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Los mitos griegos, romanos, aztecas, los estilos de recreación utilizados por estas
sociedades, estuvieron llenos de agresión, suicidio, asesinatos. La lucha de poder con
aprobación familiar ha convertido a sus miembros en agresores y/o agredidos. En la
cotidianidad manifestamos conductas tales como: leer cartas o documentos personales
de amigos, familiares, hijos; no responder al saludo, gritar a otros, ridiculizarlos,
humillarlos, descuidarlos en su atención, y estas y otras situaciones muestran cómo
violamos los espacios individuales, la intimidad, la privacidad de otros utilizando
formas violentas.
La violencia ha sido definida como cualquier relación, proceso o condición por la cual
un individuo o grupo social viola la integridad física, psicológica o social de otra
persona. Es considerada como el ejercicio de una fuerza indebida de un sujeto sobre
otro, siempre que sea experimentada como negativa.1
En las familias se han reconocido diversas formas de vivir violencia. La violencia física
es considerada como toda lesión física o corporal que deja huellas o marcas visibles;
ésta incluye golpes, bofetadas, empujones, entre otras. 3
Todas estas formas de violencia pueden ser ejercidas por cualquier miembro de la
familia independientemente de su edad, raza o sexo, pudiendo ser a la vez agente o
víctima de la violencia. Según la literatura los grupos más vulnerables son los niños,
mujeres, ancianos y discapacitados.
En Puerto Rico entre los años 1977 y 1978 más del 50 % de las mujeres que murieron
asesinadas fueron víctimas de sus maridos. En Brasil en 1980 murieron de esta forma
722 mujeres; estudios realizados en Méjico constataron que el 61 % de las mujeres
dueñas de casa eran golpeadas y en Francia los investigadores observaron que el 95 %
de las víctimas presentadas eran mujeres. (Módulo de Sensibilización en Violencia
Intrafamiliar. Documento de Trabajo # 33. SERNAM. Stgo. de Chile 1995).
Lo antes expuesto nos hace reflexionar acerca de que vencer esta herencia de
violencia legada por el pasado, o fomentada en la actualidad, no es alcanzable a corto
tiempo, pero no por ello irrealizable. No por negarla o no reconocerla dejará de existir.
No se trata de aprender a vivir con la violencia, sino a percibirla como un fenómeno
controlable y transformable que trasciende las ciencias, para poder ser abordada por
diferentes actores sociales de la sociedad. Las generaciones futuras tienen derecho a
crear un mundo de paz, sin violencia lo que puede ser traducido en salud, bienestar y
calidad de vida.
Contribuir al conocimiento del tema, investigar esta problemática, conocer los tipos en
que se presenta la violencia, identificar los sujetos que la viven y la sufren, permite no
sólo aproximarnos a su comprensión, sino también a reconocer su existencia,
contribuir al conocimiento del tema y a la formulación de estrategias de intervención
encaminadas a la promoción y prevención de la salud.
Objetivos
Objetivo General
Objetivos Específicos:
Métodos
El estudio se realizó en el policlínico Dr. Manuel Fajardo Rivero del municipio Playa,
ubicado en la Ciudad de La Habana. En el trabajo se empleó el método descriptivo de
la investigación con el uso de técnicas cuantitativas.
Los datos obtenidos del cuestionario se procesaron creando para ello una base de
datos. Se aplicó la prueba chi cuadrado para medir el nivel de asociación entre
variables estudiadas. Asimismo se calcularon porcentajes como medidas de resumen
para datos cualitativos.
Resultados
En el estudio realizado se constató que por cada 10 familias de la comunidad 1,22 (12
%) evidencian violencia intrafamiliar.
Estos resultados coinciden con investigaciones realizadas por Ortiz al constatar que el
mayor porcentaje de los ingresos pércapita se agrupan en las categorías de regular a
malo. Asimismo se observó que las condiciones de la ivienda fueron evaluadas de
buenas (Ortíz Gómez María T, Louro Bernal Isabel, Jiménez Cangas, Leonor. Proyectos
de Intervención en Salud Familiar. Una Propuesta Metodológica. Trabajo para optar por
el título de Máster en Psicología de la Salud. 1996).
Funcionamiento familiar N %
Familia funcional 44 44
Famila disfuncional 56 56
Total 100 100
Tipo de violencia N %*
Física 34 34
Psicológica 90 90
Sexual 0 0
Abandono y neglicencia 12 12
No refieren 9 9
Tipo de violencia N %
Psicológica 50 50 %
Abandono y negligencia 1 1%
Física + psicológica 29 29 %
Psicológica + abandono 6 6%
Física + psicológica + abandono 6 6%
No refieren 9 9%
Total 100 100 %
Fuente: cuestionario.
La violencia física no fue reconocida de forma exclusiva por ninguna de las familias. No
obstante, durante la entrevista pudimos apreciar la presencia de violencia familiar
fundamentalmente dirigida hacia los niños.
Respecto a las relaciones de parentesco del agresor con la víctima (tabla 4) llama la
atención la alta frecuencia de hogares en que la madre resulta responsable de la
violencia, representan un 47 %. Resultados similares coinciden con los estudios
realizados por Larrain, investigador de familia, quien constató que la madre o quien
ocupa el rol materno ejerce más violencia que el padre. 5
TABLA 4. Relación de parentesco del agresor con la víctima. Jaimanitas 1997
La suma total de agresores excede al total de familias. Una familia puede tener más de un
agresor. Fuente: cuestionario.
El nivel escolar que predominó en los agresores fue de 19,8 % en primaria, y 34,4 %
en secundaria básica, ubicándose en los grados terminales de primaria y secundaria.
Discusión
Estos hogares con violencia se caracterizaron por ser familias ampliadas, completas,
con bajo ingreso percápita, condiciones satisfactorias de la vivienda y con un alto
grado de disfuncionabilidad. Estos resultados coinciden con estudios realizados en
Marianao. (Rodríguez G., Delgado M.I., Díaz M.. Violencia Intrafamiliar en niños y
adolescentes. Maestría en atención primaria. Facultad de Salud Pública. C. de La
Habana. 1996).
El tipo de violencia que resultó notoria fue la psicológica, tanto en su forma simple
como en las combinaciones presentadas. Es de significar que la violencia física no
apareció de forma pura, se presentó a través de las combinaciones con otros tipos de
violencia. Resultados similares obtuvo Larraín, donde comprobó que el mayor
porcentaje de violencia encontrada fue la psicológica.6 A estos mismos resultados
arribaron estudiosos de la violencia en la Universidad de Manizales.2
Conclusiones
Referencias Bibliográficas
Lic. Mariela Almenares Aleaga. Máster en psicología de la Salud. Policlínico "Dr. Manuel
Fajardo Rivero". Jaimanitas, Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.
1
Licenciada en Psicología de la Salud. Máster en Psicología de la Salud.
2
Licenciada en Psicología de la Salud. Máster en Psicología de la Salud.
3
Licenciada en Psicología de la Salud. Máster en Psicología de la Salud.
Suggested Citation
resumen El artículo refleja los hallazgos de la investigación realizada para conocer los factores
psicosociales mediante los cuales los niños víctimas de la violencia intrafamiliar activa y/o pasiva
pueden desarrollar una personalidad resiliente. La muestra estuvo conformada por 31 sujetos
resilientes de los cuales 14 reportaron violencia intrafamiliar activa y 17 violencia intrafamiliar
pasiva, en edades comprendidas entre los 7 y 12 años. Mediante el uso de una entrevista semi -
estructurada inicial y una entrevista abierta personal se llevó a cabo la recolección de los datos.
Los resultados coinciden, al igual que la base teórica revisada, en que los niños resilientes de la
muestra presentan características y factores que los protegen de la adversidad y les permiten un
desarrollo psicosocial positivoantecedentes teóricos La investigación en Psicología Comprensiva ha
reorientado la discusión científica sobre la vida de niños que han sido víctimas de diversas
violencias y han logrado recuperarse satisfactoriamente tanto para sí mismos como para su
entorno familiar y social. Este comportamiento positivo ha sido designado, por analogía con el
comportamiento de los metales, que tienden a recuperar su estado y posición original, como
resiliente. La investigación en esta materia ha sido amplia, pero a pesar de ello se observan
diversos vacíos que permiten reelaborar hipótesis, plantear problemas y redefinir los marcos
comprensivos y analíticos en esta vital discusión sobre los impactos de la violencia en una
población tan sensible como la de los infantes. Nuestra investigación pretendió comprender con
mayor precisión y consistencia los factores psicosociales mediante los cuales los niños víctimas de
la violencia intrafamiliar activa y/o pasiva pueden desarrollar una personalidad resiliente. Se trató
de establecer, sobre unas categorías de análisis elaboradas a partir de una examen exhaustivo de
la amplia bibliografía existente sobre el tema, la participación y el grado de imbricación de los
mecanismos psicológicos que actúan para la asimilación de los traumatismos, en particular de los
ambientes y sucesos adversos en la vida familiar. Saber cómo y por qué el niño logra superar en
forma positiva, no sólo como recursos de defensa, esos momentos o esos ambientes, se
constituyó en un gran interrogante científico para la psicología. En efecto, la forma plástica, si se
nos permite la figura, como el niño puede reintegrarse, incluso, como puede afirmar
creativamente su personalidad, fue nuestro objeto de atención decidida, puesgación y desarrollo
vol 11, n° 1 (2003) p ags 162-197 antecedentes teóricos La investigación en Psicología
Comprensiva ha reorientado la discusión científica sobre la vida de niños que han sido víctimas de
diversas violencias y han logrado recuperarse satisfactoriamente tanto para sí mismos como para
su entorno familiar y social. Este comportamiento positivo ha sido designado, por analogía con el
comportamiento de los metales, que tienden a recuperar su estado y posición original, como
resiliente. La investigación en esta materia ha sido amplia, pero a pesar de ello se observan
diversos vacíos que permiten reelaborar hipótesis, plantear problemas y redefinir los marcos
comprensivos y analíticos en esta vital discusión sobre los impactos de la violencia en una
población tan sensible como la de los infantes. Nuestra investigación pretendió comprender con
mayor precisión y consistencia los factores psicosociales mediante los cuales los niños víctimas de
la violencia intrafamiliar activa y/o pasiva pueden desarrollar una personalidad resiliente. Se trató
de establecer, sobre unas categorías de análisis elaboradas a partir de una examen exhaustivo de
la amplia bibliografía existente sobre el tema, la participación y el grado de imbricación de los
mecanismos psicológicos que actúan para la asimilación de los traumatismos, en particular de los
ambientes y sucesos adversos en la vida familiar. Saber cómo y por qué el niño logra superar en
forma positiva, no sólo como recursos de defensa, esos momentos o esos ambientes, se
constituyó en un gran interrogante científico para la psicología. En efecto, la forma plástica, si se
nos permite la figura, como el niño puede reintegrarse, incluso, como puede afirmar
creativamente su personalidad, fue nuestro objeto de atención decidida, pues esto pone de
presente la capacidad de fortaleza psicológica y de ejemplar temple ético-moral de estos
miembros frágiles de nuestra sociedad. En este sentido se pretendió observar detenidamente la
población objeto de estudio, sobre la base de categorías conceptuales definidas en nuestro
modelo de análisis: autovaloración, autorregulación, competencia del niño y habilidades sociales.
En suma, se trató de contribuir a definir con mayor consistencia el análisis interpretativo que hasta
el momento teníamos de los factores psicosociales que (desde la perspectiva de los niños víctimas
de la violencia intrafamiliar y de las personas adultas externas vinculadas a este cuadro de
violencia) hacen parte de su personalidad resiliente. investigación y desarrollo vol. 11, n° 1 (2003)
p ags 162-197 165 Dada la enorme cantidad de casos registrados –y no registrados– en comisarías
de Policía en Colombia o en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar –ICBF– de niños víctimas
de la violencia intrafamiliar, se hizo urgente y necesario atender aquella población que ha logrado
reintegrarse provechosamente al medio familiar, escolar y social y reconciliarse consigo mismo
sobre bases psicológicas resilientes. El número de estos casos en el país es tan elevado –según
reportes de la Presidencia de la Republica (2000) son 200 casos de violencia intrafamiliar por día,
que resulta un verdadero flagelo social– que nos hizo pensar que se requieren estrategias para
adoptar las políticas pertinentes, no sólo para tratar de impedir estos abusos, sino también para
que el Estado reoriente sus políticas preventivas y sus criterios de atención postraumatismo sobre
estudios científicos debidamente convalidados para nuestro medio sociocultural, sustentados
obviamente en bases empíricas propias de la investigación científica.
OBJETIVOS
Promover mayor resiliencia entre los niños en las escuelas. Aprender a hacer frente a situaciones
difíciles usuales en la vida sin recurrir a expresiones violentas (tratar con un padre alcohólico,
violento, prácticas escolares, caricaturas, drogas, etc.). Desarrollar competencia social,
habilidades de resolución de problemas, conciencia crítica, autonomía y un sentido innato del
propósito. Existencia de factores protectores en el ambiente (relaciones de cuidado, altas
expectativas y oportunidades de participación en la comunidad). Establecer relaciones cercanas
con al menos un individuo. Dar instrucciones apropiadas a los niños con la finalidad de alcanzar
sentido del propósito y seguridad personal. Fortalecer a los Hogares de Bienestar en el
aprendizaje significativo, resolución de problemas de grupo y toma de decisiones, como vía para
promover la resiliencia. Preparar ambientes especiales para niños con altas expectativas de logro,
acomodar éste a los diferentes tipos de inteligencia y Permitir a los estudiantes ocupar posiciones
significativas en varias comunidades a las cuales pertenecen, de acuerdo con su madurez y
experiencia. Cuando los niños tienen la oportunidad de sus aportes sean valorados, aprenden a
sentirse útiles y a desarrollar un sentido de cuidado para los otros miembros de la comunidad.
Aprenden a respetar las contribuciones de los otros y a adquirir sentimientos de conexión
humana. Servir a los miembros de la comunidad puede ayudarlos a promover esos sentimientos,
y seguramente vínculos entre ellos mismos y los otros. Así, los niños pueden pensar que tienen un
rol crucial en los temas de la comunidad, que son queridos y necesitados. Llegarán a creer que
pueden hacer la diferencia. El crecimiento de la resiliencia depende del trabajo conjunto de los
vecindarios y de la escuela para promover una gran vinculación de los niños a la comunidad para
que ellos alcancen un sentido de empoderamiento. Los aportes de los niños deben ser tenidos en
cuenta y deben ser vinculados a la resolución de los problemas de la comunidad. 16. El desarrollo
de un Programa Educativo Culturalmente pertinente para la formación artística de los niños de los
Hogares de Bienestar podía ser otra estrategia viable dentro de las actividades de nuestro trabajo
con muy buenas posibilidades de tener resul
PRESENTACIÓN En las Américas, la violencia intrafamiliar afecta a una de cada tres mujeres. Como
resultado de varios acuerdos internacionales para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer
en la última década, la mayoría de los países de la región han formulado legislaciones y políticas
para enfrentarla. Sin embargo, no en todos ellos se han concretado reglamentaciones,
instrumentos, recursos y políticas que hagan efectivas tales medidas. Esta publicación, La Ruta
Crítica que Siguen las Mujeres Afectadas por la Violencia Intrafamiliar en América Latina, nos
muestra que la violencia intrafamiliar es un problema complejo y que requiere para su solución
políticas y acciones coordinadas e intrasectoriales con la participación del Estado y de la sociedad
civil. La Ruta Crítica nos abre una puerta y nos lleva por los caminos que toman las mujeres para
salir de su situación de violencia. La Ruta empieza con la decisión y determinación de las mujeres
de apropiarse de sus vidas y las de sus hijos. Siguiendo esta Ruta, conocemos los factores que
impulsan a las mujeres a buscar ayuda, las dificultades encontradas para llevar adelante tal
decisión, sus percepciones sobre las respuestas institucionales, y las representaciones sociales y
significados sobre la violencia intrafamiliar que existen entre el personal de las instituciones que
deben ofrecer respuestas a este serio problema de salud pública. Al fin, aprendemos sobre sus
frustraciones y resignaciones que, en muchos casos, las llevan otra vez a la situación de violencia.
La Ruta es un recuento de las experiencias de mujeres en 16 comunidades deeducativo y
comunidad en cómo mejorar la calidad de sus servicios y su apoyo para las mujeres y sus familias
que viven en situaciones de violencia intrafamiliar. “Independientemente del país y lugar donde se
realizó la Ruta, las historias de estas mujeres revelan que existe una gran brecha entre el discurso
de la democracia formal que se emplea en estos diez países y la concreción de una verdadera
justicia social para las afectadas por la violencia intrafamiliar. A pesar de los avances en los últimos
años, todavía no garantizan a las mujeres el acceso pleno a sus derechos, lo que atenta contra sus
oportunidades de vida y su condición de ciudadanas.” (La Ruta Crítica) Agradecemos a las
investigadoras por su importante contribución para visibilizar este problema endémico en las
Américas y a los valiosos puntos focales del Programa Mujer Salud y Desarrollo, y su coordinadora
subregional para Centroamérica, Lea Guido, que facilitaron no solo la investigación sino el diseño y
la implementación del Modelo Integral de Atención que actualmente responde a miles de mujeres
que viven en situación de violencia intrafamiliar. Extendemos nuestros agradecimientos a los
gobiernos de Suecia, Noruega y Holanda, que nos apoyaron durante tantos años para que el
Modelo se implementara e institucionalizara en más de 100 comunidades.
INTRODUCCIÓN El estudio “Ruta Crítica de las Mujeres Afectadas por la Violencia Intrafamiliar en
América Latina” se realizó en 16 comunidades de diez países -los siete centroamericanos y tres
andinos (Perú, Bolivia y Ecuador)- entre 1996 y 1998, por una iniciativa del Programa Regional
sobre Mujer, Salud y Desarrollo (HDW) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y fue
ejecutado con el apoyo de Noruega y Suecia. Este largo y rico proceso de investigación se inicia en
el marco del Proyecto Subregional del Programa HDW: “Fortalecimiento y Organización de las
Mujeres y Acciones Coordinadas entre el Estado y la Sociedad Civil en el Nivel Local para la
Prevención y Atención de la Violencia Intrafamiliar.” El tema específico de la violencia intrafamiliar
ha sido un eje prioritario de este programa, y el propósito de este estudio fue precisamente
ayudar a identificar las características del problema y a partir de ello formular recomendaciones
para los actores locales, a fin de contribuir en la elaboración de un modelo de prevención y
atención de este serio problema social. El estudio fue desarrollado con base en un solo protocolo
de investigación multicéntrico, resultado del trabajo acumulado y el compromiso de muchas
investigadoras, activistas y funcionarios de instituciones de los diez países participantes. La
elaboración del protocolo comenzó con la redacción y revisión de una versión preliminar por el
equipo de investigadoras en el transcurso de tres talleres que tuvieron lugar en diferentes
momentos de 1996. Una vez terminado y adaptado a las realidades particulares, fue aplicado en
cinco idiomas distintos (español, inglés, creole, quechua y aymara) en 16 comunidades tanto
urbanas como rurales de los diez países. El trabajo estuvo orientado por el siguiente problema de
investigación y objeti
CONTEXTO REGIONAL La violencia contra las mujeres, como un problema de gran magnitud y
graves consecuencias, comienza a ser visibilizada y denunciada en Latinoamérica en la década de
los años ochenta, y son las organizaciones de mujeres de la sociedad civil las que inician este
movimiento. En 1981, el I Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, celebrado en
Colombia, identifica este problema como uno de los prioritarios a enfrentar, y declara el 25 de
noviembre Día Internacional por la No Violencia Contra la Mujer. En 1990, en el marco del IV
Encuentro Feminista, celebrado en Argentina, se constituye la Red Feminista Latinoamericana y
del Caribe Contra la Violencia Doméstica y Sexual. Entre estas dos fechas, las organizaciones de
mujeres no solo realizaron campañas de denuncia y sensibilización, y elaboraron propuestas de
legislación y políticas públicas, sino que organizaron los primeros programas de atención de
mujeres maltratadas de la región. Las respuestas estatales proliferaron en la década siguiente,
combinando iniciativas de diversa índole: servicios de atención, reformas legales, capacitación a
funcionarios y funcionarias estatales, campañas de denuncia y sensibilización, comisarías
especializadas y refugios. En algunos países se conjugan los esfuerzos de los Estados y la sociedad
civil, con acciones o planes conjuntos de corto o mediano plazo.
CONTEXTOS LOCALES La ruta que siguen las mujeres afectadas por la violencia intrafamiliar fue
analizada en 16 comunidades de diez países. Los contextos locales representan una amplia
diversidad en términos de zona geográfica, cultura, idiomas, servicios y características socio-
demográficas. Estas comunidades no fueron seleccionadas al azar o de forma antojadiza. La
selección se realizó en un esfuerzo concertado entre los ministerios de Salud nacionales, la OPS y
otras instancias involucradas en la atención y prevención de la violencia intrafamiliar. La
característica en común que une a todas estas localidades es que fueron definidas como
“prioritarias” en las reformas al sector salud de todos los países involucrados. El estudio abarcó
seis localidades urbanas, seis rurales y cuatro semi-rurales. La mayoría de las comunidades
ubicadas en las ciudades poseía las particularidades de las aglomeraciones urbanas:
heterogeneidad, límites culturales y geográficos un tanto indefinidos, mayor concentración de
servicios y alta densidad poblacional. En el caso de Juan Díaz, en la ciudad de Panamá, la población
rondaba los 80.000 habitantes; Guasmo Norte, de Guayaquil, Ecuador, contaba con cerca de
90.000 pobladores; y en Guadalupe de Goicoechea, en Costa Rica, esa cifra ascendía a más de
100.000. Estas tres localidades, así como Villa Adela, en Tegucigalpa, Honduras, se caracterizan por
ser zonas de gran heterogeneidad, en las que coexisten los sectores medios con los pauperizados.
Asimismo, en ellas se encuentran una gran variedad de servicios tanto del sector salud como de
los sectores legal, judicial, policial y educativo. En Guadalupe de Goicoechea, Villa Adela y Guasmo
Norte existían,
LEY CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA DE COSTA RICA* Su aplicación teórica * Tomado del
Informe de Costa Rica, página 122 JUZGADO DE FAMILIA JUZGADO DE FAMILIA Comparecencia
POLICIA POLICIA Mujer solicita ayuda de la Policía - Protección - Sacar al agresor - Detenerlo -
Pasarlo al Juzgado Mujer acude al Juzgado a solicitar medidas de protección - Dictar medidas de
protección de inmediato - Fijar pensiones alimenticias - Ordenar la notificación al agresor -
Notificar al agresor - Sacarlo de la casaDE LA LEY CONTRA LA VIOLENCIA DOMÉSTICA DE COSTA
RICA J., 41 años, 5 de escuela, separada desde octubre de 1996 Ingreso bajo, violencia física,
psicológica, sexual y patrimonial Inicia proceso en julio de 1996 por escena de suicidio con pistola
Julio 1996 Escena de suicidio del agresor Mujer y Familia (Gubernamental) Apoyo y referencia a
Mº de Justicia ß Mº de Justicia Apoyo e información sobre Consultorios Jurídicos ß Consultorios
Jurídicos (Servicio universitario) Asesoría ß Septiembre 1996 Alcaldía Medidas de protección por 2
meses ß Oficina de Mujer (Municipal) Orientación
realizar los grupos focales, principalmente con hombres adultos de la comunidad que por razones
culturales se resistían a participar en esta actividad. Por otra parte, algunos prestatarios de
servicios, sobre todo del sector policial-judicial, se negaron a brindar información o a ser
entrevistados, lo que también retrasó la conclusión de la investigación. Finalmente, el proceso de
transcripción de las entrevistas, así como su análisis, resultaron ser tareas que tomaron mucho
tiempo y energía de los equipos de investigación. 6. Sin embargo, un diseño cualitativo también
posee la suficiente flexibilidad como para ser adaptado a otras modalidades de investigación, de
aplicación más expedita. En ese sentido, el protocolo de investigación original, sin perder sus
principios éticos y metodológicos generales, fue adaptado y transformado en un instrumento de
“evaluación rápida” (“rapid assessment tool”) denominada “Protocolo de Investigación para la
Respuesta Social a Nivel Local ante la Violencia Intrafamiliar” (1999). Este protocolo de
investigación ya ha sido utilizado en todos los países centroamericanos y ha demostrado ser una
útil herramienta de diagnóstico en comunidades que inician o desean iniciar acciones de
prevención y atención de la violencia intrafamiliar. 7. El proyecto de investigación cumplió así con
su doble cometido de ser una herramienta para la generación de información y conocimientos, y
un instrumento para la movilización social. Conclusiones Observacionales 1. Con esta investigación
se determinó que la violencia intrafamiliar es un grave problema social presente en todas las
comunidades y que se expresa de diferentes maneras en la vida cotidiana de las mujeres. Las
entrevistadas vivieron diversos