Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
com
Baal
Baal se convirtió en el nombre propio para el dios más significativo en el panteón cananeo o
compañía de dioses. Era la deidad que presidía en muchas localidades.
Baal era adorado en los lugares altos en Moab en el tiempo de Balaam y Balac (Num 22:41). En el
período de los jueces había altares a Baal en Palestina (Jue 2:13),(Jue 6:28-32); y en el tiempo de
Acab y Jezabel, la hija del rey pagano de los sidonios casi se suplantó la adoración al Señor por la
de Baal.
La lucha entre el baalismo y la adoración del Dios verdadero llegó a su punto decisivo en el monte
Carmelo cuando el profeta Elías enfrentó a los sacerdotes de Baal y mató a 450 de ellos (1 R
16:32),(1 R 18:17-40). No obstante, el culto rápidamente revivió y prosperó hasta que fue destruido
por Jehú (2 R 10:18-28). Atalía, hija de Jezabel, esposa de Joram, dio un nuevo impulso a la
adoración a Baal (2 Cr 17:3),(2 Cr 21:6),(2 Cr 22:2).
Cuando fue destronada, el templo de Baal en Jerusalén fue destruido y el sumo sacerdote
asesinado ante el altar (2 R 11:18). No obstante, pronto hubo otro avivamiento de la adoración a
Baal (2 R 21:3),( 2 Cr 28:2). Josías nuevamente destruyó el templo de Baal en Jerusalén e hizo que
el culto público a ese dios cesara por un tiempo (2 R 23:4-5). Los profetas de Israel, especialmente
Jeremías, con frecuencia denunciaron el culto a Baal (Jer 19:4-5).
Se ofrecía incienso y sacrificio a Baal (Jer 7:9), incluso sacrificio humano (Jer 19:5), pero la
adoración a Baal se caracterizaba principalmente por los ritos de fertilidad. Se creía que la principal
función de Baal era hacer fértiles a la tierra, los animales y las personas. Para apresurar al dios
para que realizara estas funciones, sus adoradores mismos realizaban actos sexuales de fertilidad
y en los templos de Baal había servidores, varones y mujeres, con este propósito.
2. Descendiente de Rubén, primer hijo de Jacob (1 Cr 5:5).
3. Benjamita (1 Cr 8:30).
5. Junto con otro nombre, con frecuencia es el nombre de un hombre y no de Baal, p. ej.,
Baal-janan, un rey de Edom (Gn 36:38),(1 Cr 1:49).
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/baal P 1/7
www.bibliatodo.com
Baal
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/baal P 2/7
www.bibliatodo.com
Baal
2Cr 28:2. Hasta que finalmente se le puso fin por la severa disciplina del cautiverio, Sof 1:4-6. Los
sacerdotes de Baal eran en grandes números 1R 18:19 y varias clases, 2R 10:19. Su modo de
ofrecer sacrificios es descrito en 1R 18:25-29. El dios-sol, bajo el título general de Baal, o
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/baal P 3/7
www.bibliatodo.com
Baal
reinado de Acab. En el reino de Judá, el culto a Baal fue introducido por Atalía, la malvada hija de
Acab y Jezabel, y estimulado especialmente por Acaz quien hizo imágenes a los baales (). Estas
fueron quitadas por su buen hijo Ezequías, pero los altares al dios fueron levantados nuevamente
por Manasés, el siguiente rey (). A su vez, el buen rey Josías destruyó los utensilios que se habían
usado en ese culto pagano (23:4, 5). La adoración a Baal fue una de las principales causas del
cautiverio de Judá (). 59. Seis columnas del templo de Zeus (Júpiter) construido en tiempos
romanos en Baalbek (la Heliópolis siria). El AT también testimonia que su culto estaba
acompañado con la práctica de sacrificar a los hijos en el fuego () y de besar su imagen ().
Probablemente también estuvo acompañado por una grosera lascivia. Con frecuencia Baal está
asociado con la diosa Astarot (), y en los lugares altos dedicados al dios a menudo se encontraba
una imagen de Asera (; , 33), su contraparte femenina. Bib.: Arvid S. Kapelrud, Baal in the Ras
Shamra Texts [Baal en los textos de Ras Shamra] (Copenhagen, 1952); ARI. 2. Aldea en el
territorio de Simeón (), también conocida como Baalat-beer.* 3. Padre rubenita de Beera (, 6). 4.
Hijo benjamita de Jehiel, antepasado del rey Saúl (; 9:36).
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/baal P 4/7
www.bibliatodo.com
Baal
Siria, frente al extremo NE. de la isla de Chipre) sacaron a la luz muchos objetos religiosos y
cientos de tablillas de arcilla. Se cree que muchos de esos documentos antiguos, conocidos ahora
como los textos de Ras Shamra, son las liturgias o las palabras de aquellos que participaban en los
rituales de las fiestas religiosas.
En los textos de Ras Shamra se alude a Baal (llamado también Aliyán [Prevaleciente] Baal) como
?Zebul (Príncipe), Señor de la Tierra? y ?el Jinete de las Nubes?. Estos nombres armonizan con
una representación de Baal en la que se le muestra sosteniendo en la mano derecha un garrote o
maza y en la mano izquierda un relámpago que acaba en una punta de lanza. También se le
representa llevando un yelmo con cuernos, lo que parece indicar una estrecha relación con el toro,
símbolo de la fertilidad.
En Palestina no suele llover desde finales de abril hasta septiembre. Las lluvias comienzan en
octubre y continúan durante todo el invierno hasta abril, gracias a lo cual crece una abundante
vegetación. Se creía que los cambios de estación y los efectos subsiguientes eran ciclos
producidos por los interminables conflictos entre los dioses. El que cesasen las lluvias y se
marchitase la vegetación se atribuía al triunfo del dios Mot (dios de la muerte y la aridez) sobre Baal
(dios de la lluvia y la fertilidad), lo que obligaba a este último a retirarse a las profundidades de la
tierra. Por otro lado, se pensaba que el comienzo de la estación lluviosa indicaba que Baal había
despertado a la vida, lo que era posible gracias al triunfo de Anat, su hermana, sobre Mot,
permitiendo que su hermano Baal volviese al trono. La unión de Baal con su esposa,
probablemente Astoret, se creía que garantizaba la fertilidad durante el año entrante.
Los agricultores y ganaderos cananeos posiblemente pensaban que el participar en rituales
prescritos ?una especie de magia imitativa? durante sus fiestas religiosas estimulaba a sus dioses a
actuar según el modelo representado en esas fiestas, y esto era necesario para tener cosechas y
rebaños productivos durante el nuevo año, así como para alejar sequías, plagas de langostas, etc.
De modo que la vuelta a la vida de Baal para ser entronizado y unirse a su consorte se celebraría
con ritos de fertilidad licenciosos, caracterizados por orgías sexuales desenfrenadas.
Toda ciudad cananea debió tener su santuario en honor al Baal de su localidad. Asimismo, se
nombraban sacerdotes para dirigir la adoración en estos santuarios y en los muchos lugares
sagrados que se hallaban en las cumbres de las colinas cercanas y que eran conocidos como
?lugares altos?. (Compárese con 2Re 17:32.) Es posible que en el interior de dichos lugares
sagrados hubiese imágenes o representaciones de Baal, en tanto que en el exterior, cerca de los
altares, se encontraban las columnas de piedra (probablemente símbolos fálicos de Baal), los
postes sagrados que representaban a la diosa Aserá y estantes de incienso. (Compárese con 2Cr
34:4-7; véase POSTE SAGRADO.) Había prostitutos y prostitutas en los lugares altos, y además de
la prostitución ceremonial, también se llevaba a cabo el sacrificio de niños. (Compárese con 1Re
14:23, 24; Os 4:13, 14; Isa 57:5; Jer 7:31; 19:5.) La adoración de Baal incluso se efectuaba en las
mismas azoteas de las casas, desde donde con frecuencia ascendía humo de sacrificio a ese dios.
(Jer 32:29.)
Hay indicios de que tanto a Baal como a otros dioses y diosas cananeos sus adoradores los
relacionaban con ciertos cuerpos celestes. Por ejemplo, uno de los textos de Ras Shamra
menciona una ofrenda a la ?Reina Shapash (el Sol) y a las estrellas?, y otro alude al ?ejército del
sol y la hueste del día?.
Por tanto, es preciso mencionar que la Biblia hace varias alusiones a los cuerpos celestes en
relación con la adoración a Baal. Al describir el derrotero pecaminoso del reino de Israel, el registro
de las Escrituras dice: ?Siguieron dejando todos los mandamientos de Jehová [...], y empezaron a
inclinarse ante todo el ejército de los cielos y a servir a Baal?. (2Re 17:16.) En cuanto al reino de
Judá, se informa que en el mismo templo de Jehová llegaron a estar ?los utensilios hechos para
Baal y para el poste sagrado y para todo el ejército de los cielos?. También, la gente por todo Judá
hizo ?humo de sacrificio a Baal, al sol y a la luna y a las constelaciones del zodíaco y a todo el
ejército de los cielos?. (2Re 23:4, 5; 2Cr 33:3; véase también Sof 1:4, 5.)
Cada localidad tenía su propio Baal, al que se solía calificar mediante un nombre geográfico. Por
ejemplo, el Baal de Peor (Baal-peor), adorado por moabitas y madianitas, tomó su nombre del
monte Peor. (Nú 25:1-3, 6.) Más tarde, los nombres de esos baales locales llegaron a incorporarse,
por metonimia, a los mismos nombres geográficos, como por ejemplo: Baal-hermón, Baal-hazor,
Baal-zefón y Bamot-baal. Sin embargo, a pesar de la diversidad de baales, para el cananeo en
realidad solo existía un dios Baal.
¿Qué efecto tuvo la adoración de Baal en Israel?
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/baal P 5/7
www.bibliatodo.com
Baal
En el principio de la Biblia ya se hacen alusiones implícitas al baalismo, aunque parece ser que en
el tiempo de los patriarcas no alcanzaba el nivel de degradación que tenía cuando los israelitas
entraron en la tierra de Canaán. (Compárese con Gé 15:16; 1Re 21:26.) La mención de la ciudad
de Asterot-qarnaim, nombre que posiblemente se deriva de Astoret, la consorte de Baal, es el
primer indicio que encontramos de la existencia de ese dios falso. (Gé 14:5.) Antes de cruzar el mar
Rojo, los israelitas podían ver desde su campamento un lugar del desierto llamado Baal-zefón. (Éx
14:2, 9.) A Moisés se le dieron advertencias específicas en el monte Sinaí con respecto a los
habitantes de Canaán: había que demoler sus altares, hacer añicos sus columnas sagradas y
cortar sus postes sagrados. (Éx 34:12-14.) De modo que todo lo relacionado con la adoración de
Baal tenía que erradicarse de la Tierra Prometida.
Cuando los israelitas acamparon en las llanuras de Moab, el rey Balac llevó a Balaam a lo alto de
Bamot-baal (que significa ?Lugares Altos de Baal?) para que contemplara aquella impresionante
multitud. (Nú 22:41.) Al no poder proferir una maldición directamente sobre los israelitas, Balaam le
aconsejó a Balac que los indujera a practicar la idolatría, tentándolos a cometer inmoralidad sexual
con las idólatras de Baal de Peor. Miles de israelitas sucumbieron a esta tentación y perdieron la
vida. (Nú 22:1?25:18; Rev 2:14.)
A pesar de esta amarga experiencia y de las claras advertencias de Moisés y Josué (Dt 7:25, 26;
Jos 24:15, 19, 20), cuando los israelitas fijaron su residencia en la Tierra Prometida, empezaron a
imitar a los cananeos que quedaban, al parecer con la esperanza de asegurar la fertilidad de su
ganado y de las cosechas. Al mismo tiempo, pretendían seguir adorando a Jehová. La apostasía se
generalizó después de la muerte de Josué. (Jue 2:11-13; 3:5-8.) Los israelitas mantuvieron en sus
campos altares, postes y otros efectos utilizados en la adoración de Baal, y, al parecer, hicieron
caso a sus vecinos cananeos sobre cómo se debía agradar al ?dueño?, o Baal, de cada territorio.
También se les atrapó en las prácticas inmorales relacionadas con la adoración a Baal. Como
resultado, Jehová los abandonó a sus enemigos.
Sin embargo, cuando el pueblo se volvía a Él, Jehová con misericordia los liberaba levantándoles
jueces, como fue el caso de Gedeón, cuyo nombre fue cambiado a Jerubaal (que significa ?Que
Baal Haga Defensa Legal [Contienda]?). (Jue 6:25-32; 1Sa 12:9-11.) Sin embargo, estos jueces no
consiguieron ninguna reforma permanente. (Jue 8:33; 10:6.) El baalismo se siguió practicando
incluso después de los días de Samuel, aunque el registro muestra que, a petición suya, el pueblo
se deshizo de las imágenes de Astoret y Baal y empezó a servir solo a Jehová. (1Sa 7:3, 4.)
Aunque no se vuelve a hablar del baalismo hasta el final del reinado de Salomón, es posible que
subsistiera en algunas partes del reino. Salomón introdujo en el país diferentes formas de baalismo
al casarse con muchas mujeres paganas, quienes lo indujeron a él y a sus hijos a servir a otros
dioses y diosas relacionados con la adoración a Baal, como Astoret y Mólek. (1Re 11:4, 5, 33; Jer
32:35.)
Cuando se dividió el reino en 997 a. E.C., Jeroboán implantó la adoración de becerros en el reino
septentrional de Israel, en Dan y en Betel. El baalismo autóctono y la adoración de becerros
convivieron, del mismo modo que en Judá se observaba una pretendida adoración verdadera en
Jerusalén mientras que por toda la nación se seguía practicando el baalismo. (1Re 14:22-24.)
En los días del rey Acab (c. 940-920 a. E.C.) se introdujo en Israel un tipo diferente de culto a Baal:
el de Melqart, el Baal de Tiro. (GRABADO, vol. 2, pág. 532.) Acab formó una alianza matrimonial
con Jezabel, la hija de Etbaal (que significa ?Con Baal?), el rey de Tiro. Jezabel importó a Israel
este culto más influyente, que se valía de muchos sacerdotes y ayudantes. (1Re 16:31-33.) Por fin
se produjo la famosa confrontación en el monte Carmelo entre Jehová y Baal.
Elías mandó que ocurriera una sequía en el nombre de Jehová, probablemente debido a que los
adoradores de Baal creían que era este dios, el dueño del cielo, quien daba las lluvias y la fertilidad.
(1Re 17:1.) Después de tres años y seis meses de sequía, se vio que Baal no era capaz de
satisfacer las muchas súplicas que le dirigieron sus sacerdotes y adoradores para que pusiera fin a
la sequía, por lo que Elías reunió a todo el pueblo en el monte Carmelo a fin de que fuera testigo de
la gran prueba que demostraría quién era el Dios verdadero. La prueba resultó en la humillación de
los adoradores de Baal y la matanza de 450 profetas de ese dios falso. Jehová, no Baal, mandó
entonces la lluvia para acabar con la sequía. (1Re 18:18-46; Snt 5:17.)
El hijo y sucesor de Acab, Ocozías, siguió sirviendo a Baal. (1Re 22:51-53.) Lo sucedió su hermano
Jehoram, y el registro dice que quitó la columna sagrada de Baal que su padre había hecho,
aunque siguió practicando la adoración de becerros. (2Re 3:1-3.)
Más tarde (c. 905 a. E.C.) se ungió a Jehú como rey. Él se vengó de la muerte de los profetas de
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/baal P 6/7
www.bibliatodo.com
Baal
Jehová matando a Jezabel y a la casa de su esposo Acab. Se reunió luego a todos los adoradores
de Baal en Samaria con la excusa de celebrar ?una asamblea solemne para Baal?. Cuando Jehú
dio la orden, se dio muerte a todos los adoradores de Baal. Se quemaron los postes sagrados, se
demolió la columna sagrada y también la casa de Baal, que fue apartada para excusado público.
?Así ?dice el registro? exterminó Jehú a Baal de Israel.? (2Re 10:18-28.) De modo que, al menos
por un tiempo, se suprimió de Israel la adoración de Baal. Sin embargo, fue por practicar esta
religión baalista por lo que Jehová por fin dejó que se llevara al exilio al reino de diez tribus de
Israel. (2Re 17:16-18.)
El baalismo logró atrincherarse en Judá, a pesar de que el rey Asá se esforzó por eliminar todo lo
relacionado con esa forma de adoración falsa. (2Cr 14:2-5.) Cuando Acab casó a Atalía, la hija que
le dio Jezabel, con Jehoram, el séptimo rey de Judá, su inicua influencia introdujo el baalismo tirio
en la familia real judaíta. Ni siquiera las reformas realizadas al principio del reinado del nieto de
Atalía, Jehoás, y las posteriores llevadas a cabo por Ezequías, consiguieron eliminar
permanentemente la adoración de Baal. (2Re 11:18; 18:4.) El hijo de Ezequías, Manasés,
reconstruyó los mismos lugares altos que su padre había destruido. (2Re 21:3.) Aunque al parecer
la mayoría de los reyes judaítas se contaminaron con la adoración de Baal, Manasés llegó mucho
más lejos que todos los demás en la práctica de este culto degradado. (2Re 21:9-11.) Ni las
reformas que más tarde realizó el mismo Manasés, ni siquiera la extensa depuración que llevó a
cabo su nieto, el rey Josías, consiguieron recuperar de modo permanente la adoración verdadera.
Como resultado de haberse contaminado por completo con la adoración falsa, el pueblo fue
castigado con el exilio y la desolación de la tierra. (2Cr 33:10-17; 2Re 23:4-27; Jer 32:29.)
En la obra profética de Jeremías, efectuada desde los días de Josías hasta el exilio babilonio, el
profeta denunció a Israel por degradarse con la adoración de Baal y comparó la nación a una
esposa adúltera que se había prostituido bajo todo árbol frondoso y en todo lugar alto, cometiendo
adulterio con piedras y árboles, y olvidando a Jehová, su ?dueño marital?. (Jer 2:20-27; 3:9, 14.)
Después del exilio en Babilonia y el regreso de los judíos a Palestina, la Biblia no dice que los
israelitas volvieran a practicar el baalismo.
[Fotografías en la página 265]
Representaciones de Baal. Cada lugar donde se adoraba a este dios tenía su propio Baal
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/baal P 7/7