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Los 10 mandamientos o normas de "Los Yogasutras de Patanjali", cultura Hindú:

Los Yamas son los controles que te permiten mantener una perfecta relación con los demás.
Se encuentran explicados bajo los siguientes nombres:

1. Ahimsa: no violencia, benevolencia, compasión hacia todos los seres vivos, en especial
los indefensos; no matar, hacer el menor daño posible y el mayor bien posible. Paciencia y
perdón.
2. Satya: veracidad, prudencia, gestos correctos, buen lenguaje, escritos y comunicación
sincera.
3. Asteya: no robar, ausencia de codicia, capacidad de resistir el deseo de lo que no nos
pertenece, honestidad.
4. Brahmacaria: continencia sensual, moderación en todos nuestros actos, moderación o
renuncia sexual (celibato). Regulación sobre la atracción, el deseo y el disfrute.
5. Aparigraha: compartir y distribuir las riquezas personales, no ser acumulativo. Se
refiere al abandono de la avaricia y al desarrollo de la capacidad de aceptar sólo lo
apropiado. Cultivar una actitud de generosidad y servicio a los demás.

Los Niyamas son aquellos controles que te permiten una perfecta relación con tu propio
mundo interior:

1. Shaoca: higiene, limpieza psico-física y del medio donde te toca vivir, impecabilidad en
el vestir. Prácticas yóguicas de purificación.
2. Santosa: contentamiento mental, serenidad o facultad de sentirte a gusto con lo que
posees y lo que no posees. Entusiasmo, alegría y positivismo. Aceptar las situaciones que
en apariencia te resultan adversas, como enseñanzas de la vida que son necesarias para tu
crecimiento personal.
3. Taphas: austeridad (no existe poco, no existe mucho), disciplina, sacrificios (sacro
oficio), correctos hábitos de: sueño, ejercicio, nutrición, trabajo, recreación y relajación.
El correcto ejercicio de tus facultades (evitar el mal uso, el abuso y el desuso).
"Aquel que es moderado en sus hábitos de comer, dormir, trabajar y recrearse, puede
mitigar todas las penas materiales practicando el sistema de Yoga." - Capítulo 6 - Sankhya
Yoga - Sutra 17 - Bhagavad-Gita.
4. Svadhiaia: estudio personal, espiritual (auto-conocimiento). Revisar y evaluar tus
progresos a través de escrituras sagradas o lecciones de tus Maestros.
5. Ishvara Pranydhana: veneración hacia una inteligencia superior. Aceptación de tus
límites frente a Dios, el Omnisciente. Entrega y obediencia al Maestro. Aceptar sus
enseñanzas como instrucciones.

Yama y Niyama están interrelacionados, son dependientes. La línea entre cada uno de ellos
es muy delgada, no se sabe con exactitud dónde comienza uno y dónde termina el otro. Lo
mismo sucede con los ocho peldaños del Yoga. El mejoramiento de uno afecta directamente
a los otros.
Todo aquello que se considere como un acto virtuoso está comprendido dentro de este
código del Yogui.
Yama y Niyama conforman una Ley Universal muy sutil que rige la mente del hombre. Su
verdadera y profunda comprensión se realiza con la práctica constante, cuando la mente se
hace traslúcida (sátvica).

La práctica de Yama y Niyama hace que los deseos de la mente se transformen en profundos
anhelos del Ser. Gobiernan la salud del cuerpo físico, ya que son causa de la estabilidad
psíquica. La práctica de éstas 10 normas ético-morales purifican los 10 órganos sensoriales.
Al establecerse en estos principios, la información del medio ambiente ingresa pura al
cerebro y de la misma manera el cerebro envía sus señales nerviosas a los órganos de
expresión con total exactitud.
Patanjali dice: "Los controles (Yamas y Niyamas) no están condicionados a ninguna clase
social, raza, lugar, tiempo, o cualquier situación personal o cultural y constituyen un gran
compromiso".
Esta es la ley que gobierna el universo mental y su karma. Si las acciones están
comprendidas dentro de Yama y Niyama el efecto será beneficioso, si no, traerá dolor.
Sin Yama y Niyama la Iluminación (máxima felicidad) es una imposibilidad.
Creencias[editar]
Estatua del dios Shiva en Rishikesh(India).
En el hinduismo hay diversidad de creencias, pero básicamente los hinduistas creen que
detrás del universo visible (maia) ―al que atribuyen ciclos sucesivos de creación y
destrucción― está el principio que sostiene el universo: Brahman, el Absoluto que,
considerado a través del velo de Māyā, es dios (Īśvara). Abandonar el ciclo
de reencarnaciones (samsara) y retornar al principio divino, constituye el mayor de todos
los logros para los hinduistas.
Este dios puede ser considerado personal o impersonal. La adoración personal constituye
el bhakti (la devoción), y la adoración impersonal implica gñana (la sabiduría).
En la corriente hinduista impersonal, dios es denominado Brahman. Todos los demás seres
son su expresión, por lo que se le considera principio del universo. Esta visión puede ser
llamada monismo. Hay que diferenciar que el Brahman impersonal es el aspecto no
personificado de dios, y es distinto de Brahmá, quien es el creador de este universo, pero
no el dios único. Brahmá es un alma encarnada muy elevada que ocupa temporalmente ese
puesto dentro del mundo material, pero que puede caer de su lugar y ser reemplazado por
otra entidad. Según la complejidad de cada universo, el Brahmá creador puede tener
distinto número de cabezas, hasta mil.
Una de las características principales del hinduismo es el variado concepto acerca de ishta
dévata ([cualquier] deidad adorable). Reconoce que cualquier persona puede tener una
concepción personal de la Divinidad, igualmente respetable, ya que dios puede tener todas
las formas, y finalmente las trasciende. De ahí la infinitud de representaciones de la
Divinidad. Pero finalmente dios es uno, aunque sus manifestaciones sean infinitas.
En textos occidentales llegó a hacerse popular la tríada hinduista, llamada Trimurti (‘tres
formas [de dios]’: los dioses masculinos Brahmá, Visnú y Shiva), pero generalmente nadie
adora a esa tríada. Muchos hinduistas adoran a la diosa Durgá (conocida por algunos por
uno de sus aspectos como Kali), pero también a un gran número de otros dioses, incluidos
dioses comarcales.
Los Śruti (sánscrito: ‘lo oído’) o Shruti se refiere al conjunto de textos revelados de la religión
hinduista. Estos textos se contraponen a los textos creados a partir de la tradición o Smṛti (‘lo
recordado’).

Lista de textos shruti[editar]

Los hinduistas creen que los textos shruti (‘lo que se oye’, lo que escucharon los
sabios rishis directamente de los dioses) no fueron creaciones del hombre, no son obras de origen
intelectual, sino revelaciones directas de los dioses a los hombres.[cita requerida] Los rishis (sabios o
videntes) fueron los intermediarios que captaron esas revelaciones divinas. Estos textos son
universales y eternos. No pueden ser interpretados, sino seguidos al pie de la letra.

 Los cuatro Vedas (compuestos en la forma más arcaica del sánscrito):

 Rigveda, el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.

 Yajurveda, el libro de los yajñas; una tercera parte de sus himnos son copiados
del Rigveda.

 Samaveda, el conocimiento cantado; todos sus himnos son copiados del Rigveda,
pero reordenados para adaptarse a rituales específicos.

 Atharvaveda, el Veda de [el sabio] Atharva, con encantamientos y las primeras


disquisiciones acerca del origen mítico del Universo (que abriría paso a las
especulaciones místicas de las Upanishad).

Cada Veda, a su vez, consta de cuatro partes:

 Samhita (himnos, el núcleo central del texto)

 Bráhmanas (rituales)

 Aranyaka (interpretaciones) y

 Vedānta (las Upanishad, meditaciones místico-filosóficas compuestas desde el


siglo VII a. C.).

No existe ‘un hinduísmo’ o una doctrina establecida para todos por igual, por lo que el hinduísmo
carece de un sistema unificado de creencias e ideas. Es más bien una mezcla de diversas
tradiciones y creencias, aunque podemos resumir los temas principales en los siguientes:

– Dharma. Se refiere a la moralidad y los deberes y hay multitud de ellos.

– Samsara. La reencarnación.

– Karma. Entendido como la acción correcta, la acción (o inacción) y sus consecuencias.

– Moksha o la liberación.
El hinduísmo tradicional tiene dos Dharmas principales que uno puede seguir: ‘Grihasta Darma’ o
la vía doméstica y ‘Sanyasa Dhrama’ o la vía ascética o monástica.

La vía doméstica tiene cuatro metas: ‘Kama’ o placer de los sentidos, ‘Artha’ o riqueza y
prosperidad, ‘Dhrama’ o las leyes de la vida y ‘Moksha’ o la liberación.

La via ascética tiene el ‘Moksha’ como la meta suprema. Esto es, la liberación del alma de la rueda
o ciclo de reencarnaciones.

También se cree en la verdad, la honestidad, la no violencia, el celibato, la limpieza o higiene, la


satisfacción a través del equilibrio, los rezos, la austeridad, la penitencia…

Se suele decir que los hindúes practican la idolatría, ya que rinden culto a múltiples imágenes o
representaciones de dioses en múltiples formas.

Entienden que la vida del ser humano está dividida en cuatro etapas y hay ritos y rituales bien
definidos para cada etapa desde el nacimiento hasta la muerte, que se llaman ‘Samskār

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