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Fundamento Antropológico

La antropología filosófica no sólo guía al quehacer educativo, también unifica la


multiplicidad de saberes acerca de la educación. El hombre necesita de la educación
para tirar adelante y, por otro lado, la acción educativa no puede cumplir con su
cometido si no tenemos a la mano un hombre modelo, por cambiable que éste sea.

La antropología filosófica de la educación se perfila, para darle sentido al hombre


desde la actuación educativa y ofrecer modelos de existir humano que hagan
comprensible la educación. (Cfr. FULLAT Octavi; Pág. 66). Este es uno de los principales
objetivos de esta investigación, ya que sostenemos, que la educación integral necesita
ampliar su marco antropológico, que sustenta transversalmente toda la dinámica
educativa, de quienes proponen educar integralmente.

Actualmente en los niveles básicos han establecido el estudio de los valores, como
experiencia educativa, para recuperar las actitudes esenciales que debe tomar el
hombre frente a la vida. Sin embargo, la antropología, si se sustenta como construcción
de la personalidad, se construye además como proyecto.

Esta realidad de proyección, no tiene que tomarse como una medida estandarizada,
sino como propuesta, porque caer en el autoritarismo intelectual, de pensar que
necesariamente el hombre tiene que ser integral, perturba la capacidad racional del
hombre mismo, e iría en contra de un principio ontológico del devenir, que proponemos
como sustento de esta realidad antropológica. Sin embargo, sería ingenuo proponer
algo que no tiene sustento. De aquí de la importancia, de establecer una plataforma de
convencimiento antropológico, para pensar que el hombre es capaz de educarse
integralmente.

Savater sostiene que la educación es la revelación de los demás, de la condición


humana como un concierto de complicidades irremediables. (SAVATER Fernando; Pág.
35). El hombre no es como un presente continuo, no es un futuro por hacer, es un futuro
haciéndose desde su propia experiencia de vida. De aquí que, la educación integral debe
traspasar los ámbitos del aula, ha de esforzarse por contribuir que nuestra sociedad crea
ambientes educativos. La escuela, la familia, los grupos sociales, incluso las mismas
empresas, deben esforzarse por contribuir en los ambientes educativos.

Para algunos como Alvaro Marchesi , es el gobierno el que debe de asumir políticas
sociales, familiares, laborales, en los entornos más desfavorecidos, que contribuyan a
que las iniciativas estrictamente escolares tengan una base suficiente para poderse
desarrollar. Además argumenta que la escuela depende de su contexto familiar y social,
si se quiere que suban los niveles de calidad las cuales, se debe poner en marcha una
política integral, y no sólo escolar. Textualmente dice La escuela debe ayudar, pero no
puede compensar lo que no da la sociedad (Reforma A.M. Martes 17 de Abril del 2007)

Otro de los fundamentos que se deben establecer, es que antropológicamente los


seres humanos no son medios sino fines en sí mismos. En este sentido, Kant mencionaba
que la persona no es un objeto sino un deber. Un deber en el sentido de que es
responsable de construir su historia y su mundo, un deber social, en el sentido de que
el mundo mismo participa en la libertad circunstancial del hombre mismo. Ser libre se
encuentra condicionado a la alteridad del ente que esta en las mismas circunstancias
mismas, sin embargo, el rol que maneja, socialmente hablando, va siendo diferente, lo
cual no me exime de tomar en cuenta la posibilidad del ejercicio del la libertad de cada
individuo.

En la sociedad actual en la que se encuentra nuestro contexto México, no sólo hay


que resolver las necesidades básicas, sino que junto con ellas y a pesar de ellas hay que
construir nuestro proyecto existencial, que va más allá de satisfacer nuestras
necesidades cotidianas. Hay que establecer que la integralidad educativa tiene un
sentido en devenir y en proceso formativo permanente, que no termina en los ámbitos
escolares.

Heinrich Rombach sostiene que el hombre todavía está en la fase de convertirse en


hombre (ROMBACH Barcelona 2004, pág. 26). Sobre este presupuesto se podría iniciar
una reflexión con lo que él denomina antropología estructural.

La antropología estructural podría ser un buen presupuesto para cambiar la


perspectiva integral y convertirla en estructural. Sin embargo, tendríamos que hacer un
estudio más profundo y un mayor acercamiento al pensamiento de Rombach.

Lo que nos interesa, en todo caso es justificar, que es necesaria una plataforma
antropológica, apta para comenzar a tratar el tema de la educación y llevarlo hasta sus
últimas consecuencias, no sólo desde la perspectiva del aula, sino como proyecto social,
el cual pueda involucrar a diferentes áreas de la vida contemporánea, para fortalecer la
realidad integral de la que pretendemos hablar.

A diferencia de lo que puede presentar nuestra realidad posmoderna Rombach


argumenta que el hombre no existe sin una imagen del hombre (ROMBACH, 2004, pág.
19). El hombre no vive al día tal y como se presentan las cosas, sino que vive orientado,
mirando hacia un mundo de tareas, basándose en un conjunto de premisas formadas
por condiciones y posibilidades, es decir, bajo la luz de un proyecto de ser, sea o no
conciente de él. Esta idea es muy contraria a lo que sustentan los posmodernos, sin
embargo es clara, ya que si bien es cierto, mucha gente vive en el sin sentido de su propia
existencia, habrá quienes tienen muy claro y definido el camino de su propia vida.

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