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En esos dos segundos y medio, sólo existe el tiempo para tomar decisiones
acertadas: una maniobra perfecta, una figura sorpresiva antes de entrar al agua
pueden significar un diez de los jueces, una ovación cerrada y el asombro de
miles de ojos. Un error, incluso la muerte. “Sólo escucho el sonido del viento.
Antes de saltar, imagino el clavado. Cuando estoy en el aire, percibo cómo fue
mi salida y hago mis movimientos en los primeros diez metros. Si voy muy lento
me mantengo y luego me muevo más rápido. Si salgo con demasiada
velocidad, debo actuar pronto”. (2)
Así habla Orlando Duque, el primer hombre en conseguir un diez de los siete
jueces en un Campeonato Mundial de clavados de altura.El primer colombiano
en ser Campeón en éste deporte de vértigo. (3)
Lo logró en la isla de Lana’i, en Hawai, hace poco más de un año y allí repitió
su hazaña alcanzando el título mundial en ésta temporada. Antes de saltar, su
esposa, Lee Ann, que es hawaiana, llevó una ofrenda hecha con hojas a
Kaunolu, esa tierra vetada para los extranjeros. Hace 300 años, en ese lugar,
el jefe Kahekili practicaba el “lele kawa”, un clavado desde la roca que
demostraba ante los dioses su coraje y su honor. Una prueba de fortaleza y de
habilidad de los guerreros, un testimonio de valentía. (4)
“Al llegar allí, percibes el pasado, notas una presencia que te tranquiliza”, dice.
Hoy, sólo un puñado de atletas, los mejores, recibe el permiso de los
sacerdotes para repetir ese rito cada vez que la final del campeonato llega a la
isla, luego de paradas y clavados desde riscos imponentes frente al mar o
desde castillos medievales en Grecia, Italia, Croacia o Suiza. (5)
En Austria, donde vivó durante tres años, vinieron sus primeras competencias
en éste desafío de la gravedad y, en 1999, luego de ocupar el segundo lugar
en el Campeonato Mundial en Suiza, recibió una nueva propuesta para realizar
espectáculos de exhibición. “Una vez en el agua, luego del último clavado de la
competencia y sin importar si ganaste, te invade un sentimiento de seguridad:
todo está bien, has terminado la competencia”. (7)
En 1999, en Suiza, Duque recibió su primer diez, pero sólo un juez se arriesgó
a dárselo. El año pasado, en Hawai, su caída sedujo a todos los expertos. Algo
nunca antes visto. “Todos los clavadistas venían recibiendo puntajes de 9,5
hacia arriba, la competencia era muy dura. Había practicado mucho el último
salto, me sentí muy bien en el aire, pero no me esperaba esa calificación”. (8)
COMPETENCIA INTERPRETATIVA
2. De acuerdo con los dos primeros párrafos del texto, describir qué
sensaciones experimenta Duque antes, durante y después de sus
arriesgados saltos.
4. Observa y responde: