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Explique si una pareja de jóvenes puede criar un hijo

Ser padre es un desafío para cualquier persona. Incluso, en las mejores condiciones, el
hacerse cargo de la crianza y del desarrollo de una persona viene de la mano con todo
tipo de retos, frustraciones y sacrificios, por más satisfactorio que pueda ser para los
padres. Las dificultades en la crianza de los hijos son inherentes a toda paternidad y
estas dificultades pueden incrementarse en los papás que serán padres a temprana
edad. En otras palabras, es posible que mientras más jóvenes sean los padres más
desafíos encuentren en la crianza de los hijos.

¿Por qué? Podemos pensar que el tener mayor o menor edad no es garantía de nada.
Hay personas de 16 o 18 años que pueden tener un grado de madurez mayor que
algunas personas de 40 años de edad o más. Incluso, en las generaciones anteriores
las parejas acostumbraban tener hijos a una edad menor que ahora por lo que, en
teoría, el tener mayor o menor edad al momento de tener hijos no debería de
aumentar o disminuir los retos que se puedan encontrar en a la hora de criar a los
hijos o que esto implique necesariamente que se esté más o menos preparado para
tenerlos.

Asimismo, no podemos dejar de lado que el que ahora los hijos se tengan a una edad
mayor que en épocas pasadas se deba, en gran medida, a que las condiciones sociales
y económicas de las generaciones anteriores facilitaban el que las parejas pudieran
formar sus propias familias a edades en la que mayoría de las generaciones actuales,
actualmente, están tratando de descubrir qué hacer con sus vida. Es es cierto que la
madurez para tener hijos no está estrictamente vinculada con la edad pero también es
cierto que mientras más jóvenes sean los papás, es probable que tengan menos
resueltos aspectos económicas, materiales y emocionales.

Entonces, podemos decir que los desafíos que se encuentran los padres jóvenes se
centran en tener los medios para poder hacerse cargo de sus hijos de la mejor manera
posible cuando, muchas veces, aún no tienen una situación económica estable. Éste es
el desafío más evidente o visible pero no es el único al que hay que hacer frente.
Además de la situación económica, hay que enfrentar el desafío de mostrarle a los
hijos una identidad estable cuando, en muchas ocasiones, es algo que aún no se logra,
especialmente si hablamos de padres adolescentes. El último y, quizás, el más
importante de los desafíos que enfrentan los padres jóvenes son los sacrificios que
tengan que hacer para criar a sus hijos: dejar o posponer los estudios, abandonar
proyectos de vida o carreras a largo plazo, no poder dedicar tanto tiempo a uno
mismo, entre otros. La mayoría de estos sacrificios suelen ser temporales, al menos
durante los primeros años de vida de los hijos, pero eso no significa que deje de ser
difícil el dejar de lado todos esos proyectos.

Este tipo de dificultades pueden ser más intensas cuando estamos hablando de
embarazos no deseados. En estos casos es aún más difícil el trabajar con los cambios
en el entorno económico, social, familiar y profesional. Además, cuando hablamos de
un embarazo no deseado también aumenta la posibilidad de que los padres culpen a
los hijos por haberles “obligado” a dejar de lado sus proyectos de vida. No es raro que
en estos casos los padres se sientan enojados con los hijos.

No obstante, el ser un padre joven no significa que todo sean dificultades y desafíos.
Un padre joven puede tener más facilidad y energía para jugar con sus hijos y
relacionarse con ellos a lo largo de su crecimiento, ya que la diferencia de edad entre
ambos se reduce. Incluso, el tener un hijo a temprana edad puede contribuir al
crecimiento emocional de los padres y a darles un mayor sentido de responsabilidad.
A pesar de esto, es importante que los padres jóvenes se sientan apoyados tanto por
su familia como por sus parejas para poder manejar las ansiedades que acompañan el
tener un hijo y así poder ejercer una paternidad responsable. La experiencia de los
familiares puede ser fundamental para ayudar a que el padre se sienta orientado
dentro de su propia experiencia con los hijos.

Finalmente, el apoyo psicológico es muy útil para ayudar a los padres a trabajar con
los conflictos relacionados con la paternidad, e incluso, para que puedan tener un
espacio propio.

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