipiente,
romance del étimo árabe Yárra.187 mientras que los óxidos de manganeso y
cobre se utilizan para los elementos decora-
La representatividad de la serie en el tivos de la cara exterior.189
yacimiento es la de mayor frecuencia del
conjunto, con un 10,56 % del total de regis- Tipo I. El ejemplar documentado en el Cerro
tros inventariados, constatándose en mayor del Castillo de Yecla (Fortaleza-reducto prin-
cantidad en la madina S-SE . Hasta el mo- cipal) solo conserva parte de su cuerpo. Co-
rresponde a un tipo de j arrita de cuerpo globu-
lar, con fondo que suele llevar anillo de solero
y cuello troncocónico invertido alto, ancho y
de tendencia exvasado, con borde fino y labio
apuntado. Presenta dos asas verticales de
sección ovalada o rectangular, que arrancan
de la parte media hasta la parte central de
cuerpo. Conserva decoración a cuerda seca
parcial, con motivo en forma de herradura.
Además del ejemplar que aquí presentamos,
se han documentado, de manera muy frag-
mentada, 127 registros en los que predomi-
Foto serie Jarrita. Tipos III, IV, VI. Jarro Tipo I nan los motivos decorativos vegetales.

123
190
RETUERCE VELASCO, Corresponde esta jarrita al tipo C.08a Corresponde al tipo de jarrita 4.3.1. h.
Manuel. La cerámica andalu- propuesta por Retuerce Velasco para el área propuesto por Azuar Ruiz para el Castillo del
5L.tl.pp. 184-186;t.2 p. 113;
número 139. geográfica de La Meseta, marcando una cro- Río en Aspe.195 Como indica el propio Azuar
191
BAZZANA, André. La ce- nología que nos sitúa en el siglo X.190 En el este tipo viene ampliamente documentado en
rámica islámica... figura ámbito geográfico próximo al Cerro del Cas- el Levante y SE peninsular, y también en el
43.199,43.813. ;LERMA,J.V.; tillo de Yecla encontramos paralelos en norte de África. Sin embargo, es en el área
MIRALLES, I; SOLER, M.P.
"Cerámica Musulmana en el
Valencia,191 en el Castellar de Alcoy,192 murciana donde mayor número de ejemplares
Tossal de Sant Esteve. Valen- Murcia,193 y Cieza.194 En todos ellos las se registran. Además de los constatados en el
cia" II Coloquio de Cerámica fechas propuestas nos sitúan en el tránsito Castillo de Río en Aspe, los encontramos
Medieval en el Mediterráneo entre los siglos XI al XII. también en Santa Fe de Oliva,196 El Castillo
Occidental. Toledo, 1981. Ma-
de la Torre Grossa de Jijona,197 El Castillo de
drid, 1986. pp. 155-163..Figu-
ra, 1.3. la Mola en Novelda,198 en Elche,199 en Lor-
192
AZUAR RUIZ, Rafael. De- ca,200 en el Castillo de Monteagudo de Mur-
nla islámica... p. 63. cia,201 en el Pozo de San Nicolás de Murcia202
193
NAVARRO PALAZÓN, y en la calle Polo Medina de Murcia,203 en la
Julio. Cerámica islámica... nú- calle San Nicolás-Riquelme de Murcia.204 La
meros 305, 513, 515-519.
194
Ibidem nota 193. número de cronología propuesta en todos ellos nos sitúa
catálogo 10. en la primera mitad del siglo XIII.
195
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Río... p. 68.
196
BAZZANA, André. "El ya-
cimiento medieval de Santa
Fe..." p. 287; Figura 24.
197
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de la Torre Grossa... p.
53. Lámina, XX-58
198
NAVARRO POVEDA, C.
" Los niveles islámicos del Cas-
tillo de la Mola (Novel-
da. Alicante) "I1CAME.1987. t.
III. p. 68, lámina 2,4.
199
RAMOS FERNÁNDEZ, R;
PÉREZ MOLINA, T. "Excava- Lámina. Jarrita. Tipo I.
ciones Arqueológicas en la
muralla medieval de Elche" P.E.
1988. p. 52; números 34-35; p. Tipo II. La frecuencia de este tipo de jarrita en
53, número 40.
200 el yacimiento es baja y se presenta muy frag-
NAVARRO PALAZÓN,
Julio. Cerámica islámica... p. mentada, localizándose casi por igual en la
49, números 98-99; pp. 98-101, fortaleza (reducto principal) y en la madina S-
números 206, 207, 210, 211 y SE. Responde a un recipiente con pie anular y
212. cuerpo de tendencia globular. Cuello cilindri-
201
Ibidem nota 200. pp. 293-
294, números 630-631. co ancho y bajo. Presenta borde recto y labio
202
NAVARRO PALAZÓN, apuntado, biselado al exterior. Conserva deco-
Julio. Una casa islámica... pp. ración pintada con oxido de manganeso y es-
188-191, números 208-215. grafiada con retícula entre metopas y espirales. Lámina Jarrita. Tipo II.

124
203
Tipo III. Este tipo viene definido por un POZO MARTÍNEZ, Inda-
lecio. " Un baño islámico..." p.
ejemplar completo que formaba parte del 94; figura 49-50.
ajuar cerámico hallado en la ocultación de la 204
GALLEGO GALLARDO,
casa número 5 de la madina S-SE. Se trata de J. "Memoria de Excavaciones
un recipiente con repie anular y cuerpo de Urgencias realizadas en la
calle San Nicolás. Riquelme.
globular. Presenta cuello cilindrico, ancho y (Murcia) Octubre 1988-Enero,
corto. Muestra borde recto, ligeramente in- 1989. Memorias de Arqueolo-
vasado, con el labio apuntado y biselado al gía, 4. (1989) Murcia, 1993. p.
interior. Porta cuatro asas en cinta verticales. 363, lámina 2, número 14.
205
Conserva decoración pintada al manganeso AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de la Torre Grossa... p
y esgrafiada con motivo en retícula entre 55; número 62.
metopas, en cuello y parte central del cuerpo. 206
NAVARRO PALAZÓN,
Las asas se decoran con trazos gruesos al Julio. La cerámica islámica...
manganeso. Sus dimensiones son: p. 93; número catálogo 194.

• Altura: 12 cm
• Diám. Base: 8 cm.
• Diám. Máximo: 12 cm.
• Diám. Borde: 8 cm. Lámina Jarrita. Tipo III.
• Peso: 175 gramos.
• Capacidad: 350 cc (aprox.)

Por el momento hemos podido hallar


dos paralelos. El primero, documentado en el
Castillo de la Torre Grossa de Jijona,205
ejemplar éste que carece de fondo; y el se-
gundo, en la Plaza del Cardenal Belluga de
Lorca,206 marcando una cronología que nos
sitúa en la primera mitad del siglo XIII.

Tipo IV. Este tipo viene representado por un


único ejemplar que formaba parte del ajuar
cerámico hallado en la ocultación de la casa
número 5 de la madina S-SE. Se trata de una
jarrita de base ligeramente convexa. Cuerpo
globular con acanaladuras. Presenta cuello
cilindrico ancho y corto, con borde recto y
labio ligeramente biselado al interior. Cuen-
ta con dos asas en cinta verticales que arran-
can desde el borde hasta la parte media del
cuerpo. Conserva decoración pintada con Foto Jarrita. Tipo III.
óxido de manganeso a partir de trazos tridi-
I

125
207
RETUERCE VELASCO, gitales en el cuello y en la parte media del Tipo V. Su presencia en el yacimiento es de
Manuel. La cerámica andalu- una frecuencia baja y fragmentada. Hemos
cuerpo. Su dimensiones son:
sí... t. 1, pp. 213-214. ; t 2. p.
125; número 187. podido identificar un ejemplar , que nos ha
208
AZUAR RUIZ, Rafael. El • Altura: 15 cm. permitido comprobar que se trata de una
Castillo del Río... p. 66. • Diám. Base: 9 cm. jarrita de base plana y cuerpo de tendencia
209
BAZZANA, André. "El ya- • Diám. Máximo: 16 cm. globular. Presenta un cuello troncocónico
cimiento medieval de Santa
Fe..." p. 283; figuras, 18-23
• Diám. Borde: 11 cm. invertido, estrecho y corto. El borde es lige-
210
GISBERT, J. A.; BURGUE- • Peso: 475 gramos. ramente exvasado (el labio no se ha conser-
RA, V.; BOLUFER, J. La cerá- • Capacidad: 1000 cc. (aprox.) vado). Muestra decoración pintada con óxi-
mica de Daniya... p. 78; figura do de manganeso a partir de trazos gruesos o
17.1; número de catálogo: 33.
211 Corresponde al tipo C.25a propuesto manchones en parte media del cuerpo y cue-
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de la Torre Grossa... p. por Retuerce Velasco para el área de La llo. Su dimensiones son:
54; lámina XX. Meseta,207 pudiendo corresponder, con lige-
212
RAMOS FERNÁNDEZ, R.; ras diferencias formales, al tipo de jarrita • Altura: 9 cm.
PÉREZ MOLINA, T. "Exca- 4.2.1 b propuesto por Azuar Ruiz para el • Diám. Base: 4,5 cm.
vaciones arqueológicas en la
muralla... " p. 54.; número 43-
Castillo del Río en Aspe.208 Paralelos de este • Diám. Máximo: 7 cm.
44. tipo los hallamos en Santa Fe de Oliva,209 en • Diám. Boca: 3,8 cm.
210
213
NAVARRO PALAZÓN, Denia, El Castillo de la Torre Grossa de • Peso: 75 gramos.
Julio. La cerámica islámica... Jijona,211 en Elche,212 en Lorca,213 en la calle • Capacidad: 150 cc. (aprox)
pp. 103-104;números217-221. San Nicolás Riquelme de Murcia,214 y en el
214
GALLEGO GALLARDO,
J. "Memoria de excavaciones Pozo San Nicolás de Murcia.215 Guarda ciertas similitudes formales con
de urgencias en la calle San el tipo de jarrita 4.1.2 b propuesto por Azuar
Nicolás..." p. 365; láminas 3, Este tipo de jarrita nos marcaría una Ruiz para el Castillo del Río de Aspe.220
25 y 31. cronología fijada en la primera mitad del Comprobados los paralelos que documenta
215
NAVARRO PALAZÓN,
Julio. La cerámica islámica...
siglo XIII. Como indica Retuerce Velasco, Azuar, advertimos que nuestra pieza, hallada
pp. 196-198; números, 229,230, es un tipo propio del periodo de las dinastías en la Torre NW de la fortaleza, nada tiene
231,232,233. africanas, en concreto de época almohade, que ver con ellas desde un punto de vista
216
AZUAR RUIZ, Rafael. La pudiendo tratarse de una forma evoluciona- tipológico, tanto en el tratamiento de las asas,
Rábita Califal de las Dunas... da de la jarrita que él denomina C. 12 y que se como, y fundamentalmente, por las formas
p. 127.
217
AZUAR RUIZ, Rafael. El fecha en época omeya (siglo X); por otra de los cuellos. El contexto arqueológico del
Castillo del Río... p. 67. parte, también se documenta para este perio- hallazgo nos marca una cronología que po-
218
PONCE GARCÍA, J; PU- do en la Rabita Califal de la Dunas en Alican- dríamos situar entre finales del siglo XII y
JANTE MARTINEZ, A. "In- te, correspondiendo al tipo de 3.1 propuesto primera mitad del siglo XIII.
forme preliminar sobre las ex-
cavaciones arqueológicas rea-
por Azuar Ruiz.216 Estaríamos por tanto ante
lizadas en la Iglesia de Santa una forma evolucionada que perduraría en el Tipo VI. Representada por un único ejem-
María del Rabal de Jumilla tiempo, al menos durante el siglo XIII y hasta plar que formaba parte del ajuar cerámico
(Murcia)" Memorias de Arqueo- comienzos del siglo XIV, como queda tam- hallado en la ocultación de la casa número 5
logía, 4. (1989). Murcia, 1993.
bién de manifiesto en el Castillo del Río en de la madina S-SE. Se trata de una jarrita de
p. 572; figura, 18.
219
FLORES ESCOBOSA, I;
Aspe,217 en Santa María del Rabal en Jumi- base plana y cuerpo globular con acanaladu-
MUÑOZ MARTÍN, M. Vivir lla218 y en la ciudad de Almería.219 ras. Presenta cuello cilindrico ancho y alto.
en al-andalus... p. 98. El borde es recto con labio redondeado. Cuen-
ta con dos asas en cinta verticales que arran-

126
220
hasta la parte superior del cuerpo, aparecien- AZUAR RUIZ, Rafael. El
do éste decorado con trazos digitales pinta- Castillo del Río... p. 62 El tipo
se establece sobre la base de una
dos al manganeso, al igual que el cuello de la pieza que solo conserva su base
pieza. y parte del fondo.
221
AZUAR RUIZ, Rafael. El
El tipo de pasta y sobre todo el trata- Castillo de la Torre Grossa... p.
51; número 55
miento en el acabado de la pieza nos inclina 222
NAVARRO PALAZÓN,
a relacionarla, desde un punto de vista crono- julio. La cerámica islámica... p.
lógico, con el ataifor tipo IV y el cuenco tipo 243; número 223.
II analizados en la presente monografía y que
cabría fechar en el tránsito de los siglos XI al
XII.

Lámina Jarrita. Tipo V.

can desde la parte superior del cuello hasta la


parte media del cuerpo. No conserva decora-
ción. Sus dimensiones son:

• Altura: 8 cm.
• Diám. Base: 4 cm.
• Diám. Máximo: 7 cm.
• Diám. Boca: 5,5, cm.
• Peso: 100 gramos.
• Capacidad: 200 cc.
¡ Lámina Jarritas. Tipos III, IV y VI.
Hemos podido hallar dos paralelos de
características formales similares a la pieza
descrita. Un ejemplar documentado en el Tipo VIL Este tipo aparece representado en el
Castillo de la Torre Grossa de Jijona221 y yacimiento con una frecuencia baja y muy
cuya cronología ofrece dudas, adscribiéndo- fragmentado. Hemos podido identificar un
se al siglo XIII; y el segundo, un ejemplar ejemplar casi completo (2/3 partes del reci-
documentado en Murcia,222 de cronología piente), hallado en la fortaleza (reducto princi-
incierta y con ciertas diferencias formales en pal) en niveles islámicos. Se trata de una jarrita
el tratamiento del arranque de las asas, que en de base plana y cuerpo globular. Presenta cue-
este caso lo hace desde el labio del cuello llo cilindrico ancho y alto. El borde es recto,

127
223
RETUERCE VELASCO, ligeramente invasado con labio apuntado. Con-
Manuel. La cerámica andalu- taba con dos asas en cinta verticales, que arran-
sí... t. 1, pp. 213-215. ; t 2 pp.
124 y 140. caban probablemente desde el borde hasta la
224
AZUAR RUIZ, Rafael. La parte media del cuerpo. Conserva decoración
Rabita Califa! de las Dunas... en tono rojo (óxido de hierro) a partir de filetes
pp. 118-119 paralelos bajo borde y parte superior del hom-
225
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
llermo. Nuevas formas en las
bro. La decoración se efectúa sobre cubierta de
cerámicas de época islámica... engalba blanca. Sus dimensiones son:
figura 11-1
226
RETUERCE VELASCO, • Altura: 15 cm.
Manuel. La cerámica andalu- • Diám. Base: 6,7 cm.
sí... t. 1, pp.- 139; t. 2. p. 115.
números 151-154. • Diám. Máximo: 13 cm.
• Diám. Boca: 10 cm.
• Peso: 250 gramos (parcial)
•Capacidad: 1.200 cc. (aprox.)

Podría corresponder al tipo C.25 pro-


puesto por Retuerce Velasco para el área de
La Meseta223 y cuya cronología se establece a
comienzos del siglo XIII. Existe una diferen-
cia formal entre los ejemplares méseteños y el
documentado en el Cerro del Castillo de Ye-
cla, y es, el tratamiento de la base, que en
nuestro caso no es convexa sino plana. Este
ejemplar presenta características formales muy
similares al tipo I de Jarro, que fue hallado en
la ocultación de la casa número 5 de madina S-
SE, como veremos más adelante, con la única
diferencia entre ambos en el número de asas.
El jarro tipo I del Cerro del Castillo de Yecla
tiene sus antecedentes en el jarro tipo 4.1 Lámina Jarrita. Tipo VIL
propuesto por Azuar Ruiz para la Rábita Ca-
lifal de la Dunas en Alicante,224 en el tipo de
jarro 4Bh propuesto por Roselló Bordoy,225 y
en el tipo de Jarro C.12b propuesto por
Retuerce Velasco para La Meseta.226 En los
tres casos fechados en el siglo X. Así pues, la
jarrita tipo VII del Cerro del Castillo de Yecla,
y en función a su propio contexto arqueológi-
co, debe responder a un tipo de época califal
evolucionado, cuya cronología establecemos
en el tránsito de los siglos XI al XII.

128
227
Serie Jarro. este jarro queda asociado al jarro tipo 4Bh ROSELLÓ BORDOY, Gui-
llermo. Los nombres de las co-
propuesto por Roselló Bordoy230 y al jarrito
sas... p. 166.
Útil cuyo uso es básicamente escanciar emiral-califal identificado por Zozaya.231 Su 228
Véase apartado 3.2.1 del pre-
líquidos, de ahí que porte un solo asa y pico presencia se constata en el grupo II de cerá- sente trabajo. Muestra 11 (Aná-
vertedor o pitorro, o ninguno de los dos. El mica sin vidriar de Almería232,en Alcalá la lisis mineralógico)
229
nombre árabe es Qadh.227 Su presencia en el Vieja,233 guardando en este último caso una AZUAR RUIZ, Rafael. La
Rábita Califal de la Dunas de
yacimiento es de una frecuencia baja, con un clara asociación con la forma C. 12b propues- Guardamar... pp. 118-119
0,78 % del total de registros inventariados, y ta por Retuerce Velasco para La Meseta.234 En 230
ROSELLÓ BORDOY, Gui-
de ellos, casi su totalidad proceden de la el área murciana se constata su presencia en llermo. Nuevas formas en la
fortaleza (reducto principal). Hasta el mo- el Cabecico de las Peñas de Fortuna.235 cerámica... figura 11-1.
231
mento hemos podido identificar dos tipos. ZOZAYA, J. "Aperçu gene-
rale sur la ceramique... p. 267;
Así pues, el jarro tipo I, la jarra tipo I y figura 2d.
Tipo I. Representado por un único ejemplar la jarrita tipo VII procedentes del Cerro del 232
DUDA, D. "Pechina bei
completo que formaba parte del ajuar cerá- Castillo de Yecla, por su propio contexto Almería ais fundort Sapnish-
mico hallado en la ocultación de la casa arqueológico, hemos de considerarlas for- Islamicher Keramik" Madeider
Mitteilungem, 12. p. 270; lámi-
número 5 de la madina S-SE. Se trata de un mas evolucionadas de tipos propios de época na 3.
jarro de base ligeramente convexa y cuerpo califal, debiendo establecer su cronología en 233
ZOZAYA, J; FERNÁNDEZ
de tenencia globular. Presenta cuello cilin- el tránsito de los siglos XI al XII. URIEL, P. "Excavaciones en la
drico ancho y alto, con borde recto y labio fortaleza de Qa'at Add Al-
Salam.(Alcalá de Henares.
plano. Cuenta con un asa en cinta lateral. La
Madrid)".Noticiario Arqueoló-
pasta empleada es compacta de color rosá- gico Hispano, 17. (1983) pp.
ceo, presentando huecos y acumulaciones de 443-448.
234
carbonates de color castaño rojizo, predomi- RETUERCE VELASCO,
nando la calcita sobre los filosilicatos, el Manuel. La cerámica andalu-
sí... t. 1, pp. 139; t. 2, p 115.
cuarzo y la dolomita.228 Conserva decora- Números 151 y 154.
ción pintada en exterior con óxido de hierro. 235
NAVARRO PALAZON,
Los motivos decorativos son filetes parale- Julio. La cerámica islámica...
los bajo borde y parte inferior del cuello. Sus p. 29, número 58.
dimensiones son:

• Altura: 21 cm.
• Diám. Base: 8,5 cm.
• Diám. Máximo. 17 cm.
• Diám. Boca: 11 cm.
• Peso: 950 gramos.
• Capacidad: 1.500 cc.

Este tipo podría asociarse al jarro tipo


4.1 documentado por Azuar Ruiz en la Rábi-
ta Califal de las Dunas de Guardamar en
Alicante y cuya cronología se establece en un
momento anterior al año 944.229 Para Azuar Lámina Jarro. Tipo I.

129
236
Véase apartado 3.2.1 del Tipo II. Representado por un solo ejemplar Serie Jofaina.
presente trabajo. Muestra 15. localizado en la fortaleza (reducto principal)
(Análisis mineralógico)
237
AZUAR RUIZ, Rafael. El en niveles de ocupación de época cristiana. Se trata de una forma abierta identifica-
Castillo de la Torre Grossa... p. - Se trata de un jarro o jarrito al que le falta la da con el ataifor, aunque de menores dimen-
61; Lámina XXVI, 76. base y parte del cuerpo que es de tendencia siones. Mientras que el ataifor se suele utili-
238
ROSELLÓ BORDO Y, Gui- esférica. Presenta cuello cilindrico alto y zar como fuente de alimentos, la jofaina es de
llermo. El nombre de las co-
sas... p.167.
ancho con borde exvasado y labio redondea- uso individual. Su nombre en árabe es
239
Véase apartado 3.2.1 del do. La pasta empleada es compacta de color Yafna.238 Su presencia en el yacimiento es de
presente trabajo. Muestra 8 rojo, predominando el cuarzo sobre los filo- una frecuencia media alta, con un 3,60 % del
(Análisis mineralógico)
240
silicatos, la dolomita y la calcita.236 No pre- total de registros inventariados.
Ibidem nota 239. Muestra 9. senta decoración. Sus dimensiones son:
(Análisis mineralógico).
241
Ibidem nota 239. Muestras 8 Hasta la fecha hemos podido identificar
y 9 (Análisis químico). • Altura conservada: 10 cm. tres tipos de jofainas. Son dos los tipos de
• Diámetro máximo: 10 cm. pastas empleados en esta serie. El primero, es
• Diámetro boca: 8 cm. compacta de color rojo con abundantes hue-
cos junto con cristales blancos, predominan-
El jarrito, por su propio contexto ar- do el cuarzo y la calcita, sobre la dolomita y
queológico, habría de fecharlo entre el tercer los filosilicatos.239 El segundo tipo de pasta
tercio del siglo XIII y comienzos del siglo es porosa de color castaño grisáceo, presen-
XIV, pudiendo asociarse a un jarrito de ca- tando acumulaciones de carbonatos de color
racterísticas similares documentado en el blanco y cristales blancos. Predomina el cuar-
Castillo de la Torre Grossa de Jijona.237 zo sobre el feldespato, los filosilicatos (es-
mactita), la calcita y la dolomita.240

Por lo que se refiere a la decoración y


cubiertas, suelen emplearse los óxidos de
cobre, hierro y plomo.241

Tipo I. Es el más frecuente de la serie, al


tiempo que aparece muy fragmentado. Por el
momento hemos podido identificar seis ejem-
plares (cuatro en la madina S-SE y dos en el
reducto principal de la fortaleza), que obede-
cen a una jofaina con repie anular y cuerpo con
tendencia esférica. Presenta borde exvasado y
labio ligeramente apuntado. Conserva cubier-
ta de vedrío melado. Sus dimensiones oscilan:

• Altura: 3,5 cm - 4,5 cm


• Diám. Base: 4 cm - 6 cm
• Diám. Máximo: 11 cm - 14 cm
Lámina Jarro. Tipo II. • Diám. Boca: 11 cm - 14 cm

130
242
• Peso: 50 gramos - 75 gramos se documenta en Denia,252 en Valencia,253 AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Río... pp. 84,86-87.
• Capacidad: 150 cc - 200 cc Santa Fe de Oliva,254 en Cocentaina,255 en el
correspondería al tipo 7.2.1 j;
Castellar de Alcoy,256en el Castillo de la ROSELLÓ BORDOY, Guiller-
Según Azuar Ruiz este tipo podría iden- Torre Grossa de Jijona,257 en el Castillo de mo. Nuevas formas cerámicas...
tificarse con el ataifor Illb propuesto por Monteagudo de Murcia,258 en Lorca,259 y en p. 344; figura 3, número 3.
243
Roselló Bordoy, fechado entre fines del siglo Murcia.260 En todos ellos la cronología para GISBERT, J.A; BURGUE-
RA, V; BOLUFER, J. La Cerá-
XII y comienzos del siglo XIII.242 Se ha po- este tipo de jofaina nos sitúa entre finales del mica de Daniya... p. 88, figura
dido identificar en Denia,243 en el Castillo de siglo XII y la primera mitad del siglo XIII. 21-11.
la Torre Grossa de Jijona,244 en el Cerro del 244
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de Cieza,245 el Pozo San Nicolás de Castillo de la Torre Grossa... p.
31, Lámina III, 6.
Murcia,246 en el Convento de Santa Clara de 245
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
Murcia,247 en la calle Polo Medina de Mur- lio. Cerámica islámica... p. 7;
cia, 248 en la calle San Nicolás. Riquelme de número 11
Murcia249 y en la calle Pinares de Murcia.250 246
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
lio. Unacasaislámica...pp. 162-
163; números 126-131.
Tipo II. Al igual que ocurre con el tipo I de 247
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
jofaina aparece en un elevado grado de frag- lio. La cerámica islámica... p.
mentación. Hasta ahora hemos podido identi- 227; número 488.
248
ficar tres ejemplares (madina S-SE). Se trata POZO MARTÍNEZ, Indale-
de una jofaina de base con repie anular. Pre- cio. "Un baño islámico..." p. 89;
figura 13.
senta una inflexión de la pared en la parte 249
GALLEGO GALLARDO, J.
inferior del cuerpo. El borde es exvasado con "Memoria de excavaciones de
el labio ligeramente apuntado. Conservan cu- urgencias en la calle San Nico-
bierta vitrea de color verde turquesa en todo el lás..." p. 368; lámina 5, 52.
250
MANZANO MARTINEZ, J
cuerpo, quedando sin decorar su base. Uno de
y otros. "Una vivienda islámica
los ejemplares muestra una marca en relieve en la calle Pinares de Murcia"
con forma de espiral, situada en el centro del Memorias de Arqueología, 4.
Lámina Jofaina. Tipos I y II.
fondo en su interior. Sus dimensiones oscilan: (1989). Murcia, 1993. p. 407;
figura, 4-F
251
AZUAR RUIZ, Rafael. El
• Altura: 6 cm - 7,5 cm Tipo III. Representado por un solo ejemplar Castillo del Río... p.85; ROSE-
• Diám. Base: 6 cm - 7 cm. que formaba parte del ajuar cerámico hallado LLÓ BORDOY, Guillermo.
• Diám. Máximo: 18 cm - 20 cm en la ocultación de la casa número 5 de la Nuevas formas cerámicas... p.
344; figura 3, 2.
• Diám. Boca: 18 cm - 20 cm madina S-SE. Se trata de una jofaina de base 252
GISBERT, J.A; BURGUE-
• Peso: 300 gramos - 400 gramos con repie anular y cuerpo de tendencia esfé- RA, V; BOLUFER, J. La cerá-
• Capacidad: 800 ce - 900 cc. rica y moldurado en la parte que une con el mica de Daniya... p.88; figura
repie. Presenta borde exvasado con labio 21,5.
253
Este tipo queda asociado al tipo de plano. Conserva cubierta vitrea de color blan- COLL, J; MARTI, J.; PAS-
jofaina 7.2.4 j propuesto por Azuar Ruiz para co tanto en el exterior como en el interior de CUAL, J. Cerámica y cambio
cultural... p. 70, número 21.
el Castillo del Río en Jijona. El mismo Azuar, la pieza. Sus dimensiones son: 254
BAZZANA, André. "El ya-
identifica este tipo con el ataifor IIIc pro- cimiento medieval de Santa Fe..."
puesto por Roselló Bordoy.251 Con diferen- • Altura: 8 cm p. 301; figura 37.1,1; pp.312-
tes tipos de cubiertas y motivos decorativos • Diám. Base: 6,5 cm. 313; figura 48,1-4; figura 49,1.
255
AZUAR RUIZ) Rafael. De-
• Diám. Máximo: 21,5 cm Serie Marmita.
nia Islámica... p. 114; figura, 48.
256 • Diám. Boca: 21,5 cm.
Ibidem nota255. p. 150; figu-
ra 73. • Peso: 450 gramos. Se trata de un contenedor aplicable al
257
AZUAR RUIZ, Rafael. El • Capacidad: 1,000 cc. (aprox) fuego y cuya función es la de cocinar, con-
Castillo de la Torre Grossa... tando por lo general con paredes altas y bocas
p.31; lámina III, 5. Hasta el momento no hemos localizado no muy anchas. Suele llevar asideros, bien
258
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
lio. La cerámica islámica... p. ningún paralelo o correspondencia tipológi- asas, bien muñones para la sujeción. Su nom-
300, número 639. ca. Es probable que el tipo III de jofaina del bre en árabe es Burma, Quidr.265 Su presen-
259
Ibidem nota 258. p. 169; nú- Cerro del Castillo de Yecla pueda ser una cia en el yacimiento es de una frecuencia alta,
mero 83; p. 174; número 85. forma evolucionada de la jofaina tipo 7.2.3 k con un 8,60 % del total de registros inventa-
260
Ibidem nota 258. p.227; nú- propuesto por Azuar Ruiz para el Castillo del riados.
mero 489.; también del mismo
autor en Una casa islámica... pp. Río de Aspe, relacionada a su vez con la
165-166; números 140-141; p. forma B propuesta por Roselló Bordoy para Hasta el momento hemos podido iden-
170; números 153-155.
261
Mallorca,261 aun cuando existan notables di- tificar cuatro tipos de marmitas. Todos ellos
AZUAR RUIZ, Rafael. El ferencias en cuanto al tratamiento del cuer- emplean una pasta compacta de color rojo,
Castillo del Río... p. 85; ROSE-
LLO BORDOY, Guillermo. po, perfil de paredes y borde. observándose cristales blancos dispersos. Pre-
Ensayo de sistematización... domina el cuarzo sobre los filosilicatos (ilita),
p.57. De características similares a nuestro el feldespato, la calcita y la dolomita. Suelen
262
NAVARRO PALAZÓN, ejemplar se han documentado, en el área presentar cubierta vitrea interior de color
Julio. La cerámica islámica... murciana, en Lorca262, en el Pozo San Nico- melado y goterones de vedrío en exterior.266
p. 86; número 175.
263
Ibidem nota 262. p. 185;
lás de Murcia,263 y en la calle Cadenas de
número 397; del mismo autor Murcia.264 La cronología fijada para este tipo Tipo I. Es el tipo más abundante en el yaci-
en Una casa islámica... p. 163; de jofaina nos sitúa entre finales del siglo XII miento. Se presenta en un alto grado de
número 133. y el segundo tercio del siglo XIII. fragmentación, pudiendo identificar hasta la
264
Ibidem nota 262. p. 227;
número 487.
fecha tan solo cinco ejemplares (cuatro en la
265
ROSELLO BORDOY, Gui- madina S.E y uno en el reducto principal de
llermo. El nombre de las co- la fortaleza). Viene a ser un recipiente de
sas... p. 168. base convexa con carena en la unión del
266
Véase apartado 3.2.1. del cuerpo, que es de tendencia esférica. El cue-
presente trabajo. Muestra 15.
llo es troncocónico, ancho y corto. El borde
es entrante con labio biselado al exterior.
Muestra dos asas en cinta verticales. Conser-
va cubierta vitrea de color melado en interior
y goterones en exterior. Sus dimensiones
oscilan:

• Altura: 17 cm - 21 cm
• Diám. Base: 13 cm - 14 cm
• Diám. Máximo: 18 cm - 22 cm
• Diám. Boca: 10 cm - 11 cm
• Peso: 700 gramos - 1,000 gramos
Lámina Jofaina. Tipo III. • Capacidad: 2,500 cc - 3,500 cc

132
267
Esta marmita se asocia al tipo 11.2.2 j • Altura: 15 cm AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Río... p. 107
propuesto por Azuar Ruiz para el Castillo del • Diám. Base: 7,5 cm 268
NAVARRO PALAZÓN,
Río en Aspe.267 Se documenta el Pozo San • Diám. Máximo: 14,5 cm. Julio. La cerámica islámica...
Nicolás de Murcia,268 en el Castillo de • Diám. Boca: 8,5 cm. pp. 172-174; Una Casa islámi-
Cieza,269 en la calle San Nicolás.Riquelme • Peso: 500 gramos. ca... pp. 115-121.
269
de Murcia,270 fechados en todos los casos • Capacidad: 1,200 cc. Ibidem nota 268. p. 2; nume-
ro 2, figura 1.
entre los siglos XII y XIII. 270
GALLEGO GALLARDO,
De características similares se docu- J. " Memoria de excavaciones
mentan cuatro piezas en el Pozo San Nicolás de urgencias..." p. 367; figura
de Murcia,271 que al igual que la nuestra, 1-4.
271
muestran un cambio de funcionalidad con la NAVARRO PALAZON,
Julio. Una casa islámica... pp.
apertura postcochura de una serie de orifi- 127-128; números 36, 37, 38 y
cios en su fondo. Ello puede estar indicando 39.
272
que la primitiva marmita pasa a convertirse Tales consideraciones vie-
en un colador o quesera.272 Su cronología nen confirmadas en CRES-
SIER, Patrice; RIERA FRAU,
nos situaría a fines del siglo XII y primera María Magdalena; ROSELLÓ
mitad del siglo XIII. BORDOY, Guillermo. La ce-
rámica tardo almohade...p. 12;
Tipo III. Viene representado por dos piezas figura 4,3. En este estudio se
hace referencia a la quesera do-
completas que formaban parte del ajuar cerá- cumenta por DOMÍNGUEZ,
mico hallado en la ocultación de la casa FLORES Y MUÑOZ, en el
número 5 de la madina S-SE. Ambos, res- Cerro del Santo Espíritu de Vera
ponden a dos variantes de este tipo. (Almería); tratándose de una
pequeña marmita con orificios
circulares en su base, asocián-
Tipo IIIa. Marmita de base convexa y cuerpo dose con la documentada por
globular con acanaladuras y carena en la MALPICA, BARCELÓ,
Lámina Marmita. Tipo I. CRESSIER Y ROSELLO en el
unión de su base. Presenta un cuello cilindri-
co bajo y ancho. Borde recto con labio redon- Castillejo de los Guajares de
Granada. En Ambos casos las
deado en interior. Muestra dos asas en cinta piezas se adscriben a un mo-
Tipo II. Tipo representado por un único verticales. Conserva cubierta vitrea de color mento tardío entre el segundo
ejemplar que formaba parte del ajuar cerámi- melado en interior y goterones en exterior. tercio y el tercer tercio del siglo
co hallado en la ocultación de la casa número Sus dimensiones son: XIII.
5 de la madina S-SE. Se trata de una marmita
de base convexa y cuerpo globular con aca- • Altura: 9 cm
naladuras. Presenta cuello cilindrico ancho y • Diám. Base: 8 cm
alto. El borde es exvasado con labio ligera- • Diám. Máximo: 14 cm.
mente redondeado. Muestra dos asas en cita • Diám. Boca: 8 cm.
verticales. En el fondo de la pieza se advier- • Peso: 250 gramos.
ten dieciocho pequeños orificios circulares. • Capacidad: 500 cc. (aprox)
Conserva cubierta vitrea de color melado en
interior y goterones en exterior. Sus dimen- De características similares se ha do-
siones son: cumentado un ejemplar en el Pozo San Nico-

133
273
NAVARRO PALAZÓN, las de Murcia,273 fechada entre finales del
Julio. Una casa islámica... p. siglo XII y el primer tercio del siglo XIII. El
14; número 3.
274
RUIZ MOLINA, Liborio. contexto arqueológico del hallazgo de nues-
Aproximación a la cultura ma- tra pieza nos permite ampliar la secuencia
terial... la fecha propuesta para cronológica hasta el segundo tercio del siglo
la ocultación coincide con el XIII.274
momento de la conquista cris-
tiana, (c.l 240)
275
CRESSIER, Patrice; RIE- Tipo IIIb. Marmita de base convexa y cuerpo
RA FRAU, María Magdalena; globular con acanaladuras y carena en la
ROSELLO BORDOY, Guiller- unión de su base. Presenta un cuello cilindri-
mo. La cerámica tardo almo- co ancho y bajo. Borde ligeramente exvasa-
hade... p. 27.; cuadro III. Los
autores hacen referencia al do con labio redondeado. Muestra dos asas
ejemplar documentado en el en cinta verticales. Conserva cubierta vitrea
Castillejo de los Guajares de de color melado en interior y goterones en
Granada por MALPICA, Foto Marmitas. Tipos II, IIIa y IIIb.
exterior. Sus dimensiones son:
CRESSIER, BARCELÓ Y
ROSELLÓ. Esta tiene la fun-
ción de quesera y muestra algu- • Altura: 6,5 cm.
nas diferencias con el tipo III b • Diám. Base: 5,5 cm.
del Cerro del Castillo de Yecla • Diám. Máximo: 9 cm.
en el tratamiento del cuerpo de
la pieza.
• Diám. Boca: 5 cm.
• Peso: 100 gramos.
• Capacidad: 150 cc. (Aprox)

Una pieza de características similares se


documenta en el Castillejo de los Guajares de
Granada, cuya cronología se establece entre
el segundo y tercer tercio del siglo XIII.275 El
análisis del tipo III del Cerro del Castillo de
Yecla parece evidenciar que nos encontra-
mos con dos variantes bien definidas, siendo
el IIIb probablemente una forma evoluciona-
da del IIIa, advirtiéndose en ellos ligeras
diferencias en el tratamiento del borde y
labio. A nuestro juicio este tipo habría que
fecharlo, en razón a su contexto arqueológi-
co, entre finales del siglo XII y segundo Lámina Marmitas. Tipos II, IIIa y IIIb.
tercio del siglo XIII.
base convexa y cuerpo de tendencia esférica.
Tipo IV. Viene representado por un ejemplar Presente cuello cilindrico alto y ancho. El
fragmentado hallado en la fortaleza (reducto borde es recto y diferenciado del cuerpo por
principal), en niveles de ocupación cristiana. una acanaladura apenas pronunciada. El la-
Se trata de una marmita de tamaño medio de bio es plano. Muestra dos asas en cinta verti-

134
276
cales que arrancan desde la parte superior del Serie Orza / Orcita. ROSELLÓ BORDOY, Gui-
cuello hasta la parte superior del cuerpo. No llermo. El nombre de las co-
sas... p. 164.
presenta decoración. Sus dimensiones son: Se trata de un recipiente de tamaño
medio destinado a contener los elementos
• Altura: 17 cm. necesarios para el cocinado de alimentos:
• Diám. Base: 11 cm. sal, especias, manteca, etc. Su nombre en
• Diám. Máximo: 18 cm. árabe es Quila.276 La presencia de esta serie
• Diám. Boca: 10 cm. en el yacimiento es de una frecuencia baja,
• Peso: 650 gramos. con un 1,96 % del total de registros inventa-
• Capacidad: 2,000 cc. (aprox.) riados. Solo hemos podido identificar hasta
el momento un tipo dentro de la serie. Se trata
Hasta el momento no hemos podido de un ejemplar completo que formaba parte
localizar paralelos a este ejemplar. Pueda del ajuar cerámico hallado en la ocultación
que se trate de una forma evolucionada de de la casa número 5 de la madina S-SE. Este
marmita corresponden un momento tardío, ejemplar podría asociarse, por su morfolo-
como parece indicar el contexto arqueológi- gía, a la serie marmita, aunque si bien no
co de la pieza, que fechamos entre el último presenta restos de haber sido un recipiente
tercio del siglo XIII y el primer tercio del expuesto al fuego.
siglo XIV.
La pieza en cuestión es de base ligera-
mente convexa y cuerpo globular con acana-
laduras pronunciadas. El cuello es troncocó-
nico invertido, ancho y bajo. Presenta borde
ligeramente exvasado con labio plano. Cuenta
con dos asas en cita verticales que arrancan
desde el hombro hasta la parte media del
cuerpo.

La pasta empleada es compacta de color


rojo, predominando el cuarzo sobre los filo-
silicatos, el feldespato, la calcita y la dolomi-
ta. Conserva cubierta de engalba marrón en
exterior. Sus dimensiones son:

• Altura: 20 cm.
• Diám. Base: 11 cm.
• Diám. Máximo: 24 cm.
• Diám. Boca: 13,5 cm
• Peso: 1,800 gramos
• Capacidad: 2,500 cc (Aprox)

Lámina Marmita. Tipo IV.


I
135
277
NAVARRO PALAZÓN, En opinión de Navarro Palazón, la Serie Plato.
Julio. Una casa islámica... p serie orza/orcita presenta una morfología
153; número 105.
278
AZUAR RUIZ, Rafael. El menos precisa, por la diversidad de tamaños, Identificamos como platos a la serie
Castillo de la Torre Grossü... p. lo que dificulta la identificación de la misma. asociada al ataifor y la jofaina solo que ads-
71; número 95. Hasta el momento, hemos hallado un ejem- crita a producciones mudéjares. Su presencia
279
Véase aparatado 3.2.1 del plar de características similares en el Pozo en el yacimiento es de una frecuencia baja,
presente trabajo. Muestra 3.
280 San Nicolás de Murcia, fechado en el primer con un 1,55 % del total de registros inventa-
LERMA J.V. La loza góti-
co-mudéjar en la ciudad de tercio del siglo XIII.277 Existen entre ambas riados, localizándose en su mayoría en la
Valencia... p. 157; número 107. piezas algunas diferencias formales en el fortaleza (reducto principal). La serie apare-
tratamiento de la base y en la cubierta. El ce muy fragmentada, pudiendo hasta el mo-
ejemplar murciano presenta repie anular en mento identificar cuatro tipos.
su base y cubierta vitrea de color blanco.
También hallamos similitudes en una orza Son tres los tipos de pastas empleados.
documentada en el Castillo de la Torre Gros- El primero es una pasta compacta de color
sa de Jijona,278 fechada entre finales del siglo marrón, predominando la dolomita sobre los
XII y primer tercio del siglo XIII, ampliando, filosilicatos, el cuarzo, el feldespato y la
pues, con nuestro ejemplar, su secuencia calcita. Se trata de un conglomerado artifi-
cronológica hasta el segundo tercio del siglo cial de granulometría fina y carbonates dis-
XIII. persos. En su cemento de arcilla verde iden-
tificamos pequeños cristales de cuarzo y fel-
despato, siendo significativas las acumula-
ciones de oxido de hierro. Este tipo de pasta
se da en las producciones denominadas lozas
doradas, cuya decoración se efectúa con
óxidos de plomo para el esmalte y óxidos de
hierro y manganeso para los motivos decora-
tivos.279

Dentro de las producciones de las lozas


doradas el tipo de plato que hemos podido
identificar hasta el momento corresponde al
tipo B2.2 propuesto por Lerma para la ciudad
de Valencia.280 Son dos los ejemplares de
este tipo documentados en el Cerro del Cas-
tillo de Yecla, adscritos a los niveles de
ocupación cristiana de la fortaleza. Se trata
de un plato de base cóncava, cuyo fondo en
su interior, presenta pronunciado umbo. El
cuerpo es troncocónico con amplia carena.
En cuanto a su decoración, la cara interna
suele presentar motivos en triángulos y la
Lámina Orcita. cara exterior bandas en filetes paralelos, mos-
I
136
trando su solero una espiral.281 La cronolo-
281
tificándose de manera significativa óxido de Ibidem nota 280.
282
gía que se establece para este tipo de plato hierro. Este tipo de pasta se da en produccio- Véase apartado 3.2.1 del
presente trabajo. Muestra 13.
nos sitúa en el último cuarto del siglo XV o nes esmaltadas o decoradas en verde manga- 283
LERMA, J.V. La loza góti-
principios del siglo XVI. neso, utilizando el óxido de plomo para el co-mudejar... p. 106, número
esmaltado y el óxido de cobre y manganeso 57.
284
El segundo tipo de pasta es compacta, para la decoración.285 Ibidem nota 283.
285 Véase apartado 3.2.1 del
de color rosa, predominando la calcita sobre presente trabajo. Muestra 12.
el cuarzo, los filosilicatos, la dolomita y el Dentro de las producciones verde-man- 286
LERMA,J.V. La loza góti-
feldespato. Se trata de un conglomerado ar- ganeso se han identificado dos tipos. El pri- co-mudéjar... p. 69, número 26.
287
tificial de color castaño, con cemento homo- mero es un plato o salero, del que se ha Ibidem nota 286.
288
géneo, uniforme y carbonatado. Se identifi- documentado un ejemplar (niveles cristianos LERMA, J.V. Laloza góti-
co-mudéjar ... p. 64; número
can cristales de cuarzo muy pequeños. Este del "reducto principal" de la fortaleza), rela- 17.
tipo de pasta se emplea en las denominadas cionado con la serie escudilla, correspon- 289
Resulta de gran interés para
lozas azules, utilizando para su esmaltado el diendo al tipio A. 1 propuesto por Lerma para las decoraciones antropomor-
óxido de plomo y para su decoración el óxido la ciudad de Valencia.286 Se trata de una fas el capítulo dedicado al res-
pecto en PASCUAL, J.; MAR-
de cobalto.282 pieza con pie anular, solero con umbo, cuer- TI, J. La cerámica verde-
po troncocónico y boca lobulada. La decora- manganeso... pp. 125-130.
Dentro de las producciones de las lozas ción se ciñe al interior y es de tema geométri-
azules hemos podido identificar un tipo de co, con una banda central de triángulos de
plato que vienen a corresponder con el tipo relleno. Su cronología nos situaría en el trán-
A1.2a propuesto por Lerma para la ciudad de sito del siglo XIII al XIV.287
Valencia.283 De este tipo hemos documenta-
do hasta el momento cuatro ejemplares (ha- El segundo tipo del que hemos docu-
llados en niveles cristianos del "reducto prin- mentado dos ejemplares, corresponde a los
cipal" de la fortaleza), que obedecen a un tipos Al o A2 propuestos por Lerma para la
plato con pie anular, cuerpo troncocónico, ciudad de Valencia.288 Se trata de un reci-
con borde recto y redondeado. El motivo piente con pie anular de paredes abiertas y
decorativo más frecuente en estos ejempla- rectilíneas. Uno de los fragmentos de pie o
res es zoomorfo con elementos vegetales: fondo documentado en el Cerro del Castillo
hojas de helecho con fino tallo envolvente, de Yecla, conserva decoración en su interior
con fondo de puntos y orla con doble filete. de tipo antropomorfo. Se muestran dos ma-
Este motivo decorativo se da también con nos con las palmas abiertas que pueden res-
cierta profusión en la serie escudilla, en pro- ponder a dos personajes femeninos (damas?)
ducciones de lozas doradas.284 La cronolo- enfrentados. El segundo ejemplar documen-
gía propuesta para este tipo nos sitúan a lo tado en el Cerro del Castillo de Yecla, un
largo del siglo XV. fragmento de pared, también muestra deco-
ración de tipo antropomorfo. Se muestra un
El tercer tipo de pasta es compacta de rostro femenino.289 Este tipo de plato, igual
color rosa, predominando los filosilicatos que el anterior, nos situaría en el tránsito del
sobre el cuarzo, el feldespato, la calcita y la siglo XIII al XIV. Lo que creo resulta de
dolomita. Se trata de un conglomerado arti- interés es que varias muestras de este segun-
ficial con cemento fino y homogéneo, iden- do tipo de plato, decorado al verde-mangane-

137
290
ROSELLÓ BORDOY, Gui- so, han sido localizadas en la madina S-SE, Tipo I. Redoma de base plana y maciza,
llermo El nombre de las cosas... separada del cuerpo por una pronunciada
concretamente en las casas numero 1, 3 y 4.
p. 166.
291
Véase apartado 3.2.1 del Ello parece evidenciar un momento de ocu- angostura. Presenta cuerpo piriforme y cue-
presente trabajo. Muestra 8. pación postislámico, al menos de una parte llo estrecho que une con la boca (no conser-
(Análisis mineralógico. del caserío, entre el último cuarto del siglo vada) probablemente con pico vertedor.
292
RETUERCE VELASCO, XIII y el primer cuarto del siglo XIV. Conserva arranque de asa en cinta vertical.
Manuel. La cerámica andalu-
La pasta empleada es compacta de color rojo,
sL tú, p. 163; t. 2, p. 93.
293
AZUAR RUIZ, Rafael. " predominando el cuarzo sobre la calcita, el
Ensayo de evolución cronoti- feldespato, los filosilicatos y la dolomita.291
pológica de la redoma hispano Presenta cubierta vitrea de color verde muy
musulmana" II Coloquio Cerá- degradada. Sus dimensiones son:
mica Medieval en el Mediterrá-
i
neo Occidental. Toledo, 1981.
Madrid, 1986. pp. 186. • Altura: 15,5 cm.
294
NAVARRO PALAZÓN, • Diám. Base: 5 cm.
Julio La cerámica islámica... p. • Diám. Máximo: 7,5 cm.
88; número 182.
295 • Diám. Boca: 3,5 cm.
Ibidem nota 294; p. 9, núme-
ro 17-18. • Peso: 175 gramos.
296
Ibidem nota 294; p. 32; nú- • Capacidad: 250 gramos.
mero 65.
297
Ibidem nota 294; p. 327; Se corresponde con el tipo B.12 pro-
números687, 689 y 691; y del
mismo autor en Una casa islá- puesto por Retuerce Velasco para La
mica... p. 172; números 160- Meseta.292 Este tipo quedaría identificado con
161. la forma 2.2.1 k propuesta de Azuar Ruiz
298
BAZZANA, André. Cerá- para el Castillo del Río en Aspe. Opina el
mica islámica... figura 17.577
299 propio Azuar que su introducción en la Pe-
BAZZANA, André. " E l
yacimiento medieval de Santa nínsula Ibérica debió producirse en el tránsi-
Fe..." figura 34.3 to del siglo XII al XIII,293 perdurando al
300
GISBERT, J.A.; BURGUE- menos hasta el segundo tercio del siglo XIII.
RA, V.; BOLUFER, J. La cerá-
mica de Daniya... p. 137; núme-
ro 23-24. Este tipo ha sido documentado en Lor-
301
AZUAR RUIZ, Rafael. El Serie Redoma. ca,294 en Cieza,295 en Fortuna,296 en Murcia,297
Castillo de la Torre Grossa... p. en Valencia,298 en el yacimiento de Santa Fe
63; número 82.
302
Recipiente de pequeño tamaño cuya de Oliva,299 en Denia,300 en el Castillo de la
DUDA, D. Spanish-islami-
función es escanciar líquidos. Su nombre en Torre Grossa de Jijona,301 y en Almería.302
che Keramik von Almería... nú-
mero 44.; también el Catálogo árabe es Raduma, Kûz.290 Su presencia en el
de la Exposición Vivir en Al- yacimiento es de una frecuencia baja, con un Tipo II. Se trata de una redoma definida en
Andalus siglos IX-XV, celebra- 1,82 % del total de registros inventariados. algunos casos como ampolla. Denominada
da en Almería en 1993, en las por Roselló como Limeta viene a definir un
Hasta el momento hemos podido identificar
páginas 21 -23 se documenta este
tipo de redoma. dos tipos que corresponden a dos ejemplares recipiente pequeño que sirve para escanciar
303
ROSELLÓ BORDO Y, Gui- que formaban parte del ajuar cerámico halla- y que se diferencia de la redoma por la
llermo. El nombre de las co- do en la ocultación de la casa número 5 de la ausencia de asa. Su nombre en árabe es
sas... p. 167, número 44. madina S-SE. Limma.303 El ejemplar que aquí mostramos

138
304
responde a un recipiente de cuerpo periforme RETUERCE VELASCO,
carenado, con repie anular. El cuello es estre- Manuel. La cerámica andalu-
sí..;t.l.;p. 164-165; t. 2, p. 93.
cho con borde de perfil en "S", mostrando el 305
NAVARRO PALAZÓN,
labio redondeado hacia el interior. La pasta Julio. La cerámica islámica...
utilizada es compacta de color rojo, predomi- p. 8; número 16.
306
nando el cuarzo sobre la calcita, el feldespa- Ibidem nota 305. p.89; nú-
mero 184.
to, los filosilicatos y la dolomita. Conserva 307
AZUAR RUIZ, Rafael. El
restos de cubierta vitrea de color verde muy Castillo de la Torre Grossa... p.
degradada. Sus dimensiones son: 63, número 84.
308
BAZZANA, André.;
• Altura: 14 cm. MONTMESSIN, Ives. La ce-
ramique islamique du Musée
• Diám. Base: 4,5 cm Archeologique Pronincial de
• Diám. Máximo: 8,5 cm. Jaén (Espagne). Madrid, 1985.
• Diám. Boca: 2,5 cm. número, 9.
309
• Peso: 150 gramos. NAVARRO PALAZÓN,
Julio. Una casa islámica... p.
• Capacidad: 250 cc. (aprox) 228; número 312.

Este tipo se corresponde con la forma


B.13 propuesta por Retuerce Velasco para
La Meseta.304 Ejemplares con las mismas
características formales han sido documen-
tados en Cieza,305 en Lorca,306 en el Castillo
de la Torre Grossa de Jijona307 y en la provin-
cia de Jaén.308 Al igual que ocurría con el tipo Serie Reposadero.
I de redoma, la cronología propuesta para el
tipo II son coincidentes en las áreas valencia- Se trata de un objeto adicional o anexo para
na y meseteña, situándonos en el tránsito de otros objetos, bien sean tinajas, bien sean
los siglos XII al XIII, ampliando, en nuestro jarras. Su función es la de recoger el agua que
caso, el horizonte cronológico hasta el se- exudan estos. Su presencia en el yacimiento
gundo tercio del siglo XIII. es de una frecuencia muy baja, tan solo un
0,64 % de los registros inventariados, locali-
zándose todos ellos en la madina S-SE. (casa
número 7). Su elevado grado de fragmenta-
ción nos ha hecho identificar un solo tipo,
que parece obedecer a un reposadero indivi-
dual de planta cuadrada. La pasta utilizada es
compacta de color marrón claro. Es probable
que sus características formales correspon-
dan a un ejemplar documentado en la calle
San Nicolás de Murcia,309 cuya cronología
nos sitúa entre finales del siglo XII y primer
Foto Serie Redoma. cuarto del siglo XIII.

139
310
Véase apartado 3.2.1 del Serie Silbato. • Altura: 1,5 cm - 2 cm
presente trabajo. Muestra 8.
311 • Diám. Base: 6 cm - 8 cm.
Véase apartado 3.2.1 del
presente trabajo. Muestra 10. Se trata de una pieza completa hallada en la • Diám. Máximo: 10 cm - 12 cm.
312
AZUAR RUIZ, Rafael. El fortaleza (reducto principal) en los niveles de • Diám. Borde: 10 cm - 12 cm
Castillo del Río... p. 90. ocupación islámica. Es de pequeñas dimensio- • Peso: 15 gramos - 25 gramos
313
ROSELLÓBORDOY, Gui- nes y de forma rectangular (3 cm x 1 cm). Unos
llermo. Ensayo de sistematiza-
de sus extremos tiene una terminación en pico Este tipo correspondería a la forma
ción... p. 58.
314
NAVARRO PALAZÓN, con orificio en parte superior. La pasta emplea- 8.1.1 a propuesta por Azuar Ruiz para el
Julio. Una casa islámica... pp. da compacta de color rojo, predominando el Castillo del Río en Aspe.312 El propio Azuar
216-222 cuarzo sobre la calcita, la dolomita, los filosili- relaciona esta tapadera con el tipo A-I pro-
315
AZUAR RUIZ, Rafael. El catos el feldespato. Conserva restos de cubier- puesto por Roselló y que corresponderían a
Castillo del Río... p. 91.
ta vitrea de color verde realizada con óxido de contextos islámicos antiguos.313 Sin embar-
cobre.310 Su cronología nos situaría a fines del go, en el caso del Castillo del Río de Aspe, en
siglo XII y primera mitad del siglo XIII. el Cerro del Castillo de Yecla y en el de los
ejemplares documentados en Murcia,314 indi-
can un contexto claramente almohade y tar-
Serie Tapadera. doalmohade, es decir, fechados entre finales
del siglo XII y segundo tercio del silo XIII.
Se trata de una pieza que puede presen-
tar formas muy variadas y cuya funcionali- Tipo II. Hemos documentado siete ejempla-
dad es la de elemento de cierre de otras piezas res, uno de ellos completo, siendo la tapadera
con formas cerradas. Su nombre en árabe es de la jarra tipo IV a, hallada en la ocultación
Gita, Mugatta. Su presencia en el yacimiento de la casa número 5 de la madina S-SE. Se
es de una frecuencia media baja, con un 3,20 trata de una tapadera de base plana, cuerpo
% del total de registros inventariados. Hasta troncocónico y borde exvasado en ala, con
el momento hemos podido identificar dos borde biselado al exterior. Cuenta con pe-
tipos de tapaderas y en ambos casos servían dúnculo central en interior. La pasta emplea-
para tapar jarras. Se han localizado indistin- da es compacta de color rojo, presentando
tamente, tanto en la madina S-SE como en el huecos y acumulaciones de carbonates. Pre-
reducto principal de la fortaleza. domina la calcita sobre los filosilicatos, el
cuarzo y la dolomita. Presenta engalba ma-
Tipo I. Se documentan doce ejemplares, rrón en exterior. Sus dimensiones son:
ninguno de ellos completo. Se trata de una
tapadera convexa, de base plana, cuerpo tron- • Altura: 3 cm
cocónico invertido con molduras. El borde es • Diám. Base: 5 cm
exvasado con labio plano biselado al exte- • Diám. Máximo: 11 cm.
rior. Presenta un pedúnculo central. La pasta • Diám. Borde: 11 cm.
empleada es compacta de color marrón claro, • Peso: 100 gramos (aprox)
predominando la caliza, cobre el cuarzo, los
filosilicatos y el feldespato.311 Suelen pre- Este tipo se corresponde a la forma
sentar engalba blanca en exterior. Sus di- 8.1.2a propuesta por Azuar Ruiz para el
mensiones oscilan: Castillo del Río en Aspe,315 cuya cronología

140
316
se establece entre finales del siglo XII y la Serie Tinaja. RETUERCE VELASCO,
primera mitad del siglo XIII. Podría asociar- Manuel. Cerámica andalusí...
t. 1, p. 321-322; t. 2, pp. 345-
se con el tipo H. 13b propuesto por Retuerce Recipiente o contenedor de gran tama- 350.
Velasco para La Meseta, que viene a ser una ño que servía para el transporte y almacena- 317
NAVARRO PALAZÓN,
forma evolucionada del tipo H.04a de época miento. Nombre en árabe, Jâbîya.332 Su pre- Julio. La cerámica islámica...
omeya (siglo X).316 sencia en el yacimiento es de una frecuencia p. 22, número 45
318
NAVARRO PALAZÓN,
alta, con un 9,84 % del total de registros Julio. La cerámica islámica...
Este tipo de tapadera se documenta en el inventariados, localizándose predominante- p. 54, número 113. ; MARTI-
Castillo de Cieza,317 en Lorca,318 Alhama de mente en la fortaleza (reducto principal). Por NEZ RODRÍGUEZ, A.; MON-
Murcia,319 y en Murcia.320 En el área valencia- lo general los registros aparecen muy frag- TERO FENELLÓS, J.L. "Tes-
tar Islámico de la calle Galdo de
na en Denia,321 Valencia,322 en el yacimiento mentados, pudiendo identificar hasta el mo-
Lorca (Murcia)" Memorias de
de Santa Fe de Oliva,323 en Cocentaina,324 en mento cuatro tipos, todos ellos adscritos a un Arqueología, 4 (1989). Murcia,
el Castellar de Alcoy,325 en el Castillo de la contexto claramente almohade (último cuar- 1993. p. 470, lámina 5.
Torre Grossa de Jijona,326 en la alquería de to del siglo XII y primer tercio del siglo XIII). 319
BAÑOS SERRANOS, José.
Pussa de Petrel327 y en Elche.328 En el área de "Informe de la excavación rea-
lizada en el Ayuntamiento Vie-
Andalucía se constata en la ciudad de Se emplean tres tipos de pastas. La jo de Alhama de Murcia" Me-
Almería,329 en el Palacio de Buhayra de primera es porosa de color marrón pálido, morias de Arqueología, 4
Sevilla.330 Por último, en las islas Baleares, se predominando la dolomita, el cuarzo y los (1989). Murcia, 1993. p. 531,
ha documentado en Sollet (Mallorca).331 filosilicatos (colinita) sobre calcita. Se trata figura, 12.
320
de un conglomerado artificial de una pasta NAVARRO PALAZÓN,
Julio. La cerámica islámica...
cerámica fina donde se reconocen abundan- p. 217, número 279; p. 221,
tes cristales de cuarzo y fragmentos de roca número 295; POZO MARTÍ-
volcánica tipo escoria de color oscuro. Pre- NEZ, Indalecio. "Un baño islá-
senta igualmente restos de roca arenisca y mico..." p. 93, figura 39. ;
MANZANO MARTINEZ, J. Y
fragmentos de cenizas volcánicas muy car- otros. "Una vivienda islámica
bonatado.333 en la calle Pinares en Murcia"
Memorias de Arqueología, 4.
El segundo tipo de pasta es porosa de (1989). Murcia, 1993. p. 411,
figura 6. ; GALLEGO GA-
color marrón rojizo, presentando en el centro LLARDO, J. "Memoria de las
un color grisáceo. Predomina la calcita, los excavaciones realizadas en la
filosilicatos (colinita e ilita) y el cuarzo sobre calle San Nicolás..." p. 367,
el feldespato. Se trata de un conglomerado lámina 4.
321
artificial con abundantes huecos y nódulos GISBERT, J.A. Y otros. "
La producción cerámica en Da-
muy grandes de carbonatos, identificándose niya..."; figura, 8. ; GIBERT,
pequeños fragmentos de cuarcita.334 J.A.; BURGUERA, V; BOLU-
FER, J. La cerámica de Dani-
La tercera variante de pasta es compac- ya... p. 85, figura 20; AZUAR
RUIZ, Rafael. Denia islámica...
ta de color blanco con abundantes acumula- p. 43, figura 12.
ciones de carbonatos blancos y cristales rec-
tangulares de color castaño, predominando
los filosilicatos sobre el cuarzo, la dolomita
Lámina Tapadera. Tipos I y II. y el feldespato. Se trata de un conglomerado

141
322
BAZZANA, André La ce- artificial consistente en un cemento de color • Altura: 58 cm - 64 cm
rámica islámica... p. 40; COLL, verdoso. Aparecen acumulaciones de gran • Diám. Base: 23 cm - 27 cm
L; MARTÍ, J.; PASCUAL, J.
Cerámica y cambio cultural... tamaño, informes, posiblemente rellenando • Diám. Máximo: 39 cm- 43 cm.
p. 67, número, 15. ; LERMA, los huecos. Se advierte en la pasta poca • Diám. Borde: 14 cm - 18 cm.
J.V,; BAZZANA, André y presencia de cuarzo. • Peso: 14.000 gramos - 18.000 grs.
otros. La cerámica islámica en • Capacidad: 35.000 cc - 40.000 cc.
la ciudad de Valencia. (II).
Estudios. Valencia, 1990. p. En cuanto a las técnicas decorativas son
162, figura 39. variadas. Aparecen tinajas con decoración Este tipo de tinaja correspondería con
323
BAZZANA, André. "El ya- impresa o estampilladas, con motivos geomé- la forma 15.1.1 dg propuesta por Azuar Ruiz
cimiento medieval de Santa tricos, epigrafía cúfica, impresiones digita- para el Castillo del Río de Aspe.336 En el área
Fe..." p. 303; figura 39; p. 314, les, rosetas, motivos en gota, mano de Fáti- murciana queda documentada en Lorca,337
figura 50.
324
AZUAR RUIZ, Rafael. De- ma, palmetas, etc.335 En ocasiones, las tinajas en Santa Catalina de Verdolay,338 en Santa
nla Islámica... p. 118, figura, muestran una decoración esgrafiada (incisio- María del Rabal de Jumilla 339 y en la calle
52. nes y pintura por lo general al manganeso), San Nicolás de Murcia.340 En el área valen-
325
Ibidem nota 324. p. 154, con motivos geométricos (tramos de rombos) ciana se documentan en el alfar de Denia,341
figura 77. en el Castillo de la Torre Grossa de Jijona,342
326
AZUAR RUIZ, Rafael. El
y vegetales. Por último, contamos con pre-
Castillo de la Torre Grossa... p. sencia de tinajas con decoración incisa a en Elda, Villena y el Castillo de la Mola de
78; lámina 40; números 106, peine, (combinada a veces con decoración Novelda.343 Para el área de Andalucía se cons-
109, 115 y 117. impresa, por lo general impresiones digitales tata su presencia en la ciudad de Almería.344
327
NAVARRO POVEDA, C. sobre molduras a modo de baquetón), consis- En las islas Baleares se documenta en el
Petrer Islámico. Petrer, 1988. yacimiento de Almallutz.345 A la vista de las
p.94, figura 5, números 39-40. tente en bandas de líneas onduladas.
328
RAMOS FERNÁNDEZ, R; cronologías propuesta en todos ellos, este
MOLINA PÉREZ, T. "Excava- Por lo que se refiere a los tipos, como tipo de tinaja debe corresponder a una pro-
ciones arqueológicas en la mu- ya se indicó, se han identificado cuatro, y son ducción tardía, que podríamos fechar entre la
ralla..." p. 56. segunda mitad del siglo XIII y comienzos del
329
FLORES ESCOBOSA, I;
los siguientes:
siglo XIV.
MUÑOZ MARTÍN, M. Vivir
en al-andalus... p 171, número Tipo I. Es el más abundante en el yacimien-
11. to. Se trata de una tinaja de base plana y Tipo II. Corresponde a un tipo cuyos registros
330
COLLANTES DE TERAN, cuerpo elipsoide vertical. Presenta cuello (madina S-SE y reducto principal de la forta-
F; ZOZAYA, J. "excavaciones
arqueológicas en el palacio al- troncocónico invertido, estrecho y alto. Bor- leza) aparecen muy fragmentados, casi todos
mohade de Buhayra (Sevilla)" de ligeramente exvasado, con engrasamien- ellos pertenecientes a paredes de tinajas de
Noticiario Arqueológico Hispa- to exterior de sección rectangular y labio cuerpo de tendencia globular con borde vuelto
no, 1. (1972) pp. 223-259. plano biselado al exterior. Presenta por lo en forma de "L" invertida. Suelen presentar
331
COLL CONESA.J. "Algu-
general decoración incisa a peine con bandas decoración estampillada con motivos geomé-
nos materiales de época medie-
val hallados en Sollet (Mallor- de líneas onduladas, a veces combinada con tricos, epigrafía cúfica, manos de Fátima,
ca)". T.M.M., 29, 1979. molduras horizontales con impresiones digi- motivos en gota, rosetas, estrellas, palmetas,
332
ROSELLÓ BORDO Y, Gui- tales. Por el momento hemos identificado etc. En menor cuantían también suelen apare-
llermo. El nombre de las co- nueve ejemplares dentro de este grupo, ocho cer con decoración esgrafiada, combinando
sas... p. 162.
333
Véase apartado 3.2.1 del pre- en el reducto principal de la fortaleza y uno motivos vegetales y romboidales.
sente trabajo. Muestra 1. en la casa número 4 de la madina S.-SE),
334
Véase apartado 3.2.1 del pre- cuyas dimensiones oscilan: Este tipo podría identificarse con las
sente trabajo. Muestra 2. formas J.06 a y J.06 b propuestas por Retuer-

142
ce Velasco para La Meseta.346 Todo parece
335
borde es recto con engrosamiento exterior y el Resulta de interés y para el
indicar que se trata de un tipo circunscrito al labio ligeramente redondeado. Muestra cua- área murciana, el trabajo de AMO-
RES LLORET, R. "La cerámica
ámbito de Murcia y Andalucía. Así, en el tro asas en cinta verticales que arrancan desde estampillada en Murcia: estudio
área murciana, se documenta en Fortuna,347 en la parte alta del hombro hasta la parte media tipológico." Boletín de la Asocia-
el Castillo de Lorca,348 en la Plaza Cardenal del cuerpo. El ejemplar está decorado con ción Española de Orientalistas.,
Belluga de Lorca,349 en Murcia,350 el Castillo cordón en relieve en la unión de cuello y 23 (1987). pp. 101-108.
336
AZUAR RUIZ, Rafael. El
de Monteagudo de Murcia,351 Santa Catalina cuerpo, portando pequeñas incisiones verti- Castillo del Río... p. 115.
de Verdolay en Murcia,352 Castillo de Pliego cales; con decoración incisa a peine se orna- 337
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
en Mula,353 en el Murtal de Alhama de Mur- menta, a partir de líneas onduladas horizonta- lio. La cerámica islámica... pp.
cia354 y en el Castillo de Mula.355 Para el área les, la parte central del cuerpo. Sus dimensio- 67-68; 78-79; números 139-145
y 156-158.
de Andalucía se constata su presencia en nes son: 338
Ibidem nota 337. pp. 325-
Almería,356 Sevilla,357 Jérez de la Frontera,358 326; números 682-685.
y en Beca (Cádiz).359 La cronología para este • Altura: 44 cm. 339
PONCE GARCÍA, J.; PU-
tipo de tinaja podemos fijarla entre finales • Diám. Base: 28 cm JANTE MARTINEZ, A. "Infor-
del siglo XII y segundo tercio del siglo XIII. • Diám. Máximo: 41 cm. me preliminar de las excavacio-
nes arqueológicas realizadas en
• Diám. Boca: 20 cm. la Iglesia de Santa María del Ra-
• Peso: 8.000 gramos. bal..." p. 567, figura 5.
340
• Capacidad: 20.000 cc. (aprox) GALLEGO GALLARDO, J.
"Memoria de las excavaciones de
urgencias en la calle San Nico-
Esta pieza podría asociarse al tipo 15.2.1
lás..." p. 365; lámina 3, número
dg por puesto por Azuar Ruiz para el Castillo 21.
del Río en Aspe.360 Su área de distribución es 341
GISBERT, J.A; BURGUE-
bastante restringida, ya que hasta el momento RA, V; BOLUFER, J. La cerámi-
sólo ha podido documentarse en el Castillo de ca de Daniya... p. 81; figura 18
número, 8.
la Torre Grossa de Jijona361 y en Cocentai- 342
AZUAR RUIZ, Rafael. El
na.362 La cronología propuesta por Azuar nos Castillo de la Torre Grossa... pp.
sitúa entre finales del siglo XII y la primera 87-89, números 146, 148, 158.
343
mitad del siglo XIII, indicando que su distri- AZUAR RUIZ, Rafael. Denia
bución restrictiva podría deberse a que pudo islámica... p. 285.
344
FLORES ESCOBOSA, I. ;
ser un tipo de tinaja producida en talleres MUÑOZ MARTÍN, M. Vivir en
locales, con áreas de distribución poco exten- Al-Andalus... pp. 134-136; núme-
sas, centradas fundamentalmente en los va- ros 14,15,16.
345
lles interiores del Serpis y el Vinalopó. La ZOZAYA, J. y otros. "El
yacimiento medieval de Alima-
proximidad geográfica del Cerro del Castillo llitz..." p. 199-222.
de Yecla a este último, podría justificar su 346
RETUERCE VELASCO,
presencia en el yacimiento. Manuel La cerámica andalusí...
t. 1; pp. 354-358; t..2; pp. 272-
Tipo III. Viene representado por un ejem- 275
Tipo IV. Viene representado por un ejem- 347
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
plar completo hallado en la ocultación de la plar hallado en la ocultación de la casa núme- lio. La cerámica islámica... p. 38;
casa número 5 de la madina S-SE. Se trata de ro 5 de la madina S.SE. Se trata de una tinaja número 74.
una tinaja de cuero globular y base plana. de cuerpo elipsoide horizontal y de base 348
Ibidem nota 347. p 41; núme-
Presenta cuello cilindrico ancho y bajo. El plana. Presenta cuello cilindrico ancho y ro 79.

143
349
Ibidem nota 347. pp. 67-78;
números 139-145. Con decora-
ción esgrafíada pp. 78-80; núme-
ros 156-160.
350
Ibidem nota 347. pp. 214-
218; números 464-468.
351
Ibidem nota 347. pp. 287-
288; números 617-619, 622.
352
Ibidem nota 347. pp. 310-
311; números 656-658
353
Ibidem nota 347. p. 314;
número 663.
354
Ibidem nota 347. p. 315;
número 664.
355
Ibidem nota 347. p. 315;
número 665.
356
DUDA, D. Spanich-Islamsi-
che.... números 22, 67.
357
LLUVIA, Luis María. Cerá-
mica medieval española. Barce-
lona. 1973; número 57; SIERRA,
J. A., LASSO DE LA VEGA,
María Gracia "Tinajas mudéjares Lámina Tinaja. Tipo IV.
del Museo Arqueológico de Se-
villa" Homenaje a Conchita Fer-
nández Chichano. Sevilla, 1982.
pp. 457-470. bajo, con borde engrosado al exterior a modo 3.2. Vidrios.
358
FERNÁNDEZ GABALDON, de pestaña para el acople de la tapadera.
Susana. Las cerámicas almoha- Porta tres asas en cinta verticales que se Hasta la fecha hemos podido identifi-
des de Jérez de la Frontera. (Ca-
lle de la Encarnación). Madrid,
sitúan en la parte media del cuerpo. No car tres series dentro de la producción de
1986. figuras 20-22.; MONTES, presenta decoración. Sus dimensiones son: vidrio documentada en el Cerro del Castillo
C. y GONZALEZ, Rosalía. " de Yecla.
Excavaciones arqueológicas en • Altura: 26 cm.
el casco urbano de Jérez de la
• Diám. Base: 22 cm. Serie Redoma.
Frontera (calle Domenico)"
Anuario Arqueológico de Anda- • Diám. Máximo. 46 cm.
lucía, 1986. Sevilla, 1987. t. III • Diám. Boca: 21 cm. Tipo I. Representado por un ejemplar com-
pp. 78-81; figuras 3.12,4.29. • Peso: 9.400 gramos. pleto hallado en la ocultación de la casa
359
CAVILLA SÁNCHEZ-MO- • Capacidad: 13.000 cc ( aprox) número 5 de la madina S-SE. Se trata de una
LERO, Francisco. La cerámica
hispano-musulmana de Beca. Los redoma de cuerpo de tendencia globular y
baños de Meca. Barbate. Cádiz. Hasta la fecha no hemos podido hallar base convexa. Presenta cuello corto y estre-
Cádiz, 1992; número 301. ningún paralelo de características formales cho. El borde es ligeramente exvasado con
360
AZUAR RUIZ, Rafael. El similares a esta pieza. Lo que puede indicar labio redondeado. Es una pieza de vidrio
Castillo del Río... p. 116.
361
que se trata de una producción propia de un hueco soplado en molde363, transparente y de
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de la Torre Grossa... pp.
taller local. Por el contexto arqueológico de tono verde oliva364. Muestra decoración ex-
84-87; números 140-145 y 147. su hallazgo hemos de fecharla entre finales terior en relieve con motivo de celdillas rom-
362
AZUAR RUIZ, Rafael. De- del siglo XII y segundo tercio del siglo XIII. boidales o "de lágrimas". Las dimensiones
nla islámica... p. 113, figura 47. del ejemplar son las siguientes:
número L-CO-3.
144
363
• Diámetro base: 6 cm JIMÉNEZ CASTILLO, Pe-
dro. "El vidrio andalusí en Mur-
• Diámetro máximo cuerpo: 8 cm
cia". El vidrio en Al-Andalus.
• Diámetro cuello: 1,6 cm. (Edición de Patrice Cressier).
• Diámetro máximo cuello: 2,8 cm. Madrid, 2000. p. 121. El autor
• Diámetro boca: 2,4 cm. indica que esta técnica hubo de
ser la más utilizada en la prime-
• Altura: 11 cm.
ra mitad del siglo XIII. Nos in-
dica Jiménez: « L o s moldes
Hemos hallado un paralelo de caracterís- podían constar de dos a más
ticas similares en un ejemplar, no completo, partes y solían estar fabricados
documentado en Murcia y fechado entre finales en madera o arcilla. Su interior
estaba por lo general labrado
del siglo XII y el primer tercio del siglo XIII.365 con motivos en negativo que
posteriórnente ornamentaban las
paredes del v a s o » .
364
El color verde se obtenía por
una reducción de óxido ferroso.
Véase ZOZAYA, Juan. "Algu-
nas sugerencias sobre el estudio
del vídreo en Al-Andalus" El
vidrio en Al Andalus. (Edición
Lámina Redoma. Botella de vidrio. de Patrice Cressier). Madrid,
2000. p.64.
365
JIMÉNEZ CASTILLO, Pe-
dro. "El vidrio" en NAVARRO
dería con tipo Ib de redoma propuesto por PALAZÓN, Julio. Una casa
Puche Acien.366 Este tipo ha sido documen- islámica... p. 259; número 380.
tado en el Castillo del Río de Aspe,367 en el Véase también JIMÉNEZ CAS-
TILLO, Pedro. " El vidrio an-
Castillo de la Mola de Novelda,368 en Mur- dalusí en Murcia..." p. 139, fi-
cia369 y en Almería.370 Su cronología nos gura 9.2. El autor defina esta
situaría entre la segunda mitad del siglo XII pieza como una botella o un-
y la primera mitad del siglo XIII. güentario.
366
PUCHE ACIEN, Catalina.
"El vidrio almohade en al-An-
dalus: primera aproximación
Foto Redoma. Botella de vidrio. Serie Ampolla. formal." IV CAME, 1993. Ali-
cante, 1994. t. III, p. 928.
Viene representada por 3 fragmentos Véase también de la misma
autora,"Los vidrios islámicos de
Tipo II. Representado por 4 fragmentos de de pared de vidrio soplado de color azul Alicante. Problemas de estu-
vidrio soplado de color melado, hallados en claro,371 hallados en la casa número 3 de la dio". El vidrio en Al-Andalus.
la fortaleza (reducto principal) en niveles de madina S-SE. Parecen corresponder a una (Edición Patrice Cressier). Ma-
ocupación islámica y que pueden pertenecer ampolla de cuerpo globular y cuello corto y drid, 2000. pp. 149-164.
367
estrecho, pudiendo asociarse al tipo B de AZUAR RUIZ, Rafael. ;
probablemente a una redoma lenticular de
PUCHE ACIEN, Catalina. "El
cuerpo elipsoide horizontal y base convexa. ampolla propuesto por Azuar Ruiz y Puche vidrio" capítulo de la monogra-
Presenta cuello cilindrico alto y estrecho. Acien para el Castillo del Río en Aspe372 y fía El Castillo del Río... p. 183.
Muestra decoración en relieve con motivos cuya cronología se establece entre fines del
en celdilla o de "panal de abeja". Correspon- siglo XII y la primera mitad el siglo XIII.
368
NAVARRO POVEDA, Serie Botella • Longitud: 2,4 cm - 2,7 cm
Concepción. Excavaciones y • Diám. Cabeza: 4,8 cm - 5,2 cm
restauración del Castillo de la
Mola (Novelda). Catálogo. No- Representada por 2 fragmentos de cue- • Grosor Cabeza: 0,5 cm - 0,6 cm
velda, 1992. p. 28. llo elipsoide de botella de vidrio soplado de • Anch.Máx.vást.; 1,1 cm - 1,2 cm
369
JIMÉNEZ CASTILLO, color ámbar,373 hallados en la casa número 4 • Anch.Mín.vast.: 0,6 cm - 0,8 cm.
Pedro. "El vidrio" en NAVA- de la madina S-SE. Podría corresponder al • Grosor medio: 0,6 cm - 0,8 cm.
RRO PALAZON, J. Una casa
tipo II a. 1 propuesto por Puche Acien374 y • Peso: 18 gramos - 20 gramos.
islámica... p. 259; número 381.
370
ZOZAYA, Juan. "Importa- documentado en el Castillo del Río de
ciones casuales en Al-Andalus: Aspe,375 fechado entre finales del siglo XII y Podría asociarse al tipo 5.1.1.1a pro-
las vías de comercio" IV CAME la primera mitad del siglo XIII. puesto por Ortega Pérez y Azuar Ruiz pro-
. Alicante, 1993. t 1; pp. 117-
puesto para el Castillo del Río.376 Clavos de
138
371
El color azul claro se obtenía
tipología similar se documentan en Alcalá
a partir de óxido de cobre. Véa- 3.3 Metales. de Henares377 y Vascos (Navalmorale-
se ZOZAYA, Juan. "Algunas jo.Toledo).378
sugerencias sobre..." 3.3.1 Hierro.
372
AZUAR RUIZ, Rafael, y
Tipo II. Representado por 14 ejemplares. Se
PUCHE ACIEN, Catalina. "El
vidrio", capítulo de la mono- Hasta el momento se han documentado trata de un clavo de cabeza circular y vástago
grafía El Castillo del Río... p. 233 registros, identificados y distribuidos en de sección triangular. Sus dimensiones osci-
185.; PUCHE ACIEN, Catali- las siguientes series, cuya cronología se esta- lan:
na. "El vidrio almohade..." pp.
blece entre finales del siglo XII y segundo
929-930.
373
El color ámbar se obtiene se tercio del siglo XIII. • Longitud: 2 cm - 5 cm
obtiene del hierro férrico. Véa- • Diám. Cabeza: 1, 5 cm. - 2 cm.
se ZOZAYA, Juan. "Algunas • Clavos: 50 • Grosor: 0,2 cm - 0,3 cm.
sugerencias sobre ..." p. 64 • Alcayatas: 30 • Anch.máx.vást.: 0,5 cm -0,65 cm
374
PUCHE ACIEN, Catalina.
"El vidrio almohade..." p.928.
• Puntas: 3 • Anch.mín.vást.: 0,3 cm - 0,4 cm
375
AZUAR RUIZ, Rafael, y • Remaches: 28 • Gros.Máx.vást.: 0,5 cm - 0,6 cm
PUCHE ACIEN, Catalina. "El • Reja de Arado: 1 • Gros.mín. vást: 0,5 cm - 0,5 cm
vidrio", capítulo de la mono- • Almohaza (peine de telar): 1 • Peso: 3-4 gramos.
grafía El Castillo del Río... p.
• Indeterminados: 120.
186.
376
ORTEGA PÉREZ, J.R. y
AZUAR RUIZ, Rafael. "Meta- La totalidad de registros se localizan en Su correspondencia tipológica podría
les", capítulo de la monografía la madina S-SE y se distribuyen de la si- ser el tipo 5.2.1.1b propuesto por Ortega
El Castillo del Río... pp. 160- guiente manera: Pérez y Azuar Ruiz para el Castillo del Río en
161.
377 Aspe.379 Clavos de características similares
ZOZAYA, J ; FERNÁN-
DEZ URIER, P. "Excavacio- se documentan en Alcalá de Henares380 y
nes en la fortaleza de Qal'at Serie Clavos. Vascos (Navalmorejo. Toledo).381
Abd-al-Salám. (Alcalá de
Henares.Madrid)" Noticiario
Tipo I. Clavo de cabeza circular grande, Tipo III. Representado por 8 ejemplares. Se
Arqueológico Hispano, 17. Ma-
drid, 1983. número 2028, figu- levemente convexa, con vástago de sección trata de un clavo de cabeza rectangular, con
ra 14. cilindrica. Este tipo viene representado por vástago de sección circular. Sus dimensiones
15 ejemplares. Sus dimensiones oscilan: oscilan:

146
378
IZQUIERDO BENITO, R.
"Excavaciones arqueológicas
en la ciudad hispanomusulma-
na de Vascos. Navalmoralejo
(Toledo). Campañas 1975-
1978". Noticiario Arqueológi-
co Hispano. Arqueología, 7.
Madrid, 1979. pp. 358 y 360;
figura 53.
379
ORTEGA PÉREZ, J.R.;
AZUAR RUIZ, Rafael. "Meta-
les". Capítulo de la monografía
El castillo del Río... p. 161.
380
Ibidem nota 377.
381
Ibidem nota 378.
382
NAVARRO PALAZÓN,
Julio. Una casa islámica... p.
275, número 423.
• Longitud: 4,5 cm - 6 cm Hasta el momento no hemos localizado co-
• Diam.Cabeza: 2 cm x 1,5 cm rrespondencia tipológica con este tipo de clavo.
• Gros.Cabeza: 0,3 cm - 0,4 cm.
• Anch.máx.vást.: 1,2 cm - 0,9 cm. Tipo V. Representado por siete ejemplares.
• Anch. Mín.vást.: 0,9 cm - 0,7 cm Se trata de un clavo de cabeza circular, con
• Gros.máx.vást: 1,1 cm - 0,8 cm vástago de sección circular y extremo pun-
• Gros.mín.vást.: 0,8 cm - 0,6 cm. tiagudo. Sus dimensiones oscilan:
• Peso: 5 gramos - 6 gramos.
• Longitud: 7 cm - 8, 5 cm
Hasta el momento no hemos localizado • Diám. Cabeza: 1,9 cm - 1,7 cm
correspondencia tipológica con este tipo de • Grosor Cabeza: 0,6 cm - 0,4 cm
clavo. • Anch. máx vást. : 0,5cm - 0,7 cm.
• Anch. mín.vást.: 0,3 cm - 0,5 cm
Tipo IV. Representado por 6 ejemplares. Se • Gros. máx.vást.: 0,4 cm - 0,6 cm.
trata de un clavo de cabeza circular, ligeramen- • Gros. mín.vást.: 0,2 cm - 0, 4 cm.
te cóncava, con vástago de sección circular con • Peso: 6 gramos - 7 gramos.
extremo puntiagudo. Sus dimensiones oscilan:
Un ejemplar de características similar se ha
• Longitud: 6,5 cm - 7 cm documentado en Murcia.382
• Diám.Cabeza: 0,7 - 0,5 cm.
• Gros.Cabeza: 0,4 cm - 0,2 cm
• Anch.máx.vást. 0,2 cm - 0,4 cm.
• Anch.mín.vást.: 0,2 cm - 0,4 cm Serie Alcayatas.
• Gros.máx.vást.: 0,4 cm - 0,6 cm
• Gros mín.vást.: 0,1 cm - 0,2 cm Representada por treinta ejemplares que
• Peso: 5 gramos - 6 gramos obedecen a un mismo tipo. Se trata de una

147
383
ORTEGA PÉREZ, J.R.; alcayata de tamaño medio, presentando vásta-
AZUAR RUIZ, R. "Metales".
go de sección rectangular o cuadrada. El extre-
Capítulo de la monografía El
Castillo del Río... p. 164. mo inferior de las piezas tiene una forma lige-
384
GARCÍA GUINEA, M y ramente curvada. Sus dimensiones oscilan:
otros." El Castellar (Villajime-
na. Palencia)". Excavaciones • Altura: 4 cm - 6 cm
Arqueológicas en España, 22.
Madrid, 1963. figura32, núme- • Anch.máx.vást.: 1 c m - 1,4 cm.
ro 68. • Anch.mín.vast: 0,7 cm - 1 cm
• Gros.máx.vást.: 0,7 cm - 0,9 cm.
• Gros.min. vást: 0,5 cm - 0,6 cm
• Peso: 3 gramos - 4 gramos.

Corresponde al tipo 6.1b propuesto por


Ortega Pérez y Azuar Ruiz para el Castillo
del Río en Aspe383, fechado entre finales del
siglo XII y la primera mitad del siglo XIII.
Un ejemplar de características similares se
ha documentado en el Castellar de
Villajimena(Palencia).384

Lámina Clavos. Tipos I, II y III.

Lámina Clavos. Tipos IV y V. Lámina Alcayatas.

148
385
Serie Puntas. Presenta pedúnculo o vástago, de sección AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de la Torre Grossa... p.
cuadrada, en su extremo inferior. Sus dimen-
100, número 184
Representada por tres ejemplares que siones son: 386
ORTEGA PEREZ, J.R.;
fueron hallados en la ocultación de la casa AZUAR RUIZ, Rafael. "Meta-
número 5 de la madina S-SE. Obedecen a una • Longitud total: 4,7 cm les". Capítulo de la monografía
misma tipología, variando en ellas el tamaño. • Longitud cuerpo: 4 cm. El Castillo del Río... p. 165.
387
NAVARRO PALAZÓN,
• Longitud vástago: 0,7 cm Julio. ; ROBLES FERNÁN-
Punta 1. Punta robusta de cuerpo y de sec- • Anch.máx cuerpo: 0,8 cm DEZ, Alfonso. Lietor. Formas
ción romboidal. El extremo superior es pun- • Anch.mín.cuerpo: 0,2 cm de vida rurales en Sarq Al-An-
tiagudo. Presenta pedúnculo o vástago, de • Anch.Max.vástago: 0,5 cm dalus, a través de una oculta-
ción de los siglos X al XI. Mur-
sección triangular, en su extremo inferior. • Anch.mín.vástago: 0,4 cm
cia, 1996. p. 68, figura 38.; p.
Sus dimensiones son: • Grosor cuerpo: 0,5 cm XXXIII, números 34-38.
• Grosor vástago: 0,4 cm
• Longitud total: 9 cm • Peso: 2 gramos.
• Longitud cuerpo: 7 cm.
• Longitud vastago: 2 cm De la serie puntas se han hallado como
• Anch. máx. cuerpo: 1,3 cm. paralelos los denominados regatones docu-
• Anch. mín. cuerpo: 0,3 cm mentados en el Castillo de la Torre Grossa de
• Anch .máx.vást.: 0,7 cm. Jijona,385 siendo pues su funcionalidad la de
• Anch. mín.vást.: 0,3 cm elemento que se encastraba en un astil de
• Grosor cuerpo: 0, 9 cm madera, constituyendo una tipo lanza o dar-
• Grosor vást: 0, 6 cm do, o bien como elemento de refuerzo en el
• Peso: 5 gramos. extremo de un bastón. En ella se adivinan
cierta relación formal con las denominadas
Punta 2. Punta robusta de cuerpo con sec- "dobles puntas" documentadas en el Castillo
ción rectangular. Su extremo superior es del Río en Aspe.386 Las fechas propuestas en
puntiagudo. Presenta pedúnculo o vástago ambos casos nos sitúa a fines del siglo XII y
de sección rectangular. Sus dimensiones son: primera mitad del siglo XIII. De idénticas
características se documentan también cinco
• Longitud total: 9, 6 cm puntas o punteros en Lietor (Albacete), fe-
• Longitud cuerpo: 7 cm chadas entre los siglos X al XI. En este caso
• Longitug vástago: 2 cm son considerados, por la propia contunden-
• Anch.máx.cuerpo: 1,3 cm cia y tamaño de las piezas, elementos desti-
• Anch.mín.cuerpo: 0,3 cm nados a la extracción del mineral.387
• Anch.máx.vást.: 0,7 cm
• Anch.mín.vást.: 0,6 cm Las puntas documentadas en el Cerro
• Grosor cuerpo: 0,6 cm del Castillo de Yecla creo que deben asociar-
• Grosor vástago: 0,5 cm se, por sus características, a la funcionalidad
• Peso: 5 gramos. de los ejemplares alicantinos, sin descartar la
posibilidad de que puedan ser pequeños pun-
Punta 3. Punta de cuerpo con sección cua- teros destinados al trabajo de la artesanía del
drada. El extremo superior es puntiagudo. metal.

149
388
En la ocultación se hallaron traído los remaches de una puerta para poste-
pequeños fragmentos de lo que riormente ocultarlos, pues difícilmente po-
podría ser cuero en un estado
muy degradado de conserva- dría haberse ocultado la puerta entera, ya que
ción. En la presente monografía la apertura del silo donde se depositaron los
hemos obviado su referencia objetos de la ocultación cuenta con tan solo
hasta sea confirmada su identi- 60 cm de diámetro. Así pues, parece evidente
ficación.
que estos remaches debieron formar parte,
como refuerzo de algún tipo de prenda para
vestir posiblemente fabricada en cuero.388

Lámina Serie Puntas.

Serie Remaches.

Viene representada por 28 ejemplares


hallados en la ocultación de la casa número 5
de la madina S.-SE. Se trata de remaches
circulares de 6 u 8 pétalos con vástago corto de
sección cuadrada. Sus dimensiones oscilan:
Lámina Remache.
• Diámetro: 5 cm - 6 cm
• Longitud vástago: 1,8 cm - 2 cm
• Grosor cabeza: 0,6 cm - 0,7 cm
• Grosor vástago: 0,6 cm - 0,8 cm Serie Reja (Arado?)
• Peso: 15 gramos - 18 gramos.
Posible reja de arado lanceolada halla-
Caben dos posibilidades para estable- da en la ocultación de la casa número 5 de la
cer una funcionalidad a esta serie. La prime- madina S-SE y que conserva restos del arran-
ra, que obedezcan a remache para reforzar la que de la varilla, para su engarce con el dental
cara exterior de alguna puerta de madera; y la del arado. La sección es convexa o en media
segunda, que pudieran ser remaches para luna. El arranque de la varilla es rectangular.
reforzar algún objeto de cuero. De ser el Muestra un estado de conservación muy de-
primer caso carecería de sentido haber ex- gradado. Sus dimensiones son:

150
389
• Longitud conservada: 26 cm das en el filo del peine. Sus dimensiones son: ORTEGA PÉREZ J.R. y
AZUAR RUIZ, Rafael. "Meta-
• Longitud (conservada) hoja: 23,5 cm
les". Capítulo de la monografía.
• Longitud (conservada) varilla: 2,5 cm • Hoja: 19 cm x 5,5 cm El Castillo del Río.. pp. 164-
• Anchura hoja: 13 cm. • Longitud (conservada) arranque 165.
390
• Anchura varilla: 3 cm mango: 0,9 cm. NAVARRO PALAZÓN,
• Grosor hoja: 2 cm. • Grosor máximo hoja: 2 cm Julio. ROBLES FERNÁNDEZ,
Alfonso. Liétor. Formas de vida
• Grosor mínimo hoja: 1, 2 cm. rurales en Sarq al-andalus... p.
Correspondería al tipo de reja lanceo- • Peso: 500 gramos. 73; figura 44; p. XLIII, número
lada documentada en el Castillo del Río de 55.
Aspe389 por Ortega Pérez y Azuar Ruiz, indi- Una pieza de características similares se
cando que los ejemplares de rejas de arado documenta en Lietor390 (Albacete), fechada
que han sido documentados en contextos entre los siglos X al XI. Ello viene a indicar
islámicos son del tipo dental, siendo los la continuidad de tipos similares de instru-
ejemplares del Castillo del Río y el hallado mentos metálicos en contextos islámicos tar-
en el Cerro del Castillo de Yecla, buena díos, como es el caso de la almohaza o peine
muestra de que ambos tipos coexisten al documentado en el Cerro del Castillo de Yecla,
menos durante el periodo almohade (finales cuya cronología nos situaría entre finales del
del siglo XII y primera mitad del siglo XIII). siglo XII y el segundo tercio del siglo XIII.

Del mismo modo que ocurre en el Cas-


tillo del Río, la abundancia de objetos de 3.3.2 Cobre.
hierro de uso cotidiano: clavos, alcayatas,
remaches, puntas etc., podrían estar indican-
do la existencia dentro del poblado de un Serie ataifor o bacín.
pequeño taller de forja para el abastecimiento
de estas piezas. Por el momento no han sido Representado por un ejemplar casi com-
hallados restos arquitectónicos que puedan pleto hallado en la ocultación de la casa
identificarse con este tipo de instalaciones. numero 5 de la madina S-SE. Se trata de un
ataifor o bacín de base convexa y cuerpo de
tendencia hemiesférica. Presenta borde exa-
Serie Peine de Telar (Almohaza) vado en ala y fino labio redondeado. En su
interior conserva decoración grabada en ban-
Viene representada por un ejemplar da circular con epigrafía cúfica, envolviendo
hallado en la ocultación de la casa número 5 ésta, el motivo decorativo central que es una
de la madina S-SE. Se trata de una hoja roseta de ocho pétalos. Sus dimensiones son:
rectangular con sección triangular. Conserva
arranque de sección cuadrangular en el cen- • Altura : 6,5 cm
tro de la pieza, desde donde se supone que • Diám. base: 14 cm
engarzaba con un mango de madera. Debía • Diám. máximo: 26 cm
contar con un filo dentado. Este peine de telar • Diám. boca: 30 cm.
o almohaza tenía como función la de tejer la • Peso: 250 gramos.
urdimbre a través de las pequeñas púas situa- • Capacidad: 1.200 gramos.

151
391
RETUERCE VELASCO, Sus características formales recuerdan las siguientes series, cuya cronología se esta-
Manuel. La cerámica andalusí. el tipo de ataifor cerámico A.03 propuesto blece entre finales del siglo XII y el segundo
t. 1. pp 84-85.
392
PIJOAN, José. Summa Ar- por Retuerce Velasco para La Meseta,391 fe- tercio del siglo XIII.
tis. Vol. XII. Arte islámico. chado en el siglo X. Hemos hallado paralelos
Madrid, 1960. p. 180. formales en una bandeja de plata del Museo • Manilla: 1
Bostón de época selyúcida fechado entre los • Colgantes: 2
años 1066-1067.392 Nuestra pieza debemos • Anillos: 2
fecharla, por el contexto arqueológico de su • Tirador: 1
hallazgo, entre finales del siglo XII y el • Espátulas: 1
segundo tercio del siglo XIII. No se descarta • Pesas?: 2
la posibilidad que la pieza fuera elaborada en • Púas o puntas: 3
un taller local. • Broche cinturón: 1
• Indeterminados: 6.

3.3.3 Bronces. La totalidad de los registros se locali-


zan en la madina S-SE y el cementerio cris-
Por el momento se han documentado tiano medieval de la Ermita del Castillo, y se
19 registros, identificados y distribuidos en distribuyen de la siguiente manera:

152
393
Serie Manilla. nes antropomorfas en las cerámicas verde- PASCUAL, J; MARTÍ, J .
La cerámica verde mangane-
manganeso, dentro ya de un marcado contex-
so... p. 128. Los autores toman
Representada por un ejemplar que for- to cristiano (siglos XIII/XIV), y siguiendo a estas consideraciones de GAR-
maba parte del ajuar hallado en la ocultación Garnier, las representaciones de las manos NIER, A. La Language de
de la casa número 5 de la madina S-SE. (su posición) obedecen a un sutil código l' image au Moyen Âge. Simpli-
simbólico. Así por ejemplo, la mano abierta, fication et Simbolisme. París,
Podría tratarse de un amuleto. La pieza tiene
1982.
forma de "E". Los extremos representan dos con la palma extendida viene a ser un símbo-
pies humanos calzados y el apéndice central lo de relación, de acercamiento o de paz.393
representa la cabeza de reptil, probablemen-
te una serpiente. Sus dimensiones son: Tipo II. Colgante de bronce en forma de gota
o lágrima, con pequeño orificio de suspen-
• Longitud: 11 cm sión circular en su extremo superior. Sus
• Anchura: 5 cm dimensiones son:
• Grosor: 0,8 cm
• Peso: 10 gramos. • Longitud: 5 cm
• Anchura máxima: 1,7 cm
Su cronología se fija a finales del siglo • Anchurra mínima: 0, 8cm
XII y segunda mitad del siglo XIII. • Grosor: 0,6 cm.

La fecha de la pieza nos sitúa a fines del siglo


Serie Colgantes. XII y el segundo tercio del siglo XIII.

Hemos podido identificar dos tipos,


ambos localizados en la casa número 5 de la
madina S-SE.

Tipo I. Se trata de un colgante o amuleto en


forma de mano extendida con los dedos jun-
tos y en posición horizontal. Presenta en
ambos extremos dos pequeños orificios cir-
culares de suspensión. Sus dimensiones son:

• Longitud: 6,3 cm
• Anchura: 2,7 cm
• Grosor: 0,3 cm.

Su cronología nos situaría entre finales


del siglo XII y el segundo tercio del siglo
XIII. Podría tratarse de una representación
simbólica de la mano de "Fátima". Por otra
parte, y como afirman Josefa Pascual y Ja-
vier Martí en el análisis de las representacio- Lámina Manilla de bronce.

153
Serie Anillos.

Hasta el momento se ha documentado


dos anillos de bronce. Ambos asociados a los
enterramientos cristianos (segunda mitad del
siglo XIII - segunda mitad del siglo XIV) de
la Ermita del Castillo. Ambos cuentan con
unas dimensiones similares: 0, 2 cm de gro-
sor y 2, 2 cm de diámetro. Uno de ellos
aparece sin decorar y el otro presenta en su
montura un sello con una representación en
forma d e T .

Serie Tirador.
Foto Manilla de bronce.
Representada por un ejemplar hallado
en la casa 5 de la madina S-SE. Se trata de un
tirador de bronce de forma alargada con
ensanche circular en parte posterior a modo
de pequeña cazoleta, donde se sitúa el aside-
ro. El extremo opuesto presenta punta trian-
gular. Sus dimensiones son:

• Longitud: 8 cm
• Anchura máxima: 1, 6 cm
• Anchura mínima: 0, 9 cm
• Grosor: 0, 2 cm.
• Peso: 2 gramos.

Su cronología nos sitúa entre finales del siglo


XII y el segundo tercio del siglo XIII.

Serie Espátula.

Representada por un ejemplar hallado


en la casa número 3 de la madina S-SE. Se
trata de una espátula de hoja ancha en parte
Lámina Colgantes. superior, donde se sitúa el asidero, con
progresivo estrechamiento en parte inferior,
cuyo extremo es puntiagudo. Tiene tres pe-

154
394
queño orificios circulares en disposición Pesa 2. AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo de la Torre Grossa... p.
triangular, situados en la parte superior y
106; lámina LII.; número 7.066.
ancha de la hoja. Sus dimensiones son: • Longitud: 3,3 cm 395
AZUAR RUIZ, Rafael. El
• Anchura máxima: 2 cm Castillo del Río... p. 173
396
• Longitud: 9, 6 cm • Anchura media: 1,2 cm AZUAR RUIZ, Rafael. De-
• Anchura máxima: 1,7 cm • Anchura mínima: 0, 3 cm nla islámica... número 389.
397
AZUAR RUIZ, Rafael. El
• Anchura media: 1, 2 cm • Grosor: 0,6 cm Castillo del Río... p. 176.
• Anchura mínima: 0, 2 cm • Peso: 3,5 gramos.
• Grosor: 0, 2 cm
• Peso: 2 gramos. Ambos ejemplares podrían fecharse
entre finales del siglo XII y el segundo tercio
Hemos hallado paralelos en un ejem- del siglo XIII.
plar de características similares documenta-
do en el Castillo de la Torre Grossa de Jijo-
na,394 fechado en la primera mitad del siglo
XIII. También de característica formales se
documenta una espátula de hoja ancha en el
Castillo del Río de Jijona,395 y en el Castellar
de Alcoy .396 Para Azuar Ruiz estas espátulas
podían tener una función de uso personal,
para aplicación de cosméticos o bien con
fines quirúrgicos.397 A esta última funciona-
lidad podría corresponder también el tirador
descrito con anterioridad, hallado en la casa
número 5 de la madina S-SE

Serie Pesas (?)

Representada por dos ejemplares ha-


llados en la ocultación de la casa número 5.
Se trata de dos piezas de bronce en forma de
gota o lágrima. Sus dimensiones son: Lámina Espátula y tirador.

Pesa 1.
Serie Púas o Puntas de Peine.
• Longitud: 3,5 cm
• Anchura máxima: 1,5 cm Viene representada por tres ejemplares
• Anchura media: 1 cm hallados en la casa número 7 de la madina S-
• Anchura mínima: 0, 2 cm SE. Se trata de puntas o agujas de cabeza
• Grosor: 0, 8 abierta, con su extremo ancho abierto y hue-
• Peso: 4 gramos. co, por donde se engarzaba a la base de

155
398
AZUAR RUIZ, Rafael. El madera. Presentan una sección circular. Sus Serie Broche de Cinturón.
Castillo del Río... p. 176
399 dimensiones son las siguientes:
ROSELLÓI BORDOY,
Guillermo. En sayo de sistema- Representado por un ejemplar hallado
tización... número 206 y 292- Púa o Punta 1. en niveles tardorromanos de la Ermita del
295. Cerro del Castillo. Se trata de un broche de
400
RETUERCE VELASCO, • Longitud: 18 cm cinturón. Presenta forma rectangular (a partir
Manuel. "Calatrava La Vieja.
Primero resultados arqueológi-
• Diámetro máximo: 0, 6 cm del esquema liriforme con extremo arriñona-
cos". I CAME. Zaragoza, 1986. • Diámetro mínimo: 0,1 cm do) Con decoración grabada en anverso, dis-
T.III. pp. 57-75 tribuida en tres campos diferenciados por
401
AZUAR RUIZ, Rafael. El Púa o Punta 2. cordoncillos lisos. El campo inferior o talón
Castillo del Río. ... p. 173. presenta una banda rectangular cuyo motivo
402
GUTIERREZ LLORET,
Sonia. La Cora de Tudmir. De • Longitud: 14 cm decorativa no podemos definirlo por su des-
la Antigüedad Tardía al mundo • Diámetro máximo: 0, 4 cm gaste. El cuerpo central dividido en dos car-
islámico. Poblamiento y cultu- • Diámetro mínimo: 0,1 cm telas parecen representar dos aves muy estili-
ra material.. Madrid-Alicante, zadas en posición horizontal. Finalmente el
1996. pp. 210-212. La autora
recoge varios paralelos de esta Púa o Punta 3. campo superior presenta una cartela de ten-
pieza, de idéntica tipología en dencia arriñonada donde se representa un ave
Cinctorres de Castellón, en la • Longitud: 13,5 cm muy estilizada. Sus dimensiones son:
necrópolis de la Huerta en Sevi- • Diámetro máximo: 0, 3 cm
lla, en Salvaterra do Extremo de
Portual, en San Julián de Ramis
• Diámetro mínimo: 0, 1 cm • Longitud: 5,5 cm
en Gerona, en la Granadilla de • Anchura: 1,8 cm.
León, en la Milla del Río en • Grosor: 0, 2 cm.
León, apuntando también la Este tipo de puntas la ha documentado
existencia de dos piezas simila-
Azuar Ruiz en el Castillo del Río en Aspe, en Un broche de características tipológi-
res en el Museo Arqueológico
Nacional, cuya procedencia es el Castellar de Alcoy, en el Castillo de la cas muy similares se documenta en el Tolmo
desconocida. Torre Grossa de jijona, en Cocentaina, Pená- de Minateda (Hellín). Se fecha este ejemplar
guila y Denia.398 También se documentan en en la primera mitad del siglo del siglo VIL402
Mallorca399 y en Calatrava.400 En todos estos
casos presentan una cronología situada entre 3.3.4. Plomo.
finales del siglo XII y primera mitad del siglo
XIII. Viene representado por una única serie.
Se trata de un amuleto.
Las diferencias en los tamaños de las
agujas de huso de hilado (menores) y el
tratamiento helicoidal de la punta para el Serie Amuleto.
trenzado de la hebra, hacen que Azuar Ruiz
identifique este tipo de puntas como parte del Representada por un ejemplar hallado en
peine o rastrillo de desfibrado vegetal del la sepultura número 13 de la maqbara islámi-
cáñamo o lino.401 ca. Se trata de un amuleto rectangular con tres
sujeciones en su parte superior. Conserva en
ambas caras en estado degradado leyendas en
cúfico, correspondiendo probablemente a una

156
403
sura del Corán. Sus dimensiones son: Tawfiq Ibrahim. "Evidencia
de precintos y amuletos en al-
Andalus" //. Congreso de Ar-
• Longitud: 2 cm queología Medieval Española,
• Anchura: 1 cm 1987. Madrid, 1987. t. 2; pp.
• Grosor: 0, 2 cm 706-710.
• Peso: 1, 5 gramos.

Hemos hallado paralelos en algunos


amuletos de características similares docu-
mentados en Sevilla y Córboba. Para Tawfiq
Ibrahim, este tipo de amuletos podría situar-
nos en época emiral, sugiriendo que la utili-
zación de los mismos desaparecería en los
primeros tiempos del califato.403 La presen-
cia de este tipo de amuletos en la maqbara
islámica del Cerro del Castillo de Yecla viene
a indicarnos que el uso de ellos debió prolon-
garse en el tiempo, al menos hasta el periodo Foto Broche cinturón.
de las dinastías norteafricanas (finales del
siglo XI hasta el primer cuarto del siglo XIII).

Foto amuleto de plomo.

Lámina Broche cinturón.


404
Para el análisis numismático 3.3.5. Material Numismático.404 Alfonso X de Castilla (1252-1284)
hemos utilizado el manual de
Octavio Gil Farrés Historia de
la Moneda Española. Madrid, 2.
1959. Hasta el momento se han hallado un • Valor: Blanca Alfonsí de vellón.
total de 32 monedas. De éstas, 19 han podido • Flan: Circular. Diámetro 17 mm. Peso
ser identificadas. El resto presentaban un mal 0,9 gramos.
estado de conservación. Todas las identifi- • Anverso: Castillo dentro de lóbulos.
cadas corresponden a un momento de ocupa- Leyenda: MONETA CASTELLE
ción cristiana. • Reverso: Léon dentro de lóbulos. Le-
yenda: ET LEGIONIS.
En cuanto a su distribución general en el • Ceca: sin determinar
yacimiento queda como sigue: • Año de acuñación: 1276

3.
• Valor: Cuarto de maravedí de vellón
• Flan: Circular. Diámetro 19 mm. Peso
1,40 gramos.
• Anverso: Leyenda: ALF. ONSVS REX
CASTELLE ET LEGIO NIS.Distri-
buidas en seis líneas.
Fortaleza. (Reducto Principal) • Reverso: Cuartelado de castillos y leo-
nes. Marca de taller "M".
Contamos con un total de 8 ejemplares • Ceca: Murcia.
identificados, cinco de ellos localizados en el • Año de acuñación: 1258?
edificio cristiano construido en la segunda mitad
del siglo XIII, sobre las antiguas estructuras 4.
pertenecientes al conjunto residencial de época • Valor: Cuarto de maravedí de vellón.
almohade. La distribución de este conjunto • Flan: Circular. Diámetro 18 mm. Peso
monetal se distribuye en los siguientes periodos: 1,42 gramos.
• Anverso: Leyenda: ALF ONSVS REX
Jaime I de Aragón (1213-1276) CAS TELLE ET LEGIO NIS. Distri-
buidas en seis líneas.
1 • Reverso: Cuartelado de castillos y leo-
• Valor: Dinero de vellón. nes. Marca de taller "M"
• Flan: Circular. Diámetro 16 mm.; peso • Ceca: Murcia
0,75 gramos • Año de acuñación: sin determinar.
• Anverso: Busto coronado a la izquier
da con leyenda. IACOBUS REX. 5.
• Reverso: Árbol a imitación de la "Puga- • Valor: Cuarto de maravedí de vellón.
sa" de Lérida" • Flan: Circular. Diámetro 18 mm. Peso
• Ceca: Valencia 1,42 gramos.
• Año de acuñación: 1247 • Anverso: Leyenda: ALF ONSVS REX

158
CAS TELLE ET LEGIO NIS. Distri- da con grafila por arriba y por abajo.Con
buidas en seis líneas. leyenda: SANCH REX.
• Reverso: Cuartelado de castillos y leo- • Reverso: Castillo y cruz griega. Leyen-
nes. Marca de taller "M" da: CASTELLE ET LEGIONIS.
• Ceca: Murcia. • Ceca: Murcia
• Año de acuñación: 1258? • Año de Acuñación: 1286.

6.
• Valor: Medio Maravedí de vellón. Madina S-SE (casa 1)
• Flan: Circular. Diámetro 24 mm. Peso:
2, 70 gramos. Contamos con un total de 2 ejemplares
• Anverso: Castillo dentro de lóbulos con identificados, que se distribuyen del siguien-
leyenda ALFONSUS DEI GRATIA- te modo:
REX CASTELLE.
• Reverso: Léon dentro de lóbulos con Jaime I de Aragón (1213-1276)
leyenda ALFONSVS DEI GRATIA-
RESX LEGIONIS. 9.
• Ceca: sin determinar • Valor: Dinero de vellón
• Año de acuñación: 1258? • Flan: Circular. Diámetro 16 mm. Peso
0,75 gramos.
Sancho IV de Castilla (1284-1295) • Anverso: Busto coronado izquierda con
leyenda: IACOBS REX.
7. • Reverso: Árbol a imitación de la "Puga-
• Valor: Cornado novén de vellón. sa" de Lérida.
• Flan : Circular. Diámetro 16 mm. Peso: • Ceca: Valencia.
0, 9 gramos. • Año de acuñación: 1247
• Anverso: Cabeza coronada a la izquier-
da cortado con grafila por arriba y por Sancho IV de Castilla (1284-1295)
abajo. Con leyenda: SANCH REX.
• Reverso: Castillo y cruz griega. Leyen- 10.
da: CASTELLE ET LEGIONIS. • Valor: Coronado novén de vellón.
• Ceca: Murcia. • Flan: Circular. Diámetro 17 mm. Peso 0,
• Año de Acuñación: 1286. 9 gramos.
• Anverso: Cabeza coronado a la izquier-
8. da con grafila por arriba y por abajo.Con
• Valor: Cornado novén de vellón. leyenda: SANCH REX.
• Flan: Circular: Diámetro 17 mm. Peso • Reverso: Castillo y cruz griega. Leyen-
0, 9 gramos da: CASTELLE ET LEGIONIS.
• Anverso: Cabeza coronada a la izquier- • Ceca: Murcia
• Año de acuñación: 1286.

159
Maqbara o cementerio islámico. 13.
• Valor: Ternal de vellón.
Fue hallado un fragmento de moneda • Flan: Circular. Diámetro 17 mm
asociada a la sepultura número 3 (corte XXXIX). • Peso: 0,9 ramos
Su estado de conservación no permite una • Anverso: Busto coronado izquierda con
identificación clara. Podría tratarse de medio leyenda BARCINO.
quirate de plata acuñado bajo el gobierno del • Reverso: Cruz Esterlin. Leyenda: IA-
califa almorávide Alí ben Yusuf (1106-1143) COB REX.
• Ceca: Barcelona.
• Año de Acuñación: 1256.
Cementerio Cristiano Medieval. (Ermita
del Cerro del Castillo) 14.
•Valor: Ternal de vellón
Contamos con un total de 9 ejemplares •Flan: Circular. Diámetro 18 mm. Peso
identificados y que se distribuyen en los 0,9 gramos.
siguientes periodos: •Anverso: Busto coronado izquierda con
leyenda: BARCINO.
Jaime I de Aragón (1213-1276) • Reverso: Cruz Esterlin. Leyenda:
IACOB REX.
11. • Ceca: Barcelona
• Valor: Ternal de vellón. • Año de acuñación: 1256.
• Flan: Circular. Diámetro 18 mm. Peso
0,9 gramos. Alfonso X de Castilla. 1252-1284)
• Anverso: Busto coronado izquierda con
leyenda: BARCINO 15.
• Reverso: Cruz Esterlin. Leyenda: IA- • Valor: Blanca Alfonsí de vellón
COB REX. • Flan: Circular. Diámetro 17 mm. Peso
• Ceca: Barcelona 0,9 gramos.
• Año de acuñación: 1256. • Anverso: Castillo dentro de lóbulos.
Leyenda: MONETA CASTELLE.
12. • Reverso: Léon dentro de lóbulos. Le-
• Valor: Ternal e vellón yenda: ET LEGIONIS.
• Flan: Circular. Diámetro 17 mm Peso: • Ceca: sin determinar.
0,8 gramos • Año de acuñación: 1276.
• Anverso: Busto coronado izquierda con
leyenda: BARCINO Pedro III de Aragón. (1276-1285)
• Reverso: Cruz Esterlin. Leyenda: IA-
COB REX. 16.
• Ceca: Barcelona • Valor: Croat de vellón.
• Año de acuñación: 1256. • Flan: Circular. Diámetro 24 mm. Peso
3,20 gramos.

160
405
• Anverso: Busto real dentro de lóbulos. • Ceca: sin determinar. RUIZ MOLINA, Liborio.
Leyenda: PETRVS DEIGRACIAREX. • Año de acuñación: sin determinar. "Poblamiento islámico en el
nordeste de la Región de Mur-
• Reverso: Cruz Esterlin. Leyenda: CIVI- cia. Jumilla y Yecla en los siglo
TAS BARKNONA. El material numismático nos ofrece un X al XIII ". I Jornadas de His-
• Ceca: Barcelona marco referencial cronológico de extraordi- toria de Jumilla (Murcia). 1997.
• Año de acuñación: 1285. naria importancia en lo referente al periodo (En Prensa).
406
LOPEZ SERRANO, Anice-
de conquista cristiana. Las acuñaciones con- to. Yecla: una villa del Señoría
servadas indican presencia de piezas tanto de Villena. Yecla, 1997. p. 30.
17. castellanas como aragonesas, lo que viene a El autor toma esta información
• Valor: Croat de vellón. justificar el carácter frontero de estas tierras de Jerónimo Zurita. Anales de
Aragón. C.E.S.I.C. Zaragoza,
• Flan: Circular. Diámetro 23 mm. Peso a partir de la segunda mitad del siglo XIII. La
1967. t. III. Capítulo XXXVII,
3,10 gramos situación geográfica del Cerro del Castillo y p. 538; y de Juan Torres Fontes
• Anverso: Busto real dentro de lóbulos. su fortaleza, había constituido durante los La delimitación del Sureste
Leyenda. ; PETRVS DEI GRACIA- últimos tiempos del poder islámico (periodo Penínsular. Murcia, 1950. p. 26.
REX. almohade) un espacio vial de acceso al Alto
• Reverso: Cruz Esterlin. Leyenda BAR- Vinalopó, cuyo centro administrativo se ubi-
KNONA. caba en Villena. (Madina Bilyana).405
• Ceca: Barcelona.
• Año acuñación: 1285. La presencia, en la fortaleza y en la casa
número 1 de la madina S-SE, de dos ejem-
Alfonso XI de Castilla. (1312-1350) plares acuñados en Valencia en el año 1247
por Jaime I de Aragón, podría estar indican-
18. do el momento de la conquista cristiana del
• Valor: Novén de vellón hisn Yakka. Sin embargo, ésta debió produ-
• Flan: Circular. Diámetro 16 mm. Peso cirse unos años antes, en concreto hacia el
0,8 gramos. año 1240, momento en el que los aragoneses
• Anverso: Castillo dentro de cuadrado toman Villena.406 Yecla, sin lugar a dudas,
con leyenda: ALF REX CASTEL. debió correr la misma suerte, pues dependía
• Reverso: León dentro de cuadrado. o pertenecía a la circunscripción territorial
Leyenda: ET LEGIONIS. de aquella desde un punto de vista adminis-
• Ceca: sin determinar trativo. Por tanto, la presencia de estos dine-
• Año de acuñación: sin determinar. ros de vellón han de tener relación directa
con los acontecimientos derivados de la
19. sublevación mudéjar de los años 1265-6 y en
• Valor: Novén de vellón la que hubo de intervenir militarmente en el
• Flan: Circular. Diámetro 16 mm. Peso reino de Murcia Jaime I de Aragón, al objeto
0,9 gramos de sofocar la revuelta.
• Anverso: castillo dentro de cuadrado con
leyenda ALF REX CASTEL. El resto del material numismático ha-
• Reverso: León dentro de cuadrado con llado en la fortaleza viene a cubrir los reina-
leyenda: ET LEGIONIS. dos de Alfonso X de Castilla (1252-1284) y

161
407
AZUAR RUIZ, Rafael. El de Sancho IV de Castilla (1284-1295), a cuyo nos en la madina S-SE. El primer ejemplar
Castillo del Río... p. 25. El corresponde al reinado de Jaime I de Aragón.
término se iniciará el periodo de protectorado
autor indica que en emplaza-
mientos tales el Castillo del Río aragonés que finaliza con la firma del tratado Se trata de un dinero de vellón acuñado en
en Aspe, el Castillo de la Mola, de Torrellas-Elche (1304-5), en el que Yecla Valencia en el año 1247, que al igual que el
el Castillo de Agost o Alicante, pasará definitivamente a manos castellanas. ejemplar hallado en la fortaleza debe tener una
se advierte como durante del relación directa con los acontecimientos de los
periodo del protectorado caste-
llano entre los años 1244 a 1305, No debemos olvidar, por su estrecha años 1265-6. Consideramos que es a partir de
se produce un acentuado despo- relación, el material numismático hallado en esos momentos cuando hubo de producirse, de
blamiento de los antiguos esta- el cementerio cristiano medieval situado en manera forzosa, el abandono de la madina S-
blecimientos islámicos, creán- el lado oeste de la actual Ermita del Cerro del SE por parte de la población islámica. Es
dose otros nuevos en el llano,
destinados a la población mu-
Castillo. El análisis del mismo viene a con- posible que parte de esta población se instala-
sulmana, produciéndose con firmar lo ya expuesto, es decir, el azaroso ra en los asentamientos en llano o en pequeños
ello un cambio sustancial en la devenir de Yecla durante la segunda mitad cerros no fortificados próximos al Cerro del
estructura de poblamiento ten- del siglo XIII, territorio frontero entre los Castillo y que hasta esos momentos habían
dente ahora a un modelo feudal.
reinos de Castilla y Aragón. De esta forma, constituido pequeñas alquerías dedicadas a la
las cuatro monedas (ternal de vellón) acuña- explotación agropecuaria. Este proceso de
das en Barcelona en el año 1256 bajo el instalación de grupos de población islámica en
reinado de Jaime I de Aragón (1213-1276) nuevos asentamientos o en otros ya existentes,
nos marcan los niveles de enterramientos parece verificarse en yacimientos islámicos
cristianos más antiguos asociados a la ermi- próximos a Yecla407. Con todo, estamos mane-
ta, que debió construirse a partir de mediados jando una hipótesis que nos parece coherente,
de la sexta década del siglo XIII, justificán- a la vista de los datos de que disponemos; pero,
dose el numerario hallado referenciado con de igual modo, creo, que aún estamos lejos de
los acontecimientos derivados de la subleva- poder verificarla.
ción mudéjar de 1265-6. De igual forma, los
dos croats acuñados en Barcelona en el año El segundo ejemplar conservado es un
1285 bajo el reinado de Pedro III de Aragón cornado novén acuñado en Murcia en el año
(1276-1285) habrá que ponerlos en relación 1286, bajo el reinado de Sancho IV de Cas-
con el periodo posterior de ocupación arago- tilla. Al igual que el ejemplar anterior esta
nesa durante los años 1295-1304-5. moneda se localizó en una de las estancias de
la casa número 1 de la madina S-SE, lo que
Las acuñaciones castellanas documen- viene a indicar que probablemente una parte
tadas en el cementerio cristiano medieval, una del caserío permaneció ocupada por pobla-
blanca alfonsí (Alfonso X de Castilla) acuña- ción cristiana una vez sofocada la subleva-
da en 1276 y los dos novén acuñados bajo el ción mudéjar. Ello justificaría también la
reinado de Alfonso XI de Castilla (1312-1350), presencia de producciones cerámicas esmal-
vienen a completar esta primera secuencia de tadas con decoración al verde-manganeso,
enterramientos cristianos en la primitiva ermi- tanto en esta casa como en las casas números
ta del Cerro del Castillo. 3 y 4 (situadas en la parte alta del caserío) y
cuyas fechas extremas (material cerámico)
Finalmente, resulta igualmente signifi- nos sitúan entre el último cuarto del siglo
cativa la presencia de dos ejemplares cristia- XIII y la primera mitad del siglo XIV.

162
408
3.4. Huesos decorados. zas documentadas en las viviendas islámicas AZUAR RUIZ, Rafael. El
de las calles Platería y Cortes de Murcia.409 Castillo de la Torre Grossa... p.
117; lámina LX, número 6919.
Viene representado por un solo ejem- 409
ROBLES FERNÁNDEZ,
plar hallado en la casa número 4 de madina S- Este tipo de molino ha venido siendo Alonso.; NAVARRO SANTA-
SE. Se trata de un objeto circular de hueso utilizado desde época romana, extendiéndo- CRUZ, Elvira "Aportaciones a
pulido con orificio circular central. Sus di- se al menos hasta época visigoda,410 aunque la tecnología comparada apli-
cada a la tecnología andalusf'
mensiones son: con una evidente simplificación de su meca- IVCAME. 1993. Alicante, 1994.
nismo. Para época islámica habría que refe- t i l , p.542.;figura 3.1.y2.Los
• Diámetro exterior: 2,2 cm renciar las muelas documentadas en el yaci- autores indican que el número
• Diámetro orificio central: 0, 7 cm miento altomedieval de Castillón de Monte- de piezas hallados en Murcia
habían apareciendo descontex-
• Grosor: 0,4 cm. frío de Granada.411 tualizados, siendo reutilizados
• Altura: 0, 5 cm. normalmente para pavimentar
Las muelas documentadas en el Cerro patios o cimentar muros; tam-
Un paralelo de características similares del Castillo de Yecla habría que fecharlas, bién como quicios de puertas,
en las bocas de las letrinas o
se documenta en el Castillo de la Torre Gros- por el contexto arqueológico de su hallazgo,
como base de un hogar. En el
sa de Jijona, aunque este ejemplar aparece entre finales del siglo XII y la primera mitad caso del cerro del Castillo de
decorado con pequeños círculos incisos en el del siglo XIII. Yecla no hay reutilización de la
anverso de la pieza.408 En este caso se iden- pieza y el contexto arqueológi-
co deja claro que es un objeto de
tifica con una pequeña tapadera a la que le
uso cotidiano muy preciado, ya
falta el pedúnculo central o asidero. La crono- que se oculta como parte de un
logía para ambas piezas nos situaría a fines ajuar doméstico.
del siglo XII y la primera mitad del siglo XIII. 410
Ibidem nota. 409. p. 540.
nota 18. Se hace referencia a las
muelas documentadas en el
Castro de Yecla en Santo Do-
3.5. Materiales líticos. mingo de Silos (Burgos) publi-
cadas por Saturio González en
Formando parte del ajuar hallado en la Informes y memorias 7, edita-
ocultación de la casa número 5 de la madina dos por el Ministerio de Educa-
ción Nacional. Comisaría Ge-
S-SE apareció un molino de mano completo. neral de Excavaciones. Año
El ejemplar lo forman dos piezas circulares, Molino circular de mano. 1945. Véase también GUTIE-
en piedra caliza, de 35 cm de diámetro y 4 cm RREZ LLORET, Sonia. La
de grosor. Una de las muelas es volandera Cora de Tudmir... p. 205-207.
411
(superior) y la otra solera (inferior). La fuer- 3.6. Yesos. Ibidem nota 409. p. 540.
nota 18. Se hace referencia a la
za motriz se genera por un manubrio que se perduración de su uso hasta el
inserta en un orificio circular situado en la Representado por una pieza casi com- siglo XIII.
pieza superior, presentando a modo de deco- pleta que formaba parte del ajuar hallado en
ración tres círculos concéntricos labrados en la ocultación de la casa número 5 de la
relieve en el orificio central o eje, y un solo madina S-SE. Se trata de un disco o paleta
círculo en el orificio lateral. circular de yeso de 22 cm de diámetro. Con-
serva restos de un asidero o mango. El grosor
Encontramos un paralelo de muela vo- de la pieza es 0,7 cm. En el centro del anverso
landera de características similares en las pie- se encastra un espejo hexagonal, cuyos vérti-

163
412
Debo esta información a ces o ángulos distan 6,5 cm. El resto de la cara
Joaquín Salmerón Juan, Direc- conserva decoración pintada en roj o y negro con
tor del Museo Siyassa de Cieza
(Murcia). Las piezas ciezanas motivos geométricos. Se trata de finos trazos a
presentan mayor variedad de partir de ondas y tramas romboidales con dos
motivos decorativos en relieve, molduras en forma de gota o lágrimas que viene
tales como la mano de Fátima o a flanquear el espejo.
la estrella de David. Para el mal
de ojo en el mundo islámico y
en el ámbito del Sureste penin- Hemos hallado paralelos, con una misma
sular resulta de gran interés el cronología, es decir fines del siglo XII y primera
trabajo de Alejandro García mitad del siglo XIII en discos o paletas expues-
Avilés " religiosidad popular y
pensamiento mágico en algu-
tos en el Museo Siyasa de Cieza, procedentes del
nos ritos del SE peninsular. yacimiento de Medina Siyasa, a las que se les da
Notas contra el mal de ojo en la un valor profiláctico contra el mal de ojo, cir-
Edad Media." Revista Verdo- cunscribiéndose su uso al ámbito doméstico.412
lay, 3. Murcia, 1991. pp. 128-
137.
413 También se han documentado discos de
BERNABÉ GUILLAMÓN,
Mariano; DOMINGO LÓPEZ, yeso de características similares en el palacio
José. El palacio islámico de la islámico de la calle Fuensanta de Murcia, adscri-
calle Fuensanta de Murcia. tos a la fase III de ocupación del edificio, fecha-
Murcia, 1993. p. 56. Los auto- dos entre finales del siglo XII y la primera mitad
res indican que este tipo de ele-
mentos decorativos es de uso del siglo XIII. Sin embargo, en este caso los
Lámina Paleta de yeso.
frecuente en la arquitectura is- discos de yeso son elementos arquitectónicos de,.
lámica desde época califal, apo- carácter decorativo, usados en las galerías de la
yando su afirmación en las con- vivienda.413 No cabe duda que el disco de yeso piares de semillas vegetales en un buen estado
sideraciones de Pavón Maldo- de conservación, diferenciándose dos tipos.
nado en su obra El arte hispa- documentado en el Cerro del Castillo de Yecla
no-musulmán en su decoración no tiene una funcionalidad arquitectónica, pues
geométrica. Una teoría para un no muestra en su reverso signos de estar prepa- Tipo 1. Representado por 7 unidades de
estilo. Madrid, 1975. pp. 203- rado para empotrar en la pared y además conser- semillas que corresponden a pepitas de cala-
219. baza de peregrino (Legenaria Sicenaria). Su
414 va parte del arranque de un asidero o mango, por
El estudio donde se describe forma es ovoide y su tamaño oscila entre 17
la taxonomía, características lo que parece que responde más a un objeto
botánicas, sinonimia, origen et- mueble, quizás con las mismas funciones que mm y 20 mm de longitud. Se trata de una
nobotánico y usos de la especie los ejemplares ciezanos. especie tropical, cultivada sobre todo para
se debe a la botánico María utilizar su fruto, de gran dureza, con fines
Angeles Alvaro Sevilla. Este se domésticos (recipientes), ornamentales, me-
adjunta como apéndice a la
memoria de la VIII campaña de 3.7. Restos vegetales. dicinales, alimenticios, rituales etc. En cuan-
Excavaciones Arqueológicas en to a su origen, ha sido motivo de controver-
el Cerro del Castillo de Yecla ( sia, aunque la teoría más aceptada es la que
Año 1997), depositada en el
3.7.1 Semillas. indica un origen norteafricano.414
Servicio de Patrimonio Históri-
co de la Dirección General de
Cultura. Consejería de Cultura En el interior del aguamanil hallado en Tipo 2. Representado por 24 unidades de
y Educación de la Comunidad la ocultación de la casa número 5 de la madina semillas que corresponden a las denomina-
Autónoma de Murcia. das lágrimas de Job (Lachrima Jobi). Tienen
S-SE, se documentaron un total de 31 ejem-

164
415
forma globular y su tamaño oscila entre 0,7 obtención de resinas y para la fabricación de El estudio donde se describe
cm y 1,2 cm. Las muestras halladas son el cajas, y en tiempos más recientes como mate- la taxonomia, características
botánicas, sinonimia, origen et-
fruto de una herbácea. Sus flores femeninas, ria prima para las traviesas del ferrocarril.416 nobotánico y usos de la especia
escasas, al fructificar, se vuelven duras, bri- se debe a la botánico Maria An-
llantes, blancas y en forma de perlas. Es una geles Bueno Alameda. Este se
especie angiosperma monocotiledónea per- Análisis C14 de la madera. adjunta como apéndice a la VIII
memoria de Excavaciones Ar-
teneciente a la familia de los Poaceae-grami- queológicas en el Cerro del Cas-
neae. Suele darse en terrenos húmedos y tillo de Yecla (año 1997), depo-
lugares pantanosos. Su origen parece ser el Una muestra de madera de pino resine- sitada en el Servicio de Patrimo-
sudeste asiático, concretamente las indias ro, hallado en la ocultación de la casa número nio Histórico de la Dirección
orientales, aunque hay autores que indican el General de Cultura. Consejería
5 de la madina S-SE, fue enviada a los de Cultura y Turismo de la Co-
sur de Europa como foco origen de la planta. laboratorios Beta Analitic Inc. de la Univer- munidad Autónoma de Murcia.
Su uso ha sido mayoritariamente ornamen- sidad Branch en Miami (Florida. USA), para 416
El estudio donde se identifi-
tal. El fruto, pequeñas esferas duras y brillan- el análisis de C14.417 ca la madera ha sido realizado
tes, ha sido usado como abalorios, cuentas de por José María Postigo Mijarra
collares, brazaletes, rosarios, etc. También de la Unidad de Botánica del
Los resultados indican: Departamento de Silvipascicul-
ha tenido aplicaciones medicinales, alimen- tura de la Escuela Técnica Su-
ticias y mágico-religiosas.415 • Resultados calibrados: calendario perior de Ingenieros de Montes
1055-1090 d. C. de la Universidad Politécnica de
Madrid. Este se adjunta como
La importancia del hallazgo de estos •Calendario: 1150-1285 d.C.(2 sigma. apéndice a la Memoria de la
dos tipos de semillas es extraordinaria, no 95 % de probabilidad) VIII Campaña de Excavaciones
solo por la propia rareza del mismo, sino • Datos de Interpretación /corte o punto Arqueológicas en el Cerro del
también porque representan elementos de la de intersección: Castillo de Yecla (Año 1997),
vida cotidiana poco conocidos en el ámbito depositada en el Servicio de
• Intersección o corte de la edad de
Patrimonio Histórico de la Di-
doméstico andalusí. radiocarbono con la curva de calibra- rección General de Cultura.
ción 1225 d. C. Consejería de Cultura y Turis-
• Resultados calibrados de 1 sigma mo de la Comunidad Autónoma
3.7.2. Madera. (68% de probabilidad) ... 1180-1265 de Murcia.
417
d. C. El informe completo del aná-
lisis de C14 practicado sobre
Viene representado por cinco tablas una muestra de la madera halla-
de 1,50 m de longitud, 0, 30 m de ancho y 2 Ello nos está indicando la edad de la da en la ocultación de la casa
cm de grosor, halladas en la ocultación de la madera, que se sitúa en una banda cronoló- número 5 se debe a Ronald E
casa número 5 de la madina S-SE. gica que va desde las dos últimas décadas del Hatfield, Christopher Patrick y
Teresa A. Zilko-Millek y se ad-
siglo XII hasta finales del segundo tercio del junta como apéndice a la Me-
Han sido identificadas como madera siglo XIII, coincidiendo con la cronología moria VIII Campaña de Exca-
de la especie Pinus Pinaster, es decir, pino propuesta para prácticamente la totalidad del vaciones Arqueológicas en el
resinero. Este tipo de pino se localiza en la ajuar depositado en la ocultación. La edad de Cerro del Castillo de Yecla (Año
1997), depositada en el Servicio
parte occidental de la región mediterránea, radiocarbono de la muestra indica su punto de Patrimonio Histórico de la
alcanzando la costa atlántica en la Península de intersección con la curva de calibración en Dirección General de Cultura.
Ibérica y el SE francés. Muestra preferencias el año 1225, lo que debe ser tomado como Consejería de Cultura y Turis-
de hábitat en sustratos pobres en nutrientes y punto referencial cronológico para estable- mo de la Comunidad Autónoma
de Murcia.
arenosos. Tradicionalmente ha servido para la cer la fecha de la ocultación. Si tenemos en

165
418
AZUAR RUIZ, Rafael. La cuenta que una buena parte de las produccio- visional. Todas las muestras inventariadas
Rábita Califal de las Dunas... nes cerámicas que formaban parte de la ocul- pertenecen a niveles de ocupación islámicos
p. 169.
tación nos marcan una clara continuidad tras adscritos a la madina S-SE. Los grupos iden-
la caída del poder almohade y que parecen tificados son los siguientes:
evidenciar presencia islámica en la madina
S-SE, al menos hasta finales del segundo • Ovicápridos: 16 (2,4 %)
tercio del siglo XIII, nos induce a pensar que •Liebres-conejos: 11 (1,5 %)
la ocultación hubo de producirse como con- •Aves: 10(1,4%)
secuencia de la intervención aragonesa para • Equidos: 5 (0,7 %)
sofocar la sublevación mudéjar, es decir, en •Moluscos: 472 (71,9%)
torno a los año 1265-1266, fecha ésta acorde •Indeterminados: 141 (21,1 %)
con los datos obtenidos del análisis del C14.
El primer dato que salta a la vista del
cuadro anterior es la abundancia de un tipo de
3.8. Restos faunísticos. molusco como el caracol, presente en todas las
viviendas en las estancias destinadas a cocina.
Dos tipos de caracoles han podido ser identifi-
Hasta la fecha se han documentado un cados el denominado Iberus gualterianus f.
total de 661 registros, predominando los res- alonensis y el denominado Spincterochila can-
tos de caracol, con un 71 % del total de dida. Debió ser este tipo de molusco parte
registros inventariados. A falta de un estudio importante en la dieta alimenticia. Su presencia
pormenorizado, la distribución que a conti- ha sido documentada también en el yacimiento
nuación presentamos ha de considerarse pro- de la Rabita de Guardamar del Segura.4I8

166
419
De igual forma que se documenta en BENITO, M. "La recompo-
sición de las comunidades del
yacimientos próximos y coetáneos al nues-
recinto fortificado del Castillo
tro, como es el caso del Castillo del Río de del Río. Los Datos Arqueozoo-
Aspe419, la oveja y la cabra también aparecen lógicos". Capítulo de El Casti-
representadas en el Castillo de Yecla. Debie- llo del Río ... pp. 191-195.
ron ser dos animales básicos en la economía
agropecuaria de estos establecimientos, pues
no solo proporcionaban el aporte cárnico a la
dieta, sino también lana y leche, con sus
derivados. La actividad ganadera debió tener
un carácter estante, aprovechando los pastos
proporcionados por el monte bajo. La pre-
sencia de restos pertenecientes a animales de
caza menor indica que esta actividad serviría
como complemento para la alimentación.

En cuanto al grupo de los équidos (los


restos parecen corresponder a muías o asnos)
se destinarían al transporte y las labores
agrícolas.

Aún cuando los datos por el momento


no son muy abundantes, sí al menos nos
permiten elaborar una primera aproximación
a aspectos de la vida cotidiana, tales como la
alimentación, y otras actividades desarrolla-
das en la propia madina S-SE, como veremos
más adelante, y que venían a garantizar el
sustento y la pervivencia de grupo humano
asentado en ella.

167
III
Análisis Histórico
1
1. Orígenes del Hisn Yakka. Aproxima- paralelo, un proceso de abandono de los AZUARRUIZ, Rafael. "Forti-
ficaciones de Taifas en Sarq al-
ción a su secuencia cronológica. poblados fortificados del ámbito rural, los
Andalus". Castillos y territorio
denominados hüsün, en beneficio de los nú- en al-Andalus. (ed. Antonio
cleos urbanos de mayor entidad (madina) Malpica). Granada, 1998. pp.
El hisn Yakka, referenciado por prime- donde se observa un claro crecimiento de- 118-119.
2
ra vez en las fuentes escritas árabes en razón mográfico, como es el caso de ciudades como GUITIERREZ, Sonia. La Cora
de Todmir. De la Antigüedad
al lugar de origen del poeta Ibn Shal al- Valencia, Denia o Elche.4 Tardía al mundo islámico. Po-
YakkT, cuya fecha de nacimiento se estima blamiento y Cultura material.
en el tránsito del siglo XI al XII y su muerte La reocupación de los hüsün abando- Alicante, 1996. La autora refie-
en el año 1165, debió construirse en las nados durante el periodo de las primeras re los casos de abandono a a
comienzos del siglo XI del Ca-
últimas décadas del siglo XI. taifas postcalifales, y así mismo, también, la bezo del Moro en Abanilla y el
construcción o fundación de otros nuevos, se Cabezo de Soler en Rojales.
Si nos atenemos al marco geográfico verifica con la unificación almorávide de al- También en AZUAR RUIZ,
próximo a la Yakka islámica, es decir, al Andalus, a fines del siglo XI. Tomemos Rafael. Denia Islámica. Arqueo-
logía y Poblamiento.. Alicante,
Valle del Vinalopó, se constata a comienzos como ejemplo el caso de Villena, situada en
1989. Constata los casos de El
del siglo XI un abandono de los husun (plural el Alto Vinalopó. Como vimos el Castillo de Sompo de Cocentaina y el caso
del término hisn) construidos en época cali- Salvatierra es el único caso de la zona que no del Castillo de Cocentaina.
fal (siglo X). Tal circunstancia se verifica en se abandona a comienzos del siglo XI.5 Al- 3
BAZZANA, André; CRES-
el Castellet de la Murta en Agost, el Castellar Hïggarï (m.1155) nos da información sobre SIER, Patrice; GUICHARD,
Pierre. Les Chateaux ruraux
de Morera en Elche, El Castillo de Sax, el un poeta nacido en Bilyana, llamado Abu-1-
d'al-Andalus. Histoire et Ar-
Castillo de la Mola en Novelda y los Caste- Hassan Rasid ben Sulayman, y que residió qcheologíe des husun du Sud-
llerets de Petrel. Solo una excepción en el en Murcia durante el gobierno de Abd-al- est de l'Espagne. Madrid, 1988.
conjunto, el Castillo de Salvatierra en Ville- Rahman Ibn Tahir.6 Sin embargo, a fines del 4
AZUAR RUIZ, Rafael. "For-
na, en el que se documenta una secuencia de siglo XI, la información que nos refiere al- tificaciones de Taifas..." p. 123-
124.
ocupación continua hasta el siglo XIII. Un Udrï (m. 1085) de la ruta que unía Murcia con 5
AZUAR RUIZ, Rafael. "For-
buen numero de estos castillos abandonados Valencia, siguiendo en buena medida la an- tificaciones de Taifas...." p. 120.
volverán a ser ocupados a partir del siglo tigua Vía Augusta, omite Villena. Aparece Cita la obra de MENENDEZ
XII.1 Para el caso de Yecla, y hasta la fecha, en ésta, Orihuela, Aspe, (con la considera- PIDAL La España del Cid. Ma-
drid, 1969. p. 935. El Castillo de
no hay evidencias arqueológicas que indi- ción de "qarya", es decir, alquería), Biar,
Salvatierra de Villena aparece
quen una ocupación del Cerro del Castillo en Játiva y Valencia. Un siglo más tarde, este referenciado en relación con el
época califal. mismo itinerario nos lo ofrece al-Idrïsï (m sitio de Aledo y la estancia del
1165), observando, con respecto a la primera Cid en el referido castillo.
6
Este despoblamiento, también consta- información, diferencias notorias. Así, apa- CARMONA GONZALEZ,
Alfonso. "Yakka, Gumalla, Bil-
tado en áreas próximas o de contacto con el rece Orihuela, Albatana (manzil), Aspe (con yana" Yakka,. Revista de Estu-
Valle del Vinalopó2 y en otras más alejadas la cosideración de hisn), Onteniente (hisn) y dios Ye cíanos, 3 (1991) p. 16.
como Vall d'Uxó 3 , podría deberse, según Játiva (madina). Tampoco aparece en esta El autor indica de Abd-al-Rah-
Azuar Ruiz, que apoya sus consideraciones ocasión Villena; sí por el contrario en la man Ibn Tahir, sucedió a su pa-
dre en el gobierno en el año
en la apreciaciones de Guichard, a una cre- crónica de Ibn Sahib as-Shala sobre el regre-
1063, prolongando éste hasta que
ciente presión fiscal sobre las comunidades so a Murcia del califa almohade Abú Ya 'qub, Murcia se incorporó a la Taifa
campesinas por parte de los nuevos señores tras su infructuosa campaña de Huete en el de Sevilla en el año 1081.
surgidos tras la caída del Califato, produ- año 1172. El camino de regreso sigue el
ciéndose, como consecuencia y de modo trazado de la Vía Augusta a su paso por el

171
7
CARMONA GONZALEZ, Valle del Vinalopó y refiere el cronista que el Villena aparece referenciada nueva-
Alfonso. "Yakka, Gumalla, Bil-
califa acampó en el castillo de Villena, en la mente en esta época en relación a un persona-
yana..." p. 17;; AZUAR RUIZ,
Rafael, (dir) El Castillo del Río. siguiente jornada lo haría en el castillo de je llamado Abü ' Abdallah Muhammad
(Aspe.Alicante). Arqueología de Aspe.7 El que en los itinerarios de los siglo ben Ahmad, maestro de tradición islámica
un asentamiento andalusí y la XI y XII no parezca Villena, no significa otra (Hadit), que huyó de Jaén y hubo de refugiar-
transición al feudalismo, (siglos cosa más que no era final de etapa. se en Villena debido al estallido de la fitna,
XII/XIII). p.24. El autor toma la
cita de Huici Miranda en Histo- que provocó la caída de la dinastía almorávi-
ria musulmana de Valencia y su Creo, que a partir de la noticia de de. La información nos la proporciona Abu
región. Valencia, 1969-1970. p. Al-Hïgarï, las referencias que se hacen en las 'Umar Yusuf ' Iyyad (1117-1179), erudito
224. fuentes escritas árabes sobre Villena son a un originario de Liria, personaje que es recogi-
8
CARMONA GONZALEZ, núcleo de población instalado al pie del do en la Takmila de Ibn al-Abbar. Abu 'Umar
Alfonso. "Yakka, Gumalla, Bil-
yana"... p. 18-19 Cerro de Las Atalayas. Si tenemos en cuenta al referirse a Villena (Bilyana) indica que era
9
Ibidem nota 8. p. 17. que la primera noticia, por la fecha de la uno de los distritos de Murcia (Min a'amal
10
VALLVÉ BERMEJO, Joa- muerte de al-Hïgarï (a. 1155), corresponde al Mursiya).8 La fitna antialmorávide se desa-
quín. "La división territorial de periodo almorávide y el personaje referen- rrolla entre los años 1144-1148, por lo que
la España musulmana. (II). La
Cora de Tudmir. Murcia." Al-
ciado se sitúa cronológicamente en un mo- hemos de considerar que Villena probable-
Andalus XXXVII, 1972. p. 145- mento final del periodo de taifas postcalifa- mente se constituyera como amalato o distri-
189. les (fines del siglo XI), podemos suponer que to administrativo de Murcia (Tudmir) duran-
es entre esta fecha y la primera mitad del te el gobierno almorávide. Será a partir del
siglo XII cuando debió construirse el Casti- gobierno almohade (1172-1228) cuando se
llo de la Atalaya del Villena. convierta en un centro urbano de importan-
cia, cabeza de uno de los distritos de la
Por otra parte, si observamos los datos mamlaka (provincia) de Murcia. Ibn Sa'ïd
aportados en los itinerarios referenciados, se al-Magrïbï (m. 1274 o 1286), describía Ville-
desprende, que en poco menos de un siglo se na en los siguientes términos:
produjo un aumento considerable en el nú-
mero de núcleos de población instalados «La ciudad de Villena ofrece un bello
entre la ciudades de Murcia y Valencia. Apa- aspesto. Dispone de agua abundante y tiene
recen nuevos hüsün, que en algún caso, como huertos. Se encuentra al norte de Murcia. De
Aspe, habían sido alquerías, adquiriendo ella es Abu l-Hassam Rasid Sulayman.»9
ahora el componente o el elemento de forti-
ficación. De Medinat Bilyana (Villena) depen-
derán desde un punto de vista administrativo
Deberemos considerar, a la vista de lo otros distritos "'amal(s)", constituidos como
expuesto, que es durante el periodo almorá- husun, tales como Caudete, Yecla o Sax. El
vide cuando se vislumbra un cambio en la caso del Hisn Biyar(Biar), que perteneció al
ordenación del territorio en el Valle del Vi- territorio provincial de Murcia en la segunda
nalopó y en áreas próximas a él. Surgen así mitad del siglo XI10 , a mediados del siglo
entre finales del siglo XI y la primera mitad XII hemos de incluirlo en la provincia de
del siglo XII los hüsün de Biar, Sax, Aspe, Valencia, dependiendo del distrito de Játiva,
Caudete, La Mola (Novelda), Onteniente, así por lo menos lo indica Ibn al-Harrat en su
Yecla y Jumilla, entre otros. Ihtsar Iqtibas al Auwar:

172
<< Biyar (Biar)pertenece al distrito ( 'amal) El marco evolutivo que parece eviden- " Debo la información y traducción
del texto al profesor Alfonso Car-
de Gurgan (norte de Irán). Hay otro Biyar, ciarse en el Hisn Yakka y su entorno geográ-
mona González, que considera esta
perteneciente al distrito de Satiba en al- fico próximo, a tenor de la información que información válida para la primer;
Andalus»11 aportan las fuentes documentales, viene a mitad del siglo XII, puesto que al
constarse con los datos arqueológicos de que Harrat extrata la obra de Ar-Rusat
Será en estos momentos ( segunda mi- disponemos. Si tomamos los rasgos genera- (m-1147).
12
CARMONA GONZÁLEZ, Al
tad del siglo XII) cuando el Hisn Yakka les característicos que diferencian a los hu- fonso. "Yakka, Gumalla, Bilyaná
comienza a tener presencia en la fuentes sun construidos en época califal y postcalifal ... p. 18. El autor ofrece más detalle
escritas árabes, apareciendo como uno de los con respecto a los surgidos a partir del perio- de ambos personajes.
13
distritos ('amal) de Murcia, siempre en rela- do almorávide, propuesto por Torró13 para el TORRO, Josep. "Fortificacione
en «Yibal Balansiya » Una pro
ción al origen familiar de tres personajes área denominada Yibal Balansiya (zona de
puesta de secuencia". Castillos
ilustres de la época, portadores de la nisba al- montaña del sur de Valencia), el castillo de Territorio en al-Andalus. (ed. Anto
Yakkï, como ya vimos en el primer capítulo Yecla es un claro ejemplo de éstos últimos, nio Malpica) Granada, 1998. pp
de la presente monografía y cuyos nombres ya que: 385-418.
recordemos eran Abu Amr Muhammad
ben Muhammad al Lahmï (Murcia 1143- a. Se sitúa en una elevación media con
Murcia 1218), Ahmad ben Sa'ïd al-Qaysí pendientes no muy pronunciadas.
(Murcia 1197- Almería 1279) y Muham- b. Se localiza próximo a zonas de cul-
mad ben Ahmad al-Lahmï. (Murcia c. 1243- tivo.
Granada-Velez Málaga? 1312) c. Se construye sobre la planicie del
cerro.
Parecida evolución parece adivinarse en d. Se da una homogeneidad topográfi-
la vecina localidad de Jumilla. A fines del ca en el espacio interno.
siglo XI aparece referenciada como Hisn e. Los recintos de fortificación son
Gumalla, con motivo de la campaña militar completos, dándose los lienzos dis-
efectuada por el ministro del rey sevillano al- puestos en cremallera e ingresos en
Mu'tamid,Ibn 'Ammar, entre los años 1081- codo.
1082. Será en época almohade cuando Gu- f. Se dan en él construcciones interio-
malla (Jumilla) aparezca bajo de denomina- res; almacenes y aljibes.
ción "a 'mal" (distrito). La información nos g. La superficie construida es grande,
la proporciona Ibn Al-Abbär al recoger la superior a 1000 m2 . (El castillo de
noticia de dos personajes portadores de la Yecla cuenta con 3.200 m2 aproxi-
nisba al-Gumallí. Se trata de Abü 'abd allah madamente).
Muhammad ben Abdassalam al-Muradï h. Ausencia de producciones califales
(Jumilla 1117- Murcia 1169) que destacó típicas, como son las denominadas
como maestro de Tradición islámica (Ha- verde-manganeso o verde-morado,
dit); y su hijo Abu Bakr Muhammad ben sobre cubierta blanca.
Muhammad ben Abdassalam al Muradí
(nacido en Jumilla, se deconoce el año y Una de las características señaladas
muerto en Marrakus - Marraquech - en el por Torró y que se da de manera frecuente en
año 1211), que destacó como juez.12 los hüsün tardíos (siglos XII al XIII), no se
cumple en el Castillo de Yecla. Se trata de la

173
14
Este tipo de producciones ha ausencia de antemural en la fortaleza. De da por AzuarRuiz,16 que viene a diferenciar
sido confundido, en ocasiones, a los hüsün tardíos de los construidos en
igual forma se constata la presencia, en el
con las producciones mudéjares
tardías. Siendo estas lozas deco- recinto fortificado superior y en porcentajes época almorávide.
radas en verde-morado fechadas bajísimos, de producciones cerámicas de-
a fines del siglo XIII y primera nominadas verde-manganeso o verde-mora- Los registros cerámicos más anti-
mitad del siglo XIV. da sobre cubierta blanca, que podrían fechar- guos corresponden a finales del siglo XI y la
15
En la parte más elevada de este
recinto fortificado superior que-
se en el siglo XI.14 primera mitad del siglo XII17, lo que no deja
dan restos de un aljibe y proba- dudas del momento de construcción del
blemente fue el lugar donde pudo En el Castillo de Yecla, como veremos hisn, teniendo en este tiempo una función
situarse la torre albarrana, cons- en detalle más adelante, se advierten dos de refugio fortificado (ma 'quil) para las
truida sobre los antiguos cimien-
momentos constructivos bien diferencia- comunidades campesinas instaladas en la
tos de un fortín romano, tal y
como nos refiere la historiogra- dos en época islámica. La primera fase alquerías próximas y el pequeño caserío
fía. En la actualidad no hay evi- (fines del siglo XI y primera mitad del siglo situado al abrigo de la fortificación en el
dencias de restos arqueológicos XII) contemplaría la torre NE, la torre SW lado NE . En opinión de Torró, la aparición
en el lugar. Hasta el siglo XIX y una torre orientada al NW, situada hacia la de los hüsün en este momento responde a un
debió conservar buena parte del
alzado de su cuerpo inferior, sien- parte media de la planicie. Estos tres ele- componente exclusivamente local, como
do utilizado como conjuratorio mentos configurarían un amplio espacio representación del poder de los diversos
desde comienzos del siglo XVII, interior (albacar)15 fortificado con largos clanes locales, que vendrían a garantizar la
como atestiguan las fuentes do- lienzos o paños, con alternancia de peque- recaudación tributaria. Afirma T o r r ó : « es
cumentales de la época. En la
década de los setenta del siglo ños bastiones, siendo su disposición la de- muy posible que la aparición de los husun
XX se cercó este área, constru- nominada "de cremallera". La segunda en el siglo XI se deba a la iniciativa de tales
yéndose las instalaciones de una fase viene caracterizada por una amplia- grupos interlocutores y a su necesidad de
antena de radio perteneciente a ción del castillo hacia el extremo NW de la mantener una mínima posición de fuerza
la «cadena S E R » , aún en fun-
cionamiento en la actualidad.
planicie del cerro, correspondiendo a un respecto al poder dinástico - y acaso tam-
16 momento tardío, concretamente al periodo bién respecto a las aljamas — resguardando
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Río. (Aspe. Alican- almohade. Se prolonga la línea de defensa un conveniente equilibrio.»18
te). Arqueología de un asenta- de la cara N, construyendo un bastión o
miento andalusí y transición al cubo macizo de grandes proporciones entre Parece tomar cuerpo la idea de que la
feudalismo (Siglos XII/XIII). evolución de algunos de estos hüsün, a partir
la antigua torre NW y otra nueva torre
Alicante, 1994. pp. 206-208.
17
Véase capítulo II de la presen-
construida en extremo NW de la cima. En de la segunda mitad del siglo XII y hasta el
te monografía. Análisis material su interior se edifica un aljibe y un conjunto primer tercio del siglo XIII, conlleva un
cerámico. Los tipos adscritos a residencial, cuya estructura muestra la típi- cambio sustancial desde un punto de vista
este periodo son: Candil tipo I; ca disposición islámica: patio como ele- funcional. Los que en otro tiempo había sido
Ataifor tipo IV; Cantimplora tipo
I; Jarrita tipos I y VIL
mento de ordenación del conjunto de estan- un elemento concebido como refugio fortifi-
18
TORRÓ, Josep "Fortificacio- cias que componen la vivienda. El lado SW cado, por tanto con un carácter temporal,
nes en YibalBalansiya..."p. 405. se cierra por un largo lienzo de muralla. El cambia, instalándose en su interior conjuntos
19
BAZZANÁ, André. Maison conjunto constituye el denominado "reduc- residenciales o núcleos urbanos con un ca-
d'al-Andalus. Habitat medieval to principal". Su planta presenta una carac- rácter permanente. No son muchos los ejem-
et estructure depeuplementdans
lEspagne Oriéntale. Madrid,
terística propia en las construcciones tar- plos, aunque también son contados los hüsün
1992. días (siglos XII al XIII. Periodos Mardansí- excavados hasta la fecha. Con todo, este
Almohode) y es la regularización de la cambio funcional parece constatarse en Mi-
misma. Es esta una característica, adverti- ravet,19 en el Castillejo de los Guajares,20 El

174
20
Castillo del Río21 y el Castillo de Yecla, que tituyendo el elemento de defensa del territo- MALPICA, A. y otros "La vivien-
da rural musulmana en Andalucía
como ya se apuntó se advierte la construc- rio frente a la inminente agresión feudal. Por
Oriental: el hábitat fortificado de "El
ción de un conjunto residencial en su inte- tanto, este concepto de protección o salva- Castillejo (Los Guajares. Granada)"
rior, además de surgir un nuevo núcleo urba- guarda de los espacios territoriales sobrepa- Arqueología Espacial 10. Coloquio
no, junto al recinto fortificado superior, en el sa, a mi juicio, el marco de los propios sobre microespacio IV. Teruel, 1986.
lado S-SE del cerro. intereses de los distintos clanes familiares pp. 285-309.
21
Ibidem nota 16.
asentados en los diferentes distritos, aun 22
TORRO, Josep. "Fortificaciones
La causa que origina este marcado pro- cuando estos fuesen el engranaje en el pro- en Yibal Balansiya..." p. 410.
23
ceso fortificador en Sarq al-Andalus, en un ceso fortificador. Pero además, este sistema RUBIERA MATA, María Jesús.
momento tardío, ha de explicarse por la de control del territorio, cuyo origen habría Villena en las calzadas romana y
fuerte y amenazante presión feudal de los árabe. Alicante, 1985. p. 56.
que situarlo a fines del primer periodo de
reinos cristianos sobre este territorio. Opina taifas, advirtiéndose un primer impulso en
Torró: << que el mapa de las fortificaciones su desarrollo durante el periodo almorávi-
en vísperas de la conquista solo puede expli- de, adquirió unas proporciones sin prece-
carse por la necesidad de una defensa inte- dentes bajo la unidad política almohade, sin
gral de la población campesina ante la inme- duda favorecido por la coyuntura política
diatez de la agresión. Se trata, sobre todo, de del momento. El sistema debió cimentarse
refugios colectivos. Y son las propias alja- en una fuerte imbricación interterritorial,
mas las primeras y principales entidades cuyo epicentro administrativo residía en las
para quienes representa una urgencia dis- ciudades, en algunos casos, como Medinat
poner de fortificaciones como último medio Bilyana (Villena) o Medinat Siyassa (Cie-
de impedir el cautiverio o la expulsión: los za), surgidas en estos momentos. A estas
destinos que aguardaron a los andalusíes de quedarían vinculados varios distritos cas-
las islas orientales o de la Vega del Guadal- trales, como es el caso de Yecla, Sax,
quivir, donde apenas habían hüsün.»22 Caudete o Biar, con respecto a la primera.
Tal proceso, estoy en el convencimiento de
Esta idea de defensa integral de la ello, no puede concebirse sin la iniciativa y
población del territorio de Sarq-al-Andalus, el impulso estatal. Esto no implica, en modo
que parece evidenciarse en los momentos alguno, la intervención directa del Estado en
previos a la conquista cristiana, no puede la construcción de los hüsün, ya que ello
entenderse sin la idea de fijación al territorio comportaría formar parte de la planifica-
de un elevado aporte humano. Este amplio ción de los sistemas defensivos estatales.
territorio, que un siglo antes mostraba una Con todo, el Estado no debió ser un agente
escasa presencia humana, se puebla ahora ajeno a este proceso o fenómeno fortifica-
de manera notoria. La procedencia sería, dor, pues es este sistema de control y explo-
como consecuencia del proceso de conquis- tación del territorio el que garantiza su
ta territorial por parte de los reinos de Cas- sostenimiento a través de la fiscalidad tribu-
tilla y Aragón, de las áreas del norte de taria de impuestos, procurando, como con-
Valencia23 y de la Meseta Oriental. Así pues, trapartida, la defensa del territorio en la
los hüsün que surgen en este periodo vienen frontera (tagr) frente a los reinos feudales.
a reflejar un aumento de población en los
asentamientos estables de cada distrito, cons- Contamos con una información que me

175
24
FRANCO SÁNCHEZ, Fran- parece muy significativa en este sentido. Se consideración que el nuevo estado, surgido
cisco. Espacios viales y los espa- trata, de la ya referida infructuosa campaña con la unidad política almohade, impulsará y
cios defensivos de la Mancha
Oriental en el periodo islámico militar de Huete (1172), por parte del califa favorecerá en el territorio de Sarq-al - Anda-
(Tesis doctoral). Madrid, 1992. almohade Abü Ya'qüb, de la que nos infor- lus un fuerte proceso de fortificación y repo-
En las páginas 866 a 872 del tomo ma el cronista Ibn Sahid As-Shala. Tras su blación, dentro de un marco de transición
II presenta el referido texto sobre llegada a Murcia toma una serie de medidas pacífica del régimen de los mardanisíes al
la actividad del califa Abu Ya'qub
durante su estancia en Murcia, así encaminadas a fijar el territorio bajo su con- modelo político almohade y en el que aque-
como el comentario al mismo. trol. Francisco Franco Sánchez24 hace un llos formarán parte activa de su estructura
25
VIGUERA MOLINS, María acertado comentario al texto de As-Sahla, político-administrativa.
José. "Historia Política". Histo- aportando la claves que permiten suponer la
ria de España Menéndez Pidal. implicación estatal en este proceso fortifica- La presión ejercida sobre este territorio
Tomo VIII-II. Madrid, 1997. p.
93. dor. Así, la primera medida adoptada por por los reinos feudales cristinos, toma de
26
Véase SALRACH, José María Abü Ya'qüb es asegurar las fortalezas y Tortosa (1148), Lleida (1149), Teruel (1170)
"La Corona de Aragón" y VAL- enviar gobernadores a los lugares de etapas y Cuenca (1177) y las incursiones militares
DEÓN, Julio. "León y Castilla". que habían efectuado a su regreso de Huete, de Alfonso II de Aragón, Játiva (1172) y
Ambos Capítulos en Historia de
España de Manuel Tuñón de
indicando Franco Sánchez, que el concepto Murcia (1177 y 1179)26, será el factor desen-
Lara.. Madrid, 1981.Tomo4.pp. de "asegurar" implica (según expresión ára- cadenante que explique el surgimiento de los
234-235 y 276-277, para el pri- be nadara fi tatqifma 'a qili-hi) instrucción husün en un número tan elevado.27
mero; y pp. 25-31 para el segun- o educación del nuevo sistema de defensa del
do.
27 territorio implantado por los almohades, ha- Las pretensiones territoriales de los
Véase como ejemplos del fuer-
te proceso de fortificación, TO- cia los gobernadores o tenentes de las forta- reinos feudales cristianos hicieron, que des-
RRO, Josep "Fortificaciones en lezas. de el último cuarto del siglo XII, Sarq-al-
Yibal Balansiya..." p. 386-387. Andalus se convirtiera en la piedra angular
El autor recoge un total de 108 En segundo lugar, Abü Ya'qüb consi- de la política expansionista de éstos. El reino
fortificaciones entre Játiva y el
término de Alicante, de las que gue la sumisión de Ibn Mardanis, buscando de Castilla no solo buscará la salida al Medi-
probablemente 97 podrían estar una interesada colaboración de éste y su terráneo con la conquista territorial de la
en uso en el momento de la con- familia. Confirmará como gobernador de mamlaka de Murcia, sino que pretenderá
quista aragonesa, lo que viene a Valencia al tío de Ibn Mardanis, Abu - 1 - frenar la expansión aragonesa hacia el SE
significar una densidad media de
un punto fortificado cada 38 Km2.
Hayyay Yusuf Ibn Mardanis. En Chinchilla peninsular. El atractivo que ofrecía este terri-
; para la actual provincia de Alba- y su espacio frontero, confirma la caíd pro- torio es eminentemente económico, ya que
cete véase NAVARRO, Carmen mardanisí Abü 'Utman Ibn Musa. A ello hay las circunscripciones territoriales de Valen-
"El tamaño de los sistemas hi- que añadir la política de lazos de sangre con cia y Murcia se encontraban densamente
dráulicos de origen andalusí: la
la familia Mardanis. El propio califa se casa pobladas y contaban con un alto desarrollo
documentación escrita y la ar-
queología hidráulica" Agricultu- con una hija de Ibn Mardanis, y otra de las agrícola, ganadero, artesano y comercial.28
ra y Regadío en al-Andalus. II hijas casa con el hijo de Abü Ya'qüb, Abü
Coloquio de Historia y Medio Yüsüf.25 Es muy significativo al respecto el
Físico. Almería, 1995. Almería,
acuerdo suscrito entre Alfonso VIII de Cas-
1996. pp. 177-178 recoge, en una
primera aproximación un total de Parece, pues, evidente que hay una tilla y Alfonso II de Aragón, firmado en
58 fortificaciones y 55 alquerías. clara reordenación del territorio a partir del Cazola el 20 de marzo de 1179, y en el que
Observando su distribución terri- último cuarto del siglo XII, desde un punto queda fijada la futura área de expansión de
torial se aprecia una mayor densi- de vista no solo defensivo, sino también Aragón y su frontera con Castilla en los
administrativo. Deberíamos, pues, tener en siguientes términos:

176
«Valentiam ettotum regnum Valentiae, cum (1195), quedando paralizada toda tentativa dad fortificadora en el área de la
ómnibus suis pertiencis, heremis et popula- ofensiva castellana a lo largo de más de una Sierra del Segura (Yibal Sequra),
aproximadamente dos tercios del
tis, qui sibi pertinent debent similitir laudat, década. Será con el cuarto califa almohade total de las fortificaciones. El área
codecitatque dejfinit eidem et sucesoribus Abü'Abd Allah al Nasir (1199-1213) cuan- nororiental presenta una mayor
suis perpetuum e Satibam cum ómnibus sibi do comienzan a mostrarse los primeros sín- dispersión, en buena medida por
pertinentibus, heremis etpopulatis, et totam tomas de disgregación territorial del imperio que ocupa una amplia llanura.
Este territorio configuraría el te-
terram he reman et populatam qui est a por- almohade. Deberá hacer frente a la subleva- rritorio frontero de Chinchilla.
tus ultra Biar, quiportus diciturportus Biar, ción antialmohade en la Baleares (1202- Desconozco el último trabajo de
sicut reciput versus Exativam et Valentiam; 1203), encabezada por la familia de los Banu Carmen Navarro "Fortificaciones
et Deniam et totum regnum Deniererum Ganiya. La derrota de Al-Nasir en la Navas y asentamientos andalusíes en la
actual Provincia de Albacete: un
ómnibus suis pertinenciis, heremis et popu- de Tolosa (1212) por Alfonso VIII de Casti-
Al-Andalus textualmente casi in-
latis, sicut tendit et ducis usque ad mare et lla, (apoyado por Pedro II de Aragón, Alfon- visible." L'Incastella-miento.
vadis usque Calp.»29 so IX de León, Sancho II de Navarra y Roma, 1998., para comparar el
Sancho de Portugal) puso de manifiesto la avance de sus trabajos. Con todo
el referido del año 1995 es sufi-
A la vista del texto, queda claro que la incapacidad del califa para seguir mante-
cientemente indicativo para com-
intención de reparto de Sarq al-Andalus se niendo la unidad política. Las luchas dinásti- probar el desarrollo de este pro-
basa en su propia división territorial, esta- cas internas, protagonizadas por benimeri- ceso fortificación. Igualmente re-
blecida con las dinastías norteafricanas. De nes, zayyanníes y hafsíes, en Ifriqiya y el sultan clarificadores para el área
del Vinalopó, los trabajos de
esta forma, la mamlaka de Valencia quedaría Magreb, aceleraron el proceso de descom-
AZUAR RUIZ, Rafael. "Forma-
asignada a Aragón, constituyendo el territo- posición territorial almohade en al-Andalus. ción y consolidación de los terri-
rio denominado Yibal Balansiya su límite Tras la muerte de al-Nasir, sucedió un perio- torios cástrales en época islámi-
territorial hacia el sur. La mamlaka de Mur- do de tiempo, algo mas de una década, ca. Los husun del Vinalopó. Si-
cia quedaría bajo la órbita expansiva de Cas- marcado por problemas sucesorios, produ- glos VIII al XI" Fortificaciones y
Castillos en Alicante. Valle del
tilla, siendo su límite oriental los territorios ciéndose diversos levantamientos en los que Vinalopó. Petrel, 1994. pp. 67-
fronteros de Chinchilla y Valle del Vinalopó, los poderes locales cobran cada vez mayor 101; "Fortificaciones de Taifas...
línea que quedará marcada como futura fron- protagonismo. La marcha al Magreb del últi- p. 116.; NAVARRO POVEDA,
tera entre Castilla y Aragón, establecida for- mo califa Abül-'Ala 'al-Ma'mun, en el año C. " Castillos del Vinalopó. For-
tificaciones y Castillos en Ali-
malmente con el Tratado de Almizra (1244) 1228, hemos de considerarla como el punto cante. Alicante, 1991. pp. 61-85.
y ratificada definitivamente tras la sentencia y final del gobierno almohade en al-Anda- 28
FRANCO SÁNCHEZ, Fran-
de Torrellas-Elche.(1304-1305). lus. 30 cisco. Los espacios viales ... pp.
984-1048.
29
Este sistema de control del territorio, A partir de ese momento se inicia el GONZALEZ J. El reino de
cuyo desarrollo álgido nos sitúa durante el tercer periodo de taifas, que para el caso de Castilla en tiempos de Alfonso
VIH.. Madrid, 1960. vol. II p.
periodo almohade, confirió al territorio de Sarq-al-Andalus quedará bajo el control de
529; también en Joaquín Vallvé
Sarq-al-Andalus una sólida capacidad de las familias de los Banu Mardanis y Banu Bemejo " La división territorial
resistencia ante el empuje cristiano, durante Hud (Valencia y Murcia respectivamente), y de la España musulmana..." p.
al menos cuatro décadas. Tras el fracaso de de los que ya hicimos referencia en el primer 150.
30
Huete (1172) y Santarem (1184), la campaña capítulo de esta monografía. Es ahora cuan- VIGUERA MOLINS, María
José- "Historia Política". Histo-
victoriosa del tercer califa almohade Abü do se inicia una etapa marcada por la ofensi- ria de España Menéndez Vidal.
Yusuf Ya'qübal-Mansur (1184-1199)con- va expansionista de los reinos feudales. Cas- Madrid, 1997. t- VIII-II pp. 83-
sigue frenar el avance castellano, tras derro- tilla toma Cáceres (1227), Badajoz (1230), 105.
tar de Alfonso VIII, en la batalla de Alarcos Córdoba(1236), Murcia (1243), Jaén (1246)

177
31
Véase nota 26 del presente y Sevilla (1248). En cuanto a Aragón iniciará cado en cuyo interior quedaban instaladas un
capítulo. la conquista territorial con la toma de Ares y conjunto de construcciones destinadas a al-
32
ZURITA, Jerónimo. Anales
de Aragón. Zaragoza, 1967. Li- Morella (1232), a las que seguirán Alcalá de macenes y aljibes. Venía a ser un refugio con
bro III. Cap. XXXVI, p. 358.; Chivert, Cervera, Santa Magdalena de Pol- carácter temporal (ma 'quil). El esquema de
TORRES FONTES, Juan. La de- pis, Castellón, Borriol, Vinromá, Alcatacén, poblamiento se completaba con la posibili-
limitación del Sureste Peninsu- Villafamés (1233); Almazora (1234); Puig dad de la existencia de un pequeño arrabal en
lar. Murcia, 1950. p. 26.
33 (1237); Almenara, Val d'Uxó, Nules, Cas- sus inmediaciones y un conjunto de alquerías
BAZZANA, A; CRESSIER,
P. y GUICHARD, P. Les Cha- tro, Moncofar, Fondeaguila, Paterna, Betera, o rahales en el campo abierto (badiya), que
teaux ruraux d 'Al-Andalus. His- Bufilla, Silla y Valencia (1238); Cullera y quedarían asociadas al castillo.
toire et Archeologie des husun Rebollet (1239); Castellón de Ribera, Bairén
du sudest de l 'Espagne. Madrid, A esta primera propuesta global sobre
y Denia (1240); Alcira (1242); Játiva (1244);
1988.
34
AZUAR RUIZ, Rafael. De- Montesa y Vallada (1244), y Biar (1245).31 el fenómeno de los husun en Sarq-Al-Anda-
nla Islámica. Arqueología y Po- lus han seguido otras que han venido a com-
blamiento. Alicante, 1989; "For- En cuanto a poblaciones como Villena, pletar y ofrecer una visión más amplia del
mación y consolidación de los Sax y Caudete habían sido ocupadas por los mismo. Muestra de ello son los trabajos de
territorios castrales en época
islámica. Los husun del Vinalo-
aragoneses en el año 1240, en respuesta a un Azuar Ruiz y Navarro Poveda en el ámbito
pó. (Alicante)" Fortificaciones claro incumplimiento del pacto de Cazola geográfico alicantino, y en concreto del Va-
y Castillos de Alicante. Valles por parte de los castellanos, ya que estos lle del Vinalopó34; de Torró35 para el área
del Vinalopó. Petrel, 1994; El habían tomado Enguera y Mogente. El desti- denominada Yibal Balansiya (zona monta-
Castillo del Río. (Aspe. Alican- no de Yecla debió ser el mismo que las ñosa del sur de Valencia) o Carmen Nava-
te). Arqueología de un asenta-
miento andalusí y transición al primeras, por su proximidad a ellas y por que rro36 para el territorio de la actual provincia
feudalismo (siglosXII/XIII). Ali- a la firma del Tratado de Almizra (1244), de Albacete. Suponen estos trabajos un ex-
cante, 1994.; "Fortificaciones de Villena, Caudete, Sax, junto con Yecla figu- traordinario avance en el estudio del pobla-
Taifas en Sarq al-Andalus" Cas- rarán como poblaciones que pasarán a ma- miento en el Sarq-al-Andalus durante el pe-
tillos y Territorio en Al-Anda-
lus. (Antonio Malpica, ed.) Gra-
nos de Castilla, mientras que Enguera y riodo de las dinastías norteafricanas.
nada, 1998; "Ciudades y territo- Mogente serán restituidas a Aragón.32
rio en el Sarq-al-Andalus" Ciu- Los hüsün que surgen a partir del siglo
dad y territorio en Al-Andalus. XI, como ya se indicó, se conciben como un
(Lorenzo Cara, ed.) Granada,
2000.; NAVARRO POVEDA, 2. El Hisn Yakka: análisis espacial y elemento de defensa colectiva, siendo las
C. "Castillos del Vinalopó" For- poblamiento. comunidades campesinas, instaladas en las
tificaciones y Castillos de Ali- alquerías próximas, las principales impulso-
cante. Alicante, 1991; "El Valle Las excavaciones arqueológicas lleva- ras, constituyendo, según opina Torró, un
de Novelda (Alicante) en época
islámica" Urbanismo medieval das a cabo en el Cerro del Castillo de Yecla elemento de equilibrio en el control fiscal del
del País Valenciano. Madrid, nos han permitido constatar la evolución del territorio entre las comunidades campesinas,
1993. Hisn Yakka desde el punto de vista del pobla- las aljamas y el Estado.37
35
TORRO, José. "Fortificacio- miento. Hasta hace poco tiempo, estábamos
nes en Yibal Balansiya. Una pro- en el convencimiento, que el módelo o es- La historiografía reciente ha mostrado,
puesta de Secuencia." Castillos quema del Castillo de Yecla era el mismo que y sigue mostrando una clara tendencia, quizá
y Territorio. Antonio Malpica
(ed.) Granada, 1998. pp. 385- proponían Bazzana, Cressier y Guichard, por que resulta ser lo que comporta una
418. para un buen número de casos recogidos en menor complejidad, a analizar el fenómeno
su obra Les Chateaux ruraux d'Al-Anda- de los hüsün en razón a su localización "es-
lus.33 Se trataba, pues, de un recinto fortifi- tratégica"; primando este concepto por enci-

178
36
ma cualquier otro aspecto, mediatizando centros urbanos o madina(s), siendo algunos NAVARRO, Carmen. "El ta-
ello, en buena medida, los resultados en los maño de los sistemas hidráuli-
de estos castillos de carácter urbano, consti-
cos de origen andalusí: la docu-
trabajos de investigación. La resultante es tuidos en distritos castrales, el referente ad- mentación escrita y la arqueolo-
que nos encontramos esquemas idénticos para ministrativo estatal entre aquellos y la madi- gía hidráulica" Agricultura y Re-
zonas geográficas distintas. En todas ellas na. Un buen ejemplo de ello, en el territorio gadío en al-Andalus. II. Colo-
contamos con puntos estratégicos de primer de Yibal Balansiya, serían los castillos de quio de Historia y Medio Físico.
Almería, 1995. Almería, 1996.
orden y defensas de viales extremadamente Cocentaina, Onteniente, Bocairente, etc., pp. 177-189.; "Fortificaciones y
importantes para la defensa militar del terri- cuyo referente urbano más próximo son De- asentamientos andalusíes en la
torio. No queda más salida que interpretar nia y Játiva. A este esquema puede que actual Provincia de Albacete: un
que las gentes que pueblan estos territorios responda el territorio de montaña denomina- Al-Andalus textualmente casi
invisible" L 'Encastellamiento.
responden, como único objeto de sus vidas, a do Yibal Sequra39 Roma, 1998.
una sociedad con un alto grado de militariza- 37
TORRO, Josep " Fortificacio-
ción. Al final, sentados en lo alto de una risca, En el segundo caso, el que concierne al nes en Yibal Balansiya..." p. 405.
al caer de uno de nuestros numerosos hüsün, territorio de las cuencas fluviales, la madina 38
Resulta de especial interés la
imaginamos el momento crucial de su exis- tiene una presencia más cercana. El compo- lectura del artículo de BARCE-
tencia: al fondo del valle, avanzando amena- LO, M. " Los husun, los Castra
nente poblacional es eminentemente agríco- y los fantasmas que los habitan"
zantes, los ejércitos feudales, dispuestos a la y la jerarquía administrativa aparece, apa- Castillos y Territorio en Sarq-
desposeer de sus tierras y su castillo a sus rentemente, más clara. La madina representa al-Andalus. (edición de Antonio
legítimos poseedores. Es tiempo ya de que o ejerce de capital de un extenso distrito Malpica) Granada, 1998. pp. 10-
bajemos de nuestros hüsün y pateemos sus 35.
comarcal, conformado por varios distritos 39
tierras circundantes, pues es ahí donde en- Véase nota 36 del presente
castrales, donde se instalan los castillos (en capítulo.
contraremos las respuestas al cuándo, cómo y algunos casos de corte urbano), poblados 40
Este extenso territorio solo ha
por qué de estas construcciones.38 fortificados y torres de alquerías, cuya eco- sido estudiado, por el momento,
nomía se basa y depende de la irrigación de en función a las fortificaciones
instaladas en él. Las áreas de
Aun cuando el fenómeno de los husun la tierra. A este esquema parece responder irrigación no han sido tratadas
se extiende por el conjunto del territorio de Villena, que surge como madina en época hasta la fecha, a excepción de la
Sarq-al-Andalus, habría que matizar en él almohade, al menos así parecen indicarlo las de Yecla, y lo hemos hecho con
algunos aspectos en función al ámbito terri- fuentes escritas árabes en el siglo XIII. Debió un carácter preliminar. Desarro-
llamos en la actualidad trabajos
torial en el que quedan localizados: áreas de ser la capital de un extenso territorio (Iqlim) de prospección arqueológica si-
montaña de Valencia y Murcia (Yibal Ba- conformado por los castillos de Caudete, guiendo el curso del trazado de
lansiya y Yibal Sequra, respectivamente), Sax, Yecla y probablemente Benejama y la denominada Acequia Princi-
con poblaciones predominantemente gana- Biar. De estos dependían torres de alquería, pal de la Villa, que viene a ser el
deras; y las áreas de valles fluviales como el eje que vertebra la huerta de
como el caso de la Torre de Bogarra (Caude-
Yecla. La localización de moli-
Júcar, Segura, Vinalopó, Serpis, Guadalen- te) o Negret (Benejama)40. nos de agua, aljibes y restos ar-
tín, etc. En el primer caso, los husun tienen un quitectónicos en el paraje de los
carácter de refugio temporal, y que por su El caso de Medina Siyassa (Cieza), Torrejones pertenecientes a una
propia localización en territorios de orogra- ciudad también surgida como Villena en la alquería islámica, ofrecen una
perspectiva inmejorable para
fía accidentada, constituyen una barrera na- segunda mitad del siglo XII, parece respon- completar nuestra visión sobre
tural de contención al empuje feudal, com- der al mismo esquema. Debió ser capital de el poblamiento islámico en la
plementaria, si se quiere, a la línea defensiva un extenso territorio situado en la cuenca zona.
estatal marcada por las fortalezas de frontera media del río Segura.41
(thagr). Estos hüsün quedan alejados de los

179
41
De Medina Siyasa (Cieza) con- En su origen el hisn Yakka surge como Fuente del Pinar completan, por el momento,
tamos con estudios parciales que refugio temporal (ma 'quil) a fines del siglo el paisaje poblacional en época islámica.
se han centrado en aspectos del
emplazamiento en sí, sin que XI, contando, probablemente, con un peque-
éste se haya puesto en relación ño núcleo de población, a modo de arrabal, en Un elemento que también hemos de
con su territorio circundante. De el área nordeste del cerro, próximo al recinto tener en cuenta es la trashumancia ganadera
su territorio solo conocemos la fortificado superior. A partir del último cuar- y sus viales, que para el caso de Yecla supuso
existencia de una alquería forti-
ficada. Se trata de la Villa Vieja to del siglo XII se amplían las defensas de la un elemento esencial en el desarrollo econó-
de Calasparra, que en mi opi- fortaleza y se construye en su interior un mico de la villa en la Baja Edad Media. Nos
nión debió depender de Siyasa, conjunto residencial, al tiempo que surge otro referimos a la denominada Cañada o Vereda
al igual que, probablemente, el nuevo núcleo urbano en el área S- SE del Real de los Serranos. Aparecerá relacionada
castillo de Jumilla que constitui-
ría un distrito castral como Ye-
cerro, dotado con su propio cementerio o en la sistematización y uniformidad realiza-
cla. De igual modo ocurre con el maqbara. El campo abierto o badiya muestra da por la Mesta sobre los montazgos en el año
territorio de Mula, del que solo igualmente indicios evidentes de ocupación 1380.42 La Cañada de los Serranos, a su paso
conocemos algo del Castillo de humana, con la presencia, en los parajes de por el término municipal de Yecla, con direc-
Alcalá o el Castillo de Pliego
que debió quedar bajo su con-
Los Torrejones-Baños, de una alquería islá- ción NW-SE, cuenta con unos 30 Km de
trol. De otros extensos territo- mica, cuyas fechas provisionales nos apuntan recorrido. Permitía ésta la conexión de las
rios del ámbito geográfico mur- que permanece ocupada al menos desde me- tierras de Chinchilla, (vía Montealegre del
ciano la información es escasa diados del siglo XII y hasta el tránsito entre Castillo-Yecla), con las tierras alicantinas y
por no decir nula. Ejemplo de
los siglos XIII al XIV. Otra alquería parece murcianas de Pinoso y Fortuna, respectiva-
ello son los valles de los ríos
Argos,y Quipar, o el denomina- que pudo instalarse en el denominado "Ba- mente. Creemos, como veremos más adelan-
do Campo de Cartagena y el rrio del Peñón", localizado dentro de la actual te, que este vial ganadero pudo ya estar
litoral murciano. trama urbana de la ciudad de Yecla, mostran- abierto en época islámica.
42
KLEIM, J. La Mesta. Madrid, do una secuencia cronológica coetánea a la
1981. p. 206. anterior. Ambas delimitan el área de irriga-
ción de la Vega de Yecla, en sus extremos
oriental y occidental respectivamente. Las
tierras destinadas a regadío vienen determi-
nadas por el trazado de la Acequia Madre o
Principal, cuyo aporte de acuífero es suminis-
trado por la denominada Fuente Principal de
la Villa, situada en el paraje denominado
Cerro de la Fuente, localizado a 3 km al NW
de la actual ciudad de Yecla. A lo largo del
recorrido de la acequia se han podido cons-
tatar restos de construcciones hidráulicas (al-
jibes, molinos y brazales) de factura tardome-
dieval y que inducen a asociarlas, en cuanto a
su origen, a las referidas alquerías.
CERRO DEL CASTILLO DE YECLA. Planta fortaleza y
Otros establecimientos agrícolas de poblado o madina. (A: Reducto principal; B: Albacar; C:
Madina o poblado). Escala 1.125 (Dibujo: Liborio Ruiz Molina)
menor entidad, con restos de presencia huma-
na en época islámica, como El Pulpillo o La Lámina. Planta general Hisn Yakka.

180
43
2.1 La Fortaleza. cimentación el uso de la mampostería. AZUA RUIZ, Rafael. El Castillo
del Río... p. 206. El autor referencia
castillos tales como el de Onda, Sa-
La fortaleza se sitúa en la planicie de la Para Azuar Ruiz este tipo de ingreso en gunto, de Xio (Luchente), Corbera,
cima del cerro, desarrollando su recinto for- el que se combina el acceso en codo y la Ambra en Pego, Perpuchent, Planes,
tificado siguiendo la curva de nivel 745 m.. defensa en pasillo, basándose en las aprecia- Alcalá y el recinto superior del Cas-
Se advierten en ella dos espacios bien defini- ciones de Torres Balbas, que advirtió en ello tillo de Orihuela entre otros.
44
Para el área murciana encontra-
dos: "El albacar" y el "reducto principal" influencias bizantinas introducidas por los mos paralelos en el Castillo de Alha-
Almorávides en la península , nos situaría a ma, el Castillo de Aledo y el de
2.1.1. Albacar. fines del siglo XI y primer tercio del siglo Castillo de Jumilla. Véase SÁN-
XII. Refuerza esta consideración el propio CHEZ PRAVIA, J. "Fortificaciones
musulmanas en Murcia". Guía islá-
Es el espacio más antiguo, correspon- carácter irregular de las plantas y la combina- mica de la Región de Murcia. Mur-
diendo a fines del siglo XI. Ofrece una planta ción constructiva de lienzos en cremallera cia, 1990. pp.49-66 .; BAÑOS SE-
poligonal o de trazado irregular. El recinto (propia de fines del califato y el periodo de RRANO, J. "El Castillo de Alhama
esta formado por largos paños de muros taifas) con un elemento nuevo, como es la de Murcia y su poblamiento rural en
dispuestos con la técnica denominada de cre- la Edad Media. Datos para su estu-
introducción de paños largos de muros con
dio" IV CAME II, 1993. pp. 423-
mallera, adaptándose a la disposición natural cubos o bastiones en saliente, fabricados con 434; MOLINA GRANDE, María;
del terreno y alternando su trazado con peque- mortero y encofrado. A estas características MOLINA GARCÍA, Jerónimo. Car-
ños bastiones o cubos macizos en saliente. En tipológicas parecen responder numerosos ta Arqueológica de Jumilla. Murcia,
su extremo NE se sitúa una torre de planta castillos instalados en el área valenciana y 1991 p. 151.
45
rectangular, de la que se ha conservado en alicantina,43 Murcia44 y Almería.45 Véase para la actual provincia de
Almería CARA BARRIONUEVO,
cuerpo inferior y parte del cuerpo medio. Una Lorenzo; RODRIGUEZ LÓPEZ,
segunda torre de menos envergadura y de Juana María. "Introducción al estu-
planta irregular se localiza en el extremo S. dio crono-tipológico de los castillos
Hacia la parte central de la fortaleza, se con- almerienses" Castillos y
servan los cimientos de una tercera torre o Territorio.Granada, 1998. pp.182-
191.
bastión cuya función venía a ser la proteger el
acceso en codo situado en línea N. El conjunto
describe lo que podríamos definir como un
gran albacar, contando este con dos accesos
desde el exterior. El principal, ya referencia-
do, es una puerta en ángulo entre muros para-
lelos con un cubo o bastión en su extremo. El
segundo acceso o puerta, que consideramos
secundario, fue abierto en época tardía (últi-
mo cuarto del siglo XII y primer tercio del
siglo XIII). Se trata de un acceso en pasillo de
muros paralelos y que permitía la comunica-
ción del recinto fortificado superior con el
núcleo de población o madina S-SE. Los
materiales constructivos empleados obede-
cen, predominantemente, a la técnica del ta-
pial y el encofrado, apreciándose a nivel de Lámina. Puertas de acceso.

181
Planta Torre NE.

182
Sección Torre NE.

183
2.1.2 Reducto principal. 2.1.2.1 Conjunto residencial almohade

Correspondería a la segunda fase cons- La técnica constructiva del conjunto


tructiva del recinto superior del Hisn Yakka, residencial emplea predominantemente el
construido afines del último cuarto del siglo tapial, con revestimientos de yeso, y en me-
XII y primer tercio del siglo XIII. Se trata de nor medida la mampostería, que viene a
una ampliación de la fortaleza en su extremo circunscribirse a las cimentaciones. Lo exca-
NW, prolongando la línea de defensa de la vado por el momento muestra una estructura
cara norte con la construcción de un cubo de vivienda típicamente andalusí: un patio
macizo en saliente situado en el centro del central como elemento que ordena el resto de
paño de muro, articulando éste con la torre estancias del edificio. En su crujía NW se
central N y la torre NW, también de nueva localizan tres habitaciones bien definidas. La
fábrica, empleando para ello el tapial y el de mayores dimensiones, dotada de un hogar
encofrado. Si observamos la planta de esta de plataforma realzada, y las dos restantes
ampliación se percibe un claro intento de destinadas a cocina (del tipo de poyatones y
regularización de la misma. En su espacio alacena) y letrina-pozo ciego, situada entre
interior se construye un conjunto residencial, las dos anteriores. En cuanto a la crujía NE
del que hasta la fecha se ha podido excavar presenta una sola estancia, compartimentada
parte del patio central y de las crujías NW y en tres espacios. Una de ellos conserva en su
NE, quedando al descubierto tres estancias, pavimento impronta circular destinada a co-
una de ellas destinada a cocina. Si que ha sido locar una tinaja. Esta estancia se adosa a los
excavado en su totalidad el acceso al cuerpo paños de muro de la fortaleza, en el tramo que
medio del cubo en saliente y que servía para une el cubo macizo central y la torre NW. Por
poder acceder, hacia el W, al patio del con- último, en la crujía SE se localizan las estruc-
junto residencial; hacia el S., a un silo de turas de acceso al cuerpo medio del cubo o
planta circular, excavado en roca y ligera- bastión macizo en saliente. La superficie
mente realzado de la superficie por una es- construida excavada hasta la fecha es de 250
tructura en cúpula; y hacia al E, a un aljibe de m 2 , siendo su superficie habitable o útil de
planta rectangular, cuya capacidad estimada 204 m2.
es de 75.000 a 100.000 litros.
2.1.2.2 Edificio postconquista.
Sobre las estructuras del conjunto resi-
dencial almohade, y tras acondicionar el lu- La técnica constructiva empleada es la
gar con obras de relleno y explanación, se mampostería predominantemente, partir de
construye un edificio compuesto por seis piedras irregulares, de tamaño medio, traba-
habitaciones que se ordenan en torno a un das con argamasa de cal y arena. El ala N
pasillo-corredor que permitía el contacto entre cuenta con dos estancias, una situada al W, la
la Torre NW, el silo y el Aljibe. Esta cons- de mayores dimensiones, y que vendría a ser
trucción correspondería a la primera fase de la estancia principal. Su acceso se efectúa
ocupación cristiana, y cuya cronología nos desde un pasillo corredor. Adosada a esta
sitúa en la segunda mitad del siglo XIII. estancia y junto al muro de cierre SW, se
adosa un pequeño habitáculo cuya función

184
46
es la de letrina. Esta estancia, la principal, LÓPEZ SERRANO, Aniceto.
cuenta con hogar de plataforma realzada de Yecla. Una Villa del Señorío de
Villena. Yecla. 1997. p. 298.
planta ovoide, que queda adosado al muro
central divisor de las dos estancias del ala N.
Dos pequeños habitáculos, a modo de plata-
forma, de 2,5 m x 2 m, se localizan en el lado
E de la estancia, pudiendo haber servido para
colocar un camastro. En cuanto a la estancia
W conserva un hogar de plataforma realzada
de planta circular. Ambas estancias mues-
tran pavimentación a partir de mortero de cal
y arena muy compactada.

El ala S cuenta con cuatro estancias, una


de ellas de planta rectangular, localizándose
en su vértice sur un hogar de plataforma
realzada de planta circular. Al fondo, y ado-
sada a esta estancia, en su lado S, otra estan-
cia viene a completar el conjunto. Se trata de Planta. Reducto Principal Fortaleza
un espacio destinado a tinajero, cuyo muro»
perimetral S es el propio de la línea de forti- Por el momento, no se han podido
ficación de la fortaleza, cuya fábrica empleai documentar en el recinto fortificado superior
la técnica del tapial y el encofrado. otras fases constructivas posteriores a esta
primera, que nos pudieran permitir verificar
La superficie construida de este conjun- la supuesta rehabilitación del castillo, defen-
to arquitectónico es de 190 m2 , siendo sui dida por López Serrano46, en época de don
superficie habitable de 130 m2. Juan Manuel (finales del siglo XIII y primera
mitad del siglo XIV). Creo poco probable,
que las obras de remodelación en el interior
del "reducto principal" de la fortaleza, reali-
zadas sobre el antiguo conjunto residencial
almohade, puedan corresponder a estas su-
puestas obras de restauración o rehabilita-
ción; en todo caso, de haberse llevado a
cabo, hubieron de efectuarse en el refuerzo
de las defensas y no sobre el espacio destina-
do a residencia, si realmente la amenaza
sobre esta plaza fuerte, por parte del reino de
Aragón y los moros granadinos, hubiese sido
tan patente y acuciante como sostiene López
Serrano.

185
47
Recordemos que en el interior A juzgar por los resultados de las exca- La regularización de las plantas en los
de la fortaleza se han llevado a castillos parece introducirse en tierras mur-
vaciones arqueológicas efectuadas en el re-
cabo seis campañas de excava-
ciones arqueológicas entre los cinto fortificado superior,47 la destrucción de cianas a partir del tercer cuarto del siglo XII.
años 1990 y 1995 la fortaleza, supuestamente verificada a me- En concreto durante el periodo Mardanisí, en
48
LOPEZ SERRANO, Aniceto. diados del siglo XV48, hubo de ser "devasta- el que surgen un conjunto de fortificaciones
Yecla. Una villa ... pp. 166-169. dora", puesto que lo que en la actualidad que vienen a encintar la capital de la taifa,
El autor dedica un capítulo de la
monografía a intentar clarificar
hemos podido excavar se ciñe a cimentacio- Murcia. Estas fortificaciones serían El Casti-
lo que la tradición había transmi- nes y en algunos casos al arranque de los llejo de Monteagudo, los Castillos de Lara-
tido sobre el tema de la destruc- cuerpos intermedios de algunos bastiones y che, de La Asomada y el Portazgo, y más al
ción de la fortaleza. La hipótesis torres, todos ellos de clara factura islámica. interior el de Alcalá de Mula y el Castillo de
defendida por Carlos Sarthou en
Por no quedar, no ha quedado ni rastro de la Priego en Moratalla.52 A este momento qui-
Castillos de España, y recogida
por Fausto Soriano Torregrosa en torre albarrana, que suponemos debió poseer zás habría que adscribir el fragmento de arco
su Historia de Yecla, suponía que y que en época cristiana correspondería a la hallado en el "reducto principal" del Castillo
el Castillo de Yecla pudo ser des- del homenaje.49 Por tanto, es difícil, que de Yecla, decorado con hojas en resalte y
truido por orden del Marqués de restos de pintura en rojo y negro. La descon-
podamos documentar en un futuro las posi-
Villena, tras su primera capitula-
ción en el año 1476, una vez que bles remodelaciones o modificaciones efec- textualización del hallazgo, pues formaba parte
la villa de Yecla había sido toma- tuadas sobre las antiguas estructuras defensi- de los materiales que sirvieron para rellenar el
da por Pedro Fajardo. Para López vas almohades, si es que las hubo, a excep- conjunto residencial sobre el que se construyó
Serrano la destrucción hubo de ción de la ya documentada. Lo que resulta el edificio cristiano, no nos permite otra cosa
ser anterior a la sublevación de
1476, argumentando para ello la curioso de esta destrucción, es que solo pare- que testimoniar su presencia.
información obtenida de un do- ce producirse en Yecla y no en fortalezas
cumento en el que se recoge una próximas como Jumilla, Almansa, Villena o
sentencia dada en Yecla por la Sax, y lo más extraño, que sea el propio
Mesta, fechada, según el referido
autor, en el año 1457, donde se
Marqués de Villena el que ordene su destruc-
hace referencia a la destrucción ción50, cuando es el "castillo" el elemento
de su castillo. Por otra parte, nos básico para el control y sometimiento de la
informa de otro documento fe- población en un sistema feudal.
chado en el año 1445 sobre la
rendición del pleito del homena-
je por parte del alcaide de la for- Mas, dejemos la cuestión de la destruc-
taleza de Yecla, Gómez García ción del castillo, pues queda fuera del propó-
de Balboa, al representante de sito de la presente monografía, tiempo habrá
Juan Pacheco, por lo que deduce
que no antes de esta fecha, ni
abordarlo en el futuro. Regresemos, pues, de
después de la referida para la nuevo al mundo de los hüsün. Es también
sublevación hubo de producirse Rafael Azuar, quien advierte, como rasgo
la destrucción. Sorprendentemen- diferenciador en la construcción de los hüsün
te y como hubiera sido lo más
tardíos con respecto a los surgidos a fines del Arco decorado. Reducto principal.
coherente, López Serrano, no fija
de manera explícita como fecha periodo de las primeras taifas y comienzos de Segunda mitad del siglo XII
extrema la del año 1457, año de la la dinastía almorávide, la regularización de
sentencia de La Mesta, donde las plantas, haciendo notar que la disposición Para el área de Valencia la regulariza-
como ya se indicó, se hacía men- de los cubos macizos en saliente es muy ción de plantas se impondrá en época almo-
ción expresa a la destrucción del
castillo. Ello, me llevó a consul- próxima entre sí, marcando una forma rítmica hade, con ejemplos como el Castillo de Mola53
o modular.51 o las murallas de Elche.54
En resumen, el Hisn Yakka surge, pro- casos se constata una ocupación al menos tar el documento en cuestión, de-
bablemente, en un momento de tránsito entre positado en AHN. Sección Mes-
desde mediados del siglo XII.
ta. Caja 232/16 comprobando
el primer periodo de taifas y la instauración que su data crónica es 4 de mayo
del gobierno de la dinastía almorávide. Se A la vista de todo ello, deducimos que de 1487, por lo que advertimos en
concibe originariamente como refugio tem- hubo de producirse un considerable aumento López Serrano un error de lectu-
poral (ma'quil), de uso colectivo para la demográfico en época almohade, en clara ra, lo que nos conduce a invali-
dar, al menos en razón a este
comunidad campesina instalada en las al- sintonía con lo que sucede en el resto del documento, sus apreciaciones en
querías próximas. Es posible que contara con territorio de Sarq-al-Andalus y que Azuar torno a la fecha de destrucción del
un pequeño núcleo de población, a modo de Ruiz define como proceso de «concentra- Castillo de Yecla.
49
arrabal, en el área nororiental del cerro, próxi- ción de la población campesina y redefini- Véase nota 15 del presente ca-
mo al recinto fortificado superior. ción y nuclearización de los espacios cas- pítulo.
50
LÓPEZ SERRANO, Aniceto.
trales, quizás con el fin de mejorar el control Yecla. Unavilla...p. 168. El autor
Será a partir del último cuarto del siglo tributario fiscal»,55 considerando, igual- extracta del documento consul-
XII y hasta el primer tercio del siglo XIII mente, que este proceso de concentración y tado en el Archivo Histórico Na-
cuando experimente una transformación sus- nuclearización de los espacios castrales, cons- cional. Sección Mesta. Caja 232/
16 la siguiente información, refe-
tancial. Se amplía la fortificación del recinto tituye el elemento básico de vertebración del rente a la sentencia fechada en
superior, construyéndose en su interior un territorio en las décadas previas a la conquis- 1487 y dictada en Yecla por el
conjunto residencial al que se le dota de un ta cristiana. Alcalde de la Mesta: «que anti-
silo y un aljibe. La existencia de este espacio guamente tomaban asadura de la
fortaleza que avya en dicha villa,
con un carácter de hábitat permanente sugie- De esta forma, es la población asentada los alcaydes que en ella estovan e
re la posibilidad de la existencia de un qa 'id, en la zona y agrupada en comunidades agrí- que el marqués de Villena, seyen-
como representante estatal, siendo esta figu- colas o ganaderas el verdadero elemento do señor de ella, derribo la dicha
ra, la del caidazgo, el elemento que garanti- defensivo, frente a la creciente presión feu- fortaleza» Aun cuando López
Serrano no explica el origen de
zaría el equilibrio en el control fiscal del dal. El componente fortificador, per se, va esta sentencia, hemos de suponer
territorio entre el Estado, la comunidad cam- unido a ello, pero no como imposición esta- que hubo de producirse ante las
pesina asentada en la zona y su aljama. Al tal, sino como necesidad en cada ámbito probables protestas de los gana-
tiempo que se construye el conjunto residen- territorial, siendo la unidad política marcada deros, por el pago del impuesto
por asadura y borra, que venían a
cial surge un nuevo núcleo urbano, locali- por el Estado la que favorezca su desarrollo,
cobrar por derecho los tenentes
zándose en la ladera S-SE del cerro, sin que pues, como vimos, es en este sistema donde de las fortalezas. La protesta hubo
por el momento tengamos evidencias ar- apoya su propio sostenimiento. de apoyarse en el hecho de que en
queológicas de que pudiese estar fortificada. Yecla ya no existía fortaleza ni su
alcaide tenente, por lo que debe-
rían quedar libres de pago, de ahí
El paisaje poblacional se completa con 2.2 Núcleos urbanos. que se indique el hecho de la
la existencia de dos alquerías. Una de ellas, la destrucción del Castillo.
que se localiza en el paraje Baños-Torrejo- 2.2.1 La madina o arrabal NE. 51
AZUAR RUIZ, Rafael. El Cas-
nes, construida en parte sobre las antiguas tillo del Río.... p. 208.
52
instalaciones agrícolas romanas; la segunda, Ya vimos como la historiografía local SÁNCHEZ PRAVIA, José.
situada en la actual trama urbana de Yecla, en "Fortificaciones musulmanas..."
de los siglos XVIII y XIX informaban de
p. 60-66.
el denominado Barrio del Peñón, localizado numerosos restos arqueológicos, relaciona- 53
NAVARRO POVEDA, C. "El
en el lado SE del Cerro de Santa Bárbara, que dos con viviendas, localizadas en la zona Castillo de la Mola. Novelda".
viene a ser una prolongación del propio Ce- nororiental del cerro, próximos al recinto Arqueología de Alicante. 1976-
rro del Castillo en su extremo NW. En ambos superior de la fortaleza. 1986. Alicante, 1986.pp. 115-118.

187
54
BORREGO, M.; SARANOVA, R. La remodelación de este área y de la época cristiana, debieron servir para abaste-
"La ciudad islámica de Elche: fortifi-
antigua ermita instalada en ella, efectuada cer de materiales a otras construcciones o
cación y espacios urbanos". B.A.M.,
4. Madrid, 1990. pp. 173-193. por el arquitecto Justo Millán a fines del siglo edificaciones en época moderna.
55
AZUAR RUIZ, Rafael. "Ciuda- XIX, supuso grandes movimientos de tie-
des y territorio..." p. 484. rras, acompañados con la construcción de Así pues, los restos de construcciones
56
GIL PEREZ DE ORTEGA, Cos- amplias terrazas para la contención de tierras que se conservan o son visibles en la actuali-
me. Fragmentos históricos de la Vi-
lla de Yecla. 1777. Véase. Revista de
en los accesos a la explanada de la ermita. dad en la cara norte del cerro se circunscriben
Estudios Yeclanos. Yakka. 4. (1992- a dos zonas en concreto. Una en la parte baja
3) pp. 109. Las obras de remodelación y amplia- o ladera, y que vienen a ser los restos de un
57
LOPEZ SERRANO, Aniceto. ción de las instalaciones anejas a la ermita posible bastión defensivo, de clara factura
Yecla. Una villa del señorío.... p. habían tenido un precedente en el siglo XVIII. islámica, con fábrica de hormigón y encofra-
298.
Recordemos que Cosme Gil Pérez de Orte- do; y la otra, en la parte superior nororiental,
ga nos informaba de las obras efectuadas en próximo a la ermita y por consiguiente al
la ermita a mediados de ese siglo, al tiempo recinto fortificado superior, y que podrían
que se lamentaba de la destrucción progresi- pertenecer a una vivienda islámica si nos ate-
va de los restos arqueológicos. Recordemos nemos a la técnica constructiva empleada en
un comentario de Gil Pérez que ilustra lo sus muros en los que se utiliza la típica tabiya
dicho: y el encofrado. La superficie en la que se
localizan estos restos no sobrepasa los 200 m2,
« Bajando de la eminencia de este castillo que corresponden a una planicie que forma
inapelable, hallamos ruinas de diversos edi- una de las múltiples terrazas donde se instalan
ficios, torreones de casas y palacios, con las construcciones actuales.
columnas de mármol enterradas y algunas
que sirven de estribo y pared a las mismas Parece, cuando menos, arriesgado afir-
ruinas, de su ruina inevitable. Vemos en las mar, como así lo hace López Serrano57, que
riscas peñas muestras de señales de escalas se construye un cinturón defensivo inferior,
a impulsos de cincel labradas. Hallamos en argumentando a favor de tal apreciación lo
sus recintos, recientes estragos de la inju- que considera como "preocupación de don
ria en abatir suntuosas fabricas con sober- Juan Manuel por la defensa y seguridad de
bia arquitectura elevadas...»56 sus poblaciones", no apoyando documental-
mente tal aseveración. La descripción que
Las obras de mejora de los accesos a la luego hace del posible trazado de la muralla,
ermita desde la falda del cerro en su ladera nos indica, que debía de discurrir desde el
norte y su intensa repoblación forestal duran- llamado "paso de la bandera" ( parte media
te la primera mitad del siglo XX, más la del cerro en su lado noroeste) hasta cerrar en
conversión urbana de esta área en zona resi- la parte noreste. De ser así, los restos referen-
dencial, han cambiado sustancialmente su ciados del posible bastión se sitúan fuera de
paisaje, siendo estos factores determinantes este trazado, localizándose, como ya se
en la destrucción de los restos arqueológicos indicó, en la parte baja del cerro en su lado
referenciados. Ello, nos hace pensar, que nororiental. Aun admitiendo como posibili-
desde siempre, las antiguas construcciones dad la existencia de un segundo recinto for-
islámicas y la que pudieron efectuarse en tificado, no puedo compartir con López Serra-

188
58
no la fecha de construcción del mismo, a la del cerro. Uno de los indicios que nos llevó Podrían quedar dudas razona-
bles en cuanto a la época de
vista de los restos arqueológicos localizados, a pensar en la posibilidad de la existencia de
construcción del posible bastión,
que como vimos, tanto del posible bastión58 esta núcleo urbano, fue, que en la superficie pues su factura recuerda mucho
como de los restos de la vivienda, son de clara donde queda instalado, la intensa repobla- el "opus cementicium" romano.
factura islámica. De igual forma que son islá- ción forestal ya mencionada no tuvo los Se hace por tanto necesario lim-
micos los restos de un paño de muro localizado efectos deseados. La alta densidad de estruc- piar en toda su amplitud esta
construcción para aclarar esta
durante los trabajos de construcción del actual turas arquitectónicas y sobre todo la enorme duda. En cualquier caso, no co-
Museo "Virgen del Castillo". Corresponde este concentración de cal en el subsuelo fueron rresponderían a las fechas pro-
paño a los cuerpos medio e inferior de una las causas de tal circunstancia. puesta por López Serrano que
posible torre, formando parte de los muros de probablemente haga estas apre-
ciaciones siguiendo lo que en su
la actual torre W de la fachada de la ermita. La Con los datos que disponemos en la momento publique en la Revista
técnica empleada es la tabiya y el encofrado, actualidad estimamos que pudo contar con de Estudios Yeclanos Yakka.
propia de construcciones islámicas.59 una extensión aproximada entre 0,50 y 0,75 (1995), en el artículo titulado,
Ha. Hasta la fecha, la superficie excavada es "Yakka.Un asentamiento anda-
lusí de la Cora de Murcia (siglos
En resumidas cuentas, mantenemos de unos 800 m2 lo que nos ha permitido XI al XIV)", donde en la página
como hipótesis probable la existencia de un localizar diez edificios, estimando su número 25 se advierte un error, debiendo
núcleo de población, a modo de arrabal, en el total en medio centenar aproximadamente.. decir < <sobrepasando la mura-
área noreste del cerro, en su parte alta, próxi- De total de construcciones completas exca- lla construida en la primera
mitad del siglo XIII.» y no en
ma al recinto fortificado superior. El que vadas, cinco corresponden a viviendas y otras la segunda mitad de dicha centu-
pudiera haber contado con muralla o cerca en dos a edificios aparentemente diferenciados ria.
la ladera norte del cerro es una cuestión sobre del ámbito doméstico. Uno de ellos destinado 59
El paño fue descubierto du-
la que mostramos nuestras reservas, hasta a silo o almacén de grano, y el segundo, que rante la campaña de excavacio-
tanto no avancemos más en los trabajos ar- parece responder a un uso público, (baños?) nes arqueológicas de urgencias
queológicos. Con todo, pienso, que la exis- efectuadas en febrero de 1996 en
el solar del edificio anejo a la
tencia de un núcleo de población en esta zona ermita, adosado a éste en su lado
del cerro hubo de surgir al tiempo que se W.
construía la fortaleza a fines del siglo XI.

2.2.2. La madina S-SE.

La madina situada en la cara S-SE del


cerro, en su parte media y alta, se localiza
entre las curvas de nivel 740 m y 715 m. El
carácter de despoblado del área ha hecho que
conserve en buena medida su trama urbana.
Solo una pequeña parte se vio afectada por
las obras de aterrazamiento efectuadas a fi-
nes del siglo XIX, en el lados sureste de la
ermita y la posterior apertura, ya bien entra-
do el siglo XX, de una pista de acceso a la
ermita desde el Cementerio Eclesiástico de
Yecla, situado en la parte baja de la ladera SE Lámina. Plano Madina S-SE
60
MOLINA MOLINA, Angel 2.2.2.1 Urbanismo. escorrentía provocadas por la lluvia. En el
Luis. "Evolución urbana de Ye- tramo de calle NW-SE y su prolongación
cla" (siglos XIII-XVIII). Estu-
dios de vida urbana. Murcia, La primera característica que podemos hacia el trazado de la calle N-S se instalan
1995. pp. 29-40 señalar de la trama urbana de la madina S-SE tres grandes pozas circulares, separadas a
61
BARCELO, M; CRESSIER, es su irregularidad. La orografía del terreno una distancia entre sí que oscila entre 6 y 8
P.; MALPICA, A; ROSELLO, ofrece un pronunciado desnivel. Las vivien- metros. Cuentan con un diámetro entre 1,5 m
G. "La vivienda rural musulma-
na en Andalucía Oriental: el ha-
das se encajan en la roca previamente exca- y 2 m, y una profundidad entre 1 m y 2,5 m.
bitat fortificado de "El Castille- vada y acondicionada para su instalación en
jo (Los Guajares. Granada)" EA, terrazas. Los tres tramos de calles localiza- Un problema todavía sin resolver por la
II. Teruel. 1986 pp. 285-309.; dos hasta la fecha confluyen en un espacio arqueología es el referente al suministro del
véase también BERTRAND, M
abierto de planta rectangular. Uno de los agua potable en la madina. El aljibe instalado
y otros. "La vivienda rural me-
dieval en el Castillejo. Los tramos se orienta en dirección N-S, separan- en el conjunto residencial hubo de ser de uso
Guajares.(Granada)". La casa do las casas 3 y 7 (W) de las casas 2 y 5 y el exclusivo de éste. No descartamos la posibi-
hispano musulmana. Aportacio- edificio 1 (E). El segundo tramo de calle se lidad de la existencia de un nacimiento de
nes a la Arqueología. Granada,
orienta en dirección NE-SW, separando las agua próximo, que garantizase el aporte ne-
1990. pp. 207-215.
62 casas 1 (E) y 2 (W), y el tercer y último tramo cesario para el consumo humano. De ser así,
AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Río ... pp. 208-210. se presenta orientado en dirección E-W y tal circunstancia podría explicar, agotado el
63
POZO MARTINEZ, Indale- dispuesto en codo, viniendo a separar las acuífero, el abandono de este emplazamiento
cio. "El despoblado islámico de casa 1 y 4 de la casa 3 y el edificio 2. Un y el de la zona nororiental, en beneficio de la
la Villa Vieja de Calasparra cuarto tramo, a modo de calle o callejón sin falda norte del cerro (actual ubicación de la
(Murcia)" Miscelánea Medie-
val Murciana, XV 1989. pp. 187- salida, separa el edificio 1 y 8 de la casa 5. ciudad de Yecla), bien entrado ya el siglo
203. XIV.60 Es a partir de esos momentos cuando
64
LOPEZ ELUM, P. La alque- Podemos afirmar, a la vista de estos se inicia una clara tendencia en la expansión
ría islámica en Valencia. Estu- primeros resultados, que se advierte en la urbana hacia la vega, marcando sus límites
dio arqueológico de Bofilla. Si-
glos XI al XIV. Valencia, 1994.
madina S-SE la dotación de infraestructuras en la Acequia Madre o Principal, cuyo aporte
65
NAVARRO PALAZÓN, Ju- sanitarias que permiten la evacuación de de agua, como ya se indicó, procede de la
lio. "El despoblado islámico de aguas fecales o residuales y el suministro de Fuente Principal de la Villa.
Siyasa (Cieza)." Revista de Ar- agua potable a las viviendas. En el primer
queología, 53. (1985) pp. 30- caso hemos podido documentar dos pozos Son pocos los hüsün o torres de alque-
43.; "La casa andalusí en Siyasa.
Ensayo para una clasificación ciegos, asociados ambos a las letrinas de la rías excavadas de las que servirnos para
tipológica" La casa hispano casas 1 y 4. Por lo que se refiere al suministro hacer las obligadas comparaciones y estable-
musulmana. Aportaciones a la de agua potable se ha podido documentar un cer, en la medida de lo posible, los caracterís-
Arqueología. Granada, 1990. pp. tramo de atarjea, cuyo trazado con dirección ticas propias en materia de ordenamiento
177-198.
E-W discurre por el callejón sin salida, ado- urbano. Hasta la fecha conocemos los casos
sado al edificio 1 (silo), dirigiendo su recorri- de los poblados fortificados de Los Guajares
do hasta la casa 3, viniendo a desembocar en (Granada)61 o el Castillo del Río en Aspe
la cisterna de su patio. Una buena parte del (Alicante);62 las alquerías de la Villa Vieja
trazado conserva cubierta de ladrillos. de Calasparra (Murcia)63 o La Torre Bofilla
en Valencia;64 la madina islámica de Siyasa
Otro elemento urbanístico que se ha (Cieza. Murcia)65 y nuestro caso, el Hisn
podido constatar es el mecanismo adoptado Yakka, que obedecería al tipo definido como
para poder controlar la fuerza de las aguas de castillo urbano, comparable, por tanto, con

190
66
los castillos alicantinos de Onteniente, Bo- frecuencia. Cuenta también con una desarro- BAZZANA, A.; CRESSIER,
cairente, Cocentaina, Biar o Bairen (Valen- P. y GUICHARD, P. Les Cha-
llada infraestructura sanitaria, adaptándose
teaux ruraux...; Véase también
cia).66 el caserío a la disposición natural del terreno, FRANCO SÁNCHEZ, Francis-
encajándose las viviendas en terrazas previa- co. "Estudio comparativo del ur-
Los dos primeros casos muestran una mente preparadas. banismo islámico de seis pobla-
serie de rasgos o características comunes. ciones de la Vía Augusta: Sa-
gunto, Játiva, Orihuela, Onte-
Ambos carecen de infraestructura sanitaria: Los caracteres urbanísticos del castillo niente, Bocairente y Benejama"
letrinas y pozos ciegos para evacuar aguas urbano de Yecla se corresponden con los Simposio Internacional sobre la
residuales, y red de atarjeas o canales para el descritos para Siyasa, salvo que, por el mo- ciudad islámica. Zaragoza,
abastecimiento de agua potable a las vivien- mento, no podemos constatar la presencia de 1991.
67
das. También se observa como rasgo común un recinto fortificado que encintara la madi- AZUAR RUIZ, Rafael. El
Castillo del Río ... pp. 210.
el uso del recinto amurallado como apoyo de na y que la técnica constructiva empleada, en 68
En la primera memoria parcial
algunas viviendas y el uso generalizado de la nuestro caso, es el tapial y la mampostería que elaboré sobre las excavacio-
técnica del tapial en la construcción de éstas. indistintamente.68 nes arqueológicas en el Cerro
La diferencia, el propio trazado urbano, no del Castillo de Yecla correspon-
diente a los años 1990-1995.,
advirtiéndose en Los Guajares una trama de 2.2.2.2. La vivienda. consideré, erróneamente, que la
tendencia ortogonal. mampostería se empleaba con
Afirma Torró: << La producción del menor frecuencia que el tapial.
La ausencia de infraestructura sanita- agregado doméstico en el Al-Andalus, fun- La razón de ello era que hasta
esos momentos solo se había
ria y el apoyo de viviendas en la muralla se dado en familias extensas, determina la dis- efectuado una sola campaña so-
manifiesta también, según Azuar Ruiz, en posición de las viviendas para dar acomodo bre la madina S-SE, excavándo-
los castillos de la Torre Grossa de Jijona, el a mas de una célula conyugal, articulando se en concreto la crujía W de la
Castillo de Busot o el Castillo de la Mola en habitaciones diferenciadas mediante un es- casa número 1, en la que parecía
Novelda.67 advertirse tal circunstancia. Apo-
pacio central común. El tipo doméstico an-
yé entonces tal consideración en
dalusí y magrebí no responde a ninguna que el conjunto residencial de la
En cuanto a las alquerías, las diferencias moda ni puede modificarse "libremente "por fortaleza evidenciaba un claro
formales entre ambas reside en su propia caprichos o necesidades pasajeras. Es un predominio de la técnica del ta-
pial.
trama urbana. Para el caso de la Torre de imperativo ineludible en la perpetuación de 69
Bofilla presenta una clara regularidad, apa- la sociedad, puesto que sin él se destruirían TORRÓ, Josep "Yibal Ba-
lansiya ..." p. 412. Cita 33
rentemente ausente en la Villa Vieja de Ca- lo vínculos elementales del parentesco y la
lasparra, donde se describen manzanas de organización del trabajo». 69 Tal afirma-
planta poligonal. Otra diferencia es que mien- ción la hace en razón a una, cuando menos
tras en Bofilla la técnica constructiva es sospechosa, creciente proliferación de con-
preferentemente el tapial, en la Villa Vieja de juntos o núcleos residenciales fortificados,
Calasparra predomina la mampostería. sin que en un buen número de casos tengan
un claro respaldo arqueológico. Es evidente,
La madina de Siyasa (Cieza) muestra que cualquier indicio de construcción en el
un trazado urbano tendente a lo ortogonal, interior de un recinto fortificado, no implica
contando con un encintado o recinto fortifi- necesariamente una ocupación estable o
cado perimetral. La técnica constructiva pre- permanente del mismo. De ahí, esta precisa
dominante es el tapial, aun cuando la mam- nota aclaratoria de lo que supone o significa
postería también es empleada con relativa el ámbito doméstico andalusí.

191
70
PAVON MALDONADO, 2.2.2.2 a. Materiales y elementos construc- «El dominio tecnológico del tapial, obser-
Basilio. Tratado de Arquitectu- vado en este periodo en la construcción de
tivos.
ra Hispano-musulmana. II. Ciu-
dades y Fortalezas. Madrid, viviendas en ámbitos rurales o urbanos, es
1999. p. 613. La vivienda en la madina S-SE del Hisn una tendencia que rompe con la tradición
71
AZUAR RUIZ, Rafael. El Yakka emplea como técnica constructiva, de antigua de utilizar de forma generalizada la
Castillo del Río... pp. 213-215.
72
manera indistinta, tanto la mampostería como mampostería en la construcción...»72, con-
Ibidem nota 71. p. 214.
73 el tapial. La mampostería es utilizada para siderando como ejemplos "paradigmáticos"
ROSELLÓ CREMADES,
Nieves y otros. "Estudio de una los muros perimetrales de los edificios mien- de perduración de la técnica de mampostería,
vivienda almohade". IV CAME, tras que el tapial se advierte en la tabiquería los yacimientos de Guajares (Granada), la
II. 1993. pp. 123-129. y muros divisores internos. Torre Bofilla (Valencia), La Villa Vieja de
Calasparra y el Fortín de Denia. A ellos
La técnica del tapial (tabiya) se realiza habría que añadir el caso de Yecla, en el que
con argamasa de tierra y piedra arenisca de se emplean indistintamente ambas técnicas.
pequeño tamaño, forrado con cal, yeso o
mortero de cal, arena y triturado de piedras Los diez edificios excavados hasta la
o materiales cerámicos (hormigón), a modo fecha en la madina S-SE, muestran que en
de encofrado (lawd), realizado con dos plan- una buena parte de ellos se emplea la técnica
chas de madera, cuyas medidas varían según de la mampostería, en algunos casos casi por
las zonas, no rebasando su altura los dos completo. Tomemos como ejemplo la casa
codos (0,80 m - 0,90m).70 Las planchas de número 4, situada al W de la casa número 1
madera vendrían formadas por 4 o 5 tablillas y en la parte alta del caserío. Esta vivienda, la
de 10 a 15 cm de anchura, cuyas improntas mejor conservada hasta la fecha, solo utiliza
son aún visibles. la técnica del tapial en el muro perimetral sur,
cuya cimentación es de mampostería.
En la madina S-SE advertimos, de
igual forma que se constata en el Castillo del Tanto el tapial como la mampostería
Río (Aspe), un tapial caracterizado por una presentan enlucidos de cal y yeso en caras
granulometría muy densa, formada por are- internas y externas de los muros. Solo en el
niscas de núcleo pequeño, donde se observa paramento enlucido de la estancia-zaguán de
un refuerzo en las caras externas a partir de la casa 1 (crujía N del edificio) se hallaron
una mayor concentración de cal, advertida restos de grafitis incisos y pintados en negro.
igualmente en la cimentación de muros.71 Su alta fragmentación nos impidió una iden-
tificación de los motivos decorativos. He-
El uso del tapial en numerosas cons- mos hallado un paralelo en los grafitis loca-
trucciones islámicas del siglo XII al XIII, lizados en una casa almohade excavada en
viene a mostrar el empleo de un técnica la Calle Sotanillo II de Alicante y cuya cro-
constructiva nueva, que permite, por su ma- nología nos situaría en la primera mitad del
nejabilidad, dar solución a problemas de siglo XIII.73
índole arquitectónico, sobre todo en aquellos
emplazamientos donde la pendiente del te- El empleo generalizado de la mampos-
rreno condiciona sobremanera la edificación tería se constata en las casas 1, 2, 3,7,9 y 10.
de las viviendas. Afirma Rafael Azuar que Solo los edificios 1 (c.6) y 3 (c.8), de una sola

192
estancia y dedicados a almacenes (silos), estancias de la planta superior de estas vi-
emplea el tapial casi en exclusivo, quedando viendas pudieran contar con este tipo de
la mampostería reducida a zócalos y cimien- pavimentación.
tos.
El yeso y la cal constituyen dos ele-
La vivienda número 5, la de mayores mentos básicos en las construcciones. Se
dimensiones hasta la fecha, presenta ambas emplea tanto para revestimientos de muros
técnicas, tapial y mampostería, introducién- como para pavimentaciones de algunas
dose un elemento nuevo con relativa profu- estancias cubiertas. Los patios o espacios
sión, el ladrillo. Este se aplica tanto para el abiertos de las casas en raras ocasiones
refuerzo de cimientos, arranque de pilastras muestran restos de pavimentación. Solo
(patio 2) y el forrado de lienzos de muros en hemos observado una excepción en el edifi-
su cara interna, como es el caso de la estancia cio número 5, en el que el patio 1 presenta
central del edificio, lugar donde fue hallado, pavimentación preparada a partir de morte-
oculto en un silo, el ajuar doméstico referido ro de cal y arena, muy denso, con fino
en el segundo capítulo de la presente mono- acabado en superficie. También es el yeso el
grafía. El tipo de ladrillo utilizado es el material empleado para algunos elementos
ladrillo cocido a fuego (yajur o ajur). Los ornamentales. Hasta el momento hemos
empleados en el edificio 5 de la madina S-SE podido documentar dos fragmentos de ar-
y en otros edificios (quicialeras de puertas, cos, unos de ellos en la puerta de acceso a la
soleras de escalones o portales, poyatones de casa número 4 y el otro localizado en la
cocina, etc.) viene a ser material constructivo puerta de entrada de una de las estancias de
romano reutilizado. Casi con toda probabili- la casa número 7. Los dos fragmentos pare-
dad este material procedería del yacimiento cen responder al tipo de "arco de hojas" ,
romano de Los Torrejones y también de la típicamente almohade.
propia cima del cerro, donde parecen quedar
evidencias de la instalación de un antiguo La combinación del yeso, la cal y el
fortín (turres) de época bajorepublicana. El ladrillo conformarán los elementos construc-
tipo más frecuente de ladrillo empleado res- tivos básicos en la fabricación de cocinas y
ponde al denominado "bipedalis" (dos pies) hogares. Distingue Azuar Ruiz para el Casti-
con las medidas estandar de 0,45 m x 0,45 m. llo del Río en Aspe entre los denominados
o 0,22 m x 0,22 m. hornillos y los hogares. Los hornillos presen-
tan una plataforma realzada del nivel de
La reutilización de materiales romanos pavimentación, siendo de planta circular u
no solo se ciñe al uso del ladrillo. Se constata ovoide. Presentan en su solera ladrillos o
también la presencia de un número elevado plaquetas de piedra caliza. Este tipo de hogar
de plaquetas de mármol para pavimentación es muy frecuente en el castillo de Yecla,
(circulares o hexagonales), las denominadas tanto en el conjunto residencial del recinto
placas de "opus sectile". Su empleo se docu- fortificado superior, como en la madina S-
menta en las casas 3, 4, 5 y 7, en el nivel de SE, en la que todas las viviendas muestran
derrumbe de las plantas superiores (UE 3000 uno o mas de uno en sus estancias. Tal
a ), por lo que es probable que algunas circunstancia sugiere que este tipo de hoga-

193
74
AZUAR RUIZ, Rafael. El res servirían de apoyo o enclaves en donde de establecimientos de corte urbano, donde
Castillo del Río... p. 216 podrían instalarse los hornillos o braseros la vivienda adquiere, probablemente, una
75
Ibidem nota 74. pp. 216-217.
El autor sugiere la idea, ante la portátiles,74 por lo que no solo tendrían una mayor capacidad de alojamiento y por tanto,
escasa presenta del "Tannür" utilidad eminentemente culinaria, sino que este tipo de cocina cubriría la necesidad de
fijo, de que estos hogares po- también servirían como sistema de calefac- una mayor capacidad en la elaboración de
drían obedecer a la pervivencia ción de las diversas estancias. alimentos. La estancia de la vivienda desti-
de antiguas formas de hornos,
sustituidos por los "Tannures"
nada a cocina, al menos en el caso de Yecla,
móviles de cerámica, aún cuan- No se constatan en el Castillo del Yecla suele contar, además de este tipo de cocina,
do aquellos tengan continuidad el tipo de hogares excavados que se docu- con un hornillo de plataforma realzada.
en época bajomedieval. Susten- mentan en el Castillo del Río. Estos, obede-
ta esta consideración en los tra-
bajos de GUTIERREZ Sonia.
cen a una planta rectangular, de bordes mata-
"Cerámica común paleoandalu- dos y también sobreelevado del suelo y re-
sí del sur de Alicante. Siglos hundido, con una especie de campana poste-
VIII-X)" Alicante, 1988. ; "De rior que permitía en tiro del hornillo. Al
la civitas a la madina, destruc-
ción y formación en el SE de al-
parecer, este tipo, también documentado en
Andalus". IV CAME I. Alicante, Los Guajares (Granada), La Torre Bofilla
1993. pp. 13-35; "Panes hoga- (Valencia) o La Mola de Novelda, solían
zas y fogones portátiles. Dos instalarse en espacios abiertos de las vivien-
formas de cerámica destinadas a
das (patios), teniendo continuidad en época
la cocción de pan en al-Andalus:
el hornillo (Tannür) y el plato medieval tardía.75
(Fabaq)" Lucentum, XIX. 1990.
pp. 161-175. Por lo que se refiere a las cocinas en el
76
NAVARRO PALAZÓN, Ju- Castillo de Yecla y su madina S-SE se docu-
lio. "La casa andalusí de mentan las de tipo de poyatones y alacena,
Siyassa..."pp. 177-198.
77 contando su estructura con hornillo central,
POZO MARTINEZ, Indale-
cio. "El despoblado islámico de bancada lateral, tiro central y alacenas latera-
la Villa Vieja..." p. 199. les. Se han localizado hasta la fecha una en el
conjunto residencial del recinto fortificado
superior, y seis en las viviendas 1, 2, 3, 4, 5 Cocina. Casa o Edificio 10. Madina S-SE.
y 7 de la madina S-SE. En las cuatro primeras
instaladas en la planta baja, mientras las dos
restantes se instalan en la planta superior. Durante el transcurso de la VI campaña
Este tipo de cocina es muy frecuente en de excavaciones arqueológicas, primera de
Medina Siyassa (Cieza).76 También se ha las efectuadas en la madina S-SE, se docu-
constatado su presencia en la Villa Vieja de mentó la presencia de tejas en el nivel consi-
Calasparra, en concreto en la casa número 6, derado de abandono de la madina (fines del
siendo el único ejemplar localizado en el siglo XIII - primer cuarto del siglo XIV),
conjunto del yacimiento.77 Este tipo de coci- asociadas a las estructuras de la casa número
na no se documenta en Los Guajares (Grana- 1. Ello nos llevó a considerar que éstas po-
da), el Castillo del Río en Aspe o en la Torre dían haber sido el elemento constructivo
de Bofilla (Valencia), probablemente por- empleado para las cubiertas de las casas. Sin
que quizá obedezca al ambiente doméstico embargo, y tras las cinco siguientes campa-

194
78
ñas de excavaciones en la madina, su presen- rencia entre el primero y nuestro caso con Ibidem nota 76.
79
AZUAR RUIZ, Rafael. El
cia es muy escasa. Por tanto, no podemos respecto al segundo. Mientras que la disposi-
Castillo del Río ... p. 217.
determinar, de manera fehaciente, que tipo ción en terrazas no afecta a las distintas
de cubierta y que materiales eran empleados estancias de una misma vivienda en el Casti-
para ellas. Suponemos que probablemente llo del Rio,79 en Yecla y Cieza si se aprecian
fuese el mismo que en Siyasa (Cieza), es diferentes niveles en una misma vivienda,
decir, cubiertas a dos aguas con tejas cur- siendo tramos de escaleras los que permiten
vas.78 La escasa presencia de este elemento el acceso a las plantas superiores.
constructivo puede estar indicando que pudo Los muros perimetrales de las vivien-
ser usado como mate-
rial reutilizado para
otras construcciones,
tras el abandono de la
madina.

2.2.2.2 b. Estructura y
tipología de las vivien-
das.

Se han diferencia-
do en el conjunto de
construcciones de la
madina S-SE, con un Perfil W. Cortes 100, 101, 102 y 103.
carácter provisional, los
edificios que indican
claramente el ámbito
doméstico de aquellos que parecen contar das de la madina S-SE presentan, en algunos
con un carácter público o comunitario (De casos, fosas de cimentación que garantizan
los primeros contamos con seis ejemplos y una mayor estabilidad y firmeza al muro. El
de los segundos con dos). ejemplo lo tenemos en los muros perimetra-
les NW de las casa 3 y el edificio 2, cuya
Una de las características de las vivien- fábrica es de hormigón y encofrado.
das es el escalonamiento en su disposición en
el terreno. Como ya se apuntó se preparan Las viviendas en su conjunto obede-
terrazas excavadas en la roca donde se insta- cen a la estructura de patio central, cuya
lan los edificios. Esta solución no es exclusi- planta suele ser de tendencia rectangular o
va de nuestro yacimiento, pues se adopta en cuadrada (casas 1, 4, 5, 7 y edificio 2) o
aquellos establecimientos que han de adap- poligonal, (casas 2,3). Una de las construc-
tarse a la orografía del terreno, con una ciones presenta una sola estancia, se trata
pronunciada pendiente. Tenemos como ejem- del edificio l(silo).
plos Medina Siyasa (Cieza) o el Castillo del
Río en Aspe. Sin embargo, existe una dife-

195
80
Los datos de superficie de las La trama urbana parece diferenciar realzada, y en su extremo W, sobre el muro
construcciones corresponde ob-
cuatro manzanas de disposición poligonal: de cierre de la habitación, se abre un hueco
viamente al conjunto de estan-
cias que se han conservado de La primera manzana constituida por las vi- a modo de hornacina o nicho que cuenta con
cada una de las viviendas o edi- viendas 1 y 4; la segunda manzana por la casa arco de medio punto rebajado. En cuanto a la
ficios. 2 y el edificio 1; la tercera manzana por las estancia de la crujía NW presenta una banca-
81
AZUAR RUIZ, Rafael. El viviendas 5 y 9, y la cuarta manzana por las da y un hornillo de plataforma realzada.
Castillo del Río ... p. 215.
viviendas 3 y 7, y el edificio 2. Desde esta estancia se accedía a una letrina
(parcialmente excavada) que evacuaba sus
Todas las construcciones parecen evi- aguas residuales a un pozo ciego situado en
denciar que poseían una planta superior a las el exterior, junto al vértice W de la vivienda.
que se accedía por tramos de escaleras situa- El patio contaba con dos machones cilindri-
dos en los patios. Se han conservado tramos cos de piedra caliza colocados en línea y
de escaleras completos en la casas 1,4,5 y 7. separados entre sí a 2 m de distancia. Su
presencia nos hace barajar la posibilidad de
Por lo que se refiere a la superficie80 de que el patio pudiera contar con un cobertizo
las edificaciones oscila entre 171 m2 de la de madera y ramajes, que apoyaría en estos
casa 1 y los 50 m2 de la casa 3, que solo machones y en su pared NW.
conserva el patio, la cocina y una estancia
secundaria, todo ello en planta baja. Predo-
minan en el conjunto las casas que sobrepa-
san los l00m2 . Por otra parte, se observa para
el conjunto de las edificaciones, al igual que
advierte Rafael Azuar para el Castillo del Río
en Aspe,81 que la medida más frecuente de
separación de muros en las distintas estan-
cias es de 6 codos ma 'munni, es decir, de
2,50 a 2,70 m.

Es, sin lugar a dudas, la casa número 4


la que conserva la estructura más completa.
En planta baja posee un patio central en razón
al cual se organizan el resto de espacios:
establo (SE), zaguán (SE) y cocina (SW)
dotada de hornillo, bancada y alacena en un
extremo y hornillo de plataforma realzada en
el otro. La caja de escalera que permite el
acceso a la planta superior se desarrolla ado- Lámina. Sección NE-SW. Casa 4.
sa a la crujías SE y NE, marcando su trazado
un ángulo recto. En la planta superior se han La constatación de otra letrina en la
conservado dos habitaciones y una letrina. casa número 1, concretamente en la crujía
La habitación situada en la crujía NE cuenta NE de su patio, por tanto en planta baja, y que
en su extremo E con un hogar de plataforma desagua a un pozo ciego instalado en la calle,

196
nos permite por el momento diferenciar dos
emplazamientos distintos para la ubicación
de las letrinas en las viviendas.

La jerarquización de espacios en el
ámbito doméstico es una constante. Así, y en
razón a su función e importancia, cada estan-
cia variará de tamaño y presentará una dispo-
sición específica en el conjunto de la vivien-
da. De esta forma y a la vista de lo excavado
hasta el momento, el patio resulta ser el
espacio más relevante, en torno al cual se
ordenan el conjunto de estancias. Pensemos
que la unidad familiar andalusí es extensiva,
en el sentido estricto de la palabra, por lo que
era frecuente que se articulara sobre la base
de varias cedulas conyugales, determinando
tal circunstancia la ubicación de los espacios
de las viviendas, que debían quedar perfec- Lámina. Sección Ala E. Edificio 5.
tamente diferenciados, contando con un ele-
mento común: el patio. Las técnicas constructivas utilizadas
son la mampostería y el tapial, combinado
Este componente jerárquico en el ám- con el encofrado. A veces la argamasa que
bito doméstico, es también un elemento ca- constituye el tapial es de un factura muy
racterístico en el propio ordenamiento urba- consistente, a partir de cal, arena y fragmen-
no de la madina. Quedan bien diferenciados tos de materiales cerámicos. Por otra parte, el
los espacios públicos de los privados. Parece ladrillo como material de construcción es
adivinarse en la madina S-SE del Hisn Yakka empleando con cierta profusión. Así se ob-
un cierto planeamiento urbano, donde proba- serva en pilastras, cajas de escaleras e inclu-
blemente, la ubicación de los espacios de uso so para el forrado de paredes de habitaciones,
público determinan el desarrollo de la trama como es el caso de la habitación central que
urbana en su conjunto. Así pues, el edificio actúa a modo de eje en el conjunto del edifi-
numero 2 (C. X, excavado parcialmente), el cio. Es en éste, con mucha diferencia, donde
que creemos destinado a baños públicos, más se utiliza el ladrillo, con respecto al resto
parece ocupar la manzana central del conjun- de edificaciones en las que su presencia se
to urbano. ciñe casi en exclusivo a cimentaciones, qui-
cialeras de puertas, bancadas, poyatones y
De total de las viviendas y edificios alacenas de cocinas.
excavados, llama especialmente la atención
el denominado número 5, tanto por su dispo- La planta de este edificio es rectangular,
sición, estructura y variedad de técnicas y contando con una superficie en planta baja
materiales constructivos empleados. (única conservada) de 141 m2. Queda estruc-

197
82
Recordemos que el silo es de turado en dos alas, diferenciadas por una sala vado en roca de características similares al
planta circular y cuanta con un
diámetro en su base de 2,5 m y
central que actúa, como se apuntó, a modo de hallado en la casa número 5. El acceso al
una profundidad de 3 m. Sus eje. Es esta sala la que muestra dos de sus edificio desde el exterior se efectúa por su
características son similares al muros forrados de ladrillos, siendo el tercer lado SW, a través de una calle-callejón sin
silo hallado en el edificio 1, con muro conservado de fábrica de hormigón salida. Por lo que respecta al edifico 2,
diferencias en su tamaño. Aquel excavado parcialmente, se sitúa en el lado
con encofrado. A nivel de pavimentación, y
cuenta con un diámetro en plan-
ta de 2 m y una altura de 1,75 m. en el centro de la estancia, se abre un orificio NW de la casa número 3. La técnica cons-
83
En el referido hueco que que- circular que permite el acceso a un silo exca- tructiva predominante es la mampostería,
da bajo la solera de las dos vado en roca,82 donde se halló en el año 1997
piletas se ha hallado gran canti- la ocultación del ajuar doméstico analizado
dad de carbón, producido por la
combustión de madera.
en el capítulo segundo de esta monografía.

Adosados a ambos lados de la estancia


central se disponen los dos cuerpos o alas que
componen el edificio. El cuerpo o ala W
cuenta con un acceso desde el exterior en su
lado SW. Desde allí, un espacio, que actúa de
zaguán, permite el acceso a un pequeño pa-
tio. Desde éste, se nos permite comunicar por
Vista casa número 3.
el lado E con la sala central, a través de una
antesala. Hacia el W se dispone una pequeña combinada con el tapial. Lo excavado hasta
estancia secundaria. En la crujía N del edifi- la fecha muestra una estructura organizada
cio un tramo corto de escaleras permite el en torno a un gran patio central, que cuenta
acceso a una estancia superior. En cuanto al con andén en su crujía NE. Éste, permite el
cuerpo o ala E cuenta con una acceso desde acceso a dos pilas o piletas y a dos pequeños
el exterior en su lado SE. Desde éste se depósitos de planta rectangular, situadas en
accede a un pequeño zaguán, que comunica el lado E de una cocina, que es del tipo de
con un patio, desde donde, y por un tramo de bancada, poyatones y alacena, localizada en
escaleras localizado en su crujía NE, se acce- la planta superior del edificio. En la crujía SE
de a una estancia superior. Ésta queda comu- de patio se ubica una habitación en la que se
nicada, a través de un pequeño portillo situa- instala otra pileta de las mismas característi-
do en su lado NW, con la estancia o sala cas que las referenciadas en la crujía NE.
central. Probablemente, ésta y una de aquellas, se
destinaba a agua caliente, a juzgar por la
Finalmente, comentaremos los edifi- disposición de la solera de las pilas, coloca-
cios denominados 1 y 2, diferenciados del das en hueco, permitiendo ello la combustión
resto de edificaciones por su aparente fun- de madera para su calentado.83
ción pública. En cuanto al edificio 1 se sitúa
en el lado SE de la casa número 2, a la que
queda adosado. La técnica constructiva em-
pleada en la totalidad de la edificación es el
tapial. En su interior se localiza un silo exca-
84
2.3 La Maqbara o cementerio islámico. tallas entre 1,10 m. y 1,30 m. En cuanto a los JIMENEZ MARTÍN, A. "La
enterramientos adultos establecemos una qibla extraviada" II Jornadas
sobre Medinat -al - Zahara: al-
2.3.1. Aproximación antropológica. Aspec- edad media que podría oscilar entre los 30 y Andalus antes de Medinat al-
tos generales. 45 años, marcando su talla entre 1,55 m y Zahara. Cuadernos de Medinat
1,70 m. al-Zahara, 3.1991. pp. 189-209.
Hasta la fecha solo hemos constatado la
presencia de un cementerio islámico que
queda asociado a la madina S-SE. Se locali-
za a la afueras de ésta, junto a la vía de acceso
principal. Se instala en la pendiente suave del
cerro, por debajo de los 700 m de altitud,
quedando dividido en dos sectores (E y W )
por un pequeño, aunque pronunciado, ram-
blizo.

Por el momento se han excavado un


total de 24 sepulturas, cifra ésta, que conside-
ramos pueda reflejar entre un 5 % o un 10 %
de total de enterramientos del cementerio.
Del conjunto de sepulturas, dieciséis se loca-
lizan en el sector W y ocho lo hacen en el
sector E.

Las características antropológicas, que


a continuación referiremos, hemos de consi-
derarlas de carácter genérico y provisional, a Sepultura infantil número 23.
falta de un análisis completo que contemple
la determinación del sexo, tipología racial, En el ritual funerario islámico la orien-
talla, análisis de ADN, odontoarqueología, tación de la sepultura, por tanto del cadáver,
paleopatología, etc. A pesar de estas eviden- es de una importancia crucial. Así, ésta debía
tes limitaciones, podemos indicar que trece quedar dispuesta en dirección a La Meca, por
de las sepulturas parecen corresponder a tanto y en el caso de Al-Andalus hacia el E,
adultos, ocho a niños y dos sin determinar . buscando la perpendicularidad al eje imagi-
Por lo que se refiere a la talla, la que corres- nario proyectado a través del mihrab de la
ponde a los individuos que consideramos mezquita, por lo que las sepulturas quedarían
niños, contamos con tres casos que nos po- en disposición paralela a qibla. Sin embargo,
drían indicar una edad inferior a 5 años; uno la tendencia en Al-Andalus no parece res-
de ellos de pocos meses de vida (sepultura ponder a los cánones, al menos hasta un
23). Sus tallas oscilan entre 0,45 y 0, 90 m. momento tardío (siglos XII/XIII), advirtién-
Los cinco individuos infantiles restantes es- dose una tendencia a la orientación hacia el
timamos que debían contar entre 8 y 15 años S.84 En el cementerio islámico de la madina
en el momento de ser enterrados, siendo sus S-SE del Cerro Castillo de Yecla podemos

199
85
Esta orientación se edvierte en verificar tal circunstancia. De esta manera, en este caso, el alimento purificador para el
numerosos cementerios andalu-
observamos como diecinueve sepulturas obe- difunto.86
síes. Veáse NAVARRO PALA-
ZON, Julio. "El Cementerio is- decen a lo que podríamos considerar costum-
lámico de San Nicolás en Mur- bre andalusí, es decir, quedan orientadas de 2.3.2 Tipología de las sepulturas y aproxi-
cia. Memoria Preliminar" / Con- NE-S W con la cara del difunto hacia el SE;85 mación cronológica.
greso de Arqueología Medieval mientras que las restantes presentan una orien-
Española. Huesca, 1986. pp. 7-
37; POZO MARTINEZ. Indale- tación N-S y la cara del cadáver hacia el E. Ya comentábamos como las sepulturas
cio. "El ritual funerario y los Por tanto, no será aventurado estimar, que si se disponían en agrupaciones identificadas
cementerios islámicos en la Re- la corrección o cambio de la costumbre anda- por medio de hitas o marcas sobre el terreno.
gión de Murcia". Guía islámica lusí en la orientación de mezquitas y cemen- En algunos casos éstas son afloraciones roco-
de la Región de Murcia. Murcia,
1990. pp. 112-122.; PERAL terios en el conjunto de Al-Andalus parece sas naturales, en otros, tejas curvas en posi-
BEJARANO, C. Y FERNÁN- que comienza a operarse a partir de mediados ción vertical o ladrillos dispuestos en hori-
DEZ , I. Excavaciones en el del siglo XII, momento en el que creemos zontal, describiendo, en todos los casos, cír-
cementerio islámico de Yabal surge el cementerio de la madina S-SE, estas culos a modo de anillos. Así, las sepulturas
Faruh. Málaga, 1990; PAS-
CUAL PACHECO, J. " La ne-
últimas sepulturas corresponderían, proba- 1,2,3,4,5,6,11 y 12 (cortes XXXVIII y XXIX)
crópolis islámica de Rotenos blemente, a un momento tardío de enterra- se localizan en torno a piedras de grandes
(Valencia). Informe Preliminar". mientos, ya entrado el siglo XIII. dimensiones, al igual que las sepulturas
Boletín de Arqueologíoa Medie- 9,10,15,16 y 18. Las sepulturas 13 y 19 (corte
val, 4.1990. pp. 411-414.; FER-
Los cadáveres se disponen en las sepul- XLV) tienen su referencia en seis tejas curvas
NÁNDEZ GUIRAO, Inés. "La
necrópolis musulmana de Yabal turas siguiendo los preceptos islámicos, es colocadas en posición vertical. Por último las
Faruh (Málaga). Nuevas aporta- decir, de cubito lateral derecho, manos reco- sepulturas 20,21,22,23 y 24 (corte XLVI) lo
ciones". Estudios sobre cemen- gidas junto a la pelvis y piernas semiflexio- hacen con una hita construida con seis ladri-
terios islámicos andalusíes. llos (bipedalis) en posición horizontal.
nadas. La cara del difunto se orienta hacia La
Málaga, 1995. pp. 37-55; GAL-
VE IZQUIERDO, Pilar. "Ne- Meca. Un aspecto que llama la atención es la
crópolis islámica de la Puerta de agrupación de individuos, quizá obedecien- Se han podido identificar hasta la fecha
Toledo (Zaragoza): nuevas ex- do a un concepto de familia. Cada agrupa- cuatro tipos de sepulturas:
cavaciones". Estudios sobre ce- ción se identifica con un tipo de hita o marca
menterios islámicos andalusíes.
Málaga, 1995. PP. 117-129. sobre el terreno, ya sea una afloración rocosa a. Enterramientos en tierra. Corresponden
86 natural, ya sea con tejas curvas dispuestas en a la mayoría de las sepulturas, un total de 16
DICKIE, James. "Dios y la
Eternidad: Mezquitas y tumbas" posición vertical o bien con ladrillos en posi- enterramientos. La profundidad a la que se
Arquitectura del mundo islámi- ción horizontal. La situación de los enterra- encuentran estos es muy somera, oscilando
co. Su historia y significado so- mientos en relación con la hitas es en círculo, entre 0,60 m y 0,80 m. Este tipo de sepulturas
cial. Madrid, 1985. pp. 15-47.; a modo de anillos. aparece siempre con un pequeño murete o
véase además ROBLES FER-
NÁNDEZ, Alfonso y otros. "La
hilada de piedras trabadas a unión viva dis-
influencia de las mentalidades La propia disposición del cementerio puesto sobre el propio eje de la columna
en el urbanismo andalusí. La in- nos parece también de interés. Recordemos vertebral del difunto. Su función es la suje-
teracción de baños y cemente- que queda instalado a ambos lados de una ción del cadáver y la separación entre sepul-
rios en Murcia". IV CAME II.
1993. pp. 95-102.
rambla o ramblizo, lo que puede estar indi- turas. Del conjunto de enterramientos que
cando la antigua tradición otomana de colo- siguen este tipo de sepulturas, doce se dispo-
car las tumbas en lugares húmedos, para que nen siguiendo la costumbre andalusí, es de-
estas estuvieran en contacto, de manera figu- cir, orientadas de SW a NE y la cara del
rada, con el agua, que vendría a representar, difunto hacia el SE. Las cuatro restantes

200
87
responden a una correcta orientación de N a debió surgir, a juzgar por el análisis de los Una sepultura de característi-
S y cara del difunto al E. materiales arqueológicos, durante la segun- cas similares se ha documentado
en la Finca del Ciprés e Campa-
da mitad del siglo XII. Los distintos tipos de nillas (Málaga). Véase PERAL
b. Enterramientos en sepulturas excava- sepulturas y su agrupamiento deben de obe- BEJARANO, Carmen "Excava-
das en roca. Son de tipo barquiforme, care- decer, quizá, a un concepto de distinción ción y estudios de los cemente-
ciendo de cubierta. Su profundidad es igual- social dentro de la comunidad, no entendida rios urbanos andalusíes. Estado
de la cuestión" Estudios sobre
mente somera, entre 0,60 m y 0,70 m. La desde el punto de vista económico, sino en lo cementerios islámicos andalu-
profundidad de la fosa oscila entre 0,20 m y puramente familiar o tribal. síes. Torres Palomo y Acien Al-
0,60 m, con una anchura entre 0,60 m y 0,80 mansa, M (Ed.) Málaga, 1995.
m. Del total de sepulturas de este tipo, cuatro pp. 11-34. Figura como sepultu-
ra número 5.
se orientan de SW a NE y cara al SE, y la dos 2.4. El campo abierto. 88
Recordemos que las únicas
restantes de N a S y cara al E. sepulturas en las que hemos ha-
Hemos venido siguiendo la propuesta llado materiales que pueden
c. Enterramientos cubiertos con tejas cur- formulada por Epalza en cuanto al análisis aportar algún dato cronológico
vas.87 La cubierta se dispone con una hilada espacial o de poblamiento aplicado a un son las sepulturas 3 y 13. En la
primera hemos documentado un
de tejas verticales sobre las que apoyan las sentamiento andalusí, como es nuestro caso. fragmento de moneda correspon-
tejas superiores, formando un tejadillo a un Nos quedaría, pues, analizar el denominado diente probablemente al califa
agua. Hasta el momento solo se ha localizado campo abierto, es decir, el territorio que almorávide Alí Ben Yusuf
una sepultura de este tipo, que queda orienta- queda asociado de manera directa al castillo (1106-1143), y en la segunda un
amuleto de plomo con leyenda
da de SW a NE y la cara al SE. La cubierta en urbano denominado Hisn Yakka, que consti- en cúfico referente probablemen-
este caso cubre todo el cuerpo menos la tuye el espacio económico y de explotación, te a una sura del Corán, cuyo
cabeza del difunto. sobre el que se sostiene la comunidad agrí- origen parecer de época Emiral
cola instalada en la zona. Ya vimos como son con perduración, a la vista de
nuestro ejemplar, hasta época de
d. Sepultura en cista o caja construida con las aljamas de ámbitos rurales las que llevan las dinastías norteafricanas.
ladrillos (bipedalis). Solo hemos documen- la iniciativa en la construcción y uso de los
tado una sola sepultura de este tipo. Se trata husun, sirviendo al poder estatal como efec-
de un enterramiento infantil, en concreto un tivos garantes del control fiscal del territorio,
cadáver de pocos meses de edad. La orienta- sobre el que se sustenta el Estado. Cada
ción de la sepultura es de SW a NE y cara al castillo, constituido o no en distrito, torre de
SE. alquería o alquería, formaba parte de un
entramado más complejo, conformando, en
Intentar establecer una secuencia cro- su conjunto, un amplio territorio comarcal
nológica del cementerio islámico en función cuyo epicentro será una madina, siendo ésta
a las tipologías de las sepulturas no conduce el elemento que sirve al Estado para verte-
a nada, máxime cuando los enterramientos brar el territorio. Este sería el caso de Madina
no cuentan con un ajuar funerario88 que Bilyana (Villena) de la que dependería el
pudiera servirnos de apoyo. Digo esto, por Castillo de Yecla.
que ha habido intentos y todos ellos han
resultado ser estériles. La única referencia El distrito castral de Yecla quedaría
que por el momento nos puede servir para constituido, además del propio castillo urba-
fechar el cementerio islámico, es la propia no, por dos alquerías y por un número de
madina S-SE a la que queda asociada y que rahales o pequeñas agrupaciones de casas,

201
89
ORTUÑO PALAO, Miguel. por el momento sin precisar, siendo dos los actuales calles Ramblizo, Daza, Peñón y
La vida en Yecla en el siglo XVIII.
localizados hasta la fecha. Una de las alque- Algeciras. Como ya se indicó este caserío era
Murcia, 1980. pp. 127-142.
90
ELÍAS GARCÍA, María. Es- rías queda integrada en la actual trama urba- conocido como el "Rabal" a "Arrabal", te-
tudio físico y demográfico del na de la ciudad de Yecla, en su extremo W. niendo referencias de que en sus inmediacio-
municipio de Yecla. (Tesis de Nos referimos a la actual barriada de El nes se ubicaba una pequeña ermita, a la que
Licenciatura) Murcia, 1960. La Peñón. El lugar era conocido en el siglo XVII quedaba asociado un cementerio cristiano,
autora refiere que la ermita se
erigió bajo la advocación de San como el "Rabal" o "Arrabal", quedando se- cuya cronología se fija en el siglo XIV.90
Antón. La historiografía local, parado del casco urbano de la entonces villa
sin ningún sustento documental de Yecla por una pronunciada rambla (actual La trama urbana de la barriada de El
y arqueológico, ha venido loca- calle Ramblizo). Su integración urbana se Peñón queda manifiestamente diferenciada
lizado la referida ermita en el
lugar donde hoy se ubica la ac-
producirá bien entrado el siglo XVIII.89 La del conjunto cristiano bajomedieval, locali-
tual de Santa Bárbara, construi- otra alquería queda localizada en los parajes zado alrededor de la antigua Parroquia de la
da a comienzos del siglo XVII. Baños-Torrejones, a unos 3 Km al E. del Asunción. Así, presenta una distribución ra-
91
RUIZ MOLINA, Liborio. Cerro del Castillo. En el lugar se constata la dial a partir de una plaza o ensanche central
"Yakka. Un asentamiento anda- instalación de una "villa rustica" romana, en situado en la parte más elevada del cerro,
lusí de la Cora de Murcia".
la que se documenta la reutilización y acon- desde donde arrancan las calles o callejuelas
Yakka. Revista de Estudios ye-
clanos. 6(1995) pp. 22. Hemos dicionamiento, al menos desde medidos del con disposición disimétrica, originando un
hallado un paralelo de caracte- siglo XII, de las antiguas instalaciones de los trazado típico de morerías en la que predomi-
rísticas similares en la Alquería siglos V al VI d.C. nan las entradas en codo y los adarves sin
de Artana (Castellón). Véase al salida, quedando la alquería orientada al SE.91
respecto SELMA, Sergi. "La
integración de los molinos a un Las dos rahales localizados con evi- La construcción de terrazas para el ajardina-
sistema hidráulico: La Alquería dencias arqueológicas de haber estado ocu- miento del extremo NE del cerro, hace algo
de Artana (Serra d'Espada. Cas- pados desde el siglo XII se encuentran en los más de una década, nos permitieron recoger
tellón)" El agua en zonas ári- parajes de El Pulpillo y la Fuente del Pinar. El muestras cerámicas92 que pudimos fechar
das: Arqueología e Historia. I.
primero, se sitúa a una distancia de 12 Km al entre finales del silo XII y el primer cuarto
Coloquio de Historia y Medio
Físico. Almería, 1989. pp. 715- NW del Cerro del Castillo, quedando asocia- del siglo XIV.
730. do a la ruta ganadera de Los Serranos. El
92
Los registros analizados per- segundo, se localiza a 11 Km al NE de Yecla,
tenecen a producciones pintadas junto al trazado de la antigua vía romana que
al manganeso, esgrafiadas, es-
tampilladas y lozas esmaltadas
unía Játiva con Cástulo por el interior. Los
en verde-manganeso. topónimos Reales, Realeza (Pozo) o Gine-
tes, de origen árabe, sugieren o abren la
posibilidad de que puedan existir otros case-
ríos dedicados a la actividad agropecuaria, y
que por el momento no hemos podido loca-
lizar.

2.4.1 La Alquería de El Peñón.

Situada en el extremo occidental de la


actual ciudad de Yecla, se localiza en un Vista Cerro de Santa Bárbara y Barriada del Peñón
pequeño cerro de 635 m de altitud. Ocupa las

202
93
2.4.2 La Alquería de Los Torrejones-Baños. aljibe del Camino de los Torrejones, instala- AMANTE SÁNCHEZ, Ma-
do junto a ésta y cuya fecha de construcción nuel y otros. "La villa romana de
Los Torrejones. Introducción al
Durante los trabajos de excavaciones estimamos pudo ser en el tránsito de los estudio del hábitat ibero-roma-
arqueológicas llevadas a cabo entre los años siglos XII al XIII. no en la comarca del Altiplano
1984 y 198993 pudimos documentar en el (Yecla. Murcia). Memorias de
sector II de excavación un nivel de ocupa- Arqueología4. Murcia 1990. pp.
166-203.
ción que fechamos entre la segunda mitad del
siglo XII y el tránsito de los siglos XIII al
XIV. Se trata de una habitación rectangular
construida con tapial y mampostería en ci-
mentación, que queda adosada a una balsa
romana construida con "opus signinum" y
que se cubre con bóveda de medio punto
rebajado a modo de cimbra, transformándo-
se por tanto en un aljibe, cuya capacidad se
estima en unos 35.000 o 40.000 litros.

También, en el sector I de excavación,


se documentaron estructuras arquitectónicas
asociadas a una fase de ocupación islámica.
En concreto dos piletas rectangulares cons-
Habitación construida con tapial sobre
truidas con piedras irregulares trabadas con instalaciones romanas.
argamasa de cal y arena, revestidas de yeso.
También se advertía la ampliación del espa-
cio situado bajo una piscina pertenecientes a
las antiguas termas romanas (hipocausto),
cuyo cambio de funcionalidad, convertida
ahora en bodega o almacén , obliga a darle
mayor profundidad, destruyendo pavimen-
tos y muros originales; construyendo en su
lugar un arco de medio punto, que sustenta-
do por dos pilares realizados en mampostería
servía de elemento de sujeción del conjunto
de la estructura.

La alimentación del aljibe cimbrado del


sector II (balsa romana de "opus signinum")
se efectúa a través de una atarjea realzada con
caja de ladrillos (bipedalis), cuyo trazado
procede del llamado "Brazal de los Torrejo-
nes", cauce derivado de la Acequia Principal Habitación construida con tapial sobre
o Acequia Madre, cuyo origen se sitúa en el instalaciones romanas.

203
94
INIESTA SANMARTIN, 2.4.4. Fuente del Pinar.
Angel. "Estudio preliminar del
Conjunto Arqueológico de El
Pulpillo. (Yecla. Murcia)" Re- El paraje se localiza a 11 Km de la
vista de Estudios Yeclanos. ciudad de Yecla en dirección NE, junto al
Yakka., 4 (1992-1993). Pp. 28- trazado de la antigua vía romana.96 Desde el
29. año 1999 se vienen llevando a cabo excava-
95
Los registros documentados
pertenecen a producciones pin-
ciones arqueológicas, siendo documentados
tadas al manganeso, esgrafíadas restos arquitectónicos pertenecientes a unas
y estampilladas. instalaciones agrarias destinadas a la elabo-
96
RUIZ MOLINA Liborio, ración del vino y del aceite. Este centro surge
MUÑOZ LÓPEZ, Francisco. Los Torrejones. Detalle cimbra construida sobre en el siglo I d.C, perdurando hasta el siglo
"Las vías romanas de comunica- balsa romana de "opus signinum".
ción en la comarca de IV/V d.C. Documentamos igualmente un
Yecla.(Murcia)" Simposium de nivel de ocupación tardomedieval, que a
Vías Romanas del SE. Murcia, juzgar por los restos arquitectónicos y los
1986. pp. 67-74.; BROTONS materiales cerámicos, nos están indicando el
YAGÜE, Francisco y otros. "El
tramo viario de Montealegre a tránsito entre los siglos XII al XIII, eviden-
Fuente la Higuera". Simposium ciándose una clara continuidad hasta, al me-
Vías Romanas del SE. Murcia, nos, la primera mitad del siglo XV.97
1986. pp. 75-83.
97
RUIZ MOLINA, Liborio.
"Excavaciones arqueológicas en
la Fuente del Pinar de Yecla.
1999-2000. Informe preliminar."
Yecla. 2000. (inédito). Los Torrejones. Vista cimbra medieval sobre balsa
romana de "opus signinum".

2.4.3. El Pulpillo.

El paraje se localiza a 12 Km de la
ciudad de Yecla, en dirección NW. En él se
constata presencia humana desde la Edad del
Bronce (II milenio a.C), contando con una
marcada facies ibero-romana.94 Junto a una
alberca localizada al NW del caserío o cortijo
de la finca, se constatan restos de construc-
ciones de clara factura medieval, asociados a
materiales cerámicos de los siglos XII al
XIII,95 lo que nos hace pensar que en el lugar
pudo asentarse un pequeño rahal islámico,
Fuente del Pinar.Vista general área de almacenes.
asociado a la vía ganadera que discurre por
sus inmediaciones.

204
98
2.4. El Hisn Yakka y el distrito de Madina conformando lo que se denomina Iqlim o AZUAR RUIZ, Rafael. "Ciu-
Bilyana (Villena). Aproximación a la Vías espacio de explotación de la madina, enten- dades y territorio en Sarq al-
Andalus" Ciudad y Territorio
de Comunicación. dido como división agrícola de base finan- en Sarq al-Andalus. Edición
ciera, que vendría a formar parte de una Lorenzo Cara. Granada, 2000.
Hemos venido defendiendo la hipótesis división territorial más amplia: la Kura.100 p. 478.
99
de que el distrito castral de Yecla hubo de TORRO, Josep "Fotificacio-
nes en Yibal Balansiya..." p.
formar parte del distrito comarcal o Iqlim de De la Villena islámica contamos con 385-418.
Madina Bilyana (Villena). La razón funda- escasos datos, como consecuencia de los 100
GAMAL' ABDAL-KARIM.
mental de esta apreciación estriba en su proxi- pocos trabajos arqueológicos realizados has- AlAndalus en el Mu 'yam al Bul-
midad geográfica. ta la fecha. Conocemos la existencia de tres dam de Yaqut. Sevilla, 1972. p.
27.
maqabir o cementerios: La Losilla (Puerta de 101
HERNÁNDEZ ALCARAZ,
Los siglos XII y XIII presentan el terri- Biar), Puerta de Almansa y Calle Corredera, Laura; PEREZ AMOROS, Ma-
torio de Sarq al-Andalus plenamente organi- fechadas las dos primeras entre los siglos XI ría Luz. "Consideraciones sobre
zado o vertebrado a través de las madinas o al XIII y la última entre los siglos XII al Villena en época medieval"
ciudades, que son las que estructuran y con- XIII.101 Hay un aspecto que me parece im- B.A.M. 9. (1995). pp. 215-222.
Las autoras hacen referencia al
trolan el territorio desde un punto de vista portante comentar, se trata de la muralla de la trabajo de SOLER GARCÍA,
fiscal. Este esquema de poblamiento parece ciudad. Según Soler García esta hubo de José María. Guía de los yaci-
evidente en áreas de llanuras fluviales y de construirse a comienzos del siglo XIV, en mientos y del Museo de Villena.
litoral. Apunta Azuar Ruiz que estos espa- concreto en el año 1308, apoyando esta con- Valencia, 1993. pp. 114-115. y
de HERNÁNDEZ ALCARAZ,
cios venían a ser perimetrados por cabezas de sideración en una carta dirigida por don Juan Laura y ORTEGA PEREZ, J. R.
distritos castrales, para él de origen Taifal Manuel al monarca Jaime II, en la que se "Intervención arqueológica en
(siglo XI), constituyendo el límite entre el hacía constar la preocupación por la seguri- la Calle Corredera" Villena, 44.
llano y la montaña, definiendo probablemen- dad de doña Constanza, por aquel entonces Villena, 1994. p. 69.
102
te los límites entre el espacio urbano y el no residente en la fortaleza de Villena, solicitan- SOLER GARCÍA, José Ma-
ría. "La murallas de la ciudad"
urbano.98 Así parece evidenciarse en el espa- do el envío de un maestro que llevase a cabo Villena, 38. Villena, 1988.
cio de montaña conocido como Yibal Balan- obras de fortificación en la ciudad, en un 103
Las escasas intervenciones
siya", donde los hüsün quedan alejados de la plazo de tiempo fijado entre tres y cuatro arqueológicas en el casco urba-
madina, teniendo como referente de ésta meses.102 no de Villena impiden, por el
momento, verificar lo que aquí
castillos de corte urbano como el Castillo de
sostenemos, que nos parece lo
Bocairente, Onteniente, Bairén o Cocentai- Afirmar que el recinto fortificado de más coherente ante los escasos
na. Villena se construye a principios del siglo datos de que disponemos.
XIV, en razón a este documento, me parece
El distrito comarcal de Bilyana queda- poco coherente. Si la arqueología ha docu-
ría, por tanto, constituido en un amplio terri- mentado tres cementerios islámicos instala-
torio, perimetrado por el Castillo de Caudete, dos en las tres puertas de acceso a la madina,
la Torre de Sax y el Castillo de Yecla, y evidencian, a mi juicio, que la muralla de la
probablemente por el Castillo de Biar. De ciudad debió construirse al tiempo que se
este espacio, del que aún queda pendiente un edificaba el Castillo de Las Atalayas, es de-
estudio de carácter extensivo, vamos cono- cir, durante la segunda mitad del siglo XII. Es
ciendo datos sobre algunos establecimientos probable, que el documento referenciado lo
de comunidades campesinas basadas funda- que esté indicando sean obras de reparación
mentalmente en una economía de irrigación, o refuerzo de la misma.103

205
104
SIMON GARCÍA, José Si pocos son los datos que tenemos de la tacto con las tierras conquistadas por los
Luis. "Estructuras defensi- capital del distrito, menos aún son los refe- estados cristianos y por tanto sujetas a la
vas medievales en el Corre-
dor de Almansa" II Congre- rentes al poblamiento de su territorio, al presión expansionista de éstos.106
so de Historia de Albacete. menos publicados. Por tanto, la demarcación
Albacete, 2000. (en prensa) territorial que a continuación se propone Por lo que se refiere a las torres de
105
FRANCO SÁNCHEZ, para el distrito de Bilyana, no es más que eso, Bogarra (Caudete) y Pexín (Montealegre del
Francisco. Los espacios via-
les y los espacios defensi-
una propuesta que nos ha de servir como Castillo), de las que Simón hace una sucinta
vos... t. II. pp. 882-892. A los punto inicial para futuros trabajos, que serán descripción, parecen responder al modelo de
lugares ya referenciados de en definitiva los que determinen la validez o torre de alquería surgida en los siglos XII al
Almansa, Alpera y Pexín, no de ésta. XIII107 y cuya estructura obedecería: torre y
habría que añadir el Castillo
pequeño albacar asociado a una agrupación
de Albacete, La Roda, La
Jinetea y Munera. Así, el Iqlim de Bilayana vendría a de casas que presentan una cierta ordenación
106
AZUAR RUIZ, Rafael. constituir una extensa llanura delimitada al urbana. Un buen ejemplo lo tenemos en la
"Ciudades y territorio... p- NW por la Sierra de Santa Bárbara, en cuya Torre de Bofilla (Valencia).108
477. ladera S se localiza el Castillo de Caudete, al
107
José Luis Simón García
informa que los materiales
que queda asociada la Torre de Bogarra. Al W de Madina Bilyana y a través de
cerámicos analizados para el Recientemente José Luis Simón García ha las sierras de La Lacera, del Castellar y de
caso de la Torre de Bogarra presentado una comunicación al II Congreso Enmedio, un valle-corredor conduce a las
corresponden a produccio- de Historia de Albacete, en la que considera llanuras del Castillo de Yecla, donde, como
nes de los siglo XII al XIII.
108 que ambos elementos (Castillo de Caudete y hemos visto, se localizan las alquerías de Los
LOPEZ ELUM, Pedro.
La alquería Islámica en Va- Torre de Bogarra) forman parte de los siste- Torrejones y El Peñón, y los rahales de El
lencia. Estudio Arqueológi- mas defensivos del denominado Corredor de Pulpillo y La Fuente del Pinar; al S, y delimi-
co de Bofilla. Siglos XI al Almansa,104 que para Simón García constitu- tada por la Sierra de Salinas y los Picachos de
XIV. Valencia, 1994.; véase ye -cito textual- « una segunda línea de Cabrera, se localiza hacia el W, el Castillo de
también como ejemplo de
alquería fortificada POZO defensa de las incursiones cristianas, tras Sax, que para Azuar Ruiz sería una torre o
MARTÍNEZ, Indalecio. "El los límites del Júcar, por lo que su control es atalaya en los siglos XII y XIII;109 al E. Se
despoblado islámico de la relativamente importante.» Sin querer en- sitúa el Castillo de Biar110 al que se accede
Villa Vieja..." pp. 183-205. trar en consideraciones sobre una visión, por la llanura que forman Peña Rubia y la
109
AZUAR RUIZ, Rafael. quizás excesivamente "militarista", que pue- Sierra de la Villa, y del que parece que
"ciudades y Territorio..." p.
485. de derivarse de esta afirmación, y que por dependía la alquería de la Torre del Negret
110
Como ya se apuntó en la otra parte, aparece como determinante en el (Benjama).111
nota 11 del presente capítu- proceso de fortificación de Sarq al-Andalus
lo, la información propor- entre los siglos XII al XIII en buena parte de Las distancias entre los distintos nú-
cionada por Ibn Harrat en la
primera mitad del siglo XII
la historiografía reciente; no comparto con cleos de población respecto a Villena oscila
indicaba que Biar pertene- Simón la asociación Caudete-Torre de Bo- entre 10 Km y 12 Km, exceptuando Yecla
cía al distrito de Játiva. Sin garra con el territorio de Almansa. Éste, en el que se encuentra a 22 Km. Si tomamos como
embargo, su proximidad a la que habría que incluir el Castillo de Alpera y referencia el Castillo de la Atalaya podemos
Villena nos hacen contem-
la Torre de Pexín (Montealere del Castillo), comprobar que desde él son visibles el con-
plar la posibilidad que pu-
diera haber quedado bajo la debieron formar parte del territorio de fron- junto de las fortificaciones instaladas en su
dependencia de ésta, en épo- tera de Chinchilla (tagr Yinyala).105 Este Iqlim. El valle-corredor que se abre hacia el
ca almohade. espacio vendría a ser lo que las fuentes árabes W -vía Yecla- permitía el acceso por el NW
escritas denominaban thugur o área de con- con las tierras fronteras de Chinchilla112 (tagr

206
111
Yinyala) a través de la Torre de Pexín (Mon- Atendiendo a este texto, la equiva- AZUAR RUIZ,Rafael. "Ciu-
dad y Territorio..." p. 486.; TO-
tealegre del Castillo), mientras que por el lencia de la milla116 oscilaría entre 1.160 m y
RRO, Josep "Fortificaciones en
SW y a través del hisn Gumalla (Jumilla) 1.760 m.. De esta manera el Hisn Yakka Yibal Balansiya..." p. 387.;
quedaba garantizado el contacto con Madina quedaría auna distancia entre 55 km y 80 km. GARCÍA, M. A y BOLUFER,
Siyasa (Cieza. Valle del Segura). de Murcia. Actualmente la distancia es de 98 J. "la Torre Del Negret(Beneixa-
km, vía Jumilla, y 84 km, vía Pinoso-Fortu- ma. L'Alcoia) Fortificaciones y
Castillos de Alicante. Valles del
Considero, pues, que sería importante na, siguiendo esta última parte del trazado de Vinalopó. (Navarro, C. Coord..)
intensificar los trabajos de prospecciones la antigua ruta ganadera bajomedieval (Ve- Petrer, 1994. pp. 251-261
112
arqueológicas en este extenso territorio, que reda o Cañada Real de Los Serranos). Pensa- La comunicación de Villena
en época almohade debió contar con una mos como muy probable que la comunica- con Chinchilla quedaba también
importancia económica de primer orden, fa- asegurada a través de Caudete
ción de Yecla con Murcia a partir del siglo XI
que permitía el acceso con Al-
vorecido, sin dudas, por uno de los trazados se debía efectuar a través del denominado mansa.
viarios principales y que discurría en buena "Camino Viejo de Sax"117, cuya dirección es 113
Véase al respecto RUBIE-
medida por la antigua calzada romana.113 hacia el SE, desarrollando un recorrido de 25 RA, Ma J. Villena en las calzadas
Los viales principales de comunicación cons- km aproximadamente y que venía a enlazar romanay árabe. Alicante, 1985.
114
tituyen un elemento de capital importancia CARMONA GONZALEZ,
con la ruta principal del Vinalopó. Alfonso. "Yakka, Gumalla y
para el desarrollo económico, además de un Bilyana." Revista de Estudios
factor determinante para la defensa del terri- En cuanto a la conexión del Castillo de Yeclanos. Yakka. 3 (1991) p. 18.
115
torio. Yecla con la ruta Cartagena-Chinchilla de- CARMONA GONZALEZ,
Alfonso. "Las Vías de comuni-
bía de efectuarse a través del denominado
cación en época árabe" Caminos
Para el caso del Hisn Yakka sólo conta- Puerto de Ferran Garçia, a través del cual se de Murcia. Murcia, 1988. p. 156.
mos con una referencia escrita sobre su situa- accedía a Jumilla y de ésta a Cieza o Mina- 116
La milla terrestre en la actua-
ción geográfica, en razón a la distancia que lo teda (Hellín). Este paso, documentado a co- lidad se cifra en 1852 m.
117
separaba de la capital de la provincia, Mur- mienzos del siglo XIV,118 pensamos que A fines del siglo XV el Cami-
no de Sax aparece referenciado
cia. La información nos la aporta Ibn Dihya pudo estar abierto en época islámica. con la denominación de "Cami-
refiriéndonos que la distancia era de 45 mi- no Viejo". Véase TORRES
llas.114 Un problema de difícil resolución La segunda vía o ruta principal reseña- FONTES, Juan. "Yecla en el rei-
con respecto a las distancias de los itinerarios da por al-UdrT es la que unía Murcia con nado de los Reyes Católicos (No-
tas para su historia)". Revista de
que las fuentes escritas árabes nos presentan, Valencia. Sin embargo, ésta, se nos muestra Estudios Yeclanos. Yakka,
es la falta de uniformidad y equivalencia en con menos detalle, marcando las distancias 5(1994). p. 125. Documento XII.
la medida de longitud. Tomemos como base en etapas o jornadas en vez de en millas. (Reimpresión del trabajo edita-
el itinerario referenciado por al-Udrï y que Según Alfonso Carmona la jornada o etapa do por este autor, bajo el mismo
título, en el año 1954). Su utili-
unía las ciudades de Cartagena con Chinchi- podía oscilar entre 30 o 60 km, «dependien-
zación como vía de comunica-
lla en el siglo XI. do de si se viajaba a pie o en montura, de la ción se constata desde época ro-
estación del año y de la naturaleza del terre- mana. Véase al respecto RUIZ
<< De Cartagena a Murcia, 30 millas (53 no. El camino recorrido en una jornada MOLINA, Liborio; MUÑOZ
Km). Hasta Molina 8 millas (12 Km). A dependía en buena medida de la distancia a LÓPEZ, Francisco. "Las vías ro-
manas de comunicación e la co-
Cieza 25 millas (29 Km). A Minateda (Medi- la que se encontrase el lugar que se conside- marca de Yecla..."
nat Iyih) hay 30 millas (40 K). A continua- raba idóneo para pernoctar. Este fin de 118
LOZANO PÉREZ, J.M. Car-
ción 10 millas hasta Tobarra (42 Km)...» 115 etapa era un manzil (venta o parada)»119 ta de amojonamiento del térmi-
(*Entre paréntesis distancia actual en km.). El itinerario referenciado por al-Udrï era el no municipal de Jumilla. Jumi-
siguiente: lla, 1982. p.159. El documento
se elabora en el año 1327.
207
119
CARMONA GONZALEZ, << De la ciudad de Murcia a Orihuela una habrían de contribuir en buena medida a la
Alfonso. "Vías de comunica- etapa (20 Km). Hasta el pueblo de Aspe otra perdida de valor de esta vía. Será la ruta
ción..." pp. 153-154.
120
Ibidem nota 118. p. 159. jornada (36 km). Otra jornada hasta Biar Valencia-Andalucía la que vertebre las co-
121
CARMONA GONZALEZ, (44 km). Hasta la localidad de Játiva otra. municaciones de Sarq-al-Andalus, posibili-
Alfonso. "Yakka, Gumalla, Bil- (60 km); de allí a Alcira una etapa y otra tando el desarrollo económico de las comar-
yana..." p. 16-.17 hasta Valencia.»120 cas próximas a ella. Este vial de comunica-
(* Entre paréntesis distancia actual en Km.). ción vendría a cubrir el siguiente trayecto:
Valencia, Onteniente, Biar, Petrel, Aspe,
Si comparamos este último itinerario Crevillente, Albatera, Orihuela, Murcia, Al-
con el que nos ofrece al-Idrïsï (m.1171) un cantarilla, Librilla, Alhama, Lorca, Pozos
siglo después, observaremos un mayor deta- Ar-Rabata, Vera, Mojacar, La Rábita y Al-
lle en cuanto a la fijación de las distancias en mería.
millas. Indica al-Idrïsï:
Otra vía de especial relevancia para
«De Murcia a Orihuela hay 12 millas (20 Yecla, desde un punto de vista económico,
Km), allí es donde está el parador (manzil). será la ruta ganadera que desde la Baja
De este al Castillo de Aspe hay 12 millas (23 Edad Media se denomina Vereda Real de
Km); luego se dirige uno al Castillo de la los Serranos. Ésta, venía a poner en contac-
Mola a orillas del río de Elche. Entre Aspe y to la sierras de Cuenca con los pastos mur-
la Mola hay 6 millas (6 Km). El camino llega cianos de invierno. Su trayecto se desarro-
hasta Petrel donde se completa la etapa que llaba a través de Jorquera, Chinchilla, Co-
es de 35 millas y luego de alli a Onteniente. rral Rubio, Montealegre de Castillo, Yecla,
Desde allí a la ciudad de Játiva hay 30 millas Pinoso, Abanilla y Fortuna. Pensamos que
(29 km).» 1 2 1 este vial pudo estar abierto, como veremos
(* Entre paréntesis distancia actual en Km.). más adelante, desde mediados del siglo
XII.
Sin embargo, el itinerario que unía
Murcia con Chinchilla es tratado por este
autor de manera sucinta, hasta el punto de no 3. Actividad Económica.
citar ni tan siquiera las etapas que había que
cubrir, indicando exclusivamente que la dis- 3.1 Aspectos de la vida cotidiana. La ac-
tancia entre ambas ciudades era de 50 millas, tividad en la madina S-SE..
sin que corresponda esta cifra con la distan-
cia marcada por al-Udrï entre ambas locali- La madina S-SE nos ha proporcionado
dades, que era de 108 millas. Esta falta de datos económicos de interés, a través de sus
correspondencia creo que viene a indicarnos elementos estructurales y de mobiliario. Ello
que esta ruta había dejado de tener la impor- nos permite hacer una primera aproximación
tancia de otros tiempos, al menos desde me- a los hábitos o formas de vida de esta comu-
diados del siglo XII, de ahí que al-Idrisi nidad de marcado carácter rural.
ofrezca una confusa, además de parca, infor-
mación. La proximidad de las tierras del Alto Parece evidenciarse el predominio de
Segura y de Chinchilla al reino de Castilla una economía de base cerealista. Los hoga-

208
El hisn Yakka y el distrito de Madina Bilyana (Siglos XII al XIII).

209
122
GUTIERREZ LLORET, So- res hallados, ya sean fijos o móviles y que carencia de grandes recipientes cerámicos
--a. "Panes, hogazas y fogones
reciben el nombre de tannûr, están estrecha- destinados al almacenamiento de cereal.
portátiles. Dos formas cerámi-
cas destinadas a la cocción de mente ligados a una actividad panificado- Explica tal circunstancia, aduciendo que la
pan en Sarq-al-Andalus: el hor- ra.122 Refuerza esta consideración el hecho subsistencia de la comunidad instalada en el
nillo (tannür) y el plato de que se hayan documentado, por el mo- lugar hubo de tener su base de alimentación
(tabaq)"Lucentum IX-X.(1990- mento, tres silos para el almacenamiento de en la generación de productos perecederos,
1991) pp. 166. Esta apreciación
de Sonia Gutierrez es recogida grano. Uno instalado en el recinto fortificado procedentes de las tierras irrigadas, y que
también por AZUAR RUIZ, superior (conjunto residencial) con una ca- venían a ser de difícil control fiscal.125 Insis-
Rafael. Castillo de Río... p. 228. pacidad estimada de 30.000 a 35.000 kilos, te en este último concepto, presentándolo
123
GUTIÉRREZ LLORET, So- y dos en la madina S-SE (edificios 1 y 5), con como uno de los factores que pudieron defi-
nia. La Cora de Tudmir...p. 207. una capacidad estimada de 15.000 a 20.000 nir el cambio a un sistema feudal, a partir de
La autora hace estas considera-
ciones en razón al trabajo de kilos y de 35.000 a 40.000 kilos respectiva- la segunda mitad del siglo XIII. De esta
AMOURETTI, M. C. Lepain et mente. Recordemos que el silo localizado en manera, indica Azuar «Así también, este
huile das la Grece antique. De la casa número 5 sirvió para ocultar el con- control pasa por un cambio y reconducción
l 'arrivé du Moulin. (Centre de junto de materiales pertenecientes a un ajuar de la explotación agrícola, ahora más enca-
Recherche d' Histoire Ancien-
ne. Vol. 67). París, 1986. p. 123. doméstico y que ha sido analizado en el minada a los productos de secano, olivo,
124
WATSON, Andrew. Innova- segundo capítulo de la presente monografía. trigo y otros cereales, de fácil almacenaje y
ciones en la agricultura en los mejor control fiscal»126
primeros tiempos del mundo is- La presencia de un molino de mano
lámico. Granada, 1998. pp. 53-
completo entre el conjunto de materiales que No parece que tales circunstancias se
.61
125
AZUAR RUIZ, Rafael. El formaban la referida ocultación, no solo re- cumplan en el caso del Castillo de Yecla,
Castillo del Río... pp. 233-234. dunda en la idea de la actividad panificadora donde los silos documentados se adscriben a
126
Ibidem nota 125. p.250 en el ámbito doméstico, sino también el época islámica. Por ello, creo, que la presen-
127
Recordemos que han sido preparado de ciertos alimentos como gachas cia de éstos o en su defecto de grandes
identificadas como Lagrimas de
Job y pepitas de Calabaza de
o papillas, cuya base es el molido de la recipientes, no necesariamente ha de ser un
Peregrino. cebada tostada, mezclada con agua, leche o elemento caracterizador en la implantación
128
Se encontraban depositadas miel.123 También el trigo duro (tirticum de un nuevo sistema socioeconómico tras la
en el interior del aguamanil que durum), en árabe qanuh, hinta o burr, molido conquista cristiana.
formaba parte del ajuar cerámi- sin descascarillar viene a ser la base del
co.
cuscús típico del Magreb, así como también Por otra parte, el hallazgo de ejempla-
de gachas y sopas. Probablemente fuese el res de dos tipos de semillas127 en la oculta-
trigo duro el cereal con mayor implantación, ción de la vivienda número 5, nos hace pen-
ya que su cultivo es más versátil que el trigo sar, por las propias circunstancias del hallaz-
común y su bajo contenido en agua permite go,128 que debían ser poco frecuentes y con
almacenarlo durante largos periodos de tiem- un uso restringido. De hecho, las denomina-
po,124 circunstancia ésta que vendría a justi- das "Lágrimas de Job" muestran pequeños
ficar los tres silos documentados hasta la orificios, practicados en sus extremos, para
fecha. engarzar varios ejemplares y hacer con ellos
abalorios (colares, pulseras, rosarios, etc.).
Advierte Azuar Ruiz, para el caso del Por lo que se refiere a las pepitas de "Calaba-
Castillo del Río en Aspe, la ausencia de silos za de Peregrino", su funcionalidad pudo
o graneros, así como también una manifiesta haber sido múltiple, como la de fabricar

210
129
objetos de uso doméstico para contener lí- los montes de la dicha villa y no otras arbo- Ya vimos en el capítulo dedi-
quidos, ornamentales, medicinales, alimen- cado al análisis arqueológico que
ledas, en el cual termino se crian algunas
la semilla identificada como
ticias o rituales.729 cabras monteses, venados, lobos, raposas, Lagrima de Job tiene su origen
rapaces, perdices, liebres y conejos y otras en el sur de Europa, mientras
La presencia en la madina S-SE, de aves.»131 que la semilla que corresponde a
restos óseos pertenecientes a ejemplares de la denominada Calabaza de Pe-
regrino tiene un origen norte-
ovicápridos, nos hacen pensar en la existen- Otro de los restos faunísticos que apare- africano.
cia de una actividad ganadera de carácter ce con profusión en la madina S-SE es el que 130
Véase DIEZ de REVENGA,
estante con un cierto grado de desarrollo, corresponde a caracoles, suponiendo éstos 2/ Francisco Javier; MOLINA
siendo un complemento importante en la 3 partes del total de registros y localizándose MOLINA, Angel Luis. "Don
Juan Manuel y el Reino de Mur-
dieta alimenticia (carnes y productos lác- en su totalidad en las zonas de cocina de las
cia: Notas al Libro de la Caza".
teos), además de procurar lana y cuero como viviendas, por lo que consideramos este pro- Miscelánea Medieval Murcia-
materia prima para una actividad textil. A la ducto parte importante de la dieta alimenticia. na, 1, Murcia, 1973.
131
ganadería estante se le asocia el pastoreo, CEBRIAN ABELLAN, Au-
que aprovechará los pastizales de monte bajo La ausencia, hasta el momento, de res- relio; CANO VALERO, José.
Relaciones Topográficas... p.
cubierto de especies de tipo xerofítico y tos óseos pertenecientes a bóvidos podría 366.
subtropical. estar indicándonos que este tipo de animal 132
Véase Diccionario de la Real
hubo de introducirse tras la conquista, a Academia de la Lengua Españo-
Junto a estos se constata la presencia de partir, por tanto, de la segunda mitad del siglo la. Hemos utilizado la 21 a ed.
Año 1992.
restos óseos pertenecientes a ejemplares de XIII. El buey como animal de carga y trac-
conejos, liebres y probablemente perdices, lo ción, además de su uso para el consumo en
que apunta a la práctica de la caza como ejemplares jóvenes, debió aparecer en Yecla
complemento a la dieta. La existencia en la en el tránsito de los siglos XIII al XIV. Se ha
actualidad de restos de bosque mediterráneo y conservado en la actualidad el topónimo
las referencias históricas en razón a los recur- "Boalage" o "Boyalage" que viene a identi-
sos forestales, indican una mayor densidad de ficar una antigua dehesa boyal de titularidad
masa boscosa en época bajomedieval, de la concejil. El término "Boalage" o "Boyalage"
que obtener el aporte cárnico procedente de la se refiere al tributo que se pagaba en el
caza mayor. El Libro de la Caza de don Juan antiguo reino de Aragón por pastar en la
Manuel nos informa de la extraordinaria ri- dehesa boyal.132 Sin embargo, serán los as-
queza de estas tierras en especies como cor- nos y las muías, los animales destinados en
zos, ciervos, cabra montes, venados, etc,130 y época islámica a las labores agrícolas y de
que aún debía mantener en buena medida a transporte. Así al menos parecen indicarlo
fines del siglo XVI, como bien nos refieren las los restos óseos identificados con ejemplares
Relaciones Topográficas de Felipe II, en las de este tipo de animales y que han podido ser
que el Concejo de Yecla, se expresaba en los documentados en la madina S-SE.
siguientes términos:
En cuanto a los objetos metálicos ha-
«A los dieciocho capítulos dixeron que la llados nos aportan, igualmente, datos de inte-
villa tiene en sus términos suficiente provey- rés. La presencia de un fragmento de reja de
miento de lenna de pino carrasco y de lentis- arado fabricada en hierro, que podría corres-
co y matas y romeros, y esto es lo que hay en ponder al tipo de hoja lanceolada, de caracte-

211
133
ORTEGA PÉREZ, J.R.; res similares a la documentada en el Castillo 3.2 Recursos Agrícolas.
AZUAR RUIZ, Rafael.. "Meta-
del Río de Aspe,133 está indicándonos la co-
les" capítulo de la monografía
El Castillo del Río (Aspe. Ali- existencia, entre los siglos XII al XIII, de este En el apartado anterior ya vimos como
cante) Alicante, 1994. pp. 164- tipo de arado (de hoja lanceolada) con el más parecía evidenciarse el consumo de cereales,
165. corriente en época islámica, el denominado tales como el trigo y la cebada. Estos dos
134
Esta posibilidad se ha baraja- de "tipo dental". productos consideramos debieron ser la base
do en el Castillo del Río en Aspe.
Véase nota 133.
en la dieta alimenticia.
135
Ibidem nota 133. p. 173. La abundancia de objetos de hierro de
136
Ibidem nota 133. p. 183. uso cotidiano, tales como clavos, alcayatas, Otros productos como el cáñamo y
remaches, puntas, etc., inducen a pensar en la el lino, usados con fines artesanales,
existencia de un pequeño taller de forja que quedarían relegados a un segundo plano,
garantizara el suministro de este tipo de pie- en cuanto a su incidencia en la economía
zas. 134 Por el momento no hemos hallado de la comunidad asentada en el Hisn
restos arquitectónicos que puedan asociarse Yakka.
a este tipo de instalación.
Nos planteamos cual fue el sistema de
El que pudiera haber existido una acti- explotación agrícola que permitía el abaste-
vidad textil en la madina parece evidenciarse cimiento a la población establecida en la
con el hallazgo, en la casa o vivienda número zona. Parece que queda definido un extenso
5, de un peine de telar o almohaza fabricada espacio de irrigación delimitado por dos
en hierro. Su función sería la de tejer la alquerías, que se sitúan en ambos extremos
urdimbre a través de pequeñas púas situadas del trazado de la denominada Acequia Ma-
en el filo del peine. También para esta activi- dre. Tomando como referente este trazado
dad debían destinarse las púas de peine, mostramos a continuación un primer plan-
fabricadas en bronce, documentadas en la teamiento o hipótesis de trabajo. El avance
casa número 7 y que formarían parte de un en los trabajos arqueológicos en el futuro
peine destinado probablemente al desfibrado nos permitirán dar validez o no a ésta. En
del cáñamo o lino.135 todo caso, su propio planteamiento, nos ha-
brá posibilitado desarrollar una línea de in-
Dos objetos de bronce, una espátula vestigación, inexistente por otra parte hasta
(casa 3) y un tirador (casa 5), podrían tener estos momentos, que puede ayudarnos en
un uso de carácter personal, para aplicación, buena mediada a conocer el origen y desa-
quizás, de cosméticos o probablemente pu- rrollo económico de Yecla en la Baja Edad
dieron ser utilizados como material quirúrgi- Media.
co.136 De uso personal también, con la fun-
ción de amuletos, podían ser considerados 3.2.1 Espacio de Irrigación. Molinos y
dos bronces identificados como colgante y Norias. Planteamientos iniciales.
manilla, que fueron documentados en la ocul-
tación de la casa o vivienda número 5. A esta El primer elemento sobre el que debe-
misma funcionalidad de tipo religioso podía mos dirigir nuestros trabajos de investiga-
responder la paleta de yeso hallada también ción es la Acequia Madre o Principal, con la
en la referida ocultación. intención de averiguar cual es su origen. La

212
137
historiografía reciente aporta pocos datos al propiedad del denominado Heredamiento del LOPEZ SERRANO, Anice-
respecto. Solo López Serrano, de manera to. Yecla. Una villa del seño-
Agua Principal y por tanto de sus herederos.
río.... p. 245.
sucinta, nos ofrece alguna información sobre El origen de estos derechos o propiedad, 138
Afirma Aniceto « El siste-
la denominada Fuente Principal o "Agua tanto del agua como de los molinos y norias, ma de riego debía de ser similar
Vieja", indicando que « los terrenos de la bien pudieron ser la consecuencia de los al de Jumilla descrito por el
tradicional huerta de Yecla y las próximos a repartimientos efectuados tras la subleva- Conónigo Lozano, basándose en
algunos documentos jumillanos
los Torrejones deberían ser de regadío des- ción mudéjar, por tanto a partir de 1266, en del siglo XVI y que en esencia se
de muy antiguo, posiblemente desde la época un primera oleada repobladora cristiana fa- ha mantenido en Yecla hasta fe-
de los Manuel en la que se restaurarían las vorecida por don Manuel. Ello implicaría, chas muy recientes. El agua se
canalizaciones romanas y árabes»137 Tras así al menos lo creo, que el trazado de la distribuía por lo brazales hasta
llegar a las heredades durante
ello y después de dar algunos datos sobre la Acequia Principal, brazales, molinos y no- nueve meses al año, regando de
regulación de la distribución del agua de rias tienen su origen en época islámica (pe- día y de noche, en tandas de
riego, indica que el sistema de irrigación en riodo de las dinastías norteafricanas). Un veintiún días. De noviembre a
Yecla debió guardar similitudes con el de la dato que hemos de tener en cuenta y que enero el agua se dedicaba al
riego de las tierras vinales. La
vecina localidad de Jumilla.138 probablemente viene indicar el origen del
cantidad de agua la controlaba
sistema de riego en Yecla es el referente al el acequiero y se medía en ja-
El Archivo Histórico Municipal de Yecla empleo de la medida base de riego, denomi- rros, por lo que terminó llamán-
conserva Las Ordenanzas del Agua redacta- nado Jarro141, vocablo de origen árabe y del dose jarrero. Para la resolución
das en el año 1653139, elaboradas, según se que derivaba el oficio de Jarrero. de los pequeños problemas y
control de los brazales y ace-
indica en el propio documento, para actuali- quias existía un alcalde de huer-
zar las antiguas ordenanzas. Estas serán nue- Las Ordenanzas del Agua del año 1653 ta. En Yecla a principios del
vamente revisadas en el año 1721140. El docu- regulan de manera precisa el suministro del siglo XVI hubo de construirse
mento es de una extraordinaria importancia, agua a los molinos instalados a lo largo de la una acequia nueva.» (Ibidem
cita 137. p. 246) . La última
ya que en él se describe, de manera minucio- Acequia Madre. Se indicaba que los cubos consideración sobre la construc-
sa, el uso y distribución del agua de riego, el de estos molinos no debían rebasar el agua, ción de una acequia nueva a co-
trazado de la acequia principal y los brazales, prohibiendo a sus propietarios que no reman- mienzos del siglo XVI no sabe-
el espacio o terreno de irrigación, los benefi- sasen142 más agua de la permitida, pues tales mos en que documentos la apo-
ciarios o herederos del riego y lo que resulta ya, pues el autor no refiere nin-
circunstancias podían provocar inundacio- guno. En cuanto a la obra del
de mayor interés en estos momentos para el nes y deterioro en la Acequia. El único mo- Canónigo Juan Lozano se refie-
objeto de ésta monografía , los ingenios hi- lino hidráulico que se cita en la Ordenanzas re a la Historia de Jumilla. Mur-
dráulicos que quedan asociados a la Acequia es el denominado Molino del Mayorazgo, cia, 1800. Edición facsímil año
Principal, por necesitar de su agua como 1976 patrocinada por el Ayunta-
situado junto al Camino de Villena. Sin em- miento de Jumilla y la Diputa-
energía motriz: los molinos y las norias. Los bargo, nos consta por las Relaciones Topo- ción Provincial de Murcia, p
primeros, destinados a transformar el cereal gráficas del año 1575 que eran cinco los 211 y ss.
producido en la propia tierra de irrigación y molinos hidráulicos instalados junto a la 139
AHM.Yecla. Legajo 851.
los segundos, para derivar el agua de riego a Acequia Madre o Principal. En esos momen- Ordenanzas del Agua, Año 1653.
acequias o brazales secundarios. tos se indicaba que eran de poco aprovecha- 140
Según Juan Blázquez Miguel
miento porque el caudal de agua era insufi- las ordenanzas de 1653 vienen a
revisar y actualizar las redacta-
Sabemos que la Fuente Principal de la ciente.143 dasen 1619. Véase BLÁZQUEZ
Villa, al igual que el trazado de la Acequia MIGUEL, Juan. Yecla en el rei-
Madre o Principal eran propiedad del Conce- La constatación de la existencia de mo- nado de Felipe III (1598-1621).
jo, mientras que los derechos de riego eran linos hidráulicos y probablemente de una o Yecla, 1983. pp. 149-152.

213
141
Jarro del vocablo árabe "ga- varias norias,144 junto al trazado de la Ace- el manejo del mapa de Yecla de fines del
rra", cuyo significado es el de siglo XVIII publicado por Juan Blázquez
quia Madre, nos abre la posibilidad de un
recipiente para transportar o con-
tener líquidos. (Véase CORO- replanteamiento en el estudio de los elemen- Miguel147, probablemente confeccionado
MINAS, J. Diccionario crítico tos que constituyen el Hisn Yakka y que para la realización de algunas obras destina-
etimológico de la Lengua Cas- justifican, en su conjunto, su propia existen- das a mejorar el riego, en la entonces villa de
tellana. Madrid, 1954. tomo. cia.145 Yecla.
CH-K. p. 1041; MOLINER
María. Diccionario del usos del
Español Madrid, 1999. 2a ed.
Tomo I-Z. p. 112.)La medida de
un jarro equivale a 30 minutos
de riego aproximadamente. De
ella deriva el término Jarrero que
vendría a ser lo que en otras
zonas define al acequiero o bra-
zalero, es decir, la persona en-
cargada del cuidado de las ace-
quias y de la correcta distribu-
ción del agua. Sobre los térmi-
nos "Jarro" y "Jarrero" aplica-
dos al riego véase LOZANO, J.
Historia de Jumilla... p. 211 y
ss..
142
El remansar en una balsa agua
era el paso previo para el sumi-
nistro de ésta al cubo del molino.
La caída en él procuraba la fuer-
za motriz para la molienda.
143
CEBRIAN ABELLAN, Au-
relio.; CANO VALERO, José.
Relaciones Topográficas ... Trazado acequia molino hidráulico. Trazado acequia, cubo y restos del Casal.
p.367. El escaso rendimiento de Los Torrejones-Baños. Molino hidráulico de los Torrejones-Baños.
los molinos motivado por un in-
suficiente caudal de agua coin-
Para Miguel Bárcelo los molinos hi- Con todo, el trabajo no ha sido nada
cide con un momento de aumen-
to de producción agrícola, fijado dráulicos, en su inmensa mayoría, se cons- sencillo, en cuanto que la expansión urbana
a partir de la segunda mitad del truyen por y para uso de las alquerías. De esta de Yecla, en el último cuarto del siglo XX, ha
siglo XVI, lo que llevó apareja- manera: «el espacio hidráulico es solo el hecho que parte del trazado de la acequia
do un aumento de la extensión quede bajo la propia trama urbana de la
marco visible y perdurable de un orden cam-
de tierras cultivables, no solo en
zonas de secano sino también en pesino. Cualquier elemento de este orden no ciudad. De los cinco molinos documentados
la tierras de regadío. (Véase tiene existencia por si mismo. »146 Así pues, a fines del siglo XVI, solo hemos podido
BLÁZQUEZ MIGUEL, Juan. tomando como premisa inicial estas conside- hallar hasta la fecha los restos arquitectóni-
Yecla en su Historia. Yecla, raciones, el primer trabajo que hemos desa- cos de uno de ellos, probablemente sea el
1988. pp. 74-76.) Ello debió pro-
vocar una sobre explotación del rrollado en nuestra propuesta, ha sido definir denominado "Molino del Mayorazgo", que
acuífero, lo que explicaría el bajo en planimetría el antiguo trazado de la Ace- se situaba al inicio del Camino de Villena. El
rendimiento de los molinos hi- quia Madre o Principal, siguiendo la descrip- estado ruinoso en que se encuentra solo nos
dráulicos. ción de las antiguas ordenanzas de 1653. Un ha permitido documentar parte del trazado
complemento de extraordinario valor ha sido de la acequia,148 que debía partir de la balsa

214
144
del molino,149 para desembocar en el deno- parece verificarse, por los trabajos de exca- Recordemos que en siglo
XVII se documenta el topónimo
minado cubo,150 desde donde el agua desem- vaciones arqueológicas efectuados en el sec-
"Anorias" y "Senda de las Ano-
bocaba en el cárcavo situado bajo el casal, tor II del yacimiento.153 Ello nos induce a nas". Sabemos que al menos eran
que era de planta cuadrada. pensar que el primer aljibe, localizado al tres norias las que quedaban ins-
inicio del Brazal de Los Torrejones, pudo ser taladas en el extremo occidental
construido al tiempo que el segundo, sin que del trazado de la Acequia Ma-
dre: una localizada en el paraje
descartemos, igualmente, que el trazado del de la Anorias; otra, propiedad de
sistema de riego medieval tenga su origen en Juana Hernández, localizada en
época romana. el paraje de La Puente, y la últi-
ma, propiedad de de Juan de
Torres, situada junto a la Tejera
Un dato que nos parece de interés, y que Vieja. Véase BLÁZQUEZ MI-
hemos podido extraer de las Ordenanzas del GUEL, Juan Yecla en el reinado
Agua del año 1653, es que una parte conside- de... p. 62.
145
rable de la tierra de regadío se destinaba al Los molinos hidráulicos,
cultivo del cereal, en concreto a la cebada. como elemento asociado a al-
querías islámicas y al espacio
Restos cubo molino hidráulico. Nos planteamos, pues, la posibilidad de que destinado a cultivos de regadío,
Los Torrejones-Baños. fuese este tipo de cereal el producido tradi- ha sido objeto de numerosos es-
cionalmente en ese espacio de irrigación tudios. Parece quedar claro que
La acequia de la que se nutría de agua el desde época islámica, siendo el trigo un alquería, molino y espacio de
irrigación definen a una comu-
referido molino constituye un brazal que producto propio de tierras de secano. nidad agrícola, justificando, per
arrancaba de la Acequia Madre, en la proxi- se, la propia existencia de la
midades del denominado Aljibe del Camino Si observamos en planimetría el espa- madina, el hisn o la torre de
de los Torrejones. Hemos de precisar sobre cio resultante como zona de irrigación, ad- alquería a la que quedan ligada.
Caben destacar los trabajos de:
esta construcción que nada tiene que ver con vertimos una concentración de los molinos
BARCELÓ, Miquel. "El diseño
la ruta ganadera de Los Serranos como pen- hidráulicos en el sector oriental, que es el que de espacios irrigados en al-An-
sábamos y publicábamos hace tiempo, sino consideramos asociado a la alquería islámica dalus: un enunciado de princi-
que debía formar parte del sistema de irriga- de Los Torrejones-Baños. Por el contrario, pios generales" El agua en zo-
nas áridas. Arqueología e His-
ción agrícola, aún cuando sus características es en el sector occidental, al que asociamos la
toria. Almería, 1989. pp. XV-
formales sean similares a las construcciones alquería islámica de El Peñón, donde quedan XLVII; "Los husun, los castra y
destinadas al abastecimiento ganadero, loca- instaladas las norias que refieren los docu- los fantasmas que en él habitan"
lizadas en el término municipal de Yecla.151 mentos de principios del siglo XVII. Hay en Castillos y Territorio en al-An-
ello una razón de tipo topográfico. Los moli- dalus. Granada, 1998. pp. 10-
El aljibe en cuestión cuenta con una capaci-
41.; BARCELO, M; KIRCH-
dad estimada de almacenaje de 300.000 li- nos para su funcionamiento requieren la fuer- NER, H; NAVARRO C. El Agua
tros aproximadamente, constituyendo el ini- za motriz del agua, que ha de desplazarse que no duerme. Fundamentos de
cio del denominado "Brazal de Los Torrejo- siguiendo el desnivel de la pendiente. De esta la arqueología hidráulica anda-
nes"152 , cuyo recorrido finaliza en otro aljibe manera, mientras que en el sector occidental lusí. Granada, 1995.; CRES-
SIER, P. "Agua, fortificaciones
cimbrado, de menores dimensiones, cons- la cota de altitud oscila entre 590 y 585 m, en y poblamiento: el aporte de la
truido sobre las antiguas estructuras de una el sector oriental oscila entre 580 y 560 m, es Arqueología a los estudios sobre
balsa de "opus signinum" perteneciente a decir, el desnivel máximo alcanza los 30 m, el SE peninsular" Aragón en la
una "villa rústica" romana instalada en el fijándose éste, en 20 m para el trayecto donde Edad Media, IX. Zaragoza, 1991.
pp. 403-428; KIRCHNER, H.
paraje de Los Torrejones. Este segundo alji- se situaban los cinco molinos. Todo ello hace "Redes de alquerías sin husun.
be debió levantarse en el siglo XII, como así que nos planteemos la posible diferenciación

215
Una reconsideración a partir de zonal de cultivos, quedando, por tanto, el des de la madina S-SE, en concreto en las
los asentamientos campesinos sector oriental dedicado mayoritariamente al laderas SW del Cerro del Castillo y NE del
andalusíes de las islas orienta-
les". Castillos y Territorio en al- cultivo del cereal, lo que justificaría la con- Cerro de los Castillarejos, en producción
Andalus. Granada, 1998. pp. centración de molinos; mientras que el sector hasta comienzos del siglo XX, nos hacen
450-469; LILIANA, C. " Los occidental se destinaría a productos horto- barajar la posibilidad de que esta zona pudo
regadíos medievales en Lorca. frutícolas, siendo las norias las que procura- estar en uso, con fines agrícolas, al menos
Agua y desarrollo social. Siglos
XII-XV". Agua y proceso so-
rían la distribución del agua para el riego a desde el siglo XII. La constatación de gran-
cial. 1994. pp. 19-44.; NAVA- través de brazales. des contenedores cerámicos para el almace-
RRO, C. "Los espacios irriga- namiento de líquidos o sólidos, tanto en la
dos rurales y el tamaño de sus madina como en el recinto fortificado supe-
poblaciones constructoras en al-
Andalus: Lietor, un ejemplo."
rior, permiten suponer que el olivo pudo ser
Arqueología Medieval,3. Mér- uno de los cultivos practicados en estos sue-
tola, 1995. pp. 171-186.; " El los pobres y pedregosos. El trigo duro, que
tamaño de los sistemas hidráuli- como vimos es más versátil que el trigo
cos de origen andalusí: la docu-
mentación escrita y la arqueolo-
común en cuanto a las condiciones de culti-
gía hidráulica" Agricultura y vo, también pudo ser un producto apto para
Regadío en al-Andalus. Alme- estos suelos. Además, su bajo contenido en
ría, 1995. pp. 177-190; SELMA, agua permite su almacenamiento durante lar-
S. Molins d'aigua medievals a
gos periodos de tiempo, lo que, como vimos,
Sarq al-Andalus Onda, 1993.;
GARCÍA SÁNCHEZ, Expira- justificaría la presencia de silos o graneros
ción. "Cultivos y espacios agrí- tanto en la madina como en el conjunto
colas irrigados en al-Andalus" residencial de la fortaleza. Estimamos que la
Agricultura y Regadío en al- extensión de terreno destinada a cultivos de
Andalus. Almería, 1995. pp. 17-
38; ARGEMÍ, Mercé. "El siste- secano sería de unas 5 Ha. aproximadamen-
ma de molinos andalusí del Guz te.
de Yartan (Mayurqa)" Agricul-
tura y Regadío en al-Andalus. Todo ello nos viene a indicar una
Almería, 1995. pp. 259-272; Lámina. Espacio irrigación.
GUTIERREZ LLORET, Sonia. clara preponderancia en la práctica de una
"El origen de la huerta de Ori- agricultura basada en la irrigación, no solo
huela entre los siglos VII y XI: en las dos alquerías islámicas ya referencia-
una propuesta arqueológica so- Finalmente, calculamos que la superfi- das de El peñón y Los Torrejones-Baños,
bre la explotación de las zonas
húmedas del Bajo Segura". Ar- cie de irrigación estaría en torno a las 35 a 40 sino también en otros núcleos de población
bor CLI, 1995. pp. 65-94.; VEA Ha, estimando, en una primera aproxima- de menor entidad tipo rahal o balda, tales
RODRÍGUEZ, Laura. "La Géli- ción, que 2/3 partes debían destinarse al culti- como El Pulpillo o la Fuente del Pinar,
da: Segmentación ciánica bere- vo del cereal (cebada predominantemente). donde también es el agua el factor determi-
ber y producción de espacios ru-
rales hidráulicos en al-Andalus.
nante en la explotación de la tierra. Todo lo
Primera aproximación: los rie- 3.2.2 Espacio de Secano. Las terrazas de cual, comportará, como indica Miguel Bar-
gos de Mergarida. (Planes de la cultivo de la ladera SW del Cerro del celó: << movilizaciones coherentes de tra-
Baronía. Alicante)" Agricultura Castillo. bajo y formas reguladas de repartición de
y Regadío en al-Andalus. Alme-
agua como condición misma del manteni-
ría, 1995. pp. 203-214; POVE-
DA SÁNCHEZ, Angel. "Estu- La presencia de amplias terrazas desti- miento de la unidad técnica y de la cohesión
nadas a cultivos de secano en las proximida- social que la mantiene y refuerza. Cuanto

216
más local es el saber campesino, menor es Coraminas157 vemos que el témino "Jinete" dio de dos casos de hidraulismo
su aplicabilidad uniforme fuera de los con- o "Gineta" procede del árabe "zeneti", refe- andalusí en el Alto Maestrazgo
(Castellón)" Areas, 17. (1997).
textos específicos en que su hubiese produ- rente a una tribu berebere. Procede del gen- Murcia, 1998. pp. 14-29
cido. A la vez ese carácter local estimula la tilicio "zanati", pronunciado vulgarmente 146
BARCELÓ, M. "Los husun,
variación de plantas, procedimientos y ca- "zeneti", de acuerdo con la fonética hispano- los castra y los fantasmas que
lendarios.»154 árabe. aún los habitan" Castillos y Te-
rritorio en Al-Andalus. Granada,
1998. p. 32.
Los zenetes poblaron amplias zonas del 147
BLÁZQUEZ MIGUEL, Juan.
3.3. Recursos Ganaderos. Levante, SE peninsular y Mallorca, introdu- Un mapa de yecla del siglo XVIII..
ciéndose en la Península Ibérica con el adve- Madrid, 1984. El mapa está eje-
cutado en tinta y acuarela en pers-
Los restos faunísticos, la toponimia y nimiento de los Almorávides en el siglo XI.
pectiva caballera, representándo-
las construcciones hidráulicas asociadas a la Originariamente se dedicaron a la actividad se la urbe, el trazado de la Ace-
ganadería nos permiten contemplar una pri- ganadera. Topónimos como La Gineta (Al- quia Madre y el espacio de irri-
mera aproximación a esta actividad que bacete) o el Ginete y Casas del Ginete (am- gación con extraordinario deta-
consideramos complementaria a la agricul- bos en Lietor), apuntan a lugares de estable- lle.
148
En la actualidad es visible un
tura. cimiento de este grupo tribal.158 trazado de unos 80 m de longi-
tud. Éste se encuentra secciona-
Ya vimos como en la madina S-SE los Además de la presencia de restos óseos do por el vial o carretera de cir-
restos de óseos de ejemplares de animales que corresponden a ejemplares de ovicápri- cunvalación de Yecla.
149
más abundantes pertenecían a ovicápridos, dos, se documentan otros pertenecientes al No ha sido localizada la balsa
que permitía el almacenamiento
lo que nos llevaba a considerar la práctica de grupo de los équidos (muías y asnos), supo- previo de agua para su distribu-
la actividad del pastoreo con un carácter niendo que debían estar destinados a la acti- ción por el cauce o acequia que
estabular o estante, aprovechando los ricos y vidad agrícola y el transporte. conducía al cubo. Con todo nos
abundantes pastizales de monte bajo de la parece muy significativo que este
molino sé encuentre en el paraje
zona, cubiertos de especies de tipo xerofíti- Al igual que el molino hidráulico define denominado "Las Balsillas",
co y subtropical. Recordemos que el topóni- o forma parte de un sistema de explotación construcciones, por otra parte,
mo Marisparza podría responder a un voca- agrícola basado en la irrigación, el aljibe referenciadas en las Ordenanzas
blo compuesto de origen árabe, cuya primera cimbrado, como tal construcción, situada en de 1653.
150
palabra "mary", significa "prado". Otros to- áreas de pastos o dehesas, vienen a definir un El cubo, que se encuentra
relativamente bien conservado,
pónimos de origen árabe que nos recuerdan modelo de explotación ganadera de carácter está construido, al igual que la
la actividad ganadera serían Los Reales o La extensivo. Poca o ninguna atención ha des- acequia, de sólida manipostería,
Realeza (pozo) que corresponderían al voca- pertado este tipo de construcciones por parte contando con un diámetro de 1,5
blo "ranal"155 cuyo significado sería "redil o de la investigación. Su localización, por lo m.
151
RUIZ MOLINA, Liborio.;
lugar donde se estaciona el ganado"; las general próxima a viales o rutas de trashu-
AZORIN CANTÓ, Martín. "Al-
Gamellejas del vocablo "gamella" referente mancia ganadera, que podríamos calificar de jibes cimbrados en el área de
a la artesa para dar de comer o beber a los primer orden, le hacen ser elementos a tener Yecla (Murcia). Notas para el
animales, o Maranchón del vocablo "ma- en cuenta como indicadores o referentes de la estudio de la ganadería trashu-
hram", cuyo significado es "cosa prohibida" expansión ganadera en la Baja Edad Media. mante en el NE de la Región de
Murcia. Silos XII al XIX" EL
referente al marrano o cerdo. Uno de los La cuestión es poder dilucidar, por lo que se Agua en zonas Áridas. Arqueo-
topónimos en referencia a la ganadería y que refiere a la Meseta Suroriental, el SE penin- logía e Historia. Almería, 1989.
merece especial atención es el de Ginetes sular y Andalucía Oriental, sí estas construc- pp. 609-627.
(nombre de paraje).156 Si consultamos a ciones forman parte de la propia expansión

217
152
El Brazal de Los Torrejones de La Mesta a partir de la conquista cristiana, mente llegando a tener 450 m de ancho y
desarrolla un recorrido de un 3 continuando con 120 m hasta la Balsa Nue-
o si por el contrario, estos viales ganaderos,
Km aproximadamente.
153
AMANTE SÁNCHEZ, Ma- a los que se asocian los referidos aljibes, va, que se encuentra dentro de la vía pecua-
nuel. Y otros. "La Villa romana estaban abiertos en época almohade. ria, teniendo este abrevadero forma cuadra-
de Los Torrejones. Introducción da , de unos 280 m de lado. De ahí arranca
al habitat...." pp. 166-203. Los estudios efectuados en áreas de el Cordel de la Balsa Nueva que sigue con
154
BARCELÓ, M. "Los husun,
Andalucía Oriental plantean la posibilidad anchuras variables superiores a 100 m por
los castra..." p. 32
155 véase el interesante trabajos de la existencia de viales ganaderos de larga el Caserío de Dedos, Los Calderones y el
de RUBIERA MATA, Maria distancia, potenciados como elementos de paraje del Portichuelo. Le cruza la carretera
Jesús "Rafals y Raales, Ravals y desarrollo económico por los primeros cali- de Murcia, la Rambla de los Puntales y la
Arrabales, Reals y Reales" Sarq
fas almohades. 159 Rambla de la Cima de la Beata o de los
al-Andalus. 1. Estudios Arabes.
Alicante, 1984. p. 117-122.. estrechos. Se ensancha unos 700 m en un
156
La historiografía local ha in- De características similares a las cons- recorrido de 140 m de longitud, cruza el
terpretado, creo que de manera trucciones hidráulicas ganaderas andaluzas camino de Los Estrechos y después el Ba-
errónea, que el topónimo Senda son los aljibes localizados en el termino rranco de las Peñas y el Barranco de la Casa
de los Jinetes se refería al camino
municipal de Yecla. Los diecisiete aljibes Mosen, y sale de este término dejando a la
que conducía de Yecla a Caude-
te, que bien podía hacerse a pie o documentados se sitúan en las dehesas de El izquierda el Cerrico del Aguila, para conti-
en montura, de ahí su denomina- Pulpillo, Los Pinillos-Llano, Espinar o Car- nuar por el de Pinoso de la provincia de
ción. Ocurre, que este topónimo, che, a lo largo del trazado de la denominada Alicante. El recorrido es de 30 km y la
que se documenta en 1580 (Véa-
Vereda o Cañada Real de Los Serranos, anchura legal de esta vía pecuaria es de
se RUIZ MOLINA, Liborio. Ca-
tálogo del Archivo Histórico de referenciada, como ya se indicó, en la siste- 75,22 m, excepto donde se ensancha que es
Proocolos Notariales de Yecla. matización y uniformidad de los montazgos superior.»16' En tierras alicantinas, y a
(Sección Yecla.) Tomo I. Reina- realizada por la Mesta en el año 1380.160 La través del denominado Plá del Castellá, se
dos de Carlos V y Felipe II introduce por Pinoso buscando Abanilla y
ruta ganadera, procedente de Chinchilla-
(1534.1598). Yecla, 1997. En el
índice de topónimos viene por Corral Rubio- Montealegre de Castillo, se Fortuna.
error de imprenta Los Gineses, introducía en Yecla cruzando «el arroyo
cuando corresponde a Los Gine- de agua salada o Rambla de los Hitos, se Los aljibes localizados a lo largo de esta
tes), aparece como "Los Gine- ensancha a 180 m en una longitud de 1.200 ruta son de planta rectangular, de nave única,
tes", correspondiendo al nombre
de una partida o paraje al que se m, terminando este ensanche donde le cruza con depósito subterráneo, cuyas paredes se
accede por la denominada Senda el Camino de Madrid. En el Pulpillo a su realizan con fuerte mortero de cal, arena y
de los Ginetes. Por el momento derecha se le une el cordel del Pozuelo o de piedras de pequeño tamaño. Cuenta con
no hemos podido localizar en la Andalucía, recorriendo juntos unos 600 m, y cubierta medio de punto rebajado a modo de
actualidad la situación de este
paraje.
al separarse hay un aguadero concejil den- cimbra, que sobresale del nivel del terreno,
157 tro de ambas vías pecuarias. La cruza la siendo construida por aproximación de hila-
COROMINAS, J. Dicciona-
rio crítico etimológico... Tomo travesía de Jumilla a Caudete y el Camino e das de piedras irregulares de tamaño medio,
CH-K. pp. 1.057-1.058. Madrid; cruza la Rambla de El Pulpillo, y se trabadas con argamasa de cal y arena. Presen-
158
FRANCO SÁNCHEZ, Fran- abre en un descansadero, estando dentro de ta boca de alimentación donde se sitúa la
cisco. Los espacios viales y los él La Fuente Principal del pueblo y el naci- pileta de decantación de limos y una pequeña
espacios defensivos en el perio-
do islámico. Madrid, 1992. (Te- miento de Bermudez. Cruza la carretera de puerta de dintel, localizada en uno de sus
sis doctoral). T.II. p. 986-1019. Jumilla y el cordel de Flor, deja a su izquier- extremos, permite el acceso a su interior. La
da el cementerio y cruza en camino de Mur- capacidad de almacenamiento oscila entre
cia. A continuacion se ensancha progresiva- los 90.000 litros y los 900.000 litros.162

218
159
Esta vía permitía el contacto de las de un especie autóctona nos hacen pensar CARA BARRIONUEVO,
zonas ganaderas de la Meseta Suroriental que estas tablas debían tener un valor espe- Lorenzo. "La ganadería hispo-
musulmana en la comarca de Los
con los pastos de invierno de Murcia. Con- cial para su propietario, sin que sepamos cual Velez. Introducción a su estudio
templamos, como posibilidad, que su origen podría ser su funcionalidad. en época tardía (Siglos XII/
pudo ser islámico, circunstancia que también XIV)". Revista Velezana, 7.
advirtiera Franco Sánchez al tratar el espacio Por otra parte, la abundancia de esparto (1988). pp. 5-16.; " El ámbito
económico del pastoralismo an-
ganadero de Albacete-Balazote y su conexión en amplias zonas de parajes como Los Ato- dalusí. Grandes aljibes ganade-
con las tierras del SE murciano.163 De ser chares, Pulpillo, Tobarrillas y Marisparza, ros en la Provincia de Almería"
esto así, comportaría, que este víal debió nos hacen suponer que este producto procu- El Agua en la zonas áridas. Ar-
constituir una de las rutas ganaderas princi- raría una actividad artesanal basada en la queología e Historia. Almería,
pales en época almohade en el ámbito terri- cordelería y cestería, destinada al ámbito 1989. pp. 633-650.; "El pastora-
lismo en al-Andalus. Aproxima-
torial de Sarq al-Andalus. Su potenciación, doméstico. ción al SE peninsular" Revista
puesta de manifiesto con la construcción de de Arqueología, 96. (1989) pp.
estos aljibes, en numerosas ocasiones obras Son las Relaciones Topográficas, ela- 40-48; CARA BARRIONUE-
de gran envergadura y elevado costo, hubo boradas en el año 1575, las que nos aportan VO; Lorenzo. ;RODRÍGUEZ
LOPEZ, Juana María. "Espacios
de ser por iniciativa estatal. datos en relación a los recursos mineros que ganaderos y trashumancia anda-
pudieron ser explotados en la Baja Edad lusí" IV CAME III (1993) Ali-
3.4. Recursos forestales y mineros. Media. De esta manera, cuando se le pregun- cante, 1994. pp. 595-604.
160
ta al Concejo sobre el tipo característico de KELIM, J. La Mesta... p. 206.
161
construcción empleando en las viviendas o La descripción de la vía pe-
Las prospecciones arqueológicas lleva-
cuaria es copia literal de la refle-
das a cabo sobre el territorio circundante al edificios de la villa, así como también de los jada en la clasificación de Vías
Cerro del Castillo y los datos aportados por materiales empleados para ello, la respuesta Pecuarias realizada en el año
las fuentes escritas, nos han permitido plan- es la siguiente: 1974 por el Ministerios de Agri-
tear unas primeras consideraciones sobre la cultura Ganadería. Esta es reco-
gida por FLORES CASANOVA,
explotación de los recursos mineros y fores- < <Al capítulo treinta y cinco dixeron y res- César; FLORES FLORES, Car-
tales durante los siglos XII y XIII. pondieron que la mayor parte de las casas y men. "Vías pecuarias de la Re-
edificios que se usan en la villa son de tapie- gión de Murcia" Caminos de la
Como ya vimos anteriormente, nos in- ría de tierra y algunas de ellas con costras de Región de Murcia. Mucia, 1989.
p. 285.
teresa hacer notar que la vegetación de la cal y arena, lo cuales dichos materiales los 162
Véase RUIZ MOLINA, Li-
zona es la propia del bosque mediterráneo, hay en la propia tierra sin los traer de otra barte; AZORIN CANTO, Mar-
siendo el pino carrasco la especie arbórea parte y no menos el yeso para edificios y tín. "Aljibes cimbrados en el área
autóctona predominante. Por tanto, las cinco casas.»164 de Yecla (Murcia). Notas para el
tablas halladas en la ocultación de la casa o estudio de la ganadería trashu-
mante en el NE de la Región de
vivienda número 5 de la madina S-SE, iden- Vemos, pues, que el yeso y la cal son los Murcia. Siglos XII al XIX". El
tificadas como Pinus Pinaster o pino resine- materiales constructivos mas abundantes en Agua en zonas áridas. Arqueolo-
ro, hubieron de ser adquiridas en otro lugar, la zona y los que constituyen la base en las gía e Historia. Almería, 1989.
probablemente en áreas de montaña del Se- construcciones. En las proximidades del pp. 609-627.
163
gura o Cuenca, zonas éstas propicias para su Cerro del Castillo, a unos 2 Km dirección S, FRANCO SÁNCHEZ, Fran-
cisco. Los espacios viales y los
desarrollo, aunque es en la fachada atlántica se localiza el paraje denominado Los Alge- espacios.... t. II pp. 986-1019.El
de Península Ibérica donde se localiza esta zares, lugar en el que tradicionalmente se han autor concede especial impor-
especie con mayor profusión. La circunstan- extraído arenas, gravas, yeso, cal y piedra tancia, desde un punto de vista de
cia de su hallazgo y el hecho de que no se trata caliza; materiales éstos que resultan ser bási-

219
la actividad ganadera, a un am- cos para la fabricación de morteros destina- mmad ben Hud, tío del primer emir de la
plio territorio formado por las dinastía hudi, al-Mutawakkil; se inicia un
dos a la construcción. También el paraje de
localidades de la Gineta, La Roda,
Albacete y Chinchilla, susten- nominado Las Pozas, localizada en la falda nuevo periodo en la evolución política, so-
tando en buena medida en las tal SE del cerro, ofrecía la posibilidad para la cial y económica del reino de Murcia, que se
circunstancia en las fuentes es- extracción de arcillas y arenas destinadas cerrará tras la sublevación mudéjar de los
critas árabes y la toponimia rela- básicamente a la actividad alfarera, cuyo años 1264-6. A este periodo se le ha venido
cionada con la actividad ganade-
ra. Un buen ejemplo de esos últi- grado de desarrollo productivo, en los siglos denominando como etapa del protectorado
mo es el que refiere sobre el XII y XIII, nos es desconocido por el mo- castellano (1243-1264).
topónimo Balazote, cuya corres- mento, aunque todo parece indicar que debía
pondencia en árabe sería Balat contar con carácter marcadamente local. El pacto de capitulación o vasallaje se
Suf que vendría a significar "cal-
zada de la lana".
firma en Alcaraz. Los hudíes murcianos se
164
CEBRIAN ABELLÁN, Au- La extracción de sal gema debió tener, habían visto obligados capitular por dos
relio; CANO VALERO, José. suponemos, una relativa importancia, si te- motivos que así lo aconsejaban. Por una
Relaciones Topográficas... p. nemos en cuenta que este producto resulta parte, la perdida del control efectivo sobre
369. ser básico para la conservación de alimentos. una parte considerable del territorio de la
165
Estos datos han sido extraí-
Los diapiros de sal localizados en los parajes taifa. Recordemos que desde el año 1239
dos de los capítulos I y II de la
Memoria de Excavaciones Ar- próximos al Cerro del Castillo, en concreto, había accedido al emirato de la taifa murcia-
queológicas en el Cerro del Cas- en Los Algezares y La Fuente la Negra, na Zayyan ben Mardanis, que había sido
tillo del Yecla (Murcia). 1990- inducen a pensar la posibilidad de su explo- depuesto en Valencia por Jaime I de Aragón.
1995 de Liborio Ruiz Molina, y tación con fines domésticos.165 Durante el tiempo en el que el emir mardansí
que se encuentra depositada en
el Instituto de Patrimonio Histó- se mantuvo en el poder y hasta el año 1241 en
rico de la Comunidad Autónoma que se instaura de nuevo la dinastía hudí,
de Murcia, fueron redactados por 4. Del Hisn Yakka al Castillo de Yecla. varios arraeces, de ciudades importantes
el geólogo José Manuel Parede- Transición al modelo feudal. como Orihuela, Lorca, Cartagena o Mula, se
ro y el geógrafo Francisco José
Morales Yago. segregarán de la taifa de Murcia; de otra, la
Si admitimos, como así lo hacemos, presión del reino de Granada, bajo el control
que el Hisn Yakka debió formar parte del de la dinastía nazarí, que mostraba un claro
distrito de Madina Bilyana (Villena), su con- interés por el control territorial de Murcia.166
quista hubo de producirse, al igual que ésta,
por los aragoneses hacía el año 1240, siendo La capitulación o pacto de Alcaraz
entregadas ambas, junto a Sax y Caudete, (1243) se firma en términos relativamente
por el Tratado de Almizra (1244), a la corona favorables para la población islámica. A cam-
de Castilla. bio del pago de rentas y la posesión de las
fortalezas, donde hubieron de quedar instala-
Tras el periodo de las terceras taifas das guarniciones militares que garantizasen
postalmohades, que para el caso de la taifa de el control efectivo del territorio; como
Murcia se inicia en el año 1228 con la contrapartida se adquiría el compromiso, por
sublevación en Ricote de Abü 'Abd-Allah parte del monarca castellano, de respetar el
Muhammad ben Yusuf Ibn Hud al -Mu- orden social, económico y religioso de la
tawakkil y concluye con la capitulación y población islámica instalada en territorio
declaración de vasallaje a Castilla en el año murciano.167 Probablemente la remodelación
1243 por parte de Muhammad ben Muha- detectada en el "reducto principal" de la

220
166
fortaleza, sobre las antiguas instalaciones poblamiento de amplias zonas, al tiempo que VIGUERA MOLINS, María
almohades, corresponda a estos momentos, un marcado proceso de concentración de Jesús. "Historia Política" Histo-
ria de España. Ramón Menén-
una vez que el Castillo de Yecla pasa a manos esta población en territorios que ofrecían dez Pidal. T.VIII-II. Madrid,
castellanas en el año 1244. mayores garantías para la subsistencia. 1997.pp. 115-119.Laautorapre-
senta una relación nominal de
Pero la situación real que se planteó El despoblamiento islámico parece un los regentes de la Taifa de Mur-
cia desde su proclamación como
tras el pacto de Alcaraz mermó de manera hecho probado en Madina Siyasa, que es taifa independiente en el año 1228
considerable la posibilidad de repartimiento abandonada, suponemos que de manera for- hasta el final de su existencia tras
de tierras entre los nuevos pobladores. 168 En zosa, surgiendo un nuevo núcleo de pobla- la sublevación mudéjar de los
opinión de Rodríguez Llopis, durante el rei- ción en el llano (actual ciudad de Cieza). 172 años 1264-6.
167
nado de Fernando III se respetó el compro- Este mismo proceso parece advertirse en el TORRES FONTES, Juan. La
reconquista de Murcia en 1266
miso de Alcaraz, no siendo así a partir del Castillo del Río en Aspe, que tras su conquis- por Jaime 1 de Aragón. Murcia,
reinado de Alfonso X el Sabio, iniciándose, ta en el año 1249, la población instalada en el 1967.
168
de manera progresiva, repartimientos de tie- hisn es desalojada y reinstalada en el espacio Solo se producirán reparti-
rras entre los nuevos pobladores cristianos de irrigación, surgiendo un nuevo núcleo de mientos en aquellos territorios
que irán imponiendo su control sobre la pro- conquistados con anterioridad al
población en llano (actual ciudad de Aspe). pacto de Alcaraz y en aquellas
piedad de la tierra y por tanto de los recursos Opina Azuar Ruiz que «la conquista del localidades, segregadas de la tai-
económicos. Ello derivaría en una efectiva poblado supuso una ruptura en el pobla- fa de Murcia desde 1239 y que se
mediatización social en el conjunto de la miento, ya que los nuevos señores cristianos negaron a refrendar o adherirse al
población instalada en el territorio.169 A esto obligaron a la población musulmana a aban-
pacto. Recordemos que éstas fue-
ron Orihuela, Lorca, Cartagena y
hemos de añadir la presión fiscal sobre la donar el lugar y a instalarse en la actual Mula.
población mudéjar en los primeros años de la ciudad de Aspe, en el llano, sin protección y 169
RODRÍGUEZ LLOPIS, Mi-
conquista: pago del pecho real o capitación, dentro del mismo área de explotación agrí- guel . "Repercusiones de la polí-
décima parte del producto de la explotación cola, conformada por la acequia de Fauquí. tica alfonsí en el desarrollo histó-
agrícola, el almojarifazgo y también el pago, rico de la Región de Murcia".
Esta alteración en la tradicional vinculación Alfonso X. Aportaciones de un
en algunos casos, del diezmo eclesiástico. 170 entre las comunidades campesinas islámi- rey a la construcción de Europa.
Estas serán las causas que provocarán la cas y los sistemas de irrigación, es otro Murcia, 1997.
sublevación de 1264-6. ejemplo más del impacto de la conquista
170
VEAS ARTESEROS, María
feudal, ya que obligó a las poblaciones asen- del Carmen. "Mudejares mur-
cianos. (Siglos XIII al XIV)"
Para el caso que nos ocupa, el Señorío tadas en poblados a instalarse en llano... Las Revista de Estudios yeclanos.
de Villena surgirá en este contexto. El infan- aguas de riego se desvinculará de la tierra, Yakka, 5(1994). P. 37.
171
te don Manuel recibe en el año 1257 Elda, a pasando a manos del nuevo señor, el cual LOPEZ SERRANO, Aniceto.
la que se le unirá, Elche, Crevillente, Aspe y arrendará sus tierras a los musulmanes de la Yecla. Un villa del Señorío... p.
33.
el Valle de Elda en el año 1262. Yecla, recién creada aljama de Aspe. Estos musul- 172
NAVARRO PALAZÓN, Ju-
Villena y Sax entre los años 1262 y 1264.171 manes cultivarán las tierras en régimen de lio. "La conquista castellana y
Tras sofocar la revuelta mudéjar (1264-6), aparecería, sin derecho a disponer de un sus consecuencias: la despobla-
con la intervención de Jaime I de Aragón en molino...».173 Algo similar debió ocurrir ción de Siasa". Castrum, 3.1988.
el reino de Murcia, el compromiso de Alca- con el Castillo de la Mola y la actual ciudad pp. 207-214.
173
AZUAR RUIZ, Rafael. El
raz dejará de tener validez. A partir de esos de Novelda, el Castillo de Agost y la actual Castillo del Río ... pp. 251-252.
momentos se produce un movimiento migra- ciudad de Agost o Alicante, despoblada de
torio de la población mudéjar, cuyas causas musulmanes, de manera forzosa, para insta-
veremos más adelante, produciéndose el des- lar en ella población exclusivamente cristia-

221
174
AZUAR RUIZ, Rafael. Y na.174 También en la zona de montaña del El movimiento de inmigración de la
otros. Historia de la ciudad de
Segura (Yibal Sequra) se producirá un fuerte población musulmana se dirigirá hacia terri-
Alicante. Edad Media Islámica.
Alicante, 1990. despoblamiento islámico.175 torios más seguros o que ofrecían mejores
175
RODRÍGUEZ LLOPIS, Mi- condiciones de vida, bien aquellos que se
guel. "Repoblación y organiza- En cuanto a las poblaciones de Villena, encontraban bajo el control de las ordenes
ción social del espacio en los Sax y Yecla, una vez incorporadas al Señorío militares o de abadengo,179 bien los que aún
señoríos santiaguistas del Reino
de Murcia (1235-1325)" Murge- de don Manuel (1262-1264), debieron correr seguían administrados por un ra¨is musul-
tana, 70. 1986. p. 6-11. la misma suerte, lo que vendría a justificar la mán, como es el caso del señorío de Crevi-
176
TORRES FONTES, Juan. La condición puesta por los mudejares villene- llente.180
Reconquista de Murcia en ros a Jaime I de Aragón para su rendición al
1266...; ZURITA, Jerónimo. estallar la sublevación de 1264. En ella se le La pérdida progresiva de mano de obra
Anales de la Corona de Aragón
Edición de Antonio Ubieto Arte- pedía al monarca aragonés que para aceptar mudéjar en amplios territorios, originó la
ta y Laureano Ballesteros. Libro nuevamente como señor a don Manuel, éste, necesidad de repoblarlos y el problema de
III. Valencia, 1968. p. 49. debía comprometerse a respetar el Pacto de hacer efectiva esta repoblación. Este pudo
177
VEAS ARTESEROS, María Alcaraz, de no ser así pedían formalmente ser el caso de Yecla, lo que vendría explicar
del Carmen. "Mudéjares murcia-
nos ..." p. 37. Hace referencia la
formar parte del reino de Aragón.176 su escasa presencia en los documentos cris-
autora que tales condiciones son tianos hasta bien entrado el siglo XIV. Tal
recogidas en las cortes celebra- Hemos de suponer que tras ser reintegra- circunstancia pudo ser la causa de una evi-
das en Valladolid en el año 1293.; dos los territorios sublevados al Señorío de dente reorientación de su economía hacia la
en este mismo sentido y para el
don Manuel, por parte de Jaime I, hubo de actividad ganadera, que en principio re-
reino de Aragón resulta de inte-
rés BARCELÓ TORRES, María generarse una situación poco propicia para los quiere menos aporte humano. Ello iría en
del Carmen. Minorías islámicas musulmanes instalados en el antiguo distrito detrimento de la actividad agrícola, que
en el País Valenciano. Historia y de Madina Bilyana (Villena). Al igual que en hubo de ser predominante en época islámi-
dialecto. Valencia, 1984. Capí- otros territorios de Sarq al-Andalus la condi- ca.181 Esto justificará la presencia de cuatro
tulo dedicado a los movimiento
migratorios de lo mudéjares va- ciones de vida debieron ser extremadamente dehesas concejiles y la ruta ganadera tras-
lencianos en la Baja Edad Media. difíciles: prohibición de compra de tierras a humante de la Cañada Real de los Serranos,
Véase pp. 70-74. cristianos, de mantener sus propiedades y que como vimos pudo estar en uso en época
178
Ibidem nota 177. p. 35. Apre- obligatoriedad de vender sus tierras y hereda- almohade, potenciándose a partir de la pri-
ciaciones similares habían sido mientos.177 De esta manera, indica Veas Arte- mera mitad del siglo XIV. Este vial consti-
hechas ya por TORRES FON-
TES, Juan. "Los mudéjares mur- seros, << es patente la progresiva pérdida tuiría el principal elemento de desarrollo
cianos en el siglo XIII". Murge- derechos y libertades que coadyuvarán a acen- económico de Yecla en la Baja Edad Me-
tana, 17. Murcia, 1961. pp. 13- tuar la separación y distinción de formas de dia.
26. vida, de manera que los contactos entre las
179
Un buen ejemplo de ello sería
dos comunidades se irá restringiendo al ám- Tras la firma del Tratado Torrellas-
el Valle de Ricote.
180
Tras la ocupación del reino de bito meramente laboral, sobre todo en el Elche (1304-1305) entre los reinos de Ara-
Murcia por Jaime II de Aragón campo y la huerta, en donde la mano de obra gón y Castilla, Yecla queda en una situación
en el año 1295, localidades como del mudejar es mucho más necesaria. La de frontera entre ambos. La creación de la
Aspe, Elche, Chinosa o Monóvar inmigración llevará aparejado igualmente aduana y puerto seco supondría un importan-
dependerán del señor o ra 'is de
Crevillente hasta el año 1318-9 un empobrecimiento cualitativo de la comu- te atractivo económico que influiría, sin lu-
en el que desaparecerá como tal. nidad que postergará a sus integrantes a la gar a dudas, en favorecer la repoblación de
Véase al respecto AZUAR RUIZ, condición de un elemento de trabajo, sin mas estas tierras, a partir de la segunda mitad del
Rafael. El Castillo del Río.... p. inquietud que el de la mera subsistencia. >>178 siglo XIV. 182

222
Finalmente, creo que resulta de inte- 25.; GUICHARD, Pierre. "Un
rés comentar, para el caso de Yecla, en rela- segneur musulman dans
l'Espagne Chretienne. Le ra'is
ción al despoblamiento y movimiento de de Crevillenete (1243-1318)"
inmigración de la población islámica a partir M.C.V. IX(París) 1973. pp. 283-
de la segunda mitad del siglo XIII, el dato que 344; ESTAL, J.M. del. El reino
nos ofrece la carta de amojonamiento de de Murcia bajo Aragón. (1296-
1305). Alicante, 1990. p 60.
Jumilla elaborada en el año 1327. En este 181
La actividad ganadera en Ye-
documento se relacionan los procuradores cla durante la Baja Edad Media
que concurren en representación de las dis- resultó ser determinante para el
tintas localidades implicadas, además de los desarrollo económico de la zona.
Véase al respecto. LOPEZ SE-
"viejos de las aljamas"183 de algunas de ellas.
RRANO, Aniceto. Yecla. Una
Estos son los casos de Monóvar , Chinosa, villa del Señorío.. pp. 246-252.
Abanilla y Ricote. Esto nos está indicando 182
Considera López Serrano que
las poblaciones donde perduraba el compo- la creación de la aduana y puerto
nente mudéjar de manera mayoritaria. Supo- seco de Yecla hubo de hacerse
efectiva con Pedro I, a partir de la
nemos, que estos lugares debieron ser el reglamentación sobre aduanas
destino de la población islámica procedente efectuada en las corte de Valla-
de territorios cercanos como Jumilla o Yecla, dolid de año 1351. Véase LO-
a partir del último tercio del siglo XIII. PEZ SERRANO, Aniceto. Ye-
cla. Una villa... pp. 255-256
183
Se refiere a los representantes
de los consejos de las aljamas,
institución que regía los destinos
de una comunidad islámica.

223
IV
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243
Este libro se terminó de imprimir en los
talleres de Victoria, artes gráficas, de la
Muy Noble, Muy Leal y Fidelísima
Ciudad de Yecla, en el año
del Señor de dos mil uno
y a veintidós días del mes de mayo,
Festividad de Santa Quiteria.

A.M.D.G.

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