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Narrar los campos 9
Grita hincad los unos más hondo en la tierra los otros cantad y tocad
agarra el hierro del cinto 10 blande son sus ojos azules
hincad los unos más hondo las palas los otros seguid tocando a danzar
1 Heidegger, 1999:191.
10 ESTHER COHEN Los NARRADORES DE AUSCHWITZ 11
sobre ceniza, para convertirse en el rostro del terror,· de la La violencia bruta de los Einsatzgruppen no consti
Gorgona, de la muerte en masa organizada y tecnificada. Aus tuye el rasgo singular del nacionalsocialismo, sino 10
chwitz como rasgo, imagen y efigie del hombre a partir de su que comparte con muchas otras masacres d e este
momento; Auschwitz como el sello del siglo xx. siglo terrible, un rasgo común con las ejecuciones en
Más de un historiador, entre ellos el erudito historiador masa de armenios en e l Imperio Otomano, con las
inglés Eric Hobsbawm, no han dudado en caracterizar a ese depuraciones étnicas d e la ex-Yugoslavia y las ejecu
siglo como el de la barbarie. y no se refieren sólo a la que sig ciones a golpe de machete en Ruanda. El judeocidio
nificó la Segunda Guerra Mundial, con todas sus atrocidades, no fue sólo una erupción de la violencia bruta, sino
sino que ubican su inicio, como lo hace Enzo Traverso, en la una masacre perpetrada 'sin odio', gracias a un siste
Primera Gran Guerra, que marca ya el principio de la decaden ma planificado de producción industrial de muerte,
cia de un siglo que apenas empieza, el horror del surgimiento un engranaje creado por una minoría de arquitectos
de sociedades autoritarias que desembocarán años después en del crimen, puesto en práctica por una masa de
plenos totalitarismos. Traverso va más allá y encuentra en las ejecutores a veces afanosos, otras inconscientes,
brutales luchas coloniales de finales del XIX el huevo de la ser en medio de la silenciosa indiferencia de la gran
piente que se concretará en el ascenso al poder de esa figura mayoría de la población alemana, con la complicidad
que señala, de manera negativa, al siglo xx: Hitler. En efecto, de Europa y la pasividad del mundo.4
"la Primera Guerra", escribe Traverso en La violencia nazi, "es
de manera incontestable un momento de ruptura, una con He aquí la razón por la cual Auschwitz nos pertenece a todos:
moción social y psicológica profunda a partir de la cual puede porque el mundo calló, no quiso ver lo que sucedía, porque se
considerarse como el acto fundador del siglo xx". 2 asintió con el silencio, como se ha hecho ahora con Ruanda,
Pero si la Gran Guerra fue el acto fundador del siglo, la con Afganistán, con el África negra, cuya población padece las
Segunda vino a poner el punto final al desgarrar y fracturar mayores hambrunas y de cuyos habitantes, diez millones es
la visión que el hombre de Occidente tenía de sí mismo. Nada tán destinados a la muerte por sida; con las dictaduras latino
quedará en pie de la concepción del ser humano occiden americanas, con la muerte cotidiana de indígenas de nuestros
tal después de la barbarie del nazismo. Escribe Bataille: "[ . ]
. . países de América Latina que mueren de inanición o a causa
Auschwitz es el hecho, es el signo del hombre. La imagen del de enfermedades fácilmente curables. Vivimos en una bur
hombre ya es inseparable de una cámara de gas".3 Desde esta �:¡
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buja en la que nadie quiere saber nada del otro, indio, negro,
perspectiva, Auschwitz no remitirá sólo a la tragedia judía, indígena, mujer, etcétera.
al intento de aniquilación radical de todo un pueblo, sino al Auschwitz, ese nombre que nos estremece y ruge en
espacio donde se puso en práctica la mayor destrucción tecni nuestros oídos y que nos obliga a mirar hasta dónde fue ca
ficada de distintas figuras: el judío, el gitano, el homosexual, paz de llegar el hombre "civilizado" -porque no hay que olvi
el disidente político, ante los ojos de un mundo que no quiso dar el nivel de civilización de la Alemania de mitad de siglo
saber, que no quiso actuar para detener este acontecimiento xx-, se ha convertido en nuestros días en sinónimo de la
inédito en la historia del hombre.
industrialización de la muerte y del exterminio en masa. En qeseaban recordar a quello que los había convertido e n una
Auschwitz, escribe Hannah Arendt, "no se moría en calidad e:>pecie de subhombres, a unos en bestias salvajes y asesinas,
de individuos, es decir, de hombres y de mujeres, de niños o a los otros en ovejas llevadas al matadero sin siquiera poder
de adultos, de jóvenes, buenos o malos, bellos o feos, sino que levantar la voz, en animales hambrientos dispuestos a matar
todos fueron reducidos al más pequeño den0minador común por un mendrugo de pan. Podemos entender la vergüenza de
de la vida orgánica, sumergidos en el abismo más sombrío y el losVictimarios, pero ¿qué sucedió con las víctimas que deci
más profundo de la igualdad primera; murieron como bestias, dieron callar para seguir viviendo, que se refugiaron en un
como cosas que no tenían ni cuerpo ni alma, ni siquiera un silencio lleno de culpa para mantenerse en vida? Porque la
rostro sobre el cual la muerte pudiera poner su sello". s Clllpa Y la vergüenza de ocupar el lugar del otro, de ese otro
Podríamos decir, desde esta perspectiva, que no sólo el (\1 que se le deseó la muerte para tener un mayor espacio en
nazismo construyó Auschwitz ni éste se hizo de un día para la barraca o para robarle ese pequeño pedazo de pan extra y
otro; lo fueron construyendo, paso a paso, el imperialismo que, finalmente, acabó esfumándose por las chimeneas de los
del siglo XIX, el nacionalismo, el racismo y, por sobre todo crematorios, pobló la memoria y la vida de la gran mayoría de
y siguiendo el pensamiento del historiador Yehuda Bauer, los sobrevivientes. No hay que olvidar que cuando Primo Levi
el antisemitismo de siglos. Pero, al mismo tiempo, lo edificó quiso publicar, en 1947, Si esto es un hombre, obra maestra
también el Hombre, indiferente, ciego ante el exterminio y al de la literatura testimonial que daba cuenta del infierno nazi,
borramiento del rostro del ser humano. Afirma Ian Kershaw, ningún editor quiso hacerlo. Al final, una pequeña editorial
uno de los mayores especialistas en la Segunda Guerra Mun se responsabilizó del libro, que pasó casi inadvertido. Parecía
dial: "La carretera a Auschwitz la construyó el odio, pero la que una de las pesadillas de los habitantes de los campos se
pavimentó la indiferencia".6 Esta misma indiferencia seguirá hubiera hecho realidad: el mundo no quería saber, no se atre
construyendo, si nos aislamos en el silencio, otros campos, vía a imaginar o, en otras palabras, deseaba olvidar el episo
otras muertes y, por qué no, otros Auschwitz. dio más denigrante y vergonzoso del siglo.
Jean Améry, Imre Kertész, Victor Klemperer, ElieWiesel,
Etty Hillesum y tantos y tantos más han dejado testimonio
sobre sus experiencias en los campos de concentración y ex
Testimoniar terminio, pero si hay alguien que lo hizo con la fuerza y la
inmediatez de la experiencia, ése fue, sin lugar a dudas, Primo
La era del testimonio, dice AnnetteWieviorka, tuvo su gran Levi. Podríamos decir, sin pretensiones de jerarquías, que este
desenlace a partir del proceso a Eichmann, en 1961,7 no escritor italiano se convirtió desde un principio, apenas sa
obstante que ya para entonces se habían publicado umi. cen lido de las cámaras de la muerte, en el testigo por excelencia,
tena de textos testimoniales. Hasta ese momento, con excep en aquel que habló y escribió el infierno de Auschwitz ante
ción de ciertos casos, la experiencia de Auschwitz había sido un público incrédulo o, para decirlo. de manera más suave,
vivida con vergüenza y turbación. Ni víctimas ni victimarios para un público que no obstante la información que circuló
durante y después del mayor genocidio del siglo:xx, no quería .' : Los' hundidos, aunque hubiesen tenido papel y pluma,
saber y se ocultaba en el vacío de la memoria para no reflexio . no hubieran escrito su testimonio, porque su ver
nar acerca de los límites a los que había llegado el hombre. ,dadera muerte había empezado ya antes de la
Levi vivió toda una vida para contar, como el narrador muerte corporal [ . ] Nosotros hablamos por ellos
..
15 Semprún, 1995: 137. Cursivas agregadas. 17 Levi, 2000: 11. Cursivas agregadas.
16 Benjamin, "Tesis de filosofía de la historia", en Angelus novus, 80. 18
Blanchot, La escritura del desastre, 132.
19 Didi-Huberman, 2004: 49.
20 ESTHER eOHEN Los NARRADORES DE AUSCHWITZ 21
Es cierto que la imagen total de la Shoah no existe, como la;'médida en que es la experiencia estética la que permite el
tampoco una verdad total y absoluta del genocidio, pero si tránsito hacia lo testimonial, en este caso concreto, hacia la
hay algo que nos ofrece la palabra es el destello benjaminia f'r, éalidad" de los campos de concentración nazis.
no, la epifanía de un momento durante el cual, súbitamente, Se ha hablado. mucho, sobre todo en los últimos años,
todo se revela para ofrecernos la "verdad" del "infinito tor de abuso de la memoria en relación con lo que fue el gran
mento de morir". Y si quisiéramos ir más allá de lo planteado genocidio del siglo xx. Me refiero de manera concreta al libro
por Primo Levi, podríamos citar un pasaje de La escritura o la de' Todorbv El ab uso de la memoria, donde el autor plantea
vida, de Semprún, en el que el autor propone que para hacer esta sobreabundancia de textos e imágenes, además de monu
"creíble" el infierno vivido es necesario hacer uso del artificio, mentos, museos, memoriales, etc., erigidos en recuerdo d e las
es decir, de la ficción: "Contar bien significa: de manera que víctimas. Estamos de acuerdo con ]acques Derrida, quien pro
sea escuchado. No lo conseguiremos sin algo de artificio. ¡El pone que "nada es menos seguro, nada es menos claro hoy
artificio suficiente para que se vuelva arte!".20 elidía que la palabra archivo",23 pues si se trata de optar por
, De seguro esto puede provocar desconcierto, pues especí el abuso o por su contrario, estaría de parte de Hayim Yeru
ficamente en el caso de los campos de. concentración y exter shalmi quien, a pesar de hacer la misma crítica de Todorov,
minio nazis resulta difícil pensar en el testimonio como forma termina diciendo: "Si ésa es la opción, me pronuncio por el
literaria, como ficcionalidad; esta condición es un problema 'exceso' antes que por la 'falta', pues mi terror de olvidar es
que se presenta' al leer los relatos de los habitantes de los mayor que mi terror de tener demasiado que recordar". 24
campos. Pese a ello, lo que afirma Semprún es cierto: no se
trata sólo de contar, sino de contar bien; sólo así podrá llegar
a los oídos de quienes des'ean escuchar porque, como bien
dice otro de los personajes de su novela y que remite al sueño Soñar
obsesivo de Primo Levi, y de tantos otros: "El verdadero pro
blema no estriba en contar, cualesquiera que fueren las difi Victor Klemperer, en su libro L TI La lengua del Tercer Reich,
cultades, sino en escuchar [ ...] ¿Estarán dispuestos a escuchar señala con gran agudeza la transformación de la lengua
nuestras historias, incluso si las contamos bien?".21 y de nuevo alemana durante el nazismo. La lengua alemana, dice el filólo
surge la desolación de Benjamin frente a la desaparición de go, se uniformó a tal grado que no había cabida para el pen
la figura del narrador a partir de la Gran Guerra. ¿Será cierto samiento ni la crítica. Se convirtió en una especie de robot
esto que Walter Benjamin tanto sufre y lamenta? Resulta per militarizado que respondía sólo a estímulos del exterior y de
tinente referirnos, de la misma manera, al crítico y filósofo una única manera. "La lengua", escribe Paul Celan, "tuvo que
ruso Mijail Bajtín, quien plantea que la actividad estética tiene pasar a través de la propia falta de respuesta, a través de un
una mayor capacidad de concentrar la experiencia de 10 hu terrible enmudecimiento, pasar a través de las múltiples tinie
mano en comparación con cualquier otra área de la actividad blas del discurso mortífero. Pasó a través y no tuvo palabras
humana.22 Lo que sugiere Semprún cobra aún.más fuerza en para lo que sucedió". 2S Si la lengua es ese espacio desde donde
Genocidio y literat ura gertútidios han seguido ocurriendo a los ojos del mundo sin
f)ti�'el Hombre, aquel que, como escribe Levi, desapareció en
Todo testimonio responsable compromete una }\'uschwitz, reaparezca de nuevo. "Vivimos una época en la
experiencia poética de la lengua. que acontecimientos similares al Holocausto son posibles",31
Jac;ques Derrida por ello es necesario continuar pensando e imaginando Aus
chwitz no como algo que perteneció al pasado, sino como un
El término "genocidio" fue inventado por Rafael Lemkin, un espacio que puede pertenecer al futuro: el Holocausto como
jurista judío polaco, a finales de 1942 o principios de 1943.28 premonición y no como antecedente, porque como bien dice
No es casual, a pesar de que ya se había cometido un acto Traverso al referirse a los filósofos de la escuela de Frankfurt:
igualmente genocida con los armenios durante la Primera "-En' contra de la tendencia reconfortante, pero en el fondo
.
Guerra por parte de los turcos, que este concepto salga a la apologética, que consiste en ver al nazismo como una legiti
luz el mismo año en que se pone en marcha la "solución final" mación en negativo del Occidente liberal considerado como
nazi, es decir, en el momento en que se intenta la destrucción �l mejor de los mundos, los filósofos de la escuela de Frank
total de un grupo étnico. La conferencia de Wannsee, en enero furt lanzaron una advertencia severa. El totalitarismo nació
de 1942, que planteaba la llamada "solución final", marca un en el seno de la civilización misma, es su hijo. Esta civilización
hito en la historia, un cambio de rumbo radical de la civili sigue siendo la nuestra y vivimos siempre en un mundo en el
zación occidental. Quizás estamos ante la máxima benjami que Auschwitz delimita un horizonte de posibilidad". 32
niana de que "no existe documento de cultura que no sea a Se ha hablado de la poca o nula resistencia del pueblo
su vez documento de barbarie" .29 ¿Cómo explicar el hecho de judío frente a su demolición. Encontramos en una infinidad
que el país europeo con mayor desarrollo industrial y cultural de textos que el judío fue llevado a las cámaras de gas como un
de Europa haya podido producir lo que Goya describió en uno rebano pasivo y obediente. Sin embargo, habría que atender
de sus cuadros: "el sueño de la razón engendra monstruos"? a la historiografía moderna que empieza a descubrir, a partir
Al respecto me deslindo del concepto arendtiano de "banali de documentos, la cantidad de momentos de resistencia que,
dad del mal", pues no alcanzo a comprender la banalidad de aunque estériles en la mayoría de los casos, cambian el esce
quienes arrojaron al fuego, como siglos antes lo hicieran los nario que comúnmente se maneja acerca del Holocausto. Pero
inquisidores con las brujas, a millones de seres inocentes cuya si hay un espacio de resistencia donde la necesidad de vivir se
"culpa" fue haber nacido judíos, gitanos, incapacitados. hace enfáticamente patente, es el de la escritura.
Yehuda Bauer escribe: "si el Holocausto es un aconte A partir de la década de 1960 una infinidad de textos
cimiento único e inexplicable, su estudio representa una pér referentes al Holocausto han visto la luz, especialmente en Eu
dida de tiempo".30 Ahora bien, si continuamos pensando e ropa, y otros nan sido reconsiderados bajo nuevos enfoques.
imaginando el genocidio que marcó una ruptura en el pen Los autores son innumerables: Primo Levi, para mí el autor
samiento occidental, que puso en evidencia la capacidad del del libro más elocuente y conmovedor de·todos, Bruno Bettel
hombre de autodestruirse, es porque tanto masacres como heim, Etty Hillesum, Victor Klemperer, Jorge Semprútl, Jean
mente una "literatura de los campos"? ¿Podría ser Auschwitz Escribí de la manera más natural escogiendo de
el motivo aglutinador de una serie de testimonios, aunque no liberadamente un lenguaje [ ..] no demasiado
.
sea este campo el único que marcó el descarrilamiento del sonoro. Lo que debía decir tenía en sí mismo suficien
hombre hacia la barbarie? Ciertamente se trata de literatu te fuerza para admitir un estilo medio, de manera
ra testimonial, pero podríamos ir más allá y plantear que se que la escritura, el son�do de las palabras, jamás
trata de una literatura particular que gira alrededor de las rompieran el contenido. [.. ] valía más dejar que las
.
barracas, las cámaras de gas, los crematorios, el hambre, la cosas se relataran a sí mismas; es decir, un miedo
autodestrucción del hombre a manos del hombre; de eso que constante de caer en la retórica [ ]. No había nece
...
hizo que Paul Celan escribiera: "grita más oscuro el tañido sidad de subrayar el horror. El horror estaba ahí.
de los violines así subiréis como humo en el aire/así tendréis No era necesario escribir "esto es horrible". 35
una fosa en las nubes no se yace allí estrecho/[.. ] tu pelo de
.
oro Margarete/tu pelo de ceniza Sulamit".33 ¿Será que estamos A pesar de todo, Levi está consciente de la escritura, una es
ante un nuevo género testimonial: el género de la literatura critura sobria y sin artificios retóricos. El problema que se
concentracionaria nazi? plantea al hablar de literatura en casos corno éste es aparente
Jorge Semprún insiste en la necesidad de hacer de la ex mente ético. Si se trata de ficción, ¿entonces estamos hablando
periencia concentracionaria una experiencia "estética", arran� de mentira? Esta relación ficción-mentira parece acompañar
carie a los hornos las palabras para transformarlos en aquello el pudor de hablar de literatura frente a los crímenes atroces
que podríamos llamar literatura: " Tengo que fabricar vida del nazismo. Es necesario superar este prejuicio para abrirle
con tanta muer te. Y la mejor forma de conseguirlo es la es un espacio al nuevo género.
critura. En eso estoy: sólo puedo vivir asumiendo esta muerte El caso de Semprún es diferente. Han transcurrido cua
mediante la escritura, pero la escritura me prohíbe literal renta años desde su experiencia y al escribir su novela está
mente vivir".34 Semprún tardó cuarenta años en dar cuenta de consciente de que, además de una obra testimonial concentra
su experiencia, en hacer de ésta un acto cargado de artificio, cionaria, es también una reflexión sobre 10 ya dicho y escrito
como él mismo 10 dice. y podemos verlo. De hecho es posible durante esos años. Semprún tuvo que optar por la vida, pues
establecer un contraste entre Si esto es un hombre, de Primo el recuerdo de Buchenwald le prohibía literalmente escribir.