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Revista anual de la Unidad de Historiografía e Historia de las Ideas – INCIHUSA – CONICET / Mendoza
Vol. 12 nº 1 / ISSN 1515-7180 / Mendoza / Julio 2010 / Artículos (9–21)
Maximiliano Durán
Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires
Resumen
El presente trabajo se propone explorar el concepto de ciudadano implícito en el proyecto político pedagógico
desarrollado por Simón Rodríguez en la escuela de primeras letras de Chuquisaca. Para ello dividiremos nuestro
trabajo en dos partes. En la primera de ellas desarrollaremos un breve análisis de la evolución histórica del concepto
de ciudadano. La última parte de nuestra exposición la centraremos en la propuesta específica de Simón Rodríguez.
El propósito de esta segunda sección es mostrar la originalidad del concepto de ciudadano impulsado por Simón
Rodríguez en relación al contexto de su aplicación.
Palabras clave: Igualdad; Universalidad; Política; Educación; Ciudadanía.
Abstract
This paper aims to explore the concept of citizen implicit in the political pedagogical project developed by
Simón Rodríguez in Chuquisaca. The paper will be divided into two parts. In the first of which will develop a brief
analysis of the historical evolution of the concept of citizen. The last part of our discussion will focus on the specific
proposal of Simón Rodríguez. The purpose of this second section is to show the originality of the concept of citizen
led by Rodríguez within the context of its application.
Key words: Equality; Universality; Politics; Education; Citizenship.
Presentación
(1976) y Mercedes Álvarez Freites (1966). Más Finalmente Adriana Puiggrós (2005), sostiene
próximos en el tiempo, están los trabajos de que, el pensamiento de Rodríguez posee un ca-
Daniela Rawicz (2003), Alcira Argumedo (2006) rácter inédito y potente, en la medida que otorga
y Adriana Puigrós (2005). En estos textos los un lugar preponderante a aquellos que durante la
autores ensayan una suerte de explicación acer- colonia no tenían lugar. En virtud de su radica-
ca de algunos puntos que podrían considerarse lidad, señala Puiggrós, la propuesta del maestro
novedosos en la propuesta de Rodríguez. En fue dejada de lado por los sectores que dispu-
ellos, se destaca fundamentalmente el carácter taban el poder durante los primeros años de la
inclusivo de la propuesta político-pedagógica de independencia. Durante la formación del poder
Rodríguez y la controversia que desató la misma postindependentista, sostiene la autora, la discu-
entre los sectores que detentaban el poder aquel sión en torno a los contenidos de la transmisión
entonces. cultural, ocupaba un espacio poco importante
Daniela Rawicz en su trabajo hace referencia del debate de las ideas. La derrota de los pueblos
a la radicalidad de las ideas políticas y peda- originarios era considerada un tema consuma-
gógicas de Rodríguez. Según ella, la causa del do, que se asumía como una perdida dolorosa,
rechazo que generaron sus ideas entre los sec- para un escaso número de personas o como un
tores dominantes se encontraba en la forma de triunfo de la civilización sobre la barbarie para
incluir al bajo pueblo en su proyecto político- la gran mayoría de los intelectuales. En este con-
pedagógico. Si bien, Rodríguez, compartía de texto, afirma, “estaba aceptado que era necesario
manera general las ideas liberales de la época, reemplazar, ya no los relatos aztecas, guaraníes
señala Rawicz, tuvo fuertes controversias con sus o aimaras, sino los hispánicos, por los discursos
contemporáneos, que se encontraban “seducidos liberales o conservadores de la modernidad eu-
por las dádivas que prometía el libre comercio ropea” (2005: 53). El problema que se planteaba
con las naciones “civilizadas” y por las que se entonces no era como dar cabida en las nuevas
disponían a mantener y refuncionalizar el siste- repúblicas a ese otro, supuestamente derrotado y
ma de privilegios” (2003: 106). A su vez señala desaparecido desde los tiempos de la conquista,
de manera muy escueta el carácter original de sino cómo combinar los elementos europeos con
su escritura en la que incorporaba la utilización los hispanoamericanos. Esta forma de concebir
de las técnicas de imprenta más modernas del el problema, sostiene Puiggrós, condujo a que se
período. entrecruzaran significados de distintas fuentes y
Por su parte, Alcira Argumedo (2006) sos- tradiciones. La originalidad de Simón Rodríguez,
tiene que, Rodríguez es el pensador más lúcido para ella, residió en la particular forma de anudar
dentro de un conjunto de intelectuales com- esos diversos, significados y en la disposición de
prometidos con la construcción de una “ma- las partes en relación al poder. Según su punto
triz autónoma de pensamiento” interesada en de vista Rodríguez es quien logra sintetizar el
recuperar de manera original relatos, saberes elemento europeo y el hispanoamericano a tra-
y costumbres de los sectores populares. Para vés de una propuesta nueva y original, en la que
ella, Rodríguez, es uno de los representantes opone creación a imitación.
más destacados de esta orientación con valores En función de lo escrito, podríamos decir que,
nacionales y populares que encuentra un modo todos los autores mencionados comparten una
de expresión en el ensayo político, la literatura, misma idea. El pensamiento de Simón Rodríguez
los movimientos de masas, la resistencia social y es una propuesta fértil, original y radical, para el
cultural (18). El proyecto de educación popular contexto histórico en el que surge. Los trabajos
en la ciudad de Chuquisaca que, según la au- mencionados coinciden sustancialmente en esta
tora, Rodríguez intenta implantar a instancia de cuestión. Independientemente de las ideas políti-
Bolívar, es un claro ejemplo de esta corriente. A cas y la filiación académica de los autores, todos
través del mismo, señala Argumedo, Rodríguez, ellos sostienen categóricamente la originalidad
se propone dignificar a los sectores más despro- de la propuesta de Rodríguez. De hecho es uno
tegidos de la población, incorporándolos como de los temas, junto con la influencia de Rousseau
“ciudadanos plenos en una nueva etapa de la sobre su obra, acerca de los que mayor consenso
historia” (34). académico hay. De los textos a los que hemos
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tenido acceso no hemos leído ninguno que sos- político pedagógico desarrollado por Simón Ro-
tenga una tesis contraria. Tal vez el texto de Myers dríguez. Según nuestro punto de vista, el concep-
acerca de la categoría de letrado patriota pueda to pensado por Simón Rodríguez posee una serie
ser una voz disonante en este contexto. Allí, el de rasgos que lo diferencian sustancialmente
historiador desarrolla un análisis de aquellos in- del resto de los intelectuales de su época. En su
telectuales que tras la caída del imperio español, formulación y comprensión, existen elementos
experimentaron un cambio radical en su situación completamente novedosos y radicales para el
y atributos. Para Myers el letrado patriota es una entorno en el que fue inscripto. A lo largo del
categoría operativa, para designar a una serie de trabajo intentaremos mostrar que, el concepto
personalidades enmarcadas dentro de institucio- de ciudadano sostenido por Rodríguez, puede ser
nes culturales y académicas del imperio español. considerado como una construcción conceptual
Dadas las circunstancias políticas y no los marcos original y novedosa. Para lograr nuestro objetivo
ideológicos previamente concebidos, estas perso- dividiremos nuestra exposición en dos partes.
nas, se vieron impelidas a pronunciarse sobre el En la primera de ellas desarrollaremos un breve
futuro de su tierra natal. Según el autor, más allá análisis de la evolución histórica del concepto de
de algunas diferencias, todos ellos poseían una ciudadano en el contexto de las reformas borbó-
serie de características comunes que los identifi- nicas, la Constitución de Cádiz, las luchas por la
caban entre sí. Algunas de ellas eran su voluntad independencia y el período de emancipación. El
de transformarse en representantes de la tierra a objetivo de esta primera parte es establecer, en
la que pertenecían y su interés en definir por es- la medida de lo posible, cuál era el uso y signi-
crito la naturaleza de su patria. Las herramientas ficado de este concepto durante los siglos XVIII
utilizadas por ellos, señala Myers, pertenecían y XIX en la América hispánica.
a una misma herencia cultural, que se repartía La segunda y última parte la centraremos en
entre la tradición neoescolástica y la ilustración. la propuesta específica de Simón Rodríguez. El
Dentro de este grupo ubica a Simón Rodríguez. propósito de esta segunda sección es mostrar la
De esta manera, para Myers el pensamiento de originalidad del concepto de ciudadano impulsa-
Rodríguez, lejos de ser una propuesta original y do por Simón Rodríguez en relación al contexto
radical, es presentado como una expresión más de de su aplicación. A través de la lectura de uno de
un grupo de intelectuales que, dada la coyuntura los enunciados más contundentes de Sociedades
política se vieron obligados a intervenir como los Americanas, en relación al concepto de ciudada-
“artífices de las nuevas identidades regionales que nía, desarrollaremos un análisis de los conceptos
comenzaban a surgir de las ruinas del imperio de universalidad e igualdad implícitos en él. Para
caído” (2008: 121). nosotros es posible sostener que la interpretación
Ahora bien, a pesar del amplio consenso y uso, que hace Rodríguez de estos dos concep-
en relación a este tema, hemos observado que tos, constitutivos de la ciudadanía, son de una
no hay en los trabajos consultados, análisis novedad sin precedentes en América Latina. Y
detallados sobre aquellos puntos que, según los son a su vez, la base conceptual sobre la cual es
autores, podrían considerarse aportes originales posible sostener la originalidad y radicalidad de
de Rodríguez. Más allá de algunas observacio- su pensamiento. En otras palabras intentaremos
nes generales sobre sus ideas pedagógicas, sus probar que la originalidad del Pensamiento de
influencias ilustradas durante el período colonial Rodríguez reside en el carácter universal e igua-
y su mirada positiva respecto de los sectores litario de su propuesta.
populares, los trabajos se limitan a mencionar el
carácter original y radical de sus ideas. En virtud Ciudadano: evolución de un concepto
de esta caracterización, la figura de Rodríguez
ingresa al panteón intelectual latinoamericano, Digamos pues que la acogida filosófica
sin que quede muy claro, cuál es el verdadero de una política de emancipación se hará
aporte de este pensador, ni en qué consiste es- bajo el nombre de una política radical de
pecí- ficamente la originalidad de sus ideas. la igualdad.
El presente trabajo se propone explorar el Alain Badiou, Condiciones.
concepto de ciudadano implícito en el proyecto
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entre ciudades, villas y pueblos. De modo que heterogeneidad étnica y cultural existente en el
la vecindad quedaba sujeta, en cada caso a los imperio en una unidad mayor. Esta intencio-
derechos específicos de la comunidad de per- nalidad manifiesta acarreó una serie de con-
tenencia. Incluso, dentro de una misma ciudad secuencias relacionadas a los estatutos civiles
existían vecinos con diferentes jerarquías, debi- y políticos de los colectivos incorporados a la
do a la posesión de privilegios suplementarios Nueva Constitución.
correspondientes a su origen noble o hidalgo. Según su punto de vista, la noción de ciuda-
A diferencia de la abstracción propia del ciu- danía impulsada por la Carta gadatina, contenía
dadano moderno, sostiene que el par vecino una serie de características constitutivas del
ciudadano se vinculaba a un hombre concreto ciudadano moderno titular de derechos civiles y
y territorializado dentro de una comunidad de- políticos. En primer lugar, observa que a partir
terminada a partir de la cual fundaba su propia de la lectura del artículo 1, es posible vislumbrar
identidad. En este sentido, podemos decir que elemento que nos permiten vincular la noción
se trataba de una categoría propia del Antiguo de ciudadano con la pertenencia a la nación,
Régimen, no solo por la expresión de desigual- entendida como una comunidad abstracta. El
dades y jerarquías implícitas en su definición, artículo mencionado sostenía que “la Nación
sino también porque la misma se apoyaba sobre española es la reunión de todos los españoles
una concepción corporativo o comunitario de lo de ambos hemisferios”. Esta definición sostiene
social, característico del período premoderno. Quijada era realmente novedosa para la época
Las reformas borbónicas permitieron la cons- dado su carácter abarcativo y homogeneizador. A
trucción de una noción de ciudadano montado diferencia de otros textos constitucionales, la de
sobre el concepto de vecino que no se contra- 1812 se caracterizó por su carácter inclusivo, sin
ponía en lo más mínimo a la de súbdito y a distinción de jerarquías, en el concepto de Na-
la pertenencia a cuerpos intermedios presentes ción. Comunidades indígenas y la población libre
en el ámbito civil del imperio. Lejos de la idea de origen africano formaban parte de la nación
de soberanía o de cualquier otra que pueda ser española a partir de esta definición inicial. Dicha
asociada a la idea de ciudadano moderno, el incorporación reportó una serie de consecuen-
ciudadano-vecino era una categoría que esta- cias sumamente importantes para los sectores
blecía cargas y privilegios dentro de un territorio involucrados como podrá notarse de la lectura
determinado, subordinado a la autoridad real. En del artículo cuarto. Ya que, el mismo afirmaba
este contexto un buen ciudadano era un fiel y que la nación se encontraba constituida por in-
leal súbdito del Rey. dividuos titulares de derecho y obligaciones.
Recién en 1812, a partir de la Constitución Antes del texto constitucional, el ciudadano
de Cádiz, el concepto de ciudadano comenzó a era el vecino de ciudad, un sujeto corporativo,
distanciarse del de vecino. Si bien es cierto que elector de autoridades y habilitado para ser ele-
ambos conceptos son conjugados en el artículo gido para ocupar cargos dentro del gobierno. Si
18 de la constitución, la noción de ciudadanía bien es cierto que en el campo existía el status
comenzaba a tener la acepción, aunque de de vecino, con todos sus atributos, estos no
manera muy sutil, de “ciudadano de la nación”. eran ciudadanos. La categoría de ciudadano no
A diferencia del Antiguo Régimen en el que el existía en el mundo rural, ya que allí no había
binomio vecino-ciudadano expresaba privilegios elecciones ni funcionarios elegibles. A partir
y cargas, la nueva noción versaba sobre derechos de la Constitución de 1812, se incluyó dentro
y obligaciones, asentados sobre leyes que consa- de la ciudadanía a la totalidad de la población
graban las libertades individuales. susceptible de vecindad. Es decir bastaba ser
Mónica Quijada (2008), sostiene que la Carta vecino para acceder a la ciudadanía. De esta
Gaditana se valió de los términos de nación y manera, muchos de los antiguos privilegios, al
ciudadanía, en el sentido moderno, para cohe- menos en teoría, fueron eliminados. La noción
sionar a la metrópoli y a los territorios de ul- de ciudadanía no reconocía distinciones fun-
tramar dentro de una misma estructura política dadas en el estatuto personal o colectivo. La
homogénea. Para la autora la expresión “nación condición de ciudadano igualaba a las personas.
española” reflejó la intensión de incorporar la Esta nueva categoría ignoraba los privilegios per-
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en las que el “cabeza de familia” expresaba la lo largo del siglo XIX no obedecieron a la for-
voluntad de todo el grupo. Es decir las partes mación de un sistema electoral cuyo objetivo
que conformaban la unidad quedaban subsumi- primordial era allanar los caminos para que el
das y representadas en la autoridad de la misma. pueblo llegara al poder, ni constituir un régimen
Independientemente de ellas su voluntad política representativo amplio. Tampoco pretendían refle-
era nula. jar la heterogeneidad social, ni resolver de ma-
Por otro lado, los procesos electorales per- nera discursiva los conflictos resultantes de esta
mitían prácticas que ignoraban la voluntad in- diversidad. Las novedades incluidas dentro del
dividual. Guerra sostiene que para que la misma concepto en cuestión manifiestan la intención
se exprese es condición necesaria que todos de crear una nueva comunidad política dirigida
aquellos susceptibles de ciudadanía puedan vo- por principios nuevos que legitimaran el nuevo
tar (1999: 48 - 61). Para ello son imprescindibles orden social, sin alterar o alterando lo menos
padrones lectorales imparciales y abarcativos. posible, los intereses de los grupos de poder de
Desde su punto de vista, salvo en las grandes la aristocracia criolla.
ciudades, no era posible garantizar la objetivi-
dad de los mismos en su conformación. Esto Ciudadanía en Bolivia
hecho deba libertad a múltiples manipulaciones
electorales al servicio de los intereses locales. Al Voy a advertiros de una cosa: cuando
respecto Marie-Danielle Demélas (2003), muestra las asistentas sociales os ofrecen graciosa-
como en ciertas ocasiones, valiéndose de la am- mente una bazofia com o para ni mirarla,
bigüedad reinante en la definición de las castas lo cual en ellas constituye una obsesión,
y los domésticos, a los peones de haciendas no es inútil mostrarse recalcitrante. Os per-
se les permitía el acceso a la ciudadanía y por seguirán hasta los confines de la tierra
ende quedaban inhabilitados para votar. blandiendo su vomitivo. Las del Ejército de
Por último la continuidad de las unidades Salvación no están mucho mejor. No, real-
administrativas del Antiguo Régimen privilegió mente no conozco defensa alguna contra el
formas de asociación tradicionales que no favo- gesto caritativo. Hay que inclinar la cabeza,
recían la expresión de una voluntad individual y tendiendo las manos confusas y tembloro-
autónoma. La designación de las parroquias en sas, y decir gracias, señora; gracias, buena
las elecciones primarias como unidades de ad- señora. El que no tiene nada no tiene de-
ministración no contribuyó a la implementación recho a despreciar la mierda.
de prácticas electorales modernas. Ya que, ellas
eran organizaciones comunitarias muy estrechas, Samuel Beckett, Molloy.
unidas por vínculos de parentesco y pertenencia,
en las que la solidaridad material y los intereses En el caso particular de la naciente república
particulares quedaban reducidos a las jerarquías de Bolivia, Xavier Albó (2006) sostiene que, la
y privilegios internos a la unidad comunal. En Independencia lograda en 1825, sólo consiguió
este contexto, el voto del ciudadano lejos de la emancipación política respecto de España.
ser una expresión individual autónoma era el Para él, más allá del evidente cambio político,
producto y reflejo de su pertenencia a un grupo, la sociedad mantuvo su estructura colonial.
ya sea territorial, familiar o social. Así el elector Comunidades fuertemente corporativas y je-
elegía libremente “a aquellos que mejor represen- rárquicamente ordenadas, continuaron con sus
taban a su grupo, normalmente sus autoridades privilegios durante todo el siglo XIX. En este con-
o a los que estas designaban” (1999, 54). texto, la participación política, según su punto
De acuerdo con lo escrito, podemos decir de vista, quedaba sujeta a la pertenencia a uno
que en base a la realidad política y social de de esos grupos. En esta misma línea, Guanchéz
aquel período la construcción de la categoría de Méndez, sostiene que la Constitución de 1826,
política de ciudadano en América Latina implicó puede ser considerada como un intento por
la convivencia de categorías modernas y tradicio- cambiar esta situación, e introducir elementos
nales dentro de un mismo espacio conceptual. modernos, vinculados al liberalismo político.
Las variaciones en el concepto de ciudadano a Desde su perspectiva, la intención de Bolívar
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era la construcción de una sociedad, “producto niente. Habilita que la propuesta de Rodríguez
de una asociación libre de individuos iguales, sea identificada, aunque con ciertos matices,
unidos mediante sus funciones, sus costumbres, con muchas de las posiciones propias de las
sus hábitos y actitudes” (2005, 12). Según la élites criollas latinoamericanas que veían en el
autora, la Constitución del 26, abría un espacio concepto de ciudadanía un objetivo a lograrse
político sin precedentes que se correspondía con en el tiempo. De esta manera, gran parte de la
la participación igualitaria de los individuos, pro- singularidad y radicalidad del pensamiento de
pia del nuevo sistema político que se pretendía Rodríguez queda reducida a una variante dentro
establecer. de una misma tradición intelectual. Aquella, que
La estructura social de Bolivia, señala la como sostiene Myers (2008) se dedicó a negociar
autora, constituía un obstáculo sumamente su posición dentro del nuevo entramado insti-
complejo de sortear para la realización efectiva tucional que inauguró el derrumbe del Imperio
de lo escrito en el papel. Ya que, según sus pro- español en América.
pias palabras, el orden social existente luego del Para nosotros existe otra lectura posible del
proceso de independencia “seguía estructurado concepto de ciudadano pensado por Rodríguez.
bajo los mismos esquemas de estratificación Una lectura que, también apoyándose en los
socio-política propios del antiguo régimen” (15). textos, nos permite poner el acento, en la origi-
Esta situación tornaba prácticamente imposible nalidad y radicalidad del mismo. Rodríguez, afir-
la consolidación de un sistema republicano, en mó que la ciudadanía no debía exigir requisito
la medida que impedía la materialización del alguno. Para él todos los habitantes de Bolivia,
concepto de ciudadano. En este sentido sostiene sin excepción eran ciudadanos. Mas allá de las
que, la Constitución del 26, en el mejor de los castas y los abolengos personales que estaban
casos, establecía la existencia de un ciudadano vigentes de manera implícita en la nueva repú-
formal. La carta magna, otorgaba derechos y blica, Rodríguez sostuvo abiertamente y contra el
deberes políticos que, en la práctica efectiva parecer de la aristocracia de la señorial Charcas,
eran inadmisibles en una sociedad formada incluido el Mariscal de Ayacucho que debía
por grupos que se resistían a perder sus pre- haber “escuelas para todos porque todos eran
rrogativas. La Constitución pensada por Bolívar, ciudadanos” (Rodríguez, S. 1999 I, 284).
sostiene, se presentaba como un instrumento El concepto de ciudadano, pensado por
ideal que carecía de un pueblo real sobre el cual Simón Rodríguez se distingue por el carácter
ser aplicada. universal e igualitario del mismo. La lectura
Rodríguez y Bolívar, para la autora, vieron que aquí proponemos se construye sobre el
en la educación el medio adecuado para resolver análisis del cuantificador universal y el princi-
este problema. De esta manera, el proyecto pe- pio igualitario implícito en la afirmación “todos
dagógico de Rodríguez es concebido para llevar son ciudadanos” (284). Según nuestro punto de
adelante la titánica tarea de formar una sociedad vista gran parte de la originalidad y potencia
civil republicana. Su objetivo fundamental con- del pensamiento de Rodríguez, se encuentra
sistía en formar ciudadanos capaces de vivir en en la singular forma de pensar la igualdad y la
un sistema republicano. En otras palabras, para universalidad.
Guanchéz de Méndez, el proyecto de Rodríguez En la obra de Simón Rodríguez, la ciudada-
era una herramienta funcional para la incorpora- nía se constituye de una manera radicalmente
ción plena a la vida ciudadana de la gran mayo- diferente al resto de los intelectuales de la época.
ría de los individuos nacidos dentro del territorio Ella no es un resultado que se obtenía al final
boliviano. La escuela de Chuquisaca, era pensada de un largo proceso, sino que está al principio,
como una gran máquina de ciudadanía en la se origina en una ruptura con un orden y se
que se dotaría a las personas de las habilidades sostiene en una decisión. El ciudadano que pro-
necesarias para convertirse en ciudadanos. pone Rodríguez es una construcción conceptual
La interpretación de Guanchéz de Méndez resultante de la irrupción de una novedad que
podría decirse que es adecuada. Muchos pasajes transformó un determinado estado de cosas.
de la obra de Rodríguez podrían ser leídos de Las guerras de independencia, significaron una
esta manera. Sin embargo, tiene un inconve- ruptura con el antiguo orden político y dieron
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republicano escribe “por el pueblo y para el pue- los parentescos, el interconocimiento y el respeto
blo se hace todo – todos componen el pueblo por las jerarquías propias de cada grupo (2003,
y cada uno debe obedecer al pueblo, porque el 54-55). Más allá de la flexibilidad existente en el
pueblo es el soberano” (1999 II, 289). paso de un grupo a otro dentro de las diversas
Contrariamente a lo que puede parecer, el identidades y de la ambigüedad con las que las
ofrecimiento de Rodríguez, no tenía intenciones autoridades interpretaban las definiciones étnico-
homogenizadoras. Para Rodríguez, la ciudadanía sociales, la autora señala que, las jerarquías eran
no contenía a los distintos grupos humanos un elemento central de la vida andina (1992,
que constituían la nueva república, sino que los 64). A su vez señala que, las jerarquías no eran
atravesaba. A diferencias de muchos proyectos interestamentarias exclusivamente, sino también
civilizadores de la época, su objetivo no era el intraestamentarias. Cada grupo tenía sus propias
blanqueamiento de los pueblos originarios y de jerarquías que hacía valer y respetar. El vínculo
los diversos grupos devenidos de los distintos entre grupos y personas individuales, estaba
cruces culturales. Su propuesta partía de una dado a partir de los rasgos identitarios de cada
identidad, se originaba en el interior de un grupo grupo. Es decir una persona era considerada
identitario particular y específico, Rodríguez era de acuerdo a su pertenencia estamentaria. Y,
blanco, pero no tenía restricción, se ofrecía a precisamente en el trato que recibía de las auto-
todos (Badiou, 2007: 112). El anuncio, no impli- ridades quedaba expresada la posición y estima
caba la perdida de ninguna de las identidades. de la persona en función del estamento al que
Las personas no perdían su vínculo cultural de ella pertenecía. Esta forma de relación individual
pertenencia. No era un requisito de la ciudadanía y colectiva ponía el acento en la pertenencia
dejar de ser indio, abandonar su comunidad, identitaria, en las diferencias y desigualdades que
ni sus practicas comunales. La universalidad de ellas se derivaban. El trato diferenciado era
de “todos son ciudadanos” residía en ser una distintivo de cada estamento en relación al resto
afirmación que, como señala Badiou, a pesar de de los grupos y era aceptado y defendido por
mantener las identidades, no poseía condición sus integrantes respecto de los grupos inferiores.
identitaria alguna (113). Independientemente de la posibilidad que tenían
La proposición universal no se agotaba en algunas personas de pasar de un estamento al
la falta de exigencia de un elemento identitario. otro, existía la fuerte convicción de conservar
También había en ella la irrupción de algo que estos grupos distinguiéndolos y separándolos
iba más allá de los límites identitarios y convo- unos de otros. En este sentido, podría decirse
caba a las personas y los grupos a una manera que durante la colonia existía una posición in-
inédita de relación (113). El espacio castellano- clinada a conservar las identidades corporativas.
indiano estaba estructurado por diversos cuer- Esta tesitura no varió durante los tiempos de la
pos que gozaban de estatutos diferenciados y república. Independientemente de las leyes que
sujeciones personales. Las relaciones personales eliminaban los estamentos, las clasificaciones
y los vínculos entre los diversos cuerpos de la de personas y el trato diferenciado continuaron
sociedad estaban claramente establecidos y jerár- existiendo.
quicamente ordenados. Margarita Garrido (2007) Según nuestro punto de vista, la proposi-
sostiene que las sociedades coloniales de Améri- ción universal de Rodríguez rompía con esta
ca tenían una representación del orden en la que forma tradicional de relacionarse. Ciudadano
la jerarquía étnica correspondía a una jerarquía era el nombre con el que los distintos grupos
moral. De acuerdo con el sistema de castas co- identitarios eran convocados a vincularse de
dificado por los Borbones, la élite blanca era el una manera distinta e inédita. La afirmación
grupo con autoridad para mandar porque era “todos son ciudadanos”, interrumpía la forma
sencillamente mejor, no solo moralmente, sino tradicional de vinculación entre personas y
también ontológicamente. En esta misma línea, grupos, en la medida que introducía la acción
Demélas (2003), sostiene que las sociedades colo- de un principio igualitario. La afirmación de
niales estaban fundadas en una intrincada red de Rodríguez, como hemos dicho, se dirigía a to-
vínculos sociales verticales, que obedecían a una dos más allá de su condición identitaria. Para
serie de normas tácitas que hacían referencias a él, la pertenencia a un grupo determinado, no
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Conclusión
presuponía necesariamente una desigualdad.
Ante la proposición universal esbozada por él
todos eran iguales. De esta manera podemos Para nosotros, la originalidad del concepto
decir que, lo realmente inédito, en la afirmación de ciudadano, en el pensamiento de Simón Ro-
“todos son ciudadanos” aquello que trascendía dríguez, se encuentra, en una doble ruptura. En
las identidades, era precisamente la acción del primer lugar, podemos decir que, el ciudadano
principio igualitario implícito en la proposición de Rodríguez rompe con una serie de conceptos
universal. Como puede observarse, la oferta de propios del Antiguo Régimen. En su formulación
Rodríguez trastocaba la forma tradicional de vin- de la ciudadanía no hay referencia, ni vínculo
cularse, por que invitaba a los diversos grupos alguno con el concepto tradicional de vecino.
a relacionarse desde la igualdad y no desde las Dicho concepto fue el sustento cívico de la
diferencias cualitativas. ciudadanía ligado al Cabildo, durante el antiguo
La igualdad implícita en “todos son ciuda- Régimen. Aunque no eran sinónimos, pensamos
danos” poseía una serie de rasgos que la dife- que es posible decir que en la práctica cotidiana
renciaban significativamente de “la igualdad” la ciudadanía se apoyaba en la vecindad. Esta
que sostenía la élite ilustrada de Chuquisaca. La práctica se extendió en el tiempo hasta bien en-
“igualdad” que afirma Rodríguez era un axioma trado el siglo XIX (Cansanello, O.C. 2008, 19). Los
a partir del cual derivaba una conducta y no un elementos modernos del concepto de ciudadanía
programa. Para Rodríguez, la igualdad no era fueron incorporándose paulatinamente a lo largo
algo a conseguir por los supuestamente desigua- de un proceso que, como hemos señalado, en
les, sino un principio del cual partía. El mismo ningún caso fue lineal y constante. Para noso-
puede observarse en los siguientes interrogantes tros, en la extensa obra escrita de Rodríguez no
“¿Cómo se hará creer a un hombre, distinguido es posible vislumbrar elementos que permitan
por ventajas naturales, adquiridas o casuales, que establecer algún tipo de vínculo entre estos dos
el que carece de ellas es su igual? ¿Cómo por el conceptos. Su concepción es completamente mo-
contrario, creerá otro que nada le falta, cuando derna desde su primer escrito tras su vuelta de
está viendo que carece de todos?” (1999 I, 271). Europa. Podemos decir que su construcción del
La igualdad, para Rodríguez no era un concepto concepto de ciudadano rompe definitivamente
que debía ser demostrado, sino un nombre cuyas con aquellos elementos propios del Antiguo Régi-
consecuencias se verificaban en cada uno de sus men, todavía presentes en muchas formulaciones
actos. Su trabajo en la escuela de primeras letras de la época.
de Chuquisaca, fue una consecuencia práctica En segundo lugar su concepto de ciudadano
de la afirmación igualitaria. En ella se incluía produce una ruptura con la forma hegemónica
a los niños de todos los estamentos, en calidad de interpretar los conceptos de universalidad e
de iguales. Ninguno valía más que otro, ni tenía igualdad por gran parte de los pensadores de ese
privilegios u obligaciones especiales derivadas período. Tales, características, eran concebidas
del lugar que ocupaban en el entramado social. por las élites ilustradas latinoamericanas como
A diferencia del resto de los proyectos educativos elementos constitutivos de la ciudadanía, pero
de la época, la escuela de Rodríguez partía de con un alcance limitado y restringido a ciertos
la igualdad y no de la desigualdad. Ella no se sectores de la sociedad. Universalidad e igualdad,
proponía la formación de ciudadanos a través eran declaradas sólo formalmente. A lo sumo
de la nivelación de las distintas desigualdades eran susceptibles de extenderse a una mayor
imperantes. La función política de la institución parte de la población, tras un largo proceso de
escolar no era hacer algo por igualar a aquellos formación e instrucción pensado y dirigido por
que se presentaban como desiguales, sino a la los sectores que detentaban en poder.
inversa, postular su igualdad y actuar en conse- En el caso particular de Bolivia, la universali-
cuencia a ello. Para Rodríguez no era necesario dad de la ciudadanía quedaba limitada al alfabe-
construir ciudadanía, ya existía. Los chicos iban a tismo y a la propiedad (Irurozqui, M. 1999, 706-
la escuela porque eran ciudadanos y todos iban 707). Esta particular forma de universalidad, se
a la escuela porque todos eran ciudadanos. No tornaba extremadamente compleja para aquellos
a la inversa. sectores marginales de la población, en especial
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las comunidades de los pueblos originarios. Al futuro próximo o lejano. Tampoco tenía que ver
respecto Marta Irurozqui muestra de que manera con la denuncia de una situación vinculada al
el complejo acceso a la tierra por parte de las deber ser. La igualdad que afirmaba Rodríguez,
comunidades indígenas era utilizado para el goce como hemos sostenido a lo largo del trabajo, era
o privación de sus derechos como ciudadanos. A una declaración, un principio de acción implícito
su vez señala el rol del Estado en propiciar los en una proposición universal que ofrecía una
medios necesarios para que dichas comunidades nueva forma de vincularse y cuyas consecuencias
pudieran acceder a la ciudadanía. El Estado, sostuvo a lo largo de toda su vida.
no sólo, a través de los decretos del 8 de abril De esta manera, pensamos que la novedad
de 1824, 4 de julio de 1825 y la resolución del del concepto de ciudadano, en el pensamiento
9 de noviembre de ese mismo año, garantizó de Rodríguez, no consistía en ser la referencia a
legalmente el acceso a la tierra, sino que tam- la capacidad de elegir y ser elegido que tiene un
bién proveyó los medios para que todos fuesen individuo independientemente de su condición
alfabetizados a partir de un Plan de Educación social y económica. Para Rodríguez ciudadano
Popular. El mismo fue encargado al maestro de era el nombre teórico de un principio igualita-
juventud de Bolívar, Simón Rodríguez, quien fue rio implícito en una proposición universal. Para
nombrado Ministro de Educación. De acuerdo a nosotros la potencia, novedad y radicalidad de la
su manera de ver el problema, Rodríguez, sería obra de Rodríguez debe buscarse precisamente
un funcionario de la república encargado en de- en el carácter universal e igualitario de sus afir-
sarrollar un proyecto pedagógico- político, cuyo maciones. En el caso particular de la proposición
objetivo fundamental consistiría en crear la con- “todos son ciudadanos” la originalidad reside
diciones para que un mayor grupo de personas en ser la afirmación de una nueva posibilidad
pudiesen acceder a la ciudadanía. En este punto, creadora abierta a todos. Una manera diferente
Irurozqui coincide con Guanchéz de Méndez y el de entender la política latinoamericana cuyo
resto de la tradición dedicada al estudio del pen- principio operativo era la igualdad.
samiento de Rodríguez. De acuerdo con ellos la
característica, más relevante del pensamiento de Bibliografía
Rodríguez, consiste en la necesidad de incorporar
al pueblo al nuevo proyecto político por medio Albó, Xavier. 2006. Ciudadanía étnico - cultural en
de una educación que igualara a los desiguales. Bolivia. En A.A. V.V., Ciudadanáis en Bolivia. La
Como hemos dicho a lo largo de nuestro Paz: Unidad de Análisis e Investigación del Área
texto, esta manera de presentar el pensamiento de Educación Ciudadana de la CNE
de Rodríguez, conduce a formarnos una ima- Álvarez Freites, Mercedes. 1960. Simón Rodríguez tal
gen distorsionada de la figura y de la obra del cual fue. Vigencia perenne de su magisterio. Cara-
maestro. Una imagen de un pensamiento que, cas: Ediciones del Cuatricentenario de Caracas.
por plantear a la igualdad como objetivo, nece- Argumedo, Alcira. 2006. Los Silencios y las Voces en
sariamente hacía de la desigualdad la situación América Latina. Notas sobre el pensamiento
real existente. nacional y popular. Buenos Aires: Ediciones del
Nosotros, por el contrario, hemos intentado pensamiento Nacional.
expresar que Rodríguez llevó adelante otra prác- Badiou, Alain. 2009. Compendio de metapolítica. Bue-
tica radicalmente distinta a la que se esperaba y nos Aires: Prometeo.
a la que la mayoría de los estudiosos han seña- Badiou, Alain. 2007. Universalismo, diferencia e igual-
lado. Según nuestro punto de vista, el principio dad. Acontecimiento. Año XVII: 33-34.
igualitario de Rodríguez no tenía bajo ningún Cansanello, Orestes Carlos. 2008. Ciudadano / Vecino.
punto de vista, rasgos formales, que en la prác- En Goldman Noemí (dir.) Lenguaje y revolución:
tica se diluían a favor de ciertos grupos sociales. Conceptos políticos claves en el Río de la plata,
La igualdad, para Rodríguez no era un programa 1780 -1850, 19-34. Buenos Aires: Prometeo.
social. De hecho no tenía nada que ver con lo Chiaramonte, José Carlos. 1999. Ciudadanía, soberanía
social. No se trataba, como la gran mayoría de y representación en la génesis del Estado ar-
los intelectuales de la época pensaban, de un gentino (1810 -1852). En Sábato, Hilda (coord.).
proyecto cuyos objetivos se alcanzarían en un Ciudadanía política y formación de las naciones.
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