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El INTA y la Universidad Nacional de San Juan presentaron el primer prototipo desarrollado en

la Argentina que recolecta y limpia la vendimia. Este logro permite extender la cosecha durante
24 horas.

Con la decisión de hacer más eficiente el proceso de cosecha y poscosecha de las uvas,
técnicos del INTA San Juan y del Instituto de Mecánica Aplicada (IMA) de la Facultad de
Ingeniería, de la Universidad Nacional de San Juan, presentaron una nueva tecnología que
recolecta y limpia la vendimia, cultivada en parrales. Se trata de la Cuyana Cosechadora, el
primer prototipo desarrollado en la Argentina que permite la cosecha mecánica en parrales lo
que reduce costos y tiempo de recolección.
Maximiliano Battistella, especialista en viticultura del INTA San Juan, destacó la importancia de
contar con la primera herramienta, que les permita a los productores de uvas en parral, ser más
eficientes durante la recolección. “Con la mecanización de la vendimia es posible ajustar y
planificar los tiempos y horarios de la cosecha durante 24 horas”, señaló.
A escala mundial, el desarrollo de la mecanización en la viticultura se realizó en base al
sistema de conducción en espalderos. “Pensamos en alternativas para la recolección de la
vendimia que se desarrolla en parrales debido a que en la Argentina, este tipo de conducción,
ocupa más del 45 % de la superficie”, expresó Battistella quien aseguró: “pensamos en una
maquinaria adaptada a las necesidades del productor”.
En general, las vendimiadoras funcionan con el principio de vibración lo que hace que se
desprendan racimos, bayas e incluso hojas. “Este implemento para mecanizar la cosecha en
parral es algo inédito. Sólo se produce un modelo parecido en Italia, pero no se adecúa a las
características que se requieren en la Argentina”, analizó Battistella.
“Cuyana Cosechadora cuenta con un sistema de sacudido versátil que permite cosechar uvas
para mosto y vino en viñedos conducidos con el sistema H y uvas pasificadas en planta”, indicó
el técnico del INTA quien explicó: “El cabezal de cosecha está compuesto por martillos que
golpean el cordón de pitones desde abajo, esto hace que se desprendan las bayas para
mosto”.
En el caso de las uvas para pasas secadas en la planta, “unas ruedas de bastones que vibran,
sacuden el tejido de alambres donde se encuentran atados los sarmientos (guías) que
contienen los brotes y racimos que se deshidratan”, dijo Battistella.

Battistella: “Cuyana Cosechadora cuenta con un sistema de sacudido versátil que permite cosechar uvas para
mosto y vino en viñedos conducidos con el sistema H y uvas pasificadas en planta”.

Así, la vendimia cae en una tolva y una cinta transportadora las traslada. Allí, se separan las
impurezas, se limpia el mosto y luego se deposita en un contenedor.
Además de extender la cosecha a las 24 horas, la mecanización permite al productor, en
conjunto con la industria, planificar la logística para la entrega de la vendimia en la bodega.
“Desde el momento en que se corta la uva de la planta comienzan procesos de oxidación y de
fermentaciones indeseadas, que es muy difícil de controlar con la actual organización de la
vendimia”, indicó Battistella quien aseguró que “la planificación de la logística y la recolección
nocturna reducen este proceso y permiten obtener un mosto de calidad superior”.
Para Osvaldo Penisi, especialista del Instituto de Mecánica Aplicada de la Universidad Nacional
de San Juan quien participó en el diseño y armado de la máquina, “lo ideal es cosechar en el
menor tiempo posible”.
Con una velocidad de funcionamiento de hasta un kilómetro y medio por hora, Cuyana
Cosechadora “permite cosechar cuatro hectáreas en ocho horas, con una eficiencia de
recolección superior al 90 %”, dijo Penisi y agregó: “Este desarrollo nos va a permitir contar con
un mosto de calidad debido a que es posible cosechar en condiciones óptimas y en menos
tiempo”.
Como no es autopropulsada, la máquina se conecta a un acople hidráulico que tiene el tractor
en la parte posterior. “La idea es que se pueda adaptar a cualquier tractor”, expresó Penisi.
Luego de tres años de ensayos y pruebas a campo, Cuyana Cosechadora será probada en
lotes comerciales en la próxima campaña. “Analizaremos el desempeño, haremos los últimos
ajustes que sean necesarios y luego estaría disponible para los productores”, señaló Penisi.

“Para mecanizar el parral teníamos que ordenar los brotes y racimos a lo largo de las hileras. Así, comenzamos
a probar un sistema de conducción innovador que se llama en H”, dijo Battistella.

Tecnología integral
El sistema de conducción en parral es el más difundido en la Argentina y, por lo tanto, el que
mayor superficie ocupa. Aunque al ser una estructura más rígida, por la distribución de los
palos y alambres, la mecanización no fue desarrollada.
“El sistema de conducción es la forma que toma la planta en esa estructura de sostén”, explicó
Battistella quien aclaró: “Sabíamos que para mecanizar el parral teníamos que ordenar los
brotes y racimos a lo largo de las hileras. Así, comenzamos a probar un sistema de conducción
innovador que se llama en H”.
A diferencia del parral tradicional, en el que la distribución de los racimos no es simétrica, en el
sistema en H se hace un cordón donde se distribuyen brotes y racimos a un costado de la
hilera del viñedo y a una distancia de no más de 80 centímetros.
De acuerdo con Battistella, este método de conducción tiene dos objetivos. “Por un lado, hay
un ahorro de la mano de obra en la poda debido a que no es necesario atar las guías; mientras
que por el otro, mejora la eficiencia de la planta, lo que significa que puede rendir más o puede
mejorar la calidad de la uva”.
Uno de los componentes de rendimiento del viñedo es el número de yemas por planta. En un
sistema cuyano tradicional, con más de 80 yemas por planta, el follaje es muy denso y
aparecen los problemas de sombra debido a que los racimos reciben menor cantidad de luz.
“Con el sistema en H logramos un aumento del 20 % en la cantidad de yemas y
homogeneizamos las condiciones micro climáticas, esto significa que no hay racimos
sobreexpuestos ni sombreados, todos reciben la misma cantidad de sol”, resaltó el técnico del
INTA quien aseguró: “Con los racimos ordenados, no sólo es posible mecanizar la cosecha
sino que además facilita la recolección manual”.

El prototipo fu

País Lunes, 14 de septiembre de 2015

Una firma mendocina


creó una máquina para
mejorar la cosecha de
uva
Transporta a los obreros entre el viñedo y evita que lleven
el tacho al hombro. Mejora el rendimiento de las tareas. Se
usa en espalderos y parrales. Sirve en todo tipo de
terrenos. Fue premiada por el IDITS. Vale U$S26.000
dólares.

El equipo, que pesa 450 kilos, puede ser tirado por tractor o cuatriciclo.

La uva se deposita en el bines que van directo al camión. El chofer conduce y los cosechadores van sentados.

"No nos proponemos sustituir el trabajo del cosechador, sino todo lo contrario: ayudar para optimizar el tiempo y el
rendimiento” (Sergio Garbi, creador).


Para la cosecha en parral, los trabajadores van parados, depositan la uva en una cinta que es arrastrada hasta el bines
de plástico.




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Por Sara González

gonzalez.sara@diariouno.net.ar

Una empresa mendocina desarrolló una máquina que facilita la cosecha de uva. Este es
el primer soporte mecánico pensado para aliviar la tarea del cosechador y mejorar el
rendimiento.Se trata de un aparato que transporta a los obreros mientras levantan la
producción y evita que estos carguen sobre sus espaldas los tachos con uva. Fue
desarrollada por la empresa Instalar DG y recibió el premio mayor del concurso
Mendoza Innova, que se entregó el viernes pasado durante los festejos del Día de la
Industria, que organizó el IDITS (Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de
Servicios)Sergio Garbi fue el ideólogo del proyecto y los directivos de Instalar DG,
Oscar Di Marco y Daniel Gentili, recibieron la idea y la concretaron. Los primeros
prototipos –uno para parral y otro para espaldero– se probaron a fines de la temporada
2014. En pocos días, comenzarán a prepararse para iniciar la temporada de cosecha en
San Juan con las variedades más tempranas, según Garbi.En qué consiste
Es una máquina que transporta un máximo de cuatro obreros que van sentados mirando
hacia el viñedo, dos para cada lado de la hilera. A su lado, tienen las bandejas donde
depositan la uva con la que van llenando directamente los bines (cajones plásticos), que
luego trasladan al camión. Para la cosecha en parral la máquina tiene algunas variantes,
pero en términos generales, el sistema es similar.
La máquina tanto para parrales como para espalderos requiere de un chofer que es el
encargado de conducir por la hilera. La máquina es llevada por un tractor o por un
cuatriciclo.
El costo del equipo agrícola es de U$S26.000.
Mejora el rendimiento
“El dispositivo fue probado y evaluado por expertos en agricultura y se demostró que en
una jornada promedio de 8 horas de trabajo se obtiene un rendimiento promedio de
cosecha de una a una y media o dos hectáreas”, explicó Garbi.
Los equipos agrarios de cosecha desarrollados tienen la particularidad de ser
completamente versátiles, dado que sirven para una finca de la zona Este, donde el
terreno es blando y el riego es con hijuela; como también para un viñedo de la zona del
Valle de Uco, donde los terrenos son altamente pedregosos, los riegos son por goteo y
requiere ser muy cuidadoso con la extracción del fruto, ya que son productos de alta
exigencia.
También se pueden adaptar a distintos anchos de hileras o alturas, en espaldero y parral.
Además, tienen la posibilidad de colocar iluminación para trabajar las 24 horas, se
puede anexar un techo para la protección solar, entre otros accesorios.
Ventajas
►El equipo permite la cosecha y el traslado del fruto en forma simultánea, optimizando
la jornada laboral.
►Estos equipos de cosecha asistida permiten optimizar el tiempo, la producción
obtenida promedio es de 4 a 5 bines (500kg aprox. c/u) por hora con 4 cosechadores.
►Puede ser usada tanto en espalderos como en parrales.
►Permite cosechar en condiciones difíciles de terreno (barro, tierra arada, cruces de
acequias).
►Elimina el uso de escaleras para llegar al fruto.
►Reduce el riesgo de accidentes (no caminan, no corren, no trasladan peso).
►Posibilidad de trabajar las 24 horas, ya que posee grupo electrógeno con tablero
eléctrico apto para colocar iluminación.
►Se le puede agregar techo para proteger a los trabajadores del sol.
►Fácil limpieza debido a su diseño y materiales de construcción.
►Permite el arrastre con tractor, motocultor o cuatriciclo.
Características
►Ancho mínimo es de 1,60 metros y el largo de 3,5 metros.
►Altura de trabajo en parral: 1,9 metros.
►Peso 450 kilos.
►La estructura es de acero inoxidable y la cinta transportadora de plástico sanitario.
►Ancho del equipo y altura de trabajo son modificables según especificaciones del
cliente.
►El equipo tiene luz para poder trabajar de noche, asiento ergonómico para el
cosechador y apoya pies.
RECOLECCIÓN MECANIZADA DE UVAS. 1.- Introducción. Tradicionalmente, la

viña, desde el inicio de su cultivo hasta un pasado muy reciente, se ha recolectado

únicamente a mano, ya que la vid, como no es planta que se autosoporte, necesita los

conocimientos de viticultura e ingeniería para proveerla de un sistema al que se pueda

sujetar, para que mediante una adecuada formación y consiguiente desarrollo, se pueda

convertir en una planta que permita la recolección mecanizada de su fruto. Durante las

últimas décadas, la recolección mecanizada de uvas para zumo, vino y pasas se ha

desarrollado e incrementado de manera notable. Hoy día, se ve la recolección mecanizada

de uva, en no pocos lugares, como un sistema normal de recolección de uva. La

recolección mecanizada de uva es un claro ejemplo de conjunción agronomía-


mecanización. Para conseguirla el mayor desafío ha sido la orientación de los sistemas de

desarrollo de las plantas para su adaptación a la recolección mecanizada. De los distintos

sistemas de formación posibles, ha sido la formación en cordón bilateral la que ha

terminado imponiéndose. Esencialmente la cepa tiene una parte vertical y otra horizontal.

La parte vertical tiene una altura de 90 a 120 cm. y se divide en dos ramas bilaterales

horizontales sujetas a alambres, a las que se denomina comúnmente cordones. Las púas

se forman a lo largo de la parte superior de las ramas bilaterales y producen sarmientos

que se sujetan por sí mismos o atados a otros alambres extendidos a la altura adecuada

sobre las líneas de plantas. Figura 1.- Poda de viña en cordón bilateral. Para su realización

en campo se colocan estacas de unos 2 m, con dos o tres alambres horizontales. A la altura

del primero se situa la cabeza, y de ella salen los dos cordones que constituyen las ramas

bilaterales. Sobre el segundo y/o tercer alambre, que se situan normalmente a unos 25 y

50 cm. sobre las ramas, se agarra el follaje. Para sujetar los cordones bilaterales y la púas

a los alambres se usan grapas, pinzas e hilos de plástico. Las estacas, de las cuales hay en

el mercado de cedro, de abeto, aserrados de maderas duras y de acero, son las de metal

las que están irrumpiendo con fuerza. De ellas existen numerosos diseños y tipos y las

principales diferencias entre los diversos tipos son en el tipo y calibre del acero y su

configuración. Figura 2.- Detalles de elementos para formación de plantaciones en


espaldera. Tanto para los cordones bilaterales, como para los sarmientos se utiliza
alambre de calibre 10-11 de bajo contenido en carbono o alambre de 12-13 de alto % de

carbono. Figura 3.- Sistema de tres alambres. La distancia entre las líneas de vides debe

ser del orden de 2.4 m, suficiente como para permitir la cómoda circulación de la

cosechadora. La separación de las plantas en la línea debe ser de unos 2 m. La altura de

fructificación debe estar como mínimo a 60 a 75 cm, ya que la altura óptima que 2 ofrece

la mayor flexibilidad a la instalación del mecanismo de vibrado de la cosechadora es de

aproximadamente 1 m. Como casi todas las cosechadoras de uva son de tipo pórtico, toda

cepa que esté fuera de la alineación puede ser dañada, y como pasan por encima de las

líneas de vides, debe evitarse cualquier obstrucción bajo la altura de la luz máxima de la

cosechadora. Dicha altura oscila entre 1.85 y 2.25 m. También hay que tener en cuenta
que si la superficie de suelo entre líneas de vides está muy húmeda, impedirá el adecuado

funcionamiento de la cosechadora, si es que no impide por completo cosechar. El daño a

la estructura del suelo por estas pesadas máquinas es importante con condiciones de suelo

húmedo. Por último, indicar que la topografía desigual hace la conducción más difícil e

incrementa la probabilidad de dañar la espaldera o las vides. En general, se debe tener en

cuenta que el sistema de conducción de la plantación debe ser diseñado para sostener la

viña de forma que asegure la accesibilidad del mecanismo de derribo y maximice su

eficacia recolectora. Antes de la recolección, se deben limpiar las líneas de cualquier clase

de residuo, se deben volver a atar los sarmientos que se hallan desprendido de sus soportes

de alambre, así como arreglar cualquier parte de la espaldera que pueda obstruir a la

cosechadora y se deben tomar precauciones para evitar daños a los sistemas de riego,

siendo a veces preciso quitarlos antes de la recolección. 2.- Evolución de la recolección

mecanizada de uva. Aunque al principio y posteriormente se desarrollaron máquinas para

ayuda a la recolección tradicional, el desarrollo propiamente dicho de la recolección

mecánizada de uva se inició en 1953 con un proyecto de investigación en la Universidad

de California en Davis. Su objetivo no era otro que aliviar las épocas de gran demanda de

mano de obra y los altos costes unitarios de producción tanto en uva para pasas como para

vinificación. En un primer nivel de desarrollo tecnológico se aprovechó el hecho de que


los racimos de uva de pedúnculo largo podían ser forzados a crecer de forma que colgaran
de una malla horizontal. Así podían ser recolectados mecanizadamente cortándolos con

una barra de corte. Después del corte del pedúnculo se hacía pasar la cosecha a través de

una corriente de aire que eliminaba la suciedad e impurezas, y los racimos eran

transportados hacia una tolva, si eran para vinificación, o se depositaban en bandejas de

papel si eran para pasificación. La figura siguiente, muestra un esquema y un detalle de

trabajo del prototipo de cosechadora desarrollada por la Universidad de California en

Davis. Según las características topográficas del viñedo la cosechadora se desplazaba a

una velocidad entre 1 y 5 Km/h. La frecuencia de la barra de corte era de 11-16 Hz. Y la

eficiencia de la cosechadora era de aproximadamente el 75% de los racimos de uva

cortados. Figura 4.- Recolección de uva mediante barra de corte. La técnica de la barra
de corte se mostró como una solución parcialmente válida para la recolección mecanizada

de uva y no fue aceptada por los productores. Hacia 1957, se empezaron a realizar en

Nueva York diversas pruebas de recolección mecanizada mediante vibrado. Experiencias

similares se iniciaron en California en 1962. Estas cosechadoras aplicaban movimiento

vibratorio vertical al alambre soporte de la espaldera y a los sarmientos fructíferos. Los

frutos se separaban de la planta debido a la vibración generada. Figura 5.- Prototipo de

cosechadora de uva. Tratando de conseguir la necesaria agronomíamecanización se

desarrollaron los primeros sistemas de formación en espaldera. Posteriormente se aplicó

un método de derribo, a modo de vareo horizontal, por medio de varias filas de varas de

fibra de vidrio. Dos bloques opuestos de varas que se movían sincronizadas a 300-500
da mediante la acción de
ciclos por minuto, golpeaban los

sacudidores que producen vibración en la zona en la que


se encuentra el racimo.

Una gran parte del escobajo queda adherido a la cepa;


las hojas y pequeñas ramas que acompañan a la uva son
retiradas por el sistema de limpieza de la máquina en el
recorrido hasta la tolva.
Vendimiadora autopropulsada

La máquina trabaja, tanto en los modelos arrastrados


como en los autopropulsados, a caballo sobre la línea de
cepas, preferentemente en espaldera. Suelen estar
dotadas de sistemas autonivelantes que les permiten
trabajar sobre pendiente lateral.

En algunos casos las máquinas permiten adaptarse a la


recolección de la aceituna en olivar superintensivo

Descripción general
Derribo de la uva mediante un conjunto de varillas de
fibra de vidrio con doble apoyo articulado, situadas en
posición horizontal y a ambos lados de la hilera, que
recibe la vibración y la transmiten a las cepas. La
curvatura de las varillas hace que se forme un embudo
en la entrada de la vegetación, que se mantiene en
contacto permanente con los sacudidores en la zona
activa, quedando liberada progresivamente.

La uva derribada cae sobre unas pantallas de material


plástico con aspecto de escamas articuladas en el
extremo más agudo, situadas en la parte baja de la
máquina, que impiden que la uva caiga al suelo. Al
avanzar la máquina, las pantallas son desplazadas
ajustándose a los troncos de las plantas.

En otros casos, las pantallas han sido sustituidas por


cangilones de material plástico que se desplazan en
sentido contrario al de avance de la máquina, para que
se mantengan paradas con respecto al suelo mientas
reciben la uva derribada.

La uva derribada se eleva por un sistema de cintas


transportadoras o por cangilones hasta la parte superior
de la máquina donde se encuentran las tolvas. En el
recorrido, un conjunto de ventiladores con cuchillas se
encargan de eliminar las impurezas que acompañan a la
uva.

En algunas máquinas se incluyen, antes de llegar a la


tolva, sistemas de limpieza y cribado que permite retirar
todo el escobajo (despalillado).
Las tolvas son estancas y de un material inoxidable con
calidad alimentaria. Basculan para descargar sobre un
remolque de vendimia.

Tipología
Constan de un bastidor central, que contiene los
elementos sacudidores y de recogida de la uva,
suspendido en péndulo de la estructura general de la
máquina, que a su vez puede mantenerse horizontal,
mediante cilindros hidráulicos, para adaptase a
pendientes de hasta del 40%.

La recogida se realiza sobre los racimos que se


encuentran a más de 100-150 mm del suelo. La altura
máxima de recogida depende de la altura del canal y del
número de sacudidores, que se incluyen por parejas, con
un número máximo de 20 (se pueden desconectar
algunos de ellos cuando se encuentran fuera de la zona
del racimo). En las máquinas que se diseñan con doble
propósito (viña y olivar) el número puede llegar a 40.

Los modelos en el mercado ofrecen diferentes anchuras


del canal de vendimia para adaptarse a la anchura de la
vegetación, al igual que a la altura máxima de la
espaldera.

El puesto de conducción ocupa una posición elevada


que permite visualizar la zona de recogida. La(s) tolva(s)
y el motor también se sitúan en la parte superior de la
estructura buscando la mayor estabilidad del conjunto.

La capacidad de total de las tolvas se encuentra entre


los 2500 y 3600 litros.

Las vendimiadoras autopropulsadas utilizan


trasmisiones hidrostáticas con cuatro ruedas motrices y
sistemas de control de tracción para mayor seguridad en
trabajo sobre viñedos en pendiente.

Condiciones de utilización y
prestaciones
Es necesario que el viñedo esté adaptado a la
recolección mecanizada (preferentemente en espaldera).
A veces se aconseja el deshojado previo para facilitar la
limpieza de la uva cosechada

La velocidad de recogida se debe ajustar estado del


terreno, a la producción y la potencia disponible en la
máquina; son normales velocidades entre 2 y 5 km/h. La
capacidad de trabajo puede variar entre 0.3 y 1.0 ha/h.

La potencia de los motores en las máquinas varia entre


60 y 130 CV (80 y 180 CV).

da mediante la acción de sacudidores que producen


vibración en la zona en la que se encuentra el racimo.
Una gran parte del escobajo queda adherido a la cepa;
las hojas y pequeñas ramas que acompañan a la uva son
retiradas por el sistema de limpieza de la máquina en el
recorrido hasta la tolva.

Vendimiadora autopropulsada

La máquina trabaja, tanto en los modelos arrastrados


como en los autopropulsados, a caballo sobre la línea de
cepas, preferentemente en espaldera. Suelen estar
dotadas de sistemas autonivelantes que les permiten
trabajar sobre pendiente lateral.

En algunos casos las máquinas permiten adaptarse a la


recolección de la aceituna en olivar superintensivo

Descripción general
Derribo de la uva mediante un conjunto de varillas de
fibra de vidrio con doble apoyo articulado, situadas en
posición horizontal y a ambos lados de la hilera, que
recibe la vibración y la transmiten a las cepas. La
curvatura de las varillas hace que se forme un embudo
en la entrada de la vegetación, que se mantiene en
contacto permanente con los sacudidores en la zona
activa, quedando liberada progresivamente.

La uva derribada cae sobre unas pantallas de material


plástico con aspecto de escamas articuladas en el
extremo más agudo, situadas en la parte baja de la
máquina, que impiden que la uva caiga al suelo. Al
avanzar la máquina, las pantallas son desplazadas
ajustándose a los troncos de las plantas.

En otros casos, las pantallas han sido sustituidas por


cangilones de material plástico que se desplazan en
sentido contrario al de avance de la máquina, para que
se mantengan paradas con respecto al suelo mientas
reciben la uva derribada.

La uva derribada se eleva por un sistema de cintas


transportadoras o por cangilones hasta la parte superior
de la máquina donde se encuentran las tolvas. En el
recorrido, un conjunto de ventiladores con cuchillas se
encargan de eliminar las impurezas que acompañan a la
uva.
En algunas máquinas se incluyen, antes de llegar a la
tolva, sistemas de limpieza y cribado que permite retirar
todo el escobajo (despalillado).

Las tolvas son estancas y de un material inoxidable con


calidad alimentaria. Basculan para descargar sobre un
remolque de vendimia.

Tipología
Constan de un bastidor central, que contiene los
elementos sacudidores y de recogida de la uva,
suspendido en péndulo de la estructura general de la
máquina, que a su vez puede mantenerse horizontal,
mediante cilindros hidráulicos, para adaptase a
pendientes de hasta del 40%.

La recogida se realiza sobre los racimos que se


encuentran a más de 100-150 mm del suelo. La altura
máxima de recogida depende de la altura del canal y del
número de sacudidores, que se incluyen por parejas, con
un número máximo de 20 (se pueden desconectar
algunos de ellos cuando se encuentran fuera de la zona
del racimo). En las máquinas que se diseñan con doble
propósito (viña y olivar) el número puede llegar a 40.

Los modelos en el mercado ofrecen diferentes anchuras


del canal de vendimia para adaptarse a la anchura de la
vegetación, al igual que a la altura máxima de la
espaldera.

El puesto de conducción ocupa una posición elevada


que permite visualizar la zona de recogida. La(s) tolva(s)
y el motor también se sitúan en la parte superior de la
estructura buscando la mayor estabilidad del conjunto.

La capacidad de total de las tolvas se encuentra entre


los 2500 y 3600 litros.

Las vendimiadoras autopropulsadas utilizan


trasmisiones hidrostáticas con cuatro ruedas motrices y
sistemas de control de tracción para mayor seguridad en
trabajo sobre viñedos en pendiente.

Condiciones de utilización y
prestaciones
Es necesario que el viñedo esté adaptado a la
recolección mecanizada (preferentemente en espaldera).
A veces se aconseja el deshojado previo para facilitar la
limpieza de la uva cosechada

La velocidad de recogida se debe ajustar estado del


terreno, a la producción y la potencia disponible en la
máquina; son normales velocidades entre 2 y 5 km/h. La
capacidad de trabajo puede variar entre 0.3 y 1.0 ha/h.
La potencia de los motores en las máquinas varia entre
60 y 130 CV (80 y 180 CV).

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