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18480
Fecha 07/10/2015
Materia Laboral
Revista Derecho Laboral
Número 210
Tribunal Cámara del Trabajo Sala 6ª Córdoba
Resolución Sentencia 90
Carátula Córdoba, Cynthia Janet c/ Hong Kong S.R.L. y otros – Ordinario – Otros.
Titulo RELACIÓN DE DEPENDENCIA. Existencia. COOPERATIVA DE TRABAJO. FRAUDE LABORAL (art. 14, LCT). PRINCIPIO
DE PRIMACÍA DE LA REALIDAD. Relevancia. ROL DEL JUEZ. Precisiones. RESPONSABILIDAD SOLIDARIA DEL SOCIO
ADMINISTRADOR (art. 59, ley 19550) Procedencia. CERTIFICACIÓN DE SERVICIOS. OMISIÓN DE ENTREGA. MULTA
(art. 80, LCT). Procedencia.*
Descripción

El Caso: La actora inició demanda laboral en contra de una SRL, una Cooperativa y dos
personas físicas, reclamando indemnizaciones por antigüedad, falta de preaviso, integración del
mes de despido, arts. 8 y 15 de la ley 24013, 1 subsidiario y 2 de la ley 25323 y 80, LCT y otros
conceptos adeudados. Asevera que ingresó a laborar el 5/3/2012 en tareas de cajera, categoría
B del CCT 130/75, ocasionalmente en fiambrería del supermercado demandado. Indica que no
estuvo registrada ante los organismos correspondientes, por lo que intimó al empleador el
25/2/2013, oportunidad en que también lo hizo para que le otorgue tareas porque se le
negaron, bajo apercibimiento de colocarse en situación de despido indirecto por su culpa, lo que
efectivizó el 15/3/2013 ante el silencio malicioso de aquél. Señala que por lo expuesto y la
insolvencia de la sociedad demandada, constituida con fines defraudatorios, solicita la condena
solidaria de los socios contra los que acciona, quienes le daban órdenes, pagaban sueldos,
ejercían potestades disciplinarias, beneficiándose de su trabajo. Cita los arts. 14, 225, 228 LCT y
54, 59 y 274 de la ley de sociedades, y jurisprudencia relacionada. Expone que a partir de mayo
la codemandada comenzó a extenderle recibos en los que figura la cooperativa citada,
solicitando la extensión de responsabilidad a la entidad y sus socios, ante el evidente fraude que
menciona, en los términos del art. 14 LCT. En oportunidad de la audiencia de conciliación la SRL
y sus socios negaron el vínculo jurídico contractual y económico con la actora, manifestando que
formaba parte del contrato de locación de servicios convenido con la cooperativa demandada.
Indica que en virtud del citado contrato, cumplieron con la tarea asignada, horarios y pagos, a
favor de la actora. La Cooperativa por su parte esgrime que la actora decidió voluntariamente
incorporarse a la cooperativa de trabajo, suscribiendo el pertinente legajo personal y solicitando
se le otorgue el alta en los servicios de salud privados con que cuenta, otorgándosele además
un seguro de accidentes personales. Dice que la accionante se desempeñó en el supermercado
demandado, cumpliendo tareas propias de la cooperativa, habiéndose comprometido a
inscribirse ante la AFIP en la categoría correspondiente a asociada a ella. Refiere a la doctrina de
los actos propios, principios de las cooperativas donde prima la colaboración y la percepción de
retornos, así como a convenios con entidades prestatarias de servicios de salud de carácter
privado, a fin que los asociados gocen de ellos. Opone excepción de incompetencia en virtud de
lo dispuesto por el art. 6 de la ley 7987, por la relación asociativa que los vinculara, siendo
pertinente el fuero civil y comercial. Cita jurisprudencia y alude al objeto de la entidad, la
legislación que las rige, la conducta seguida y los presupuestos de análisis de la calidad de
asociado. Asevera subsidiariamente, que el actor no ha sido empleado ni de la cooperativa ni de
los demandados, sino socio de la primera. La Sala de la Cámara del Trabajo interviniente
admitió la demanda en contra de la SRL, la Cooperativa y una de las personas físicas
codemandadas.

1. Respecto a la distribución de la carga de la prueba Luis E. Rubio expresa: “En el


proceso común existen viejos aforismos derivados del principio de igualdad procesal y
que se expresan de la siguiente forma “quien afirma algo está obligado a
demostrarlo” y “si el demandante no prueba el demandado será absuelto”. De
acuerdo a esto, la carga probatoria es siempre del peticionante, quien tiene la
necesidad y la obligación de acreditar con elementos de convicción que los hechos
que alega son ciertos. En el derecho procesal del trabajo y en nuestra ley procesal
este criterio sobre el onusprobandi es deliberadamente quebrantado. El trabajador
que es normalmente el actor es exonerado en lo sustancial de la obligación de probar
sus dichos, la carga de la prueba recae en lo básico sobre el empleador. La demanda
goza por decirlo así, de una presunción de veracidad, se le reputa cierta a priori,
presunción iuris tantum que debe ser destruida por el empleador. La importancia de
este principio, que sin liberar totalmente al trabajador de su obligación probatoria la
orienta a la sola demostración de la existencia de la relación laboral y probada ésta el
empleador deberá acreditar en adelante que cumplió con las obligaciones impuestas
por la ley, las convenciones colectivas de trabajo o laudos con fuerza de tal. Desde
esta perspectiva pueden extraerse las siguientes reglas: ...c) El trabajador tiene la
obligación formal de probar la existencia de la relación laboral o del hecho de la
prestación de un servicio o trabajo...”.

2. La parte actora solicitó la confesional ficta de la SRL perteneciente a las personas


físicas codemandadas, en virtud de la ausencia injustificada a los respectivos actos, lo
que no es de recibo ya que no es posible hacer prevalecer una ficción por sobre una
manifestación de voluntad expresa en contrario (art. 225, CPCC). Para que adquiera
eficacia dicha prueba debe ser apreciada en función de los demás elementos de
juicio. Al respecto se ha dicho: “La confesión ficta tiene un valor diferente al de la
expresa ya que crea una presunción judicial en contra del citado a absolver. En esta
especie no se le atribuye un valor de preferencia...debe ser valorada por el juez junto
con otros elementos probatorios racionalmente a través de los preceptos de la sana
crítica racional, y no releva por sí sola a la contraria de la carga de probar ese
hecho.”

3. Como consecuencia de los caracteres prestacionales encontrados, la presencia de


la actora en el supermercado realizando actividad de cajera, en el año 2012, en
jornada de mañana y tarde, acatando órdenes y directivas de los integrantes de la
firma accionada, se evidencia el vínculo dependiente entre ellos. Y es esa aseveración
fundada en los elementos aportados al juicio la que prima por sobre la descripción
formal efectuada y de la percepción con la modalidad de retornos de sumas
mensuales por la accionante, resultando inviable el carácter de asociada que indicara
la cooperativa.

4. A pesar del contrato de locación de servicios entre los demandados, el pretendido


lazo asociativo entre la cooperativa y la actora, no se vislumbra de las constancias de
autos. Ello porque no ha acompañado la entidad constancia clara y contundente de su
constitución en forma con el cumplimiento de las exigencias legales de
funcionamiento. Pero aun cuando pudiera interpretarse que es genuina –lo que no
acreditó-, del proyecto de estatuto referenciado en el punto 2), no surge que pueda
procurar personal para prestar servicios en comercios, como se infiere del contrato de
locación de servicios que suscribiera con la sociedad accionada. El objeto de la
cooperativa descripto, carece de ítem alguno que pueda relacionarse con la
“prestación de servicios cooperativos consistentes en: de administración general,
dirección técnica y ejecución de los trabajos inherentes a la actividad”,
individualizados en la primera cláusula del convenio entre los demandados. Lo
expuesto permite concluir en la presencia de interposición de la figura cooperativa,
para ocultar una relación laboral.

5. El fraude de las accionadas en la contratación denunciado por la actora, surge


prístino de las condiciones del ligamen analizado si la supuesta asociada no realizaba
ningún acto cooperativo, sino que por el contrario las tareas prestadas configuraron
un verdadero contrato de trabajo, transparentándose la connivencia de las entidades
demandadas a ese fin. Ante ello, carece de toda virtualidad la documentación que
suscribieran las accionadas puesto que esa formalidad se contrapone a la realidad
evidenciada.
6. En tal dirección, María del C. Piña señaló que “El juez al sentenciar debe
desentrañar el contrato realidad que uniera a las partes, con prescindencia de las
formas con que ellas intentaren hacer aparecer la contratación. Esta noción fue
cuidadosamente elaborada por Plá Rodríguez en su obra “Los principios de Derecho
del Trabajo” Ed. De Palma, 2da. Ed. Actualizada, cuando en la página 243 expone: El
principio de la primacía de la realidad significa que en caso de discordancia entre lo
que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos o acuerdos, debe darse
preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el terreno de los hechos; en
dicha obra cita: “La existencia de una relación de trabajo depende, en consecuencia,
no de lo que las partes hubieren pactado, sino de la situación real en que el
trabajador se hubiere colocado”. Desde antaño la doctrina argentina había fijado el
presupuesto de que “Esta primacía de la situación de hecho sobre la ficción jurídica se
manifiesta en todas las fases de la relación de trabajo. El obrero que ingresa a una
fábrica, en la generalidad de los casos no conoce -ni le resultaría fácil conocer- el
nombre de su propietario: tampoco sabe si se trata de una persona física o moral y si
esta es una persona de derecho público o privado” Confr. Deveali Mario, Cesión del
negocio jurídico y cesión del personal, en revista de Derecho del Trabajo, 1953, pag.
110. La jurisprudencia por su parte ha sentado en forma reiterada el criterio de que
“Los derechos que la ley laboral consagra, son irrenunciables para el trabajador,
debiendo reputarse nula cualquier modalidad contractual que tiende a encubrir la
verdadera naturaleza de la relación o a desconocer o suprimir los derechos previstos
por aquella.” TTrab. Lanús, Nº 2 1997/03/26.- “Silvero, Ramón de Jesús c. Telefónica
de Argentina S.A.”- LLBA, 1997-718" (“Vélez Julio Federico c/ Mansur Carolina y
otros-Ordinario-Despido”, Unipersonal, Sentencia Nº 50, del 6/9/2007).

7. Si no se demostró el otorgamiento de las constancias de servicios por parte de la


accionada, procede la sanción del art. 80 de la LCT. Es de aclarar que ante la
negativa de la relación laboral y la resistencia mantenida en la causa, tal decisión se
mantiene aún cuando no mediara la pertinente intimación, siguiendo lo resuelto en
similares supuestos por el Excmo. T.S.J. cuando dice: “…si bien el decreto 146/01
-reglamentario del dispositivo anterior- determinó que el trabajador quedará
habilitado para remitir el mencionado requerimiento cuando no se hubiera hecho
entrega de las constancias de aportes o del certificado dentro de los treinta días
corridos posteriores a la extinción del contrato, frente a la negativa de la relación por
parte del empleador, pierden relevancia los plazos legales otorgados a éste para que
cumplimente con la entrega de documentación que, evidentemente, no
proporcionará. La negativa insincera de la naturaleza del vínculo indica que el
empleador nunca estuvo dispuesto a cumplimentar la carga legal, por lo que los
plazos fijados para respetar esa obligación, según se dieron las cosas, no son
determinantes. En definitiva es la renuencia patronal la que justifica la sanción por lo
que, verificada aquélla, se torna procedente la indemnización del artículo citado (Vé.
Sents. N° 260/07 y 77/09).” (“Almada Rafael Humberto C/ Vanay Juan José -
Ordinario - Despido - Recurso de Casación y Directo” (3605/37), Sentencia N° 3,
15/2/2011.

8. Es atinente la aplicación del art. 59 de la ley 19550 que reza: “Los administradores
y los representantes de la sociedad deben obrar con lealtad y con la diligencia de un
buen hombre de negocios. Los que faltaren a sus obligaciones son responsables,
ilimitada y solidariamente, por los daños y perjuicios que resultaren de su acción u
omisión”, el que se relaciona, iuranovit curia, con el art. 274 ib., que dispone que
“Los directores responden ilimitada y solidariamente hacia la sociedad, los accionistas
y los terceros, por el mal desempeño de su cargo, según el criterio del art. 59, así
como por la violación de la ley, el estatuto o el reglamento y por cualquier otro daño
producido por dolo, abuso de facultades o culpa grave. Sin perjuicio de lo dispuesto
en el párrafo anterior, la imputación de responsabilidad se hará atendiendo a la
actuación individual cuando se hubieren asignado funciones en forma personal de
acuerdo con lo establecido en el estatuto, el reglamento o decisión asamblearia. La
decisión de la asamblea y la designación de las personas que han de desempeñar las
funciones deben ser inscriptas en el Registro Público de Comercio como requisito para
la aplicación de lo dispuesto en este párrafo. Queda exento de responsabilidad el
director que participó en la deliberación o resolución o que la conoció, si deja
constancia escrita de su protesta y diere noticia al síndico antes de que su
responsabilidad se denuncie al directorio, al síndico, a la asamblea, a la autoridad
competente, o se ejerza la acción judicial.” Este último, ligado a lo dispuesto por el
art. 157 ib., en cuanto prescribe que “Los gerentes tienen los mismos derechos,
obligaciones, prohibiciones e incompatibilidades que los directores de la sociedad
anónima…serán responsables individual y solidariamente, según la organización de la
gerencia y la reglamentación de su funcionamiento…”. En consecuencia, la calidad de
administrador de la sociedad demandada, y la concreta violación a la ley evidenciada
de la contratación encontrada, en la medida que la actora no estaba registrada por
ella y se acreditó el fraude aludido con anterioridad, la extensión de la
responsabilidad al socio gerente se impone.

9. El incumplimiento de éste socio, excede la mera desatención de obligaciones


laborales (art. 14, LCT), orientación que siguió la Sala VI, Unipersonal a cargo de la
Dra. Susana V. Castellano, resaltando el perjuicio “con su conducta no sólo a la
trabajadora, sino al sistema de la seguridad social, al no ingresar los aportes y
contribuciones que legalmente correspondían. No ha llevado adelante el socio gerente
los negocios sociales con observancia de las normas jurídicas pertinentes, no
pudiendo ignorar que la actora era empleada de la sociedad ni que debía registrar su
contrato en los términos del art. 7 de la ley 24.013. La conducta desarrollada por el
socio gerente, reitero, ha perjudicado a la actora de este pleito, postergando
indebidamente el cobro de sus acreencias y afectando sus derechos de gozar de los
beneficios de la seguridad social” (“Oliva Margarita c/Accirel SRL y Otros –Ordinario-
Otros (Expte. 26838/37)”, Sentencia N° 68, 20/10/2006).

10. El TSJ de Córdoba expresó: “Las circunstancias particularizadas que se basan en


el principio de primacía de la realidad, deben considerarse a la hora de valorar la
responsabilidad de los socios gerentes. Luego, cabía sancionar a favor de los
trabajadores -terceros perjudicados- la conducta verificada, lo que no se lograba con
la condena a la persona jurídica (SRL). Desde otro costado el accionar irregular
vulnera el orden público laboral (arts. 7, 12, 13 y 14 LCT) y la buena fe -que obliga al
empresario a ajustar su conducta a lo que es propio de un buen empleador (art. 63
ib.)-, todo lo cual hace procedente la extensión de la responsabilidad personal y
solidaria a los integrantes de la sociedad empleadora.” (Sala Laboral, por mayoría –
Dres. Rubio y Blanc de Arabel-, “Aguirre Luis Alberto y otros c/ Estación de Servicio
Villa Dolores S.R.L. y otros – Demanda Laboral – Recurso directo”, Sentencia Nº 15,
15/03/2011). Todo ello define abusiva la conducta del mencionado, quien no se ha
desempeñado como lo haría una diligente persona de negocios (“buen hombre de
negocios” según la expresión legal), dado que incumplió la legislación vigente,
provocando con el actuar negligente endilgado, perjuicio a terceros, en el caso la
actora. Se ha afirmado en comentario al art. 59 transcripto, que “Se ha creado un
standard jurídico para la apreciación judicial de la lealtad y diligencia requeridas a los
administradores y representantes. La responsabilidad que emerge de la norma se
hará efectiva frente a los socios y a los acreedores sociales por los daños que a ellos
irrogare el actuar doloso o aun negligente de los administradores o representantes.”
(Zunino, Jorge Osvaldo, “Régimen de Sociedades Comerciales Ley 19.550”, Astrea,
11ª ed. Actualizada, Buenos Aires, 1993, págs. 117/118) –énfasis agregado-.

11. No ocurre lo mismo con la restante persona física demandada de quien no se


evidenció que hubiera estado a cargo la administración conforme a los elementos
ingresados al proceso, por lo que le es oponible la figura societaria, impidiendo que
se la responsabilice.

Sala 6ª Laboral Cba., Sent. Nº 90, 7/10/2015, “Córdoba, Cynthia Janet c/ Hong Kong S.R.L. y
otros – Ordinario – Otros”

* Seleccionado y reseñado por María Belén del Valle

Primera Cuestión: ¿proceden los rubros reclamados por la actora en la demanda?

Segunda Cuestión: ¿qué resolución corresponde dictar?

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA

La Señora Vocal Nancy N. El Hay, dijo: Conforme se desprende de la relación de


causa efectuada, fue controvertida la existencia del vínculo laboral por los
demandados; concretamente HONG KONG SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD
LIMITADA, alude a un contrato de locación de servicios con la COOPERATIVA DE
TRABAJO LINA LTDA., por el que habría asignado tareas, horario y efectuado pagos
contra factura a la accionante, y la última entidad mencionada, afirma que ésta es su
asociada, por lo que cabe evaluar la prueba incorporada al proceso por ellas a los
fines de elucidar esos hechos. Es de aclarar liminarmente que la competencia del
tribunal, defensa que opusiera la cooperativa citada, la define la naturaleza del
vínculo que se verifique entre la actora y la entidad, por lo que se analizará el mismo.
Respecto a la distribución de la carga de la prueba Luis E. Rubio expresa: “En el
proceso común existen viejos aforismos derivados del principio de igualdad procesal y
que se expresan de la siguiente forma “quien afirma algo está obligado a
demostrarlo” y “si el demandante no prueba el demandado será absuelto”. De
acuerdo a esto, la carga probatoria es siempre del peticionante, quien tiene la
necesidad y la obligación de acreditar con elementos de convicción que los hechos
que alega son ciertos. En el derecho procesal del trabajo y en nuestra ley procesal
este criterio sobre el onusprobandi es deliberadamente quebrantado. El trabajador
que es normalmente el actor es exonerado en lo sustancial de la obligación de probar
sus dichos, la carga de la prueba recae en lo básico sobre el empleador. La demanda
goza por decirlo así, de una presunción de veracidad, se le reputa cierta a priori,
presunción iuris tantum que debe ser destruida por el empleador. La importancia de
este principio, que sin liberar totalmente al trabajador de su obligación probatoria la
orienta a la sola demostración de la existencia de la relación laboral y probada ésta el
empleador deberá acreditar en adelante que cumplió con las obligaciones impuestas
por la ley, las convenciones colectivas de trabajo o laudos con fuerza de tal. Desde
esta perspectiva pueden extraerse las siguientes reglas: ...c) El trabajador tiene la
obligación formal de probar la existencia de la relación laboral o del hecho de la
prestación de un servicio o trabajo...” (“La Prueba en la Ley Procesal del Trabajo”, en
“Estudios de Derecho Procesal del Trabajo”, José I. Somaré-René R. Mirolo-Javier
Hünicken, Directores, Advocatus, Córdoba, 2001, págs. 174/175). En la audiencia de
vista de la causa, la parte actora solicitó la confesional ficta de HONG KONG
SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA, de ChenShengbin y Ni Meiyun a tenor
de los pliegos que agregara, en virtud de la ausencia injustificada a los respectivos
actos, lo que no es de recibo ya que, como lo afirmara la suscripta en otros
pronunciamientos, no es posible hacer prevalecer una ficción por sobre una
manifestación de voluntad expresa en contrario (art. 225 CPCC). Para que adquiera
eficacia dicha prueba debe ser apreciada en función de los demás elementos de
juicio. Al respecto se ha dicho: “La confesión ficta tiene un valor diferente al de la
expresa ya que crea una presunción judicial en contra del citado a absolver. En esta
especie no se le atribuye un valor de preferencia...debe ser valorada por el juez junto
con otros elementos probatorios racionalmente a través de los preceptos de la sana
crítica racional, y no releva por sí sola a la contraria de la carga de probar ese
hecho.” (“Código Procesal Civil y Comercial de la Prov. de Córdoba”, Angelina F. de
De La Rúa – Cristina G. De La Vega de Opl, La Ley, Buenos Aires, 2006, 3ª ed.
actualizada y ampliada, pág. 478). La C5ª CC decidió: “La ficta confessio no puede
ser suficiente para fundar por sí una sentencia condenatoria; no puede entrar en
lugar de las pruebas no logradas por la actora ...” (“Vaira Mabel Margarita c/ Daniel
Gerardo Ruiz y otra – Desalojo”, Sentencia Nº 110 del 20/9/1996, publicada en “Foro
de Córdoba” Nº 36 –año 1997, pág. 239–, cita efectuada por De La Rúa – De La Vega
de Opl, op. cit., pág. 471). En idéntico acto oral declararon los siguientes testigos: 1)
Juan Marcelo Villarroel, manifestó conocer el supermercado Hong Kong de Maestro
Vidal al 500, del que es cliente, lugar en el que vio laborar a la actora como cajera.
Dice que estaba a la mañana y a la tarde cuando él iba, desde 2011 o 2012 en
adelante. Que alrededor de las cajas había dos personas, un masculino y un
femenino, chinos o coreanos, rondando y dando órdenes al personal, entre ellos a
Córdoba. 2) Graciela del Valle Villarroel, dice conocer a la actora del barrio, que ella
se desempeñaba a tres cuadras del supermercado Hong Kong, lugar en el que veía a
los dueños, unos coreanos que manejaban todo, daban órdenes, recibían mercadería,
eran un hombre y una mujer, siempre los mismos a los que identifica con los
nombres de los accionados que se le mencionan. Señala que el establecimiento está
en Maestro Vidal a dos cuadras de Santa Ana aproximadamente, que la vio a Córdoba
desde 2012 durante un año, a las 9,00 h ya estaba y a las 18,00 h todavía se
encontraba, lo hacía desde la mañana hasta la tarde, realizando tarea de cajera. Dice
que recibía los tickets del supermercado donde decía Hong Kong. 3) Nélida Elisa
Silvera, asevera que el super Hong Kong se encuentra en Maestro Vidal al 500, donde
era cajera la accionante en el año 2012, a la mañana y a la tarde, asistiendo la
compareciente en calidad de clienta diariamente. Los comparecientes han dado razón
de sus dichos, siendo coherentes y coincidentes en sus apreciaciones, además no
fueron impugnados por los contendientes, por lo que adquiere pleno valor dicha
prueba. De los extremos citados por los comparecientes ante el tribunal, surge
prístino el vínculo laboral denunciado en el escrito inicial entre el actor y la sociedad
titular del establecimiento comercial; de allí se sigue que, al no comparecer a exhibir
la documentación laboral obligatoria –ver acta de fs. 114 vta./115-, se deban
presumir veraces los caracteres de aquél que allí debieron constar (arts. 52, 55 y cc
LCT y 39 LPT). En consecuencia, cabe tener por cierta la fecha de ingreso -5/3/2012-,
categoría de cajera, jornada de trabajo y remuneración percibida y debida,
deviniendo por lo tanto abstracto el tratamiento de las demás cuestiones planteadas
por la accionante al respecto. Nótese asimismo que los testigos de manera uniforme
refirieron a la presencia de Córdoba en el supermercado de los demandados, en el
año 2012, en turnos matutino y vespertino, siendo las personas físicas accionadas
quienes estaban a cargo del comercio, dando órdenes e instrucciones a la actora
quien se desempeñaba como cajera. La presencia en el establecimiento de los
demandados, Ni Meiyun y ShengliangChen, como lo expresaron los deponentes,
encuentra justificativo en la conformación societaria que surge del contrato de fs.
22/23, en tanto integran la S.R.L. demandada con domicilio legal en Maestro Vidal N°
550 y el objeto de “a) Comercialización de productos alimenticios y bebidas, Compra
venta, distribución, exportación e importación de bebidas sin alcohol, cervezas, vinos,
comestibles, productos alimenticios envasados, azúcares, alcoholes y sus derivados,
gaseosa alcohólicas y sin alcohol, su fraccionamiento y distribución, artículos de
limpieza y golosinas. b) Producción y comercialización de productos alimenticios
primarios: realizar por cuenta propia de terceros y/o asociada a tercero las siguientes
actividades: comercializar, comprar, vender, elaborar, depositar, importar, exportar,
industrializar, distribuir alimentos productos y subproductos derivados de la carne
bovina, ovina, porcina, caprina, etc. c) La actividad financiera y de inversión…”. Ahora
bien, HONG KONG SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA asevera que la
presencia de la actora en el establecimiento proviene de un contrato de locación de
servicios suscripto con la cooperativa demandada, consentido por ésta última en el
responde, oportunidad en la que afirma que Córdoba es su asociada y que prestaba
en el establecimiento demandado, actos cooperativos. Al respecto importa analizar la
documentación obrante en autos, a saber: 1) el Contrato de Locación de Servicios
Cooperativos suscripto por ambos –fs. 26/28 y 62/64-, en el que surge la calidad de
locataria de la codemandada y de locadora de la sociedad accionada, por el que la
primera se obliga a la prestación de servicios de administración general, dirección
técnica y ejecución de los trabajos inherentes a la actividad, en el establecimiento de
la segunda, contra el pago de la cantidad que se pacte, en la forma establecida en la
minuta que conforma el acuerdo celebrado; según surge del citado anexo, la locataria
toma a cargo el pago de anticipos de retorno a sus asociados; 2) a fs. 33/38 corre
agregado el proyecto de estatuto social de la codemandada, cuyo artículo 5 detalla el
objeto “a través del trabajo personal de sus asociados”, incluyendo las siguientes
actividades: “A) Desarrollar emprendimientos industriales, agropecuarios y de
servicios, promoviendo la constitución y radicación de micro, pequeña y medianas
empresas. B) Procurar la obtención de mercados para la colocación de la producción
originada en los emprendimientos enunciados ya sea en el país o en el exterior.
Realizar las operaciones de importación, exportación para el cumplimiento del objeto
social. C) Organización y desarrollo de eventos empresariales, sociales e
institucionales. D) Organización de campañas publicitarias, promociones de todo tipo,
venta y distribución de productos y mercaderías en general. E) Actividades
relacionadas con la gastronomía en general. F) Realizar, proveer y/o fomentar obras
de pavimentación mejorado de calles, obras…G) Gestionar el concurso de los poderes
públicos para todas las realizaciones que hacen a su fin. H) La cooperativa en
cumplimiento del objeto social prestará servicios ajustándose a los principios
cooperativos, con el fin de promover su desarrollo económico, social y cultural.
Apoyará las actividades productivas y de servicios, así como toda obra que ayude al
progreso económico y social de las distintas regiones del país…Suministrará toda
clase de información y asesoramiento técnico y económico para el mejor desarrollo de
sus actividades…”; 3) la actora ofreció como prueba recibos de “ANTICIPO DE
RETORNO COMPUTABLE” con el logo de la “Cooperativa de Trabajo LINA Ltda.” desde
mayo de 2012 hasta febrero de 2013, en los que se discriminan retribuciones y
retención de Obra Social, destacándose que la entidad expresamente los reconoce en
el acto designado al efecto –fs. 114 vta.-; 4) la codemandada acompañó al proceso el
legajo personal de la accionante, que se tiene por reconocido en virtud de la ausencia
de ésta al acto respectivo –ver fs. 115-, conforme lo dispuesto por el art. 248 y cc del
CPCC; surge de ellos: a) su suscripción en la ficha personal de asociada, b) solicitud
de ingreso del 27/4/2012, c) notificación y aceptación de propuesta para prestar
servicios de asistencia técnica a la empresa HONG KONG S.R.L., con liquidación de
haberes computables y periodicidad mensual; d) comunicación de cobertura de póliza
de accidentes personales; informe de beneficios de cobertura médica, accidentes,
derecho a asistir a asambleas y derechos democráticos, de solicitar información ante
cualquier duda, de negativa a suscribir documentación impuesta por organizaciones
gremiales, prestación de servicios y obtención de pago de retribuciones y de
propuestas de ideas e inquietudes; e) entrega de formulario de AFIP N° 460/F para
su inscripción en el Régimen Simplificado de Monotributo. Como consecuencia de los
caracteres prestacionales encontrados, la presencia de la actora en el supermercado
realizando actividad de cajera, en el año 2012, en jornada de mañana y tarde,
acatando órdenes y directivas de los integrantes de la firma accionada, se evidencia
el vínculo dependiente entre ellos, según se estableció con anterioridad. Y es esa
aseveración fundada en los elementos aportados al juicio la que prima por sobre la
descripción formal efectuada y de la percepción con la modalidad de retornos de
sumas mensuales por la accionante, resultando inviable el carácter de asociada que
indicara la cooperativa. En efecto, a pesar del contrato de locación de servicios entre
los demandados, agregado a autos según se vio, el lazo asociativo, entre la
cooperativa y Córdoba, pretendido por la primera, no se vislumbra de las constancias
de autos. Como se observa de la documentación detallada, no ha acompañado la
entidad constancia clara y contundente de su constitución en forma con el
cumplimiento de las exigencias legales de funcionamiento. Pero aun cuando pudiera
interpretarse que es genuina –lo que no acreditó-, del proyecto de estatuto
referenciado en el punto 2), no surge que pueda procurar personal para prestar
servicios en comercios, como surge de ésta causa y se infiere del contrato de locación
de servicios que suscribiera con la sociedad accionada. El objeto de la cooperativa
descripto, carece de ítem alguno que pueda relacionarse con la “prestación de
servicios cooperativos consistentes en: de administración general, dirección técnica y
ejecución de los trabajos inherentes a la actividad”, individualizados en la primera
cláusula del convenio entre los demandados. Lo expuesto permite a la suscripta
concluir en la presencia de interposición de la figura cooperativa, para ocultar una
relación laboral. El fraude de las accionadas en la contratación denunciado por
Córdoba, surge prístino de las condiciones del ligamen analizado, ya que la supuesta
asociada, no realizaba ningún acto cooperativo, según constancias acompañadas a la
litis, sino que por el contrario las tareas prestadas por aquélla configuraron un
verdadero contrato de trabajo, transparentándose la connivencia de las entidades
demandadas a ese fin. Coincide ésta decisión con la adoptada por el tribunal en autos
“FERREYRA, Valeria Alejandra c/ JOCKEY CLUB CORDOBA y otro– Ordinario –
Despido”, expediente N° 142518/37 –sentencia del 8/10/2013-, en la que se citó y se
sigue lo expuesto por el Vocal de Sala VII de ésta Cámara del Trabajo, Arturo
Bornancini, en autos “Villada Ricardo Alejandro C/ Jockey Club Córdoba y Otro -
Ordinario –Despido”, expediente Nº 90746/37, en cuanto advirtió “no se está en
presencia de “un acto cooperativo”, sino de una contratación de personal eventual,
pues no es otra la interpretación que se le puede otorgar a los recibos de anticipo de
retorno precedentemente relacionados que tienen la leyenda: “Al Servicio de Coop.
Alianza/ Jockey Club”. Consecuentemente, en el caso se ha hecho utilización por
parte del Jockey Club Córdoba de la Cooperativa como si esta fuese una empresa de
colocación de personal eventual, pero con una abismal diferencia respecto a las que
están debidamente autorizadas para operar en el mercado en esas condiciones, y que
no es otra que la de eludir no sólo el cumplimiento de las obligaciones establecidas
por la legislación laboral propiamente dicha sino también las emergentes del sistema
de seguridad social al utilizar una mera y reprochable fachada para incurrir en una
inadmisible competencia desleal, puestos que los costos entre una empresa de
servicios eventuales legalmente autorizada a funcionar como tal y los de esta
“cooperativa” no son los mismos, habida cuenta que son sensiblemente notorios al
disfrazar bajo ese “paraguas” el verdadero carácter de la vinculación de esos
“asociados”, con lo cual se configura con claridad meridiana la desnaturalización de la
figura cooperativa, habida cuenta que en este proceso el fraude laboral surge en
forma nítida. Ello así, pues ninguna absolutamente ninguna documentación se aportó
al proceso para acreditar que entre las demandadas medio algún tipo de contratación
distinta a la plasmada en los recibos de anticipo de retorno antes relacionados.
Consecuentemente, se está en presencia de una clara interposición de la figura del
empleador en los términos del artículo 29 LCT, toda vez que el actor no estaba
realizando un “acto cooperativo” sino poniendo su fuerza de trabajo para la
demandada Jockey Club Córdoba en el natatorio de su propiedad. Al respecto, cabe
subrayar que la referida entidad en lugar de contar con personal propio, debidamente
registrado conforme la legislación vigente, recurrió a la referida “cooperativa” para
conseguir la fuerza laboral para el cumplimiento de esa prestación, y en consecuencia
se produce la interposición de la figura del empleador a que hace alusión el citado
artículo 29 LCT. La primacía de la realidad ha demostrado, por lo tanto, la existencia
de un verdadero fraude laboral en los términos del artículo 14 LCT y así debe ser
declarado” (Sentencia N° 242, del 8/10/2010). Ergo, ambas accionadas resultan
responsables de la relación mantenida por la accionante, en los términos del art. 29
LCT, “por haber resultado el Jockey Club Córdoba el beneficiario de los servicios
prestados por el actor y, por lo tanto es obvio que ambas accionadas deben
responder solidariamente por las acreencias emergentes de la relación laboral con él
mantenida”, como lo explicitara el citado Magistrado, orientación que también siguió
la Vocal de la Sala VIII de idéntica Cámara –Teresita Saracho Cornet-, in re “Herrera,
Yamila Elizabeth c/ Jockey Club Córdoba y otro- Ordinario-Despido”, expediente N°
129258 –Sentencia N° 319 del 29/11/2012-. Ante ello, carece de toda virtualidad la
documentación que suscribieran las accionadas, puesto que esa formalidad se
contrapone a la realidad evidenciada. En tal dirección, María del C. Piña señaló que
“El juez al sentenciar debe desentrañar el contrato realidad que uniera a las partes,
con prescindencia de las formas con que ellas intentaren hacer aparecer la
contratación. Esta noción fue cuidadosamente elaborada por Plá Rodríguez en su obra
“Los principios de Derecho del Trabajo” Ed. De Palma, 2da. Ed. Actualizada, cuando
en la página 243 expone: El principio de la primacía de la realidad significa que en
caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos
o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el
terreno de los hechos; en dicha obra cita: “La existencia de una relación de trabajo
depende, en consecuencia, no de lo que las partes hubieren pactado, sino de la
situación real en que el trabajador se hubiere colocado”. Desde antaño la doctrina
argentina había fijado el presupuesto de que “Esta primacía de la situación de hecho
sobre la ficción jurídica se manifiesta en todas las fases de la relación de trabajo. El
obrero que ingresa a una fábrica, en la generalidad de los casos no conoce -ni le
resultaría fácil conocer- el nombre de su propietario: tampoco sabe si se trata de una
persona física o moral y si esta es una persona de derecho público o privado” Confr.
Deveali Mario, Cesión del negocio jurídico y cesión del personal, en revista de
Derecho del Trabajo, 1953, pag. 110. La jurisprudencia por su parte ha sentado en
forma reiterada el criterio de que “Los derechos que la ley laboral consagra, son
irrenunciables para el trabajador, debiendo reputarse nula cualquier modalidad
contractual que tiende a encubrir la verdadera naturaleza de la relación o a
desconocer o suprimir los derechos previstos por aquella.” TTrab. Lanús, Nº 2
1997/03/26.- “Silvero, Ramón de Jesús c. Telefónica de Argentina S.A.”- LLBA, 1997-
718" (“Vélez Julio Federico c/ Mansur Carolina y otros-Ordinario-Despido”,
Unipersonal, Sentencia Nº 50, del 6/9/2007). En cuanto a la forma y fecha de la
extinción del vínculo, se evalúa del intercambio epistolar que surge de la informativa
al Correo Argentino de fs. 151/157: a) el actor remite TCL 83236912 el 22/2/2013 a
la firma demandada, relatando los caracteres del vínculo citados con anterioridad,
intimando a su registración y entrega de recibos de haberes y de aportes, bajo
apercibimiento de reclamar indemnizaciones legales y de considerarse despedida por
su culpa; b) el 28/2/2013 esa misma parte envía TCL 83236819, intimando a que le
aclare su situación laboral y otorgue tareas normales y habituales, y abone
diferencias salariales, bajo apercibimiento de colocarse en situación de despido
indirecto y de iniciar acción judicial, respectivamente; c) Córdoba, con fundamento en
que no se cumplieron sus requerimientos formales y en que se le negaron tareas, sin
aclarar su situación, efectiviza el apercibimiento e intima al pago de indemnizaciones
legales –TCL 83026909 del 12/3/2013-. En tales condiciones, del incumplimiento del
deber de registración y de dar ocupación (art. 78 LCT), extremos acerca de los cuales
no hay prueba en contrario (antes bien, del oficio de AFIP de fs. 116/118, surge que
el primero no se produjo), se exterioriza injuria que por su magnitud, justifica la
denuncia del contrato de trabajo efectuada por la actora en los términos de los arts.
242, 243 y cc ib. Conforme la plataforma fáctica establecida, se analizan los rubros
reclamados en el escrito inicial. INDEMNIZACIONES POR ANTIGÜEDAD, OMISIÓN DE
PREAVISO E INTEGRACIÓN DEL MES DE DESPIDO: atento la forma en que se produjo
la ruptura y lo dispuesto por los arts. 245, 231, 232, 233 y cc LCT, deben ser
acogidas. SANCIÓN DEL ART. 2 LEY 25.323: exige la norma, la intimación fehaciente
a la patronal para el pago de las indemnizaciones por despido que surgen de los arts.
232, 233 y 245 LCT o 6 y 7 de la ley 25.013, obligando a iniciar acciones judiciales.
Fue acreditada aquélla, con la comunicación rupturista de la que surge junto a la
procedencia de las indemnizaciones que cita la norma de aplicación, se infiere la
viabilidad del reclamo por el 50 % de ellas. MULTA DE LOS ARTS. 8 Y 15 LEY 24.013:
según se desprende de las constancias de autos, la empleadora no había registrado a
Córdoba, primer supuesto de la norma (art. 8 citado). La intimación al efecto durante
la vigencia del ligamen, mediante el colacionado detallado en el punto a) precedente,
se completa con la remisión de igual comunicación a la AFIP, acreditada a fs. 156, de
donde luce favorable la pretensión. Igual ocurre con la prevista por el art. 15 ib., por
cuanto el distracto se produjo dentro de los dos años de la intimación.
INDEMNIZACIÓN DISPUESTA POR EL ART. 80 LCT: no se demostró el otorgamiento
de las constancias de servicios por parte de la accionada, por lo que procede la
sanción pretendida. Es de aclarar que ante la negativa de la relación laboral y la
resistencia mantenida en la presente causa, tal decisión se mantiene aún cuando no
mediara la pertinente intimación, siguiendo lo resuelto en similares supuestos por el
Excmo. T.S.J. cuando dice: “…si bien el decreto 146/01 -reglamentario del dispositivo
anterior- determinó que el trabajador quedará habilitado para remitir el mencionado
requerimiento cuando no se hubiera hecho entrega de las constancias de aportes o
del certificado dentro de los treinta días corridos posteriores a la extinción del
contrato, frente a la negativa de la relación por parte del empleador, pierden
relevancia los plazos legales otorgados a éste para que cumplimente con la entrega
de documentación que, evidentemente, no proporcionará. La negativa insincera de la
naturaleza del vínculo indica que el empleador nunca estuvo dispuesto a
cumplimentar la carga legal, por lo que los plazos fijados para respetar esa
obligación, según se dieron las cosas, no son determinantes. En definitiva es la
renuencia patronal la que justifica la sanción por lo que, verificada aquélla, se torna
procedente la indemnización del artículo citado (Vé. Sents. N° 260/07 y 77/09).”
(“Almada Rafael Humberto C/ Vanay Juan José - Ordinario - Despido - Recurso de
Casación y Directo” (3605/37), Sentencia N° 3, 15/2/2011). DÍAS TRABAJADOS,
VACACIONES Y SAC PROPORCIONALES, ASÍ COMO DIFERENCIAS SALARIALES
DESDE MARZO DE 2012 HASTA IGUAL MES DE 2013 INCLUIDOS LOS SAC: no
habiéndose acreditado en la causa el pago de los tres primeros conceptos citados,
deben ser acogidos; decisión que también aplica para las diferencias de haberes ante
el detalle concreto de períodos, montos percibidos y los pretendidos, efectuado a fs.
6, posibilitando el derecho de defensa de la contraria (arts. 103, 156 y cc LCT, 1 de la
ley 23.041 y art. 39 inc. 1 LPT). En cuanto a la condena en forma solidaria contra los
socios, a los fines de evaluar la subsunción de la situación de marras en la normativa
enunciada por la parte actora en la demanda, se parte de la premisa rectora del
carácter restrictivo de la extensión de condena. Dirección seguida por la SCJN en el
precedente “Daverede, Ana M. c. Mediconex S.A. y otros” (19/5/2007) en el que si
bien la mayoría declaró inadmisible el recurso extraordinario por aplicación del art.
280 del Código Procesal, el Dr. Lorenzetti en minoría sostuvo que “La doctrina de la
desestimación de la personalidad jurídica debe emplearse en forma restrictiva”.
Conforme a la plataforma fáctica establecida y el enunciado precedente, de la
normativa que citada por la accionante, es atinente la aplicación del art. 59 de la ley
19.550 que reza: “Los administradores y los representantes de la sociedad deben
obrar con lealtad y con la diligencia de un buen hombre de negocios. Los que faltaren
a sus obligaciones son responsables, ilimitada y solidariamente, por los daños y
perjuicios que resultaren de su acción u omisión”, el que se relaciona, iuranovit curia,
con el art. 274 ib., que dispone que “Los directores responden ilimitada y
solidariamente hacia la sociedad, los accionistas y los terceros, por el mal desempeño
de su cargo, según el criterio del art. 59, así como por la violación de la ley, el
estatuto o el reglamento y por cualquier otro daño producido por dolo, abuso de
facultades o culpa grave. Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, la
imputación de responsabilidad se hará atendiendo a la actuación individual cuando se
hubieren asignado funciones en forma personal de acuerdo con lo establecido en el
estatuto, el reglamento o decisión asamblearia. La decisión de la asamblea y la
designación de las personas que han de desempeñar las funciones deben ser
inscriptas en el Registro Público de Comercio como requisito para la aplicación de lo
dispuesto en este párrafo. Queda exento de responsabilidad el director que participó
en la deliberación o resolución o que la conoció, si deja constancia escrita de su
protesta y diere noticia al síndico antes de que su responsabilidad se denuncie al
directorio, al síndico, a la asamblea, a la autoridad competente, o se ejerza la acción
judicial.” Este último, ligado a lo dispuesto por el art. 157 ib., en cuanto prescribe que
“Los gerentes tienen los mismos derechos, obligaciones, prohibiciones e
incompatibilidades que los directores de la sociedad anónima…serán responsables
individual y solidariamente, según la organización de la gerencia y la reglamentación
de su funcionamiento…”. En consecuencia, la calidad de administrador de la sociedad
demandada, que surge del poder obrante a fs. 11/13 y la concreta violación a la ley
evidenciada de la contratación encontrada, en la medida que Córdoba no estaba
registrada por ella y se acreditó el fraude aludido con anterioridad, la extensión de la
responsabilidad a ShengbinChen se impone. El incumplimiento de éste socio, excede
la mera desatención de obligaciones laborales (art. 14, LCT), orientación que siguió
esta Sala VI, Unipersonal a cargo de la Dra. Susana V. Castellano, resaltando el
perjuicio “con su conducta no sólo a la trabajadora, sino al sistema de la seguridad
social, al no ingresar los aportes y contribuciones que legalmente correspondían. No
ha llevado adelante el socio gerente los negocios sociales con observancia de las
normas jurídicas pertinentes, no pudiendo ignorar que la actora era empleada de la
sociedad ni que debía registrar su contrato en los términos del art. 7 de la ley
24.013. La conducta desarrollada por el socio gerente, reitero, ha perjudicado a la
actora de este pleito, postergando indebidamente el cobro de sus acreencias y
afectando sus derechos de gozar de los beneficios de la seguridad social” (“Oliva
Margarita c/Accirel SRL y Otros –Ordinario-Otros (Expte. 26838/37)”, Sentencia N°
68, 20/10/2006). El TSJ de Córdoba expresó: “Las circunstancias particularizadas que
se basan en el principio de primacía de la realidad, deben considerarse a la hora de
valorar la responsabilidad de los socios gerentes. Luego, cabía sancionar a favor de
los trabajadores -terceros perjudicados- la conducta verificada, lo que no se lograba
con la condena a la persona jurídica (SRL). Desde otro costado el accionar irregular
vulnera el orden público laboral (arts. 7, 12, 13 y 14 LCT) y la buena fe -que obliga al
empresario a ajustar su conducta a lo que es propio de un buen empleador (art. 63
ib.)-, todo lo cual hace procedente la extensión de la responsabilidad personal y
solidaria a los integrantes de la sociedad empleadora.” (Sala Laboral, por mayoría –
Dres. Rubio y Blanc de Arabel-, “Aguirre Luis Alberto y otros c/ Estación de Servicio
Villa Dolores S.R.L. y otros – Demanda Laboral – Recurso directo”, Sentencia Nº 15,
15/03/2011). Todo ello define abusiva la conducta del mencionado, quien no se ha
desempeñado como lo haría una diligente persona de negocios (“buen hombre de
negocios” según la expresión legal), dado que incumplió la legislación vigente,
provocando con el actuar negligente endilgado, perjuicio a terceros, en el caso la
actora. Se ha afirmado en comentario al art. 59 transcripto, que “Se ha creado un
standard jurídico para la apreciación judicial de la lealtad y diligencia requeridas a los
administradores y representantes. La responsabilidad que emerge de la norma se
hará efectiva frente a los socios y a los acreedores sociales por los daños que a ellos
irrogare el actuar doloso o aun negligente de los administradores o representantes.”
(Zunino, Jorge Osvaldo, “Régimen de Sociedades Comerciales Ley 19.550”, Astrea,
11ª ed. Actualizada, Buenos Aires, 1993, págs. 117/118) –énfasis agregado-. No
ocurre lo mismo con Meiyun Ni, de quien no se evidenció que hubiera estado a cargo
la administración conforme a los elementos ingresados al proceso, por lo que le es
oponible la figura societaria, impidiendo que se la responsabilice. Importa destacar
que no es de aplicación lo dispuesto por el art. 54 LSC por cuanto no se probó la
creación de la entidad con el fin allí establecido. Así se vota a esta cuestión, haciendo
presente que se ha valorado la totalidad de la prueba incorporada al proceso, aunque
sólo se hiciera referencia a la considerada dirimente. En sentido concordante con lo
antes expuesto se ha expedido la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “El
juzgador no está obligado a ponderar una por una y exhaustivamente todas las
argumentaciones y pruebas agregadas a la causa, sino sólo aquellas que estimare
conducentes para fundar sus conclusiones, ni a analizar todas las cuestiones y
argumentos utilizados que -a su juicio- no sean decisivos”. (29-4-70, La Ley 139-
617; 27-8-71, La Ley 144-611 y citas jurisprudenciales en “Código Procesal...”
Morello, Tº II-C, pág. 68 punto 2, Editorial Abeledo - Perrot; art. 386, última parte,
del Código Procesal).

A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA

La Señora Vocal Nancy N. El Hay, dijo: Por todo lo expuesto, la resolución a dictar
debe: I) Acoger la demanda incoada por Cinthia Córdoba en contra de HONG KONG
SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA, en cuanto por ella pretendía el pago de
indemnizaciones por antigüedad, falta de preaviso, integración del mes de despido,
arts. 8 y 15 ley 24.013, 2 ley 25.323 y 80 LCT, días trabajados, vacaciones y SAC
proporcionales, así como diferencias salariales desde marzo de 2012 hasta igual mes
de 2013 incluidos los SAC. El capital se determinará en la etapa previa a la de
ejecución de sentencia, según lo estipulado por el art. 812 CPCC, adicionándose
desde que cada concepto es debido y hasta el efectivo pago, la tasa pasiva que
publica el BCRA y 2% nominal mensual, conforme la sentencia N° 39 del TSJ, dictada
el 25/06/2002 en autos “Hernández Juan Carlos c/ Matricería Austral S.A.-demanda-
rec. de casación”, criterio ratificado por el Alto Cuerpo en sentencia nº 74 del
23/8/2006, in re “Zárate Eduardo Eliseo c/ Liliana Beatriz Ramírez de Urquiza y/u
otra demanda laboral-recurso de casación”, a través del auto interlocutorio nº 97 del
12/3/09, en “Palacios Graciela Noemí c/ Servicios Médicos S.R.L.-Ordinario-Despido-
Recurso de Casación” y Sentencia N° 218 del 27/10/2011 en autos “Gerbino Raúl
José Pedro c/ Pérez Curbelo Gonzalo - Ordinario - Despido - Rec. de Casación”
(37935/37), entre otros. II) Condenar solidariamente a la COOPERATIVA DE
TRABAJO LINA LTDA. y a CHEN SHENGBIN, rechazando la pretensión en contra de la
socia Ni Meiyun. III) Costas solidarias a cargo de HONG KONG SOCIEDAD DE
RESPONSABILIDAD LIMITADA, de COOPERATIVA DE TRABAJO LINA LTDA. y de CHEN
SHENGBIN, por resultar objetivamente vencidos (art. 28 LPT). A ese fin, se difiere la
regulación de los honorarios de los profesionales intervinientes para cuando haya
base para ello (art. 26 ley 9459). Debe ponerse en conocimiento de los demandados
que, capital, intereses, honorarios, aportes y tasa de justicia, tendrán que ser oblados
dentro de los diez días de notificada la resolución determinativa de montos que
integrará este decisorio, bajo apercibimientos de ley. Desestimar la pretensión actora
de aplicación de intereses previstos por el art. 275 de la LCT, así como la de la
codemandada de multa y pluspetición (arts. 83 CPCC y 28 LPT), por no encontrarse
encuadro el supuesto de autos en los requisitos definidos por las normas citadas. IV)
En virtud de las disposiciones de la ley 25.345, corresponde remitir copia de esta
resolución a la Administración Federal de Ingresos Públicos.

Por lo expuesto el tribunal

RESUELVE:

I) Acoger la demanda incoada por Cinthia Córdoba en contra de HONG KONG


SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA, en cuanto por ella pretendía el pago de
indemnizaciones por antigüedad, falta de preaviso, integración del mes de despido,
arts. 8 y 15 ley 24.013, 2 ley 25.323 y 80 LCT, días trabajados, vacaciones y SAC
proporcionales, así como diferencias salariales desde marzo de 2012 hasta igual mes
de 2013 incluidos los SAC. El capital y los intereses, se determinarán en la etapa
previa a la de ejecución de sentencia, según lo estipulado por el art. 812 CPCC,
siguiendo las pautas establecidas al tratar las cuestiones precedentes.

II) Condenar solidariamente a la COOPERATIVA DE TRABAJO LINA LTDA. y a CHEN


SHENGBIN, rechazando la pretensión en contra de la socia Ni Meiyun.

III) Costas solidarias a cargo de HONG KONG SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD


LIMITADA, de COOPERATIVA DE TRABAJO LINA LTDA. y de CHEN SHENGBIN, por
resultar objetivamente vencidos (art. 28 LPT). Diferir la determinación de honorarios
de… –parte actora-, … –demandados- y … –por la cooperativa-, para cuando haya
base al efecto. Hágase saber a los condenados que, capital, intereses, honorarios,
aportes y tasa de justicia, tendrán que ser oblados dentro de los diez días de
notificada la resolución aprobatoria de liquidación que integrará esta sentencia, bajo
apercibimiento de ley. Desestimar la pretensión actora de aplicación de intereses
previstos por el art. 275 de la LCT y de la codemandada de multa y pluspetición.

IV) Oportunamente, remítase copia de esta resolución a la Administración Federal de


Ingresos Públicos (AFIP).

V) Dar por reproducidas las citas legales efectuadas al tratar las cuestiones
propuestas, por razones de brevedad. Protocolícese. Con lo que terminó el acto que
previa lectura y ratificación firma S.E. por ante mí de lo que doy fe.

FDO.: NANCY EL HAY.


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