La importancia de la ética profesional y la responsabilidad social aplicada a la carrera de

Administración de empresas

Estamos en una sociedad que requiere que los estudiantes de carreras universitarias, sean

formados con ética profesional y dependientes de una deontología profesional.

La ética profesional permite que una persona se oriente al bien, a lo bueno, donde

la conciencia individual es predominante y forma parte de la ética aplicable.

Mientras que la deontología profesional es orientada al deber, acompañada de

normas y códigos, es exigible a todos los profesionales, se busca el cumplimiento de

los mínimos éticos obligatorios establecidos y se ubica entre la moral y el derecho

(Vergara, 2017, pág. 5).

Según Juan José Gilli, en su libro Ética y empresa:

Si bien los temas de la ética y la responsabilidad social se han instalado en

la agenda de la discusión universitaria, y se ha ampliado la tendencia a enseñar

ética y responsabilidad social, la realidad manifiesta que son estos intentos han sido

insuficientes. La ineficacia se ve reflejada en la actual crisis financiera mundial

que es corolario de una secuencia de conductas no éticas en grandes empresas y

de graves fallas en las políticas de regulación y control (Gilli, pág. 127).

Es por las conductas no éticas y las no conformidades a las leyes que aplican a cada

sector y a cada tipo de empresa, que es necesario que se enseñe desde la academia, de la

ética profesional y sobre todo, de la deontología de la carrera que está cursando el

estudiante universitario.
 En el caso de un estudiante de administración de empresas, la ética profesional le

permitirá orientarse hacia lo bueno, y a tener una conciencia individual, pero la deontología

le permitirá tener una directriz sobre la normatividad que le aplica, en este caso es el

Código de Ética profesional para los Administradores de empresas -Acuerdo No. 003, Julio

9 de 1987, en el que se especifica los deberes, entre los cuales se destaca:

… tener una función socialmente responsable y respetuosa de la dignidad humana,

ejercer la profesión con dignidad e integridad, manteniendo los principios éticos por

encima de sus intereses personales y de los de su empresa; aplicar en forma leal,

recta y digna las filosofías, teorías, técnicas y principios administrativos objetos de

su profesión; mantener el secreto profesional como norma de conducta de todas sus

actuaciones realizadas con su ejercicio profesional; abstenerse de prestar servicios

profesionales a personas o entidades cuyas prácticas u honorabilidad estén en contra

de los principios éticos o fuera de la ley; Ofrecer al consumidor, servicios y

productos de buena calidad, acatando las normas técnicas de calidad, evitando en

todo momento lesionar a la comunidad, (Empresas, 1987) entre otros deberes.

Estamos ante una sociedad cansada de la corrupción, cada día, mes o año se requieren

más profesionales que tengan como base los principios éticos por encima de sus propios

intereses personales que no se dejen convencer por cuestiones de ganar negocios o dinero.

Es necesario, que no solo en la universidad se enseñe sobre ética, sino que cada empresa

evalué y defina exactamente el tipo de empleado administrativo que requiere y le capacite

en el servicio o producto que debe ofrecer, y también en cómo aplicar los principios de

autonomía, dignidad, de justicia, beneficencia-no maleficiencia, y esto dependerá de las

políticas de la empresa.
Referencias
Empresas, C. P. (9 de julio de 1987). Acuerdo No. 003. Obtenido de
https://www.escuelaing.edu.co/uploads/descargables/3340_codigo_de_etica_administra
cion_de_empresas.pdf

Gilli, J. J. (s.f.). Etica y empresa. Buenos Aires: Granica.

Vergara, L. M. (2017). Unidad 2- Etica profesional y responsabilidad social. Obtenido de

https://blackboard.libertadores.edu.co/bbcswebdav/pid-1005060-dt-content-rid-
8264839_1/institution/TRANSVERSALES/HUMANIDADES/HU_ETICA_V2018/content/U2/in
dex.html