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TABLA DE CONTENIDOS
Introducción................................................................................................ - 2 -
Bibliografía ................................................................................................- 18 -
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INTRODUCCIÓN
En esta unidad nos referiremos a los cambios en el contenido de agua corporal que
experimentan el feto y el recién nacido (RN). Vamos a explicar los mecanismos que
regulan estos cambios en los espacios intra y extracelular.
Tanto el metabolismo del agua como las pérdidas insensibles a través de la piel son
procesos fisiológicos de gran trascendencia en el período neonatal. En esta etapa
existen diferencias evidentes en los mecanismos de ambos aspectos con relación al
niño mayor y el adulto. Por eso es necesario que conozcamos los puntos principales
de estos procesos, ya que nos será de gran utilidad, en especial en el manejo de los
RN enfermos y en los prematuros extremadamente pequeños
En todos los períodos del desarrollo y en todas las edades, el agua es el mayor
componente de la masa corporal. Sin embargo, a medida que el individuo crece,
se producen cambios importantes y graduales, tanto en la cantidad relativa de agua
como en su distribución en el organismo. Es importante que conozcamos estos
cambios para comprender el comportamiento de nuestros pacientes en distintas
situaciones fisiopatológicas.
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Tradicionalmente, el agua corporal total (ACT) se suele distribuir en dos grandes
compartimentos íntimamente relacionados entre sí:
• el volumen plasmático,
• el líquido intersticial, y
• el AIC.
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Lo más importante que debemos considerar y recordar es que la cantidad de
agua en estos tres espacios difiere totalmente en el feto y el RN que en el adulto. Y
que estos cambios, como ya dijimos, tienen lugar progresivamente, sobre todo
durante la etapa intrauterina y en los primeros meses de vida posnatal.
Por un lado, el agua extracelular total o AEC disminuye rápidamente en las últimas
semanas de gestación y en las primeras de vida posnatal debido, sobre todo, a una
disminución del líquido intersticial (LI), mientras que las variaciones en el volumen
plasmático o VP son menores, y permanen entre el 4 y el 5% del peso corporal
total.
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Estos cambios en la distribución del agua continúan en el período neonatal y en los
primeros meses de vida. Vamos a observar que se produce una continua
disminución del ACT hasta los nueve meses de edad, cuando representa el 62% del
peso corporal. De manera simultánea, alrededor de los dos meses de vida el AIC
alcanza su máxima proporción (el 43%) y el AEC ha disminuido hasta representar
el 30% de la masa corporal. A partir de allí, tanto el AEC como el AIC muestran, a
lo largo del tiempo, una lenta disminución con relación al peso corporal, como se
observa en la figura 2.
2 meses 9 meses
AIC: AGUA INTRACELULAR. AEC: AGUA EXTRACELULAR. ACT: AGUA CORPORAL TOTAL.
Esta distribución del agua es la que permite el equilibrio fisiológico entre los
diferentes compartimentos merced a gradientes electroquímicos a través de las
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membranas que los separan. También enfatiza el papel del espacio extracelular
como un “escudo” que protege al intraceluar de los cambios del medio ambiente.
Esta presión osmótica se pone de manifiesto cuando dos soluciones con diferentes
concentraciones de partículas disueltas están separadas por una membrana
semipermeable como es, por ejemplo, la membrana capilar. Las moléculas que
debido a su tamaño no son capaces de cruzar la membrana se denominan
coloides, y son responsables de la presión oncótica de la solución.
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Al pH fisiológico, la carga neta de proteínas plasmáticas es negativa, por lo tanto,
los iones con carga positiva (especialmente el Na) son atrapados por esas proteínas
para mantener la electroneutralidad a través de la membrana capilar. Así, resulta la
presión coloideo osmótica, que es el 50% mayor que la que ejercerían las
proteínas solas.
La regulación del movimiento de los líquidos a través de una membrana capilar fue
descripta por Starling en 1896. La denominada “ley de Starling” se expresa por
medio de la siguiente ecuación:
La fórmula nos muestra que la dirección del flujo entre los espacios intravascular e
intersticial depende de la interacción de las llamadas fuerzas de Starling, a saber:
• el flujo linfático.
El balance entre estos factores produce una fuerza neta de entre 10 y 15 mmHg en
la arteriola final, haciendo que el líquido fluya del espacio intravascular al
intersticial. En contraste, los mismos factores actuando en la vénula producen una
fuerza igual pero negativa, lo que genera el flujo de líquido en sentido inverso.
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Flujo linfático en el feto y el RN
Para que se comprenda mejor, podemos resumir estos conceptos del siguiente
modo: el líquido pasa del plasma al intersticio por el efecto combinado de los
gradientes de presiones hidrostática y coloideosmótica a nivel de la membrana
capilar. El sistema linfático balancea este egreso bombeando LI hacia la circulación.
Por lo tanto, en condiciones ideales, el balance entre el VP y el LI está determinado
por la relación entre la filtración capilar y el flujo linfático.
Sin embargo, este mecanismo no es sostenible por mucho tiempo ni suficiente ante
los cambios severos de volumen, dado que las modificaciones importantes de las
concentraciones de potasio pueden tener consecuencias nefastas para la función
celular. Para regular la pérdida o la ganancia de los solutos osmóticamente activos,
las células disponen en su citoplasma de pequeñas moléculas llamadas osmolitos
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orgánicos, compuestos cuyos niveles pueden cambiar significativamente sin
producir efectos nocivos para la célula. Estos osmolitos orgánicos son de tres
clases:
Antes del nacimiento, los pulmones fetales están llenos de líquido que es
activamente producido por una secreción de iones cloruros hacia los alvéolos. El
exceso de producción es eliminado al líquido amniótico a través del árbol
respiratorio. Cada 24 horas, el volumen de líquido pulmonar que produce el feto es
de gran magnitud, ya que representa entre el 10 al 15% de su peso corporal. Como
ejemplo, podemos señalar que un feto de 2000 g produce diariamente entre 200 y
300 mL de líquido pulmonar. Luego del nacimiento, esta cantidad significará una
importante fuente de líquido que el RN debe metabolizar.
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Como en otros procesos fisiológicos que estamos describiendo a lo largo del curso,
el nacimiento significa un punto de inflexión en donde se producen intensos
cambios que permitirán que la adaptación al medio extrauterino se realice en forma
adecuada. Veremos ahora los principales eventos que ocurren antes y después de
nacer en el metabolismo del agua.
• las contracciones uterinas que producen una compresión directa del feto
aumentando la presión vascular;
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Cambios posnatales durante la transición al ambiente extrauterino
Aun cuando son escasos los datos acerca de los mecanismos fisiológicos en esta
etapa, podemos inferir que ocurre una secuencia clara de hechos.
Los estudios confirman que la pérdida de peso en los primeros días de vida, que es
de alrededor del 5 al 10 % en condiciones habituales, se produce a expensas de
una pérdida de agua más que a un estado catabólico, como se había sugerido
antes. Además, esta agua proviene del LI, mientras que el VP y el AIC permanecen
estables o disminuyen levemente. Asimismo, el descenso de peso se asocia con un
aumento de la diuresis, un balance negativo de Na y un incremento en la natremia.
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Lo que hemos descripto puede estar influido por algunos factores relacionados con
el momento del parto. Si bien carecemos de estudios bien controlados y con un
número suficiente de casos, se sugiere que el ACT, el AEC y el AIC están
incrementadas en los RN por cesárea comparándolos con los nacidos por vía
vaginal. Lo mismo podemos decir de las madres que reciben grandes cantidades de
líquidos endovenosos durante el trabajo de parto o medicaciones que pueden
alterar su metabolismo hídrico, como corticoides y útero inhibidores. Todas pueden
tener potenciales repercusiones sobre el feto y el RN, tales como incremento del
AEC, hiponatremia y trastornos en la adaptación pulmonar.
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intervención. Somos nosotros, médicos y personal de enfermería, quienes
conociendo detalladamente los cambios que se producen en este período podremos
actuar para contribuir a que la adaptación a la vida extrauterina sea lo más
fisiológica posible.
El agua que se evaporar proviene del AEC; por capilaridad, pasa a través de las
capas de la piel (de la dermis y la epidermis), llega a su superficie y, en contacto
con el aire y en condiciones adecuadas, se evapora.
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conceptualmente este mecanismo del sudor, que es un proceso activo de
termorregulación en condiciones especiales.
La epidermis del embrión y del feto carece completamente de estrato córneo hasta
la semana 22 de gestación; es por lo que hasta ese momento actúa como una
membrana permeable que permite la difusión de agua entre el AEC del feto y el
líquido amniótico.
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El valor de la PIA en un prematuro varía considerablemente con relación a los
siguientes factores:
• la edad posnatal;
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• Con relación al nivel de humedad en el ambiente, a medida que la
humedad es menor la PIA aumenta sensiblemente y viceversa si la humedad
ambiental es alta. Veamos unos datos que expresan bien este fenómeno: en
el primer día de vida, un RN de 1000 g colocado en un ambiente con una
humedad del 20% pierde por la piel una cantidad de agua equivalente a 1/5
de su peso, es decir, 200 g/24 h. Si el ambiente tiene una humedad del
80%, la pérdida de agua se reduce a 53 g/24 h, es decir, cuatro veces
menos.
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Es esencial que el RN se encuentre en un
ambiente de alta humedad, aspecto que
probablemente sea el más importante para
tener en cuenta.
A MODO DE CIERRE
En la primera parte de esta unidad, hemos revisado los aspectos más salientes del
metabolismo del agua y su estrecha relación con la regulación de los electrolitos, en
especial el sodio plasmático. En la inmensa mayoría de los RN de término sanos, los
mecanismos que regulan este metabolismo se comportan adecuadamente en forma
espontánea y, eventualmente, con mínimas intervenciones naturales, como por
ejemplo la temprana puesta al pecho.
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la regulación fisiológica de la homeostasis del agua en los distintos espacios
corporales.
Para que tengan una idea de la magnitud de este proceso es ilustrativo conocer que
un prematuro que pesa entre 1000 y 1500 g puede perder 2 a 4 mL de agua/kg/h;
y los de menos de 1000 g, hasta 7 mL/kg/h. Y comparen esas cifras con las
correspondientes a un RN de término: éste pierde 0,2 mL/kg/h.
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