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KABALAH AVANZADA PARA MASONES Y CRISTIANOS.

Profesor Fernando Laredo Cárter.


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Antecedentes del Autor.

Profesor Fernando Laredo Cárter, Maestro Masón Grado 18 R:. E:. A:. y A:.

Profesor de Religión Católica, graduado con distinción máxima en Cristología,


Eclesiología y Sagrada Escritura, en posgrado de cuatro semestres organizado
por el Obispado de Valparaíso 1992-1993 y la Universidad Católica de
Valparaíso.

Miembro de la Logia Lob Nor de la Sociedad Teosófica, y de la Logia Lux Thot


de Buenos Aires, afiliada a la Orden Hermética del Amanecer Dorado.
Tambièn miembro de la Logia Leonardo Da Vinci 30-2, perteneciente a la
Gran Logia Nª30, jurisdiccionada al Rito Nacional Mexicano.

Miembro de la Asociación de Autorrealización de Paramahansa Yogananda e


iniciado en Kriya yoga de esa misma escuela.

Miembro de la Antigua y Mística Orden Rosacruz (Amorc) y de la Corporación


Randolph, también de orientación Rosacruz.

Fundador y Director del Instituto Esotérico San Atanasio de Athos.

Autor de diversos libros: “Numerología del Nuevo Testamento”, “Historia


Esotérica y Espiritual de Chile”, “La Masonería, Un clon de los Rosacruces del
siglo XVII”. “Técnicas de Protección Psíquica y Astral”. “Origen Bíblico
Teológico de los Arcanos Mayores del Tarot”. “Manual para Exorcistas laicos
y esoteristas libres”.

Finalmente el autor tiene en su biblioteca personal la Biblia completa en


hebreo, (texto masorético + un nuevo testamento en hebreo para conversos)
y el Nuevo Testamento en Griego. Lo que permite consultar directamente los
textos sin intermediarios.
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Índice.

Prólogo. Página 3

La Luz. “ 11

El Verbo y la Palabra Perdida. “ 16

La Trinidad. “ 27

Los “YO SOY” de Cristo. “ 32

La Nueva Jerusalén y El Reino de Dios. “ 37

La Estrella Resplandeciente de la Mañana. “ 43

El árbol de la Vida. “ 46

Los Cielos Abiertos. “ 50

La Piedra Viva y las Otras piedras del Santuario. “ 53

La Gematría de San Mateo. “ 56

Bautismo e iniciación masónica de Primer y Tercer Grado. 61

Las Medidas del Templo, del Altar y del Hombre. “ 64

La Espada Flamígera. “ 66

Mantrams del Nuevo Testamento. “ 70

Las Columnas del Templo. “ 74

Iglesia y Logia. “ 76

La Shemá y el Amor Fraternal. “ 79

La Eucaristía entre masones y cristianos. “ 81

Los Hijos de la Viuda en el Nuevo Testamento. “ 86

EpÍlogo. Los tres aspectos del Arij Anpin: “ 95.


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Prólogo.

Sean estas primeras palabras para indicar al lector que, contrariamente a lo


que piensan los reduccionistas de siempre, el cristianismo NO ES UNA MERA
ESCUELA DE MORAL PARA HACER HOMBRES Y MUJERES BUENOS,
socialmente serviciales y abnegados. Altruistas y generosos. Es mucho más
que eso. Es una escuela para alcanzar la Gnosis, una iluminación espiritual
unida a una cosmovisión teocéntrica y coherente con la realidad universal,
capaz de entroncarse con el Pitagorismo, el Platonismo, el Hermetismo
egipcio, el Islam, y el Hinduismo.

Mi maestro, hace muchos años, un hermano grado 33 de la masonería


chilena me dijo una frase que es digna del bronce: EL CRISTIANISMO TIENE
POR OBJETO HACER DIOSES, NO SOLO HOMBRES BUENOS.

Y eso es lo que afirma, precisamente, el evangelio de san Juan, Mateo, y


algunas cartas de San Pedro. Como veremos más adelante.

Cristo fundó una escuela esotérica, o, en términos del Antiguo Testamento,


una escuela de profetas o videntes. Y si se quiere decirlo en el lenguaje de los
griegos del Mediterráneo, anterior a los romanos, una escuela de misterios,
con iniciaciones y grados de realización espiritual. Dicha escuela constituyó
una comunidad de personas que hoy denominamos la iglesia cristiana. Y, que
a pesar de su edad, e impurezas, propias de la naturaleza humana, conserva
su esencia iniciática y un contacto interior y secreto con el maestro y avatar
que la fundó.

La palabra “esotérico” para identificar a los ritos, enseñanzas y símbolos


cristianos nos puede resultar rara hoy, porque la palabra ha sido excluida de
los documentos cristianos de estos últimos 1000 años, pero en la antigüedad
los cristianos más notables consideraban a la religión cristiana como una
excelente filosofía, como ese el caso del mártir y filósofo san Justino, del siglo
II, y en el caso de San Clemente, Obispo de Alejandría, un esclarecido padre
de la Iglesia, en sus libros de comienzos del siglo III, da testimonio que él
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recibió una enseñanza esotérica que venía desde Jesús mismo y de los
apóstoles, por más de 150 años después de fundada la iglesia.

Y transmitida en una cadena ininterrumpida (shaleshelet ha kabalah) hasta


él, y que desde luego se puede constatar leyendo los libros del propio san
Clemente, e incluso observarse algunos escritos de Orígenes.

“No es el sol el que nos mostrará jamás al Dios verdadero, sino el Logos
saludable, sol del alma, que al surgir interiormente en la profundidad de
nuestra mente es el único capaz de iluminar el ojo del alma”. (Protréptico,
67ss. Clemente de Alejandría).

Desde ya decimos en este prólogo que ese “Logos Saludable” dentro del alma
es Jesucristo. Logos o Palabra Viviente de Dios que se hace hombre. (Juan
1,14). Por tres siglos se reconoció a Clemente de Alejandria como un santo,
pero algunas dudas sobre la ortodoxia en algunos puntos secundarios de su
doctrina le quitaron el calificativo de santo, pero su autoridad teológica y
moral sigue vigente para todas las iglesias.

La palabra “esotérico” viene del griego “esoterós”, de Pitágoras, quién


aplicando esa palabra que se usaba para indicar lo más interior de una casa,
lo aplicó para designar la doctrina más interior o secreta de un maestro o de
una escuela. De a partir de ese momento en todas las escuelas filosóficas y
religiosas de la antigüedad se habló de dos niveles de enseñanza. La exotérica
y la esotérica, la doctrina pública y la privada, la enseñanza exterior y la
interior.

A la enseñanza interior o esotérica solo se tenía acceso por una iniciación


especial que se otorgada a los individuos más calificados por su inteligencia y
fidelidad, a convertirse en hijos espirituales de un maestro.

Esas clasificaciones fueron usadas por Aristóteles, por los Esenios, y por
Jesucristo. Quien lo dude lea a Marcos 4,11. Estar afuera es ser profano, y
tener solo acceso al conocimiento de la ley moral, pero estar adentro es
tener acceso al Conocimiento de Dios (Gnosis) y sus secretos, escuchados
directamente de boca del maestro o de un discípulo auténtico de Él.
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En eso consiste precisamente la Kábalah, palabra hebrea que significa lo que


se “recibe” (Kibel) de Boca a Oído, de maestro a discípulo. Es una Sabiduría
secreta (Hocmah Nisterot) que se transmite por medio de una cadena de oro
ininterrumpida, desde Moisés, o de alguno de los Profetas o desde el Mismo
Jesucristo.

Es completamente inadecuado buscar los fundamentos de la kabalah en la


ciencia contemporánea, o en la psicología profana. El fundamento es siempre
la experiencia mística de Moisés, o las visiones de un profeta, las
revelaciones del Mesiaj, o la misma Sagrada Escritura, Palabra de Dios. Solo
después de aceptar la inspiración divina de esa doctrina revelada y escrita se
pueden buscar aplicaciones en el campo de la física cuántica, o en algunas
corrientes de la psicología moderna que sean compatibles con el origen
sobrehumano y espiritual de este esoterismo judeo-cristiano.

Así planteadas las cosas sin ambages, y sin concesiones al ateísmo, al


relativismo y al materialismo de muchos, podemos comenzar a comprender
la trascendencia de esta enseñanza tradicional para iniciados.

El Cristianismo original era rigurosamente iniciático, y su objeto no solo era la


purificación moral de un individuo, hijo de la tierra, sino su transformación en
un Hijo de Dios, y la obtención de la gnosis y los poderes correspondientes a
dicho estado. El bautismo era una ceremonia de muerte y resurrección,
denominada como un segundo nacimiento en el Espíritu. (Consultar el libro
de René Guenon El Esoterismo Critiano).

En el Evangelio de Juan 3,5 dice: … EN VERDAD TE DIGO, QUE NO PUEDE


ENTRAR EN EL REINO DE DIOS, SINO EL QUE FUERE RENACIDO DEL AGUA Y
DEL ESPÍRITU SANTO.

ENTRAR es la clave. La palabra “esotérico” también está relacionada con el


verbo griego EISOTEO que significa “YO HAGO ENTRAR”. Por tanto esta idea
der nacer por segunda vez de un cristiano se relaciona claramente con el
segundo nacimiento de un mortal como un Osiris en los misterios egipcios, y
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con el segundo nacimiento de un Brahman cuando recibe su cordón triple de


manos de su maestro para ponérselo al cuello.

Lo mismo se pretende representar en las iniciaciones masónicas de primer y


tercer grado. Y en las iniciaciones de la orden de los Swamis de la India, hijos
de Sankaracharya, en las que se pretende simbolizar una muerte y una
resurrección en un plano superior.

Recordemos las palabras de Cristo en san Lucas 11,52: HAY DE VOSOTROS,


INTERPRETES DE LA LEY, PORQUE HABEIS QUITADO LA LLAVE DE LA CIENCIA
Y VOSOTROS MISMOS NO “ENTRASTEIS” Y A LOS QUE “ENTRABAN” SE LO
IMPEDISTEIS. En estas frases se ve claramente que para el entendimiento y
enseñanza de Jesucristo existían LLAVES DE LA GNOSIS, O DEL
CONOCIMIENTO ESPIRITUAL que permitían a las almas ENTRAR en un plano o
dimensión superior, en el Reino de la Conciencia Divina de un modo directo y
pleno.

Símbolo central de los estudios kabalisticos es el Etz Jaim, el árbol de la Vida


del cual nos habla directamente el Génesis y el Apocalipsis, y
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tangencialmente la Zarza ardiente y la Menorah, el candelabro de siete luces.

Ese diagrama que llamamos el Etz Jaim o árbol de la vida es una especie de
mapa del alma universal, y a la vez es una imagen del mismo ser humano,
una imago Dei, ya que en diversos textos del Antiguo Testamento se
relaciona árbol con el hombre justo, o eventualmente con el hombre
corrompido por el pecado. Jesús mismo compara al ser humano con un árbol
que debe dar buenos frutos para Dios y para la comunidad. (Salmo 1,3, Isaias
61,3).

Así las cosas, la masonería es, en lo que a la historia contemporánea se


refiere, una hija del cristianismo. Y así como el cristianismo es una escuela
esotérica en su origen, tal característica fue transferida a la masonería
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medieval por la influencia de la Iglesia Católica, y posteriormente a la


masonería británica del siglo 17, gracias a la mediación de los rosacruces
alemanes e ingleses de aquel siglo.

Esa transferencia no era contradictoria con otras influencias iniciáticas que


estaban insertas en aquella masonería operativa de raíces mediterráneas y
mistéricas anteriores al advenimiento del Mesiaj, sino que la enriqueció, y la
elevó aún más al transformarse en especulativa.

Así como la iglesia primitiva usó de la filosofía platónica, y del estoicismo, y


del elementos del pitagorismo para explicar a los pueblos sus misterios
teológicos en un lenguaje racional, la masonería especulativa de esencia
rosacruz y mística, tomo elementos simbólicos del arte medieval de la
construcción para su pedagogía y ritos iniciáticos.

Y desde luego, las raíces pitagóricas y kabalísticas presentes en el Nuevo


Testamento también fueron incorporadas en el cuerpo doctrinal de los
masones especulativos. En las edades simbólicas de cada grado, en las
baterías de los grados, en las marchas misteriosas de cada grado, en las
palabras sagradas de reconocimiento, y en la geometría completa de la
catedral espiritual e invisible, que la fraternidad masónica va construyendo
en el éter y en la sociedad humana a través de los siglos.

Para cerrar este prólogo debo recordar a mis respetados lectores que el
objetivo de la iniciación masónica en el grado de aprendiz pretende la
iluminación del alma del neófito, al final de los tres viajes simbólicos y su
juramento. Ese objetivo concuerda perfectamente con las palabras de los
antiguos padres de la Iglesia que afirmaba y enseñaban que el sacramento
del bautismo era y es un ritual de iluminación, e iniciación a la vida cristiana,
y por eso se le entregaba un cirio encendido en la mano al bautizado al final
de la ceremonia, que resplandecía con La Luz de Cristo Resucitado, cuya
flama había sido tomada del Cirio pascual.

Así mismo el cirio pascual encendido era introducido ritualmente en el agua


bautismal para transferirle sus propiedades espirituales y así iluminar la
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mente del nuevo cristiano. Rito que aún se ejecuta por mano de los obispos
al bendecir el agua bautismal que se usara todo el año para purificar y
consagrar nuevos miembros para la iglesia.

Miembros, que en la antigüedad eran adultos que eran probados por “tres
años” antes de ser bautizados. Ese era el tiempo del catecumenado. Y
catecúmenos se llamaba a los candidatos al bautismo. Esa saludable y
rigurosa costumbre iniciática desapareció al masificarse el bautismo de
niños, y sólo se conserva en las iglesias protestantes y en algunos
movimientos de renovación católica llamados Neo-catecumenado.

Finalmente debo aclarar a cualquier lector adicto al Zohar o al movimiento


Luriano, que el autor de esta obra no sigue a esas escuelas o corrientes tan
populares del judaísmo esotérico moderno. Sólo en algunas ocasiones muy
limitadas utilizará esos datos. Y la razón es lógica, en la perspectiva de este
libro el Mesiaj ya vino y creó una nueva kábalah, que no es contradictoria con
la anterior de origen mosaico y profético, ya que el mismo Jesúa dijo que el
no venía a cambiar la Ley sino a cumplirla, y que mientras el cielo y la tierra
existan no se cambiará ni una iota o una Yod de la Ley divina.(Mateo 5,17-18)

La kábalah de Jesúa es la natural continuación de la doctrina esotérica de


Israel. Y completa la visión y la esperanza de la mayoría de los creyentes e
hijos de Abraham, nuestro padre en la fe y el Amigo de Dios.
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La Luz.

“Y dijo Elohim, sea la Luz (Aor) y la Luz (Aor) fue”. (Génesis 1,3) “Y Elohim vio
que la Luz era Buena”. “Separó la Luz de las Tinieblas”, “y llamó a la Luz Día y
a las Tinieblas Noche”. Eso ocurrió en el día primero de la creación.

Dijo san Juan, en su Primera Epístola: “Dios es Luz”. (Elohim Aor). En el


capítulo 1,5.

En el primer capítulo del Evangelio de Juan dice que Cristo, el Verbo o la


Palabra de Dios encarnado, “ES LA LUZ QUE ALUMBRA A CADA HOMBRE QUE
VIENE A ESTE MUNDO”. En san Lucas 17,21 se enseña que “EL REINO DE
DIOS ESTA DENTRO DE NOSOTROS”.

Y como ese reino es de luz, se comprende perfectamente que se trata de una


clara doctrina que enseña que el Verbo cósmico o el Jesús Dios es la Luz
interior omnipresente que alumbra la conciencia y la mente humana desde la
profundidad de cada ser humano.

En los cálculos gematricos “Elohim Aor”, o “Dios es Luz”, es la suma de 86 +


207 = 293, o 14. (2+9+3=14). Las cifras de cada letra de Elohim es 86. Y la
suma de las letras de Aor o Luz en hebreo es 207.

Esta suma de cifras que da 14 también se produce con el nombre del


Arcángel ORIEL o AURIEL, que significa LUZ DE DIOS, cuyas cifras dan 248.
Cifras que al volver a sumar da 14. No en vano el capítulo uno del Evangelio
de San Mateo gira en torno del 14 como una importante cifra que marca el
advenimiento del Mesiaj.

Por eso Jesús dice en el cap. 8,12 del Evangelio de Juan YO SOY LA LUZ DEL
COSMOS, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
Vida. Por eso en el capítulo uno de Juan dice que esa Palabra Divina y
vibrante es la Vida que alumbra a cada persona interiormente.

En el antiguo testamento la luz es una criatura, una forma de energía


material creada, pero no idéntica a la deidad. Pero en el Nuevo Testamento
la Luz que es Cristo, la segunda Persona de la Santa Trinidad, es “Luz
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Increada”, que existe desde antes que universo existiera. Luz increada que
coincide perfecta y plenamente con el concepto y la realidad del AIN SOF
AOR, la luz infinita o ilimitada previa a la existencia del Adam Kadmon. En
cifras las palabras Ain Sof Aor nos de 414, el doble de 207. Y en ambos casos
la reducción gematrica da 9.

Por eso el Jesús esencial, divino y trascendente, sobrehumano, en el cap.


17,5 del evangelio de Juan, dice a su Padre que habiendo llegado al final de
su misión de revelar su Nombre a los discípulos LE DEVUELVA A LA GLORIA
QUE TUVO ANTES QUE EL MUNDO FUESE.

Por eso es correcto afirmar que el cristianismo es una culminación de un


proceso de revelación gradual que está dado a los hombres para revelar que
la naturaleza última del Creador es Ain Sof Aur, la Luz infinita. Luz consciente
de sí misma, con un Yo Soy Supremo, o un Yo cósmico y omnipresente, oculto
en cada alma. O un Dios Personal que es Espíritu cuyo cuerpo es el universo.

Luz gloriosa y Auto consciente que no sólo se manifestó en el Monte Tabor,


en Galilea, en la Transfiguración, delante de tres Apóstoles; sino que también
se comunicó con Saulo de Tarso, cerca de las Puertas de Damasco, cuyo
poder y resplandor lo arrojó del caballo, y le dijo: SAULO, SAULO, PORQUÉ
ME PERSIGUES?.... .-

Saulo, asustado y sorprendido le pregunta a Aquel Ser que le hablaba desde


la luz enceguecedora: QUIEN ERES SEÑOR. Y la LUZ le responde: YO SOY
JESÚS, A QUIEN TU PERSIGUES. (Hechos de los Apóstoles cap. 9).

Saulo de Tarso perseguía a un grupo de Herejes judíos por varios años,


seguidores de un falso profeta que se creía Mesiaj. Y claramente Pablo no
tenía conciencia de un hecho metafísico y teológico esencial. Cristo Jesús
estaba realmente presente en el interior del alma de cada uno de sus
discípulos. Su Yo era omnipresente. Y desde adentro del alma del propio
Saulo había observado su naturaleza apasionada e inteligente, y lo escogió
para irradiar su mensaje por las naciones incircuncisas. O Gentiles, como se
decía.
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Por el eso el propio Pablo, años más tarde, habiendo comprendido la


naturaleza profunda de esa manifestación de Jesús resucitado y glorioso, y
otras posteriores, decía, al definir Quien era Jesús, el Hijo de Dios, dice en el
primer capítulo de la Epístola a los Hebreos, que “El Hijo, Creándolo todo por
su Palabra, ES EL RESPLANDOR DE LA GLORIA DE DIOS, E IMAGEN DE SU
ESENCIA O SUSTANCIA”.

Es decir, “Luz de Luz”, “Dios de Dios”, “Consustancial al Padre”, “no creado” y


con toda precisión “emanado”, como dicen los kabalistas. Tal como dice el
Credo de Nicea, para explicar la naturaleza divina del Hijo de Dios. Pues en
realidad no hay diferencia alguna entre la Gloria de Dios y el Resplandor de
Dios. O de la Luz emanada con respecto su Fuente original y Divina. (Cristo
dice enfáticamente: “YO SALÍ DE DIOS”, en el Evangelio de Juan 16, 27. Y los
apóstoles lo reconocen claramente diciendo: “creemos que has salido de
Dios” en Juan 16,30).

“En Él estaba la Vida y la Vida era la Luz de los Hombres”. Ev. De Juan 1,4… .-
Espiritualmente hablando la luz es sinónimo de Conciencia. A menor
conciencia menos luz espiritual, a mayor conciencia mayor irradiación de luz.
Por eso la conciencia suprema se expresa o se manifiesta a los místicos como
Luz Infinita, o Ain Sof Aur en hebreo. Luz sin límites. Así que provisionalmente
podemos definir a Dios como Energía Consciente Infinita.

Esta Luz espiritual es Amor inmortal, es Poder ilimitado, es Sabiduría


creadora y eterna, Conciencia omnipresente, la cual es sinónimo de
Omnisciencia. Omnisciencia expresada o simbolizada en los Cuatro Seres
Vivientes Seráficos, que en la presencia del Trono de Dios, estaban llenos de
ojos por todas partes. Según narra el capítulo 4 del Apocalipsis. Como todos
saben el ojo, la conciencia y la luz están íntimamente relacionadas.

Finalmente analizaremos un poco más la cuestión numerológica de la palabra


LUZ en hebreo. AOR. Alef = 1 . Vav = 6 . Resh = 200. Total: 207. Si vuelvo a
sumar las tres cifras me da 9.
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Para que se sepa que esa luz o AOR es idéntica a Dios, el lector debe saber
que decir en hebreo SEÑOR DEL UNIVERSO O ADON AOLAM en la suma de
sus letras también da 207.

Alef = 1, Dalet = 4, Vav = 6, Nun = 50. Ayin = 70, Vav = 6, Lamed = 30, Mem =
40. Total: 207. Por lo tanto Adon Aolam, o el Señor del Universo es LUZ.

Con todo rigor teológico podemos afirmar que, aunque la luz física es creada
y no es divina, contiene en sí misma un reflejo del Ser Absoluto, o de su
origen en la Esencia divina. Ese reflejo o cualidad de los Absoluto es su
velocidad, de 300.000 por segundo, a la que nada ni nadie puede superar,
excepto en el pensamiento humano, que con su abstracción y vuelo
conceptual e intuitivo puede superarla. De allí que podríamos decir que la luz
creada es la sombra de Dios dentro del universo. La segunda sombra de Dios
dentro del cosmos es la Vida Orgánica, y sus dos manifestaciones más
misteriosas, la inteligencia y la conciencia. De eso hablaremos en el capítulo
siguiente.

La iluminación, como un proceso de activación de la intuición, originada en


Dios mismo, dentro del alma, es algo ya señalado por san Pablo en la 2ª
Epistola a los Corintios 4,6: PORQUE DIOS, QUE DIJO QUE DE LAS TINIEBLAS
RESPLANDECIESE LA LUZ, ÊL MISMO RESPLANDECIÒ EN NUESTROS
CORAZONES, PARA ILUMINACIÒN DEL CONOCIMIENTO DE LA GLORIA DE
DIOS EN LA FAZ DE JESUCRISTO. Es decir, la Gnosis viene de Dios y nos
permite reconocer la divinidad de Jesùs intuitivamente. Pues la intuición es,
en realidad, un pre-conocimiento clarividente interior, y es el origen de la Fe
cristiana y masónica.

Cosa confirmada por santo Tomàs de Aquino, cuando en su Compendio de


Teologìa, afirma que: LA FE ES UNA FORMA DE ANTICIPO DE AQUEL
CONOCIMIENTO (GNOSIS) DE DIOS QUE TIENEN LAS ALMAS EN EL REINO DE
DIOS DESPUÈS DE LA MUERTE.
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Pero con estas explicaciones ya sabemos lo que se invoca sobre el


recipiendario arrodillado frente al Ara y al V:. M:. armado de la Espada
Flamígera, en la ceremonia de Iniciación masónica.

Finalizo este capìtulo con las palabras de Johannes Reuchlin, eminente


sacerdote y kabalista cristiano alemàn: (La realización espiritual que enseña)
“la kàbalah es una alquimia que transforma las percepciones externas en
internas, luego en imágenes, en opinión, en razón, en inteligencia, en
espíritu, y, en fin, en Luz”.
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El Verbo y la Palabra Perdida.

“La Palabra”, “Verbo” o “Logos”, es el principal concepto que desarrolla San


Juan en su Evangelio, en sus cartas y en el Apocalipsis, después de la LUZ que
ya estudiamos como Kábalah cristiana.

“El LOGOS”, o “La Palabra” está vinculada profundamente con el Nombre del
Creador (Ha Shem), y con todo el conjunto de doctrinas que los Judíos han
desarrollado para entender el misterio del Nombre Divino y sus atributos. Y
desde luego para fundamentar la magia y las técnicas de iluminación que se
han utilizado por milenios para alcanzar el conocimiento interior directo de la
Divinidad.

Proceso que ha ido de la mano con el estudio de los nombres de los ángeles,
de los arcángeles, la gematría y de las palabras sagradas que permiten
ingresar en planos superiores de conciencia. Es propio de la tradición de
Israel y del cristianismo el pensar y creer en los nombres Teofóricos. Es decir,
nombres cuya vibración al pronunciarse sintonizaba de inmediato con Dios.

Eran palabras portadoras de algunas sílabas del Nombre Arameo o hebreo de


Dios como EL, ELOHIM, ELOAH, ELEION, ADONAY, YEVA, YEHOVA, YAH.
Ejemplos de esos nombres Teofóricos son Mijael, Gabriel, Auriel, Emmanuel,
Israel, Isaías, Josué, Jesúa, Mitatrón, Tzadkiel, Samuel, Malaquias, Itiel, etc.

El Nombre de Dios o Tetragrama, revelado a Moisés por el Ángel de la


Presencia en el Monte Horeb es un capítulo esencial de los estudios
kabalísticos. Nombre sagrado de Cuatro letras, como Amon, Zéus, Dios, Aláh,
(Que en árabe se escribe A LL H), As-ar, (Osiris en lengua egipcia).

Las letras del Sagrado Tetragrama hebreo son Yod – he – vav – he. Que en su
valor numérico son 10 + 5 + 6 + 5 = 26.

En la perspectiva de la tradición esotérica de Israel el mundo universo fue


creado de la nada por la Palabra de Dios, pero, además, el Zohar dice que las
letras del alfabeto hebreo existían antes que el universo existiese, y e incluso
afirman que la Toráh existía en la mente de Dios antes de que el cosmos
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fuese creado. Y que el mundo fue creado según el modelo de la realidad


descrito en la Toráh.

Con eso se pretende decir o enseñar que la sabiduría creadora es UNA con el
texto del libro sagrado. Que la misma sabiduría que creo al mundo y que
existía desde antes que el mundo fuese, fue la misma que inspiró a Moisés y
a sus discípulos para escribir el libro de la Ley Divina.

Lo cual es concordante con el texto de Proverbios 8,22 y ss. .- Y con la


tradición cristiana que dice que Jesús Dios es la sabiduría de Dios que se hizo
hombre y que el Verbo de Dios es equivalente a la Sabiduría Creadora
Primordial. Ya en el salmo 139,16 David nos dice que las estructuras celulares
del embrión que se van desarrollando en el útero de la madre estaban
PREVIAMENTE ESCRITAS EN EL LIBRO DE DIOS.

Lo mismo que la Toráh celestial, símbolo de la Mente Divina, origen de los


arquetipos de todos los seres vivientes y de todos los mundos. Así el Verbo o
el Logos, los Pensamientos, las letras y palabras creadoras de la mente de
Dios, se manifestaron dentro del espacio tiempo y apareció el universo, y el
hombre, una idea brillante como una estrella flamígera, surgida de la
inteligencia Infinita, se plasmó en la materia.

Así es pues, las letras primordiales, que flotaban en el entendimiento infinito,


eran, para los kabalistas, modulaciones de la Energía Suprema, de la AIN SOF
AOR. Energías conscientes y pensantes, que van formando palabras y frases,
oraciones y discursos, que después pasarán a ser seres y mundos creados,
surgidos del divino pensamiento.

La sombra de esas letras primordiales son las letras del alfabeto hebreo. De
allí surge el poder mágico, o sanador, o protector de las Palabras sagradas de
la Biblia, de las formulas sagradas de invocación, los salmos, las palabras
sagradas y de pase de los ritos masónicos y rosacruces, y desde luego, y por
encima de todo el poder del Nombre de Dios.

Por eso está escrito en el salmo 33,6 LA PALABRA DEL SEÑOR HIZO EL CIELO,
Y EL ALIENTO DE SU BOCA TODAS LAS ESTRELLAS. Y en Jeremías 10,12 dice:
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EL HIZO LA TIERRA CON SU PODER, ESTABLECIÓ EL MUNDO CON SU


SABIDURÍA, Y CON SU INTELIGENCIA EXTENDIÓ LOS CIELOS.

La palabra griega Logos, que usa San Juan para identificar la esencia divina de
Jesucristo, significa también razón, discurso, palabra, mensaje. Por eso la
doctrina kabalistica considera, concordando con Juan, que cada persona,
cada mundo creado, los arcángeles, los animales, las plantas, las estrellas,
son un extenso conjunto de signos, de símbolos inteligibles, un discurso o
mensaje que cada buscador de la verdad y del sentido de la existencia debe
aprender a leer o a comprender.

Y habiendo comprendido ese discurso del Creador, debe leerse a sí mismo


como una Palabra Viviente, un signo de Dios sobre la tierra, y cumplir con su
parte en la sinfonía surgida del discurso melódico surgido de la Boca del
Señor de los mundos y unirse al coro de los ángeles que cantan la gloria del
Creador.

Así las cosas, el cosmos es como un libro sonoro, que debe leerse y vivirse
con inteligencia y amor, una especie de Torah o Evangelio viviente, es decir,
una buena noticia gozosa y cósmicamente significativa. Discurso divino,
sabio, infinito y sutil que se hace hombre en Jesucristo, se encarna como Él.
Por eso Juan dice: Y EL VERBO CARNE SE HIZO. (Ev. De Juan 1,14). Y en el
versículo tres del mismo capítulo ya había dicho acerca del Verbo o Logos
cósmico: TODAS LAS COSAS POR EL FUERON HECHAS, Y SIN EL NADA DE LO
QUE HA SIDO HECHO, FUE HECHO.

Y san Pablo en la Epístola a los Colosenses, cap. 1,16 – 17 nos confirma y


enseña la misma doctrina: POR QUE EN EL FUERON CREADAS TODAS LAS
COSAS, LAS QUE HAY EN LOS CIELOS Y LAS QUE HAY EN LA TIERRA, VISIBLES E
INVISIBLES, SEAN TRONOS, SEAN DOMINIOS, SEAN POTESTADES: TODO FUE
CREADO POR MEDIO DE EL Y PARA EL. Y EL ES ANTES DE TODAS LAS COSAS, Y
TODAS LAS COSAS EN EL SUBSISTEN.

En hebreo Verbo o Palabra, o logos es DABAR, sus letras son Dalet=4, Beit=2,
Resh=200. Su valor numérico es 206, y si sumo las cifras me da 8. En rigor lo
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mismo que el valor del Tetragrama, del Nombre del Creador, 26 = 8. Es decir,
el Nombre del Creador resplandece o resuena en el Universo entero.

Curiosamente la única diferencia entre el 206 y el 26 es el Cero interior. Y si


hacemos una metáfora Budista, podríamos afirmar que el Universo es igual a
Cero, una pura ilusiòn. Y que solo el Nombre de Dios o solo el Ser de Dios ES.

Otro dato teológico gravitante relacionado con esta cifra de 206, del Verbo o
Palabra en hebreo es que cuando Pedro responde quièn ES Jesùs, en el
Evangelio de Mateo 16,16 a causa de una pregunta del propio Jesucristo,
Simòn afirma ERES EL MESIAJ, EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE.

Bueno, en hebreo Hijo del Dios Viviente se dice BEN ELOHIM JAIM. Y la suma
de las letras de las tres palabras da exactamente 206. Es decir, el Hijo del Dios
Viviente es el Verbo o la Palabra de Dios encarnada. (Ben = 52, Elohim = 86,
Jaim = 68. En total 206). Todos los kabalistas saben que la igualdad numérica
indica igualdad o equivalencia de poder, o identidad semejante.

San Pablo, en la Epístola a los Hebreos 11,3; dice que: “Por la Fe entendemos
que el Universo fue constituido por la Palabra de Dios (Logos), de modo que
se ve fue hecho de lo que no se veía”.

San Pedro afirma la misma doctrina, en su segunda carta, cap. 3,5 ss. Que los
cielos y la tierra, y el agua, fueron creados por la Palabra de Dios. Por eso no
es una doctrina que se le haya ocurrido a san Juan en un momento de
inspiración, sino que es una doctrina firme, enseñada en toda la Biblia, en el
Antiguo y en el Nuevo Testamento, por todos los profetas, por Jesucristo y
por todos los Apóstoles, y sus sucesores, los Padres Apostólicos, y los Padres
de la Iglesia posteriores. En una cadena (shaleshelet ha kabalah)
ininterrumpida hasta hoy.

Ese es uno de los significados de la cadena que se muestra dentro y


alrededor de los templos masónicos hasta hoy. Es la cadena iniciática de
transmisión de la “Berajah” divina (Bendición) y de la sabiduría esotérica
desde los grandes Videntes hasta hoy.
20

La cuestión de la “Palabra Perdida” es el centro de toda la pedagogía


iniciática masónica. Es el motivo esencial de todas sus ceremonias y
búsquedas intelectuales y metafísicas.

El tema del Nombre Secreto de Dios, O el Nombre Nuevo dado a los Elegidos
de Dios, o de la Palabra mágica poseída y perdida por la humanidad a través
de los siglos es un asunto que tiene varios orígenes o fuentes, y desde luego
varios enfoques hermenéuticos.

Lo mítico, lo histórico, y lo teológico se mezclan en esta cuestión de


trascendental importancia para los cristianos, para los masones, y para todos
los interesados en las Palabras de Poder de Todas las Escuelas Esotéricas
usan en Oriente y en Occidente. Hoy forman legión los que tienen o quieren
tener SU MANTRAM para meditar, para protegerse, destruir demonios, o
para obtener respuestas de las Potencias Espirituales del Reino Invisible.

Comencemos por lo histórico de la Palabra Perdida: Como uno de los Diez


mandamientos de la Ley decía que no debía nombrarse a Yave en vano, hacer
juramentos inicuos, o negocios sucios invocando Yave como testigo, el
pueblo de Israel comenzó a gradualmente a reemplazar el tetragrama por la
Palabra Adonay, o por Elohim, y así no incurrir en pecado adicionales a los
que ya eventualmente cometía cada día. Así el pueblo fue olvidando la
pronunciación del Ha Shem o de Yehová o de Yeva, como dice el texto
masorético hebreo.

Luego ese nombre llego a ser privilegio exclusivo de los levitas y más
específicamente de los sacerdotes y del Sumo Sacerdote en particular. El cual
solo lo pronunciaba solemnemente el día de Yom Kippur, o el día de la
penitencia y del perdón de los pecados de Israel. Lo hacía en medio de cantos
y aclamaciones ruidosas que impedían escuchar el santo Nombre.

Así se esparció el rumor que las nuevas generaciones de sacerdotes ya no


recordaban la pronunciación del Sagrado Tetragrama. Y como la predicación
al pueblo judío se hacía en arameo y el hebreo se convirtió en lengua de
21

eruditos, en la práctica el Ha Shem se perdió en cuanto al uso diario y al uso


litúrgico. Se reemplazó por Adon, Adonay, El Eterno, D-s, Elohim.

Sin embargo tal pronunciación no se perdió realmente: Los padres de la


Iglesia ponen la palabra Yabe, para indicar la pronunciación, y el texto
masorético o tradicional hebreo lo pronuncia como Yah, Yeva y como
Yehova. Sin embargo hay estudiosos que desconfían del texto masorético, lo
cual ha desorientado a muchos en esta materia.

A partir de esa situación que inquietó a los eruditos cristianos del


renacimiento que se interesaron por la kabalah hebraica, se meditó
profunda y piadosamente sobre este misterio del Nombre de Dios y del
Nombre secreto y misterioso que sería dado a cada Elegido de Dios en el
paraíso. Y se vio que en Apocalipsis también Jesús tenía un nombre nuevo y
secreto.

Entonces en algunas logias se tejió la leyenda de que en el Paraíso había


existido una logia o triángulo masónico primordial. Donde Yeva Elohim era el
Venerable Maestro, Adam el Primer Vigilante, y Eva la Segunda Vigilante. Y
que en tal condición de logia celestial ellos conocían perfectamente el
Nombre de Dios y gozaban de tratos íntimo y secreto con el Corazón de Dios
gracias al conocimiento de Ese Nombre.

Pero con la caída a un plano inferior como castigo por el mal uso de la
libertad Yeva Elohim les borro de sus mentes el sagrado Nombre y por tanto
perdieron la capacidad de comunicarse con Dios directamente.

Ya Dante Alighieri había señalado en el capítulo 26 de la Tercera parte sobre


el Cielo, de su Divina Comedia, que Adan conocía el nombre de Dios en el
Paraíso, y lo nombraba con una sola letra, la primera letra de Tetragrama, la
Yod, la Iota griega, su equivalente riguroso. Y las tradiciones Cátaras
sobrevivientes en el siglo 20 dicen que el nombre del Eterno es “i”. Y lo
invocan como “iiiiiiiiiii”, en perfecta concordancia con Dante.

En el texto hebreo de la Biblia masorética el nombre de Emanuel no se


pronuncia con la E inicial, se lee como Imanuel. Y esos dos datos otorgan una
22

base para la tendencia de algunos grupos kabalistico cristico cristianos o


rosacruces de meditar e invocar a Jesucristo como INRI. Si hacemos un
análisis gematrico de las cuatro letras: Yod=10, Nun=50, Resh=200, Yod=10:
nos da 270. Cifra casi idéntica a AOR = Luz, de valor 207.

Otro fundamento mítico y pedagógico añadido, fue la creación de la leyenda


de Hiram, explicando que con su muerte prematura se perdió la palabra y los
signos de un verdadero maestro masón. Y desde luego de allí nace
naturalmente la idea de usar palabras sagradas sustitutas.

Sin embargo, esa costumbre es tardía, pues en los primeros años de práctica
del grado de maestro masón siempre se usó la palabra Yehová como palabra
sagrada del tercer grado. Fue Tomás Dunkerley, quien en 1780 cambió la
palabra sagrada y la desplazó hacia otros grados, para justificar la creación
de grados capitulares de la masonería roja.

La corriente rosacruz masónica, origen auténtico de la masonería


especulativa del siglo XVII, dispuso que en el grado 18 del Rito Escocés
Antiguo y Aceptado; la palabra sea definitivamente recobrada por la
encarnación de Jesucristo. El Verbo de Dios hecho hombre.

Sin embargo, en los ritos fúnebres de la masonería, cuando un hermano ha


fallecido o ha pasado al Oriente Eterno, se hace la cadena de unión, dejando
un espacio vacío en el lugar donde debería estar el querido hermano que ha
partido hacia el Más Allá. El V:. M:. hace circular la palabra de boca a oído por
la cadena viviente, pero al faltar ese hermano la trasmisión de la palabra se
corta o se interrumpe. Y solemnemente se informa que la Palabra se ha
perdido.

Ese acto de transmitir la palabra de Boca a Oído es un acto KABALISTICO,


pues precisamente la Kábalah es el acto de Transmitir la Doctrina Esotérica
de boca a oído. De maestro a discípiulo. Y ese proceso se ha cortado o
interrumpido. Esa doctrina se resume en la palabra sagrada o semestral u
otra que el Venerable ha querido dar al hermano que está a su lado
izquierdo, y que debe pasar de hermano en hermano. La Cadena, como ya se
23

dijo antes es la “shaleshelet ha kabalah”, y no solo el símbolo de la


fraternidad universal o de la cadena de causas y efectos. (cadena de la
tradición iniciática en hebreo).

La palabra se pierde pues cada hermano es una expresión humana de la


Palabra o del Verbo de Dios. Y al fallecer se pierde la palabra o el destello de
la verdad que él tenía en su ser, y que la logia necesitaba para recomponer el
Cuerpo Místico de la Verdad y en el que cada buscador hace su aporte.

Al iniciar un nuevo hermano se le da la Palabra sagrada del Grado letra por


letra, Pero el Maestro le da una letra y él responde con otra letra, y así
sucesivamente, hasta completar la Palabra del Grado. Lo cual indica que cada
hermano debe aportar una parte del Verbo o Palabra Universal perdida, sea
por la muerte de Hiram, o por ignorancia, o por la muerte y
desmembramiento de Osiris a manos de Tifón.

Profundizando aún más en el sentido de la caída del Adam ha rishon, distinto


del Adam kadmón inmaculado, pensado por Dios; el descenso desde Yetzirá a
Assiah, producido por comer del fruto de la la ciencia del Bien y del Mal, hizo
que esa inteligencia-palabra-viviente individualizada como un ser humano, se
olvidara de su esencia. O de su Nombre espiritual, de su arquetipo celestial.

Y producido ese quiebre consigo mismo, desgarrada su alma, y rota la


armonía con Dios, se sumergió en un estado de no ser y de oscuridad, con un
vago recuerdo de la gloria y del nivel de conciencia que poseía antes de la
caída.

Esos vestigios de información primordial formaron las leyendas de la pérdida


de la Palabra secreta, de la Palabra de Poder divino y un conocimiento
también perdido. De una gnosis y de una Verdad poseída y extraviada u
olvidada. De una felicidad trascendente perdida y que se llora interiormente.

De allí en adelante el Alma Universal envió mensajeros luminosos, revestidos


de poder, para reparar la ruptura metafísica, y así los ángeles hablaron al
interior de la mente de algunos sensitivos, y se reorganizaron gradualmente
datos de la Tradición primordial, y bajo la dirección de esos profetas
24

contactados, se crearon religiones, estatutos de mizvot o mandamientos,


escuelas de videntes o de profetas, escuelas de misterios, palabras de poder
para poder sintonizar con los planos de conciencia superior de los que la
humanidad se había desconectado, como también de los entes maestros que
los habitan.

De allí que en el magno libro del Apocalipsis se mencionan datos sobre un


cierto Nombre secreto escrito en una piedrecita blanca que se le entrega a
los triunfadores espirituales, a los iniciados en los misterios del reino de los
cielos, un Nombre incomunicable y personal.

Y además, a los victoriosos se les otorga el acceso al Etz Jaim, al árbol de la


Vida. Y en los más elevados de esos hijos de Dios triunfantes, se les escribe el
Nuevo Nombre del Mesiaj, y el Nombre del Padre supremo en sus frentes.

Así el alma humana recobra la Palabra Sagrada y la Plenitud del Ser perdida
por la Caída primordial en la dualidad oscura y dolorosa de los mundos
inferiores.

Al estudiar kábalah cristiana o hebraica siempre debe recordarse que en la


perspectiva Egipcia y Semítico-Bíblica los nombres son una expresión de la
esencia de la persona, o de su misión esencial. El nombre tiene poder y magia
propios, y definen la vida entera de una persona, o de un ser celestial. Y por
lo tanto cuando Dios, un ángel, o un maestro cambia el nombre de su
discípulo, significa que la esencia interior de esa persona fue cambiada, que
ha renacido en el reino de Dios como una nueva criatura, que su naturaleza
interior es otra. Y su misión en el cosmos también.

De que en ambientes masónicos se usó la costumbre de que el neófito debía


cambiarse de nombre. Su nombre iniciático marcaba la diferencia entre el
hombre viejo y el hombre nuevo. Entre ser un hijo de la Tierra, o ser un Hijo
de Dios, o un Hijo del Cielo.

En la Biblia los hombres y mujeres cuyo nombre fue cambiado fueron: Abram
por Abraham, Sarai por Sara. Jacob por Israel. Simón bar Jona, por Simon
Pedro. Saulo por Pablo. A Jesús en el Apocalipsis se le nombre como el Amen.
25

Yesua significa Yeva trae salvación. Y Emanuel significa Con nosotros Dios. Y
Emanuel en letras Hebreas vale 197. Y curiosa y significativamente la suma
gemátrica de EL Eleion, Dios Altísimo, es también 197. Si Emanuel y El Eleion
valen lo mismo significa que Emanuel es Dios Altísimo manifestado, y por eso
el Evangelio de Juan en el capítulo 14,9 Yesua dice: EL QUE ME VE A MI VE
TAMBIEN AL PADRE, y en el capítulo 10,30 Yesua dice: EL PADRE Y YO SOMOS
UN SOLO SER.

Así una verdad teológica que habría que aceptar por fe o por intuición se
prueba por la equivalencia gemátrica de Emanuel con El Eleion. Emanuel y
Dios Altísimo son UNO. Por lo tanto los hermanos del grado 18 del Rito
Escoces Antiguo y Aceptado, o de Soberano Príncipe Rosacruz tienen razón
de que en su grado la Palabra Perdida, o el Nombre de Dios, ha sido
recobrada en el uso de EMANUEL como palabra de pase, en sus ritos.

No importa que se use I N R I como palabra sagrada, pues como ocurre en


casi todo el sistema masónico se trata de una palabra sustituta. Y PARA LOS
QUE SABEN, INRI en letras hebreas vale 270, que es el mismo valor de LUZ o
AOR que vale 207. Y aunque se pretende que INRI significa IGNE NATURA
RENOVATUR INTEGRA, en rigor Bíblico se dice tanto en el Antiguo
Testamento que NUESTRO DIOS ES FUEGO CONSUMIDOR.

Por lo tanto no se trata de un fuego físico, ni de una alquimia material, sino


del Fuego del Espíritu Santo. Que renueva al hombre interior, según dice san
Pablo, y al Bautismo del Espíritu Santo que permite nacer como un hijo de
Dios en el Reino de los Cielos o en el reino de la Verdad. Que no es otro que
el reino de Cristo, quien dijo que YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA
VIDA.

Otra lectura, más latinista de las letras de INRI es IN NOBIS REGNAT IESUS. O
EN NOS0TROS REINA IESUS. Por lo demás es bien conocido el hecho de que
las cuatro letras de la palabra INRI en hebreo son las iniciales de los cuatro
elementos.
26

Una última referencia kabalistica es el concepto de Arij Anpin y el Zeir Anpin.


Que respectivamente significan el Gran Rostro de Dios y el Pequeño Rostro
de Dios. Así el Padre Supremo o infinito y trascendente es EL ELEION o el Dios
Altísimo o Arij Anpin. Y el Hijo de Dios o el Verbo es su proyección en
apariencia pequeño, el EMANUEL, el Zeir Anpin, dentro o inmanente en la
creación.
27

La Trinidad.

El Delta Luminoso o el triángulo equilátero es un símbolo de la Divinidad para


masones y cristianos. Dentro del cual se agrega un ojo. Para los masones
cristianos es el símbolo de la Santísima Trinidad: El Padre, El Hijo o Verbo, y El
Espíritu Santo.

Para masones no cristianos representa otras trilogías como SAT- CHIT-


ANANDA, Brahma, Vishnu, Y Shiva. O también Isis, Osiris, Orus. Zeus,
Poseidón y Hades. Satva, Rajas, y Tamas.

Para los kabalistas el Triángulo o Delta Luminoso es imagen de los Tres


Supernos del Arbol Sephirotal: Kether, Hocmah, Binah. O los tres elementos
primordiales Fuego, Agua y Aire o su equivalente en letras hebreas: Shin,
Mem y Alef. O en fin los tres pilares de la Severidad o del Rigor, de la
Misericordia y del Equilibrio o la Suavidad.

Aunque expresamente la doctrina de la Santísima Trinidad no aparece en el


Antiguo Testamento, tal doctrina está insinuada en el Nombre de Yavé, o de
Yeva (Forma Masorética de pronunciación). Sus Cuatro Letras YOD HE VAV
HE , en realidad son tres, pues la HE está repetida. Y las letras del sagrado
tetragrama son TRES: YOD- HE – VAV. Y que corresponden a los elementos
primordiales: respectivamente Fuego – Agua – Aire.
28
29

Para los cristianos la doctrina teológica de la Santísima Trinidad es una


cuestión central y esencial. Dios es Tres y Uno a la vez. De acuerdo con el
Credo de San Atanasio de Alejandría, en síntesis dice que: EL PADRE ES
TODOPODEROSO, EL HIJO ES TODOPODEROSO, Y EL ESPÍRITU SANTO ES
TODOPODEROSO, SIN EMBARGO NO HAY TRES TODOPODEROSOS, SINO UN
SOLO TODOPODEROSO.

También ese Credo dice: EL PADRE ES ETERNO, EL HIJO ES ETERNO, Y EL


ESPÍRITU SANTO ES ETERNO, PERO NO HAY TRES ETERNOS, SINO UN SOLO
ETERNO.

Y agrega: EL PADRE ES INFINITO, Y EL HIJO ES INFINITO, Y EL ESPÍRITU SANTO


ES INFINITO, Y SIN EMBARGO NO HAY TRES INFINITOS, SINO UN SOLO
INFINITO.

Y agrega que EL PADRE ES INCREADO, EL HIJO ES INCREADO Y EL ESPÍRITU


SANTO ES INCREADO, PERO NO HAY TRES INCREADOS, SINO UN SOLO
INCREADO.

Tal credo es un complemento del Credo de Nicea, y fruto teológico cristiano


del siglo 4 D C. y en perfecta concordancia con el Evangelio de San Juan. Y
otros textos de Pablo y de las Cartas de Juan.

La doctrina de la Trinidad Teológica surge de la misma Biblia, de textos


específicos del Antiguo Testamento y del Nuevo. Enumeraremos algunos en
este capítulo:

En el final del Evangelio de Mateo 28,19: dice que los que serán bautizados o
iniciados dentro de la Escuela de Profetas de Jesús el Cristo lo serán en el
Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Y usa la palabra
“discípulos”. Lenguaje propio de una escuela y de una relación “Gurú-
discípulo” o “Rabí-Mecubal”, es decir, “recibidos” dentro de la escuela o
comunidad de un maestro o profeta.
30

En la II Epístola a los Corintios 13,13 San Pablo dice, como bendición final:
QUE LA GRACIA DE JESÚS, EL AMOR DE DIOS Y LA COMUNIÓN DEL ESPÍRITU
SANTO SEA CON TODOS VOSOTROS. En una clara fórmula trinitaria.

En la Biblia Vulgata, se lee en la Primera Epístola de Juan 5,7 : POR QUE TRES
DAN TESTIMONIO EN EL CIELO, EL PADRE, EL VERBO Y EL ESPÍRITU SANTO, Y
LOS TRES SON UNA MISMA COSA.

En la narración del Bautismo de Jesús en el Jordán, Juan, ve abrirse los cielos


y escucha la voz del Padre que dice ESTE ES MI “HIJO” AMADO, y ve al
“Espíritu Santo” descender como una paloma sobre Jesús. Esta escena,
trasmitida por los tres evangelios sinópticos, separa y designa claramente a
las tres personas divinas. Y una misma naturaleza o esencia divina.

La naturaleza o esencia divina del Hijo no está claramente indicada en el


episodio señalado, pero en la Transfiguración de Jesús el Padre repite las
mismas palabras y allí, en el Tabor, se ve claramente la irradiación gloriosa de
la divinidad de Jesús. De esos datos, surgidos de las experiencias supra-
conscientes de los apóstoles y de Juan Bautista, surge la definición de Jesús
como el Emanuel. (Hebreo: CON NOSOTROS DIOS).

Lo demás ha surgido de las palabras de Isaías 40,12: ¿QUIEN MIDIO LAS


AGUAS CON SU PUÑO Y LOS CIELOS CON SU PALMO? ¿Quién MIDIO CON
“TRES DEDOS” LA MASA DE LA TIERRA, Y PESO LOS MONTES Y LOS COLLADOS
EN UNA BALANZA”. Que por analogìa son los mismos TRES dedos que usa el
sacerdote para bendecir a la comunidad cristiana.

Y los juramentos repetidos tres veces recorren todo el Antiguo Testamento, e


indican en enorme valor sagrado del número tres. Número divino según
muchos textos de distintos maestros antiguos. Tres veces nombra el
Tetragrama el sacerdote o el rabino para bendecir a los miembros de la
sinagoga, siguiendo el texto de Nùmeros 6,24.26.

Pero no debe confundirse esta triple manera de manifestarse la naturaleza


divina con las trilogías de la naturaleza misma, en el orden material de la
31

realidad. Pues lo metafísico es superior a lo natural o físico. Sin embargo la


naturaleza tiende a reflejar fenoménicamente esa misteriosa trinidad divina.

De allí que los hindúes nos informan que hay tres clases de átomos:
SATVICOS, TAMASICOS Y RAJASICOS. Y los Puranas nos hablan de Tres dioses:
BRAHMA, VISHNU Y SHIVA, expresiones de un único Dios llamado Ishvara, el
Gobernador del Cosmos. Pero una cosa es la trinidad de dioses, y otra es la
trinidad de los planos, o de los átomos. No son lo mismo, pero apuntan a esa
realidad trascendente que está simbolizada en el DELTA LUMINOSO, EN EL
SAGRADO TRIÁNGULO CON EL OJO OMNISCIENTE AL CENTRO.
32

LOS “YO SOY” DE JESUCRISTO.

El Evangelio de San Juan se distingue de los tres sinòpticos en que aparecen


misteriosas frases de Jesucristo: que comienzan con las palabras YO SOY, muy
vinculados con las fòrmulas utilizadas por varios Movimientos de la New Age
(La Nueva Era) o del Nuevo Pensamiento o la Nueve Metafìsica YO SOY.

En rigor son SIETE frases, y Nueve identificaciones de Jesùs con el Ser Divino y
Universal. A saber:

Yo Soy el Pan de la Vida que baja del Cielo.

Yo Soy la Luz del Mundo, el que me sigue no andarà en tinieblas, sino que
tendrá la Luz de la Vida.

Yo Soy el Buen Pastor, el Buen Pastor da su Vida por sus Ovejas.

Yo Soy la Puerta, el que por mi entrare se salvarà y hallarà pastos.

Yo Soy la Resurrecciòn y la Vida. El que cree en mi aunque este muerto,


vivirà.

Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por Mi.

Yo Soy la Vid verdadera y mi Padre es el Viñador.

Obvervando atentamente las siete afirmaciones e identificaciones del Jesùs,


podemos ampliar a Nueve atributos del Ser Divino del Verbo de Dios hecho
hombre.

Asì Jesùs es Pan, Luz, Pastor, Puerta, Camino, Verdad, Vida, Vid, y
Resurrecciòn.

Todos esos Yo Soy se relacionan teológicamente con lo que le dice el Àngel


de la Presencia a Moisès en el Monte Horeb-Sinaì. Al trasmitirle EL Nombre
misterioso de Dios para que se lo comunique a su pueblo: SOY EL QUE SOY, o
SOY EL QUE ES, o Yo Soy el Ser. ( Eheìeh Asher Eheìeh).
33

Soy o bien, Yo Soy, que se repite siete veces en el Evangelio de Juan, se dice
en hebreo EHEIEH. Alef, He, Yod, He. Es decir. 1 + 5 + 10 + 5 = 21.

Y como son nueve las identificaciones del Ser de Jesús, tendremos una
sorpresa cuando elevemos al cuadrado la cifra de 21. Pues 21 x 21 = 441. Y
441 es la cifra gemátrica de EMET, LA VERDAD. (Alef, Mem, Tau, o 1 + 40 +
400 = 441). Y precisamente es la parte esencial o central del capítulo 14,6 del
Evangelio de Juan donde Jesús afirma: “YO SOY …… LA VERDAD …… y nadie
viene al Padre sino por mí”.

Y el Nueve no solo aparece en la suma del 441, sino que si dividimos 441 por
7 descubrimos que nos da 63. Cifra que al reducirla vuelve a dar nueve. Lo
que es una clave reiterada, junto al número siete, en los escritos de san Juan.

Y es lógico, pues sin buscar la verdad universal, inmutable y eterna no se


puede llegar a CONOCER a Dios. Y siempre hace falta un mediador, sea
interno o externo, para llegar a ese nivel del Gnosis o de Daat de la Verdad
última, como se verá luego.

A estos YO SOY del Evangelio de Juan se agregan los YO SOY de Jesùs en el


Apocalipsis. YO SOY el Alfa y la Omega, Yo soy el Primero y el Ùltimo, Yo Soy
el Principio y el Fin, Yo Soy la Raiz y el Linaje de David, YO SOY LA ESTRELLA
RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA.

Cinco YO SOY que sumados a los nueve Yo Soy del Evangelio de Juan suman
14 cualidades del Ser Divino, que podemos relacionar con los 14 atributos del
Dios “Ra” de los Egipcios, o los 14 trozos en que se corta el Cuerpo de Osiris
en la leyenda del mismo Nombre.

Y tal numerología es concordante y coherente con el significado y el valor


numerológico de la palabra EMANUEL en lengua griega:

Έμμανουηλ: Cada letra griega vale una cifra: en este caso son:

5 + 40 + 40 + 1 + 50 + 70 + 500 + 8 + 30 = 644. Si vuelvo a hacer la adiciòn


teosófica de 6 + 4 + 4 me da 14. Se reafirma el concepto teológico:. Jesùs es
Dios con Nosotros, Dios hecho hombre. La Palabra o el Verbo de Dios se hizo
34

carne y habitò entre nosotros. La Luz que es Espíritu Puro ilimitado o el Yo


Universal se hizo hombre.

Y no es accidental que esas cifras de 6 4 4, también sean las mismas del


nombre de David en hebreo. D V D, o 4 + 6 + 4. Por eso , kabalisticamente es
equivalente y correcto decir que el Emmanuel es el Hijo de David. Y sin
embargo David es inferior a Jesús, que es Dios pero usó como instrumento de
manifestación un cuerpo surgido de los genes de David. Pero como el Verbo
de Dios creó los genes y la dinastía de David, el capítulo final del Apocalipsis
nos ilumina con el último YO SOY de Jesús: YO SOY LA RAÍZ Y EL LINAJE DE
DAVID, LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA. (Ap. 22.16).

Por eso los teólogos afirman que el Dios que hablò con Moisès en el monte
Sinaì diciéndole YO SOY EL QUE SOY, es el mismo SER ETERNO que con el
Nombre de Jesùs enseñò su Identidad secreta a sus apóstoles en sus viajes
misioneros por Palestina en el siglo I de nuestra Era. Por eso Jesùs les dijo a
los fariseos: ANTES QUE ABRAHAM FUESE “YO SOY”.

Así ese YO SOY es anterior al patriarca, y anterior al mismo universo creado


por la Sabiduría Divina o Hocmah; según lo afirma el propio Jesús en su
oración sacerdotal de la última cena, cuando dice frente a sus discípulos
“AHORA PUES, PADRE, GLORIFICAME TU AL LADO TUYO, CON AQUELLA
GLORIA QUE TUVE CONTIGO ANTES QUE EL MUNDO FUESE”. (E. de Juan
17,5).

Con eso Jesús demuestra que él es aquella misteriosa entidad señalada en el


antiguo libro de los Proverbios, la Sabiduría Creadora Primordial, descrita en
el capítulo 8,22 y ss de ese libro del A. T. “YAHVE ME POSEÍA DEL PRINCIPIO,
YA ANTIGUO, ANTES DE SUS OBRAS, ETERNAMENTE TUVE EL PRINCIPADO,
DESDE EL PRINCIPIO, ANTES DE LA TIERRA, ANTES DE LOS ABISMOS FUI
ENGENDRADA, ANTES QUE EXISTIESEN LAS FUENTES DE LAS MUCHAS
AGUAS, ANTES QUE LOS MONTES FUESEN FORMADOS, … NO HABIA AUN
HECHO LA TIERRA, NI LOS CAMPOS, NI EL PRINCIPIO DEL POLVO DEL
MUNDO, CUANDO FORMABA LOS CIELOS ALLI ESTABA YO. CUANDO
35

TRAZABA EL CÍRCULO SOBRE LA FAZ DEL ABISMO. ….CUANDO PONIA AL MAR


SU ESTATUTO, … CON EL ESTABA YO ORDENANDOLO TODO… .-

Y afirma esa Hocmah Divina, y Verbo de Dios que a ella le complace


relacionarse con los Hijos de los Hombres. Pues a ellos el entendimiento
(Binah) les permite comprender los misterios de Dios, hasta unir gradual y
completamente su inteligencia con la inteligencia de Dios. Tal como dice san
Pablo en primera de Corintios 6,17: “PERO EL QUE SE UNE AL SEÑOR UN
ESPÍRITU ES CON EL”.

Y también en la Epístola a los Colosenses, 1,17 confirma el aserto de que el


Jesus Dios Verbo y Sabiduria de Dios, preexistía al universo creado: EL ES
ANTES DE TODAS LAS COSAS, Y EN EL TODAS LAS COSAS SUBSISTEN. Y en el
capítulo siguiente de la misma donde nos enseña que EN CRISTO ESTAN
ESCONDIDAD TODOS LOS TESOROS DE LA SABIDURIA Y DEL CONOCIMIENTO,
es decir, los tesoros de HOCMAH Y DE DAAT. (DAAT es la palabra hebrea que
significa LA CIENCIA O EL CONOCIMIENTO y corresponde a un sephirot
invisible que se ubica entre Tipharet y Kether).

Y ya que mencionamos a Tipharet, debemos decir que a esa Sephira se la


llama la Inteligencia Mediadora, y Jesucristo hombre està plenamente
identificado con ese rol de personal canal o medio vinculante entre el cielo y
la tierra, entre Dios y los hombres. Eso se demuestra en dos YO SOY.

Asì es que Jesùs es Tipharet en persona cuando dice YO SOY EL CAMINO, LA


VERDAD Y LA VIDA. NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MI. (Juan 14,6) y en
aquella otra frase que dice: YO SOY LA PUERTA DE LAS OVEJAS.(Juan 10,7). Y
dos versìculos màs abajo dice: YO SOY LA PUERTA EL QUE POR MI ENTRARE
SERA SALVO, Y ENTRARA Y SALDRA Y HALLARA PASTOS.

Y lo confirma san Pablo en la Primera Epìstola a Timoteo 2,5: PORQUE HAY


UN SOLO DIOS, Y UN SOLO MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES,
JESUCRISTO HOMBRE.

Y se debe entender que ese rol de mediador no es solo para creyentes


cristianos, es un rol que surge de su omnipresencia en todas las almas. Pues,
36

como Jesùs, como Verbo de Dios està presente en cada ser humano como la
luz interior que lo guía e inspira hacia la salvación, el bien y la verdad.

Por eso el Evangelio de Mateo 11,27 dice: NADIE CONOCE AL HIJO SINO EL
PADRE Y NADIE CONOCE AL PADRE SINO EL HIJO Y AQUELLOS A QUIENES EL
HIJO QUIERA DARLO A CONOCER. Ese es el rol de Tipheret. Ser mediador,
mostrar el rostro de Padre a los hombre o darlo a conocer por medio de una
Gnosis interior, de un Daat especial, tal como indica nombre Divino de
Tipharet: YAHVEH ELOHA VA DAAT. Dios, el Dios Fuerte que otorga el
Conocimiento o la Ciencia de Dios Padre. El que abre el camino hacia Kether.

De allí que en la tradición judía se nos enseña que Dios tiene dos rostros, el
Arij Anpin, y el Zeir Anpin, el gran rostro de Padre Paciente, y el pequeño
rostro del Yahveh impaciente. Los tres sephirots superiores forman el gran
rostro o el Arij Anpin, y los otros siete sephirots desde Jesed a Malkut
conforman el Pequeño rostro o Zeir Anpin. Esa doctrina es la Jesús quiso
enseñar a sus discípulos cuando en el Evangelio de Juan 14,9, el Maestro
dice: EL QUE ME HA VISTO A MI HA VISTO AL PADRE. Pero que nadie se
confunda, se trata de un solo Dios con dos formas de manifestación. El Dios
trascendente y el Dios Inmanente son UNO.
37

LA NUEVA JERUSALEN Y EL REINO DE DIOS.

El Apocalipsis nos informa que una Ciudad de Dorada baja del cielo de Dios,
de forma cúbica, con medidas en codos y otras características muy
interesantes. En su interior está EL ARBOL DE LA VIDA, en su centro mismo. Y
la Luz divina habita dentro de ella. Sus características geométricas, sus
fundamentos, sus puertas y su río de agua de vida interior se entroncan con
todo el resto del Apocalipis en una perfecta unión conceptual y doctrinal.

No se puede separar la Nueva Jerusalén del Apocalipsis ni del conjunto del


Nuevo Testamento como se irá viendo en este capítulo.

Una de las claves para entender lo que viene a continuación es que LA


NUEVA JERUSALEN “DESCIENDE”. VIENE HACIA NOSOTROS “BAJANDO”
DESDE EL CIELO. DESDE LA MENTE DEL DIOS ALTISIMO.

Empecemos con su Geometria: En el cap. 21, 16 dice que SU ALTURA, SU


ANCHURA Y SU LONGITUD SON IGUALES. Es decir es un gigantesco Cubo
sagrado de oro, cristal y piedras preciosas.

Existe un vínculo concreto y fundamental entre este cubo de oro y el Lugar


Santísimo del templo de Salomón, pues ese cuarto llamado también El Santo
de los Santos, era un Cuarto Cúbico con paredes de piedra recubiertas de
oro. Y allí estaba el Arca de la Alianza, los Kerubines y la Presencia de Dios o
la Shejinah. Por eso LA VOZ DE DIOS al mostrarle a San Juan la Ciudad de Oro
le dice que esa ciudad ES EL TABERNÁCULO DE DIOS ENTRE LOS
HOMBRES.(Ap. 21,3)

También existe una conexión entre el Cubo y los 24 ancianos sentados en


tronos descritos en el capítulo 4 del Apocalipsis. El cubo TIENE 24 ANGULOS
RECTOS, sumando los ángulos de sus seis caras. Para los masones las
escuadras y los ángulos rectos son símbolos de la rectitud de los hombres
justos. Esos 24 ancianos coronados vestidos de túnicas blancas son 24 justos,
hombres trascendidos, hallados perfectos en la presencia de Dios. Justicia y
rectitud son equivalentes. Y la blancura de sus ropas lo atestigüan. De allí que
cada uno de los 24 ancianos es un ángulo recto de ese cubo celestial. Esos
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seres humanos perfectos también tienen relación con el número 9 pues las
medidas del muro de la ciudad es de 144 codos. Y ya sabemos que el número
de Adam es 45 o 9. Lo mismo sucede con la cifra de 144.000 escogidos. La
palabra hebrea ADAM se escribe en esa lengua como A D M, es decir, Alef= 1,
Dalet=4, y Mem=40. Obsérvese las cifras: 1+ 4+ 40 (= 45). Es decir, 1440, si le
agregamos dos ceros, tenemos los 144.000 escogidos. La idea de fondo no es
un número literal, sino expresar el concepto de un Adam colectivo y redimido
por la sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo, según palabras de Juan Bautista enunciadas en el cap. Primero del
Evangelio de Juan.

En el mismo cap. 21 vers., dice que siendo la ciudad un cuadrado de 12.000


estadios al multiplicar el largo por el ancho nos da 144.000.000 de estadios. Y
así el numero 9 vuelve a aparecer. Y si lo multiplicamos por la altura de
12.000 estadios nos da la cifra de 1.728.000.000.000 estadios cúbicos, que se
pueden reducir a nueve.

Por eso ese cubo gigantesco es imagen del Adam Celestial del que nos
informa San Pablo en la Prim. Carta a los Corintios 15, 45 al 47, cuando nos
enseña la existencia del primer Adam que viene de la Tierra y del Segundo
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Adam que es Cristo y que viene del Cielo, igual que la Nueva Jerusalen que
baja del Cielo, imagen de una nueva humanidad cristica en manifestación,
que es y será la morada de Dios entre los hombres.

En esta doctrina esotérica todos los hombres cristicos son uno en Jesucristo.
Por eso Jesús en su última plegaria de Juan 17,21: PARA QUE TODOS SEAN
UNO PADRE, COMO TU ESTAS EN MI Y YO EN TI, QUE ELLOS TAMBIEN SEAN
UNO EN NOSOTROS. PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TU ME HAS ENVIADO.

Las cifras de los 144 codos de la medida del muro de la ciudad se pueden
invertir y convertir en 441. Jesús dijo que él era y es la Verdad. Y en hebreo la
Verdad se escribe como Emet. Y sus letras son Alef, Mem, Tau. O sus
equivalentes 1 + 40 + 400 = 441.

Y en el mismo Apocalipsis, en el mensaje a la iglesia de Laodicea 3,14, se nos


enseña que Jesús es el Amén, es decir el Fiel, el Verdadero. Y la palaba Amen
tiene la misma raíz de Amet o Emet. Amén en letras griegas es Alfa, My, Eta,
Ny. Es decir, 1 + 40 + 8 + 50 = 99. En reducción Gemátrica 18, es decir, 9. Así
San Juan Evangelista va creando los puentes desde la kábalah hebrea hacia
la kabalah cristiana y pitagórica.
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Y para sellar esa relación con Pitágoras el apóstol, cuando va terminando de


describir la Nueva Jerusalen dice que Jesús es LA ESTRELLA RESPLANDICIENTE
DE LA MAÑANA. (Apoc. 22,16). Y todos saben que los pitagóricos se
identificaban unos a otros con la estrella pentalfa. Símbolo de la Estrella Sirio.
La cual , como toda la gente culta sabe, tiene una poderosa carga simbólica
vinculada al número 9. Y sus 15 trazos unen el 3 con el 5, lo cual también se
asocia con la forma más breve del nombre de Yahveh, que es Yah, que se
escribe como Yod He. Es decir, 10 + 5 = 15.

Así se comprende porqué la estrella flamígera de los masones, antes de


llevar la “G” DE “God” en su interior llevaba una “Yod”: que es la primera
letra del nombre de Yahveh o Yeva. Y Yod, que vale diez, tiene relación con
los diez trazos exteriores de la estrella pues esotéricamente no se
acostumbra a dibujarla con los cinco trazos de su pentágono interior.
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Finalmente, el descenso de la Nueva Jerusalén es el equivalente de aquella


frase del Padre Nuestro, de la segunda petición, que dice: VENGA TU REINO.
O Descienda tu reino a nosotros el Tabernáculo de Tu Presencia. O venga a
nosotros la nueva Jerusalén. Al interior de nuestra alma, como una nueva
Conciencia iluminada. O venga Jesucristo a nuestra mente. Jesús y el Reino
son Uno. Jesús y la Nueva Jerusalén son una mismo cosa, un mismo estado
de Ser. Tres en UNO. El Reino, la Nueva Jerusalen y Jesús son uno y lo mismo.

Un arquetipo del hombre divino, imagen de una nueva humanidad


Cristofórica. Hombres y Mujeres que son el medio de encarnación o de
manifestación de Jesús el Cristo a través de la historia. Cada santo y maestro
es un reflejo de esa ciudad diamantina, o la ciudad de oro y cristal y piedras
preciosas que desciende del cielo o de la mente divina, descrita por San Juan.

Por eso en el primer capítulo del Evangelio de Juan, en el versículo 14 dice: Y


EL VERBO CARNE SE HIZO, Y PUSO SU TIENDA ENTRE NOSOTROS, Y HEMOS
VISTO SU GLORIA, GLORIA COMO DEL UNIGÉNITO DEL PADRE, LLENO DE
GRACIA Y DE VERDAD. Esa tienda es, como el mismo Apocalipsis (21,3) dice,
una proyección cósmica y perfecta del Tabernáculo que Moisés fabricó en el
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desierto según el modelo celestial que se le había mostrado en la


montaña.(Hebreos 8,5 y Exodo 25,40).

Es así porque, Cristo es, en realidad, LA PRESENCIA VIVA DE DIOS EN MEDIO


DE LOS QUE LE SIGUEN A TRAVES DE LOS SIGLOS, DENTRO Y FUERA DE LA
IGLESIA. Pues como dijo un antiguo padre de la iglesia, EN LA IGLESIA NO
ESTAN TODOS LOS QUE SON NI SON TODOS LOS QUE ESTAN. Pues los
hombres de Dios están dispersos por toda la faz de la tierra y no siempre
están congregados formalmente como comunidad cristiana, y puede que
pertenezcan a otras tiendas religiosas, pero interiormente pertenecen a
Cristo, el Verbo de Dios, y a su iglesia oculta o celeste.

Y así lo explica el mismo capítulo 7 del Apocalipsis, vers. 9: DESPUES DE ESTO


VI UN GENTÍO INMENSO, IMPOSIBLE DE CONTAR, DE TODA NACIÓN Y DE
TODAS LAS RAZAS, PUEBLOS Y LENGUAS, QUE ESTABAN DE PIE DELANTE DEL
TRONO Y DEL CORDERO. VESTIDOS CON ROPAS BLANCAS Y CON PALMAS EN
SUS MANOS.
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LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA.

Ahora profundizaremos el tema que quedó insinuado en el capítulo anterior


acerca de la Pentalfa resplandeciente de la mañana, de Apocalipsis 22,16 y en
Apocalipsis 2,28; que en las logias masónicas se la denomina como Estrella
Flamígera.

Decíamos antes que esa estrella está cargada de conexiones con el número 9,
y es muy cierto, pues los ángulos de cada una de sus puntas o vértices miden
36 grados. Y los ángulos interiores del pentágono que se inscribe en su centro
tienen 108 grados. En ambos casos la cifras suman 9. Lo mismo sucede si
sumamos los 108 grados de cada ángulo o los multiplicamos por 5, y nos
resulta 540, cual también se convierte en un nueve. Y si invertimos los
números y descartamos el cero, tenemos el 45 del Adam.

De allí es que se afirma a través de los siglos que la Estrella Pentalfa es


imagen del Hombre celestial, del arquetipo divino del hombre. O según otros
es imagen de la inteligencia divina manifestada en el hombre.

Para los pitagóricos era signo de salud, y en el cristianismo es símbolo de


Jesús o de la conciencia cristica. Ya sabemos que Iesua o Yesua, significa
Yahveh trae salvación o Yahveh salvador, lo cual tiene relación con la salud,
pues el concepto hebreo de salvación incluye la sanación o la salud plena del
hombre completo, de allí que el mensaje de salvación que ofrecía Jesús de
Nazaret iba acompañado de milagros o prodigios de curación del cuerpo y del
alma de los oyentes o de los creyentes. Y en la lengua griega, la palabra
Sother, traducida ordinariamente como salvador, también significa protector
y sanador. No existe por lo tanto, incompatibilidad simbólica ni conceptual
entre el concepto pitagórico y cristiano de la estrella pentalfa como se verá
en el párrafo siguiente.

Tres versículos del Nuevo Testamento vinculan a Jesús, Luz del Mundo, con la
estrella pentalfa o la estrella flamígera de los masones, buscadores de la
Iluminación espiritual. Para comprender eso se deben leer los versículos en
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orden: Son el vers. 19 cap, uno de la segunda carta de san Pedro. Apocalipsis
2,28 y Apocalipsis 22,16.

Veamos: la seg, Epístola de Pedro dice: TENEMOS TAMBIÉN LA PALABRA


PROFÉTICA MÁS SEGURA, A LA CUAL HACEIS BIEN EN ESTAR ATENTOS COMO
A UNA ANTORCHA QUE ALUMBRA EN UN LUGAR OSCURO, HASTA QUE EL
DIA ESCLAREZCA Y EL LUCERO DE LA MAÑANA SALGA EN VUESTROS
CORAZONES. Es decir, debemos leer atentamente la Biblia, hasta que
obtengamos la iluminación interior o la conciencia supraconsciente de
Jesucristo.

Y eso se comprueba con lo que dice Apocalipsis 2,28, en la parte final del
mensaje a la iglesia de Tiatira dice que AL QUE VENCIERE Y GUARDARE LOS
MANDAMIENTOS DE DIOS HASTA EL FIN, … LE SERA DADA LA ESTRELLA DE LA
MAÑANA. Esa estrella es el mismo Cristo, que adviene dentro del alma, cosa
que se confirma en Apoc. 22,16 donde dice:… YO SOY…..LA ESTRELLA
RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA.

La iluminación interior por lo tanto, involucra no solo la iluminación de la


mente con la divina sabiduría, sinó también en el advenimiento de Cristo
dentro del alma, tal como dice el mismo evangelio de san Juan 14, 21 al 23.
EL QUE TIENE MIS MANDAMIENTOS Y LOS GUARDA, ESE ES EL QUE ME AMA,
Y SERA AMADO POR MI PADRE Y YO LE AMARE Y ME MANIFESTERÉ A EL….

Y agregó. EL QUE ME AMA, MI PALABRA GUARDARA, Y MI PADRE LE AMARÁ


Y VENDREMOS A ÉL, Y HAREMOS MORADA CON EL. Por lo tanto hay perfecta
concordancia entre la doctrina de Pedro, la del Apocalipsis y la del Evangelio
de San Juan. El advenimiento o la manifestación del Padre y del Hijo en el
alma del discípulo fiel es la Estrella resplandeciente de la mañana.

Por eso el ritual de consagración de un nuevo templo masónico incluye la


siguiente invocación: ESTRELLA REFULGENTE, LUZ MISTERIOSA Y SUBLIME,
FUEGO SAGRADO, ALMA DIVINA DEL UNIVERSO, PRINCIPIO ETERNO DE
TODO LO CREADO, Y SIMBOLO VENERADO DEL GRAN ARQUITECTO DEL
UNIVERSO, ILUMINA NUESTRAS MENTES, FORTIFICA NUESTROS CORAZONES,
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GUIANOS EN NUESTROS TRABAJOS Y DERRAMA PERENNEMENTE EN


NUESTRAS ALMAS, EL FUEGO VIVIFICANTE Y REGENERADOR DE LA
MASONERIA.

Finalmente en los ritos del grado 18 de los Caballeros Rosacruces de


Heredom el texto afirma la misma idea sustancial de este capítulo. Que al
morir Jesús en la cruz LA ESTRELLA FLAMÍGERA SE OSCURECIÓ Y QUE AL
RESUCITAR EL MAESTRO GALILEO LA ESTRELLA FLAMÍGERA VOLVIÓ A
BRILLAR CON TODA SU FUERZA. PUES ELLA ES EL MISMO VERBO DE DIOS
QUE SE HIZO HOMBRE, como enseña el evangelio de san Juan.

Resumiendo, la Pentalfa es la estrella de la GNOSIS divina, celestial o


cósmica, si se quiere usar ese término. NO es símbolo de la gnosis inferior de
la razón humana terrestre, o de la ciencia material. Esa ciencia inferior es más
bien una sombra de la ciencia superior de los hombres crísticos.

Para cerrar bien este tema, hay que explicar brevemente la razón del eficaz
uso de la estrella pentalfa en la magia, con símbolo para desterrar espíritus
desencarnados, fantasmas, duendes o demonios, o evocar fuerzas
elementales o la luz divina.

Su fuerza de debe al hecho de que siendo imagen del arquetipo celestial del
ser humano al dibujarla ceremonialmente con la mano, con un cetro o un
puñal mágico, permite traer el poder del cielo a la tierra, reflejando el diseño
geométrico del pensamiento divino al reino de las sombras y del caos. E
iluminar y ordenar ese reino oscuro de entes rebeldes al orden cósmico
diseñado por el Gran Geómetra y Arquitecto de la Jerusalen celestial.
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EL ÁRBOL DE LA VIDA

En una mirada superficial sobre el Nuevo Testamento la gente profana piensa


que el símbolo del árbol de la Vida o Etz Jaim (Ayin Tzade Jet Yod Yod Mem)
no se encuentra en los textos. Y que la Biblia sólo lo menciona en el Génesis.
Falsa mirada, pues el Apocalipsis menciona TRES VECES el árbol de la vida y
también sus frutos.

Y debe obligatoriamente mencionarlo pues la doctrina clásica es que la caída


del hombre y el decreto la justicia de Dios le cerró a la humanidad el paso y
acceso a los frutos del árbol de la vida. Por tanto, el mensaje y la persona de
Jesús el Cristo LE ABREN NUEVAMENTE AL SER HUMANO EL CAMINO AL
ÁRBOL Y EL ACCESO A COMER LOS FRUTOS DE VIDA ETERNA O DE VIDA
DIVINA QUE ESE ALIMENTO OFRECE.

Y esa es precisamente la doctrina de san Juan, tanto en su Evangelio, como


en sus cartas y en el Apocalipsis. Al leer con atención esos documentos se
insiste una y otra vez que seguir a Jesús es Vida, y que conocerlo a él y a su
Padre es la Vida eterna en su esencia.

Muchos YO SOY de Jesús de Nazaret tienen relación con la Vida


supersustancial o la vida abundante en Cristo. Por eso dice Yo Soy el Pan de
Vida, La Luz de la Vida, El Camino, la Verdad y la VIDA, y finalmente YO SOY
LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA.

En su primera Epístola san Juan al comienzo ya nos informa acerca del Verbo
de Vida. De creer en Él para tener Vida en su Nombre, etc. Todo eso tiene
directa relación con el rol o la función metafísica o espiritual del Árbol de la
Vida y el comer sus frutos de inmortalidad.

En el Génesis había dos árboles, uno al centro del Paraíso y otro en la


periferia. Ese detalle aparece en antiguos grabados a color que son
sumamente significativos. El árbol que está en la periferia es el del
Conocimiento del Bien y del Mal. Y el que está al Centro, igual como se le
sitúa al interior de la Nueva Jerusalen, es el árbol de la Vida. Al centro, y
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coincidiendo con el Trono de Dios y del Cordero y con el origen de las aguas
del río de la Vida.

Así el trono de Dios, el árbol y la fuente del agua de la vida son UNO, es Uno y
el mismo origen. Dios, el Uno, El Alfa y la Omega, el Primero y el Último. Y en
la Nueva Jerusalen ya no está el árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, cuyo
fruto causó la caída de nuestros primeros padres.

Pero los frutos del Árbol de la Vida son todo lo contrario. Son alimento de
Vida Divina, frutos que dan acceso al Conocimiento Directo de la Conciencia
Universal y a la Inmortalidad consciente. Alimento de sabiduría infinita que
une al ser humano con Dios.

Así lo plantea el Apocalipsis, en el mensaje a la Iglesia de Éfeso. Cap, 2,7. AL


QUE VENCIERE LE DARÉ DE COMER DEL ÁRBOL DE LA VIDA QUE SE
ENCUENTRA EN EL PARAÍSO DE DIOS. Y el sentido de esta victoria espiritual
previa a recibir este alimento trascendente se indica en el capítulo 22,14,
donde dice: FELICES LOS QUE LAVAN SUS VESTIDURAS PARA TENER DERECHO
A PARTICIPAR DEL ÁRBOL DE LA VIDA Y A ENTRAR POR LA PUERTAS DE LA
CIUDAD.

Y el vers, siguiente confirma la idea, al decir que: AFUERA QUEDARÁN LOS


PERROS Y LOS HECHICEROS, LOS LUJURIOSOS, LOS ASESINOS, LOS
IDOLATRAS, Y TODOS AQUELLOS QUE AMAN Y PRACTICAN LA FALSEDAD.
Esos son los pecados que el ser humano debe eliminar de su alma mediante
una perseverante lucha interior.

Ese el método para lavar las ropas sutiles del alma. (En el lenguaje de los
pueblos semíticos la palabra “perro” se refiere a los infieles, a los impuros.
Recordemos la frase de Jesús según Mateo 7,6 “No deis lo santo a los
perros”. Y la palabra Lujuria significa un tipo de pecado que indica amar los
placeres desordenados de la carnalidad o la sensualidad desenfrenada).

El árbol de la Vida, Etz Jaim, dará frutos los doce meses del año. Doce veces
en el año Es decir, POR SIEMPRE. No como los árboles de la tierra que dan
frutos una vez al año. Esta clave del número 12 tiene su base en la gematría,
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pues las letras del nombre hebreo del árbol de la Vida suman 12. Veamos:
sus letras son Ayin Tzade, Het, Yod, Yod, Mem. O en cifras: 70 + 90 + 8 + 10 +
10 + 40 = 228. Que al volver a sumar se convierte en 12. ( Apoc. 22,2).

La forma vertical y central del árbol de la Vida dentro de la Nueva Jerusalen


nos indica que Juan veía es símbolo como una imagen del Axis Mundi, del Eje
del Cosmos, que atraviesa todos los planos visibles e invisibles del universo.
Lo que también se relaciona con la Montaña, otro símbolo del Axis Mundi, en
la tradición de René Guenon. Y allí, en el Monte Horeb apareció la Visión de
la Zarza Ardiente delante de Moisés.

Y esa Zarza, un arbusto, también esta insinuada la presencia del Etz Jaím para
los rabinos de la gnosis judía que es la Kabalah. Dos imágenes del Axis Mundi
unidas. Arbol y Montaña. A la que se agregó también la Columna de Fuego y
Humo sobre el Tabernáculo, como signo de la Presencia permanente de Dios
guiando a su pueblo.

El Apocalipsis nos dice que Cristo está sentado en el mismo trono del Padre,
en el mismo centro del cielo y en el centro de la Nueva Jerusalén. Así es que
Jesús, el Verbo de Dios, el Padre, el Trono de Dios, el Árbol de la Vida son
UNO. Y de ese centro supremo, Alfa y Omega de la Existencia, surge también
el rio del agua de la Vida. A los pies de Cristo y a los pies de mismo Árbol. Por
eso san Juan nos dice reiteradamente que Jesús es LA VIDA. JAIM en hebreo.

Finalmente se requiere una explicación del uso del plural en el hebreo. Vida
en realidad es Jai, no jaim. Si se piensa en forma profano y superficial ETZ
JAIM significaría Árbol de Vidas. Pero como se trata de la Vida Una y suprema
y superabundante o infinita, se usa la terminación “IM” porque el hebreo
carece de adjetivos superlativos.

De allí se entiende por ejemplo que la palabra ELOAH, significa DIOS FUERTE,
se transforme en ELOHIM para indicar el concepto de DIOS FORTISIMO.
Elohim solo se interpreta como plural o como varios dioses al ir acompañada
de un verbo en plural. Pero si la palabra Elohim va acompañada de un verbo
en singular se refiere al Dios UNICO Y TODOPODEROSO. Por eso en el Génesis
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1,3 dice: Y ELOHIM DIJO: SEA LA LUZ Y LA LUZ FUE. No dice los dioses
dijeron…. .-
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LOS CIELOS ABIERTOS.

La frase “los cielos se abrieron”, o “vi abrirse el cielo”; es de gran significado


pues sólo se usa cuando un profeta cae en éxtasis y el velo de la materia se
aparta y comienza a VER una realidad superior oculta a los ojos de la carne.
El alma del Vidente o profeta entra en el campo de las visiones divinas, más
allá de lo que la gente común denomina el mundo astral, o el plano psíquico
de las almas desencarnadas o de la vida onírica común.

Es el profeta Ezequiel quien utiliza por primera vez esa frase al comenzar su
famoso libro. (Ezequiel 1,1). Y a pesar de narrar varias decenas de visiones
solo la utiliza una vez, como si todo lo que viniera escrito posterior a esa
frase fuese solo un despliegue o desarrollo natural de aquella primera
experiencia supra-consciente.

En el Nuevo Testamento esa frase de los cielos que se abren se repite seis
veces. Las primeras tres veces son en el episodio del Bautismo de Jesús en el
río Jordán, según los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. En una gran visión
que tiene Juan el Bautista, cuando ve descender el Espíritu Santo en forma de
paloma sobre Jesús y permanece sobre él.

La cuarta vez es cuando Jesús hace una demostración de clarividencia


distancia a los primeros discípulos Y LES PROMETE QUE A PARTIR DEL
MOMENTO EN QUE ASUMEN SU DISCIPULADO “VERAN LOS CIELOS ABIERTOS
Y PODRAN VER A LOS ÁNGELES DE DIOS SUBIR Y BAJAR SOBRE EL HIJO DEL
HOMBRE”. Es decir su rol de discípulos y de apóstoles incluye el uso del don
de la visión profética supra-consciente, PUES LA COMUNIDAD CRISTIANA
PRIMITIVA ES UNA ESCUELA DE PROFETAS O DE VIDENTES.

La quinta vez en que aparece la frase solemne de ver los cielos abiertos es
para demostrar que dicha promesa de Jesús realmente se cumplió, y la utiliza
San Esteban el Diácono, en el final del capítulo 7 de los Hechos de los
Apóstoles, en el momento de su lapidación y agonía. Y al abrírsele el ojo
místico ve a Jesús de pie a la diestra de Dios.
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La sexta vez en que aparece la frase de los cielos abiertos es en boca de


Simón Pedro, unos minutos antes de la llegada de los emisarios del Centurión
Cornelio, que significó la expansión de la fe cristiana en el seno de la
civilización romana. Ver el capítulo 10,11 de los Hechos de los Apóstoles.
Pedro ve bajar del cielo un mantel sujeto por las cuatro puntas y sobre la tela
varias decenas de animales cuadrúpedos, reptiles y aves, y la voz de Dios le
dice: Pedro, sacrifica y come. Y Pedro se niega pues como buen judío solo
come carne de animales puros autorizados por la antigua ley. Y tres veces la
divina voz le dice que lo que Dios ha purificado no lo llame impuro.

Efectivamente esos animales simbolizan a la familia del Centurión Cornelio y


algunos de sus soldados, que estaban listos para asumir el discipulado de
seguimiento de Cristo, teniendo a Pedro como Guía y Sacerdote. Y así lo
prueba el resto del capítulo. Esas personas ya estaban purificadas y
recibieron el Espíritu Santo antes de ser bautizadas. Y tuvieron visiones tal
como los apóstoles, y en el caso de Cornelio ya había visto anteriormente un
ángel de ropas resplandecientes que le ordenó mandar a buscar y escuchar el
mensaje de Simón Pedro.

Una nueva escuela de profetas, con perspectivas universalistas, acababa de


ser fundada y se iba a expandir por el mundo entero a lo largo de los siglos.

Aunque san Juan es vidente y en su evangelio menciona los cielos abiertos en


el primer capítulo como ya se dijo, en el Apocalipsis no usa esa imagen clásica
de la apertura de los cielos y usa una más de acuerdo con la tradición
Yóguica. En el capítulo cuarto del gran libro de las Revelaciones dice: Y HABÍA
UNA PUERTA ABIERTA EN EL CIELO. Y UNA VOZ COMO DE TROMPETA ME
DIJO SUBE ACA Y TE MOSTRARE LAS COSAS QUE VAN A SUCEDER PRONTO.

Es decir, la promesa de Jesús de que sus discípulos tendrían la visión celeste


disponible de modo permanente, y su afirmación de que YO SOY LA PUERTA,
se fusionan en uno y así san Juan puede proyectarse más allá del tiempo y del
espacio y entrar en la dimensión divina y atemporal en que se mueven los
grandes seres a las órdenes del Padre Supremo, el Creador de los Mundos.
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Y es lo que los yoguis de la india enseñan al explicar el rol de los chakras,


especialmente el Sahasrara Chakra, el que se haya por encima de la cabeza,
no en la cabeza misma, como Kether, que es la Corona, y que se le llama LA
PUERTA DE BRAHMA O BRAHMA RANDRA. La puerta del Creador.

Por eso Paramahansa Yogananda al explicar el rol del tercer ojo dice que el
ser humano debe entrar por el ajna chakra del centro de la frente y avanzar
por una especie de túnel dorado y azul y al final de este el espíritu o la
conciencia del devoto o del meditador atraviesa un portal en forma de
ESTRELLA DE CINCO PUNTAS Y ASÍ ENTRA EN EL AIN SOF AUR, LA LUZ
INFINITA Y EN EL REINO DE DIOS. Por eso Jesús en el Evangelio dice Yo soy la
Puerta, es decir, soy Brahmarandra, y al final del Apocalipsis dice: YO SOY…LA
ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA. LA PUERTA Y LA ESTRELLA Y LA
LUZ DEL COSMOS SON UNA. Por eso los kabalistas enseñan que el AIN SOF
AUR está por encima de la Corona de Kether.

Dato confirmado por Sri Vivekananda, pues el afirma que el meditador del
Raja Yoga, debe imaginar y luego VER que a varios centímetros sobre su
cabeza existe un gran Loto de Ocho Pétalos y SOBRE Él debe ver que está
SENTADO EL RADIANTE UNO, EL TODOPODEROSO, EL INTANGIBLE, AQUEL
CUYO NOMBRE ES OM, EL INDECIBLE , RODEADO DE LUZ EFULGENTE. Cita
textual del libro de Raja Yoga de Vivekanada, capítulo 8 pag. 134.

Y San Juan dice que cuando atravesó esa puerta del cielo, VIO UN TRONO Y A
UNO SENTADO, RODEADO DE UN RESPLANDOR VERDE Y DE ARCO IRIS, DEL
CUAL SALÍAN RELÁMPAGOS, VOCES Y TRUENOS Y LOS COROS ANGÉLICOS
DECÍAN: SANTO, SANTO, SANTO, ES EL SEÑOR, DIOS TODOPOROSO, EL QUE
ERA, EL QUE ES, Y EL QUE VENDRA.
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La Piedra Viva y otras piedras del santuario.

En el mundo semítico, y en sus derivaciones islámicas y judeo-cristiana existe


una cultura mítica y religiosa de las piedras. Aunque el culto a las piedras
sagradas es universal y multiforme, solo en la tradición semítica se efectuó
un desarrollo completo de la idea primitiva, evolucionando desde el culto a
los Betilos y las piedras de rayo, o los meteoritos, como el que està en la
Kabba, hasta la idea de las personas humanas como piedras vivas y moradas
de la Divinidad.

Veamos primero el concepto de Betilo. La palabra deriva de Beit-El, “Casa de


Dios” en hebreo, según se narra en la Sagrada Escritura, en Génesis 28, 11 al
22, donde el Patriarca Jacob después de tener un sueño hiperlúcido con la
escalera mística que unía el cielo con la tierra, en cuya cima estaba Yahveh y
tras contemplar a los ángeles de Dios subir y bajar por esa escalera, despertó
del sueño y ungió con aceite de oliva la piedra sobre la cual había apoyado la
cabeza. Y así la piedra quedó consagrada y la reverenció como una Morada o
Casa de Dios (Beit-El) y Puerta del Cielo, tanto él y sus descendientes.

De esa experiencia supra-consciente y de ese ritual de Jacob de consagración


de la piedra viene la tradición masónica del altar de piedra o de la piedra ara
y de la escalera invisible que se alza sobre el ara y que nos lleva a la Presencia
de la Divinidad.

Aquella piedra bruta usada como Ara era considerada viva, habitada por una
presencia espiritual, y no era una piedra cúbica ni pulida, era tosca, pero con
alguna superficie lisa donde apoyar la cabeza del Patriarca vidente.

De allí que al leer las Escrituras uno puede verificar que; por ejemplo, se
usaban piedras como testigos de juramentos solemnes entre jefes de tribus
semitas, y que cuando Abraham o Josué o Moisés edificaban un altar a la
Gloria del Gran Arquitecto lo hacían usando una o doce piedras brutas. Y tan
sagradas se las consideraba que si se las devastaba con cualquier
herramienta de hierro o bronce se las consideraba profanadas. Y ya no
servían para establecer la comunicación con el Eterno.
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Mayor relevancia religiosa y civilizadora tomaron las piedras cuando Dios


escribió Su Ley en tablas de Piedra y fueron guardadas dentro del Arca de la
Alianza. Y se produce un salto evolutivo en ese culto a los Betilos cuando el
templo de Yahveh se construye con piedras traídas desde el Líbano, o desde
montañas cercanas, pero que para conservar su carácter sagrado y ser
puestas en los cimientos y las paredes del templo eran devastadas y pulidas
con medidas exactas a varios Kilómetros de Jerusalén. Y colocadas luego en
su lugar predestinado en perfecto silencio, e impregnadas solo de la vibración
de cantos y plegarias de los sacerdotes y levitas.

Con el advenimiento de Jesucristo, el Verbo de Dios encarnado, las piedras


tomaron mayor relevancia simbólica y se convirtieron en emblemas de las
personas de modo específico. Tal como algunos profetas como Isaías y
Zacarìas ya habían lo insinuado al señalar, el primero, a la persona del Mesías
como una Piedra Escogida y Preciosa y cabeza de ángulo de un templo
espiritual. Y el segundo, como una Piedra con Siete Ojos puesta delante del
sumo sacerdote, claramente como un Ara o Altar de la Presencia Divina.
(Isaías 28,16 y Zacarías 3,9).

Así el Apóstol Simón bar Jonás, se convierte en Simón Pedro (Piedra-Roca),


pues Jesús mismo lo nombra como la piedra viva fundacional del edificio de
su comunidad iniciática o su colegio apostólico. (Mateo 16,18).

Luego, el propio Juan Evangelista, al final del primer capítulo de su Evangelio


nos enseña que el propio Jesús se identificó con la piedra sobre la cual había
dormido Jacob durante su sueño visionario de àngeles que bajaban y subían
al cielo, y que había ungido como altar o ara en Beit-El, cuando le dice a los
apóstoles que se volverán clarividentes como los antiguos profetas, y “que
verán subir y bajar a los àngeles sobre el Hijo del Hombre”. (E: de Juan 1,51)

Asì Jesùs era un altar viviente o piedra humana viviente donde las potencias
celestiales podían reconectarse con los hombres. Y en el capìtulo II del
Evangelio de Juan, Cristo declara que su cuerpo es templo de Dios y que si
destruyeran ese templo vivo en tres días lo levantarìa de nuevo.
55

Finalmente Simón Pedro enseña, en su primera carta, en capìtulo II, que los
discípulos de Cristo eran piedras vivas de un santuario espiritual,
completando asì la doctrina masónica sobre los iniciados como piedras vivas
del templo de la sabiduría universal, con las siguientes palabras:
“acercándoos a El, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas
para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual, y sacerdocio santo”. (Prim. Carta de Pedro
cap. 2, vers. 4 y 5 ).

Asì pues, siendo Jesùs una piedra cùbica perfecta, las otras piedras vivas para
poder unirse bien a ella y formar parte del edificio espiritual señalado, se
deben devastar hasta ser semejantes a esa piedra fundamental, y estar en
debida comunión los unos con los otros y asì dar Gloria al Divino Arquitecto.

Los masones y los rosacruces del siglo XVII en Inglaterra tomaron esta
doctrina de las piedras vivas derivada de las Sagradas Escrituras para
transformar a la masonerìa operativa en espiritual y especulativa.
56

La Gematria de San Mateo.

La tradición oral y escrita referida al Evangelio de San Mateo dice que él


escribió un evangelio en arameo, no en griego, como Lucas y Juan. Y que
lamentablemente solo sobrevivieron las copias griegas de aquel importante
documento destinado precisamente al adoctrinamiento de personas
conversas que venían del mundo judío.

El evangelio de Mateo está dedicado rigurosamente a probar en términos


kabalisticos que Jesús o Iesua es el Mesiaj. No obstante, al ser traducido al
griego perdió una parte de su fuerza de convicción y recibió injertos de
mitología griega que son contradictorios respecto a ese fin. Tal es el caso la
concepción virginal de Jesús, explicada en el capítulo uno, versículos 19.al 23.

Para los entendidos los primeros 17 versículos del capítulo está destinado a
demostrar que Jesús es realmente un descendiente de David, pero esos
argumentos se rompen completamente al mencionar una concepción
milagrosa completamente innecesaria a la comprensión judía de la
encarnación del Mesiaj.

Desde el punto de vista del Antiguo Testamento, el Mesiaj debía ser,


necesariamente, un hijo o descendiente de David según la carne. La
virginidad era mal vista en Israel, y jamás ningún profeta planteó esa
necesidad de un nacimiento virginal o milagroso, sin participación masculina.

El Texto de Isaías 7,14, acerca del Emanuel y de la Virgen, es muy manipulado


el exponerse, y no se mira que no es lo mismo leer el texto masorético
hebraico que leer la versión de los Setenta en griego, donde se la nombra
como una Partenos o una mujer virgen. El texto masorético dice ALEMAH,
Ayin, Lamed, Mem, He. Palabra que significa una moza, una mujer joven, tal
vez adolescente, que en realidad era la joven esposa del profeta, la cual
también era profetiza, según se explica en el capítulo siguiente.

El linaje davídico de Jesús jamás estuvo en duda en la exigente inteligencia de


san Pablo, pues en la epístola a los Romanos 1,3, el Apóstol afirma
claramente el origen humano no virginal ni milagroso de Jesús, diciendo:
57

ACERCA DE JESUCRISTO, SU HIJO, NACIDO DE LA ESTIRPE DE DAVID SEGÚN


LA CARNE. Y en otras traducciones dice: NACIDO DEL LINAJE DE DAVID
SEGÚN LA CARNE.

Y ese texto viene fortalecido con otros del mismo san Pablo, por ejemplo, en
la epístola a los Hebreos 7,14, PORQUE ES SABIDO QUE NUESTRO SEÑOR
DESCIENDE DE LA TRIBU DE JUDA. Antepasado de David, mencionado en el
linaje anotado precisamente en el capítulo 1,3 del evangelio de Mateo ya
mencionado. Por eso la cuestión de la virginidad de María. Y el origen
milagroso de la concepción jamás fue planteado en la primera generación
apostólica.

Y María, además, no era descendiente de Juda ni de David, pues era prima de


Isabel, mujer miembro de la tribu de Levi, pues su marido Zacarías era
sacerdote y ningún sacerdote se podía casa con una mujer de otra tribu que
no fuera de Levi. Así es que toda esta cuestión del nacimiento virginal es
falsa.

Es un injerto de la mitología griega que exigía que los Héroes o semidioses


fuesen hijos de un Dios y de una mortal escogida. Recordemos el caso de
Perseo, Hijo de Dánae, mujer virgen, y fecundada POR UNA LLUVIA DE ORO,
en perfecta analogía con la idea del derramamiento del Espíritu Santo.

Pero esto es solo una introducción al asunto. Pues el capítulo uno de Mateo
es de enorme importancia pues contiene un profundo mensaje kabalístico,
destinado justamente a convencer a judíos estudiosos que Jesús es el Mesíaj
sobre fundamentos gematricos. Tal como decíamos en el capítulo uno,
acerca de la LUZ, cuando mencionábamos la trascendencia del número 14.

Es el versículo 17 el que hace notar al lector la importancia del número de


generaciones desde Abraham hasta Cristo. 14 + 14 + 14 = 42 generaciones.

Abraham en hebreo se compone de cinco letras que suman 248, que al


sumarlas nos da 14. ( Alef + Beit + Resh + Hei + Mem; o sus equivalentes en
cifras: 1 + 2 + 200 + 5 + 40 = 248). Si el catorce es un uno más un cuatro la
cifra final es 5, que es el número de letras de la palabra Abraham.
58

Con David ocurre lo mismo. En hebreo la palabra David se compone de tres


letras D V D o Dalet, Vau, Dalet: Y sus equivalentes numéricos son 4+6+4=14.

Y estas cifras de la palabra David se vuelven a repetir en otro orden al


analizar el valor numérico de la palara Emanuel en griego. ( εμμανουήλ=644,
pues Epsilon = 5, My = 40, My = 40, Alfa = 1, Ny = 50, Omicron 70, upsilon =
400, Eta= 8, Lamda = 30 ). Y al sumar las cifras 6+4+4= 14. Y como Emanuel
significa Con nosotros esta Dios, se comprende que ese Hijo o descendiente
de David no es solo un hombre, sino que es Dios que ha descendido a su
pueblo para cumplir las antiguas promesas hechas por el mismo Señor a
través de sus profetas.

Nótese que el Evangelio de Mateo es el ÚNICO que menciona la palabra


Emanuel en todo el Nuevo Testamento. Y que en toda la Biblia esa palabra
solo aparece TRES veces. Dos mencionadas por Isaías, y la única de Mateo.

El número 14 es de tremenda importancia para el cristianismo pues, como


todos saben la palabra y el simbolismo del pez define el carácter divino de
Jesús y el carácter de los discípulos peces capturados por los apóstoles
pescadores de hombres.

En la kábaláh, NUN es la letra número 14 y es la imagen de un pez. Y en el


capítulo 14 del Evangelio de San Mateo se narra la primera multiplicación de
los panes y de los peces que ejecuta Jesús de Nazaret.

La grafia clásica de la letra NUN es un pez con la cabeza hacia abajo y la cola
hacia arriba.
59

En cuanto a la palabra Ictus en griego es un anagrama que contiene el credo


primitivo de la comunidad cristiana.

Todos los datos anotados abierta y encubiertamente en los primeros 17


versículos del capítulo uno del Evangelio de San Mateo apuntan a demostrar
que Jesús es el Mesías prometido a la tribu de Judá, a David mismo, que
nacería de su propia estirpe o linaje, de su propia sangre. Y por tanto sería
Rey de los Judíos. Y a la vez Hijo Amado del Padre. Su doble naturaleza esta
simbolizada en el doble 7, o número de doble perfección, perfecto Hombre y
perfecto Dios.

Es la misma doble naturaleza indicada en el capítulo final del Apocalipsis, en


el 22,16. Donde dice Cristo a través de Juan: YO SOY LA RAIZ Y EL LINAJE DE
DAVID, LA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA.

Allí se afirma su descendencia humana, pero indicando que es anterior a


DAVID, y al mismo tiempo es Luz de Dios (Auriel=248, la misma cifra de
60

Abraham=14) manifestada como una estrella pentalfa que ilumina el


perpetuo amanecer de las almas.

En la lengua griega la palabra Alfa suma en sus cuatro letras 532. Y si


multiplico esa cifra por 5, pues la estrella tiene cinco alfas como puntas
consigo la cifra de 2660, que nuevamente nos da 14 al sumar esos dígitos.

Finalmente la genealogía de Jesús comienza en Abraham pues el patriarca es


el primer Salvador e intercesor de la humanidad delante de Dios. Ya que no
solo intercede para impedir la destrucción del Sodoma y Gomorra, sino que
EN EL CAPITULO CATORCE DEL GÉNESIS realiza una campaña militar
relámpago para rescatar a su sobrino Lot y su familia de una situación de
rapto y prisión efectuada por unos jeques beduinos de los alrededores del
Mar Muerto.

En Lot y su familia esta simbolizada La Humanidad, pues el nombre de LOT


(Lamed-Vav-Tet= 30 + 6 +9) da 45, cifra kabalística de Adam.

Por eso diversos rabinos ponen a Abraham morando en Tipharet, sephira


donde los kabalistas cristianos ponen a Jesucristo.

Como Mateo y Juan fueron discípulos directos de Jesús podemos


interconectarlos en la afirmación de Cristo: YO SOY LA LUZ DEL MUNDO.EL
QUE ME SIGUE NO ANDARÁ EN TINIEBLAS, SINO QUE TENDRA LA LUZ DE LA
VIDA.

Si reemplazamos las palabras LUZ DEL MUNDO por LUZ DE LA NATURALEZA,


nuevamente nos aparece el número 14, pues en hebreo Luz de la Naturaleza
se dice: AOR HA TEBAH. (Alef-vau-resh-he-tet-beit-ayin = 1+6+200+5+9+2+70
= 293, cifra que al hacer la primera reducción teosófica se convierte en 14). Y
como Luz de la Naturaleza no puede dejar de asociarse a Osiris, LUZ DE ISIS, y
los 14 trozos en que fue dividido su cuerpo.
61

Bautismo e iniciación masónica de Primero y Tercer Grado.

Hay grandes semejanzas entre los ritos de Ingreso a la Masonería como


aprendices y la Exaltación al Grado de maestro. Ambos son pasos por las
Puertas de la Muerte. Y una vez hecho ese tránsito se obtiene la visión de
una realidad trascendente. Estar en el gabinete de reflexiones rodeado de
símbolos mortuorios es equivalente al estar dentro de la tumba esperando la
resurrección.

La diferencia es el motivo de esa muerte. En los profanos que aspiran a


ingresar es una muerte para alcanzar un nivel de conciencia nuevo, una
Gnosis que se completa en el segundo grado. Y en el caso de la Exaltación es
una muerte que resulta de la encarnación de un ideal, de la personificación
de un Héroe mítico como Jesucristo u Osiris, o Krishna, identificado por
Hiram, para vincularlo más directamente con la tradición constructivista
salomónica.

Y desde luego la maestría masónica es la puerta de los misterios mayores,


que permiten ya no solo el renacer en Cristo, como lo hace la iniciación del
primer grado. Su objetivo es más alto. Es la visión o contemplación del Rostro
eterno del Padre, y la unificación con El. Esas etapas están representadas en
el mensaje final de las 7 iglesias del Apocalipsis. “Al que venciere le dare que
se siente conmigo en mi Trono, así como yo he vencido y me he sentado con
Mi Padre en SU TRONO”. En el reino de Dios no hay más que UN TRONO.
(Apoc. 3,21).

San Pablo es quien directamente relaciona el Bautismo con un ritual de


muerte y resurrección, y no un mero renacer a la vida del Espíritu como hace
el capítulo 3 del Evangelio de Juan. Lo que no significa que esos conceptos
sean contradictorios. Pues en verdad son complementarios.

Veamos la Epístola a los Colosenses, 2,12: SEPULTADOS CON ÉL EN EL


BAUTISMO, EN EL CUAL FUISTEIS TAMBIEN RESUCITADOS CON ÉL, MEDIANTE
LA FE EN EL PODER DE DIOS QUE LE LEVANYTO DE LOS MUERTOS.
62

Veamos ahora el evangelio de San Juan, 3,3-7: RESPONDIO JESUS Y LE DIJO:


DE CIERTO, DE CIERTO TE DIGO, QUE EL QUE NO NACIERE DE NUEVO, NO
PUEDE VER EL REINO DE DIOS. NICODEMO LE DIJO: ¿Cómo PUEDE UN
HOMBRE NACER SIENDO VIEJO? ¿PUEDE ACASO ENTRAR POR SEGUNDA VEZ
EN EL VIENTRE DE SU MADRE, Y NACER? RESPONDIÓ JESÚS: DE CIERTO, DE
CIERTO TE DIGO QUE NO NACIERE DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU NO PUEDE
ENTRAR EN EL REINO DE DIOS. LO QUE ES NACIDO DE LA CARNE, CARNE
ES, Y LO QUE ES NACIDO DEL ESPÍRITU, ESPÍRITU ES. NO TE MARAVILLES DE
QUE TE DIJE: OS ES NECESARIO NACER DE NUEVO.

Es evidente que el rito del Bautismo y el rito de iniciación masónica son


ceremonias de Nuevo Nacimiento. En un caso el agua y en el otro caso el
gabinete de reflexiones es el vientre de la madre, y emerger del agua y salir
de ese cuarto de meditación y entrar por el primer portal al templo masónico
es nacer o renacer espiritualmente o entrar en el reino de Dios o en el Reino
de la Luz, pues según la primera epistola de Juan 1,5 DIOS ES LUZ Y NO HAY
TINIEBLAS EN EL.

No en vano los antiguos padres de la iglesia decían que el Bautismo era un


Sacramento o de un Misterion de Iluminación y es el motivo de que al niño
recién bautizado se le entrega un cirio encendido con la Luz de Cristo.

Y el propio san Pablo en la epístola a los Efesios 5,14 dice: DESPIÉRTATE TU


QUE DUERMES, Y LEVANTATE DE LOS MUERTOS, Y TE ALUMBRARA CRISTO.

Así queda claro que espiritualmente hablando, los profanos están dormidos
en un estado de muerte y despertar o levantarse de ese sueño es ver la luz
de la Divinidad o la Luz del Verbo Eterno. Por eso se puede afirmar que el
ritual de iniciación masónica y la exaltación al grado de maestro masón son
dos caras de la misma acción iniciática. La cámara del medio no es distinta a
la contemplación de la luz que realiza en el alma del neófito y de los
arquetipos celestes que se obtiene al final del tercer viaje simbólico. Cuando
se le saca la venda de los ojos.
63

La exaltación es en realidad una vivencia de refuerzo del compromiso del


secreto y un esfuerzo dramático por ENCARNAR el ideal de la maestría
masónica en la conciencia del iniciado.

Por eso mismo los presbíteros de la iglesia cuando son consagrados por el
obispo se tienden en el suelo con los brazos cruz antes de que se les otorgue
la sagrada unción y la capacidad de ejercer el sacerdocio de Melquisedec. Así
entienden de un modo más vivido que esta crucificados con Cristo y puestos
al servicio de Dios y de los hombres.

Y desde luego, en la iglesia primitiva el tiempo de preparación para el


Bautismo era de tres años, y al final de ese tiempo de prueba, el obispo hacia
una serie de siete exorcismos al catecúmeno, en el sábado santo, previo al
bautismo, que se haría la salida del Sol del Día Domingo de Resurrección.

Así esta costumbre de la espera de tres años que se pasaban fuera de la


Iglesia bajo la observación de Obispos y de Presbíteros, previa al Bautismo, se
transfirió al interior de las logias, de manera que los iniciados de primer y
segundo grado se preparaban por tres o cinco años para su exaltación al
grado de Maestro, que pretende hacer participar al Masón de la gloria de la
inmortalidad y del estado de Conciencia del Cristo Resucitado.
64

Las medidas del Templo, del Altar y del Hombre.

El libro del Apocalipsis contiene un misterioso mandato en el inicio del


capítulo 11. Dice: ENTONCES ME FUE DADA UNA CAÑA SEMEJANTE A UNA
VARA DE MEDIR Y SE ME DIJO: LEVÁNTATE Y MIDE EL TEMPLO DE DIOS, Y EL
ALTAR Y A LOS QUE ADORAN EN ÉL.

Ese mandamiento divino que recibe san Juan es muy masónico. Por varios
siglos ha sido la motivación de los estudios de las medidas del templo de
Salomón, del templo de Ezequiel, y de las dimensiones del tabernáculo de
Moisés, y de otros estudios sobre las medidas de altar de los perfumes o las
de arca de la alianza. Y desde luego también ha inspirado los estudios de
Leonardo Da Vinci, y otros sabios sobre las dimensiones del cuerpo humano y
su relación con el cielo o el cosmos.

Pero la clave de este versículo uno este notable capítulo once del libro de
Revelaciones es la kabalah griega, no la hebraica. Sin embargo, el número 9
que deriva del 45 del nombre de Adam, es el eje de esta doctrina.

Empecemos el análisis, inédito hasta ahora:

La palabra Templo en griego es naón (ναον). Sus valores respectivos son 50 +


1+ 70 + 50 = 171. Al aplicar la reducción teosófica tenemos 9. La palabra altar
en griego es tusiasterion (θυσιαστηριον) cuyas cifras respectivas son 9 + 400+
200 + 10 + 1 + 200 + 300 + 8 + 100 + 10 + 70 + 50 = 1458. En una primera
reducción teosófica nos da 18 y en la segunda tenemos como resultado un 9.

Respecto de la palabras los que adoran a Dios frene a Dios en ese templo
celeste, se entiende que esos adoradores son sacerdotes. En griego
sacerdote se dice: ιερυς cuyas letras nos arrojan las cifras: 10 + 5 + 100 + 5 +
400 + 200 = 720. Así nuevamente tenemos un 9 como resultado.

Como las tres cifras coinciden en la reducción teosófica se comprende que EL


TEMPLO, EL ALTAR Y LOS QUE ADORAN SON UNO Y EL MISMO HOMBRE
CONSAGRADO A DIOS, pues Nueve es el 45 de Adam y porque san Pablo dice
65

ACASO NO SABEIS QUE SOIS TEMPLO DE DIOS, O TEMPLOS DEL ESPÍRITU


SANTO? En la mirada de Juan evangelista, de Jesucristo, de Pedro, y de Pablo
el discípulo de Cristo es un rey, profeta y sacerdote, y a la vez un templo vivo
consagrado al servicio del Dios Vivo y eterno. Así el mismo mensaje dicho
anteriormente solo con palabras, ahora se reitera con imágenes visuales y
numerológicas en el Apocalipsis.

Y en el final del Apocalipsis, en el cap. 21,17 se nos confirma la clave


encontrada: “Y MIDIÓ SU MURO, 144 CODOS, DE MEDIDA DE HOMBRE, LA
CUAL ES DE ANGEL”. Como se comprende, 1+4+4= 9. Nueve, cifra que
resume el número 45 de Adam. Y según las palabras de Jesús, en los
evangelios sinopticos, nos enseña que los seres humanos resucitados en el
reino de Dios serán idénticos a los ángeles. O mejor dicho el hombre
trascendido y cristificado es un ángel de Dios. (Lucas 20,36).
66

La Espada Flamígera y El Fuego del Cielo desciende sobre el Monte Sion.

Los pueblos antiguos tenían criterios diferentes al hombre contemporáneo


para escoger la ubicación de ciudades o de santuarios. Hoy basta que un
grupo religioso tenga poder económico y algún terreno disponible y el
templo se construye de inmediato. Solo se aconseja estudiar la calidad de los
suelos y los abastecimientos básicos de agua y energía eléctrica para su uso
inmediato. Lo mismo se hace para fundar una ciudad: Se ve su cercanía a los
caminos, a lagos cercanos, al mar o a ríos y que este a salvo de volcanes, sin
olvidar terrenos fértiles que permitan traer alimentos frescos a la nueva
población.

Pero los pueblos antiguos, además de las consideraciones ya señaladas, más


la posibilidad de defenderse de los enemigos, agregaban a esos criterios muy
materiales y lógicos, otros que eran aún más decisivos. Se consultaba a la
voluntad de los Dioses, a los Augures y a los Profetas. Y frecuentemente el
mismo rey o jefe de la comunidad que iba a construir el templo o la ciudad
era un augur o un profeta inspirado. O a veces era el chamán de la tribu. Que
tenía rol de rey y de sacerdote a la vez.

Por eso la historia de los orígenes de Roma, por ejemplo, narra que Rómulo y
Remo tuvieron una especie de duelo chamánico religioso para obtener una
respuesta de los dioses que indicara el sitio en que se emplazaría la Ciudad, y
a la vez quien la gobernaría.

Remo subió a la colina del Aventino, y Rómulo al monte Palatino. E invocaron


a los Dioses los que de acuerdo con la tradición responderían con el vuelo de
las Aves. Remo vio volar sobre él a seis buitres y Rómulo vio a doce buitres
volar sobre el Palatino. Siendo manifestada así la voluntad de los Dioses
Rómulo procedió a marcar los límites de la futura ciudad con un arado. Y el
hermano se molestó con esa línea demarcatoria, y a pesar de que Rómulo le
había dicho que mataría a cualquiera que pasara esa línea, desafió al
hermano y atravesó la frontera, y Rómulo de inmediato asesinó a Remo
quedando como único jefe de la comunidad que construiría la ciudad que
llegaría a ser la capital del más grande y longevo imperio conocido.
67

Cuando los sacerdotes de Apolo de la ciudad de Corinto quisieron fundar el


Santuario de Delfos, subieron a una colina que les pareció adecuada a
algunos kilómetros de Corinto y tras rezar a Apolo pidiendo una señal del
Cielo, vieron venir volando a dos águilas desde dos extremos opuestos del
horizonte y se cruzaron en el aire sobre la colina que intuían como adecuada.
Y bajo el punto de cruce pusieron una piedra ovalada que llamaron Onfalos
Kósmico. Es decir, Ombligo del Mundo. Y alrededor de ese punto
construyeron varios templos a diversas divinidades cuyas ruinas aún pueden
observarse en Delfos.

Otros criterios es la caída de un rayo a pleno día, sin una tormenta de por
medio, o el lugar de un sueño profético, como es el caso de Jacob y el
santuario de Betel. O la aparición de un manantial de agua potable de modo
inesperado, como ocurre en Lourdes, o la caída de un meteorito, como en la
Mekka, o el lugar de sepultación de un santo o de un vidente, como es la
capilla sixtina bajo la cual están los huesos de Simón Pedro.

O el punto de alguna aparición de una entidad de otro plano, un ángel o un


Dios. Los teólogos usan la palabra “teofanía” para denominar los puntos o los
momentos de manifestación de Dios o de un ángel. Así los sucesos ocurridos
en el monte Sinaí cuando Moisés recibió la Ley, acompañados de nubes,
fuego y truenos, son una teofanía. Y por eso en esa montaña santa hay un
monasterio desde hace 1500 años denominado de Santa Catalina.

Lo mismo sucede con el Monte Carmelo y el Tabor, donde hay numerosos


santuarios Islámicos, Baha´is, Judíos y Cristianos. Pero es notorio que los
estudios masónicos han descuidado investigar los motivos esotéricos que
tuvieron David y Salomón para situar el Templo de Yahveh en la cumbre del
Monte de Sion y su relación con los ritos de iniciación en nuestras logias.

Las leyendas judaicas dicen que el monte de Sion es el mismo monte Morya
donde Abraham quería sacrificar a su hijo Isaac, y un ángel del cielo detuvo
su mano. Lo dice la leyenda, no la Biblia. Lo que las crónicas del Antiguo
Testamento narran es que en la colina de Sion, al lado noreste de Jerusalén,
se apareció un ángel con una espada en la mano para ejecutar un castigo
68

sobre Jerusalén y sobre David. Y que la edificación de un altar en ese mismo


lugar, la oración de David pidiendo perdón y un sacrificio de un animal,
provocó un descenso de fuego celeste sobre la víctima expuesta sobre el ara
para consumirla, y se vio que el ángel de la justicia guardo su espada en la
vaina y la peste sobre el pueblo cesó.

Ante estas dos manifestaciones de la divinidad, la del fuego descendente y la


visión del ángel, David decretó construir el Templo de Yahveh en esa colina
de Sion, y antes de morir ordenó a su hijo Salomón construir el templo de
Dios, traspasándole todos los materiales y los planos que tenía listos para la
obra y que la muerte le impidió realizar.

Todo lo aquí resumido está narrado en el primer libro de Crónicas capítulos


21 y 22 del Antiguo Testamento. Y en el segundo libro de Crónicas cap. 7,
vers. 1 y 2, dice que cuando ya Salomón e Hiram habían terminado de
construir la Casa de Dios, y Salomón como rey-sacerdote termino de hacer su
plegaria de consagración del santuario nuevamente descendió fuego del cielo
sobre las ofrendas expuestas sobre le ara de los sacrificios delante de las
puertas del templo. Y el templo mismo se llenó de una niebla fosforescente
que ya conocemos como la Shejinah.

En esa época el Jerusalen era una ciudad pequeña, y el templo estaba afuera
de la ciudad, y en un nivel más alto, y al noreste, no como ahora, en que la
mezquita de La Roca, construida en el mismo lugar del viejo templo, se halla
dentro del perímetro de la ciudad cuatro veces milenaria.

Esta razón simbólica, fundada en lo que se denomina geografía sagrada, es


que determina que a los neófitos recién iniciados se les siente al noreste del
templo, pues ellos son nuevos templos vivos de sabiduría y de amor, y no
solo piedras vivas, consagrados a la gloria del Gran Arquitecto, sobre los
cuales ha descendido el fuego celeste en la forma del toque de la Espada
Flamígera en manos del Venerable Maestro, en la cabeza y los hombros del
recipiendario.
69

Y son tres toques con la espada flamígera, pues sobre Jerusalen también
descendió el fuego del Espíritu Santo en la persona de los Apóstoles de Jesús
en la festividad judía de Pentecostés. Así se rememoran y se reviven en
nuestros ritos de iniciación esos tres momentos en que la Energía Celeste
descendió sobre el monte de Sion.

Y este uso de la Espada Flamígera se haya reforzado ´por el uso del mallete,
símbolo del martillo de Thor, que golpea tres veces la hoja de la espada. Y
como todos sabemos el martillo de Thor es símbolo tradicional del rayo o del
relámpago, el arma favorita de Zeus, homólogo de Thor. Este relámpago
evocado por nuestros ritos es el símbolo de la iluminación interior del alma
del iniciado, que en los escritos estéricos más serios es comparada a una luz
relampagueante. De allí surge la palabra semítica Báraka, o Béraca, usada en
la Biblia y en el Korán, que significa al mismo tiempo “bendición” y
“relámpago”.

Finalmente el uso de la espada flamígera en los templos, especialmente en


manos de los Guardatemplos, tiene relación con el manejo de la energía
ígnea repelente, en forma de espada, que manejaban unos Querubines que
Dios puso en la puerta oriental del Paraíso, para impedir la entrada de Adan y
Eva, cuando fueron expulsados del Eden. Según Narra el Génesis 3,24.

En rigor simbólico el Paraíso es un territorio o espacio sagrado, un santuario


o círculo mágico, que debe ser mantenido sin la interferencia o la presencia
de seres indignos, que la masonería denomina profanos. De allí que la logia y
el templo masónico son considerados espacios cualificados y sagrados,
réplicas pequeñas del Centro Supremo o del Gran Oriente Celestial. Es el rol
del Guarda Templo externo e interno, con sus espadas flamígeras, reflejar el
trabajo de esos ángeles o querubines, que resguardan el paraíso de espíritus
impuros y de profanos.
70

Mantrams del Nuevo Testamento.

Hoy en día los pueblos están familiarizados con el concepto y el uso de


mantrams y palabras de Poder, para lograr distintos tipos de objetivos:
realización espiritual, mágicos, sanación, iluminación, protección, etc.

Recordemos que originalmente se trata de versículos sagrados en lengua


sánscrita o tibetana. Que se aprenden de memoria y se repiten mentalmente
por largos períodos de tiempo, después de haberlos cantado en voz alta.

Se considera que un versículo X contiene una porción del Verbo Creador del
universo o un destello de la Verdad Eterna y al irse sumergiendo la conciencia
en el sonido del versículo o en su significado uno termina unificándose con la
Realidad evocada en la frase mística de nuestro interés, o con el Poder
divino encarnado en la Palabra o Logos.

El Nuevo Testamento Tiene Palabras de Poder y Tiene Versículos cuya


repetición interior puede llevar hacia la Luz Divina, a una expansión de
Conciencia, y al manejo de un Poder espiritual.

Muchos mantram son, ante la mirada profana o poco informada, meras


plegarias u oraciones tradicionales. Tal es el caso del Padre Nuestro. O del
Ave María. O la invocación del Cordero de Dios, el Kyrie Eleison, y otras.

El Padre Nuestro, además de ser la oración dominical que enseño Jesús a los
apóstoles es un completo resumen de las verdades esenciales del
Cristianismo, perfectamente sintetizadas en sus siete peticiones. Funciona
como un mantram de múltiples fines: Iluminación, sanación, protección,
salvación, etc.

Funciona como un sintonizador cósmico, uniendo el cielo con la tierra, lo


invisible con lo visible. Nutre y vigoriza el alma. Y tiene una vinculación
universal horizontal con todos los cristianos del mundo, del pasado, del
presente y del futuro.
71

Permite la Visión del Padre eterno, y la materialización de los planes Divinos,


el descenso del Espíritu Santo y la Nueva Jerusalen. Sintoniza con Jesucristo,
el Pan bajado del Cielo, quien prometió estar con nosotros cada día, hasta el
final de los tiempos.

Según algunos videntes, el padre nuestro crea en el mundo mental la forma


geométrica de un doble cubo o de un paralelepípedo de base cuadrada, es
decir un altar o ara masónica, que en el tabernáculo de la Alianza se le
llamaba Altar de los perfumes, donde se quema incienso. El doble cubo en la
kábalah es símbolo de Maljut o del Reino, el décimo sephirot, donde
convergen las energías y bendiciones de todos los otros 9 sephirots.

El Ave María evoca el aspecto femenino de Dios, que en el árbol sephirotal se


relaciona con Maljut, Binah y Netzach. Recordemos que el Adam Kadmon, el
hombre primordial de los kabalistas, es andrógino. Y que es el alma universal
misma, síntesis de todos los sephirots, del cual surgieron todas las almas
individuales. Por lo tanto, así como el padre nuestro tiende a precipitar hacia
la persona y hacia la tierra, las energías masculinas de la divinidad, el
avemaría precipita el aspecto femenino de la deidad.

El propio nombre de Jesús es una palabra de Poder, lo mismo que Emmanuel,


o Amén. Mijael, Gabriel, también son mencionados en el Nuevo Testamento,
y puede meditarse en ellos. Rafael, el arcángel de la medicina, curador de la
ceguera. Aunque no aparece explícitamente en el Nuevo Testamento se
insinúa en las historias milagrosas de sanación del Estanque de Betesda y de
Siloé, narradas por san Juan en su Evangelio. (Juan 5,2-9 y Juan 9,1-11).

En las iglesias ortodoxas orientales la invocación Kyrie Eleison (Señor ten


piedad o Señor ten misericordia) se canta como KIIRIIEE ELEISOOOOOOONN.
Tal como suena la palabra OOOOOOOOMM en los cantos devocionales
hindúes.

Finalmente debemos mencionar aquí el IIIIIAAAAOOOO de los gnósticos


cristianos de la antigüedad y de los grupos rosacruces contemporáneos. Ese
IAO es la contracción de una frase del Apocalipsis de San Juan, donde se
72

enseña que Iesus es el Alfa y la Omega. Escribí Jesús con I y no con J pues en
griego, en latín y en arameo es con I, o con la iota o con la Yod con la que
empieza ese nombre divino de poder.

Y en los textos griegos originales no aparece la palabra omega completa


como en español, solo sale la letra Ω y nada más, junto a la Alfa. De
manera que el canto gnóstico de IIIIIAAAAOOOO es una invocación a Iesús
como Alfa y Omega, a su condición divina como Verbo de Dios, Principio y Fin
de la Creación.

Este canto es tan poderoso que las comunidades gnósticas kabalistas judías
del segundo y tercer siglo de nuestra era buscaron una fórmula de poder tan
eficiente como es mantram cristiano, y lo encontraron en la palabra
MITATRON. Obsérvese las letras y el sonido: M IIIII T AAAA TR OOOO N.

Modernamente y por error se usa la fórmula deformada como Metatron. La


cual al eliminársele la YOD pierde gran parte de su poder teofórico.

Otras fórmulas mántricas tomadas de Versículos del Nuevo Testamento es la


Oración de Jesús muy usada por los ortodoxos y los monjes del Monte Athos
y del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí es la que dice: SEÑOR JESUS,
HIJO DE DIOS, TEN MISERICORDIA DE MI, PECADOR. Se la usa miles de veces
al día para obtener la iluminación del ojo espiritual.

Está inspirada en el clamor de Bartimeo, el ciego de Jericó y de la mujer Sirio-


fenicia, que tenía a su hija gravemente atormentada por un demonio, que le
gritan a Jesús: SEÑOR, HIJO DE DAVID, TEN MISERICORDIA DE MI. (Marcos
10,46 al 52, y Mateo 15,22).

SOY OMNIPOTENTE EN CRISTO QUE ME FORTALECE. Es otro mantram muy


importante derivado de una frase luminosa de San Pablo de Filipenses 4,13.
Donde dice: TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE.

CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE


NOSOTROS Y DADNOS LA PAZ. Es otro mantram purificador inspirado en las
palabras de san Juan Bautista, registrada en el primer capítulo del Evangelio
73

de San Juan 1,29, donde el Precursor declara: HE AQUÍ AL CORDERO DE DIOS


QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO, mostrando a sus discípulos y oyentes
que Jesús es el Mesías enviado por Dios a la tierra.

Con respecto a la pronunciación de estas palabras de poder se debe indicar


que de acuerdo a la lengua griega por ejemplo el nombre de Jesús se debe
pronunciar como IIIEEESUS alargando la “i” y la “E”. Respecto a la
pronunciación de Emanuel, se debe indicar que su raíz hebrea antigua obliga
a pronunciarlo como IIImmanuEEELL. (iiimmanueeel). Y el Amén se canta
como AAAAmmEEEnn.

Así todo el cuerpo y los chakras vibran al unísono y el cuerpo astral se purifica
y se armoniza con la Conciencia Divina. De idéntica manera como lo haría el
Om Mani Padme Hum de un lama tibetano.

Un mantram en latín también puede ser muy útil: Por ejemplo: IIIEESUUM
CRISTUM VADEMECUM. (Jesús Cristo va conmigo).

En el monte Athos los monjes repiten 300 veces el Padre Nuestro. Y 600
veces el avemaría. Y unas 5000 veces al día la oración de Jesús ya
mencionada: Señor Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí. O la más corta
que dice Señor ten piedad, o Cristo Ten piedad. (Kyrie Eleison o Cristie
eleison respectivamente). Y la visión de la Luz infinita o AIN SOF AUR es
habitual para ellos, igual que para los grandes yoguis de la India.
74

Las Columnas del Templo.

En las logias masónicas los tres dignatarios que gobiernan el taller son el
Venerable Maestro, el Primer Vigilante y el Segundo Vigilante. Se les
considera como columnas vivientes, representando respectivamente a los
tres atributos de la Divinidad: La Sabiduría, la Fuerza y la Belleza.
Continuando de esa manera en el presente una importante doctrina
teológica medieval, expresada por el séptimo sucesor de San Francisco, -un
santo muy masónico-, pues el Propio Jesucristo le ordenó reconstruir
moralmente a su iglesia. Y se lo ordenó tres veces, en una aparición en la
iglesia de San Damián, en Asís.

Dicha doctrina teológica, descrita en el libro ITINERARIO DEL ALMA HACIA


DIOS, por San Buenaventura, -como ya dije-, es el séptimo sucesor de la
orden franciscana, enseña que Dios Creador tiene tres cualidades o atributos
esenciales, que el propio universo manifiesta, que son La Sabiduría, el Poder
y la Bondad.

Así pues, cada dignatario representa o personifica uno de esos atributos


divinos. A los cuales la tradición arquitectónica ha asignado un tipo de
Columna griega clásica: La Jónica al Venerable Maestro, La Dórica al primer
Vigilante, y la Corintia al Segundo Vigilante, reemplazando la Bondad por la
Belleza.

Pero lo que muchos masones no saben es que esa idea de considerar a


Personas de alta jerarquía como “columnas vivas” viene de una tradición
cristiana, anotada por San Pablo como testigo. Pues, según el mismo lo
señala, fue reconocido como Apóstol, nada menos que por JACOBO, Juan
Evangelista y por Simón Pedro, Y AGREGA QUE LOS TRES APOSTOLES QUE
ESTUVIERON EN EL MONTE TABOR Y QUE VIERON LA LUZ INFINITA EN EL
ROSTRO DE JESÚS, eran considerados COMO COLUMNAS VIVAS DE LA
IGLESIA. (ver Epístola a los Gálatas 2,9).
75

De allí viene también la costumbre de señalar la inauguración de una logia


como el acto de “Levantar Columnas”. Y cuando una logia muere o cesa de
funcionar para siempre se dice que “Abatió Columnas”.

El libro de los Proverbios, de la Biblia, -al inicio del capítulo 9-, dice
textualmente: LA SABIDURÍA CONTRUYÓ SU CASA Y LA LEVANTÓ SOBRE
SIETE COLUMNAS. Lo cual nos indica que para iniciar los trabajos en cada
tenida se debe contar con la asistencia de a lo menos de 7 hermanos
regularmente iniciados. Lo mismo que para organizar y fundar una logia
deben haber siete maestros dispuestos a crearla y así Levantar Columnas.

Se reafirma de ese modo la relación vital que existe entre columnas y


personas. A lo cual se agregan diferentes doctrinas, como por ejemplo, que la
columna tiene tres partes: Basa, Fuste y Capitel. Las que se relacionan con
tres aspectos del ser humano: Cuerpo, Alma y Espíritu.

Finalmente el Apocalipsis de Juan culmina el aspecto trascendente y divino


de esta enseñanza masónica. Ya que en el mensaje a la Sexta Iglesia de Asia
Menor, la comunidad de Filadelfia, palabra que significa Amor Fraternal, se
afirma que el hermano que alcanzare la perfección en la virtud y en la
sabiduría, SE CONVERTIRÍA EN COLUMNA DEL TEMPLO DE DIOS EN EL CIELO
Y YA NO SALDRÁ MÁS DE ALLÍ.

Es decir, se transformaría en una columna eterna, en un luminoso conector o


mediador crístico entre el cielo y la tierra. Y se le revelaría la Palabra Perdida,
el Nombre de Dios mismo. (Ver Mensaje a la Iglesia de Filadelfia, cap. 3,12
del Apocalipsis).
76

Iglesia y Logia.

Si recordamos que anteriormente se dijo que la Casa de la Sabiduría se


construía sobre siete columnas, o sobre siete hermanos iniciados en la
masonería, y que con ese número se constituye una logia, tenemos la
obligación de mirar con otros ojos aquel texto del capítulo 21,2 del Evangelio
de San Juan, en el que Simón Pedro sale a pescar en su barca acompañado de
SEIS hermanos: SIETE PERSONAS en total. Y durante toda la noche el mar de
Tiberíades les negó el fruto de su trabajo.

Más justo al amanecer, es decir, bajo la LUZ de los primeros rayos del Sol, se
les aparece Jesús resucitado y les habla desde la orilla. Y les ordena arrojar la
red a la derecha de la barca. Lo hacen y se sorprenden de que de inmediato
la red se llenó de peces, tantos que no podían sacarla por su gran peso. Y
debieron arrastrarla hasta la orilla y allí contar el número de peces.

Eran 153 peces y era la TERCERA vez que Jesús resucitado se manifestaba a
sus discípulos después de su muerte.

Obsérvese que el número TRES está incluido en el nueve que resulta de la


adición de las cifras de la cantidad de peces extraídos del mar. Tres veces 51
da 153. Y son siete pescadores-discípulos los que estaban trabajando toda la
noche y solo bajo la doble luz del Logos Jesús solar pueden alcanzar sus
metas. El amanecer es doblemente iluminado por un milagro y por la
aparición de su Venerable Maestro.

Y el V:. M:. les invita a un ágape especial, pues ya tiene preparado el


desayuno fraternal con varios panes y un pez sobre las brasas.

Tras la comida toma a Simón Pedro y lo inviste con la potestad que le es


propia como su Vicario, en el Nuevo Venerable Maestro de los Apóstoles, y
Jesús se transfiere a sí mismo al cargo de Pas-master de su logia-iglesia.

Para confirmar esta interpretación de los hechos se necesita también


examinar el rol simbólico de los 153 peces. En primer lugar ya sabemos que
el 9 hace referencia a la humanidad entera, pues ADAM (ADM) se representa
77

por el número 45 y 4+5 son 9. Y también se debe recordar que en otros


evangelios se le dice a Simón Pedro que él será, junto a los otros discípulos,
pescador de hombres. El mensaje es muy juanítico, pues los, discípulos solos,
sin la presencia del Cristo, no logran éxitos apostólicos, pero acompañados
de su Señor resucitado pueden ser fecundos en su misión. Ver el cap. 15,1-8
del evangelio de Juan se verá el sentido de la narración del capítulo 21 y final
del mensaje de Juan.

Las cifras de 153 contienen otro mensaje oculto que nuevamente nos
conecta a la logia con la Iglesia. Pues en hebreo la palabra Congregación se
dice Qahal. (Qof= 100. He=5. Lamed= 30. Es decir, 100+5+30= 135=9). Pero si
a la primera y a la última letra hebrea le sacamos los ceros de su valor
ordinario nos da en cifras simples 153.

Pues esos peces extraídos del agua del bautismo son personas que formaran
iglesia o congregación (Qahal) y la historia ha demostrado que pueblos
enteros se han congregado dentro de la Barca de Simón Pedro y sus
hermanos de la logia crística, integrada por los apóstoles. Y como ya
sabemos, por el capítulo anterior la iglesia primitiva reconocía a los tres
principales apóstoles, -los iluminatis del monte Tabor-, Jacobo, Juan y Pedro,
como las tres columnas que dirigían a la Qahal. Y los tres estaban en la barca
de Pedro. Apareciendo como los Hijos de Zebedeo. Es decir, Jacobo y Juan.

Los tripulantes de la barca eran una logia, dentro de ella iban las tres
columnas y cuatro oficiales menores. Y con Jesús como pas master, eran 8
personas. Igual como Noé y su familia eran 8 tripulantes dentro del Arca,
cuyas medidas en codos también forman una cifra adámica. Logia flotante
que sería el núcleo de una inmensa familia iniciática a través de la historia, la
ecclesía cristiana.

La Constitución de Anderson de 1723 reconoce a Jesús, Logos de Dios, como


el MAESTRO CONSTRUCTOR DE LA IGLESIA, siguiendo fielmente el legado
juanítico descrito en estas páginas. Y Juan Valentín Andrea, Pastor Luterano y
autor de la saga de libros de la leyenda Rosacruz del siglo XVII , también nos
dice que la Fraternidad Rosacruz fundacional de Cristian Rosencruz estaba
78

formada por OCHO hermanos. Sociedad iniciática que debía crecer y reflejar
la luz de la sexta iglesia del Apocalipsis, la iglesia de Filadelfia. Siguiendo las
teorías de Simon Studion.

Así las cosas, los masones del siglo 17 y 18 de Inglaterra concibieron a la


fraternidad masónica como una nueva forma de hacer iglesia, que no
perpetuara los errores de la iglesia católica ni los de la iglesia reformada del
siglo 16. Y que estuviera abierta a los descubrimientos de la ciencia, tal como
se describen las comunidades de creyentes en la Nueva Atlántida de Francis
Bacon y en otras utopías como La Ciudad del Sol de Tomas de Campanella.
Ambos contemporáneos a Juan Valentin Andrea. (Si el lector quiere más
antecedentes acerca de la influencia de los rosacruces en la masonería
especulativa, descargue mi libro LA MASONERIA, UN CLON DE LOS
ROSACRUCES DEL SIGLO XVII, de www.monografías.com bajo mi nombre
completo).

Si la Logia es un lugar donde reina el Logos, la Iglesia es una comunidad


donde reina la Palabra de Dios. En griego Logos y Palabra son sinónimos. No
existe, pues ninguna oposición conceptual entre Logia e iglesia. Y, además,
las pequeñas iglesias cristianas se reunían en casas particulares, no en
templos grandes. Y de la misma manera lo hicieron los masones
especulativos por dos siglos, hasta que la cantidad de hermanos atraídos por
el Espíritu de la Verdad fue tan grande que fue necesario construir templos
grandes y lujosos.
79

La Shemá y el Amor Fraternal.

Los judíos del mundo entero tienen una especie de credo-afirmación de fe y


de inicio de sus oraciones más importantes llamado La Shemá. Y que Jesús
también usó. SHEMÁ YISRAEL, YHVH ELOHENU, YHVH EJAD. Se traduce como
ESCUCHA ISRAEL, YAVE NUESTRO DIOS, YAVE ES UNO. Y más profanamente
se la lee como ESCUCHA ISRAEL, EL SEÑOR NUESTRO DIOS. EL SEÑOR ES
UNO.

Su texto viene desde Moises (Deut. 6,4), y también aparece en el Evangelio


de San Marcos 12,29, en boca de Jesús mismo. Va acompañada del
mandamiento de Amar al Señor de los Mundos con TODO nuestro ser y
facultades. Fuerza, Alma y Corazón es lo que dice el texto de Moisés. PERO
JESÚS AGREGA “CON TODO EL ENTENDIMIENTO”.

Lo que indica que a los ojos de Cristo y de los cristianos de las primeras
generaciones lo que llamamos FE cristiana y el Amor a Dios, no es una
cuestión de emocionalidad ciega, sino que debe ir acompañada de un recto y
profundo uso del intelecto o de la razón. Pues el sendero cristiano de aquella
época incluía un llamado a unir armoniosamente EL AMOR Y LA SABIDURÍA, Y
NO A SEPARARLOS, COMO SE ENTIENDE HOY. Conocer a Dios es la Gnosis
suprema. Para llegar a conocer a Dios hay que amarlo. (Marcos 12,30).

Y el versículo siguiente, el 31, agrega, Y AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI


MISMO. Y en el rigor del pensamiento juanítico esos tres principios son en
realidad UNO solo. (Ver primera carta de San Juan, cap. 4,7 - 16). Para ser
UNO con Dios y conocer a Dios es necesario amar a nuestros hermanos. Pues
Dios es UNO Y Dios es Amor. Amor Consciente, unificador y ordenador de la
existencia.

El párrafo anterior nos lleva directo a la afirmación fundamental de la Shemá,


que Dios o Yahveh es UNO, en hebreo Ejad, desglosado en Alef, Het, Dalet. Y
en cifras: 1+8+ 4= 13. La palabra hebrea Amor, que ya vimos en la carta de
Juan que es Dios es Amor en dos versículos, se dice AHABA. Alef, He, Beit, He.
80

En cifras: 1+5+2+5= 13. Como Yahveh tiene el valor gemátrico de 26, vemos
claramente que la suma de UNO y AMOR en hebreo nos da 26, pues es la
adición de 13+13.

De allí podemos deducir que el amor fraternal es un modo de ser UNO con
Dios, de retornar desde la multiplicidad a la UNIDAD del Ser Divino. Por eso el
mismo Jesús, Verbo de Dios encarnado, nos ensena en el evangelio de Juan
17,21 al 23, que el amor fraternal y místico ES PARA QUE TODOS SEAN UNO,
COMO TU PADRE EN MI, Y YO EN TI, QUE TAMBIÉN ELLOS SEAN UNO EN
NOSOTROS. PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TU ME ENVIASTE. LA GLORIA
QUE YO LES HE DADO, PARA QUE SEAN UNO, ASI COMO NOSTROS SOMOS
UNO. YO EN ELLOS Y TU EN MI, PARA QUE SEAN PERFECTOS EN UNIDAD,
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA QUE TU ME ENVIASTE, Y QUE LOS HAS
AMADO A ELLOS, COMO TAMBIÉN A MI ME HAS AMADO.

Unidad que se consuma plenamente en el Oriente eterno, pues el versículo


siguiente a los tres mencionado, nos dice el Maestro: PADRE, QUE AQUELLOS
QUE ME HAS DADO, QUIERO QUE DONDE YO ESTOY, TAMBIÉN ELLOS ESTÉN
CONMIGO, PARA QUE VEAN MI GLORIA QUE ME HAS DADO PORQUE ME HAS
AMADO DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO.

Por eso la meta última de los miembros de la Iglesia de Filadelfia, nombre


griego que significa AMOR FRATERNAL, es descrita con TRES NOMBRES
DIVINOS QUE SE ESCRIBEN EN LA FRENTE DE INICIADO VICTORIOSO:

“Al que venciere, YO le hare COLUMNA del Templo de Mi DIOS (en el Templo
de la Logia Celestial del Oriente Eterno) Y ESCRIBIRE SOBRE ÉL EL NOMBRE
de mi Dios, y el NOMBRE de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalen que
desciende del Cielo, y MI NOMBRE NUEVO. Es decir, el masón ha recobrado
la Palabra Divina que perdió con la caída, y en la división de las lenguas en
Babilonia.
81

La Eucaristía entre masones y cristianos.

El sacramento de la Eucaristía es la celebración litúrgica central, característica


de las iglesias cristianas, romana, ortodoxa, copta, anglicana, luterana, de
otras congregaciones reformadas, metodistas, pentecostales, presbiterianas
y otras más.

Por muchas diferencias doctrinales que se presenten en dichas


celebraciones, esa ceremonia es importante pues fue instituída por Jesucristo
un día antes de su sacrificio y muerte, y posterior resurrección.

En la iglesia primitiva se entendía que no era solo un Memorial de la muerte


de Cristo, sino también un modo de ACTUALIZAR su Presencia entre sus
discípulos. Era realmente un acto en el que el creyente comía
conscientemente el Pan de la Vida que había descendido del Cielo para
unirse a Jesús y participar de la Vida Divina de su maestro.

Así lo dice claramente San Ignacio de Antioquía, discípulo directo de Juan


Evangelista en sus cartas, siguiendo las líneas del Capítulo Sexto del Evangelio
de su Maestro. El Cuerpo sacramentado de Jesús contenía la Presencia real
de Cristo, y los videntes de la comunidad de profetas, que era la iglesia en
dicha época, lo veían así y lo sentían presente al consagrar el pan y el vino de
manos de los apóstoles y sus sucesores, los padres apostólicos.

No eran raros los milagros se sanación al ingerir el pan sacramentado. Otros


escuchaban la voz de Cristo al comulgar con el pan supersubstancial. O veían
el resplandor de la luz de Jesús resucitado en sus mentes.

De esos fenómenos espirituales y de las palabras de Jesús derivó la doctrina


de la Transubstanciación en la Edad Media, y otras doctrinas parecidas de
otras iglesias.

En el fondo se trata de que el ceremonial eucarístico, además de ser un acto


de acción de gracias, como la palabra griega lo expresa, SE ENTIENDE COMO
UNA PROLONGACIÓN DE LA ENCARNACIÓN DE JESUS EN EL TIEMPO Y EL
82

ESPACIO. UN MODO MISTERIOSO DE VENCER A LA MUERTE Y TENER


COMUNICACIÓN DIRECTA CON EL MAESTRO TRASCENDIDO Y SENTADO A LA
DIESTRA DEL TRONO DE DIOS.

George Ivanovich Gurdjieff dio la siguiente explicación esotérica de la


Eucaristía como ritual que vence a la muerte. AL CONSAGRAR EL PAN Y EL
VINO Y DECLARAR QUE DESDE ESE MOMENTO SON SU CUERPO Y SU
SANGRE, QUISO DECIR QUE JESÚS INTRODUJO O PROYECTÓ EN LA
SUSTANCIA DEL PAN UNA PORCIÓN DE SU ESENCIA ESPIRITUAL, Y UNA
IMPORTANTE CANTIDAD DE ÁTOMOS DE SU CUERPO ASTRAL, DE MANERA
QUE AL INGERIR EL PAN BENDECIDO LOS DISCÍPULOS EXPANDÍAN SU
CONCIENCIA Y RECIBÍAN ESOS ÁTOMOS ASTRALES Y QUEDABAN MAGNÉTICA
Y VIBRATORIAMENTE CONECTADOS C0N SU MAESTRO.

Así ni la muerte ni la separación física entre ellos podría afectar su conexión


interna y astral. Y a través de los siglos la comunión con Cristo permanecería
inmutable, asegurando la salvación o la protección de los discípulos o
canalizarlos para hacer milagros por medio de ellos en cualquier parte del
mundo.

También en la iglesia primitiva la Eucaristía iba unida a un ágape o banquete


fraternal. Así lo establece San Pablo en la primera Epístola a los Corintios
11,20 al versículo 34. Y en dicha cena fraternal eucarística había de comer
con moderación. Y al mismo tiempo entender que acercarse a comer del
Corpus Cristi había que comprender que dicho pan consagrado albergaba e
irradiaba la presencia invisible de Jesucristo. Y si uno no tenía esa clara
consciencia y respeto hacia aquella Divina Presencia podría ser castigado
ocultamente por ese poder invisible.

Por eso la masonería conserva integralmente esas doctrinas cristianas


primitivas. En los grados inferiores eso no se nota más que en los banquetes
fraternales que se hacen después de las tenidas, llamados Ágapes. Palabra
griega que significa Amor fraternal, nutriente, salvífico y protector.
83

Pero en los grados superiores, del 14 hacia arriba se introducen en las


ceremonias actos concretos de comunión con pan y vino bendecidos en el
nombre de Dios o del Gran Arquitecto del Universo.

En los grados de inspiración rosacruz el pan y el vino es bendecido, además


de las palabras, con el signo de la Cruz, del mismo modo en que se bendice el
pan o la hostia y el vino en los altares de las iglesias. Y todos los miembros del
Capítulo Rosacruz comen de ese pan y de ese vino en perfecto y piadoso
silencio. Y el resto del ritual del grado es de inspiración bíblica y cristiana, con
matices hermético-alquímicos, que no rompen la esencia Cristica y
Tipherética de la ceremonia.

Ya hemos dicho el Sephirot crístico del árbol de la vida es el sexto Sephirot,


llamado Tipheret. La inteligencia Mediadora, donde resplandece el Zeir
Anpin. El Pequeño Rostro de la Divinidad.

Ver el diagrama que va a continuación:


84

Finalmente, la Eucaristía de los Cristianos, no solo es un acto de comunión


con Cristo, y su esencia inmortal. Es también una “alianza” de personas, de
hermanos para el servicio de Dios y de la humanidad. El mismo Jesús dice en
los tres evangelios que se trata de beber la sangre de una nueva alianza con
la Divinidad, y con los hombres, para el perdón de los pecados, que en el
fondo es una afirmación positiva respecto de la posibilidad de purificar al
mundo y rectificar conductas internas y externas.

Y eso mismo, con ligeras variantes es lo que dicen los rituales del grado 14 de
la masonería capitular al beber el vino y comer el pan del amor fraternal. Unir
a los seres humanos en el Bien y en la Verdad, para apoyar y servir a las
85

grandes tareas de redención humana, tanto social como espiritualmente. Y


así volver a ser místicamente UNO, como lo dice San Juan en el capítulo 17,21
estudiado en el capítulo anterior. La Eucaristía es el medio mágico, o
teúrgico, que permite a los masones y a los cristianos ser Uno con Dios y con
la humanidad redimida o trasmutada por la alquimia mental del amor y una
nueva conciencia universal.
86

Los Hijos de la Viuda en el Nuevo Testamento.

A los lectores asiduos de las Sagradas Escrituras no les sorprenderá el título


de este capítulo, pero a los que no lo son sí les llamará la atención, como
también a ciertos lectores que pertenezcan a determinadas sociedades
iniciáticas, especialmente si pertenecen a la francmasonería, les resultará
mucho más atrayente.

Tampoco debería sorprender a los Kabalistas y a los cristianos que lean este
libro que en este capítulo se afirme que La Kabalah no solo tiene su origen en
las Revelaciones de Moisés, sino que hay en sus doctrinas raíces egipcias.

Se llaman “Hijos de la Viuda” a los Horus, a los Juanes, a los Cristos y a los
Hirams de las Sagradas Escrituras. Las razones exactas de ese nombre se
darán más adelante, como también su aplicación a los Maestros Masones en
los tiempos modernos.

El presente capítulo pretende demostrar que las cosas que narra la Biblia son
muchísimo más interesantes de lo que las personas piensan ordinariamente,
y que es muy bueno mirar las sagradas letras con mirada grande y amplia, y
no con ojo pequeño y miope, como es común leerlas.

El Libro de los Muertos de los Egipcios, como también el libro de Toth o de


Hermes, del Egipto antiguo tardío, y la Biblia, están profundamente
relacionados. Sólo los cristianos fundamentalistas a rajatabla se atreverían a
decir, por ejemplo, que los judíos NO absorbieron doctrinas religiosas
egipcias en la Biblia, pues de hecho SI las absorbieron.

Esos devotos también considerarían un crimen y una herejía, el afirmar que


Jesús usó algunas enseñanzas egipcias para fundamentar su mensaje
salvífico. Sin embargo, los hechos dicen otra cosa.

Veamos algunas pequeñas pruebas: La mayoría de las personas educadas


conocen algo del Juicio de los muertos, en el que Osiris preside el pesaje de
los corazones de los difuntos en el más allá, acompañado de Maat, de Toth,
en una balanza. Cada corazón humano es pesado en la balanza de la justicia
87

contra una pluma de Maat, la diosa de la justicia, equivalente a la Temis


griega.

El que es rechazado por sus acciones injustas es devorado por un monstruo


infernal, y el que es aprobado entra al paraíso transformado en un Osiris.
Para los egipcios el espíritu del hombre está en su corazón. Y también para
los judíos del Antiguo Testamento.

Pues bien, en el libro de los Proverbios de la Biblia se menciona al Dios de


Israel como el que pesa los corazones.(Prov. 24,12). Y otorga el premio o el
castigo que corresponde a las obras de cada uno.

Y la idea del pesaje de los espíritus bajo la mirada de Yahvé está también en
Proverbios 16,2. Por eso no hay duda de que la idea del Tribunal de Osiris y el
pesaje de los corazones fue tomada de las narraciones del Libro de los
Muertos.

En los Hechos de los Apóstoles, cap. 7,22, dice textualmente que Moisés fue
enseñado en toda la sabiduría de los egipcios, y que en virtud de eso era
poderoso en sus palabras y obras.

Lo mismo ocurre con las palabras de Jesús en Lucas cap. 16,19 al 31, en la
parábola del Rico Epulón y el Pobre Lázaro. Su contenido es copia fiel de una
enseñanza egipcia acerca de lo que sucede en el más allá. Se trata de la
Historia de Satmi-Kharnois y de su hijo Senosiris, según consta en el Papiro
604 del British Museum. Este papiro en cuestión es del siglo VI antes de
Cristo.

Como es difícil para la mayoría de los lectores conseguir ese manuscrito


egipcio, paso a copiarlo, tal como está escrito en el Libro de Michel Gourgues,
titulado “El más allá en el Nuevo Testamento”, número 41 de la colección
Cuadernos Bíblicos de la Editorial Verbo Divino. (Para que no se siga
creyendo que los católicos esconden los conocimientos al pueblo que busca
la Verdad).
88

“Un día Satmi vio a un rico que llevaban a sepultar a la montaña en medio de
grandes honores y lamentos. Miró por segunda vez a sus pies y he aquí que
divisó a un pobre al que llevaban fuera de Menfis, solo y sin que hubiera
nadie que fuera detrás de él. Satmi dijo entonces: Por la vida de Osiris, el
Señor del Amentit (El más allá), ojalá me hagan en el Amentit como a esos
ricos que tienen tan gran cortejo de personas que se lamentan, y no como
esos pobres que llevan a la montaña sin pompa ni honores.

Entonces Senosiris, su hijo, le dijo: Que te hagan en el Amentit lo que hacen


con ese pobre en el Amentit, y que no te hagan lo que hacen con ese rico en
el Amentit.

(Y Senosiris, hombre con poderes especiales, hizo bajar a su padre al Amentit,


para que viera con sus propios ojos lo que pasaba con esas almas).

Entonces, Satmi vio a un personaje distinguido, vestido con telas de lino


suave, que estaba muy cerca del lugar elevado donde se sentaba Osiris.
Senosiris le dijo: Padre mío Satmi, ¿No ves a ese digno personaje vestido con
vestiduras de suave lino y que se encuentra cerca de Osiris?

Aquel pobre hombre que viste cuando lo llevaban fuera de Menfis, y al que
nadie acompañaba y que iba solo envuelto en una sábana, ¡ese es! Lo
trajeron al hades, pesaron sus malas obras en contra de los meritos que
había hecho cuando estaba en la tierra, y resultó que sus obras buenas eran
más numerosas que su malas obras.

Dado que al tiempo de vida que Toth le había cargado a su cuenta no


correspondía a una cantidad de dicha suficiente mientras estuvo en la tierra,
se ordenó en presencia de Osiris que trasladaran todo ese aparato fúnebre
del rico al hombre digno que ves allí. Y que luego lo colocaran entre los
manes venerables, vasallos de Sokarosiris, muy cerca del trono de Osiris.

Y a aquel rico que viste, lo condujeron a la sala del juicio, pesaron sus malas
acciones contra sus méritos, y encontraron sus malas acciones más
numerosas que sus buenas acciones. Y es ese que viste, con el eje de la
puerta del Amentit, clavado en su ojo derecho, y rodando sobre ese ojo,
89

siempre que la puerta se abre o se cierra, mientras que su boca lanza grandes
gritos… Al que obra bien en la tierra se le concede el bien en el Amentit, y al
que obra mal se le concede el mal”.

El lector puede abrir su biblia y leer la parábola del rico y del pobre Lázaro en
el cap. 16 de san Lucas ya mencionado, y comparar las ideas de fondo de la
narración con el texto egipcio. Verá que la esencia del relato de Jesús es
idéntica a la del texto egipcio, con las debidas adaptaciones a la mentalidad
judía.

A esta altura también se debe recordar que el Nuevo Testamento afirma que
Jesús es el Juez de los vivos y de los muertos, una función propia de Osiris en
la religión egipcia. (Hechos de los Apóstoles, cap. 10,42).

Pero no sólo Jesús tomó esa historia de los castigos y de los premios en el
más allá. La misma parábola es narrada en el Talmud Palestino, con sólo un
cambio de nombres, tal como Jesús lo hace. En este caso se llama El Cuento
Rabínico del Devoto y del hijo del Publicano Ma´yan. (Hagiga II, 77d.38).

Lo mismo puede decirse de un trozo del Evangelio de san Juan, del famoso
capítulo 3, donde se nos dice que es necesario al hombre nacer por segunda
vez, para poder entrar al reino de Dios. Pues bien, en el Libro de los Muertos
de los Egipcios también se afirma que para entrar al Mundo de la Luz del Día
y entrar en comunión con los Dioses, el hombre debe nacer por segunda vez,
transformándose así en un Osiris.

Este segundo nacimiento se opera durante la vida de una persona por medio
de un sagrado rito de iniciación, que en el caso de los cristianos se denomina
Bautismo. Y para quienes no recibieron en vida esa iniciación, podría
otorgárseles después de la muerte, y siempre que hubieren pasado con éxito
la prueba del juicio de Osiris.

De estos ritos iniciáticos antiguos y de otros análogos, nacieron las


iniciaciones masónicas, rosacruces, templarias y kabalísticas que existen en
las hermandades esotéricas del mundo contemporáneo.
90

Desde luego que las doctrinas egipcias fueron filtradas o depuradas de


cualquier huella de politeísmo y de idolatría de su cultura de origen, pero su
esencia fue asimilada y considerada como buena para transmitir algunas
verdades morales y espirituales al mundo futuro por mediación de
documentos Judíos y Cristianos sin dañar su monoteísmo fundamental.

La misma cosa sucede con la famosa doctrina del Verbo Creador de Dios que
es Jesucristo antes de hacerse hombre, descrita en los primeros versículos
del Evangelio de san Juan, en un texto muy conocido por los Hermanos
Masones.

Si uno observa con atención las doctrinas religiosas egipcias que describen el
proceso de creación del universo, verá que fue el poder de “La Palabra” de
Atum, o de Ptáh, el gran arquitecto del cosmos, la que creó todo, y que esta
palabra o verbo creador fue personificada como TOTH. Por lo tanto, el Logos
de Juan es el Cristo Dios y es Toth.

Y por añadidura, los egipcios y los cristianos, y los judíos, han creado todo un
culto a las palabras de Toth, o a las Palabras de Yahvé, o a las de Jesucristo,
para apoderarse de sus promesas, o para redactar bendiciones, hacer
exorcismos y otras maniobras religiosas que resumimos con el nombre de
magia, por seis mil años. (Y con la misma eficacia fundamental, aunque eso
les pese a los cristianos). La Kabalah es un sistema basado en la Palabra
Divina y en el poder de los Nombres de Dios, y eso no es solo una lejana
influencia Babilónica, sino que esencialmente Egipcia.

Veamos unos textos del libro de Hermes Trismegisto, del discurso de


Poimandres, el Pastor del Hombre, que confirman esta doctrina del Verbo de
Dios.

“Esta Luz soy Yo, la Inteligencia, tu Dios, que precede a la naturaleza húmeda
surgida de las tinieblas. La Palabra Luminosa (El Verbo) que emana de la
inteligencia, es el Hijo de Dios. Entérate, lo que en ti ve y oye es el Verbo, la
Palabra del Señor; la Inteligencia es el Dios Padre. No están separados el uno
del otro, pues su unión es su vida”.
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Compárese con lo que dice el primer capítulo del Evangelio de San Juan.
(vers. 1 y el 4): En el Principio era el Verbo (la Palabra) y el Verbo era con
Dios, y Dios era el Verbo….. En Él estaba la Vida y la Vida era la Luz de los
Hombres.

Veamos ahora el asunto de los Hijos de la Viuda. Las leyendas egipcias de Isis
y Osiris dicen que de esa pareja nació un hijo póstumo, llamado Horus. Este
niño, llamado Harpócrates para los griegos, fue dado a luz cuando su madre
Isis ya estaba viuda por la muerte de su padre, asesinado por Set-Tifón-
Apofis.

Por lo tanto, el niño Horus, o Har-Par-krat, creció y fue conocido como el Hijo
de la Viuda, que al llegar a su mayoría de edad, combatió contra el asesino de
su padre Osiris, y tras vencerlo y matarlo, recobró el trono de Egipto para él y
para su madre.

Asimismo, en los Santos Evangelios se menciona a José sólo en los relatos de


la infancia de Jesús. Pero cuando el Jesús adulto empieza a cumplir su misión
apostólica de modo público, José ya no aparece en los textos. Solo María de
Nazaret, su madre, es mencionada en los textos. Por eso la tradición es
unánime en afirmar que María ya estaba viuda cuando Cristo asumió su
misión mesiánica en público.

De allí que los cristianos pueden afirmar que su Maestro también es un Hijo
de la Viuda, como Horus o Harpócrates.

En el capítulo 19 del Evangelio de San Juan, Jesús, mirando a su Madre desde


la cruz, y a su discípulo amado, el apóstol Juan, el futuro evangelista, les dice:
“Mujer, he ahí a tu Hijo”, y al discípulo le dice: “He ahí a tu Madre”. Y el
documento agrega que desde ese mismo momento Juan se llevó a la Madre
de su Maestro a su casa.

Así san Juan, el discípulo amado, se convirtió en el Nuevo Hijo de la Viuda. Y,


naturalmente, todos los discípulos que Juan fue haciendo en su camino de
predicador, fueron adoptados por María como sus hijos, como Hijos de la
Viuda. Y, a través de los siglos, todos aquellos que son como Juan, nacidos
92

por segunda vez, los iniciados, los nuevos Horus, se han convertido también
en Hijos de la Viuda trascendida.

Y para coronar esto, los francmasones, habiendo puesto el ojo de sus mentes
en la construcción del templo de Dios de Jerusalén, por mandato del Rey
Salomón, han descubierto que el maestro arquitecto que le envió el Rey
Hiram de Tiro a Salomón para ejecutar los trabajos, era hijo de una mujer
viuda, israelita, de la tribu de Dan, y de un padre de Tiro, ya fallecido.

Ese maestro arquitecto y fundidor de metales era llamado Adoniram o Hiram


Abi. Es decir, Señor Hiram o Padre Hiram. (Ver el segundo Libro de Crónicas
cap. 2,13-14 y el primer libro de Reyes cap. 5,14).

Por lo tanto, los maestros masones, como hijos espirituales de Hiram Abi, el
arquitecto, un hijo de la viuda, y como vinculados a la Luz de Osiris-Horus, y
al Espíritu gnóstico-Joánico del Nuevo Testamento, se han llamado también
Los Hijos de la Viuda.

Y por eso, para ser exaltados al grado de Maestro deben vivir un rito
iniciático de muerte y resurrección, que los une con la muerte de Osiris y la
de Jesucristo, y los hace emerger de la tumba como hombres nuevos, otros
Osiris, otros Cristos (ungidos), y por tanto herederos del Espíritu del Maestro,
como Juan.

Lo mismo dice san Pablo, que los que se bautizan o se sumergen en el agua
del bautismo, participan de la muerte de Cristo, y al emerger del agua, y
vestir ropas blancas, participan de su resurrección. Es decir, se han
transformado en Osiris-Cristo mediante un rito iniciático. (Colosenses 2,12. Y
Romanos 6, 3-4).

En un pleno rigor conceptual, se puede afirmar que las cofradías sacerdotales


egipcias, la iglesia primitiva y sus derivaciones en santidad y justicia, y las
logias masónicas de regularidad anglosajona, son instituciones iniciáticas, al
servicio de la luz infinita de Osiris-Jesucristo-Dios, destinadas por el plan del
supremo arquitecto a conducir a los hombres y a las mujeres de todas los
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tiempos hacia el segundo nacimiento espiritual, y a nutrir a los neófitos


durante su desarrollo.

Esa es la luminosa y noble tarea de los grandes Hijos de la Viuda: La Isis-María


de todas las épocas. Por eso Jesús dijo: YO SOY LA LUZ DEL COSMOS, EL QUE
ME SIGUE NO ANDARA EN TINIEBLAS, SINO QUE TENDRÁ LA LUZ DE LA VIDA.
(Evangelio de Juan cap. 8,12).

Cerremos este trabajo con el texto de un himno místico de Hermes


trismegisto, y obsérvese la semejanza doctrinal con el cristianismo y con la
Biblia:

“Que toda la naturaleza del mundo escuche este himno. Ábrete, tierra, que
toda la reserva de lluvias se abra a mí, que los árboles no se muevan más.
Voy a cantar al Señor de la Creación, al Todo, al Uno. Abríos, cielos, vientos,
calmaos.

Que el círculo inmortal de Dios reciba mi palabra, porque voy a cantar al


Creador del Universo. A aquel que ha consolidado la tierra, que ha
suspendido el cielo, que ha ordenado al agua dulce salir del océano y
extenderse sobre la tierra habitada e inhabitada, para alimento y utilidad de
todos los hombres, que ha ordenado al fuego brillar en todas las acciones de
los hombres y de los dioses.

Todos demos bendición a Aquel que está por encima del cielo, al Creador de
toda la naturaleza. El es el OJO de la Inteligencia, que reciba la bendición de
mis potencias. Cantad al Uno y al Todo, potencias que estáis en mi; cantad
según mi voluntad. Gnosis santa, iluminado por ti, canto a través tuyo a la Luz
ideal, me regocijo en la alegría de la inteligencia.

Todas mis potencias, cantad conmigo: canta, oh continencia mía; justicia mía,
canta por mí la justicia; comunidad mía, canta al Todo. Verdad, canta por mí
la verdad. Bien, canta el bien; vida y luz, de nosotros a vosotros sube la
bendición. Yo te bendigo, Padre, energía de mis potencias; yo te bendigo,
Dios, potencia de mis energÍas. TU VERBO CANTA POR MI. Recibe por mí a lo
universal en el Verbo. Al sacrificio verbal.
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Esto es lo que gritan las potencias que están en mi. Ellas te cantan, a Ti, lo
Universal. Ellas cumplen tu voluntad. Salva a lo universal que está en
nosotros, oh Vida. Ilumina, oh Luz, Espíritu de Dios. ¡Porque la Inteligencia
hace nacer Tu Palabra; Creador que contienes el Espíritu!

Tu eres Dios, y el hombre que te pertenece grita estas cosas a través del
fuego, el aire, la tierra, el agua, el espíritu, a través de tus creaciones. Yo he
encontrado la bendición en tu eternidad. Lo que busco, lo he obtenido de tu
sabiduría, y sé que por tu voluntad he pronunciado esta bendición”. (Libro de
Hermes, cap. XIII).
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Epílogo: Los tres aspectos del Gran Rostro o Arij Anpin.

Es obligación en la docencia masónica entregar a los aprendices, lo mismo en


los grados 2° y 3°, algunas nociones de Kabalah, que los vayan preparando
gradualmente para comprender una materia, que por usar ordinariamente la
lengua hebrea es de suyo complicada. Pero como es necesario conocer y
comprender todas las trilogías sagradas, en éste capítulo final, trataremos el
tema de Kether, Hocmah, y Binah. Que son los tres sephirots del gran rostro
o Arij Anpin.

Antes de avanzar explicaremos primero los términos: Kabalah es un término


o vocablo judío que significa la tradición sagrada o lo que fue entregado de la
boca de un maestro, profeta o rabino a sus discípulos. Viene de la palabra
Kibel que significa lo recibido de la boca al oído, a través de una larga cadena
de maestros o representantes de una escuela, es decir, es la tradición oral
dentro del territorio de una escuela esotérica o grupo religioso. Corresponde
al origen real de aquello que después de un tiempo será materia de una
tradición escrita. Entiéndase que así se gestó el Antiguo Testamento, el
Nuevo Testamento, el Korán, o el pitagorismo, u otra doctrina, como la de
Zaratustra en Persia. O el Bhagavad Guita.

Con el tiempo toda la tradición oral va quedando escrita, pero siempre hay
una parte del material original de una revelación que no se anota y se guarda
en la memoria de una familia o de un grupo esotérico. O bien son visiones
que se transmitieron de boca a oído, o bien son explicaciones o formas de
interpretación de determinados textos. Tal es el caso del profeta Isaías, su
escuela se demoró doscientos años el dar término al famoso libro de Isaías. O
el libro de Samuel, y Crónicas, escritos por Gad y Natán, discípulos de Samuel.

En el cristianismo los evangelios fueron escritos entre treinta y sesenta años


después de la muerte y resurrección de Jesús el Mesiaj. En el judaísmo el
Pentateuco o la Torah, fue escrita en una mínima parte por Moisés, pues son
los sacerdotes, discípulos del gran legislador, son los que, generación tras
generación, van completando los datos guardados en la memoria familiar,
trasmitidos de padres a hijos.
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Este sistema de enseñanza de boca a oído o kabalístico, se sigue usando en la


masonería, desde hace varios siglos cuando se le enseña al neófito recién
iniciado la palabra sagrada del grado, deletreada. De la boca a oído. Así es en
el primer grado, en el segundo y en todos los grados de la escalera masónica.

Se llaman sephirots a las diez emanaciones divinas surgidas de la Luz infinita,


que dieron origen a los distintos planos del universo. Esas diez emanaciones
forman al Hombre celestial o al Adam Kadmón. En éste capítulo
estudiaremos solo los tres primeros sephirots, la tríada suprema, o la
santísima trinidad kabalística.

Kether es el primero, y se le llama la Corona, pues está sobre la cabeza del


hombre primordial o alma cósmica. También se le denomina como el punto
supremo de manifestación de la inteligencia infinita en el plano espiritual. O
el punto dentro del Círculo.

Y también se le representa por la Esvástica, por ser el origen divino de todo


movimiento sin moverse de su centro. Una especie de imagen simbólica del
Ser Absoluto o del Dios de Aristóteles, es decir, del Gran Motor Inmóvil de
Universo, fuente de la Vida y de todo tipo de Energía Consciente. En el cada
ser humano Kether es el Yo divino, también llamado Yehidah o la chispa
divina dentro del alma. Kether es también la morada del Arcángel Mitatrón.

La segunda Emanación se llama Hocmah, la sabiduría divina creadora del


universo y del ser humano. Es el equivalente del Verbo eterno, o del Logos, o
del Hijo eterno dentro del alma. Origen de toda sabiduría interna y del poder
creativo de la inteligencia. Se simboliza por el cetro de poder de los reyes, o
del lingam de Shiva, el poder fecundante del Dios del Universo.

La tercera emanación se llama Binah, o el Entendimiento, o la gran madre-


mente, fecundada por las ideas arquetípicas y la energía masculina de
sabiduría del Padre supremo. O la matriz de las futuras formas de todos seres
creados, madre del espacio tiempo.

Estos tres sephirots son totalmente divinos, totalmente espirituales, situados


por encima del universo, es decir aspectos trascendentes de la Divinidad Una
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que recién comienza su proceso de manifestación. Los tres supernos, el gran


rostro paciente e inmenso de la Divinidad Una. Inmenso, es decir, sin medida,
imposible de medir, pues es un estado de la existencia no temporal y no
espacial. Se le denomina Arij Anpin, o el Gran Rostro Circular y Triangular del
Dios Eterno. Es el Delta luminoso de la masonería. Es el Triángulo rodeado de
un resplandor de Luz o rodeado de una nube circular muy frecuente en la
iconografía de nuestros templos.
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Los siete sephirots que emanarán de Binah posteriormente ya tendrán


características más materiales, y se manifestarán dentro del espacio tiempo.

La tesis del Big Ban tan utilizada en la actualidad, no es un concepto aplicable


respecto a Kether, pues la pequeña esfera de materia ultra comprimida que
explotó en el origen es mensurable, pero Kether no es mensurable.
Representa un plano de Realidad que pertenece al exclusivo reino y
dimensión del Espíritu, por encima del tiempo y del espacio.

Explico eso en virtud de cierta confusión conceptual en que no se distingue


claramente lo metafísico de lo físico, o lo teológico y de lo eterno respecto de
lo temporal. El Ser absoluto o Dios es inmutable y trascendente, no espacial,
y es distinto a la realidad física o natural y espacial. La Causa Primera es
inteligible e intangible, pero no es detectable con instrumentos físicos de
medición. Por eso la ciencia física no puede “probar” la existencia de Dios.

Por supuesto, la mente-madre cósmica contiene las semillas de los


pensamientos divinos que concretizarán en el espacio tiempo de modo
gradual a través del tiempo y la evolución. Eso es Binah. También descrita
como el Gran Océano primordial de la Vida, previo a su manifestación como
un universo material. De ese mar de energía los seres irán tomando la
vitalidad necesaria para existir dentro del tiempo y el espacio.

Según estos conceptos Kether, con su punto de luz inmutable, está sobre el
Ara de Nuestros templos. Y Hocmah, la sabiduría, es emanada hacia el
oriente, al sitial del V:. M:., Luego desde Hocmah se proyecta una segunda
emanación a occidente, la Potencialidad Creadora de Binah aparece en el
Primer Vigilante. Finalmente surge la tercera emanación hacia el Segundo
Vigilante, que representa la Belleza.

Ese sephirot es ya una realidad ubicada dentro del espacio tiempo, llamada
Típheret, o el sexto sephirot del cual se puede dar todo tipo de explicaciones,
usando los Evangelios y los todos los textos del Nuevo Testamento, pues se
relaciona con el corazón y la belleza moral de los seres, no solo su belleza
material. Sino también con el ser Mesiánico o Crístico esencial que encarnó
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como Jesús de Nazaret. Ese aspecto de Dios en manifestación es lo que los


kabalistas denominan como “La inteligencia Mediadora”, y es la misma
función que san Pablo reconoce en la persona de Jesucristo. (Ver prim. Carta
a Timoteo 2,5. Y también Hebreos 12,24).

Así el encendido de las luces, también llamado rito de propagación de la Luz,


tiene raíces kabalisticas evidentes, que es necesario comprender y retener
como dato en el proceso de educación esotérica de todos los masones. Y si
los cristianos estudiaran Kábalah entenderían mucho mejor sus propios
orígenes y misterios.

Y el mandil blanco, el despojo de la venda sobre los ojos tiene relación


también con El Gran Rostro, y Daat, el Sephirot invisible del Etz Jaim.

Los kabalistas enseñan que cuando el espíritu humano alcanza la iluminación


se le reviste en Kether de la TUNICA DE GLORIA, QUE LO HACE IGUAL A LOS
DIOSES, Y CONTEMPLA LA LUZ INFINITA O LA EIN SOF AUR, mediante el Ojo
de Daat.-

Pues bien, en el tercer capítulo, vers. 17 y 18, del Apocalipsis se describe


parte del ceremonial de la consagración del Aprendiz: “PORQUE TU DICES, YO
SOY RICO, Y ME HE ENRIQUECIDO, Y DE NINGUNA COSA TENGO NECESIDAD,
Y NO SABES QUE ERES UN DESVENTURADO, MISERABLE, POBRE, CIEGO Y
DESNUDO. POR TANTO YO TE ACONSEJO QUE DE MÍ COMPRES ORO
REFINADO EN FUEGO, PARA QUE SEAS RICO, Y VESTIDURAS BLANCAS PARA
VESTIRTE, Y QUE NO SE DESCUBRA LA VERGÜENZA DE TU DESNUDEZ, Y UNGE
TUS OJOS CON COLIRIO PARA QUE VEAS”.

Actualmente, todos los tratados de teología bíblica, sean católicos o


evangélicos, contienen explicaciones sobre gematría, y breves nociones de
historia de la kábalah hebrea. Y sería muy bueno que los cristianos leyeran
más sobre su propia fe, y que los masones estudiaran más profundamente las
Sagradas Escrituras y no solo juraran sobre ella.

Cierro esta obra con una cita del Evangelio de San Juan 20,30-31:
100

“HIZO ADEMÁS JESÚS MUCHAS OTRAS SEÑALES EN PRESENCIA DE SUS


DISCÍPULOS, LAS CUALES NO ESTÁN ESCRITAS EN ESTE LIBRO, PERO ESTAS SE
HAN ESCRITO PARA QUE CREAIS QUE JESUS ES EL MESIAJ, EL HIJO DE DIOS, Y
PARA QUE CREYENDO TENGAIS VIDA EN SU NOMBRE”.

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“Y FUE INSTRUIDO MOISES EN TODA LA SABIDURÍA DE LOS EGIPCIOS, Y ERA


PODEROSO EN SUS PALABRAS Y EN SUS OBRAS”… (Hechos 7,22)

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