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UNIVERSIDAD ANDINA NESTOR CACERES VELASQUEZ

FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICAS


DERECHO

ORGANOS DE LAS RELACIONES ESTATALES

CURSO: DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO

DOCENTE: Mgtr. MALMA JIMENEZ JAIME ALBERTO

PRESENTADO POR:

 CAMACHO ACERO, Lisbeth Magali

 CLEMENTE CHOQEÑA, David Urbano

 HERRERA ZANABRIA, Anna María

 MARIN MAYNAZA, Álvaro Rafael

SEMESTRE: X- A

PUNO – PERU
2018
INDICE
I.INTRODUCCION..............................................................................................5

II.MARCO TEÓRICO..........................................................................................6

ORGANOS DE LAS RELACIONES ESTATALES............................................6

1. LOS JEFES DE ESTADO Y DEL GOBIERNO...............................................6

Diferencias entre jefe de estado y de gobierno.......................................................8

República del Perú (constitución política del estado de 1993)...............................9

2. LA INMUNIDAD DE LOS JEFES DE ESTADO Y GOBIERNO................11

Atribuciones y obligaciones del presidente de la Republica:............................... 11

La inmunidad de los jefes de estado y gobierno...................................................13

Artículo 117 CPP.- Excepción a la inmunidad presidencial.................................15

3. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES............................................16

Historia................................................................................................................. 16

Órganos adscritos al Ministerio Agencia Peruana de Cooperación Internacional


(APCI).........................................................................................................19

Principales autoridades del ministerio de relaciones exteriores...........................21

4. EL SERVICIO DIPLOMÁTICO.................................................................... 23

Protocolo Diplomático y Ceremonial...................................................................24

5. LA DIPLOMACIA......................................................................................... 32

La figura del agente diplomático..........................................................................32

Tipología de las misiones diplomáticas................................................................33

Ante organizaciones internacionales....................................................................34

Diplomacia ad hoc................................................................................................35

Diplomacia directa o de cumbre...........................................................................36

Diplomacia multilateral........................................................................................36

6. CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES DIPLOMÁTICAS....37

ANÁLISIS A LA CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES


DIPLOMÁTICAS DE 1961........................................................................38

Historia................................................................................................................. 39

Informaciones generales.......................................................................................41
Considerandos...................................................................................................... 42

Definiciones..........................................................................................................42

Establecimiento de relaciones diplomáticas y las funciones diplomáticas...........43

Privilegios e Inmunidades.................................................................................... 47

Exenciones Fiscales..............................................................................................48

Termino de las funciones Diplomáticas................................................................50

Firma de la convención y ratificación.................................................................. 50

7. EXEQUATUR.................................................................................................52

Titularidad del exequátur......................................................................................52

8. CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES CONSULARES DE


1963.................................................................................................................53

Definiciones..............................................................................................................55

Capítulo 1: De las relaciones consulares en general............................................ 57

Capítulo 2: Facilidades, privilegios e inmunidades relativos a las oficinas


consulares, a los funcionarios consulares de carrera y a otros miembros de
la oficina consular.......................................................................................71

Capítulo 3: Régimen aplicable a los funcionarios consulares honorarios y a las


oficinas consulares dirigidas por los mismos..............................................88

III. CONCLUSIONES..........................................................................................95

IV. BIBLIOGRAFIA............................................................................................ 96

3
DEDICATORIA:
A nuestros docentes que nos inculcan el deseo
de superación y nos brindan sus consejos y
enseñanzas para lograr alcanzar nuestras
metas.
A nuestros familiares que nos apoyan en
nuestras decisiones y nos ayudan a seguir
adelante y levantarnos de los tropiezos.

4
I. INTRODUCCION

Los Estados que se encuentran dentro de la esfera del Derecho

Internacional Público deben relacionarse entre ellos, sin embargo, al ser

un grupo colectivo con un alto número de integrantes, deben hacerlo a

través de una persona o mediante un conjunto de personas llamado órgano

que hablará en nombre de cada Estado que representen.

Estos serán los órganos de las relaciones internaciones, cuyas

facultades serán determinadas conforme al derecho interno de cada Estado

representado.

Para conducir sus relaciones con los demás miembros de la

comunidad internacional, los Estados poseen ciertos órganos.

Ellos son: Jefes de Estado, Ministerios de Relaciones Exteriores, Agentes Diplomáticos y

Agentes Consulares

El siguiente trabajo tiene como objetivo principal conocer los

órganos estatales de relaciones internacionales, las diferencias entre un

jefe de estado y jefe de gobierno, las funciones que cada sujeto tiene, de

que se encuentra facultado, los privilegios que tiene, inmunidades,

diplomacia, convención de Viena, entre otras cosas.


5
II. MARCO TEÓRICO

ORGANOS DE LAS RELACIONES ESTATALES

1. LOS JEFES DE ESTADO Y DEL GOBIERNO

El jefe de Estado es la autoridad superior de un Estado o país. Es quien, en

principio, representa la unidad de un país y su continuidad ante el Estado mismo e

internacionalmente. Se dice, por tanto, que es el representante y responsable del

país ante el pueblo y el mundo.

Las funciones específicas de los jefes de Estado varían de acuerdo al sistema

político de cada Estado. Es importante anotar que este, al ser la máxima

personificación del Estado, determina de por sí el tipo de Estado de que se

trata: monarquía si es un monarca, o república si es un presidente o un comité.1

En regímenes democráticos:

a) En un sistema presidencialista, el jefe de Estado (el presidente) es

también el jefe de Gobierno, siendo la cabeza del poder ejecutivo del

país.

b) En un régimen parlamentario, en cambio, el jefe de

Gobierno (llamado usualmente primer ministro, presidente del

1
Boggiano, A. “Derecho Internacional y Derecho de la Relaciones entre los Ordenamientos
Jurídicos”, Ed. la Ley, Bs. As. 1997.
6
Gobierno o canciller) es elegido por el parlamento del que depende; y el

jefe de Estado (que no tiene poder ejecutivo alguno) puede ser un

presidente elegido por el parlamento o un monarca hereditario. En este

último caso, normalmente es un rey, pero también puede ser un príncipe,

como en el caso de Mónaco, un emperador como en Japón u ostentar

otro título nobiliario.

c) En un régimen semipresidencialista, como en Francia, el jefe de

Gobierno (el primer ministro) depende del parlamento, y el jefe de

Estado (el presidente) es elegido por sufragio universal.

Sus competencias respecto de las relaciones internacionales se encuentran

determinadas en el derecho interno de cada Estado. En el plano

internacional, el jefe de Estado goza internacionalmente de un estatus

privilegiado cuando visita otros países, como por ejemplo:2

I. Está exento de medidas coercitivas (extendido hasta su familia)

II. Tiene inmunidad en jurisdicción penal e inmunidad civil

III. Está exonerado de impuestos

IV. Puede ejercer en el extranjero funciones propias de su cargo.

Los privilegios del jefe de Estado duran mientras permanece en el cargo.

Dentro de sus facultades, con lo que respecta a la actividad internacional del

presidente se encuentra determinada en el contenido del Artículo 118 de

nuestra Constitución Política del Perú, como se cita a continuación:3


2
Boggiano, A. “Derecho Internacional y Derecho de la Relaciones entre los Ordenamientos
Jurídicos”, Ed. la Ley, Bs. As. 1997.
3
Constitución Política del Perú de 1993.
7
Artículo 118.-Atribuciones del Presidente de la República

Corresponde al Presidente de la República:

2. Representar al Estado, dentro y fuera de la República.

11. Dirigir la política exterior y las relaciones internacionales; y celebrar y ratificar

tratados.

12. Nombrar embajadores y ministros plenipotenciarios, con aprobación del

Consejo de Ministros, con cargo de dar cuenta al Congreso.

13. Recibir a los agentes diplomáticos extranjeros, y autorizar a los cónsules el

ejercicio de sus funciones.

Diferencias entre jefe de estado y de gobierno

a. Generalmente, el Jefe de Gobierno es aquel que ocupa la presidencia del

poder ejecutivo y se responsabiliza del Gobierno de un Estado. El

proceso de elección y el título que ostenta un Jefe de Estado varía según

la forma de gobierno instaurada en el país. Así, en un sistema

parlamentario el título que adopta la persona que ejerce de Jefe de

Gobierno puede ser entre otros: primer ministro, como es el caso del

Reino Unido, premier, canciller en Alemania, presidente del Consejo de

Ministros o como es en España, presidente del Gobierno. En los países

con sistemas presidenciales, esta figura adopta el título de presidente (en

este sistema el Jefe de Gobierno también es Jefe del Estado); y en los

8
sistemas semipresidenciales las funciones que ejerce el Jefe de Gobierno

son compartidas por el presidente y un primer ministro.4

b. El Jefe de Estado por su lado, es el representante y responsable del país,

da cara al resto del mundo y el pueblo. Las personas que ostentan el

título de Jefe de Estado así como las funciones específicas que

desempeñan varían de acuerdo al sistema político de cada Estado.

Pongamos algunos ejemplos: en monarquías como España o Gran

Bretaña, el Jefe de Estado es el Rey o la Reina del país, mientras que,

en repúblicas como Francia o Italia, el presidente de la República es el

Jefe de Estado y el Primer Ministro ejerce como Jefe de Gobierno. Por

otro lado, en países como Estados Unidos que poseen un sistema

presidencialista, el presidente de la República es el Jefe tanto del Estado

como del Gobierno.

República del Perú (constitución política del estado de 1993)

El presidente constitucional de la República del Perú es el jefe de

Estado y de Gobierno de la República del Perú. Personifica a la "Nación

Peruana", es el jefe del poder ejecutivo y jefe supremo de las Fuerzas

Armadas y Policiales del Perú. Su cargo corresponde a la más alta

magistratura del país y al funcionario público de mayor jerarquía. La

presidencia del Perú es ejercida por un período de 5 años sin posibilidad de

reelección inmediata. Luego de un período constitucional, como mínimo,

quien haya ejercido el cargo puede volver a postular. El cambio de mando se

realiza cada cinco años, el día 28 de julio, en el Congreso de la República.

4
Boggiano, A. “Derecho Internacional y Derecho de la Relaciones entre los Ordenamientos
Jurídicos”, Ed. la Ley, Bs. As. 1997.
9
Le corresponde, como mandato genérico, dirigir la política general del

gobierno y la administración del Estado. Si bien su papel, título y

significación han experimentado cambios a lo largo de la historia, al igual

que su posición y relaciones con los demás actores de la organización política

nacional, ha sido y es la figura política más destacada. La Constitución

Política del Perú vigente (1993) establece los requisitos, los derechos y las

obligaciones que debe cumplir el presidente de la República.

El presidente ejerce sus funciones desde la Casa de Pizarro, ubicada en

el centro histórico de Lima, que es el Palacio de Gobierno del Perú y

la Casa de Gobierno de Lima ,mención con la que se datan los documentos

oficiales. Este palacio, ocupa el mismo emplazamiento que le correspondió al

conquistador y gobernador, Francisco Pizarro y donde posteriormente se

ubicó el palacio de los virreyes del Perú.

Recibe el tratamiento protocolar de Excelentísimo Señor, acompañado

de su grado académico y nombre: Excelentísimo Señor Presidente

Constitucional de la República, (seguido del nombre del titular). Del mismo

modo, recibe los demás tratamientos y honores que le corresponden según el

Decreto Supremo 096-2005-RE sobre Ceremonial de Protocolo del Estado y

Regional.

El actual presidente constitucional de la república desde el 23 de

marzo de 2018 es Martín Vizcarra Cornejo, quien siguiendo la línea de

sucesión presidencial asumió el mando luego de que fuera aceptada la

renuncia del hasta entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. Martín

Vizcarra deberá completar el periodo presidencial iniciado el 28 de

julio de 2016 hasta el 28 de julio de 2021.5


5
Rousseau, Ch. “Derecho Internacional Público Profundizado”, Ed. la Ley, Bs. As. 1966.
10
2. LA INMUNIDAD DE LOS JEFES DE ESTADO Y GOBIERNO

Atribuciones y obligaciones del presidente de la Republica:

1. Cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás

disposiciones legales.

2. Representar al Estado, dentro y fuera de la República.

3. Dirigir la política general del Gobierno.

4. Velar por el orden interno y la seguridad exterior de la República.

5. Convocar a elecciones para Presidente de la República y para representantes a

Congreso, así como para alcaldes y regidores y demás funcionarios que

señala la ley.

6. Convocar al Congreso a legislatura extraordinaria; y firmar, en ese caso, el

decreto de convocatoria.

7. Dirigir mensajes al Congreso en cualquier época y obligatoriamente, en forma

personal y por escrito, al instalarse la primera legislatura ordinaria anual. Los

mensajes anuales contienen la exposición detallada de la situación de la

República y las mejoras y reformas que el Presidente juzgue necesarias y

convenientes para su consideración por el Congreso. Los mensajes del

Presidente de la República, salvo el primero de ellos, son aprobados por el

Consejo de Ministros. 6

8. Ejercer la potestad de reglamentar las leyes sin transgredirlas ni

desnaturalizarlas; y, dentro de tales límites, dictar decretos y resoluciones.

6
Constitución Política del Perú de 1993.
11
9. Cumplir y hacer cumplir las sentencias y resoluciones de los órganos

jurisdiccionales.

10. Cumplir y hacer cumplir las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones.

11. Dirigir la política exterior y las relaciones internacionales; y celebrar y ratificar

tratados.

12. Nombrar embajadores y ministros plenipotenciarios, con aprobación del

Consejo de Ministros, con cargo de dar cuenta al Congreso.

13. Recibir a los agentes diplomáticos extranjeros, y autorizar a los cónsules el

ejercicio de sus funciones.

14. Presidir el Sistema de Defensa Nacional; y organizar, distribuir y disponer el

empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

15. Adoptar las medidas necesarias para la defensa de la República, de la integridad

del territorio y de la soberanía del Estado.

16. Declarar la guerra y firmar la paz, con autorización del Congreso.

17. Administrar la hacienda pública.

18. Negociar los empréstitos.

19. Dictar medidas extraordinarias, mediante decretos de urgencia con fuerza de

ley, en materia económica y financiera, cuando así lo requiere el interés

nacional y con cargo de dar cuenta al Congreso. El Congreso puede

modificar o derogar los referidos decretos de urgencia.

20. Regular las tarifas arancelarias.

21. Conceder indultos y conmutar penas. Ejercer el derecho de gracia en beneficio

de los procesados en los casos en que la etapa de instrucción haya excedido

el doble de su plazo más su ampliatoria.

22. Conferir condecoraciones en nombre de la Nación, con acuerdo del Consejo de

Ministros.

23. Autorizar a los peruanos para servir en un ejército extranjero. y


12
24. Ejercer las demás funciones de gobierno y administración que la Constitución y

las leyes le encomiendan.

La inmunidad de los jefes de estado y gobierno

La inmunidad jurisdiccional que alcanzaría al presidente de la

República. Precisamente, tal inmunidad está en la Constitución para evitar

que el jefe de Estado sea reiteradamente disturbado como consecuencia de la

lucha política en el ejercicio de sus funciones con diversas investigaciones

fiscales, políticas, administrativas y, ciertamente, judiciales (hasta que

termine su mandato).

Se trata de un privilegio temporal excepcional y único en el Estado

porque dura los cinco años del período presidencial. Y es relativo porque hay

cinco excepciones por las cuales un jefe de Estado podría ser procesado

congresal y judicialmente: 7

i) Traición a la patria;

ii) Impedir las elecciones;

iii) Disolver el Congreso fuera de la autorización que tiene prevista;

iv) Impedir el funcionamiento del Congreso, del JNE o del sistema

electoral;

v) Ausentarse del territorio nacional sin permiso del Congreso o exceder

el que fuese otorgado.

Así, el presidente debe ser considerado judicialmente irresponsable

relativo y temporal y, por lo tanto, los jueces del Poder Judicial, las
7
Jiménez de Aréchaga, E. Derecho Internacional Público, T. I, Ediciones FCU, Montevideo,
2005.
13
autoridades del Ministerio Público, las de la Policía Nacional, las

administrativas de un proceso sancionador y también las

del Congreso devienen en incompetentes para citarlo como sujeto pasivo de

ningún proceso hasta que no culmine su período presidencial. Ello a menos

que antes vaque en el cargo, se le suspenda en su ejercicio, haya renunciado o

sea destituido.

Asimismo, deviene en judicialmente irresponsable porque carece de

responsabilidad judicial en su significado más amplio, no restringido al Poder

Judicial, sino a todas las autoridades que hacen investigaciones preliminares

que pueden terminar en ese poder del Estado. Cualquier autoridad resultará

incompetente por razón de la investidura (‘ratione personae’) para proceder

contra él. Eso alcanza también a las autoridades de las fases previas del

proceso (comisiones investigadoras del Congreso, la policía, el Ministerio

Público o el Poder Judicial).

Al finalizar el mandato presidencial, sea en el período ordinario o

prematuramente, todas las acusaciones, investigaciones, imputaciones o

procesamientos que se le pretendan hacer a quien fuera jefe de Estado

quedarán habilitados.

Esta irresponsabilidad judicial es relativa (y no absoluta) porque admite

excepciones previstas en el artículo 117 de la Constitución. Esto quiere decir

que, basados en esas excepciones, el mandatario sí sería vulnerable a la

acusación de una comisión investigadora del Congreso (luego del

levantamiento del fuero correspondiente), otorgándose competencia a las

14
autoridades de la policía, el Ministerio Público o el Poder Judicial, según sea

el caso, pero solo por las excepciones previstas en la Constitución.

El presidente es jefe del Ejecutivo, jefe de Estado y quien personifica a

la nación. Por eso está protegido por la misma Constitución, por lo que no

puede ser válidamente emplazado, citado, invitado, encausado, investigado,

acusado o procesado por causa de cualquier índole y con cualquier pretensión

o petitorio, sea este civil, penal, constitucional, político, administrativo,

agrario, laboral, etc. Ni tampoco por causas prejudiciales (atestados,

indagaciones, investigaciones, etc., cualquiera sea la autoridad que lo tenga a

su cargo).

El presidente es el único que tiene este privilegio, lo que llama la

atención de algunos que se rasgan las vestiduras sin haber comprendido bien

la Constitución.

Artículo 117 CPP.- Excepción a la inmunidad presidencial

El Presidente de la República sólo puede ser acusado, durante su período, por

traición a la Patria; por impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias,

regionales o municipales; por disolver el Congreso, salvo en los casos

previstos en el artículo 134 de la Constitución, y por impedir su reunión o

funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros organismos

del sistema electoral. Artículo 134º del CPP.- Disolución del Congreso El

Presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si éste ha

censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros.8

8
Constitución Política del Estado de 1993
15
1. MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES

El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú es la entidad estatal del Poder

Ejecutivo encargada de elaborar y ejecutar la política exterior del Estado. Trabaja

en coordinación con los embajadores y cónsules peruanos con acreditación en

distintos países y organismos internacionales. Igualmente, coordina, atiende y

trata con las embajadas acreditadas ante el Estado peruano en Lima, con los

consulados extranjeros acreditados en diversas ciudades del territorio peruano y

con aquellos organismos internacionales que tienen sede o representación en la

capital. La sede central del Ministerio se encuentra en la ciudad de Lima, en el

llamado Palacio de Torre Tagle. El actual ministro es Néstor Popolizio.

Historia

El Protector del Perú, don José de San Martín creó el 3 de agosto de

1821, a escasos 6 días de proclamar la independencia del Perú, tres

Secretarías de Estado: de Estado y Relaciones Exteriores, a cargo de don

Juan García del Río; de Guerra y Marina, a cargo del Teniente Coronel don

Bernardo de Monteagudo; y el de Hacienda, a cargo del doctor don Hipólito

Unanue. Por ello, el 3 de agosto de cada año se celebra el Día del

Diplomático.

Dos años después, la primera Constitución Política del Perú,

promulgada el 12 de noviembre de 1823, consolidó la existencia de esas tres

secretarías, otorgándoles el nombre de "ministerio".

Simón Bolívar expidió en Trujillo el 21 de marzo de 1824 un Decreto

mediante el cual redujo los tres Ministerios a uno solo, que sería la Secretaría

General de los Negocios de la República Peruana. Sin embargo, poco tiempo


16
después la Junta de Gobierno derogó dicho decreto restableciendo los tres

Ministerios.

El 1 de junio de 1826, José de La Mar, siguiendo órdenes de Bolívar,

decretó la creación de seis Secretarías de Estado: de Relaciones Exteriores;

Justicia y Negocios Eclesiásticos; Interior; Hacienda; Guerra; y Marina; y se

dispuso que esas seis secretarías se distribuyeran entre cuatro Ministerios:

Relaciones e Interior; de Justicia y Negocios Eclesiásticos; de Hacienda; y

Guerra y Marina. A fines de ese mismo año, Bolívar redactó su Constitución

Vitalicia, la misma que fue jurada el 9 de diciembre y que cambiaba el

nombre de los ministerios a Secretarías de Despacho.

Luego de que Bolívar abandonara el Perú, La Mar dictó una nueva

Constitución. De acuerdo a dicha Constitución se establecieron nuevamente

sólo tres Ministerios de Estado: uno de Gobierno y Relaciones Exteriores;

otro de Guerra y Marina; y otro de Hacienda. Esta Constitución fue

reemplazada en 1834, y durante el gobierno del General don Luis José de

Orbegoso, se dispuso que el despacho de los tres Ministerios se reconcentrara

en una Secretaría General y, posteriormente, durante el breve gobierno del

General Felipe Santiago Salaverry se volvió a los tres Ministerios creados

por San Martín en 1821.

Establecida la Confederación Perú-Boliviana, Andrés de Santa

Cruz dispuso que estos tres Ministerios se encargaran de los negocios de la

Confederación. A la caída de la Confederación se dictó la Constitución

de 1839 y se agregó nuevamente un cuarto Ministerio: el de Instrucción

Pública, Beneficencia y Negocios Eclesiásticos. Asimismo, en los años


17
siguientes se creó una vez más un Ministerio General que fue suprimido en

agosto de 1844, restableciéndose sólo dos Ministerios: el de Gobierno y

Relaciones Exteriores, y el de Hacienda.

En abril de 1845, durante el Gobierno de Ramón Castilla se volvieron a

establecer cuatro ministerios: Relaciones Exteriores; Gobierno; Guerra y

Marina; y Hacienda. Mediante el Decreto número 90 del 31 de julio de 1846,

Castilla crea el Servicio Diplomático del Perú.1 En junio de 1855 se organizó

el Ministerio como de Relaciones Exteriores e Instrucción Pública. Al año

siguiente, en noviembre de 1856, la Constitución estableció que los

Ministerios serían ordinariamente cinco: de Relaciones Exteriores; de

Gobierno, Culto y Obras Públicas; de Justicia, Instrucción y Beneficencia; de

Guerra y Marina; y, de Hacienda y Comercio.

En marzo de 1857 se organizó internamente la Cancillería en dos

Secciones: la de Ultramar y la Continental. En abril de 1878, durante el

segundo Gobierno de Prado se reorganizó el Ministerio de Relaciones

Exteriores. Según este dispositivo el Ministerio se dividió en dos Secciones:

la Diplomática, y la de Consulados, Cancillería y Contabilidad,

sustituyéndose estas denominaciones respectivamente, a las de Ultramar y

Continental.

A las modificaciones antes mencionadas, se suceden una serie de

dispositivos que, desde 1903 hasta el año 2006, se decretaron respecto a la

organización interna del Ministerio de Relaciones Exteriores.

18
Por Decreto Supremo 025-2007-Re del 20 de abril de 2007, el Instituto Antártico

Peruano pasa a formar parte del Ministerio de Relaciones Exteriores.9

Órganos adscritos al Ministerio Agencia Peruana de Cooperación

Internacional (APCI)

La Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) es

un organismo público ejecutor adscrito al Ministerio de Relaciones

Exteriores del Perú. Tiene su sede en Lima.

Entre sus funciones principales, la APCI se encarga de:

 Conducir, programar, organizar, priorizar y supervisar la Cooperación

Internacional No Reembolsable, que se gestiona a través del Estado y la

que proviene de fuentes del exterior de carácter público y/o privado, en

función de la política nacional de desarrollo.

 Formular los lineamientos estratégicos de la Cooperación Técnica

Internacional.

 Realizar los procesos derivados del Registro de Organizaciones No

Gubernamentales de Desarrollo (ONGD), el Registro Nacional de

Entidades e Instituciones Extranjeras de Cooperación Técnica

Internacional (ENIEX), el Registro de Instituciones Privadas sin fines de

Lucro Receptoras de Donaciones de Carácter Asistencial o Educacional

provenientes del Exterior (IPREDA) y el Registro de Donantes de la

Cooperación Internacional.

 Realizar programas de capacitación en materia de cooperación

internacional a los funcionarios del sector público, organismos no

9
Barberis, J. “Formación del Derecho Internacional”. Editorial Ábaco de Rodolfo Depalma, Bs.
As, 1994.
19
gubernamentales e instituciones y personas interesadas en temas de

gestión de la cooperación para el desarrollo.

 Impulsar procesos de coordinación entre la cooperación privada y la

pública.

En 1846 Ramón Castilla organizó el primer servicio diplomático de

América Firma del Decreto 90, en un 31 de julio como hoy, sentó presencia

peruana en el mundo. José Gregorio Paz Soldán, gran opositor del presidente,

jugó un rol principal.

Principales autoridades del ministerio de relaciones exteriores

a) Ministro

Embajador Néstor Popolizio Bardales

Diplomático de carrera con 37 años de experiencia. Licenciado en

Relaciones Internacionales por la Academia Diplomática del Perú y

Bachiller en Derecho por la Universidad de San Marcos. Destaca su

labor entre los años 1995-1999 como Asesor Principal en las

negociaciones de Paz con Ecuador y para la firma con Chile del Acta de

Lima.

En Cancillería se ha desempeñado como Subsecretario para Asuntos de

América (2006-2009) y Viceministro de Relaciones Exteriores, cargo

que ha ocupado en el período 2009-2011 y 2016-2018. En el exterior ha

sido Embajador del Perú en Portugal y Colombia.

20
b) Viceministro

Embajador Hugo De Zela Martínez

El Embajador en el Servicio Diplomático de la República, Hugo De

Zela Martínez, diplomático de carrera con 42 años de servicio, es

licenciado en Relaciones Internacionales por la Academia Diplomática

del Perú. Asimismo, posee estudios en Ciencias Económicas y

Administrativas en la Universidad de la República Oriental del Uruguay,

así como estudios de doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad

del Salvador en Argentina.

Se ha desempeñado como Representante Permanente ante la

Organización de los Estados Americanos (OEA), Embajador del Perú en

Brasil y Argentina, Coordinador Nacional del Perú en el Grupo de Río,

así como miembro de la delegación del Perú en las negociaciones

fronterizas con Ecuador del periodo 1997 – 1998. Del mismo modo, el

Embajador de Zela ha ejercido el cargo de Jefe de Gabinete de la

Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos en dos

ocasiones, de 1989 a 1994 y 2011 a 2015.

Desde el 5 de abril de 2018 asume el cargo de Viceministro de Relaciones

Exteriores.

c) Embajador

Eric Anderson Machado

El Embajador en el Servicio Diplomático de la República, señor Eric Anderson

Machado, es diplomático de carrera desde hace 32 años. Es egresado de

la Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad de Lima, con

Postgrado en Comercio Internacional de la Ecole Solvey, Universidad


21
Libre de Bruselas, Bachiller y Licenciado en Relaciones Internacionales

y Maestría en Derecho Internacional con mención en “Tratados

Internacionales”, otorgada por la Academia Diplomática del Perú. Ha

desempeñado cargos en el exterior en las Embajadas del Perú en

Australia, República Federal de Alemania, Bélgica, la Unión Europea y

el Uruguay. De igual manera, se ha desempeñado como Representante

Alterno del Perú ante ALADI y MERCOSUR. Ha sido Embajador del

Perú en Venezuela, El Salvador y concurrente en Belice. Asimismo, en

Cancillería ha ocupado los cargos de Director General de la

Organización Mundial de Comercio y de Negociaciones Económicas

Internacionales, Director General de la Comunidad Sudamericana y de la

Comunidad Andina, Director de Negociaciones de los Tratados de Libre

Comercio y Director de Promoción Comercial. Desde el 14 de marzo de

2016 se desempeña como Secretario General de Relaciones Exteriores.

1. EL SERVICIO DIPLOMÁTICO

El Servicio Diplomático de la República está constituido por

profesionales especializados en la gestión de las relaciones internacionales

que ejercen las funciones de representación, negociación, promoción y

cautela de los intereses del Estado en el ámbito internacional, así como de

asistencia y protección a los ciudadanos peruanos que se encuentran en el

exterior.

Los miembros del Servicio Diplomático que en la actualidad son 702

de los cuales aproximadamente el 26% son mujeres, prestan funciones

indistintamente en la Cancillería y en sus oficinas desconcentradas, así

como en otras reparticiones del Estado. En el exterior, los diplomáticos


22
peruanos laboran en las embajadas, consulados o en las representaciones

permanentes del Perú ante organismos internacionales, o en misiones

especiales, en función de los objetivos de la política exterior del Perú.10

Para ingresar al Servicio Diplomático se requiere ser peruano de

nacimiento, tener grado de bachiller y/o título profesional en cualquier

carrera reconocida por el sistema universitario peruano y haber culminado

satisfactoriamente los estudios que imparte la “Academia Diplomática del

Perú Javier Pérez de Cuéllar”. Los graduados se incorporan al Servicio

Diplomático de la República con la categoría de Tercer Secretario y en

función de su antigüedad y desempeño, pueden aspirar a ser promovidos a

las categorías de Segundo Secretario, Primer Secretario, Consejero,

Ministro Consejero, Ministro y Embajador.

Protocolo Diplomático y Ceremonial

El ceremonial y protocolo trasciende las normas de urbanidad,

de buenas maneras o de comportamiento social. Sin embargo, ambos,

en su esencia, pretenden necesariamente lo mismo. Así, el ceremonial

y protocolo velan por el respeto debido entre los integrantes de la

sociedad internacional, en un marco de igualdad jurídica establecido en

el tiempo a través de normas de cortesía, reglas consuetudinarias y

tratados internacionales. Su campo de acción, inicialmente referido a

las relaciones interestatales, se expandió progresivamente en forma

paralela a la aparición de nuevos actores de la comunidad internacional

y al desarrollo del proceso de globalización económica, política y

cultural.

10
Rousseau, Ch. “Derecho Internacional Público Profundizado”, Ed. la Ley, Bs. As. 1966.
23
Existe consenso respecto a que el protocolo codifica las reglas que

rigen las prerrogativas, privilegios, inmunidades y precedencias a que

deben ser acreedores las personalidades que participan en las

relaciones formales entre los estados. Mientras que, el ceremonial

constituiría una serie o conjunto de formalidades que deben estar

presentes en un acto público o solemne.

a. Dirección de Protocolo

El propósito principal del protocolo es facilitar la buena

comunicación y las buenas relaciones.

En el ámbito diplomático, el protocolo es el conjunto de reglas

y formalidades que se realizan entre funcionarios o autoridades de los

estados para garantizar la buena comunicación, favorecer las

relaciones, negociaciones, convenios e intercambios entre los países y

las personas que los representan, dando una imagen de cortesía,

seriedad, respeto y prestigio en los actos que se realicen en materia de

política exterior.

En sentido amplio, el protocolo es el conjunto de conductas, reglas y normas

sociales a conocer, respetar y cumplir, en un medio o contexto de

interacción humana de carácter diplomático, oficial, internacional,

social, laboral, académico, político, cultural, deportivo, policial y

militar.

El protocolo diplomático articula un cuerpo metódico y

sistemático de las reglas que rigen los privilegios, gracias y/o

exenciones a que son acreedores las personalidades que representan a

una dignidad, empleo o cargo y que intervienen en las relaciones

formales entre los estados.


24
El ceremonial, por su parte, constituye una serie o conjunto de

formalidades que deben estar presentes en un acto público o solemne.

b. Privilegios e Inmunidades

La concesión de privilegios e inmunidades a los enviados

diplomáticos es una norma muy antigua del derecho internacional. La

existencia oficial de enviados como representantes de los estados

nación se remonta a la práctica de la Grecia antigua.

Entre los miembros de la Liga Anfictiónica, los embajadores se

consideraban inviolables. También pueden encontrarse prácticas

análogas en los estados de la antigua India o en el imperio romano.

Esas prácticas, establecidas sobre una base consuetudinaria, se

codificaron en la Convención de Viena sobre las Relaciones

Diplomáticas de 1961. Los países que se adhirieron a la Convención

creen que esas prácticas contribuyen al desarrollo de las relaciones

amistosas entre las naciones, prescindiendo de sus diferencias de

régimen constitucional y social. Esta opinión se refleja en el tercer

párrafo del preámbulo de la Convención de Viena.

Esos privilegios, inmunidades y exenciones diplomáticos, tal

como se describe en la Convención, no se conceden en beneficio de las

personas, sino con el fin de garantizar el desempeño eficaz de las

funciones de las misiones diplomáticas en calidad de representantes de

los estados.

Es cierto que los diplomáticos gozan de inmunidad de la

jurisdicción penal, civil y administrativa del Estado receptor. Sin

embargo, el Estado acreditante puede renunciar a esa inmunidad.

25
Además, la inmunidad de jurisdicción de un diplomático en el Estado

receptor no le exime de la jurisdicción del Estado acreditante.

El Estado receptor puede declarar a su discreción a cualquier

miembro del personal diplomático de una misión persona no grata

(persona no aceptable). Esto puede hacerse en cualquier momento y no

hay obligación de explicar tal decisión. Por lo general, en tales

situaciones, el Estado acreditante retirará a esa persona o pondrá

término a sus funciones en la misión.

Así pues, la Convención de Viena prevé medidas concretas que

pueden adoptar tanto los estados acreditantes como los estados

receptores en caso de uso indebido o abuso de los privilegios e

inmunidades diplomáticas. En conjunto, los privilegios e inmunidades

diplomáticas contribuyen eficazmente a facilitar las relaciones.

(Fuente: Naciones Unidas, Dependencia de información al público).

La Dirección de Privilegios e Inmunidades del Ministerio de

Relaciones Exteriores es la responsable de administrar el régimen de

privilegios e inmunidades que el gobierno peruano concede a las

misiones diplomáticas, oficinas consulares, a los organismos y

organizaciones internacionales, así como a sus funcionarios y

dependientes familiares, (siempre que no sean nacionales ni residentes

extranjeros) en virtud de los convenios internacionales vigentes sobre

la materia:

- Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

- Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963.

- Convenios sede de Organismos Internacionales

- Decreto Supremo 0007, del 13 de julio de 1982 Reglamento de

Privilegios e Inmunidades y otros dispositivos legales internos.


26
a. Ceremonial

El ceremonial constituye una serie o conjunto de formalidades

que deben estar presentes en un acto público o solemne. Existen varios

tipos de ceremonial.

Su campo de acción, inicialmente referido a las relaciones

interestatales, se expandió progresivamente en forma paralela a la

aparición de nuevos actores de la comunidad internacional y al

desarrollo del proceso de globalización económica, política y cultural.

Ambos, protocolo diplomático y ceremonial, en su esencia, buscan lo

mismo.

Ambos velan por el respeto debido entre los integrantes de la

sociedad internacional, en un marco de igualdad jurídica establecido en

el tiempo a través de normas de cortesía, reglas consuetudinarias y

tratados internacionales.

b. Condecoraciones

Las condecoraciones son distinciones que se otorgan a personalidades tanto

peruanas como extranjeras que brindaron importantes servicios a la

nación.

Orden "El Sol del Perú"

La Orden " El Sol del Perú" fue creada inicialmente con el

nombre "Orden del Sol" por el General don José de San Martín",

precursor de la independencia del Perú, mediante Decreto de fecha

8 de octubre de 1821 para premiar los servicios hechos a favor de

la independencia, otorgándola en tres grados: fundadores,


27
beneméritos y asociados. Sin embargo, fue suprimida en virtud de

la ley de fecha 9 de marzo de 1825 debido a que las personas

condecoradas las utilizaban como privilegio. Posteriormente fue

restablecida por el Presidente Augusto B. Leguía en vísperas del

primer centenario de la independencia, mediante Decreto de fecha

14 de abril de 1921, con la denominación de "El Sol del Perú".

Actualmente, se rige primordialmente sobre la base de la ley de

fecha 31 de agosto de 1923 y el reglamento de fecha 6 de

setiembre de 1923, que han tenido algunas modificaciones a lo

largo de los años. La Orden se otorga "tanto a premiar los servicios

extraordinarios prestados a la patria por los peruanos, civiles y

militares, como a enaltecer los merecimientos contraídos en su

servicio por los extranjeros".11

Tiene los siguientes grados: Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador,

Oficial y Caballero.

Orden "Al Mérito por Servicios Distinguidos"

La Orden "Al Mérito por Servicios Distinguidos" fue creada

por la Junta Militar del gobierno presidido por el general Zenón

Noriega, mediante el Decreto Ley N° 11474 de fecha 18 de julio

de 1950. Su reglamento fue aprobado por el Presidente Manuel A.

Odría, por Decreto N°552 de fecha 6 de diciembre de 1951. La

citada orden fue concebida con el objeto de otorgar un

reconocimiento a las personas que se hayan distinguido,

contribuyendo con su acción y su obra a acrecentar el prestigio de

la Patria y a honrar a todos aquellos que le hubieran prestado útiles


11
Pinto, Mónica, El Derecho Internacional: vigencia y desafíos, Fondo de Cultura Económica,
Buenos Aires, 2004.
28
servicios en áreas como las artes, ciencias, industrias y comercio.

Puede ser otorgada tanto a nacionales como a extranjeros. Tiene

los siguientes grados: Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador,

Oficial y Caballero.

Orden "Al Mérito del Servicio Diplomático del Perú José Gregorio

Paz Soldán"

La Orden "Al Mérito del Servicio Diplomático de la República

del Perú José Gregorio Paz Soldán" fue creada mediante el D.S

050-2004-RE, el 1° de setiembre de 2007 para reconocer en forma

objetiva las trayectorias profesionales destacadas de los

funcionarios diplomáticos de la República, los ciudadanos

nacionales que hayan realizado actos de especial relevancia y

significación para el desarrollo institucional del Servicio

Diplomático de la República y del Ministerio de Relaciones

Exteriores del Perú. Esta orden fue denominada "Al Mérito del

Servicio Diplomático del Perú José Gregorio Paz Soldán" como

justo homenaje a la memoria de quien instituyó el Servicio

Diplomático de la República del Perú. Tiene los siguientes grados:

Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero.

c. Academia Diplomática

La Academia Diplomática del Perú "Javier Pérez de Cuéllar" es

el centro de formación profesional del Ministerio de Relaciones

Exteriores, con autonomía académica y administrativa.12


12
Pinto, Mónica, El Derecho Internacional: vigencia y desafíos, Fondo de Cultura Económica,
Buenos Aires, 2004.
29
Fue creada en 1955 y es la única vía de acceso para toda

persona que quiere convertirse en diplomático de carrera. Como

institución educativa, es responsable de la formación integral de

los aspirantes al Servicio Diplomático de la República, así como de

la continua capacitación y perfeccionamiento de sus miembros.

Su primer Director fue el notable diplomático e

internacionalista Alberto Ulloa Sotomayor -y desde 1955- por su

rectorado y docencia, así como entre el alumnado, pasaron

generaciones de brillantes diplomáticos formados para servir al

Perú. En la actualidad la Academia Diplomática lleva el nombre

del más ilustre diplomático contemporáneo, ex Secretario General

de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.

En ella se imparte la formación intelectual para desarrollar las

capacidades necesarias y hacerse cargo con solvencia de las tareas

propias de la política exterior del país. A través de la educación

impartida, comunica valores humanos, sociales e institucionales,

que se convierten en los referentes éticos imprescindibles para el

ejercicio de la profesión, así como el desarrollo del Servicio

Diplomático del Perú.

1. LA DIPLOMACIA

El concepto agrupa distintas acepciones de acuerdo con el mayor o

menor grado de inclusión de objetivos y prácticas que a través de ella se

desarrollan. La práctica diplomática se remonta hasta la Grecia clásica,

dándose su evolución paulatinamente de acuerdo con el proporcional

30
incremento de las relaciones internacionales, proceso que se intensifica en

nuestros días. La importancia de la práctica diplomática radica en la

versatilidad de las funciones desempeñadas por la figura de los

embajadores residentes, cuyas funciones giran en torno a la generación de

información fidedigna, la minimización de las fricciones potenciales y el

fomento de las relaciones amistosas entre los Estados soberanos.13

La práctica diplomática contemporánea se puede distinguir en

cuatro formas: la diplomacia bilateral, la d. ad hoc, la d. directa y aquella

llamada multilateral.

La figura del agente diplomático

Un diplomático es aquel agente que envía un Estado (acreditante)

ante otro Estado (receptor) para desarrollar las relaciones entre ambos. Las

normas de regulación de la actividad fueron, en su mayoría, de origen

consuetudinario, cristalizándose en la Convención de Viena sobre

Relaciones Diplomáticas del 18 de abril de 1961. De acuerdo con este

elemento del derecho internacional público, las funciones del agente

diplomático son:

a) Normales

Proteger los intereses del Estado acreditante en el Estado receptor fomentar las relaciones

amistosas ejercer (ciertas) funciones consulares

b) Excepcionales

13
Nicolson, H. “La diplomacia”, Breviarios, FCE, México, 1964.
31
Representar los intereses de un tercer Estado, el cual no posea representación en el Estado

que lo recibe para la consecución de estos objetivos, los medios de los cuales se sirve son:

 Representar al Estado del cual es originario.

 Negociar con el Estado receptor.

 Informar a su Estado, por todos los medios lícitos.

Tipología de las misiones diplomáticas

Diplomacia bilateral

 Ante estados

Eisemberg define las misiones diplomáticas permanentes como el

conjunto de la representación del Estado acreditante en el Estado receptor.

La misión permanente es un órgano en el cual se deposita potencialmente

toda la representación del Estado acreditante, comprendiendo todas las

funciones, actividades y poderes, por tiempo ilimitado.

Ese "conjunto de representación" se integra con elementos materiales

(locales, archivos, documentos, vehículos, diversos bienes) y con un grupo

de personas (los miembros de la misión); así como, por el estatuto jurídico

especial que los regula, que establece los derechos y las obligaciones de la

misión y de sus miembros, regulando además la relación con el Estado

acreditante y el receptor.14

Las funciones de las misiones diplomáticas permanentes ante los

Estados se enuncian (no taxativamente) en el artículo 3 de la Convención

14
Eisemberg, H. “La diplomacia”, Breviarios, FCE, México, 1964.
32
de Viena de 1961 y son: la representación del Estado acreditante, la

protección de los intereses de Estado acreditante y de sus nacionales, la

negociación, la observación por todos los medios lícitos de las

condiciones y acontecimientos del Estado receptor para luego informar de

ella a su Estado y el fomento y desarrollo de las relaciones amistosas,

diplomáticas, económicas, culturales y científicas, etc.

Ante organizaciones internacionales

Doctrinalmente se define a las misiones permanentes ante las organizaciones internacionales

como el órgano encargado de la representación y de la conducción de la actividad

diplomática entre un Estado miembro de la organización, ante ella y en relación con los

demás Estados miembros. La misión permanente de observación puede definirse de igual

forma, aunque sus cometidos son más limitados, cuando la acredita un Estado no miembro de

la organización.

Las funciones de las misiones ante las Organizaciones

Internacionales se enuncian el artículo 6 de la Convención de Viena de

1975 y son: la representación del Estado que envía, la negociación, la

observación e información, la protección de sus intereses, así como el

enlace con la organización.

Diplomacia ad hoc
El conjunto no es la totalidad y de ahí que puedan coexistir con

ellas otras misiones como las especiales cuya representatividad es

otorgada por un tiempo y para un cometido determinados, los que podrán

ser más o menos amplios, limitación que se pactará en el acuerdo en que

se dispone su envío y recepción. El artículo 1 de la Convención de Nueva

33
York de 1969 define a las misiones especiales. Se entenderá por una

misión temporal, que tenga carácter representativo del Estado, enviada por

un Estado ante otro Estado con el consentimiento de este último, para

tratar con él asuntos determinados o realizar ante él un cometido

determinado.15

Las funciones de las misiones diplomáticas especiales acreditadas

ante Estados, «serán determinadas por el consentimiento mutuo del Estado

que envía y del Estado receptor». Las actividades de las misiones

especiales se clasifican en: funciones protocolares (rendir homenajes,

participar en un cambio de gobierno, asistir a una boda real), funciones

técnicas (coordinar actividades pesqueras, militares, comerciales, etc.),

funciones de naturaleza política (coordinar la acción internacional de los

Estados, firmar un tratado de paz, arreglar una alianza) y funciones

técnico-políticas, aquellas de desarrollo técnico pero cuyos resultados

posean un marcado contenido y una fuerte repercusión política (ej.

determinación de una frontera). Las delegaciones (misiones especiales en

órganos y conferencias), no tienen fijado a través de ninguna disposición

sus funciones. Debe pensarse entonces que las funciones de las

delegaciones ante un Congreso o Conferencia están determinadas por la

naturaleza de estos y el motivo de la convocatoria. Cuando se tratar de una

Delegación en un órgano de la organización, sus funciones consisten en

participar de las deliberaciones representando al Estado que envía.

Diplomacia directa o de cumbre

Pérez de Cuéllar, Javier. Manual de Derecho Diplomático, Fondo de Cultura


15

Económica, 1997.
34
 En serie

Aquella a la cual pertenecen las llamadas oficinas temporales o

permanentes que los Estados crean para fines específicos, el envío de

funcionarios técnicos para la discusión de asuntos concretos y las

llamadas «misiones especiales».

 Ad hoc

Es aquella que se establece entre varios países con el mismo objetivo.

Es utilizada para crear convenios comerciales con varios estados al mismo

tiempo

Diplomacia multilateral

La diplomacia multilateral está marcada por dos elementos

esenciales: las posiciones que un país toma en cuando a cierto temas o

problemas y el proceso por el que un acuerdo acerca de estas situaciones

se alcanza. La relación entre estos dos elementos es la naturaleza dinámica

de las actividades diplomáticas en las Naciones Unidas. Como una

relación de negocios, las transacciones diplomáticas dependen de la

confianza entre gobiernos y aún más, entre embajadores (agentes

autorizados) de estos gobiernos. Las relaciones diplomáticas multilaterales

entre dos gobiernos en la arena multilateral engloban todos los aspectos de

la actividad humana – la política, la economía, las leyes, la seguridad

social, los valores, la lengua, la cultura, el arte, la religión, etcétera.

La diplomacia multilateral es como una tela de araña, con un país

jalando en una dirección y otros más en una dirección opuesta. Cuando se

35
trata de construir un consenso en un ambiente multilateral, los

diplomáticos constantemente tienen que ajustar el proceso de

negociaciones mientras este está en marcha. El proceso demanda, tanto a

los gobiernos como a las Naciones Unidas, a encontrar un punto común

entre intereses nacionales que compiten y se contraponen. A través de la

discusión, la negociación y el compromiso, el consenso internacional

emerge. Mientras el consenso es el objetivo fundamental de las Naciones

Unidas, la complejidad de los intereses y los puntos de vista hace que sea

extremadamente difícil lograrlo en muchas áreas. La divergencia de las

posiciones nacionales son la razón principal por la que el consenso

algunas veces tarda años en lograrse16

1. CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES DIPLOMÁTICAS

La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas es un

tratado internacional que regula las relaciones diplomáticas entre los

países y la inmunidad del personal diplomático. Fue adoptada el 18 de

abril de 1961 en Viena (Austria) y entró en vigor el 24 de abril de 1964.

Fue complementada en 1963 por la Convención de Viena sobre

Relaciones Consulares. 190 Estados pertenecen a la Convención y en los

pocos Estados que no han firmado el documento, sus disposiciones se

aplican como Derecho Internacional consuetudinario.

Existen dos protocolos adicionales a la convención, ambos de 18 de abril de 1961:

 Protocolo facultativo sobre adquisición de nacionalidad

16
Potemkim, V. P. “Historia de la Diplomacia”, Editorial Lautaro, Bs. As. 1943.
36
 Protocolo facultativo sobre la jurisdicción obligatoria para la solución de

controversias.

ANÁLISIS A LA CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES


DIPLOMÁTICAS DE 1961

La Convención de Viena de 1961 sobre relaciones Diplomáticas

vino a regular a nivel mundial el establecimiento de las relaciones

Diplomáticas entre los países y muchos otros aspectos de importante

trascendencia, como lo son los privilegios e inmunidades que gozan los

agentes diplomáticos.17

Desde la antigüedad hay una costumbre internacional, la cual se

conoce como consuetudinaria, misma que se aplicaba y se sigue aplicando

en términos del establecimiento de las relaciones diplomáticas. Podemos

por consiguiente hacer algunas menciones de estas costumbres, por

ejemplo, en la antigüedad los mensajeros dejaron de serlo, y pasaron a

convertirse en negociadores con ciertos privilegios muy limitados, hoy en

día esto es un hecho; todo embajador es un buen negociador. Sin embargo,

desde la Paz de Westfalia ya se venía tratando de darle cierta formalidad a

estas relaciones diplomáticas consuetudinarias con el fin de formalizarlas.

La Convención de Viena de 1961 constituye el principal acuerdo

multilateral de envergadura incalculable en las relaciones diplomáticas, su

17
De La Guardia y Delpech, “La Convención de Viena sobre el régimen de los
Tratados”, Ed. la Ley, Bs. As. varias ediciones.
37
base fue formulada por la Comisión de Derecho Internacional de las

Naciones Unidas, esta comisión bajo la resolución de la ONU No.885 que

fue adoptada en el VII periodo ordinario de sesiones de la Asamblea

General, realizó un proyecto que fue sometido a finales de 1957, el cual

tenía como fin regular las relaciones diplomáticas entre los países del

mundo.18

Finalizadas las consultas y las observaciones, la Asamblea General

aprobó la resolución 1450 en la cual se pedía al Secretario General de la

ONU que convocara a una conferencia que tendría lugar en Viena en

1961. Esta conferencia se celebró del 2 de marzo al 14 de abril de ese año

y participaron 81 delegaciones de todo el mundo. La convención entró en

vigor el 24 de abril de 1964, cuando se depositó el vigesimosegundo

instrumento de ratificación, ya para 1975 habían sido parte de esta

convención 117 estados.

Es de gran importancia que hoy contemos con este instrumento

jurídico que vino de manera formal a regular el envío de embajadores y

los diferentes tipos de misiones entre estados. Ha sido estudiada en

diferentes escenarios y ha dado lugar a múltiples discusiones, pero ante

todo enfoquémonos ahora en escudriñarla y mostrar los aspectos que

regulan una gran parte de la vida internacional, la cual codifica de alguna

manera las relaciones interestatales.

18
García Ghirelli, J. “Repertorio de Jurisprudencia de la CIJ”, Zavalía Editor. Bs. As.
1973.
38
Historia

Los orígenes de las relaciones diplomáticas son tan antiguos como

la historia de las propias sociedades humanas. A medida que estas se

fueron configurando como unidades políticas autónomas, surgió la

necesidad de relacionarse y comunicarse con aquellas que les circundaban.

Evidentemente, la diplomacia actual presenta sustanciales diferencias de

aquellas "prácticas diplomáticas" sustentadas por las comunidades

primitivas. Sin embargo, hoy, como ayer, las relaciones diplomáticas

forman, junto con la guerra, el comercio y la comunicación, el sustrato

esencial de una sociedad internacional cuyo entramado de relaciones y

actores ha experimentado una constante y creciente complejidad a lo largo

de la historia.

Las relaciones diplomáticas han sido siempre muy importantes y

aunque Roma no la valoró, como los griegos ya que prefería la guerra en

la mayoría de los casos está en la actualidad ha sido de vital importancia

para las relaciones interestatales. Cabe destacar, que no fue hasta el

renacimiento que esta tomó un perfeccionamiento, de manera tal que ya

para mediados del siglo XV se recurre al envío de representantes

permanentes que se constituían en embajadores continuos. A partir de esta

fecha la diplomacia se disemina por el resto de Europa. A raíz de la Paz de

Westfalia se generalizó a la diplomacia permanente. Este tipo de

diplomacia subsiste hasta el fin de la primera guerra mundial.

Es pues a partir de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que la

diplomacia adquiere un carácter de conferencia, a raíz de la participación

39
en organizaciones internacionales. En la doctrina actual las diferentes

definiciones de diplomacia subrayan su condición de medio para realizar

una gran parte de la política exterior, así como de cooperación y

resolución pacífica de controversias.

Las relaciones diplomáticas se rigen por el derecho internacional

público y encuentra su asidero jurídico en la Convención de Viena Sobre

Relaciones Diplomáticas de 196,1 tanto en su forma como en su fondo,

pero no se puede dejar a un lado la doctrina consuetudinaria en la

resolución de conflictos.

A finales de la Primera Guerra Mundial la diplomacia pasa de ser

secreta y restringida a ser abierta y pública. Este cambio fue auspiciado

por el Presidente norteamericano Woodrow Wilson, quien en su conocido

Programa de los Catorce Puntos defendía que: "la adopción de Acuerdos

de Paz concluidos abiertamente, y según los cuales no habrá acuerdos

internacionales privados, cualquiera que fuese su naturaleza; la diplomacia

procederá siempre de forma franca y pública."19

Las misiones diplomáticas permanentes siguen desempeñando

insustituibles funciones como canales privilegiados de comunicación,

información y negociación entre los Estados, al tiempo que sigue actuando

como instituciones protectoras de sus nacionales y de los intereses de sus

respectivos gobiernos, ante las autoridades de los Estados en los que se

encuentran acreditadas. Desde esta perspectiva, se ha alcanzado una eficaz


Barberis, J. “Formación del Derecho Internacional”. Editorial Ábaco de Rodolfo
19

Depalma, Bs. As, 1994.


40
síntesis histórica surgida, por una parte, de la creciente

complementariedad entre la diplomacia permanente clásica y las nuevas

formas de diplomacia ambulante desempeñada por los máximos

responsables de la política exterior y de la propia interdependencia que

impone la dinámica internacional y que obliga a los Estados a coordinar

sus actividades exteriores con objeto de poder abordar los principales

problemas que aquejan a la sociedad mundial.

Informaciones generales

La convención de Viena sobre relaciones diplomáticas consta de

cincuenta y tres (53) artículos en los cuales se regulan las relaciones

Diplomáticas entre los países y la inmunidad del personal diplomático.

Fue adoptada el 18 de abril de 1961 en Viena (Austria) y entró en vigor el

24 de abril de 1964. Fue complementada en 1963 por la Convención de

Viena sobre Relaciones Consulares. 174 Estados pertenecen a la

Convención y en los pocos Estados que no han firmado el documento, sus

disposiciones se aplican como Derecho Internacional consuetudinario.

Considerandos

Entre los considerandos están: tomar en cuenta que desde la

antigüedad los pueblos de las naciones han reconocido la importancia de

las relaciones internacionales y más aún de la Diplomacia, se toma en

consideración que una convención internacional sobre relaciones,

privilegios e inmunidades diplomáticas contribuirá al desarrollo de las

relaciones amistosas entre los estados y se reconoce que tales inmunidades

y privilegios se conceden, no en beneficio de las personas, sino con el fin


41
de garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones

diplomáticas en calidad de representantes de los Estados.

Definiciones

En el primer artículo tenemos una serie de definiciones las cuales son las siguientes:

a) por "jefe de misión", se entiende la persona encargada por el Estado acreditante de

actuar con carácter de tal;

b) por "miembros de la misión", se entiende el jefe de la misión y los miembros del

personal de la misión;

c) por "miembros del personal de la misión", se entiende los miembros del personal

diplomático, del personal administrativo y técnico y del personal de servicio de la

misión;

d) por "miembros del personal diplomático", se entiende los miembros del personal de la

misión que posean la calidad de diplomático;

e) Por "agente diplomático", se entiende el jefe de la misión o un miembro del personal

diplomático de la misión;

f) por "miembros del personal administrativo y técnico", se entiende los miembros del

personal de la misión empleados en el servicio administrativo y técnico de la misión;

g) por "miembros del personal de servicio", se entiende los

h) Miembros del personal de la misión empleados en el servicio doméstico de la misión;

i) por "criado particular", se entiende toda persona al servicio doméstico de un miembro

de la misión, que no sea empleada del Estado acreditante;

j) por "locales de la misión", se entiende los edificios o las partes de los edificios, sea

cual fuere su propietario, utilizados para las finalidades de la misión, incluyendo la

42
residencia del jefe de la misión, así como el terreno destinado al servicio de esos

edificios o de parte de ellos.

Establecimiento de relaciones diplomáticas y las funciones diplomáticas

En su segundo artículo establece que las relaciones diplomáticas y

él envío de misiones permanentes se establecerán por mutuo acuerdo. En

cuanto a las funciones de la misión esta menciona; representar al Estado

acreditante ante el Estado receptor; de igual manera proteger en el Estado

receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales,

dentro de los límites permitidos por el Derecho Internacional; otro aspecto

es negociar con el gobierno del Estado receptor; también enterarse por

todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los

acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al gobierno

del Estado acreditante, esta también debe fomentar las relaciones

amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas

entre el Estado acreditante y el Estado receptor.20

Nombramiento de los Jefes de Misión

Los Estados deben antes de acreditar a una persona en un Estado

receptor cerciorarse de que la persona es aceptada en el Estado al cual se

acreditará. Un jefe de misión puede ser acreditado ante dos o más Estados

siempre y cuando se cuente con el consentimiento de estos. Si esto sucede

el Estado podrá nombrar un encargado de negocios Ad Interim en la sede

20
Nicolson, H. “La diplomacia”, Breviarios, FCE, México, 1964.
43
donde el jefe de la misión no tenga asiento permanente. También se le da

facultad al jefe de la misión o a cualquier miembro del personal

diplomático a representar al país ante Organismos Internacionales.

Requisitos de Nombramiento

Se establece que los miembros del personal diplomático en un

principio deben tener la nacionalidad del Estado acreditante, pero también

se expresa que los miembros del personal diplomático no se podrán elegir

de personas que tengan la nacionalidad del estado receptor, a excepción de

que el Estado receptor tenga conocimiento de eso, el cual en cualquier

momento puede retirarlo. El Estado receptor puede reservarse este

derecho en el caso de que los nacionales fueran de un tercer estado.

Declaración Non Grata de un Diplomático

El estado receptor puede dar termino a las funciones del jefe de la

misión u otro miembro del personal diplomático, esto sin declarar los

motivos del porque lo ha declarado non grata, en el caso que el Estado que

envía no ejecute la decisión del país que recibe este puede no reconocer a

dicha persona como miembro del personal diplomático, sería algo como

no reconocer su inmunidad al igual como empezar a evaluarlo como una

persona normal en cuanto a términos civiles se refiera.

Respecto al Ministerio de Relaciones Exteriores y el establecimiento de nuevas oficinas

44
Debe de notificarse al Ministerio de Relaciones Exteriores o a otro

que se convenga el nombramiento de miembros de la misión y se detallará

su llegada, salida y el término de sus funciones también deberá notificarse

la entrada y salida de un familiar del personal diplomático, así como de

los criados.

El Estado receptor podrá limitar la cantidad de los miembros del

personal de la misión a una cantidad que considere razonable y normal, de

igual manera el Estado receptor puede negarse a recibir algunos miembros

de la misión de ciertas categorías. También el Estado acreditante no podrá

establecer nuevas oficinas sin el consentimiento previo del Estado

receptor.

División de los jefes de las misiones, cartas credenciales y entrada en función.

Los jefes de la misión tienen tres divisiones las cuales son en

primer rango la de Embajador o Nuncios acreditados ante los jefes estados

u otros jefes de misión de rango equivalentes, en segunda parte tenemos

los enviados, ministros o internuncios los cuales se acreditan ante los jefes

de estados y por último se presentan los encargados de negocios

acreditados ante el Ministerio de Relaciones Exteriores. Los jefes de

estado se pondrán de acuerdo a la clase en que pertenecerán los jefes de

las misiones.

Se considera que el jefe de la misión ha asumido sus funciones al

momento que ha presentado sus cartas credenciales ante el jefe de estado o

haya anunciado su llegada una vez presentadas sus copias de estilo. Este
45
orden de la presentación de la carta credencial está determinado por la

fecha y hora de llegada del jefe de la misión así también se determinará su

precedencia.21

A falta del jefe de la misión podrá ejercer su cargo un encargado de

negocios ad interim previa comunicación del nombre de esta persona.

Uso de Símbolos, Banderas y la inviolabilidad de los locales de la

misión, así como de sus documentos

El jefe de la misión tiene el derecho de colocar en su residencia y

en los locales de la misión la bandera y el escudo de su país, si la misión

del país acreditante no tiene local el Estado receptor debe facilitarles un

local y en caso de no ser posible brindarles alojamiento a los miembros de

la misión.

Estos locales de la misión son inviolables, lo que deja dicho que

los agentes del país receptor no pueden penetrar en el sin el

consentimiento del jefe de la misión.

El pago de impuestos esta exonerado para los locales de la misión,

así como para los jefes de la misión, salvo en servicios prestados de forma

particulares.

Los documentos que posea la misión son inviolables, así como

también lo son los archivos; la valija diplomática la cual no podrá ser

21
Nicolson, H. “La diplomacia”, Breviarios, FCE, México, 1964.
46
abierta ni retenida. Para estos últimos si hay bultos usados como valijas,

que deben de identificarse con un signo que indique su carácter.

La libertad de comunicación entre el Estado acreditante y el

consulado, así como para los actos oficiales será permitida y deberá de

protegerse. Para dicha comunicación podrán utilizarse por ejemplo los

correos diplomáticos y los mensajes cifrados, pero solo con el

consentimiento del estado receptor se podrá instalar una emisora de radio.

Privilegios e Inmunidades

Conforme el artículo 31, el agente diplomático gozará de

inmunidad de la jurisdicción penal del Estado receptor, no estará obligado

a testificar y su persona es inviolable (art. 29), no pudiendo ser objeto de

ninguna forma de detención o arresto. El Estado receptor le tratará con el

debido respeto y adoptará todas las medidas adecuadas para impedir

cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad.22

Esta inviolabilidad se extiende a su residencia particular, sus

documentos, su correspondencia y sus bienes, que sólo excepcionalmente

podrán ser embargados (art. 30).

La inmunidad de la jurisdicción civil y administrativa admite

-según el art. 31- algunas excepciones derivadas de los intereses

particulares que el agente diplomático tenga en el Estado receptor

22
Martínez Gondra, Ernesto. “Privilegios e Inmunidades de las Organizaciones
Internacionales”, Ed. Nuevohacer, 2004.
47
(acciones reales sobre bienes inmuebles particulares, acciones sucesorias o

referentes a actividades profesionales o comerciales).

Los miembros de la familia de un agente diplomático, siempre que

no sean nacionales del Estado receptor, gozarán de sus privilegios e

inmunidades (art. 37) y también están protegidos por la inmunidad de

jurisdicción (limitada al ejercicio de sus funciones) los miembros del

personal administrativo y técnico de las misiones diplomáticas, con los

miembros de sus familiares que formen parte de sus respectivas casas.

El Estado acreditante puede renunciar expresamente a la

inmunidad de jurisdicción de sus agentes diplomáticos.

Los locales de la misión diplomática son inviolables, los agentes

del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe

de la misión. No podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o

medida de ejecución los locales de la misión, su mobiliario, archivos o

medios de transportes, que deberán ser protegidos por el Estado receptor

contra todo ataque o intromisión (art. 22). También están protegidas por

esta inviolabilidad las viviendas de los agentes diplomáticos.

Exenciones Fiscales

La misión diplomática y los agentes diplomáticos tienen el

privilegio de exención de todo impuesto y gravamen del Estado receptor y

de importación con franquicia arancelaria de los bienes y objetos

48
destinados a su uso el Estado acreditante tendrá que pagar los costes de

acarreo y servicios análogos.

Los miembros de la familia de un agente diplomático gozarán de

algunos de los privilegios e inmunidades de los agentes en cuanto a las

exenciones fiscales y las inmunidades, pero para esto deben no ser

nacionales del estado receptor.

Cuando el agente sea nacional del estado receptor este solo gozará

de inmunidad de jurisdicción e inviolabilidad de los actos oficiales

realizados en el ejercicio de sus funciones, o de otras inmunidades y

privilegios que el estado receptor le otorgue.23

Estos privilegios e inmunidades podrán ser exigidos desde el

momento mismo que el agente diplomático pise tierra del Estado receptor

y si está ya en el territorio desde el momento en que se le comunique al

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Al término de sus funciones también cesaran los privilegios e

inmunidades luego de este haber salido del país o en el plazo convenido,

en caso de guerra estos privilegios e inmunidades continuarán hasta que

este se retire del país receptor. En cambio, tampoco está inmunidad cesara

en los actos realizados por el agente diplomático en el desempeño de sus

funciones. Estos actos no se aclaran en la convención si son actos oficiales

o actos comunes en carácter de su persona.

23
Martinez Gondra, Ernesto. “Privilegios e Inmunidades de las Organizaciones
Internacionales”, Ed. Nuevohacer, 2004.
49
Si el agente falleciere los familiares de este continuarán con el

goce de los privilegios hasta que se cumpla el plazo convenido para que

ellos abandonen el país.

Recordemos que sin prejuicio a sus inmunidades todas las personas

que gocen de estos privilegios e inmunidades deberán ser respetuoso de

las leyes del país receptor y no pueden inmiscuirse en los asuntos internos

del Estado receptor.

Termino de las funciones Diplomáticas

El agente diplomático no podrá ejercer actividades profesionales

fuera de sus funciones y sus funciones terminaran; primero cuando el

Estado acreditante comunique al ministerio de relaciones exteriores del

país receptor el término de las funciones del agente y segundo cuando el

Estado receptor se niegue a reconocerlo con el derecho de no expresar por

qué no lo reconoce.24

El Estado receptor debe conceder facilidades en caso, incluso de

conflicto armado la salida de las personas que gocen de privilegios e

inmunidades y no sean nacionales del Estado receptor. A la salida de estos

ya sea por conflicto armado o por ruptura de las relaciones diplomáticas el

Estado receptor tendrá la obligación de proteger los locales y archivos de

la misión y el Estado acreditante podrá confiar estos a un tercer estado.

Firma de la convención y ratificación

24
Pérez de Cuéllar, Javier. Manual de Derecho Diplomático, Fondo de Cultura Económica,
1997.
50
La Convención estuvo abierta a la firma de todos los Estados

Miembros de las Naciones Unidas o de algún otro organismo

especializado, así como de todo Estado parte en el Estatuto de la Corte

Internacional de Justicia y de cualquier otro Estado invitado por la

Asamblea General de las Naciones Unidas a ser parte en la Convención,

de la manera siguiente: hasta el 31 de octubre de 1961, en el Ministerio

Federal de Relaciones Exteriores de Austria; y después, hasta el 31 de

marzo de 1962, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

A modo de cierre

La Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas ha sido

muy importante en cuanto a su función reguladora a nivel internacional.

Ha sido bastante clara en la mayoría de los aspectos tratados, por el

contrario, contamos con algunos puntos de observación con los cuales

podemos concluir encaminándonos, pues, a mostrar los puntos donde ha

mostrado debilidad.

Tal es el caso de cuando nos referimos a las ilimitadas

inmunidades y privilegios de los que gozan los Agentes Diplomáticos, no

han sido una ni dos veces las ocasiones en que estas inmunidades han sido

utilizadas de forma desproporcionadas. Debemos también saber que, en

nuestro país, la República Dominicana, han habido ocasiones en las cuales

se han usado estas inmunidades para escaparse del juicio de las

autoridades correspondientes. Por ejemplo, tal ha sido el caso del señor

Nuncio Wesolowski quien ha dejado de ser tan santo por sus violaciones a

niños menores y otras transgresiones a la ley. Otro caso sonado ha sido el


51
involucramiento de la embajadora argentina Teresa Meccia de Palmas en

el caso del joven José Rafael Llenas Aybar en el año 1996, donde los

testimonios contra Palmas y sus hijos incluyeron acusaciones de tráfico de

drogas y armas, prácticas sexuales con menores, y hasta ritos satánicos.

La historia nos enseña lo que el hombre es capaz de hacer cuando

puede tener tanto poder, inmunidades y privilegios sin contar con un

contrapeso, para conocer las hecatombes que han efectuado a la

humanidad y las violaciones históricas de la ley solo basta estudiar la

historia y más aún las del siglo pasado.

Por lo que consideramos que deben de condicionarse estas

inmunidades para que las transgresiones a la ley disminuyan, ya que estos

personajes se creen intangibles debido a estas inmunidades.

1. EXEQUATUR
Es el conjunto de reglas conforme a las cuales el ordenamiento

jurídico de un Estado verifica si una sentencia judicial emanada de un

tribunal de otro Estado reúne o no los requisitos que permiten

reconocimiento u homologación.

De la misma forma se denomina a la autorización que otorga un

jefe de Estado a agentes extranjeros para que en su territorio puedan

ejercer funciones propias de sus cargos (exequátur consular; cónsul); y,

asimismo, en el contexto de las relaciones entre Iglesia y Estado propias

del Antiguo Régimen, era el término utilizado para designar el pase que

52
daba la autoridad civil de un Estado a las bulas y otras disposiciones

pontificias para que fueran observadas dentro de su territorio.

Titularidad del exequátur

 El titular del exequátur es:

-Toda persona en cuyo favor se dictó la sentencia

-Toda persona a quien la sentencia extranjera le ocasione un perjuicio o le impida un

beneficio que sólo la declaración puede hacer cesar.

 Procedimiento de exequátur:

Para que sea procedente el exequátur se requiere, al menos, el cumplimento de:

Verificación de tratado: Es decir si existen tratados al respecto con el Estado del cual emana

la sentencia. De existir se debe atener a estos. En caso contrario, se aplica el principio de

reciprocidad.

Reciprocidad: Si hay reciprocidad con el país de origen de la sentencia, o sea, si el Estado

del cual emana la sentencia le otorga valor a las demandas del Estado ante quien se tramita el

exequátur.

Regularidad internacional de los fallos: La compatibilidad de la sentencia con las leyes del

país donde se solicita que sea reconocida. Especialmente está referido a:

 Que no contenga nada contrario a la legislación del país donde se tramita.

 Que no se oponga a la jurisdicción del país donde se tramita.

 Que la parte contra quien se invoca la sentencia haya sido notificada conforme a

derecho

 Que la sentencia se encuentre ejecutoriada conforme a la ley del Estado de donde se

otorgó.

53
1. CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES
CONSULARES DE 1963

La Convención de Viena Relaciones Consulares es un tratado

internacional abierto a la firma en Viena el 24 de abril de 1963, al término

de la correspondiente Conferencia codificadora convocada por

las Naciones Unidas. En ella se dio término a las labores al respecto de las

Naciones Unidas, dentro de sus tareas de codificación del Derecho

internacional, realizadas por la Comisión de Derecho internacional y

posteriormente por la propia Conferencia.25

Consta de setenta y nueve artículos. En ellos se regulan las

relaciones consulares, tanto respecto a las funciones consulares como

tales, como en lo que se refiere al estatuto de las oficinas y los

funcionarios consulares; abarca tanto a los funcionarios de carrera como a

los honorarios. Tradicionalmente las relaciones consulares se

desarrollaban a través de Tratados consulares bilaterales y de las

respectivas legislaciones internas, así como de las correspondientes

costumbres internacionales.

Los Estados que no son Parte en la Convención siguen regulando sus relaciones consulares

por la costumbre internacional y por Tratados Bilaterales; estos siguen teniendo su utilidad

general incluso para los Estados Parte en la Convención, en cuanto puedan complementar a

25
De La Guardia y Delpech, “La Convención de Viena sobre el régimen de los
Tratados”, Ed. la Ley, Bs. As. varias ediciones.
54
esta, principalmente en el aspecto que en ella aparece desarrollado con menor detalle, como

es el de las relaciones consulares.26

Los Estados Partes en la presente Convención.

 Teniendo presente que han existido relaciones consulares entre los pueblos desde hace

siglos.

 Teniendo en cuenta los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas

relativos a la igualdad soberana de los Estados, al mantenimiento de la paz y de las

seguridades internacionales y al fomento de las relaciones de amistad entre las

Naciones.

 Considerando que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Relaciones e In-

munidades Diplomáticas aprobó la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomá-

ticas, abierta a la firma de los Estados el 18 de abril de 1961.

 Estimando que una convención internacional sobre relaciones, privilegios e inmu-

nidades consulares contribuirá también al desarrollo de las relaciones amistosas entre

las Naciones, prescindiendo de sus diferencias de régimen constitucional y social.

 Conscientes de que la finalidad de dichos privilegios e inmunidades no es beneficiar a

particulares, sino garantizar a las oficinas consulares el eficaz desempeño de sus

funciones en nombre de sus Estados respectivos.

 Afirmando que las normas de derecho internacional consuetudinario continuarán

rigiendo las materias que no hayan sido expresamente reguladas por las disposiciones

de la presente Convención.

26
De La Guardia y Delpech, “La Convención de Viena sobre el régimen de los Tratados”, Ed. la
Ley, Bs. As. varias ediciones.
55
 Han convenido lo siguiente:

Definiciones

Artículo 1.1. A los efectos de la presente Convención, las siguientes expresiones se enten-

derán como se precisa a continuación:

a) Por “oficina consular”, todo consulado general, consulado, viceconsulado o agencia

consular;

b) Por “circunscripción consular”, el territorio atribuido a una oficina consular para el

ejercicio de las funciones consulares;

c) Por “jefe de oficina consular”, la persona encargada de desempeñar la función;

d) Por “funcionario consular”, toda persona, incluido el jefe de oficina consular, encargada

con ese carácter del ejercicio de funciones consulares;

e) Por “empleado consular”, toda persona empleada en el servicio administrativo o técnico

de una oficina consular;

f) Por “miembro del personal de servicio”, toda persona empleada en el servicio doméstico

de una oficina consular;

g) Por “miembros de la oficina consular”, los funcionarios y empleados consulares y los

miembros del personal de servicio;

h) Por “miembros del personal consular”, los funcionarios consulares salvo el jefe de oficina

consular, los empleados consulares y los miembros del personal de servicio;

i) Por “miembro del personal privado”, la persona empleada exclusivamente en el servicio

particular de un miembro de la oficina consular,


56
j) Por “locales consulares”, los edificios o las partes de los edificios y el terreno contiguo que,

cualquiera que sea su propietario, se utilicen exclusivamente para las finalidades de la oficina

consular;

k) Por “archivos consulares”, todos los papeles, documentos, correspondencia, libros,

películas, cintas magnetofónicas y registros de la oficina consular, así como las cifras y

claves, los ficheros y los muebles destinados a protegerlos y conservarlos.

2. Los funcionarios consulares son de dos clases: funcionarios consulares de carrera y

funcionarios consulares honorarios. Las disposiciones del Capítulo 2 de la presente

Convención se aplican a las oficinas consulares dirigidas por funcionarios consulares de

carrera; las disposiciones del Capítulo 3 se aplican a las oficinas consulares dirigidas por

funcionarios /consulares honorarios.

3. La situación particular de los miembros de las oficinas consulares que son nacionales o

residentes permanentes del Estado receptor se rige por el artículo 71 de la presente

Convención.

Capítulo 1: De las relaciones consulares en general

Sección 1: Establecimiento y ejercicio de las relaciones consulares

Establecimiento de relaciones consulares

Artículo 2.1. El establecimiento de relaciones entre Estados se efectuará por consentimiento

mutuo.

2. El consentimiento otorgado para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre dos

Estados implicará, salvo indicación en contrario, el consentimiento para el establecimiento de

relaciones consulares.

57
3. La ruptura de relaciones diplomáticas no entrañará, ipsofacto, la ruptura de relaciones

consulares.

Ejercicio de las funciones consulares

Artículo 3. Las funciones consulares serán ejercidas por las oficinas consulares. También las

ejercerán las misiones diplomáticas según las disposiciones de la presente Convención.

Establecimiento de una oficina consular

Artículo 4.1. No se podrá establecer una oficina consular en el territorio del Estado receptor

sin su consentimiento.

2. La sede del consulado, su clase y la circunscripción consular, las fijará el Estado que

envía y serán aprobadas por el Estado receptor.

3. El Estado que envía no podrá modificar posteriormente la sede de la oficina consular, su

clase, ni la circunscripción consular sin el consentimiento del Estado receptor.

4. También se necesitará el consentimiento del Estado receptor si un consulado general o un

consulado desea abrir un viceconsulado o una agencia consular en una localidad diferente de

aquélla en la que radica la misma oficina consular.

5. No se podrá abrir fuera de la sede de la oficina consular una dependencia que forme parte

de aquélla, sin haber obtenido previamente el consentimiento expreso del Estado receptor.

Funciones consulares

Artículo 5. a) Proteger en el Estado receptor los intereses del Estado que envía y de sus na-

cionales, sean personas naturales o jurídicas, dentro de los límites permitidos por el derecho

internacional;

58
b) Fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, económicas, culturales y científicas

entre el Estado que envía y el Estado receptor, y promover además las relaciones amistosas

entre los mismos, de conformidad con las disposiciones de la presente Convención;

c) Informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de la vida

comercial, económica, cultural y científica del Estado receptor, informar al respecto al

gobierno del Estado que envía y proporcionar datos a las personas interesadas;

d) Extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado que envía, y

visados a documentos adecuados a las personas que deseen viajar a dicho Estado;

e) Prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o

jurídicas;

f) Actuar en calidad de notario, en la de funcionario de registro civil, y en funciones similares

y ejercitar otras de carácter administrativo, siempre que no se opongan las leyes y

reglamentos del Estado receptor;

g) Velar, de acuerdo con las leyes y reglamentos del Estado receptor, por los intereses de los

nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o jurídicas, en los casos de sucesión

por causa de muerte que se produzca en el territorio del Estado receptor;

h) Velar, dentro de los límites que impongan las leyes y reglamentos del Estado receptor, por

los intereses de los menores y de otras personas que carezcan de capacidad plena y que sean

nacionales del Estado que envía, en particular cuando se requiera instituir para ellos una

tutela o una cúratela;

i) Representar a los nacionales del Estado que envía a tomar las medidas convenientes para su

representación ante los tribunales y otras autoridades del Estado receptor, de conformidad con

la práctica y los procedimientos en vigor en este último, a fin de lograr que, de acuerdo con
59
las leyes y reglamentos del mismo, se adopten las medidas provisionales de preservación de

los derechos e intereses de esos nacionales, cuando, por estar ausentes o por cualquier otra

causa, no pueden defenderlos oportunamente;

j) Comunicar decisiones judiciales y extrajudiciales y diligenciar comisiones rogatorias de

conformidad con los acuerdos internacionales en vigor y, a falta de los mismos, de manera

que sea compatible con las leyes y reglamentos del Estado receptor;

k) Ejercer, de conformidad con las leyes y reglamentos del Estado que envía, los derechos de

control o inspección de los buques que tengan la nacionalidad de dicho Estado, y de las

aeronaves matriculadas en el mismo y también de sus tripulaciones;

l) Prestar ayuda a los buques y aeronaves a que se refiere el apartado k) de este artículo y

también a sus tripulaciones; recibir declaración sobre el viaje de esos buques, examinar y

refrendar los documentos de a bordo y, sin perjuicio de las facultades de las autoridades del

Estado receptor, efectuar encuestas sobre los incidentes ocurridos en la travesía y resolver los

litigios de todo orden que se planteen entre el capitán, los oficiales y los marineros, siempre

que lo autoricen las leyes y reglamentos del Estado que envía;

m) Ejercer las demás funciones confiadas por el Estado que envía a la oficina consular que no

estén prohibidas por las leyes y reglamentos del Estado receptor o a las que éste no se

oponga, o las que le sean atribuidas por los acuerdos internacionales en vigor entre el Estado

que envía y el receptor.

Ejercicio de funciones consulares fuera de la circunscripción consular

Artículo 6. En circunstancias especiales, el funcionario consular podrá, con el consentimien-

to del Estado receptor, ejercer sus funciones fuera de su circunscripción consular.

Ejercicio defunciones consulares en terceros Estados


60
Artículo 7. El Estado que envía podrá, después de notificarlo a los Estados interesados y

salvo que uno de éstos se oponga expresamente a ello, encargar a una oficina consular

establecida en un Estado, que asuma el ejercicio de funciones consulares en otros Estados.

Ejercicio defunciones consulares por cuenta de un tercer Estado

Artículo 8. Una oficina consular del Estado que envía podrá, previa la adecuada notificación

al Estado receptor y siempre que éste no se oponga, ejercer funciones consulares por cuenta

de un tercer Estado, en el Estado receptor.

Categorías de jefes de oficina consular

Artículo 9.1. Los jefes de oficina consular serán de cuatro categorías:

a) Cónsules generales;

b) Cónsules;

c) Vicecónsules;

d) Agentes consulares.

2. El párrafo 1 de este artículo no limitará en modo alguno el derecho de cualquiera de las

Partes Contratantes a determinar la denominación de funcionarios consulares que no sean

jefes de oficina consular.

Nombramiento y admisión de los jefes de oficina consular

61
Artículo 10.1. Los jefes de oficina consular serán nombrados por el Estado que envía y serán

admitidos al ejercicio de sus funciones por el Estado receptor.

2. Sin perjuicio de las disposiciones de la presente Convención, los procedimientos de

nombramiento y admisión del jefe de oficina consular serán determinados por las leyes,

reglamentos y prácticas del Estado que envía y del Estado receptor, respectivamente.

Carta patente o notificación de nombramiento

Artículo 11.1. El jefe de la oficina consular será provisto por el Estado que envía de un do-

cumento que acredite su calidad, en forma de carta patente u otro instrumento similar,

extendido para cada nombramiento y en el que indicará, por lo general, su nombre completo,

su clase y categoría, la circunscripción consular y la sede de la oficina consular.

2. El Estado que envía transmitirá la carta patente o instrumento similar, por vía diplomática

o por otra vía adecuada, al gobierno del Estado en cuyo territorio el jefe de oficina consular

haya de ejercer sus funciones.

3. Si el Estado receptor lo acepta, el Estado que envía podrá remitir al primero, en vez de la

carta patente u otro instrumento similar, una notificación que contenga los datos

especificados en el párrafo 1 de este artículo.

Exequátur

Artículo 12.1. El jefe de oficina consular será admitido al ejercicio de sus funciones por una

autorización del Estado receptor llamada exequátur, cualquiera que sea la forma de esa

autorización.

2. El Estado que se niegue a otorgar el exequátur no estará obligado a comunicar al Estado

que envía los motivos de esa negativa.

62
3. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 13 y 15, el jefe de oficina consular no podrá

iniciar sus funciones antes de haber recibido el exequátur.

Admisión provisional del jefe de oficina consular

Artículo 13. Hasta que se le conceda el exequátur, el jefe de oficina consular podrá ser ad-

mitido provisionalmente al ejercicio de sus funciones. En este caso le serán aplicables las

disposiciones de la presente Convención.

Notificación a las autoridades de la circunscripción consular

Artículo 14. Una vez que se haya admitido al jefe de oficina consular, aunque sea provisio-

nalmente, al ejercicio de sus funciones, el Estado receptor estará obligado a comunicarlo sin

dilación a las autoridades competentes de la circunscripción consular. Asimismo, estará

obligado a velar por que se tomen las medidas necesarias para que el jefe de oficina consular

pueda cumplir los deberes de su cargo y beneficiarse de las disposiciones de la presente

Convención.

Ejercicio temporal de las funciones de jefe de la oficina consular

Artículo 15.1. Si quedase vacante el puesto de jefe de la oficina consular, o si el jefe no pu-

diese ejercer sus funciones, podrá actuar provisionalmente, en calidad de tal, un jefe interino.

2. El nombre del jefe interino será comunicado al Ministerio de Relaciones Exteriores del

Estado receptor o a la autoridad designada por éste, por la misión diplomática del Estado que

envía o, si éste no tuviera tal misión en el Estado receptor, por el jefe de la oficina consular o,

en caso de que éste no pudiese hacerlo, por cualquier autoridad competente del Estado que

envía. Como norma general, dicha notificación deberá hacerse con antelación. El Estado

receptor podrá subordinar a su aprobación la admisión como jefe interino de una persona que

no sea agente diplomático ni funcionario consular del Estado que envía en el Estado receptor.
63
3. Las autoridades competentes del Estado receptor deberán prestar asistencia y protección

al jefe interino. Durante su gestión, le serán aplicables las disposiciones de la presente

Convención, en las mismas condiciones que al jefe de oficina consular de que se trate. Sin

embargo, el Estado receptor no estará obligado a otorgar a un jefe interino las facilidades,

privilegios e inmunidades de que goce el titular, en el caso de que en aquél no concurran las

mismas condiciones que reúna el titular.

4. Cuando en los casos previstos en el párrafo 1 de este artículo el Estado que envía designe

a un miembro del personal diplomático de la misión diplomática en el Estado receptor como

jefe interino de una oficina consular, continuará gozando de los privilegios e inmunidades

diplomáticas, si el Estado no se opone a ello.

Precedencia de los jefes de oficinas consulares

Artículo 16.1. El orden de precedencia de los jefes de oficina consular estará determinado,

en su respectiva categoría, por la fecha de concesión del exequátur.

2. Sin embargo, en el caso de que el jefe de oficina consular sea admitido provisionalmente

al ejercicio de sus funciones antes de obtener el exequátur, la fecha de esta admisión

determinará el orden de precedencia, que se mantendrá aun después de concedido el mismo.

3. El orden de precedencia de dos o más jefes de oficina consular que obtengan en la misma

fecha el exequátur o la admisión provisional, estará determinado por la fecha de presentación

de sus cartas patentes o instrumentos similares, o de las notificaciones a que se refiere el

párrafo 3 del artículo 11.

4. Los jefes interinos seguirán, en el orden de precedencia, a los jefes de oficina titulares y,

entre ellos, la precedencia estará determinada por la fecha en que asuman sus funciones como

64
tales y que será la que conste en las notificaciones a las que se refiere el párrafo 2 del artículo

15.

5. Los funcionarios consulares honorarios que sean jefes de oficina seguirán a los jefes de

oficina consular de carrera en el orden de precedencia en su respectiva categoría, según el

orden y las normas establecidas en los párrafos anteriores.

6. Los jefes de oficina consular tendrán precedencia sobre los funcionarios consulares que

no lo sean.

Cumplimiento de actos diplomáticos por funcionarios consulares

Artículo 17.1. En un Estado en que el Estado que envía no tenga misión diplomática y en el

que no esté representado por la de un tercer Estado, se podrá autorizar a un funcionario

consular, con el consentimiento del Estado receptor y sin que ello afecte a su status consular,

a que realice actos diplomáticos. La ejecución de esos actos por un funcionario consular no le

concederá derecho a privilegios e inmunidades diplomáticas.

2. Un funcionario consular podrá, previa notificación al Estado receptor, actuar como

representante del Estado que envía cerca de cualquier organización inter-gubemamental. En

el cumplimiento de esas funciones tendrá derecho a gozar de todos los privilegios e

inmunidades que el derecho internacional consuetudinario o los acuerdos internacionales

concedan a esos representantes. Sin embargo, en el desempeño de cualquier función consular

no tendrá derecho a una mayor inmunidad de jurisdicción que la reconocida a un funcionario

consular en virtud de la presente Convención.

Nombramiento de la misma persona como funcionario consular por dos o más Estados

Artículo 18. Dos o más Estados podrán, con el consentimiento del Estado receptor, designar

a la misma persona como funcionario consular en ese Estado.


65
Nombramiento de miembros del personal consular

Artículo 19.1. A reserva de lo dispuesto en los artículos 20, 22 y 23, el Estado que envía

podrá nombrar libremente a los miembros del personal consular.

2. El Estado que envía comunicará al Estado receptor el nombre completo, la clase y la

categoría de todos los funcionarios consulares que no sean jefes de oficina consular, con la

antelación suficiente para que el Estado receptor pueda, si lo considera oportuno, ejercer el

derecho que le confiere el párrafo 3 del artículo 23.

3. El Estado que envía podrá, si sus leyes y reglamentos lo exigen, pedir al Estado receptor

que conceda el exequátur a un funcionario consular que no sea jefe de una oficina consular.

4. El Estado receptor podrá, si sus leyes y reglamentos lo exigen, conceder el exequátur a un

funcionario consular que no sea jefe de oficina consular.

Número de miembros de la oficina consular

Artículo 20. El Estado receptor podrá, cuando no exista un acuerdo expreso sobre el número

de miembros de la oficina consular, exigir que ese número se mantenga dentro de los límites

que considere razonables y normales, según las circunstancias y condiciones de la

circunscripción consular y las necesidades de la oficina consular de que se trate.

Precedencia de los funcionarios consulares de una oficina consular

Artículo 21. La misión diplomática del Estado que envía, o, a falta de tal misión en el Estado

receptor, el jefe de la oficina consular, comunicará al Ministerio de Relaciones Exteriores del

Estado receptor, o a la autoridad que éste designe, el orden de precedencia de los funcionarios

de una oficina consular y cualquier modificación del mismo.

Nacionalidad de los funcionarios consulares


66
Artículo 22.1. Los funcionarios consulares habrán de tener, en principio, la nacionalidad del

Estado que envía.

2. No podrá nombrarse funcionarios consulares a personas que tengan la nacionalidad del

Estado receptor, excepto con el consentimiento expreso de ese Estado, que podrá retirarlo en

cualquier momento.

3. El Estado receptor podrá reservarse el mismo derecho de los nacionales de un tercer

Estado que no sean al mismo tiempo nacionales del Estado que envía.

Persona declarada “non grata”

Artículo 23.1. El Estado receptor podrá comunicar en todo momento al Estado que envía que

un funcionario consular es persona non grata, o que cualquier otro miembro del personal ya

no es aceptable. En ese caso, el Estado que envía retirará a esa persona, o pondrá término a

sus funciones en la oficina consular, según proceda.

2. Si el Estado que envía se negase o no ejecutase en un plazo razonable las obligaciones

que le incumben a tenor de lo dispuesto en el párrafo 1 de este artículo, el Estado receptor

podrá retirar el exequátur a dicha persona, o dejar de considerarla como miembro del

personal consular.

3. Una persona designada miembro de la oficina consular podrá ser declarada no aceptable

antes de su llegada al territorio del Estado receptor, o antes de que inicie sus funciones en

aquélla si está ya en dicho Estado. En cualquiera de esos casos el Estado que envía deberá

retirar el nombramiento.

4. En los casos a los que se refieren los párrafos 1 y 3 de este artículo, el Estado receptor no

estará obligado a exponer al Estado que envía los motivos de su decisión.

67
Notificación al Estado receptor de los nombramientos, llegadas y salidas

Artículo 24.1. Se notificarán al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor, o a

la autoridad que éste designe:

a) El nombramiento de los miembros de una oficina consular, su llegada una vez nombrado

para la misma, su salida definitiva o la terminación de sus funciones y los demás cambios de

su condición jurídica que puedan ocurrir durante su servicio en la oficina consular;

b) La llegada y la salida definitiva de toda persona de la familia de un miembro de la oficina

consular que viva en su casa y, cuando proceda, el hecho de que una persona entre a formar

parte de esa familia o deje de pertenecer a la misma;

c) La llegada y la salida definitiva de los miembros del personal privado y, cuando proceda,

el hecho de que terminen sus servicios como tales;

d) La contratación de personas residentes en el Estado receptor en calidad de miembros de

una oficina consular o de miembros del personal privado que tengan derecho a privilegios e

inmunidades, así como el despido de las mismas.

2. La llegada y la salida definitiva se notificarán también con antelación, siempre que sea

posible.

Sección 2: Terminación de las funciones consulares

Terminación de las funciones de un miembro de la oficina consular

Artículo 25. Las funciones de un miembro de la oficina consular terminarán ínter alia:

a) Por la notificación del Estado que envía al Estado receptor de que se ha puesto término a

esas funciones;

68
b) Por la revocación del exequátur;

c) Por la notificación del Estado receptor al Estado que envía de que ha cesado de considerar

a la persona de que se trate como miembro del personal consular.

Salida del territorio del Estado receptor

Artículo 26. Aun en caso de conflicto armado, el Estado receptor deberá dar a los miembros

de la oficina consular y a los miembros del personal privado, que no sean nacionales del

Estado receptor, y a los miembros de su familia que vivan en su casa, cualquiera que sea su

nacionalidad, el plazo necesario y las facilidades precisas para que puedan preparar su viaje y

salir lo antes posible, una vez que tales personas hayan terminado sus funciones. En especial,

deberá poner a su disposición, si fuere necesario, los medios de transporte indispensables

para dichas personas y sus bienes, con excepción de los adquiridos en el Estado receptor cuya

exportación esté prohibida en el momento de la salida.

Protección de los locales y archivos consulares y de los intereses del Estado que envía en

circunstancias excepcionales

Artículo 27.1. En caso de ruptura de las relaciones consulares entre dos Estados:

a) El Estado receptor estará obligado a respetar y a proteger, incluso en caso de conflicto

armado, los locales consulares, los bienes de la oficina consular y sus archivos;

b) El Estado que envía podrá confiar la custodia de los locales consulares, de los bienes que

en ellos se hallan y de los archivos, a un tercer Estado que sea aceptable para el Estado

receptor;

c) El Estado que envía podrá confiar la protección de sus intereses y de los intereses de sus

nacionales a un tercer Estado, que sea aceptable para el Estado receptor.

69
2. En caso de clausura temporal o definitiva de una oficina consular, se aplicarán las

disposiciones del apartado a) del párrafo 1 de este artículo. Además:

a) Si el Estado que envía, aunque no estuviese representado en el Estado receptor por una

misión diplomática, tuviera otra oficina consular en el territorio de ese Estado, se podrá

encargar a la misma de la custodia de los locales consulares que hayan sido clausurados, de

los bienes que en ellos se encuentren y de los archivos consulares y, con el consentimiento

del Estado receptor, del ejercicio de las funciones consulares en la circunscripción de dicha

oficina consular; o

b) Si el Estado que envía no tiene misión diplomática ni otra oficina consular en el Estado

receptor, se aplicarán las disposiciones de los apartados b) y c) del párrafo 1 de este artículo.

Capítulo 2: Facilidades, privilegios e inmunidades relativos a las oficinas consulares, a

los funcionarios consulares de carrera y a otros miembros de la oficina consular

Sección 1: Facilidades, privilegios e inmunidades relativos a la oficina consular

Facilidades concedidas a la oficina consular por su labor

Artículo 28. El Estado receptor concederá todas las facilidades para el ejercicio de las fun-

ciones de la oficina consular.

Uso de la bandera y del escudo nacional

Artículo 29.1. El Estado que envía tendrá derecho a usar su bandera y su escudo nacionales

en el Estado receptor, de conformidad con las disposiciones de este artículo.

2. El Estado que envía podrá izar su bandera y poner su escudo en el edificio ocupado por la

oficina consular, en su puerta de entrada, en la residencia del jefe de la oficina consular y en

sus medios de transporte, cuando éstos se utilicen para asuntos oficiales.


70
3. Al ejercer los derechos reconocidos por este artículo, se tendrán en cuenta las leyes, los

reglamentos y los usos del Estado receptor.

Locales

Artículo 30.1. El Estado receptor deberá facilitar, de conformidad con sus leyes y regla-

mentos, la adquisición en su territorio, por el Estado que envía, de los locales necesarios para

la oficina consular, o ayudarle a obtenerlos de alguna manera.

2. Cuando sea necesario, ayudará también a la oficina consular a conseguir alojamiento

adecuado para sus miembros.

Inviolabilidad de los locales consulares

Artículo 31.1. Los locales consulares gozarán de la inviolabilidad que les concede este ar-

tículo.

2. Las autoridades del Estado receptor no podrán penetrar en la parte de los locales

consulares que se utilice exclusivamente para el trabajo de la oficina consular, salvo con el

consentimiento del jefe de la oficina consular, o de una persona que él designe, o del jefe de

la misión diplomática del Estado que envía. Sin embargo, el consentimiento del jefe de la

oficina consular se presumirá en caso de incendio, o de otra calamidad que requiera la

adopción inmediata de medidas de protección.

3. Con sujeción a las disposiciones del párrafo 2 de este artículo, el Estado receptor tendrá la

obligación especial de adoptar todas las medidas apropiadas para proteger los locales

consulares, con arreglo a las disposiciones de los párrafos anteriores, contra toda intrusión o

daño y para evitar que se perturbe la tranquilidad de la oficina consular o se atente contra su

dignidad.

71
4. Los locales consulares, sus muebles, los bienes de la oficina consular y sus medios de

transporte, no podrán ser objeto de ninguna requisa, por razones de defensa nacional o de

utilidad pública. Si para estos fines fuera necesaria la expropiación, se tomarán las medidas

posibles para evitar que se perturbe el ejercicio de las funciones consulares y se pagará al

Estado que envía una compensación inmediata, adecuada y efectiva.

Exención fiscal de los locales consulares

Artículo 32.1. Los locales consulares y la residencia del jefe de la oficina consular de carrera

de los que sea propietario o inquilino el Estado que envía, o cualquier persona que actúe en su

representación, estarán exentos de todos los impuestos y gravámenes nacionales, regionales y

municipales, excepto de los que constituyen el pago de determinados servicios prestados.

2. La exención fiscal a que se refiere el párrafo 1 de este artículo, no se aplicará a los

impuestos y gravámenes que, conforme a la legislación del Estado receptor, deba satisfacer la

persona que contrate con el Estado que envía o con la persona que actúe en su representación.

Inviolabilidad de los archivos y documentos consulares

Artículo 33. Los archivos y documentos consulares son siempre inviolables donde quiera

que se encuentren.

Libertad de tránsito

Artículo 34. Sin perjuicio de lo dispuesto en sus leyes y reglamentos relativos a las zonas de

acceso prohibido o limitado por razones de seguridad nacional, el Estado receptor garantizará

la libertad de tránsito y de circulación en su territorio, a todos los miembros de la oficina

consular.

Libertad de comunicación

72
Artículo 35.1. El Estado receptor permitirá y protegerá la libertad de comunicación de la

oficina consular para todos los fines oficiales. La oficina consular podrá utilizar todos los

medios de comunicación apropiados, entre ellos los correos diplomáticos o consulares, la

valija diplomática o consular y los mensajes en clave o cifra, para comunicarse con el

gobierno, con las misiones diplomáticas y con los demás consulados del Estado que envía,

dondequiera que se encuentren. Sin embargo, solamente con el consentimiento del Estado

receptor, podrá la oficina consular instalar y utilizar una emisora de radio.

2. La correspondencia oficial de la oficina consular será inviolable. Por correspondencia

oficial se entenderá toda correspondencia relativa a la oficina consular y a sus funciones.

3. La valija consular no podrá ser abierta ni retenida. No obstante, si las autoridades

competentes del Estado receptor tuviesen razones fundadas para creer que la valija contiene

algo que no sea la correspondencia, los documentos o los objetos a los que se refiere el

párrafo 4 de este artículo, podrán pedir que la valija sea abierta, en su presencia, por un

representante autorizado del Estado que envía. Si las autoridades del Estado que envía

rechazasen la petición, la valija será devuelta a su lugar de origen.

4. Los bultos que constituyan la valija consular, deberán ir provistos de signos exteriores

visibles, indicadores de su carácter, y sólo podrán contener correspondencia y documentos

oficiales u objetos destinados exclusivamente al uso oficial.

5. El correo consular deberá llevar consigo un documento oficial en el que se acredite su

condición de tal y el número de bultos que constituyan la valija consular. Esa persona no

podrá ser nacional del Estado receptor ni, a menos que sea nacional del Estado que envía,

residente permanente en el Estado receptor, excepto si lo consiente dicho Estado. En el

ejercicio de sus funciones estará protegida por el Estado receptor. Gozará de inviolabilidad

personal y no podrá ser objeto de ninguna forma de detención o arresto.

73
6. El Estado que envía, su misión diplomática y sus oficinas consulares podrán designar

correos consulares especiales. En ese caso, serán también aplicables las disposiciones del

párrafo S de este artículo, con la salvedad de que las inmunidades que en él se especifican

dejarán de ser aplicables cuando dicho correo haya entregado la valija consular a su cargo al

destinatario.

7. La valija consular podrá ser confiada al comandante de un buque, o de una aeronave

comercial, que deberá aterrizar en un aeropuerto autorizado para la entrada. Este comandante

llevará consigo un documento oficial en el que conste el número de bultos que constituyan la

valija, pero no será considerado como correo consular. La oficina consular podrá enviar a uno

de sus miembros a hacerse cargo de la valija, directa y libremente de manos del comandante

del buque o de la aeronave, previo acuerdo con las autoridades locales competentes.

Comunicación con los nacionales del Estado que envía

Artículo 36.1. Con el fin de facilitar el ejercicio de las funciones consulares relacionadas con

los nacionales del Estado que envía:

a) Los funcionarios consulares podrán comunicarse libremente con las autoridades del Estado

que envía y visitarlas. Los nacionales del Estado que envía deberán tener la misma libertad de

comunicarse con los funcionarios consulares de ese Estado y de visitarlos;

b) Si el interesado lo solicita, las autoridades competentes del Estado receptor deberán

informar sin retraso alguno a la oficina consular competente en ese Estado cuando, en

circunscripción, un nacional del Estado que envía sea arrestado de cualquier forma, detenido

o puesto en prisión preventiva. Cualquier comunicación dirigida a la oficina consular por la

persona arrestada, detenida o puesta en prisión preventiva, lo será asimismo transmitida sin

demora por dichas autoridades, las cuales habrán de informar sin dilación a la persona

interesada acerca de los derechos que se le reconocen en este apartado;

74
c) Los funcionarios consulares tendrán derecho a visitar al nacional del Estado que envía que

se halle arrestado, detenido o en prisión preventiva, a conversar con él y a organizar su

defensa ante los tribunales. Asimismo, tendrán derecho a visitar a todo nacional del Estado

que envía que, en su circunscripción, se halle arrestado, detenido o preso en cumplimiento de

una sentencia. Sin embargo, los funcionarios consulares se abstendrán de intervenir en favor

del nacional detenido cuando éste se oponga expresamente a ello.

2. Las prerrogativas a las que se refiere el párrafo 1 de este artículo se ejercerán con arreglo a

las leyes y reglamentos del Estado receptor, debiendo entenderse, sin embargo, que dichas

leyes y reglamentos no impedirán que tengan pleno efecto los derechos reconocidos por este

artículo.

Información en casos de defunción, tutela, cúratela, naufragio y accidente aéreo

Artículo 37. Cuando las autoridades competentes del Estado receptor poseen la información

correspondiente, dichas autoridades estarán obligadas:

a) A informar sin retraso, en caso de defunción de un nacional del Estado que envía, a la

oficina consular en cuya circunscripción ocurra el fallecimiento;

b) A comunicar sin retraso, a la oficina consular competente, todos los casos en que el

nombramiento de tutor o de curador sea de interés para un menor o un incapacitado nacional

del Estado que envía. El hecho de que se facilite esa información, no será obstáculo para la

debida aplicación de las leyes y reglamentos relativos a esos nombramientos;

c) A informar sin retraso, a la oficina consular más próxima al lugar del accidente, cuando un

buque, que tenga la nacionalidad del Estado que envía, naufrague o encalle en el mar

territorial o en las aguas interiores del Estado receptor, o cuando un avión matriculado en el

Estado que envía sufra un accidente en territorio del Estado receptor.

75
Comunicación con las autoridades del Estado receptor

Artículo 38. Los funcionarios consulares podrán dirigirse en el ejercicio de sus funciones:

a) A las autoridades locales competentes de su circunscripción consular;

b) A las autoridades centrales competentes del Estado receptor, siempre que sea posible y en

la medida que lo permitan las leyes, reglamentos y usos y los acuerdos internacionales

correspondientes.

Derechos y aranceles consulares

Artículo 39.1. La oficina consular podrá percibir en el territorio del Estado receptor los de-

rechos y aranceles que establezcan las leyes y reglamentos del Estado que envía para las

actuaciones consulares.

2. Las cantidades percibidas en concepto de los derechos y aranceles previstos en el párrafo 1

de este artículo y los recibos correspondientes, estarán exentos de todo impuesto y gravamen

en el Estado receptor.

Sección 2: Facilidades, privilegios e inmunidades relativos a los funcionarios consulares

de carrera y a los demás miembros de la oficina consular

Protección de los funcionarios consulares

Artículo 40. El Estado receptor deberá tratar a los funcionarios consulares con la debida de-

ferencia y adoptará todas las medidas adecuadas para evitar cualquier atentado contra su

persona, su libertad o su dignidad.

Inviolabilidad personal de los funcionarios consulares

76
Artículo 41.1. Los funcionarios consulares no podrán ser detenidos o puestos en prisión

preventiva sino cuando se trate de un delito grave y por decisión de la autoridad judicial

competente.

2. Excepto en el caso previsto en el párrafo 1 de este artículo, los funcionarios consulares no

podrán ser detenidos ni sometidos a ninguna otra forma de limitación de su libertad personal

sino en virtud de sentencia firme.

3. Cuando se instruya un procedimiento penal contra un funcionario consular, éste estará

obligado a comparecer ante las autoridades competentes. Sin embargo, las diligencias se

practicarán con la diferencia debida al funcionario consular en razón de su posición oficial y,

excepto en el caso previsto en el párrafo 1 de este artículo, de manera que perturbe lo menos

posible el ejercicio de las funciones consulares. Cuando en las circunstancias previstas en el

párrafo 1 de este artículo sea necesario detener a un funcionario consular, el correspondiente

procedimiento contra él deberá iniciarse sin la menor dilación.

Comunicación en caso de arresto, detención preventiva o instrucción de un

procedimiento penal

Artículo 42. Cuando se arreste o detenga preventivamente a un miembro del personal con-

sular, o se le instruya un procedimiento penal, el Estado receptor estará obligado a co-

municarlo sin demora al jefe de oficina consular. Si esas medidas se aplicasen a este último,

el Estado receptor deberá poner el hecho en conocimiento del Estado que envía, por vía

diplomática.

Inmunidad de jurisdicción

77
Artículo 43.1. Los funcionarios consulares y los empleados consulares no estarán sometidos

a la jurisdicción de las autoridades judiciales y administrativas del Estado receptor por los

actos ejecutados en el ejercicio de las funciones consulares.

2. Las disposiciones del párrafo 1 de este artículo no se aplicarán en el caso de un

procedimiento civil:

a) Que resulte de un contrato que el funcionario consular, o el empleado consular, no haya

concertado, explícita o implícitamente, como agente del Estado que envía, o

b) Que sea entablada por un tercero como consecuencia de daños causados por un accidente

de vehículo, buque o avión, ocurrido en el Estado receptor.

Obligación de comparecer como testigo

Artículo 44.1. Los miembros del consulado podrán ser llamados a comparecer como testigos

en procedimientos judiciales o administrativos. Un empleado consular o un miembro del

personal de servicio no podrá negarse, excepto en el caso al que se refiere el párrafo 3 de este

artículo, a deponer como testigo. Si un funcionario consular se negase a hacerlo, no se le

podrá aplicar ninguna medida coactiva o sanción.

2. La autoridad que requiera el testimonio deberá evitar que se perturbe al funcionario

consular en el ejercicio de sus funciones. Podrá recibir el testimonio del funcionario consular

en su domicilio o en la oficina consular, o aceptar su declaración por escrito, siempre que sea

posible.

3. Los miembros de una oficina consular no estarán obligados a deponer sobre hechos

relacionados con el ejercicio de sus funciones, ni a exhibir la correspondencia y los

documentos oficiales referentes a aquéllos. Asimismo, podrán negarse a deponer como

expertos respecto de las leyes del Estado que envía.


78
Renuncia a los privilegios e inmunidades

Artículo 45.1. El Estado que envía podrá renunciar, respecto de un miembro de la oficina

consular, a cualquiera de los privilegios e inmunidades establecidos en los artículos 41,43 y

44.

2. La renuncia habrá de ser siempre expresa, excepto en el caso previsto en el párrafo 3 de

este artículo, y habrá de comunicarse por escrito al Estado receptor.

3. Si un funcionario consular o un empleado consular entablase una acción judicial en una

materia en que goce de inmunidad de jurisdicción conforme al artículo 43, no podrá alegar

esa inmunidad en relación con cualquier demanda reconvencional que esté directamente

ligada a la demanda principal.

4. La renuncia a la inmunidad de jurisdicción respecto de acciones civiles o administrativas

no implicará, en principio, la renuncia a la inmunidad en cuanto a las medidas de ejecución

de la resolución que se dicte, que requerirán una renuncia especial.

Exención de la inscripción de extranjeros y del permiso de residencia

Artículo 46.1. Los funcionarios y empleados consulares y los miembros de su familia que

vivan en su casa, estarán exentos de todas las obligaciones prescriptas por las leyes y

reglamentos del Estado receptor relativos a la inscripción de extranjeros y al permiso de

residencia.

2. Sin embargo, las disposiciones del párrafo 1 de este artículo no se aplicarán a los

empleados consulares que no sean empleados permanentes del Estado que envía o que

ejerzan en el Estado receptor una actividad privada de carácter lucrativo, ni a los miembros

de la familia de esos empleados.

79
Exención del permiso de trabajo

Artículo 47.1. Los miembros de la oficina consular estarán exentos, respecto de los servicios
que presten al Estado que envía, de cualquiera de las obligaciones relativas a permisos de
trabajo que impongan las leyes y reglamentos del Estado receptor referentes al empleo de
trabajadores extranjeros.

2. Los miembros del personal privado de los funcionarios y empleados consulares estarán

exentos de las obligaciones a las que se refiere el párrafo 1 de este artículo, siempre que no

ejerzan en el Estado receptor ninguna otra ocupación lucrativa.

Exención del régimen de seguridad social

Artículo 48.1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 3 de este artículo, los miembros de

la oficina consular y los miembros de su familia que vivan en su casa estarán exentos, en

cuanto a los servicios que presten al Estado que envía, de las disposiciones sobre seguridad

social que estén en vigor en el Estado receptor.

2. La exención prevista en el párrafo 1 de este artículo se aplicará también a los miembros

del personal privado que estén al servicio exclusivo de los miembros de la oficina consular,

siempre que:

a) No sean nacionales y residentes permanentes del Estado receptor, y

b) Estén protegidos por las normas sobre seguridad social, en vigor en el Estado que envía o

en un tercer Estado.

3. Los miembros de la oficina consular que empleen a personas a quienes no se aplique la

exención prevista en el párrafo 2 de este artículo, habrán de cumplir las obligaciones que las

disposiciones de seguridad social del Estado receptor impongan a los empleadores.

80
4. La exención prevista en los párrafos 1 y 2 de este artículo no impedirá la participación

voluntaria en el régimen de seguridad social del Estado receptor, siempre que sea permitida

por ese Estado.

Exención fiscal

Artículo 49.1. Los funcionarios y empleados consulares, y los miembros de su familia que

vivan en su casa, estarán exentos de todos los impuestos y gravámenes personales o reales,

nacionales, regionales y municipales, con excepción:

a) De aquellos impuestos indirectos que están normalmente incluidos en el precio de las

mercaderías y de los servicios;

b) De los impuestos y gravámenes sobre los bienes inmuebles privados que radiquen en el

territorio del Estado receptor, salvo lo dispuesto en el artículo 32;

c) De los impuestos sobre las sucesiones y las transmisiones exigibles por el Estado receptor,

a reserva de lo dispuesto en el apartado b) del artículo 51;

d) De los impuestos y gravámenes sobre los ingresos privados, incluidas las ganancias de

capital, que tengan su origen en el Estado receptor y de los impuestos sobre el capital

correspondiente a las inversiones realizadas en empresas comerciales o financieras en ese

mismo Estado;

e) De los impuestos y gravámenes exigibles por determinados servicios prestados;

f) De los derechos de registro, aranceles judiciales, hipoteca y timbre, a reserva de lo

dispuesto en el artículo 32.

81
2. Los miembros del personal de servicio estarán exentos de los impuestos y gravámenes

sobre los salarios que perciban por sus servicios.

3. Los miembros de la oficina consular, a cuyo servicio se hallen personas cuyos sueldos o

salarios no estén exentos en el Estado receptor de los impuestos sobre los ingresos, cumplirán

las obligaciones que las leyes y reglamentos de ese Estado impongan a los empleadores en

cuanto a la exacción de dichos impuestos.

Franquicia aduanera y exención de inspección aduanera

Artículo 50.1. El Estado receptor permitirá, con arreglo a las leyes y reglamentos que pro-

mulgue, la entrada, con exención de todos los derechos de aduana, impuestos y gravámenes

conexos, salvo los gastos de almacenaje, acarreo y servicios análogos, de los objetos

destinados:

a) Al uso oficial de la oficina consular,

b) Al uso personal del funcionario consular y de los miembros de su familia que vivan en su

casa, incluidos los efectos destinados a su instalación. Los artículos de consumo no deberán

exceder de las cantidades que esas personas necesiten para su consumo directo.

2. Los empleados consulares gozarán de los privilegios y exenciones previstos en el párrafo

1 de este artículo, en relación con los objetos importados al efectuar su primera instalación.

3. El equipaje personal que lleven consigo los funcionarios consulares y los miembros de su

familia que vivan en su casa estará exento de inspección aduanera. Sólo se lo podrá

inspeccionar cuando haya motivos fundados para suponer que contiene objetos diferentes de

los indicados en el apartado b) del párrafo 1 de este artículo, o cuya importación o

exportación esté prohibida por las leyes y reglamentos del Estado receptor, o que estén

82
sujetos a medidas de cuarentena por parte del mismo Estado. Esta inspección sólo podrá

efectuarse en presencia del funcionario consular o del miembro de su familia.

Sucesión de un miembro del consulado o de un miembro de su familia

Artículo 51. En caso de defunción de un miembro de la oficina consular o de un miembro de

su familia que viva en su casa, el Estado receptor estará obligado:

a) A permitir la exportación de los bienes muebles propiedad del fallecido, excepto de los

que haya adquirido en el Estado receptor y cuya exportación estuviera prohibida en el

momento de la defunción;

b) A no exigir impuestos nacionales, municipales o regionales sobre la sucesión ni sobre la

transmisión de los bienes muebles, cuando éstos se encuentren en el Estado receptor como

consecuencia directa de haber vivido allí el causante de la sucesión, en calidad de miembro

de la oficina consular o de la familia de un miembro de dicha oficina consular.

Exención de prestaciones personales

Artículo 52. El Estado receptor deberá eximir a los miembros de la oficina consular y a los

miembros de su familia que vivan en su casa de toda prestación personal, de todo servicio de

carácter público, cualquiera que sea su naturaleza, y de cargas militares, tales como requisas,

contribuciones y alojamientos militares.

Principio y fin de los privilegios e inmunidades consulares

83
Artículo 53.1. Los miembros de la oficina consular gozarán de los privilegios e inmunidades

regulados por la presente Convención, desde el momento en que entren en el territorio del

Estado receptor para tomar posesión de ese cargo o, si se encuentran ya en ese territorio,

desde el momento en que asuman sus funciones en la oficina consular.

2. Los miembros de la familia de un miembro de la oficina consular que vivan en su casa, y

los miembros de su personal privado, gozarán de los privilegios e inmunidades previstos en la

presente Convención, desde la fecha en que el miembro del consulado goce de privilegios e

inmunidades con arreglo al párrafo 1 de este artículo, o desde su entrada en el territorio del

Estado receptor o desde el día en que lleguen a formar parte de la familia o del personal

privado del miembro de la oficina consular. De esas fechas regirá la que sea más posterior.

3. Cuando terminen las funciones de un miembro de la oficina consular, cesarán sus

privilegios e inmunidades, así como los de cualquier miembro de su familia que viva en su

casa y los de su personal privado; normalmente ello ocurrirá en el momento mismo en que la

persona interesada abandone el territorio del Estado receptor o en cuanto expire el plazo

razonable que se le conceda para ello, determinándose el cese por la fecha más anterior,

aunque subsistirán hasta ese momento incluso en caso de conflicto armado. Los privilegios e

inmunidades de las personas a las que se refiere el párrafo 2 de este artículo terminarán en el

momento en que esas personas dejen de pertenecer a la familia o de estar al servicio de un

miembro de la oficina consular. Sin embargo, cuando esas personas se dispongan a salir del

Estado receptor dentro de un plazo de tiempo razonable, sus privilegios e inmunidades

subsistirán hasta el momento de su salida.

4. No obstante, por lo que se refiere a los actos ejecutados por un funcionario consular o un

empleado consular en el ejercicio de sus funciones, la inmunidad de jurisdicción subsistirá

indefinidamente.

84
5. En caso de fallecimiento de un miembro de la oficina consular, los miembros de su

familia que vivan en su casa seguirán gozando de los privilegios e inmunidades que les

correspondan hasta que salgan del Estado receptor o hasta la expiración de un plazo

prudencial que les permita abandonarlo. De estas fecha regirá la que sea más anterior.

Obligaciones de los terceros Estados

Artículo 54.1. Si un funcionario consular atraviesa el territorio o se encuentra en el territorio

de un tercer Estado que, de ser necesario, le haya concedido un visado, para ir a asumir sus

funciones o reintegrarse a su oficina consular o regresar al Estado que envía, dicho tercer

Estado le concederá todas las inmunidades reguladas por los demás artículos de la presente

Convención que sean necesarias para facilitarle el paso o el regreso. La misma disposición

será aplicable a los miembros de su familia que vivan en su casa y gocen de esos privilegios e

inmunidades, tanto si acompañan al funcionario consular, como si viajan separadamente para

reunirse con él o regresar al Estado que envía.

2. En condiciones análogas a las previstas en el párrafo 1 de este artículo, los terceros

Estados no deberán dificultar el paso por su territorio de los demás miembros de la oficina y

de los miembros de la familia que vivan en su casa.

3. Los terceros Estados concederán a la correspondencia oficial y a las demás co-

municaciones oficiales en tránsito, incluso a los despachos en clave o en cifra, la misma

libertad y protección que el Estado está obligado a concederles con arreglo a la presente

Convención. Concederán a los correos consulares, a los cuales, de ser necesario, se les

extenderán un visado, y a las valijas consulares en tránsito, la misma inviolabilidad y

protección que el Estado receptor está obligado a concederles de conformidad con la presente

Convención.

85
4. Las obligaciones que prescriben los párrafos 1, 2 y 3 de este artículo para los terceros

Estados, se aplicarán asimismo a las personas mencionadas respectivamente en dichos

párrafos, y también a las comunicaciones oficiales y valijas consulares, cuya presencia en el

territorio del tercer Estado se deba a un caso de fuerza mayor.

Respecto de las leyes y reglamentos del Estado receptor

Artículo 55.1. Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas que gocen

de esos privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado

receptor. También estarán obligadas a no inmiscuirse en los asuntos internos de dicho Estado.

2. Los locales consulares no serán utilizados de manera incompatible con el ejercicio de las

funciones consulares.

3. Lo dispuesto en el párrafo 2 de este artículo, no excluirá la posibilidad de instalar en parte

del edificio en que se hallen los locales consulares las oficinas de otros organismos o

dependencias, siempre que los locales destinados a las mismas estén separados de los que

utilice la oficina consular. En este caso, dichas oficinas no se considerarán, a los efectos de la

presente Convención, como parte integrante de los locales consulares.

Seguro contra daños causados a terceros

Artículo 56. Los miembros de la oficina consular deberán cumplir todas las obligaciones que

impongan las leyes y reglamentos del Estado receptor relativas al seguro de responsabilidad

civil por daños a terceros por la utilización de vehículos, buques o aviones.

Disposiciones especiales sobre las actividades privadas de carácter lucrativo

86
Artículo 57.1. Los funcionarios consulares de carrera no ejercerán en provecho propio nin-

guna actividad profesional o comercial en el Estado receptor. 2. Los privilegios e

inmunidades previstos en este Capítulo no se concederán:

a) A los empleados consulares o a los miembros del personal de servicio que ejerzan una

actividad privada de carácter lucrativo en el Estado receptor;

b) A los miembros de la familia de las personas a que se refiere el apartado a) de este párrafo,

o a su personal privado;

c) A los miembros de la familia del miembro de la oficina consular que ejerzan una actividad

privada de carácter lucrativo en el Estado receptor.

Capítulo 3: Régimen aplicable a los funcionarios consulares honorarios y a las oficinas

consulares dirigidas por los mismos

Disposiciones generales relativas a facilidades, privilegios e inmunidades

Artículo 58.1. Los artículos 28, 29, 30, 34, 35, 36, 37, 38 y 39, el párrafo 3 del artículo 54 y

los párrafos 2 y 3 del artículo 55 se aplicarán a las oficinas consulares dirigidas por un

funcionario consular honorario. Además, las facilidades, los privilegios y las inmunidades de

esas oficinas se regirán por los artículos 59, 60, 61 y 62.

2. Los artículos 42 y 43, el párrafo 3 del artículo 44, los artículos 45 y 53 y el párrafo 1 del

artículo 55 se aplicarán a los funcionarios consulares honorarios; además, las facilidades,

privilegios e inmunidades de esos funcionarios consulares se regirán por los artículos 63,64,

65,66 y 67.

87
3. Los privilegios e inmunidades establecidos en la presente Convención no se concederán a

los miembros de la familia de un funcionario consular honorario, ni a los de la familia de un

empleado consular de una oficina consular dirigida por un funcionario honorario.

4. El intercambio de valijas consulares entre dos oficinas consulares situadas en diferentes

Estados y dirigidas por funcionarios consulares honorarios no se admitirá sino con el

consentimiento de los dos Estados receptores.

Protección de los locales consulares

Artículo 59. El Estado receptor adoptará las medidas que sean necesarias para proteger los

locales consulares de una oficina consular, cuyo jefe sea un funcionario consular honorario,

contra toda intrusión o daño y para evitar que se perturbe la tranquilidad de dicha oficina

consular o se atente contra su dignidad.

Exención fiscal de los locales consulares

Artículo 60.1. Los locales consulares de una oficina consular, cuyo jefe sea un funcionario

consular honorario y de los cuales sea propietario o inquilino el Estado que en vía, estarán

exentos de todos los impuestos y contribuciones nacionales, regionales y municipales, salvo

de los exigibles en pago de determinados servicios prestados.

2. La exención fiscal a que se refiere el párrafo 1 de este artículo no será aplicable a aquellos

impuestos y contribuciones que, según las leyes y reglamentos del Estado receptor, habrán de

ser pagados por la persona que contrate con el Estado que envía.

Inviolabilidad de los archivos y documentos consulares

Artículo 61. Los archivos y documentos consulares de una oficina consular cuyo jefe sea un

funcionario consular honorario, serán siempre inviolables dondequiera que se encuentren, a

88
condición de que estén separados de otros papeles y documentos y, en especial, de la

correspondencia particular del jefe de la oficina consular, y de la de toda persona que trabaje

con él, y de los objetos, libros y documentos referentes a su profesión o a sus negocios.

Franquicia aduanera

Artículo 62. El Estado receptor, con arreglo a las leyes y reglamentos que promulgue, per-

mitirá la entrada con exención de todos los derechos de aduana, impuestos y gravámenes

conexos, salvo los gastos de almacenaje, acarreo y servicios análogos, de los siguientes

artículos, cuando se destinen al uso oficial de una oficina consular dirigida por un funcionario

consular honorario: escudos, banderas, letreros, timbres y sellos, libros, impresos oficiales,

muebles y útiles de oficina y otros objetos análogos que sean suministrados a la oficina

consular por el Estado que envía, o a instancia del mismo.

Procedimiento penal

Artículo 63. Cuando se instruya un procedimiento penal contra un funcionario consular ho-

norario, éste estará obligado a comparecer ante las autoridades competentes. Sin embargo, las

diligencias se practicarán con la deferencia debida a ese funcionario por razón de su carácter

oficial y, excepto en el caso de que esté detenido o puesto en prisión preventiva, se manera

que se perturbe lo menos posible el ejercicio de las funciones consulares. Cuando sea

necesario detener a un funcionario consular honorario, se iniciará el procedimiento contra él

con el menor retraso posible.

Protección de los funcionarios consulares honorarios

Artículo 64. El Estado receptor tendrá la obligación de conceder al funcionario consular

honorario la protección que pueda necesitar por razón de su carácter oficial.

Exención de la inscripción de extranjeros y del permiso de residencia


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Artículo 65. Los funcionarios consulares honorarios, salvo aquellos que ejerzan en el Estado

receptor cualquier profesión o actividad comercial en provecho propio, estarán exentos de las

obligaciones prescritas por las leyes y reglamentos de ese Estado referentes a la inscripción

de extranjeros y a permisos de residencia.

Exención fiscal

Artículo 66. Los funcionarios consulares estarán exentos de todos los impuestos y gravá-

menes sobre las retribuciones y los emolumentos que perciban del Estado que envía como

consecuencia del ejercicio de funciones consulares.

Exención de prestaciones personales

Artículo 67. El Estado receptor eximirá a los funcionarios consulares honorarios de toda

prestación personal y de todo servicio público, cualquiera que sea su naturaleza, y de las

obligaciones de carácter militar, especialmente de las relativas a requisas, contribuciones y

alojamientos militares.

Carácter facultativo de la institución de los funcionarios consulares honorarios

Artículo 68. Todo Estado podrá decidir libremente si ha de nombrar o recibir funcionarios

consulares honorarios.

Capítulo 4: Disposiciones generales

Agentes consulares que no sean jefes de oficina consular

Artículo 69.1. Los Estados podrán decidir libremente si establecen o aceptan agencias con-

sulares dirigidas por agentes consulares que no hayan sido designados como jefes de oficina

consular por el Estado que envía.

90
2. Las condiciones en las cuales podrán ejercer su actividad las agencias consulares a las que

se refiere el párrafo 1 de este artículo, y los privilegios e inmunidades que podrán disfrutar

los agentes consulares que las dirijan, determinarán de común acuerdo entre el Estado que

envía y el Estado receptor.

Ejercicio defunciones consulares por las misiones diplomáticas

Artículo 70.1. Las disposiciones de la presente Convención se aplicarán también, en la me-

dida que sea procedente, al ejercicio de funciones consulares por una misión diplomática.

2. Se comunicarán al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor o a la

autoridad designada por dicho ministerio los nombres de los miembros de la misión

diplomática que estén agregados a la sección consular, o estén encargados del ejercicio de las

funciones consulares en dicha misión.

3. En el ejercicio de las funciones consulares, la misión diplomática podrá dirigirse:

a) A las autoridades locales de la circunscripción consular;

b) A las autoridades centrales del Estado receptor, siempre que lo permitan las leyes, los

reglamentos y los usos de ese Estado o los acuerdos internacionales aplicables.

4. Los privilegios o inmunidades de los miembros de la misión diplomática a los que se

refiere el párrafo 2 de este artículo, seguirán rigiéndose por las normas de derecho

internacional relativas a las relaciones diplomáticas.

Nacionales o residentes permanentes del Estado receptor

91
Artículo 71.1. Excepto en el caso de que el Estado receptor conceda otras facilidades, privi-

legios e inmunidades, los funcionarios consulares que sean nacionales o residentes

permanentes del Estado receptor, sólo gozarán de inmunidad de jurisdicción y de

inviolabilidad personal por los actos oficiales realizados en el ejercicio de sus funciones, y

del privilegio establecido en el párrafo 3 del artículo 44. Por lo que se refiere a estos

funcionarios consulares, el Estado receptor deberá también cumplir la obligación prescrita en

el artículo 42. Cuando se instruya un procedimiento penal contra esos funcionarios

consulares, las diligencias se practicarán, salvo en el caso en que el funcionario esté arrestado

o detenido, de manera que se perturbe lo menos posible el ejercicio de las funciones

consulares.

2. Los demás miembros de la oficina consular que sean nacionales o residentes permanentes

del Estado receptor y los miembros de su familia, así como los miembros de la familia de los

funcionarios consulares a los que se refiere el párrafo 1 de este artículo, gozarán de

facilidades, privilegios e inmunidades sólo en la medida en que el Estado receptor se los

conceda. Las personas de la familia de los miembros de la oficina consular y los miembros

del personal privado que sean nacionales o residentes permanentes del Estado receptor, go-

zarán asimismo de facilidades, privilegios e inmunidades, pero sólo en la medida en que este

Estado se los otorgue. Sin embargo, el Estado receptor deberá ejercer su jurisdicción sobre

esas personas de manera que no se perturbe indebidamente el ejercicio de las funciones de la

oficina consular.

No discriminación entre los Estados

Artículo 72.1. El Estado receptor no hará discriminación alguna entre los Estados al aplicar

las disposiciones de la presente Convención. 2. Sin embargo, no se considerará

discriminatorio:

92
a) Que el Estado receptor aplique restrictivamente cualquiera de las disposiciones de la

presente Convención, porque a sus oficinas consulares en el Estado que envía les sean

aquéllas aplicadas de manera restrictiva;

b) Que, por costumbre o acuerdo, los Estados se concedan recíprocamente un trato más

favorable que el establecido en las disposiciones de la presente Convención.

Relación entre la presente Convención y otros acuerdos internacionales

Artículo 73.1. Las disposiciones de la presente Convención no afectarán a otros acuerdos

internacionales en vigor entre los Estados que sean Parte en los mismos.

2. Ninguna de las disposiciones de la presente Convención impedirá que los Estados

concierten acuerdos internacionales que confirmen, completen, extiendan o amplíen las

disposiciones de aquélla.

La presente Convención entró en vigor el 19 de marzo de 1967.

93
I. CONCLUSIONES

1. El Perú atribuye la mayor importancia a las relaciones con los Estados vecinos

en un contexto de respeto a la soberanía, a los derechos fundamentales de las personas

con sustento en el derecho internacional y el fortalecimiento de la confianza mutua.

2. El Ministerio de Relaciones Exteriores, liderado por el Canciller y bajo la

dirección del Presidente de la República, es la institución encargada de ejercer la

representación del Estado en el ámbito internacional a través del Servicio Diplomático

de la República.

3. EL ministro de Relaciones Exteriores tiene el deber fundamental de fortalecer

la protección y asistencia a los peruanos en el exterior, así como afianzar sus vínculos

con el Perú.

4. El ministro de Relaciones Exteriores tiene el objetivo de fortalecer la política

de cooperación internacional como instrumento de política exterior para el logro del

desarrollo sostenible.

5. Las relaciones internacionales son un ámbito muy complejo que requiere de

personal más profesional porque el Perú viene avanzando en el proceso de

globalización, insertándose en espacios comerciales, políticos y de diferente índole;

trabajando en las relaciones estratégicas correspondientes con los interese nacionales

marcados por el Estado.

II. BIBLIOGRAFIA

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1. Barberis, J. “Formación del Derecho Internacional”. Editorial Ábaco de Rodolfo
Depalma, Bs. As, 1994.

2. Boggiano, A. “Derecho Internacional y Derecho de la Relaciones entre los


Ordenamientos Jurídicos”, Ed. la Ley, Bs. As. 1997.

3. Constitución Política del Perú de 1993.

4. De La Guardia y Delpech, “La Convención de Viena sobre el régimen de los


Tratados”, Ed. la Ley, Bs. As. varias ediciones.

5. García Ghirelli, J. “Repertorio de Jurisprudencia de la CIJ”, Zavalía Editor. Bs. As.


1973.

6. Jiménez de Aréchaga, E. Derecho Internacional Público, T. I, Ediciones FCU,


Montevideo, 2005.

7. Martínez Gondra, Ernesto. “Privilegios e Inmunidades de las Organizaciones


Internacionales”, Ed. Nuevo hacer, 2004.

8. Nicolson, H. “La diplomacia”, Breviarios, FCE, México, 1964.

9. Pinto, Mónica, El Derecho Internacional: vigencia y desafíos, Fondo de Cultura


Económica, Buenos Aires, 2004.

10. Rousseau, Ch. “Derecho Internacional Público Profundizado”, Ed. la Ley, Bs. As.
1966.

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