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INTRODUCCIÓN
Comúnmente sucede que el fiscal del Ministerio Público, solicita la práctica de esta
diligencia por tener conocimiento que en el lugar se hallan armas de fuego de calibre
prohibido, o que en dicho lugar se encuentra oculta la persona evadida o con orden de
aprehensión librada por juez competente, pero al efectuar el registro se encuentra con
elementos de prueba (drogas o estupefacientes u otros objetos que con anterioridad fueron
sustraídos en otro hecho delictivo) que acreditan la comisión o existencia de otro delito
distinto al que se investiga o que afectan a un tercero no inicialmente investigado y que se
descubre por casualidad o en forma ocasional, cuyo hecho obviamente no estaba incluido en
la resolución judicial que habilita una medida restrictiva de derechos, y el fiscal en ese
momento necesita realizar el levantamiento de indicios, el secuestro de cosas, el cierre de un
establecimiento, etcétera, que tienen relación con el nuevo hecho descubierto casualmente,
es en estos particulares casos en que el fiscal del Ministerio Público, a cargo de la
investigación, se encuentra ante una incertidumbre, respecto a la manera en que va
encaminar su actuación en lo que atañe al nuevo hecho descubierto por casualidad y
revestir de legalidad esta actuación ministerial y pueda constituirse en una prueba
contundente y valorada positivamente en la sentencia respectiva.
2
Lo anterior ha llamado poderosamente la atención, razón por la cual
decidí trabajar la tesis de graduación que he intitulado: “EL TRATAMIENTO DE LOS
HALLAZGOS OCASIONALES EN LAS DILIGENCIAS DE ALLANAMIENTO,
INSPECCIÓN Y REGISTRO PRACTICADAS POR EL MINISTERIO PÚBLICO” y
brindar las recomendaciones que sean atinentes a la actuación ministerial a efecto
que las diligencias practicadas revistan de legalidad y además se propondrán
mecanismos para propiciar que las mismas puedan ser valorada positivamente en el
juicio respectivo, caso contrario, tales diligencias serían desestimadas por el tribunal
que conozca del debate oral y público, por no reunir los requisitos que establece el
ordenamiento jurídico.
CAPÍTULO 1
EL PROCESO PENAL
1
Consulta en internet al sitio: https://definición.de/proceso penal/. Efectuada el 10-12-17, a las 13:38 horas.
2
SILVA SILVIA, Jorge A., “Derecho Procesal Penal”. Colección Textos Jurídicos Universidad Harla. México. 103.
6
jurisdiccionales al Juzgado de Ejecución Penal correspondiente, o bien es
archivada al contener una sentencia absolutoria.
3
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD DE GUATEMALA. Gaceta 94. Expediente 2754-2009. Auto de fecha 01-12-
2009.
4
OSSORIO Y FLORIT, Manuel. “Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales”. Editorial Heliasta S.R.L.
Buenos Aires, Argentina. 1981. 437.
7
precedente y ésta a su vez de ocasión a la que viene después, sin que tal
orden lógico pueda ser alterado”.5
10
HERRATE, ALBERTO. Ibídem. 53.
11
LEVEVE, Ricardo. Manual de Derecho Procesal Penal. Tomo I. Ediciones Depalma. Buenos Aires, 1999. 212.
10
Esta teoría se orienta en contraposición a la teoría de la relación
jurídica, porque expone que no existe ninguna cooperación de voluntades
encaminadas a un mismo fin, como es la sentencia; puesto que si bien es
cierto que la cosa juzgada es el fin del proceso, y que según algunas teorías la
sentencia tiene eficacia de negocio jurídico material a los actos procesales
cabría atribuirles la calidad de negocios jurídicos y no de relación jurídica.
14
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD DE GUATEMALA. Gaceta número 24, expediente número 141-92,
sentencia del 16-06-92.
13
situación e interpone los recursos que estima atinentes, los cuales son declarados
sin lugar, ya que se debe tomar en cuenta, además del principio de igualdad, el
principio de supremacía constitucional que implica que en la cúspide del
ordenamiento jurídico está la Constitución y ésta, como ley suprema, es vinculante
para gobernantes y gobernados a efecto de lograr la consolidación del Estado
Constitucional de Derecho.
Este es un principio que tiene relación directa con el derecho al debido proceso
ya que ese juicio previo al que toda persona tiene derecho debe efectuarse ante un
juez dotado de jurisdicción y competencia, de no ser de esa manera, se estaría
conculcando este principio que por mandato constitucional tiene todo guatemalteco,
como lo es a un juez natural.
La tutela de los derechos se ejercita por medio del proceso y entendido éste
como una contienda civilizada y legal entre las partes, estas tienen absoluta
necesidad de que sus derechos tutelados queden agrupados en dos derechos más
generales: uno, el derecho a juez legal o juez ordinario predeterminado por la ley, y
dos, el derecho a un debido proceso. 15
17
Chacón Corado, Mauro. Ibídem. 253.
15
nacieron conforme el sistema anterior a la vigencia de la actual Constitución, por
motivos de continuidad y seguridad jurídicas, de manera que sólo aquellas
18
disposiciones que lo contraríen podrían tener vicio de inconstitucionalidad”.
Se considera parte de las garantías procesales en tanto define cuales van a ser
los actos u omisiones que se van a conocer dentro del proceso penal y delimita
cuales van a ser las penas o medidas de seguridad que se pueden llegar a imponer
como resultado de un proceso justo y con todas las garantías de defensa.
18
Corte de Constitucionalidad de Guatemala. Gaceta No. 93. Expediente No. 3460-2008, sentencia de fecha 22-
09-2009.
19
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal y compañeros. Curso de Derecho Penal Guatemalteco. Editorial Talleres de
Edi. Art. Guatemala 1969. 159.
16
Esta garantía está establecida en el artículo 17 de la Constitución Política de la
República de Guatemala, al indicar que: “No hay delito ni pena sin ley anterior. No
son punibles las acciones u omisiones que no estén calificadas como delito o falta y
penadas por ley anterior a su perpetración”.
20
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD DE GUATEMALA. Gaceta 79. Expediente 1122-2005, Sentencia de fecha 01-
02-2006.
17
Los principios tienen relación directa con las garantías consagradas en la
Constitución Política de la República de Guatemala, de ahí deviene la importancia
que merece un tratamiento especial, que se desarrollará a continuación.
21
GOZAINI, Oswaldo Alfredo. El Principio de legalidad de las formas. Sitio Wew:
revistaspucp.edu.pe/index.php/derecho y sociedad/article/downland//17429/17709. Consulta efectuada el 13-
12-17. A las l4:35 Horas.
19
Guatemala y desarrollado por los artículos 3 y 4 del Código Procesal Penal,
que propulsan que los tribunales y los sujetos procesales no podrán variar las
formas del proceso, ni la de sus diligencias o incidencias y por consiguiente
nadie podrá ser condenado, penado o sometido a medida de seguridad y
corrección, sino en sentencia firme, obtenida por un procedimiento llevado a
cabo conforme las disposiciones de dicho Código y a las normas de la
Constitución.
Es decir, que al variar las formas del proceso penal las partes tienen la
facultad de interponer los recursos y acciones respectivas, por ejemplo el de
nulidad de una diligencia o un recurso de reposición, con lo cual es factible
que el órgano jurisdiccional al reexaminar lo actuado pueda corregir el error
cometido y dictar lo que corresponda en derecho como un remedio procesal.
Por supuesto, si la parte afectada por el error de la forma, no objeta la
decisión o diligencia, en forma y tiempo, caduca la facultad respectiva ya que
los plazos fijados por la ley son improrrogables conforme al artículo 151 del
Código Procesal Penal.
20
CAPÍTULO 2
22
PAR USEN, José Mynor. El juicio Oral en el Proceso Penal Guatemalteco. Talleres de Centro
Editorial Ville. Guatemala, Año1997. 163
23
CHACÓN CORADO, Mauro. Ibídem. 65 y 66.
22
que, por tanto, asumen la titularidad de las relaciones que en el mismo se
crean, con los derechos, las cargas y las responsabilidades inherentes”. 24
26
BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. 301.
27
LEAL BARRIENTOS, Mario. Guía Conceptual del Proceso Penal. Tema: El Querellante
Adhesivo. Unidad de Modernización del Organismo Judicial. Guatemala. Año 2000. 149.
28
Artículo 122 del Código Procesal Penal.
29
Par usen, José Mynor. Ibídem174.
26
“El actor civil es el sujeto secundario del proceso penal que, por sí o
por representante, hacer valer una pretensión reintegradora patrimonial con
fundamento en la afirmación del daño causado por el hecho que es objeto del
proceso. Se ubica en posición activa frente a la cuestión civil que él mismo
introduce como objeto secundario del proceso; y su intervención es accesoria,
por cuanto el proceso penal no se afecta con su ausencia. Se diferencia del
querellante porque no tiene injerencia en la cuestión penal cono en la medida
en que interesa para fundamental la pretensión privada”.30
2.3.6 El Sindicado
30
Chacón, Mario. Guía Conceptual del Proceso Penal. Tema: La Acción Civil. Unidad de
Modernización del Organismo Judicial. Guatemala. Año 2000. 148.
31
Chacón, Mario. Ibídem. Página 155.
32
Leone, Giovanni. Tratado de Derecho Procesal Penal. Trad. De Santiago Sentis Melendo. Tomo I.
Ediciones Jurídica. Europa-América. Buenos Aires. 1963. Página 507.
33
Porras, Gloria Patricia. Guía Conceptual del Proceso Penal. Tema: El imputado y su defensor.
Unidad de Modernización del Organismo Judicial. Guatemala. Año 2000. Página 120.
27
“Para comprender mejor la denominación que puede recibir una
persona sindicada de un delito, es preciso hacer la siguiente relación: Es
imputado, desde el momento en que se señala a una persona de haber
cometido un delito. Es procesado, cuando ya se haya dictado auto de
procesamiento., Es acusado, cuando el Fiscal del Ministerio Público, haya
formulado su acusación ante el órgano jurisdiccional competente. Es
enjuiciado, desde el momento en que se realiza el juicio moral y público ante
el Tribunal de Sentencia. Y es condenado cuando la persona enjuiciada haya
obtenido una sentencia condenatoria y ya está cumpliendo la pena en el
centro penitenciario respectivo; caso en el cual puede considerársele también
como ejecutado, aunque precisa señalar que este concepto, es más usado en
los países donde existe con rigurosidad en la imposición de la pena de muerte
(…)”34
CAPÍTULO 3
34
Par Usen, José Mynor. Ibídem. Página 166.
35
Porras, Gloria Patricia. Ibídem. Página 121.
28
3.1 Actos Introductorios
3.1.1 La Denuncia
36
CLARÍA OLMEDO, Jorge. “El Proceso Penal. Ediciones Depalma. Buenos Aires, Argentina. 1989. 11
29
La denuncia es el acto mediante el cual alguna persona, que ha tenido
noticia acerca del hecho delictivo inicial, lo pone en conocimiento de alguno de
los órganos estatales encargados de la persecución penal (policía, fiscales,
jueces). Esta persona podrá ser alguien involucrada en algún modo en ese
conflicto; por ejemplo, la víctima o algún familiar, o cualquier otra persona que
por diversas razones haya conocido el hecho, como testigo presencial o
referencial”.37
3.1.3 La Querella
40
ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE. Constitución Política de la República de Guatemala. Arto.16
41
CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA. Ibídem. Arto. 212.
42
CLARÍA OLMEDO, Jorge Ibídem. 231.
31
Por su parte Miguel Fenech, al respecto afirma: “Es un acto procesal
consistente en una declaración de voluntad dirigida al titular de un órgano
jurisdiccional, por el sujeto, además de poner en conocimiento la noticia de un
hecho que reviste los caracteres de delito o falta, solicita la iniciación de un
proceso frente a una o varias personas proponiendo que se realicen los actos
encaminados al aseguramiento y comprobación de los elementos de la futura
pretensión y de resarcimiento”43
1) Es un acto procesal por medio del cual se inicia un proceso penal; 2) es una
declaración de voluntad en la que se pone en conocimiento la comisión de un
delito o falta ante el órgano jurisdiccional competente; 3) Puede ser formulada
por cualquier persona, en los casos de delitos de acción pública, pero si es
delito de acción privada, su presentación corresponde al agraviado; 4) el
querellante debe proponer las evidencias, informaciones y pruebas que
fundamentarán la acusación; 5) Se solicita una sentencia de condena contra el
acusado y la reparación digna, en su caso.
43
FENECH, Miguel. Derecho Procesal Penal. Vol. 1. 3eera. Edición. Editorial labor S.A. Barcelona. 1960. 529
44
HERRARTE, Alberto. Derecho Procesal Penal. Editorial Vila Guatemala. 1993. 337.
32
iniciar la persecución penal en contra del imputado y no permitir que el delito
produzca consecuencias ulteriores.
En el Manual del Fiscal, se afirma que dicha figura jurídica procede cuando: “1.
Sea manifiesto que el hecho no es punible. La punibilidad del hecho puede venir por
la ausencia de tipicidad o por ser obvia la existencia de una circunstancia eximente.
2. Sea manifiesto que no se puede proceder por existir algún obstáculo a la
persecución penal.” 49
47
CONGRESO DE LA REPUBLICA. Ibídem. Arto. 298 numeral 1).
48
BARRIENTOS PELLECER, César. Derecho Procesal Penal Guatemalteco”. Editorial xxx. Año…Pag.
49
MANUAL DEL FISCAL. Editorial xxx, Página.
35
En estos casos, que son un buen porcentaje, los fiscales del Ministerio
Público, optan por archivar los expedientes si de las investigaciones realizadas no es
posible obtener más información si en el hecho hubo mano criminal, claro está que
es susceptible de reabrirlo si surgieren nuevos indicios que dieren como corolario
una pesquisa que el hecho puede ser calificado como delito y que existe persona
sindicada del mismo.
Esta fase del proceso inicia con la formulación del escrito acusatorio del
Ministerio Público, donde solicita al juez de Primera Instancia Penal, quien al recibir
el memorial, señala audiencia para determinar si procede o no la apertura de juicio
oral y público. En la práctica se le denomina juicio oral resumido ya que se termina
en una sola audiencia, y en la misma donde el juez pueda dar por concluido el
procesa de manera anormal,
CAPÍTULO 4
LA PRUEBA
CAPÍTULO 5
En casi todas las actuaciones judiciales que se tramitan ante los órganos
jurisdiccionales, se tiene noticia de la comisión de otros delitos que requieren ser
investigados, en estos casos se ordena certificar lo conducente y se remite al
Ministerio Público, para que inicie la persecución penal sobre el nuevo hecho
descubierto, y no existe mayor problema jurídico, como lo vimos ampliamente en
párrafos anteriores.
Cuando el Ministerio Público, practica diligencias en la etapa preparatoria y
se encuentra con hallazgos inevitables es que debe dar el tratamiento debido a
estos nuevos hechos descubiertos por casualidad para revestirlos de legalidad,
como se analizará más adelante.
38
51
Mendoza G. Lissette Beatriz y Ricardo Mendoza Orantes. Ibídem. Página 49.
39
52
Ossorio y Florit, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Editorial Heliasta
S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1981. Páginas 51 y 52.
53
Artículo 187 del Código Procesal Penal.
54
Cabanellas de Torres, Guillermo. Ibídem. Página 346.
55
Cabanellas de Torres, Guillermo Ibídem. Página 87
40
Lo que se entiende que es el consentimiento que presta aquel que,
requerido por quien hubiere de efectuar el registro, ejecuta por su parte los
actos necesarios que de él dependen para que pueda tener efecto, sin poder,
entonces, invocarse la inviolabilidad de la vivienda que la Constitución
reconoce.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
ANEXOS
Bibliografía