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^ I I Jl^ J ^ B t I ^ K • De I» Espofia clnemntosrúficn. - oEnbuscn de F.rno liccker- (Editorial), por l.iih Oómrz Mesa, -
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AÑO I NÚM. 17

Gerente : Isidro B u l t o Casanovas

Administrador y Apoderado : J. Olívet Víveí Direclor técnicoarlfstlco : S. Torreí Benel
Redacción y Adminislración: París. 134 y Villarroel, 186 - Teléfono 734 G. - BARCELONA

Director literario: Maíeo Sanios OficinasenMadrid: Hortalezo,46,prQl,

Redactor jefe : Marlínez de Ribera 25 DE NOVIEMBRE DE 1926 Delegado: D o m i n g o R o m e r o
Director musical : Maestro G. Faura Director: L u í » G ó m e z M e i a
ILIIIIIIIINIIIIinillllllUIIIIIIIIMIIIIIIIIIIlItlIlllllllllllMlUlllllllllItlIllllJlllllllllllllllKllllllllllllllllllllll IIIIMIIIIIIIIIIIII

HE LA ESPAÑA CINEMATOGRÁFICA

B u s c a n d o a Erna B e c k e r
¡ Qué mala suerte ! Por cinco minutos no me tropecé con —i ((Boyi), que te pego !
Urna. La portera me repite intlifercnte : Y ((Boy)i, ante la amenaza, procura calmar los nervios.
— L a señorita Becker acaba de salir. '•• Suena el timbre y nos abre una señora de porte amable y
N o oculto el desagrado que la noticia me causa — habíanme distinguido. •. ••
asegurado que era indefectible Me la presenta Erna :
encontrarla en casa por la ma- —Mi madre.
ñana—, mas me repongo, y Y estrecho su mano.
pregunto : Pasamos al comedor—blanco,
—¿Hace mucho? alegre, completamente burgués
—No, ahora mismo. Y es ex- —y E r n a me ofrece una silla.
traño que no la viese usted. Me siento y admiro :
Al oir esto, me trae la ima- E r n a es una damita deliciosa.
ginación una figura de mujer Su hablar es ingenuo, de n!ña ;
que se pierde en la cercana es- en su pelo rubio—recogido en
quina en el momento de mi lle- dos trenzas, unidas en la nuca
gada, e interrogo casi maqui- por un pequeño lazo—^reluce el
nalmente : brillo sugestivo del oro de los
— ¿ I b a con uu pei'ro ? Nihelungos y en sus ojos ÍÍZU-
—Sí. Ics pálidos se lee toda la poesía
Y sin aguardar más detalles, del Rhin, el río de las bellas
comienzo la busca de Erna leyendas. Y su cuerpo fino,
Becker. fuerte y armónico os dice dL=: la
E u la bocacalle vecina miro moderna Eva que alterna el cui-
a un lado y a otro, con resul- dado de su hermosura con la
tado nulo. Por culpa de un práctica de los deportes.
maldito can q u e se cuela rápi- — E s usted a l e m a n a , - ¿ n o ?
do en una tienda, me tiro feno- —Alemana, argentina y es-
menal plancha : echo a correr, pañola.
le sujeto y una criada chulona, —¡ Eh !
guasona y ciíamberilera que me — N o se asuste ; me explicaré.
usjieta, en medio do general re-
Hija de alemán, nacida en Bue-
gocijo : ¿es usted por un casual
nos Aires v avecindada en Ma-
lacero ? Y si lo es será de cuo-
drid.
ta, porque con ese traje... H u y o
—Dominará usted el idioma
del choteo y presiento un fra-
caso . Pero pronto recupero la de su padre.
tran(¡ui]idaíi y sigo investigan- . —Se ecjuivoca. No sé ni una
do. Mi cuestionario es en esta ' palal,)ra de alemán.
ocasión monótono, inaguanta- - —¡ V' yo ([ue confiaba que me
ERNA BECKER
ble, se reduce al estribillo : ' la ftfemnna eipañolat interprete de "Malvaloca". i>
• tradujese usted un artículo de
Luin Candelas" y "El médico a palos", se muefitra en esta foto^^raft.': (iReichsfihublalt» !
— ¿ H a pasado por aquí una mis nuestra que germánica. — E s que como cuando nos
muchacha con un perro? establecimos en España era yo
Y nadie m e da datos concretos. Está tan agradable el día—el una nena, y educada en un colegio español, el lenguaje de
sol, harto de lluvias y brumas, resplandece espléndido—que ustedes es también el mío.
suman un buen número los canes que corretean por las aceras, —Ya se nota. N i en la pronunciación parece usted extran-
entre un enjambre de chiquillos. jera ; en el tipo, sí : berlinesa o vieiiesa, de la Europa Central,
Pierdo la esperanza de éxito y vuelvo al punto de partida. no cabe negarlo.
Ahí no se me escapará Erna.
— Y por eso, ]ior mi poco tipo español, no se me ocurrió niter-
Una corta espera y Erna que aparece por la esquina opuesta
con un limpísimo lulú. Se conoce que al animalito le gusta pretar películas hasta ([ue se acabaron las hislorias de toreros y
cambiar de camino y a su dueña complacerle. las zarzuelas castizas.
Tras del saludo, la confesión : —Sin embargo, en «Malvalocaii desempeña usted uu papel
—E'n busca de usted vengo. Desearía interviuvarla. *' de española neta. • ' "
— P u e s subamos á casa y charlaremos con entera libertad. — Y en KLUÍS Candelas)) ; pero esos personajes me sientan
En la escalera el perro se alborota—i G u a u , guau !...,—y Erna bien, mientras que el de manóla, por ejemplo, no entra en mis
le llama al orden. condiciones. ' •• '^

^.vvvv^^;nAAiV^JVVV^rti'^AftArtft^rtHvv^rtftAl^Jvwwv^ •.ftAArtiVv\^vv^A%r--vv^Jv%nA.%%ft^^^v%fl;v^flJv.rtAívVi
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 %flrtrtArt^^Jv^ftrtAíV^AArt/v^AívvvvuvwvlArtJ^AAívvv^

— ¿ S u primera película fué «Corazón o la vida de una mo- como los de Perla Blanca, Helen Holmes y María W a l c a m p ?
dista» ? •—Siempre que dispusiese de la colaboración de oportunos
Sí, en ella actué como aficionada ; ¿ c o m p r e n d e ? trucos.
—Comprendido : lo que én el teatro se denomina ((merito- —Entonces : ¿ no cree usted en la realidad del cine ?
ria». Adelante. —¡ Cómo que no ! Creo en la realidad del cine, y creo q u e
—Perojo me ofrece un contrato en regla para trabajar en esta realidad puede ser sustituida por la ficción cuando se trata
((Malvalocaí), y yo lo acepto. Y luego se me incluye en el r e - de inverosimilitudes.
parto de ((Ivuis Candelas)! y "El médico a palos». —De acuerdo. ¿ Y de los géneros artísticos, cuál le inspira
—Me contará usted una anécdota, ¿quiere? más simpatías ?
—¿ Una anécdota ? Sea : impresionábamos Manolo San Ger- — E l dramático. .. . •
mán y yo en el Puente de San F e r n a n d o u n a escena de «Luís —¿ Y de sus compañeras ? - : - > •,; '•
Candelas». San G e r m á n me llevaba a la grupa del caballo, pero —¿Españolas? —•'.• -• - . - • ; "
como el sillín era antiguo—conforme a la época de la acción— —No, mundiales. '•' "/""•,•''.'*'
y e! traje mío m u y incómodo para ese ejercicio, me agarré con —Mae Murray y Lillian Gish. ' ' ' ' "••*•'
tal fuerza al jinete, que le rompí varios botones de la chaqueta, — Y de la cinematografía de sus compatriotas, ¿ qué opina
cosa q u e le disgustó y m e disgustó, y en brusco movimiento usted ?
caí al suelo, de pie, m a s rígida ; la falda, larguísima, se lió a —Que es una de las mejores, como lo prueba el que los
las patas del caballo, q u e me arrastró un rato. Dolorida por los americanos atrapen a sus directores : a Lubitsch, Yon Stro-
golpes me desvanecí, y cuando recobré el conocimiento me ha- heim, Oswald. Y que Pola Negri, Mia May, L y a de Putti y
llaba en un magnífico «RoUs», debidamente atendida. Claro, H e n n y Porten son unas artistas formidables.
como el sitio es de los concurridos, por ser el principio de la — ¿ Y de la nuestra ?
Cuesta de las Perdices, el accidente reunió bastante gente. Y —Que necesita más perfección técnica y m á s dinero.
yo, a pesar del golpe y del susto, filmé la escena. M á s larde, —¡ A h ! Para concluir. T e n g o entendido q u e a usted, como
me percaté de! peligro : ¡ si caigo de espaldas o al río ! de la tierra de los geniales Beethoven, W a g n e r y Mozart, la
— S e estrella usted, pero n o se ahoga. El Manzanares en este entusiasma la música.
aspecto es de fiar... relativamente, aparte de que usted, como —Y el baile, pero no el «charleston», sino el vals, el tango
deportista, no corría gran riesgo : la natación la salvaba. y el fox. Y guárdeme el secreto : durante ima época sentí ver-
Eso sí, aunque prefiero el automovilismo y la equitación. dadera chifladura por el baile, pero murió : y mi afición, mi
—Pero la equitación auténtica, n o a la vieja usanza, como obsesión es el cine, y el cine español, q u e a no dudar, alcanzará
la q u e realiza usted en la famosa escenita de (tLuis Candelas». resonancia universal, si se llena bien el vacío de directores ar-
—Naturalmente. tistas que sufre.
— Y qué, ¿se prestaría usted también a ser la heroína de films Madrid, noviembre de 1926. ^ . L . GÓMEZ MESA

Los grandes Concursos de POPULAR FILM

¿Tengo condiciones para ser ariísfa de cine?
Queriendo contribuir POPULAR FILM de un modo práctico al desarrollo artís-
tico déla cinematografía española y sabiendo que entre sus numerosos lectores
y lectoras hay muchos que se han preguntado más de una vez si reúnen condicio-
nes para dedicarse al séptimo arte, abre un concurso fotogénico, en colabora-
ción con la casa editora de películas Hercules Film, de Madrid, bajo las siguientes

BASES
PRIMERA. — Todas las personas residentes en España, cualquiera CUARTA. — Las fotografías que nos envíen Jos concursantes de
que sea su estado y nacionalidad, puedeii tonuir parte en este ambos sexos, se irán publicando, por riguroso turno, en P O -
•co7icurso. PULAR F I L M .
SEGUNDA. — Los que deseen concurrir a este concurso, deberán QUINTA. — Finalizado el concurso, que se cerrará a las doce de la
. enviar a la Redacción de POPULAR F I L M , por correo, y bajo mañana del dia -¡i de diciembre del año actual, se procederá,
sobre cerrado, diez boletines de ¡os que se publican en todos ante un notario de Barcelona, al recuento de votos.
los números de la revista con el titulo ((¿ Tengo condiciones SEXTA..— El concursante y la concursante que resulten elegidos,
para ser artista de cine?», escribiendo en uno de ellos el nom- podrán disponer cada uno de ellos de doscientas cincuenta pe-
bre y dirección de la persona que los envia y acompañados de setas, que la Administración de POPULA» FILM les adjudica
un retrato en busto y otro de cuerpo entero del concursante, para el viaje a Madrid y residencia de siete días en la capital de
en cuyo respaldo especificará éste su edad, estatura, peso, España.
color de sus ojos y cabellos, deportes que cultiva, conocimien- SÉPTIMA. — Nuestro representante literario en Madrid, don Luis
tos intelectuales que posee y detalle de las labores artísticas a Gómez Mesa, presentará a los triunfantes en este concurso, al
que se haya dedicado. director de la casa editora de pelicnlas itJ-Iórculcs Film», cui-
TERCERA.—Al mismo tiempo, y para no retrasar el resultado dándose, ade7nás, de su instalación en Madrid.
de este concurso, publicaremos otro boletín de votación para OCTAVA Y ULTIMA.—Don Agustín Garda Carrasco, director
que, una ves terminado el concurso, los lectores de POPULAR de la ((Hércules Fünm, -ve compromete a contratar, para que
FILM llenen dos de estos boletines en el que escribirári los nom- formen parle de su compañía, a los que resulten elegidos en
bres del concursante y de la concursante a quienes otorgan su este concurso, siempre que reúnan las condiciones artísticas
voto. necesarias para triunfar en la pantalla. '^_",\. '"/. "

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
ESPAÑA: Trimestre, 2'SO pesetas -' Semestre, 4'75 pesetas / A ñ o , 9'00 pesetas
Extranjero: 15 pesetas año * Pa á o por adelantado
Envíese el importe de la suscripción por giro postal o en sellos de correo.
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C R O NI CA D E P A m $
Renacimiento gran obra que ha de ser uno de los gran- Film d'Art, mientras Roudes H o n r y
des superfilms de la próxima temporada, Roussell trabaja en los últimos decorados
Francia lia salido del marasmo en que E n los estudios de Gaumont, Mareo de corsos de «L'Ile enchantée».
quedaron dormidas sus energías después Gasíine dirige los interiores de «Mon irCasanova» se filma en dos estudios de
del máximo rendimiento hecho durante coeur au ralentín, film cuyo argumento Epinay, en los que M. Álexandre Vol-
la gran guerra, y parece que despierta está tomado de la novela de Maurice De- koff trabaja intensamente durante todo el
ansiosa de grandes vuelos, por lo menos kobra. M. Donatieu realiza también para día en compañía de Ivan Mosjoukine.
en aquello que a la edición cinemato- Gaumont, en los estudios «Cigognes», los También en Epinay se han levantado
gráfica se refiere. interiores de tiFlorine, fleur du Valois». para el film KFCZ» los interiores de una
I,as grandes marcas que tuvieron que mansión marroquí en los que actúan
abandonar los negocios obligados por la Charles Vanel, Mascudian y Dolly Davis.
catástrofe económica, han reforzado su P O E T A S DE H O Y E n el resto de Francia la actividad
uhaber)!, y, en pleno desarrollo de ener- iguala a la señalada, y numerosas «trou-
gías, se han lanzado a la producción ci- pes)' en el extranjero dan buena prueba
nemática y realizan, hábilmente dirigi- ¡Amargor! del incremento que la industria cinemáti-
dos por personal competente, grandes fQué gracia me haces/ ¿Yo nn Juguete?.. ca toma en nuestro país, que de continuar
obras cuyos argumentos h a n sido elegi- ¿Noves que no ha de poder ser? así, no tardará m u c h o en ocupar uno de
dos de entre las más bellas producciones iVeic del lado mió! ¡Veiel ¡Vcíel... . .. los primeros puestos entre las industrias
de la literatura internacional. No nos podemos comprender. " " ' cinemáticas. .,
Amplio es el camino y dura la batalla. Tú, frivola, coqueta,
y yo un setitimenial, • I ' . - . " .„•• J E A N D E S J . A R D I N S
Los mercados estaban en manos de otras
¿Quién puede unir el alma de un poeta
naciones que no perdieron el tiempo que y la de una insensible pasional?... ESTRENOS DE LA SEMANA
la guerra durara y cuya influencia y he-
¡ímposiblel ¡Imposible!... '' :'' "'-•
gemonía comercial se ha de disminuir en Te habrías de arrancar ese letrero "Los ladrones d e gloria"
favor de nuestra producción que, por lo que dice al mundo entero
bien orientada, tiene derecho a ocupar desde ia frente I "Disponible". Sobre un a r g u m e n t o bellísimo y emotivo,
un lugar preeminente en el m u n d o cine- ¡MARTÍNEZ DE RIBERA lia compuesto Fierre Marodoii un film que
matográfico. po.see brillantes cualidades de técnica y com-
posición, que son sostenidas por n n a inter-
Francia se lia dado cuenta de la im- pretación de primer orden y un escenario
portancia que tiene este negocio editorial En Móntreuil, Roger Lion y Nicolás levantado c n verdadero gusto artístico. P a r a
y ha puesto en juego una crecida canti- Rimsky, acaban de comenzar la toma de m a n t e n e r la plaza preponderante que h a b í a
dad de millones de francos y toda su ca- vistas de ¡(Chasseur de Chez Maxim's», llt'gado a obtener en el m u n d o de la mú-
pacidad artística para la realización de para Albatros, y Rene Clair está a pirnto sica, no duda un célebre compositor en apro-
importantes films que han de tener reso- de terminar los interiores de uLa Proie du piarse el m a n u s c r i t o de u n a ópera que le h a
nancia universal y que colocarán los Vent». sido confiado por un joven compositor de
nombres de los cinemastas franceses al E n Joinville, Raymond Bernard ha ter- talento, de cuya esposa e s t á enamorado.
lado de las primeras figuras de la d u e - Después de haberle despojado de la gloria
minado i'Le Jouer d'Echecsn, y Dcsfon-
matografía mundial. qiie le pertenecía y haber separado a los
taine ha comenzado a realizar (díelphe-
e n a m o r a d o s esposos, es castigado por la jus-
La actividad de las casas editoras fran- gor», según el argumento de Artliur Ber-• ticia de Dios. U n a caída mortal le quita la
cesas se echa de ver en la actividad de néde. vida después de haber sido perdonado por
sus estudios principales, en los que día y Se está terminando en NeuiUe la toma aquellos dos seres, a los que había separado
noche se traliaja sin descanso. de vistas de) film «L' H o m m e b. l'HIspa- y despojado inicuamente.
En Billancourt Mario Nalpas y H e n r i no)), que Julien Duvivier realiza para la. J. D.
Htievaiit están terminando de filmar los
interiores de nLa Fin de Monte-Carloi) ;
M. M. Monea y Keroul, continúan tam-
bién en los mismos estudios «Le Chemi-
non», película interesantísima según los
que conocen lo realizado hasta la fecha.
En el estudio de los «Cineromans»,
Loni.'i Morant ha comenzado la toma de
interiores de ¡(El judío errante». L a s es-
cenas marítimas de esta obra de Eugenio
vSue han dado lugar en manos de M. Mo-
ra]it a tres grandes efectos que los aman-
tes del cinematógrafo admirarán en esta

Todas las enferme-

dfldes infecciosas
Se c o m b ü i c n y se cu-
r a n con IQ Micraüicída
Tilple DfisInlfctanlG
SHTONlUMUZAsYPUfcVO
N o se conoce otro
preparado que le
Iguale contra las en-
iermcdode» del Es-
tOmoeo, Gripe, Pul-
monías. Spumplón,
Viruelas, Herpes, Ec-
cemea.''uitiorea. etc.
ReeomcndAdlsImo par* fa hlgLtna
da li mu¡er, llujii, pIcDiín. tli.
ConsúllBsa prnspscloa qus ncompsün cada frasco y no m conlurd» cnn proiitc-
toa quB por el pafeoldo ie les nomliraa y apellldoa dan lugar e oonluslons».
VENTA: D r . An.lrcu • AnOnlma F c r r e r , Plaza C a t a l u ñ a -
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Específicos del p a l i y c x l r a i i j c r o i

Vtfv^J%'vv^inAv^rt«^AftiVirtíwvvvw^ívu^rtftrtAft^
^¿á. 3
 El retablo de macse Pedro \
El r e f u g i o
Un Kspaña, la literatura es el refugio
de todos los fracasados en las demás ac-
tividades de la vida. L o es también de
los que sin iiaber fracasado en otra jiro-
fesión u oficio, buscan en las Letras el
complemento de su personalidad, ]X)r
creer rjue nada decora tanto un nombre
como el adjetivo literato.
Son muchos los individuos que des-
])ucs de terminada una carrera, y con su
título universitario en el bolsillo, y los
(¡ue Incfio de «añadas unas oposiciones,
han sentido la vocación literaria. Otros
estudian ya la carrera convencidos de que
lio han de ejercerla, o hacen las oposicio-
nes para tener un injíreso seguro q u e los
libre de la bohemia. Estos sienten ya la
vocación literaria y no rectifican su cami-
no, sino (jue lo desbrozan y allanan.
Don José Echegaray fué un gran ma-
í,i'S emincnles or.lnTes Ricardo Siniú-IUi^o y ¡'i-ilru Zorrilla, charlan leyorijudus
que nfldii ohlniicndo en el Ifíilrn líwirt'loitd
temático, <iue escribió dramas en verso ;
Vital A/.a era médico, y creo que lo es
tand)ién, de los contemporáneos, Pío Ba-
roja ; Benavente es abogado ; Arníches,
arquitecto, y José Francés, oficial de
Correos. La lista podría ocupar cas¡ tan-
to espacio como nombres figuran en la
Re¡nihlica d e j a s Letras. Algunos de esos
-nombres la honran y h a y q u e alegrarse,
lior ejemplo, de (pie Baroja no haya re-
matado con sus recetas a ningún enfermo
y que mate, en cambio, a cuantos per-
sonajes de sus novelas se le antoje, y q u e
Benavente no haya defendido pleitos, ni
Arniches construido lioteics, Pero creo
(|Ue no habría perdido nada la República
de las Letras, si José Francés se hubiera
dedicado solamente a despacliar carnets
de identidad o a esgrimir el matasellos
en vez del escalpelo del crítico de Arte.
vSe considera de tal modo en nuestro
^ArtrfVVVSfl.rvVVVU--VVVLVVV%A^^HVVVVWVSrtArtArt^
de todos
¡)aís la literatura, como un refugio o
asilo de todos, que hubo hasta un ban-
fiolcro andaluz, (|ue fracasado como la-
drón de caminos, escribió sus memorias,
en forma novelesca, en un periódico de
la Corte. A ese l)andido literato le apoda-
lian el HVÍVÍHOD. líl periódico en que pu-
blicó el relato de sus hazañas, fue " E s -
paña Nuevaí).
Por cierto, (jue un redactor de «Espa-
ña Nuevaí], Jesús J. Gabaldón, se melió
por entonces conmigo, afirmando que yo
le ¡labía plagiado al picador de toros
uMelones Chico», una poesía, q u e pulíli-
caba con mi firma, «La Tribuna»!, de
Madrid. T u v e que demostrar que los ver-
sos, m u y elogiados por Oabaldón, eran
míos.
Al ((Vivillo», autor de sus Memorias,
y al «Melones Chico», poeta... con lira
JAnna Griician, gcnlil bailurina española Que ka sido
r/íiilralada para achf'f ni el tealrn .it/iaiíiljrtí de l'aris
A nn' me parecería m á s justo, que en
vez de proponer a Ramón Pérez de Avala
para ocui^ar la vacante existente en la
Academia de la Lengua, designasen aca-
démico al (¡Vivillo)), a «"Melones Chico»,
a Juan Belmonte, a Ignacio Sánciiez Me-
jías o a Rodolfo Gaona. Cualquiera de^
ellos introduciría mayor cantidad de vo-
cablos nuevos en el idioma de Castilla,
(]ue Pérez Ayala. Recuérdese q u e otro
torero, el Guerra, enseñó a Echegaray
una palabra : ((muñuelosn.
Después de esto no habría m á s que
darle garrote a Ramón Pérez de A.\-ala
¡lara rematar mejor !a faena.
' . , . • MA'I'KO SAN'I'OS
itv los éxitos
ajena, siguieron Juan Belmonte y Sán-
chez Mejías, en calidad de novelistas,
liste último tuvo la audacia de leer va-
rios ca]3Ítulos de su novela en el Ateneo
de Valladolid y no se sabe si le conce-
dieron o no la oreja.
Ahorti es Rodolfo Oaona el que se ha
lanzado al ruedo literario, escribiendo un
drama <[ue, según se dice, va a estrenarle
cierta compañía de las q u e recorren las
villas españolas en el carro de la farán-
dula.
Casos como los citados no delíen asom-
brar a nadie, si se considera que un sal-
teador de caminos lleva mucha vent;ija a
ciertos esci'itores profesionales para apro-
piarse las ideas ajenas y (jue un torero
está más capacitado q u e un literato para
imrlar la Oransática, que es el bicho que
causa nn'is pavor a determinados plumí-
feros. IhiloTi-íi (:¡:iirs. üoliihlit iiiU¡h cmvclerislicii
di- In i-"n¡iniñiii .Stíiió Ua.'io-Zorñlla
vvvwvvv\ft^ftrtrtrbvi.vvvu"ñ.rt..vvvuvwv.^rtft^v\.'^n.'%.
¿^^

l'íií'fíu Siiiicht'Z, tirlriz di^ In Comiiañln que (IC.IÜÍJ en c}
liinrfhmn
Azorin^ dramaturgo
Azorín, el pulcro y castizo prosista caste-
llano, ha escrito u n a comedia. Se titula «Okl
Spain» y se ha estrenado ya en San Sebas-
tián, Oviedo y, últiniEuiiente, en Madrid.
E s esta la primera obra del culto escritor
que se ha puesto en escena ; pero no la pri-
mera llevada a las cuartillas, pues mucho
tiempo antes escribió una tragicomedia ti-
tulada «La fuerza del amor», que aunque
se imprimió, no figura eri sus «obras com-
pletas», sin duda por no juzgarla digna de
ello su propio autor. T a m b i é n hizo Azorín,
cuando aún no había empezado a usar este
pseudónimo, una traducción de uLa intrusan,
de Maeterlinck.
A pesar de aquella tragicomedia y de esta
traducción, hasta c! estreno de (¡Oíd Spainn,
no h a visto Azorín vivir a sus personajes,
ni se le ha podido, hasta ese momento, juz-
gar como d r a m a t u r g o .
No conozco todavía la comedia del admi-
rable estilista. Sin embarga), es tan clara \
precisa la referencia crítica que de ella nos
da Enrique Díez-Canedo, que se presiente
Isahditiii OTtega, actriz de la Compañía QUB actúa en
el IcalTo Barcelona
que til tealro español está próximo a encon-
trar una nueva orientación que lu depure y
modernice. Ai-aso la nueva orientación que
¡iroputie Azorín en KÜki Spainii no sea, en
1,-ierto modo, m á s que un retorno a lo clásico ;
pero esto, que juzgado a la ligera puede pa-
recer p<'rjud¡cial a la dramática castellana,
no lo es tomando del concepto sólo lo que
respecta ai lenguaje, al diálogo, que alcanza
en Azorín el m á x i m o decoro y claridad, no a
la estructura de la farsa, que ha de ser mo-
derna ; ni a su moral, (.(ue ha de ser definida
por las inquietudes espirituales del sígio.
El ponderado crítico E n r i q u e Díez-Canedo,
nos permite entre\'er tudo eslo al comentar
el estreno en Madrid de Oíd Spaiu. H e aquí
algunas de sus afirmaciones: Que "cl con-
traste dramático (alude al de cOld Spaimí,
exclusivamente) resulta de la contra¡)osicióii
de dos conceptos de la vida : la vida de ac^
ción y la vida de contemplación ; podríamos
decir que el concepto de Marta y el de María,
si en Marta significáramos el progreso y en
María la tradiciómi. (iQue 0¡d Spaht, en
prosa y al estilo de hoy (en u n a prosa muy
de ((Aznrínn, escogida y llena de íntimas re-
Gloria Martín, nrlih de la Compañía que nctiiii en el
JloircPlona
I o n 1 1 o
«La dona verge» h a cumplido su cinctien-
tenario en ol cartel del teatro Apolo, con
lleno por función, Y no nos extrañaría que
el d r a m a de Manolo Fonldevila, por lo vi-
goroso que es, ctmipliera el siglo.
Los cotisaf(niííos que se sientan capaces de
hacer otro tanto, que levanten el dedo.
l^a Goya asegura que Don J u a n no era
un seductor de mujeres. Así lo declaró a un
periodista madrileño.
Y cuando ella lo dice...Por algo es con-
temporánea de I^on J u a n .
E s cierto que los bailes negros no son ar-
tísticos, al menos trasplantados a un esce-
nario. Pero si no artísticos son patológicos.
Juaii Guijiino, i/uldn fínnico de }a Cimipañíi' Porque el «cliarlestonii es la epilepsia y el
Siiiió-Hit^o-ZoTrítla . «BlacU Botlonii, m á s reciente, es el histe-
risiiKi
sonani'ias. que toca, en el acto segundo, al
arte exquisito de donde nacieron las mejores
páginas de "Castillan), me parece una come-
dia clásica al gusto españoli). Que nel azo-
rinismo, bien visible en el acto segundo, se
anima en el primero con escenas cómicas,
a l g u n a tan bien lograda y tan moderna de
tono como la de don Joaquín y Míster
B r o w n . . . " Y resume el crítico: «Vn poco de
picardía escénica quizá a n i m a r a las parte>
que el gusto urgente de hoy considera dé-
biles.»
Hav, pues, en Azorín un excelente d r a m a -
turgo en formación, casi a punto de concre-
tarse en u n a comedia defini(i\'a. Le falta,
únicamente, io que poseen algunos autores
mediocres: picardía escénica, dominio de la
técnica. P e r o esto, que ponderan tanto los
que nti pueden alardear de otra cualidad, no
es una dificultad seria para ningún escritor
de positivo talento y de sólida cultura y aun
ni sit|ui(-ra para una inteligencia mediana y
una cultura de barniz.
Se anuncia para el teatro español una
época de esplendor conio la del siglo de oro
de nuestra literatura dramática con Calderón
y Lope de Vega, llorecida dos siglos más
tarde, ct)n (ialdós, Ouimerá y Benavente y
que rebrotará, en no lejanos días, i-on Azo-
Pilar OHviir, orlriz ác la Ctmipañia QUC actúa en el
rín, U n a i n u n o y algún otro. GAZKL teatro Barceiuna
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'^¿i4Ífffi
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BOLETÍN para tomar parte en el BOLETÍN de votación para el Concurso de

Concurso de POPULAR FILM P O P U L A R F I L M
"¿Tenéo condiciones para Nombre del voianie..
ser arflsta de cine?"
Nombre del concursaníe
Domicilio..
Número
Domicilio.. Población
Número ..
¡1 Población
Provincia..
Voio por..
Provincia.. Firma:
Firma;

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'0n4^L, 7
 -—~^»='™ís!a

uVm''A',^'V^m'V»'^'»'^V'^'VJVJV'.V^^,FJVVVV^'.^^

Varias escenas d e La intérprete de esta bella producción, es

R I o N E S " M A R Y P I C K F O R D a la que

película d e los ''^Artistas Asociados llaman en América la "muñeca del mundo''.

Mary Pickford, la insuperable ingenua de la pantalla que demostró ción " G O R R I O N E S " , en la qué se presenta la encantadora
la ductilidad de su talento artístico en "Por la puerta de servicio", Mary rodeada de chiquillos para los que tiene solicitudes y
en "Anita la cantante callejera" y en otros grandes films, volverá ternuras de madrecita buena, a juzgar por algunas de las intere-
a presentarse en breve al público español, con su última produc- santes escenas de la película que publicamos en esta doble plana.
.:tí'.V.;1,vi3!;¿'-
rt^!---"/SrrT'!-«í>-l'i '

'v^rtrtAiVVUvv^Art^u^AflJ^AftArtA/u^fl«V'uv^rtlWVWvv^ .•VWW^WW^VSAÍVbFW
Vv^iVW^l%vvvv^rt^wvuv^ÉVw^%v%ff-*^'vvvil'ii-wwwsrtAV^'^
8
viftft^vsrtrtflAn^\^^Wi/^Srtrtrtrt^^ft^Art^rtrtrt^^^rtrtrf^^^yw^^^^^^^v^
INFORMACIONES EXTRANJERAS
Cinco técnicos de la Metro-
Goldwyn en peligro
L a s aventuras fantásticas de tres niUifra-
gos, relatadas por Julio V e r n e en ((La Isla
Misteriosa», se repitieron, dosj^racini.lain<'n-
te, m i e n t r a s se rodaban en las Islas Baha-
m a s las fabulosas aventuras descritas por el
popular escritor.
El Iveclio fué como si^'ue ; Cinco técnicos
de la compañía iMctro-Goldwyn-.Mayer, se
hallaban en el m a r en el m o m e n t o en que
el huracán comenzó a azotar las Islas B a h a -
mas, para correrse después a la l'"lorida y a
los Estados del sur.
D u r a n t e dos días y medio, los desventu-
rados no pudieron desembarcar y, para li-
brarse de la muerte, tuvieron que desnudar-
se por completo para t a p a r los af,'ujcrns
abiertos por las olas en el casco de! barco,
que hacía a g u a por todas partes. Citando se
calmó el mar, desembarcaron en N a s s a u en
un estado lamentable, buscando en vano el
estudio que habían construido y de! que no
restaba nada.
Benjamín C^liristianson, Lionel Barrymo-
re, Conrad Nage! y Sally O'Neili, tuvieron
que huir a toda pri.sa de la tonjicnta. Las
pérdidas sufridas, por la compañía Meti'o-
(ioldwyn-Mayer rebasan la cantidad de dó-
lares lOOjOno.
Papeles d e reina
Suzanne Bianchetti parece decidida a des-
e m p e ñ a r todos los papeles de soberana.
La simpática «vedetten desempeñó el pape!
de María Luisa, en u M a d a m e Sans GÉnoi,
el de Eugenia de Montijo, en «Violetas i m -
periales)), el de María Antonieta, en la pelí-
cula de Abel (ianee, ((Napoleónn, y ahora
acaba de ser designada para e n c a r n a r a la
gran Catalina de Rusia, en ((Casanova», el
íilm que realiza A!e.^:andcr Vollioff.
En el r e p a r t o de 'EL Águila
del Mar" figuran tres grandes
actores
Según declaraciones de B . P , Schulberg,
productor asociado de la P a r a m o u n t en el
psiudio Lasky de Hollyu'ood, el- director
F r a n k Lloyd escogió tres nuevos actores para
que integren el reparto d e «El Águila del
Man), película que F r a n k Lloyd impresiona
para la P a r a m o u n t . Los tres actores son Mil-
wv^vw^^^v^i^^í^^^AnA^^vt%wvwwww^uv^
iwirfW!
[^
i Herniados (trencats) i
Tened siempre muy presente q u e l o s mejores a p á r a l o s del m u n d o , para ia curación
de loda clase de h e r n i a s en h o m b r e s , mujeres y n i ñ o s , s o n i o s de la casa
TORFí[~.NT. S i n I r a b d s ni l i r a n l c s e i í g o r r o s o s d e n i n g u n a c l a s e . No molestan ni
h a c e n , b u l l o , permiiicndo híiccr libremente tocios l o s m o v i m i c n i o s y ¡os rrabajos
m á s d u r o s y p e s d d o s sin la m á s pequeña moleslia. Si queréis a h o r r a r salud,
tiempo y d i n e r o , n o d e b é i s n u n c a c o m p r a r a p á r a l o a l g u n o sin a n i c s ver esta c a s a .
13, Unión, 13 I
Casa Torrent Barcelona
gamiijÉtüiiMiiuáuimtin A][i!Jitii'iJÉUiiUÉt(|iiJÉüi'ij<hürü<iüiiüÉü[iuMpüÉüiitiéüi;ijaü|iijfiji[awi)L^
I
chell Lewis, George Irving y J a m e s Marcus.
Ultimados los detalles preliminares, el di-
Loring y Lighion están p r e p a -
rector Lloyd ha comenzado ya la impresión r a n d o la impresión de "Alas"
lie la historia y a v e n t u r a s del célebre pirata A su regreso de Europa, Hope Loring y
americano, estando a cargo de Ricardo Cor- Louis D . Lighton, ambos contratados re-
téz y I lorence Vidor los papeles de protago- cientemente por la P a r a m o u n t , han comen-
nistas. L a adaptación cinematográfica se debe zado los preparativos para la impresión de
a la pkmia de Peter B. Kyne, estando b-i- i(Alas)), película que debe retratar con toda
sado su a r g u m e n t o en (¡El Capitán Sazaracn, fidelidad la parto c¡uo la aviación tomó en
de Charles Jackson. la í^uerra europea. Los citados artistas toma-
ron parte activa en la g r a n contienda, en
calidad de aviadores.
R a y m o n d Griífíth jamás está Con' el fin de que esta nueva producción
satisfecho de su trabajo de la P a r a m o u n t no deje n a d a que desear,
todo el personal que trabaje en ella, comeri-
El crítico m á s terrible del conocido actor zando por el director que va a filmarla, W i -
cómico. líaymond Griffith, es e! mismo Grif- lliam W e l l m a n , deben ser expertos aviado-
tith en persona. Nadie m á s severo en el jui- res. Héctor T o m b u l l , bajo cuya I n m e d í a t i
atención se impresionará esta obra, también
cio de sus producciones, nadie m á s parco en
e! elogio. O e acuerdo con sus propias decla- ha pertenecido a la aviación y tomó parte en
raciones, j a m á s ha impresionado un solo pie varias batallas aéreas d u r a n t e la gran gue-
de película que le haya satisfecho por com- rra. Clara Bow, caracterizará la protagonis-
pleto. ta femenina, esperando que concluya su ac-
—Creo que lo h a r í a mejor si pudiese co- tuación en ((Kid Boots», la nueva producción
menzar de nuevo—dice siempre Griffith, des- de Eddie Cantor, para comenzar inmediata-
pulís de ver en la pantalla el trabajo ya con- mente a filmar dAías». O t r o de los actores
cjuído. que va a tomar parte en ella, Mr. Farrell,
En la actualidad, I-iaimundo Griffith está se encuentra actualmente caracterizando el
filmando para la P a r a m o u n t una nueva pe- protagonista de la película de J a m e s Cruze,
lícula, titulada «Se sorprenderá», en la que (fOld Ironsides)), la que muy en breve estará
aparece como protagonista femenina ia bella concluida también.
actriz Dorothy Sebastián, actuando en los
papeles secundarios Earle Williams y E d w a r d "The Day of Souls"
Martindel. T a l es el título que se h a elegido para la
nueva película cíe J o h n Gilbert.
Una nueva película de S t u a r t H o l m e s , uno de los «villanos» m á s
famosos de la pantalla, ha sido contratado
Mae Murray para desempeñar el papel d e propietario de
una casa equt\oca de- f5udap(íst. Con John
El próximo film de lá encantadora Mae Gilbert y con S t u a r t H o l m e s trabajará, como
Murray, llevará por título ((Manitas de dia- vedette femenina, la linda artista francesa
mante» y en ¿1 se describe la vida de un perro Rene Adorée.
de lujo, de Park-.^venue. E d m o n d Goulding El (¡metteur en scene» de este film será Fod
.será ei ((metteur en scénen. Browning.
"Irene"
El que admire hermosos vestidos, sedas
suntuosas, y todo cuanto se relaciona con la
moda femenina en todo su esplendor, no de-

MARAVILLOSO berá dejar de ver la película interpretada por

la gentil Colleen Moore titulada ((Trenen,
L a mayoría de las escenas están impresio-
nadas en colores, lo cual realza aún m á s po-
y PRODIGIOSO INVENTO derosamente la magnificencia de ella.
Colleen Moore, la encantadora artista de
la First National que interpreta e! papel prin-
LOS CABELLOS BLANCOS (ornaron su primitivo color natural A LOS OCHO D I A S cipal en la película tdrene», tiene u n a sola
de usar el INSUSTITUIBLE ACEITE VEGETAL MEXICANO, PREMIADO GRAN PRIX, superstición, a la cual no puede substraerse,
CRUCES Y MEDALLAS. No mancha absolutamente nada y por esto se usa con las mismas y es e! nómero 13.
manos, como cualquier BRILLANTINA. El uso de este ACREDITADÍSIMO arttculo no es Colleen Moore, reina de las numerosas be-
para teñir los cabellos de tal o cual color: es únicamente para devolver a los CABELLOS llezas que t o m a n parte en la película «Irene»,
ha asegurado que j a m á s había trabajado
BLANCOS su primitivo COLOR NATURAL, CON TODA GARANTÍA, hayan sido éstos
a c o m p a ñ a d a de tanta mujer bonita como en
RUBIOS, CASTAÑOS O NEGROS, sin que nadie pueda ni Imagínorse que estén teñidos. esta producción, donde desfilan m á s de se-
Se garantiza también que n o se caen los cabellos con su uso. Concesionario: E, SARRÁ. senta de las m á s bellas mujeres de Holly-
Se vende en todas las perfumertas de España. Precio, 6 y 10 pesetas. Con uno de los de wood. Solamente tras un minucioso examen,
a 10 pesetas hay cantidad suñcienle para un año de uso. fueron escogidas estas muchachas que debían
reunir todas ias cualidades necesarias para
g a n a r un concurso de belleza.

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10
 -"^
VAnJ\AAAAA^.WV%AAArta^AAAAAAAAA/^AñA^VAnA^^^^^^^V%^^
'BCOS DE BARCELONA
I- . Proyecciones
En c! Tivoli. la película española «Noble-
za baturraii, está proporcionando unos llenos
formidables. El hecho, nuiy significativo, me-
rece un ]K!queno comentario.
(iNobleza baturran, aunque es u n a buena
película, de bello asunto, acertada interpre-
tación y clara fotografía—excelente en algu-
nas escenas—, no es, sin e m b a r g o , u n a pro-
ducción grandiosa si se la compara con m u -
chos films extranjeros, principalmente, por-
que en Esjiaña las empresas cinematográ-
ficas disponen de m u c h o menos dinero que
las editoras americanas, por ejemplo, y
también porque no txisten aún los directores
geniales como Griffith, D e Mille, Tngram,
etcétera.
Entonces, ¿cud! e s la causa de éxito tan
formidable? P a r a nosotros no cabe d u d a :
el público español se inclina decididamente
hacia la película de producción nacional y,
bastará con u n a s cuantas películas que, como
(iNoblcza baturrait, tengan méritos suficien-
tes para triunfar por sí solas, para acabar de
decidir a nuestro público en favor de la cin-
ta espanoia.
O t r o acontecimiento lo ha constituido «El
gran desfilo 1, de la Metro-Goldwyn, en los
salones Pathé y Capítol Cinema, de cuyo es-
treno hablábamos ya en nuestro número an-
terior.
En el Ktirsaal y el Cataluña, se estrenaron
varios films, siendo ei de m á s importancia,
indiscutiblemente, (íLa Q u i n t a Avenidan, se-
lección Pro-difi-ro, de cuya nieritfsima mar-
ca tiene la exclusiva la casa Julio-César,
S. A.
(iLa "Quinta Avenidan es una película de
costumbres, emocionante y lujosa, que tiene
por escenario la e n o r m e ciudad de Nueva
York, y en la que M a r g a r i t a de la Motte, ¡a
bonita y genial «vedette» realiza u n a de sus
mejores creaciones. W . de Mong, secunda
.'idmirablemente a la gentil artista, tan ad-
mirada por el público español.
Se estrenaron también cFlor d a ñ a d a » ,
ifPor m a n d a t o del deber», ésta interpretada
por Irene Rich, y itPor una mirada de R u t h » ,
creación de la bella actri? Patsy R u t h Miller,
que logró popularidad en E s p a ñ a al aparecer
en «Ei Jorobado de Nuestra Señora de P a -
rís» con el papel de E s m e r a l d a ,
En el CoUsemu, el estreno más solemne
fué el de «Fausto», de la célebre editora ale-
m a n a ((Ufa».
L a película «Faustoj) está basada e n el
grandioso poema de Goethe y eslo sólo bas-
taría para señalarla como u n a de las pro-
ducciones m á s importantes, artísticamente,
de la cinematografía mundial.
A nuestro modo de ver, una de las apli-
caciones m á s nobles del séptimo arte, es la
de liacer vivir en el lienzo obras de la belleza
de «Fausto», siempre que su adaptación esté
hecha con el alto decoro artístico con que
se ha realizado la del poema de Goethe. Pe-
£1 mejor reconsfiíuyenfe
Solución Cases
Fortalece los huesos, regenera
la sanére, cura la anemia y
favorece el crecimiento.
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Toda enfermedad entra por la boca.
Las
PEROVETAS MERCK
d e oxígeno s u p e r c o n c e n t r a d o , combaten efi-
cazmente l o d o s los fférnienes y protegen al
o r g a n i s m o h u m a n o d e loda enfermedad
Las p a s t a s denllíricas c o r r o e n y destruyen
paulatinamente el e s m a l t e .
Las
PEROVETAS MERCK
b l a n q u e a n y fortifican la d e n t a d u r a c o n s e r -
v a n d o e! e s m a l t e indefinidamente.
D e v e n í a zn f a r m a c i a s , d r o g u e r í a s y
p e r f u m e r í a s a l p r e c i o d e 5 P í a s , el
f r a s c o d e 1 0 0 y 3 P í a s , el f r a s c o d e 5 0 .
líi-ulas así, que aporten al espectador emo-
ciones p u r a s , que cultiven y depuren su gus-
to estético y que le den a conocer, gráfica-
meníe, las ohras cumbres de la literatura
universal, son las que honran y ennoblecen
el cinematógrafo.
L a interpretación df " F a u s t o » , es admi-
rabilísima. Estupenda la caracterización del
actor Gctfita E k m a n n , en el personaje F a u s -
to ; acertadísima la del gran Emil J a n n í n g s
en e! Mefisto, y notable por su inffenuidad y
pcir su t e r n u r a la creación de la belía actriz
Camila H o r n , en el papel do la dulce Mar-
garita del poema.
El director, !•". W . M u r n a u , merece todos
ios elogios que puedan salir de la pluma del
crítico m á s inteligente. Los efectos de luz,
sorprendentes, fantásticos. C a d a escena es
un cuadro clásico por la colocación de los
artistas y por la expresión de cada rostro.
L a orquesta del CoHseum, a u m e n t a d a
liasta treinta profesores, interpretó m a r a -
villosamente la [jartitura de Gounod.
En resumen : el estreno de uFauston cons-
tituyó un éxito definitivo para la marca Ufa
de Berlín y dudamos de que haya en la
temporada actual un acontecimiento artís-
tico tan importante como éste.
T a m b i é n se estrenaron en el lujoso salón
de la calle de Cortes, «Buena y traviesan,
de la P a r a m o u n t , muy bien interpretada por
la gentil Pola \ e g r i , logrando un éxito m e -
recido y otra película de !a F i r t s , titulada
(drenen, de la que es protagonista la encan-
tadora Colleen Moore, y que g u s t ó mucho.
Con p r o g r a m a s como el que ha ofrecido
el Colis urp es como se consolida u n a e m -
presa. , ••^^;:-;.,:<;7i^.U•l^••:.•.s,^i,:^;•iíií•*•í•
^
' ^ í p R Ü E B A S DE PELÍCULAS
La «Internacional Filmsn nos ha presen-
tado en días sucesivos y en las mejores salas
de Barcelona cuatro de las nuevas produc-
ciones «Exclusivas E, González» que rese-
ñímios a continuación.
"La princesa Tru-la-la"
Es este film una comedia-vodevil en la
que los expectadores pueden pasar un rato
deliciosamente agradable. Tiene, como toda
la producción alemana, excelente fotografía
y espléndida presentación, a la que no falta
ningún efecto de técnica.
Su principal intérprete, Lilian H a r w e y , se
nos muestra como siempre adorable ' y su-
gestiva, y su labor es, dentro de lo que re-
quiere t a n difícil género artístico, u n a buena
prueba de las grandes cualidades que la ador-
nan y que han servido en esta ocasión para
realzar el a r g u m e n t o , que sin ella no hubie-
ra alcanzado tan perfecta definición.
T a n t o los exteriores como la labor de es-
tudio, alcanzan en este film una belleza in-
tensa que hacen comprender lo excelente' de
la dirección artística que la animó.
"El Conde d e Luxemburgo"
Excelente acogida tuvo por parte del pú-
blico que llenaba la sala del Capítol Cinema
la adaptación cinematográfica de esta deli-
ciosa opereta, conocida por todos los públi-
cos espaijoles.
En ella volvemos a a d m i r a r al conocidí-
simo actor americano George W a i s h , que
realiza u n a labor artística admirable y que
ha conseguido dar al tipo toda la prestancia
que le caracteriza.
La presentación de este film ha sido cui-
dada con todo el e s m e r o que la popularidad
de! a r g u m e n t o requería, habiendo logrado
la casa editora darle hasta la emoción que
faltaba al libreto con que nos fué ciada a co-
nocer la opereta vienesa.
Detalladamente se h a n salvado los defec-.
los del original, consiguiendo de este modo
realizar una de las m á s divertidas comedias
•que se n o s ' h a n presentado en la temporada.
Notíciarío cinematográfico
Se dice c|vie existe el propósito de crear en
E s p a ñ a la Asociación de periodistas cinema-
tográficos. Existiendo ya .asociaciones de ¡a
Prensa diaria y sindicatos profesionales, , no
juzgamos oportuno ni conveniente dividir á
los perioatslas en castas y clases, pues se-
gún ese criterio habría que crear también la
Asociación de críticos, la de periodistas de
dejjni'tes, la de articulistas políticos, la de
cronistas o ensayistas literarios, etc., etc.
Realmente, no hace falta esa nueva .-\so.
elación. líasta con ser periodista, sin nin-
gún estrambote.
H a pasado unos días en Barcelona' el co-
nocido cinematografista madrileño doh Ec«.
nesto González. '' y.
PELOnVELLO
despalete nasta la TÜÍ siiitDO.ESiJa, J^^
Utiando loi produclai ,ic,..._-
don en P>m, Roma, Ainberex
Y LonireE
'^
i
/
DEPIUIORIO BOBHEll L
polvo Inodoro para la cara
7 nucBt 3*BO P t a s .
Agua Damil
líquido inodoro y perfumado,
exclutivo para piernas, bra-
zos, etc. Pr8Clo: 8 Ptaa,
EN PEIÍJF'UMERÍAS O
CONDE ASALTO, 5 2 . F^ARMACIA .
A. BORRELL - B A R C E U O N A
11
U A H O D A EN EL CINEJ
Modelos n e o y o r k i n o s \
Las modas más exajíti'íidas, los modelos gue a la fastuo-
más estrafalarios y los gustos más exóticos, sidad del ante-
fueron cristalizando en las modernas ((toilet- rior, ha Uauíado
tes» que vemos lucir a nuestras elegantes en la atención de
las carreras, en los salones y el paseo. Y por las e l e g a n t e s
cierto (]uc nada tenemos que ojjoner a esos neoyorkin as.
imaginativos taumaturgos de la induíítria, Su tono obscuro
entre cuyas manos adquieren las sedas y los rima primorosa-
bordados la gloriíicaciún (|uc solamente en mente con el
el arte puede vivir. nácar de la piel,
La nota de una flor, de una pluma, de un y su elegante
armiño, va adquiriendo para la mujer una sencillez hace
im]X)rtancia tal, que puede decirse que jamás resaltar la eurit-
ñor, pluma y armiño podían haber llegado a mia triunfal de
más, al constituir la eterna preocupación del la b'nea.
mundo elegante, iUuninado, la mayoría de las lil último mo-
veces, iior la belleza y el buen gusto. delo es el que
Buena prueba de mis apreciaciones pueden viste Eileen
dar los gráficos que ilustran esta página, y que P e r c y , y que
tan graciosamente visten la deliciosa Noima consiste en un
Shearer, la original Eilcen Percy y la encan- sencillo « m a n -
tüaux pour
l'appartement»,
que no rompe
la sobriedad de
su e s t r u c t u r a
más que con el
armiño '],u e
adorna sus bor-
des, lo cual de-
nota el exquisi-
^i^^ to gusto de esta
(I vedette)).
S-On MlñS Ol.ADYS

tadora Peggy Shaw, ((vedettei) de la casa Pathé, de New

York, que vestida de novia, nos muestra todo el hechizo de
su delicada perfección a través de la exquisita ((toilette» nup-
cial (jue la viste, creada \K>T uno de los grandes almacenes de
Kifit Avenida, (]ue fué asegurada por la inmensa suma de
(juince mil dólares, mientras Mi.ss .Shaw trabajaba delante de
la cámara en una producción Pathé Echanger. La cantidad
l>or la que se aseguró puede dar una idea de la importancia
de estas fastuosas creaciones de la moda, a las que no puede
l)oner ni e! menor ((pero» la mujer más exigente.
Kl modelo de noche que viste. Norma Shearer, sin que Ue-

vvvLVVL^rt^vv%/v^inirt^v^^ft;v.rwvvwvvv^iVvv^.^rtn^^
12
v^^v%nA^vv'B%'\rt^v^^n^^u•^^v^ñ.^^.nAA^tf^n.^w^AAfl^n.^^•v^^rtAA^^.n^^^%v^•^^^
í
Museo fotográfico de Popular Film
i:

MAR Y PICKFORD
famosa estrella americana llamada "la muñeca del mundo", e intérprete genial
de varias películas de la "UNITED ARTISTS".
^^^'•^'1liv^ftHVU^^v1JVV\AflAflrtArtArtffirt^^w.flrf^flJ^^
13
 '»^^tNVtr,nJVJVV'tflj'^>n^<jVi^j''^jv',n^>/*,^trJ'jvvv^j^^
P E L 0i
ESTRENOS Y REPOSICIONES
V>fi^í^- Apolo:
'Xa revólució al meu b a r r i "
U n a vez m á s se han dividido las opiniones
de ¡os críticos al juzgar u n a obra. Pero esta
vez, los elogios y los reparos h a n sido conse-
cuencia de las ideas políticas del crítico — en
algunos de su falta de ideas de esta ciase...
y de todas — m á s que del juicio sereno y
reflexivo que aquilata el valor y descubre los
defectos dramáticos y de técnica de una obra.
A ('La revólució al meu barriu, de Ángel
Samblancat, podrían ponérseles ciertos repa-
ros, efectivamente, por su construcción tea-
tral, si el pensamiento que sirve de médula a
la farsa no se impusiera por su fuerza, por
su valor ideológico y h u m a n o y por la lección
moral que contiene. ¿ P e r o qué significan le-
ves defectos de técnica, cuando la idea que
se escenifica es noble, intensa y h u m a n a ?
Si los críticos y la mayoría del piíbUcü de
teatro no tuvieran estragado el gusto a fuer-
za de ingerir t a n t a iiüotez y t a n t a insulsez
como se representa por esos escenarios, 'iLa
revólució al meu barri», a ¡jesar de la inex-
periencia que en ciertos m o m e n t o s de la obra
denota el autor, habría sido un éxito consi-
derable. Pero conlo a lo único que aquí se
le concede m ' r i t o es a la habilidad de] autor
para mover a sus muñecos, sin dejar nada
a la idea, a la frase, al concepto, « L a revólu-
ció al meu barri», aunque agradó bastante,
no constituyó el éxito que merece toda obra
que tiene u n a finaiiuad ideológica.
Sin embargo, la farsa compuesta por S a m -
blancat, está llena de humorismo, tiene frases
ingeniosas y g a n ó al público completamente
en a l g u n a s escenas.
L a compañía del Apolo, compuesta por ar-
tistas notables, no estuvo tan segura como
otras veces en la interpretación de «La revó-
lució al meu barrí» la noche del estreno. No
obstante, tampoco sería lícito poner ninguna
tacha g r a v e a su trabajo. M. S.
Eldorado: "Blancaflor"
Los señores Romero y Fernández Shaw
son unos excelentes libretistas,
«Blancaflor» es u n a zarzuela de época, m u y
bien urdida y Jlena de interés. El diálogo está
hecho con decoro y naturalidad, y los canta-
bles con el arte suficiente para que nu se
confundan, como los de otras zarzuelas y ope-
retas del día, con las coplas de Calaínos. VJ
maestro J u a n Antonio Martínez, ha ilusli"ad<i
el libro con una partitura brillante c inspira-
da, en la que .sobresale el sexteto del segun-
do acto, que fué repetido,
'Federico Caballé o b t u \ o un triunfo m á s '
como cantante, y las dos Amparos : Saus y
Wiedcn, j u n t a m e n t e con Paco Gallego, m e -
;!
D O L O R
Reumático, inflamatorio y nervioso
Se oblienc su curación completa
con el tan renombrado jarabe y pildoras
DUVAL
Sus 75 años de continuada venta y millcs
de curaciones efectuadas comprueban la
eficacia de tan anliguu y acretlitatlo remedio
Preparado en la FARMACIA MARTÍNEZ
S a n R a f a e l , 2 us^. Kobmint)- B a r c e l o n a
14
Almacén de vidrios
y crislales planos
rÜBRICA DE ESPEIOS
MARCOS Y MOLDURAS
V, García Simón
VlA LAYETANA, 1 3
TELEEONO S S I O A.
BARCELONA
recieron también las ovaciones que les tribu-
taron por su notable labor.
Autnrcfi e intérpretes, obligados por los
aplausos espontáneos y entusiastas del pú-
blico, tuvieron que salir al palco proscenio
repetidas veces.
Barcelona.:
"¡Que viene mi marido!"
La reposición de esta obra del ilustre don
Carlos Arnichcs, sirvió para mostrarnos, una
\ez m á s la fina comicidad de Pedro ?-ornlb
y las enormes dotes de comediante de Ricar-
do Simó Raso,
Zorrilla, en la interpretación del tipo de
«Valcrianoii, tiene detalles de u n a gracia in-
superable. Nadie como él conoce el a r t e de
caricaturizar a un personaje,
Simi)-Raso hizo vivir el tipo de «Bermejo»
con una sobriedad cóinica del m á s depurado
gusto artístico. No necesitó acusar con exce-
so los trazos grotescos del tipo jiara darlo su
justo relieve.
j u n i o a estos dos grandes actores, destaca-
ron la S r a . Cortés en su papel de «Tomasa»,
que perfiló con u n a precisión pocas veces lo-
grada por ninguna actriz, y J u a n i t a Solano,
que compuso el tipo de (¡Caritan, con t a n t a
naturalidad y acierto, que parecía, sin hi-
lianulactufa general de íDipiesos: ütograüa
Reproducciones de arte
Catálogos :: Cromos
Facturas :: Papal de
cartas:: Tarjetas y demás
trabajos comerciales
FR, F O L C H
TELÉFONO 674 G . r ' - •^-
VILLARROEL, 2 2 3 o » D n r ¡ nfclA
PARÍS, 130 tó:^.íSii DAHUtLUNA
%rtirtJVV^rtAAnAflAA^VVSArtArtflAíVVUVVVVVVVVVVVV
E L •*i..,-'-
•pérbole, que se había mciido en la piel del
personaje.
Nos gustaron mucho también, por su nota-
ble labor, María Cuevas y Josefina H . del
Río, monísimas las dos, y los señores del Río,
que supo hablar su pajiel dándole el acento
asturiano que requiere ; Guijarro, que realizó
el tipo de «Hidalgo» con vivacidad y soltura,
y Marín, muy acertado en el de KLUÍS)».
Novedades: "Afinítat o una
familia d'Igualada^'
Ln el teatro Novedades, Pin y Soler inten-
tó hacer pasar un rato agradable al público,
lo cual consiguió de un modo natural y sin
consecuencias, con su comedia «Afinil.at>i, el-
cétera., que hizo reír a parte de! público, y
sobre todo al público ingenuo. I n g e n u a es
también la comedia, y h a s t a sobado el t e m a ;
padece, a d e m á s , de tma defectuosa exposi-
ción teatral, pues tanto el acto primero como
el segundo, carecen de verdadera técnica. No
e.\isle entre ellos concatenación ninguna.
Ambos actos pueden ser expositivos de lios
comedias del mismo género, y únicamente se
salvan merced a la gracia de a l g u n a s esce
ñas, y sobre todo a lo perfectamente que e!
autor ha sabido ver el tipo del nuevo rico,
sobre el que hace girar sus dos primeros ac-
tos, de los cuales es mucho mejor el segundo
por el color que le prestan unos personajes
[ȇs h u m a n o s y no tan deslabazados coniu
los del primero.
Creemos que el autor tiene ' condiciones
p a r a hacer mejores comedias, pues única-
mente se le puede criticar la pobreza dei
asunto, al que ha sabido adornar con chis-
pas de verdadero comediógrafo.
La labor de la compañía, excelente, sobre-
saliendo, entre todas las partes, el señor Ay-
merich, que hizo una verdadera creación y
fué el verdadero héroe de la jornada.
Como hemos dicho anteriormente, la co-
media fué del agrado del público, que en
lodos los finales de acto aplaudió con agrado
al autor y a los intérpretes. M. DK R .
Nuestra p o r t a d a
La encantadora y lx>nita muchacha
que aparece en la portada del presente
ntunero, luciendo la más atrevida moda
tlel peinado femenino, es la itvedette» de
la Parainount, Miss Louise Brooks.
Pero cuidado. Para lucir las orejitas,
como hace esta preciosa artista, hay que
tenerlas muy perfectas ; tienen que ser
conchas de nácar como las suyas.
¿No les parece a ustedes?
Este núiDüio tía sido visado pot la censara
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A r g u m e n t O de la
Las novias de un soltero
El caslillo Quu lili el ri-liiü dü líscocia iiuatcu los
Duques üe Üuiitr.iiíimn, ucupu totla la ineaiilii da
iiuiL uita (.uliiia iiiiu axuiaii lus viutiiuii c[i luclus los
sciitiduü. Liiu lui'.iiüiilit Uiiliuiieiilti lu CHVNUIVO t;ti ul
uistuiitó en dui^ püiieirauíüs un ol para püiii;ruos al
liaijia con sub nioniiiuroü.
Kl hitrudiJiO üe los liiulos y la fortuna de los Dun-
craiíimn. Lord i'ero' Aaniiold, rslá tiiaiiiorado y lia
deciUiCK) itaüiiiaü i:oii uiui liiiaisiina ajueriüaua que co-
noció üU la yriiiiavera lilLUua, y que ciiaiiioi'aüa del
iJuquo cuL'iilu uüii aiiHÍa lus días que la separan ilel
que scfittlaruii para cüiubrar U curüiuuiiia nupiiul.
Ño iiitiiius L'iiUiiiui'iido cl DuqUi;, lia pui;slü 6U iiiuiio
y su Looleza en las Ijlaiicas de Maiy Uowinií, cuyo
padre ntiunciú ^^u Jietcada al custiliu, aunque Huponen
nalini deijiorado au .salida de l.uiidrcH pi>r el mal
tieiiipo y la liuirílile icniíHíslad que se avecin.i.
,\lary liowiiiB, iiivuaiiu por la JJuqucía, madre de
Lord l'ercy, a vivir en el ca.iUiH> liasla el día do au
ijiamiiiuniu, leo loü pcrliiuicu» que lict^aron de Londres
y en los cuaies be da coaio secara lu notieia do la
boda entre en Duque de Üuncrugiian y Wary JJüWiim,
a la que su íuturo ts!>üSo, Lord i'erey Aaliiield, regala
el íajjiiKiü Collar ue pori.is, aiiiigua joyü Ue fajiulia,
valorado en 5Ü.0O0 libraa eslerluias.
Cuando la doncella apareció i^ii el sillón con el ser-
vicio de te, envío al uyuua üo cámara do MU lujo, al
jovial lieriUerKi, en IJIÍSCÜ del Lord, que se eiunaenia
i-ii Ku deíipacliü laiizanuo al tuu'go, todos loa recuerdos
de su ¡oca juventud, de loa cuaica ilja repasando algu-
nos que traiau a su inemuria IUÍÍ paKÍnaa mejores de
su vida y (luc no se atrevía a lanzar al tue^o punfieá-
dor pur íaiia de valor para verlos aiiiqunauos,
—¡aeíior!—dice ileriberlo enirando—Las teñuraa le
esperan en el salón para lomar el te.
—Ahora voy, Jleriberlo; esialia viendo unas cuantas
vistas de Londres.
—I Vistas de Luiidrea 1—oxcliunó ileriberlo, señalando
una deliciosa lina que el Duque liaiiia separado y que
éste no tardo en ueuítur en uno do ¡os bolsibus üo su
aaiericana.
—si, vistas de Londres, que tú vas a quoniar una
por tina cuidando de que uu quede ni el más leve
rustro do esas... vistas de Loiiures—repuso el imper-
turbable Duque, calándose el luoiióculo y dirigiúndotíe
a pafiü rápido al salón donde ostaliau su mamá y su
proniotida.
—i'ertiuiii mamá y perdóname tú JUary también, por
liabcrus Lecho esperar.
—áLslaiías trabujaiido, hijo?
—Ordenaba mis papeles, quemando todo cuanto me
rra inservible, y peiisalía en vosotras.
La noche continuaba imponente. Fuera silbaba el
viento y arreciaba la lluvia, Ueriberto continuaba
iiaciendo oíieios de purificadiir y admirando el museo
fotogránco antes de que el fuego redujesu a cenizas
tanta bcllena, y cn el salón, unidos en estrecho iazo,
l'erey y Mary se hablaban de amor y rimaban con
61 sus planes futuros.
—l'crcy, me gustaría que hicieras buonaa migas con
mi papá, que no lardará cn venir. Te aseguro que es
un huniijru muy simpático y muy jovial.
—Va lo creo que seremos amigüs. jCon lo que a mi
me gustan los viejos campcchnnos!
—i'rocura serle agradable, y aunque tiene algunos
defectos, haz de ellos caso omiso. Va sabes que es
un hombro que no ha hecho otra cosa cn su vida que
trabajar.
—Tu padro será mi amigo, te lo prometo. Ba.sta con
que sea lu progenitor para que yo le ¡idniirD y le
quierii. Le estoy inmeiisumente agradecido por haberte
creado lan encantadoramenle belia.
—1 l'erey I
—¡Cielo mfol
I^n aquel salón tan sólo triunfaba el amor a más de
una ligera inquietud, pues Lord J'crcy, ai ir a sacar
de PU bolsillo un pañuelo se vino tras él la liga quo
aul-es guardara y (jue ahora se convertía en un com-
promiso que era necesario hacer desaparecer de los
ojos de su novia, para lo cual no encontró otro medio
quo lanzarlo al centro de la hahilacion.
En aquel momento, una aldabada sonó en ol portón
del castillo, llamada a la que había precedido el sonoro
"crak» de una liouiíia de autumóvil que hizo suponer
a Mary la llegada de su padre, por lo que se precijtiio
fuera del salón ansiosa de verse en sus hraiius.
La donccllita que aüteriormente sirviera el te penetró
en el salón pura retirar el servicio, y cuando con él
BO retiraba cayeron sus ojos sobre la liga. We arrodilló
para cogerla, en el mismo instante que Lord l'crcy
hacia io mismo p.ira evitar que la doncella Be apoderase
do prenda para sus recuerdos tan cara. So unieron
sobre ella sus manos y se miraron, al mismo *Íempo
que hacia irriipi'ión en la sala el señor Bowing que,
extrañadisi 1110, se quedó ante aquella escena que tenía
mucho do semejante con una escena de amor.
Ruborizóso ,1a niuchacha ante la presencia (¡el in-
truso, quG les contemplaba irónico, y Percy so levantó
sin saber quó decir para que su futuro suegro no se
figurase otra cosa, hasta que dijo alargando la liga
a la doncella :
—Tómala y púntela donde mejor le siente.
Y continuó dirigiéndose ai padre de Miiry ;
—Señor, es una costumbre escocesa que data de tiem-
'^v^v^^vwtfW^l'wvwv^irtftftrtrtrtjwwJ^g^ft/w•wvii
Selecciones P R O - D I S C O
po inmemorial, regalar a los viejos servidores una liga
Interpretada por Rod La Rocque y
Elinot Pair
dias antes de contraer matrimonio.
—Jle figuro que ¡lo solamente rezará esa custumbre
para los viejos servidores, pues de no Mer asi, no com-
prendo el porqué obsequias con la liga a una juvencita
linda y agraciada. Encuentro muy extraño todo esto,
itiuién es ustedV.. .>ii •
—Lord Percy Aslifield. ¿Usted seráP...
—Sí: el padre de Mary...
—Tantísimo placer, señor Bowing.
—lo, la verdad, no tengo ese placer de que usted
hace gala. Me parece que liemos liecho un mal ne-
gocio.
1.a presencia de Jlary y la Duquesa quita las espi-
nas de aquella primera conversación, de la que el señor
Iknving sale muy nial impre:-ioiiadü do su futuro yerno.
\ raiz de aquel momento comienzan a ocurrir co.sas
muy extrañas en el castillo de los Duncragnan, La
tompesliKl va adquiriendo caracteres imponentes.
lin el salón se Hallan reunidoa loa dueños del castillo,
Mary y su paare.
—Es una joya de familia, tan antigua como esto
vetuaio y señorial castillo, l'erey, enséñasela al señor
iiowing. Tudas las desposadas de los Duneragnan la
llevaron sobre sus albas galas de desposada.
t'ercy separó uno de los cuadros que adornaban los
muros del salón; hizo correr un pequeño resorte y apa-
reció una Caja de caudales empotrada en la pared, do
la que sacó el estuche que encerraba el magnifico
collar.
El secreto de lu caja de caudales que descubriera
l'erey creyendo que solamente le olJservaban su novia
y su futuro suegro, había sido sorprendido por un des-
conocido que, desde el jardín, observaba sin perder
detalle todo cuanto ocurriera cn el viejo salón.
—¿No llene u.sled miedo a que se lo roben?—pre-
guntó Düwing.
- N i n g u n o . Mamá quería que avisaao a un detective,
pero coum al más leve llamamiento telefónico nos en-
coniraríamos rodeados de un batallón de policías, he
juzgado innecesario este aviso. Además, ¿quién se va
a airever, sabiendo que estoy aqui yo'r
El señor bowing estuvo a punto du soltar una carca-
jada, que contuvo pur no disgustar a su hija. El bobo
aquél le hacia muchi.sima gracia. iQué pretensiones!
Como si hubiesen estado oyendo las palabras de l'erey,
una mano, armada de un corla alambres, cortó lus
hilos del Icléfono-
Ijiios golpes dados con fuerza en la puerta de entrada
pusieron en conmoción toda la casa, en la que apenas
fué abierta la puerta por Hcriberto se zampó una mu-
jer joven y bonita que llevaba una criaturita sobre
los bray.os.
—¿Qué quiere usted, señorita? ¿A quién liuscat'
—A Lord t'ercy. Hágame el favor de decirle que
Rosa, con la pequeña Violeta, desea verle.
—Señora, me parece que en estos momeólos el geñor
no debe estar para lloros.
—llaga !o que le digo, no va.ya usted a precipitar
una desgracia.
Itoribeíto se hallaba en ol mayor de los apuros. No
sabia qué medio auoptar para quo Sólo su señor se en-
terase de la visila, y evitar de este modo complicacio-
nes, y optó por colocarse de modo que sólo le pudiera
ver su .señor y desde la puerla hacerle señiia por las
quo comprendiera la clase do visita que le esperaba.
Asi lo hizo, pero todo fué cn vano, pues no consiguió
más que escamar a su futuro suegro, quo iba siguiendo
en el rostro de l'erey la extrañezji que lo producían
los visajes de Ileriberlo.
ridió por lin permiso y salió al rceibidor, donde se
encontró con una desconocida que se arrojó en sus bra-
zos diciéndolc ;
—iNo ine abandones, Percy I ¡Piensa en nosotras, que
todo lo esperamos de ti I
—Pero, señora... ¿A qué viene esto?
—No podía e.star sin verle, Percy de mi alma, y iié
corrido a tu lado cuando supe tu matrimonio. I No nos
abandones I
Al principio, l'erey no se daba cuenta de lo quo le
ocurría, lan azorado estaba, mas en seguida compren-
dió la e.Htratugema y sin oponer resistencia aguantó el
desmayo de aquella mujer y ios llores de la poqueña
Violeta, que lloraba dcsconsolnda cn sus brazos.
De aquella guisa le sorprendieron su novia y su
suegro, atraídos al recibidor por los berridos de la
pequen uela.
—iQué es esto, Percy?
—üsto es—dijo la mujer volviendo de su desmayo—
que Percy y yo estamos casados secretamente y no
puede mujer alguna robármelo. ¿Verdad l'erey mío?
—Cállese usted, señora. ¿Quién la ha contado seme-
jantea patrañas?...
- L o r d Ashfiield : no es usted digno de mi hija, lis
usted un pervertido y un inmoral.
—1 Pero, caballero I
Irritada y descorazón .ida, volvió Mary ai salón, lleno
el corazón de dolor, al ver perdidas sus más caras es-
pi-ranzas. Tenia las perlas en una mcsita pró.xima a
su butaca, ilabia creído que adornarían la nievo de su
garganta, y de repente, !a falsía del iiomhre amado,
hacia imposible aquella dulce caricia preeursura de oirás
más intensas, perdidas para siempre. Tenía los "ojos
lijos en la joya, que untes de quo se diese cuenta de
lo que ocurría desapareció arrebatada por una mano
peluda y disforme que ae arrastraba sobre la mesa. Se
semana
Exclusiva Julio César, S. A.
f^
apag« la luz, y presa de terror, gritó angustiada bus-
cando la salida de aquel salón encantado, on el que
tan extrañas cosas ocurrían.
—¿Qué pasa?—exclamó Percy, abandonando a Rosa
que aún coiilinnnba desmayada en sus brazos.
—¡El collar I illan robado el collar I ¡Una mano ve-
llosa y enorme so lo ha llevado ante mis ojos I
El pánico crecía por momentos, l'erey se hacía el
miedoso; Iferiberlo temblaba-, sonreía la desmayada
liosa y los Uowing, padre e hija, no sabían qué partido
tomar.
—i Iteriborlo!—requirió el Ijuque—Da la luz del sa-
lón, que es esa ana de tus obligaciones.
.Más muerto que vivo, Ileriberlo se lanzó al salón,
en el que una vez hecha la luz penetraron todos. El
collar había desaparecido sin dejar rastro; únicamente
ílespaés de mucho buscar vieron que el cristal de una
ventana había sido cortado con un diamante y abierta
desde fuera por tal procedimiento.
ütra nueva llamada en la puerta del castillo ri^onó
imponente,
—Esa es otra de tus obligaciones—dijo impertérrito
el Duque—. Vete a abrir.
1¡I pobre Ileriberlo no podía con tantas impresiones.
Si no fuese por aquella deliciosa botella de Jerez,
ícóino hubiera podido tener valor para abrir la puerta?
Un caballero se coló por ella do rondón, y ante los
ojos a.sombrados de todos, se dirigió á Jíosa, dicién-
dola:
—Por fin he dado contigo. Erea irreductible. Perdo-
nen, señores, mi intromisión—dijo luego dirigiéndose a
los dueños del castillo—. Soy e! doctor Ilaimundo
•Strong, director de un reformatorio de las alrededores
de donde se escapó esta pobre perturbada, a la que
por su estado la es imposible salir de aqui esta noche.
—No se apure, doctor, dijo la Duquesa. No faltan
habitaciones dispoifibles en el castillo y bien puedo,
hasta mañana, ocupar una esta desgraciada joven.
- G r a c i a s , muchas gracias, señora Duquesa; no espe-
raba menos de su generosidad.
Tomó ol pulso a la enferma en medio de! mayor si-
lencio, cuyo encanto rompió la delonneión de un revól-
ver bajo las ventanas del jardín y tras la detonación
una precipitada Ihuiiada a la puerta de la casa.
lira nada menos que el sargento general do la poli-
cía del distrito, que llegatia, por orden de sus jefes,
a procurar que cn el casfillo no ocurriese nada do
anormal.
La tranquilidad volvió a renacer en los corazones.
Además, como si esperasen la presencia del sargento,
los ladronea hablan vuello a colocar el collar en su
catuche.
El sargenío dudaba do todos y de todo.
—¿Quién es ese señor?—pregunló.
—Mi futuro pudre pujitico—contestó el Duque.
—¿Y ese otro?
—El doctor Slrong. Pero no debe usted dudar de
ellos, sargenío,
—Yo dudo de lodo el mundo. Parece mentira que
estén ustedes lan tranquilos. ¡Cómo se conoce quo no
saben lo ocurrido a un par de millas del castillo 1
—¿Qué ha ocurrido?-preguntó la duquesa.
—Han degollado a haclmaos a una pobre familia de
los alrededores.
A ninguno lo llegaba la camisa al cuello. Ileriberlo,
por manfoner su valor, hacia constantes incursiones al
lugar en donde la botella de Jerez mostraba su panza
ya mediada por las libaciones del fámulo.
—Vayanse todos a la cama. No necesito a nadie
para vigilar.
—iTíeriberfot Acompaña al doctor y a la enferma a
sus habitaciones, y tú mamá, vele también a descan-
sar, pues tantos suslo.s nos han puesto a todos de
punía el .sisleiiia nervioso.
L;i Duquesa se dispuso a subir a sii.s habitaciones
particulares. Dejó que Ueriberto acomodase al doctor
y a Ilo-sa y, despidiéndose de su bijo y de su futura
familia, se dirigió al piso superior, en el que t«n(ft
su cámara dormitorio.
No tardaron mucho los quo quedaban, en escucliar
un estridente grilo de la duquesa. Corrieron todos en
su bu.ica y la encontraron aterrorizada.
Subieron todos la escalera y, efectiva mente, en la
pared se dibujiílm la soüibra de una hacha que hizo
sollar una carcajada a Percy. fíe Iralaba de la sombra
de una hacha que una vieja armadura sostenía presa
en sus guanteleiea ric acero.
TranquilizáronFfi todos. Adentróse la Duqursti'en Bu
cámara y se despidieron ambos novios' con una itala-
meriu que el señor üowinij cortó diciendo a l'crcy :
—Deje ustívl en paz a mt hija, estúpido. No ha de
canarse jamás con usted, pues mañami mismo salí-
moH para nuestro -país.
De piedra quedóse Percy al escuchar aquellas pala-
bras. Menos mal que en los ojna de Mary le sonreía la
esperanza de un .jiinor •infinito. ,
•;•• -.-^-^-^j . ^ u ' •;. '^ '!•-.
líl señor Bowing acompañó a Mary a sus habitacio-
nes, l'crcy, suponiendo que hnlilan'an de él, después de
la radical derisión tomada por el ¡(adre de su novia,
se puso a escuchar Iras la puerla por lu que el señor
lloiving y su hija acallaban de desaparecer, procu-
rando no perder una silaba de la conversación.
El joven duque de Duneragnan, pudo comprobar que
Howing seguía decidido a regresar con Mary a Amé-
rica apena.i di'spuntara el día, quedando üesheclia la
I.HHia, definitivamente. Mary, on cambio, trataba do
15
vvsrtfl¿v%ArtArtrt^.vvvv%Artrt/vw%'vsi-jvv\rt/uvvvvvwv'JV
¡jüi-tíuiKJir a su padre ilo que eiiiiinurada de Perty no
sabría, en lo sucesivo, vivir B¡n él. Percy, seguiíi las
imlabnis de Slíiiy accimiautlo piir su cuenta. Vn le eU'
viaba uu biso; ¡/n SÚ liacMi la iluniúii de que aearicialia
una mano df la niuelmi'l]:! L-»:inilu, en realidad, .sólo bis
tíui'as entraban en jui;jífi; yii esteiuiia los brazut, dis-
pueslu a estrechar cunlia .su peebu a la eiii^auluduiM
juven. Estaba l'orey en esta última actitud, cuaudu se
abrió la puerta dando paso al señor llowinK, al que e'
atolon(haiiü ])iii)ue estrechó entre sus brazos.
—¡Jiula! Hiiiú íiaeiai.s aquí, títere f—e.^elaniü íurioso
el señor iioiving, seiiaráadose l.iriiscnmente del que pre-
tendía ser su yerno.
—CüMiprobalia si el eienc de las puertas olrceen AH-
(íuridad—iuienlü diaculparse l'ercj'.
—l'ueB si le sorprendo a ustetl de nuevo en esta ope-
ración, le ei-rraré yo a palos las coülillaii—le aiuena/.ó
el señor BoM'iiig, uietléndoso de nuevo en el cuarto de
su hija.
l'erii.v, cntonees, para evitar que ¡su íuluro .suegro
eumpliera !a iiiaeua/.a—y lo creía capuz do ello—cruzó
el pasillo j - se metió en oí Balón para couiproTíar si el
sargento eontinuuba vigilando.
i'ero antes, al pasar por delante del euurto en (pie
habían alojado a la loca y al módico, lo pareció oír
pulahras sospechosas y los encerró con llave.
El salón estalla desierto, l'ercy vió únicamente cómo
uua somlira se proyectaba en las vidrieras. I.o pareció
reconocerla, y sonriendo confiado cogió el aparato te-
lefónico que había sobre Cl velador y luego de llamar
brevonicnie, inquinó :
—i Jis usted 'f
—Si. yo soy. No tenga miedo, .señor duqui'. I-lslo.v
vigilando en las cuadras—lo respondieron.
—l'erfpctamentr.
— Í Y e' sargento, eslú en su put).stoP
-SI.
En aquel inslanto, el sargento entró en el salón,
fujuando inperlérriio su pipa.
—i'ucdo usted luarcbarsü a descansar. Yo sólo me
basto para vigilar el castillo—dijo el sargento.
Perey lau;¡;ó un largo busle/o, sonrió satisfecho de las
seguridades quo le daba el policía y repuso :
—Tiene razón, me voy a dormir. Vaya, basta nui-
üana.
El llamado Kalmundo ütrong, que se bacía pasar
l«ir medico du la nombrada liosa, dijo a esta, cuya
locura düsapare<.'la en cuanto estaba a sulua con su
cómplice :
—Todos los bubitaiilea del castillo deben dormir.
Hay que aiiudeiar.se de las jHírlas.
liosa protestó ;
—Yo no quiero exponerme a que mo sorprendan.
Tengo miedo.
—Hala, ein reciiisfar, haz lo que te digo. Te daré
la mitad del collar como regalo de nuestra boda.
La idea de poseer una joya de lanío valor como el
collar do los JJuncragnaii, aunque fuese dividida, cegó
a liosa, i a veía lucir en su garganta aquellas bermo-
sas perlas del más puro oriente y cedió :
—Vamos.
—Pero dime antes do quien es el iiiíio que has
traído.
—JJo unos titiriteros a quienes lo robó. Luego lo dc-
vol veremos.
Se oncaminaron a la puerta, tratando el falso mé-
dico do abrirla dando vuelta al picaporte. Pero la
puerta no cedió. Tiraron de ella con luerza sin ningún
resultado.
—litan cerrado con llave I—rugió líajmuudo.
liosa abrió la única ventana que tenía el cuartu,
comprobando que por ahi ora i:iiposible escapar, lisia-
ba bastante alta y además la tempestad no cedía,
dando a la noche una negrura pavorosa.
Entonces, el (jngido mcnJico, vio en un hueco cua-
drado do una de las paredes dos hachas cruzadas
como en una panoplia. Alcanzó una do ellas, y debajo,
en el muro, se aliñó una puertecilla secreta.
—iQuó descubrimiento I Estamos salvados—murmuró.
dejémoslos avanzar lentauíenic por el seereto y mis-
terioso pasillo y volvamos al salón, doude descubrire-
nioa un hecho curioso.
lil sargento—que resultó tan apócrifo como el médico
y la loca—, cuundo juzgó que el duque de Dunerag-
nau dormiría a pierna suelta como las demAs personus
que ocupaban el castillo, tomó una actitud completa-
mente ilistinia a la hasl.a entonces observada; co-
menzó a amontonar en el suelo cuantos cacharros ar-
tiaticotí do valor hahia descubierto en el castiho y, arro-
dillándose sobre ol pavimento del salón, extrajo do su
macferland varios paños de fina gamuza, en los que
fuú envolviendo los cacharros.
l'orcy, que no se había acostado, pues sus nervios
no lo hahian porniifido dormir, volvió al salón, sor-
prendiendo la faena de! língido sargento. Se deslizó
hasta ól, y, arrodillándose a su lado, lo facilitó su
operación alargándole los cacharros que quedaban, con
una sangre fría admirable. El otro no se aporcihió
16
'jv'Jw^r.nr.rj-'Jvvx^F.JV.^'jv.rM'vvvvvjvJv^
hasta que un bostezo de Percy le hizo volver la cabeza.
lil asombro del supuesto policía fuá enorme, pero
se recobró en .seguida y, al contemplar el rostro im-
pasible y la naturalidad con que el duque permanecía
junto a ól arrodillado, se encogió do hombros juz-
gándolo idiota y, colocando todos los paquetees que
había heclio sobro un paño grande, hizo un sólo en-
voltorio con el ([uc cargó, despoéa de ponerse en pie.
i'ercy se levanló asimismo. Al ladrón se lo ocurrió
entonces que le sería fácil deshacerse de un imbécil
como el duque y, con esto propósito, lo entregó el
envoltorio. I'ercy, como si se tratase do la cosa más
natural del mundo, lomó el lio. Pero, apenas lo hubo
efectuado, el falso sargento le atizó un puñeüizo en
el rostro y, mientras el joven retrocedía tambaleán-
dose por la fuerza del golpe recibido, su agresor to-
maba do sus brazos ol producto de su robo, dispuesto
a poner tierra por medio,
A iMísar del golpe, ol duque se serenó casi insíantá-
neamentc y, adelantándose sonriendo al ladrón, le
dijo con su habitual fiuura :
—áNo so le olvida a u.-íted alguna cosa de valor?
—i Caramba I Este idiota tiene razón-murmuró el
bandido.
Volvióse hacia Percy, que abrió la caja secreta,
disimulada por un cuadro on uno do Jos muros del
salón y, sacando de ella un estuche, so lo umstró al
ungido policía.
—Es el collar de perlas—deelnró el duque con senci-
llez, levantando la tap;t del esUicbe para (lue el ladrón
pudiera contemplar !a preciosa joya. V, cuando codi-
ciiiso Intentó apoderarse de ella, Percy tomó la revan-
i:ha descargando su puño sobre la cara del malhechor,
que dejó caer a tierra el envoltorio para defenderse;
pero un segundo puñetazo, éste torniidale, lo arrojó
contra un sillón, sobre el quo iiucdó desmayado.
Fuera seguía retumbando el trueno y lloviendo con
estrépilo.
Miiry, nervio.sa y preocupada .sin duda, como todos
los que habitaban el easlillo, se envolvió en un mag-
nítico abl•!^'^l de pieles y se encaminó al salón, segura
de que IVri\\, en una muhe en rpie se prodigaban los
sucesos mislcrioBOS, estaría en él vigilando. ECertiva-
¿Tengo condiciones para
ser artista de cine?
MANUEL BERNAL DE LOS SANTOS
Edad: 12 años. -Eslalura: 1'300 m.
Peso: 28 kg-Ojos y pelo, costó-
nos obscuros.-Cultivo el fulbol y
la peloto vascn.-E&I6 muy ade-
lantado en laenieñanzaprlmaiiQ.
v^A^^iVV^AAAA/vvw^rt^vvv%ftAívvvvvvvvv^^Lvvv^n.
mente, Mary comprobó con alegría que su prometido
estaba en vela.
Percy atrajo hacia sí a la joven, yendo a sentarse
con ella en el diván. La abruzó SuavoincnU; y luego
sacó el fariioso coliar de perlas, y dijo ;
--¡Cómo lucirá en tu suave y blanco cuello 1
—¡t>b!, sí, e.- muy hermoso—replicó 5iary entusias-
mada.
El idilio segin;i iraiiquilamente como si ningún pe-
ligro les amenazara. ííia embargo, el falso sargento
podíji volver en sí, y, por otra parte, Itaimundo
Strong y. liosa, caso de que éstos fueran los nombres
auténticos de los que so hablan asignado los papeles
de médico y de loca, respectivamente, seguían avan-
-lando por 'a galería secreta dispuestos a apoderarse
del collar que añora tenia ülary liowing entre sus
manos. V fué -Mary liowing la que, recordando la
peluda garra i|iie aquella ujísnia noche habla arreba-
tado el collar de su estuche, se sintió de nuevo presa
de páiúco, por lo que, interrumpiendo las frases
amorosas i apasionadas qiíe le dirigía el duque, ex-
clamó :
—¡Tengo miedo, Percy I ¿V si volviera el ladrón t
jY si nos degollaran a todos como esa familia que
nos contó el sargento?
Percy notó cómo temblaba su novia. Esbozó una de
sus eniguiáticas y trias sonrisas, una de aquellas son-
risas por las cuales el padre do la joven lo conside-
raba poco menos que imbécil, y repuso con calma :
—No tongas mietio, no tiembles tnientras estís junto
a tu Percy. Vo le defenderé de todos los peligros.
—(i Y nie amarás siempre como aliora? átíerás capaz
de dar siempre tu vida por mí?—inquirió Mary un
tanto tninquila ya.
—Si, siempre romo ahora, amor mío.
Elegnha n este punto el diálogo, cuando la estante-
ría que hahia tras el diván {KIT ellos ocupado se se-
paró de la pared por uno de los extremos, apareciendo
Kaiinundo Mrong y Rosa. El priu.ero esgrimía aún oi
baclia. .\v;iu.:ar[in con cautela liarla cerca del diván
en el iiue .Mary j Percj seguían arrullándose ajenos
al peligro (pie los acechaba, iíaimundo levantó el
liactia con un adeumn trágico, dispuesto a deswirgarla
sotire la calieza del duque. Pero Kusa, a la que repug-
naba el crimen, lo coniuvo, arruneando de sus manos
el arma terrilile. .\ pc'sar do esto, el bandido no quiso
rolroceder y se arrojó sobre l'eicy, echándole las ma-
uos al cuello para esirangutarlo, mientras su cóm-
plice arreliaialia de las Ue Mary el codiciado collar
de perlas.
Arary lanzó un grito de sorpresa y so levanló de
uu salto. Peicy logro hacer presa con sus brazos eu
la calieza qel oanoiüo, ipie le olitigó a dar la vuelta
ue camp.iiia pur encima del divun. Amtios rodaron
por el socio coutunaidos, empezando uua lucha teroz,
que Itüsa prtsencialia ímpasiUle y Mary horroriz;ida.
El peligro imijor para el duque era que el lalsu
sargento de puticm ñabia salido de su desmayo j ,
aunque de momento no logcaüa coordinar sus idiiis ni
eouijirenuer el por que de aquella pelea, se aprestaba
a toji.ar su desquite contra i'ercy Ashlield y a des-
aparecer luego Con los cacliarrus artísticos que antes
seteccíonaru y envolviera.
El ruido do la ludia despertó a todos los habitantes
del castillo y en un momenlo se encontraron en el
salón el señor Eoiving, la madre de Percy, la don-
cella y lleniierto, este en paiios menores, pues aun-
que ya en el vestíbulo se apercibió de su íaclia, en
su aiurdimieiito sólo se pu.so ia americana, ¡segundos
antes se baliian desluado en el salón dos individuos
ue baja esiatura, reelioiichos, con enormes bigotes,
con sombrero bombín, envueltos en sendos gabanes y
armados de pislolub. I-as manos las llevaban ombuti-
uaa en unos guantes, peinaos coUio los gabanes.
—¡Manos aiTilja!—grito uno de los extraños perso-
najes, que no eran otros que el detective que hablara
por Leleíoiio con Percy y un sargento—ésie autéuticu—
de la policía.
El seiior Eowiug, al ver la semejanza de aquellot
líos lípos, exclamó :
—¡Los hermanos siamcBcs 1
Los tres bandidos fueron maniatados por o! sargen-
to. L.no de oiios, precisamente el que se hizo pasar
lior policía, •espos:ido y todo, se bevaba un jarrón
oculto en el macferland.
l'arecla ya liaber renacido la calma, coando sonaron
fuertes aldabonazos. Como Heriberto no estaba pia-
sailauic, fué el mismo l'orcy a franquear la entrada.
Por ella se metieron dentro del caKiilio una mujer, uu
individuo con trazas de húngaro, un oso y un enano.
IJran los titiriteros a quienes llosa habla robado un
niño jiara hacer más patética su ungida locura,
Tras los sustos que produju la presencia del oso, a
lleriherto iiarticulariuente, les fué devuelto ol niño a
los pobres arli.stas ambulantes y. ya solos los hahi-
tunles del castillo y sus huespedes, el señor liowing
y su hija, el primero rectificó el juicio que hahia for-
mado sobre su futuro yerno, al que dijo :
—l'orcy, te entregaré con mucho gusto la mano de
.Mary. Eres digno de ella, por valiente y por caballero.
1 el señor liowing y Percy firmaron las paces be-
biendo sendos tragos de wisky,
FIN-