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Introducción

En este informe quiero destacar algunos conceptos que Jung tiene en cuenta para
desarrollar lo que él denomina un enfoque finalista de la interpretación de los sueños. En
primer lugar describiré el carácter general compensatorio y prospectivo atribuido por autor
a los sueños. Luego señalaré la correlación que establece entre lo consiente y lo
inconsciente para la formación del sueño y la posición relativa de uno frente al otro. Para
contrastar este enfoque expondré brevemente la manera en que Freud aborda la
interpretación de los sueños y las divergencias resultantes con el método de Jung. Entonces
llegaremos a las preguntas que orientan el enfoque finalista y la interpretación del material
asociativo que surge de la revisión consciente del sueño. Por último comentaré algunas
formas de clasificar los sueños que propone Jung según el contenido de los mismos y que
son relevantes para un abordaje desde la concepción finalista del sueño.

El carácter compensatorio y prospectivo de los sueños

Para empezar voy a considerar la forma particular de equiparar al sueño junto a los otros
fenómenos psíquicos en la elaboración de Jung. En efecto, dado que todo acontecer
psicológico además de estar supeditado a un conjunto de causas tiene un sentido y un
objetivo propios, es decir se orienta hacia un fin, lo mismo debemos pensar que sucede con
los sueños. Esta manera finalista de concebir el sueño no niega las causas que lo provocan
pero conduce a una interpretación diferente del material onírico. A partir de estas
consideraciones Jung irá atribuyendo al sueño, de manera general, una función
compensadora y prospectiva para la vida consciente del sujeto.

La función compensadora del sueño parte de considerar como propio de lo inconsciente el


ejercer una función reguladora a través del sueño, que consiste en reelaborar pensamientos,
inclinaciones y tendencias que en el estado de consciencia alcanzaron escaso valor, fueron
desconocidos o subestimados pero que son importantes para orientar y adecuar la situación
psíquica consciente y momentánea. Entonces los sueños se comportan como
compensaciones, como contrapeso o complemento de la situación consciente respectiva: de
ahí que los contenidos del inconsciente pueden llegar a contrastar notablemente con el

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contenido consciente especialmente cuando este último sigue una dirección demasiado
exclusiva amenazando necesidades vitales del individuo.

El carácter prospectivo general del sueño expresa la función orientadora de los contenidos
que rescata la elaboración onírica durante el sueño en pos de desarrollo de futuras acciones
conscientes. Esos contenidos son capaces de orientar al soñante aportándole datos que de
otro modo hubieran permanecido relegados de la consciencia y sin embargo pueden
aportarle un pronóstico de una precisión superior a las conjeturas conscientes. A veces los
contenidos simbólicos de un sueño presentan los trazos esenciales de la solución de un
conflicto o el ensayo de un plan de acción.

Correlación entre lo consciente y lo inconsciente

A continuación quiero resaltar que Jung establece una correlación de lo inconsciente con el
estado momentáneo de la consciencia que es determinante en la formación del sueño y es
inseparable de ella. Esto significa que no se trata de interpretar una representación general
de los contenidos del inconsciente sino que estamos en presencia de ciertos contenidos que
se actualizan y seleccionan por vía asociativa a partir del discurrir consciente en un
momento dado. Por consiguiente si se quiere interpretar correctamente un sueño dado es
imprescindible conocer la situación momentánea de la consciencia. El sueño introduce en
la consciencia “los materiales constelizados en lo inconsciente por los datos de la situación
consciente” en un momento particular. Para Jung el sueño es la “autorrepresentación
espontánea de la situación actual de lo inconsciente expresada en forma simbólica”

A partir de lo dicho podemos ver que el autor destaca por un lado una función
compensadora de lo inconsciente a través de los sueños y a la vez relativa con referencia a
los contenidos de la consciencia. Sin embargo quiero señalar que también opina que lo
inconsciente es tan importante como lo consciente para la productividad de la psique y dado
que la orientación activa hacia un objetivo o propósito no sería un atributo exclusivo de la
conciencia, se puede considerar a la conciencia como relativa con respecto al contenido
inconsciente en un momento particularmente dado.

Diferencias del enfoque Freudiano

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Para Freud, según los desarrollos teóricos vertidos en su obra La interpretación de los
sueños el sueño corresponde siempre a la expresión de un deseo sexual reprimido,
inaceptable, de origen infantil y el contenido simbólico elaborado en el trabajo del sueño
queda determinado por la censura que únicamnete permite su aparición de una forma
disfrazada. Entonces ese trabajo del sueño consiste en enmascarar, en disfrazar, un
contenido con un origen específico y que a causa de lo inapropiado o inaceptable emerge
desfigurado, escondido en imágenes que lo simbolizan. Bajo esta perspectiva, la tarea de
interpretación de los sueños consiste principalmente en relacionar el contenido manifiesto
de los sueños con su contenido latente y poner en contacto al soñante con las causas que
originaron esas imágenes oníricas.

Para Freud el sueño es un proceso de regresión que se manifiesta por tres vías diferentes: de
manera tópica como regresión de lo consciente a lo inconsciente, como regresión temporal
ya que se desplaza del tiempo presente al pasado y como regresión de tipo formal en la
medida que se desplaza del nivel del lenguaje a las representaciones simbólicas.

Además Freud le da al sueño una función compensadora cuando define al sueño como el
guardián de la dormición: esos sentimientos que despertarían al durmiente aparecen
disfrazados protegiéndolo del despertar.

Jung dice que si el sueño es reducido a la expresión de un deseo reprimido y que en el


conocimiento de esa causa se agota el sentido del mismo, se suprime la equiparación del
sueño con cualquiera de los otros procesos psíquicos, que además de ser la resultante de
contenidos psíquicos que lo precedieron, tienen un sentido y un objetivo propios. Para
Jung los símbolos que se presentan en el sueño no pueden reducirse a un significado fijo,
no están unívocamente determinados y no están únicamente destinados a esconder un
contenido inconsciente y reprimido. Para Jung las imágenes del sueño tienen su propio
valor: las imágenes oníricas son importantes en sí mismas.

Interpretación de los sueños según la concepción finalista.

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Para explicar o interpretar un sueño Jung comienza a indagar las experiencias pasadas en
que se reconocen las imágenes de las que está compuesto e intentará reducir la escena
onírica valiéndose de los recuerdos del soñador, remontándose a los antecedentes de cada
parte del sueño. A cada imagen busca atribuirle una concurrencia de múltiples causas y
para reunir mayor cantidad de material recurre al método de la asociación libre obteniendo
un material heterogéneo pero siempre vinculado a las imágenes o fragmentos que se
recuerdan del sueño. Ese material debe reducirse a lo absolutamente indispensable para el
análisis del sueño en cuestión dejándose de lado lo que no resulta imprescindible aunque
reconoce que esa selección acotada es absolutamente arbitraria. Una vez reunido el
material se procede reelaborarlo en lo que denomina un método comparativo cuyo resultado
depende de la habilidad y los objetivos del intérprete. Es decir que a partir de este
momento los resultados de la interpretación serán divergentes, entre otras cosas, en la
medida que se aplique un enfoque causal o un enfoque finalista. Interpretar un sueño según
el enfoque finalista no significa una negación de las causas del sueño pero conduce a una
interpretación diferente del material asociado. Lo que orienta la interpretación de Jung es la
pregunta ¿Para qué sirve este sueño? ¿Qué resultado persigue?

Clasificaciones del contenido onírico

Hemos visto como Jung le atribuye al inconsciente una función en general puramente
compensadora en la medida que añaden a la conciencia a través del soñar aquellos
elementos que por diferentes motivos han permanecido en un nivel infraconsciente y
aportan una adecuada autorregulación del organismo psíquico. Cuando un individuo se
aparta demasiado de la norma y su actitud consciente se torna inadaptada, la función
inconsciente adquiere un rango de función prospectiva y conductora capaz de conferir a la
conducta una actitud más adaptada a la realidad objetiva o subjetiva del mismo.

Sin embargo hay una clase de sueños que por su contenido y a pesar de que cumplen una
función orientadora, Jung prefiere llamarlos sueños reductivos. Y justifica esta decisión
diciendo que en los sueños prospectivos sugieren algo constructivo, algo sintético o
preparatorio y que estos otros sueños llamados reductivos más bien disgregan desvaloriza y
destruyen. Esa cualidad reductiva y destructora no se aplica sobre toda la personalidad sino

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sólo sobre la actitud inadaptada y por lo mismo deviene en un efecto saludable para la
persona.

Para Jung la función reductiva de lo inconsciente se ha hecho comprensible gracias a las


investigaciones de Freud. Freud interpreta los sueños a partir del trasfondo sexual, infantil,
personal y reprimido y efectivamente este es uno de los materiales que se plasman en el
contenido del tipo de sueños referidos. Podemos además considerar la presencia de
contenidos que surgen de anhelos infantiles de poderío y también elementos arcaicos
históricos y colectivos estratificados en lo inconsciente. En efecto se trata de sueños que
remiten al pasado y todo lo que aportan es material retrospectivo. El efecto demoledor de
esos contenidos que se revivan en un sueño reductor:

Toda apariencia de falsa grandeza y de importancia falaz se disipa al contacto reductor que analiza el
comprtamiento consciente con sentido crítico despieadado, sacando a la luz materiales abrumadores
caracterizados por una perfecta condensación de todas las bajezas y debilidades. […] todo, hasta la
última fibra, es retrospectivo en él y conduce a un pasado que se creía sepultado hace tiempo.

(Jung, ,1954: 135)

Otro tipo de sueños que destaca el autor son los que denomina sueños reactivos. Son
sueños en los que una vivencia traumática es reproducida con fidelidad y que no son
interrumpidos luego de la interpretación exacta de la escena. Son sueños que se configuran
a partir de vivencias extremas como las experiencias de la guerra o en el curso de procesos
corporales patológicos. Este tipo de sueños presentan una dificultad especial para decidir si
son esencialmente reactivos o si reproducen simbólicamente una situación traumática.

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