LAS FUNCIONES PRINCIPALES DE LA PSICOLOGÍA FORENSE
La recolección, el análisis y la presentación de evidencias psicológicas con
propósitos legales o judiciales. Un Psicólogo Forense colabora con los magistrados con la realización de evaluaciones y análisis psicológico-legales que sean de utilidad en el marco de un juicio. Por este motivo un Psicólogo Forense debe tener conocimientos de Derecho para llevar a cabo sus tareas de manera correcta y poder trabajar en conjunto con abogados, fiscales y jueces. De este modo, puede convertirse en perito y dar testimonio como experto en un juicio, haciendo su aporte a la Justicia. En la práctica la tarea más frecuente de los Psicólogos Forenses, es la evaluación psicológica de los individuos que están involucrados de una manera u otra con el sistema legal. Por lo tanto, aunque es necesario tener una formación en derecho, las habilidades más importantes que un Psicólogo Forense son los conocimientos de la Psicología Clínica. Es decir, habilidades como la evaluación clínica, entrevistas, redacción de informes, habilidades de comunicación verbal (especialmente si un testigo experto en estar frente a tribunales) y presentación de casos, son muy importantes en el establecimiento de la base de la práctica de la Psicología Forense. Otras tareas que también realizan son las evaluaciones para la custodia de menores, evaluaciones de competencia de los acusados, servicios de asesoramiento a las víctimas de la delincuencia, evaluación de trastorno de estrés postraumático, y la evaluación y ejecución de programas de intervención y tratamiento para delincuentes. Podría decirse que una de las evaluaciones más “populares” de un Psicólogo Forense es la evaluación en casos legales de los posibles trastornos mentales de los acusados. Una persona no puede ser considerada responsable de un delito si no comprendía la dimensión de su acción y sus consecuencias en el momento de cometer el acto delictivo o criminal. El Psicólogo Forense debe determinar cómo la persona está funcionando en el momento actual, pero también su estado mental en el momento del crimen. Por lo tanto, gran parte del trabajo del Psicólogo Forense es retrospectivo y debe confiar en la información de terceros, contactos colaterales y las comunicaciones escritas (por ejemplo, las declaraciones hechas en el momento del delito), etc. El Psicólogo Forense también puede informar acerca del tratamiento que debería recibir un condenado en base a sus evaluaciones clínicas. De esta forma, el juez contará con mayores herramientas para determinar cómo ejecutar la pena. Es importante entender que la Psicología Forense puede explicar la conducta de una persona y ofrecer esa información a un tribunal, pero no tiene la capacidad ni la facultad para defender, querellar o juzgar a un individuo.