Explica la organización del Estado franquista (Estándar 132)

Al concluir la Guerra Civil, Franco instauró una dictadura en todo el territorio español,
caracterizado por la concentración de poderes en su persona. Franco asumió todos los poderes: Jefe
del Estado, de gobierno, además Generalísimo de los Ejércitos Españoles. Pasó a llamarse “Caudillo
de España”. Su intención fue la de crear un nuevo Estado, caracterizado por la centralización
absoluta del poder, por la persecución de cualquier tipo de oposición, y por el establecimiento de
una economía de autarquía, de aislamiento, que prolongó las consecuencias de la guerra durante dos
décadas. También quería un Estado que desterrara toda idea de liberalismo y de democracia liberal,
de comunismo, de anticatolicismo y, por supuesto, de separatismo.

La estructura política y la doctrina que sustentaban el Estado franquista fueron llamadas el

Movimiento Nacional. Los puntos básicos del régimen implantado por Franco en España son los
siguientes:
A. La estructura del nuevo Estado: un régimen de Leyes Fundamentales.
Se trata de un conjunto de leyes, destinadas a organizar el nuevo Estado.

1.-Fuero del Trabajo (febrero 1938). Esta legislación establecía el control estatal sobre las
condiciones de trabajo y otorgó el monopolio de las relaciones laborales a la Organización Sindical
de Falange (Sindicalismo Vertical ).

2.-Ley Constitutiva de las Cortes (julio de 1942). Establecía una sola cámara elegida por sufragio
indirecto por las corporaciones y por el propio Franco 1, su función era la de deliberar sobre los
borradores de las leyes .
3.- Fuero de los Españoles (julio de 1945). Pretendía ser una especie de declaración de derechos y
deberes para encubrir la imagen autoritaria del régimen frente a las potencias externas, pero
reafirma el carácter tradicionalista y católico del sistema

4.-.- La Ley del Referéndum Nacional (octubre de 1945). Esta Ley permitía al Jefe del Estado
convocar un plebiscito2 para que el pueblo aprobara directamente una ley.

5.- La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (julio de 1947). Definía el régimen como un
“reino” y preveía una monarquía como sucesora del franquismo, autorizando a Franco a proponer a
su propio sucesor.

6.- Ley de Principios del Movimiento Nacional3 (1958). Esta Ley se incorporó años más tarde a este
conjunto pseudo-constitucional. Pretendía definir los principios ideológicos fundamentales.

B. Las "familias" o los pilares del Régimen (la Iglesia, la Falange y el Ejército).
Franco sustentó su régimen político, que se manifestó siempre en tres vertientes (civil, militar y
eclesiástica), en las llamadas "familias" o pilares del Régimen, que son grupos de influencia que
tenían caracteres muy distintos:
 La Iglesia. El fundamento principal de la ideología del régimen y del sistema educativo fue
el catolicismo. El régimen acabó por convertirse en un Nacional catolicismo.Desde el inicio de
la guerra la jerarquía católica se identificó con la sublevación (cruzada).Tenía amplios
privilegios (sueldo, no pagar impuestos), además de su participación en las Cortes franquistas.
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 La Falange. Sus primitivos ideales de tipo fascista se fueron convirtiendo en una ciega
lealtad al Caudillo.Fue el instrumento político para la incorporación pasiva de las masas al
régimen y fue perdiendo poder progresivamente.

 El Ejército fue siempre la columna vertebral del sistema y nunca discutió el poder del
Generalísimo. La presencia de militares en los altos cargos fue paulatinamente disminuyendo,
aunque siempre ocuparon las carteras militares y los puestos relacionados con la defensa.
Además existen sectores sociales que lo apoyan como son: grandes terratenientes,
empresarios industriales, financieros, pequeñas burguesías provincianas y campesinado católico
del norte y centro del país...

C. Puritanismo ideológico y control social.

El franquismo no es sólo un régimen político sino también una ideología con un control total
de los medios de comunicación, a través de la propaganda y de la educación.Se crearon
instituciones como Frente de Juventudes, la Sección Femenina., con el objetivo de controlar la
población.
Por tanto, el régimen se cimentó sobre las ideologías que ya se habían difundido durante la
guerra. En primer lugar, el anticomunismo, extendido en realidad en términos amplios a todos
los llamados rojos (desde la extrema izquierda revolucionaria hasta la burguesía democrática, por
moderada que fuera; todos los que no eran de derecha).
Un segundo aspecto clave es la identificación de la dictadura con el catolicismo, como ya
hemos indicado. El dominio que la Iglesia ejerció sobre la vida social de la España franquista fue
absoluto: actos religiosos, procesiones, rezos públicos,símbolos católicos por doquier,
obligatoriedad de la enseñanza religiosa en todos los niveles (incluida la Universidad) e
imposición del catecismo cristiano, plena competencia en materia de censura y una presencia
constante en los medios de comunicación. Se impuso una estricta moral católica.
Otra constante ideológica es el tradicionalismo, en parte derivado del carlismo. La
unidad de la Patria, buscada en el pasado, era un valor sacrosanto. Las referencias al
Imperio eran constantes; se exaltaban los valores de la Reconquista, las figuras de los Reyes
Católicos (de cuyo escudo se tomaron las flechas y el yugo para incorporarlas al nuevo escudo
imperial), de Carlos V, conquistadores... Se identificaron como antiespañoles la democracia, el
liberalismo y la autonomía de las regiones y se aplastaron todos los elementos de identidad de las
diferentes nacionalidades.
Por último, los símbolos militares y la organización castrense impregnaron también muchas
manifestaciones de la vida cotidiana. La vestimenta militar o de la Falange, los emblemas (yugo
y flechas, por ejempo), los desfiles, la educación física convertida en instrucción militar, los
actos continuos relacionados con la exaltación de la bandera o del himno nacional.
En la enseñanza se introdujeron clases obligatorias de Formación Política, también a todos
los niveles.
A partir de los años sesenta algunos de los elementos de este conjunto de valores pasaron a
un segundo plano, sobre todo en las generaciones que no habían vivido la guerra.