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Aldo Mascareño*
*
Doctor en Sociología, Universidad de Bielefeld, Alemania. Académico Departamento de Ciencias
Sociales Universidad Alberto Hurtado.
1
gran parte del siglo XIX, se transformó en el XX en la unidad en torno a la idea de
desarrollo, con lo que las diferencias culturales locales sólo fueron aceptables en la
medida en que no intervinieron con aquellos objetivos mayores.2 En el campo
económico, finalmente, la centralización se tradujo en industrialización urbana y en el
manejo planificado y guiado desde el Estado del proceso de substitución de
importaciones.3 Con ello, el desarrollo se transformó en una evolución controlada
jerárquicamente desde un sistema funcional situado en la cúspide de la sociedad – el
sistema político. Sus definiciones homogéneas y abarcantes obstaculizaron el
despliegue y consolidación de la autonomía sistémica en América Latina, y dieron poca
cabida a la conformación autorreferencial de sistemas autónomos.
Sin pretender ahora demostrar esta tesis históricamente,4 se busca en este texto la
plausibilización teórica de sus contenidos. Para ello, las reflexiones aquí presentadas
permanecen al interior de la arquitectura sistémica luhmanniana, cuyo marco
referencial para la definición de la diferenciación funcional lo constituye la evolución de
las sociedades europeas. En atención a esto, el objetivo central aquí propuesto es
interrogar a la teoría de sistemas a partir de las exigencias derivadas del modo en que
está estructurada la diferenciación funcional latinoamericana. Se trata, por tanto, de
un esfuerzo conceptual que busca desarrollar las herramientas adecuadas para
interpretar una praxis determinada sin escapar al marco analítico sistémico, pero que a
la vez, cuestiona su interpretación ortodoxa, especialmente en espacios sociales ajenos
al europeo.
1
Véase Mascareño, Aldo, “La ironía de la educación en América Latina”, en Nueva Sociedad, Núm.
165, Enero-Febrero 2000, pp. 109-120.
2
Véase Anderle, Ádám, “El positivismo y la modernización de la identidad nacional en América
Latina”, en Anuario de Estudios Americanos, Vol. XLV, 1988, pp. 419-484.
3
Véase Larraín, Jorge, Theories of development. Capitalism, colonialism and dependency, Polity
Press, Cambridge, 1989.
4
Un primer intento de esto ya ha sido hecho en Mascareño, Aldo, “Diferenciación funcional en
América Latina: los contornos de una sociedad concéntrica y los dilemas de su transformación”, en Persona
y Sociedad, Vol. XIV, Núm. 1, Abril 2000, pp. 187-207.
5
Spencer-Brown, George, Laws of Form, E.P. Dutton, New York, 1979.
2
Finalmente, la descripción de los diversos estados alcanzados por la autonomía
sistémica en un contexto concéntrico, debe llevar a relativizar la espontaneidad
de la autopoiesis supuesta por Luhmann y Maturana mediante la definición de
un esquema temporal de despliegue y desarrollo de la autorreferencialidad. Con
ello se logran comprender las condicionantes que definen el acceso a niveles
más altos de autonomía por parte de sistemas funcionales y actores colectivos,
cuestión vital para la democratización global de las sociedades latinoamericanas
y para el establecimiento de mecanismos descentralizados no jerárquicos de
coordinación de diferencias.
II
„The relations between components that define a composite unity (system) as a composite
unity of a particular kind, constitute its organization. In this definition of organization the
components are viewed only in relation to their participation in the constitution of the unity
(whole) that they integrate. This is why nothing is said in it about the properties that the
components of a particular unity may have other than those required by the realization of
the organization of the unity.“6
„The actual components (all their properties included) and the actual relations holding
between them that concretely realize a system as a particular member of the class (kind)
of composite unities to which it belongs by its organization, constitute its structure.
Therefore, the organization of a system as a set of relations between its components that
define it as a system of a particular class, is a subset of the relations included in its
structure.“7
3
Esquema 1: Niveles de diferenciación
ORGANIZACIÓN
Diferenciación funcional de sistemas sociales
Forma de diferenciación
ESTRUCTURA
Policéntrica Concéntrica
Principio de orden
DINÁMICA
Centrífuga Centrípeta
Tendencia operativa
8
Véase al respecto Luhmann, Niklas y Rafaelle De Georgi, Teoría de la sociedad, Universidad de
Guadalajara, México, 1993.
9
Maturana, Humberto, “Autopoiesis”, en Zeleny, Milan (Ed.), Autopoiesis. A theory of living
organization, Elsevier North Holland, Amsterdam, 1981, pp. 21-33, p. 24.
10
Willke, Helmut, Ironie des Staates. Grundlinien einer Staatstheorie polyzentrischer Gesellschaft,
Suhrkamp, Frankfurt, 1996, p. 183.
11
Ibíd.
4
funcionalmente diferenciado como trasfondo, pero a la vez constatan que ese mundo
no tiene solamente una estructura única, global e inevitable.
12
Willke, Helmut, “Kontextsteuerung durch Recht?. Zur Steuerungsfunktion des Rechts in
polyzentrischer Gesellschaft”, en Glagow, Manfred y Helmut Willke (Eds.), Dezentrale
Gesellschaftssteuerung. Probleme der Integration polyzentrischer Gesellschaft, Centaurus-
Verlagsgesellschaft, Pfaffenweiler, 1987, pp. 3-26, p. 3.
13
Willke, Helmut, Systemtheorie I: Grundlagen, UTB, Stuttgart, 1996, p. 201.
14
Willke, Helmut, Ironie des Staates, op.cit., p. 183.
5
simbólicamente generalizados para desarrollar una inmunización frente a influencias
provenientes del entorno: “Sólo así puede ser puesta en marcha la diferenciación
sistémica en dirección de funciones específicas. Esto tiene por efecto que todas las
operaciones de un sistema funcional particular se orienten hacia el medio sistémico
propio y actúen a través de la autopoiesis del sistema.” 15 Ejemplos de medios de
comunicación simbólicamente generalizados son el poder, el dinero, la verdad, el
amor.16 Decisivo es, en cualquier caso, que los medios en un contexto policéntrico no
se dejen organizar por un control externo. La sociedad accede entonces a una
dinámica social centrífuga cuando los medios de comunicación simbólicamente
generalizados están completamente diferenciados, es decir, cuando al interior del
sistema no existen otras posibilidades de selección y no se desarrollan expectativas de
comunicación más que a través del medio simbólico propio. Tales medios operan de
modo independiente; no requieren de guías externas para trazar sus selecciones y
renuncian a la posibilidad de un supralenguaje que transforme las diferencias en
unidad.
Con esto se plantea la pregunta por la integración de un orden policéntrico, pues con la
diferenciación de los medios de comunicación simbólicamente generalizados y la
especialización de funciones, la coordinación y orientación de las esferas parciales se
hace cada vez más compleja. El conflicto es resuelto por medio de auto-limitación:
15
Luhmann, Niklas, “Die Differenzierung von Politik und Wirtschaft und ihre gesellschaftlichen
Grundlagen”, en Soziologische Aufklärung 4, Westdeutscher Verlag, Opladen, pp. 32-48, p. 41.
16
Véase Luhmann, Niklas y Rafaelle De Georgi, Teoría de la sociedad, op.cit.
17
Willke, Helmut, Systemtheorie I: Grundlagen, op.cit., p. 237.
6
por medios diferenciados – esto es, la selección de una información a comunicar y el
acto comunicativo – son, en órdenes sociales orientados concéntricamente,
intervenidas por el sistema central. De esto sigue que la comprensión responde a los
condicionamientos del sistema dominante y no a aquellos del sistema al cual la
comunicación estaba orientada. A nivel empírico, esto presupone la existencia de
comunicaciones que no pueden ser comunicadas, las que en muchos casos son
mantenidas en secreto, y en otros, son bloqueadas por el primado comunicativo de
una instancia central.
III
7
consumada, en un espacio autoritario para la paradójica supresión de lo político; en el
hermano mayor encargado de asumir la responsabilidad por la erradicación de la
pobreza. Pero no sólo el Estado ha adoptado este rol heterónomo de constitución de
formas sociales, sino también, aunque en menor medida, lo ha hecho la economía por
medio de su lógica instrumental de costo-beneficio, regulando las posibilidades de
participación en otros sistemas sociales por medio de la distinción inclusión/exclusión
fundada en el dinero como medio de comunicación simbólica. Es decir, bajo
condiciones concéntricas, la constitución de distinciones con independencia de las
instancias centrales parece una tarea en extremo compleja.
En órdenes policéntricos, las distinciones son ortogonales entre sí, es decir, son
independientes unas de otras en las trayectorias que construyen sus formas. De otro
modo, no tendría lugar una dinámica descentralizada ni una estructura policéntrica.
Gráficamente, la construcción de diferencias en órdenes policéntricos puede
representarse del modo siguiente:
A/B C/D
Las distinciones (formas) A/B y C/D remiten a determinadas selecciones trazadas por
sistemas distintos. Puesto que ambos sistemas operan autorreferencialmente, la
distinción A/B carece de resonancia ante la distinción C/D. El caso inverso es
igualmente correcto: el Sistema 2 no puede indicar A o B. Analíticamente, la secuencia
es como sigue: Observación-Distinción-Indicación de un lado de la forma, sea A o B en
el Sistema 1, C o D en el Sistema 2. Con esto, las distinciones aparecen como
resultado de la observación. No se puede observar sin trazar una distinción, señala
Spencer-Brown: “the conception of the form lies in the desire to distinguish. Granted
this desire, we cannot scape the form, also we can see it the way we please.” 20
Sistema 1 y Sistema 2 no pueden escapar a las formas trazadas; en ello consiste la
autonomía de ambas distinciones y su propiedad ortogonal.
Las precondiciones para el surgimiento de un sistema suponen que (a) quien observa,
traza una distinción y produce una forma y (b) que la forma contiene asimetría para el
observador, en tanto distinguir es a la vez indicar, y sólo un lado de la forma puede ser
20
Ibíd., p. 69.
8
indicado. Según Luhmann, “nada se puede ser indicado que a la vez no se diferencie
en tanto se indique; así como también la distinción sólo encuentra su sentido en la
indicación de un lado de la forma y no del otro (menos aún de ambos lados).”21 Con
esto, cada posibilidad de producir formas es inseparable de la indicación, la
observación y la distinción, y también inseparable de los operadores utilizados para
distinguir e indicar (A/B, C/D): “Estructuralmente visto – señala Luhmann – existe una
forma de dos lados en el modo temporal de la simultaneidad.”22
“En lo esencial, se apunta con esto a que los sistemas se autorreproducen a nivel de sus
elementos, de sus estructuras y a nivel de su unidad a través de estas mismas
operaciones, y se programan temporalmente de forma tal que obedecen a la lógica
sistémica y no pueden ser determinados desde el exterior. Estas operaciones del sistema
están circularmente acopladas, conducen sólo a sí mismas en tanto los elementos del
sistema son reproducidos por medio de los elementos del sistema. El sistema opera
autorreferencialmente.”24
21
Luhmann, Niklas, Die Gesellschaft der Gesellschaft, Suhrkamp, Frankfurt, 1997, p. 69.
22
Luhmann, Niklas, “Die Paradoxie der Form”, en Baecker, Dirk, (Ed.), Kalkül der Form, Suhrkamp,
Frankfurt, 1993, pp. 197-212, p. 202.
23
En torno al tema de la clausura operativa véase Varela, Francisco, “Autonomie und Autopoiese”,
en Schmidt, Sigfried (Ed.), Der Diskurs des Radikalen Konstruktivismus, Suhrkamp, Frankfurt, 1994, pp.
119-132.
24
Willke, Helmut, Systemtheorie II: Interventionstheorie, UTB, Stuttgart, 1996, p. 26.
9
Esquema 3: Construcción de diferencias en órdenes concéntricos
A/B
C/D
Distinción
Distinción
Desdiferenciación
Las mismas formas A/B y C/D son representadas. Al igual que en estados policéntricos,
la observación, la distinción y la indicación deben ser entendidas, según la expresión
de Luhmann, como simultaneidad.25 Bajo condiciones concéntricas, sin embargo, tiene
lugar un desacoplamiento de tales instancias. Por medio de este concepto se intenta
mostrar un proceso en el que es intervenida la simultaneidad del acto de distinción y
con ello es heteronomizada la diferencia C/D y en parte reemplazada por la distinción
A/B. El Sistema 2, en tanto modelo de un sistema operativo que traza una distinción,
pone los elementos que la conforman en un acoplamiento estricto C/D. En el marco de
una dinámica descentralizada, las selecciones del sistema serán siempre trazadas por
esta distinción. Se trata de una diferencia operativamente clausurada que sólo puede
indicar C o D. En una dinámica concéntrica, sin embargo, la distinción C/D permanece
en las sombras: las alternativas de selección son A y B.
10
definición del operar de mercado en base a objetivos políticos como el pleno empleo,
son ejemplos de esta desdiferenciación de lógicas operativas que conducen a una
dinámica de comunicaciones centrípeta, definitoria de la estructuración concéntrica de
la diferenciación funcional latinoamericana. La construcción de la simultaneidad de
observación, distinción e indicación es controlada por la influencia de una distinción
externa. Tal es el punto de partida de la heteronomización de la sociedad y del origen,
en abstracto, del orden social orientado concéntricamente; es el punto de partida
también de una reflexión necesaria en torno a mecanismos de orientación y
coordinación que logren restituir la simultaneidad de observación, distinción e
indicación.
En esta lógica de diferencias, la pregunta por las condiciones de posibilidad del acto de
trazar una distinción es altamente relevante. Las distinciones e indicaciones son rasgos
propios de un orden sistémico altamente organizado, operativamente clausurado y a la
vez estructuralmente acoplado. Toda vez que las distinciones pueden diferenciar entre
lado interno y lado externo, entre aquello que incluyen y aquello que excluyen, están
ellas en posición de describir un mundo policéntrico. “Distinction is perfect continence”
señala Spencer-Brown.26 Esto implica que cada distinción, en tanto opera como
distinción de contenido perfecto, no puede ser controlada externamente. Bajo
condiciones concéntricas, sin embargo, estas interpretaciones pierden validez:
26
Spencer Brown, Georg, Laws of form, op.cit., p. 1.
11
El concepto fuzzy es extraído desde el mismo sustrato desde el cual proviene la lógica
de la forma de Spencer-Brown, a saber, desde la reflexión matemática sobre la fuzzy
logic. Ella es definida del siguiente modo por L.A. Zadeh, fundador del enfoque:
„what is central about fuzzy logic is that, unlike classical logic systems, it aims at modelling
the imprecise modes of reasoning which play an essential role in the remarkable human
ability to make rational decisions in an environment of uncertainty and imprecision. This
ability depends, in turn, on our ability to infer an approximate answer to a question based
on a store of knowledge which is inexact, incomplete or not totally reliable.“27
Zadeh aclara el objetivo de la fuzzy logic con las palabras de un enfoque referido al
individuo. Sistémicamente interpretada, la definición de Zadeh supone que la fuzzy
logic se ocupa del problema de la selección e indicación (“rational decisions”) en un
medio incierto (“environment of uncertainty and imprecisión”). La fuzzy logic se
plantea como alternativa matematizable con capacidad para procesar la impresición,
“ella no es una lógica imprecisa, sino una lógica orientada a describir
matemáticamente lo difuso y hacerlo cognoscible.” 28 Los conceptos de la fuzzy logic no
tienen límites predeterminados; están mejor representados por un continuum de cero
a uno, en el que existe una transición paulatina entre los dos valores: “Thus, if A is a
fuzzy set in a universe of discourse U, then every member of U has a grade of
membership in A which is usually taken to be a number between 0 and 1, with 1 and 0
representing full membership and non-membership, respectively. The function which
associates with each object its grade of membership in A is called the membership
function of A. This function defines A as a fuzzy subset of U.”29
Dado que se trata de conceptos como alto, gordo, lentamente, viejo, familiar,
relevante – las denominadas variables lingüísticas –30 la representación de estos
conceptos no es tematizable bajo el punto de vista de Spencer-Brown, donde sólo dos
valores de clasificación están disponibles: “The question – indica Zeleny – is not longer
how to formalize, reduce, or remove the conceptual imprecision and fuzziness (the
'crisp' treatment of 'fuzzy' systems), but how to enhance, amplify and utilize natural
ambiguity and fuzziness towards reflecting the purposes of human communication,
cooperation and knowledge production.” 31 Para alcanzar este objetivo, Zadeh introduce
lo que él denomina una lógica disposicional. Con ello apunta a sentencias que no
necesariamente deben contener certeza. “La nieve es blanca”, “los suecos son rubios”,
“la alta calidad es cara”, son los ejemplos propuestos. 32 De ello deriva Zadeh el que
una disposición “may be viewed as a usuality-qualified proposition in which the
qualifying quantifier usually is implicit rather than explicit. In this sense, the disposition
snow is white may be viewed as the result of suppressing the fuzzy quantifier usually
in the usuality-qualified proposition usually (snow is white).”33 Una representación de
tales relaciones puede ser observada en el siguiente esquema.
27
Zadeh, Lotfi A., “Fuzzy Logic”, en Center for the study of language and information (CSLI), Report
Nr. CSLI-88-116, 1988, p. 1.
28
McNeill, Daniel y Paul Freiberger, Fuzzy Logic. Die 'unscharfe' Logik erobert die Technik, Droemer
Knaur, München, 1994, p. 17.
29
Zadeh, Lotfi A., “The birth and evolution of Fuzzy Logic”, en International Journal of General
Systems, Vol. 17, 1990, pp. 95-105, p. 99.
30
Ibíd.
31
Zelený, Milan, “Cognitive equilibrium: a knowledge-based theory of fuzziness and fuzzy sets”, en
International Journal of General Systems, Vol. 19, 1991, pp. 359-381, p. 361.
32
Véase Zadeh, Lotfi A., “Fuzzy Logic”, op.cit.
33
Ibíd., p. 2.
12
Esquema 4: Representación de distinciones difusas
u
1
0,9
usualmente
v
0 0,5 0,8 1
El ejemplo de Zadeh muestra cómo las distinciones difusas pueden ser abordadas. Una
débil capacidad de diferenciación tiene por resultado distinciones cuya naturaleza es
reconocible a través de funciones en sentido matemático antes que por medio de
distinciones de contenido perfecto. Las distinciones de contenido difuso pierden
capacidad de diferenciación pues, al seleccionar, no pueden indicar ninguno de los dos
lados de la forma, ya que la indicación es dependiente de una instancia externa. Tales
distinciones, en tanto son expresión de un continuum o, en el sentido de Zadeh,
expresión de una función matemática, no pueden dividir el mundo en una forma de
dos lados, dado que carecen de límites que determinen el lado externo y el interno. La
forma sigue siendo una forma fuzzy, pues sus contornos permanecen reconocibles en
los valores 0 y 1, los valores extremos de la forma, aunque en su interior la diferencia
derivó en flujo externamente mediado.
13
instancias. En América Latina, el poder político ignoró constantemente la legalidad e
instauró una tradición de estados de excepción desde el nacimiento de las
Repúblicas.34 Esta misma comunicación política definió en el siglo XIX la transformación
de la barbarie en civilización a nivel de la sociedad civil, discriminando a las
expresiones culturales locales. Tal control se reprodujo durante el siglo XX en el
sistema educativo mediante la fórmula del Estado docente, y en la esfera económica se
tradujo en planificación y en la conducción desde el Estado del proceso de
industrialización substitutiva. Con ello, las distinciones trazadas por los sistemas
intervenidos sólo pueden ser descritas como distinciones de contenido difuso y la
diferenciación funcional que producen, como una diferenciación de tipo concéntrico. No
obstante, hubo y hay resistencias. La esfera del arte comenzó esa independización de
lo político con el surrealismo de Kahlo, la vanguardia de Huidobro y la fantasía de
Borges. La reflexión en educación reconoce hoy más abiertamente el tema de la
diversidad y la integra en sus programas en forma de experiencias bilingües y de
descentralización administrativa. En las últimas décadas del siglo XX, la economía
logró una alta autonomía operativa por medio de profundas reformas estructurales. El
derecho asimismo ha alcanzado una notoria independencia de comunicaciones
políticas, lo que le ha permitido comenzar a resolver jurídicamente problemas de
derechos humanos. Con todo ello, se abre la pregunta acerca del mecanismo a través
del cual las distinciones difusas comienzan a transformarse en distinciones de
contenido perfecto que promueven la radicalización de la diferenciación funcional en
América Latina, y que se oponen a la reproducción de la estructuración concéntrica.
Esto conduce a una última reflexión teórica: el análisis del desarrollo de la
autorreferencialidad sistémica bajo condiciones concéntricas.
IV
34
Para esto véase Loveman, Brian, The constitution of tyranny. Regimes of exception in Spanish
America, University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1993.
35
Luhmann, Niklas, Die Gesellschaft der Gesellschaft, op.cit., pp. 454 y ss.
36
Por medio de los acoplamientos estructurales el sistema atribuye un carácter constante a una
determinada propiedad de su entorno y se deja llevar estructuralmente por ella, “por ejemplo, que el dinero
en general es aceptado”. Luhmann, Niklas, Das Recht der Gesellschaft, Suhrkamp, Frankfurt, 1995, p. 441.
En este sentido, hay una codependencia entre el sistema y sus acoplamientos: “[El acoplamiento estructural]
no determina lo que sucede en el sistema; sin embargo, debe ser supuesto, pues de otra manera se paraliza
la autopoiesis y los sistemas dejarían de existir.” Luhmann, Niklas, Die Gesellschaft der Gesellschaft, op.cit.,
pp. 100-101.
14
generar inestabilidad en diversos flujos comunicativos que requieren ser restabilizados
para continuar con la autopoiesis de cada esfera.
37
En la perspectiva de H. Maturana, los sistemas alopoiéticos pueden ser definidos como “sistemas
mecánicos cuya organización no produce las partes componentes y los procesos que los realizan como
unidad, y en los cuales, por tanto, el producto de su funcionamiento es distinto de ellos mismos.” Maturana,
Humberto, “Autopoiese: die Organisation lebender Systeme, ihre nähere Bestimmung und ein Modell”, en
Maturana, Humberto, Erkennen: die Organisation und Verkörperung der Wirklichkeit. Ausgewählte Arbeiten
zur biologischen Epistemologie, Friedr. Vieweg & Sohn, Braunschweig/Wiesbaden, 1982, pp. 157-169, p.
159.
15
Von Beyme remite a la propuesta de G. Teubner para la clasificación de los distintos
tipos de self- en la teoría de sistemas. El concepto general que incluye a los demás
(autodescripción, auto-observación, autoconstitución, autoproducción), es el de
autorreferencia. La reflexión de Teubner reacciona a lo que él llama una teoría del big
bang autopoiético,39 esto es, el surgimiento espontáneo de la autopoiesis como una
posibilidad binaria sin transición entre cero y uno, donde cero es un estado no-
autopoiético y uno autopoiesis plena. Teubner observa el problema temporalmente y
propone niveles de desarrollo de la autorreferencia. Esta idea es reinterpretada en el
Esquema 5. Autopoiesis es el estadio final de la temporalización de la autorreferencia;
una vez alcanzada, los otros niveles quedan incluidos. El Nivel 1, en tanto, puede sólo
mostrar el camino de la autopoiesis, pero no puede obligar su desarrollo; este llega
como resultado de la evolución.
38
Von Beyme, Klaus, Theorie der Politik im 20. Jahrhundert. Von der Moderne zur Postmoderne,
Suhrkamp, Frankfurt, 1991, p. 233.
39
Teubner, Gunther, Law as an autopoietic system, Blackwell Publishers, Cambridge,
Massachusetts, 1993, p. 24
40
Teubner, Gunther, Law as an autopoietic system, op.cit., p. 19.
41
Ibíd., p. 15.
16
Esquema 5: Temporalización de la autorreferencia
Auto-observación
Nivel 1 Autodescripción
Diferencias basales
Auto-reflexión
Auto-organización
Nivel 2 Auto-regulación
Desarrollo de infraestructura
Autoproducción
Nivel 3 Hiperciclo de
autoproducción
Temas y programas
Autopoiesis
Nivel 4
Recursividad de hiperciclo
Clausura operativa
17
descansan en los sistemas periféricos, sino en el sistema central. Con ello, la auto-
organización de cada esfera debe tratar con comunicaciones de naturaleza diversa, lo
que bloquea las vías de acceso a la autopoiesis.
44
Teubner, Gunther, Law as an autopoietic system, op.cit., p. 20.
45
Ibíd.
46
Ibíd. p. 23.
18
La capacidad sistémica de trazar distinciones puede ser interpretada en relación
al desarrollo de la autonomía de cada esfera parcial: mientras más precisas e
independientes de factores externos son estas distinciones, más claro es el
acercamiento a la autonomía. Un orden concéntrico es entonces un orden social
cuyos sistemas no han clausurado el hiperciclo autopoiético, por lo que sus
distinciones no son lo suficientemente fuertes para no dejarse intervenir desde
el entorno.
Al observar el desarrollo de la autopoiesis como un proceso, se disuelve la
aparente contradicción entre alopoiesis y diferenciación funcional en un orden
concéntrico, puesto que se puede hablar de sistemas diferenciados que operan
alopoiéticamente. Sería teóricamente posible que ellos se encontraran en los
niveles 1 o 2 del despliegue de su autorreferencia, pues ello ya genera
especialización y diferenciación. De cualquier modo, esa pregunta debe ser
empíricamente abordada.
Según este modelo, la alopoiesis no es interpretable como negación de la
autopoiesis, sino como parte de su desarrollo. Con esto se muestra claramente
que los sistemas alopoiéticos no-centrales de un orden orientado
concéntricamente pueden seguir el camino de la autonomía. Esto no implica, sin
embargo, que deban alcanzarla en el futuro, sino solamente que existe la
posibilidad de que lo hagan.
47
Una versión actual de estas reflexiones decimonónicas se puede encontrar en Véliz, Claudio, The
new world of the gothic fox, Culture and economy in English and Spanisch America, University of California
Press, Berkeley, 1994.
48
Millán, René, “Problemas generales y particulares de la coordinación social”, en Lechner, Norbert,
René Millán y Francisco Valdés Ugalde (Eds.), Reforma del Estado y coordinación social, Plaza y Valdés
Editores, México, 1999, pp. 55-74, p. 65.
19
desdiferenciación sistema-entorno, sino que la refuerzan, pues cada sistema pone a
disposición de otros la parte de su complejidad útil a la coordinación.49 La
desdiferenciación, en cambio, tiene lugar en el momento en que las relaciones de
interdependencia prescinden de los acoplamientos estructurales, y la lógica de un
medio simbólico interviene la autorreferencia de otro. En ese instante, los límites
sistema/entorno se hacen borrosos y puede hablarse de distinciones sistémicas de
contenido difuso (de fuzzy continence y no de perfect continence), tal como lo hemos
descrito en estas páginas.
49
Véase Nota 36.
20