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DERECHO

ORSANO DE LA FACULTAD DE DERECHO

IX
PONTIFICIA
UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERU
LIMA • 1849
DERECHO
(ORGA.MO DE LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS DE LA PONTIFICIA
UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERO)

Directores: HUGO PIAGGIO y JAVIER KIEFER-MARCHAND


Dirección Postal: Apartado 1761 -Lima. A · istración: Láitiga NC? 459 - Lima.

A&O VI Lima, Enero a Diciembre de 1949. N~ 9

SUMHRIO
Pág.

Discurso pronunciado por Su Santidad el Papa Pío XII. ante los Ju-
ristas Católicos Italianos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
DERECHO CIVIL
Héctor Cornejo Chávez: Los Esponsales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Antonio Valdez Calle: Un caso de prescripción en la acción de ali-
mentos. . . . -. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
DERECHO COMERCIAL
Andrés León Montalbán: Aspecto Jurídico de _la Quiebra. . . 30
DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
Trygve Lye: Las Naciones Unidas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
DERECHO MARITIMO·
Vili Bachich de Résina: La Condición Jurídica del Buque... 48
DERECHO TRIBUTARIO
Luis Echecopar García: Los impuestos vigentes en el Perú 61
DERECHO COMPARADO
Aldo Icard~; Las Cortes de Equidad y el Sistema de la "Cominon
Law ...... ,!, • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 62
NOTAS Y DOCUMENTOS
La Federación Interamericano de Abogados y las Facultades de
Derecho de las Universidades Latino-Americanas, por el Doc-
tor Claude Horack. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . 94
El Congreso Internacional de Derecho Privado (Roma-1950). . . . .' . 1OS
Las Conferencias dictadas en la Sociedod de Legislación Compa-
rada de Lima ......~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Nota Bibliográfica... . . . . . . . . . . . . . .... ~ . . . 110
Catálogo de Tesis.. . .. . .. . .. . .. . :'.. .. . . . . 112
Revistas recibidas, en 1949 . . . 129
CRONICA DEL CLAUSTRO... .. . .. . .. . . .. .. . 137

NOTA.-LOS ARTICULOS FIRMADOS SON DE LA EXCLUSIVA 1


RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES. ,
Discurso pronunciado
por Su Santidad el Papa Pío XII,
ante los Juristas Católicos Italianos ( 1)

Es gracias a una feliz idea, queridos ~idos, que habéis preferido


Roma a otras ciudades italianas, que habrían podido acogeros. para hacer
.de ella la sede del Primer Congreso Nacional de la .. Unión de los Juristart
Católicos ItaLianos" a ·¡a cual habéis dado en estos últimos días su organi-
·zación definitiva y su constitución interna. mediante la discusión y aproba-
ción de los Estatutos y la elección de la Jwnta D;h-ectiva que tendrá que
promover su desarrollo y orientar su actividad, según las normas funda-
mentales que han establecido. Por eso, al felicitarnos con ustedes por la
obra realizada, no podemos impedirnos de hacer resaltar que como verda-
deros y auténticos juristas catóLi·cos habéis tenido el deseo. y la preocupa-
·ción de rodear la cuna de vuestra Asociación de una doble aureola: una
·que irradia desde la Roma Eterna, la otra que corresponde a la apelación
que os habéis dado.
Sois, en efecto, en primer lugar, juristas de·dicados a es.ta ciencia
noble entre todas que estudia, regula y aplica las normas sobre las cuales
se basa el orden y la paz, la justicia y la seguridad en la vida común civil
·de los individuos, de las. sociedades y d:e las naciones; y es Roma quien se
enorgullece de ser la Madre del Derecho. Si otros pueblos, en la antigue-
dad han podrido vanagloriarse de la esplendidez de las artes, de la profun-
·didad de la especulación filosófica 0 del refinamiento de la cultura, el
pueblo romano no fué superado por ninguno en su profundo sentido del
derecho gracias al establecimiento de estos admirables monumentos jurídi-
cos por medio de los cuales se realizó la unidad del mundo entonces cono-
-cido, dejando tras él una tradición que ha resistido a los ávidos ataques del
tiempo.
Pero, no solamente sois juristas, sino que sois y os declareis juristas
Católicos y Roma es, por disposición divina, el faro siempre brillante de
la fé cri~tiana, el centro de la unidad visible de la Iglesia, la sede del supre-
mo magister..io de las almas donde la catolicidad presenta una fuerza y una
grandeza particulares que se hace más tangible que en cualqu~er otro país
del mundo oor el afluio de todas las naciones al lugar d.e la Cátedra v de
la Tumba de Pc:.dro. Después de la caída del Imperio de los Césares, bajo

-~ 1) Traducido para la revil!ta "Derecho...


6 DERECHO

la prestan de los pueblos invasores, que destruían sus fronteras, dos cosas
sobrevivieron a la decadencia de la más grande y de la más augusta de las
ciudad e~ de las que la Historia haya conservado el recuerdo: su Corpus Jurie.
que se convirtió en el derecho de toda la Europa civilizada, y que aún está
vigente, en muchas de sus partes, .en la~ instituciones contemporáneas, ob~
jeto, aún hoy, de estud,ios apasionados, como el tronco vivo cuya savia no
se ha agotado en el transcurso de los años, provisto todavía de este po-
der unificador, que desarrolló durante su lenta formación; y la nueva Fé
que Pedro y Pablo han traído, nuevo trono de verdad que el primer jefe
v:sible de la Iglesia, directamente elegido por Cristo e investido por El
con el poder de los Jefes Supremos, ha instalado sólidamente escogiendo la
Ciudad de Roma como su sede. Los siglos han transcurrido sin her,irle, in-
clinados ante su bloque de granito; las circunstancias se han acumulado
para sacudirlo y abatirlo, pero en vano y bien lo veis todavía intacto y fi.r-
me, colocado sobre )as naciones como signo visible de la perennidad de la
obra de Cristo.
Es así corno en Roma y en el mundo ya impregnado con la esencia
de su civilización, las dos real.idades las más vitales: una, fruto de la sabidu-
ría jurídica de un pueblo que es, por consiguiente, de orig·en humano y la
otra, irradiación del mundo de la revelación anunciada por el hijo de
Dios hecho Hombre e¡ue es, por consiguiente, de origen trascendental y
divino. Estas dos realidades, digo, se encontraron y fusionaron íntimamen-
te. Pero el derecho de Roma, penetrado de la nueva ley que emanaba del
mensaje cristiano, se transformó gradualmente en su espíritu, se elevó en
sus conceptos, se perfeccionó en mucha~ de sus instituciones, se enriqueció
en sus disposiciones, acogiendo progresivamente los principios, las ideas y
las exigencias supt:riores de la nueva doctrina. La obra leg¡islativa de los
Emperadores cristianos nació de esta unión fecunda de sabiduría humana
y de sabiduría divina .de las que nos quedan huellas. imborrables que has·
tan para demostrar al mundo moderno que entre la v~rdadera c;iencia ju-
rídica y la enseñanza de la fé cristiana no existe opos,ición sino concordan-
cia, pues la fé solo puede confirmar con su sello la ver:diad que el espíritu
humano descubre. considera y ordena.
Es por eso que hemos dicho que habeis sido inspirados par un
consejo oportuno que os ha llevado a escoger Roma como sede de vuestro
primer Congreso. Al rn,ismo tiempo, es.ta selección os ind'ka toda la noble-
za y la altura de vuestra profesión y la exigencia que impone a cada uno
de vosotros en su ejercicio la calificación especial que os enorgullece.
La nobleza de vuestra profesión ha sido magníficamente descrita
por Ulpiano que definía la jurisprudencia; "divinarum atque humanarum
rerum notitia iusti atqUe. injusti scientia'' ( 1. 1O D., 1. 1) ¡Que noble objeto
asigna por esta definición a la ciencia jurídica y como la coloca tan alto
sobre las otras ramas del saber humano!. La mirada de un jurista digno de
este nombre domina un vasto horizonte cuya amplitud y variedad son seña-
ladas por los mismos hechos a los que debe dedicar su atención y dirigir
su estudio. Ante todo debe conocer las cosas divinas, divinarum renun
notitia, no solamente porque en la vida humana social la .religión debe
ocupar el primer lugar v dirigir la conducta práctica del creyente a la cual
el derecho deberá también dictar sus normas; no solamente porque varias
de sus principales instituciones corno la del matrimonio tienen un carácter
sagrado que no puede ignorar el derecho; s;1no, principalmente, porque
DISCURSO PRONUNCIADO POR SU SANTIDAD EL PAPA PIO XII 7

'!in este conocimiento superior de las cosas. divinas, el panorama humano,


que es el objeto segundo y más inmediato "humananun ren.:an notitia",
sobre el cual debe colocarse el espíritu del jurista~ estaría pljvado de este
fundamento que es superior a todas las vicisitudes humana~ en el tiempo
y en el espacio y que descansa en lo absoluto, es .d!ecir en Dios.
Sin duda, el jurista no está llamado por su profes¡ión a dedicarse a
)a especulacjón teológica para conocer el objeto de su estudio; pero,
si no es capaz de elevars,e hasta la visi®n de la realidad suprema y trascen-
dental de la cual deriva por vía de voluntad el orden del universo visible y
oe su m;i:núscula porción que es el género humano con sus leyes inmanentes
y moralmente necesarias, le será imposible considerar en toda su admira-
ble unidad y en sus más íntimas profundidades. espirituales la complejidad
de las relaciones soc:ales a las cuales preside el derecho y sus normas regu-
ladoras. Si, como lo afirmaba el gran jurisconsulto y orador romano: "na-
tura juris. . . a.b hominum repe.tenda ( est) natura" Cicerón: de legibus
1. 1. cap. 5 par. 1 7), la naturaleza y la esencia del derecho no pueden pro-
venir de otra cosa sino de la misma naturaleza del hombre; y puesto que,
por otra parte, esta naturaleza no puede ser conocida aún aproximadamen-
te en su pNfección, dignidad y elevación y en las finalidades que dirigen,
subordinándos.elas, todas las acciones, sin la conexión ontológica que la
une a su causa trascendente, es ev.i._dente que no podría el jurista lograr un
sano concepto del derecho ni alcanzar su ordenamiento sistemático, sino
renunciando a considerar al hombre y a las cosas humanas fuera de la luz
que desciende de la divinidad para alumbrar el penoso camino de sus m~
ve-stigaciones.
El error del racionalismo moderno ha consistido precisamente en
la pretensión de querer construir el sistema de los derechos humanos y la
teoría general del derecho considerando la naturaleza del hombre como
una entidad en sí, a la cual hace falta toda relación necesaria con un Ser
superior a la voluntad creadora y ordenador(! del cual depende en su esencia
y en su accton. Ustedes saben en que laberinto inextricable de dificultades
el pensamiento jurídico contemporáneo se ha vista complicado debido a
esta desviae¡ión inicial y de que manera el jurista que se ha conformado a
la regla establecida por el positivismo -así llamado-· ha fallado en su
obra, perdiendo junto con el conocimiento justo de la naturaleza humana el
sano cono: pi o del derecho al cual vino a faltar· esta fuerza de coacción so ..
bre la conciencia del hombre que es su primero y principal efecto. 'Las co•
sas divinas y humanas que, según la definición de Ulpiano, forman el ob-
jeto más general de la juri...c;rprudencia, están tan Íntimamente unidas que no
es posible ignorar las primeras sin perder de inmediato la exacta pondera~
ción de las segundas. 1
Esto es tanto más cierto que el objeto más específt~ de la ciencia
jurrdica es lo justo y lo injusto, iusti atque iniusti scientia, bi·en_ la justicia
oJ

er• su alta función equilibradora entre las exigencias individuales y sociales


en d seno de la familia humana. La justicia no constituye solamente un
concepto abstracto, un ideal exterior al cual las instituciones deben tratar
de Sldaptarse en cuanto Jo permita un mom·ento histórico dado, pero es
tnmbién y sobre todo algo inmanente al hombre, a la sociedad, a sus· .insti-
h.J(·-\ones fundamentales, en razón de la suma de principios prácticos eme
dicta e impone, de estas normas de conducta las más universales que for-
m«n parte del orden objetivo humano y óvil establecido por el altís.imo
8 DERECHO

espíritu del primer Autor. La ciencia de lo justo y de lo injusto supone.


por consiguiente, una sabiduría más ·elevada que consiste a conocer el
orden de lo creado y, por consiguiente, su Ordenador. El derecho, como
k enseña Santo Tomás, "est objectum justitiae" (Santo Tomás, 2a. 2ae. p.
Q 5 7 a. 1 ) , es la regla en la cual se concreta y se actualiza la gran y fecun-
da idea de justicia y como tal, si conduce a Dios, eterna e inmlltable justi-
cia en su esencia, de Dios también recibe luz y claridad, fuerza y vigor.
~ignificación y contenido.

El jurista se mue,ve pues, en el ejercicio de su profesión, antre lo


finito y lo infinito, entre lo divino y lo humano, y en .este movimiento ne-
cesario consiste la nobleza ·de la ciencia que cultiva. Los otros títulos en
virtud de los cuales se ennoblece frente a la comunidad humana pueden
ser consid~rados como consecuencia del título que ya hemos señalado. Si
las normas jurídicas constituyen el objeto de su .investigación, el sujeto al
cual están destinadas es el hombre, la persona humana que viene de esta
manera a caer en el terreno de su competencia. Y nótese' bien, no es el
hombre en su aspecto inferior y menos noble, tal como es estudiado por
otras ciencias, ellas· también muy útiles y dignas de admiración, sinó el1
hombre en su aspecto superior, en su calidad específica de agente razona-
ble que, para conformarse a las leyes de su racionalidad, debe actuar de
acuerdo con ci~rtas reglas de conducta dictadas directamente por s.u con-
ciencia, heraldo y reflejo de una ley ~ás alta, aunque no sea prescrita por la
por la autoridad humana reguladora de la vida de asoc¡,ación.
Es cierto que, para el jurista, el hombre no se presenta siempre
bajo los aspectos más elevados de su naturaleza razonable, y que frecuente-
temente ofrece a su estudio los aspectos los menos dignos, sus malas incli-
nac,iones, sus perversiones malignas, la falta y el delito. Sin embargo, aún
por debajo del esplendor velado de su racionalidad, el jurista debe siem-
pre ver ese fondo humano cuya falta o delito jamás borrarán el sello que
fué impreso por la mano del Crea·dor.
Si, después, contemplais el sujeto del derecho con el ojo de le fé
cris~~ana, cuánta luz no descubrireis ,en torno de su cabeza; esa corona con
la cual la ha rodeado la redención. dd Cristo, la sangre vertida para su re-
dención, la vida sobrenatural que le ha devuelto y a la cual lo ha hecho
participar, y el fin último que le está asignado, como término de su carn¡iJ-
no terrestre. Dentro de la nueva economía, el sujeto del dereaho no es el
hombre según la naturaleza escueta y pura, es el hombre elevado por la
gracia del Salvador a un órden sobrenatural y, por esto mismo, puesto en
contacto con la divin~dad, por medio de una vida nueva que es la misma
vida de Dios, aunque solamente participada.·. Su dignidad crece, por con-
siguiente, en proporciones infinitas y aumenta, en igual medida, la noble-
za del jurista que hace de ella el objeto de su ciencia.
DISCURSO PRONUNCIADO POR SU SANTIDAD EL PAPA PIO XII 9

Los contrastes irr_eductibles entre el alto concepto del hombre y del


<lerecho según los princip~os cristianos, tales como hemos tratado de e·xpo-
nerlos brevemente, y el positivismo juri.dico pueden ser, en la vida profe-
sional, la fuente de una íntima amargura. Bien . sabemos queridos h~jos,
como frecuentemente en el alma del jurista católico que desea permanecer
fiel al concepto cristiano del derecho, surgen conflictos de concienc;ia, par-
ticularmente cuando s.e halla frente al caso de tener que· aplicar una ley que
tiU misma conciencia condena como injusta. Gracias a D,ios vu~stro deber
se encuentra aquí notablemente aligerado por el hecho de que en Italia el
divorcio (fuente de· tantas preocupaciones íntimas para el magistrado que
debe aplicar la ley) no tiene carta de ciudadanía. Pero, en. realidad, desde
fines del siglo dieciocho -principalmente en las regiones, donde existía la
persecución contra la Iglesia -se han multiplicado los casos en los cuales
los magistrados católicos se han hallado frente al angustioso problema de
la aplicación de las leyes injustas. Es por esto que· hoy aprovechamos la
0casión ·de vuestra presencia en torno Nuestro para alumbrar la condenclia
de los juristas católicos, enunciando algunas. reglas fundamentales.
19)- Para toda sentencia, el principio es que· el juez no puede
simple y llanamente descargar la responsabilidad de su decisión para en-
dosarla enteramente sobre la ley y sobre sus autores. Sin duda, estos serán
los principales responsables de los efectos de la propia ley. Pero el juez
que la aplica, pot· su sentencia, a un caso particular es causa concomitante
y, por eso mismo, ca-responsable de sus efectos.
29) . - El juez no puede, jamás, con su fallo obligar a nadie a reali-
zar un acto cualquiera intrínsecamente inmoral, es decir contrario, por
su naturaleza, a la ley de Dios o de la Iglesia.
39) . - Nc puede, en ningún caso, reconocer expresamente ni apro-
bar la ley injusta Oa que, por otra parte, no podría jamás constituir el
fundamento de un juicio válido en conciencia y ante Dios). No puede por
tanto, pronunciar un sentencia penal que equivaldría a tal aprobación. Su
responsabilidad sería aún más grave s.i la sentencia provocaba un escándalo
público.
49) . - Sin embargo, todas las aplicaciones de una ley injusta no
equivalen a su reconocimiento o a su aprobación. En e.s.te caso, el juez pue-
de -aún, a veces, tal vez, debe,.- dejar seguir su curso a la ley injusta,
cua.ndo es el único medio de evitar un daño mucho mayor. Puede: inflingir
una pena por la infracción de una ley injusta, ~i esta pena es de tal natura-
leza que e) que la ha recibido se; halla razonablement~ dispues.to a sopor-
tarla para evitar tal da.ño o para garantizar tal ventaja, ·de un b¡ien de im~
portancia mayor.., o si el juez sabe o puede suponer prudentemente que la
tJanción será aceptada de buena gana por el infractor, por motivos superio-
res. En la época de las persecuciones, sucedió .frecuentemente que sacerdo-
tes o laicos se dejaron condenar sin oponer resistencia, aún por magistra-
dos católlcos, al pago de multas. o a la privación de la libertad personal
por infracción a las leyes injustas, cuando, por este medio, se lograba con-
servar para el pueblo magistrados honrados y evitar a la l'g}esia y a los
fieles. calamidades mucho más temibles.
Naturalmente cuanto más pesada de consecuencias ~ la sentencia
judicial, más importante y más general deben ser también el bien que se
desea proteger o el mal que se desea evitar. Existen también casos en loa
que la idea de una compensación obteniendo bienes superiores o evitando
10 DERECHO

daños mayores no puede. hallar su aplicación como en la pena· de muerte.


De manera particular, el juez católico no podrá jamás pronunciar, a no ser
por motivos de muchísimo peso, una sentencia de divor:eio civil (en los
países dond.e exista) tratándose de un matrimonio válido ante Dios y la
Iglesia. No deberá olvidar que tal sentencia no solamente se referirá en la
práctica a sus efectos ciViles, sinó que, en reaijdad, conducirá más bien a
hacer considerar falsamente el lazo matr.imonial vigente como roto y el
nuevo lazo válido y obligatorio.
En consecuenica, deseamos, queridos. hijos, de todo corazón que
la Divina Providencia os .conceda el poder de ejercer vuestra profesión
dentro del ambiente de una legislación justa y conforme con las exigencias
sociales legít;imas. En todo caso, ·debeis esforzaros para actualizar en voso,
tros el ideal perfecto del jurista que, por su competencia, por su conciencia
y por su rectitud merece y es objeto de la estimación y de la confianza de
todos. Af formular est.e voto, y como garantía de los favores divinos más
abundantes, Os concedemos, con paternal benevolencia, tanto a vosotros
como a vuestra nac,iente y ya prometedora asociación. Nuestra Bendición
Apostólica.

Castelgandolfo, Domingo, 6 de Noviembre de 1949


DERECHO CIVIL

LOS ESPONSALES
POR EL DR. HECTOR CORNEJO CHAVEZ,
Catedrático de Derecho Civ·il de la Universidad de Arequipa,
ex-Catedrático de la Universidad Católica del Perú.

l. Generalidades

1. Concepto de esponsales. 2. Su evolución histórica.

ll. Naturaleza Jurídica de los Esponsales


3. Teoría de los esponsales como parte integrante del acto de conclusión·
-del matrimon.ilo. 4. Teoría del hecho. 5. Teoría del contrato. 6. Teoría del
..avant- contrat".

IIL Ruptura de los Esponsales


7. Efectos de la ruptura. 8. A. Acción de daños y perjuicios. 9. Natura-
leza de la responsabilidad. 1O. B. Rest;itución de las donaciones. 11. C.
Otros efectos. 12 Prescripción de acciones.

IV. Extinción de los Esponsales

13. Casos en que ocurre.

l. Generalidades
1 C? Concepto. El término .. esponsales", derivado del latín spon-
AUS, esposo, o spondere, sponsum:, prometer) tiene en el Derecho una do-
ble significación: indica, de un lado, el conven~o de futuro matrimonio; y
se refiere, de otro, a la relatión producida por dicho convenio. En esta úl-
tima acepción, como es fácil advertirlo, los 'esponsales son sinónimo de no-
viazgo.
Los esponsales han jugado casi siempre un papel de cierta im-
portancia en la preparación del casamiento, pues éste no se concibe, sobre
todo en el Derecho moderno s¡in que medie un previo acuerdo entre los futu-
12 DERECHO

!os esposos. Forzoso es, sin embargo,. agregar que el interés que la. figura ofre-
ce es casi exclusivamente· teór1ico, porque diversas circunstancias, entre las.
que prima un sent;ido tal vez excesivo del decoro de la mujer, reducen al
mínimo los efectos que en la práctica tiene el hecho de la ruptura de la:
promesa de matrimonio, sobre todo en los pueblos. latinos.
3. Evolución histórilca. -a). La lógica, más que la investigación objeti:...
va, parece demostrar que los esponsales fueron ignorados en todos los·
tiempos del matrimonio por rapto (del rapto real y no del simbólico que
pudo usarse d_espués) pues el inevitable elemento de violencia que éste·
implica resulta obviamente incompatible con la idea de un convenio entre
las partes.
b). Poste.riormente, cuando el casamiento afecta la forma de una.
compra, aparece en conc.epto de esponsales un contrato de Derecho de
Obligaciones dirigido a la celebración del matrimonio. Empero, la situa--
ción enteramente subordinada en que la mujer estaba colocada, determinó
al principio y seguramente por mucho tiempo el hecho de: que el contrato•
esponsalicio fuera realizado entre el novio y los titulares de la potestad de
la nov;ia sin consentimiento de ésta. Sólo en época muy posterior, los Dere-
chos nacionales atribuyeron significación a )a voluntad de la mujer.
e). El primitivo Derecho Romano no establecjó una nítida separa-
CJon entre los esponsales y el matrimonio mismo. Aquellos fueron más.
bien considerados como el elemento consensual de éste, y se tuvo la deductio
puellae como la ejecución del contrato. La distiinción, en cambio, aparece:
clara en el Derecho justinianeo, según el cual sponsalia sunt sponsic et re-
promissio nuptiarum futurarum unilateralmente resolubles sin más sanción:
que la pérdida de las arras si habían sido pactadas. ( 1)
d). En el curso de la Edad Media, la figura asumió caracteres más
concretos. Bajo d influjo de la Iglesia, los esponsales entre el novio y lo&
tutores de la potestad de la novia con el consentimiento de ésta, evoluCio..
naron hasta convertirse en un convenio entre el varón y la muj·er con el
consentimiento de los tutores de la última. De otro lado, el Derecho Canó-
nico, predominante en el mundo medioeval, estableció una distinción im-
portante entre los sponsaHa, per verba de praesenti semejantes al mismo
matrimonio, y los sponsalia per verba de futuro de los que resultaba la
obligación de contraer matrimon,io.
e). Tal distinción fué negada a comienzos de la Edad Moderna
por el luteranismo, cuya tesis consistía en afirmar que los esponsales incon-
dic¡ionados . constituyen siempre conclusión de matrimonio, mientras que los
condicionales son sólo promesa del mismo.
f). La posición de las legislaciones contemporáneas frente a la fi-
gura de los esponsales. dista mucho d:e ser uniforme, especialmente en lo to-
cante a la forma que debe revestir el conven;io para tener eficacia jurídica
y a la acción que se hace derivar de la ruptura de la promesa matrimonial.
Respecto del primer punto, c.iertas leyes civile~ reconocen efecto-
solamente a los esponsales efectuados con sujeción a formalidades prees--
tablecidas, mientras que otras admiten la promesa matrimonial sin fonna
determinada.

{ 1) .-0. 23. f. l. f. fl•rent. (cit. Ortolan).


LOS ESPONSALES 13

La discrepancia es aún mayor en cuanto al segundo punto. Así. al-


gunas legislaciones ( 2) otorgan, en ciertos, casos ·de ruptu~a . de la prome-
sa, un a.ctio matrim.onialis susceptible de culminar en una condena a casar-
se. Otras, s~ bien admiten dicha acción, no llegan al punto de sancionar la
ejecución forzosa de la sentencia, sino que la sustituyen en último término
con la obligación de satisfacer una indemn¡ización subsidiara ( 3 )-. En otros
casos, la ley ( 4) abre acceso a la actio matrimonialis,¡ pero la hace con-
cluír, no con la condena a contraer enlace, sino con la aplicac,ión de una
p~na pecuniaria o de prisión. Más numerosas son, de otro lado, las le-
gislaciones que, reconociendo la inconveniencia de da,ñar la naturaleza
juríd~ca diel matrimonio con una forma de coacción, la repugnancia que
suscita 1a idea de un casamiento forzado y la inutilidad de establecer una
acción matrimonial que luego debe ser soslayada, establecen abiertamente
que la ruptura de los esponsales sólo puede originar una obl:igación indem-
nizatoria en el desposado culpable. ( 5). No faltan, en fin, las leyes que
niegan toda acción esponsalicia como regla general. ( 6)

lL Naturaleza Jurídica de los Espon!tales

La divergencia que se adv.i:e:rte en las normas legales que regulan la


figura de los esponsales es reflejo de la más profunda d1screpancia doctri-
naria que existe en cuanto a definir su naturale.za jurídica.
3. La teoría de que los esponsales constituyen una parte integran-
te del acto de conclusión del matrimonio, atribuída al DeTecho Romano y
acogida en Las Partidas (según cuyas reglas los casamientos empezaban
por los de~posorios y se complementaban con la unión carnal) no es ya
admisible. La doctrina moderna distingue claramente entre la simple pro-
mesa de matrimonio y el matrimon~o mismo, admite la posibildad de ma-
trimonio válido sin esponsales previos, así como de esponsales, que no cul-
minan en matrimonio, y establece que los vicios que pueden afectar a
éstos no lo son deJ casamiento ya verificado.
Teoría del hecho. Alg-unos autores {Meisner Mumm, Eltzbacher)
opinan que los esponsales sólo originan una relac¡i:ón de hecho, semejante
al vínculo de la amistad.
Fundamentalmente, esta teoría se apoya en dos argumentos: el d'e
que no es posible exigir judicialmente el cumplimiento de la promesa,
pues está en la esencia m,isma del matrimonio- el libre consentimiento de
las partes, lo que excluye toda clase de impo5¡ición o presión; y el de que
los esponsales pueden ser libremente resueltos.
Empero, ninguno de ambos argumentos parece ser exacto. La cir-
cun~tanr.ia de no ser jud~cialmente exig.ible el matrimonio, que es la mate-
ria de los t"sponsales, no signifca en modo als.~·uno que éstos constituyan
una mera relación de hecho: tampoco es exigible el cumplimiento del com-

( 2) . -Ley noruega de 3 1 de mayo de 1918, para el supueeto de embarazo.


( 3) . -Prusia, seg. oh. Enneccerue. Tratado de Derecho Civil.
( 4) . -Ley eetoniana, 194 l. Id.
(5) .-Inglaterra, EE. UU., Suecia, Suiza, Dinamarca, Úpaña. Id. Ce. peruano (art. 77).
( 6} . -Ruaia, Francia. Id.
14 DERECHO

promiso contraído por un artiata para realizar una obra y e-sto no priva a
tal compl'omiso .¡le su carácter contractual.
En cuanto al s.egundo argumento, entraña una petición de princi ..
pio, porque la libertad de resolver los esponsales depende precisamente de
la previa calificación de éstos como hecho o como relación de derecho.
5. Teoría del contrato. Para otro sector, la naturaleza contrac-
tual de los esponsales se pone de manifiesto con suficiente claridad en el
hecho de que implican, por d!efinición, una promesa mutuamente aceptada,
característica que, al mismo tiempo que diferencia los esponsales del libre
galanteo, otorga a aquellos una evidente naturaleza contractual. Existen,
en efecto, oferta y aceptación libremente formuladas por personas capa-
ces, acerca de un objeto lícito, hechas en la forma que determina la ley
positiva, y surgimiento de obligaciones concretas para ambas partes: se
dan, pues, todos los elementos esenciales del contrato.
En consecuencia, rigen para los esponsales las disposiciones. del
negocio jurídico en general y del contrato en particular, en cuanto a la
capacidad, los vicios de la voluntad, condiciones y términos que no se
opongan a las buenas costumbres.
A la objeción ya mencionada de que si los esponsales fueran real-
mente un contrato sería judicialmente exigible la obligación de casarse,
responde esta teoría de dos manetras: indicando que en otros contratos la
imposibilidád del cumplimiento de la obligación se resuelve en una indem-
nización por daños y perjuicios; e insinuando que los esponsales podrían
ser considerados como un contrato de obligación alternativa o facultativa,
en virtud del cual ambas partes se obligan a ·contraer matr,imonio o a in-
demnizarse de ios daños y perjuicios que uno de ellos infiera al otro con
su desistimiento. ( 7)
Mantenida así la tesis de que existe verdaderamente un contrato
esponsalicio, el punto de controversia para los autores que muestran su
adhesión a esta teoría es el de determinar cuál es la naturaleza del contra-
to y si se trata de un contrato formal o no formal.
Tocante a lo primero, algunos tratadistas, como el uruguayo Brum,
ven en los esponsales un contrato de Derecho de Obligac;iones, porque de
ellos se derivan obligaciones de hacer, de modo que cuando una de las
partes se niega indebidamente a cumplirlas, debe· resarcir a la otra de los
daños y perjuicios que le cause con su actitud.
Otros autores, en cambio, consideran que los esponsales son tanto
un contrato de Derecho de Obligaciones como de Derecho de Familia. Lo
primero, por que las partes se obligan a casarse aunque ello no admita ac~
ción judicial. Lo segundo, porque de los esponsales derivan ciertos efectos
del matrimonio mismo al crear entre los novios una relaGiÓn en cierta for-
ma familiar. Tales efectos pueden ser reconocidos en las leyes penale:;; que
ven en el noviazgo una Gircunstancia atenuante o eximente~ de pena en
ciertos casos, y, dentro del Derecho Civil, en el antiguo impedimP.nto d~
p·ública honestidad, una de cuyas causas era la relación esponsalicia con
cH:Stinta persona, así como en algunas leyes modernas que, como la sueca
de 11 de junio de 1920, conceden a la ·desposada un derecho alimentario
en caso de muerte del prometido cuando los esponsales fueron celebrados
a raíz de haber habido concepción o a la inversa.

( 7) . -·-El Ce. de 185 2 mencionaba copulativamente ambas obligaciones en su art. 126.


LOS ESPONSALES 15

En cuanto a la forma. algunos tratadistas, como Enneccerus, pien-


san que la promesa matrimonial puede ser verbal o escrita, directa o tele-
fónica, por declaración propia o por medio de mensajero (aunque no por
órgano de un representante en la voluntad). (Ley alemana).
• Para otros, por el contrario, no es libre la forma, sino que, para los
efectos de la ind.emnizadón, deben constar los esponsales por documento
público o privado (cartas, proclamas u otro medio análogo), de tal modo
que ese documento no es un simple medio de prueba (probation.is eausa),
sino un requisito de· validez (solemnitatis causa) (Ce. español).
6<?. Teoria del "avant-contrat''. Esta concepción no ha sido sufiQien-
temente desenvuelta en la doctrina, pero su formulación se desprende de la
manera como algunas legislaciones, como la francesa, han regulado los es-
ponsales.
En síntesis, sostiene esta teoria que los esponsales no pueden ser
considerados sino como un ante-contrato (que no es lo mismo que contrato
preliminar o preWlo) ya que no es posible obligar a las partes a efectuar el
objeto de la promesa debido a que nadie puede encadenar definitivamente
su libertad de contraer matrimonio.

La ley peruana no expresa su adhesión a, ninguna de las teorías que


se acaba de bosquejar; pero del texto de su art. 75 ( .. La promesa de ma-
trimonio mutuamente aceptada constituye los esponsales, siempre que ella
conste de manera indubitahle") parece desprenderse que adopta la del
contrato, s~ por tal ha de entenderse todo negocio jurídico bilateTal dirigi-
do a la creación de derechos y obligaciones.
Los esponsales estarían, pues, sometidos a las disposiciones genera-
le:: que gobier~an las relaciones contractuales en cuanto no aparezcan mo-
dificadas por las espec;iales de.l Título 1 de la Sección Primera del Libro de
la Familia. Requerirán, por tanto, de agente capaz (lo es' para prometer
matrimonio quien está legalmente en aptitud de, casarse, según se infiere
del tenor del art. 76), objeto lícito (que no puede ser otro que el casa-
miento entre personas a quienes la ley no lo prohibe) y forma prescrita por
fa ley (esto es cualquiera de la que aparezca indubitahleme:nte la pro-
mesa).

Ill. Ruptura de los Esponsales

7. Efectos de la ruptura. Si los esponsales se definen como ''la


promesa mutuamente aceptada de contraer matr¡imonio", pare~ lógico
t;ue su incumplimiento debiera originar una actio matrimonialis. No obs-
tante, según ya se ha expresado anteriormente, la doctrina y el Derecho Po-
sitivo, salvo muy pocas excepciones, rechazan semejante acción a mérito
de la absoluta libertad con que debe otorgarse el consentimiento matri-
monial.
¿Debe verse en este hecho una prueba de la ,ineficacia jurídica de
los esponsales? La ausencia de un derecho a perseguir la conclus,ión del
matrimonio, ¿significa que la ruptura de la promesa esponsalicia carece de
trascendencia en el Derecho? ¿O debe, en cambio, atr¡ibuirse a tal ruptura
efectos jurídicos distintos de la actio matrimonialis?
16 DERECHO

Conviene a este respecto analizar las prinqpales corrientes dectri-


narias.
8. A. Amón de daños y perJUl.ClOS. Frente al problema de si la
ruptura de la promesa matrimonial acarrea o puede eventualmente aca-
rrear una resp'onsabilidad de orden pecuniario para el culpable. se produce
en la doctrina jurídica una divergencia análoga a la que se anotó al tratar
de la naturaleza de los esponsales.
l. Forman grupo, de una parte, algunos autores que, a mérito de
razones de diversa índole, consideran inaceptable que la ruptura del com-
prom;iso matrimonial origine semejante responsabilidad.
Básanse, sobre todo, en la idea consagrada de que el cons:entimien ..
to para contraer matrimonio debe ser enteramene libre; y afirman que no
lo sería si los prometidos se supieran sujetos al riesgo de incurrir en una
Iesponsabilidad civil en caso de no persistir en su propósito originario de
casarse.
De otro lado, llaman la atención hacia el hecho de que el matrimo-
nio no tiene carácter comercial y no puede ser objeto de una obligación de
hacer. "La promesa de matrimonio, dice Laurent, no es una promesa hecha
por un deudor a un acreedor". Atribuir, pues, al incumplimiento de los es-
ponsales el mismo efecto que produce el de una obligación comercial es ig-
norar o tergiversar la dMerente naturaleza de aquellos.
Por último, se podría agregar, el compromiso que implican los es-
ponsales busca acceso a un trato más íntimo entre los pretendientes, justa-
mente con el objeto de promover un más cabal conocimiento mutuo que les
permita juzgar racional y seriamente sobre la conven,iencia o inconvenien-
cia de su unión. Ese trato asiduo puede, en consecuencia, desembocar ya
en la conclusión del matrimonio, ora en la ruptura del compromiso, sin
que ¡:·ueda considerarse ilícito ninguno de esos posibles resultados. Por el
contrario, el noviazgo carecería de sentido y de objeto si no sirviera, según
los casos, para formar en los esposos la íntima convicción de que ~.u matri-
monio será afortunado o de que conviene a su propia felicidad no contraer-
lo. Este es lo razonable y lo que impide afrontar el matámono como si
fuera un juego de azar. Lo contrario equivaldría a encadenar la voluntad
de las partes y a retornar a la superada idea de que "los, casamientos co-
mienzan con los desposorios".
En armonía con estas razones, se sostiene que los espon$.ales no
pueden dar lugar ni a la obligación civilmente exigible de contraer matri-
monio, ni a la responsabilidad de reparar daños y perjuicios; y que ningu-
na fórmula, como la de la cláusula penal por ejemplo, puede subsanar tal
ineficac.l.a jurídica.
Esta dirección ha sido S·eQ'uida en la suprema jurisprudencia de
Francia y en la ley argentina de· 1889.
JI. Otros tratadistas, tales como Merlín, .Enneccerus, T oulLier, Pla-
mol y Ripert, consideran que la ruptura culpable de los esponsales no pue~
de quedar impune cuando ha ocasionado algún daño o perjuicio.
Según esta tesis, sería excesivo pretender que el Derecho repute
ineJr~tentes las promesas de matrimonio y las niegue por tanto todo efecto.
La verdad es que· log esponsales están desprovistos de todo efecto obliga-
torio dirigido a la conclusión del casamiento: pero su existencia no sólo es
lícita, sino que produce ciertos efectos juríd.icos que: ~f! pueden concretar
en los siguient~s: . . ___ ., ,., , ··~>. ••
LOS ESPONSALES 17

a). Entrañan eventualmente una responsabilidad pecuniaria para el


que sin justa causa rompe la promesa;
b). Pueden ser considerados como una de las circunstancias que
permiten fundar la paternidad en la seducción de la madre; y
e). Crean una obligación natural o de conciencia que puede servir
de causa jurídica para una promesa de indemn,ización en caso de ruptura.
Esta teoría, a nuestro juicio, responde a elementales principios de
equidad y no atenta en modo alguno contra el axiomático pr~cipio de la
,Jibertad del con~entjmiento matrimonial.
En efecto, al atribuir a la ruptura de los esponsales ciertas conse-
cuencias jurídicas - y sobre todo de la eventual responsabilidad , econó-
mica-, no se intenta obl;igar al pretendiente a que se case, ni aún aplicar
un castigo a 8U inconsecuencia o volubilid~d. sino evitar un injusto desme-
dro materjal y moral al prometido inocente. Que esto es así resulta incues-
tionable desde que no se trata de responsabilizar a todo prometido que
viola el convenio, sino sólo a aquél que lo incumple con ligereza, capricho,
Lralicia o deslealtad, y siempre que con su actitud haya ocasionado un
daño. Pretender que ni aún en este caso haya responsabilidad equivale .a
defender la monstruosidad de que el Derecho , respete la soberana libertad
de quien obra ligera ¡, malvadamente hasta el punto de sacrificar el legíti-
mo derecho del prometido inocente o de buena fe.
Por lo demás, la responsabilidad no es en modo alguno incompati-
ble con la libertad. Muy por el contrario. surge como un necesario comple-
mento y como una eficaz garantía de su recto ejercicio. La libertad sin res-
ponsabilidad ~e convierte en impunidad y J.ihertinaj,e. De otro lado, en
toda sociedad organizada, la libertad de cada cual termina donde comien-
.t:a el legít~mo derecho de los demás, lo que significa que aquélla sólo es
-digna de respeto mientras éste no sea atropellado, y que el incumplimiento
de las obligaciones convencionales o la invasión de la esfera del derecho
ajeno acarrea una responsab¡ilidad para el invasor.
La teoría que nos ocupa salva el conflicto entre el princ;ipio del li-
bre consent¡in1iento matrimonial y la necesidad de amparar al prometido
inocente estableciendo que la ruptura de los esponsales no abre. camino a
ur. acto matrimonialis, pero puede dar orígen a una responsabilidad para
el pago de daños y perjuicios.
El argumento de que el r5esgo de incurrir en tal responsabilidad
constituye una forma indirecta de presión pierde toda su aparente fuerza sr
se consider~ que quien promete matrimonio es una persona capaz, que
nada le obligó a celebrar los esponsales, que supo o debió saber oportuna-
mente la responsabilidad que aceptaba y que la ley puede poner un límite
razonable a la cuantía de aquélla.
De otro lado, hay error en suponer que el noviazgo tiene por obje.
to promover el más cabal conocimiento mutuo para determinar si el matri-
mol'l¡io debe celebrarse o no, aunque en la práctica - y precisamente ooY" la
falta de seriedad con que se promete matrimonio- suele ocurrir as,í. Tan
fuera de razón es prometer matrimonio a una persona a quien sólo se desea
tratar a fondo, como lo sería obligarse a comprar ,una casa cuando lo que
se quiere es únicamente conocerla. Se contrae la o'hl.;gación de adquirir el
inmueble cuando ya se le conoce, y sólo entonces. Se promete matrimonio
(1esoués de conocer suficientemente a la persona a ouien la promesa va di-
rigida, y nunca antes. Lo corr¡iente es, por esto, que el noviazgo preceda
18 DERECHO

una etapa más o menos prolongada. de relaciones personales. A quien sos--


tenga que tales relaciones no bastan para asegurar ~n completo conoci-
miento, podría respondérsele que el noviazgo no impide - y a veces, por
el contrario. acentúa -la posibilidad del engaño o el disimulo. Debe supo-
nerse, en suma, que los esponsales son la culminación y no el comienzo de
ur. prudente y útil proceso de reciproco conocimiento. Su objeto es llevar
adelante los preparativo¡ que, tanto en el orden material como en el moral,
exige el próximo casam¡i.ento, y justamente de ello puede surgir una res~
¡ c.nsabilidad para quien rompe ::1 compromiso contraído.

La mayoría de las legislaciones y la casi totalidad de la doctrina


jt rídica aceptan esta última posición, y dan especial importancia al prime...
ro de los efectos anteriormente enumerados, o s.ea el relativo a la respon-
sabilidad pecuniaria que puede· recaer sobre el culpable de la ruptura.
Nuestro Código, según se infiere claramente del texto de su articu-
lado, adopta también esta teoría. ( 8)
9. Naturaleza de la responsabilidad. Ahora bien, admit,ido que la
ruptura de los esponsales puede acarrear una responsabi\idad, se suscita la
duda de si ésta debe basarse en la teoría del abuso del derecho o en la de
la responsabilidad por culpa.
. a). La primera de estas posibilidades ha sido sostenida, entre
otros, por -]osserand; y se basa en que los esponsales son un contrato ver-
dadero, caracterizado únicamente po-r una facultad unilateral de recisión.
De aquí se sigue que la ruptura no implica ipso facto una responsabilidad
por daños y perjuicios; pero cuando .el derecho de rescisión es ejercido
por capricho o ligereza, se abusa de él y entonces surge la responsabilidad.
Esta teoría ha sido criticada, tanto porque se la supone derivada
de la ¡idea de un contrato de esponsales civilmente obligatorio, cuanto por-
que, según se afirma, no se puede hablar de un abuso del derecho de rup-
tura, desde que no existe tal derecho, sino la libertad del orden público de
consentir al matrimonio. Dicho en otras palabras: como los esponsales im-
plican, por definición, una promesa, su resolución envuelve normalmente
la v;iolación de un deber, de modo que consagrar un de-recho de resolución
entrañaría el absurdo de otorgar el derecho de violar un deber.. En vez de
distinguir, pues, entre el uso y el abuso del derecho de ruptura: sería más
propio diferenciar la resolución justificada de la contraria a derecho pero
eficaz.
Planteado así el argumento, forzoso es reconocer que aparece como
un ~¡imple juego de palabras, porque la resolución justificada se confundí"

( 8). -Art. 7 7. "Los esponsales no producen obligación de contraer matrimonio, ni


de ajustarse a lo estipulado para el caso de incumplimiento de los mismos".
Art. 7 8. "El que rehusare cMmplir los et:~ponsales, sin ju~ta causa, estará obli-
gado a resarcir equitativamente a la otra parte, o a sus padres, o a los terce-
ceros, los gastos qt1e hubiesen hecho de buena fe y los perjuicios que .hubieran
sufrido por razón de la promesa. También habrá derecho a ex1g1r esta res~
ponsabilidad siempre que uno de los desposados, diera justa causa al otro pa-
ra retirar su promesa".
LOS ESPONSALES 19

ría con el uso !le un deredlo de rescisi6n, y la resolución injustificada vep-


dría a ser lb mismo que el abuso de ese derecho.
· La objeción fundamental a la teoría del abuso del derecho débe
ser planteada. a nuestro juicio, en otros términos:
Cuando del libre juego de la voluntad surge una relac¡ión contrac-
tual que impone obligaciones a ambas partes. cada una de ellas tiene, sin
necesidad de que así se exprese, el derecho de exigir que la otra cumpla
las que le respectan y aún de subordinar a este cumplimiento el de sus pro-
pias obligaciones. Empero, no podemos pensar por esto que cada una de
1as partes tiene, desde el ·instante mismo de la celebración del negocio, un
derecho vigente de resolución, suscept:ible de uso o abuso, pues, en verdla~.
lo únice que hay es una facultad eventual o latente para pedir la rescisión
del contrato y para exigir el pago de daños y perjuicios cuando la otra in-
cumpla sus obligaciones. Esto significa, pues, que.. quienes celebran un con-
trato s¡inalagmático cualquiera no adquieren ipso facto un derecho resoluto-
rio, sino que en la posibilidad' -que puede no llegar a realizarse nunca-
de que una de las partes incumpla sus obligaciones, reside la posibilidad -
que, igualmente, puede no ocurrir- de que la otra adquiera un derecho
rescisorio.
Ahora bien, el negocio esponsalicio es en este aspecto igual a cual-
quier otro negocio contractual: no ofrece, a despecho de la op,!nión de J08-
serand, peculiaridad alguna. En consecuencia, los esposos no tienen por el
mero hecho de celebrar los esponsales, ningún derecho de resolución del
que pue.den usar o abusar. Lo que, realmente, ocurre es lo siguiente:
El compromiso matrimonial impone a los desposados, no sólo la
obligación principal die contraer matrimonio, sino una serie de obligacionea
secundarias y subentendidas, que se dirigen a asegurar en cada prometido
una determinada conducta moral y social, en vista del futuro casamiento y
en consideración al decoro y honra d:el otro esposo.
En esta situación, puede suceder que uno de los prometidos falte a
sus obligaciones secundarias -llevando, por ejemplo, una v¡ida disoluta y
escandalosa-, pero sin desconocer la obligación principal de casarse, y aún
reclamando el cumplimiento de ésta. Entonces, sólo entonces, puede el
otro desposado rescindir el negocio, es decir, retirar su promesa, y exigir
el pago de los daños y perjuicios que se le siguieran por la cancelación del
proyecto matrimonial. Puede también ocurrir que el novio culpable no se
limite a incumplir sus obligaciones secundarias, sir_o que declare terminan-
temente su propósito de no cumplir la promesa esr-:onsalicia; o que, habien-
do observado ambos una conducta intachable, uno de ellos resuelva, ~n
causa legítima, no contraer el matrimonio prometido.
Ahora bien, en el primero de los supuestos indicados, el novio ino-
cente ejercita la facultad de rescí~úón y aunque esta facultad haya nacido,
no al celebrarse los esponsales. sino al incurrir la otra parte en incumpli-
miento de sus obligaciones, admitamos que se cumple la teoría que nos
ocupa: el desposado inocente ha hecho uso de su derecho de resolución uni-
lateral del negoc;o.
Pe'r 0 en los casos segundo y tercero, no hay rescisión alguna. Lo
que hay es incumplimiento definitivo por parte de uno de los novios. Po-
dría arguirse que justamente a este supuesto alude la teoría cuar..do se re-
fiere al abuso del derecho de resolución, Pero es evjdente que aouí no hay
derecho alguno del cual haya abusado el novio culpable, sino llanamente
20 DERECHO

una violación del deber, un incumplimiento tal como puede darse en cual-
.quier otro negOcio bilateral: a nadie podría ocurrírsele decir que ha abu-
sado de un derecho el artista que, comprometido contractualmente a rea-
lizar una obra de su arte, se niega a cumplir su obligación; se dirá, simple-
mente, que ha incurrido en violación, que es todo lo contrario de la idea
de derecho.
Se podría, también, decir que en los casos propuestos si hay un
fenómeno rescisorio, pues frente a la declaración terminante de uno de los
esposos en el sentido de no contraer el matrimonio prometido, es el otro
quien rescinde el negocio y cobra daños y perjuicios. Y esto es ciertamente
admisible; pero entonces no hay un derecho de resolución abusivamente
ejercitado por el novio culpable, sino un legít,imo uso de tal facultad por el
.desposado inocente .
En consecuencia, si en los tres supuestos indicados --que parecen
.ser los únicos posibles- no se da un abuso, sino siempre un uso, del dere-
cho de rescision, ¿en qué caso funciona la teoría?. Además, es incontesta-
hJe que en esos tres supuestos podrá uno de los desposados reclamar la in-
demnización consiguiente; luego, ¿la responsabilidad pecuniaria no se
basa en el abuso del derecho?.
El abuso del derecho puede ocurrir en un caso: cuando el novio
ofendido, en vez de rescindir el negocio inmediatamente, prefiere aguardar
a que el otro haya hecho gastos y se haya preparado al casami'ento para,
acaso en el acto de la misma ceremonia, declarar resuelto el comprom¡so.
En tal caso, s.erá precisamente el novio ofendido quien abuse de su derecho
y es posible, que proceda contra él una acción indemnizatoria; pero no es
esta responsabilidad en que incurre el novio inocente -inocente en cuanto
novio- la que estudiamos, sino la que pesa sobre el nov.io culpable, el cual
no ha usado ni abusado de ningún derecho y tendrá, ello no obstante, que
afrontar una responsabilidad pecuniaria.
A nuestro juicio, pues, la teoría del abuso del derecho no explica
la naturaleza y fundamento de la responsabilidad pecuniaria que emana de
la ruptura culpable de los esponsales.
b). Planiol y Ripert piensan que es inútil apelar a la teoría del
abuso del derecho para resolver este problema, pues la solución se encuen-
tra en la teoría de la responsabilidad por culpa. ( 9)
Los elementos de esta concepción son los siguientes:
1. Que haya culpa en el demandado, que puede ser uno de los no-
vios. o un tercero. La culpa cons,1ste en la ruptura injustificada, ~sto es, la
que se realiza o provoca sin motivos legítimos.
La existeucia de la promesa es generalmente la base de la accwn de
responsabil~dad; pero no se trata de sancionar el incumpE:rnento de aqué-
lla, sino de indemnizar a la víctima de un acto desleal. Esto signiHca que la
existencia de una promesa formal puede ser invocada para facH;tar la prue-
ba de la deslealtad, pero que ésta puede existir sin aquélla, como sería el
caso de quien arbitrariamente se niega a contraer matrimonio después de
hechos los anuncios ·del mismo, aunque no haya existido una promesa con-
r.reta entre las partes.

(9) .-Planiol y Ripert. Tratado Prácti.co de Derecho Civil Francés.


LOS ESPONSALES 2.1

2. Que haya daño o perJU~Cio para el demandante porque ele lo


. contrario la acción carecería de objeto.
Este elemento puede consistir en los gastos realizados --a raíz ..La
la promesa matrimonial o en vista del casam.W!nto próxi~o-- por el novi•
burlado, en el abandono de una profesión o empleo, en el desmedro moral
sufrido, etc.
3. Finalmente, debe haber relación de causalidad entre la culpe y
el perJuicio.
Lo que, desde luego, importa aclarar en esta teoría es el alcance T
significado que otorga el concepto de culpa, que le es fundamental.
En el lenguaje del Derecho, la palabra cUilpa suele ser usada sola-
mente para designar toda viola·ción de un deber jurídico ( 1O) ; y entonces
comprende así el dolo, que es la violación intencional y maliciosa, como la
.culpa propiamente dicha, que e 5 la infracción intencional aunque deriva-
da. de una acción u omis.ión voluntaria. La culpa, entendida, en esta forma,
vuede ocurrir tanto en las relaciones convencionales, cuanto en las que
emergen del juego mismo de la vida social. En el primer caso, se expresa
an el incumplimiento de las obligaciones estipuladas (dolo y culpa contrac-
tuales), y en el segundo se manifiesta por una invasión lesiva o dañosa en
la esfera del derecho ajeno sin que entre el autor y la víct,ima del daño haya
mediado previamente pacto alguno (dolo y culpa del'ctuales 0 aquilianos.
·de las q~e se desprende la figura del acto ilícito). Ambas clases de culpa.,
junto con las ideas de culpa in 1contrahendo, responsabilidad objetiva y
responsabilidad por riesgo, proporcionan la bas.e a la te.oría integral de la
responsabilidad c~vil.
De orro lado, en la terminología jurídico-legal la palabra culpa
puede ser usada en su sentido estricto, y entonces implica un concepto con-
trapuesto al del dolo, con el que de ningún modo se puede confundir. Se
entiende por culpa, dentro de esta acepción, la negligencia, el descu.ido. la
impericia, la imprudencia o imprevisión con que una persona actúa o deja
de actuar en daño de tercero. El dolo, por oposición, es la act¡;Jud psicoló-
·gica maliciosa que se descubre detrás de un comportamiento que mediante
el artificio o el engaño busca el propio provecho y acarrea un detrimento
ajeno.
Frente a estas dos acepciones de la palabra culpa, la teoría en es-
tud,io adopta, obviamente, la primera, pues es claro que la ruptura de la
promesa matrimonial puede ser provocada o decidida con ligereza (culpa
en sentido estricto) o con malicia (dolo).
Aclarado este punto, conviene llamar la atención hacia el hecho
fundamental de que la teoría no exige, para que surja la responsab,ilidad, la
previa e indudable existencia de una promesa matrimonial formalmente
·hecha y aceptada. Tal promesa pue-de ser muy útil desde el punto de vista
proce'iaL .orohatiom~ c:au~a., pero no es indispem:able para que funcione la
responsabilidad.
En consecuencia, esta teoría sólo puede ser admitida por qu1enes
vean ~n los e~.ponsales, no un contrato de Derecho Obligacional o F ami-
liar. sino una relación pre-contractual o un hecho con efectos de derecho.
Si bien ~e observa, la teoría bajo con'sideración no trae novedad
digna de mención y se encaja naturalmeRte dentro de los términos de la

( 1O) . - A C. Cornejo. Código Civil. Exposición Sistemática y Comentario.


22 DERECHO

teoría del acto ilícito, cuya base son la culpa y el dolo aquilianos y que no
exige en modo alguno la pre-existencja de obigaciones nacidas de un coo-
venio.
La responsabílidad que recae sobre quien se niega a contraer ma·
trimon,io, cuando en esta actitud existe culpa. es enteramente análoga a lil
41ue incumbe a cualquier sujeto que en aua relaciones ordinarias -deriva-
das de la misma sociabilidad- con los dwnás, infiere agravio al derecho
ajen o; o, para decirlo con palabras tomadas de la ley nacional, la que co-
rresponde a cualquiera que por sus hechos, descuido o imprudencia ocasio-
ne un daño a otro (art. 1136).
e). Huelga indicar que la teoría de la responsab~lidad por culpa
(que más precisamente debiera llamarse "responsabilidad por culpa de-
lictual .. ) es inaceptable para quienes ven en los esponsales un verdadero
contrato de, Derecho Obligacional y Familiar, pues, en el fondo tal teoría
conduce a negar a la promesa matrimonial la categoría de una figura ju-
rídica específica, confundiéndola con esa inmensa y vari~a gama de epi-
s<.dios (desde la caída de una maceta del pretil de una ventana sobre un
transeúnte, hasta la destrucción de la propiedad ajena por la ruina culpa-
bl<~ del edific~o propio) que la ley gobierna globalmente, casi indiscrimina-
damente y sin hacer de ellos f,iguras que m.erezcan especial regulación.
Si se admite que los esponsales son, en realidad, un contrato, pare-
ce indiscutible que la responsabilidad que se deriva de su incu4plimiento
es sencillamente una responsabilidad contractual, que no se distingue de la
que acarrea la violación de otro contrato sino en la calidad sui gener•s que
otorga a los esponsales su inclusión en el Libro de la Familia antes que en
el ~e los Derechos de Crédito. Más que el acto ilí~ito, que vincula la culpa
al .incumplimiento de las obligaciones que todo hombre tiene con los de-
más por el me·ro hecho de vivir en sociedad, la ruptura injustificada de la
promesa debe equiparse a la inejecución de las obligaciones, que vincu-
la la culpa al \ncumplim,iento de los deberes surgidos de las relaciones
1

contractuales. O, em.pleando los términos de nuestra ley, dicha responsabi-


lidad ~s la de todo aquel que en el cumplimiento de sus obligaciones incu-
rre en dolo o culpa y el que de cualquier modo contraviene a ellas , (art.
1320).
En pocas palabras, la responsabilidad derivada de la ruptura ilegÍ·
tima de la promesa matrimonial supone siempre, dentro de esta teoría o de
la anterior, una noción de culpa; pero lal una· considera que se trata de una
culpa co.ntractual y la otra ve más. bien una culpa aquiliana o delictual.
Los elementos de la responsabilidad contractual serían, así, los ~­
guientes:
1. Que haya dolo (perfidia, deslealtad, malicia) o culpa (ligere-
za, falta de sentido de ponderac:ión) en el ex-prometido que ha roto la,
prome$a o ha dado lugar a que el otro la retire.
Los sujetos entre quienes juega la responsabilidad', como acreedor y
deudor, no pueden ser otros que los mismos prometidos., por el principio
de que los contratos sólo producen efecto entre las partes y eventualmente
entre sus herederos. Atenta la circunstancia de que quienes se prometieron
matrimonio son personas capaces, no es posible que una de ellas. dañada por
la ruptura, pretenda recaer sobre un tercero al que considere, con razón o sin
ella, como el verdadero responsable directo o indirecto, oculto o des,embo-
zado) de la conducta asumida por el prometido. No sería, pues admisible
LOS ESPONSALES 23

que 1~ ex-novia acciOnara judicialmente contra Jos padres o hermanos de:


su prorr-et.ido o contra la nueva y actual novia de éste, todo lo cual sería
posible dentro de la ~eoría de. la responsabilidad por culpa delictual.
Este requisito ha sido, sin embargo, objeto de dura crítica, por
parte de algunos tratadjstas, como Sánchez Rom.án, Consideran estos autores
que ninguno de los motivos que tenga uno de los esposos para romper su
promesa puede ni debe ser objeto de deliberación judicial; que tal contro-
versia es de todo punto inconveniente al decoro de la familia y al buen
nombre de la mujer; que en todo caso es causa bastante justa para incum-
plir la promesa el hecho de no pers.istir en los sentimientos que determina-
ron a una persona a formularla; y que estos sentirn~entos pueden cambiar
aún contra la voluntad del sujeto y sin culpa alguna de éste. Empero, tales
argumentos, aparte de que marcan excesivamente el acento sobre la nota
efectiva de la promesa, conducirían, en realidad, a suprimir toda respon-
•sabilidad esponsal;icia, aunque exista perversidad y malicia, y han sido re-
batidos más arriba ( suprá 8, A, II).

2. Que haya daño o perjuicio en el demandante.


Este elemento puede refer·irse al detrimento material (representa-
do, por ejemplo, por los gastos efectuados en vista del futuro casamiento,
la dejación de un empleo o cargo, el abandono de una profesión o negoqo,
etc.) o en el desmedro moral; pero, tratándose del primero, es preciso te-
ner presente que los gastos sólo puden ser los habituales según las costum-
bres imperantes y la condici-ón económico-social de los esposos, es decir
aquellos en que no se hubiera incurrido de· haberse podido p-rever la ruptu-
ra, pues si fueran excesivos no se presumiría la buena fe en el novio que
los realizó salvo que el otro los hubiera acon_sejado o aprobado. En cuanto
al daño moraJ, puede consistir en el simple hecho de provocar la maligni-
dad pública en torno a la prometida haciéndole más difícil contraer matri-
monio con distinta persona o en el ridículo que recae sobre el novio burla-
do ( 11 ).
En todo caso, el interés perjudicado que se indemniza es solamente
el negativo o de la confianza, tales como los gas,tos efectuados, y no el po-
sitivo (representado por las ventajas. que el matrimon;i.o hubiera reportado
al esposo abandonado), sin que se admita convención previa capaz de sos-
layar esta norma ( 12).
Estrictamente, no debería admitirse la pos-ibilidad de que un ter-
cero aCGÍone contra el prom.etido culpable, por el , principio ya aludido de
que los efectos de los contratos se circunscriben a las partes; pero si se
tiene en cuenta que los esponsales son más un contrato de Derecho F ami-

( 11). -El art. 79 del texto peruano determina que "cuando el matrimonio deje de
celebrarse por culpa exclusivamente imputable a uno de los desposados, y ·SU
no celebración dañe gravemente los derechos inherentes a la personalidad del
otro, e) juez podrá conceder al inocente una suma de dinero en concepto de
reparación del daño moraL Este dere<:lho es personal. Sin embargo, pasará
a los herederos si el deudor lo hubiera reconocido o hubiera sido ya deman-
do al tiempo de abrirse la sucesión"'.
( 12). ---"Los esponsales no producen obligación de ... ajustélrse a los estipulado para c·l
caso de incumplimiento de los mismos" (art. 77).
24 DERECHO

Har que Obligacional y suscitan la intervención de próximos parientes y


aún de extraños (los cuales pueden incurrir por ello en gastos), se explica
que se suela otorgárse a éstos _la acción indemnizatoria. ( 13)
3. Que exista relación de causalidad entre la culpa y el daño.

Aparte de las anteriores diferencias que separan a la teoría de la


responsabilidad por culpa aquiliana de la que se basa en la culpa contrac-
tual, puede señalarse otra de orden procesal: la de saber a quien incumbe
la pru~ba de la culpa.
Se ha dicho- sobre este particular que el fardo de la prueba recae
sobre el demandante si se trata de culpa aquiliana, y que en cambio corres-
ponde al qemandado acreclitar su inculpabilidad si se trata de inej ecución
d.e obligaciones convencionales; pero este problema no existe en el presen:.
te caso, porque si se admite la teoría de la responsabilidad delictual la rup-
tura de los esponsales constituiría un acto ilícito por omisión (negativa a
c.: ~arse) y no por comisión, en cuyo supuesto, como lo hace notar acerta-
..;:: amente el doctor León Barandiarán ( 14), el peso de la prueba incumbi-
rfa al demandado, lo mismo que si se admite la teoría de la responsabili-
dad contractual.
En realidad, la cliferencia en cuanto a la prueba no proviene de la
teoría que se acepte, sino de quien sea el demandante. Si lo es el esposo
quf" no tomó la iniciativa de la ruptura, corresponderá al que cortó el com-
promiso probar que obró con causa justificada. Si, por el contrario, qll¡ien
demanda es el esposo, que invocando la conducta irregular del otro, retiró
la promesa, es al actor al que incumbe el fardo de la prueba.
1O. B. Restitución de las donaciones. Otro de los efectos de la
ruptura de los esponsales es la devolución de las. donaciones que, con oca-
siór: del futuro matrimonio, hubiera hecho uno de los prometidos al otro o
an tercero a uno o a los dos esposos.
En princ1p1o sostienen Planiol y Ripert ( 15), tales donaciones
deben ser rest~tuídas; pero es preciso determinar en cada caso la razón de
la liberalidad: serán revocados únicamente aquéllos que en el espíritu del
disponente estaban s,ubordinadas a la celebración del matrimonio. En lo
que se refiere específicamente a los pres.entes h~os por uno de los pro-
rnetidos al otro, sólo se restituyen cuando la ruptura se debe a desacuerdo.
$: se debe a la muerte de uno de ellos, pueden ser conservaldos a título de
recuerdo, salvo si éste no se guarda (caso de nueva promesa o de matri-
monio inmediato con distinta persona, por ejemplo), acción posterior de
restitución por parte de los herederos. También se puede conservar la libe-
ralidad q4_e, hecha con ocasión del matrimonio, tiene s.m embargo otra
causa (como la reparación de un perjuicio).
En cuanto a las donaciones hechas por terceros, hay que distinguir
las que por su entidad constituyen una verdadera donación de bienes, de
aquéllas cuyo pequeño valor hace suponer que fueron simple expresión de

( 13) . -"El que rehusare cumplir los esponsales sin justa causa estará obligado a re-
aarcir equitativamente a la otra parte, o a sus padres, o los terceros, los gastos
que hubiesen hecho de buena fe y los perjuicios que hubieran sufrido por ra-
zón de la promesa de matrimonio,. (art. 78).
( 14) . -José León Barandiarán. Comentarios al Código Civil Peruano.
( 1 5) . -Planiol y Ripert. Ob. cit.
LOS ESPONSALES 25

galantería o afecto. Estas últimas, en opinión de los referidos tratadistas-,


pueden ser conservadas.
La ley nacional no se ocupa en ~~ título de los Esponsales de las
donaciones hechas por terceros. A ellas se refiere el gobernar la,s Donacio-
nes por Razón de Matrimonio, Respecto de las que se hubieran heoh.o
recíprocamente los ex-prometidos, determina que todas deben ser re.stituídas
si así lo pide el donante y sin que se consagre distinción alguna entre las que
tuvieron al matrimonio como causa o simple ocasión, siempre· que la rup-
tura se deba a razón distinta de la muerte. La exigencia de rest:¡itución pue-
de ser hecha por cualquiera de los ex-promeÚdos, haya sido culpable de la
t'uptura o no, y sin .taxativa ninguna. en cuanto al valor de las donaciones)
siempre. que se trate de verdaderas l;iberalidad.es (no lo es por "ej., la co-
rrespondencia cambiada, que pertenece al destinatario en éste u otro
caso). ,._
11. C. Otros _efectos. Además d~ la responsabilidad pecuniar,ia y
ce la restitución de las donaciones, la ruptura de la promesa puede aca-
rrear otras consecuenc;ias jurídicas importantes. Entre ellas se puede men-
cionar especialmente las dos siguientes:
a). La de servir de base a una eventual acción investigatoria de la
paternidad. cuando a raíz de la . promesa o por medio de ella. ha logrado
el presunto padre acceso carnal con la madre ( 16) ; y
b). La de otorgar un derecho alimentar1io a la ex-prometida de
quien murió sin cumplir su promesa. dejando prole concebida en aquélla
( l 7).
Prescripción de acciones. La obvia necesidad de evitar una ,incer-
tidumbre ind~finida en las relaciones personales y patrimoniales explica la
fijación legal de plazos de prescripción de· las. acc,iones derivadas de la
ruptura de la promesa matrimonial. Dichos plazos son en la ley nacional
los de un año para la acción de responsabilidad por daños y perjuicios y
para la restitución de las donaciones entre los CS¡posos ( art. 8 1 ) , y de tres
años después de alcanzada la mayoría de edad por el hijo para la acción
de filiación ilegítima ( art. 3 79).
IV. Extinción de los esponsales
13. En circunstancias normales, el proceso de las relaciones es·
ponsalicias debe culminar en la celebración del matrimonio. Naturalmente.
sólo un casamiento válido puede dar cumplimiento a la promesa, de modo
que si resultara inválido los esponsales recobrarían vigencia ~empre que
todavía sea. posible un enlace legalmente intachable.
Excepc,ionalmente, la promesa termina por contrato de extinción.
pues no hay inconveniente en que el acuerdo de voluntades que dió lugar
al compromiso matrimonial pueda también darle término; por resolución
unilateral, la que, sin embargo, es capaz de conducir eventualmente a una
acción indemnizatoria; y por imposibilidad subsiguiente de efectuar el ma·-
trimonio sin que medie culpa, lo que podría ocurrir si muere uno de los
esposos o si el casamiento deviene físicamente o legalmente imposible.

( 16) . -Art. 366, 5~, del Ce. peruano: ••La paternidad ilegítima puede ser judicial·
mente cleclaracla, en el caao de seducción de la madre cumplida con. . . promeea
ele matrimonio en época contemporánea de la concepción y siempre que. . . exi.e·
ta principio de prueba eaerita''.
( 17) .-Ley aueca de 1 1 de junio de 1920.
Uo caso de prescripción en la acción de alimentos
por ANTONIO VALDEZ CALLE

Es materia de este trabajo la prescripción de la acc1on de alimentos


que, en favor del hijo ilegtimo no reconocido, concede el art. 367 del có-
digo civil.
El art. 366 del código indicado señala en cinco incisos los casos en
que la paternidad, a falta de voluntaria manifestación, puede ser judicial-
mente declarada. Como es natural, el art. 366 no contempla todos los
casos en que un hombre puede ser padre, pero si vé las. situaciones en que
sjn lugar a duda hay certeza de la paternidad.
Pero cabe la posibilidad de que un hombre sea padre por el mero
hecho de haber sostenido ocasionales relaciones sexuales con la madre del
nuevo ser. El legislador para no dejar en completo desamparo al posible
fruto de esas relaciones -que por su misma naturaleza de presumible. más
no de cierto, no puede estar en la misma situación que el fruto de union~
legítimas o de uniones ilegítimas pero estables como el concubinato- ]e
ha concedido la acción del art. 367, que constituye un avance de carácter
social, en el campo de las legislaciones pos1itivas, al establecer la obligación
de prestar alimentos que tiene quien sostuvo relaciones con la madre del
hijo durante la época de su concepción.
La acción del art. 367 se encuentra encuadrada, entre otros, por
el art. 382, que señala un plazo de tres años para ejercitarla y el que co-
menzará a contarse desde el día del nac,imiento, o desde la cesación de los
socorros suministrados directa o indirectamente por el demandado.
Pero en la práctica, la aplicación del art. 382 encuentra según el
sentir de muchas ejecutorias supremas ( l ), la valla del art. 454, que dice:
''El derecho de ped.ir alimentos es intrasmisible y no puede ser objeto de
renuncia, de transacción, ni de compensación"; o sea que de acuerdo a la
letra de los dos dispositivos señalados, hay manifiesta contradicción, en
este aspecto, dentro del rég~men de los alimentos.
Un examen detenido de los artículos aparentemente contradicto~
rios nos hará ver que la pretendida colisión entre sus mandatos no es. real,
ya que uno, el 454, legisla los alimentos en general, mientras otro, el 382,
es regla, únicamente, para un caso especial contemplado por el legislador.
y que por lo tanto es lógico sea legislado con disposiciones también de
carácter especial.
El art. 44 1 precisa a quienes alcanzan los al,imentos, y señala a los
conyuges, a los ascendientes y descendientes y a los hermanos. El inc. 2'?
UN CASO DE PRESCRIPCION EN LA ACClON DE ALIMENTOS 21

de este artículo podría ser aplicado favorablemente a la tesis contraria a la


aplicación del art. 382, diciéndose ,que si la ley no hace distingos entre la
calidad de los descendientes a que se refiere el inciso en cuestión. nadie
puede arrogarse la facultad de ponerle limitaciones que pue~ perjudi~
car legítimos derechos.
Pero la doctrina y las legislaciones, ca.si en general, consideran que
el derecho de pedir alimentos que corresponde a los hijos ··se halla subor~
d1nado al establecimiento de la' filiación por las fonn'as de prueba adiniti..
das por la ley" (Planiol y Ripert). Por otro lado, en el tratado de Dere-
cho Civil de Colin y Capitant se lee: ·ya hemos dicho que ·¡para que d
hijo natural tenga derecho a alimentos y educación necesita poder ~vocar
una filiación legalmente establecida, la cual puede resultar, ya de un reco-
nocimiento voluntario, ya de una sentencia. estatuyendo sobre una acción
de inve.stigación ·de la 'maternidad o de. la paternidad. Sin embargo la re-
gla de que el hijo natural' no reconocido no tiene ningún dere.eho que hacer
valer respecto a sus progenitores, no es absoluta ... ••.
De la consideración de los párrafos precedentes así como de otros
euya cita es innecesaria por ser análogos a los oonceptos anteriores, se con-
cluye que la reciprocidad del derecho a alimentos que señala el inc. 29
del art. 44 1 alc~nza solamente a los que tienen claramente establecida sq
filiación.
La jurisprudencia mundial ha ido atemperando la rigidez de las
disposiciones que solo concedían derechos a los hijos cuya filiación estaba
probada, al señalar p. ej. que: "Hay una obligación natural a cargo de los
padres en relación con el hijo cuya filación no se haya probado legalmente,
pues esta obligación naturalmente puede servir a fundamento de una pro-
mesa de sostenimiento" (citada por Planiol y Ripert).
Aquello de "no ser absoluta la regla de que el hijo natural no recono-
cido no tiene ningún derecho que hacer valer respecto a sus progenitores'',
y por otro lado: "el reconoc;imiento de una obligación natural que puede
servir a fundamento de una promesa de sostenimiento, han sido consagra-
,dos por el legislador peruano en el art. 367, que se halla, no dentro del
título que trata de los alimentos, sino del que 8e ocupa de la fi)JJación i}e ..
gítima, para hacer resaltar más su carácter de, regla especial. Y como se
rrata de una institución nueva, insuficientemente experimentada; como a
pesar de tener las mismas necesidades los hijos, no se puede imponer las
mismas obligaciones al padre cierto y al presunto padre: como el orden
jurídico exige que haya plazos para la reclamación de derechos sustenta-
dos en hechos cuya certidumbre no es.tá claramente establedda, el código
civil del año 19 36 ha establec,l:do, junto con otras, la regla del art. 382,
que es la única aplicable al caso sui-generis de alimentos, creado p'or el
tut:. 367.
No hay pues la tal contradicción entre los arts. 454 y 382. El art.
4 54 regula los alimentos en su as,pecto general. mientras que el art. 382
es regla solo para un caso especial. Ambos leg,islan algo que en lo genérico
es igual, pero que en lo concreto es diferente pues están envueltos dentro
de esferas distintas, que por muy parecidas que sean, siempre son diferen-
tes por ·propio ministerio de la ley, lo cual hace que, a despecho de ·la
amplitud del campo dentro del cual legisla el art. 454, nunca pued~irrum•
pir éste, s1n transgredir la ley, en el campo cre!ado por el art. 367. El
mismo c.ódigo, oor intermedio de los arts. 446 y 4 7 7 nos está indicando
28 DERECHO

también la existencia de esas dos esferas, al comprender dentro de la alter-


nab,ilidad de la obligación, solo a los hijos legítimos y a los ilegítimos re-
conocidos~ señalando así. de un modo tácito, que únicamente éstos se ·en-
cuentran comprendidos dentro del inc. 29 del art. 441.
Y por muy respetables que sean los sentimientos de humanidad
que inspiren la no aplicación del art. 382, el mandato de la ley es claro y
termi•nante: el plazo para interponer la acción es de tres años que comen-
zarán a contarse desde el día del nacimiento, o desde la cesación de los
eocorros suministrados directa o indirectamente por el demandado.
La ley solo puede ser modificada por otra ley; la jurisprudenGia
por humana y respetable que sea, dentro de un procedimiento estrictamen-
te ajustado a los. principios del derecho, no puede modificar nunca a la
ley. Pued.e sí señalar tendenc~as o atemperar rigores cuando las leyes de-
jan vacíos que son necesarios, llenar para la cabal existencia del orden jurí-
di-co; pero en los casos en que la ley de modo expreso legisla sobre algo,
no eaben otras reglas que no sean las señaladas, salvo las nuevas, expedi-
das según los requisitos que les den la fuerza necesaria para sustituir a las
anter¡iores. Y como dice el Dr. Muñóz en un dictamen fiscal publicado en
el tomo XXXI de los Anales judiciales: ..Cuando la ley ~ clara, la inter ..
pretación contraria a su texto no puede prevalecer, porque los jueces nO"
pueden modificarla ...

( 1) DICTAMEN FISCAL

Señor:

Doña Eduviges juárez de Ramos ha interpuesto demanda contra don Manuel Sala···
zar, sobre prestación de alimentos para la menor Juana, habida en las relaciones con~
vivencialea con el demandado, quien negó l<>s fundamentos de la demanda y, posterior~
mente, ha deducidC:: la prescripción fundada en lo que establece el art. 382 del C. Civil.
El Juzgado de Primera Instancia de Arequipa, en la sentencia de fs. 48 declaró
prescrita la acción de cobro de alimentos; pero la Corte Superior, de conf6t.Mid.a&.
con el dictamen de su Fiscal de fs. 52 vta., ha revocado la apelada de fs. 66 y decla-
rado sin lugar la prescripción y fundada la demanda,- fijando en 40 soles la penrió111
alimenticia para la menor habida en las convivenciales. Salazar ha interpuesto rec:.ur~
so de nulidad.
El juicio acumulado_ seguido entre laa misma~ partes sobre filiación de la indi-
cada menor, terminó desfavorablemente para la demandante, pero ello no es óbice
para el ejercicio de la aceión de alimentos, desde que se ha probado en autos que Sa-
lazar soatuvo .relaciones sexuales con la autora durante la época de la concepción de
la menor Juana, lo que hace aplicable al caso subjudicó lo que establece el art. 36 7 del
C. Civi1.
El art. 382 del mismo Código dispone que el plazo para interponer la acción ee
de 3 añoa que comenzarán a contaree deade el día del nacimiento, o desde la ceaa~
ción de loa aocorroa aumini•tradoe directa o indirectamente por el demandado: pero
-ese diapoaitivo eetá en contradicción con el 454 del miemo Código que establece que
el derecho de pedir alimento• ea intraami.ihle y no puede aer objeto de renuncia, de
tranaacción ni de compeDMción.
UN CASO DE PRESCRlPCION EN LA ACCION DE ALIMENTOS

Ya este Tribunal en numer0$as ejecutorias, ha establecido la improcedencia de


la pr~scripción en casos análogos, salvaguardando así el derecho de los menores a ser
alimentados por sus padres ilegítimos (Revista de la jurisprudencia Peruana 1945, pág.
606, 1946, pág.· 105).
Por las razones e,xpuestas, el Fiscal es de opinión que NO HA Y NULIDAD en la·
sentencia recurrida.

Lima, f9 de marzo de 1947.

SOTELO

RESOLUCION SUPREMA:

Lima, quince de abril de mil


novecientos cuarentisiete.

Vistos; de conformidad con el dictamen de~ Señor Fiscal: declararon NO HABER


NULIDAD en la sentencia de vista de fojas sesentiaeis, su fecha catorce de octubre de
mil novecientos cuarentiseis, que revocando la de primera instancia de fojas cuaren-
tiocho, su fecha diez de junio del mismo año, declara fundada la demanda interpuesta
a foja una por doña Eduviges Juarez de Ramos y fija en cuarenta soles la pensión
~tlimenticia mensual con que don Manuel Salazar debe acudir a la menor Juana: con
todo lo demás que dicha sentencia contiene; sin costas; y los devolvieron.-- ZA V ALA
LOAYZA.- FRISANCHO.- FUENTES ARAGON.- CHECA.-Jorge Vega García.
Secret<.>.rio.
Considerando: que la prueba actuada no acredita la época en que la deman~
dante y el demandado hubieran tenido relaciones sexuales; que la excepción de pres•
cripción d.:!ducida por el demando a fojas diecinueve por haber transcurrido más de
nuevt'! años desde el seis de mayo de mil novecientos treintiseis en que nació la menor
Juana, para la que se pide alimentos, hasta la iniciación de la demanda el dieciseis de
.agosto de mil novecientos cuarenticinco, es procedente, porque la acción alimenticia
ejercida por la demandante, no proviene de una relación jurídica originada por al-
gunos de los casos en que el artículo trescientos sesentisiete del Código Civil, en su
primera parte, excluye del término de tres años que para la prescripción extintiva es-
tablece el artículo trescientos ochentidós concordante con el trescientos ochentiuno
del acotado que derivando esa ac(:ión de relaciones sexuales ocasionales, se encuen-
tra comprendida en la limitación que instituye el precitado artículo trescientos oo'henti-
dós, que por ejercitarse a base de presunciones de procreación requiere la ley su ejer·
cicio inmediato para el eficaz esclarecimiento; mi voto es por la nulidad de la sentencia
de vista y que reformándola se confirme la de primera instancia que deelara prescrita
la acción sobre cobro de alimentos interpuesta por doña Eduviges juárez de Ramos.-
LAINFZ LOZADA.- Se publicó conforme a ley.-Jorge Vega Garc:ía.- Secretario.
DERECHO COMERCIAL

Aspecto jurídico de la quiebra


eor el Dr. ANDRES LEON MONTALBAN,
.C.ledrático ,de· Detreeho Cornen:ial en la Univetsidad ~CatóliCa

La quiebra, económicamente, constituye un estado patrimonial


objetivo, que no es creado por la ley sino que es objeto de regulación legal.
es un estado pree""istente a toda declaración judicial. aunque solo en virtud
de ésta produce efectos jurídicos. La d,eclaración judicial unicamente abre
el procedimiento de quiebra y establece la época a que se remonta el esta·
do de insolvencia del fallido.
Desde el punto de vista jurídico, la quiebra está constituida por
el conjunto de normas que regulan el fenómeno económico de la insolven·
cia. La finalidad de la ins.titución es la organización legal de .los acreedo·
:·es para -depurar y conservar el patrimonio del deudor insolvente, a fin
de liquidarlo y repartírselo. De aquí que, en su aspecto jurídico, la quiebra
tenga primordialmente un inconfundible carácter procesal, aun cuando.
por razón de la naturaleza misma de las materias sobre las que incide,
contenga tamhién aspectos de carácter sustantivo -civil y comercial- y
de carácter penal.
Y es que la qui.ehra establece lo que podría llamarse un procedi-
miento de ejecución colectiva, ya sea a solicitud del propio deudor o de
uno o varios acreedores, lo cual permite, precisamente, el funciona:t,niento
de sus pr.incipios básicos-, o ·sea: la igualdad entre los acreedores, haciendo
desaparecer toda ventaja injusta de un acreedor respecto de otro, excepto
en los casos de créditos calificados expresamente como privilegiados por
su naturaleza; y la integridad del pa.trimonio del deudor, para lo cual es
menest:er que éste cese en la administración y disposición de sus bienes.
debiendo aún reintegrarse todo lo que hubieTa sido ocultado o enagenado
en forma indebida o fraudulenta.
Rastreando en la génesis de la institución nos encontramos con q\,le,
para hacer efe~ctivas las obligaciones de los deudores se han adoptado
siempre dos procedimientos: el general o colectivo, que corresponde a la
quiebra y que tiene su orígen en el derecho romano; y el especial o de los
embargos particulares, de orígen germánico. En el primer procedimiento,
a base de ,inclusión, queda comprendido todo el patrimonio, cualesquiera
que sean los bienes que lo constituyan, del deudor; y e~l producto de la
venta de esos bienes se aplica al pago de sus acreedores en proporción a
ASPECTO JURIDICO DE LA QUIEBRA 31

$.Us créditos. En el segundo procedimiento. a base de exclusión. el embar-


go es individual y por lo mismo afecta solo a una parte del patrimonio,
estableciéndose un ·derecho de preferencia para el embargante. .
Aero la disciplina jurídica de la quiebra ha ido evolucionando..
Desde las más severas sanciones, como la pena de muerte, hasta la prisión
por. deudas. los fallidos han soportado serios vejámenes.
La gran repercusión económica que hoy tiene la quiebra ha ido
formándose pocó a pcxo, a medida que han evolucionado las formas jurí ..
dicas y el crédito, en sus múltiples aspectos, adqu.iria gran desarrollo. Pero
siempre, desde 1el derecho romano. la quiebra ha tenido, juridicament~,
un marcado carácter procesal, adoptándOSe normas 0 sistemas relaciona-
dos a la evolución social y jurídica de cada época. Bastaría con que citá-
ramos la manus iniectio, el ne:xum, la pignoris capio, la misio in possessüo-
.ftetn. la bonorum vend,itio, la c.esio bonorum, el pignus in causa iudicati
capturo, el interdictum fraudatoriurn, la in integrum restitutio y otras accio ..
nes de derecho romano, para que lleguemos a la conclus.ión de que, en su
aspecto jurídico, la quiebra tiene un acentuado carácter procesal.
En el derecho medioeval, la ejecución colectiva derivó del llama-
do· secuestro; el que, a su vez, propiam.ente dió origen al actual procedi.-
miento de quiebra. .
Cuando fugaba el deudor se le secuestraban sus bien~. com 0 me-
dida precautoria, y si se mantenía esa situación, se procedí'a a la venta de
lC\s bienes del fugitivo para satisfacer a !.Us acreedores en proporción a sus
créditos.
Es de advertir que el término fugitivo se aplicaba también al insol~
vente, aunque no se hubiera alejado o fugado de·l lug_ar de su residencia.
Es en el derecho estatutario donde comienzan· a modelarse con
mayor precisión los principios y procedimientos de la quüebra; distinguién-
dose entre el quebrado comerciante y el que no lo es. Los conceptos de la
cesación de pagos, el .desapoderamiento del deudor, el proceso de verifi~
cación de créditos, la designación de los síndicos, la exigibilidad de las
deudas, la distribución .de los dividendos, se encuentran consignados ya en
los más antiguos estatutos comerciales, tales como en los de Bo!onia, Flo-
rencia, Venecia, Génova y otros.
En la Edad Moderna, la famosa, Ordenanza de Comen;io de 16 7 3
organiza en forma casi completa el procedimiento de la quiebra, aplkable
a toda clase de deudores, comerciantes o no comerciantes.; estableciendo
las me-didas necesarias para hacer efectiva la liquidac,ión del patrimonio·
del fallido. -
En la Epoca Contemporánea. el Código francés de 180 7, fuente de
casi todos los códigos de comercio, re-gula en su libro tercero el procedí~
miento de las qu.iebras y bancarrotas, distinguiendo la quiebra casual, la
bancarrota simple y la bancarrota fraudulenta.
El sistema del Código francés, que circunscribe la institución de la
fa1encia a los comerciantes, y que dispone que la cesación de pagos cons-
tituye el estado de quiebra, fue incorporado a la mayoría de los códi-
go contemporáneos.
Con la exposición de todos estos antecedentes fácílmente. puede
colegirse que es indispensable que las disp¡osiciones sobre quiebras se inclu-
yan en el Código de Procedimientos Civiles, puesto que, si dichas dispo~
sidones, como lo venimos demostrando. son d.e carácter marcadamente
32 DERECHO

procesal~ no hay razón para que no figuren todas las de la misma indgle
dentro d~ un sole texto legal uniforme, ~on dispos;iciones sistematicamente
organizadas, que permitirá la aplicación fácil, rápida y segura de todas las
medidas que requieren las circunstancias consiguientes al estado de falen-
cia, tanto de las que inciden. sobre el patrimonio del fallido, sobre el cual
.se proyectarán los derechos de sus acreedores; cuanto de las que se rela-
cionan con su persona, o sea las incapacidades que trae cons.igo la quie-
bra. , ·
Las disposiciones sobre quiebras jamás se han limitado, ni se limi-
tarán, a declarar los derechos de los acreedores sobre los bienes del falLi-
do, y las incapacidades que pesan sobre éste; sino que,. para que la institu-
ción llene su cometido, tienen que establecerse los medios, o mejor dicho
las acciones, que asegurarán la realización de los fines a que re-sponde el
ordenamiento jurídico de la quiebra. Por eso decíamos anteriormente, que
en su aspecto jurídico la quiebra tiene un. marcado' carácter procesal.
Naturalmente, y esta es una de las observaciones que puede ha-
cerse a esta tesis, algunas. disposic.iones sobre quiebras son o tienen que ser
de carácter sustantivo; pero ello es explicable si se considera las proyec-
ciones que en el régimen económico y personal del fallido tiene el procedi-
miento de la quiebra; y si se considera también que la declaración de
ciertos eEtados solamente puede hacerse a hase de normas de carácter sus-
tantivo; pero sin que ello implique que la institución en si, en su aspecto
extrictamente jurídico, no sea de' orden procesal.
Por eso también, es de la mayor importancia la verificación de una
cuidadosa revisión de las disposiciones sobre quiebras. depurándolas, en
cuanto sea posible, de su contenido sustantivo; y concordándolas, con todo
esmero, con las dispos.iciones afines de otros textos, legales.
Podríamos insinuar que, entre otras cosas, al tiempo de la revisión
de las disposiciones sobre q·uiebras, se tuvieran en cuenta los siguientes
puntos:
A).- Mantenimiento del sistema de aplicación de los principios
de la quiebra a los comerciantes y a los no comerciantes, ya que la unifor-
midad del sistema reporta jnnumerables ventajas. La quiebra debe ser una
institución común. Casi todos los comercialistas modernos ahogan por la
adopción del sistema de la legislación uniforme. A lo sumo lo que algunos
tratadistas propugnan es que se tengan en cuenta los casos de excepción y
que se hagan algunas diferencias, por medio de :1decuadas disposiciones,
en el sentido de ser mas rigurosos con aquellos que habitualmente realizan
actividades de carácter netamente comerciales.
B). . - Simplificación de todos los trámites del procedimiento, en
una forma prudencial que permita una rápida y segura liquidación del pa-
trimonio del fallido; evitándose así los juicios sumamente dilatados sobre
quiebras, tan comunes en la práctica, con lo cual la institución hatermina-
.do por desnaturalizarse e inspirar desconfianza, dada la ineficacia de sus
disposic1ones para cumplir los fines. a que está destinada.
Como ejemplo podemos citar el art. 79 de la ley correspondiente,
cuando establece que siempre que sea necesario, por ministerio de la ley o
por ord.en judicial, notificar mediante avisos una resolución, se publicarán
por c:inco veces en el periódico designado para el efecto; 0 también pode-
mos referirnos al art. 38 cuando fija un plazo de diez días para· que· el fa~
ASPECTO JURIDICO DE LA QUIEBRA 33

Uido, lo$ acreedore3 o los terceros que tengan interés en el asunto, objeten
la fecha de cesación de pagos ·que se hubiera fijado.
C) . - A fin de que no se abuse por algunos acreedores con la soli-
citación de la declaratoria de quiebra; debería exigirse que en el recurso
que se presente con dicho objeto, el acreedor se obligue a responder por
todos los gastos, -daños y perjuicios que se le ocasi9nasen al presunto falli-
do, si la solicitud no prosperara, ya que la sanción consignada en e•l párra-
fo 29 del art. 15 de la ley actualmente en vigor, resulta en la generalidad
de los casos ilusoria.
D) . - Reglamentar -debida y ordenadamente las facultades de la
.Sindicatura; haciendo desaparecer algunas de sus cuasi irrestrictas faculta-
des, que, a la postre, son medios con los cuales se dilata el procedimiento.
Por ejemplo, debería suprimirse la facultad del Síndico de celebrar tran-
sacciones ·o compromisos sobre negocios que no excedan de SI. 5.000.00.
por lo menos sin autor,ización de la junta de acreedore'S y aprobación judi-
cial y previa audiencia del quebra.do.
Sería preferible, mas bien dar mayor intervenc:ión al juez en los
juicios sobre quiebra, sobre todo investirlo de mayores facultades en la
verificación de los crédito~ y su graduación; con lo cual se evitaría la com-
posición de juntas con acreedores falsos, y los fraudes y colusiones entre
diversos acreedores.
E).- Establecer la Sindicatura letrada, ya que· la propia ley esta-
blece que el Síndico es un auxiliar de los Tribunales de justicia. Como la
Sindicatura tiene la representación del fallido y de los acreedores er. jui-
t.:io y fuera de él, con el establecimiento de la Sindicatura letrada se tende-
ría a la simplificación del juicio y se evitaría la duplicidad de honorarios:
al Síndico y al abogado o abogados que este utilice. para el desempeño de
sus funciones. En la actualidad, con el sistema de la ley en vigencia, las
cuentas de honorarios resultan desproporcionadas y gravan demasiado la
masa de la quiebra, con e'vidente perjuicio para el quebrado y para lo9
acreedores.
F) .-Señalar las causales de remoción del Síndico, salvándose así
la omisión en que incurre le ley; ya que ésta se limita a establecer que los
Síndicos o sus representantes que fueran removidos por causas graves· que-
darán inhabilitados a perpetuidad para ejercer el mismo cargo.
G) . - Que en un solo acto, y por el juez, ~e proceda al reconoci-
miento y graduación de créditos, a f1n de abreviar los trámites.
1-1) . - Establecer una graduación de créditos bien ordenada; fijan-
do con mayor precisión los créditos privilegiados y las preferencias entre
acreedores del mismo grado. Sobre e~te punto sería menester, también,
concordar el régimen de los créditos preferenciales con los est?.blecidoR
por el art. 59 3 del Código de Comercio y por los arts. 3 J y 32 de ]a ley
N 9 241 1 sobre hipoteca naval.
1) . - En los casos de impugnación judicial del conven,io extrajudi-
cial de liquidación, negar esta facultad a los acreedores que lo hubieran
aceptado, tal como lo permite la ley en vigencia, 10 cual es un contrasenti-
do y se presta a connivencias dolosas.
j) . - Hacer desaparecer el sistema por el cual, en el caso de que la
quiebra se solicite por dos o más. acreedores, se levantará la quiebra si el
deudor consigna el importe de esos créditos. Esto es irregular, ya que la
quiebra produce no estado irrevocable con relación, no a determinados
34 DERECHO

acreedores, sino con relación a todos los acreedores; y por consiguiente, el


p_ago que se haga a determinados acreedores, con el efecto de poder hacer
cesar inmediatamente el estado de quiebra, es un acto en perjuicio de los
demás acreedores.
K).- Quizá si sería preferible, también, establecer un procedi.·
miento especial para las pequeñas quiebras, más. rápido y económico que
el procedimiento común.
Y terminaré citando, porque me parecen muy oportunas, las admi-
rables frases de Rer.ouard: ··N¡ las enseñanzas de la más experimentada
práctica, ni las investigaciones de la ciencia mas vasta, ni los recursos del
mas sútil espíritu, ni las combinaciones de la previsión mas sa.gáz, suprimi-
rán jamás en este materia las ·dificultades ;inheTentes. de su naturaleza,
mezclándose sus inevitables inconvenientes a las imperfecciones del legis-
lador. Todo el mundo pierde en una quiebra; la sabiduría cons.iste en no
ímpedir o en prevenir forzosos sacrificios, sino en medirlos y condicionar·
los".

---- ....,__ ___


DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO

Las Naciones Unidas


por el Dr. TRYG,VE LY~

Secretario General de las ·Naciones Unidas

El año transcurrido entre el )9 de julio de 1948 y el 3~ de junio


de 1949 ha sido, en conjunto, un año de progreso en el camino de
la paz mundial.
Cierto es que el mundo ha pasado este año por un buen número de
crisis y sobresaltos. Las rivalidades de un confl¡icto ideológico han sido
presentadas como si constituyeran el único problema de nuestro tiempo,
mientras las grandes potencias han continuado sus esfuerzos para reforzar
sus posiciones respectivas, antes de que la situación tienda a normalizarse
mediante la conclusJón de los tratados de paz. Aunque· relegadas a un se-
gundo plano, las diferencias entre las grandes potencias, los movimientos
de independencia nacional y las convulsiones sociales que se han produci-
do en muchas partes del mundo han contribuido inevitablemente a mante-
ner la tensión internacional. Estas condiciones, que han persistido desde
que terminó la guerra, continúan causando ansiedad en todos los ,pueblos
del mundo acerca de las perspectivas de la paz mur.dial y de !a capacidad
de las Naciones lJn.idas para impedir una tercera guerra mundial.
A causa de las divergencias entre las grandes potencias, nada se
hizo durante el año para proporcional al Consejo de Seguridad las fuerzas
armadas gue le .permitieran imponer sus decisiones; y se har. realizado es-
casos progresos. en la preparación de un acuerdo sobre el control de la
energía atómica, de otros medios de destrucción en masa y de los arma-
mentos de tipo corriente.

·PROGRESOS EN EL CAMINO DE LA PAZ MUNDIAL

Sin embargo ,el temor a la guerra ha disminuído. La superación de


la cri~s de Berlín contribuyó notablemente a este resultado. El mundo tie-
ne motivos para estar agradecido a las grandes potencias, cuyo sentido po-
:36 DERECHO

lítico constructivo hizo posible el acuerdo alcanzado por sus representantes


en la sede de las Naciones Unidas, después de varios meses de esfuerzos
conciliatorios realizados por la Organizaaión. Este acuerdo ha permitido
reanudar, con esperanza, las negociaciones sobre Alemania y Austria.
La acciÓn de las Naciones Unidas en otras partes del mundo ha
coutribuído también a los progresos realizados en el camino de la paz
niUndial, previniendo o pon.i.·endo fin a guerras que afectaríar.· a 5 00 millo-
nes de personas. Esta acción -en Palestina, er.· Cachemira y en Indonesia
- no implicó la utilización .de fuerzas militares o policíacas. En verdad el
Consejo de Seguridad no dispone de esas fuerzas. La única fuerza utilizada
por las Naciones Unidas ha sido su fuerza moral y su poder de persuasión
para obtener transacciones razonables y arreglos pacíficos. En cada caso
ha habido fracasos de vez en cuando, pero la influencia de las Naciones
Un.idas, mediante los procedimientos de mediación y de conciliación, se h<-~
reafirmado siempre y ha prevalecido finalmente.
Es digno de notar que, en los casos mencionados, que afectaban a
casi una cuarta parte de la población del mundo, el Consejo de Seguridad
·ha actuado con éxito considerable, con sujeción a su regla de unanimidad,
en el período más crítico de tensión entre· las grandes potencias. No quiero
decir que la apl;i.cación de la regla de unanimidad no haya suscitado difi-
cultades. Sin embargo, se ha hablado tanto de la supuesta parálisis del
Consejo de Seguridad y de la consiguiente incapacidad de las Naciones
Unidas para impedir la guerra, que creo debe llamarse la atención sobre
los resultados obtenidos por el Consejo de Seguridad y en estas y en algu-
nas otras controversias.
En verdad, los conflictos de Palestina, Cachemira e Indonesia son
en cierto modo secundarios respecto a los desacuerdos surgidos cor. moti-
vo del arreglo de la situación europea, que casi han monopolizado h. aten-
ción mundial. Pero estos asuntos, aunque sean exteriores al conflicto euro-
peo, no son ajenos al bienestar de la raza humar.a o a la paz mundial.
La creación del estado de Israel en Palestina, s.in una guerra de
grandes proporciones, es uno de los acontecimentos épicos de la histor;a,
que pone fin no meramente a treinta años, sino a <los mil de acumulados
sufrimientos. amargura~ y luchas. Tanto para los cristianos como para los
jl!díos y los musulmanes, Palestina es el símbolo de fuerzas. históricas res-
pecto a las cuales el actual conflicto ideológico parece un fenómeno tran-
sitorio.
Cuando la India y Pakistán aceptaron la proposición de las Nacio-
nes Unidas para poner fin a las hostilidades en el Est~do de Cach~mira,
los 400 millones de personas que habitan esos dos grandes países, recien-
temente independientes, se l~braron de la peor de las calamidades: la gue-
rra civil y religiosa.
En Indonesia, las Naciones Unidas han desempeñado un papel de-
cisivo en sus esfuerzos para obtener una solución pacífica deq conflicto
entre los Países Bajos, e Indonesia, y una transición tamb.'én pacífica hacia
la independencia nacional de 7 O millones de indonesios. Estos países
cuentan con más habitantes que ·la totalidad de Europa, continente en el
que se concentra la atención universal desde la terminación de la guerra.
LAS NACIONES UNIDAS 37

.PODEROSA INFLUENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS EN MATERIA


DE CONOILIACION Y DE MEDIACION
En estos conflictos, como en el suscitado entre las grandes poten-
Cias, las Naciones Unidas han demostrado que pueden ejercer poderosa in-
fluencia en m.ateria de conciliación y de med1acion. Nada Mustra mejor
esto como una comparación entre el estado de¡ las relaciones de las ~randes
potencias antes y después del momento en que .el conthcto de Berlín tué
planteado ante las Naciones Unidas corno una amenaza a la paz.
Cuando tres d.e las grandeiS potencias plantearon la cuestión de
Berlín al Consejo de Seguridad en septiembre Últ¡imo, en una reclamación
-~ontra una cuarta potencia, muchas p·ersonas temieron que esta crisis pu-
diera destruir las Naciones Unidas y aun conducir a una nue'Va guerra mun-
dial.
Nada de esto ocurrió. En cambio, las fuerzas de moderación y de
,conciliac;ión se pusieron inmediatamente en movimiento. Los· miembros no
permanentes del Consejo de Seguridad, bajo la dirección de su presidente,
procuraron obtener un acuerdo entre las grandes. potencias, para salir del
punto muerto al cual se había llegado. La Asamblea General él-probó una
Iesolución en la que se hacía un llamamiento a las grandes pofencias y se
les invitaba a redoblar sus esfuerzos para conciliar sus diferencias, y el
pre~1idente de la Asamblea General y el Secretario General pidieron a las
grandes potencias, de conformidad con esta resolución, que procuraran
una vez más llegar a un acuerdo sobre el caso de Berlín. Nombrado por el
presidente del Consejo de Seguridad, un comité de expertos en cuestiones
monetarias, integrado por miembros no permanentes, en el cual participó
'Un repre~sentante del Secretario General, trató de hal1ar solución al con-
flicto por medio de un plan para establecer una mone~da única en Berlín.
Ninguno de estos esfuerzos produjo resultados ~nmediatos, pero
$irv1eron en gran medida para atenuar la tensión, disminuir d peli<?.:ro de
guerra y ganar tiempo para permitir que otros factores de conciliación en-
traran en juego. Finalmente, el resultado fué la reanudación, entre las
"grandes potencias, de las negoc:iacione~ sobre los tratados de paz, después
-de una interrupción total de diecisiete mes.es. en :él curso de los· cuales el
Cor.sejo de Ministros de Relaciones Exteriores no se había reunido.
Es fundamental que no perdamos ninguna oportunidad d~ realizar
.nuevos progresos hacia la paz en los meses venideros, por cualquier
desavenencia que pueda surgir en cuanto al papel de las Naciones Unidas
-en la prevención de la guerra, o ante los desacuerdos entre las potencias
'"orientales" y "occidentales". Tal desavenencia, junte con una insistencia
excesiva sobre· consideraciones inmediatas, en detrimento de otras más
permanentes, podría conducir a una serie de actos u omis¡~ones que termi-
narían por relegar a las Naciones Unidas a desempeñaJ; un papel de segun-
do orden en los asuntos mundiales.. No me re:fierp aquí a los pactos o
alianzas regionales o bilaterales, cuyos resultados dependen del espíritu
-con que se~ conciertan y se cumplen. Estoy pensando, m~s bien, en una
concepción falsa del papel de las Naciones Unida.:., concepc10n que, en
cualauier forma que s.e manifieste." tendrá como resultado su debilitamien-
to. La falta de cumplimiento de las· obligaciones de la Carta o el no recu-
Trir a los órganos de: las Naciones Unidas entran en esta categoría: los es-
38 DERECHO

íuerzos auténticos para aplicar la Carta y utilizar plenamente los organos


de las Naciones Unida.s, necesariamente han de fortalecer a la Organiza-
ción.
Conviene recotdar una vez más los pr~ncipios fundamentales de
San Francisco. Allí, los fundadores de las Naciones Unidas convinieron en
que sólo una organización universal, fundada en una carta aceptada uni-
versalmente, podría. asegurar la paz; y rechazaron la idea de contentarse
con m~nos. Por consiguiente, colocaron los cimientos. de las ·Naciones Uni-
das de tal modo que reunieran en la Organ;iJzación a las fuerzas principales
que actúan en todas partes ·del mundo y no sólo en una u otra.
Contrariamente a las ideas erróneas que han surgido más tarde,
nunca se pensó en San Francisco que las Naciones Unidas suprimirían <>
podrían supr;imir las diferencias de intereses o de ideología que observamos
actualmente en el mundo. No se creyó que las, grandes, potencias actuarían
siempre unánime y fraternalmente. Lo que los fundadores de las Naciones
Unidas creían era que la Organización haría posible que las potencias,
grandes y pequeñas, ventilaran sus diferencias dentro de límites pacíficos,
y qtte esto no podda logrars-e s,in las Naciones Unidas. En deHnitiva, recha-
zaban la idea de un conflicto insoluble que sólo pudiera resolverse en el
campo de batalla; y proclamaron, por el contrario, el principio de que to-
dos los conflictos, por importantes que sean, deben y pueden resolverse
por medios pacíficos.
Los resultados obtenidos por las Naciones Unidas en los últimos
doce meses han confirmado abundantemente la razón de la doctr;ina de
San Francisco, en vez de hacer surgir dudas sobre ella.
Las Naciones Unidas no han estado en condiciones de resolver las
diferencias entre las grande~ potencias, pero el conflicto se ha mantenido
dentro de límites pacíficos, y se ha preparado el camino para llegar a un1
arrreglo.
INICIATIVAS DE LAS NACIONES UNIDAS
Mientras tanto, la obra de las Naciones Unidas ha segu,~do adelan-
te. La Organización ha hecho terminar guerras en distintas partes d~ mun-
do y ha intensificado la . colaboración internacional en casi todos los cam-
pos ¡le las, actividades humanas, en una escala nunca igualada anter;ior-
mente.
Las Naciones Unidas han sido llamadas a actuar en la mayor parte
de las zonas perturbadas del mundo. La Organización se ha ocupado de
!os problemas de Berlín,. Palestina, Cachemira e Indonesia; hay también
una Comisión Especial de las Naciones Unidas. que actúa en los Balcanes.
y otra en Corea. Como las grandes potencias. no han pod~do resolver el
destino de las colonias italianas, se ha apelado a las Naciones Unidas para
que decidan sobre el caso.
Las Naciones Unidas han proclamado la primera Declaración Uni-
versal de Derechos del· Hombre; la histórica Convención para la preven~
ción y el castigo del del;ito de genocidio ha sido aprobada unánimemente y
se ha invitado a los estados miembros a que la firmen y ratifiquen.
Por los medios previstos en la Carta, y en particular por el régimen
internacional de administración fiduciaria, las Naciones Unidas ayudan a
los pueblos dependientes a avanzar en su camino hacia la autonomía 0 la
independencia.
LAS NACIONES UNIDAS 39

Las decisiones y las opiniones consultivas de la Corte Internacional


de justicia y la labor de la Comisión de Derecho Internacional, así como
las recomendaciones y convenciones aprobadas por la Asamblea General,
sientan las bases de un derecho mundial.
A pesar de todas las diferencias políticas. e ideológicas, las Nacio-
r.es Unidas elaboran programas de desarrollo económico y social que tien·
den a elevar el nivel de vida de los países menos desarrollados y a. acre-
centar el ~.entido de responsabilidad de la comunidad de ·las naciones por
el bienestar de cada uno de sus miembros.
Por los métodos de cooperación económica regional, las Naciones
Unidas prestan ayuda efectiva a los países de Europa, de América Latina,
de Asia y del Lejano Oriente para la reconstrucción y el desarróllo de sus
economías.
Por la organización y ejecución' de vastos. programas en materia
económica y social, por el otorgamiento de becas, el envío de misiones y
de consejeros y la organización de seminarios regionales, las Naciones
Unidas ya han empezado a prestar ayuda efectiva para poner los conoci-
nlientos de las naciones más adelantadas a di~posición de las que lo están
menos.
Uno de los acontecimientos más alentadores del año ha sido el im-
pulso dado, por iniciativa de los Estados Unidos de América, a un progra-
ma ampliado de asistencia técnica para el desarrollo económico de1 las. re-
giones del mundo insuficientemente desarrolladas, que ha de ser puesto en
práctica, siempre que sea posible, por conducto de las Naciones Unidas y
de los organismos especializados.. A solicitud del Consejo Económico y So-
cial, preparé un informe sobre este punto, en consulta con los jefes de los
citados organismos. Espero que el programa ampliado de asistencia que se
propone en ese informe ha de ser cumplido, y creo que el apoyo activo de
los miembros de las Naciones Unidas a este programa facilitará en forma
considerable la transioión pacífica hacia un orden mundial más próspero.
. Cuando los acontecimientos internacionales han provocado graves
penurias, las Naciones Unidas se han es.forzado en remediarlas rápidamen-
te, por todos los medios de que disponen, socorriendo espee¡ialmente a las
personas que no pueden contar con la asistencia y el apoyo de una comu-
nidad nacional, tales como los refugiados y las personas desalojadas en•
Europa, Palestina y el Lejano Oriente.
Aunque la obra económica y social de las Naciones Unidas y de
los organismos especializados está en su iniciación, millones de personas en
el mundo entero están ahora en mejores condi~iones que antes, gracias a la
labor realizada por los organis.mos especializados y las comisiones de las
Naciones Unidas, en cuestiones de trabajo, sanidad, nutrición, agricultura,
educación, refugiados, protección a la infancia, desarrollo y estabilidad
económicos, finanzas y comercio, fiscalización de estupefacientes y muchas
otras cuestiones conexas.
Sin las Naciones Ur.idas, la mayoría de estas actividades no se ha-
brían emprendido, ni logrado los beneficios consiguientes. Pocas de estas.
actividades han encontrado obstáculos graves, y aun menos s~ han visto
paralizadas, a causa del ,conflicto entre grandes potencias. Por último, las
tensiones políticas y otros efectos. lamentables del conflicto han sido ate~
nuados co~siderablemente p~r muchas de estas actividades de las Nacio-
nes Unidas.
4.0 DE R ,ECHO

EL PROBLEMA DE LA UNANIMIDAD
DE LAS GRANDES POTENCIAS

Por el contrario, en lo concerniente a la apl,icación del artículo 43


de la Carta, al control de la energía atómica y de otras armas de destruc-
ción en masa, y a la reglamentación y reducción de otros armamentos, las
diferencias entre las grandes potencias impidieron todo progres·o . aprecia-
ble. Pr_ecisamente en esto es esencial la unanimidad de las grandes poten-
cia8 y esta unanimidad sería igualmente necesaria si no existiera la facul-
tad del veto en el Consejo de Seguridad. Tales problemas sólo pueden re·
solverse por un acuerdo entre· todas ellas.
Creo que debemos r.econocer ahora que, en el pasado, se ha insis-
tido demasiado, y sin razón, sobre las funciones coactivas del Consejo de
Seguridad. Estas funciones son importantes, y es lamentable que el artícu:
lo 4 3, según el cual se han de poner fuerzas armadas a disposición del Con-
sejo de Seguridad, aún no se haya cumplido. Mientras no se cumpla esta
obligación, que impone la Carta, la autoridad de las Naciones Unidas no
~ pcdrá ser tan grande como debiera.
Hay que reconocer, no obstante, que la experiencia de los últimos
años ha demostrado que los instrumentos esenciales para la conservación
de la paz son los procedimientos de, arreglo pacífico. Según el texto de la
Carta, éstos son ·'la negociación, la investigación, la m!!diación, la conci-
liación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos
regionales". Las Naciones Unidas hap: obtenido ya éxitos considerables en
el e·mpleo de estos instrumentos.
En cuanto conderne a las grandes ¡potencias, estos instrumentos de
arreglo pacífico son los únicos que pued.e emplear en la p-ráctica el Conse-
jo de Seguridad. La .regla ·de la unanimidad se aplica a todas las decisiones
relativas a medidas coercit:Jvas y, aún en el cáso d.e que no existiera esta
regla la situación no cambiaría esencialmente. Las citadas medidas contra
una gran potencia no se-rían meramente de policía, sino que traerían la
guerra; en realidad, una nueva guerra m.undial.
Un nuevo conflicto de esta naturaleza, llevada a cabo con los me-
dios actualmente disponibles, sólo podría conducir al m:undo . a su des-
trucción'. Ningún sistema o ideología prevalece·.rían después, porque no
habña vencedores ni vencidos. Se llegaría al caos total.
Impedir que estalle una nueva guerra mundial es la p-rincipal razón
de existir de las Naciones Unidas.
Convien.e que los pueblos del mundo hagan frente ~ estos hechos y
comprendan que es imposible obtener garantías duraderas contra la guerra
rrediante un arreglo que .excluya a cualquiera ·de las grandes potencias.
Aunque los acuerdos regionales de seguridad puedan a .veces establecer el
equilibrio de poderes en .el mundo, la seguridad colectiva sólo podrá obte-
nerse por la aplicación de medios que permitan a las grandes potencias vi-
vir en paz unas con otras bajo la égida de la Carta, aún cuando sea largo
el tiempo que se tarde en lograrlo.
Los acontecimientos de los. últimos cuatro años y las divergencias
entre las grandes potencias. hacen más necesaria, y no m.enos, la existencia
de las Naciones Unidas. El único modo de resolver pacíficamente esas dí-
LAS NACIONES UNIDAS .u

vergencias consiste en hacer que· las Naciones Unidas actúen eficazmente


.en el ámbito de las atribuciones que les confiere la Carta.
Otros acontecimientos de nuestro tiempo aumentan la importanc¡ia
de las Naciones Unidas año tras. año. A dos hechos deseo referirme en par-
ticular, a saber: al cambio de muchos pueblos de Asia y de Africa, de una
situación de dependencia a una de igualdad, y a la fuerza creciente del mo-
vimiento en favor de la gene,ralización del respeto a los derechos del hom-
bre en el mundo entero.
Si la importancia de estos hechos se avaluara exactamente, creo
que el mundo podría hacer frente con más serenidad al problema actual de
las divergencias entre las potencias .. orientales" y las .. occidentales", pues
dichas divergencias serían mejor apreciadas en su verdadera perspectiva.
Estimo que la evolución progresiva de los pueblos dependientes y el movi-
miento en favor de los de1rechos del hombre, a la larga, tendrán más signi-
ficado y provocarán consecuendas históricas en la segunda mitad del siglo
XX, que la lucha ideológica actual

EVOLUCION DE LOS PUEBLOS DEPEND-IENTES


La India, el Pakistán, Birmania y Ceilán, que eran anteriormente
partes dependientes del Imperio Británico, han logrado la independencia,
por transición pacífica, después de la fundación de las Naciones Unidas.
gracias principalmente al alto grado de sentido político demostrado por
los gobiernos de esos países. y por el Reino Unido. En m,i: memoria. del año
pasado puse de manifiesto el sorprendente aumento de·l número de nacio-
nes independientes asiáticas y africanas representadas en la. Organización.
a partir de la Conferencia de San Francisco. Israel es actualm.etne el quin-
cuagés.imo noveno miembro de 1a 'Organización. Las solicitudes¡ de: · admi-
sión de otros cuatro países asiáticos -la República Popular de Mongolia,
Ceilán, Nepal y Corea- están pendientes de resolución. Puede .esperarse
que Indonesia presente una solicitud cuando se hayan. resuelto las dificulta-
des actuales. En la Asamblea General, el debate sobre las, colonias italia-
nas ha puesto de manifiesto que la mayoría de los mi~mbros tiene la inten-
ción de recibir a Libia, como miembro independi~nte, dentro -de pocos
años; y a la Somalia, un poco más tarde. Podemos estar se¡guros de que,
con el tiempo, otros países de Africa y de As:ia ingre~rán en la Organiza..
ción. As.f debería ser, pues más· de la mitad de! la población del mundo
vive· en esos dos continentes.
La era de dependencia 0 de subordinación de los pueblos asiáticos
se aproxima rápidamente a su fin. Herederos de algunas de las más grandes
civilizaciones de la humanidad, esos pueblos están edificando su propip
nuevo mundo sobre los cimientos del antiguo. Su influencja en los asuntos
de las Naciones Unidas aumenta sin cesar. Con el tiempo, y con el necesa-
rio desarrollo de sus recursos económicos los países de As1ia alcanzarán
una influencia que correspon~erá mejor a la importancia de sus poblacio-
nes. Es ilusoria la idea de que est;a vasta- div-ersidad: de pueblos. antiguos.
que pugnan por una nueva vida y por la independencia, pueda conv.ertirse
en mero refkjo de formas de socie.dad que .exis,ten en otras partes del
mundo.
En Africa, la evolución es más lenta. Allá, el régimen internacio-
nal de administración fiduciaria puede desemp.eñar un papel especialmente
42 DERECHO

importante, y los efectos benéficos de la inspección de las Naciones Unidas


en la adm;inistración de los terri.torios sometidos a tal régimen se adverti-
rán en la región mucho más vasta de los territorios no autónomos. Los
efectos del sistema de administración fiduciaria darán, ciertamente, un im-
pulso al progreso económico, social y cultural de los pueblos de estos te-
rritorios, y los conducirán, en definitiva, hacia la autonomía o la inde-
pendencia.

EL MOVIMIENTO
EN FAVOR DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE
En el año pa~'ado se ha producido uno de los acontecimientos his-
tóricos más significativos en la lucha para generalizar el respeto a los de-
rechos del hombre en el mundo: la proclamación, por la .Asamblea Gene-
ral, de la Declaración Universal de Derechos del \Hombre. Es ésta la pri-
mera vez que se ha redactado una declaración tal para el mundo entero.
En verdad, esta Declaración no tiene fuerza de ley, pero tampoco
la han tenido algunos de los .documentos que han ejercido más influencia
en la historia. La Declaración de Independencia de los Estados Unidos y
la Declaración francesa de Derechos del Hombre no tenían fuerza de ley
cuando fueron proclamadas.
Sin embargo, la Declaración Universal de Derechos del Hombre
tiene trás de si la fuerza de la opinión pública, y en ésta radica todo dere-
cho, sea nacional o internacional. La Declaración establece normas que los
gobiernos deben acatar. La influencia benéfica de esta Declaración se ejer-
cerá donde quiera que haya personas privadas de su libertad a causa de
sus creencias, o que sean víctimas de una discriminación por el color de su
piel o por cualquier otro motiv:o, o que no puedan lograr condiciones de
vida justas, educar a sus. hijos y gozar de garantías en caso de enfermedad,
accidente o vejez.
La Declaración es, además, sólo el primer paso, aunque el más
importante dado por las Naciones Unidas para extender a todo el mundo
el mayor respeto a los derechos del hombre.
El papel esencial desempeñado por las Naciones Unidas en estos
grandes acontecimientos es más patente cada día.
Por otra parte, las Naciones Unidas favorecen la evolución hacia
una mayor igualdad de posibilidades entre los pueblos de Asia y Aftica y
los del mundo occidental, y entre los países más y menos desarrollados.
Asimismo, las Naciones Unidas impulsan v¡igorosamente la causa
de los derechos del hombre para todos los pueblos, dondequiera que se
haJlen. Por otra parte, las Naciones Unidas hacen todo lo posible para
que estos cambios fundamentales. se efectúen con el mínimo de violencia
posible. Las Naciones Unidas, cuando intervienen, tratan de favorecer una
evolución pacífica y toda_ su influencia se ejerce para mod:e;rar la intensi-
dad de los conflictos y conciliar, hasta doncle sea posible, los puntos de
vista opuestos.
LAS NÁCIONES UNIDAS 43

tA ASAMBLEA GENERAL COMO UN PODEROSO FACTOR


En la evolución de las Naciones Unidas, en sus años de formación,
se produjo un hecho que considero como una razón importante de su
fuerza creciente. ~te hecho es la transformación de la Asamblea General
en una de las fuerzas pacificadoras más poderosas que el mundo haya co•
nocido.
Existen tres causas principaies que explican este hecho. En primer
término, todas las naciones están en ella igualmente representadas; muchas
de las nacion~s pequeñas se han expresado desde el principio con gran in-
dependencia, y la Asamblea General ha tendido a ejercer una influencia
cor..ciliadora y moderadora en los conflictos entre las grandes potencias.
En segundo término, la atención del mundo se ha concentrado en
la Asamblea General, más que en ningún otro organismo internacional:
sus reuniones. periódicas han llegado a ser el más importante. campo de ex-
perimentación de la política de los estados miembros. Aquí, como en n,iln-
guna otra parte, estas políticas están sometidas a un examen severo y al
juicio de la opinión pública mundial. Se ha demostrado ya que, cuando
·una política nacional no sale triunfante de esta prueba de justie¡ia. y de
lealtad, habrá de ser modificada, si no inmediatam.ente, por lo menos en
el futuro.
En tercer término, la Asamblea G,eneral ha demostrado que puede
ejercer las atribuciones que le confiere la Carta, para la conciliación y el
arreglo pacíf;ico de las controversias, como un complemento poderoso de
la labor del Consejo de Seguridad para la prevención de la guerra.
No estoy de acuerdo con las críticas que se formulan contra la
Asamblea General, considerándola como un club de debates sin poder al-
:guno o como una tribuna de propaganda. La mayor parte d.e las recomen-
<laciones de la Asamblea contribuyen a cimentar un derecho mundial y a
impedir la guerra. Cuando un gobierno utiliza la tribuna de la Asamblea
para fines de propaganda, tal gobierno se somete al juicio de la humani-
<lad. No obstante, convengo en que los procedimientos de la Asamblea
General podrían ser perfeccionados, y en que sería posible ganar mucho
tiempo, principalmente si los miembros qu~ participan en los debates lim.i-
taran sus intervenciones.
' Podemos estar convencidos de que las garantías que obten.ga el
mundo contra la guerra estarán en proporción con e~ apoyo que den loa
.gpbiernos miembros a las Naciones Unidas. El peligro de guerra aumenta-
·rá ~n la medida en que estos gobiernos releguen a las Nac.~ones Unidas a
-ur.: -papel secundario: y. las garantías contra la guerra se reforzarán en la
-medida en que aquéllos hagan de las Naciones Unidas la piedra angular
de su poHtlca exterior y apoyen por la palabra y por los actos la suprema-
_,cía de ·la Carta y la universalidad de la Organización.

CONSOLIDACION DE LAS NACIONES UNIDAS


Los gobiernos miembros pueden d¡isminuir el peligro de la guerra
:actuando d~ modo que las Naciones Unidas. se fortalezcan y que sus servi-
' c:ios -~ :.~til_i~:dq~ ~~~ ~Jy~rsas formas en los meses venideros. A este
. 44 DERECHO

respecto, tengo que sugerir varias: proposiciones que presentG a la conside-


ración de la Asamblea.

RELACIONES ENTRE LAS GRANDES POTENCIAS

Las Naciones Unidas no están en posibilidad de imponer un arre-


glo cÍel conflicto actual entre las- grandes potencias, pero han demostrado
que pueden contribuir a suavizar tal ~onflicto, a atenuarlo y a contenerlo-
en límites padficos. Es. imprescindible que las grandes potencias se man-
tengan en contacto, d;iscutan sus problemas y entablen entre sí negociacio-
nes sinceras. _Rechazar las consultas por inútiles equivale a negar el funda-
mer.to mismo de las Naciones Unidas. Ahora cuando las potencias occi-
dentales y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas han reanudado sus
debates en el Consejo de Ministros de Relaciones Exterjores y manifestado
s.u intención de continuarlos durante el período de sesiones de la Asam-
blea General, espero que no habrán de abandonar sus esfuerzos para re--
solver sus diferencias.
Tarde o temprano debe haber soluciones de paz para Alemania,
Austria y el Japón; debe haber un acuerdo para poner a disposición del
Cons.ejo de Seguridad fuerzas armadas, como para el control de la energía
atómica y de otros medios de des.trucc:ión en masa, y asimismo sobre los
armamentos de tipo corriente. Es necesario continuar esforzá.ndose por
adelantar en estas materias aunque las perspectivas sean desalen'tadoras en
determinado momento o se requieran muchos años para llevar a cabo la
tarea. Confío en que la práctica de realizar con~ultas entre las grandes po-
tencias constituirá la regla y no la excepción· de los asuntos planteados ante
las Naciones Unidas, espeóalmente ante el Consejo de Segurida·d, del mis-
r.-o modo que en los asuntos que están fue.ra de la competencia de la ÜT-
ganización. Los buenos oficios del Secretario General están siempre a dis-
, posición de los' miembros para facilitar estas consultas.

SERVICIO MOVIL DE LAS NACIONFS UNIDAS.

Con el fin de hacer más eficaz la labor de mediación y conciliación •.


durante el último período de sesiones de la Asamblea General propuse el
establecimiento de una Guardia de las Naciones Unidas, que no tendría
obligaciones militares, pero as¡istiría a las misiones de las Naciones Unidas
que llevan a cabo sus tareas pacíficas en las ~onas de. perturbación del
mundo. En vista de las indicaciones hechas por los gobiernos miembros,
he modificado aquella pz:oposición: he propuesto a la Comisión Especial
creada por la Asamblea General, que se establezca un Servicio Móvil de
las Naciones Unidas, compuesto de .300 hombres de uniforme. Estos hom-
bres, seleccionados según el princip:io de la distribución geográfica, serían
proporcionados por los estados miembro~. o tomados de los servicios pú-
blicos de dichos .estados, por un período de uno a tres años; prestarían
servicio de protección y desempeñarían funciones técnicas en la sede de
la Organización y en las misiones de ésta. También he sugerido la creación
de un· cuadro de reserva de 2 mil hombres, que podrían ocuparse de la
observación de las treguas y de las obligaciones impuestas por los plebisci-
. tos, y que los órganos comp·etentes de las Naciones Unidas. llamarían al
LAS NACIONES UNIDAS;

servicio cuando surgiera la necesidad. Ninguno de estos homqres del Servi-


cio Móvi,] llevaría armas, excepto las de cinto para propia protección en
caso necesario. Según el piar. revisado, el costo para la O:rganización se
mantendría en un mínimo, y las ventajas de la proposición original serían
conservadas. La Secretaría, que ha mejorado constantemente. su eficien-
cia, dispor~dría así de los medios necesarios para hacer frente a sus cre-
cientes responsabilidades, y el poder y el prestigio de l~s Naciones Unidas
en el arreglo pacífico de las controversias se verían reforzados.

LAS COLONIAS ITALIANAS

La Asamblea General en su tercer período ordinario de sesiones,


no llegó a un acuerdo sobre el destino que ha de darse a las antiguas
colonias italianas. La cuestión se planteará nuevamente este otoño en el
cuarto período de sesiones.
El debate s~bre esta cuestión, en la segunda parte del tercer pe-
Iíodo de sesiones, es significativo en varios aspectos. En él se reflejó la
influencia creciente de las naciones de Asia y de Africa. Estas: naciones
desempeñaron un papel decisivo para impedir que se adoptara una pro-
puesta transaccional que, ~n su opinión, no satisfaría a la mayoría de los
habitantes de los territorios interesados. El debate también puso de mani-
fíesto el apoyo considerable que logra la idea de una administración fidu-
ciaria directa de las Naciones Unidas, según la propuesta presentada origi...
nalmente por "el Gobierno de los Estados Unidos .en la primera ·reunión del
Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores efectuada en Londres.
Reconozco. las dificultades de orden político y prá-ctico que entra-
ña una administración fiduciaria directa de las Naciones Unidas sobre esos
territorios, durante el período relativamente breve que preceda a su inde-
pendenda. Creo, sin embargo, que el buen sentido político de los gobier-
nos podría conducir a_ una solución del problema, y que las dificultades de
orden político podrían obviarse si las de orden práctico fueran resueltas.
La mejor solución, en mi concepto, consiste en una administración fiducia-
ria directa de las Naciones Unidas, con un administrador responsable tan
sólo ante el Consejo de Administración Fiduciaria. Naturalm.ente, la deci-
sión corresponde a los gobiernos miembros, pero estoy seguro de que un
paso tan audaz ayudaría a los puehlos de los territorios interesados a se-
guir el camino de paz que lleva a la autonom.ía o a la independencia, y
fortalecería la confianza de todos los pueblos dependientes en las Nacio-
nes Unidas y en los gobiernos miembros que hubieran hecho posible tal
solución.

LA PAZ Y EL DESARROLLO ECONOMICO:


DEL CERCANO ORIENTE

El Cercano Oriente ofrece una oportunidad sin igual a las Naciones


Unidas para conjugar la actividad política con la económica., a fin de oh-
tener una paz duradera.
Un armisticio se ha concertado en Palestina, y s,e están negociando
las condicionf.s de un arreglo pacíifico. Novecientos mil árabes reciben as.is-
tencia de las Naciones Unidas; muchos de ellos deben ser repatriados ~
DERECHO

reinstalados. El nuevo estado de Israel tiene aún que alcanzar la viabili-


d&d económica. Tanto Israel como los estados árabes necesitan realizar
un esfuerzo poderoso y coordinado de desarrollo económico, para elevar
sus condiciones de vida.
Estimo que esta región debe obtener precedencia en el programa
propuesto por las Naciones Unidas para la asistencia técn;i•ca a los países
poco desarrollados. Esto permitiría elaborar amplios planes para el desa~
rrollo económico en gran escala de toda la región; estos planes podrían
incluir proyectos de desarrollo de las. cuencas fluviales, similares al proyec~
to .del valle del T ennessee en los Estados Unidos, para los valles del Ti~
gris, del Eufrates y del Jordán, y para el desarrollo ulterior del valle del
1\'ilo. El primer paso es la asistencia técnica: el segundo, las invers.iones
financietas. Si se acometen ambos por conducto de las Naciones Unidas,
los gravámenes, lo mismo que los beneficios, pueden distrjhuirse equitati-
vamente entre los países participantes.
El desarrollo del Cercano O·riente no deberá impedir, por supues-
to, ni demorar, los programas similares de asistencia técnica y desarrollo
económico en otras partes de Asia o de Africa, ni en la América Latina.

ACCION PARA RESOLVER LAS DIFICULTADES ECONOMICAS

Aunque la situación económica mundial haya mejorado considera-


blemente en muchos aspectos, las condiciones básicas de estabilidad eco-
nómica y desarrollo ordenado no se han establecido aún.
Particular importancia t,iene el desequilibrio continuo y persistenté
del comercio y de los pagos internacionales. Escasos adelantos se han
realizado hacia la solución de este grave problema. Las cons·ecuencias de
ello han sido especialmente perjudiciales para los países más débiles y me~
nos favorecidos, ,.
Por otra parte, ~~ se permite qüe continúe la reciente disminución
de actividad económica en algunos países, esto causará en ellos una des-
ocupación en gran escala, y al mismo tiempo agravará los actuales desa-
justes económicos en el mundo entero. Otra crisis económica de alcance
n'undial sería una tragedia, y esta trag.edia podría prevenirse si los gobier~
nos del mundo encontraran una . base común para una aoqión concertada.
La solución para estos problemas, ~normemente complicados, no podrán
'<>btenerla los países aislados, actuando por si solos, ni tampoco un grupo
limitado de naciones.
Afortunadamente, los gobiernos miembros tienen a su disposición,
en las Naciones Unidas ·y en los organismos especializados, el mecanismo
interr..acional' que les permite desarrolrar la necesaria acción concertada.
Urge que utilicen este mecanisn1o para hacer frente a estos apremiantes
problemas económicos.
Las solicitudes de catorce países para ingresar en las Naciones Uni-
das, están pendientes de resolución. Estos países son, por orden cronoló-
gico de sus solicitudes: Albania, la República Popular de Mongolia, Jorda-
nia, Portugal, Irlanda, Hungría, Italia, Austria, Rumania, Bulgaria, Finlan-
dia, Ceilán, Corea y Nepal. La mayoría están en espera de su admisión
hace más de dos años.
LAS NACIONES UNIDAS 47

UNIVERSAUDAD DE LA ORGANIZACION
Los gobiernos miembros conocen bien mi opinión sobre la conve-
niencia de favorecer, en la forma más rápida posible, la universalidad de
las Naciones Unidas. La he expresado en varias. ocasiones durante los últi~
mos tres años. No ignoro las objeciones que se han formulado contra la
admisión de aquellos estados, pero creo que tales pbjeciones podrían ser
examinadas mejor si los solicitantes pertenecieran a la IÜrganizaqi'Ón, en
vez de estar fuera de ella. Puede considerarse que los solicitantes, de todos
modos, reúnen las condiciones necesarias para el ingreso. Dígase lo que se
quiera sobre el gobierno de los países interesados, sus pueblos y el mundo
entero se beneficiarían ¡indudablemente, si todos los solicitantes fueran ad-
mitido& en la Organización del próximo pet;íodo de se!?iones de la Asam~
blea General. .
Recomiendo a los gobiernos miembros y a los pueblos del mundo
el estudio del informe completo sobre la actividad de las Naciones Unidos
en los doce meses que terminaron el 30 de junio de 1949. En ellos se da
cuenta de los éxitos obtenidos en la prevención de la guerra y en el estable~
cimiento progresivo de los cimientos de ur. mundo más pacífico y más
próspero.
DERECHO MARITIMO

La condición jurídica del Buque


por el Sr. VILI BACHlCH DE RESINA.
Doctor en Derecho de la Universidad de Zagreb

El autor de este artículo, ahora domiciliado en el Per"6,


croata de origen, fué oficial superior de la marina del Reino
de Yugoeslavia. Pasó por la Escuela Naval del antiguo
Imperio austro-húngaro en la cual sirv10 como jo~
ven oficial, completando después su preparación científica
en.la Escuela de Guerra de la Marina francesa en París y
graduándose de Doctor en Derecho en la Universidad de
Zagr~. Fué durante años profesor de derecho marítimo
en la Escuela naval y en la Escuela de guerra de la ma-
rina yugoeslava en Dubrovnik, siendo al mismo tiempo co-
mandante y director de estudios de tales institutos. Además
de ot'ras obras y de varias monografías, publicó en el año
193 2 un Manual de derecho público marítimo y de gue-
rra que fué usado corao libro de texto en varias escuelas
superiores de Yugoeslavia y como manual para los consula-
dos, las capitanías de puerto y otras instituciones. En 1935-
36 fué miembro de la comisión encargada de redactar la
nueva ley de derecho marítimo público yugoeslava y en el
año 1939 fué encargado de redactar el decreto-ley sobre·
el derecho marítimo de guerra y neutralidad, que estuvo en-
vigencia en Yugoe;~lavia en 1939-41.

INTRODUCCION
Al tratar del Derecho Marítimo, se plantea a menudo la cuestión·
de saber hasta aue límite debemos considerarlo como una rama netamente
distinta, es decir autónoma, del derecho y si el derecho marítimo es verda-
deramente una cosa separada y no sólo un conjunto de partes de las varias
ramas y de var¡ias instituciones del derecho, como por ejemplo del derecho
civil o comercial, público, nacional o internacional', que casualmente se·
LA CONDICION JURIDICA DEL BUQUE

refieren a cuestiones marítimas. Hay tratadistas que discuten la particulari-


dad del derecho marít~mo mientras que todos los escritores de tal materia
se complacen al menos en relacionar y confrontar las diversas instituciones
del c:lerecho Marítimo con las correspondientes del derecho general, del
<lerec:ho que pudieramos, quizás, frente al conjunto del derecho marítimo,
llamar el derecho terrestre.
A pesar de tales discusiones sigue el derecho marítimo, hoy día
como antes, desde tiempos inmemoriales, constituyendo una rama particu-
lar del derecho, autónoma como la llaman algunos autores. .Hablo de
tiempos inm.emoriales porque no conocemos los comienzos del derecho
marítimo, pero lo poco que sabemos de los tiempos más antiguos, según
unos hallazgos casuales de varias normas de tales épocas, prueba siempre
autonomía.
Como referencia a todo esto será sin duda interesante enumerar
las razones que dieron lugar a esta par~icularidad y hacer notar lo que
puede existir de común en las reglas respectivas, además del .elemento Mar.
(.Cuáles son, pues, esos elementos importantes que exigen y que exigieron
que se redacten hasta códigos completamente separados en muchos casos
en el pasado y hoy día?
Uno de los más destacados escritores sobre la materia, el francés Geor-
ges Ripert, nos dice que hoy día ya no existe la tendencia de hacer nuevas
leyes generales y que el derecho profesional se considera a menudo como
la soluc;ión ideal, lo que vale ..a fortiori" en el caso del derecho marítimo.
Pero este es un argumento demasiado general y el mismo Ripert afirma,
además, que el comerdo marítimo se desarrolla bajo condiciones especia-
les que exigen una legislación particular, añadiendo que la importancia de
los transportes marítimos, el género especial de la vida marítima, los ac-
cidentes y riesgos, las necesidades de la seguridad en relación con la cues-
t,ión de los riesgos y, por fin, el carácter lejano y la variedad de ciertas
operaciones imponen reglas particulares. ij.ipet1t se esfuqtza también,
·como muchos otros tratadistas, de poner en rel.ieve razones de la particula-
ridad de las diversas instituciones jurídicas marítimas que difieren de las
correspondient~s en el derecho en general. Tales argumentos enumerados y
muchos semejantes, citados por otros .escritores, son sin duda muy exac-
tos y hay que tomarlos en consideración separadamente para las va-
rias instituciones y para el conjunto. D,is.cutiendo de todo eso nos debe
particularmente interesar -lo que hallamos de común en las varias instih~­
ciones del derecho marítimo que explique tal naturaleza particular del
conjunto. Los eJementos comunes más sencillos y visibles a primera vista
son la relación directa o indirecta con el mar, por tratarse de navegación
marítima y la relación directa con el instrumento principal de la navega-
ción, es decir eón el BUQUE, que nos parece ser por este motivo un ele-
mento fundamental del Derecho Marítimo:
La importancia del elemento BUQUE aparece inmediatamente en
toda su amplitud, si consideramos que el buque se encuentra como suje-
to u objeto común en la mayoría de las normas del derecho marítimo o
que los sujetos de las mismas están por lo menos r.elacionados con buques.
Eliminando del derecho marítimo todo lo que se refiere al. buque o que esté
en relación con él, no quedaría casi nada. Bastará mencionar los capítulos
principales del derecho marítimo privado: el buque y su carácter jurídico,
sus relaciones de propiedad, la construcción, compra o venta del buque y
I)ERECHO

su inscripCion en r.egistros, sus documentos. su tripulación, el cap¡itán y el


armador o propietario; en lo que se refiere al buque, los acreedores del
buque, los préstamos al buque, los privilegios marítimos que corresponden
siempre a determinado buque, los contratos marítimos, que igualmente se
refieren a buques individuales, el fletamento o el transporte de pasajeros,
pues los abordajes, la asistencia marítima, el salvataje y las averías, sólo
pueden realizarse en buques o entre buques determinado3; la hipote~
ca naval, que debería llamarse hipoteca de buques, porque sólo ·á tales se
refiere y por fin el seguro marítimo del buque, de su carga o de otros ele-
Jnentos, siempre relacionados con un buque. Si eso vale para el derecho
n1arítimo privado, la cosa es semejante también en el. derecho marítimo
público, porque este se refiere de la misma manera en la mayoría de sus
normas a buques o a relaciones con buques y hasta los reglamentos de p0•
licía marítima contienen en primer lugar normas para fijar lo que deben
hacer los buques o lo que se les prohibe hacer. Hasta el derecho marítimo
de guerra se refiere en su mayor parte a buques.
En el BUQUE tenemos por consiguiente un elemento fundamental
común a casi todas las normas. del derecho marítimo y casi siempre se
trata de buques individuales o de personas, cosas o vinculaciones relacio-
nadas coa un buque determinado, individual, porque una mercadería por
ejemplo, adquiere el carácter de carga de un buque por estar embarcada y
un miembro de la tripulación o el mismo capitán están. sujetos a las nor-
mas respectivas por la relaqión que existe entre ellos y el buque. El arma-
dor, el naviero y el fletador adquier.en tales cargos únicamente por encon-
trase e:n relaciones con un buque o con algunos buques determinados. Si
hoy día el seguro marítimo ampara, a veces, la mercadería hasta su lle-
gada a bordo del buque y a su salida después .del desembarqde, siempre
queda como elemento principal el buque y s.u viaje. Ad:emás no hay que
olvjdar en este caso, que el seguro moderno en general tiene su origen en el
seguro marítimo, adaptándose después con la aplicación de las reglas del
seguro marítimo y de sus métodos a las condiciones terrestres.
No digo nada nuevo afirmando todo esto y señalando la impor-
tancia del buque como elemento común y principal, hasta determinante
en el Derecho marítimo, pero quiero subrayar que el conocimiento un poco
más preciso drel papel que ·desempeña, facilitará la comprensión y la expli-
cación de las diversas normas y su particular¡idad, que tienen su razón en
las condiciones especiales de la vida marítima y de los buques, ya sea en
su desarrollo en el pasado, ya sea en sus formas actuales. La individuaH.-
dad del buque por ejemplo, que será menos comprensible para personas
que tienen poco contacto con la vida marítima, parecerá, a primera vista,
un concepto perfectamente fundamentado para el marino.

II

COMO SE ORIGINO EL DERECHO MARITIMO EN RELACION


CON EL BUQUE

Lo poco que sabemos concretamente del más antiguo derecho ma-


rítimo - unos detalles aislados, que varios tratadistas nos citan a menu-
do- eran sin duda partes de sistema~ de normas más amplias. Se trata
LA CONDICION JURIDICA DEL BUQUE Sl

de reglas antiquísimas, encontradas en varios monumentos o códigos y


luego en la ley rodiana y en las n·ormas del Digesto romano: la acción
procesal, la echazon y la avería, el préstamo a la gruesa; a continuación las
Basílicas bizantinas, desconocidas en sus detalles y nada más, hasta el
Consulado del Mar y algunas leyes locales un poco anteriores.
Quizás será demasiado atrevido afirmar que el tráfico marítimo y
. !e act¡ividad de verdaderos buques, una vez que estos entraron en uso,
impusieron ya, mucho antes de la Ley Rodiana y de los Digestos, no sólo
unas reglas aisladas, sino conjuntos de costumbres, reglas y hasta leyes que
representaban un sistema de der.echo marítimo más o menos completo
que. se aplicaba en regiones bastante extensas. El heC!ho de no haber llegado
hasta nosotros, no prueba que tal derecho no existía, porque no conocemos
ni siquiera las Basílicas, importante código bizantino q~e se haflaba en vi-
gencia en los mares del Cercano Oriente en épocas muy posteriores. Hasta
hace pocos decenios, no se conocían tampoco datos más concr.etos relati-
v<.•s a los buques que ya existían en tiempos remotos y no se sabía con
exactitud lo que se sabe hoy día, es decir que la técnica naval y la cons-
trucción de buques habían ya, hace 1niles de años., acabado por superar
los problemas básicos y más difíciles en tal asunto, la transición del bote
primitivo al verdadero buque, instrumento ya utilizable para el trá-
fico. Todo el desarrollo ulterior del buque durante las épocas siguientes,
hasta hace unos 6 ó 7 siglos., fué relativamente poca cosa confrontándolo
con lo que consiguieron los marinos y los constructores navales en un tiem-
po tan lejano y todavía tan poco conocido por la historia. Con el verdade-
ro buque -del desarrollo ulterior no vale la pena hablar- s•e logró dar
un paso técnico de lo más importante en la historia del hombre, al lado
de la construcción de casas y puentes, y tal medió de comunicación au-
mentó de manera increíble para esas épocas lejanas las posibilidades de
tráfico, de transporte de mercadería y bienes, de viajes, de relaciones
entre pueblos distantes y también de operaciones bélicas en reg,ones
lej'anas, es decir una movil.idad que jamás se hubiera podido conseguir por
tierra. Claro que tales buques no podían atreverse a efectuar travesías en
alta mar, pero cerca de las costas y navegando a veces en mares conocidos
y con espacios de mar limitados también por alta mar, de una costa a
otra, estos buques. podían ya prestar magníficos. servicios y perm\itir el es-
tablecimiento de relaciones económicas con regiones diversas.
Antes prevalecía la opinión d11 que los buques utilizables ventajosa-
mente para la navegación se originaron en un período ya bien conocido de
la historia y todavía teníamos quizás la tendencia de no apreciar bastante
lo que la cultura consiguió en épocas remotas, pero los últimos decenios
nos hicieron modificar tal concepto. Ahora sabemos con seguridad
que la cultura cretense y después la micenea conocían verdaderos buques
que probablemente ex:istían anteriormente. No conocemos los límites de
la navegación en tales épocas - y aquí existe un campo vasto para la hi-
pótesis-- pero lo que sabemos es, que ya entre los añ.os 3,000 y 2,000 an-
tes de Jesucristo existía un tráfico marítimo de verdaderos buques al me-
nos en todo el Mediterráneo oriental y especialmente en el IVlar Egeo. To~
davía nos faltan detalles.. Parece que los buques eran en los primeros tiem-
pos chatos y ligeros y que la boga era en todos ellos el medio de im-
pulso princ,ipal, la vela el auxiliar con vientos favorables. Entonces vino
un paso de importancia para el desarrollo ulterior, la introducción de pie-
DERECHO

zas de hierro de trabazón, especialmente clavos en la construcción de los


buques. Exis.ten dibujos .muy antiguos pero en ellos no se aprecian sufi-
ci~ntemente los tipos. Con seguúdad, podemos decir que ·en los primeros-
siglos del último milenio antes de Jesucristo, existían ya los dos tipos clá-
sicos del buque que entonces duraro~ unos. 2, 000 años, hasta los siglos
XVI y XVII de nuestra ·era, la nave larga, .. navis longa", es decir el buque
largo y estrecho, rápido, en primer lugar para uso de guerra y movido
pr:incipalmente por remo~ y con velas auxiliares y el otro, el "buque .re-
dondo", .. Navis rotunda .. , de formas llenas, capaz de -transportar cargas
importantes y que navegaba principalmente a vela teniendo unos remos
auxiliares, es decir el velero de carga.
En la navegación bastante desarrollada de los tiempos más anti-
guos había sin duda épocas de preponderancia en el mar de ciertos pue-
blos, como siempre, pero lo que parece probable es que las costumbres y
quizás también unas normas de -la vida marítima debían tener su desarro-
llo, lento sí,· pero bastante continuo, así como lo tuvo el buque y que estas
costumbres se transmitier~n de un pueblo a otro de manera que una espe-
cie de derecho marítimo debía existir .en el Mediterráneo desde vaúos
milenios. Y a sabemos que los micenios no eran sino los continuadores de
la actividad marítima organizada de pueblos anteriores y por consiguÍ·:!nte
tampoco los fenicios han podido ser los maestros de la navegación sino sólo
unos alumnos capaces de otros navegantes anteriores., como lo eran los
ajeos y los mismos griegos de la época histórica conocida, especialmente
cuando comenzaron su colou.ización del Mediterráneo central y occidental
y lo mismo vale para los Cartag1ineses. Pero todas estas naciones marítimas
tenían sin duda sus re~las y n~rmas marítimas porque sin ellas no se puede
siquiera imaginar un comercio marítimo organizado como él que existía.
Desde luego la misma organización interior del buque ex;i·gÍa SitY> reglas y
si sabemos que la navegación no cambió mucho en su técnica durante un
tiempo muy largo, no tene.mos razón para suponer que las antiguas cos-
tumbres del derecho marítimo se hayan originado más tarde y no también
en aquellas épocas. Tal afirmación, quizás un poco atrevida, vale para
instituciones como la echazón y la avería en una u otra forma y puede
aplicarse también al préstamo a la gruesa. De la Ley Rodia sabemos que
su nombre viene de Rodas, isla que se encuentra exactamente en una re-
gión que era uno de los centros más antiguos de la navegación y por lo tan-
to parece probable que el contenido de la ley misma sea también d.e origen
muy antiguo.
Por con.siguiente, debemos suponer que en las épocas mejor conoci-
das por nuestra ciencia ·histórica, un sistema de normas jurídicas marí-
timas aún más desarrollado debía estar en vigencia. Sabemos que la nave-
gación se hallaba bien organizadé'\ y que el mar representaba no sólo una
mag"'lífica y ráp;ida posibilidad de viaje y transporte, .especialmente duran-
te los mese!'; favorables del año, sino aue existían puertos. bien organizados
para el embarqu~ y desembarque de los buaues, faros, rutas normales y
hasta líneas regulares de ·navegación. El Mediterráneo fl.e encor.traba ro-
deado TJOr paí~es df' cultura adelantad~ y, en cvanto al lrnne"'io Romano,
se puede decir que sus puertos principales ·contornaron el Mediterráneo que
le sirv;'ó de principal enlace. ¿Cómo podemos suponer que en este sistema,
cuyas leves admiramos aún en nuestro!". días por su perfección, no hu-
biera existido una legislación bastante completa en {~ ramo marí-
LA CONDIClON JUIUDI~A DEL BUQUE 53

.timo "1 Probablemente no existía un código especial, pero bastaba un siste--


ma consuetudinario conocido por todos y aplicado por todos los navegantes.
Y, siendo el imperio bizantino la contínuac1ón más legitima del romaao,
parece entonces probable que el contenido de las Basílicas· que sirvió d.o
base al derecho marítimo del Cercano Oriente no haya podido ser mucho máa
que una codificación parcial d.el derecho consuetudinario. Y las legislacio-
nes o cocJ.i>ficaciones posteriores en uso en el Mediterráneo al fin de· la
Edad Media, en forma de costumbres o estatutos de las ciudades ·maríti-
mas. debían por lo tanto ser una continuación· del derecho existente an•
teriormente. Quizás será exagerado afirmar que el Mediterráneo nos con·
aervó y proporcionó una legislación marítima desarrollada continuamente
.Y más o menos unitar~a porque aquí hay que ten.er en cuenta las époeaa
-catastróficas para la c.ultura durante los primeros siglos de la 'Edad Media,
pero, sin embarg.o, subsiste cierta continuidad. Aunque no eonozcamoa
-de los tiempos antiguos mucho más que el eonte·nido del ··Nomos Rodion
Nauticós.. y las normas m~ítimas delA)igesto, los encontramos, ~n embar·
-go. junto a otras. en Jos estatuto~ y colecciones de la Edad Media,
sin muchos cambios. lo que prueba bastante que tal continuidad existe. Po-
demos arguir que subsistía también en otras reglas, d.e la misma manera
como podemos afirmar con seguridad que había continuidad en el arte de
la navegación en general. en los buques y en la técnica de su manejo y de
~u construcción.

111

EL .BUQUE: SU DESARROLLO Y SU SI1UACION EN EL


DERECHO ANTERIOR
El buque mercante de la" antigue·dad era un velero de formas··l~·
nas, con proa y popa casi redondas; era tres veces más largo que ancho~
con su cubierta y con un mástil principal, con su vigía y con una vela se-
cundaria en la proa. con bodegas para la carga, bajo la cubierta, con unos·
.camarotes primitivos para la tripulación, uno o dos remos anchos que ser•
vían, en la popa, de timón y unos remos auxil;iares para mover el buque,
·cordaje, andas y otros ;implementos. El tamaño era variado y por lo gene-
ral se trataba de unidades bastante pequeñas, pero un tonelaje de 5O y
hasta 100 toneladas, correspondientes al sistema de medición actual. era,
sin duda en la época romana. regular y podía alcanzar hasta 300 toneladas.
La buena utilización. el manejo y pilotaje del buque bajo las condiciones
·del mar y del viento, reduciendo los peligros, exigían gente especializada y
ex.perimentada y toda o casi toda la tripulación debía ser de profesión ma•
rina. · A veces utilizaban también buques del tipo largo, .. naves longae.. ,
'buques construidos principalmente para la navegac~ón a remo, con relación
entre eslora y manga de 7:1, para el tráfico y para el comercio marítimo,
para los viajes rápidos, pero con poca capacidad de carga, con tripulación
mucho más numerosa. pero en general bajo condiciones semejantes a las
-de los veleros.
Los buques constituían una inverston bastante grande para
],s armadores y propietario~ y reoresentaban un riesgo euando estaban 7"~­
vegar..do, expuestos a pérdida y daños. El buque mismo formó ya en aquella
S4 DERECHO

épota una unidad muy · particular d.esde el instante en que pasó a ser ma-
nejado por su ca})iitán y por su tripulación, una especie de individualidad
complej~. El conjunto. es decir el buque mismo, su carga, sus pasajeros Y
su tripulación y especialmente su jefe, el capitán, se hallan suj.etos a la
misma suerte, eventualmente al mismo peligro y todos se aprovechan del
feliz resultado d.el viaje. Cada uno depende del otro. El capitán, su tripu ...
laciór:. y su buque permanecen además juntos para varios viajes y forman
por 10 tanto un conjunto y una indiv.idualidad duradera. El buque se aleja
dd armador y con su capitán se encuentra a veces en una situación en la
cual héiY que tomar decisiones graves. Así se debía or,iginar una especie de
¡:ersona!idad jurídica del buque frente a terceros, con las obligaciones que
tiene el buque como tal o también eón sus derechos. ,
Esta indiv;idualidad o personalidad del buque es, por lo tanto, muv
comprensible como comunidad compleja u existente, ya sea desde el punto
de vista de su organización interior, ya sea frente a otros. La misma perso·
Ealidad se manifestó desde épocas lejanas basándo~ en los nombres.
que llevaban los buques. Hay que recordar p-or ejemplo el nombre del
buque ARQOS, el buque mí'tico de los llamados Argonáutas, que prueba
la personalidad del buque, las condiciones de servicio de los marinos, laS
n,edidas de seguridad, la autoridad personal y la funqión del capitán, del
··magíster navis., del tiempo· romano, del "patrón.. de buque de la Edad
Media, de la autoridad o de los deberes de otros miembros de la tripula-
ciór:, al fin ciertas reglas para unos casos excepcionales que se podían pre...
eentar. Hay que suponer que, por razones de organización del tráfico ma·
rítimo, existieron también relaciones del buque frente a terceros, ya sea en
ccestión de la carga y su manejo, ya se-a otras que el buque podía tener
frente a terceros, con personas o autoridades, cosa que existía desde que
funcionaba la navegación organizada. Así llegamos a una enumeración
de casi todas las relaciones del derecho marítimo, al sistema vigente to-
davía en los últimos siglos..de la Edad Media y que sirvió como base del
desarrollo ulterior. ·
El huque había, en aquella época, modificado un poco sus tipos
más grandes llegando a veces a dimension·es mayores, a dos, o en algunos
casos hasta a tres mastiles cortos, con velas latinas y se realizan naturalmente
también progresos en la técnica de· coBstrucción de los buques, en varios
detalles y en el aparejo .
Los buques a remo, las galeras, como ya las llamaban en tal época,
Jlegaron también a una perfección relativa. Eran capaces de viajar a dis-
tancias bastante grande$, a remo o con sus velas auxiliares, siempre cerca
de las costas o en travesías cortas. Buenos ejemplos de tales galeras eran
las mercantes venecianas, las llamadas ··galeras de Flandes'·, porque hi-
cieron los viajes anuales, juntas en grupos, de Venecia hasta el Canal de
la Mancha y Flandes; y otras galeras venecianas, genovesas o de otras ciu-
dades ·marít.imas en el tráfico de Levante. Mucho antes existían en el Norte
de Europa los diversos buques de los Vikings y semejantes embarcaciones
bastante grandes a remo y vela, más o menos abiertas, con las cuales. unos
marinos atrevidos hicieron a veces viajes relativamente largos, pero igual·
mente peligrosos.
Se había logrado todo lo que era posible con la técnica y los co·
nacimientos que se tenían, pero sin adelantar mucho durante varios siglos,
porque la navegación siguió siendo de ..cabotaje", cerca de la~ costas e
LA CONDICION JURIDICA DEL BUQUE 55

en el interior del Mediterrár.eo, mientras que los navegantes no podían,


todavía atreverse a enfilar sus proas con rumbo al Atlántico, .al espacio de
mar desconocido. Toda vía no se pudo utilizar bien las velas para bordear
contra el viento. Faltaba .el timó~ adecuado. La humanidad había hecho
muchos progresos, pero hasta el fin del siglo XIV no había re5uelto técni-
camente el problema de la navegación de altura. Quizás había de vez en
cuando navegantes atrevidos que hicieron la prueba y cuyos nombres se
olvidaron porque fracasaron en sus intentos o no regresaron. Se piensa
que uno u otro habría llegado más afuera, hasta costas lejanas y desco-
noc,idas pero sin darse cuenta del lugar donde se encontraban y, por 1o
tanto, sin consecuencias ulteriores para el progreso.
Pero con la navegación de cabotaje europea y con el desarrollo
del buque se acabó igualmente la primera fase del desarrollo del derecho
maritimo. El sistema que conocemos de los siglos XIH y XIV, el primero
conocido exactemante y en casi todos sus detalles y que nos parece a ve-
ces como el princ1p1o del verdadero derecho marítimo, encontrado-
en documentos y colecciones e~stentes., en leyes y estatutos de ciudades
marítimas del mediterráneo, en el Consulado del Mar y otros, no es por
lo tanto en verdad un comienzo. Al contrario fué un sistema usado ya du-
rante siglos en su forma final.
Y a encontramos en este sistema el papel del buque como unidad
jurídica particular y sui gen.eris, especie de personalidad, aun todavía no
desarrollada completamente. Tenemos ya reglas sobre la sociedad particu-
lar de los propietarios o copropietaljos . de buques, leyes relativa.mente.
exactas sobre las relaciones con la tripulación, sobre varios contratos de
fletamento, los primeros principios de una especie de autoridad pública~
personificada por el capitán o escribano de los mismos buques, el présta..
mo a la gruesa, también como precursor del seguro, la avería, el riesgo co.-
DlÚn del buque y de la carga, diversas reglas sobre medidas de .seguridad
para los buques como marcas de carga máxima, cantidad de equipos y ar-
mas fijada como mínima por las autoridades o número de tripulantes pres-
crito por las mismas leyes para buques de varios tipos y tamaños y otros
reglamentos.
En esta situación, con el buque y con el arte .de navegar llegados has-
ta el límite de lo posible y con un derecho marítimo ya Bastante adelanta~
do comienza un siglo de nuevo y poderoso desarrollo. Anónimá, como mu~
::has de las grandes invenciones, se produce en la región biscayna, en
Bayona o quizás cerca de tal ciudad, el hallazgo del timón fijo, movible en
uné, especie de bisagras, en lugar del remo~timón, es decir el timón que toda-
vía ahora existe en botes y buques en la mil'tma forma o con pequeñas va-
riaciones. Por simple que sea, era una novedad de importancia enorme. El
timón bayonesco y la adaptación de var:!os sistemas de velas y aparejos,.
y la combinación, de varias formas de buques, en primer lugar las del
Mediterrá-neo, en tipos nuevos proporcionaron a los navegantes un medio
distinto de navegación, no tanto por la novedad de formas sino en cuanto a
su capacidad y sus ·condiciones de navegab.ilidad con todos los tiempos y
de bordear contra los v¡ientos contrarios con: facHidad. La transformación
de la nueva Nao o Caraca, del Galeón y de la Caravela, todos más o menos
ig-uales, en varios tamaños y con unos d~taHes que los distimmen
de los primeros tipos, nuevos un poco ineptos y duros a mane~
jar, con una vela maestra única demasiada grande, se llegó al tipo más
DERECHO

manejable con velas secundarias, y con tres mástiles altos, al tipo resisten..
te a las tempestades y al mar, que podía ya cruzar contra el viento. Después
de la invención ~el timón, alrededor del año 1300, pasaron unos 150 y
más años, para llegar al verdadero buque de alta mar. Todavía no habían
todos comprendido lo que sign#icaba tal adelanto. Al mismo tiempo se
logró, también, otro progreso, un gran trabajo científico ~en: varios países y
aquí hay que mencionar los grandes méritos del Príncipe Enrique de Por..
tugal, de Enrique el Navegante.
No se trata ele disminuir la grandeza de Cristóbal Colón y de los
otros grandes navegantes que abren los primeros pasos pa.ra cruzar los
oceanos. Pero hay que tener en cuenta, también, el hecho que entonces no
ae había logrado todavía el desarrollo técnico y científico que hizo posible
tal empresa. Sin el nuevo buque ·no se podía emprenderla. Que eso sea
exacto, lo prueba el hecho que, después de Colón y Vasco de Gama, en po..
cos decenios todo los mares del mundo se comenzaron a poblar de buques
y que la navegación y el tráfico mundial en los mares se desarrollan desde
entonces con bastante rapidez. El mar comienza a ser no solo en Europa,
sino en todo el mundo, el medio principal de comunicación y transporte de
mercadería, ·es decir el mar gracias a los buques capaces que en él navegan
a pesar de las tempestades. Claro es que tal desarrollo mundial debía provo-
car igualmente un progreso ulterior q.el Derecho Marítimo. Pero su base exis-
tía en forma ouena y sólida: y no había que adaptarlo a las nuevas con 4

diciones. e.pecialmente al hecho· que el buque iba más lejos. lo que impu 4

1.10 lo que podemos llamar su personalidad, transformando el buque aún


más que antes en el sujeto u objeto principal del Derecho MarTtimo.
Hay que tener en cuenta el hecho que los buques que resultaron
del desarrollo ulterior, los vel-eros de alta mar, perfeccionados lentamente
en tlU aparejo con velas más pequeñas pe:ro en gran número y con mástiles
altos, no eran grandes y que dimensiones de unas ochocientas toneladas
de carga, según el sistema actual de calcularlo, eran por lo general los más
grandes hasta la introducción del vapor y del acero. Especialmente en los
primeros siglos, se transportaban en primer lugar cargas de valor y rara-
mente cargas de masa.· Por ejemplo, el trigo se transportaba en los pri-
meros siglos de la navegación de alta mar solo a distancias relativamente
pequeñas. Habí~ también algunos veleros un poco más grandes, pero el
velero de ·dimensiones grandes, como los dos veleros peruanos de acero
que ahora sirven para el transporte del guano y que hoy día existen en el
mundo en poquísimos ejemplares, son un1 producto de los tiempos moder-
no!! y de la construcción de acero.
Solo con la construcción de buques ,de acero, vapores y motonaves,
se produjo el buque grande, buques que pueden transportar miles de to-
neiadas, con cierta segurida9,.
Pero Ya antes de que ese nuevo tipo de buque conquistara los marea
del mundo se desarrolló en los últimos siglos el Derecho Marítimo dásj..
co, que conocemos, con el seguro marítimo, que se inició en los siglos XV
y XVI, con varias otras novedades, con las reglas del abordaje, de la asis-
tencia, del salvataje, el nuevo concepto del buque en general y todo eso
simplemente con el desarrollo de las normas ya anteriormente existentes.
Este sistema clásico necesitó entonces .en los últimos decenios, en los de
la industrialización de la navegación marítima, algunas rectificaciones, pero,
en general. el sistema permaneció ·más o menos el mismo hasta el siglo
XIX.
LA CONDJCJON JUBIDICA --DEL BUQUE S7

IV

EL BUQUE EN EL DEI\ECHO MARJTIMO ACTUAL


Y a hemos recordado que el buque era y sigue siendo el medio prin•
c.ipal de la actividad marítima; que por' lo tanto debe desem·peñar un papel
trascendental en el Derecho Marítimo y que la particular¡idad de tal rama
del Derecho debe manifestarse especialmente en todo lo que se refiere al
buque.
En pr4Ímer lugar, nos interesará el carácter jurídico, es decir tam-
bién la definición del buque. Pero tratándose de una cuestión bastante
compleja vemos que las leyes evitan por lo general definirlo específi-
camente, desde la Ordenanza de Marina. Tampoco nos dá una definición
el clásico Código de Comercio hancés que sirvió ~e base a tantos códi..
goa de comercio, entre ellos al Código peruano. ·
Antes, se habló del buque como de un bien mueble. Sin embargo.
la aplicación de la hipoteca al buque y la inscripción obligatoria en los re--
gistros correspondientes a los inmuebles . provocó la elasifieaci~n del buque
entre los inmuebles. Pero debemos también .tener en cuenta el hecho
que el buque armado y cumpliendo su función es sin duda. junto con el
avión el más movible de los biene8 y que, por lo tanto, no puede ser
considerado como inmueble por su naturaleza. Bien podría serlo el buque
c~esarmado o el buque en constru.:ción. , Si existen leyes; como en el U&()
de) C6digo Civil peruano, que elas_ifican el buque como inmueble, como
lo hacen ·también para Jos aviones y para el material movible de loe
ferro«-.arriles. eso quie-rt- sólo decir que tal ley crea un nuevo concepto ele •
'hier.es, el concepto juríd.ico de bienes registrados, sujetos a hipotecas y
·otras normas partkular.es y eventualmente de ciertos bienes de valor ele·
vado e individualizabl~ llamandoloe inmuebles y ya no bienes que eon
inmuebles porque no son ·movibles. -D~ todaa maneras el Código civil erv
tal caso ha tocado una cuestión del Derecho Marítimo, al ocuparse de
otras, pero sin crear nada nuevo, porque el. sistema ·de :hipoteca naval e~
tía ya antes y no fue cambiado por eso.
Si en el reglamento peruano de ¡nscripciones en los# Registros pll•
blieos encontramos una especie de definición de) buque que dice que ee
consideran buquet~ para los efectos del Código y del mismo r.eglamento no
sólo las embarcaciones de cabotaje y altura sino tamb.ién los diques flotan·
tes, pontones, dragae etc., eso no es tampoco una definición del' hu qué.
sino una mera definición de lo que se considera como buque en cuanto
~ refiere a la insc-ripción en el /registro y la hipoteca y -porque el Derecho
madtimo general no se aplica a todos estos objetos en· cuanto a sus funqo.-
ne! de buque.
Para ur:a def~ción jurídiea del buque hay que distingtiir en él doe
estados, aunque tal distinc;ión no ee ha tomad-o- quizás Jo suficiente en eon-
~deración, es decir:
l.-El b\lqUe desarmado y el buque en construcción, que BOn sól-.
objetos de derechos y biene-s corporales, bastante cerea de loa jnmueblee
pf)r naturaleza. Si a ellos se aplican igualmente algunas normas· particula-
res, eso es sólo. porque el 'buque en· construcción" nene '··''que ser ~á.t-*
58 DERECHO

un buque activo, con su vida particular, mientras que el buque de~rmado


lo era antes Y: puede volver a serlo.
2.-El buque armado y que $rve a su tarea, es decir a la navega-
eión, que tiene el mismo objeto que el buque antes mencionado como bien
material, pero al cual se ha dado vida activa por su tripulación, por su ca-
pitán, su organización y vida permanetlte, el más movible de los bienes,
que frente a terceros y al mu~do exterior representa una unidad. una
· comunidad VIVIente que puede tomar dec;isiones, comunicar sus de-
seos, obligarse, todo mediante su jefe, el capitán, por declaraciones del
mismo, por señales o telegramas, que actúa, recibe, transporta y entrega
o desembarca bienes. cargas y pasajeros, que puede hacer daños, abordar
otros buques, asistirlos o salvarlos y que para el mundo exterior parece
verdaderamente como una unidad viviente, individual, y con una persona-
lidad al menos tan desarrollada como la de la persona jurídica en cuanto
a su responsabilidad e individualidad jurídica, pero además de esto aún
,:on una espec¡ie curiosa de personalidad físicá, que encontramos en el mar,
que se acerca, que entra .en puertos y que nos puede hablar por sus seña-
les, que podemos identificar, que conocemos por su nombre y aspect(),
cuyas características encontramos en listas internacionales y nacionales, que
pueden plobar s.u identidad por documentos y por una señal individual de
reconocimieAto y que, eso es también muy importante, .tiene su nacionali-
dad, su puerto de matrícula es decir su domicilio, que forma en c,ierto modo
parte del territorio de su estado y ~! que se puede demandar y hacer res-
ponsable ,como si fuera una persona. .· ··
Hay tratadistas que comparan, por consiguiente, los buques a per-
sonas a causa de muchos .elementos paralelos pero a personas físicas, ci-
, tanda, como lo hace Ripert, . el nacimiento y la muerte del buque, su na-
cionalidad, su nombre y sus responsabilidades casi personales, pero aña-
diendo que tal comparación es curiosa y divertida pero que no hay que exa-
. gerar .al respecto. Naturalmente que nó,. pero lo mismo sucede también
.para las comparaciopes que se hacen po,r el otro lado, con varios bienes
muebles e inmuebles. El buque es . una cosa, un bien primordial pero tam-
bién una unidad y comunidad particular e individual sui gener;is., única en
. ~~- concepto de Derecho, al mismo tiempo bien y objeto de derechos pri-
mordiales y una personalidad jurídica especial, individual porque las nor-
. mas se refieren siempre al buque singul~r. Tal concepto es único en el
. Derecho. Si hoy día se aplican normas ".semejantes a las aeron~ves eso no
.es sino una extensión de tales. conceptos a una novedad de los últimos
decenios y en el D~recho aéreo se aplican también varios principios toma-
dos del Derecho marítimo. Pero el aeroplano tiene un carácter menos indi-
.:v.idualizado que el buque, no estando tan estrechamente ligado con· su tri-
pulae;ión c~~ndo ·está en tierra, mientras que el capitán y la tripulación, vi-
ven en el buque tam9ién en los puertos, representando con el mismo una
unidad y organización individual· permanentes. Además de todo esto, quiero
mencionar igualmente .lo que se podría llamar la personalidad internacional
deJ buque, el hecho que se considera territorio nacional y que se aplican las
leyes del país de su bandera, siempre que eventualmente en puer-
to~ o aguas de otra jurisdicción el Estado respectivo no aplique su .autori-
dad y sus leyes, lo que- hará sólo en ciertos casos.
No pu.edo citar y explicar todos los detalles de 'las va·rias ·normas
o instituciones legales, fijadas por leyes nacionales y de varios países, por
LA CONDIClON JUmD.ICA DEL BUQUE &9

las convenciones y reglas internacionales o por las costumbres· y q.ue están


relacionadas con el buque y con su papel particular en el Derecho. Eso
comprendería una parte bastante extensa del Derecho Marítimo. Quiero
brevemente citar sól~ ejemplos característicos.·
Los propietarios de un buque constituyen según normas antiguas que
por el Cód:igo de comercio francés pasaron a la legislación de varios países y
.de esta manera también al Código de Comercio vigente en el Perú,
.art. 602, una entidad, una sociedad por el mismo hecho que la propi~dad.
·de un buque los une. El artículo dice que se presumirá constitU¡ida una
compañía que se regirá por los acuerdos de la mayoría de sus socios. Ade-
más se establece que un buque no podrá ser detenido., embargado o ejecutado
en su totalidad por las deudas de un socio sino que el procedimi-ento se
contraerá a la porción del deudor sin poner obstáculo a la navegación.
La responsabilidad civil del co-propietario de un buque abarca sólo el
l1aber social en cuanto a los actos del capitán y el socio puede eximirse de
]a responsabilidad por el abandono de su ·parte en la propiedad del buque.
Si un propietario, que puede ser también una so'ciedad, t;iene varios buques o
bienes, no será responsable por los actos del capitán, es decir d.e'l buque,
con el valor del buque mismo con sus pertenencias y con los fletes deven-
,gados en el viaje, porqué puede eximirse de su responsabilidad haciendo
.abandono del buque.
Existe en el Derecho marítimo ·de. todo el mundo normas de pre-
lación en caso de venta judicial de ún buque,. contenidas ..igualmente en el
Cédigo de Comercio, art. 593, que son especiales para los buqu~. es de-
-cir las deudas del buque mismo, los créditos privilegiados que deben pa-
garse antes de los créditos cubiertos por hipotecas. La convención inter·
nacional de 19 2 6 que debía reducir los créditos especiales, priv¡ilegiadost
mantuvo cinco de primera clase que pasan antes que los acreedores hipote-
carios, que comprenden los gastos de procedimientos judiciales y gastos
hechos en el interés común de los acreedores para conservar el buque,
comprendiendo los de p~lotaje, de guardia del buque, los sueldos de la tri-
J.'Uiaoi6n, las remuneraciones de salva'taje o asistencia y la contribución
de) buque a las averías comunes, las indemnizaciones por abordaje o acci-
dentes de navegación y las deudas contraídas u originadas por contratos u
cperadones del capitán, fuera del puerto de matrícula, para las necesidades
reales de conservación del buque o la continuación de su viaje.
Otras normas especiales para el buque, casi iguales en todos los
países, son las de la matrícula, las que. se refieren al nombre del buque,
su clasificación, su arqueo, sus documentos, a los libros del buque que hacen
fé en ciertos casos, todas relaciones que no existen en tal forma en otras
ramas del derecho y para otros bienes u organizaciones. Además de estas
hay que mencionar las reglas de seguridad y de navegabilidad de los bu-
ques, controladas por las autoridades.
Y a he mencionado otra relación particular al buque y que no pue·
de ser confrontada con· las reglas vigentes para otra clase de .empleado~
es decir las que se refieren al capitán, los oficiales y 1a tripulación y hasta
cierto punto tarr.bién el armador-naviero y propietario. Hay condicio ..
nes previstas por las leyes para. poder desempeñar un cargo ~n un buque,
pero la función m.isma, basada en varias normas, por ejemplo los poderes
amplios del capitán en el buoue o una disciplina mucho más severa de la
tripulación que en otros empleos que pr.evee hasta una especie de deser..
60 DE}\ECHO

ción, un crimen sui generis, el abandono del buque, entran en vigencia


.sólo por la relación efectiva de tales personas con un buque individual y
· eesan con •la misma.
Probablemente aún ·más que en otras relaciones se manifiesta la
individualidad y el papel del buque como factor básico ~ el derecho
marítimo en Jas normas que· tratan de los riesgos, daños y acc:identes de
mL.r; en las averías, el abordaje, el salvataje y en el seguro marítimo. En--
tre tales relaciones nos parece· el abordaje como un .ejemplo especialmente
interesante bajo este punto de vista. Las varias reglas que fijan la responsa-
bilidad, particularmente las reglas d.e la respectiva convención .int~rnacio-
.nal de Brus.elas del año 19 1O, hablan casi sólo de los buques que se abor-
.daron, que entraron en colisión entre ellos, como si fueran individuos o
personas que piensan· y que se mueven por si mismos, sin entrar en los de-
talles, quien provoca o maneja tales movimientos o decisiones. El caso·
más característico como ejemplo en tal materia es el abordaje posible en-
tre dos buques del mismo armador-naviero. Hasta en este caso hay que
fijar la responsabilidad de los buques individualmente, cosa muy compren-
sible con respecto al seguro y a la responsabilidad de las personas que loe
·manejan.
Los pocos ejemplos citados demueatran el carácter particular def
derecho marítimo v del elemento BUQUE en él. Un estudio más detalla-
do de la materia del derecho marítimo privado, hecho bajo este punto. de
mta. lo. p~~dráo aún mas en evidencia y facilitará la comprensión del dere·
~ho rnarftimo.
DERECHO TRIBUTARIO

Los impuestos vigentes en el Perú


por el Dr. LUIS ECHECOPAB GARCIA
Ex·Mimstro de HadeDda y Comercio,
Catedrático de la Faadtad ele De.Íecho de la UDinraidcrd Católica.

Los principales impuestos directos en el Perú son los siguientMl

A) Alcabala de Sucesiones;
B) Los impuestos a lo renta;
C) Lcz. con,trlbución minesa;
DJ La contribución,·a la fuerza hidráulica;
E) La contribución de tetten~.de montaña;
· Fl.El··unpuesto al rodaje; y
G) El impuesto pcxra las Inspecciones Regionales del Trabajo'.

Al.-l.cz alcabala de sueesiODH: es el impuesto que grava ·las trasmisiones ct..


toda clase de bienes, acciones o derechos, que se verifiquen por sucesi6n, a~
título de herencia, legado o donación.· También grava los anticipos de heren-
cia y lets p6li%as de sequros sobre la Yida, todo con, arreqlo al grado· de pa- ·
rentezco entre el causante o donante y·el adquiriente, con sujeción a una e&·
cala ascendente, en proporcion a la cuantía ."de la herencia y a la proximidad
o distancia del parentezco entre el causante. y su sucesor.
Están sujetos al impuesto todas los bienes, sean muebles o inmuebles·
radicados en el país y las accionea o derechos que en él se posean, aún cuan·
do la sucesión n haya abierto .en el ·extranjero. ·Al practicar la liquidación
del impuesto. a la .herencia de los peruanos, debe tomarse en -cuenta para el'
impuesto los valores que formen parte de la masa téstamentaria aunque·
elloa estén en el extranjero .. Esta última reqla no riqe para los extranjeros no
domiciliados en .el Perú que sólo paqan el impuesto por los bienes que here--
dert en el Perú.
· Para loa efectos de la liquidación de .este impuesto. los herederc~s de UDCl
persona que hubiera fcillecido dejando. testameDto, o sus ·representantes leqa·
lea, estlm oblicjados a poaer .en CODOdmiento de le ·superintendencia de Con..
t.ribuciones el fallecimiento del causante de la herencia,. asi como loa bienes yJ~
62 DERECHO

deudas que haya dejado, dentro del plazo de 30 días, más el término de la dis-
tancia; y en caso de omitir el cumplimiento de esta obligación sufrirán el re·
cargo que oscila entre el S% y el 25% (según la duración de la demora), so-
bre el valor del impuesto.
Si el causante hubiese otorgado testamento clógrafo, cerrado, o en otras
-formas especiales, que requieren que se llenen ciertas formalidades judiciales
antes de h~cer uso de ellos, o si se tratase de una sucesión intestada, el plazo
de 30 ellas comienza a correr desde el día en que se declare judicialmente com-
probado o abierto el testamento o se haga la declaración de herederos, si se
1ratara de sucesión intestada.
Después la Superintendencia investiga si el causante ha dejado dinero u
otros bienes en los Bancos y hace tasar por sus peritos los bienes hereditarios .
Aprobada la tasación regula y cobra el impuesto ..
El impuesto de sucesiones es ~e dos clases. Uno creado para suminis-
trar fondos a las Universidades Nacionales, Q.e acuerdo con las Leyes Nos. 7873
¿e 15 de Noviembre de 1933, N<? 7963 de 2 de Enéro de 1935 y N<? 10575 de 12
de Mayo de 1946, grava a toda la masa hereditaria en follila global. Es decir,
se tasan todos los bienes hereditarios y sobre su monto se cobra el impuesto.
En las sucesiones ~n línea recta y entre cónyuges, los primeros s¡o. 20,000.00
están exceptuados. Sobre el resto se cobra · el impuesto én escala ascendente
conforme a la tarifa· siguiente:

De SJ. 2o.ooo.oo o ·s¡. .~.ooo~oo l/2%


La cifra siguiente . . . •t ' 50,001.00 a , 100,000.00 1%
, 100;001.00 a ~· 200,000.00 · 2%

aumentando en 1% por cada fracción des¡. 100,090.00,basta llegar a un mi 4

llón de soles y desde esta suma para adelante el 12%.

En las sucesiones 'entre colate:rales o a favo:r de. hijos adoptivos o extra-


ños, la fracción libre de impuesto. se reduce a S\.10,000.00 y la escala es co-
_mo sigue:

De s¡. 1o,oo1.o.o. u s¡. 20,000.00 1%


De 20,001.00: (l 30,000.00 2%
De 30,001.00 a 40,000.00 3%
De 40,001.00 a 50,000.00 ·4%
De 50,001.00 a 60,000.00 5%
De 60,001.00 a 70,000.00 6%·
De 70,001.00 a 80,000.00 7%
De 80,001.00 a 90,000:00 8%
De 90,001.00 d 100,000.00 10%

.aumentando en 2% por·cada fracción adicional des¡. 100,000.00 hasta 1~ can..


tidad de 2'000,000.00, Cifra en la que se interrumpe la pr~sión del impuesto.

El otro impuesto, que está sujeto a las Leyes Nos. 2227 y 4890'de 12 de
Febrero de 1916 y 8 de Enero de 1934, tespeCtivamente, sólo grCiva lo que here·
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU 83

da cada persona, con independencia de lo que haya dejado el causanie. Es de-


cir, que toda la masa hereditaria, se divide en varias partes o hijuelas, ésto es,
en porciones, según lo que corresponda a cada heredero, y es sobre cada hijue-
la que se aplica la escala progresiva del impuesto, teniendo en cuenta el mon-
to de la herencia y el grado de parentezco, conforme a la tarifa siguiente:

Excediendo de s¡. . .. 10 10 10 10 10 lO
No e::tcediendo de s¡. 5,000 10,000 15,000 20.000 25,000 40,000

Línea recta legítima 1er. grado 0.50% 1.00% 1.50% 2.00% 2.50% 3.00%
Línea recta legítima 2do. grado. 1.00% 1.50% 2.00% 2.50% 3.00% 3.50%
Línea recta natural o adopción. 1.50% 2.00% 2.50% 3.00% 3.50% 4.00%
Entre esposos . . . . . . . . . . . . . . . . .. 2.00% 2.50% 3.00% 3.50% 4.00% 4.50%
Colaterales 2do. grado. . .. 4.00% 4.50% 5.00% 5.50% 6.00% 6.50%
Colaterales 3er. grado. 5.00% 5.50% 6.00% 6.50% 7.00% 7.50%
Colaterales 4to. grado. 6.00% 6.50% 7.00% 7.50% 8.00% 8.50%
Colatetales Sto. grado. 7.00% 7.50% 8.09% 8.50% 9.00% 9.50%
Colaterales Gto. grado. 8.00% 8.50% 9.00% 9.50% 10.00% 10.50%
Extraños ..... . 12.00% 13.00% 14.00% 15.00% 16.00% . 17.00%

Excediendo de s¡ .... 10 10 10 10 10 10
tfo excediendo de s¡. 45.000 50,000 70,000 80,000 90,000 100.000

Línea recta legítima 1er. grado. 3.so% 4.00% 4.50% s.oo% 5·.so% 6.oo%
Línea recta legítima 2do. grado. 4.00% 4.50% 5.00% 5.50% 6.00% 6.50%
Línea recta natural o adopCión. 4.50% 5.00% 5.50% 6.00% 6.50% 1.00%
Entre esposos. . . . . . . . . . . . . . . . .. 5.00% 5.50% " 6.00% . 6.50% 7~00% 7.50%
Cqlaterales 2do. grado. . .. 1.00% 7.50% 8.00% 8.50% 9.00% 9.50%
(:olaterales 3er. grado . 8.00% 8.50% 9.00% . 9.50% 10.00% 10.50%
Colaterales 4to. grado. 9.00% 9.50%· 10.00% 10.50% lLOO% u:so%
Colaterales Sto. grado. 10.00% 10.50% 11.00% 11.50% 12.00% 12.50%
Colaterales Sto. qrado .. 11.00% 11;50% 12.00% 12.50% 13.00% . 13.50%
Extraños ..... . 18.00% 19.00% 20.00% 21.00% 22.00% 23.00%

·Excediendo de s¡. . . . . .. 10 10 10 10 10 10
:No excediendo de SI. . .. 110,000 120.000 130.000 140,000 150,000 200.000

l.ínea recta legítima ler. grado .. . 6.50% 7.00% 7.50% 8.00% 8.50% 9.00%
Línea recta legítima 2do. grado .. . 7.00% 7.50% 8.00% a.SO% 9.00% 9.50%
Línea recta natural o adopción .. . ~~% a•% 8~% s•% 9~% 10.00%
Entre esposos . . . . . . . . . . . . . . . 8.00% 8.50% 9.00% 9.50% 10.00% 10.50%
Colaterales 2do. grado .. . 10.00% 10.50% 11.00% 11.50% 12.00% 12.50%
Colaterales 3er. grado .. . 11.00% 11.50% 12.00% 12.50% 13.00% 13.50%
·Colaterales 4to. grado .. . 12.00% 12.~% 13.00% 13.50% 14.00% 14.50%
Colaterales Sto. qrado .. . 13.00% 13.50% 14.00% 14.50% 15.00% 15.50%
Colaterales Sto. grado .. . 14.00% 14.50% 15.00% 15.50% 16.00% 16.50%
Extraños . . . . . . . . . . . . . 24.00% 25.00% 26.00% 27.00% 28.00% 29.00%
DERECHO

Eseediendo de s¡. . 10 10 10 10 10 10 10
No e:Eeediendo de SJ. . 300,000 400,000 500,000 700,000 800.0011 900,000 l*ooo,ooo.
Línea recta legítima
ler. grado . • . . . 9.50% 10.00% 10.50% 11.00% 11.50% 12.000/o 12.50%
Línea recta legítima
2do. grado . . • • 10.00% 10.50% lLOO% 11.50% 12.00% 12.50% 13.00%
Línea recta
natural o adopción . 10.50% 11.00% 11.50% 12.00% 12.50% 13.00% 13.50%

Entre esposos . 11.00% 11.5. 12.00% 12.50% 13.00% 13.50% 14.50%


Colaterales 2do.
grado . . . . 13.00% 13.50% 14.00% 14.50% 15.00% 15.50% 16.00%
Colaterales 3er.
grado. . . . 14.00% 14.50% 15.00% ·15.50% 16.00% 16.50% 17.00%
Colaterales 4to.
grado. . . . 15.00% 15.50% 16.00% 16.50% 17.00%. 17.50% 18.00%
Colczterales Sto.
grado. . . . 16.00% Í6.SO% 17.00% 17.50% 18.00% 18.50% 19.00%
Colaterales 6to. grado. . . . 17.00% 17.50% 18.00% 18.50% 19.00% 19.50% 20.00%
E:lttaios . . . . . . . . . . . 30.00% 31.00% 32.00% 33.00% 34.00% 35.00% 36.00%-

.Donde se mendona en estoa cuadros a.los hijos leqítimoa, se comprende


también a los le<Jitimados.
Es bueno tener en cuenta que el impuesto a la herenda presaibe a los S
años de la fecha en ·que debió ser cobrado; y que están exonerados de impues.
to, aparte de los bienes· que heredan las instituciones· de Benefieenc:icr, lnatruc-
ci6n y Obras Públicas, los bienes que se trasmiten .en· razón de :une sucesión,
si el instituyente los hubiera adquirido, a su wz, por herencia, dentro de loe.
cinco años anteriores a su fallecimiento. : y h~i~a abonado el impuesto de,
sucesión sobre ...ellos-; y que para evitar ltt evasi6n del impuesto medicmte -ICz
coDStitueión de sodecktdea anónimas o comanditarias por aedoaea, las Leyes
Nos. 8548de 17 de Junio de 1937 y 8872, de 30 de Mano de 1939. prohiben
que esta clase -de sociedades tengan accione& al portador (debiendo .por COD·
siquiente ser nomincrtiYas) cuando el 50% o más del capital autorizado se c:ons.
tituya en bienes aportados por una sola persona o miembroa de la misma fcr•.
rnilia que sean en~.aí cónyuqes o parientes en linea recta.

B).-Loa imp\&eatos a la reata: o a las utilidades,. son impuestos personales que


<Jl'avan al individuo de acuerdo con su bienestar eeoi\Ómico, seqún Jo aeredi·
tan las rentas netas anuales de que dispone.
Están sujetos en la aetualidaQ. a la Ley N9 7904 de 19 de Mano de 1935
y e numerosas leyes modificatorias de .las cuales las más importantes soa
las siguientes: ,

N9 9103 de 11 de Mayo de 1940


N~ 9114 .. 22 •• Mayo •• 1940
N9 9245 ., 2 , Enero ,. 1941
N9 9703 ,. 24 , Diciembre *' 1942
~ 9709 .. 28 •• Diciembre , 1942
N9 10168 , 12 ,, Enero ., 1945
N9 10398 ., 23 , Febrero , ,., -1946
N9 10416 , 28 , Febrero ., 1946
N9 10753 , 26 ,. Diciembre , 1946
N9 10796 ,. 28 ., Febrero ,. 1947
N9 10813 ., 1 .. Marzo •• 1947
!f9· 11051 ., 15 ., Julio ., 1949
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU GS

Además existen los respectivos reglamentos y jurisprudencia administra·


'tiva sobre casos especiales.

Los impuestos a la renta son los siguientes:

a) el impuesto de patentes;
b) el impuesto aJa renta del capital movible;
e) el impuesto a las utilidades;
d) el impuesto a las sobre-utilidades;
e) el impuesto de predios;
f) el impuesto a los sueldos; y
g) el impuesto complementario sobre la renta.

'G) El impuesto d., patentes~ se cobra anualmente de aeuerdo con el Art. 104
?-e la L~y 7904, ~~mo una lic:encia anual ~e se otorga para el ejercicio d& una
mdu~a, p~fes10n o negoc1o. La acotacion no puede exceder de SI. 5,000.00
al ano, segun la Ley N9 9245 y se calcula de acuerdo con el capital y capaci·
dad de. cada negocio. La cobranza se hace por trimestres, contra presentación
del rec1bo.

b) El impuesto sobre la renta. del capital movible grava toda renta emanada
<le operaciones de crédito que perciba cualquier persona individual o colee.
tiva de la República o fuera de ella.

Las principales rentas afectas a este impuesto son las siguientes:

1).-Los intereses provenientes de capitales dados a mutuo;


II).-Los intereses de capitales empleados en obligaciones emitidas por
'Corporaciones municipales o empresas particulares, como son los bonos, e&.
-dulas y otras semejantes;
ill).-La renta proveniente de capitales impuestos a interés en los Ban•
cos, con excepción de las obligaciones expresamente exoneradas de este im-
puesto conforme a ·leyes especiales;
IV).-Los saldos de intereses provenientes de capitales impuestos en
cuenta corriente, con excepción de las. imposiciones de ahorros;
V).-Los intereses que se originen por la parte de precio debida en los
COI'tratos de ventas a plazos;
Vl).-Los intereses que en cualquier forma origine el capital movible
por contrato o por ley;
Vll).-Los provenientes de contratos o convenios en que el deudor se
obliga a devolver cantidad superior a la recibida, debiendo- estimarse el ex-
ceso como intereses.

Este impuesto se halla sujeto a dos tasas acumulativas que sumadas


dan las siguientes escalas:

9% si el crédito no devenga más del 5% anual de interés;


10.1/2% si el crédito devenga más del 5% anual de interés sin pasar
de17%;
~ DERECHO

12% si el crédito devenga más del 7% anual de interés sin pasar


del 9%;
14.1/2% si el crédito devenga más del 9% anual sin pasar del 11% y
19% si el crédito devenga más del ll% anual de interés.

Este impuesto sufre un recargo de l% para contribuir a los fondos Pro-


Desocupados, de acuerdo con el inciso d) del artículo 19 del Decreto-Le.y N9
7103.
Por regla general, salvo algunas excepciones, el impuesto grava al
acreedor.
No están obligados al pago de este impuesto las entidades que lleven
contabilidad con arreglo a ley, siempre que las rentas afectas figuren especí-
ficamente en sus entradas brutas al hacerse el cómputo del impuesto a las
utilidades mencionado más adelante. Tampoco se paga por los bonos de la
Deuda :Pública.
El impuesto se paga en la Caja de Depósitos y Consignaciones, Depar-
tamento de Recaudación, cada trimestre. La demora en el pago ocasiona una
multa que asciende progresivamente con la tardanza y que puede llegar has-
ta el 25% adicional sobre el impuesto que originalmente debió pagarse.

e) El impuesto a las utilidades· se divide en dos categorías, a saber:

!).~Las util~dades que se obtengan en el ejercicio de las profesiones


no comerciales, en general; y
ll).-Las utilidades que produzca el trabajo del hombre, conjuntamente
con el capital, llamadas también utilidades comerciales, agncolas é indus -
triales.

!).-Impuesto a las utilidades profesionales.

Las utilidades obtenidas en el ejercicio de las profesiones liberales o


no comerciales,· están afectas a un impuesto del 6% el cual es computado so-
bre la renta líquida que el profesional ha tenido en el año precedente.

Para obtener la renta líquida imponible se hacen las siguientes deduc-


ciones de los ingresos brutos:

19-Los gastos que demande el ejercicio de la .profesión;

29-S¡. 1,000.00 al mes como mínimo necesario para la existencia del


contribuyente; S!. 500.00 al mes por el cónyuge, si fuese casado; s¡. 200.00.
al mes por cada hijo que esté a su cargo, cantidad que se eleva a s¡. 300.00
por cada hijo si el contribuyente tuviera más de dos hijos y a s¡. 400.00 por
cada hijo si el contribuyente tuviera más de cuatro hijos; y s¡. 100 por ca-
da miembro de familia a su cargo, que también se eleva en 50% si son más
de dos, con los hijos, y se duplican si son más de cuatro, en total.

El saldo que quede después de hechas estas deducciones es la renta


líquida imponible.
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PEBU

Este impuesto. se eleva en 25% para los contribuyentes varones solte·


ros, o viudos, o divorciados, sin hijos mayores de 35 años. Los honorarios
que pasen de s¡. 200.00 al mes pagan un recargo de 1% Pro-Desocupados
por medio de timbres (impuesto indirecto).

ID.-Impuesto a las utilidades comerciales, agrícolas é industriales.

Las utilidades comerciales, agrícolas e industriales, (salvo las del pe-


tróleo y el oro, que tienen un régimen especial) están afectas a un impuesto
sobre su monto líquido, considerándose como monto líquido la diferencia en-
tre la entrada bruta y el importe de los gqstos y desmedros necesarios para
obtener la utilidad.
Para poder determinar esta utilidad, la ley obliga a llevar libros de
contabilidad a todos los que perciban esta clase de utilidades, excepto a los
que exploten predios rústicos cuya renta no pase de s¡. 5,000.00 al año, y
a presentar el balance respectivo a la Superintendencia .de Contribuciones..
antes del 1<? de Abril de cada año.

Este impuesto se paga conforme a la siguiente escala:

De ... -.. . .... . ... s¡. 1,001 a s¡. 10,000.00 7%


La cifra siguiente de .. . 10,001 a , 30,000.00 10%
30,001 a , 50,000.00 12%
50,001 a , 70,000.00 15%
70,001 a , 100,000.00 17%
100,001 para adelante. 20%

Es de advertir que las entidades extranjeras sólo pagan este impuesto.


sobre las utilidades que hayan producido en el Perú; y que las compañías ex-
tranjeras de transporte no pagan, según esta escala, sino una cantidad fija
de acuerdo con su capacidad comparada con la de las entidades similare.s
del país ..
Están exceptuadas del pago del impuesto las explotaciones agrícolas,
mineras, ganaderas, industriales y comerciales cuya renta líquida sea infe-
rior a s¡. 1,000.00 al año.
En las industrias agrícola y minera ·cuyos productos paguen impues-
tos a la exportación se considera el importe de tales impuestos como un pa-
qo a cuenta del impuesto a. las utilidades.
Las utilidades de las sociedades anónimas, de crédito, industriales y
de seguros, están afectas, además, a un recargo adicional del 2% Pro-Des-
ocupados, de acuerdo con el inciso e) del Art. 1<? del Decreto-Ley N9 7103.
El imp':lesto se paga por trimestres, contra presentación del recibo.

d) Impuesto a las sobre-utilidades. Según las leyes 9703 y 10416, las sobre-
utilidades que se obtengan en la industria, la agricultura, la ganaooría, la
minería o el comercio en general, están gravadas con impuesto especial ..
reputándose para ello como sobre-utilidades: ·
va: DERECHO

1).-Las ganancias en la parte que excedan el promedio de las utili·


dades obtenidas en 1938, 1939 y 1940; ó -
ID.-Las ganancias en la parte que excedan del 10% sobre el capital
y demás recursos del negocio, como reservas, ganancias no repartidas y otras
provisiones análogas.

La tc;¡sa del impuesto se cobra, por consiguiente, después de descontar


·tas utilidades normales y su escala es la siguiente:

Hasta. . . . . . . SJ. 50,000.00, ................. 10%


Por el exceso de. 50,000.00, hasta 100,000.00 12%
Por el exceso.de. . 100,000.00, hasta 1'000,000.00 15%
todo lo que exceda de. , 1'000,000.00, . . . . . . . . . . . . . . . . . 20%
Están exoneradas las sobre-utilidades menores de ....... 10%

Los impu~stos a la exportación también se consideran, en el caso de


los mineros y agricultores, como pagados a cuenta del impuesto a las sobre.
~tilidades, en cuanto tales impuestos a la exportación excedan de lo que se
debería haber pagado, de no existir ellos, como impuesto nonnal a las utili·
dades. Si el impuesto de la exportación excede a estos impuestos, no es rein·
1eqrable, sin embargo, la diferencia •

.e) El Impuesto de Predios, es una contribución que grava con el 7% la renta


Jíquida anual que produzcan los predios rústicos y urbanos.
Se entiende por predio rústico: la heredad que aún dentro de las po-
blaciones, estQ: dedicada al uso agrícola, pecuario o forestal, inclusive sus
.construcciones y edificios, aunque éstos total o parcialmente se 'destinen a
vivienda.
Se entiende por predio urbano, el inmueble que está ubicado en lugar.
poblado y se destina a vivienda, o a fines culturales, de industria, comercio,
deportes, recreo o cualesquier otros; y también el edificio que fuera de la
población se destina a vivienda y no a labores campestres. Fonnan, sin em-
bargo, parte del predio urbano, las huertas y jardines que sirven de lugares
de recreo y no de explotación.

Como se ha indicado, el impuesto grava la renta líquida, o sea la di-


ferencia entre la renta bruta del año precedente y los gastos que sean sus-
ceptibles de deducción y que son los siguientes:

!).-En los predios urbanos, el 25% por concepto de vacíos, malas deu-
das, gastos de conservación, administración y seguros;
II)...;_En las casas de vecindad, se puede deducir además ~1 importe de
los árbitrios de alumbrado, serenazgo y baja policía y las pensiones de agua
y luz si las paga el propietario;
TII).-En los predios rústicos, el 10% por concepto de todo gasto.

La renta bruta se determina como sigue:


LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU

1).-Si se trata de un predio arrendado, se considera renta bruta la


'tnerced conductiva de un año; ,
ll}.-Si se trata de un predio urbano utilizado o arrendado por el pro-
pietario, se· considera como renta bruta un porcentaje del valor del predio,
-variable del 4 al 8%, según el criterio del Superintendente de Contribucio-
nes, atendiendo a las circunstancia~ del predio.
liD.-Tratándose de predios rústicos arrendados en que se paga la mer-
ced conductiva con productos, se calcula el precio medio de los productos
en el año precedente; y
IV).-Si el predio rústico no está arrendado se tendrá como renta bru·
ta un porcentaje del 3 al 6% del valor del inmueble.

Por regla general, el impuesto grava al propietario.

La renta proveniente de arrendamiento de inmuebles está afecta ade-


más a un impuesto indirecto de 1% Pro-Desocupados, de acuerdo con el in-
·ciso e) del Art. 19 del Decreto-Ley N9 7103 y se paga por medio de timbres
'que se fijan en los recibos de arrend~iento.

·f)El impuesto a los sueldos grava con el 5% todos los sueldos, salarios, asig-
naciones, emolumentos, primas, comisiones, gratificaciones y remuneraciones,
,que perciba· un individuo por cualquier concepto y. también a las pensiones
-de jubilación, cesantía, montepío y renta vitalicia.

El impuesto grava la renta líquida que se obtiene deduciendo de :la


-entrada bruta de s¡ . 1,000.00 a los solteros; s¡. 500.00 al mes, adicionales, por
la esposa, si es casado; Sj. 200.00 más por cada hijo que sostenga el que
perciba la renta, elevándose a Sj. 300.00 si los hijos son más de dos y a
s¡. 400;00 por cada hijo si son más de cuatro; y s¡. 100.00 por cada miem-
bro de familia (padres o hermanos, tíos, etc.) a su cargo, que también se ele-
va en 50% si son más de dos y se duplica si son más de cuatro, sumados
·a los hijos.
El patrón o quien paga la renta debe retener el monto del impuesto,
.antes de hacer el pago de la renta, y remitirlo al Fisco.
También están gravados los sueldos y salarios con un impuesto indi-
.recto de 1% Pro-Desocupados, de acuerdo con el inciso i) del Art . 1Q del De-
creto-Ley N9 7103, que se paga por medio de timbres fijados en los recibos
·correspondientes.
q) Impuesto complementario. Además, de los impuestos a la renta mencio--
nados en los incisos a), b), e), d), e) y f), Qlcimados impuestos cedulares), to-
dos los contribuyentes individuales (personas naturales) deben pagar un im-
puesto adicional sobre las mismas rentas, lla~ado complementario.

Este impuesto complementario puede ser de dos clases:

1).-De tasa progresiva; y


m.-De tasa fija.
70 DE JfE C H O

J).-lmpuesto complementario de tasa progresiva.


Grava la suma de todas 1as rentas que, por cualquier· concepto, percl...
ha un individuo, excepción hecha de las rentas que, específicamente están
afectas· ci la tasa fija del mismo impuesto complementario .

.Este i.nipuesto progresivo se aplica a la renta líquida de cada persa~


na individual, conforme a la siguiente escala:

Hasta. s¡. 10,000.00 de renta líquida O


La parte comprendida entre. s¡. 10,000.00 y S\. 15,000.00 2%
, 15,000.00 y , 20,000.00 3%
20,000.00 y " 25,000.00 4%
25,000.00 y " 30,000.00 5%
30,000.00 y " 35,000.00 7cro
35,000.00 y ,, 40,000.00 11%
40,000.00 y ,, 50,000.00 13%
50,000.00 y 60,000.00 16%
60,000.00 y 70,000.00 20%
"
, , , "
70,000.00 y , 100,000.00 25%
Por el exceso sobre. s¡. 100,000.00 .............. 30%

También rige respecto· de este impuesto, el recargo d~ 25% para los


contribuyentes varones solteros, o viudos o divorciados sin hijos, mayores
de 35 años.
Para aplicar este impuesto se toma como base la renta del año prece-
dente y -se considera como personas individuales no sólo a las personas fí.
sicas sino también a los Conventos, a las Testamentarías indivisas 'Y a la
sociedad conyugal. El impuesto se paga por trimestres, contra presentación.
· del recibo.
m.-Impuesto complementario de tasa fija.
Además de pagar los impuestos cedulares, están gravadas con im-.
puesto complementario de tasa fija, las siguientes rentas:

a) Con el 7% los intereses de bonos al portador;


b) Con el 14% los intereses de acciones al portador;
e) Con el 12% las utilidades líquidas que obtengan en el Perú las.
personas individuales establecidas en el extranjero;
d} Con el 12% la renta proveniente de intereses de operaciones de
crédito, de predios rústicos y urbanos, de utilidades de profesiones
no comerciales y de remuneración de servicios personales, que ob-
tengan en el Perú las personas individuales residentes en el extran-
jero, o sea, que no hayan permanecido en el Perú seis meses inin-
terrumpidos cada año; y
e) Con el 12% los intereses abonados por una empresa a su filial en
. el extranjero.
71

Ademáf;, existe un impuesto adicional de 1% Pro-Desocupados sobre


lc;u;. rentas de. las acciones.~ pQrtador, de aeuerdo con el .Decreto-Ley W.
7103. .. . . .
Están exceptuados de estOf!S impuestos~ excepto los Pro-Desocupados.
los intereses de los bonos de la deuda pública del Estado, según Ley 10770 ·
de 3 de Febrero de 1947.

Reglas generales. -Para los efectos de 1~ acotación de los impuestos a la


renta, todos los contribuyentes deben fonnular anualmente, a principios del
año, las declaraciones de las rentas que percil:;>en, tomando como base las
del año anterior. Los patrones deben declarar tanibién cuáles son los suel·
dos u . honorarios que abonan. El Superintendente de Contribuciones. está
facultado para hacer toda clase de investigaci~nes Y. para exigir la presen-
tación de toda clase ele pruebas.

Para el mejor control de los contribuyentes, la ley establece una serie


Ele· formalidades para abrir y llevar los libros de contabilidad que, en todo
caso, deben ser legalizados por la Superintendencia de Contribuciones y
por un Juez de Primera Instancia.
El contribuyente puede reclamar de cualquier resolución del Superin-
tendente de Contribuciones, si se equivoca o excede al fijar un impuesto, an-
te el Consejo Superior de Contribuciones; y si no se cozúonna con la reso-
lución de éste, puede recurrir al Poder Judicial, acompañando el recibo que
se haya pagado en el último trimestre.
La .ley establece seve:císimas penas para quien trate de burlarla.
El impueS'to sobre la renta prescribe a los cinco años de la fecha en
que debió ser pagado. ·
De acuerdo con el Art. 98 de la Ley N9 7904, una misma renta no pue-
de ser gravada sino con uno de los impuestos a que se contrae dicha ley.
excepto el impuesto progresivo sobre ·la renta. Cuando la misma renta resul·
te por cualquier razón afecta a más de dos impuestos, salvo el impuesto pro- .
gresivo, sólo se hará efectiva la acotación correspondiente al más elevado.
Si por cualquier motivo se hubiera pagado uno de los impuestos. se
considerará el pago efectuado como hecho a cuenta del más elevado.

C). -La Contribución Minera está fijada por el Código de Minería, promul-
gado _el 2 de Enero de 1900 y asciende a SI. 30.00 al año por cada perte-
nencia denunciada, (una pertenencia es un sólido prismoidal éuya base mide
veinte mil metros cuadrados {200xl00) y en algunos casos excepcionalísimos.
como los del petróleo, bórax, salitre y análogos, 40,000 metros cuadrados. La
falta de pago de varios semestres consecutivos trae como consecuencia la
pérdida de todo derecho a las minas. Hay algunos minerales como el oro,
el hierro, el carbón, el salitre, etc., que están afectos a impuestos distintos.

Esto sin contar los timbres de minería que, de acuerdo con la Lev N9
4642 de 6 de Abril de 1923, deben fijarse en los recibos de contribució~ mi-
nera por el 10% de su monto.
La matrícula de la contribución minera está constituída por un libro
que se denomina "El Padrón General de Minas" y que s.e imprime y circula
72 DERECHO

cada semestre. En él se enumeran las propiedades mineras por distritos mi·


neros y se consigna en cada uno de ellos el nombre de la mina, su propia.
tario, número de pertenencias y contribución que debe pagar. El Padrón tie.
ne una sección especial llamada "Alcance del Padrón General de Minas",
en el que figuran todas las minas que por haber cdducado la concesión. por
falta de pago del impuesto, han vuelto al poder del Estado y son denuncia-
bles por cualquiera que lo solicite.
El oro, según la Ley 7601, de 18 de Octubre de 1932, está sujeto a dos
clases de impuesto: el cánon superficial y la regalía.
El cánon superficial, en las concesiones de exploración es de Sj. 0.10
por hectárea por los dos primeros años; s¡. 0.30 por hectárea en el tercer año;
Sj. 0.40 en el 49; y Sj. 0.50 en el 59 año; y en las concesiones de explotación
es de s¡. 0.25 semestrales por !hectárea en los yacimientos aluviales y s¡.
0.50 en los filonianos.
La regalía asciende al 5% del oro fino recuperado, en el estado natu-
ral, y al 4% del contenido en productos de concentración, cianuración o de
otros tratamientos distintos al simple lavado o fusión, y es cobrada por el
Banco Central de Reserva del Perú.
El petróleo, según las leyes Nos. 4452 de 2 de Enero de 1922 y 8527
de 15 de Abril de 1937, está sujeto a impuestos diversos según provenga de
la Cqsta y de la Sierra o de la Montaña (Selva) .1
Para el petróleo de la Costa y de la Sierra existen dos clases de im-
puestos: el cánon superficial y la regalía o cánon de producción.
El cánon superficiaL en las concesiones de exploración. en la Costa
es de un sol por pertenencia, en la Sierra, cuarenta centavos, y en la Mon-
taña, veinte centavos.
. El cánon superficial en las concesiones de explotación es de s¡. 10.00
por pertenencia al año en la Costa y en la Sierra, mientras no se extraiga
petróleo y de s¡. 2.00 en la montaña, en e~ mismo caso.

El mismo cánon superficial cuando ya se extraiga petróleo se riqe1 pa-


ra la Costa y Sierra, por la siguiente escala:

Cuando se produzca una tonelada por pertenencia. s¡. s.oo


, dos toneladas por pertenencia . , 8.00
tres , 7.00
cuatro
cinco
. Ir
"
11 6.00
, 5.00
,. seis .. 4.00
siete , 3.00
ocho .. 2.00
*'
,. .. nueve ..
diez o más
, 1.00
, 0.50

La condición anterior no significa que se produzca las mencionaoos


toneladas en cada una de las pertenencias, sino que, divididas las produc·
clones totales por el número de aquellas, se obtenga las cifras mínimas indi-
cadas.
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU 73

El mismo cánon superficial en la Montaña, cuando ya se extraiga pe-


tróleo, se paga confonne a la siguiente escala:

Cuando la producción sea menor o iguql a 5 tonela-


das por pertenencia. . . . . . ~ . . . . . . . . . . . . . .. S!. 1.50
Cuando sea mayor que cinco y menor o igual a 10
toneladas por pertenencia. . . . . . . . . . . . . . . . .. " l. 00
Cuando sea mayor de diez y menor o igual que 15
toneladas por pertenencia. . . . . . . . . . . . . . . . .. " 0.50
Cuando sea mayor de 15 y menor o igual que 20 to--
neladas por pertenencia. . . . . . . . . . . . . . . . . .. " 0.25
Cuando sea superior a 20 toneladas por pertenencia ... ,, 0.10

Los recibos de cánon superficial de todos los yacimientos petrolíferos


llevan además un recargo de 1O% en timbres según la Ley N<? 4928 de 8 de
Febrero de 1924.

La reqalía o cánon de producción en las concesiones de· explotación


y exploración es en la Costa, cuando menos el 10% del petróleo bruto que
se extraiga de los pozos si los yacimientos distan hasta 150 km. de la orilla
del mar; y deiS% mínimun, en tod~.los demás casos. Se entrega a elección
del Estado en dinero, en produdto bruto o en productos de beneficio, tomán-
do como precio de éstos el precio medio de venta en Lima en el semestre
anterior a aquel en que deba efectuarse el pago.
La reqalía o cánon de producción en las concesiones de exploración
o de explotación es en la ,Montaña, del 2% del petróleo crudo que se extrai·
ga de los pozos o su equivalente en dinero, a elección del Gobierno, durante
15 años, a partir del 15 de Abril de 1937 y de 4% o su equivalente en di-
nero durante los 1O años siguientes, garantizándose la .inalterabilidad de es-
tos impuestos por un plazo de 25 años y siendo entendido que ·el precio se
regulará, para el cobro del impuesto sobre la base de un petróleo de calidad
similar deduciéndose el flete que implicaría su transporte desde el punto de
embarque fluvial al mercado de venta que se elija como referencia.
Toda la respectiva legislación es en este IIW)mento materia de revisión.

D) La contribución a la fuerza hidráulica. fué establecida por la L.ey N<? 4391


de 26 de Octubre de 1921 . De acuerdo con ella, el aprovechamiento como
fuerza motriz de la energía de las aguas que existen en el territorio de la
República, sean del dominio público, municipal o privado, está sujeto a una
contribución anual por caballo de 75 kilogrametros, con arreglo a la siguien-
1e escala:

De 51 a 200 caballos s¡.o.5o


201 , 500 , 0.80
501 , 1000 1.20
1001 2000 ," 1.50
.
11
"
, 2001 , 4000 1.80
., 4001 , 8000 " , 2.00
, 8001 para arriba .... , 2.30
DERECHO

Las concesiones que representan una fuerza menor de SOHP y las que
se otorguen a los Municipios,· están' exoneradas del impuesto.
La falta de pago del impuesto ocasiona la pérdida de la concesión.
Además de lo expuesto, los .concesionarios de aguas deben pagar Sj. l. 00
al año por cada hectólitro de agua por segundo que se les haya adjudicado
o se las adjudique.
E) La contribución de terrenos de Montaña (Selva). Ha sido fijada por la Ley
N9 5871 de 28 de Octubre de 1927. De acuerdo con ella pueden denunciarse
terrenos dé. Montaña ante el Supremo Gobierno y éste conceder su explotación
hasta 50,000 hectáreas, pagándose un. impuesto de cinco centavos semestra-
les por hectárea. La concesión caduca si se deja de pagar el cánon por 2
años.
Por la misma ley se autorizó al Gobierno para la construcción de un
camino que partiendo de un punto del litoral, situado entre Eten y Paita, ter-
mine en un río navegable de la Montaña; y de otro que partiendo de la es-
tación de Huambutio en el Ferrocarril del Sur, termine en un punto navega-
ble del Madre de Dios. Estos caminos debían construírse con el producto de
las ventas que el Gobierno hiciera de terrenos de Montaña a precios que fluc-
tuarían entre Sj. 30.00, 25 y 10 por hectárea; y, además, con un impuesto ex-
traordinario que debían pagar los propietarios de inmuebles situados a los
lados del camino, de Sj. 5.00, por hectárea por una vez por cada 1Okilóme-
tros construídos. Los propietarios que se hallen a más de 20 kilómetros de
distancia del camino sufragarán sólo Sj . 2.00 por hectárea por cada diez
kilómetros construídos.

F) El impuesto de rodaje, es el que pagan los propietarios de toda clase de


vehículos, ya sean autobuses, camiones, automóviles, motocicletas, bicicl&-
tas, carretas, carruajes, etc., para que se les permita traficar por las calles
y caminos. El impuesto se paga semestralmente y el contribuyente debe
acreditar el pago ñjando en su vehículo la placa que,. con su numeración
r~spectiva, entrega el Gobierno, en Lima, y los Municipios en Provincias.
El impuesto fluctúa en proporción al valor y peso del vehículo.

G) Impuesto para las Inspecciones ltegionales del Trabaio. De acuerdo


con la Ley N9 7191, de 17 de Junio de 1931, todas las empreSas y obreros
del Peru, deben pagar a prorrata (50% los patrones en proporción al nú-
mero de obreros y .SO% los servidores, distribuíble por cabezas), los gastos
de todas las Inspecciones Regionales del Trabajo del país.

IMPUESTOS INDIRECTOS

Los principales impuestos indirectos en el Perú pueden clasifioarse-


como sigue:

A) Impuestos sobre el consumo;


B) Impuestos a la Importación;
C) Impuestos a la Exportación;
D) Inipuestos a los Contratos y Negocios;
E) Impuestos diversos y locales.
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU 75

A) Impuestos al consumo.-El Fisco cobra estos impuestos permitiendo en


algunos casos la venta del producto por particulares .que son los que pa-
qan el impuesto o se encargan de hacerlo efectivo; y, en otros casos, reser-
vándose la exclusiva para atender directamente o por medio de institucio-
, nes fiscalizadas, determinados productos, que, en tal caso, quedan estanca..
dos o sometidos a un monopolio. ~ • ·
No vamos a hacer· una .larga. explicación de los innumerables impues-
los que rigen sobre esta materia. Los hay generales para todo el país. y
de carácter local.
Los más importantes que afectan los artículos q~e venden los comer.-
ciantes o productores son:
A los alcoholes y bebidas alcohólicas;
a la gasolina; ·
a las joyas y artículos de lujo;
a los explosivos;
al cemento;
al ganado en pié que se vende para los mataderos o a la carne:
a la madera;
al azúcar;
al algodón y su semUla;
al arroz:
a la coca;
al trigo;
a la harina;
al pescado:
a la fruta;
G las bebidas y aquas gaseosas, etc., etc .

.Los artículos sujetos a venta por monopolios del Estado son:

:El guano (Compañía. Administradora del Guano), creada por Léy N9


~069 de 27 de Enero de 1919); ,
Los cigcnms y cigarrillos <Estanco del Tabaco). Ley de 22 de Febrero
de 1904;
Los fósforos (EstaJtCó de los Fósforos) Ley N9 5085 de 18 de Abril de
1925;
La sal (Estanco de la Sal), Ley de 11 de Enero de 1896; .
El alcohol potable (Caja de Depósitos y Consignaciones, Departamen-
1o de Recaudación), Ley NC? 1276 de 16 de Marzo de 1910 y Ley N9 5304
de 25 de Noviembre de 1925.
Los naipes (Ley NC? 4936 de 30 de Enero Cle 1924);
_ . La coca (el Estanco está en proceso de fundación según Decreto-Ley
N9 . l046 de 13 de Junio de 1949);
Los vinos y licores extranjeros (el Estanco funciona sólo en nombre
csegún Decreto-Ley N9 10981 de 25 de Marzo de 1949);
Los explosivos {en forma limitada según Ley NC? 6657 de 31 de Di··
dembre de 1929).
76 DERECHO

B) ·ImpueStos a la importación. -Están sujetos al arancel de aduanas y a


una serie de leyes que gravan diversos artículos o establecen recargos.

·La mayoría de los artículos que vienen del extranjero está sujeta a
derechos de importación, según una tarüa que fué aprobada según Ley N9
10806 de 3 de Marzo de 1947 y que acaba de ser reformada por el Decreto--
Ley N9 11048 de 19 de Julio de 1949, que comenzó a regir el 31 de Agosto·
de 1949. La mayor parte de los derechos se cobran por unidad y en algu-
nos casos restringidos ad-valorem.

Además existen variados derechos adicionales a la tarifa de importa-


eón, siendo los más importantes los sig~ientes:

6% Ad-valorem a todas las importaciones por derechos consulares


según el Reglamento Consular, la Ley N9 6752 de 14 de Febrero de 1930,
la Ley NC? 9016 de 23 de Noviembre de 1939 y el becreto Supremo de 28
de Febrero de 1941;
2% ad-valorem a todas las importaciones según Ley N9 5072 de 18
de .Marzo de 1925;
2% a las mercaderías que vengan por Correo, según Ley NC? 4107 de
11 de Mayo de 1920;

10% ad-valorem sobre el champagne, vinos, licores y bebidas alco-


hólicas, perfumes, lociones y bombones procedentes del ·extranjero, según
Ley NC? 4480 de 24 de Enero de 1922;
1% a 2% ad-valorem sobre los automóviles;
SJ. 2. por kilo de seda en hilaza o hilado según Ley N9 8379 de 16
de Julio de 1936; •
10% sobre los derechos de los instrumentos de música, según Ley
N9 4910 de 23 de Enero de 1924;
1% Pro-Desocupados, según el Decreto-Ley N<? 7103 de 10 de Abril
de 1931;
1% ad-valorem para el Banco Industrial del Perú, según Ley N<? 7695
·de 30 de Enero de 1933;
2% ad-valorem para la Corporación Peruana del Santa, según Ley N9
10090 de 22 de Diciembre de 1944;
1% ad-valorem a toda la mercadería que ingrese por el puerto der
Callao, según Decreto-Ley 11008, de 2 d~ Mayo de 1949;
Sj. 2. por tonelada de importación por concepto de servicios portua-
rios según Ley NC? 10811 de 3 de Marzo de 1947;
US.. Dol. 2. 70 por tonelada métr.ica de mercadería general que llegue
al Callao, por concepto de servicios portuarios, según Decret<J Supremo de
6 de Marzo de 1942;
US. Dol. l.70 por cada mil pies ingleses de madera, por el mismo,
concepto.
US. Dol. 0.50 por cada tonelada de carbón o trigo, por el mismo,
concepto.
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PEl\U 17

C) Los impuestos a la exportación gravan la mciyoria d~ las materias pfi..~


mas que se producen en el país. Se recaudan por las aduanas.
Existen algunos de carácter general y otros específicos que recaen.-
sobre cada producto en .particular.

a) Impuestos generales a la. exportación.

Los impuestos generales a la exportación de toda clase de productos;


son los siguientes:

1) 1% ad-valorem, pro-desocupados, según el Decreto-Ley NC? 7103 de


10 de Abril de 1931;
ll) 10% adicional sobre el exceso del valor que haya entre el precio
de costo de los productos y su cotización en el mercado, pero úni-
c;:amente cuando ese exceso es superior en 25% al precio de costo.
pero estando exonerados de este recargo, el azúcar, el algodón,
el lino, el cobre, la plata, el petróleo y los hígados de pescado;
lll) US. Dol. 1.60 por tonelada métrica de peso · o volumen, según su
clase, de carga que se exporte por el puerto del Callao:
IV) US. Dol. 0.10 por tonelada métrica de peso de azúcar, carbón, mi-
nerales y pasta de semilla de algodón, que se exporte por lO$
puertos del litoral, con excepción del Callao;
V) US. Dol. 0.15, por tonelada métrica de peso, de cualquier otra car-·
ga que se exporte por los puertos del litoral, con excepción del·
Callao;
VI) US. Dol. 0.05, por tonelada métrica de carga de los buques tan-
ques de petróleo y derivados a granel que se exporten del Perú.

Los impuestos generales a la exportación de minerales, apar-


te de los anteriormente nombrados, según la Ley N<? 9157, de 24
de Julio de 1940, relativa al Banco Minero, son:

1) 2% sobre el oro contenido en minerales, barras, o concentrados


u otros productos metalúrgicos, computado por el precio del me-
tal en Nueva York, el día del embarque;
Il) 2% ad-valorem, sobre los minerales concentrados, barras y pro-
ductos metalúrgicos de vanadio~ tungsteno, molibden<lf mangane-
so, estaño y el gas .o gasolina natural; y
HD 1% ad-valorem, sobre todos los monerales no especificados en el
inciso anterior y el petróleo, derivados y productos líquidos o ga-
ses provenientes de la refinación, que se extraigan y exporten
(respecto del cobre y bismuto este impuesto se considera a cuen~
ta del impuesto específico).

b) Impuestos específicos a la exportación

Los principales impuestos, ·aparte de los que gravan en general todas


las exportaciones, son los siguientes:
Al alqodón.
Lo gravan dos impuestos principales:
1) Según Ley N910797 de 28 de Febrero de 1947, el algodón desmota..
do que se exporte del territorio de la República, paga el 50% so-
bre la diferencia entre el precio real de venta del algodón puesto
en playa y el precio de costo de su producción.
(El precio de costo se ha fijado para 1949. según Resolución
Suprema de 9 de Abril de 1949, en SJ. 180.00 para el algodón Tan-
güis y des¡. 210.00 para el Pima y otras variedades).
11) Según las.Leyes Nos. 7693 de 3 de Noviembre de 1932, NC? 7759 de
9 de Junio de 1933 y la Resolución Suprema de 2 de Julio de 1940,
todo el algodón producido en el Perú desde Lomas hasta el Norte
paga un impuesto a la exportación de US. Dol. 0.30'12 por quintal.

Además paga:

m> Según la Ley N9 8990 de 9 de Octubre de 1939, para la Cámara


Algodonera: 4% cts. por quintal bruto de algodón, vendido a car-
go de los productores; 4V2 cts. por quintal de algodón com¡rado a
cargo de los exportadores y 1 centavo por quintal· de algodón ne-
gociado ,a cargo de los corredores.
IV) Según la misma ley, 10 cts. por quintal de' algodón para la Socie..
dad Nacional Agraria, y de los que se deduce el impuesto que
pagan los productores según el inciso anterior para la Cámara
Algodonera.

·El azúcar.

La gravan dos impuestos principales, a saber:


1) La Ley N9 10398 de 23 de Febrero de 1946 estabelce para la expor-
tación de azúcar un impuesto progresivo y acumulativo, fijando
como base el precio de US. Dol. l. 70 por qumtal de cien libras,
puesto a bordo, para el azúcar granulada de 969 de polarización,
·a partir del cual se cobra sobre cualquier clase de azúcar, inclu·
sive la chancaca, una tasa progresiva, conforme a la siguiente
escala:
20% por el mayor valor que no exceda del 50% del precio
base;
30% para el mayor valor entre el 50% y el 100% del precio
base;
40% cuando exceda del lOO% y hasta ell50%; y
50% sobre todo el exceso.

Se concede al azúcar refinada una tolerancia de US. Dol. 0.50


sobre el precio no gravable, iniciándose a partir de este precio la
aplicación de la escala antes citada.
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU 79

ll) Según la Ley N9 7759 ya citada, y la Resolución Suprema de 2 de


Julio de 1940, debe pagarse un impuesto de US. Dol. 0.021/2 por
quin~al de azúcar, peso neto, que se exporte del país.

A las gomas.

De acuerdo con la Resolución Suprema de 24 de Junio de 1926, las go-


·:mas pagan lo siguiente:
1) 2% ad-valorem sobre aquellas cuyas !,:otizaciones en Liverpool o
Nueva York fluctúen entre 25 y 36 peniques, o entre 50 y 72 cen-
tavos de dólar por libra respectivamente; ·
Il) Cuatro por ciento las que excedan de 36 hasta 48 peniques o las
que excedan de 72 hasta 96 centavos de dólar;
111) Seis por ciento aquellas que excedan de 48 hasta 60 peniques o
que excedan de 96 centavos hasta un dólar veinte centavos;
IV} Un aumento progresivo del impuesto en la misma proporción con-
forme vaya aumentando su cotización.
Las gomas procedentes de las regiones del Madre de Dios,
Purús, Yurúa, Putumayo y Yavarí, pagan los mismos derechos re-
cajados en 50% .

Al lino.

La fibra de lino paga lO% sobre la parte del. precio que supere 28
·centavos americanos por libra puesta en el puerto de embarque, seqún Ley
_N9 9484 de 31 de Diciembre de 1941 .

Al c:ube o barbasco.
Paga 4% ad·valorem según Ley N<? 10749 de 16 de Diciembre de 1946.

A la coca.
Según la Ley N<? 2727, de 20 de Marzo de 1918, la coca está gravada
con el 10% sobre el mayor precio de cotización, en la forma siguiente: la
producida en los departamentos del Cuzco y Ayacucho, a partir del precio
de s¡. 60.00 por quintal español de 100 libras, en el puerto de embarque; y
la producida en los departamentos de La Libertad y Huánuco, desde el pre-
cio de s¡. 20.00 y s¡. 40.00, respectivamente.

A la lema.

Según el Decreto Supremo de 12 de Mayo de 1934, las Leyes N<?


7879 de 26 de Abril de 1934 y N9 8019, de 28 de Febrero de 1935 y
la Resolución Suprema de 2 de Julio de 1940, las distintas lanas que se
exportan del territorio nacional pagan un impuesto de 10% sobre la diferen-
cia entre su cotización puesta a bordo en puerto de embarque y el costo
de producción que se ha fijado en s¡. 35.00 por quintal español, de 100 li-
bras (46 kg.) de lana sUCia y en Sj. 58.00 por el de lana lavada.
80 DERECHO

· Las lanas que se exporten o que se consuman en el país pagan ade-


más un recargo de 2lf2% ad-valorem. según Ley N<? 8598 de 18 de Noviem-
bre de 1937, para la Junta Nacional de la Industria Lanar.

A los cueros.

Los cueros de res frescos o salados y los pergaminos pagan 10% so~
bre su precio puestos a bordo, puerto de embarque, computándose por la
cotización más alta que rija en los mercados de consumo, previa deducción
del flete de mar y demás gastos, según las Leyes Nos. 2727 de 30' de Marzo
de 1918 y 6160 de 2 de Abril de 1928.

A los productos de la pesca.


Conforme a la Ley N<? 9506 de 31 de Diciembre de 1941, la exportación
de los productos de pesca está gravada como sigue:

I) El atún congelado paga un impuesto del 10% sobre la diferencia


entre su costo básico de producción en puerto peruano, que' se fi.
ja en 50 dólares por tonelada corta de 907 kilos 184 gramos, peso
neto y el precio que igual unidad de peso se cotice ·en el merca-
do de los Estados Unidos {costa del Pacífico) menos el importe del
flete y del seguro; .
11) El bonito y el ship-jack cOngelados pagan un impuesto del 10%
sobre la diferencia entre su costo básico de producción, puerto pe-
ruano, que se fija en 40 dólares por tonelada corta de 907 kilos, 184
gramos, peso neto y el precio que por igual lltlidad de peso se co-
tice en el mercado de los Estados Unidos (costa del Pacífico} me-
nos el importe del flete y del seguro;
III) Los hígados 'extraídos, procedentes de la pesca de cualquier espe- ·
cie, pagan un impuesto de exportación fijo de 10 dólares por tone-
lada métrica, peso neto.
Según la Ley N<? 10545 de 16 de Abril de 1946 estos impuestos
gravan a los productos de la pesca en cualquier forma que se ha-
ga su exportación, ya sea congelados, frescos, conservados o sa-
lados; y cualquiera que sea la especie de pesca, además del bo-
nito y ship-jack.

Al oro.
Según las Leyes Nos. 5574 de 11 de Diciembre de 1926; 7833, de 13
de Octubre de 1933-; 7879, de 26 de Abril de 1934; y la Resolución Suprema.
de 30 de Noviembre de 1939, paga lo siguiente:

1) El oro en estado metálico o contenido en barras de otros metales,


5% ad-valorem; ,
11) El oro contenido en minerales en bruto, concentrados, matas, súlfu-
ros, precipitados y demás productos semejantes, 99% del impues-
to mencionado en el inciso anterior, siempre que el producto mine-
ral que lo contenga sea de un precio mayor de t. 12.10.0 por tone--
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU Bl

lada, convertible al tipo de US. Dol. 4.02% por t. y siempre que


la ley del oro contenido en tales minerales exceda de seis gramos
por tonelada métrica.
Está gravado también, según Ley N9 5831, de 2 ·de Mayo de
1927, con s¡. 0.50 kilo.

Al cobre.

Según las Leyes Nos. 5774 de 11 de Diciembre de 1926 y N<? 10798, de


-28 de Febrero de 1947, y el Decreto Supremo de 21 de Marzo de 1948, el
"cobre está gravado como sigue: ·

D Por el cobre en barras US. Dol. 1.25 por tonelada de 2,000 libras
peso bruto, cuando la cotización del cobre electrolítico en Nueva
York alcance a dieciseis centavos de dólar por libra y cuando es-
ta cotización sea mayor se cobrará aderltás 30% sobre ~1 exceso
del precio hasta 17 centavos de dólar y 40% sobre el exceso de
us. Dol. 0.17. • .
II) Por el cobre contenido en los minerales en bruto, concentrados, ma-
tas, súlfuros, precipitados y demás productos semejantes, el 90%
del impuesto que grava el cobre en el estado metálico, siempre
que el producto mineral que lo contenga, sea de un precio de más
de :E. 12 .10 que se reducen a dólares al tipo de US. Dol. 4.02, y %
según Decreto de 21 de Junio de 1940, y a condición, igualmente,
de que su ley de cobre sea superior al 5% .
III) Por el cobre contenido en los concentrados de plomo, la tasa fija-
da por el inciso ID cuando su precio, según las cotizaciones dia-
rias de refinería por cátodos electrolíticos fuera mayor de US. DoL
0.11 y a partir de este valor, se le calcula deduciendo 1.3% del con-
tenido íntegro del cobre según el ensayo húmedo y con rebaja de
7 centavos óro por libra. ·
El cobre está gravado también con cinco centavos por kilo, se-
gún la Ley N9 5831, de 25 de Mayo de 1927.
A la plata.

Según la Ley N9 10414 de 28 de Febrero de 1946, y el Decreto Supre-


mo de 31 de Marzo de 1948, la plata paga medio centavo de dólar por onza
troy de plata cuando el precio de la onza troy cotizada en Nueva York, al-
cance a cincuenta centavos de dólar; y cuando esta cotización sea mayor
paga, además, la siguiente escala:

20% sobre el exceso de precio hasta US. Dol. 0.57; y


30% sobre el exc~so de US. Dol. 0.57.

La Ley N<? 5831 lo grava además con 4 centavos peruanos por kilo.
Como excepción, la plata contenida en los concentrados de zinc, sólo
paga sobre el 50% ·del contenido de plata. después de efectuada una de-
82'

ducción de 5 onzas por tonelada y. según la Ley NC? 5574 de 11 de Diciem-·


bre de, 1926.

Al plomo.

Según las Leyes N9 8536 de 13 de Mayo de 1937 y N9 9704 de 23 de


Diciembre de 1942:· y el Decreto Supremo de 31 de Marzo de 1948, el plomo
paga un dólar por tonelada métrica, cuando el precio de la libra de plomo
refinado cotizado en Nueva York alcance a siete centavos y medio de dólar;
y cuando esa cotización sea mayor se cobra, además: 10% sobre el exceso
de precio hasta US. Dol. 0.093 y 20 sobre el exceso de US. Dol. 0.093.
El impuesto se aplica sobre .el 98% del contenido fino en el caso de
barras o plomos viejos y sobre el 65% en el caso de minerales concentrados
o cualquier otro producto metalúrgico.

Al zinc.

Según las Leyes Nos. 8536 y 9704, antes citadas, las banas, concentra-
dos y minerales de zinc, pagan un dólar por tonelada métrica cuando el
precio de la libra en el mercado de San Luis alcanza a 6 y medio centavos
de dólar y se aplica sobre 90% del contenido fino en el caso 'de barras o
metal viejo, y sobre el 50% de dicho contenido fino si se trata de minerales
concentrado·s o cualquier otro producto metalúrgico. Cuando su cotización es
mayor que la indicada se cobra además 10% sobre el exceso de precio.

Al molibdeno.
Según la Ley NC? 2727 de 20 de Marzo de 1918, está gravado con t.
2. O. OO. por tonelada de mineral o concentrado, cualquiera que sea su ley.

Al tunqsteno.

Según la Ley NC? 2878 de 27 de Noviembre de 1918, está gravad,'O con


E. l. O. 00 por tonelada métrica de mineral o concentrado, cuando la coti-
zación para minerales para impurezas es en Nueva York de US. Dol. 20.00,
por cada 1% de ácido túngstico contenido en la tonelada de 2,000 ·libras: y
sobre el precio indicado, el 10% del mayor valor que adquiera el producto
considerándose para los efectos de este gravamen que todos los minerales
y concentrados tienen una ley del 50% .

Al vanadio .

. Según la Ley N9 8077 de 30 de Marzo de 1935 los minerales y concen-


trados químicos y físicos de vanadio que se exporten, cualquiera que sea
su ley, pagan un impuesto de US. Dol. 1.50 por tonelada de peso neto, cuan-
de el precio del metal en el ferro-vanadio sea de US. Dol. 3.00 por libra o
menos en el mercado de Estados Unidos. Cuando este precio esté compren-
dido entre US. Dol. 3.00 y US. Dol. 4.00, por cada diez centavos de exceso
sobre US. Dol. 3.00 el impuesto por tonelada sube en US. Dol. 0.50, y en
LOS IMPUESTOS VIGEN'mS EN EL PERU

cu<nito pase de US. Dol. 4.00, el recargo es de un dólqr por e<;tda diez cen-
tavos de exceso sobre US. · Dol. 4.00. .
La Ley N9 5831 lo grava además, con un centavo peruano por kilo.

Al bismuto.

Conforme a las Leyes Nos. 9141 de 14 de Junio de 1940 y 9704, ya ci-


tada, el bismuto metálico y el contenido fino. en minerales, concentrados,
aleaciones y productos metalúrgicos de cualquier grado de pureza, paga co-
mo derecho de exportación, cinco centavos de dólar por libra cuando el pre-
cio de la libra de bismuto metálico cotizado en el mercado de Nueva York,
no pasa de un dólar y cuando esta cotización es mayor, se cobra, ademá~
el 10% sobre el exceso de precio.

A los demás minerales.

Según la Ley N9 2187 de 14 de Noviembre de 1915, todos-los minera~


les no especificados anteriormente, eKcepto el azufre, los minerales· de fie·
no y el manganeso, pagan un derecho de exportación de dos y medio pe--
niques por cada cien kilogramos .de peso bruto, y de cinco peniques los
concentrados mecánicos o químicos de cualquier clase.

Al petróleo.

La Ley N9 9485, de 31 de Diciembre de 1941 dispone que el petróleo


crudo y los productos derivados de su refinación, .los obtenidos por aprove-
chamiento de gases naturales o de refinación y ·todos aquellos que por ex·
tracción o beneficio se relacionan con la induWia petrolüera. paguen, el
derecho de exportación computado en la forma siguiente:

1) Para todos los productos líquidos, la tasa es del 33% sobre la co-
tización del petróleo crudo de mayor precio en ·el grupo Mid-Conti-
nent de los Estados Unidos, de una gravedad A. P. I. que repre-
sente para cada productor el promedio de las gravedades de lo-
tes exportqdos por el mismo en el mes anterior;
m Para todos los produc~os sólidos, la tasa es de US. Dol. 1.70.50 por·
tonelada métrica que se exporte.

A los productores de petróleo que, conforme a la Ley N9 4452 entre-


gan al Estado el 10% de regalía, se les deduce del monto de los derechos
de exportación, el importe de dicha reqalía, calculada al precio del crudo
que. sirvió de base para computar el impuesto, menos los derechos de ex-
portación.
Las concesiones petrolíferas de la Montr:rña (Selva) que se rigen par
la Ley N9 8527 de 15 de Abril de 1937, ·están exceptuadas de las tasas de
exportación antes referidas y pagan en cambio US. Dol. 0.50 o dos chelines,
o dos soles oro, a elección del Gobierno, por tonelada métrica de producto,
duxante 15 años, a partir de la fecha de su promulgación, y US. Do l. O. 75
DERECHO

o tres chelines o tres soles oro por tonelada métrica, a elecCión del Gobier..
no, durante los 10 años siguientes.

Al carbón mineral.

Según la Ley N<? 7642 de 3 de Noviembre de 1932, el carbón mineral


nacional paga por derecho de exportación, dos soles por cada tonelada
métrica.

A los productos manufacturados.

Según la Ley N9 2727 de 20 de Marzo de 1918, existen los siguientes


9ravámenes:

A la cocaína: 10% sobre el mayor precio, en la forma siguiente a par-


tir de la cotización de E. 23.10.0, por kilogramo, la producida en el Depar·
tamento de La Libertad; y de E. 37.00.0 la producida en el Departamento de
Huánuco, en sus correspondientes puertos de embarque y según los precios
de cotización en Trujillo y Lima respectivamente.
Al aceite de pepita de algodón, pasta de semilla de algodón. Jabón.
olcoholes y aguardiente de caña, 1O% sobre las utilidades que resulten a
base del precio de costo que se fije oyendo a la Sociedad Nacional Agraria.
D) Los impuestos a los contratos y negocios, son variados. Gravan una
serie de operaciones contractuales o comerciales en las formas más di ver -
sas. Los principales son:

a) La alcabala de enagenaciones;
b) El impuesto a las ganancias en las transferencias de inmuebles;
e) El impuesto de Registro; .
d) El imp_uesto de timbres y papel sellado;
e} Los derechos del Registro de Propiedad y del Archivo Nacional; y
f) El impuesto a los seguros .

.a) La alcabclla de enaqenaciones es un impuesto que grava la tras-


lación de dominio, o sea la enagenación, venta o disposición de
la propiedad, a título oneroso, de toda clase de bienes muebles o
inmuebles. Por la enagenación de bienes inmuebles se paga el
,4% de su valor {en Lima y Calláo es 4. 1/2% en virtud de la Ley
10723 de 26 de Noviembre de 1946); por los muebles el 2%. Está
sujeto a la Ley de 1<? de Noviembre de 1879 y a la Ley N<? 4881 de
9 de Enero de 1924. -La alcabala de enagenaciones de los pre-
dios rústicos y urbanos ha sido elevada en 1% más seqún Decre-
to-Ley N<? 11166 de 16 de Setiembre de 1949.-Por lo general sólo
se cobra el impuesto cuando se otorga el contrato por escritura
pública o legalizando las firmas ante un Notario. Se cobra el im-
puesto cuando se le presenta la minuta de la escritura pública que
va a· otorga.rse o ,el contrato que va a legalizarse. Para estos efec·
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU as

·tos los notarios están obligados a llevar a la Superintendencia de


·Contribuciones, bajo severas penas, todos los d9Cumentos que an-
te ellos van a formalizarse o a elevarse a la calidad de contratos.
La falta de pago del impuesto anula el contrato y puede dar
lugar a una multa del 25% .
Si se compra un bien para otro, es necésario formular la de-
claración respectiva antes de las 24 horas, pues de otro modo de-
berá pagarse nuevamente el impuesto.
Se exonera del pago de alcabala los contratos sobre bienes
radicados en el extranjero, los contratos de venta de minas, las
ventas verificadas por motivo de expropiación forzosa, las ventas
que hqcen los coherederos para dividirse los bienes comunes, y
los pequeños inmuebles vendidos por mensualidades. por el siste-
ma de la Ley de 14 de Noviembre de 1900.

~b) Impuesto a las ganancias en las tranSferencias de inmuebles. -De


acuerdo con la Ley N9 10804 de 19 de Marzo de 1947, están gr~
vados con un impuesto los beneficios no sujetos al impuesto a las
utilidades que. se obtengan por compra-venta, permuta, expropia-
ción, cesión en pago o adjudicación en rezn.ate judicial y en cual-
quier otra forma de transferencia de inmu~bles rústicos o urbanos
a título oneroso.'
El impuesto grava la diferencia entre el precio en que se trans-
fieren los inmuebles y el valor básico de tasación de los mismo.3,
de acuerdo con las disposiciones de la ley.

Las tasas del impuesto san las siguientes:

Por el beneficb:i) que no excede de... . . . . . '. . . . s¡. 10,000.00 7%


Por el exceso sobre Sj. 10,000.00que no pase de. 30,000.00 9%
Por el exceso sobre , 30,000.00 que no pase <le. 50,000.00 10%
Por el exceso sobre , 50,000.00 que.no pase de. 70,000.00 13o/o
Por el exceso sobre .. 70,000.00 que no pase de. , 100,000.00 14o/o
'Todo exceso sobre ~. 100,000.00... . . . . ................. ISo/o

El impuesto lo regula la Superintendencia de Contribuciones


antes de dar pase a la minuta para la escritura de tra~ferencia
del dominio.
No se incluyen los aportes'de inmuebles a sociedades anónimas.
Aun cuando grava las ••ganancias" lo considero como indirec-
to porque afecta sólo al contrato de enagenación y se cobra al mis-
mo tiempo que el impuesto de alcabala de enagenaciones.

e} El impuesto de Registro.-Fué establecido por la Ley de 23.de Ene-


ro de 1896 y aumentado ~n 50% por la Ley Nc;t 10361 de 19 de Ene-
ro de 1946, y grava todos los movimientos de capitales, que se
realic~n por medio de escrituras públicas. Se llo:ma impu~>to' cle
:Registro, porque en virtud'.,de su pago el Estado autoriza que el con-
DERECHO

trato se extienda en el "Registro" del Notario. Con arreglo a la ci...


tada ley, por las escrituras de mutuo o de reconocimiento de deu..
da, redención de censos y capellanías, pacto de abono de mejo..
ras, juanillos, gratificaciones, laudemios, etc., se abona 3/8%so--
bre el capital prestado, reconocido o pagado.
Las escrituras públicas de venta o traspaso de acciones pa..
gan el 3/4% sobre el valor del traspaso; las de renta vitalicia, el
21/2% sobre un capital cuyo rédito al 10% anual sea igual a la
renta concedida. Las escrituras dotales a favor de extraños o pa·
rientes colaterales están afectas a 2%% si se trata de inmueble,
al Y2 si se trata de muebles, y al 3/8% si se trata de dinero.
La constitución de sociedades anónimas rec{uiere el pago de
3/4% sobre el capital suscrito, si es menor que el capital autori-
zado .y de 318% si prefiere pagarse sobre todo el capital autori..
zado aunque no esté totalmente suscrito . En todas las demás so~
ciedades se paga 3/8% sobre el monto del capital.
Es evidente que no puede extenderse ninguna escritura públi"'
ca ni ningún contrato ante notario, sin haber pagado el impue~
to.-El imJ?uesto de Registro ha sido elevado en 30% según el
Decreto Ley N9 11166 de 16 de Setiembre de 1949.

d) El impuesto de timbres ·y papel sellado, es de varias clases. Pue-


de distinguirse el impuesto común de timbres y papel sellado; el
impuesto a las notüicaciones y avisos judiciales; el papel de mul..
tas; y el papel de aduanas. También'puede incluírse en esta cla"'
silicación los timbres Pro-Desocupados a que se ha hecho refe . .
rencia incidentalmente al tratar de los impuestos directos.
La Ley N9 9923 de 25 de Enero de 1944 co1.nplementada por le.
Ley N9 10628 de 16 de Julio de 1946 fija la escala de los timbres
que deben usarse· en los documentos que acrediten diversos actos
contractuales. La· escala para los principales documentos afectos
a timbres es como sigue:
Las letras de cambio, vales, pagarés, y certificados de depó-..
sito: dos por mil. Las prórrogas de los documentos anteriores pa-
gan la mitad del impuesto. -Además cada letra de cambio lleva
s¡. 0.10 adicio:males según Decreto-Ley N9 11166 de 16 de Setiem..
bre de 1949. -Premios, liquidaciones y valor efectivo .de las póli-
zas de seguros: dos por mil.
Cuentas, facturas, pólizas de agentes de cambio y bolsa, pla-
nillas, recibos de cualquier clase y, en general todo documento
que exprese cancelación: uno por mil.
Títulos de acciones de sociedades; cuatro por mil. Estos tim-
bres se fijan en el''talón del título.
Cheques contra bancos locales: cuatro centavos cada uno.
Cheques contra bancos extranjeros: unoc por mil.-Se ha duplica-
do los timbres de los cheques según Decreto-Ley N9 11166 _de 16
de Setiembre de 1949.
LOS IMPUESTOS VIGENTES EN EL PERU 87

Certilicados de depósito en custodia de alliajas y otros valo-


res: cinco soles.
Cartas de crédito: Dos por mil.
Conocimientos: dos por mil más 20 centavos en cada ejemplar.
Libros de contabilidad, cuatro centavos en cada hoja.
Títulos de profesionales, veinte soles.
Legalizaciones: cinco soles.
Copias certificadas que expida la administración pública:
4 soles. Etc., etc.

Los comerciante:s, industriales o contratistas, están obligados


a otorgar, aunque no les sea solicitada,. la correspondientP factu-
ra o recibo por toda venta que verifiquen y a exigirla por la can-
tidad de todo sueldo o jornal que abonen y no aparezca en la pla-
nilla, siempre que el valor de las ventas, sueldo o jornal llegue a
diez soles.
Cada timbre hay que inutilizarlo -poniéndole la fecha de] día
en que se otorga el documento y además la firma o sello del otor-
gante, en forma tal que la inutilización abarque el 'timbre y el do-
cumento, so pena de pagar el impuesto más una multa del dé-
cuplo.
Existe además la Ley N<? 7622 de 30 de Octubre de 1932, am-
pliada por la N<? 10628 ya citada, según la cual, en las letras de
cambio, vales y ·pagarés hay que fijar timbres especiales y ex-
traordinarios, en la siguiente proporción: menos des¡. 100.00, vein-
te centavos; de s¡. 101.00 a s¡. 500.00: s¡. 0.40; de s¡. 501.00 a s¡.
1,000.00: Un sol; de s¡. 1,001.00 a Sj. 5,000.00: dos soles; de s¡.
5,001.00 a s¡. 20,000.00: cuatro soles; de más de s¡. 20~000.00: 10
soles oro.
También nos hemos referido ya a los timbres pro-desocupados,
que se fijan en los recibos de arrendamiento y en los recibos de
honorarios y sueldos, al tratar de los impuestos ditectos, aunque
no fuera ese el lugar propio, pero para conocer mejor cómo está
gravada cada renta.
Por supuesto, que existen muchísimos otros objetos gravados
con timbres. Podemos mencionar así: los certificados para expedir
duplicados de libretas de conscripción militar; los sellos turísticos,
los timbres anti-tuberculosos; los de licencias de armas de fu~go;
los de los clubs cooperativos; los de vendedores ambulantes; los
electorales; los de extranje~ía; los de artículos de tocador, los de
licores; los de pasajes marítimos y aéreos; los de rodaje; los de
brevetes de chofer; las estampillas pro-desocupados, etc., etc.
En cuanto al papel sé~llado, debe usarse en una serie de do-
cumentos que no es el caso mencionar. Conviene saber si que
cualquier contrato o documento privado que signifique un acto con-
tractual debe hacerse en papel sellado de Sj. 0.50 foja; cualquier
recurso que se presente a la administración pública debe formu·
DERECHO

larse en papel sellado de un sol oro pliego; en Jos juicios se usa


papel d~ s¡. 0.50 foja; en los testamentos s¡. 5.00 foja.

e) Derechos del Registro de Propiedad y del Archivo Nacional. Por


solicitar cualqU1er inscripción o cualquier certificado en el Regis-
tro de la Propiedad Mercantil o de la Prenda Agrícola, es necesa-
rio pagar un derechof de acuerdo con una tarifa especial fijada
por la Ley N9 6665, de 30 de Diciembre de 1929 que en promedio
es de uno por mil 'sobre· el capital o valor de la cosa objeto de la
inscripción.
Dél mismo modo, para solicitar o ver cualquier documento en
el Archivo Nacional es necesario pagar derechos de acuerdo con
la Ley N9 6663 de 31 de Diciembre de 1929.

f) El impuesto de seguros. Fué creaqo por la Ley N9 5169 de 19 de


Agosto de 1925 y se sujeta en la actualidad a las Leyes Nos. 8914
de 14 de Junio de 1939 y 9796 de 27 de Enero de 1943, según las
cuales están gravadas con el 5% de las utilidades líquidas anua-
les de las compañías de seguros contra incendioS establecidas en
el país y con 1/4% el monto de la cantidad lque, por cualquier
concepto se asegure en el extranjero en los casos en que hubie-
ra podido contratarse el seguro dentro del país. El impuesto es
así de tipo mixto, en parte directo y en parte indireéto.

E) Impuestos ·diversos y locales.-Existen numerosas leyes que crean diver-


sos impuestos para obras o servicios ~licos de carácter local. En ·cada
caso gravan la producción, el consumo o el .movimiento de mercaderías en
determinada región, también los espectáculos públicos y diversas activida·
des imponibles. Su número pasa de 300.

Lima, 19 de Octubre de 1949.


DERECHO. COMPARADO

Las Cortes de Equiqad .. 1

en el sistema de la ''Cotnmon Law ''


.Por el Dr. ALDO ICARDI

En el sistema de la · 'Common Law", las ·Cortes de Equidad


( Courts of Equity) constituían una ·verdadera entidad jurídica, independien-
te en su jurisdicción, ·aun m\lchas veces concurrente con la jurisdicción• de laa
Cortes de Ley (Courts of Law), y completamente autónoma en su jurispru-
dencia y administración.
Para comprender mejor su identidad singular, que dá, en efecto, al
sistema de la "Common Law' · el carácter heterodoxo de tener dos cortes de
primera instancia con jurisdicción sobre el mismo su}eto y los mismos hechos
(aunque diferenciados por la nat~raleza de la acción y su solución) es nece..
sario conocer las fuentes históricas y el carácter del sistema. de la "Common
Law" en sus orígenes y en su desenvolvimiento. 1
La ocupación de las Islas Británicas por los Romanos hasta el s.i-
glo 59 de nuestra era no ha dejado ninguna huella importante, aunque
existen hasta la fecha ciertos restos arquitectónicos. No aparece pues nin-
guna evidencia de que alguna influencia del sistema jurídico Romano
hcya sobrevivido en las Islas .Británicas después de Ja partida de los Ro-
Manos.
La invasión de Inglaterra por los Daneses, conocidos comúnmente con
~1 nombre de Sajones, durante la Edad Media, no ha contribuido de manera
alguna al desarrollo del patrimonio legal de Inglaterra. Además, es curioso
notar que no solamente los Sajones no impusieron su civilización a lnglate·
rra, sino que fueron fácilmente y rápidam·ente absorbidos por las tribus que
habitaban las, Islas, y adquirieron la denominación universalmente conocida
desde entonces de Anglo-Sajones. Se duda mucho de que los Sajones im-
plantaron algún sistema jurídico y si lo tuvieron, éste debe hab~rse perdido
al integrarse al pueblo inglés, porque no hay pruebas de la. adopción de un
sistema de derecho como consecuencia de esa invasión.
Los pueblos que· vivían en Inglaterra hasta la invasión de los Nor-
mandos que culminó con la batalla de Hastings ( 1066), cuando Guillermo
el Normando derrotó a las fuerzas inglesas un.idas bajo la dir~ción de Ha-
raid, fueron organizados en unidades sociales aisladas que no eran mucho,
rr,ás que tribus, y por consiguiepte. su cultura lim-itada y su senc;illo modo d:e
vivir no podrían· dar lugar a normas legales superiores a las que exigía ~u
propia naturaleza.
DERECHO

La invas.ión· Normanda fué destinada a seguir la misma su~rte que la


Invasión Danesa. Aunque constituían un pu~blo fuerte y característico, los
Normandos también fueron absorbidos por los Ingleses. y por eso, se puede
decir que, al final, los conquistadores se transformaron en conquistados. Pero.
esta vez, los invasores llevaron a' las Islas su idioma. y organización política,
los que tuvieron una influencia considerable en la ·historia de lnglate~ra y en
~us instituciones. No se sabe con exactitud si los Normandos usaban un siste~
ma dre derecho basado en el Código de justiniano, pero es cierto que ellos
no llevaron a Inglaterra ni el Código de justiniano, ni otro sistema organiza-
do de. derecho. Por otra parte, teniendo en cuenta sus ideas avanzadas sobre
las instituciones políticas, han estimulado sin dud~ alguna las instituciones
nativas existentes y J:l,u organización social más compleja probablemente· ha
contribuido mucho. al desenvolvimiento de nuevos métod~s legales.
Después de sus triunfos sobre los Anglo-Sajones, los Normandos, en~
cabezados por Guillermo, comenzaron a recoger la cosecha: Inglaterra fué
dividida en porciones entregadas a nobles Normandos bajo una organización
feudal, debiendo todos ellos lealtad al Rey, supremo señor.
Tampoco entonces fué neces.ario un sistema de derecho complejo,
porque, aunque lvs ~eñores feudales fueron vasallos del Rey, fuera de este
homenaje, los señores fueron gobernadores absolutos de sus domíníos.
Sin .embargo, con el impulso de la sociedad renovada, el crecimiento
de ciudades libres, el comercio que ~e desarrolla entre ellas, y la decadencia
gradual del feudalismo, las instituciones jurídicas comenzaron a formarse y
las Cortes Reales que periódicamente se desplazab~n a través del reino ad-
n•inistraban una justica rígida y limitada por las formas de acción permisi-
bles ar~te este tribunal. Por costumbre' y usos estas cortes permitían solamen-
te las acciones de traspaso, trover, replevin y ESSUmpsit. Estas acciones te-
nían solamente por fin la reparación de daños en dinero, y la restitución de
b,\ettes impropiamente detenidos por un tercero. Este Tribunal se conoce con
el nombre de Corte de Ley (Court of Law).
En su posición de Señor Supremo de todo Inglaterra, el Rey fué respon-
s:.,ble de muchos abusos; esto, añ.adido a las dificultades evidentes de un sis-
te:na judicial muy rígido fué la fuente de reclamos contra la Corona que
culminaron en la unión de fuer.zas entre los barones y las ciudades libres de
Inglaterra para obtener grandes concesiones en la famosa Carta Magna
( 121 5) firmadéi por Juan l. Fueron concesiones de individualidad legal y
garantías de procedimientos judic.iales para el pueblo del país.
Las Cortes de Ley ( Courts of Law), como ya hemos dicho, fueron
limitadas en su jurisdicción por formas procesales. Esto ha dado lugar a mu ..
chas s;ituaciones injustas; esto sucedía cua:p.do la sentenc~a ordenaba repa~
rar daños mediante el pago de una suma de dinero, pero que no lo eran
con justicia, o cuando personas fueron detenidas injustamente, o se toma-
ron medidas preventivas por conducta injusta de terceros contra la propie-
dad. Tampoco fueron contempladas dichas resoluciones por las. Cortes de
Ley.
Por ejemplo: si una persona firmaba un contrato para adquirir una
propiedad y el vendedor se negaba a cumplirlo, el único camino que tenía el
comprador era la acción por ruptura de contrato (special assumpsit). una
solución dudosa en cuanto a su finalidad y que dió lugar a abusos de parte
de especuladores. ·
En el campo de las .investigaciones criminales, un inescrupuloso sbe-
riff por razón de venganza personal podía encarcelar a un hombre inocente,
y éste D.o tenía más que esperar la llegada de las cortes :ele circuito que ae
desplazaban lentamente. Mientras tanto la libertad y la vida del inocente
estaban completamente suspendidas. .
Otro caso, el propietario de una finca invadid~ ht:cuentemente por
su vecino, quien lo perjudicaba de esta manera, no tenía más derecho que
el de demandarlo por daños cada vez que se producía la violación. Pero esta
solución no presentaba garantía preventiva,, ni sancionaba esa reincidencia,
y, más bien, ponía al dueño de la finca en la situación desagradable de te..
ner que presentarse continuamente ante los tribunales.
Para resolver estos problemas y otros provocados también por la ri~
gide~ de las Cortes de Ley, el inglés de los siglos 1 4 y 1 5 no tenía institu~
ciones jurídicas a las cuales podía pedir justicia; entonces, el ciudadano~
agraviad e se dirigía al propio Rey en forma ·de .. petición··, la cual fué una
de las concesiones obtenidas del Rey en la Carta Magna, suplicando que el
mismo Rey dispensara justicia y equidad. Al hacerse más numerosas estas
peticiones, por razón de la notoriedad lograda por la eficiencia de esta me~
dida, el Rey delegó su autoridad a sh propio ministro, el Canciller; y él, a su
"Vez, por lo recargado de esta función, delegó su autoridad a subordinados,
·c.,nienes han venido a ser los jueces de las Cortes de Equidad (Courts of
Equ;ity) y de este origen histórico del poder del Canciller en estas materias
.resultó el nombre de Courts of Chance·ry, que se emplea aún hoy en deter~
mmadas jurisdicciones. .
Debe comprenderse que, al principio, esta organización judicial fué
imperfecta y sujeta al abuso de autoridad y discreción; pero es un gran mé~
·rito para la conciencia judicial de los juristas ingleses de las Cortes de Equi-
dad que fueron ellos mismos quienes limitaron su jurisdicdón, y hoy día
entre abogados y juristas. de la "Common Law'' es una definición bien cono-
cida de los poderes de la Corte d.e Equidad la s.iguiente: La Eq~idad fun-
·ciona solamente cuando no existe solución adecuada. en .la ley ( Equity acts
only wher.· there is no adequate remedy at Law). Naturalmente esto no es
completamente cierto, porque no hay casos en los cuales la jurisdicción de
.la Equidad .es concurrente con la jurisd.icción de la Corte de Ley, pero
como principio general este dicho explica bien la función de las Cortes de
Equidad en· la "Common Law··.
Conviene hacer notar que, en general, las Cortes de Equidad nunca
trataron de convertirse en Cortes de Apelación y de anular las decisiones de
las Cortes de Ley, aunque es posible que en el período formativo de su ju-
risdicción podrían ser descubiertos casos aislados en los cuales las Cortes
de Equidad trataron de actuar de esta manera, pero su fin fué lpgrar una so-
lución para casos en los que las Cortes de Ley, -debido a lo limitado de su
jurisdicción, no podían llegar ·a una solución adecuada y equitable.
Como lo hemos visto, en los tres casos mencionados anteriormente,
la parte agraviada podía dirigirse a las Cortes de Ley, pero su solución ante
ellas era en determinados casos inadecuada y ciet;tamente injusta. Las Cor-
tes de Equidad establecieron entonces jurisdicción sobre los mismos hechos
y los mismos sujetos jurídicos, pero con el objeto de atenuar la naturaleza
restrictiva de los fallos de las Cortes de Ley y de esta manera administr~-
ban justicia al súbdito inglés. '
Por c.onsiguiente, las Cortes de Equidad constituyen una solución· más
justa en el primer caso, o ~a él del concepto de la "ejecución · especí·fica..
DE.RECHO

(spedfie performance); dkho concepto, cuando el objeto de un contrato


fuera singular ·de manera que la re~rad6n de d~ños en dinero por la ruP:-
tina del .contrato no podían decretarse con justicia, ya que los valores no-
eran iguales ¡y que el único fallo justo habría sido el cumplimiento del cofl.:.
trato como convenido entre las partes, el decreto obligaba al vendedbr de
la finca a transferir el título de la misma al comprador; así se cumplía la
justicia.
En el segundo caso, las Cortes de Equidad proveyeron a la persona
fnjustamen~e detenida con el W'rit of Habeea Corpus., el cual daba al dele-
nielo el derecho a ser juzgado inmediatamente ante el juez de Equidad, exi-
giendo al Estado la justificación· de la detención de esta peTsona. Si no había
hP-se justa para la detención, la Corte de Equidad decretaba la liberación del
detenido.
El tercer caso fué resuelto por la aplicación de la medida preventiva
llamada injunction. Este decreto es una orden dada por la corte, d.irigida a
una persona, varias personas, o a un ente jurídico y que exige al sujeto ha-
cer o no hacer un acto u actos que son determinados por el juez como injus--
tos o dañosos. En consecuencia, el vecino recalcitrante, que molesta o hace
daños a la finca contigua por tránsito indebido y frecuente es notificado para
qt;te cesen sus actos molestos o dañosos, bajo pena de multa ó detención.
Tal es el fallo judicial sobre el cual existen. muchas controversias en relacio-
nes entre obreros y· patrones en los Etados Unidos. Una de las armas más
poderosas de' los sindicatos obreros es la "guardia huelguista.. (picket line).
Esta guardia se usa para prohibir al menos moralmente. y muchas veces físi-
camente la entrada de otros obreros no huelguistas así como -de clientes del
centro en- huelga , y tiene por consecuencia, paralizar las operaciones del patro-
no causante de la huelga .Para evitar esta coerc.ión por los sindicatos obreros,
los dueños ~e negocios objetos de esa medida han vuelto al uso del injuné-
ti'ón, decretado por la Corte de . Equidad, en el cual la corte ordenaba al
sindicato, sus dirigentes y sus miembros que desistan y disuelvan la guardia
bajo pena de multa y detención. En conse·~uencia, los sindicatos de obreros,
una fuerza potente en la política de los Estados Unidos, anunciaron. pública-
mente por medio de los principios de su organización, llamados planks,
adoptados en las reuniones anuales, que ellos, los sindicatos deseaban la pro•
mulgación de leyes por las legislaturas de los diversos Estados y también por
el gobierno nacional que prohibiesen el uso de la "injundion" por las. Cortes
de Equidad contra las guardias dur-ante una huelga. Efectivamente este deseo
de los sindicatos. de obreros fué cumplido por el .. Norris La Guardia Act'' de
1933 y el ''Wagner Labor Relations Act" die 1935.
Por razón _de la naturaleza de las acciones en las Cortes de Equidad,
que casi siempre se refieren a situacione~ donde no hay cuestiones de
hecho, 3Íno solución de problemas de derecho, este sistema de jurisprudencia
se desenvolvió sin el ~so del jurado. El jurado eo general es la espina dorsal
d~l sistema de la Common Law, usado exten~ivamente tanto en taSO'i civiles
como en casos penales; pero en todos los casos el jurado r-o determina' más
-que los hechos y la aplicación de los derechos queda sin excepción bajo la
jurisdicción del juez. En consecuencia, las Cortes de Equidad, siendo esen-
cialmente ·llamadas para determinar cuestiones de dereeho resuelven el caso
sin jurado.
Ya que las Cortes de Equidad' fueron cortes de primera instancia sus
fallos estuvieron sujetos a revisión por apelación. Estas apelaciones fueron d-
LAS CORTES DE EQUIDAD Y EL SISTEMA DE LA "COMMON LAW"' 93·

rigidas por las cortes superioTes y el tribunal más· alto de In·glaterra. la. Cá..
ntara Alta (House of Lords)·. Resultaba, pues, que estas cortes de apelación
se ocupaban tanto de los litigios en las COrtes de Equidad, como de los casos
provenientes de las Cortes de Ley. Jamás se consideraba a las Cortes de
Equidad capaces de modificar fallos de las Cortes de Ley, representándose
c·:lmo cortes de apelflción de las Cortes de Ley. Las Cortes ·de Equidad
fueron y son hoy día tribunales de primera instancia en un ni~el igual al
de las Cortes, de Ley.
Actualmente las Cortes de Equidad han sido abolidas en algunas ju·
risdicciones, por ejemplo, en el Estado de Nueva York; en otros, el mism&
juez es. un día aceptado como juez d.e Equidad, y otro día·\ como juez de
Ley, ej. Pennsylvania; y en otras jurisdicciones quedan en funciones con un
juzgado y administración separados, esto es en el Estado de Nueva Jersey.
Pero también en las jurisdicciones que ostensiblemente han abolido la iden·
tidad de las Cortes de Equidad, el espectro ya vive porque las acciones y
prc.cedimientos necesarios para cumplir los fallos son indispensables y para
co'nocer éstos es imperativo el estudio y el conocimiento de las fuentes, el
desenvolvimiento y la jurisdicción de las Cortes de Eauidad. De manera
que, hoy día, en las decisiones de la Corte Suprema del estado de Núeva
York los jueces dan opiniones que citan principios de Equidad y se b~san
80bre ellos para fundamentar sus fallos.
Las Cortes de Equidad, por razón de los usos liberales del poder
conferido a ellas por los Cancilleres y los Reyes contribuirán a romper
la rigidez de las Cortes de Ley; en consecuencia el corto númer~ de accio-
nes en las Cortes de Ley, por la presencia de las Cortes de Equidad y el
peligro de perder completamente su jurisdicción, fueroh exte,ndidos de ma-
nua que hoy las Cortes de Ley extienden su jurisdicción sobre· muchos
más casos que los que eran de su competencia en el siglo 15. Sin embar-
go, las Cortes de Equidad no han perdido todos sus poderes originarios y
hoy día existe up balance de poderes respectivos; el período de rivalicJ.ad
ertre Equidad y Ley ha desaparecido . definitivamente hace más. de cien
años.
Por fin resulta que lFt mejor definición de la jurisdicción de las Cor-
tes de Equidad es la que ha dado d~ ellas uno de los primeros Cancilleres
en· Equidad: .. La Equidad obra solamente cuando no existe solución ade-
cuada en la Ley ( Equity acts . or.ly wheri there is no adequate remedy at
Law).
NOTAS Y DOCUMENTOS

La Federación In ter• americana de Abogados y las


Facultades de Derecho de las Repúblicas
Latino-americanas< 1>
POR EL DR. CLAUDE HORACK
·Ex-Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Duke (EE. UU.)

Hace un nño yo consideraba a la Federación lnter-Americana de Abogados como


. a una institución digna y merecedora del aprecio de todos aquellos que ·Se interesaban
en ella, pero después de un viaje de casi un año a través de la América Latina Y de
xelacionarrne con los abogados de las naciones del Derecho Civil, estoy convencido que
la Federación es una de las organizaciones más importantes del mundo y que debe
despertar el mayor inter.és de todos los abogados del Hemisferio Occidental.
Si ustedes creen que un -entendimiento internacional es valio's.o y que todos loa
que habitamos en el Hemisferio Occidental tenemos intereses en común, todo abogado
debe prestar su más cordial apoyo a dicha organización, pues ella nos brinda una de
Jas mejorés oportunidades para la cooperación y mutua comprensión en el mundo
d.e hoy.
Siempre hay personas que consideran a los abogados como un m~l necesario, pero
cuando se presentan las dificultades, particularmente las de carácter internacional, no
.apelamos normalmente al Médico, ni al Ingeniero, ni al Agricultor sino de buen o mal
grado recurrimos a los Abogados para arreglar nuestras diferencias. y dificultades. Por
consiguiente, es de la máxima importancia que los abogados de los distintos paí.ses se
reúnan y lleguen a entenderse entre ellos.
Hace mucho tiempo ·Se decía que la gente que no nos gusta es la gente que no co-
nocemos y esto es particularmente cierto cuando l!le trata de las relaciones entre los
pueblos de los diversos países. En lo que concierne a los abogados la Federación lnter-
Americana de Abogados ofrece una oportunidad sobresaliente para un con~cimiento
mutuo.
Mi VIaJe se realizó de conformidad c~>n una resolución de la Quinta Conferencia
de l" F eder~ción de AbogadGs que tuvo lugar en Lima, Perú, en el otoño, de 194 7,

( 1)-Informe presentado a la VI reunión de la Federación lnteramericana de A-


hogados ( 1949).
LA FEDERACION INTERAMERICANA DE ABOGADOS 95

respecto al intercambio de estudiantes y profesoree entre loa diveraos paíaea repreeen 4

tados en la Federación, y él fué posible, en gran parte, gracia a a una subvención de la


División de Intercambio Internacional de Personas del Departamento de Estado de
los E'!tados Unidos. Hay dos ~rograma.s que contemplan dicho intercambio: La Coll·
vención para el desarrollo de las Relaciones Culturales lnter-Americanaa, comunmen-
te conocida como la Convención de ~renos Aires; y el Smitih-Mundt Act (Ley 402).

En cuanto a los alcances y propósitos de mi viaje, me parece que necesito expli-


carlo. Cuando fuí entrevistado por los periodistaa tuve mucha aprehensión pues con
frecuencia creían estar bien enterados del propósito de mi visita. No era raro
que comenzaran diciéndome que aprobaban en alto grado el propósito de mi visita
que, según entendían, tenía por objeto establecer un solo sistema de derecho para to-
dos los países del Hemisferio Occidental, o averiguar si el sistema de Derecho Civil
era mejor que el Derecho Consuetudinario o viceversa. Pero los abogados y las Fa-
cultades de Derecho fueron sumamente comprensivos y me prestaron todas las faci·
lidades posibles y puedo decir que sin su cordial ayuda mis estudios hubieran sido en-
teramente infructuosos.
Como la mayoría de ustedes sabe, el propósit~ fundamental del viaje fué inves-
tigar los estudios de Derecho en las Repúblicas Latino-Américanas con miras a un
intercambio más libre de certificados o créditos entre las facultades para el estudio
del derecho en un país extranjero y particularmente para estimular el estudio y en-
tendimiento entre las naciones que tienen diferentes sistemas de derecho.

El viaje ae inició de.sde New Orleans, Louisiana, el 24 de junio de 1948 y termi-


nó allí mismo diez meses después, casi todo por vía aérea, excepto algunos pequeños
viajes de índole local. Un médico muy pr~dente me aconsejó no detenerme en Quito,
Ecuador, debido a la altura de la ciudad, así es que solo visité la Universidad de Gua-
yaquil en dicho país. En seguida, proseguí al Perú, a las Facultades de Lima y Arequi-
pa. Debido a la altura, La Paz en Bolivia también fué eliminada de mi itinerario, pero
fuí a Sucre ciudad que encontré bastante alta. En Chile visité las Facultades de San·
tiago y Concepción. En la Argentina fuí a las Facultades de Buenos Aires, La Plata y
Córdoba, siguiendo a Montevideo en el Uruguay y Asunción en el Paraguax!. Sao Paulo
y Río de Janeiro en el Brasil y después, en un largo vuelo, a 1\:aracas, Venezuela._ Bo-
gotá y Medellín en Colombia completaron la parte del viaje de Sud América. Esto
tuvo que hacerse antes del 19 de diciembre pues la mayoría de las Facultades comien-
za sus vacaciones de verano alrededor de dicha fecha. Allí, como en América Cen~
tral y México, las limitaciones del tiempo hicieron necesario omitir un número de im-
portantes facultades.
Después de Sud-América vinieron las Facultades de la ciudad de Guatemala en
Guatemala, y Tegucigalpa, Honduras. Después de Centro América visité ocho Facul-
tades en la Ciudad de México. Guamtju~to, Guadala)ara, Monterrey, Puebla y Mérida,
tres ~n las Islas d~l Caribe en Puerpto Príncipe, Haili; Cuidad Trujillo, Repúl:lica Do~
minicana; y Habana, Cuba.
Esto completó el viaje a la América Latina al. que siguieron visitas a las tres Fa-
cultades aprobadas de Louisiana, a saber: la Louisiana S tate University en Baton Rouge,
la de Loyola y la de Tulane en New Orleans. Estas tres Facultades en la Jurisdicción
estrictamente de Derecho Civil en los Estados Unidos proporcionan buenos ejemplo.s
de la enseñanza del Derecho Civil de acuerdo con el método de estudios de los expe-
dientes ( case-method of study) que prevalece en casi todas las Facultades de Derecho
de los Estados Unidos. En total visité treintisiete Facultades de Derecho Civil en Amé-
rica Latina, preparando informes separados sobre cada una de ellas.
96

Laa facultades en orden de vinta fueron Jae eiguientea:

Ecuador. Uraivereidad de Guayaquil, (Guayaquil).

Perú, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, (Lima).


Pontificia Univeraidad Católica del Perú; (Lima).
Universidad NacAonal de Arequipa, (Arequipa).

Bolivia, Universidad Mayor de San Francisco Javier de Chuquisaca. (Sucre) ..

Chile, Universidad de Chile, (Santiago).


Universidad Católica de Chile, (Santiago).
Universidad de Concepción, (Concepción).

Argentina, Universidad Nacional de Buenos Airea, (Buenos Aires).


Universidad Nacional de la Plata, (La Plata).
Universidad Nacional de Córdoba, (Córdoba).

Uruguay, Universidad de la República, (Montevideo).

Paraguay, Universidad Nacional de_ Asunción, (Asunción).

Brasil, Universidad de Sao Paulo, (Sao Paulo).


Pontificia Universidade Católica de Sao Paulo (Sao Paulo).
Universidad de Brasil, Río de Janeiro, (Río de Janeiro).
Pontificia Universidade · Católica de Río de Janeiro, (Rí~ de Janeiro).
Facultade de Dereito do Río de janeiro, (Río de -janeiro).

Venezuela, Universidad Central de Venezuela, (Caracas).

Colombia, Universidad Nacional de Colombia, (Bogotá).


Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, (Bogotá
Pontificia Universidad Católica Javeriana, (Bogotá).
Universidad Pontificia Bolivariana, ( Medellín).

Guatemala, Universidad de San Carlos de Guatemala, (Ciudad de Guatemala).

Honduras, Universidad de Honduras, ('Tegucigalpa).

México, Universidad Nacional Autónoma de México, (Ciudad de México).


La Escuela Libre de Derecho, (Ciudad de México).
Universidad de Cuanajuato, ( Cuanajuato).
Universidad de Cuadalajara, (Cuadalajara).
Universidad Autónoma de Guadalajara, (Guadalajara).
Universidad de Nueva León, (Monterrey).
Universidad de Puebla, (Puebla).
Universidad de Yucatán, (Mérida).

Haití, Université d'Haiti, (Port-au-Prince).

República Dominicana, Universidad de Santo Domingo, (Ciudad Trujillo).

Cuba, Universidad de la Habana, (Habana).

La Enseñanza del Derecho de acuerdo con el Derecho CiviL-La comparación en-


tre las Facultades de Derecho de la América Latina con las de loa Estados Unidos ea
muy difícil, y uno se ve obligado a escoger entre la descripción de cada facultad o la
generalización que necesariamente tiene . que ser inexacta respecto a ciertas facultades_
LA FEDERACION INTERAMERIC~A DE ABOGADOS 97

Número de Facaltadea.- El número de Facultades -de Derecho no ot actualmente


taa grande como en l'is Estados Unidos en donde hay ciento diez Facultades aprobadaa
:por )a Américan Bar Aasociation y, además, un gran ~úmero de Faculta~• no aproila 4

das. Sin embargo, podría estimarse que su número es mayor qué en los Estados Unidoa
si se toman en relacicSn con el carácter de la población y la riqueza .. per capita" de cier-
-:tos países.
Tipo de Facultacles.-La rígida distinción entre ••full-time" y "part-time" schools
que ·Se hace en los Estados Unidos no existe en los países de . la América Latina don-
dt! prácticamente toda la enseñanza es a base de ··part-time" o sea tiempo parcial por
ahogados dedicado.s a su p'rofesión; y el "full-time" teacher o profesor de carrera que
dedica todo su tiempo a la Facultad en conferencias con los estudiantes o a la inves-
tigación es acsi desconocido. Aún cuando hay algunos casos excepcionales en algunas
Facultades de Derecho Civil, ellas funcionarl a base del sistema de tiempo parcial y el
profesor que le dedica todo su tiempo es un caso especial o inusitado.
Generalmente las principales horas del día quedan libres para otras actividades
tanto para profesores comq para alumnos, de maner~ue pueden dedicarse a otras
labores remunerativas. No es raro que algunas clases se dicten a hora tan tempra-
na como las 7 de la mañana; y como la hora de la comida .sigue la tradición española,
o sea entre las oQho y las diez de la noche, una gran proporción de las clases se dic-
tan en las últimas horas de la tarde o en las primeras horas de la noche:
Tipo de Enaeñanza.-La ·enseñanza se hace en gran parte por el método de la
lección oral excepto en los seminarios y la práctica forense. Esencialmente esto no
difiere del método ·de conferencias que se usaba en los Estados Unidos antes de adop-
tarse el método de 1estudios del expediente { case-method). Sin embargo, como es de
suponer, los. métodos de presentación y dirección de las clases varían ampliamente en-
tre los catedráticos. Todas las Facultades siguen el método formal de conferencias que
rige en las Facultades de Derecho del Continente, parf.cularmente en las de España,
Francia e Italia adonde hasta hace pocos años, muchos estudiantes y profesores iban
para tlevar a cabo estudios especiales o de post-graduados.
Da modo que no es insólito ver a un catedrático que no formule preguntas a un
alumno o que no lea permita formularlas, y que después de su conferencia o clase orai
.entregue a los alumnos copias mimeográficaa o impresas de la clase dictada. Cuando
esto no se hace, algunos alumnos toman notas taquigráficas para entregarlas a los
~ompa'ñeros. En muchas F aeultades ae presta apoyo a esta práctica.
Actualmente se opera un cambio considerable y no solamente los catedráticos incitan
a aua alumnos a formular preguntas, sino qu~ lea proponen además proce·sos hipotéticos,
aun cuando ea raro que se dedique una parte determinada de la clase a este fin. Aun se
dá gran énfasis al sistema de ·la informació~ oral más que al deaarrollo de las facul•
tades de razonamiento del alumno que tanta importancia tiene en ·el método. de estu-
dio del expediente ( case-aethod) . y rara vez se entreaan los problemas o detalles a
loa alumnos para ser estudiados antes de la aiguente clase. Cuando las Facultades tie-
nen seminarios, como en . efecto muchas las tienen, formando parte de su programa de
cursos, las discusiones son activas con las características de preguntas y respuestas que ·
ae ven en las clases en la mayoría de ·las facultfdea de loa Estados Unidos.
Se dá gran énfaaia a la práctica forenae, tanto en tribunales ad hoc o a la prácti-
ca real bajo la dirección de abogados en. ejercicio. En muchos países 1~ ley ha esta-
blecido que un estu-diante que ha completado tres años de estudios de Derecho puedo
actuar como ayudante de un abogado. En dichos casos aus acti:vidades van más allá
que las de un simple escribano en loa Estados Unidos, por ejemplo, y puede desem-
peñar funciones bastante e:a-.teneaa a nombre de au principal. ·
En varios países, hay Oficinas de Asistencia Legal bien organizadas o Clíaicaa

,
·de Ayuda Leaal y se exi¡e que cada estudiante preate aervicioe en ~llae por un pel'io•
98 DERECHO

do de tiempo considerable corno requisito para obtener su grado o tener autorización


para la practica del derecho.
Entre otraa, es notable la del Colegio de Abogado·s de CihJile. No solamente debe todo
abogado pertenecer al Colegio, sino que los derechos que deben pagarse son considera-
bles y que !a mayor parte de estos derechos se destina a este trabajo para dar empleo a un
gran cuerpo de abogados quienes vigilan la labor de loa estudiantes. Alrededor de veint~
mil juicios tuvo a su cargo esta organización el año pasado. No se admite a ningún
estudiante a la práctica del derecho sin pasar por este aprendizaje en forma acepta-
ble, generalmente por seis meses o más hasta haber demostrado debidamente su capaci-
dad para un asunto.
Control de la Enseñanza del Derecho.-La enseñanza del Derecho se halla e1i
gra~ parte bajo el control del Estado en muchos países de la América Latina y el Go-
bierno ejercita en mayor o menor grado un control sobre los nombramientos de los
funcionarios administrativos y a veces sobre los nombramientos de profesores. No es
raro que el Presidente, Gobernador o el Ministro de Educación tengan la facultad de
veto aún cuando los nombramientos los haga directamente el Decano o la Facultad. La
posesión. del cargo es a veces precaria en aquellos países donde algunas veces el Go-
bierno es de origen revolucionario.
Como muchos profesores son también políticos, que tal vez se han pronunciado
en forma vigorosa respecto al gobierno, pueden perder su situación con un cambio de
régimen, mientras que otros que no han tomado parte activa pueden retener sus cáte-
dras indefinidamente. En algunos países los nombramientos son por períodos deter-
minados, vg. uno, dos, tres o cuatro años, y por consiguiente los profesores no tienen
seguridad sobre su nueva designación después de completar su termino. En la ma-
yoría de las facultades los Decanos retienen el cargo por plazos fijos.
Como el número de cate~rático11 de la facultad es por lo general bastante gran-
de, hay comparativamente pocas facultades que ejercitano un control como el que se
acostumbra en los Estados Unidos. Generalmente hay un consejo de la facultad, com-
puesto de un pequeño número de catedráticos que tiene poderes ejecutivos o adminis-
trativos.
Requisitos ele lngreso.-Sobre este punto puede haber un falso concepto debido
al uso de iguales o similares vocablos para distinguir situaciones muy diferentes. Asi
por ejemplo, la palabra .. Colegio" podría ser traducida en los Estados Unidos en el
sentido de lo que un ''college" significa aquí, es decir,' la instrucción que sigue a la pri-
maria. mientras que la escuela prep~ratoria es designada como "colegio" en los paíeea
de la América Latina. Lo mismo pasa con la expresión "Bachelor's Degree" (Grado
de Bachiller) con que en los círculos educativos de los Estados Unidos generalmente se
designa al grado co~cedido después de cuatro años de estudios posteriores al high-school
o escuela preparatoria. Sin embargo, este grado es frecuentemente otorgado en la Amé-
rica Latina a aquellos que han terminado sus estudios de high-school. Por eso no es
extraf,o encontrar a una persona que posee el grado de Bachiller en Derecho sin haber
estado matriculad-o en una F acuitad de Derecho.. Ello significa que ha seguido cursos
preparatorios para ingresar a la Facultad de Derecho.
Tampoco los grados en las escueJas públicas de la América Latina corresponden
necesariamente a los grados concedidos con las mismas designaciones en los Estados
Unidos, desde que los trabajos pre-profesionales pueden estar divididós en forma muy
diferente de la nuestra. Aún cuando hay variantes, en general hay dos o tres años de
preparatoria para la ...instrucción primaria, seguida de seis años de primaria y cuatro
de secundaria. Esta última se halla a veces dividida en tres años de "'high school" y
dos años de instrucción pre-profesional, con cursos separados como preparación para
cada profesión.
LA FEDERACION JNTERAMERICANA DE ABOGADOS 99

Un número de pedagogos de los Estados Unidos que ha estudiado el conte-nido


de loa cursos en varios países Latino~Americanoa ha llegado a la conclusión de que
el grado' de Bachiller otorgado por estas high-schools corre11ponde al freshman (primer
afio) en la mayoría de las' Universidades de los ¡Estados Unidos.
En muchos paíse• particularmente en donde el número de solicitudes. es grande,
los exámenes de ingreso tienen por objeto seleccionar a los mejores estudiantes, mien-
tras que en otros se admite a todos los que han terminado sus curaos preparatorios. Ea
'algunos países los estatutos disponen que todos deben ser admitidos. Sin embargo, Y
probablemente con una sola excepción, la· única instrucción que se exige para el in-
~Zreso a los estudios de derecho es haber completado cinco y a veces seis años de
media.

Plan de Estuclios.-:-AQuÍ debemos hablar solo en términos generales que no re-


presentan con exactitud la situación en cada facultad ni describen cada plan de estu-
dios en detalle. Con muy pocas excepciones el plan de estudios es de cinco años, y
todos los cursos deben haber sido aprobados para poder graduarse. Las clases puede~
comprender entre quince y treinta o treinticinco horas a la semana.
Como los estudiantes vienen directamente de la preparatoria, casi todo el primer
año y por lo general la mayor parte del segundo año se dedican a aquellos cursos que
ce exigen o recomiendan en los Estados Unido·s para el ingreso a una F acuitad de
Derecho, ejemplo·, Ciencia de la Política, Economía, Sociología y materias conexas,
conjuntamente con Introducción a la Ciencia del Derecho Romano, etc., estando el
primer curso de Derecho Civil casi universalmente comprendido en este plan.
Los tres últimos años en las facultades de derecho están generalmente dedica-
dos a cursos estrictamente de dereo'ho, y la atención que se da a la Economía y a
la Ciencia de la Política depende del interés, conocimientos bá11icos y entrenamiento
individual del profesor. En las facultade~ que tienen Seminarios o Institutos dedica-
dos a dichas materias (Economía y Ciencia de la Política) y afiliados a ellas o en lae
que se ofrecen cursos definidos para obtener grados en ellos, la tendencia es a darles
más y a veces. mucho énfasis. En los seminarios los trabajos de investigación y pre·
-paración de tesis están dirigidos principalmente en dicho sentido.
Muy pocos países toman exámenes correspondientes a nuestros exámenes para la
abogacía, en donde todos los estudiantes, cualquiera que ~ea su preparación, deben
someterse a las mismas pruebas. Como generalmente el Estado controla la educación,
las facultades en esos paí-ses· son consideradas como armas del Estado, de allí que el
diploma o certificado de la F acuitad ea la única prueba escolar para la admisión a la
práctica. Las facultades difieren grandemente: 'algunos consideran al estudiante capa-
citado para obtener licencia para la práctica del derecho tan luego ha sido aprobado en
,el número total de cursos, mientra~ que otras toman un examen amplio o· "profet~ional..
sobre todas las materias antes de otorgar el diploma.
Casi todas las facultades exigen una tesis para el grado y gran parte de las labo-
res de .seminario se dedican a este fin, ocurriendo con frecuencia q_ue el estudiante con-
tinúe sus trabajos para la preparación de su tesis 'f>or muchos meses después de haber
aprobado los cursos exigidos.
Los exámenes son casi universalmente orales, tanto para los cursos individuales
como para la colación del grado. El tiempo asignado varía mucho pero generalmente
oscila entre quince y veinte minutos para cada estudiante, pero el examen de la tesis
requiere mayor tiempo.
En algunas facultades se establece un plan regular de estudios para obtener el
grado y la tesis implica una cuidadosa investigación a veces hasta de dos años, mien-
tras que en otras facultades se otorga el grado de Doctor sin otro requisito que la
preparación de u•na tesis. La mayoría de las facultades no otorgan grados avanzados.
lOCi DERECHO

Graci-..-El grado de Bachiller se confiere normalmente, eolo a aquellos que han


<terminado sus estudios preparatorios, de allí que el grado de Bachiller en Derecho
otorgado por mudhas facultades preparatorias no significa que ·Se hayan hecho eatu-
.dios de derecho .sino preparatorios para los estudios de derecho.

A6n cuando algunas facultades confieren el grado de DOCTOR a todos aquellos


que completan el plan regular de estudios, los títulos que generalmente se otorgan
son los de ••Abogado", ~s decir, Lawyer, Attorney-at-Law o Advocate, 0 "Licenciado .. ,
es decir Licenciate in Law. Si se han otorgado los títulos de Licenciado o Doctor estos se
usan univer·salmente delante del nombre de un abogado tal como el título de Doctor
ae usa por las peuona·• de la profesión médica. Cuando se siguen estudios avanzados
el grado que se otorga es el de Doctor en. Derecho, aun cuando una de las facultadee
visitadas que tiene un plan completo para ·'raduarse no confiere grados de doctor de-
bido a. un. antiguo prejuicio contra los qu.e poseen dicho grado.

Representación del Estudiantado.-La representación de los alumnos en la facul-


tad de derecho es característica de la gran mayoría de las facultades de derecho de
la América Latina. Esta represe~tación fluctua entre uno y dos estudiantes hasta una
- proporc10n que va desde una tercera parte hasta alcanzar la mitad del Consejo de la
Facultad o junta Administrativa. En algunas· facultades el grupo de los estudi~ntes tie-
ne mucha influencia y determina en alto grado la política a seguir y la administración
de la institución, mientras que en otras sola representa el punto de vista del estudian·
tado en los asuntos sometidos a la consideración del Consejo de la Facultad. Con fre-
cuencia parece que su influencia es mucho mayor que su número proporcional cie
miembros. Es difícil decir si la política del cogobierno (student representation) es res-
ponsable por las frecuentes huelgas estudiantiles en muchas universidades. Sin embar-
go, la huelga estudiantil es un fen6meno casi desconocido en las facultades de derecho
de los Estados Unidos en donde los estudiantes no tienen participación en el gobierno~
de la institución, pero ~ato puede ser mera coincidencia en vez de constituir la causa
·y efecto.
Hasta donde las reglas de asistencia han sido afectadas por la representación es-
tudiantil es también difícil de determinar. Mientras que la mayoría .de las facultades
establecen ciertos requisitos, desde el SO% hasta· el 80%, con el 70% como el por~
centaje usual, en un número de facultades de derecho la asistencia es voluntaria, de
modo que, con una matr'icula de varios cientos 'de alumnos en un curso partic';Jlar, por
.ejemplo, es posible que, solo diez o doce puedan estar presentes. En la mayoría de los
casos e·sta practica va contra las tradiciones de las Universidades Europeas, pero en
,.algunas es 'el resultado directo de las huelgas de estudiantes, que se basan en los
siguientes razonamientos: si somos aprobados en loa exámtmes, que importa
que estemos o no presentes en clase. Esta lógica estudiantil esta siendo contrarrestada
en dichas facultades ~xigiéndose la asistencia a los seminarios y ciertos curaos deno~
minados de .. practica... El efecto de la falta de asistencia es que muc:;hoa eatuciiantes
-por medio de la matricula obtienen ,el privilegio de ·poder dar exámenes en la época en
que se toman y poder dedicarse a· sus actividades ordinarias estudiando las lecciones
orales o libros de texto qué consideren suficientes para ser aprobados en el. examen
de fin de año o en la fedha stibaiguiente que el reglamento de la facultad permita.

lntereamhio de Estudiafttes.-Desde el punto de vista de las escuelas. de derecho


·.de loa Estados ·Unidos, actualmente no hay nada que impida a una escuela el otorga·
miento de uno, y e~ algunos casos como en el de las escuelas de Louiaiana, hasta dos
años de crédito o' certificados para obtener un grado en Derecho Civil en una facultad
·de derecho. Por supuesto que cada caso particular debe ser aprobado por la facultad
:a lá que .se presenta ·ta solicitud y esta sujeto a sus requisitos y reglamentos.
LA !'EDEBACIOM Dn'EBAMEJUCANA DE ABOGADOS 101

La aituación no e. tan aiftlple en muchoa pa(eea de la Amériu Latina. Cu•ndo


ocurre, como en loa Eatadoa UDidoa, que laa facultades pueden otorgar un aAo aeneral
d. r.rédito (blanket year of c:redit) para el eatudio del Derecho Civil como tal, loa c:ur .. _
.-o• en laa facultado. de Derecho Civil aon practic:amontc fijoe., no aiendo raro que ~n
~lllablecidoa por los miamoa eatatutoa universitario.. coft el requiaito de que no pueden
!levarse cierto• c:unoa mientr-. que loa anteriorea del plan de eatudioa no ~ayan .sido
-cprobadoa.
Aparte de dicha• cliapoaicionee, ea muy difícil determinar ai un cuno dictado en
una Eacuela de Derecho Con-auctudinario ea lo auficientemente aimilar cómo para au...
tituir a un cuno exigido por el Derecho Civil y aer considerado como au equivalente.
Sin embargo, en un número de c:aaoa ciertaa facultaf:lea de la América Latina han ido
bAstante lejos reconociendo lo que han clasificado como curaos ''teóric~a·· eeguido•
en loa EAtado. Uuidoa y han exigido el eatudio con residencia en el peía .olo de c:uraoe
~eferentes a leyes locales y a derecho procesal.
Hay otra aituación que requiere mención especial. Loa estudiantes de derecho
'<le loa Eatadoa Unidoa· que desean estudiar un año o algo por el eatilo en loa países del
'Derecho Civil normalmente no eatán intereaadoa en materiaa estrictamente locales o
que no lea proporcioaen un conocimiento general o panorámico del Derecho Civil.
Dichoa eatudiantea a veces desean escoger un número de curaos para un aiío de eatu ..
dio y harán valer su certificado o crédito en la facultad de derecho de loa Eatadoa
Unidoa en la que esperan obtener aua grados. Dicho propósito puede tropezar con
muchas dificultades el\ varioa países donde todo el plan de estudios ha sido eatableei-
do por el estatuto universitario con la disposición adicional de que no pueden llevarse
ciertos curaos mientras loa anteriores del programa no hayan sido aprobados. Aún
cuando muchaa facultades no tienen disposiciones eapecificaa respecto a eatudiantea
extranjero• de esta clase, practicamente todas tienen la impresión de que debería per~
mitirse que dichos estudiantes se matriculen como estudiantes especiales, otorgándoles
un certificado de asiatencia y de loa gradoa obtenidos, aún cuando fuese necesario indi-
car que dicho certificado o comprobante no tiene fuerza ni efecto en el paía en cuea-
tión, y se expide solamente para informar a la facultad de loa Estados . Unidos de le>
que ee certifica a fin de que puedan darle ··crédito" por dichos estudio• para que pue•
dan completar loa requiaitoa exigidos por la facultad de derecho de loa E•tadoa Unidoa.
Dicha certificación parecería aer auficiente, pues no ea el propósito que el alum--
no reciba un grado de derecho de un país extranjero o que ae le admita a la práctica
en cae país. Si esto último ea lo que se deaea, el problema debe dilucidarae entre el
estudiante y la facultad o pafa reapectivo. Tampoco el otorgamiento de un ••crédito..
en loa Eatadoa Unidos a un estudiante de la América Latina le garantiza la admiaióa
al ejercicio de la ahogada ni tiene otra significación que la que le dé la facultad de
derecho intere.ada.
Intercambio ele Profesores.-Cualquier plan extenso de intercambio de profeao-
res de derecho debe confrontar aeriae dificultades. Una de las menores ea la diferencia
entre el año escolar en laa naciones Sud-Américanaa y en loa Estados Uftidoa. Mientra•
que ert loa Estados Unidos el año académico normalmente se extiende deade la parte
final de Setiembre hasta la primera parte de junio, en Sud-América el año universitario
tf'!rmina entre mediadoa de Noviembre y la época de Navidad, reiniciándose tres mea••
más tarde. Eata diferencia, ain embargo, no sería importante.
Una dificultad bastante seria ea la diferencia que hay entre la situación del profe-
81>r en la América Latina y la del de loa Estados Unidos. En loa Estados Unidott el pro ..
feaor de . derecho, con poca a excepciones, dedica todo ·au tiempo a la enseñanza, lo
que quiere decir que ee profeaor de carrera. Su renta la obtiene casi e:a:cluti•ameat&
de eu pueato como profeaor. Si el cobro de su aueldo se avecina y consigue licencia.
102 DERECHO

no ·se le pr·esentan problemas financieros fuera de sus gastos de VIaJe. Pero como es
notorio las Universidades en Estados Ónidos estan escasas de fondos y la mayoría de
los arreglos sobre ese particular debe ceñirse a los presupuestos de las facultades res•
pectivas ·o financiarse mediante recursos obtenidos de afuera.
El profesor de derecho en la América Latina, en cambio, es un abogado que esen-
cialmente obtiene sus ingresos del ejercicio de la· profesión. El profesorado no cons•
tituye su carrera sino un asunto de prestigio siendo la remuneración en la mayo\;Ía ele
los casos simplemente nominal. Si se tomara seis meses o un año para una visita re-
lacionada con su profesorado sus entradas se reducirían temporalmente y perdería al-
gunos de sus clientes e~ forma permanente. Su sueldo debe ser pagado por la fa-
cultad de donde procede o. por la (acuitad a la que se dirige, como o~ur.riría en el caso
del profesor ele los Estados Unidos que se dirigiese a la América L~tina. Cuando se..
haga el intercambio ele un profesor que dedica todo su tiempo a la enseñanza con uno
que so~o le dedica parte de su tiempo deben !hacerse arreglos financieros especiales
Hay otra desventaja para muchos países debido a la escasez Gk dólares lo que hace
que la vida en los Estados Unidos sea mucho más cara que en su país. Sin duda po-
drán hacerse arreglos financieros adecuados en un número limitado de casos.
Hay aún otra dificultad proveniente de las grandes diferencias entre los dos sis•
temas de derecho lo que hace que realmente pocas materias que se enseñan en la
mayoría de las facultades puedan intercambiarse, por ejemplo Derecho Comparado,
Derecho Internacional Público, y algunas fases del Der.;cho Internacional Privado. En
Medicina el problema es mucho más simple desde que la mayoría de las enfermedades
eon esencialmente las mismas en todo el mundo, mientras que en derecho pueden haber
muy pocos elementos en común y los procedimientos para hacer cumplir el derecho.
pueden .ser enormemente diferentes. De donde se deduce que solo un grupo limitado·
de personas se hallan en situación de ir de un país a otro y conseguir que su especia~
lidad se adapte a los planes regulares de enseñanza.
Otra dificultad es la del idioma. Solo podría utilizar·se a .los profesores que sean
esencialmente bilingues. Aún cuando un profesor de los Estados Unidos puede hacerse
entender en la conversación privada en un país de habla Española o Portuguesa, o vice
versa, ello es muy distinto cuando se trata de dictar· clase a' un grupo de estudiantes que,
aun cuando individualmente sean muy corteses, colectivamente pueden mostrarse im·
pacientes si no entienden .facilmente lo que se esta explicando. .
Estas tres dificu\tades, financiera, de cursos y de idioma, limitan severamente las
posibilidades de intercambio. Ellas no son insuperables, pero debe hacers~les frente
con toda franqueza si ~e quiere llevar a cabo un intercambio de profesores con buen
éxito. Tal vez el primer pa11o en este sentido sería que cada país hiciera una in ves~
tigaci6n cuidadosa de las personas disponibles, es decir, cuantos de los que enseñan
)a materia de que se trata tienen un conocimi~nto suficientemente adecuado del idio•
ma del otr9 país para hablar aceptablemente en público, y cuantos de ellos podrían
aceptar dicho compromiso y dedicarle el tiempo necesario. Finalmente, cuantas fa-
cultades están deseosas de aceptar el int~rcambio de profesores si lás demás dificulta ...
des pudieran eliminarse.

La enseñanza del Derecho Civil en los Estados Unidoa.-En un país tan grande
eomo los Estados Unidos, en donde toda la práctica se relaciona casi enteramente, con
asuntos locales o internos, es difícil conseguir alumnos 9ue estudien Derecho Civil y
aún Derecho Comparado debido a los muchos otros topicos que demanda su atencióR
'Í.nmediatamente al ingresar a la práctica. Es sobre todo en las grandes ciudades de la
costa en donde existe dicho interés. Como quiera que según el plan ele enseñanza vi~
gente el número de cursos que se ofrece es mucho mayor que el que los alumno•
pueden llevar, es difícil inducir a una gran proporci6n de ellos a tomar cursos solo por-
LA FEDERACION. INTERAMElUCANA DE ABOGADOS lo:t

valor cultural. Sin embargo, la creciente práctica internacional está induciendo a mu-
éhas firma·s a apremiar a los estudiantes para que adquieran algún conocimiento Cht
los principios fundamentales del Derecho Civil.
Exceptuando el caso de que el Derecho Civil o el Derecho Comparado se eJ'lH ..
ñen como parte de un plan de estudios avanzados, las excepciones a la regla general
se encuentran en el Estado de Louisiana en el que impera el Código Napoleón, y eJ
Derecho Civil se enseña como parte regular y muy importante de los planes de estu-
dios de las facultades de derecho.
Naturalmente, Louisiana como jurisdicción de Derecho Civil proporciona el mejor
medio de comparación entre los métodos de enseñanza del derecho en los Estados Uni-
dos y los países de América Latina. Sin embargo, la comparación no puede ser exacta
desde que las facultades en Louisiana funcionan en gran parte con profesores que de•
dican igualmente todo su tiempo a los estudios, mientras que las facultades en Amé-·
rica Latina son dirigidas por profesores y alumnos que solo les consagran parte de su
tiempo.
Hay gran diver"idad de métodos entre los catedráticos en las tres facultades ''apro-
badas" de Loui~iana, la Louisiana State University, la Loyola University, y la Tuiane
Univeraity, esencialmente desde el del puro expediente ( pure case), el método del
problema, o la exposición escueta del código. Pero en todos ellos una característica fun-
damental es el estudio de las materias antes del ingreso a la clase y la libertad de dis-
cusión en ella. Cualquiera que sea el método empleado, se dá gran énfasis al desarrollo
de las facultades de razonamiento ~n vez de la mera adquisición de conocimientos, la ca-
pacidad de juzgar y resolver problemas en vez de aprender de memoria las dispo.siciones
del Código o escuchar la exposición del contenido del mismo.
Aún cuando casi todo el mundo en la América Latina demostró gran interés y tal
vez curiosidad en el método del expediente (case method) tal como se estila en los Es-
tados Unidos, sin embargo se expresó en forma general la· opinión de que no era apli·
cable a la enseñanza del Derecho Civil porque ella se basa en el Código, mientras que
el Derecho Consuetudinario se basa en los "precedentes". Desde luego, esta afirma ...
cton reposa en el falso concepto que tenía la mayoría de los que ejercian la profe•
sión cuando el método del estudio de los expedientes ( ca~e method) estaba ~n discu•
sión en los Estados Unidos a principios de 1900, es decir, cuando se decía que el estu-
diante tenía que aprender que cada causa representaba un. principio de derecho o era
una ilustración de dicho principio. Pero el proposito fundamental del método de es-
tudio del expediente (case method) es hacer que el estudiante tenga confianza en si
mismo y tenga independencia de criterio mediante la discusión de la aplicación del de··
reche por ·la Corte, sea que dicha aplicación toe base en los predede~tes o en las disposi•
ciones de los Códigos.
Aún cuando algunos profesores en América Latina se están aproximando en su
.enseñanza a las ideas contenidas en el método del expediente y muchos esti~ulan las
pregunta·s y discusiones en clase,. todavía hay un número conside1:able que sigue los
métodos de las antiguas universidades continentales, dando lecciones formales que
f;ecuentemente se distribuyen a los alumnos sin ninguna participación de estos últi-
mos en la clase. La razón de esta actitud fué sucintamente expresada por un·· pro-
fesor el'l una de las facultades quien a una pregunta formulada por el Rector d~ por
que no fomentaba la participación de los alumnos replicó: "Y o soy profe~or. No soy
maestro de escuela".
Estudiantes de Derecho Extranjeros.-Es interesante saber <JUe los decanos o
catedráticos, sea de las facultades de la América Latina o de las de los Estados Uni-
dos generalmente se quejan de que sus alumnos extranjeros no se han desempeñado
bien. Las facultades de los Estados Unidos se quejan de los estudiantes Latino-Ame•
DBRECHO

ftcanoa, y lu fa.cultacka Latino~Americanae lo hacen de loe eetucliantee de loa EeJadoa


Uaidoa. E.to ea faeilmentc ~mprenaible deade que loa eetudiantea vioaen re.pe~·
trnmente con una base y tradiciones muy diferentes de las del paú en que están ea·
tudiamlo. El a~~Unto del lenguaje ea tarnbiéa un factor muy importante. puea aún
cuando un eetudiante puede hablar el idioma baetante bien. la adquiaic:iéa de un
vocabulario exteftao en general. ati como en una materia determinada l\ecetita tiem•
po y mucha• cota• ae lea p_ueden pasar de.apercibidaa o imperfectamente comprendi~
das antee de llegar a poseer un amplio conocimiento del idioma.
El catedrático, naturalmente, tiende a aplicar rígidamente laa normat de su pro~
pia facultad como laa únicaa norma• correctas. A ninguna facultad se le puede . pedir
que cambie sus reglamento• o que los aplique en forma diferente como lo hace a su•
propios eetudiantes. Pero aún cuando no debe hacerse concesiones por las dificulta-
de• del lenguaje o la necesidad de adaptación a las nuevas condicione•, aia embargo
no serfa pedir mucho que se preste alguna atención especial y personal al eatudiaa . .
•e extranjero para ayudarlo a orientarse en su nuevo ambiente y establecer relacio-
nes con los estudiantes locales quienes se sentirán responaablea de que el compañero
-extranjero ~ familiarice no solo con las personas sino también con parte de su hiato•
t"ia y tradiciones. La actitud de éstos jóvenes cuando regresen a sus propios países
es de la mayor importancia para todos nosotros en las relaciones entre nuestros pue~
blos. Mientras mayor sea el éxito del alumno en sus estudios mayor será su entu~
ai;:umo respecto al país en que ha seguido sus estudios.
El estudiante extranjero preaenta una exigencia y una oportunidad. No es su-
ficiente que meramente tenga oportunidad de estudiar Derecho Consuetudinario o
Deredho Civil, sino que todo lo que se haga por él, por •SU felicidad y el buen éxi~
de sus estudios, por su comprensión de los 'hábit~ y ttadiciones del país, contribuye
a convertirlo en embajador de buena, voluntad y estrechar los lazos de amistad entre
los pueblos del Hemiaferio Occidental.
La gente que no nos gusta ea la gente qúe no conocemos. En ninguna otra par•
te de la obra educativa una pequeña atención individual traerá mayorea recompen-
sa• que en el caso de los estudiantes extranjeros de derecho en cualquier país en que
.-e encuentren.
Estoy profundamente agradecido al Departamento ele Eetado de los Estados Uni.
cloa por haber hecho poeible este estudio. y a aue numeroeoa representantes a travét
de la América Latina que me brindaron con tan buena voluntad su valiosa ayuda
mucho mia allá de lo que su• deberes lea aeftalaba. También deseo hacer extensivo
mi agradecimiento a la Universidad de Duke por la cooperación que " ha servido
prestarme.
No puedo terminar cate informe sin tratar de expresar, aün cuandet mía pala~
bras sean insuficiente·• para hacerlo con toda la belleza y calor con que quisiera, el
gran &Prfcio que aiento por lae ami.stadea que he conqui•tado en laa naciones latino·
Americanas y por loa infatipblea esfuerzoa de los :miembros de la Federación In ter..
Americana de Abogados y otro. abogado• muy ocupados quienes me prestaron aut
plia colaboración en mi labor e hicieron que mi estadía en sus países fuera extrema·
damcnte feli.,; y agradable.
El Congreso Internacional de Derecho Privado
(Roma=l950)

El Consejo del Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado


ha tomado la resolución de organizar en Roma, en el mes de julio 19 5O. un Congreso
internacional que tendrá por fin:

J) ·-Someter al estudio común de los juristas de todos los países cierto nú-
mero de instituciones de derecho privado que han tenido una evolución importante y
al presente ofrecen un marcado carácter de actualidad;
2) Atraer la atención de las mismas personas sobre la obra de la unificación
del derecho privado, especialmente en lo referente a los resultados ya obtenidos, en las
perspectivas y en el método de esta obra.

En el curso del Congreso, al cual ha sido invitada nuestra Facultad, se tratarán


las si~uíentes cuestiones:
1) La misión del jurista en la elaboración de las leyes.
2) El goce y el ejercicio de los derechos civiles con relación a la nacionalidad.
3) La fuerza obligatoria de los contratos y sus modif;eaciones en los derechos
·modernos.
4) El influjo del derecho canónico en la doctrina de los contratos.
5) La noción de "trust" y su,s aplicaciones en los diversos sistemas jurídico..
6) Límites de la libertad co~tractual en la reglamentación de las relaciones ju-
rídicas en materia de trabajo.
7) Las perspectivas y los límites de la unificación del derecho privado.
8) La posibilidad de completar la ley uniforme sobre lás letras de cambio y
los pagarés, unida a la Convención de Ginebra del 7 de Enero de 1930,
teniendo en cuenta las disposiciones del "Bill of Exchange Ac:t" británico y
de la "Negotiable Instrumenta Law" de los Estados Unidos de América.
9) La posibilidad de establecer una reglamentación uniforme sobre la responsabi-
lidad de los transportadores teniendo ·en cuenta los diferentes medios de trans-
porte.
10) El método de la unificación. - Coordinación ele los trabajos de los dife-
rentes organismos internacionales que estudian los problemas del derecho
privado.
146 DERECHO

Los relatores y l.os correlatores serán escogidos por el ConaejQ del Iaatituto.

Además, el Comité de Organización del Congreso recomienda el envio por du·


plicado de las relaciones, comunicaciones o notas sobre las diversas cuestiones inscritas
en el programa. Estos documentos podrán redactarse en castellano.

El texto no deberá superar 20 páginas (o 5000 palabras).

El programa oficial y detallado del Congreso, incluyendo la relación de las fa·


cilidades que serán concedidas a los Congresistas para el viaje y la permanencia en
Roma, así como el reglamento, serán comunicados ulteriormente.

La participación al Congreso está abierta a todos los juristas que se interesan en


1os problemas del derecho privado y en los de la unificación del derecho.

Las adhesiones y las inscripciones se recibirán en el Secretariado del Congreso,


en la sede del Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado, 28 Via.
Panisperna - ROMA.
Las conferencias dictadas en la Sociedad de
Le2islacion Comparada de Lima

Esta Sociedad, creada recientemente como filial de la que existe en París, y que
preside el distinguido jurisconsulto, Doctor José León Barandiarán, antiguo Catedrático
de nuestra Facultad y actualmente Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad
de San Marcos, organizó a fines de Octubre, un interesante ciclo de Conferencias que se
t'ealizaron en el local del Colegio de Abogados de Lima, y cuyo temario nos es grato pu~
hlicar a continuación.

LAS REGLAS DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO EN EL CODIGO CIVIL


PERUANO

Por JOSE LEON BARANDIARAN


1
.Presidente de la Sociedad de Legislación.

19-La razón de la inclusión en el Código Civil de reglas de Derecho lnternacio-


aal Pri~ado. El intercambio de relaciones jurídicas y la copresencia de legislaciones.
La inclusión de tales reglas en las legislaciones extranjeras. Las normas de remisión
·dentro del derecho universal. El problema de las calificaciones. La reserva del or•
-den público.
29-El status y la capacidad. Dilema entre la ley nacional y la del domicilio. Lae
resoluciones rivales dentro de los países europeos ·y americanos. El Código de Mon-
tevideo y el Código de Bustamante. La posición del art. V. del C. .C peruano. La
capacidad ~ontractual y la ley del forum. Las soluciones en el derecho suizo, inglés,
.alemán y francés y en el Restatement of the American law. El art. V. del C. Nacio-
nal en relación a las personas colectivas.
39-Las relaciones familiares y el régimen de bienes del matrimonio. La poeihi-
lidad de domicilios distintos entre personas vinculadas por una relación familiar. El
domicilio· actual y el de origen. La decisión de los Códigos de Montevideo y de Bus-
tamante y en la jurisprudencia suiza.
49-Los derechos reales. Bienes· muebles e inmuebles. El régimen estatuario.
La tesis savigniana. Las reglas en los Códigos de Montevideo y de Bustamante. Mo-
dos de adquisición. Capacidad para adquirir el dominio. La solución en los Códigos
Alemán y Suizo y en el Resta temen t. Los objetos de uso personal. Las. cosas in tran-
aitu.
I)Q_Las obligaciones convencionales, La íi\ltQnQ¡nÍa d~ la V()lun~ad. J.,as .r~s·
108 llERECHO

triccionea en mérito de lu reglaa cogentea. Lae limitaciones en el de.-cño augfo~


ricano. La cuestión de loa cambios de aoberania eatatual y la elección de la ley. Lee
presunciones en cuanto a la ley aplicable. Las recomendaciones a travéa del
derecho .comparado. La lex loci celebratioaia y la lex aolutionia. Recomendacionea
de un pluraliamo ordenativo. El contrato entre auaentea.
69-La obligación legal y la ley }Qcal. Análiaia del art. XIV.
79-Lex auceaaionia. El sistema de la territorialidad absoluta, del estatuto per-
sonal y el mixto (real y p~rsonal). Laa aolticionea en el derecho aoviético, en e) Có·
digo Francéa, en la juriaprudencia anglo-americana, en el tratado de Montevideo, en.
el tratado de La Habana, en los Códigos americanos, alemán, italiano. El problema.
qu·e plantea la meñción de ley personal del art. VIII. Razones en favor de la lex pa·
triae y de la domicilii. La her~ncia vacanté.
89-Laa persona• colectivas. Loa sistemas ideados en cuanto a la ley que rije
la existencia y capacidad de ]as mismas a travea de la legislación comparada. El re-..-
conocimiento de extraterritorialidad de la persona moral extranjera. La limitación en
cuanto a la capacidad de las personas colectivas extranjeras en relación a la situación
de las personas jurídicas nacionales. Loa actos adventicios y loa actos normales en•
relación a la capacidad de la persona colectiva extranjera.
99-l..a forma del acto jurídico. Las reglas locus regit acfum. La concepcion
de loa post-glosadores. La formalidad en relación al país de producción del acto y ar
país de au ejecución. Las soluciones en el Código de Venezuela y el de Bustamante-..
El art. 407 del C. P. C. peruano. El carácter obligatorio b facultativo de la lex· loe-r
actua. Solucionee en las legislaciones modernas. La lex cau.e en lo atinente a la for-
ma del acto. El mandato del art. 1 1 del B. G. G. La calificación de estatuto de efec-
to por el forum. Actos sometidos irrecusablemente al Iocus regit actum. La atribu--
ci6q de loa funcionarios diplomáticos y consulares en orden a las formalidades instru-
mentales.
lO. -Prueba de la ley extranjera. Prueba relativa a la existencia e interpreta-
dón. El principio del eomity y el de la incorporación. La probanza por obra de la$
partes. l!a prueba de oficio. Las soluciones en l'a legislación comparada. Las die-
posiciones en Montevideo y Bustamante. El temperamento adoptado por el art. XI deT
Código Peruano~ (.Qué debe hacerse si no se puede probar la ley que mienla la nor-
ma de conexión)

"EL REGIMEN ECONOMICO DEL MATRIMONIO EN EL DERECHo·


INTERNACIONAL PRIVADO'~

Por JORGE VEGA GARCIA


Catedrático de la Universidad Católica.

SUMARIO: l.-Introducción. 2.""-El régimen de los bienes en Derecho Com•·


parado. J.-EL PROBLEMA DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO. 3 .-De-
terminación de la ley competente. 4.-Una solución errónea: la doctrina de la auto-
nomía. 5.-Su crítica. 6. --Su difusión. 7 .-Correcto planteamiento del problema.
8.-A.-La ley territorial. 9.--B.-La ley del matrimonio. 1o.:__El problema que que-
da en pie. 11.-A.-La ley nacional. 12.-B.-La ley del domicilio. 13.-E.l siste-
..rna del Código Civil. 11.-cAMPO DE APLICACION DE LA LEY DEL MATRIMO-
LAS CONFERENCIAS DICTADAS EN LA SOOEJ)AD D&' tEGISJ:;A.ClON· COMPARADA 109

NIO. 14.-Libertad de las capitulaciones. 1S.--otras materias regidaa por la le-y


del matrimonio. 111.-LIMITACIONES A LA COMPETENCIA DE. LA LEY DEL MA~
1RIMONIO. 16.-Capacidad para otorgar capitulacionea. 17 .-Forma de laa capi-
tulacione.. 18.-Cueetionea de eatatuto real. 19.-Protección del interés de los ter ..
ceroe. IV.-EFECTOS DEL CA~frliO DE LEY PERSONAL SOBRE EL REGI-
MEN DE BIENES. 20.-Tendencias doctrinales. 2 l.-La doctrina del Código Cw-ñ.
V.-CONCLUSIONES.

*
LAS NORMAS DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO EN- EL CODIGO CIVIL-
ITALlANO DE _1942

Por JUUO AYASTA CONZALEZ


Director ele la Remta del Foro.

SUMARIO

Ceneralidadea:

1.-Tratamiento del extranjero.


11. -Ley reguladora del estado y de la capacidad de las personas y de las re~­
ladones de familia.
111. -Ley reguladora de las relaciones personales entre los cónyuges.
IV. -Ley reguladora de las relaciones patrimoniales ~entre los cónyugea.-
V. -Ley reguladora de las relaciones entre padres e hijos.
Vl.-Ley reguladora de la tutela.
VII. -Ley reguladora de la posesión, de la propiedad y de los otros derechos se>·-
bre las cosas.
VIII.---:Ley reguladora de las sucesiones por causa de muerte.
IX. -Ley reguladora de la donación.
X. -Ley relugadora de las obligaciones.
XI. -Ley reguladora de la forma de los actos.
XII . .:;_Ley reguladora del proceso.
XIII. --Eficacia de las leyes penales y de policía.
XIV. -Apátridas.
XV .-Reenvío a otra ley.
XVI. -Límites que derivan del orden públicc;> y de las buenas costumbres--
BIBLIOGRAFIA

El proceso -del Mariscal Petain


por JAIME IRIGOYEN.

EL PROCESO DEL MARISCAL PETAIN, por Jaime lrigoyen.. - Lima. - Tipografía


Peruana. - 222 páginas. - 1948.

Uno de los juicios más sensacionales de los últimos tiempos es, sin duda alguna,
el que la Cuarta República Francesa instauró al- jefe del Estado, Mariscal Henri Philippe
PET AIN, al terminar la segunda guerra mundial.
Jaime lrigoyen, joven y distinguido escritor peruano, que se encontraba en París
durante ese ruidosp proceso, ha publicado recientemente un bien documentado libro
en el cud relata las fases principales de ese "juicio", que ha dado lugar a los más enco-
n-a-clos comentarios. El autor juzga imparcialmente y con altura los argumentos es-
-grimidos en la Corte de París, y llega a la conclusión de que solo la Historia podría
juzgar la actitud del Mariscal Pétain, y "se pregunta, al final, si los acusadores no po·
drían tal vez cambiarse en acusados.
Y no· hay duda que la Historia demostrará -si ya no está ampliamente demos-
trando- que el famoso militar que. en 1 918, salvó a su Patria, la salvó una vez más
en los años luctuosos de 1940, cuando, destruida militarmente. Francia se hallaba a
merced del enemigo. El anciano Mariscal, condenado por el "Tribunal" que lo juz·
gó, fué víctima de su honradez. de su valor y de su gran patriotismo. Había que en-
contrar ·una víctima y, naturalmente, se escogió a quien. volunt~riamente, se entregó
a Francia para responder de su actitud y "para evitar que otros franceses fueran con·
d'enados por haber obedecido las órdenes de su Jefe legítimo ...
No hay que olvidar que el Mariscal Pétain fué llamado de su retiro en '939, para
•a-sumir la dirección de la Embajada en Madrid. cuando. debido a la desastrosa política
seguida por el Frente Popular durante la Guerra Civil. su país se encontraba en difi-
cultades con el Gobierno del General Franco. ·El solo podía restablecer, debido a su
rectitud y a su prestigio, el natural ambiente de cordialidad que tanto sirvió más tar-
·de a Ftancia, que pudo entonces contar con la comprensión y la hidalguía de la gran
·nación hispana.
La guerra fué declarada, siendo el Mariscal absolutamente extraño a ella. F ué nue-
vamente llamado para participar en el Gobierno, cuando las tropas germanas avanza•
han de manera arrolladora por el .suélo francés. Fué el Gobierno constitucional del
Presidente Lebrun quien' solicitó el armisticio. Después, los responsables del desas·
tr~ se ocultaron y no encontraron nada mejor: que protegerse bajo la aureola gloriosa
del anciano militar a quien una Asamblea Nacional temerosa entregó las riendas del
Cobierno. Fueron esos mismos homhres quienes. más tarde, ya lejano el peligro, acu•
--sa-ron e insultaron a quien los salvó de la cólera y de la indignación del pueblo.
EL PROCESO DEL MARISCAL PETAIN 111

Todos los Estados reconocieron, sin vacilación, su Gobierno, desde el Vaticano, el


.má• alto poder del Mundo, hasta . . • la Rusia Comunista.
Durante cuatro años que duró el Calvario de Vichy, el Mariscal Pétain, luchó, sin
tregua, para evitar a los francell«\s mayores daños. Ningún hombre !honrado podrá
negarlo: en, medio de laa peores dificultades, sin contar con muchos. apoyos, el vene~
.rabie anciano devolvió a sus compatriotas la F é y las esperanzas perdidas. Como el
·Capitán no debe abandonar el buque en el momento del peligro, Pétain no quiso huir
del suelo de su Patria y prefirió sufrir con los cuarenta millones de . franceses, para
que los libertadores no hallaran únicamente más tarde ruinas y cementerios.
Los mismos alemanes han reconocido, en varias oportunidac:les, que, lejos de co~
laborar con ellos, el Mariscar··se oponía frecuentemente a los designios del Fuehrer; ya
.sabemos como fué llevado prisionero a Alemania hasta' la caída del nazismo.
Ahora, a los 94 años de edad, encarcelado en una isla del Atlántico frente a la
costa francesa, el Mariscal Phillippe Pétain debe meditar sobre la fragilidad de las co-
sas terres~res y sobre la ingratitud de los hombres. Como ferviente católico pedirá a
Dios que no castigue a sus indignos carceleros y que devuelva a su Patria la gloria
que él le dió y de la que, desgraciadamente, no supo disfrutar.

Jaime lrigoyen merece un .sincero aplauso por su obra. Solo exponiendo los he-
chos y los argumentos del Fiscal y de la Defensa deja ver claramente la rectitud con
1a cual procedió en todo momento el más noble y el más ilustre de los franceses.

J~vier Kiefer-Marchand.

··-
BIBUOTECA DE LA FACULTAD DE DERECHO

TE SI S
presentadas en la F acuitad de Derecho
y Ciencias Políticas de la
Pontificia Universidad Católica del Perú·

DERECHO ADMINISTRATIVO

BELAUNDE TERRY, Francisco.-La administración regional y .los nombramien-·


tos judiciales.-73 págs.-Lima-Perú, l 948.
BRESANI SILV A', Augusto. -El Derecho Administrativo Peruano en materia de
goces pasivos civiles.-80 págs.-Lima-PQrÚ,
CEDANO, Carlos.-La Sección de As~ntos Indígenas y algunos aspectos de su
procedimiento.-67 págs.-Lima-Perú, 1935.
COELLO M., Miguel A.-Estudio de las Leyes sobre jubilación, cesantía y mon-
tepío en el Perú y crítica del Proyecto de Ley sobre creación de la Caja de pensio-
nes.--3 7 págs.-Lima-Perú, 1936.
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MARTINELLI TIZON, César.-La institución audiencia} en América-.57 págs.-
Lima-Perú, 1938.
PUCCINELU, Jorge.-Aspectos jurídicos de la "Recolección de Indias" .-56
págs.-Lima-Perú, 194 7.
PUENTE CANDAMO, José Agustín de la.-Prob)ema jurídico de la Conquista de
América-. 7 7 págs.-Lima,-Perú, 1946.

NOTA: Siendo esta la primera lista de tesis que se publica, es posible que algunas
no figuren en ella. Se agradecería, por lo tanto, a los interesados señalar a la Secre-
taría de la F acuitad cualquier omisión al respecto, que sería subsanada al publicarse-
ulteriormente el "Catálogo de tesis".
BIBLIOTECA DE LA FCULTAD DE DEREQHO

Revistas recibidas en 1949

NACIONALES

ANUARIO DE LEGISLACION PERUANA.-T. XXXIX.-1948.--Lima-Perú.


BOLETJN DE ESTADISTICA PERUANA.-Enero-Marzo: abril-junio; julio-setiembre;
octubre-diciembre.--Nos. 1; 2: .3: 4.-T. IX.-1948.
BOLETIN BIBLIOGRAFICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN
MARCOS.-Julio.-N9 1-2.-Año XXII.-1949.-Lima-Perú.
BOLETIN DEL BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERU.-Mayo.-N9 210.-1949.
REVISTA DE LOS TRIBUNALES.-Nos. 582 hastél 672.-Años 1945: 1946:
1947.-Lima-Perú.
REVISTA DEL FORO.-Enero-Marzo; abril-junio.-Noa. l y 2.-1949.-Lima-Perú.
DERECHO {Organo del Seminario de la Facultad de Derecho de la Universidad CatÓ•
lica) .-Octubre.-N9 1.-1 944.-Abril, Mayo y Junio: Julio, Agosto y Setiembre:
Octubre, Noviembre y Dieiembre.-Nos. 2; 3; 4.-194.5 .-Abril, Mayo y junio y
Julio a Diciembre.-Nos. 5: 6,_.:_1946.-Enero a Diciembre.-N9 7.-1947.-Abrif
a Diciembre.-N9 8 .--1948.-Lima-Perú.
CENSO NACIONAL DE LA POBLACION DE 1940.-Vol. U Departamentos: Lambayeque,
Libertad, Aneash.-Vol. IV. Dtos. Huánueo, Junín.-Vol. V. Otos. Lima, Ciudad
de Lima, Provincia Constitucional eL,¡ ~ll4.o.-Vol. VI. Otos. lea. Huaneavelica,
Ayacueho.·-Vol. VII. Otos. Arequipa, Apurimac, Tacna.-Vol. VIII Dtos. Cuzco,
Puno.-Vol. IX Dtoa. Amazonas, San Martín, Madre de Oios.-Lima-Perú.
REVISTA DE JURISPRUDENCIA PERUANA.-Nos. 2 y 3.-1944.-Nos. 5: 6: 7: 8;
9: 11: 12; 13.-1944.-Nos. 14; IS; 17: 18: 19: 20:' 21: 22: 23.-1945.--Noa.
24-25:28-29 30-31; 32-33; 34-35.-1946.-Nos. 36-31: 38-39; 40-41; 42-43; 44
al 47.-1947.-Nos. 48 49; 50-51; 52-.53.-1948.
REVISTA DE LA LEGISLACION PERUANA.-Nos. 49; SO; 51; 52; 53; 54; 55; 56;
Nos. 73-74: 75-76; 78-84.-1947.-Li63-64; 65-66; 67-68; 69·70; 71-72.-1945.-
57; 58; 59; 60.-1944.-Nos. 61; 62; Lima-Perú.
REVISTA Df. SEGUROS.-Nos. l. 2 y 3.-1937.----Nos. 4: 5: 6: 7; 8; 9: 10: 12:
13; 14; IS.-1938.-Vol. l.-Nos. 16; 17; 18~19-20; 21-22; 23-24: 25-26; 27.-
1939.-Vol. 11.-Nos. 28-29: 30-31; 32-33; 34-35; 36-37: 38-39.-1940.-Vol. 111.
-No.. 4J..=Al: 42-43: 44-45: 46-47; 48-49; 50-51.-1941.-Vol. IV.-Nos.
130 DERECHO

S2-52; 54-S5; 56-57; 58-59; 60-61.--1942.-Vol. V.-Nos. 62-63; 64-6S; 66-67~


-1943.-Voi.-Nos. 68-69; 70-71.-1944.-Vol. VIII.-Nos. 74-75; 76-77.-1945.
Vol. VIII.-Nos. 86: Vol. X.-1947.-N9 97.-VoJ. XI.-1948.-N9 98.-Vol.
XII.- r949.-Lima-Perú.

EXTRANJERAS
Argentina:
REVISTA DE DERECHO PENAL.-Publicación TrimestraL-Año 1: 1943.-Nos. 1;
2; 3 y 4.-Año 11: 1944.-Nos. 1; 2; 3 y 4.-Año 111: 1945.-Nos. 1: 2:·3 Y
4.-Año IV: 1946.-Nos. 1; 2: 3 y 4.-Año V: 1947.-Nos. 1: 2: 3 y 4.-Año
VI: 1948.-Nos. 1; 2; 3 y 4.-Año VII: 1949.-Nos. 1; 2; 3 y 4.-Buenos Aires,
Argentina.
REVISTA DE DERECHO PROCESAL.-Aiio' 1: 1943.-Nos 1: 2; 3 y 4.-Año 11:-
1944.-Nos. 1; 2; 3 y 4.-Año Ul: 1945.-Nos. 1; 2: 3 y 4.-Año IV: 1946.-
Nos. 1; 2 3 y 4.-Año V: 1947.-Nos. l; 2; 3 y 4.-Año VI: 1948.-Nos. 1: 2;
3 y 4.-Año VII: 1949.-Nos. 1; 2; 3 y 4.--Buenos Aires, Argentina.
REVISTA DE DERECHO PUBLICO.~Enero.-NC? 1.-1949.-Tucumári, Argentina.
REVISTA DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIAL..ES.-Nos.-48.49 .. -1946.-Santa
Fe Argentiná.
REVI5TA DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES.-Octubre-Diciembre.-N9 S.-
Buenos Aires, Argentina.
REVISTA DEL INSTITUTO DE DERECHO CIVIL.-Nos. 1; 2; 3; T. 1.-1949.-Tucu-
mán, Argentina.

Bolivia:

REVISTA JURIDICA DE LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON.-Pub. trimea-


tral.-Diciembre.-NC? 46.-Cochabamba. Bolivia.

Colombia:

GSTUDIOS DE DERECHO.-Pub. Trimeatral.-Nos. 29; 30.-Vol. 10."' 1948.--N4a.


1; 32.-Vol. XI.-1949.-Me~ellín, Colombia.

Canadá:

REVUE DE L'UNIVERSITE: D' OTTAWA.-Vol. l9,-N9 1.-Janvier-Mars, 1949.-


0ttawa. Canadá.

EE. UU. de Norte América:

A CUIDE TO THE OFFICIAL PUBLICATIONS OF THE OTHER AMERICAN RE:PlJ-


BLICS.-1-Argentina: 11--Bolivia; ~li--Brasilh lV-Chile; V-Colombia; VI"'""-;
Costa Rica; VII_:__Cuba; VIII-República Dominicana; IX-Ecuador; X-El Salva•
dor; Xl-Guatemala; XII-Haití; XIII-Honduras; XIV-Nicaragua, XV-Pana•
má; XVI-Paraguay; XVII-Perú; XVIII-Ur11guay; XIX-Venezuela. - Wa-
shington .
BEVISTAS 1\ECWDAS EN 1949 131

MIAMI LAW QUARTERLY.-February; april: june.-Nos. 2; 3; 4.-Vol. 111.-1949.-


The University of Miami, Florida.

Eapaña:

REVISTA GENERAL DE LEGISLACION Y JUR1SPRUDENCIA.-Mayo.-N9 5.-T.


XVII.-1949 ..,.--Madrid, España.
INFORMACION JURIDICA.-Pub. mensual Nos. de 44 a 55.-Año 1947.-De 56 a
65.-1948; de 67 a 77.-1949.-España, Madrid.
REVISTA DE ESTUDIOS_ POLITICOS...,.-N9 43.-Vol. XIII.-1949.-Madrid, España.
REVISTA DE DERECHO PRIVADO:-Nos. 276-377; 378; 379.-1948.-Madrid, Ee-
paña.
REVISTA DE DERECHO MERCANTIL.-Mayo-junio; julio-agosto; setiembr~-diciem·
bre.-Nos. 15; 16; 17-18.-Vol. V~-1948.-Madrid, España.
REVISTA GENERAL DE DERECHO.-N\ts. 55; 56.-1949.-Valencia, España.

Ecuador:
REVISTA DE LA ESCUELA DE DERECHO DE LA. UNIVERSIDAD CA TOLICA DEL
ECUADOR-Marzo y julio.-Noa. · 1 y. 2.-1949.:-:---Quito, Ecuadór.

Filipinu:
UNITAS. ORGAN OF THE UNJVERSITY OF SANTO TOMAS,-N9 2.-Año 21.-1948.
-Manila, Filipinas.

Francia:
BULLETIN TRIMESTRIEL DE LA SOCIETE DE LEGISLATION COMPAREE.-Oc-
tubre, diclembre.-N9 4.---,.1948.-París, Francia.

lnglaterTa:
THE LAW QUARTERLY REVIEW.-January; April; july; October.-Vol 65.-1949.

México:
REVISTA DE LA ESCUELA NACIONAL¡ DE jURISPRUDENCIA.-Enero-Marzo; Abril-
Junio: julio-Diciembre.-Noa. 37; 38; 39-40.-T. X.-Abril-Junio,-N9 42.-T.
XI.-1949.-Univeraidad Nacional Autónoma.-México.
JUS.-Agoato;,aetiemb~e; diciembre.-Nos. 121; 122; '125.-1948.-Enero. abril. ma•
yo.- Nos . 126; · 129; 130.-1949.

Panamá:
REGISTRO JUDICIAL (Organo del Poder judicial) .-Noviembre a Abril.-N9 11.-
Vol. XLV.-1948.-Panamá.

Portugal:
BOLETIN DO MINISTERIO DA jUSTICIA.-Maio.-N9 12.-1949.-Lisboa, Portugal..
CRONICA DEL CLAUSTRO

NUEVOS CATEDRATICOS.-El Doctor Andrés Eéh.evarría Maúrtua, Catedráti·


..c.o de Derecho Procesal Civil ( 29 curao), habiendo solicitado licencia, por motivoe de
salud, el Consejo Directivo de la Facultat;l designó al Se~or Doctor Joaé Merino Reyna,
Catedrático de Práctica de Derecho Procesal Civil, para que dicte igualmente el cita·
.do curso.
Habiéndose creado el curso de Derecho Tributario, ha sido de~ign11do Catedrático
del mismo, el Señor Doctor Manuel Belaúnde Guinaui, antigu~ cate.drático de Legisla•
ción Financiera, quien dicta ahora ese curso en el Cuarto año de Derecho.
El Señor Doctor Héctor Cornejo Chávez:, quien dictó el curso de Derecho de Su-
cesiones en t 948, manifestó su deseo de reinc~rporarse a la Facultad de Detecho de la
Universidad de Arequipa de la cual ea Catedrático. . El Señor Doctor Luis E~hecopar
García, titular del curso, ex-Ministro de Hacienda y Comercio, ha tenido a bien re•
encargarse del dictado del citado curso.
Fué designado Catedr,tic9 interino ~e Derecho lnt~rn~cional Público, para el quin-
.-o año de Derecho, el Señor Doctor Juan Ignacio Elguera, distinguido diplomátic~. quién,
hasta hace poco ejerció el elevad-o cargo de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario
del Perú en el Ecuador.
Habiendo soliCitado licencia el Catedrático de Derecho ConstituciQnal del Perít.
Doctor Raúl Ferrero, se ha hecho cargo de eaa Cátedra, el Señor Doctor Federko Ve-
larde Rivero, quien dicta también, en tercer año, el curso de Práctica de Derecho Civil.

* *

VIAJE DEL RDO. PADRE RECTOR.-El Reverendo Padre Rubén Vargas Ugarte,
·S. ] .. Rector Magnífico de la Pontificia Universidad Católica, viajó a Roma, en el mes
de julio, para asistir al Primer Congreso de Rectores de Univeraidades Católicas que
se realizó en el mea de Agosto, en la Ciudad Et~rna.
El Reverendo Pa~re Vargas Ugarte, de9pués del referido Congreso, visitó Fran-
cia, Inglaterra y Estados Unidos, habiendo regresado a Lima a principios de Octubre.
La Facultad de Derecho y en .especial esta Revista, a la cual el Reverendo Padre
Rector ha prestado en todo m:>mento su máa decidido apoyo, desea expresarle, por
CRONICA DEL CLAUSTRO 133

medio de estas líneas, su viva y respetuosa gratitud, reinterándole el homenaje de su


sincero afecto.

DOCTOR JAVIER CORREA ELIAS.-Nos es particularmente grato señalar la


reincorporación a nuestra Universidad del Señor Doctor don Javier Correa Elias, quien
durante largos años fué uno de los mejores y más íntimos colaboradores del fundador
.oie la Universidad, Monseñor Jorge Dintilhac.
El Doctor Correa Elias desempeñó con singular acierto el cargo de Secretario Ce·
neral de la Universidad; fué Catedrático de D~recho Diplomático y Consular; después,
Decano de l<P' F acuitad de Ciencias Económicas. Llamado nuevamente al Servicio Di-
plomático, al cual perteneció de 1915 á 1930, el Doctor Correa Elías ejerció el cargo
de Secretario General de la Cancillería; fué después Ministro de Relaciones Exteriores
y Culto en el primer Gabinete del Presidente Bustamante, y luego Embajador Extraordi-
nario y Plenipotenciario en Chile. Al renunciar, en 1948, a este elevado cargo, ha
retornado a la Universidad donde tanto se le aprecia y donde había dejado tantos amigos.
Estamos seguros que el Doctor Correa será, para el actual Rector Rdo. Padre Var-
gas Ugarte, un brillante colaborador que contribuirá, desde su nuevo cargo de Tesorero
General, al progreso de este Alto Centro de Estudios por el cual tanto hizo anterior-
mente.

CONGRESO INDIGENISTA DEL CUZCO.-El Consejo Superior de la Univer·


.sidad Católica designó como sus Delegados a este Congreso, que se reunió en el Cuzco
en el mes de Junio último, al Decano de nuestra Facultad, Doctor Hugo Piaggio, y al
Catedrático de la misma Doctor Jorge Vega Carcía. Los Doctores Piaggio y Vega
Carda tuvieron destacada actuación en ese importante certámen.

* * *

BECAS DEL INSTITUTO DE CULTURA HISPANICA.-T ~me moa- el agrado de


anunciar que el Gobierno Español, que, en todo momento, ha demostrado su interés
por nuestra F acuitad, ha otorgado este año, por intermedio del Instituto de Cultura
Hispánica de Lima, tres becas a antiguos alumno• de la Facultad de Derecho, los jóve-
nes abogados Señores Alfredo Aparicio Valdez, César Barrós Contí y Carlos Basombrío
Porrás. Recordamos que, anteriormente. viajaron, en las mismas condiciones, nuestros
antiguos alumnos, los Señores César Carrillo Salinas, Enrique Torres Llosa y Guillermo
Velaochaga Miranda, abogados graduados en esta Facultad.
Reiteramos, por medio de estas líneas, nuestra sincera gratitud, al Embajador de
España en Lima, Excmo. Señor Fernando M. Castiella, y al Presidente del Instituto de
Cultura Hispánica de Lima, Doctor Honorio Delgado, a cuyas gestiones Jebemos tales
distinciones.

CONGRESOS INTERNACIONALES EN MADRID.-Nuestro Pro-Rector, el eminen·


te escritor y jurisconsulto Doctor Víctor Andrés Belaúnde, antiguo Decano de esta Facul-
tad, ha s'do designado Presidente del Primer Congrpso Interamericano de Historia, que
se ha realizado recientemente en Madrid.
134 DERECHO

El Señor Ingeniero don Cristóbal de Losada y Puga, Decano de la F acuitad ele


Ingeniería, antiguo Ministro de Educación Pública, y actual Director de la Biblioteca
Nacional de Lima, ha sido, igualmente honrado con la Presidencia de otro Congreao.
que se realizó por primera vez: eri Madrid: e'l Congreso Interamericano de Educación.
El Rdo. Padre Rubén Vargas Ugarte, uno de nuestros más eminentes historiado-
res, fué invitado especialmente al Congreso de Historia, por intermedio de la Embaja·
da de España en Lima.

* *

HOMENAJE A MONSE.A'OR JORGE DINTIUIAC Y AL DOCTOR JOSE DE LA.


RIVA AGUER.O Y OSMA.-El Consejo Directivo de la Facultad ele D¡recho ha acor-
dado tributar homenaje de gratitud al Fundador de la Universidad, Monseñor Jorge
Dintilhae, SS. CC., y al insigne Benefactor de la misma, Doctor José de la Riva Agüero
y Osma, en cuya casa solariega funciona actualmente la Facultad. En ceremonia es-
pecial, se colocarán próximamente, en el salón de actos, los retratos al óleo de tan
insignes Maestros, a los cuales tanto debe !a Universidad Católica del Perú. Agrade-
cemos sinceramente a los Señores Catedráticos cuya generosa contribución nos permi·
tirá cumplir pronto con estos deberes de gratitud.

FALLECIMIENTO DE ANTIGUOS CATEDRATICOS.-Tenemos el profundo


pesar de pa~ticipar a nuestros lectores el muy sensible fallecimiento del que fué Doc-
tor Honoris Causa de nuestra Facultad, el e.minente internacionalista Doctor Miguel
Cruchaga T ocornal, antiguo Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, y Catedrático
Je la F acuitad de Derecho de la Universidad Católica de Santiago.
Lamentamos igualmente el fallecimiento del Ilmo. y Rdmo. Monseñor Doctor J.
Vitaliano Berroa, que fué una de las figuras más ilustres y reapetadas del Oero Na-
cional. Antiguo Vicario de Arica, este gran patriota, fué un distinguido Catedrático de
nuestra Facultad, habiendo dictado durante varios años el curso de Derecho Canónico
y Público Eclesiástico, siendo autor de varias obras de gran interés.
Otro fallecimiento enlutó a nuestra Facultad: el del Doctor Alberto Benavid~s Caa-
·.eeo, Vocal de la Corte Suprema de Justicia, antiguo Catedrático de Derecho Proce·
sal Penal quien dejó entre sus numerosos ~x-alumnos el recuerdo de un excelente Ca-
tedrático, que fué también un íntegro Magiatrado.

SEGUNDO ARO DE DERECHO

El segundo año de Derecho, quedará grabado en nuestra memoria como un año


de comprena1on. Comprensión de los problemas de nosotros los estudiantes y com•
prenaión de loa curaos materia de nuestros esfuerzos.
A comienzos del año académico que acaba de finalizar, el ambiente universitario
.e anunciaba con visos de tormenta. Corrían vocea ele clausura de la Universidad de
San Marcos, lo cual felizmente no llegó a ser realidad. Sin embargo, algunos eatu•
diantes de esa casa de cultura, pensando en que se iba a hacer efectiva dicha me~
dida vinieron a nuestra Universidad, y estoy seguro, que en ella encontraron siempre
eapíritu.a abiertos a la amistad sincera, que no es otra que la inspirada en los ideale•
de Cristo. Nuestra clase fué la que recibió un mayor número de ellos, entre loa que se
CRONICA DEL CLAUSTRO 135

contaba un simpático grupo de muchachas que durante el año dieron la nota alegre y
riaueña entre los espacios de tiempo que quedaban entre clase y clase o cuando algu~
nos profesores, por razones ajenas a su voluntad, se veían imposibilitados de dictar eu
curao.
Desde el punto de vista educacional, podemos decir que todos los curaos aiguie~
ron au normal desarrollo, a lo cual contribuyó el e$fuerzo desplegado por nuestros ca-:
tedráticos, que estoy seguro todos nosotros reconocemos, aunque muchaa vecea con~
sideramos como injustas o exageradas las medidas adoptadas por elloa.
Ha sido este segundo año de Derecho, dije, un año de comprensión de los curaos
materia de nuestros esfuerzos, por que los principios básicos adquiridos durante el año
de 1948 nos han permitido recién gustar un poco los problemas de nuestra ciencia, ai
bien reconocemos que hay mucho por aprender y que cuanto más profundicemos, má•
nos daremos cuenta de nuestra ignorancia, pues las posibilidades de ésta son ilimitadas.
Es sin duda lo más interesante del estudio de una profesión, las llamadas clases
prácticas, y esto se debe a que es psicología de estudiante el sentirse profesional y el
creerse capaz de solucionar todos los casos que se le presenten, y es durante estas cla-
ses prácticas, que tenemos oportunidad de dar rienda suelta a esa tendencia que nos
lleva, gracias a la orientación del profesor, al descubrimiento de las lagunas de nues~
tros conocimientos y por ende a la madurez psicológica, caracterizada por el equilibrio
entre el idealismo y la realidad.
Son por dichas razones, que los cursos llamados .. Práctica de Derecho Penal.. y
"'Práctica de Derecho Civil", dieron motivo a la exposición de estudios interesantes, en lo•
cuales denotábamos nuestras diversas concepciones del Derecho y de la justicia. Ea
además digno de consignar, que de ellas se deriva el enorme beneficio de acostumbrar~
nos a hablar en público y a utilizar en nuestras exposiciones, la terminología apropia-
da, que expresa con claridad y justeza el pensamiento jurídico del exponente.
Por último me resta enviar, y con esto creo interpretar el sentir de todos nosotros,
nuestro agradecimiento a nuestros profesores por sus esfuerzos en pró de nuestra me-
jor preparación para el ejercicio digno de la profesión de abogado, y al doctor Javier~
Kiefer Marchand, Secretario de nuestra Facultad, que con su animosidad y compren~
sión nos sirvió de intermediario para hacer llegar a nuestros catedráticos, nuestras ideas
sobre el mejor desenvolvimiento de los diversos cursos.
Segundo año de Derecho, año que quedará en nuestra memoria, como el año en
que nos dimos cuenta que en corazones educados cristianamente, siempre hay lugar
para los hombres de buena voluntad.

Felipe de Bustamante Deoerri.

• .. •

CUARTO AOO DE DERECHO

Al momento de aparecer estas líneas, los miembros de la Promoción 19SO oetell-


tan ya el grado de decan~s después de finalizar uno de los años más severos de to-
dos los curaados, pero sin duda uno de los más intensamente vividos en nuestro pato por
la Facultad y por tanto de grati'simo recuerdo.
Motivo de especial interés para nuestra Promoción fué el proyectar una jira ee-
tudiantil por Europa con ocasión del Año Santo próximo a celebrarse en Roma. Las
gestiones realizadas, contaron con la aprobación y caluroso apoyo de Su Eminencia
136 DERECHO

el Cardenal Guevara así como de parte del Rector de la Universidad Rvdo. Padre Ru-
bén Vargas Ugarte, del Decano de nuestra Facultad Dr. Hugo Piaggio, y del Secreta~
rio de la misma Dr. Javier Kiefer Marchand, a. quienes hacemos público nuestro agra~
decimiento.
Desgraciadamente obstáculos insalvables han ocasionado un estancamiento de las
gestiones y hoy la realización de este anhelado viaje depende de muy débiles esperan-
zas a las cuales nos aferramos firmemente con la confianza de que la Divina Providen~
cía sabrá ayudarnos oportunamente.

Al reiniCiarse las labores del año, extrañamos la ausencia de un destacado valor


de nuestra Promoción, Carlos Alvarez Calderón. Supimos luego el motivo de su ale-
jamiento. Lo perdían momentaneamente sus compañeros de jurisprudencia, porque lo
gana una causa noble, la más elevada y heroica. Dotado de cualidades morales e in-
telectuales extraordinarias celosamente cultivadas, emprendía el sendero más aspero
y etnpinado, pero sin duda el de mayor sentido humano que hombre alguno pretenda
dar a su vida. Para nosotros no fué una sorpresa pues siempre vimos en él al hombre
superior. Pérdida muy sentida por el vacío que deja en nuestras filas, pero satisfacción
muy honda y sincera alegría de Católicos por el triunfo logrado- y por el honor de po-
der decir que él de quien tanto esperamos, fué un día compañero nuestro.

H. M. B.•

LA ULTIMA PROMOCJON DE LA FACULTAD DE DERECHO FUE


DENOMINADA "ROSENDO BADANI"

El sábado 2 7 de noviembre de 1 94 9, los alumnos del Quinto Año de la F acui-


tad de Derecho, se reunieron en un almuerzo que se efectuó en el Club de Regatas
Unión de La Punta. Dicho almuerzo se sirvió en honor del doctor Rosendo Badani, ca-
tedrático del curso de Obligaciones y Contratos, de quién la promoción 1949 de esa
Facultad ha tomado el nombre.
En un gratísimo ambiente de camaradería trascurrió la reunión en la que la
vena humorística, la charla y la broma de los alumnos de esta 8Ímpática promoción,
que tan gratoa y tan buenos 'l"ecuerdos ha dejado, salieron a reluci;r.
En el momento oportuno el señor Nemesio Maldonado hizo el ofrecimiento
del homenaje al doctor Badani en los términos que a continuación se leerán. Sus
palabras expresaron el sentir unánime de los alumnos, la rendida admiración a su
vida de maestro abnegado y la satisfacción y el orgullo de llevar su nombre como ape·
lativo de la promoción que conforman. El doctor Rosendo Badani, evidentemente·
emocionado, usó de la palabra para agradecer el homenaje de que era objeto, po-
niendo de relieve especialmente su cariño por la Universidad Católica y la firmeza
con que podía asegurar un brillante porvenir a todos los alumnos que lo rodeaban.
Se .sentaron a la mesa como invitados de 'honor, los catedráticos, doctores Er-
nesto Perla Velaochaga, Andrés León Montalbán y Jorge Vega García, así como el
doctor Javier Kiefer-Marchand, Secretario de la Facultad', quienes dieron con su pre-·
CRONICA DEL CLAUSTRO 137'

senda y su palabra, realce a esta fiesta de verdadera camadería, muestra de la com-


prensión que caracteriza la unidad entre profesores y alumnos de la Pontificia Uni-
versidad Católica del Perú. El doctor Hugo Piaggio, Decano de la Facultad de De-
recho. no asistió por hallarse en viaje y los demás catedráticos de la Promoción Ro-
sendo Badani .se excursaron oporh,mamente, pero se adhirieron al homenaje que se efec-
tuaba.

Los alumnos que egresan son los siguientes:

Señoritas: Abad, Aída; Berrios, Oiga y Castillo, Beatriz.

Señores: Antuñez, Jorge; Arizola, Carlos; Ayala, Francisco; Basombrío, José


A.; Bettochi, Ernesto; Bolton, Foster; Crespo, julio; Denegri; Augusto; Doig, Guillermo;
Dongo-Soria, Carlos; Elejalde, César; Lingán, Rubén; l.:.ópez Neira¡ José; Maldonado,
Nemesio; Menéndez, José Luis; Morelli, Hernán; Patrón, César; Portocarrero, Ramiro;
Revoredo, Constantino; Servat, Pedro; Soto Quevedo, Luis; Ugarte, Carlos; Velarde,
Luis Pedro; Viale, Alberto; Vidal, Luis; Villacorta, Víctor.
Después del almt;erzo el Capitán de Ejército, don Constantino Revoredo, alumno·
de la promoción, invitó una champañada en el Círculo Militar y luego el señor Rafael
Castañeda Amézaga ofreció un té en el T ennis Club de Barranco ..
El texto del discurso de ofrecimiento en· el homenaje al doctor Badani es el s1-
guiente:

Doctor Rosendo Badani:

Hace dos años, en este mismo lugar, sus amigos de la Universidad Católica le·
ofrecimos una cariñosa manifestación con motivo de sus Bodas de Plata en la cátedra
universitaria. Hoy nuevamente nos tiene Ud. reunidos, pero no para conmemorar el
cumplimiento de una etapa magisterial, como en esa ocasión, sino para manifestar el
sentimiento de admiración y aprecio que los alumnos que egresamos este año de nues-
tra querida Universidad, sentimos hacia su persona.
Ninguno de nosotros podría precisar en que momento ni de quién brotó el anhelo
de que nuestra promoción se honrase llevando su nombre doctor, pero todos sabem'os
que ba sido la estela de la trayectoria de su vida de maestro, nuestra simpatía con que
ha contado Ud. desde que empezamos esa recordada primera lección de "Objeto e lm~
portan cía del curso de Obligaciones y Contratos", lo que ha hecho converger ese sen-
timiento que hoy le expresamos.
Unánimemente hemos conversado a este respecto, con la firme decisión de de-
nominar "Rosendo Badani" a nuestra promoción, y sinceramente lo manifiesto, las úni•
cas discusiones fueron sobre la oportunidad en que habríamos de hacer público nues•
tro acuerdo, cosa que en este momento hacemos formalmente y con enorme satisfac-
ción y orgu1lo.
Ha querido coincidir esta oportunidad con el período de exámenes finales y a
estos si que cabe denominar verdaderamente finales. Nuestra vida de estudiantes uni-
versitarios, que .siempre añoraremos, por la que hemos pasado guiados y enseñados por
nuestros profesores, se transforman para cC!)nVertirse en otra, caracterizada por cierto
matiz de independencia. Es como empezar el joven aprendiz su primera obra, ya de-
jada de la mano de su maestro. Y así como ese aprendiz para plasmar su primer tra·
138 DEBECHO

bajo tiene constaatemente en el pensamiento el ejemplo recibido y las obras de quaen


lo ha formado, nosotros vemos la necesidad de considerar siempre la trayectoria de
aquellos hombres a los que, como a Ud., $Í podemos llamar ''maestro de vida".
Usted ha viato pasar por sus clases cientos de alumnos que ya son profesi,na~
les, algunos de los cuales ocupan la misma posición de catedráticos en la Universi-
dad. ¡Qué orgullo y qué emoción sentirá Ud. cada vez que pasa por una clase y ve
a unos de sus alumnos de catedrático 1 O cuando se entera de un éxito o de una dis-
tinción acordada a uno de aquellos. Indudablemente que el sacrificio y los desvelos
8ufridos por hacernos el bien de educarnos reciben su mejor retribución y gozo en
tales momentos. ¿No es verdad doctor) c_Y, por qué no decirlo? Este es uno de esos
momentos en que el maestro encuentra emocionado el sincero recof\Ocimiento a ~.u ab~
negación y orgulloso una recompensa a su esfuerzo.
Doctor Badani, recuerde Ud. que este grupo de alumnos que conforman la Pro-
moción 1949 de la Facultad de Derecho, y al que se han plegado, en homenaje a sue
méritos, algunos de nuestros actuales catedráticos, ve en su persona y en su vida pro-
fesional al maestro favorito, al que acudiremos siempre que la duda o la necesidad de
apoyo requiera su auxilio,_ tanto para absolver una -consulta jurídica, como para que nos
a!iente en los no esperados momentos de adversidad .
.Por estas razones, ya en noviembre de 1947, yo formulaba a nombre de quien~s
fuímo8 y seguiremos siendo sus alumnos, un deaeo y un voto que permanece latente Y
que hoy reitero: es el de que la Providencia Divina permita que durante muchos años
continúe Ud. regentando la misma cátedra en la Universidad Católica, para gloria de
ella y para que nosotros podamos siempre acudir a su estudio a fin de encontrar su
palabra de orientación y de enseñanza.

Señores, Salud! Por el doctor Rosendo Bada ni~ Por la Promoción Rosendo Ba-
danif

El doctor Rosendo Badani respondió con la 'improvisación que reconstruimos a


continuación:

Señores:

Verdaderamente no había venido preparado para responder con la emoción y


el agradecimiento que siente mi alma en estos in'!tantes a los inmerecidos elogios que el
oferente ha hecho de mi persona. Constituye para mi una honra el que la Pro-
mocion que egresa el presente año de los claustros de la Universidad Católica haya
acordado llevar mi. nombre.
Todo lo que he hecho en mi vida de profesional y de maestro para merecer esa
honra, ha sido trabajar intensamente con el orgullo propio de quién contribuye con
modesto aporte para asegurar a la sociedad el ingreso de abogados de prestigio y con
una sólida cultura moral.
A Dios gracias nuestra Universidad Católica, a través de sus muchos años de
existencia, ha formado distinguidos profesionales. Yo he tenido ocasión de conocer,
en las distintas ramas de la actividad, en la administración pública, en la política, en
}a cátedra universitaria, en el magisterio, en el Parlamento o en el desarrollo de la mia-
ma profesión, a relievantes figuras que se han educado en nuestra Universidad. Y asi
como a tales figuras destacadas, estoy seguro que a los alumnos que me rodean he de
poder admirar muy pronto ocupando también posiciones de expectativa en Ja vida de
nuestra patria.
CBONICA DEL CLAUSTRO 13~

Quiero además expresar que no ha conatituído para mi ningún sacrificio;. muy


por el contrario puedo decir que he tenido a ·gran orgullo, el mantener durante tantos
años la posición de catedrático .• porque mi cariño por mi Universidad y el inmerecido
aprecio con que se me 'ha tratado por parte de ella y de los alumnos que se han educa-
do en la Facultad de Derecho, ha comprometido mi gratitud haciéndome cada vez más
animoso para continuar en la cátedra, a pesar de los achaques y dificultades propios de
la vida.

No quiero terminar estas palabras, sin referirme especialmente a la presencia


en este agasajo, de algunos profesores de la Facultad. A ellos también expreso mi
agradecimiento. Y a todos ustedes, señores, que terminan este año sus estudios de
derecho les reitero mi más sincera gratitud y mi ferviente deseo de que todos tengan
un brillante porvenir, como lo auguran sus méritos y sus conocimientos.

N. M.
DEREC.HO

GRADOS .DE BACHILLER EN DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

AAO 1949.

Séñor: Eguiguren y .Escudero, Eduardo.-( 12-4-49).


Tesis: "La Reincidencia".
Ramír.ez-Gaatón, Germán.-(20-6-49).
Tesis: "Régimen jurídico del servicio docente en los planteles
particulares de Educación".
Ismodes Cairo, Aníbal.-( S-9-49}.
Tesis: "La Base constitucional del Parlamento".
Florea, José l'vlaría.-(9-9-49).
Tesis: "El domicilio en el Código Civil vigente".
Muñoz Baratta. Jorge.-( 16-9-49).
Tesis: '~Significado jurídico de la Emoción".
Ayala Noriega, Francisco.-(26- 10-49).
Tesis: "La Policía judicial en la instrucción criminal".
Vásquez, Antonieta.-( 4-1 1-49).
T eáis: "La Prueba ·en el Derecho Procesal Penal".
Revoredo Matallana, Constantino.-( 10-1 1-49).
Tesis: ••El delito militar eli un le lito sui géneria".
Cedrón Pacheco, Oscar.-(25-11-49).
Tesis: "Las Cooperativas".
Cervantes Caneño, Armando.-'( 15-12-49).
Tesis: "Establecimientos de Comercio.-Su Compra-Venta".
Rentería, Ernesto.-( 15-12-49).
'Teáis: "Sociedades de Responsabilidad Limitada".
'Puente y Lavalle, Gonzalo de la.-(23-12-49).
Tesis: "El Seguro contra el Paro Forzoeo".
Tenorio, Asunción.-(25-'12-49).
Tesis: ''Represión del Tráfico Ilícito de E..tupefacientes".

'TITULOS DE ABOCADO

AfiO .1949

Señor Ordóñez del Río, Manuel.-(2-6-49).


Barrós Conti, César.-( 15-6-49).
Aparicio ·valdez, Alfredo.-( 17-6-49).
Quiñe Arista, Juan P.-(28-6-49).
And1orena More, Cuillermo,_:(2-9-49).
Ramírez Gastón, Cermán.-(22-ll-49).
lamodes Cairo, Aníbal.-(23-12-49).
Muñoz Baratta, Jor:.ge.-(2'.1-12-49).
Flores, José María.-(29-12-49).
Aánaaro 1005
Lima-Perú.

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