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Plan ■ Introducción
¶ Introducción 1 En la región craneofacial, la complejidad y la intrin-
¶ Métodos y estrategias 2 cación de los elementos anatómicos plantean problemas
Elección de la estrategia 2 de reparación especialmente arduos. Su complejidad es
Reconstrucción inmediata o diferida 2 aún mayor en el caso frecuente de las reparaciones
Tratamiento en una o en varias etapas 2 posteriores a una exéresis oncológica, debido a las
¶ Imperativos técnicos 2 obligaciones de vigilancia y de tratamientos
Datos técnicos comunes 2 complementarios.
Obligaciones en función de las etiologías 3 Por lo general, la reparación de estos defectos cra-
Obligaciones según las características del paciente 3 neofaciales se realizaba mediante plastias locales y en
Obligaciones especiales según las regiones anatómicas 4 ocasiones con epítesis. Por desgracia, los resultados
¶ Límites 5 estéticos y sociales se relegaban respecto al éxito vital y
Reconstrucciones imposibles o para las que se carece de funcional.
solución actual 5 En la actualidad, la exigencia social es más apre-
Límites de la cirugía 6 miante y los aportes de otras técnicas suelen permitir
¶ Principales situaciones prácticas 6 obtener mejores resultados mediante intervenciones que
Región frontosuperciliar 6 no tienen por qué ser más complejas. Hoy en día, la
Región órbito-óculo-palpebral 7 dificultad consiste en escoger una técnica de un abanico
Región máxilo-naso-palatina 9 de opciones de complejidad muy variable y, sobre todo,
Región etmoidal 11 que se integran en organigramas muy diferentes según
Región de la mandíbula y del piso de la boca 12 las escuelas.
Región auriculopetrosa 13 En esta actualización, suele proponerse como primera
¶ Conclusión 15 opción los protocolos complejos (en especial, las trans-
ferencias microquirúrgicas) y se reservan las técnicas
más convencionales y de menor rendimiento a las encuentran especialmente indicadas y requieren precau-
intervenciones de rescate para los fracasos. ciones especiales que son difíciles de desarrollar en este
caso.
Para evitar ambos defectos, se han utilizado múltiples ideal y las posibilidades quirúrgicas, que el paciente y
sustancias sintéticas como sustitutos: sus allegados sólo suelen aceptar de forma progresiva. Se
• el coral y la hidroxiapatita tienen una estructura muy trata, en realidad, de un «trabajo de duelo» respecto a
parecida a la del hueso seco, pero requieren una la anatomía normal. Con posterioridad, las mejoras
fijación perfecta para que se integren. Pueden volver obtenidas mediante las intervenciones representan un
a tallarse, pero no modelarse y solo se suministran en progreso sensible respecto a la desastrosa situación de
fragmentos pequeños; partida y así lo suele considerar el paciente.
• la silicona se utiliza sobre todo en láminas delgadas En las exéresis oncológicas, la pérdida de una o varias
para restablecer las tabicaciones (piso de la órbita). estructuras anatómicas suele admitirse mejor, aunque
Presenta el defecto de eliminarse ante la mínima siga siendo cruel: es el «precio que hay que pagar» para
sobreinfección y no se adapta a las cavidades aéreas curarse. En cambio, la reconstrucción (que suele ser
de la cara; inmediata), así como la angustia por el fallecimiento
• el metilmetacrilato se utiliza ampliamente en neuro- relacionada con el diagnóstico dificultan el trabajo de
cirugía. Es muy modelable y barato. Una vez que duelo. Después de varios meses o años reaparece una
prende, es muy resistente y se puede labrar como el exigencia de normalización más o menos directa y, por
propio hueso. Por desgracia, no tolera la contamina- lo general, imposible. Por desgracia para los médicos,
ción por microorganismos; esta insatisfacción es independiente de la calidad de su
• materiales reabsorbibles. Algunos presentan la utilidad trabajo: de forma paradójica, las secuelas más evidentes
de ser a la vez termoformables y rígidos, lo que recuerdan la gravedad del problema inicial, mientras
permite ajustes precisos. Son muy útiles para estabili- que otras, más discretas, sólo se perciben como imper-
zar de forma provisional una región, pero su defecto fecciones que originan rencor en el paciente. Se debe
es que son reabsorbibles, por lo que son temporales; aceptar esta decepción y no emitir reproches proyecta-
• los metales se han utilizado desde hace mucho dos al paciente o a sus allegados (del tipo: «no sabe
tiempo para la bóveda craneal (placas de plata o de usted la suerte que tiene»).
oro). En la actualidad, el más empleado es el titanio, Desde el punto de vista técnico, la cirugía oncológica
que se presenta en láminas finas perforadas. Es ligero, presenta exigencias adicionales. La radioterapia postope-
flexible, inerte y fácil de trabajar. Su integración en ratoria requiere plazos de cicatrización rápidos y una
los tejidos es excelente, hasta el punto de que su reconstrucción radiorresistente, que se logra mejor
posible retirada puede ser problemática. Una vez mediante tejidos bien vascularizados, como el músculo.
integrado, resiste muy bien las infecciones y tolera Para muchos autores (con cuya opinión coincidimos),
incluso una exposición en una cavidad aérea. En la esto hace que se eviten los injertos óseos convencionales.
actualidad, es el material de elección. Además, es obligatorio seguir una vigilancia posterior del
Los investigadores no cesan de desarrollar nuevos sitio tumoral. Ya apenas se piensa en dejar una amplia
materiales y es posible que algún día puedan ofrecer cavidad abierta (al exterior o en estoma) gracias a los
una sustancia reabsorbible-osificable que sería ideal. progresos de las técnicas de imagen, pero esto requiere
una serie de exigencias: para la TC, no se pueden emplear
Epítesis materiales radiopacos y para la RM deben evitarse los de
tipo ferromagnético. Esto obliga a renunciar, en especial,
En la actualidad, la silicona permite realizar imitacio- al uso del hilo de acero, a pesar de ser práctico.
nes excelentes. La fijación adherida o sujeta con gafas se Por último, existe el problema especialmente doloroso
sigue utilizando, pero el engarce en implantes intraóseos de los pacientes en quienes la enfermedad no puede
es mucho más cómodo. Se debe reconocer que el resul- controlarse y cuyo pronóstico vital es malo a corto
tado suele ser asombroso, mucho mejor de lo que se plazo. La reconstrucción deberá asegurar una calidad de
puede obtener mediante cirugía, y sin problemas de supervivencia decente (aspecto físico aceptable, autono-
sitio donante. mía), a la vez que se minimizan los plazos y el número
No obstante, esta visión debe matizarse. Los auténti- de intervenciones quirúrgicas.
cos buenos resultados son el fruto de un trabajo meti-
culoso, artístico (escultura, colorimetría), técnico
(silicona tintada en la masa) y de ajuste. A pesar de ello, Obligaciones según las características
las epítesis envejecen, se desadaptan y se descoloran. En del paciente
especial, este objeto no se integra en el esquema corpo-
ral y los pacientes se cansan de esta limitación coti- Pacientes pediátricos
diana. Muchas epítesis acaban en un cajón.
Por tanto, sus indicaciones dependen de una elección Según las zonas reconstruidas
según las escuelas y las costumbres. Las mejores son las En la región cervicofacial, pocas reconstrucciones
referentes a las regiones muy limitadas y estáticas como conservan una dinámica de crecimiento propia. Sólo en
la nariz o la oreja. la región condílea puede aplicarse la transferencia de un
centro de crecimiento (injerto condrocostal). En cambio,
Obligaciones en función algunas transferencias plantean a veces el problema de
un crecimiento incongruente e incontrolado (peroné).
de las etiologías En la práctica, el crecimiento provoca la aparición de
Aunque las pérdidas de sustancia que deben repararse deformaciones, que se agravan aún más por una posible
pueden ser similares, los objetivos y métodos son radioterapia. Esto obliga a establecer una vigilancia, a
bastante distintos en las desfiguraciones accidentales y instaurar un tratamiento (en especial ortodóncico) y, en
en la cirugía oncológica. ocasiones, a realizar intervenciones posteriores (aportes
En primer lugar, en el aspecto psicológico. En las tisulares repetidos, distracción).
desfiguraciones accidentales, el objetivo es sencillo,
sobre todo para el paciente: se debe restaurar el aspecto Según las zonas donantes
físico con las menores secuelas posibles y, por supuesto, Se deben sopesar las consecuencias de la elección del
hay que recuperar las funciones. Esto incluye en ocasio- sitio donante sobre el crecimiento, en especial en los
nes la restauración de la dentadura, la respiración nasal colgajos musculares torácicos, como el de dorsal ancho,
y la percepción olfativa, así como la actividad normal de cuya extracción puede provocar problemas de la estática
los párpados. Existe una discordancia entre el objetivo raquídea.
en caso de conservación de la fibromucosa, salvo si se un esfínter complejo que debe permitir una abertura
efectúa una reconstrucción estable del plano palatino. muy amplia (para la alimentación y también para las
La reparación del velo sigue siendo ardua. Para lograr prótesis dentales), entreabrirse de forma modulada y
un buen resultado funcional se requiere flexibilidad, compleja (para el habla) y cerrarse de forma hermética.
tensión y movilidad. En el aspecto estético, tienen un impacto visual tan
destacado como la nariz y, sobre todo, son esenciales
Región nasal para la mímica.
El perjuicio es sobre todo estético y se trata mediante Su anatomía multicapa y su inervación hacen que su
la alternativa de rinopoyesis-epítesis. Las dificultades reparación se realice mejor mediante tejidos autólogos,
suelen deberse a la alteración o desaparición de las bases elongación de las partes restantes y plastias heterolabia-
óseas, que pueden obligar a realizar una intervención les de diversos tipos.
previa de reconstrucción para servir de soporte. Una En caso de imposibilidad, como mínimo se debe
rinopoyesis (o una epítesis) inestable o caída sobre el reconstruir un labio inferior a un nivel correcto
labio es incómoda y grotesca. y restablecer un esfínter muscular continente, en
ocasiones mediante una transferencia muscular
Región premaxilar reinervada.
Figura 1.
A. Carcinoma epidermoide laterofacial.
B. Amputación aurículo-temporo-fronto-yugal con exenteración y vaciamiento.
C. Reparación monobloque mediante colgajo de dorsal ancho.
Figura 2.
A. Carcinoma epidermoide centrofacial (inicialmente columelar).
B. Amputación naso-yugo-labial.
C. Relleno en monobloque mediante colgajo de dorsal ancho. Fracaso oncológico precoz. 1. Nódulo de permeación.
Figura 3.
A. Amputación total de la frente (tumor de Darier Ferrand).
B. Exéresis hasta la meninge.
C. Colgajo libre paraescapular (sin reconstrucción ósea).
Figura 4.
A. Carcinoma basocelular orbitario (recidiva
tras enucleación).
B. Ablación de la pared lateral. Exenteración
orbitaria.
C. Colgajo de músculo temporal de relleno
(para injertarlo).
D. Resultado social excelente.
que los colgajos de un cierto grosor pueden enmascarar Se puede plantear una reparación mediante transfe-
a la perfección una deformación e incluso la pulsatilidad rencia libre, pero es difícil, debido al pequeño volumen.
cerebral (Fig. 3). Evita la secuela estética del defecto temporal, puede
reconstituir el fondo de la cámara conjuntival y propor-
ciona un volumen estable, que es más favorable para la
Región órbito-óculo-palpebral posible adaptación de una prótesis.
Exenteración orbitaria (cirugía oncológica)
Orbitectomía parcial o total (cirugía
El clásico injerto cutáneo de las paredes orbitarias es, oncológica)
sin duda, muy antiestético. Es obligatorio realizar un
relleno. El más sencillo es la transferencia del músculo Se trata de una situación similar a la exenteración,
temporal, bien con injerto cutáneo o bien recu- pero en este caso el volumen es demasiado extenso para
bierto por los párpados conservados. Por desgracia, a el músculo temporal, mientras que la abertura frecuente
menudo está atrofiado en los ancianos y no puede de las cavidades aéreas hace que sea preferible un
ofrecer mucho volumen en la región del ángulo medial relleno exacto. Además, el posible sacrificio de la pared
del ojo, aunque se extraiga con una extensión de superior obliga a realizar una cobertura en contacto con
pericráneo. Su paso a la órbita requiere la ablación de la la duramadre.
pared lateral (más que su fenestración) y la abrasión del La transferencia libre es el método de elección. Puede
extremo de la arcada superciliar mejora la curva regional ser un colgajo muscular (serrato anterior) o adiposo
a costa de una asimetría poco visible de los volúmenes (braquial externo, torácico lateral). Puede incluir unapa-
(Fig. 4). Además, el «hueco» del sitio donante se puede leta cutánea para la cámara conjuntival (Fig. 6) o una de
compensar mediante una reinyección de grasa. mayor tamaño si existe un sacrificio palpebral, yugal o
Si la exenteración se asocia a una pérdida de sustancia más complejo (Fig. 7).
frontal, puede ser conveniente utilizar un colgajo de El principal problema de estas reconstrucciones es la
cuero cabelludo. Por desgracia, es demasiado rígido para frecuente aparición de una ptosis secundaria, sobre todo
amoldarse a estos relieves complejos y deja un espacio en los colgajos musculares de gran volumen (Fig. 8).
muerto en el fondo de la órbita, cuya cicatrización es Una fijación cuidadosa transósea al reborde orbitario
prolongada (Fig. 5). superior no lo soluciona del todo.
Figura 5.
A. Carcinoma basocelular orbitonasal evolucionado. 1. Afectación palpebral contralateral; 2. necrosis purulenta del ojo.
B. Amputación nasofrontal más orbitectomía parcial derecha y exenteración izquierda.
C. Aspecto estético mediocre, pero visión conservada y curación.
Figura 6.
A. Exenteración ampliada al piso (rabdomio-
sarcoma). Colgajo braquial externo.
B. Reconstrucción de la cavidad conjuntival.
C. Restitución perfecta de los volúmenes.
Una posible adaptación protésica obliga a
realizar un tratamiento paliativo de la ptosis.
Figura 7.
A. Recidiva de melanoma coroideo (tras
enucleación).
B. Exenteración extendida al complejo pal-
pebral.
C. Fenestración de la pared lateral para el
paso del pedículo.
D. Colgajo torácico lateral de relleno con
paleta cutánea visible.
Figura 8.
A y B. Hemimaxilectomía más exenteración
hace 1 año. Colgajo libre de dorsal ancho.
1. Exceso labioyugal inferior; 2. excavación
de la región orbitaria.
Figura 9.
A. Avulsión bipalpebral total (mordedura de
perro).
B. Reparación no funcional (injerto de piel
sobre el resto de la conjuntiva).
Figura 10.
A. Carcinoma epidermoide del seno maxilar.
B. Sustitución del piso por una placa de titanio (asociada a un colgajo torácico lateral de relleno).
C. Placa formada en sector de cono.
Figura 11.
A y B. Carcinoma epidermoide maxilar. Ex-
tensión nasal y orbitaria.
C. Amputación maxilar superior más exente-
ración (conservación de la fibromucosa pala-
tina).
D. Armadura de titanio y colgajo torácico
lateral de relleno.
E y F. Restitución de los volúmenes y de una
cámara conjuntival.
Figura 12.
A. Armadura mediante injerto óseo en L.
B. Armadura sintética con apoyos laterales.
esta zona de pequeño volumen; en algunos casos se han paciente exige a menudo una reparación inamovible. La
realizado transferencias compuestas prefabricadas. Fuera situación y las posibilidades son parecidas a las de las
del contexto de la radioterapia, otra estrategia consiste hendiduras palatinas. Los colgajos de fibromucosa
en la reconstitución de la arcada por distracción de palatina son la técnica de elección en estos casos.
fragmentos adyacentes con un aparato de compás La amputación total del maxilar superior es poco
(técnica muy reciente). frecuente. Los colgajos osteocutáneos (peroné, cresta
ilíaca) son la solución menos mala para esta alteración
Nariz y fosas nasales grave.
La amputación del velo plantea problemas funciona-
La amputación de la nariz supone una gran discapa- les especiales. Los colgajos cutáneos son fláccidos y su
cidad social. Se produce tanto en los contextos oncoló- resultado es insatisfactorio. La transferencia uni o
gicos como después de los traumatismos por proyectiles. bilateral del músculo temporal es, sin duda, la mejor
La rinopoyesis ideal se debe realizar plano por plano. solución, pero la destrucción de la fosa infratemporal
En los planos superficiales, la técnica ideal de repara- puede impedirla, debido a la alteración de su vas-
ción es el colgajo frontal, que puede ampliarse al cuero cularización.
cabelludo adyacente y permitir de ese modo la recons-
trucción en la misma intervención de una parte de las
mejillas o del labio superior. Obliga a conservar al Región etmoidal
menos un pedículo supratroclear y, en su ausencia, el
colgajo de Converse, que utiliza el mismo tejido frontal Muchas etmoidectomías se realizan por vía endoscó-
basado en un pedículo temporal, sigue siendo una pica y no requieren reparación. No sucede lo mismo
buena solución. Si también existe una destrucción cuando en la intervención se sacrifica la pared medial
frontal (como en algunas secuelas de quemaduras) sólo de la órbita, y sobre todo la lámina cribosa, e incluso la
puede optarse por los colgajos libres (en ocasiones duramadre. La reconstrucción es diferente, en función
prefabricados) y el colgajo clásico migratorio de de que la exéresis se realice por vía anterior, superior o
Tagliacozzi. combinada.
La armadura no es indispensable en absoluto para la La ablación aislada de la pared medial (ósea) de la
punta, pero su ausencia en el dorso provoca una nariz órbita no plantea en realidad problemas, pero el sacrifi-
en silla de montar. Se pueden utilizar injertos (frontales cio asociado de la periórbita provoca un enoftalmos. Si
o ilíacos), previos, simultáneos o secundarios. Las mallas la exéresis supera en sentido anterior la cresta lagrimal,
de titanio parece una opción más sencilla, pero la también habrá que refijar el ángulo medial del ojo,
durabilidad de sus resultados no se ha demostrado habitualmente mediante cantopexia transnasal.
(Fig. 12). La reconstrucción idónea de esta pared se realiza con
El recubrimiento interno es difícil. Se puede efectuar un injerto óseo autólogo. Dado que no puede sobrevivir
mediante una inversión de colgajos mucosos o con un en la cavidad nasoetmoidal, debe acompañarse de un
injerto previo del colgajo frontal. En su ausencia, la cara relleno, que a menudo también es óseo (pasta de adhe-
profunda granula y se epidermiza en mayor o menor sivo biológico más hueso esponjoso triturado). El titanio
cuantía, pero se retrae y puede deformar la reconstruc- es una solución más sencilla: sus mallas pueden coloni-
ción si su armadura es insuficiente. zarse a partir de la grasa orbitaria y no obliga a realizar
Por último, la calidad de esta reconstrucción requiere un relleno. También constituye un soporte práctico para
un soporte rígido. La pérdida de la región del nasión en refijar el ligamento cantal medial.
la parte superior y la del premaxilar en la inferior Tras la ablación de la lámina cribosa, la duramadre
plantean el problema de la fijación de los posibles pierde su hermeticidad y una plastia es aún más frágil.
apoyos óseos y suelen requerir una reparación previa. Su protección es relativamente simple si el acceso se
En algunos casos, puede bastar con un apoyo bilateral realiza por el cuero cabelludo: la inversión de un colgajo
en las ramas ascendentes. de epicráneo vascularizado por los pedículos supraorbi-
Ya se ha expuesto el problema de las fosas nasales. La tarios, o en ocasiones de periostio, garantiza una tabica-
pared lateral puede reconstruirse con la paleta cutánea ción hermética y sólida (Fig. 13). Este procedimiento
de un colgajo masivo en situación maxilar (dorsal suele asociarse a un injerto óseo.
ancho, por ejemplo), pero esta reparación es en realidad Si se realiza un acceso transfacial, la protección de la
opcional: en la práctica sólo persiste un paso aéreo por duramadre y de su posible plastia pocas veces se logra
encima del piso cuyo valor funcional no es excelente mediante un colgajo pediculado. El injerto de un
(resistencias al flujo aéreo, formación de costras, etc.). cornete o un relleno de grasa autóloga permiten la
tabicación durante la fase de la cicatrización. En algunos
Paladar y velo casos, puede proponerse una transferencia libre de
pequeño volumen, pero esta región es poco accesible y
Las pérdidas de sustancia lateralizadas ya se han está alejada de los vasos receptores. Cuando la etmoi-
descrito. Las de localización central son fáciles de dectomía se asocia a una exenteración, esta última
ocultar mediante una prótesis de obturación, pero el solución es más fácil desde el punto de vista técnico y,
Figura 13.
A. Levantamiento de un colgajo de epicrá-
neo sobre los pedículos supraorbitarios.
B. Paso del colgajo a la región facial.
Figura 14.
A. Amputación labiomentoniana para tratar
un carcinoma epidermoide.
B. Resección mandibular con interrupción
de la continuidad.
C. Solidarización de los muñones mediante
placas metálicas.
D. Morfología y continencia labial correctas,
pero comienzo de exposición de las placas.
en nuestra opinión, es la primera elección. Las alterna- toniano, pero no puede recuperar un esfínter bucal
tivas consisten en asociar un procedimiento de protec- continente. Se debe reconstruir el labio inferior por
ción de la duramadre y un colgajo de músculo temporal otros métodos, a menudo mediante movilización de los
o, en ocasiones, un colgajo de cuero cabelludo. muñones. Además, esta paleta no es ideal para la
adaptación de prótesis, debido a su grosor.
Región de la mandíbula y del piso Fuera del contexto oncológico, la distracción de los
segmentos mandibulares ofrece posibilidades muy
de la boca interesantes. Tiene la ventaja de asociar al hueso un
revestimiento mucoso, en ocasiones dientes y, sobre
Región mandibular central
todo, las partes blandas de la mejilla y de labio.
La pérdida del arco anterior de la mandíbula provoca En caso de imposibilidad, existen alternativas. Se han
una agnatia, que se agrava aún más si se asocia la del utilizado otras transferencias óseas vascularizadas (cresta
labio inferior. Su reconstrucción es fundamental, tanto ilíaca, braquial externo, costilla, etc.), aunque son
por motivos funcionales (la suspensión del piso de la inferiores en forma, volumen o estructura. En algunos
boca a la región sinfisaria es indispensable para la casos, debe reconstruirse todo el tercio inferior de la
permeabilidad de la vía respiratoria y para el mecanismo cara, lo que se realizará mediante colgajos osteomuscu-
de la deglución) como sociales (el perjuicio morfológico lares, que suelen extraerse del territorio toracodorsal. Las
y la incontinencia salival hacen que los pacientes con férulas metálicas sólo pueden considerarse como solu-
agnatia tengan un aspecto antiestético). ciones temporales, pues se ulceran y se eliminan
La transferencia libre de peroné se considera en la (Fig. 14). No obstante, siguen utilizándose por defecto
actualidad como la mejor solución con gran diferencia en algunos pacientes que no pueden soportar la com-
para la reconstrucción ósea. La longitud de este colgajo plejidad de una reconstrucción microquirúrgica y
basta para solucionar todas las situaciones y su estruc- permiten mantener en posición los segmentos laterales.
tura es la que más se adapta para sostener los implantes, A veces, tras su desaparición se produce una fibrosis que
de forma ideal duplicándolo para aumentar su altura. La estabiliza la región. Si las partes blandas se han podido
paleta cutánea de este colgajo puede servir para recons- reconstruir de forma satisfactoria, se pueden asociar
truir el piso de la boca o para rellenar un déficit men- injertos óseos de forma secundaria.
“ Puntos esenciales
• Los tejidos faciales son, en sentido estricto, irremplazables. La reconstrucción de los planos superficiales se realiza
de forma preferente mediante tejidos de vecindad, que además constituyen la única solución correcta para los labios
y, sobre todo, para los párpados.
• En la actualidad, las transferencias tisulares microquirúrgicas ya no se reservan a las pérdidas de sustancia muy
extensas y también parecen ser la mejor elección para los rellenos de volumen medio. Estas técnicas ya no merecen
considerarse complejas por parte de equipos experimentados. Si están bien indicadas y se realizan de forma
adecuada, son poco hemorrágicas, evitan las disecciones locales complementarias y son sólidas. Si fracasan, aún es
posible recurrir a todas las demás soluciones. Su vascularización propia las hace radiorresistentes y apropiadas, sobre
todo, para los pacientes radiados. Por último, permiten retoques y remodelaciones diversos. Por desgracia, provocan
un aspecto antiestético propio si afectan a los planos superficiales.
• Una técnica más reciente es la distracción, que es menos polivalente. Se utiliza sobre todo en los maxilares y, en
pacientes no oncológicos, permite obtener resultados excepcionales al precio de una técnica minuciosa y
esclavizante para el paciente.
• Además de las reconstrucciones óseas autólogas, las mallas de titanio son de gran utilidad, sobre todo para la
reparación precoz de las exéresis oncológicas, pues permiten tanto la radioterapia como la vigilancia mediante
pruebas de imagen. No obstante, existen incertidumbres sobre su evolución a largo plazo.
• Por último, la complejidad de los protocolos y la intrincación de las intervenciones de exéresis y de reconstrucción
obligan a una estrecha colaboración entre el cirujano oncológico y el cirujano plástico reconstructor. La elección de
la vía de acceso, e incluso su realización, así como la disección de los pedículos vasculares deben realizarse
idealmente de forma conjunta.
Figura 15.
A y B. Injerto de piel fina para tratar una
amputación temporal ampliada en todas las
direcciones, pero superficial (carcinoma ba-
socelular).
Figura 16.
A. Carcinoma epidermoide recidivado de la oreja.
B. Amputación que descubre la mastoides y el nervio facial.
C. Colgajo de cuero cabelludo con pedículo occipital. 1. Exceso de tejido, que forma un gran pliegue cutáneo de rotación.
Figura 17.
A. Amputación témporo-parieto-occipital
(cilindroma recidivado).
B. Exéresis parcialmente transfixiante.
C. Sustitución ósea por una malla de titanio.
D. Cobertura mediante colgajo libre de dor-
sal ancho.
ancho pediculado, aunque esta indicación supone el La exigencia de restauración de un defecto del pabe-
límite de su arco de rotación. llón suele ser insistente. En las formas aisladas, se
También en este caso, los colgajos libres ofrecen una recurre a las técnicas de otopoyesis, o en ocasiones a las
alternativa elegante. Según las condiciones locales y la epítesis sobre implantes. En el contexto de una exéresis
extensión de la pérdida de sustancia, se puede optar por regional amplia, ambas alternativas se enfrentan a
un colgajo musculocutáneo (dorsal ancho) (Fig. 17) o problemas graves. Las otopoyesis son una posibilidad
por uno cutaneoadiposo (torácico lateral, braquial remota, debido a la falta de tejidos regionales, mientras
externo) (Fig. 18). que las epítesis carecen de métodos de fijación: tejidos
En lo que respecta a la posible pérdida de sustancia de recubrimiento gruesos y fláccidos, o ausencia
ósea, sólo deben considerarse las amplias lagunas de la de estructuras óseas, que pueden estar enterradas o
bóveda temporal. La reparación se realiza mediante un debilitadas por la radioterapia. Casi siempre hay que
injerto autólogo, o bien con una placa sintética, y suele contentarse con medidas de camuflaje o con no hacer
hacerse de forma diferida. nada.
Figura 18.
A. Carcinoma epidermoide del pabellón.
B. Amputación ampliada (y vaciamiento ganglionar). Exposición de la mastoides.
C. Colgajo braquial externo.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Patenôtre P. Réparation des pertes de substance vastes ou
complexes de l’extrémité céphalique. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales - Chirurgie plastique reconstructrice et
esthétique, 45-510, 2007.
Disponible en www.emc-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias