MISIÓN CRISTIANA INTERNACIONAL SHADDAY

NO TE SEPARES DE CRISTO
Juan 15, 4: Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto
por sí mismo, si no permanece en la vida, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros sois los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva
mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Los pámpanos son las ramas de la planta de la vid, en ellos se forman las uvas. Sin embargo,
si son separados de vid ya no pueden dar fruto, pierden el sentido de su existencia y se secan.
Solo sirven para ser quemados.
Así somos los seres humanos que hemos decidido seguir a Cristo, pero si nos separamos de
la comunión con Dios, ya no damos fruto, nos secamos y ya no servimos. Como si
estuviéramos muertos.
I Juan 1, 16: Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos,
y no practicamos la verdad.
Nuestras principales fuentes de conexión con Dios son: La oración, el ayuno y la palabra de
Dios. Ellas nos ayudan a mantener la visión, la misión y la comunión.
Las principales actitudes que debemos mantener en nuestra relación con Dios son la
obediencia, la humildad y la alegría.
Si hemos dejado esto de lado, no esperemos que la bendición de Dios nos acompañe. Como
hijos de Dios debemos reconocer que estamos separados de Dios y volver con dolor y
arrepentimiento a nuestro Padre.
2 Corintios 7, 10: Porque la tristeza según Dios produce arrepentimiento para salvación, de
que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.
Porqué solo juzgamos y pensamos que somos mejores que los demás, porque
lamentablemente estás separado de Dios. Si un miembro nuestro cuerpo sufre, el cuerpo en
su totalidad es afectado. Cuando un miembro se aparta o es humillado, si realmente somos
la iglesia debemos aprender a sufrir con él; y si se goza, todos los que ha sido lavados por la
sangre de Cristo también se gozan con su hermano.
Romanos 12, 15: Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Mientras todos miraban a Mateo como un pecador traidor a su pueblo (Mateo, también
llamado Leví, se dedicaba a recaudar impuestos. Estas personas eran muy odiadas), Jesús vio
en él un hombre que tenía una necesidad de amor, por eso lo llamó. Si estás separado de
Dios sólo veras pecadores, te sentirás superior y te condenarás a ti mismo.
Vuelve a conectarte con Dios, porque separado perderás el propósito de tu vida.