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CANCION POR CANCION

Jorge González comenta la génesis de cada una de sus composiciones.

La Voz de los 80
Fue una de las primeras canciones en serio que sacamos. Teníamos dos grupos y en uno estaba
Miguel y en el otro estaba Claudio. Con el Miguel llamamos al Claudio para que tocara el bajo en el
nuestro, pero el Claudio no quiso tocar el bajo, dijo que iba a tocar la guitarra y yo me dije que, en
realidad, era súper cabrón tocar la guitarra y cantar.
Al comienzo, nuestras canciones eran más o menos. Eran como de amor y las componíamos entre
todos. Hasta que, de repente, salieron canciones nuevas que eran bien raras y que, en verdad, no
sabíamos de donde venían, raras.
En una de esas salí yo con La Voz de los 80.
Yo la pensé mucho para discotheque. En esos años, el 82 y el 83, había muchas fiestas en San
Miguel y un amigo del Claudio, Rodrigo Beltrán, ponía música en esas fiestas. Con él descubrimos
a grupos como Tequila, que eran unos españoles que en San Miguel mataban, tanto como Devo o
Stranglers, mientras en el resto de Santiago estaban tocando a Michael Jackson y los Foreigner.
Entonces, yo pensé en La Voz de los 80 como para bailar en discotheques, porque era una canción
tiradora para arriba, eufórica, que levantaba de moral. Pero para mí era una canción del montón
hasta que se la mostré a Fonseca. El la vio como hit, y tenía oreja para los hits.

Brigada de Negro
También estaba pensada para discotheque y fue la primera canción rara que salió de Los
Prisioneros. Era rara porque tenía una historia. Hice un demo yo solo y cuando la cantaba pensaba
en Miguel Bosé para que la voz me saliera tan baja. El me había influenciado a partir de canciones
como Horizonte de las Estrellas, que tenía una onda New Wave.
Cuando la grabamos en el estudio, al ingeniero Pancho Straub -que hizo un trabajo terriblemente
bueno, pero que nos miraba bien a huevo-, era la que más le gustaba.
La letra de Brigada de Negro se explica a sí misma, nada más. Cuando escribo una letra yo me
inspiro no más. No pienso a qué voy o no a apuntar o que reacción voy a conseguir. Brigada Negro
no tenía idea para donde iba.
La música la hice en un piano, pensando en el tema Johnny Can't Read, de Don Henley, el viejo de
Los Eagles.

Latinoamérica es un Pueblo al Sur de Estados Unidos


Para esa canción, yo pensaba en un grupo venezolano que se llamaba Las Cuatro Monedas. En
un disco de la casa de mi abuelita estaba la canción La Buena Suerte, y con esa influencia, más la
de UB 40, hice la canción.
La estaba escribiendo en la universidad, le mostré la letra a Fonseca, que era compañero mío no
más y que ni pensaba en ser manager ni nada.
El otro que me inspiró mucho para la letra era Florcita Motuda, porque la canción, como las de él,
era bien larga, tenía muchas palabras. Florcita es un compositor que siempre he admirado mucho,
porque es experimental, y porque es un gran letrista.
La canción está llena de los clichés sobre Latinoamérica, pero yo las cantaba porque tenía boca no
más, no conocía nada de eso en realidad, aunque hay que reconocer que los clichés se forman por
algo.

Evelyn
Me inspiré en la admiración que tenía por la canción Maniac de Flashdance, de Michael Sembello.
Había muchas canciones de la radio que a mí no me gustaban, pero esa sí.
La Evelyn de la canción existía, claro, era una niña súper linda a todos nos gustaba, vivía a dos
cuadras de Miguel, pero con la que nunca pasó nada. Yo no estuve ni cerca.
Yo creo que debe de haber sabido que era ella la de la canción.

Sexo
Es el acercamiento al ska.
Lo bueno que tenía el ska, aparte de que recordaba a la Nueva Ola, era que sonaba tarriento, y por
eso para nosotros era fácil de tocarla. Nuestra batería, la que la hermana de Miguel compró a un
señor de una orquesta de cumbias por 13 lucas, sonaba súper tarrienta.
Me llamaba la atención el ska, porque esos grupos tenían gente negra y blanca, que es algo que
no se da muy a menudo. Los blancos hacen la música que hacían los negros hace 20 años.
Sexo fue de se lote de ska y me acuerdo estar haciendo ese demo en la casa de mi mamá.

Quién mató a Marilyn


Es la canción más antigua de las que quedaron en el disco.
Era una letra con la que llegó Miguel al colegio y la música yo la hice en un piano
La canción era mortal, el sonido era súper bueno. Tenía mucho de The Cars: el sonido de la caja
de la batería bien fuerte, pero el bombo no tanto.
Era la canción más instantánea de todas.

Paramar
También tiene de The Cars y la poco confesable influencia de Rick Springfield, de una canción que
se llama Jessie's Girl. Esa canción era de la misma hornada de La Voz de los 80 y la favorita de
mucha gente. El demo era más rockero, pero el tema después se puso más blandito.
En vivo lo tocábamos acústica porque me daba lata tocarla rockera, pero ahora me va a encantar
tocarla rockera de nuevo.

No necesitamos banderas
La versión original tenía un verso extra (súper malo), con otra melodía y un cambio de ritmo. Tenía
mucho de UB 40 y por años la encontré trucha, como que se quedaba entre Calera y La Ligua.
Sinceramente, no alcanzaba a convertirse en nada.
Cuando Bambú le hizo una versión súper buena (1996) ahí me reconcilié con ella. Era reggae, pero
era más punky, y a mí me gusta más el acento punky. Esa vez, también, me gustó escuchar la letra
de nuevo.

Mentalidad televisiva
El gancho de esa canción viene del Festival de Viña del Mar. La característica esa de "Viña es un
festival/ música junto al mar", me encantaba. Cuando lo escuché por primera vez me dije que era
demasiado bueno
El resto lo hice a partir de lo que se me ocurría. Como no es en esa canción ni en ninguno de los
discos, la historia que se cuenta nunca es inventada.

Nunca quedas mal con nadie


Fue hecha de una patada y yo la pensé como un single. Tenía algo de una canción de Joe Jackson
(Pretty Boys) y de otra que habíamos hecho nosotros antes, que se llamaba Me Insultas Más de lo
que Piensan. Esa nunca quedó muy bien grabada, pero está en un cassette de un concierto en el
liceo Miguel León Prado. Al final, eso sí, se transformó.
Nunca quedas mal con nadie yo la quería como éxito. Fue pensada para ocupar el lugar que
ocupa, al final del disco, para invitar a escucharlo de nuevo.
La grabamos el mismo día que cumplí 20 años, y la Jacqueline estaba sentada en el amplificador
del bajo. Tuvimos que hacer varias tomas porque el Claudio se pegaba en una parte
Hay harta gente que pregunta si es para Piñera o alguien así, pero no, Tenía que ver harto con el
Canto Nuevo, pero podría perfectamente ser para U2, Pink Floyd, Sting… personas que se hacen
los malos, pero están con las patas metidas hasta el fondo en hacer más y más billete.
Yo creo que le pega más a los rockeros que los artesa, como los Rolling Stones, que son
tremendas máquinas de negocio. En los video clips aparecen con caras de malo, pero en el fondo
no son así. Hay demasiada gente que quiere ocupar su lugar y, para enfrentarlo, ellos son señores
ejecutivos de la mañana a la noche.
Nunca quedas mal con nadie tiene que ver con la postura del rock, esa de poner cara de malos y
hacerse los profundos. Nunca Quedas Mal con Nadie es bastante como Pink Floyd: hacerse el
profundo, pero al final no hacer nada. Ellos le ponen ene color, pero terminan vendiendo discos a
pendejos para que se pongan camisetas negras y se encierren en su pieza.

Muevan las industrias


Yo la escribí un día que iba en Metro a la Universidad. Imaginé la letra y la melodía al mismo
tiempo y, como ya sabía música, anoté la melodía del teclado en un pentagrama, y esa fue la base
de la canción.
Este tema estaba originalmente hecho como parte de un cuarteto: Muevan las Industrias; Quien le
tiene miedo a las Máquinas; Arte para Cuatro Gatos; y Por Favor (en su primera versión)
Pensamos que iba a ser un single y la grabamos por separado antes del resto del álbum.
La letra era la fantasía de una industria deshabitada, pero con mucha resonancia de cuando
echaron a mucha gente en el 82, en ese bajón económico donde también se quedó sin trabajo el
papá de Miguel. Yo me imaginaba eso con un video clip y todo, pero al final el video quedó súper
trucho.
Para hacerla, trabajamos con una caja de ritmos en la casa, con la misma que habíamos hecho
Evelyn. Estábamos, en ese tiempo, fascinados con la caja de ritmos. Para la sesión de grabación,
yo saqué un fierro del río Mapocho para hacer ese ruido metálico, pero no resultó, así que al final
sampleamos un balón de gas.

Porque No Se Van
En general, en ese tema participamos Miguel y yo, porque no tiene guitarra. Claudio hizo los coros,
por supuesto, y los tres participamos en la grabación. El tema estaba hecho para el disco anterior,
porque yo la había compuesto para una obra del Vicente Ruiz. Siempre pasaba algo bueno cuando
hacía música para él.
La tocábamos en los recitales de La Voz de los 80 y era una parte súper fome del show, porque
nadie la conocía. Como la hicimos de adelanto, fue el lado B del single de Muevan las Industrias.
Cuando salió ya había toda una movida del rock en español: Había revistas y estaba todo pasando.
Nos dejó a todos contentos porque sonaba la raja.

El Baile de los que Sobran


Para mí era una canción como cualquier otra, no pensaba lo que iba a pasar con ella. Como en
ella, y en la canción Exijo ser un Héroe, aparecía la frase Pateando Piedras, que era una expresión
que usábamos con Miguel, salió el nombre del disco.
El Baile de los que Sobran la hice con una caja de ritmos chiquitita, que me prestó el Miguel
Conejeros de los Pinochet Boys (hoy en Fiat 600). Me pajeé ene en la sala de ensayos con el drum
machine y con el teclado Casio que tenía haciendo los bajos. Quería hacer un tema como los que
hacían los Heaven 17, o los Depeche Mode. En la versión antes de la mezcla empezaba con una
caja de ritmos que al final quitamos para dejar sola la guitarra. Y el Casio tenía un sonido como de
acordeón que yo modifiqué un poco
Pero la verdad es que al comienzo no tenía guitarra acústica y era más lento el tempo. Cuando la
estábamos grabando entera estaba fome, entonces decidí grabarla de nuevo. Ahí fue cuando la
aceleramos, le cambiamos cosas, le metimos el perrito al sampler y le pedí al Claudio que hiciera
guitarra acústica.
Es que yo nunca en mi vida he hecho una canción con una guitarra acústica antes que lo demás.
Casi siempre lo primero era la batería, el piano, el teclado o caminando y pensando. En otras se
me han ocurrido los coros con la voz nada más. Pero esa idea sobre mí, con una guitarra acústica
en la pobla escribiendo El Baile de los que Sobran no es real. De hecho, cuando la toqué con
guitarra acústica no sabía que tenía esos acordes, y al final fue una súper buena idea. En la
grabación usamos la guitarra del hermano mayor de Miguel.
Después a Carlos Fonseca se le ocurrió que fuera single, y era medio obvio, porque a todo el
mundo le llamó la atención. Es la canción más popular de Los Prisioneros dentro de Chile, porque
afuera, ese lugar lo ocupa Estrechez de Corazón.

Estar Solo
Es una combinación entre The Cure y Depeche Mode y no resultó muy bien. La letra me parece
medio vergonzosa, pero igual la grabamos. En ese disco, yo creo, hay canciones que no quedaron
bien terminadas porque fue hecho a la rápida. Las ideas de sonido, eso sí, están bien.
En el Tributo esta canción la hace Carlos Cabezas, y es mucho mejor que la de nosotros. Me
acuerdo que el día que la grabó fui a ver a Carlos al estudio, y estaba él, Alvaro Henríquez y el
Rumpi haciendo coros. Lo hicimos todos juntos y me gustó mucho como quedó. Alvaro me
comentó que era una buena canción y se lo agradezco, porque yo nunca lo había pensado así.

Exijo ser un héroe


Con esta, yo pensaba que iba a ser una canción increíble, pero era mucha carne para tan poco
gato. La canción antes tuvo otra versión que la tocábamos en vivo, pero nunca salió tan bien.
Y cuando la grabamos en estudio se nos fue en collera, la verdad, no resultó lo que debería haber
sido, y me avergüenzo bastante de lo que quedó. Era musicalmente muy ambiciosa, yo quería que
tuviera hartas melodías distintas, pero en fin… por lo menos es original.

Quieren Dinero
Me acuerdo estar viajando en un bus a Antofagasta escuchando esa canción.
Es una canción en la que yo quería mezclar Disco con Western. Tenía unas grabaciones de Ennio
Morricone, The Shadows y música de guitarra onda Pulp Fiction, que después se pondría de moda.
A mí me gustaba ene, y eso lo quería mezclar con la música Disco tipo Sylvester, un estilo disco
high energym, como se llama esa movida.
Teníamos una primera grabación donde sonaba mejor, pero la tuvimos que hacer de nuevo. Es que
yo quería secuenciar unas cosas y al principio las habíamos grabado sin código de tiempo,
entonces no se podía grabar encima y que quedara coordinado. Por eso, tuvimos que tocarla de
nuevo.

Por favor
Tenía una música sola antes, que era la cortina de un programa de la radio Beethoven que tenía
Carlos. Después hice la letra y grabamos un piano acústico en el solo. Es la primera canción de
Los Prisioneros que tiene piano acústico.

Porque los ricos


La tocábamos en los conciertos de La Voz de los 80 y habría quedado mejor si la hubiésemos
grabado con guitarra, bajo y batería tocada, pero usamos batería programada y quedó un poco
muerta. Hacer esa canción con ese ritmo, así como medio Motown era como penca, casi como
meterle una sesión de vientos, pero al final quedó chora. Por ahí hay otra versión mejor, que tiene
batería.

Una Mujer que no Llame la Atención


Es parte de la movida del tecno pop, del tipo que hacían Heaven 17 o Depeche Mode. Yo quería
hacer eso. A mí me gustaba que primer disco fuera con guitarra, bajo y batería y que el segundo
tuviera sintetizador.
No quedó tan bien el tema, aunque contiene una armonía tipo Dúo Dinámico… esta súper pensada
en el Dúo Dinámico. Una Mujer que No Llame la Atención es precursora de Corazones Rojos,
como el intento de mostrar el machismo desde la perspectiva de una persona que siempre ha sido
súper machista, pero que ha tenido que luchar contra eso.

Independencia Cultural
La introducción sobre "Radio Concert", seguramente, habría sido en los 90 con Rock & Pop. Para
hacerla, estaba influenciado por canciones como El Hombre Lobo en París (de La Unión), y creo
que la letra necesitaba que se trabajara mucho más. O sea, la idea era buena, pero era demasiado
pretenciosa para la capacidad que yo tenía en esa época, que a veces funcionaba y a veces no…
Bueno, siempre pasa eso: las letras salen bien o salen pencas, pero, como venía en un disco
donde las letras eran buenas, quedó decente.
La Cultura de la Basura
Me encantaban las referencias a Julio Iglesias. Y todo lo que decía en la canción ("Escuchando
radio / vamos al estadio / nos gusta Julio Iglesias…") era cierto, no era una ironía. Hay ene cosas
de canciones de Los prisioneros que uno puede decir que son ironía, y no, son ciertas Es verdad
que yo tenía un póster de Rápale y la canción no era un MEA culpa, era solo una canción que daba
el nombre que yo quería de ese disco. De hecho, cuando empecé a escribirlo le puse a un
cuaderno La Cultura de la Basura, porque me dije que así se iba a llamar el disco.
El tema tiene una buena letra, pero está demasiado sucio. Ahora, cuando la ensayamos, recién se
revela como una buena canción.

Que no destrocen tu vida


Es una bonita letra y la versión que hizo La Ley para el Tributo es muy buena. Cuando la hice me
gustaba mucho el breakdance, y yo quería hacer algo como breakdance, así tup tup tup ta, pero
con John Lennon cantando encima y así quedó. Es una canción decente y cuando la empezamos a
tocar nos dimos cuenta que no estaba mal, pero no quedó felizmente grabada.

Usted y su ambición
La idea de esa canción era que estaba todo programado, excepto la guitarra. Pero la idea no se
cumplió, porque los samplers de los bajos y la batería sonaban como tocados… quedó como un a
go go programado. Ahora eso mismo se acaba de hacer popular con Fat Boy Slim, pero cuando
nosotros lo hicimos estábamos metidos en un rollo que ni siquiera existía. Por eso mismo no fue
popular, porque no había referencia. En la letra, había una clara influencia de John Lennon.

Cuando te vayas
Yo hubiese querido que fuese grabada con Salvatore Adamo, y si se hubiera hecho con esa
instrumentación de él, habría sido preciosa. Pero estaba hecha con un sampler y eso era más
ambicioso de lo que éramos capaces de tocar en el estudio.

Jugar a la guerra
No era una mala canción, y ahora cuando vemos la secuencia se muestra bastante bien, pero se
hizo un despelote cuando la grabamos. Alguna vez, para Colombia, le hicimos una versión
rockabilly que está por ahí perdida.

Maldito Sudaca
Cuando la hice, la Jacqueline me comentó que cómo íbamos a hacer otro ska y ya me daban lata,
cuando había grupos argentinos haciéndolo, se estaba chacreando. Estaban los Cadillacs, que en
esa época le copiaban a Madness y que después empezaron a copiarle a Mano Negra. Igual
quedó bien, el video estuvo bien, fue single, pero no pasó nada.

El es mi ídolo
Tenía todo para ser una buena canción, yo tenía unos demos en la casa, pero se perdió todo. Creo
que el solo de órgano estaba súper bonito.

Otro día
Es una de las canciones de La Cultura de la Basura que más me gusta a mí, porque era la favorita
de mi papá. Es bien rara, porque tenía dos programaciones distintas: del teclado Casio y de unos
samplers que yo hice en la casa. En la grabación, yo creo, no llegó a buen final.

Pa pa pa
Era una mierda. La hice un día después de almuerzo y se me ocurrió que la grabáramos y la
grabamos, pero es horrible y es una talla. La hicimos porque en esa época estaba de moda el
We're the World, y algunos chilenos –monos- se habían juntado para hacer una canción. Nos
invitaron y nosotros dijimos que no, porque íbamos a hacer una propia, e hicimos PaPaPa.
Pero no me gusta porque es irónica, y creo que ser irónico es perder el tiempo. La versión de los
Fiskales Ad Hok, en todo caso, es buenísima.

Poder elegir
El demo era muy lindo. Tiene piano acústico y es una canción muy bella, tenía un desarrollo largo,
pero demasiado ambiciosa. Creo que requería un trabajo mayor, con mejor concentración.

Sudamerican Rockers
Debido al fracaso discográfico de la Cultura de la Basura, y como para lo único que tocábamos era
para las concentraciones del NO, nos fuimos a tocar mucho a Ecuador, Perú y Colombia.
Aprovechando el éxito de la compilación que estaba editada en esos países (que incluía parte de
los otros dos discos), reeditamos La Cultura de la Basura, pero le agregamos Sudamerican
Rockers, un tema que yo hice el día de un apagón, donde la base era el Pata Pata de Miriam
Makeba. Cuando la grabamos, programamos la batería y el bajo.
Es una de mis canciones favoritas y es un tema bastante entero. Junto con El Baile de los que
Sobran y Tren al Sur, creo que es una de las mejores canciones que he escrito. Le hicimos un
video clip para Colombia, que a mí me parece medio descuidado, pero me dio la oportunidad de
tocar el contrabajo y darle vueltas, y sólo por eso el clip ya vale la pena para mí.

Tren al sur
Es una canción que yo quiero mucho. Su letra era muy suave para ser un single y, de hecho, no
parecía una canción de Los Prisioneros: era melancólica y se emparentaba con Paramar o Por
Favor, quizás, pero no con la mayor parte de las canciones que había hecho.
Tren al sur, por todo eso, fue un desafío y tuvimos que trabajarla mucho para que quedara como
quedó. Yo creo que agarró un vuelo cuando la produjo Gustavo Santaolalla. A él se le ocurrieron
esas bajas de velocidad de un tren que se detiene y parte de nuevo y, además, supo sacarle brillo
a la canción.
Es una de las mejores canciones que he hecho.

Amiga Mía
Está hecha sobre una secuencia, y muy influenciada por los Stranglers. Es una canción –que hice
para mí- que tiene mucho de canción europea: Manolo Otero o George Brassens, porque contiene
música hablada.

Con suavidad
Es la primera canción que apareció de esa hornada de Corazones. La estrené en esa sesión de
fotos que aparece en la carátula del Grandes Exitos, cuando aparecemos en la línea del tren. Al
grupo le encantó.

Corazones rojos
Esa canción la hice para Las Cleopatras, pero al final la grabé yo. Salió de un plumazo y programé
toda la batería en la drum machine.

Cuéntame una Historia Original


Originalmente, era mucho más corta, con un sonido de piano eléctrico, y, es raro, no sé de dónde
salió esa parte rapeada. Como que de repente se puso Pet Shop Boys, aunque el coro es John
Lennon puro. Gustavo Santaolalla le metió cosas como de Barry White, y, por eso, Corazones tenía
esa onda medio soul, onda Bee Gees. Es una bonita canción, pero más discreta sería mejor.

Estrechez de corazón
Carlos Fonseca viajó a Europa poco después de grabar Sudamerican Rockers, y volvió con
montones de discos de acid house, el tecno que entonces era la movida. La primera vez que
escuché ese sonido mecánico, me fui de raja: lo encontré alucinante, una música increíble. Me
enamoré de esa música inmediatamente, y en base a una secuencia de esas fue que se montó
Estrechez de Corazón. Pero se mezcló con otro sonido, obviamente inspirado en El Amor de mi
Vida de Camilo Sesto, porque la secuencia de acordes al comienzo era igual. Me parecía una
buena idea combinar el acid house con Camilo Sesto.
El ordenamiento de las secuencias al final quedó muy bien. En el estudio apareció una niña que
hizo coros, y que había hecho coros para Luis Miguel. Me llamó la atención porque me preguntó "tú
quieres una voz como soul, ¿verdad?", porque parece que, obviamente, en coros de mujeres lo
primero que pedía gente como Fito Páez, Charly García o Soda Stereo era soul. Yo le dije que no,
que quería algo así como música folklórica mexicana y así quedó.

Por amarte
También es parte de la movida del house.

Noche en la Ciudad
Era como una versión italianizada del house. Algo así como acid house, pero con The Clash,
pegado en Rock The Casbah.

Es demasiado triste
Es una de mis canciones favoritas. Está inspirada en el organillo de los circos que se instalaban en
Alameda. Está medio súper producida, en realidad, pero la encuentro linda porque es ridícula y me
encantan las canciones ridículas.
Los más grandes artistas tienen algo ridículo. Si son finos y no hay nada de que reírse no son
sublimes. Elvis era ridículo y Los Beatles, imagínate, con esos pelos…

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