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Redimiendo el tiempo

Textos claves:

- “Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo


cada momento oportuno.” Colosenses 4:5 NVI

- “Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como
sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son
malos.” Efesios 5:15-16 NVI

- “Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el
cielo:” Eclesiastés 3:1 NVI

Introducción:

1 Reyes 20 encontramos una historia militar, pero hay un versículo que narra
muy bien nuestra situación actual. “Como yo estaba muy ocupado, haciendo varias
cosas, ¡el prisionero se escapó!» 1 Reyes 20:40 RVC. ¿Cuál es nuestra realidad?
Estamos en una cosa y en otra, y en todos lados. Estamos distraídos. Estamos
preocupados. No podemos enfocarnos en la tarea que tenemos por delante. No

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seguimos fielmente. No cumplimos nuestros compromisos. Estamos tan ocupados con
un millón de cosas que no nos damos cuenta de que las cosas más importante se
escapan. La mayoría de los días no nos despertamos intentando servir, sino
intentado sobrevivir.

Tenemos mas oportunidades que nunca antes. La capacidad de movernos de un


lado a otro sin mayores problemas es una realidad. La capacidad de conseguir
información de cualquier parte también lo es. Incluso la posibilidad de estar despierto
fácilmente después del anochecer también es una realidad. Por lo tanto, como
podemos hacer tanto, hacemos muchos. Nuestras vidas no tienen limites.
Comemos (la mayoría) lo que queremos, compramos (la mayoría) lo que queremos, y
decimos sí a (casi todo) lo que queremos. En toda nuestra vida, hemos visto un
crecimiento exponencial en el numero de oportunidades para los niños, oportunidades
para los mayores, oportunidades para el placer, oportunidades de viajar, oportunidades
para la educación, oportunidades en nuestras comunidades locales y oportunidades en
la iglesia y oportunidades para marcar la diferencia en el mundo. No es de extrañar
que estemos tan ocupados.

¿Por qué debemos preocuparnos?

Por muy frenética y frustrante que pueda llegar a ser la vida moderna, los
mayores peligros no son los inconvenientes materiales o temporales. Pero si el
desgaste es mental, como es el caso de la mayoría de los trabajos para la mayoría de
nosotros, la influencia negativa sobre el cuerpo puede ser enorme. Así que no ignores
el peligro físico de tener un ritmo de vida frenético. Tan solo recuerda que las
amenazas mas serias son espirituales. Cuando estamos súper ocupados,
ponemos en peligros nuestra alma. El reto no es meramente hacer que
desaparezcan algunos malos hábitos. El reto es no dejar que nuestras vida
espiritual se nos escape. Los peligros son serios y están aumentando. Y pocos
estamos tan exento como creemos.

El primer peligro es que la actividad excesiva puede arruinar nuestro gozo.


Esta es la amenaza espiritual mas inmediata y obvia. Como cristiano, nuestra vida

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debería estar marcada por el gozo (Fil.4:4), saber a gozo (Gá. 5:22). Y estar llena
de la plenitud del gozo (Jn.15:11) La actividad excesiva ataca todo esto. Cuando
nuestra vida es frenética y enloquecida, tendemos mas a sentir ansiedad,
resentimiento, impaciencia e irritabilidad.

Debemos entonces tener un MARGEN que es el espacio entre nuestra carga y


nuestros limites (Swenso). Planificar los márgenes significa planificar lo que no se
puede planificar. Significa que entendemos lo que es posible entre nosotros como
criaturas finitas y despues planificamos menos que eso.

La actividad excesiva es como el pecado: mátalo o te matará a ti. La


mayoría caemos en un patrón predecible. Comenzamos a saturarnos con uno o dos
grandes proyectos. Después nos sentimos aplastados por el desgaste diario, y
volvemos a caer en lo mismo muchas veces mas. Lo que no entendemos es que
durante todo ese tiempo hemos estado sin gozo y hemos sido critico con todo el
mundo. Cuando la actividad excesiva te quita el gozo, termina con el gozo de todos.

El segundo peligro es que la actividad excesiva puede robarnos el corazón.


El sembrador echó la semilla con liberalidad. Algunas cayeron junto al camino, y las
aves las devoraron. Parte cayo junto al camino, y las aves las devoraron. Parte cayo
sobre terreno pedregoso y creció rápidamente, pero se seco con la primera oleada de
calor. Y parte cayo entre los espinos, los cuales ahogaron su frágil vida.(Marcos
4:1-20). En algunos corazones, la Palabra de Dios no hace nada. Satanas la echa a
perder en cuanto se siembra. En otros corazones, la palabra crece al principio y luego
desaparece con la misma rapidez. Pero en la tercera categoría de tierra no
fructífera, la Palabra profundiza un poco. La planta brota, casi hasta el punto de
dar fruto. Parece que es buena tierra. La nueva vida parece estar echando raíces.
Todo esta listo para la cosecha. Hasta que llegan los espinos.

Jesús nombra dos tipos de espinos. Al primero lo llama “afanes de este siglo (Mr.
4:19) ¿Sabes por qué los retiros, campamentos y conferencias cristianas son casi
siempre buenos para el crecimiento espiritual? Porque tienes que organizar tu

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agenda para asistir. Haces una escapada. Dejas de lado tu locura habitual
durante un fin de semana y encuentras espacios para pensar, orar y adorar.

Para la mayoría de nosotros, no es la herejía o la apostasía lo que desviara


nuestra profesión de fe. Son todas esas preocupaciones de la vida y esto
terminará con tu vida. (Dar ejemplos).

Un segundo espino esta relacionado con el primero. Jesús dice que la obra de la
Palabra es tragada por los deseos de otras cosas. No es que tengamos que culpar a
las posesiones en sí. El problema es todo lo que hacemos para cuidar de ellas y
todo lo que hacemos para tener más. ¿Es de extrañar que las personas mas
estresadas del planeta vivan en los paises más prósperos? (Dar ejemplo). En el
pensamiento de Jesús una de las mayores amenizas para el evangelio es el puro
agotamiento. El ritmo de vida frenética mata más cristiano que las balas. ¿Cuánto
tiempo de adoración comunitaria (iglesia), adoración privada y familiar han sido
sustituidos por el futbol, por los amigos, por el informe, por el trabajo, por el
juego, etc? Necesitamos guardar nuestro corazón. La semilla de la Palabra de
Dios no crecerá para dar fruto sin la poda para el descanso., la quietud y la
calma.

El tercer peligro es que la actividad excesiva puede cubrir lo podrido de


nuestra alma. El frenético ritmo de la vida pude hacer que nos enfermemos física y
espiritualmente y podemos no darnos cuenta. ¿No es enfermizo que luchemos siempre
con los mismos problemas? Si esta es nuestra realidad es que quizas el verdadero
problema esté dentro de nosotros. ¿Que dice de mí que frecuentemente esté
sobrecargado? ¿Que tengo que aprender de mi mismo? ¿Que promesas bíblicas no
estoy creyendo? ¿Que mandamiento divino estoy ignorando que debería obedecer?
¿Que mandamientos auto impuesto estoy obedeciendo que debería ignorar? ¿Que
ocurre en mi alma para que la actividad excesiva sea mi principal reto cada año?

El ritmo de vida frenético puede señalar problemas mas profundos: un deseo


constante de agradar a las personas, una ambición implacable, un malestar de falta de
sentido. “La actividad excesiva sirve como un tipo de reafirmación existencial, una

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cobertura contra el vacío” (Tim Kreider). El mayor peligro de la actividad excesiva es
que puede tener peligro mas grandes, que nunca tienes tiempo de considerar.

La actividad excesiva no significa que seas un cristiano productivo o fructífero.


Solo significa que estas ocupado, como todo el mundo. Y como todo el mundo, tu gozo,
tu corazón y tu alma esta en peligro. Necesitamos que la sabiduría bíblica nos
encamine.

Una Visión sobre el uso del tiempo


¿Cómo respondemos a la pregunta sobre cuales son las cosas mas valiosa en la vida,
cosas demasiado preciosa para malgastarla? Ninguna de ellas la valoramos
adecuadamente hasta que nos damos cuenta del valor del tiempo y aprendamos a
usarlo en vez de malgastarlo.

No olvidar que, el primer don que recibimos de Dios es nuestra propia vida. El
nos ha concedido el espacio de este planeta como medio para vivir. Nos ha concedido
un alma y un cuerpo que nos permiten involucrarnos en toda la creación. Nuestros
cuerpos y sus sentidos nos permiten disfrutar, observar y explorar el universo. Él nos
ha concedido mentes racionales para explorar y describir lo que en él hay. Jesus en su
vida, muerte y resurrección consistió en darnos vida y vida en abundancia (Juan 10:10).

El nos ha concedido tiempo para explorar, crear y participar en su plan, como


agentes relevantes. Cómo usamos el tiempo ha sido, la cuestión critica desde la caída.
¿Será redimido o malgastado? Nos ha concedido siete días a la semana, cincuenta y
dos semanas en el año. Este tiempo ha de ser usado para edificar vidas que honren al
Creador, adornen su creación, y creen una cultura que refleje a Dios y su orden creado.
Nos ha dado el sol, la luna y las estrellas para distinguir las estaciones y guiarnos en el
proceso de gestionar la posesión del mundo (Génesis 1:14-19)

El apóstol Pablo nos recuerda que debemos usar el tiempo y las oportunidades
sabiamente. “Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios,
sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días

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son malos.” Efesios 5:15-16 NVI. El tiempo no se puede recuperar. Una vez se esfuma,
se esfuma para siempre. ¿Lo derrochamos o lo redimimos?¿Lo recibimos como un
regalo precioso o lo disipamos? ¿Lo usamos para crear una cultura que refleja al
Creador y hacer la obra que nos encomendó en la creación o vamos en pos del
mentiroso -Satanás- edificando un mundo que refleja principios falsos, cimentando
sobre las ilusiones de Satanás?

John Wesley escribió:

No pierda el tiempo. Si se entiende a sí mismo y su relación con Dios y el


hombre, sabrá que no tiene tiempo que perder. Si discierne su vocación particular como
debiera, no se aburrirá en absoluto.

¿Pero podemos aprender a darle el mejor uso posible a este bien tan preciado? Pablo
usa el mismo verbo de Cristo redimiéndonos de la maldición de la ley.
(Aprovechando=ἐξαγοραζόµενοι= redimir o comprar totalmente). Su elección del
vocabulario sugiere qué hay un precio a pagar si queremos usar el tiempo sabiamente.
Tenemos que volver a comprarlo si queremos usarlo bien en este mundo caído. ¿Pero
con qué moneda podemos comprar el tiempo para la gloria del Señor? El precio es la
autodisciplina, la cual surge de un deseo de glorificar a Dios en todas las cosas.

Por lo tanto, este tiempo es precioso, y es invaluable, y es como oro líquido, y no


puedo desperdiciar, y no puedo malgastar ni un solo momento porque es en el uso
adecuado y más eficiente de mi tiempo que glorificaré a Dios. Si utilizo mi tiempo más
sabiamente puedo glorificar a Dios aún más con lo que es puesto frente a mí. Desde
antes de la fundación del mundo, Dios determinó el momento de mi nacimiento. Y Él ha
determinado el momento de mi muerte. Y todo lo que está en el medio es lo que Dios
me ha ordenado soberanamente para mí vivir, y es el número perfecto de días, y es el
número más sabio de días, que podría ser elegido para mí. Job 14:5 “Ya que sus días
están determinados, el número de sus meses te es conocido; y sus límites has fijado
para que no pueda pasarlos.” Salmo 90:12 dice: “Enséñanos a contar de tal modo
nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” Salmo 139:16 “Tus ojos vieron mi
embrión, “y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no

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existía ni uno solo de ellos.” Dios ha ordenado el tiempo que tienes para vivir en esta
tierra. No tienes un segundo que perder, para vivir con cualquier otra intención u
objetivo salvo glorificar a Dios al máximo.

Pero Efesios 5:16 dice que deberíamos aprovechar bien el tiempo.


Aprovechando bien tu tiempo. Esta palabra por tiempo no es cronos (χρόνος), que se
refiere a la hora del reloj, la cronología o el cronómetro, como un reloj. Esa no es la
palabra que Pablo emplea aquí: Aprovechando bien el tiempo que tienes. Es Kairos
(Καιρός), lo que significa una temporada u oportunidad, un período fijo dentro del
tiempo en el que se te dan oportunidades divinas para hacer algo para Dios. Hay
momentos oportunos en tu vida para hacer ciertas cosas hoy, en este momento, que no
tendrás en otras ocasiones en tu vida. ¿Te despiertas, sensible de que este es un día
que hizo el Señor… Me regocijaré y me alegraré en él? Que Dios ha ordenado buenas
obras para que trabaje en ellas?

Cada dia Dios presenta oportunidades de hacer bien, y mostrar a todos en


nuestra vida, la realidad de ser hijos de la Luz. El tiempo es, por tanto, un tesor que
tiene que ser bien utilizado. Pablo esta enseñando que el creyente debe ordenara bien
la vida, aprovechando toda oportunidad para el testimonio. Aprovechar el tiempo es
apoderarse de la oportunidad para hacer el bien. El tiempo ha de ser bien usado
porque no siempre durará. Nadie puede estirar el tiempo, pero todo podemos utilizarlo
sacándoles el máximo provecho. Pablo esta enseñando al creyente el uso disciplinado
del tiempo. El creyente como siervo de Dios, tendrá que dar cuenta de la
administración sabia del tiempo que Dios le ha entregado.

Implicaciones practicas

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