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Ansiedad inducida por sustancias o medicamentos

Trastornos por ansiedad y comórbidos del consumo de psicotrópicos y otras sustancias de abuso

Presentado por:

Carlos Armas, Juan Guardiola, Christian Torres, Kelly Sierra y Juan Annicharico

Introducción:
Cuando se habla de algún uso de sustancia su consumo es ocasional, y por lo tanto este no ha de
interferir en ninguno de sus ámbitos personales, ya sean personales, laborales o familiares (Naomi,
2006). Por otra parte, cuando se habla de abuso, hace referencia al consumo de una o más sustancias
que provoquen un deterioro o malestar a nivel clínico elevado, por lo que se pueden observar uno o
más de los siguientes síntomas durante un periodo de 12 meses:

Consumo repetido de la/s sustancia/s, que implica el incumplimiento de obligaciones en el trabajo o


en casa.

Consumo repetido de la sustancia en situaciones en que es peligroso hacerlo (por ejemplo,


conduciendo un vehículo).

Problemas legales relacionados con la sustancia.

Consumo continuado de la sustancia a pesar de los problemas sociales o interpersonales que éste ha
causado o exacerbado.

(Escohotado, 1995) nos ilustra que la dependencia se crea a causa del reiterado abuso de estas
sustancias. Una vez entendido lo anterior, se debe dar uno o más de los siguientes ítems en un periodo
de 12 meses:

Necesidad de consumir cada vez más una cantidad mayor de sustancia para conseguir los mismos
efectos que antes conseguía.

Abstinencia: la cual consiste en la aparición de una serie de malestar por la supresión de la sustancia.

Aumenta el consumo de la sustancia en cantidad o en duración a la que inicialmente se consumía.

Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o dejar de consumir la sustancia.


Hay un gasto mucho más grande en actividades encaminadas a la obtención y/o consumo de la
sustancia o en la obtención de sus efectos.

Hay una gran reducción de actividades sociales, laborales, recreativas con consciencia de problemas
físicos por el consumo de la sustancia.

Conceptualizar la ansiedad por consumo de sustancias implica tener en cuenta algunos factores
presentes del individuo en relación a variables psicosociales y motivacionales. El trastorno de
ansiedad provocado por sustancias psicoactivas se caracteriza por síntomas relevantes de ansiedad
que se consideran secundarios a los efectos fisiológicos directos de una droga, fármaco o tóxico
(American Psychiatric Association [APA], 2000, como se citó en Caballo, Irturia y Ovejero, 2009).

Si bien es cierto que los síntomas de ansiedad de esta categoría son bastante similares a los que
presentan trastornos de ansiedad primarios, también hay que tener en cuenta que, las características
predominantes del trastorno de ansiedad por sustancias se especifican en cuatro formas: Trastorno de
ansiedad provocado por sustancias con ansiedad generalizada, con crisis de ansiedad, con síntomas
obsesivo-compulsivos y con síntomas fóbicos (Caballo, Irturia y Ovejero, 2009). Empero, es
necesario aclarar que no es lo mismo realizar diagnósticos de trastornos de ansiedad por sustancias
(TAS) dado el proceso de abstinencia ni por síntomas psicóticos. En este apartado, enfocaremos a
investigar los trastornos de ansiedad específicamente durante la intoxicación.

(Caballo et al, 2009) determinan que los trastornos de ansiedad y la dependencia de sustancias
psicoactivas se encuentran directamente relacionadas. Las sustancias tóxicas (alcohol, anfetaminas,
cafeína, marihuana, cocaína, alucinógenos, solventes inhalables, hipnóticos y más ocasionalmente la
fenciclidina, etc.) requieren de demostrar su presencia para el diagnóstico (Machorro y Souza, 2008,
p. 224).

La característica esencial del trastorno de ansiedad provocado por sustancias psicoactivas (TAS) es
la existencia de síntomas predominantes de ansiedad, similares a las que presentan los trastornos de
ansiedad primarios, entre los que podemos contar las crisis de ansiedad, las obsesiones y
compulsiones, la ansiedad prominente, la ansiedad generalizada, la fobia social y otros tipos de fobia.
Sin embargo, la presentación clínica del TAS imita otras formas de trastorno de ansiedad, ya que no
es necesario que dicha forma cumpla todos los criterios diagnósticos correspondientes a las formas
originales.

La sintomatología ansiosa producida por la abstinencia o la intoxicación de las sustancias suele ser
transitoria y remite después de ser metabolizadas, estableciéndose el equilibrio fisiológico del
organismo.

Tal como sugiere Irurtia (2009), en su publicación para la prevención:

El estudio de la relación entre los trastornos de ansiedad y los trastornos adictivos es complejo. Nos
encontramos ante una dificultad similar a la que presenta el estudio de cualquier patología dual. Esto
hace necesaria una diferenciación entre los diversos síntomas de ansiedad, que pueden aparecer en el
curso de la dependencia, y el trastorno de ansiedad en sí mismo. La relación entre la ansiedad y el
consumo de sustancias psicoactivas se plantea como bidireccional: por un lado, el consumo
continuado de una sustancia puede conducir a experimentar síntomas e incluso problemas de
ansiedad. Por otro, algunos trastornos de ansiedad pueden cursar con un mayor consumo de ciertas
drogas. La existencia de muchas y diferentes formas de consumir sustancias psicoactivas obliga a
tener presentes las variables psicosociales que afectan al individuo que decide consumir este tipo de
sustancias, así como las motivaciones que le llevan a este consumo. ( p. 155).

A partir de este enfoque y del análisis de los últimos trabajos innovadores, se abordan los aspectos de
evaluación y tratamientos psicológicos en los trastornos de ansiedad provocados por sustancias.

EVALUACIÓN

En lo que respecta al TAS, es primordial una evaluación eficaz por la dificultad que conlleva su
diagnóstico acertado. La evaluación nos resulta muy conveniente para cubrir una serie de objetivos
como son: diagnóstico diferencial, descripción clínica general, formulación del caso, planificación
detallada del tratamiento y obtención de datos a lo largo del tratamiento y en el seguimiento.
La entrevista constituye el instrumento de evaluación más empleado y eficaz para dirigir y organizar
la información sobre el paciente y que pueda desarrollar una formulación que sienta las bases del
proceso terapéutico. La entrevista conductual intenta identificar y definir el problema tratando de
averiguar cuáles son las conductas objetivo para una posible modificación. Busca variables
antecedentes, consecuentes y mantenedoras relacionadas con la ocurrencia del problema.

En la actualidad, se dispone de entrevistas diagnósticas basadas en los criterios diagnósticos del DSM-
IV. Se revisan algunas de las entrevistas estructuradas y semiestructuradas más utilizadas:

1. Entrevista PRISM-IV: es una entrevista estructurada basada en los criterios diagnósticos DSM-IV
y diseñada específicamente para diferenciar los trastornos mentales primarios de los trastornos
provocados por sustancias psicoactivas, así como de los efectos esperados de la intoxicación y de la
abstinencia en sujetos con elevado consumo de alcohol y otras sustancias.

2. Entrevista SCID-I: es una entrevista semiestructurada de las más utilizadas en psiquiatría. Requiere
cierta experiencia como clínico. Permite realizar los diagnósticos de trastorno primario o provocado
por sustancias psicoactivas, pero tiene la desventaja de no proporcionar una guía específica para la
valoración de los criterios psicopatológicos propuestos por el DSM-IV. El tiempo de administración
también es prolongado (entre una y dos horas).

3. Entrevista AUDADIS-IV: Se trata de una entrevista estructurada que se utiliza habitualmente en


estudios comunitarios. Permite ser administrada por investigadores menos expertos. El inconveniente,
al igual que las anteriores, es el tiempo requerido, ya que se puede demorar en la realización de la
entrevista entre una y dos horas. Los trastornos del DSM-IV que evalúa son: trastornos por abuso y
dependencia de un listado de tóxicos, trastorno depresivo mayor, trastorno distímico, trastorno
maníaco, trastorno hipomaníaco, trastorno de pánico con y sin agorafobia, fobia social, fobia
específica y ansiedad generalizada.

La observación es otra herramienta muy valiosa para el clínico, dado que aporta un material claro con
menores interferencias y fácilmente evaluable a lo largo de todo el tratamiento. La evaluación
cognitiva es útil en el aspecto de que ayudará al paciente a exponerse a sus propios pensamientos de
temor así como a reconducir los distorsionados.

Por otro lado, el autorregistro es uno de los métodos de evaluación más utilizados por los psicólogos
cognitivo conductuales en su práctica clínica. Este tipo de medida resuelve de manera eficaz la
recogida de información en la vida real del paciente y se utiliza para evaluar el progreso de la
intervención, adaptándose con frecuencia a cada situación, paciente y patología concreta. La
evaluación por parte de los demás, en el caso del TAS, se vuelve casi imprescindible con pacientes
adolescentes. Con frecuencia serán personas próximas al paciente quienes puedan aportarnos mayor
objetividad sobre el antes y el después del consumo de sustancias.

Para los médicos no psiquiatras existe la posibilidad de usar escalas de medición de la ansiedad que
ayudan en el diagnóstico. Se encuentran el Hamilton de ansiedad (HAS), el inventario del estado de
ansiedad (ASI), el inventario del estado-rasgo de ansiedad (STAI), la lista de síntomas-90 (SCL-90-
R), el inventario de ansiedad de Beck (BAI), la escala de autoevaluación de ansiedad (SRAS) y otras.

- El PRIME-MD es un instrumento evalúa 5 grupos de trastornos mentales (Humor, Ansiedad,


Alcoholismo, Somatomorfo y Trastornos Alimenticios), que con mayor frecuencia se observan en la
población en general y en los sitios de atención primaria.

- El Inventario de Preocupaciones del Estado de Pensilvania (PSWQ) y la Escala de Intolerancia a la


Incertidumbre (IUS) para evaluar la tendencia a preocuparse y la actitud hacia la incertidumbre.

– El Inventario Breve de Síntomas (BSI) para evaluar el malestar emocional general.

– La Escala de Interferencia (EI) y el Índice Multicultural de Calidad de Vida (MQLI) para evaluar
en qué medida los problemas interfieren en la vida del paciente y la calidad de vida de este.
El diagnóstico diferencial del TAS respecto de la intoxicación y la abstinencia debe realizarse cuando
los síntomas de ansiedad presentes sean de tal magnitud que no puedan ser explicados por la
intoxicación, por la abstinencia, ni por un trastorno de ansiedad primario previamente existente.

Otro criterio de apoyo para el diagnóstico diferencial es la valoración de los síntomas de ansiedad
suficientemente graves como para merecer atención clínica independiente de los síntomas de la
intoxicación o de la abstinencia. Por otra parte, para el correcto diagnóstico del TAS no se han de
tomar en cuenta los síntomas de ansiedad presentes durante un delirium,
considerándose entonces los síntomas de ansiedad propios de dicha patología y no pudiendo convivir
ambos diagnósticos.

Técnicas de intervención cognitivo-conductual.

Los trastornos producidos por abuso de sustancias psicoactivas generalmente afectan múltiples áreas
de funcionamiento del sujeto, por lo que es esencial que se aborde desde un campo multimodal, por
lo que a pesar de existir múltiples campos para abordar siempre es recomendable tener en cuenta un
enfoque biopsicosocial, que responde ante el consumo de sustancias desde otras áreas que deberían
ser incluida desde lo vulnerable del individuo, el contexto, la conducta y sus efectos (Secades y
Fernández, 2003).

Estrategias cognitivo-conductuales para el manejo del craving

Para hablar del consumo de sustancias psicoactivas es necesario enfatizar en el tratamiento para el
manejo del craving El DSM IV, descripto como una “necesidad irresistible de consumo” siendo una
situación determinante para la adherencia al tratamiento de las personas fármaco dependientes, puesto
que es el factor más importante de abandono terapéutico, este se enfoca desde los pensamientos,
sentimientos y conductas que se presentan durante el periodo de abstinencia que según por su
intensidad y su naturaleza, el paciente puede dejar el tratamiento y recaer. Dentro del tratamiento
cognitivo conductual encontramos
Terapia cognitiva–conductual:

Psicoeducación

Reestructuración cognitiva

Relajación

Exposición

Sin embargo cuando hablamos del tiempo de comorbilidad en donde se ve la presencia de trastornos
de ansiedad en correlación con intoxicación o casos de abstinencia son generalmente muy bajos
teniendo periodos de duración menores a cuatro semanas donde generalmente desaparece, esto nos
plantea que el abordaje de estos deben ser dados como elementos independientes, pero relacionados
de manera conjunta El tratamiento de los trastornos de ansiedad asociados a dependencia de
sustancias psicoactivas, en líneas generales, es semejante al que se realiza en los trastornos de
ansiedad sin abuso de sustancias. Desde un enfoque conductual, existen detallados protocolos
terapéuticos para cada trastorno específico (p.ej., Caballo, 164 IRURTIA, CABALLO Y OVEJERO
1996).

Existen una dificultades y retos dentro del tratamiento de la ansiedad en el consumo de sustancias, si
bien en primera instancia se mencionó que la ansiedad y la abstinencia deben ser tomados en cuenta
como elementos en conjunto pero diferenciados, existen otros que ponen evidencia cada vez más la
importancia de la relación entre estos (Goodwin et al., 2004; Ochoa, 1999; Schuckit, 1992), en primer
lugar es difícil establecer cuál es el papel específico que juega cada sustancia en el inicio,
mantenimiento o empeoramiento del trastorno específico de ansiedad, por ejemplo suelen distintas
sustancias suelen consumirse en asociación con otras, tal como el alcohol y el tabaco, en segundo el
comienzo de un trastorno de ansiedad podría deberse si bien a un consumo de sustancias a
encontrarse solo coincidir con el tiempo de consumo sin estar relacionado, por lo que en resumen
podríamos considerar que las infinitas combinaciones de comorbilidad generan enmascaramientos
que vuelve más difícil establecer la relación de cada problema en particular
Bibliografía

American Psychiatric Asociation [APA] (2000). Diagnostic and statistical manual of mental
disorders, 4ª edición-Texto revisado (DSM-IV-TR). Washington, DC: APA

García, S., Bados, A., Saldaña, C. (2012). Tratamiento cognitivo-conductual de una persona con
trastorno de ansiedad generalizada. Anuario de Psicología, 42 N° 2; 245-258. Barcelona.

Irurtia, M., Caballo, V., Ovejero, A. (2009). Trastorno de ansiedad provocado por sustancias
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España. Recuperado de
https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/45849157/Trastorno_de_ansiedad_provocado_
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1h3musz.pdf?AWSAccessKeyId=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A&Expires=1540595309&Signatu
re=pW3dhyF62awfHs6ZV6fnNUrWNJY%3D&response-content-
disposition=inline%3B%20filename%3DTrastorno_de_ansiedad_provocado_por_sust.pdf

REFERENCIAS

Caballo, V., Irturia, J., Ovejero, A. (2009). Trastorno de ansiedad provocado por sustancias
psicoactivas. Psicología conductual, 17(1), 155-168

Escohotado, A. (1995). Aprendiendo de las drogas usos y abusos, prejuicios y desafíos. Madrid,
España. Alfaguara. Recuparado de:
http://www.edu.xunta.gal/centros/iesmontecastelo/system/files/Antonio+Escohotado+-
+Aprendiendo+de+las+drogas.pdf
Machorro y Souza. (2008). Trastornos por ansiedad y comórbidos del consumo psicotrópicos y otras
sustancias de abuso. Revisa Méxicana de Neurociencia, 9(3), 215-266.

Naomi, G. (2006). Consumo de drogas y ansiedad. Clinica de ansiedad. España. Recuperado de:
https://clinicadeansiedad.com/soluciones-y-recursos/prevencion-de-la-ansiedad/consumo-de-
drogas-y-ansiedad/

Secades, R., y Fernández, J.R. (2003). Guía de tratamientos eficaces para la drogadicción: alcohol,
cocaína y heroína. En M. Pérez, J.R., Fernández, C. Fernández e I. Amigo (dirs.), Guía de tratamientos
psicológicos eficaces I. Madrid: Pirámide.

Ochoa, E. (1999). Trastornos de ansiedad y dependencia de alcohol y drogas. Actas Españolas


Psiquiatría, 27, 56-63

Schuckit, M.A. (1992). Anxiety disorders and substance abuse. En A. Tasman y M. B. Riba (dirs.),
Review of psychiatry, vol. 11. Washington: American Psychiatric Press. (PDF) Trastorno de ansiedad
provocado por sustancias psicoactivas / Substance-induced anxiety disorder. Available from:
https://www.researchgate.net/publication/259494648_Trastorno_de_ansiedad_provocado_por_susta
ncias_psicoactivas_Substance-induced_anxiety_disorder [accessed Oct 26 2018].

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