Sei sulla pagina 1di 8

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCAS DE LA SALUD

ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE ENFERMERIA

MEDICINA ALTERNATIVA-COMPLEMENTARIA

ALUMNA: RAMIREZ CONDORI, Deisy Edith

CICLO:

DOCENTE:

TEMA:

AYACUCHO-PERU

2018
INTRODUCCION

La medicina tradicional peruana y la medicina alternativa y complementaria


constituyen hoy en día un grupo importante de conocimientos aplicados a la
prevención y recuperación de la salud . Para la Organización Mundial de la Salud,
el concepto de medicina tradicional (MT) se refiere a un sistema de medicinas que
son transmitidas de generación en generación y aceptadas por las comunidades en
que se utilizan. Por tanto, es la suma total de conocimientos, habilidades y prácticas
basados en teorías, creencias y experiencias oriundos de las diferentes culturas,
sean o no explicables, y usados en el mantenimiento de la salud, así como en la
prevención, diagnosis o tratamiento de las enfermedades físicas o mentales.

Por otro lado, la medicina alternativa se refiere a las formas de medicina,


generalmente tradicionales, que se asumen como equivalentes a la medicina oficial
o moderna; mientras que la medicina complementaria se refiere solo a técnicas
procedentes de otros sistemas médicos, que se usan como secundarias o
complementos de la medicina moderna. Los tres términos y sus respectivos
conceptos no son excluyentes, y a una misma práctica pueden convenirle a la vez
dos o tres de ellos.
PRACTICA DE LA SOBA O LIMPIA CON CUY

MEDICINA ALTERNATIVA-COMPLEMENTARIA:

Es necesario hacer notar que estos recursos son utilizados tanto en el diagnostico
como en el tratamiento, así tenemos el uso difundido del jubeo con cuy que unas
veces adquiere el carácter de diagnóstico al ser usado a manera de radiografía para
poder detectar después del análisis interior de las vísceras y extremidades del
animal la causa o motivo de la enfermedad del paciente y otras circunstancias,
adquiere un carácter terapéutico a través del proceso de la limpia del cuy.

LIMPIA CON CUY

El guinea pig es un pequeño roedor, oriundo de los Andes, que pese a su pequeño
tamaño presta múltiples servicios a la humanidad. En primer lugar, es íntimo
colaborador de los científicos para quienes es conocido como cavia porcellus, pero
que muy familiarmente, por cierto, lo llaman conejillo de indias, y bajo esta
denominación son utilizados en los laboratorios para trabajos de investigación y
experimentación, sobre todo en la industria farmacéutica. Luego, estos humildes
animalitos alegran la existencia de miles de niños, estadounidenses, sobre todo, en
su condición de mascotas, papel que cumplen a la perfección dada su naturaleza
pasiva y capacidad de adaptarse a la vida en cautiverio en pequeñas jaulas.
Mientras tanto, en los Andes sudamericanos es conocido como cuye o por su
nombre en idioma quechua jaca y, desde tiempos prehispánicos, cumple un papel
no tan decoroso, pero mucho más práctico y sustancial en la vida del hombre
andino, es apreciado como parte de su dieta alimenticia y como tal se le consume
en diferentes formas y en deliciosos platillos que cambian de nombre dependiendo
de la región en la cual es degustado. Finalmente, y esta es una faceta poco conocida
de este roedor, cumple un papel bastante curioso e inexplicable dentro de los que
se conoce como medicina alternativa, en lo que se conoce como “soba del cuy”.

Para muchos curanderos andinos utilizar el cuy como medio de diagnosticar,


pronosticar y, en algunos casos, curar enfermedades es asunto de todos los días.
El proceso es simple; se escoge un cuy joven y en buenas condiciones que
corresponda al sexo del paciente, y luego se le frota suavemente todo el cuerpo con
el animal, empezando por la cabeza.

Esta acción dura aproximadamente unos veinte minutos. Luego de finalizada la


soba, el curandero o curandera, lo sacrifica y abre el cuerpo del roedor para
examinar minuciosamente el organismo del cuy. El organismo del animal sacrificado
reproduce las afecciones que padece el enfermo, y para el curandero la revisión del
organismo del roedor es como si estuviera observando el organismo interno del
paciente. En otras palabras, el animalito de marras funciona exactamente como un
moderno equipo de rayos x, solo que esto viene sucediendo desde épocas
inmemoriales.

La medicina moderna, basada en estudios serios del organismo humano y en la


experimentación científica, siempre ha sido reacia para aceptar este tipo de
medicina empírica. Sin embargo, quien sabe por curiosidad o por que, cada vez
más, aceptando la realidad de la vida diaria, no queda más camino que investigar
algo que se desconoce, pero que cuenta con la confianza de muchos habitantes de
los andes, algunos médico han comenzado a realizar investigaciones serias sobre
este hecho que tiene mucho de misterioso y desconocimiento. Equipos de médicos,
algunos de ellos provenientes de universidades europeas y estadounidenses, han
realizado trabajo de

campo con el tema. Utilizando por lo general casos de pacientes que ya contaban
con un diagnóstico clínico previo y que, luego de ser sometidos a la soba del cuy,
los organismos del animal reflejaban exactamente afecciones internas específicas
en el mismo órgano afectado del paciente. Para mayor seguridad, y dado de que se
trataba de estudios serios, los órganos del cuy fueron estudiados por especialistas
médicos, patólogos y veterinarios, llegando a la conclusión que éstos reflejaban, o
mejor, guardaban relación directa con la afección del paciente.

A la fecha no se logra aun descubrir o descifrar el misterio que rodea la relación que
pueda tener este acto de medicina alternativa andina, que tiene sus raíces en los
primeros habitantes del continente. La medicina prehispánica no era científica, más
bien estaba basada en creencias mágico religiosas.

Sin embargo, en algunos aspectos tuvieron mayor desarrollo que la europea que
trajeron los conquistadores, entre las que se puede enumerar mejores técnicas de
higiene, trepanaciones craneanas, uso de plantas medicinales para tratar diversas
dolencias, además de técnicas ancestrales usadas por los curanderos para arreglar
huesos y, de los psicoterapeutas andinos, expertos en curar males que se conocen
como “mal de ojo” y “susto”, que no son otra cosa que enfermedades mentales que
hoy en día son tratadas por sesudos siquiatras y psicólogos.
Es en este escenario mágico religioso, sobreviviente entre los habitantes de los
Andes, en el cual se desarrolló la “soba del cuy” y que se le sigue practicando como
parte del legado cultural de los pueblos ancestrales andinos, de la misma forma
como continúan vigentes muchas de sus enseñanzas, costumbres y forma de vida.

El diagnóstico del cuy consiste en dos partes:

 inspección de la parte externa del animal y examen de los órganos internos.


Para el examen de los órganos internos se requiere cortar con un cuchillo el
abdomen en su parte central, separando la epidermis hacia ambos costados
para que sean visibles los órganos interiores.
 se procede a la observación de cada órgano, e incluso en algunos casos a
la palpación de los mismos: órganos genitales, intestinos, riñones, páncreas,
estómago, hígado y vesícula.
 Se corta el diafragma y se observan los pulmones y el corazón.
 Se continúa con la garganta.
 Finalmente, se despelleja la cabeza del cuy liberando el cráneo para su
observación.

Los casos estudiados se seleccionaron entre las más de 500 sobas de cuy
que tuve ocasión de observar del trabajo con pacientes realizado por un
reconocido curandero residente en Lima, de los cuales 406 corresponden al
trabajo sistemático que se realizó una vez por semana, durante los años 1992
y 1993.
Se estudiaron principalmente aquellos casos en los cuales el paciente contó
con su diagnóstico clínico y se presentó una afección específica en el órgano
correspondiente del cuy.
Para el estudio de los casos se tomó la (s) fotografía(s) del órgano afectado en el
cuy; se seccionó dicho órgano y se lo colocó en una solución acuosa de
formaldehído al 10% para su conservación; posteriormente, se realizó el examen
histopatológico de dicho órgano (a cargo de un patólogo); y se solicitó los análisis
clínicos respectivos al paciente. Toda esta información fue discutida con
especialistas médicos y el patólogo/médico-veterinario.

Los exámenes histopatológicos que se realizaron en órganos de cuyes,


pertenecientes a animales que se utilizaron en la soba de pacientes, concluyen en
que tales órganos presentan afecciones (internas) específicas en el mismo órgano
en el que tiene afección el paciente, y en la mayoría de ellos dicha afección guarda
una relación directa con la afección del paciente. Estos resultados descartan la
manipulación del cuerpo del animal por el curandero como origen de las afecciones
en el cuy.

Para ilustrar estas propiedades de la soba del cuy presentamos el caso de una
paciente (46 años) con diagnóstico clínico de cáncer uterino en el anexo derecho
(ecografía pélvica, 31.Ago.93), quien había suspendido el tratamiento de
radioterapia porque no sentía mejoría. La soba del cuy realizada el 23.Set.93
permitió poner en evidencia un carcinoma en el cuerno uterino derecho (Foto N°1),
afección que también se ponía en evidencia en el examen histopatológico que se
realizó con dicho órgano.
FOTO N°1.- Carcinoma en cuerno uterino derecho del cuy
utilizado en la soba de la paciente ( S93.40-P279 / M - 46)

Potrebbero piacerti anche