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Nivel constitucional

La Constitución es el medio específico más adecuado para reconocer y garantizar


(positivizar) los derechos humanos.

Es a finales del siglo XVIII cuando aparecen las primeras Constituciones que reconocen
estos derechos como la de VIRGINIA de 1776 o la DECLARACIÓN DE DERECHOS DEL
HOMBRE Y DEL CIUDADANO FRANCESA de 1789, que precede a la CONSTITUCIÓN de
1791.

La principal finalidad del Estado consistía en la defensa de las libertades fundamentales, por
lo que estas debían proclamarse expresamente en las normas de mayor rango que son las
constituciones. Se pensaba que, siendo la constitución superación de la voluntad popular no
había lugar más adecuado.
El siglo XX
Se caracteriza por la consolidación de los derechos humanos económicos, sociales y
culturales y se produce una integración de los derechos civiles y políticos con los
económicos, sociales y culturales.

Son ejemplo de ello CONSTITUCIÓN MEXICANA de 1917 y la CONSTITUCIÓN DE


WEIMAR de 1919. En ambas se produce un intento de conciliar los derechos de libertad
con los derechos de igualdad y sirven de modelo para futuras consecuciones como la
CONSTITUCIÓN REPUBLICANA ESPAÑOLA DE 1931.

A partir de la 2ª guerra mundial un gran número de Estados proceden a reformar sus


constituciones para garantizar no sólo los derechos individuales sino también los derechos
económicos sociales y culturales. Este planteamiento se apoya en la concepción de que el
Estado tiene obligaciones positivas frente los ciudadanos, tales como proporcionar trabajo,
asistencia sanitaria, educación y cultura. Se trata de hacer real la concepción del Estado
Social y Democrático de Derecho.

Entre las anteriores están LA CONSTITUCIÓN ITALIANA DE 1947, Y LA LEY


FUNDAMENTAL DE LA REPÚBLICA FEDERAL ALEMANA DE 1949, heredera de la
constitución de Weimar, la , la PORTUGUESA DE 1976, O LA ESPAÑOLA de 1978.
La última de las importantes declaraciones constitucionales de derechos en el siglo XX es
LA LEY BRITÁNICA DE DERECHOS FUNDAMENTALES DE 1998 cuyo objetivo es según
su preámbulo, el de " intensificar la eficacia de los derechos y libertades garantizados por el
CONVENIO EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS.
http://www.cverdad.org.pe/ifinal/conclusiones.php

JERARQUÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS


Una característica esencial de los derechos hu-
manos internacionalmente reconocidos, 'es que su
desarrollo ha sido y es producto de un incesante
proceso histórico. Con ello se destaca que el
conjunto de derechos específicos que hoy integran ese amplio elenco, al que podemos
denominar
globalmente "Derechos Humanos", se ha ido acre-
centando progresivamente como resultado de nuevas declaraciones, convenios y pactos
internacionales.
Esta situación de constante crecimiento o am-
pliación de la gama de derechos que integran los
derechos humanos, ha generado algunas consecuencias que nos interesa resaltar. Una de
ellas consiste en que se hayan ensayado con fines principalmente, aunque no
exclusivamente, pedagógicos - clasificaciones, tipologías, o categorizaciones al interior de
los
derechos humanos. Otra conlleva que se haya suscitado una interesante discusión acerca
de si todos los derechos que conforman el elenco de derechos humanos tienen igual valor o
si, por el contrario, existe alguna jerarquización o prevalencia entre éstos

La interpretación de los derechos humanos


En su condición de norma jurídica, la interpretación de la Constitución se
encuentra supeditada a las reglas básicas y generales de toda exégesis jurídica, pero
posee aspectos particulares, al mismo tiempo que, como norma suprema, supone el criterio
hermenéutico fundamental de todo el ordenamiento jurídico. Dentro de esa interpretación de
la Constitución encontramos la de los derechos fundamentales que forman parte de la
mayoría de las constituciones y que son aún más particulares en cuanto a su interpretación;
ya que poseen rasgos distintivos que hace que su interpretación se realice de forma
diferente
a cualquier otra norma jurídica. Se tiene por una parte el lenguaje utilizado al
constitucionalizarlos; y por otra, una fuerte carga emotiva que condiciona e infuye su
interpretación.
Las constituciones contienen insertos en ella a los derechos fundamentales, sin que se
especifque un signifcado concreto, por lo que corresponde a los
operadores jurídicos llevar a cabo la interpretación de ellos. En primer lugar, dicha tarea es
del legislador y posteriormente al resto de los sujetos que utilizan el derecho, los cuales
poco a poco van delimitando su signifcado, siendo clave el
papel de la interpretación (Peces- Barba, 2004: 305).
En el plano constitucional los derechos fundamentales aparecen positivizados
a través de dos sistemas: el de la lexgeneralis o de cláusulas generales y el de las leges
speciales o casuístico, métodos que a su vez pueden combinarse en un sistema mixto que
es frecuentemente utilizado en las constituciones; en el sistema de cláusulas generales los
derechos fundamentales aparecen consagrados en forma
de valores o principios, mientras que en el sistema de leyes especiales o casuístico se
positivizan como normas específcas que concretan y pormenorizan el alcance de dichos
derechos. Lo que supone que en el último supuesto los derechos básicos se encuentran
expresados en forma de reglas, por lo que no existen características importantes respecto
de su interpretación y pueden seguirse los métodos
utilizados para las demás normas.
Las características de los derechos fundamentales se han clasifcado en externas e internas,
las primeras se referen a la relevancia social e individual, pero también a la contemplación
de los derechos como instrumentos de legitimación
del sistema jurídico; las segundas afectan al resultado de la interpretación de los
derechos fundamentales y nos recuerdan su signifcado para el sistema.El signifcado que un
operador jurídico otorgue a un derecho es distinto según lo interprete, pudiendo ser, entre
otros, desde el punto de vista iusnaturalista
o positivista; desde una posición liberal o socialista; según se quiera primar la perspectiva
ética o la jurídica; según se defenda una interpretación subjetiva u
objetiva. No sólo infuirá en la interpretación de los derechos la posición teórica
que el intérprete posea de los mismos, sino también su concepción del derecho en
general (Peces-Barba, 2004:305).
Existen diferentes puntos de vista que inclinan a preferir unos argumentos u otros en la
solución de problemas de interpretación y la aplicación de los derechos fundamentales, así
como paradigmas o modelos consecuentes de la experiencia
histórica doctrinal del constitucionalismo que proporcionan argumentos coherentes para
concretar la norma; con la fnalidad de reducir la complejidad del proceso argumentativo y
crear seguridad jurídica en la interpretación. Lo
que se conoce como marcos de interpretación o como teorías de los derechos
fundamentales.
Las teorías aportan argumentos de forma alternativa o conjunta de consideración al debate,
lo que puede explicar que normalmente la jurisprudencia constitucional no es refejo de una
sola teoría, aunque en la interpretación de cada derecho concreto tienda a prevalecer una
teoría u otra; en virtud de que no todas las teorías son igualmente convincentes para cada
problema en particular, siempre y cuando sean adecuadas y no contravengan a la
Constitución y a los tratados internacionales sobre derechos humanos.

¿En qué consiste La Interpretación de los Derechos Humanos, o qué es interpretar los
Derechos Humanos, es una interpretación especial?
El operador jurídico que pretenda interpretar un derecho fundamental tendrá que sujetarse a
ciertos principios y reglas consustanciales en las mismas, es decir a los principios
contenidos en las declaraciones de los derechos humanos, tratados, acuerdos
internacionales, pactos; para ello tendrá que adoptar el criterio sistemático.
Nuestra constitución señala en la cuarta disposición final y transitoria que a la letra dice: que
los derechos fundamentales se interpretan de conformidad con los tratados, convenciones
internacionales.
Lo que significa que el Estado debe de garantizar una protección mínima hacía los
Derechos Humanos, conforme a los tratados internacionales, Exp N° 3081-2007-PA/TC.

Principios de Interpretación de Derechos Humanos


- Principio Pro Homine: Siempre los derechos humanos, deben ser interpretados en lo más
favorable a la persona humana.
- Principio Pro Libertate: Siempre deben interpretarse en caso de duda optimizar la máxima
expansión del sistema de libertades constitucionalmente.
- Principio de Expansión: Recomienda interpretar lo derechos de manera extensiva y nunca
restrictivamente.
Principio de Interacción: En caso de conflicto entre lo prescrito por una norma internacional
y una nacional, en la que debe adoptarse aquella que favorezca más a la persona humana
- Principio de Promoción: Los jueces deben dejar de lado su tradicional imparcialidad e
inclinar la balanza a favor del goce de estos derechos.
- Principio de Universalidad: Los derechos humanos, son inherentes a la persona, anteriores
y superiores al Estado; por tanto son aplicables sin ninguna discriminación en cualquier
parte del mundo. No se aceptan limitaciones por consideraciones de carácter cultural,
político y seguridad nacional.
- Principio de Indivisibilidad: Los derechos humanos, deben ser considerados de manera
integral sean éstos de Primera, Segunda o Tercera generación
Entonces se prodria decir que la interpretación de los Derechos Humanos, definitivamente
es una interpretación especial, donde se requiere necesariamente adoptar un criterio
sistemático basado en principios, contenido en Declaraciones, Tratados, Convenciones
Internacionales, etc.
Que al Interpretar estos derechos, deben alcanzar una protección mínima por parte del
Estado, en virtud a la protección contenida en los Tratado y declaraciones de los Derechos
Humanos.

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