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Santiago, ocho de junio de dos mil quince.

De conformidad con lo que dispone el artículo 786 del Código de Procedimiento


Civil, se procede a dictar la siguiente sentencia de reemplazo.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de sus fundamentos noveno a
décimo sexto, que se eliminan.
Y teniendo en su lugar y además presente:
Primero: Que habiéndose deducido una demanda que pretende se declare la
responsabilidad de la Municipalidad de Victoria con motivo de las lesiones sufridas por
la demandante, quien dice haberse golpeado en el brazo, el hombro derecho y la cabeza
después de haberse caído por unos hoyos existentes en la calzada peatonal de calle
Urrutia, a la altura del N° 300 de la comuna de Victoria, se hace necesario precisar el
marco normativo aplicable a la resolución del presente asunto.
(…)
Tercero: Que acorde con lo establecido por el citado artículo 26 letra c) de la
Ley N°18.695, la Ley N° 18.290 reitera la obligación que incumbe a las municipalidades
en orden a mantener las señalizaciones del tránsito en las zonas urbanas, según se
desprende de lo dispuesto en sus artículos 100 y 112.
Cuarto: Que el deber de administrar los bienes nacionales de uso público
ubicados en su comuna que las normas legales a que se ha hecho mención imponen a las
municipalidades comprende, sin duda, no solamente aquello que concierne al cuidado y
conservación de dichos bienes en función de mantener la integridad del patrimonio
público, sino también todo lo que tienda a precaver lesiones en su integridad corporal y
daños en cosas de su propiedad a las personas para cuyo uso han sido destinados, de
acuerdo con lo que prescribe el inciso 2° del artículo 589 del Código Civil.
A este ámbito normativo pertenece la obligación específica de las
municipalidades de mantener el tránsito expedito y en condiciones de seguridad para los
peatones que se desplazan por las aceras y, en caso de encontrarse éstas en mal estado,
advertirles del riesgo que ello trae consigo mediante la instalación de señalizaciones
adecuadas.
Quinto: Que en armonía con los preceptos legales a que se ha aludido y como
consecuencia de lo dispuesto en ellos, el inciso 5° del artículo 174 de la Ley N°18.290
establece que la Municipalidad respectiva -o el Fisco, en su caso- será responsable de los
daños que se causaren con ocasión de un accidente que sea consecuencia del mal estado
de las vías públicas o de su falta o inadecuada señalización.
Sexto: Que la precitada disposición guarda, a su vez, congruencia con la
contenida en el artículo 152 de la Ley N°18.695, según el cual las Municipalidades
incurren en responsabilidad por los daños que causen, la que procederá principalmente
por falta de servicio.
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Séptimo: Que la normativa a que se ha hecho alusión consagra dentro de nuestro


ordenamiento el principio de la responsabilidad de las Municipalidades por falta de
servicio, que reconoce asimismo como fundamento de orden más general lo preceptuado
en el artículo 4° de la Ley N°18.575, el cual señala que el Estado será responsable por
los daños que causen los órganos de la Administración en el ejercicio de sus funciones,
sin perjuicio de las responsabilidades que pudieran afectar al funcionario que los hubiere
ocasionado.
Cabe apuntar a este respecto que el artículo 1° de la misma Ley N°18.575
enumera en su inciso 2° las diversas entidades que constituyen la Administración del
Estado, incluyendo entre ellas a las Municipalidades.
Octavo: Que esta Corte ha señalado reiteradamente que la falta de servicio se
presenta como una deficiencia o mal funcionamiento del Servicio en relación a la
conducta normal que se espera de él, estimándose que ello concurre cuando aquel no
funciona debiendo hacerlo y cuando funciona irregular o tardíamente, operando así
como un factor de imputación que genera la consecuente responsabilidad
indemnizatoria, conforme lo dispone expresamente el artículo 42 de la Ley N° 18.575.
Noveno: Que, como también reiteradamente ha sostenido esta Corte de
Casación, la falta de servicio no es una responsabilidad objetiva sino subjetiva, basada
en la falta de servicio, en la que aquella, considerada como “la culpa del Servicio”,
deberá probarse -por quien alega- el mal funcionamiento del servicio, el funcionamiento
tardío o el no funcionamiento del mismo; que esta omisión o acción defectuosa haya
provocado, un daño al usuario o beneficiario del servicio público de que se trata; y, en
fin, que la falla en la actividad del ente administrativo haya sido la causa del daño
experimentado, todo por disponerlo así el artículo 42 de la citada Ley de Bases de la
Administración del Estado.
En la responsabilidad por falta de servicio no interesa la persona del funcionario,
el que podrá estar o no identificado, lo que importa es la “falta de servicio”, un reproche
o reparo de legitimidad, lo que desde ya excluye la responsabilidad objetiva ya que ésta
se compromete sin necesidad de falta, bastando para ello que el daño exista y también la
relación de causalidad entre éste y el accionar del Estado. (Corte Suprema, Rol 1976-
2007, 14 de octubre de 2008, considerando décimo sexto).
Décimo: Que, además, ha de tenerse presente que tal como se ha dicho
anteriormente por esta Corte no toda falta de señalización de un desperfecto en una
calzada es constitutivo de una falta de servicio y por ello “la falta de servicio debe
entenderse como la falta de aquello que le es exigible a la Administración, en este caso
a la Municipalidad …admitir lo contrario implicaría que la ciudad estuviese llena de
letreros avisando hasta los más mínimos desniveles o desperfectos propios e inherentes
a todas las calles o aceras, y evidentemente ello no es exigible a la administración;
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15°) Que en efecto, a vía de ejemplo, el ciudadano espera, como se ha visto en


otros casos de los que esta Corte ha conocido, que la existencia de un forado
importante o de baldosas sueltas sea debidamente comunicada a los usuarios de las
vías o aceras, pero no puede estimarse que también espere que incluso desperfectos
como el que muestran las fotografías de fojas 62 y 63 deba ser advertido por la
Municipalidad, lo que sin duda no constituye falta de servicio;” (Corte Suprema, Rol
6754-2006, 18 de marzo de 2008, considerandos décimo tercero, décimo cuarto y
décimo quinto).
(…)
Duodécimo: Que en el caso concreto sub-judice se debe señalar que de la mera
observación de las fotografías que corren agregadas a fojas 70 de esta causa, se puede
colegir que los “hoyos de la calzada peatonal” a los que alude la demanda no son más
que meras irregularidades o imperfecciones en la superficie de la vereda, carentes de
profundidad. La exigua envergadura del desperfecto en la calzada no hace exigible a la
Municipalidad demandada la obligación de advertir a los usuarios sobre su existencia;
por consiguiente, no resultan de entidad suficiente para constituir la infracción de deber
denunciada y, por ende, no constituyen una falta de servicio por parte de la
municipalidad demandada.
Décimo tercero: Que las reflexiones desarrolladas precedentemente evidencian
que con la prueba rendida por la demandante no es posible tener por configurados
hechos que podrían calificarse como constitutivos de la falta de servicio denunciada.
Décimo cuarto: Que, en consecuencia, sólo cabe concluir que la actora no probó
la falta de servicio que atribuía a la demandada, incumbiéndole hacerlo. Siendo así, cabe
desestimar la demanda por no haberse comprobado uno de los fundamentos de la acción.
Décimo quinto: Que en razón de lo anterior, inoficioso resulta pronunciarse
sobre los perjuicios sufridos por la actora y la prueba rendida para acreditarlos, ya que la
misma no logra alterar lo decidido.
Por estas consideraciones (…) se confirma la sentencia apelada (…)
Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Aránguiz, quien estuvo por
revocar la citada sentencia y en su lugar declarar que se hace lugar a la demanda de
indemnización de perjuicios (…)
Para así resolverlo tuvo presente las siguientes consideraciones:
1°.- Que con el mérito de la prueba testimonial y documental incorporada a la
presente causa, la cual no fue controvertida con otros antecedentes, es posible tener por
establecido que el 10 de junio de 2009 la demandante caminaba por la calle Urrutia de la
comuna de Victoria y cuando lo hacía a la altura del N° 300 tropezó y cayó al piso
golpeándose el brazo, el hombro derecho y la cabeza; dicha caída ocurrió a consecuencia
del mal estado de la calzada peatonal que presentaba irregularidades en su superficie,
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respecto de las cuales no existía señalización que advirtiera de ellas. Como consecuencia
de la caída la demandante sufrió una fractura de húmero del brazo derecho.
2°.- Que el artículo 152 de la Ley N°18.695, establece que las Municipalidades
incurren en responsabilidad por los daños que causen, la que procederá principalmente
por falta de servicio. A su vez, el artículo 5° letra c) de dicha ley le confiere a las
Municipalidades la atribución de administrar los bienes municipales y nacionales de uso
público existentes en la comuna. Además, el artículo 100 inciso 1° de la Ley N° 18.290
establece que será responsabilidad de las municipalidades la instalación y mantención de
la señalización del tránsito, salvo cuando se trate de vías cuya instalación y mantención
corresponda al Ministerio de Obras Públicas.
En armonía con los preceptos legales a que se ha aludido y como consecuencia
de lo dispuesto en ellos, el inciso 5° del artículo 174 de la citada Ley N°18.290 establece
que la Municipalidad respectiva -o el Fisco, en su caso- será responsable de los daños
que se causaren con ocasión de un accidente que sea consecuencia del mal estado de las
vías públicas o de su falta o inadecuada señalización.
3°.- Que en el presente caso se encuentra acreditado que no obstante existir
irregularidades o imperfecciones en la calzada ellas no estaban señalizadas, lo cual
constituye una infracción al deber que tiene la entidad municipal de repararlas o de, al
menos, advertir al público de la existencia de dichas irregularidades en la calzada a los
fines de precaver posibles accidentes.
4°.- Que habiéndose infringido dicho deber de actuación por parte de la
municipalidad demandada se configura en la especie un caso de falta de servicio toda
vez que estamos ante ella cuando el respectivo servicio no funciona debiendo hacerlo o
cuando funciona irregular o tardíamente.
En el presente caso la entidad municipal no cumplió con el servicio que se debía
prestar por ella, pues no reparó las referidas calzadas ni tampoco señalizó las
imperfecciones existentes en dicha vía.
5°.- Que una vez establecido el título de imputación que genera la
responsabilidad municipal, esto es, la existencia de la falta de servicio, corresponde
referirse a si ello ha determinado la existencia de daño o perjuicio al demandante y si
existe entre este daño y la referida falta de servicio una relación de causalidad que los
vincule.
6°.- Que habiéndose acreditado que la caída de la demandante fue consecuencia
del irregular estado de la calzada, en la cual la actora tropezó y que ello determinó que
ella sufriera una fractura, es posible concluir que se encuentran acreditados los demás
elementos indispensables para configurar la responsabilidad que por falta de servicio
municipal se persigue por la demandante.
7°.- Que habiéndose demandado la indemnización correspondiente al daño moral
sufrido debe señalarse que con el tenor de las declaraciones de los testigos que se leen de
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fojas 92 a 99 es posible dar por establecida la existencia de dicho daño respecto del cual
este disidente estima adecuado regular la compensación del mismo en la suma de $
3.000.000.
En cambio, respecto de la indemnización pedida a título de daño emergente debe
señalarse que la prueba rendida para acreditarlo no es suficiente a los fines de dar por
establecida su existencia, razón por la cual se debe desestimarse la demanda en lo que
ello se refiere.
Regístrese y devuélvase.
Redacción a cargo del Ministro Sr. Aránguiz.
Rol 904-2015.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr.
Pedro Pierry A., Sra. María Eugenia Sandoval G., Sr. Carlos Aránguiz Z. y los Abogados
Integrantes Sr. Jean Pierre Matus A. y Sr. Jorge Lagos G. No firma, no obstante haber
concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, el Abogado Integrante señor Matus por
estar ausente. Santiago, 08 de junio de 2015.

Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a ocho de junio de dos mil quince, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario
la resolución precedente.

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