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Classrooms
Better
LESSONS
from the
COGNITIVE
REVOLUTION
that
TRANSFORM
our TEACHING
B@/13GB=9C6/;/3A>7<=A/
Introducción
En este artículo se utilizarán criterios científicos para validar (o no) conceptos
que se relacionan con el aprendizaje de idiomas extranjeros, y específicamente con
la lectura en varios idiomas o multialfabetismo. Esta breve revisión está dividida de
cuatro partes. Primero, aclararemos los beneficios del multilingüismo. Segundo,
consideraremos las redes neuronales del lenguaje en el cerebro monolingüe. De allí
revisaremos cuáles son las diferencias neurofisiológicas entre leer en el primer
idioma versus el segundo. Al final, consideraremos los diez factores que influyen en
el aprendizaje exitoso de un idioma extranjero en el contexto escolar, y en el rol del
maestro como conocedor de esta información. Se utiliza como marco teórico la
intersección entre neurociencia, psicología y educación (Mind, Brain, and Education
1
Tracey Tokuhama-Espinosa, Ph.D., Instituto de Enseñanza y Aprendizaje (IDEA), Casa Corona, primer piso,
Universidad San Francisco de Quito, Cumbayá, Diego de Robles y Vía Interoceánica, Quito, Ecuador, Telf: 593-
22971700 x1338; x1031; x1020, Contacto: traceytokuhamaespinosa@gmail.com; ttokuhama@usfq.edu.ec;
desarrolloprofesional@usfq.edu.ec; www.traceytokuhama.com; www.educacionparatodos.com
1
Science). Esta ciencia va más allá de la “neuroeducación”, la “neurociencia
educativa” o el “aprendizaje basado en el cerebro”, e incluye en partes iguales
contribuciones de la neurociencia cognitiva, la psicología y la pedagogía, buscando
generar una nueva visión de no solo cómo aprende el cerebro, sino cómo debemos
enseñar para aprovechar esta información.
En 1983 Leslie Hart escribió su libro Human brain and human learning, en el
que manifiesta la idea de que “diseñar una experiencia educativa sin comprender el
cerebro es como diseñar un guante sin entender la mano.” Es de vital importancia
que todos los docentes que pretenden enseñar basados en evidencia tomen en
cuenta la importancia de entender los funcionamientos del cerebro en este proceso.
Esto es aún más importante en el área de la enseñanza de lenguaje e idiomas
extranjeros, destreza única en los seres humanos. Aunque existen muchos estudios
en neurociencias sobre el aprendizaje, hay un número limitado relacionado con el
multilingüismo debido a las limitaciones de la tecnología y las particularidades de las
experiencias de vida únicas entre individuos, su edad de aprendizaje de los idiomas,
y las características de los idiomas (sistemas simbólicos). Ahora estamos
empezando a entender cómo el cerebro maneja varios idiomas a la vez, pero los
estudios todavía no señalan una “fórmula mágica” sobre estructuras cerebrales ni
tampoco mejores maneras de sacar provecho de ellos, ya que existe una amplia
variedad entre individuos. Lo que sí se sabe es que hay ciertos mitos sobre el
aprendizaje de idiomas extranjeros que deben ser evitados. Evitar los mitos y aplicar
lo poco confirmado en Mente, Cerebro y Educación sobre el cerebro y el bilingüismo
nos lleva a las prácticas más recomendadas en el aula hoy en día, pero son sujetos
a modificaciones con cada nuevo descubrimiento.
Beneficios
del
bilingüismo
y
el
multilingüismo
Aunque la mayoría de la humanidad habla dos o más idiomas (van Heuven,
Schriefers, Dijkstra & Hagoot, 2008), solo recientemente el bilingüismo dejó de ser
percibido como algo que divide en partes el potencial para el lenguaje. Es decir, se
pensaba que había un espacio para los idiomas en el cerebro, y si dividimos este
espacio entre varios idiomas, nunca podemos lograr una alto nivel ni en uno ni en
otro. Ahora sabemos que esto no es cierto. Una persona que aprende más de un
idioma desde su nacimiento utiliza las mismas áreas del cerebro que un monolingüe,
solo que son levemente diferentes. Por ejemplo, un estudio comparativo de bilingües
tempranos (que aprendieron su segundo idioma como niños) y bilingües tardíos (que
aprendieron su segundo idioma en la adultez) utilizó imágenes de MRI funcional
para mostrar que los bilingües tempranos utilizan las mismas áreas del cerebro para
generar oraciones en los dos idiomas que los monolingües, pero que el Área de
Broca era levemente más grande en la parte posterior (Kim, Relkin, Lee &
Hirsch,1997), mientras que los bilingües tardíos desarrollaron áreas distintas entre el
primer y segundo idioma, con ciertas áreas que se superponen. Price, Green y von
Studnitz (1999) demostraron en su estudio utilizando imágenes de PET que las
áreas involucradas en traducción, cambio de un idioma a otro, y percepción y
producción de primero y segundo idiomas se lograban a través de distintas redes
neuronales. Estos estudios nos indican que no hay una sola área para el lenguaje en
el cerebro y que el cerebro se modifica, gracias a la plasticidad, y a las necesidades
del mismo.
2
más alta en personas bilingües que en monolingües. Sabemos que hay beneficios
económicos de tener más de un idioma porque es una de las características más
deseadas y menos presentes en graduados universitarios en los EEUU. Hay
asimismo beneficios personales, que incluyen bienestar psicológico, autoconfianza y
sentido de pertenencia. Y hay beneficios académicos, en parte porque todas las
materias están influidas por la memoria de trabajo, que es más amplia en bilingües
que en monolingües, y porque toda materia está mediada por el lenguaje.
Lectura
en
el
cerebro
Hay por lo menos 12 circuitos neuronales en el cerebro relacionados con el
lenguaje (lectura), más cuatro áreas relacionadas con los aspectos socio-emocional-
motivacional del aprendizaje. Estas 16 diferentes redes neuronales son vitales para
una lectura ágil; sin una ni otra, una persona no puede leer con fluidez, rapidez y/o
eficiencia. Una revisión de la literatura destaca en sus contribuciones la comprensión
de la lectura en el cerebro. Éstas incluyen Beaton (2004); Byrne, Olson,
Samuelsson, Wadsworth, Corley et al. (2006); Coltheart (2006); Dehaene (2009);
Fischer, Bernstein & Immordino-Yang (2007); Fowler y Swainson (2004); Hauser,
Chomsky & Fitch (2002); Johnston & Costello (2005); Joseph, Noble y Eden (2001);
Pare-Blagoev (2006); Poldrack & Sandak (2004); Schlaggar y McCandliss (2007);
Simos, Fletcher, Foorman, Francis, Castillo et al. (2002); Tainturier, Schiemenz &
Leek (2006); Wolf y Katzir-Cohen (2001); Wolf (2007); Wolfe y Nevills (2004); Ziegler
y Goswami (2005). El conjunto de sus estudios ofrece evidencia substancial para
diseñar una guía para los docentes sobre actividades de clase que explícitamente
desarrolla cada circuito.
3
Doce circuitos neuronales que influyen en la lectura:
4
8. Comprensión sintáctica: Concientización del hecho de que el orden de
las palabras y la puntuación cambia su significado.
14. Cognición social: Cómo lograr leer impacta el estatus social del alumno
dentro de su grupo. El aprendizaje es una actividad social, y el estudiante
que siente que sube su perfil dentro del grupo gracias a la destreza de la
lectura aprende más rápido.
5
que es complicado para los bilingües la habilidad de buscar y encontrar con rapidez
la palabra apropiada relacionada con el contenido (recuperación), que es lo
expuesto en el punto 6. Esta destreza ha sido bastante estudiada en neurolingüística
y será descrita en breve.
Sistemas
corticales:
El
sustento
de
la
hipótesis
“Overlap”
Hay una pregunta que ha durado más de 40 años en neurolingüística: ¿En las
personas bilingües, los idiomas están en diferentes áreas del cerebro? Hay tres
posibles respuestas: (1) Los idiomas están separados y no se superponen; (2) El
segundo idioma se aprende a través del primero; (3) Los idiomas tienen un lugar
separado en el cerebro pero se superponen en algunas ocasiones. La tercera opción
sostiene la hipótesis de Ojemann y Whitaker en 1978, que sugiere que los circuitos
neuronales son distintos pero que se superponen en muchos casos.
6
Cerebros
de
bilingües
tempranos
versus
tardíos
La evidencia demuestra que no hay duda de que las personas que aprenden
sus idiomas a una temprana edad utilizan casi las mismas áreas del cerebro que los
monolingües (Hernández, 2009; Hernández, Dapretto, Mazziotta & Bookheimer,
2001; Kovelman, Baker & Petitto (2008), y que las personas que aprenden un idioma
tardío utilizan diferentes circuitos neurales, aunque muchos superpuestos. Los
bilingües que aprenden temprano y con alto rendimiento (EAHP: early acquisition,
high proficiency) tienen las mismas redes neuronales para procesar todos los
subelementos del lenguaje, como la comprensión, el habla, la lectura y la escritura
(Perani & Abutalebi, 2005). Este punto es de suma importancia cuando se evalúan
estudios sobre los circuitos neuronales en bilingües; se espera ver diferencias entre
personas que tienen la misma combinación de idiomas si los aprendieron en
diferentes edades. También se nota en algunos casos, que los mismos circuitos
corticales están activados en nativos y no nativos, pero el tiempo de activación es
levemente más corto en los nativos (Hahne, 2001). Los cerebros trilingües o los que
manejan más de tres idiomas (multilingüe), son aún más complicados. Hasta el
momento, en las investigaciones realizadas acerca de los cerebros de las personas
trilingües, no se ha podido encontrar un patrón en el aprendizaje de los idiomas
(Nitsch, Franceschini, Lüdi, & Radü, 2006).
Cómo
la
combinación
de
idiomas
cambia
los
circuitos
neuronales
Como se ha sospechado, diferentes pares de idiomas activan diferentes
procesos corticales. Por ejemplo, Jeong y colegas (2007) encontraron que sujetos
bilingües en chino y coreano procesaron el inglés en forma diferente de como
procesaron el japonés. Los autores presumen que, debido al sistema simbólico
distinto entre esos idiomas, éstos se procesan en circuitos neuronales diferentes.
Otros estudios encontraron que los circuitos neuronales eran diferentes debido al
nivel de control de atención. La atención sostenida creó diferentes circuitos
neuronales que la atención transcendente (Wang, Kuhl, Chen & Don, 2009). Tan,
Spinks, Feng, Siok, Perfetti, Xiong, Fox & Gao (2003) encontraron algo parecido: el
o los idiomas nativos de uno influyen en los circuitos neuronales de los idiomas
subsiguientes. Parece que, contrario a lo esperado, tanto los sistemas simbólicos
como los alfabéticos versus los no-alfabéticos (ej., chino), siguen las mismas redes
neuronales durante la lectura (Chen, Fu, Iverse, Smith & Matthews, 2006). Esto
significa que la manera en que el cerebro procesa idiomas extranjeros varía no solo
por la edad de adquisición, sino también por la combinación de idiomas. Como se
mencionó anteriormente, el nivel y calidad del bilingüismo puede ser alto,
independientemente de la edad de aprendizaje, pero los circuitos neuronales serán
diferentes.
¿Reciclaje
de
neuronas
para
leer?
Algo importante de mencionar en este momento es la teoría de Stanislas
Dehaene sobre el reciclaje neuronal. Dehaene sugiere con muchos argumentos que
el cerebro no está diseñado para leer (Dehaene, 2004). Dado que es un fenómeno
reciente en la historiad de la humanidad, la habilidad de leer es muy nueva.
Dehaene sugiere que partes del sistema visual que anteriormente fueron asignadas
a otras destrezas, como revisar el horizonte para asegurar que el león no está cerca,
ahora han sido reclutadas para la lectura. Por ser tan nuevo, no es un sistema bien
refinado, y por ende, hay varios problemas que surgen en una porción significativa
de la población. Por ejemplo, se encuentra dislexia en aproximadamente 3-17% de
la población (Henry, 1998; NIH Guide, 1994). ¿Es posible que la alta incidencia se
deba a que leer es tan nuevo en el cerebro? Esta idea tiene apoyo de Maryanne
7
Wolf (2008), que también cree que leer no es algo que logra hacer el cerebro
naturalmente. Dehaene se extiende más allá, y sugiere que la lectura está más
relacionada a la interpretación de símbolos en general e incluye números. Aunque
su teoría está enfocada en el cerebro monolingüe, es importante considerarla en el
cerebro bilingüe, porque si el hecho de leer en un idioma es algo fenomenal, el
poder leer en dos o más idiomas debe ser reconocido como extraordinario.
Más
beneficios
El estudio de la lectura en los cerebros bilingües es de mucho interés y rico en
datos. Mientras la información es alentadora en términos de los beneficios de
multialfabetismo, la mayoría de los investigadores son cautos en generalizar
resultados porque encuentran un gran nivel de variabilidad individual (Roux,
Lubrano, Lauwers-Cances, Trémoulet, Mascott & Démonet, 2004). Parece que la
edad del aprendizaje y la raíces de los idiomas son dos factores que impactan los
logros del alfabetismo en un segundo o subsiguiente idioma. Pero no hay duda que
aprender a leer y escribir en otro idioma trae beneficios.
Diez factores que influyen en un bilingüismo o multilingüismo exitoso
Qué factores llevan más peso en el aprendizaje de un idioma nuevo: ¿la edad
del aprendiz? ¿la relación lingüística entre los idiomas? ¿la relación entre miembros
de familia? ¿el nivel de motivación del aprendiz? Diez de los factores más
importantes en el aprendizaje de idiomas extranjeros y que pueden influenciar en el
contexto escolar para mejorar la posibilidad de alcanzar un alto nivel de idiomas son
lo siguientes:
1.
Ventanas
de
oportunidad
8
Hay por lo menos tres etapas sensibles en la vida de los seres humanos para
aprender un idioma extranjero: (1) Primera: 0 a 9 meses; (primera y media: entre 9 y
24-30 meses); (2) Segunda: 4 a 8 años; (3) Tercera: 8 años + (desde prepubertad
hasta la vejez). Al aprender dos idiomas desde el nacimiento, el niño está,
efectivamente, adquiriendo dos idiomas nativos. Algunas personas con alta aptitud
para las lenguas pueden sacar provecho de la primera y segunda ventana. Entre los
2.6 y 3.6 años de edad bajan tres huesos (osciles) en el canal auditivo (auditory
canal). Las personas con alta aptitud pueden aprovechar esta etapa para estar
expuestas a más idiomas y por ende a más fonemas, de manera que más tarde en
la vida puedan regresar a estas vías neuronales y hablar, sin acento, esos sonidos o
idiomas. La segunda ventana se debe a un hecho psicológico: los niños pequeños
tienen egos pequeños y no tienen problemas en experimentar con el leguaje. Pero
más o menos alrededor de las ocho años de edad, nos comienzan a preocupar más
las opiniones de otras personas, y dejamos de usar el idioma tan libremente. Con
suerte, hay personas que nunca dejan de estar abiertas a la experimentación y
aprenden rápido, pero la mayoría se sienten con vergüenza de equivocarse frente
otros. Finalmente hay la tercera ventana de oportunidad que existe a partir de más o
menos los nueve años y en adelante por razones neurofisiológicas. No significa que
no se puede aprender con igual calidad después de este momento, sino que los
circuitos neuronales son distintos.
2.
Aptitud
La aptitud es algo en lo que no se puede influir; se nace con una aptitud para
idiomas extranjeros y se encuentra en aproximadamente 10% de la población como
todos los dones. Es, simplemente, algo con lo que uno cuenta debido a destrezas
heredadas. Se puede medir esta aptitud a través del MFLTA (Modern Foreign
Language Aptitude Test), y está reconocida por pensadores modernos como
Gardner (1983) y Levine (2002) quien considera que la aptitud por los idiomas
extranjeros es una subcategoría del lenguaje. Aunque no se puede cambiar el nivel
de aptitud de una persona, sí se la puede aprovechar. Un niño que demuestra un
amor por los sonidos (juega con su propia voz, escucha muy de cerca el parlante, le
encantan los instrumentos musicales, entre otras actividades), debería recibir más
oportunidades posibles de mejorar la cantidad y calidad de idiomas en su vida.
3.
Motivación
Hay dos pares de motivadores básicos en Psicología: el par de Intrínseca vs.
Extrínseca y el par de Positiva vs. Negativa. Aunque se puede aprender en cualquier
combinación de estos pares (positiva-intrínseca; positiva-extrínseca; negativo-
intrínseca; negativa-extrínseca), lo ideal es aprender en forma positiva-intrínseca
porque el aprendizaje es más duradero y significativo. Un niño puede verse forzado
9
a aprender otro idioma (por el contexto escolar, o por una mudanza a otro país, por
ejemplo), pero si para él no hay una razón, no va a sentir la motivación intrínseca
necesaria para aprender de manera rápida, eficiente o a largo plazo. El motivador
más poderoso es el amor; mucha gente puede aprender un idioma extranjero porque
ama a alguien. Pero desgraciadamente, el odio es igual motivador pero en negativo.
Si a un alumno le gusta el idioma, pero no le gusta el maestro, puede ser suficiente
para no tener ganas de invertir tiempo y energía en el proceso de aprendizaje.
4.
Estrategia
y
5.
Consistencia
Existen varias estrategias para aprender idiomas extranjeros. Las estrategias
más documentadas se relacionan con la persona (una persona, un idioma; un
maestro, un idioma, una familia otro idioma); lugar (casa un idioma, escuela otro
idioma; comunidad un idioma, casa otro idioma -cuando casa, comunidad y escuela
están en diferentes idiomas; o cuando comunidad, casa y escuela tienen idiomas
iguales pero hay clases especiales en otro idioma); o tiempo o los momentos (los
fines de semana o las comidas están asignados a un idioma que no es el de la
comunidad; el momento antes de dormir y leer se dedica al idioma minoría). Las
estrategias exitosas pueden ser sencillas (una persona, un idioma), o complicadas
(mamá habla un idioma, papá otro, la escuela otro y la comunidad otro). El nivel de
complejidad de la estrategia no está relacionado con su nivel de éxito. Lo que es
más importante es que la estrategia debe ser consistente. Uno puede tener la
estrategia mejor pensada del mundo, pero si no hay consistencia no funciona. Por
ejemplo, en el colegio, si la estrategia es que la maestra de la escuela hable inglés,
pero de vez en cuando ella habla español, los alumnos no van a aprender con igual
rapidez.
6.
Oportunidad
y
apoyo
La oportunidad y apoyo del uso de la lengua están relacionados con la
frecuencia y circunstancias directas que tiene el aprendiz para utilizar el idioma o los
idiomas que está aprendiendo. Esto incluye el hogar, la escuela y la comunidad.
Aprender un idioma extranjero a través de un libro o en la escuela no provee igual
cantidad de oportunidad de uso de la lengua que el ir a un país donde la hablan.
También es cierto que las aulas donde la maestra habla todo el tiempo no permite la
oportunidad de que hablen los alumnos; sin práctica, los niños no van a ganar la
confianza de hablar. En las aulas con maestros menos preparados se ve que la
maestra habla, después el alumno, después la maestra, y después otro alumno. Es
decir, la maestra domina más del 50% de todo el tiempo en la clase. En las mejores
clases se desarrollan actividades donde los estudiantes están aprendiendo el idioma
a través de simulacros, teatro, simulaciones, juego de roles, debates u otras
actividades activas y centradas en el alumno.
7.
Relación
lingüística
entre
los
idiomas
Existen dos tipos de relaciones entre los idiomas en el mundo lingüístico:
históricos y lingüísticos. Hay idiomas que son muy parecidos históricamente porque
crecieron juntos (i.e., los idiomas latinos como italiano, español, portugués, francés,
etc.). Y hay otros idiomas que están relacionados lingüísticamente, como por
ejemplo mandarín e inglés, que tienen las mismas estructuras sintácticas. Esta
relación está basada en el hecho de que todos los idiomas del mundo tienen sujeto,
verbo y objeto (S-V-O). Los idiomas relacionados son más fáciles de aprender. La
tipología de los idiomas en términos históricos es, aparentemente, el factor más
importante del multilingüismo tardío.
10
8.
Hermanos
La existencia de un hermano o una hermana puede tener influencias positivas o
negativas. En la parte positiva, los hermanos pueden incrementar entre sí el número
de veces que utilizan el idioma en un día. En la parte negativa, puede ser que uno
de los hermanos (normalmente el mayor) quiera dictar el idioma en que se
comunicarán.
9.
Género
Hay la pregunta interesante de si existen diferencias entre niños y niñas
(hombres y mujeres) relacionadas con el lenguaje. Aunque los cerebros de hombres
y mujeres son más parecidos que diferentes (casi 99% iguales), y que hay más
diferencias entre hombres y hombres y entre mujeres y mujeres, que entre hombres
y mujeres, es notable que las mujeres utilizan más palabras a lo largo de sus vidas.
Esto no quiere decir que las mujeres sean mejores en idiomas o idiomas extranjeros,
sino que hablamos más. Al hablar más significa que hay más práctica, y a mayor
práctica se llega a la permanencia (y a veces a la perfección si el aprendizaje fue de
alta calidad).
10.
Ser
diestro
o
zurdo
Es un hecho que el 95-97% de las personas diestras y el 68-70% de las
personas zurdas tienen las áreas de Broca y Wernicke -- dos áreas clave para el
lenguaje -- en el hemisferio izquierdo. De las personas diestras, 3-5% utilizan ambos
hemisferios o principalmente el hemisferio derecho para los idiomas, y 30% de
personas zurdas utilizan ambos hemisferios o principalmente el hemisferio derecho
para los idiomas. Esto nos indica que no se puede generalizar el procesamiento del
lenguaje en los monolingües, mucho menos en los multilingües. También es de
notarse que los textos y materiales educativos están diseñados para “la mayoría” y
no para las minorías. Estudiantes con cerebros atípicos no encuentran igual de fácil
aprender a leer y escribir como los estudiantes con cerebros “normales”.
Conclusiones
Hoy en día, diferente que hace solo un par de años, nadie duda sobre los
beneficios de hablar más de un idioma. En el estudio del lenguaje en el cerebro se
han detectado por lo menos 16 circuitos neuronales importantes (Tokuhama-
Espinosa, 2011) que los maestros deben tomar en consideración al enseñar
Lenguaje e idiomas extranjeros en las escuelas. Estos circuitos no solo son
importantes para el primer idioma, sino que parece que también juegan un rol
importante en bilingüismo. En algunos casos, como por ejemplo en la decodificación
de símbolos o en la recuperación de palabras, puede ser que los circuitos
neuronales sean levemente diferentes en bilingües que en monolingües. Además, se
han encontrado diferencias entre bilingües y personas que hablan tres o más
idiomas (multilingües). Aunque se denota algunos patrones en el primer idioma, hay
menos y menos generalizaciones que se puede hacer con más y más idiomas en el
cerebro. Se ha observado que la edad de aprendizaje, la recuperación de palabras
en diferentes idiomas, la combinación de idiomas aprendidos y su tipología
lingüística, entre otros factores, son fundamentales en un aprendizaje de idiomas
extranjeros de éxito.
¿Qué pueden hacer los maestros? Lo mínimo sería evitar los mitos del
multilingüismo que imponen limitaciones sin evidencia en el aprendiz. Lo ideal sería
concientizarse sobre los diferentes circuitos neuronales, a fin de que puedan diseñar
11
y desarrollar experiencias de aprendizaje significativas, asegurando que las redes
neuronales implicadas en el multialfabetismo salgan fortalecidas.
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