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Profesor Fernando Laredo Cárter, Maestro Masón Grado 18 R:. E:. A:. y A:.
Índice.
Prólogo. Página 3
La Luz. “ 11
La Trinidad. “ 27
El árbol de la Vida. “ 46
La Espada Flamígera. “ 66
Iglesia y Logia. “ 76
Prólogo.
recibió una enseñanza esotérica que venía desde Jesús mismo y de los
apóstoles, por más de 150 años después de fundada la iglesia.
“No es el sol el que nos mostrará jamás al Dios verdadero, sino el Logos
saludable, sol del alma, que al surgir interiormente en la profundidad de
nuestra mente es el único capaz de iluminar el ojo del alma”. (Protréptico,
67ss. Clemente de Alejandría).
Desde ya decimos en este prólogo que ese “Logos Saludable” dentro del alma
es Jesucristo. Logos o Palabra Viviente de Dios que se hace hombre. (Juan
1,14). Por tres siglos se reconoció a Clemente de Alejandria como un santo,
pero algunas dudas sobre la ortodoxia en algunos puntos secundarios de su
doctrina le quitaron el calificativo de santo, pero su autoridad teológica y
moral sigue vigente para todas las iglesias.
Esas clasificaciones fueron usadas por Aristóteles, por los Esenios, y por
Jesucristo. Quien lo dude lea a Marcos 4,11. Estar afuera es ser profano, y
tener solo acceso al conocimiento de la ley moral, pero estar adentro es
tener acceso al Conocimiento de Dios (Gnosis) y sus secretos, escuchados
directamente de boca del maestro o de un discípulo auténtico de Él.
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Ese diagrama que llamamos el Etz Jaim o árbol de la vida es una especie de
mapa del alma universal, y a la vez es una imagen del mismo ser humano,
una imago Dei, ya que en diversos textos del Antiguo Testamento se
relaciona árbol con el hombre justo, o eventualmente con el hombre
corrompido por el pecado. Jesús mismo compara al ser humano con un árbol
que debe dar buenos frutos para Dios y para la comunidad. (Salmo 1,3, Isaias
61,3).
Para cerrar este prólogo debo recordar a mis respetados lectores que el
objetivo de la iniciación masónica en el grado de aprendiz pretende la
iluminación del alma del neófito, al final de los tres viajes simbólicos y su
juramento. Ese objetivo concuerda perfectamente con las palabras de los
antiguos padres de la Iglesia que afirmaba y enseñaban que el sacramento
del bautismo era y es un ritual de iluminación, e iniciación a la vida cristiana,
y por eso se le entregaba un cirio encendido en la mano al bautizado al final
de la ceremonia, que resplandecía con La Luz de Cristo Resucitado, cuya
flama había sido tomada del Cirio pascual.
mente del nuevo cristiano. Rito que aún se ejecuta por mano de los obispos
al bendecir el agua bautismal que se usara todo el año para purificar y
consagrar nuevos miembros para la iglesia.
Miembros, que en la antigüedad eran adultos que eran probados por “tres
años” antes de ser bautizados. Ese era el tiempo del catecumenado. Y
catecúmenos se llamaba a los candidatos al bautismo. Esa saludable y
rigurosa costumbre iniciática desapareció al masificarse el bautismo de
niños, y sólo se conserva en las iglesias protestantes y en algunos
movimientos de renovación católica llamados Neo-catecumenado.
La Luz.
“Y dijo Elohim, sea la Luz (Aor) y la Luz (Aor) fue”. (Génesis 1,3) “Y Elohim vio
que la Luz era Buena”. “Separó la Luz de las Tinieblas”, “y llamó a la Luz Día y
a las Tinieblas Noche”. Eso ocurrió en el día primero de la creación.
Por eso Jesús dice en el cap. 8,12 del Evangelio de Juan YO SOY LA LUZ DEL
COSMOS, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
Vida. Por eso en el capítulo uno de Juan dice que esa Palabra Divina y
vibrante es la Vida que alumbra a cada persona interiormente.
Increada”, que existe desde antes que universo existiera. Luz increada que
coincide perfecta y plenamente con el concepto y la realidad del AIN SOF
AOR, la luz infinita o ilimitada previa a la existencia del Adam Kadmon. En
cifras las palabras Ain Sof Aor nos de 414, el doble de 207. Y en ambos casos
la reducción gematrica da 9.
“En Él estaba la Vida y la Vida era la Luz de los Hombres”. Ev. De Juan 1,4… .-
Espiritualmente hablando la luz es sinónimo de Conciencia. A menor
conciencia menos luz espiritual, a mayor conciencia mayor irradiación de luz.
Por eso la conciencia suprema se expresa o se manifiesta a los místicos como
Luz Infinita, o Ain Sof Aur en hebreo. Luz sin límites. Así que provisionalmente
podemos definir a Dios como Energía Consciente Infinita.
Para que se sepa que esa luz o AOR es idéntica a Dios, el lector debe saber
que decir en hebreo SEÑOR DEL UNIVERSO O ADON AOLAM en la suma de
sus letras también da 207.
Alef = 1, Dalet = 4, Vav = 6, Nun = 50. Ayin = 70, Vav = 6, Lamed = 30, Mem =
40. Total: 207. Por lo tanto Adon Aolam, o el Señor del Universo es LUZ.
Con todo rigor teológico podemos afirmar que, aunque la luz física es creada
y no es divina, contiene en sí misma un reflejo del Ser Absoluto, o de su
origen en la Esencia divina. Ese reflejo o cualidad de los Absoluto es su
velocidad, de 300.000 por segundo, a la que nada ni nadie puede superar,
excepto en el pensamiento humano, que con su abstracción y vuelo
conceptual e intuitivo puede superarla. De allí que podríamos decir que la luz
creada es la sombra de Dios dentro del universo. La segunda sombra de Dios
dentro del cosmos es la Vida Orgánica, y sus dos manifestaciones más
misteriosas, la inteligencia y la conciencia. De eso hablaremos en el capítulo
siguiente.
“El LOGOS”, o “La Palabra” está vinculada profundamente con el Nombre del
Creador (Ha Shem), y con todo el conjunto de doctrinas que los Judíos han
desarrollado para entender el misterio del Nombre Divino y sus atributos. Y
desde luego para fundamentar la magia y las técnicas de iluminación que se
han utilizado por milenios para alcanzar el conocimiento interior directo de la
Divinidad.
Proceso que ha ido de la mano con el estudio de los nombres de los ángeles,
de los arcángeles, la gematría y de las palabras sagradas que permiten
ingresar en planos superiores de conciencia. Es propio de la tradición de
Israel y del cristianismo el pensar y creer en los nombres Teofóricos. Es decir,
nombres cuya vibración al pronunciarse sintonizaba de inmediato con Dios.
Las letras del Sagrado Tetragrama hebreo son Yod – he – vav – he. Que en su
valor numérico son 10 + 5 + 6 + 5 = 26.
Con eso se pretende decir o enseñar que la sabiduría creadora es UNA con el
texto del libro sagrado. Que la misma sabiduría que creo al mundo y que
existía desde antes que el mundo fuese, fue la misma que inspiró a Moisés y
a sus discípulos para escribir el libro de la Ley Divina.
La sombra de esas letras primordiales son las letras del alfabeto hebreo. De
allí surge el poder mágico, o sanador, o protector de las Palabras sagradas de
la Biblia, de las formulas sagradas de invocación, los salmos, las palabras
sagradas y de pase de los ritos masónicos y rosacruces, y desde luego, y por
encima de todo el poder del Nombre de Dios.
Por eso está escrito en el salmo 33,6 LA PALABRA DEL SEÑOR HIZO EL CIELO,
Y EL ALIENTO DE SU BOCA TODAS LAS ESTRELLAS. Y en Jeremías 10,12 dice:
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La palabra griega Logos, que usa San Juan para identificar la esencia divina de
Jesucristo, significa también razón, discurso, palabra, mensaje. Por eso la
doctrina kabalistica considera, concordando con Juan, que cada persona,
cada mundo creado, los arcángeles, los animales, las plantas, las estrellas,
son un extenso conjunto de signos, de símbolos inteligibles, un discurso o
mensaje que cada buscador de la verdad y del sentido de la existencia debe
aprender a leer o a comprender.
Así las cosas, el cosmos es como un libro sonoro, que debe leerse y vivirse
con inteligencia y amor, una especie de Torah o Evangelio viviente, es decir,
una buena noticia gozosa y cósmicamente significativa. Discurso divino,
sabio, infinito y sutil que se hace hombre en Jesucristo, se encarna como Él.
Por eso Juan dice: Y EL VERBO CARNE SE HIZO. (Ev. De Juan 1,14). Y en el
versículo tres del mismo capítulo ya había dicho acerca del Verbo o Logos
cósmico: TODAS LAS COSAS POR EL FUERON HECHAS, Y SIN EL NADA DE LO
QUE HA SIDO HECHO, FUE HECHO.
En hebreo Verbo o Palabra, o logos es DABAR, sus letras son Dalet=4, Beit=2,
Resh=200. Su valor numérico es 206, y si sumo las cifras me da 8. En rigor lo
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mismo que el valor del Tetragrama, del Nombre del Creador, 26 = 8. Es decir,
el Nombre del Creador resplandece o resuena en el Universo entero.
Otro dato teológico gravitante relacionado con esta cifra de 206, del Verbo o
Palabra en hebreo es que cuando Pedro responde quièn ES Jesùs, en el
Evangelio de Mateo 16,16 a causa de una pregunta del propio Jesucristo,
Simòn afirma ERES EL MESIAJ, EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE.
Bueno, en hebreo Hijo del Dios Viviente se dice BEN ELOHIM JAIM. Y la suma
de las letras de las tres palabras da exactamente 206. Es decir, el Hijo del Dios
Viviente es el Verbo o la Palabra de Dios encarnada. (Ben = 52, Elohim = 86,
Jaim = 68. En total 206). Todos los kabalistas saben que la igualdad numérica
indica igualdad o equivalencia de poder, o identidad semejante.
San Pablo, en la Epístola a los Hebreos 11,3; dice que: “Por la Fe entendemos
que el Universo fue constituido por la Palabra de Dios (Logos), de modo que
se ve fue hecho de lo que no se veía”.
San Pedro afirma la misma doctrina, en su segunda carta, cap. 3,5 ss. Que los
cielos y la tierra, y el agua, fueron creados por la Palabra de Dios. Por eso no
es una doctrina que se le haya ocurrido a san Juan en un momento de
inspiración, sino que es una doctrina firme, enseñada en toda la Biblia, en el
Antiguo y en el Nuevo Testamento, por todos los profetas, por Jesucristo y
por todos los Apóstoles, y sus sucesores, los Padres Apostólicos, y los Padres
de la Iglesia posteriores. En una cadena (shaleshelet ha kabalah)
ininterrumpida hasta hoy.
El tema del Nombre Secreto de Dios, O el Nombre Nuevo dado a los Elegidos
de Dios, o de la Palabra mágica poseída y perdida por la humanidad a través
de los siglos es un asunto que tiene varios orígenes o fuentes, y desde luego
varios enfoques hermenéuticos.
Luego ese nombre llego a ser privilegio exclusivo de los levitas y más
específicamente de los sacerdotes y del Sumo Sacerdote en particular. El cual
solo lo pronunciaba solemnemente el día de Yom Kippur, o el día de la
penitencia y del perdón de los pecados de Israel. Lo hacía en medio de cantos
y aclamaciones ruidosas que impedían escuchar el santo Nombre.
Pero con la caída a un plano inferior como castigo por el mal uso de la
libertad Yeva Elohim les borro de sus mentes el sagrado Nombre y por tanto
perdieron la capacidad de comunicarse con Dios directamente.
Sin embargo, esa costumbre es tardía, pues en los primeros años de práctica
del grado de maestro masón siempre se usó la palabra Yehová como palabra
sagrada del tercer grado. Fue Tomás Dunkerley, quien en 1780 cambió la
palabra sagrada y la desplazó hacia otros grados, para justificar la creación
de grados capitulares de la masonería roja.
Así el alma humana recobra la Palabra Sagrada y la Plenitud del Ser perdida
por la Caída primordial en la dualidad oscura y dolorosa de los mundos
inferiores.
En la Biblia los hombres y mujeres cuyo nombre fue cambiado fueron: Abram
por Abraham, Sarai por Sara. Jacob por Israel. Simón bar Jona, por Simon
Pedro. Saulo por Pablo. A Jesús en el Apocalipsis se le nombre como el Amen.
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Yesua significa Yeva trae salvación. Y Emanuel significa Con nosotros Dios. Y
Emanuel en letras Hebreas vale 197. Y curiosa y significativamente la suma
gemátrica de EL Eleion, Dios Altísimo, es también 197. Si Emanuel y El Eleion
valen lo mismo significa que Emanuel es Dios Altísimo manifestado, y por eso
el Evangelio de Juan en el capítulo 14,9 Yesua dice: EL QUE ME VE A MI VE
TAMBIEN AL PADRE, y en el capítulo 10,30 Yesua dice: EL PADRE Y YO SOMOS
UN SOLO SER.
Así una verdad teológica que habría que aceptar por fe o por intuición se
prueba por la equivalencia gemátrica de Emanuel con El Eleion. Emanuel y
Dios Altísimo son UNO. Por lo tanto los hermanos del grado 18 del Rito
Escoces Antiguo y Aceptado, o de Soberano Príncipe Rosacruz tienen razón
de que en su grado la Palabra Perdida, o el Nombre de Dios, ha sido
recobrada en el uso de EMANUEL como palabra de pase, en sus ritos.
Otra lectura, más latinista de las letras de INRI es IN NOBIS REGNAT IESUS. O
EN NOS0TROS REINA IESUS. Por lo demás es bien conocido el hecho de que
las cuatro letras de la palabra INRI en hebreo son las iniciales de los cuatro
elementos.
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La Trinidad.
En el final del Evangelio de Mateo 28,19: dice que los que serán bautizados o
iniciados dentro de la Escuela de Profetas de Jesús el Cristo lo serán en el
Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Y usa la palabra
“discípulos”. Lenguaje propio de una escuela y de una relación “Gurú-
discípulo” o “Rabí-Mecubal”, es decir, “recibidos” dentro de la escuela o
comunidad de un maestro o profeta.
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En la II Epístola a los Corintios 13,13 San Pablo dice, como bendición final:
QUE LA GRACIA DE JESÚS, EL AMOR DE DIOS Y LA COMUNIÓN DEL ESPÍRITU
SANTO SEA CON TODOS VOSOTROS. En una clara fórmula trinitaria.
En la Biblia Vulgata, se lee en la Primera Epístola de Juan 5,7 : POR QUE TRES
DAN TESTIMONIO EN EL CIELO, EL PADRE, EL VERBO Y EL ESPÍRITU SANTO, Y
LOS TRES SON UNA MISMA COSA.
De allí que los hindúes nos informan que hay tres clases de átomos:
SATVICOS, TAMASICOS Y RAJASICOS. Y los Puranas nos hablan de Tres dioses:
BRAHMA, VISHNU Y SHIVA, expresiones de un único Dios llamado Ishvara, el
Gobernador del Cosmos. Pero una cosa es la trinidad de dioses, y otra es la
trinidad de los planos, o de los átomos. No son lo mismo, pero apuntan a esa
realidad trascendente que está simbolizada en el DELTA LUMINOSO, EN EL
SAGRADO TRIÁNGULO CON EL OJO OMNISCIENTE AL CENTRO.
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En rigor son SIETE frases, y Nueve identificaciones de Jesùs con el Ser Divino y
Universal. A saber:
Yo Soy la Luz del Mundo, el que me sigue no andarà en tinieblas, sino que
tendrá la Luz de la Vida.
Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por Mi.
Asì Jesùs es Pan, Luz, Pastor, Puerta, Camino, Verdad, Vida, Vid, y
Resurrecciòn.
Soy o bien, Yo Soy, que se repite siete veces en el Evangelio de Juan, se dice
en hebreo EHEIEH. Alef, He, Yod, He. Es decir. 1 + 5 + 10 + 5 = 21.
Y como son nueve las identificaciones del Ser de Jesús, tendremos una
sorpresa cuando elevemos al cuadrado la cifra de 21. Pues 21 x 21 = 441. Y
441 es la cifra gemátrica de EMET, LA VERDAD. (Alef, Mem, Tau, o 1 + 40 +
400 = 441). Y precisamente es la parte esencial o central del capítulo 14,6 del
Evangelio de Juan donde Jesús afirma: “YO SOY …… LA VERDAD …… y nadie
viene al Padre sino por mí”.
Y el Nueve no solo aparece en la suma del 441, sino que si dividimos 441 por
7 descubrimos que nos da 63. Cifra que al reducirla vuelve a dar nueve. Lo
que es una clave reiterada, junto al número siete, en los escritos de san Juan.
Cinco YO SOY que sumados a los nueve Yo Soy del Evangelio de Juan suman
14 cualidades del Ser Divino, que podemos relacionar con los 14 atributos del
Dios “Ra” de los Egipcios, o los 14 trozos en que se corta el Cuerpo de Osiris
en la leyenda del mismo Nombre.
Έμμανουηλ: Cada letra griega vale una cifra: en este caso son:
Por eso los teólogos afirman que el Dios que hablò con Moisès en el monte
Sinaì diciéndole YO SOY EL QUE SOY, es el mismo SER ETERNO que con el
Nombre de Jesùs enseñò su Identidad secreta a sus apóstoles en sus viajes
misioneros por Palestina en el siglo I de nuestra Era. Por eso Jesùs les dijo a
los fariseos: ANTES QUE ABRAHAM FUESE “YO SOY”.
como Jesùs, como Verbo de Dios està presente en cada ser humano como la
luz interior que lo guía e inspira hacia la salvación, el bien y la verdad.
Por eso el Evangelio de Mateo 11,27 dice: NADIE CONOCE AL HIJO SINO EL
PADRE Y NADIE CONOCE AL PADRE SINO EL HIJO Y AQUELLOS A QUIENES EL
HIJO QUIERA DARLO A CONOCER. Ese es el rol de Tipheret. Ser mediador,
mostrar el rostro de Padre a los hombre o darlo a conocer por medio de una
Gnosis interior, de un Daat especial, tal como indica nombre Divino de
Tipharet: YAHVEH ELOHA VA DAAT. Dios, el Dios Fuerte que otorga el
Conocimiento o la Ciencia de Dios Padre. El que abre el camino hacia Kether.
De allí que en la tradición judía se nos enseña que Dios tiene dos rostros, el
Arij Anpin, y el Zeir Anpin, el gran rostro de Padre Paciente, y el pequeño
rostro del Yahveh impaciente. Los tres sephirots superiores forman el gran
rostro o el Arij Anpin, y los otros siete sephirots desde Jesed a Malkut
conforman el Pequeño rostro o Zeir Anpin. Esa doctrina es la Jesús quiso
enseñar a sus discípulos cuando en el Evangelio de Juan 14,9, el Maestro
dice: EL QUE ME HA VISTO A MI HA VISTO AL PADRE. Pero que nadie se
confunda, se trata de un solo Dios con dos formas de manifestación. El Dios
trascendente y el Dios Inmanente son UNO.
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El Apocalipsis nos informa que una Ciudad de Dorada baja del cielo de Dios,
de forma cúbica, con medidas en codos y otras características muy
interesantes. En su interior está EL ARBOL DE LA VIDA, en su centro mismo. Y
la Luz divina habita dentro de ella. Sus características geométricas, sus
fundamentos, sus puertas y su río de agua de vida interior se entroncan con
todo el resto del Apocalipis en una perfecta unión conceptual y doctrinal.
seres humanos perfectos también tienen relación con el número 9 pues las
medidas del muro de la ciudad es de 144 codos. Y ya sabemos que el número
de Adam es 45 o 9. Lo mismo sucede con la cifra de 144.000 escogidos. La
palabra hebrea ADAM se escribe en esa lengua como A D M, es decir, Alef= 1,
Dalet=4, y Mem=40. Obsérvese las cifras: 1+ 4+ 40 (= 45). Es decir, 1440, si le
agregamos dos ceros, tenemos los 144.000 escogidos. La idea de fondo no es
un número literal, sino expresar el concepto de un Adam colectivo y redimido
por la sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo, según palabras de Juan Bautista enunciadas en el cap. Primero del
Evangelio de Juan.
Por eso ese cubo gigantesco es imagen del Adam Celestial del que nos
informa San Pablo en la Prim. Carta a los Corintios 15, 45 al 47, cuando nos
enseña la existencia del primer Adam que viene de la Tierra y del Segundo
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Adam que es Cristo y que viene del Cielo, igual que la Nueva Jerusalen que
baja del Cielo, imagen de una nueva humanidad cristica en manifestación,
que es y será la morada de Dios entre los hombres.
En esta doctrina esotérica todos los hombres cristicos son uno en Jesucristo.
Por eso Jesús en su última plegaria de Juan 17,21: PARA QUE TODOS SEAN
UNO PADRE, COMO TU ESTAS EN MI Y YO EN TI, QUE ELLOS TAMBIEN SEAN
UNO EN NOSOTROS. PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TU ME HAS ENVIADO.
Las cifras de los 144 codos de la medida del muro de la ciudad se pueden
invertir y convertir en 441. Jesús dijo que él era y es la Verdad. Y en hebreo la
Verdad se escribe como Emet. Y sus letras son Alef, Mem, Tau. O sus
equivalentes 1 + 40 + 400 = 441.
Decíamos antes que esa estrella está cargada de conexiones con el número 9,
y es muy cierto, pues los ángulos de cada una de sus puntas o vértices miden
36 grados. Y los ángulos interiores del pentágono que se inscribe en su centro
tienen 108 grados. En ambos casos la cifras suman 9. Lo mismo sucede si
sumamos los 108 grados de cada ángulo o los multiplicamos por 5, y nos
resulta 540, cual también se convierte en un nueve. Y si invertimos los
números y descartamos el cero, tenemos el 45 del Adam.
Tres versículos del Nuevo Testamento vinculan a Jesús, Luz del Mundo, con la
estrella pentalfa o la estrella flamígera de los masones, buscadores de la
Iluminación espiritual. Para comprender eso se deben leer los versículos en
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orden: Son el vers. 19 cap, uno de la segunda carta de san Pedro. Apocalipsis
2,28 y Apocalipsis 22,16.
Y eso se comprueba con lo que dice Apocalipsis 2,28, en la parte final del
mensaje a la iglesia de Tiatira dice que AL QUE VENCIERE Y GUARDARE LOS
MANDAMIENTOS DE DIOS HASTA EL FIN, … LE SERA DADA LA ESTRELLA DE LA
MAÑANA. Esa estrella es el mismo Cristo, que adviene dentro del alma, cosa
que se confirma en Apoc. 22,16 donde dice:… YO SOY…..LA ESTRELLA
RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA.
Para cerrar bien este tema, hay que explicar brevemente la razón del eficaz
uso de la estrella pentalfa en la magia, con símbolo para desterrar espíritus
desencarnados, fantasmas, duendes o demonios, o evocar fuerzas
elementales o la luz divina.
Su fuerza de debe al hecho de que siendo imagen del arquetipo celestial del
ser humano al dibujarla ceremonialmente con la mano, con un cetro o un
puñal mágico, permite traer el poder del cielo a la tierra, reflejando el diseño
geométrico del pensamiento divino al reino de las sombras y del caos. E
iluminar y ordenar ese reino oscuro de entes rebeldes al orden cósmico
diseñado por el Gran Geómetra y Arquitecto de la Jerusalen celestial.
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EL ÁRBOL DE LA VIDA
En su primera Epístola san Juan al comienzo ya nos informa acerca del Verbo
de Vida. De creer en Él para tener Vida en su Nombre, etc. Todo eso tiene
directa relación con el rol o la función metafísica o espiritual del Árbol de la
Vida y el comer sus frutos de inmortalidad.
coincidiendo con el Trono de Dios y del Cordero y con el origen de las aguas
del río de la Vida.
Así el trono de Dios, el árbol y la fuente del agua de la vida son UNO, es Uno y
el mismo origen. Dios, el Uno, El Alfa y la Omega, el Primero y el Último. Y en
la Nueva Jerusalen ya no está el árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, cuyo
fruto causó la caída de nuestros primeros padres.
Pero los frutos del Árbol de la Vida son todo lo contrario. Son alimento de
Vida Divina, frutos que dan acceso al Conocimiento Directo de la Conciencia
Universal y a la Inmortalidad consciente. Alimento de sabiduría infinita que
une al ser humano con Dios.
Ese el método para lavar las ropas sutiles del alma. (En el lenguaje de los
pueblos semíticos la palabra “perro” se refiere a los infieles, a los impuros.
Recordemos la frase de Jesús según Mateo 7,6 “No deis lo santo a los
perros”. Y la palabra Lujuria significa un tipo de pecado que indica amar los
placeres desordenados de la carnalidad o la sensualidad desenfrenada).
El árbol de la Vida, Etz Jaim, dará frutos los doce meses del año. Doce veces
en el año Es decir, POR SIEMPRE. No como los árboles de la tierra que dan
frutos una vez al año. Esta clave del número 12 tiene su base en la gematría,
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pues las letras del nombre hebreo del árbol de la Vida suman 12. Veamos:
sus letras son Ayin Tzade, Het, Yod, Yod, Mem. O en cifras: 70 + 90 + 8 + 10 +
10 + 40 = 228. Que al volver a sumar se convierte en 12. ( Apoc. 22,2).
Y esa Zarza, un arbusto, también esta insinuada la presencia del Etz Jaím para
los rabinos de la gnosis judía que es la Kabalah. Dos imágenes del Axis Mundi
unidas. Arbol y Montaña. A la que se agregó también la Columna de Fuego y
Humo sobre el Tabernáculo, como signo de la Presencia permanente de Dios
guiando a su pueblo.
El Apocalipsis nos dice que Cristo está sentado en el mismo trono del Padre,
en el mismo centro del cielo y en el centro de la Nueva Jerusalén. Así es que
Jesús, el Verbo de Dios, el Padre, el Trono de Dios, el Árbol de la Vida son
UNO. Y de ese centro supremo, Alfa y Omega de la Existencia, surge también
el rio del agua de la Vida. A los pies de Cristo y a los pies de mismo Árbol. Por
eso san Juan nos dice reiteradamente que Jesús es LA VIDA. JAIM en hebreo.
Finalmente se requiere una explicación del uso del plural en el hebreo. Vida
en realidad es Jai, no jaim. Si se piensa en forma profano y superficial ETZ
JAIM significaría Árbol de Vidas. Pero como se trata de la Vida Una y suprema
y superabundante o infinita, se usa la terminación “IM” porque el hebreo
carece de adjetivos superlativos.
De allí se entiende por ejemplo que la palabra ELOAH, significa DIOS FUERTE,
se transforme en ELOHIM para indicar el concepto de DIOS FORTISIMO.
Elohim solo se interpreta como plural o como varios dioses al ir acompañada
de un verbo en plural. Pero si la palabra Elohim va acompañada de un verbo
en singular se refiere al Dios UNICO Y TODOPODEROSO. Por eso en el Génesis
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1,3 dice: Y ELOHIM DIJO: SEA LA LUZ Y LA LUZ FUE. No dice los dioses
dijeron…. .-
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Es el profeta Ezequiel quien utiliza por primera vez esa frase al comenzar su
famoso libro. (Ezequiel 1,1). Y a pesar de narrar varias decenas de visiones
solo la utiliza una vez, como si todo lo que viniera escrito posterior a esa
frase fuese solo un despliegue o desarrollo natural de aquella primera
experiencia supra-consciente.
En el Nuevo Testamento esa frase de los cielos que se abren se repite seis
veces. Las primeras tres veces son en el episodio del Bautismo de Jesús en el
río Jordán, según los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. En una gran visión
que tiene Juan el Bautista, cuando ve descender el Espíritu Santo en forma de
paloma sobre Jesús y permanece sobre él.
La quinta vez en que aparece la frase solemne de ver los cielos abiertos es
para demostrar que dicha promesa de Jesús realmente se cumplió, y la utiliza
San Esteban el Diácono, en el final del capítulo 7 de los Hechos de los
Apóstoles, en el momento de su lapidación y agonía. Y al abrírsele el ojo
místico ve a Jesús de pie a la diestra de Dios.
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Por eso Paramahansa Yogananda al explicar el rol del tercer ojo dice que el
ser humano debe entrar por el ajna chakra del centro de la frente y avanzar
por una especie de túnel dorado y azul y al final de este el espíritu o la
conciencia del devoto o del meditador atraviesa un portal en forma de
ESTRELLA DE CINCO PUNTAS Y ASÍ ENTRA EN EL AIN SOF AUR, LA LUZ
INFINITA Y EN EL REINO DE DIOS. Por eso Jesús en el Evangelio dice Yo soy la
Puerta, es decir, soy Brahmarandra, y al final del Apocalipsis dice: YO SOY…LA
ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA. LA PUERTA Y LA ESTRELLA Y LA
LUZ DEL COSMOS SON UNA. Por eso los kabalistas enseñan que el AIN SOF
AUR está por encima de la Corona de Kether.
Dato confirmado por Sri Vivekananda, pues el afirma que el meditador del
Raja Yoga, debe imaginar y luego VER que a varios centímetros sobre su
cabeza existe un gran Loto de Ocho Pétalos y SOBRE Él debe ver que está
SENTADO EL RADIANTE UNO, EL TODOPODEROSO, EL INTANGIBLE, AQUEL
CUYO NOMBRE ES OM, EL INDECIBLE , RODEADO DE LUZ EFULGENTE. Cita
textual del libro de Raja Yoga de Vivekanada, capítulo 8 pag. 134.
Y San Juan dice que cuando atravesó esa puerta del cielo, VIO UN TRONO Y A
UNO SENTADO, RODEADO DE UN RESPLANDOR VERDE Y DE ARCO IRIS, DEL
CUAL SALÍAN RELÁMPAGOS, VOCES Y TRUENOS Y LOS COROS ANGÉLICOS
DECÍAN: SANTO, SANTO, SANTO, ES EL SEÑOR, DIOS TODOPOROSO, EL QUE
ERA, EL QUE ES, Y EL QUE VENDRA.
53
Aquella piedra bruta usada como Ara era considerada viva, habitada por una
presencia espiritual, y no era una piedra cúbica ni pulida, era tosca, pero con
alguna superficie lisa donde apoyar la cabeza del Patriarca vidente.
De allí que al leer las Escrituras uno puede verificar que; por ejemplo, se
usaban piedras como testigos de juramentos solemnes entre jefes de tribus
semitas, y que cuando Abraham o Josué o Moisés edificaban un altar a la
Gloria del Gran Arquitecto lo hacían usando una o doce piedras brutas. Y tan
sagradas se las consideraba que si se las devastaba con cualquier
herramienta de hierro o bronce se las consideraba profanadas. Y ya no
servían para establecer la comunicación con el Eterno.
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Asì Jesùs era un altar viviente o piedra humana viviente donde las potencias
celestiales podían reconectarse con los hombres. Y en el capìtulo II del
Evangelio de Juan, Cristo declara que su cuerpo es templo de Dios y que si
destruyeran ese templo vivo en tres días lo levantarìa de nuevo.
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Finalmente Simón Pedro enseña, en su primera carta, en capìtulo II, que los
discípulos de Cristo eran piedras vivas de un santuario espiritual,
completando asì la doctrina masónica sobre los iniciados como piedras vivas
del templo de la sabiduría universal, con las siguientes palabras:
“acercándoos a El, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas
para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual, y sacerdocio santo”. (Prim. Carta de Pedro
cap. 2, vers. 4 y 5 ).
Asì pues, siendo Jesùs una piedra cùbica perfecta, las otras piedras vivas para
poder unirse bien a ella y formar parte del edificio espiritual señalado, se
deben devastar hasta ser semejantes a esa piedra fundamental, y estar en
debida comunión los unos con los otros y asì dar Gloria al Divino Arquitecto.
Los masones y los rosacruces del siglo XVII en Inglaterra tomaron esta
doctrina de las piedras vivas derivada de las Sagradas Escrituras para
transformar a la masonerìa operativa en espiritual y especulativa.
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Para los entendidos los primeros 17 versículos del capítulo está destinado a
demostrar que Jesús es realmente un descendiente de David, pero esos
argumentos se rompen completamente al mencionar una concepción
milagrosa completamente innecesaria a la comprensión judía de la
encarnación del Mesiaj.
Y ese texto viene fortalecido con otros del mismo san Pablo, por ejemplo, en
la epístola a los Hebreos 7,14, PORQUE ES SABIDO QUE NUESTRO SEÑOR
DESCIENDE DE LA TRIBU DE JUDA. Antepasado de David, mencionado en el
linaje anotado precisamente en el capítulo 1,3 del evangelio de Mateo ya
mencionado. Por eso la cuestión de la virginidad de María. Y el origen
milagroso de la concepción jamás fue planteado en la primera generación
apostólica.
Pero esto es solo una introducción al asunto. Pues el capítulo uno de Mateo
es de enorme importancia pues contiene un profundo mensaje kabalístico,
destinado justamente a convencer a judíos estudiosos que Jesús es el Mesíaj
sobre fundamentos gematricos. Tal como decíamos en el capítulo uno,
acerca de la LUZ, cuando mencionábamos la trascendencia del número 14.
La grafia clásica de la letra NUN es un pez con la cabeza hacia abajo y la cola
hacia arriba.
59
Así queda claro que espiritualmente hablando, los profanos están dormidos
en un estado de muerte y despertar o levantarse de ese sueño es ver la luz
de la Divinidad o la Luz del Verbo Eterno. Por eso se puede afirmar que el
ritual de iniciación masónica y la exaltación al grado de maestro masón son
dos caras de la misma acción iniciática. La cámara del medio no es distinta a
la contemplación de la luz que realiza en el alma del neófito y de los
arquetipos celestes que se obtiene al final del tercer viaje simbólico. Cuando
se le saca la venda de los ojos.
63
Por eso mismo los presbíteros de la iglesia cuando son consagrados por el
obispo se tienden en el suelo con los brazos cruz antes de que se les otorgue
la sagrada unción y la capacidad de ejercer el sacerdocio de Melquisedec. Así
entienden de un modo más vivido que esta crucificados con Cristo y puestos
al servicio de Dios y de los hombres.
Ese mandamiento divino que recibe san Juan es muy masónico. Por varios
siglos ha sido la motivación de los estudios de las medidas del templo de
Salomón, del templo de Ezequiel, y de las dimensiones del tabernáculo de
Moisés, y de otros estudios sobre las medidas de altar de los perfumes o las
de arca de la alianza. Y desde luego también ha inspirado los estudios de
Leonardo Da Vinci, y otros sabios sobre las dimensiones del cuerpo humano y
su relación con el cielo o el cosmos.
Pero la clave de este versículo uno este notable capítulo once del libro de
Revelaciones es la kabalah griega, no la hebraica. Sin embargo, el número 9
que deriva del 45 del nombre de Adam, es el eje de esta doctrina.
Respecto de la palabras los que adoran a Dios frene a Dios en ese templo
celeste, se entiende que esos adoradores son sacerdotes. En griego
sacerdote se dice: ιερυς cuyas letras nos arrojan las cifras: 10 + 5 + 100 + 5 +
400 + 200 = 720. Así nuevamente tenemos un 9 como resultado.
Por eso la historia de los orígenes de Roma, por ejemplo, narra que Rómulo y
Remo tuvieron una especie de duelo chamánico religioso para obtener una
respuesta de los dioses que indicara el sitio en que se emplazaría la Ciudad, y
a la vez quien la gobernaría.
Otros criterios es la caída de un rayo a pleno día, sin una tormenta de por
medio, o el lugar de un sueño profético, como es el caso de Jacob y el
santuario de Betel. O la aparición de un manantial de agua potable de modo
inesperado, como ocurre en Lourdes, o la caída de un meteorito, como en la
Mekka, o el lugar de sepultación de un santo o de un vidente, como es la
capilla sixtina bajo la cual están los huesos de Simón Pedro.
Las leyendas judaicas dicen que el monte de Sion es el mismo monte Morya
donde Abraham quería sacrificar a su hijo Isaac, y un ángel del cielo detuvo
su mano. Lo dice la leyenda, no la Biblia. Lo que las crónicas del Antiguo
Testamento narran es que en la colina de Sion, al lado noreste de Jerusalén,
se apareció un ángel con una espada en la mano para ejecutar un castigo
68
En esa época el Jerusalen era una ciudad pequeña, y el templo estaba afuera
de la ciudad, y en un nivel más alto, y al noreste, no como ahora, en que la
mezquita de La Roca, construida en el mismo lugar del viejo templo, se halla
dentro del perímetro de la ciudad cuatro veces milenaria.
Y son tres toques con la espada flamígera, pues sobre Jerusalen también
descendió el fuego del Espíritu Santo en la persona de los Apóstoles de Jesús
en la festividad judía de Pentecostés. Así se rememoran y se reviven en
nuestros ritos de iniciación esos tres momentos en que la Energía Celeste
descendió sobre el monte de Sion.
Y este uso de la Espada Flamígera se haya reforzado ´por el uso del mallete,
símbolo del martillo de Thor, que golpea tres veces la hoja de la espada. Y
como todos sabemos el martillo de Thor es símbolo tradicional del rayo o del
relámpago, el arma favorita de Zeus, homólogo de Thor. Este relámpago
evocado por nuestros ritos es el símbolo de la iluminación interior del alma
del iniciado, que en los escritos estéricos más serios es comparada a una luz
relampagueante. De allí surge la palabra semítica Báraka, o Béraca, usada en
la Biblia y en el Korán, que significa al mismo tiempo “bendición” y
“relámpago”.
Se considera que un versículo X contiene una porción del Verbo Creador del
universo o un destello de la Verdad Eterna y al irse sumergiendo la conciencia
en el sonido del versículo o en su significado uno termina unificándose con la
Realidad evocada en la frase mística de nuestro interés, o con el Poder
divino encarnado en la Palabra o Logos.
El Padre Nuestro, además de ser la oración dominical que enseño Jesús a los
apóstoles es un completo resumen de las verdades esenciales del
Cristianismo, perfectamente sintetizadas en sus siete peticiones. Funciona
como un mantram de múltiples fines: Iluminación, sanación, protección,
salvación, etc.
enseña que Iesus es el Alfa y la Omega. Escribí Jesús con I y no con J pues en
griego, en latín y en arameo es con I, o con la iota o con la Yod con la que
empieza ese nombre divino de poder.
Este canto es tan poderoso que las comunidades gnósticas kabalistas judías
del segundo y tercer siglo de nuestra era buscaron una fórmula de poder tan
eficiente como es mantram cristiano, y lo encontraron en la palabra
MITATRON. Obsérvese las letras y el sonido: M IIIII T AAAA TR OOOO N.
Así todo el cuerpo y los chakras vibran al unísono y el cuerpo astral se purifica
y se armoniza con la Conciencia Divina. De idéntica manera como lo haría el
Om Mani Padme Hum de un lama tibetano.
Un mantram en latín también puede ser muy útil: Por ejemplo: IIIEESUUM
CRISTUM VADEMECUM. (Jesús Cristo va conmigo).
En el monte Athos los monjes repiten 300 veces el Padre Nuestro. Y 600
veces el avemaría. Y unas 5000 veces al día la oración de Jesús ya
mencionada: Señor Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí. O la más corta
que dice Señor ten piedad, o Cristo Ten piedad. (Kyrie Eleison o Cristie
eleison respectivamente). Y la visión de la Luz infinita o AIN SOF AUR es
habitual para ellos, igual que para los grandes yoguis de la India.
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En las logias masónicas los tres dignatarios que gobiernan el taller son el
Venerable Maestro, el Primer Vigilante y el Segundo Vigilante. Se les
considera como columnas vivientes, representando respectivamente a los
tres atributos de la Divinidad: La Sabiduría, la Fuerza y la Belleza.
Continuando de esa manera en el presente una importante doctrina
teológica medieval, expresada por el séptimo sucesor de San Francisco, -un
santo muy masónico-, pues el Propio Jesucristo le ordenó reconstruir
moralmente a su iglesia. Y se lo ordenó tres veces, en una aparición en la
iglesia de San Damián, en Asís.
El libro de los Proverbios, de la Biblia, -al inicio del capítulo 9-, dice
textualmente: LA SABIDURÍA CONTRUYÓ SU CASA Y LA LEVANTÓ SOBRE
SIETE COLUMNAS. Lo cual nos indica que para iniciar los trabajos en cada
tenida se debe contar con la asistencia de a lo menos de 7 hermanos
regularmente iniciados. Lo mismo que para organizar y fundar una logia
deben haber siete maestros dispuestos a crearla y así Levantar Columnas.
Iglesia y Logia.
Más justo al amanecer, es decir, bajo la LUZ de los primeros rayos del Sol, se
les aparece Jesús resucitado y les habla desde la orilla. Y les ordena arrojar la
red a la derecha de la barca. Lo hacen y se sorprenden de que de inmediato
la red se llenó de peces, tantos que no podían sacarla por su gran peso. Y
debieron arrastrarla hasta la orilla y allí contar el número de peces.
Eran 153 peces y era la TERCERA vez que Jesús resucitado se manifestaba a
sus discípulos después de su muerte.
Las cifras de 153 contienen otro mensaje oculto que nuevamente nos
conecta a la logia con la Iglesia. Pues en hebreo la palabra Congregación se
dice Qahal. (Qof= 100. He=5. Lamed= 30. Es decir, 100+5+30= 135=9). Pero si
a la primera y a la última letra hebrea le sacamos los ceros de su valor
ordinario nos da en cifras simples 153.
Pues esos peces extraídos del agua del bautismo son personas que formaran
iglesia o congregación (Qahal) y la historia ha demostrado que pueblos
enteros se han congregado dentro de la Barca de Simón Pedro y sus
hermanos de la logia crística, integrada por los apóstoles. Y como ya
sabemos, por el capítulo anterior la iglesia primitiva reconocía a los tres
principales apóstoles, -los iluminatis del monte Tabor-, Jacobo, Juan y Pedro,
como las tres columnas que dirigían a la Qahal. Y los tres estaban en la barca
de Pedro. Apareciendo como los Hijos de Zebedeo. Es decir, Jacobo y Juan.
Los tripulantes de la barca eran una logia, dentro de ella iban las tres
columnas y cuatro oficiales menores. Y con Jesús como pas master, eran 8
personas. Igual como Noé y su familia eran 8 tripulantes dentro del Arca,
cuyas medidas en codos también forman una cifra adámica. Logia flotante
que sería el núcleo de una inmensa familia iniciática a través de la historia, la
ecclesía cristiana.
formada por OCHO hermanos. Sociedad iniciática que debía crecer y reflejar
la luz de la sexta iglesia del Apocalipsis, la iglesia de Filadelfia. Siguiendo las
teorías de Simon Studion.
Lo que indica que a los ojos de Cristo y de los cristianos de las primeras
generaciones lo que llamamos FE cristiana y el Amor a Dios, no es una
cuestión de emocionalidad ciega, sino que debe ir acompañada de un recto y
profundo uso del intelecto o de la razón. Pues el sendero cristiano de aquella
época incluía un llamado a unir armoniosamente EL AMOR Y LA SABIDURÍA, Y
NO A SEPARARLOS, COMO SE ENTIENDE HOY. Conocer a Dios es la Gnosis
suprema. Para llegar a conocer a Dios hay que amarlo. (Marcos 12,30).
En cifras: 1+5+2+5= 13. Como Yahveh tiene el valor gemátrico de 26, vemos
claramente que la suma de UNO y AMOR en hebreo nos da 26, pues es la
adición de 13+13.
De allí podemos deducir que el amor fraternal es un modo de ser UNO con
Dios, de retornar desde la multiplicidad a la UNIDAD del Ser Divino. Por eso el
mismo Jesús, Verbo de Dios encarnado, nos ensena en el evangelio de Juan
17,21 al 23, que el amor fraternal y místico ES PARA QUE TODOS SEAN UNO,
COMO TU PADRE EN MI, Y YO EN TI, QUE TAMBIÉN ELLOS SEAN UNO EN
NOSOTROS. PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TU ME ENVIASTE. LA GLORIA
QUE YO LES HE DADO, PARA QUE SEAN UNO, ASI COMO NOSTROS SOMOS
UNO. YO EN ELLOS Y TU EN MI, PARA QUE SEAN PERFECTOS EN UNIDAD,
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA QUE TU ME ENVIASTE, Y QUE LOS HAS
AMADO A ELLOS, COMO TAMBIÉN A MI ME HAS AMADO.
“Al que venciere, YO le hare COLUMNA del Templo de Mi DIOS (en el Templo
de la Logia Celestial del Oriente Eterno) Y ESCRIBIRE SOBRE ÉL EL NOMBRE
de mi Dios, y el NOMBRE de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalen que
desciende del Cielo, y MI NOMBRE NUEVO. Es decir, el masón ha recobrado
la Palabra Divina que perdió con la caída, y en la división de las lenguas en
Babilonia.
81
Y eso mismo, con ligeras variantes es lo que dicen los rituales del grado 14 de
la masonería capitular al beber el vino y comer el pan del amor fraternal. Unir
a los seres humanos en el Bien y en la Verdad, para apoyar y servir a las
85
Tampoco debería sorprender a los Kabalistas y a los cristianos que lean este
libro que en este capítulo se afirme que La Kabalah no solo tiene su origen en
las Revelaciones de Moisés, sino que hay en sus doctrinas raíces egipcias.
Se llaman “Hijos de la Viuda” a los Horus, a los Juanes, a los Cristos y a los
Hirams de las Sagradas Escrituras. Las razones exactas de ese nombre se
darán más adelante, como también su aplicación a los Maestros Masones en
los tiempos modernos.
El presente capítulo pretende demostrar que las cosas que narra la Biblia son
muchísimo más interesantes de lo que las personas piensan ordinariamente,
y que es muy bueno mirar las sagradas letras con mirada grande y amplia, y
no con ojo pequeño y miope, como es común leerlas.
Y la idea del pesaje de los espíritus bajo la mirada de Yahvé está también en
Proverbios 16,2. Por eso no hay duda de que la idea del Tribunal de Osiris y el
pesaje de los corazones fue tomada de las narraciones del Libro de los
Muertos.
En los Hechos de los Apóstoles, cap. 7,22, dice textualmente que Moisés fue
enseñado en toda la sabiduría de los egipcios, y que en virtud de eso era
poderoso en sus palabras y obras.
Lo mismo ocurre con las palabras de Jesús en Lucas cap. 16,19 al 31, en la
parábola del Rico Epulón y el Pobre Lázaro. Su contenido es copia fiel de una
enseñanza egipcia acerca de lo que sucede en el más allá. Se trata de la
Historia de Satmi-Kharnois y de su hijo Senosiris, según consta en el Papiro
604 del British Museum. Este papiro en cuestión es del siglo VI antes de
Cristo.
“Un día Satmi vio a un rico que llevaban a sepultar a la montaña en medio de
grandes honores y lamentos. Miró por segunda vez a sus pies y he aquí que
divisó a un pobre al que llevaban fuera de Menfis, solo y sin que hubiera
nadie que fuera detrás de él. Satmi dijo entonces: Por la vida de Osiris, el
Señor del Amentit (El más allá), ojalá me hagan en el Amentit como a esos
ricos que tienen tan gran cortejo de personas que se lamentan, y no como
esos pobres que llevan a la montaña sin pompa ni honores.
Aquel pobre hombre que viste cuando lo llevaban fuera de Menfis, y al que
nadie acompañaba y que iba solo envuelto en una sábana, ¡ese es! Lo
trajeron al hades, pesaron sus malas obras en contra de los meritos que
había hecho cuando estaba en la tierra, y resultó que sus obras buenas eran
más numerosas que su malas obras.
Y a aquel rico que viste, lo condujeron a la sala del juicio, pesaron sus malas
acciones contra sus méritos, y encontraron sus malas acciones más
numerosas que sus buenas acciones. Y es ese que viste, con el eje de la
puerta del Amentit, clavado en su ojo derecho, y rodando sobre ese ojo,
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siempre que la puerta se abre o se cierra, mientras que su boca lanza grandes
gritos… Al que obra bien en la tierra se le concede el bien en el Amentit, y al
que obra mal se le concede el mal”.
El lector puede abrir su biblia y leer la parábola del rico y del pobre Lázaro en
el cap. 16 de san Lucas ya mencionado, y comparar las ideas de fondo de la
narración con el texto egipcio. Verá que la esencia del relato de Jesús es
idéntica a la del texto egipcio, con las debidas adaptaciones a la mentalidad
judía.
A esta altura también se debe recordar que el Nuevo Testamento afirma que
Jesús es el Juez de los vivos y de los muertos, una función propia de Osiris en
la religión egipcia. (Hechos de los Apóstoles, cap. 10,42).
Pero no sólo Jesús tomó esa historia de los castigos y de los premios en el
más allá. La misma parábola es narrada en el Talmud Palestino, con sólo un
cambio de nombres, tal como Jesús lo hace. En este caso se llama El Cuento
Rabínico del Devoto y del hijo del Publicano Ma´yan. (Hagiga II, 77d.38).
Lo mismo puede decirse de un trozo del Evangelio de san Juan, del famoso
capítulo 3, donde se nos dice que es necesario al hombre nacer por segunda
vez, para poder entrar al reino de Dios. Pues bien, en el Libro de los Muertos
de los Egipcios también se afirma que para entrar al Mundo de la Luz del Día
y entrar en comunión con los Dioses, el hombre debe nacer por segunda vez,
transformándose así en un Osiris.
Este segundo nacimiento se opera durante la vida de una persona por medio
de un sagrado rito de iniciación, que en el caso de los cristianos se denomina
Bautismo. Y para quienes no recibieron en vida esa iniciación, podría
otorgárseles después de la muerte, y siempre que hubieren pasado con éxito
la prueba del juicio de Osiris.
La misma cosa sucede con la famosa doctrina del Verbo Creador de Dios que
es Jesucristo antes de hacerse hombre, descrita en los primeros versículos
del Evangelio de san Juan, en un texto muy conocido por los Hermanos
Masones.
Si uno observa con atención las doctrinas religiosas egipcias que describen el
proceso de creación del universo, verá que fue el poder de “La Palabra” de
Atum, o de Ptáh, el gran arquitecto del cosmos, la que creó todo, y que esta
palabra o verbo creador fue personificada como TOTH. Por lo tanto, el Logos
de Juan es el Cristo Dios y es Toth.
Y por añadidura, los egipcios y los cristianos, y los judíos, han creado todo un
culto a las palabras de Toth, o a las Palabras de Yahvé, o a las de Jesucristo,
para apoderarse de sus promesas, o para redactar bendiciones, hacer
exorcismos y otras maniobras religiosas que resumimos con el nombre de
magia, por seis mil años. (Y con la misma eficacia fundamental, aunque eso
les pese a los cristianos). La Kabalah es un sistema basado en la Palabra
Divina y en el poder de los Nombres de Dios, y eso no es solo una lejana
influencia Babilónica, sino que esencialmente Egipcia.
“Esta Luz soy Yo, la Inteligencia, tu Dios, que precede a la naturaleza húmeda
surgida de las tinieblas. La Palabra Luminosa (El Verbo) que emana de la
inteligencia, es el Hijo de Dios. Entérate, lo que en ti ve y oye es el Verbo, la
Palabra del Señor; la Inteligencia es el Dios Padre. No están separados el uno
del otro, pues su unión es su vida”.
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Compárese con lo que dice el primer capítulo del Evangelio de San Juan.
(vers. 1 y el 4): En el Principio era el Verbo (la Palabra) y el Verbo era con
Dios, y Dios era el Verbo….. En Él estaba la Vida y la Vida era la Luz de los
Hombres.
Veamos ahora el asunto de los Hijos de la Viuda. Las leyendas egipcias de Isis
y Osiris dicen que de esa pareja nació un hijo póstumo, llamado Horus. Este
niño, llamado Harpócrates para los griegos, fue dado a luz cuando su madre
Isis ya estaba viuda por la muerte de su padre, asesinado por Set-Tifón-
Apofis.
Por lo tanto, el niño Horus, o Har-Par-krat, creció y fue conocido como el Hijo
de la Viuda, que al llegar a su mayoría de edad, combatió contra el asesino de
su padre Osiris, y tras vencerlo y matarlo, recobró el trono de Egipto para él y
para su madre.
De allí que los cristianos pueden afirmar que su Maestro también es un Hijo
de la Viuda, como Horus o Harpócrates.
por segunda vez, los iniciados, los nuevos Horus, se han convertido también
en Hijos de la Viuda trascendida.
Y para coronar esto, los francmasones, habiendo puesto el ojo de sus mentes
en la construcción del templo de Dios de Jerusalén, por mandato del Rey
Salomón, han descubierto que el maestro arquitecto que le envió el Rey
Hiram de Tiro a Salomón para ejecutar los trabajos, era hijo de una mujer
viuda, israelita, de la tribu de Dan, y de un padre de Tiro, ya fallecido.
Por lo tanto, los maestros masones, como hijos espirituales de Hiram Abi, el
arquitecto, un hijo de la viuda, y como vinculados a la Luz de Osiris-Horus, y
al Espíritu gnóstico-Joánico del Nuevo Testamento, se han llamado también
Los Hijos de la Viuda.
Y por eso, para ser exaltados al grado de Maestro deben vivir un rito
iniciático de muerte y resurrección, que los une con la muerte de Osiris y la
de Jesucristo, y los hace emerger de la tumba como hombres nuevos, otros
Osiris, otros Cristos (ungidos), y por tanto herederos del Espíritu del Maestro,
como Juan.
Lo mismo dice san Pablo, que los que se bautizan o se sumergen en el agua
del bautismo, participan de la muerte de Cristo, y al emerger del agua, y
vestir ropas blancas, participan de su resurrección. Es decir, se han
transformado en Osiris-Cristo mediante un rito iniciático. (Colosenses 2,12. Y
Romanos 6, 3-4).
“Que toda la naturaleza del mundo escuche este himno. Ábrete, tierra, que
toda la reserva de lluvias se abra a mí, que los árboles no se muevan más.
Voy a cantar al Señor de la Creación, al Todo, al Uno. Abríos, cielos, vientos,
calmaos.
Todos demos bendición a Aquel que está por encima del cielo, al Creador de
toda la naturaleza. El es el OJO de la Inteligencia, que reciba la bendición de
mis potencias. Cantad al Uno y al Todo, potencias que estáis en mi; cantad
según mi voluntad. Gnosis santa, iluminado por ti, canto a través tuyo a la Luz
ideal, me regocijo en la alegría de la inteligencia.
Todas mis potencias, cantad conmigo: canta, oh continencia mía; justicia mía,
canta por mí la justicia; comunidad mía, canta al Todo. Verdad, canta por mí
la verdad. Bien, canta el bien; vida y luz, de nosotros a vosotros sube la
bendición. Yo te bendigo, Padre, energía de mis potencias; yo te bendigo,
Dios, potencia de mis energÍas. TU VERBO CANTA POR MI. Recibe por mí a lo
universal en el Verbo. Al sacrificio verbal.
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Esto es lo que gritan las potencias que están en mi. Ellas te cantan, a Ti, lo
Universal. Ellas cumplen tu voluntad. Salva a lo universal que está en
nosotros, oh Vida. Ilumina, oh Luz, Espíritu de Dios. ¡Porque la Inteligencia
hace nacer Tu Palabra; Creador que contienes el Espíritu!
Tu eres Dios, y el hombre que te pertenece grita estas cosas a través del
fuego, el aire, la tierra, el agua, el espíritu, a través de tus creaciones. Yo he
encontrado la bendición en tu eternidad. Lo que busco, lo he obtenido de tu
sabiduría, y sé que por tu voluntad he pronunciado esta bendición”. (Libro de
Hermes, cap. XIII).
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Con el tiempo toda la tradición oral va quedando escrita, pero siempre hay
una parte del material original de una revelación que no se anota y se guarda
en la memoria de una familia o de un grupo esotérico. O bien son visiones
que se transmitieron de boca a oído, o bien son explicaciones o formas de
interpretación de determinados textos. Tal es el caso del profeta Isaías, su
escuela se demoró doscientos años el dar término al famoso libro de Isaías. O
el libro de Samuel, y Crónicas, escritos por Gad y Natán, discípulos de Samuel.
Según estos conceptos Kether, con su punto de luz inmutable, está sobre el
Ara de Nuestros templos. Y Hocmah, la sabiduría, es emanada hacia el
oriente, al sitial del V:. M:., Luego desde Hocmah se proyecta una segunda
emanación a occidente, la Potencialidad Creadora de Binah aparece en el
Primer Vigilante. Finalmente surge la tercera emanación hacia el Segundo
Vigilante, que representa la Belleza.
Ese sephirot es ya una realidad ubicada dentro del espacio tiempo, llamada
Típheret, o el sexto sephirot del cual se puede dar todo tipo de explicaciones,
usando los Evangelios y los todos los textos del Nuevo Testamento, pues se
relaciona con el corazón y la belleza moral de los seres, no solo su belleza
material. Sino también con el ser Mesiánico o Crístico esencial que encarnó
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Cierro esta obra con una cita del Evangelio de San Juan 20,30-31:
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