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Las estrategias de la conducta cognitiva se basan en la teoría de que los procesos de aprendizaje
desempeñan un papel crucial en el desarrollo de patrones de conductas inadaptadas.
La terapia cognitiva conductual suele consistir en una serie de estrategias concebidas para mejorar
el autocontrol.
Las técnicas específicas incluyen la exploración de las consecuencias positivas y negativas del uso
continuado, el auto-monitoreo para reconocer la compulsión por las drogas en una etapa
temprana y para identificar situaciones de alto riesgo para el uso, y la elaboración de estrategias
para afrontar y evitar las situaciones de alto riesgo y el deseo de usar drogas.
Un elemento central de este tratamiento es anticipar posibles problemas y ayudar a los pacientes
a desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces.
Las investigaciones indican que las destrezas que aprenden los pacientes a través de los enfoques
de la conducta cognitiva persisten después de terminar el tratamiento.
En varios estudios, la mayoría de las personas que recibieron un enfoque de conducta cognitiva
conservaron los logros que habían obtenido en el tratamiento durante el año siguiente.
La investigación actual se centra en la forma de producir efectos aún más contundentes mediante
la combinación de la terapia cognitiva conductual con medicamentos para el abuso de drogas y
con otros tipos de terapias conductuales.
En esta terapia el consumo de sustancias se considera una conducta aprendida que puede
modificarse; para modificar el consumo:
Explorar las consecuencias positivas y negativas del consumo.
Registrar la conducta para identificar los detonantes del consumo y las situaciones de
riesgo.
Elaborar estrategias para enfrentar las situaciones de riesgo y el deseo de usar drogas.
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/principios-de-tratamientos-para-la-
drogadiccion/enfoques-con-base-cientifica-para-los-tratamientos-de-la-dro-10
FARMACOTERAPIA
Para algunos pacientes, los medicamentos constituyen un elemento importante del tratamiento,
especialmente cuando se combinan con la terapia psicológica.
Las personas adictas a la nicotina, pueden emplear productos de reemplazo de la nicotina (parches
o chicles) como parte de un programa integral de tratamiento.
Los tres aspectos fundamentales del modelo son: la aceptación[el usuario acepta que su consumo
es una enfermedad crónica y progresiva que no puede controlar, que la vida se ha vuelto
inmanejable a causa de las drogas, que la fuerza de voluntad por sí sola no basta para superar el
problema y que la abstinencia es la única alternativa], la entrega, [el usuario se somete a un poder
superior, acepta el apoyo de sus compañeros de grupo en su recuperación y sigue las actividades
de recuperación establecidas en el programa de 12 pasos] y la participación activa[en las
reuniones de 12 pasos y actividades afines].