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EL PINZÓN AZUL
Descripción
De tamaño pequeño, similar al de un gorrión, esta ave es sin embargo una especie
robusta. Los machos cuentan con un pico corto de color gris y con respecto al plumaje,
aunque hay que diferenciar que el de Tenerife es de un azul más intenso y alas un poco más
grandes, el pinzón azul es, como su nombre indica, mayoritariamente azul, la plumas de la
barriga son blancas y las de las alas y la cola se mezclan con plumas negras. Además, llaman
la atención las franjas blancas en los extremos de las alas en la subespecie grancanaria y
azuladas en la tinerfeña. En cambio, las hembras y los machos jóvenes son más parecidas al
pinzón vulgar ya que el plumaje es de color pardo-grisáceo. Se trata de una especie gregaria
a la que puede verse con otras especies como el mismo pinzón vulgar.
Dieta
Reproducción
El período de cría se produce entre abril y agosto y las puestas suelen tener lugar en
la primera quincena de junio. Son las hembras las encargadas de elaborar los nidos que
suelen construir en las ramas de los pinos aunque a veces eligen laureles o brezos.
Generalmente ponen dos huevos una vez al año aunque puede aumentar a dos puestas en
caso de no tener éxito en la primera. Las hembras incuban los huevos, alargados de color
verde azulado y con manchas pequeñas marrones, entre 15 y 16 días. El polluelo es criado
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en el nido durante los primeros 17-18 días de vida donde es alimentado por su madre.
Presenta un pico corto y ancho y un plumaje negruzco que recubre todo su cuerpo.
Hábitat
Ubicación
Como ya hemos dicho, el pinzón canario solo habita en la isla de Tenerife y Gran
Canaria. En Gran Canaria las poblaciones se concentran principalmente en dos núcleos: el
más importante en el suroeste de la isla, en los pinares de Inagua, Ojeda y Pajonales, y al
noroeste de la isla, en el pinar de Tamadaba, donde se encuentra un número muy reducido.
Rara vez se pueden observar aves sueltas en otras localidades como Soria, Llanos de la Pez
y Pargana. El número de pinzones azules en esta isla se estima en solo 250 parejas gracias,
en gran medida, al plan de recuperación llevado a cabo por el Cabildo de Gran Canaria tras
el incendio de 2007. En Tenerife, por el contrario, se considera una especie mucho más
común y es fácil observarla en todos los pinares de entre 1000 y 2000 m de altitud. En esta
isla habitan también en los pinares mixtos con laurisilva. El número de individuos superan
las 1000 parejas gracias, en parte, a la repoblación llevada a cabo en los años 30 y 40.