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7. El método de Descartes
Tras el hundimiento de la filosofía aristotélico-tomista, el objetivo fundamental de Filosofía aristotélico-tomista:
Descartes es encontrar un método que, partiendo de una serie de reglas, garantice Este título designa el sistema
el razonamiento correcto y la reconstrucción de todo el saber humano. filosófico propuesto por
Inspirándose en las matemáticas, planeo crear un método racional y deductivo Aristóteles en la Antigüedad y
valido para todas las ciencias. desarrollado e interpretado
Su inspiración para crear su método le llego en el transcurrir de tres sueños que desde la perspectiva cristiana
tuvo una noche de tormenta, mientras era soldado. por Santo Tomás.
Su método debía ser sencillo y accesible a todos, pero ¿Qué entiende por método? Por método entiendo, dice
Descartes, "una serie de reglas ciertas y fáciles, tales que todo aquel que las observe exactamente no tome nunca a
algo falso por verdadero, y, sin gasto alguno de esfuerzo mental,
sino por incrementar su conocimiento paso a paso, llegue a una Intuición para Descartes: "Entiendo por intuición,
verdadera comprensión de todas aquellas cosas que no no la creencia en el variable testimonio de los
sobrepasen su capacidad". sentidos o en los juicios engañosos de la
El método de Descartes ¿Sobre qué se construye, o a qué se imaginación -mala reguladora- sino la concepción
aplica? Deberá aplicarse, lógicamente, al modo de funcionar de la de un espíritu sano y atento, tan distinta y tan fácil
razón. ¿Pero cuál es el modo de conocer de la razón? Descartes que ninguna duda quede sobre lo conocido; o lo
nos propone aquí la intuición y la deducción como los dos únicos que es lo mismo, la concepción firme que nace en
modos de conocimiento y, por lo tanto, como aquellos elementos un espíritu sano y atento, por las luces naturales
sobre los que se debe construir el método de la razón."
Para que su método tuviera valides expone 4 reglas necesarias a
seguir en el mismo:
1) Regla de la Evidencia:
"...no recibir como verdadero lo que con toda evidencia no reconociese como tal, evitando cuidadosamente la
precipitación y los prejuicios, y no aceptando como cierto sino lo presente a mi espíritu de manera tan clara y distinta
que acerca de su certeza no pudiera caber la menor duda."
Exige rechazar cualquier idea que no sea clara (es decir, indudable) y distinta (imposible de confundir con ninguna
otra). Se llega a la evidencia bien por intuición, o visión intelectual directa de una verdad (como los primeros
principios del razonamiento), bien por deducción, que permite derivar una serie de consecuencias necesariamente
ciertas de tales principios intuitivamente evidentes.
2) Regla del análisis:
"...la división de cada una de las dificultades con que tropieza la inteligencia al investigar la verdad, en tantas partes
como fuera necesario para resolverlas."
Consiste en reducir lo complejo a sus componentes más simples, que pueden conocerse intuitivamente.
3) Regla de la síntesis:
"...ordenar los conocimientos, empezando siempre por los más sencillos, elevándome por grados hasta llegar a los
más compuestos, y suponiendo un orden en aquellos que no lo tenían por naturaleza."
Por esta regla, partiendo de los elementos simples, conocidos por intuición, se construyen argumentos o
deducciones más complejas.
4) Regla de la enumeración:
"...hacer enumeraciones tan completas y generales, que me dieran la seguridad de no haber incurrido en ninguna
omisión."
En su aplicación se revisan todos los pasos dados para comprobar que no se han cometido errores en el
razonamiento.
Las dos primeras reglas conforman lo que se ha dado en llamar la parte analítica del método; y las dos segundas la
parte sintética. El método estaría compuesto así por dos operaciones básicas: el análisis y la síntesis.
Una vez descubierto el Método, en 1619, Descartes lo aplica a la Matemática y ello le permitió el desarrollo de la
Geometría Analítica. Sin embargo, no se consideraba todavía capacitado para su aplicación a los principios de la
filosofía y decidió dejar pasar unos años en los que iría liberando a su espíritu de malas opiniones y acostumbrándose
al uso del método.
Las ventajas del método, tal y como reconoce su autor, son que:1. Garantiza el buen uso de la razón. 2. Acostumbra a
la razón a concebir los objetos con claridad y distinción. 3. Permite aumentar los conocimientos y descubrir nuevas
verdades.
8. El proceso de la duda y su culminación
Descartes aplica el método a la metafísica, raíz del “árbol de las ciencias”, para averiguar si existe una primera verdad
absolutamente cierta, sobre la que elevar el “edificio” del conocimiento.
Para ello, plantea la duda metódica. Esto consiste en dudar de todos los conocimientos que no sean evidentes, es
decir que no se manifiesten a nuestro espíritu con total claridad y distinción (aplicación de la primera regla de la
evidencia). Por tanto se puede definir como el deber dudar de todo lo que creemos y rechazar inicialmente todo
aquello de lo que sea posible dudar.
Esta duda no debe ser considerada como real, sino como un instrumento metódico para alcanzar su objetivo: la
intuición de una idea clara y distinta, evidente por tanto, sobre la que no exista ninguna posibilidad de duda.
Encontrar, en suma, una verdad que pueda ser el punto de partida del edificio del conocimiento.
Esta duda es provisional, es un camino para obtener la verdad absoluta y no una vía hacia el escepticismo.
Según Descartes esta duda metódica tiene tres niveles, o razones para dudar:
1) Duda sobre la fiabilidad de los sentidos:
Existe un gran número de ilusiones y alteraciones perceptivas. Por tanto los sentidos nos proporcionan
conocimiento probable, y lo probable es dudoso, debido a esto Descartes no se fía de ellos.
Los conocimientos adquiridos en base a los sentidos no son bases seguras para generar conocimientos de ningún
tipo, ya que no son confiables.
2) Duda entre la vigilia y el sueño (dificultad para distinguirlos):
Los sueños no se distinguen a veces de la realidad, de manera que toda la realidad bien podría ser ilusoria.
Nosotros soñamos y cuando lo hacemos, muchas veces, lo que vemos es tan nítido que lo creemos real. En éste
nivel quedan puestas en dudas las ciencias naturales junto con todo lo material, (incluso su propio cuerpo).
¿Quién nos garantiza que lo que creemos haber vivido no son más que sueños? ¿Y cómo sé que ahora no estoy
soñando?
Llegado a este punto todavía le quedan los conocimientos abstractos (la matemática por ejemplo). Para aplicarles el
método a estos conocimientos Descartes crea el tercer nivel de duda:
3) Hipótesis del genio maligno: En este nivel genera la hipótesis del “Dios engañador”. Los razonamientos
matemáticos siguen teniendo validez, incluso en sueños, pero quizás Dios nos ha creado de tal manera que nos
engañamos siempre, incluso en los razonamientos más evidentes.
Pero suponiendo que Dios no puede engañarnos porque es demasiado bondadoso y no permitiría que
viviéramos totalmente engañados, tanto que tuviéramos que dudar de todo, imaginemos entonces que la causa
del engaño es un “Genio maligno”.
Este genio es astuto, burlador y poderoso. Y ha usado toda su industria para lograr engañarnos. Podríamos decir
que se divirtiese haciéndonos errar cada vez que razonamos sobre estos Axioma: verdad que no tiene
conocimientos, como cuando razonamos que 2+2=4. fundamentación porque ya la
De esta duda metódica va a surgir la primera evidencia o axioma. tiene interiorizada.
Hasta ahora la duda metódica cartesiana parecía haber eliminado todos nuestros
conocimientos, incluidos los abstractos, pero en el acto mismo de dudar nos muestra algo que, según Descartes,
resiste cualquier duda, incluso no puede sernos ocultada por el genio maligno: La primera certeza indudable de la
metafísica, el “Cogito ergo sum” cartesiano (“Pienso, luego existo”); esto quiere decir: Si dudo, es que pienso, y si
pienso, es que existo. Y, ¿cómo existo? Lo hago como un ser pensante.
Esta verdad indubitable, intuida inmediatamente, se convierte en el Principio de la Filosofía que Descartes estaba
buscando. El “Cogito ergo sum” es el primer principio en el sentido de que es el punto de partida desde el que se
reconstruye el edificio del conocimiento.
Afirmar “Pienso, luego existo” significa el reconocimiento de sí mismo, del Yo como sustancia pensante (“Res
Cogitans”), que duda, quiere, afirma, niega, entiende, imagina, siente, etc., y que tiene existencia independiente del
cuerpo (“Res Extensa”). La sustancia pensante es el alma, la mente.
Es importante destacar que el “Cogito”, además de ser la primera verdad, se convierte en CRITERIO DE VERDAD.
Cualquier otra verdad que se presente tan clara y distinta como esta, se admitirá como evidente y, por ello, como
fuera de toda duda.
Es 1era certeza es una idea innata, clara y distinta, que se tiene por intuición. Es el fundamento de la filosofía
racionalista.
9. El empirismo y el asociacionismo en Hume
Empirismo:
Se desarrolla en Gran Bretaña a mediados del SXVII y SXVIII, en oposición al racionalismo. Este término adquiere dos
sentidos fundamentales:
• La experiencia como información proporcionada por los órganos de los sentidos.
• La experiencia como lo que se llamó “vivencia”, el conjunto de afecciones, sentimientos, emociones, etc, que
experimenta una persona y que se va acumulando en su memoria.
La doctrina empirista tiene tres aspectos epistemológicos centrales: 1. Afirma que todo conocimiento deriva de la
experiencia, particularmente de los sentidos. 2. La experiencia puede ser analizada y descomponerse en sus
elementos constituyentes. Elementos simples, unidades discretas, que suelen llamarse elementos “atómicos”, son
las impresiones o datos sensoriales. 3. Todo conocimiento debe ser justificado o validado recurriendo a los sentidos.
Asociacionismo:
Es la hipótesis o teoría psicológica sostenida principalmente por algunos pensadores ingleses, especialmente
empiristas, que trataban de explicar todos los fenómenos psíquicos por la asociación de ideas. La teoría
asociacionista parte de que relacionamos ciertas cosas en la memoria, en el pensamiento y en toda la vida mental,
simplemente porque en nuestra experiencia original de las mismas se presentan vinculadas; y puesto que nuestros
primeros encuentros con las cosas tienen lugar a través de los sentidos, los asociacionistas sostienen que toda la
complejidad de la vida mental puede reducirse a las impresiones sensoriales, es decir, a los componentes
elementales de la conciencia en su vinculación con la experiencia.
El primer principio de la asociación es que: “las ideas complejas provienen de la asociación de otras más simples”.
El asociacionismo defendió 5 leyes que se debe tener en cuenta al estudiarlo:
La ley de contigüidad: si dos cosas se experimentan próximas en el tiempo, probablemente ambas se asocien.
La ley de la semejanza: aquellos contenidos psíquicos que se parecen tienden a aparecer juntos, como cuando una
foto nos lleva a pensar en la persona de la cual es la imagen.
La ley del contraste: las ideas opuestas tiende a aparecer juntas en la mente, como en el caso de las ideas
‘amor’/‘odio’, ‘día’/’noche’, ‘vida’/’muerte’.
La ley de recencia: las asociaciones que se realizan recientemente son también las que más duran.
La ley de frecuencia: las asociaciones que se hacen con mayor frecuencia son las que más duran.
Para Hume conocer es básicamente percibir, por lo que todo nuestro Percepción: Es todo aquello que puede
conocimiento se elabora a partir de percepciones, las cuales pueden ser estar presente en nuestra mente, ya sea
de dos tipos, dependiendo de su fuerza e intensidad: impresiones e por medio de los sentidos, de las
ideas, respectivamente. pasiones e incluso de nuestra reflexión.
Las impresiones, según lo que dice Hume, son mucho más vivaces y
potentes que las ideas, precisamente porque son primeras en el acto de
percibir que realiza nuestra mente; son actos inmediatos a la experiencia; lo que comúnmente llamamos ‘sensación’.
Las ideas son lo que Hume sostiene como copias de las impresiones y, por esa razón, su fuerza es inferior, puesto que
no pasan de ser huellas derivadas de las impresiones. Las ideas no son nunca innatas (a diferencia de lo que afirmaba
Descartes), puesto que bien derivan de las impresiones, si han de ser verdaderas, o bien son construidas por nuestra
imaginación. Las ideas no son, desde luego, modelos (frente a Platón) ni modos de pensamiento (al contrario de lo
que opinaba Descartes) y no se obtienen por abstracción (en o posición a la Escolástica). Comúnmente las
conocemos como los “recuerdos” que tenemos de las sensaciones que hemos experimentado.
Tanto las impresiones como las ideas tienen su clasificación.
Las impresiones pueden clasificarse en:
1. Simples y complejas: Las simples son aquellas impresiones que tenemos de algo específico, por ejemplo la
impresión que tenemos de un color. Las complejas son aquellas que reúnen varias impresiones simples como
forma, color, textura, etc., por ejemplo la impresión de una manzana.
2. De sensación y de reflexión: Las de sensación nos dan a conocer las cualidades de los objetos del mundo exterior;
las impresiones de reflexión nos ofrecen el conocimiento o la experiencia de nuestros estados de conciencia o
estados internos.
Las ideas se clasifican en simples y complejas: Las simples son aquellas que tengo cuando evoco un recuerdo de una
impresión simple que tuve anteriormente y, las complejas son aquellas que tengo cuando evoco un recuerdo de una
impresión compleja que tuve con anterioridad.
Nunca puede tenerse una idea sin haber tenido impresiones antes de la misma, pero puedo formar ideas de algo de
lo que nunca se ha tenido una impresión, a partir de la asociación de otras ideas de las que si se las ha tenido.
Además Hume señala que las ideas no se presentan de manera caótica en la mente, sino que la mente establece
ciertas conexiones, (si solo las uniera al azar sería imposible reunirlas en ideas complejas); y aquí vemos lo que él
llama el “Principio de asociación de ideas”. La imaginación crea ideas complejas siguiendo ciertas leyes y
regularidades, es decir, nuestra imaginación une ideas de impresiones simples ya vividas para generar ideas
complejas a través de los siguientes mecanismos:
Semejanza: hay algo en nuestra mente que nos impulsa a asociar ideas que tienen cierta semejanza entre
ellas.
Contigüidad (en el espacio y/o en el tiempo): Una idea nos conduce naturalmente a otra cuando entre ellas
existe una relación de proximidad, ya sea espacial o temporal.
Causalidad (relación causa-efecto): Ante los fenómenos que se acostumbran a suceder temporalmente,
nuestro entendimiento crea una expectativa de futuro: espera que ciertos hechos sigan a otros al igual que
ha sucedido en el pasado.
Método Inductivo:
Método Deductivo:
También llamado inductivismo
Es un método científico es aquel método científico
que considera que la que obtiene conclusiones
conclusión se halla generales a partir de premisas
implícita en las premisas. particulares.
Con respecto al concepto de identidad personal o yo vemos también una gran oposición entre ambos autores.
Descartes considera sustancia a toda realidad que no necesita de ninguna otra realidad para existir. Él dice que
literalmente sólo Dios podría ser una sustancia (la “res infinita”), sin embargo, admite que existen otras dos
sustancias que componen la totalidad de lo que es real: la "res cogitans" (el yo pensante, descubierto como primera
certeza) y a la "res extensa" (el mundo), ya que son independientes entre sí.
Descartes entonces plantea al Yo como una sustancia que piensa, y lo llama “res cogitans” (el alma o mente).
El yo pensante de Descartes se considera como una sustancia, una entidad dotada de simplicidad y permanencia.
Hume, por su parte, se opone a esta teoría cartesiana y señala que, cuando observamos nuestra mente no
encontramos en ella nada simple y permanente sino un cúmulo de percepciones que se suceden unas a otras. La
tesis del yo como sustancia estaría fundamentada si tuviésemos una impresión correspondiente a dicho carácter
sustancial, es decir, una impresión permanente a lo largo de nuestra vida psíquica, pero eso no es así, más bien
ocurre que a una impresión, le sigue otra, y a ésta otra; de este modo, Hume concluye que no existe el yo como
sustancia, como algo distinto de las impresiones e ideas y que sea algo así como el sujeto permanente de los actos
psíquicos. La conciencia de la identidad que tenemos de nosotros mismos (es decir que nos creamos los mismos a lo
largo del tiempo) no proviene de aquel supuesto carácter sustancial de nuestro yo sino más bien de la memoria de la
sucesión de distintas impresiones: confundimos sucesión con identidad. El yo no es otra cosa que el conjunto de
impresiones (de actos psíquicos).
12. Aportes del sujeto al proceso de conocimiento en Kant
Kant fue un filósofo alemán racionalista que por Hume también simpatizaba con el empirismo. Fue con el que ambas
corrientes se “fusionaron” y culminaron, (también termino con él la corriente filosófica de la ilustración).
Kant desarrolla una teoría del conocimiento en la que establece que todo
Juicios: Según Kant todos los conocimientos conocimiento exige la existencia de dos elementos: uno externo al sujeto
científicos se expresan en juicios que es lo dado, o principio material (objeto de conocimiento), mientras
(razonamientos),que consisten en la que el otro es propio del sujeto, lo puesto o principio formal, que es el
atribución de un predicado a un sujeto bajo sujeto que conoce.
la forma “S es P” Ya desde antes de Kant, se En este caso, Kant afirma que las condiciones de todo conocimiento no las
habían clasificado los juicios conforme a pone el objeto, sino el sujeto que está conociendo. Cuando ese sujeto
dos criterios: 1) según la relación del sujeto conoce, introduce en el acto de conocer determinadas formas que, si bien
con el predicado en analíticos o sintéticos; y no están en ese momento junto a él, son imprescindibles para comprender
2) según su relación con la experiencia en a aquello que lo rodea.
priori o a posteriori. El cree que sin sensibilidad nada sería dado y sin entendimiento nada sería
pensado.
Juicios analíticos: son aquel tipo de juicios
Para Kant el conocimiento se compone de tres niveles diferentes y
en los que el predicado está incluido en el
sucesivos: 1) La sensibilidad, que se encarga de ordenar en el espacio y en
sujeto. Son explicativos, es decir, el
el tiempo las impresiones que tiene cada sujeto. El tiempo y el espacio no
predicado no amplia nuestro conocimiento
preexisten en la realidad, sino que se alojan en nuestra sensibilidad como
del sujeto. Son juicios del tipo «Todo
formas de conocer. 2) El entendimiento, cuya función es organizar estas
triángulo tiene tres ángulos». Los juicios
impresiones a partir de ciertas categorías, que constituyen formas a partir
analíticos son siempre verdaderos y se
de las cuales interpretamos el mundo y nos permiten construir juicios. 3)
rigen por el principio de no-contradicción.
La razón, donde el sujeto coge los juicios y trata de relacionarlos con la
Juicios sintéticos: son aquellos juicios en realidad para buscar principios más generales.
los que el predicado no está incluido en el El sujeto construye en su mente al objeto, es decir, a la realidad.
sujeto. Son extensivos, es decir, el Nuestro conocimiento parte de la capacidad que tenemos para recibir
predicado amplia nuestro conocimiento del impresiones sensibles, pero también de nuestra facultad de conocer el
sujeto. Son juicios del tipo «La pared es objeto por medio de esas impresiones sensibles. Nuestra mente conoce
blanca». Su veracidad sólo se puede por medio de las intuiciones puras, formas a priori de la sensibilidad, y
certificar con la experiencia. también por las categorías del entendimiento que son los conceptos puros,
libres e independientes de toda experiencia.
Juicios a priori: son aquellos juicios que se Los conceptos puros no pertenecen ni a la intuición ni a la sensibilidad,
obtienen al margen de la experiencia. Su sino a pensar y al entendimiento.
veracidad pude certificarse El entendimiento recibe un caos de sensaciones del afuera. Las
independientemente de la experiencia. impresiones sensibles que tenemos del mundo exterior constituyen la
Juicios a posteriori: son aquellos juicios que materia del conocimiento y me permiten recibir ese caos. Kant llama
nóumeno a la cosa que yo no puedo conocer como es en sí, sino que la voy
se obtienen por medio de la experiencia; y,
como consecuencia, no pueden ser a conocer luego de construirla en mi mente.
universales y necesarios. Las sensaciones irrumpen en nuestro intelecto de forma caótica. El sujeto
las ordena en un espacio y tiempo determinando utilizando las formas a
priori de la sensibilidad que son las intuiciones puras del espacio y el
tiempo. Así se construye el fenómeno, aquello que se me da.
Con las categorías terminamos de estructurar el objeto. Éstas son las estructuras organizadoras de lo que se nos da
en la primera organización que se hizo entre espacio y tiempo.
Según Kant, nunca tenemos acceso al nóumeno y siempre conocemos el fenómeno.
13. Influencias y principales principios del Círculo de Viena
El Círculo de Viena se conformó en el SXX. Eran un conjunto de científicos que, en algún momento resolvieron parar
su práctica científica para reflexionar sobre ella.
Ellos reciben influencia de:
Del empirismo (Hume): importancia de la experiencia, critica a la metafísica, la inducción como método.
Del positivismo: atenerse a los hechos observables.
Del avance de la lógica formal (lógica que se caracteriza por ser totalmente simbólica, especialmente su rama de
lógica proposicional).
Con respecto a sus principales principios debemos decir que: los principios originales del positivismo lógico, y que
luego se debilitarían con el transcurso del tiempo, son los siguientes:
1. El principio del Empirismo: según el cual todo conocimiento (no analítico) depende de la experiencia, y
2. El principio del significado cognoscitivo: de acuerdo con el cual la significación cognitiva de un enunciado es tal,
solo si es (a) analítico o auto-contradictorio (como en el caso de las ciencias formales como la lógica y las
matemáticas) o (b) puede ser verificado experimentalmente.
14. La crítica a la metafísica del neopositivismo
Wittgenstein había denunciado que la mayoría de las cuestiones filosóficas, sobre todo las referentes a la metafísica,
carecían de sentido si se las examinaba a la luz de un análisis lingüístico. Este postulado fue completamente asumido
por la mayoría de los neopositivistas. Ellos aceptaron identificar la metafísica como una perversión del lenguaje. Si se
parte de la base de que todo conocimiento corresponde y ha de ser vertido en dos tipos de juicio, las cuestiones de
hecho, que versan sobre acontecimientos existentes y que son conocidos a través de la experiencia, y las cuestiones
de sentido, que son reflexiones y análisis sobre el sentido que damos a los hechos
(es decir, se trata de cuestiones meramente lingüísticas que se sustraen a la Los neopositivistas sólo aceptan
cuestión de la existencia y que nada pueden decidir sobre ella) habrá que admitir como dotadas de significado las
que la metafísica da un paso ilícito al tratar las consideraciones de sentido o los proposiciones analíticas (a priori),
objetos lógico lingüísticos como si fueran cuestiones de hecho o realidades que no se refieren a nada real y
extramentales y extralingüísticas. son propias de la lógica y la
En la crítica a la metafísica, está el intento de los neopositivistas, de esclarecer el matemática, y las proposiciones
lenguaje, que el lenguaje y la filosofía tenga como misión aportar una rigurosidad sintéticas (a posteriori) o
en el lenguaje ayudando a la ciencia. Va a tratar de esclarecer aquellas verdades de hecho, siempre que
proposiciones que históricamente los metafísicos creyeron que podían tener éstas sean verificables a partir de
alguna posibilidad de conocimiento. Solamente tenían significado las la observación directa de lo real.
proposiciones de las ciencias empíricas y las proposiciones matemáticas.
15. Teoría verificacionista del significado del neopositivismo
Una de las metas más importantes para los neopositivistas fue demostrar que la metafísica era puro sinsentido y, así,
rechazarla por completo. Este rechazo debía basarse en argumentos claros y sólidos, para no caer en puro criticismo
infundado. Para lograr esto, los neopositivistas establecieron que todo nuestro conocimiento del mundo debía estar
basado en la experiencia sensible; por lo cual, toda oración cuya verdad no pueda ser verificada por la experiencia
debe considerarse, no solo injustificada, sino un sinsentido (como la metafísica, la ética y la teología). Esto es lo que
los neopositivistas llamaron el principio de verificación.
Además del principio de verificación, los positivistas lógicos desarrollaron una comprensión particular de la
naturaleza de los problemas filosóficos. Según ellos: la filosofía se encarga del análisis lingüístico; el análisis
lingüístico es fundamentalmente análisis del significado y de la forma lógica; para determinar la naturaleza del
significado se debe establecer las condiciones de verdad de las oraciones. Solo haciendo esto los problemas
filosóficos serían disueltos. Esta aproximación al significado es lo que se conoce como la teoría verificacionista del
significado, cuya tesis fundamental es la siguiente: El significado de una oración es su método de verificación.
Es importante que se observe que para los positivistas lógicos solo las oraciones declarativas expresan proposiciones,
es decir, solo aquellas oraciones pueden ser verdaderas o falsas. De esta manera, las proposiciones son el significado
de una oración declarativa y, por lo tanto, solo ellas pueden ser sujetas a verificación. Así, para los neopositivistas,
una oración significa algo si y solo si es posible verificar su valor de verdad, es decir, si es posible verificar si es
verdadera o falsa. Por lo cual, no toda oración significativa tiene que ser verdadera: puede haber oraciones que
tengan significado pero que sean falsas.
¿En qué consiste el método de verificación? Para los neopositivistas, el método de verificación era el método de
observación de las ciencias empíricas y no cualquier tipo de verificación personal, religiosa, etc. Entonces: El método
de verificación es la observación.
Ahora, cuando los neopositivistas hablan de la observación no se están refiriendo a cualquier tipo de observación.
Cabe señalar que ellos se están refiriendo a la observación tal como es entendida en las ciencias empíricas. Según
esta concepción, la observación tiene que satisfacer ciertos requisitos: ser teóricamente guiada y repetible en
condiciones diversas.
A modo de conclusión, debe quedar claro que los neopositivistas o positivistas lógicos sostienen lo siguiente: toda
proposición que versa sobre el mundo tiene un contenido fáctico; toda proposición fáctica tiene la forma de
hipótesis empírica; toda hipótesis empírica puede ser verificada a partir de la experiencia sensible; solo las oraciones
que expresan proposiciones que pueden ser verificadas tienen significado; solo las oraciones declarativas expresan
proposiciones fácticas. Por lo tanto, solo las oraciones declarativas tienen significado. De esta manera, todas las
demás oraciones son calificadas como sinsentidos.
16. El falsacionismo en Popper
Popper se originó como neopositivista pero rápidamente desechó esa formación y la criticó tanto que se ubicó en las
antípodas del neopositivismo. Con esta corriente solo comparte un punto en común: le da un lugar a la experiencia
como vía para contrastar teorías (pero no la única).
Él identifico dos problemas en la ciencia (y por aquí es que empezó): El problema de Hume (el problema de la
inducción) y, el problema de Kant (el problema de la demarcación).
El problema de Hume: lo formula diciendo que la observación no puede ser un punto de partida de una teoría
científica. Para poder observar tengo que estar buscando algo, eso me lo da la teoría. Para Popper la teoría es
siempre previa a la observación, es la que permite el observar. La observación consiste en corroborar como la teoría
ocurre o no en la realidad. Las teorías son siempre conjeturas. Un razonamiento inductivo no tiene validez lógica y no
puede probarse de manera empírica porque no tengo como probar que todos los casos son iguales a partir de la
observación. No se puede generalizar algo que se ve en muchos casos y llevarlos a un todo.
Dice que la inducción es un mito, que no es un hecho psicológico, ni de la vida cotidiana ni científico.
En lugar de tomar al enunciado como unidad y proceder por suma de casos, la solución que propone es la deducción.
Dice que la unidad es la teoría, el punto de partida, es siempre una conjetura, siempre es provisional. Se propone un
camino inverso, parte de lo general (la teoría, provisoria). Un contra ejemplo o un caso que me permite falsar,
desecha toda la teoría. Así prueba que la teoría no se puede fundar en la observación. Falsar tiene más peso que
comprobar. Encontrar un contraejemplo lleva a rechazar una teoría y a no volver sobre ella. El mecanismo permite
desechar conocimiento falso. La ciencia avanza por la falsación. Si encuentro una teoría para la que no tengo
contraejemplos tengo que aceptarla como provisoriamente válida. Lo que le da validez a una teoría es demostrar que
puede ser falseada. La comprobación afirmativa no tiene tanta importancia como la falsación. La ciencia avanza
dejando caer cosas falsas y no descubriendo verdades como proponían los neopositivistas.
Para Popper la actividad del científico consiste en criticar, destruir o llevar al límite las teorías que concluye. A refutar
teorías y remplazarlas por otras.
Una teoría es científica si puede ser falsada. Todo lo que no pueda ser falsado no es científico.
La teoría más científica es aquella que tiene más posibilidades de ser falsada. Si se confirma, provisoriamente es un
avance para la ciencia; si se refuta, da lugar a otra cosa y de alguna manera también lo es, porque se desecha
conocimiento falso.
Popper no cree en el “concepto” de verdad que sostenían los neopositivistas, el hace una división: verdad es
diferente de verosimilitud (se acerca a la verdad). Lo que interesa para la ciencia es la verosimilitud. Popper sostiene
que es posible llegar a la verdad pero es inaccesible en el sentido de que el científico no tiene como saber que ha
llegado a ella.
Para los falsacionistas, las hipótesis deben ser lo más claras, generales y precisas, lo que las convertiría en falsables.
"Mañana tal vez llueva" no es una hipótesis falsable porque no se puede afirmar que "mañana tal vez no llueva" con
rigor científico. Una hipótesis falsable sería "todos los planetas giran alrededor de una órbita elíptica".
17. Semejanzas y diferencias ante neopositivismo y racionalismo critico
El neopositivismo podría ser definido como: un movimiento filosófico que resalta la importancia de la comprobación
científica de los conceptos filosóficos y cuyo principal tema de preocupación es el análisis de la significación por
medio de un análisis lógico del lenguaje.
El racionalismo crítico podría definirse como: el sistema filosófico propuesto por Karl Popper para la epistemología.
Este sistema dice que la ciencia es racional y por tanto nuestras creencias se someten a la crítica y pueden ser
reemplazadas.
Al comparar ambas posturas podemos decir que:
El racionalismo crítico de Popper hace ruptura con el positivismo por criticar:
1. La idea de que la investigación científica parte de una observación sin teorías previas.
Para el racionalismo crítico el científico debe partir de una teoría previa a la observación. Dicen que nunca se
parte de una observación ingenua, sino de una teoría.
No importa de dónde surge la teoría, si importa justificarla y como lo hacen, ellos dicen que el único criterio
valido es la falsación. En cambio el neopositivismo usa el inductivo.
2. Dice que el criterio para demarcar o distinguir que es conocimiento científico y que no lo es, no es la
confirmación inductiva, como decía el neopositivismo, sino que es la falsación.
La confirmación inductiva, dice Popper, no era un criterio claro para diferenciar ciencia de pseudo-ciencia.
3. Mientras que el neopositivismo jerarquiza a la inducción y va de la mano con la confirmación inductiva; Popper
prefiere un método deductivo: el método hipotético deductivo.