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DERECHO PROCESAL CIVIL

PERUANO
ALGUNOS ARTICULOS EN MATERIA PROCESAL CIVIL

SUNDAY, SEPTEMBER 13, 2009

LA FASE EJECUTIVA EN LOS PROCESOS DE DESALOJO

Generalidades

En primer lugar resulta necesario señalar lo que entendemos por proceso, que en las
palabras del Maestro Juan Monroy Gálvez constituye “(…)el conjunto dialéctico de
actos jurídicos procesales, realizados por lo elementos activos de la relación jurídica
procesal, con las finalidades de resolver un conflicto de intereses o acabar una
incertidumbre con relevancia jurídica y conseguir la paz social en justicia”.[1]

Del mismo modo conforme lo ha señalado claramente el Maestro, el proceso civil


existe cuando se presenta un conflicto de intereses o incertidumbre con relevancia
jurídica y que, la necesidad de que estas sean resueltas o despejadas por el Juez, esta
dada por la búsqueda de la paz social. Precisando además, que el conflicto de
intereses constituye la confluencia de intereses contrapuestos sobre un mismo bien
jurídico y el intento de primar uno frente al otro. Finalmente, manifiesta que la
incertidumbre jurídica, otro de los elementos del proceso, es la falta de convicción o
reconocimiento social en torno a la vigencia o la eficacia de un derecho.[2]

En los procesos de desalojo[3], el demandante persigue que el demandado desocupe


el bien materia de litis y lo deje a su completa disposición, a fin de que pueda hacer
efectivo los derechos de uso y disfrute del que se encontraba privado. En ellos, al
igual que los demás procesos que conocemos, se transcurre por cinco etapas[4], en
primer lugar una etapa postulatoria en la cual el demandante invoca un derecho
personal a exigir la devolución del bien al demandado quien ha de responder a dicha
pretensión teniendo incluso la posibilidad de plantear excepciones, cuestiones
probatorias, etc. Una segunda probatoria, en la cual las partes han de acreditar lo
manifestado en los actos postulatorios del proceso, mediante los medios probatorios
que les autoriza la norma procesal
La tercera etapa es la decisoria, en ella el juez puede condenar al demandado a
desocupar el inmueble que ocupa, o rechazar la demanda y por ende queda libre el
demandante para ejercer las acciones tendientes a la restitución del bien por acción
personal o real. En ese sentido REIMUNDIN[5] señala que “la sentencia en el juicio
de desalojo no importa un prejuzgamiento sobre el dominio o preferente derecho
posesorio, pero hace cosa juzgada acerca del desahucio, sin que el inquilino pueda
reabrir discusiones en otros juicio.”
La cuarta etapa la impugnatoria, en la que la parte vencida solicita un nuevo examen
a la decisión del Juez que resolvió el desalojo, por considerarlo que existe un vicio o
error además que ésta, le produce agravio.

Finalmente la quinta y ultima etapa (la ejecutoria) que, conforme lo señala el


maestro esta “(…)ligada al sentido finalístico del proceso. La búsqueda de una
declaración judicial es, en estricto, la necesidad de contar con un instrumento que
produzca un cambio en la realidad. Si la sentencia no pudiera cumplirse, el proceso
carecería de sentido. La etapa ejecutoria cumple esa función, es decir convertir en
eficaz la decisión definitiva obtenida en el proceso.”[6]

Hay quienes señalan que en los procesos de desalojo, la satisfacción del demandante
se obtiene a través de dos fases, la fase de cognición que termina con la sentencia de
condena, la misma que ordena la desocupación y la entrega del bien al demandante,
es decir, la intimación de desalojo; y la segunda fase es la de ejecución forzada
mediante la cual se obtiene la efectivización de la orden contenida en la decisión de
merito. En ese sentido como hemos visto el proceso discurre por cinco etapas y en el
desalojo esta ultima o de ejecución forzada recibe el nombre de lanzamiento que
constituye como lo hemos precisado una etapa del proceso de desalojo.

Al respecto, JARDI[7] señala que: “En la sentencia de condena, como lo es la dictada


en el proceso de desalojo la función jurisdiccional no se agota en el mandato
contenido en ella, sino que, para obtener la satisfacción del derecho es preciso lograr
la actuación práctica de ese mandato por medio de la ejecución forzada.” Es decir que
la sentencia en el proceso de desalojo que dispone que el demandando vencido
cumpla con la restitución del bien no garantiza la satisfacción de la pretensión
propuesta por el demandante hasta que no se haga efectiva la entrega del bien a este,
por ello existe el apercibimiento de ejecución que se decreta en la sentencia.
Definición.

Conforme lo apunta Lino PALACIO[8] “La sentencia de desalojo se ejecuta a través


del lanzamiento, que es el acto mediante el cual, con intervención del oficial y el
eventual auxilio de la fuerza pública, se hace efectiva la desocupación del inmueble
por el inquilino y demás ocupantes”

Para REYES Montereal citado por HINOSTROZA[9], “…el lanzamiento, como


ejecución forzosa del pronunciamiento estimatorio del desahucio, no es más que un
modo de coacción que se funda en la existencia de un derecho anteriormente
definido y declarado.”

De las definiciones precitadas, podríamos llegar a concluir que, el lanzamiento


constituye la fase ejecutoria que aparece principalmente en los procesos de desalojo,
la cual consiste en la extracción de la persona del demandado, y eventualmente de
terceros que la ocupen y de sus pertenencias, del bien materia de desalojo en caso de
incumplimiento de la sentencia de manera voluntaria dentro del plazo de ley
dispuesto mediante resolución judicial.

Como lo hemos señalado el proceso judicial discurre por cinco etapas y la etapa final
en los procesos de desalojo recibe la denominación de lanzamiento, en la que con
intervención del auxiliar de justicia, el juez hace efectivo su decisión final dispuesta
como consecuencia del proceso de desalojo, disponiendo que el demandado vencido
y los terceros que pudieran estar en el momento de la diligencia sean evacuados del
bien materia de autos al no haber cumplido con ponerlo a disposición del juzgado.

Presupuestos procesales del lanzamiento.

a) La existencia de un Titulo de ejecución.

La ejecución surge a favor de aquel que tiene un título de ejecución, que en el caso
del proceso de desalojo lo constituye la intimación al cumplimiento de la sentencia,
es decir el decreto mediante el cual se dispone el lanzamiento del demandado el
mismo que surge cuando la decisión final ha sido consentida o ejecutoriada.
Este título se obtiene a través de una forma especial de la fase ejecutiva proceso
(proceso monitorio[10]) cuya finalidad es precisamente que se lleve adelante el
desalojo en forma abreviada, sin necesidad de más trámite que la disposición del
Juez.

Este titulo, esta constituido por aquella resolución (decreto) expedida por el Juez del
proceso, en la que se dispone hacer efectivo el apercibimiento decretado y por ende
llevar a cabo el lanzamiento, con orden de descerraje y el auxilio de la fuerza publica,
autorizando al secretario o especialista legal para que en la fecha señalada cumpla
con hacerlo efectivo.

b) El incumplimiento del mandato contenido en la sentencia.

Cuando el demandado vencido en el proceso, cumple con el mandato contenido en la


sentencia, el interés del vencedor en ese proceso queda totalmente satisfecho, ya que
lo que buscaba era obtener el cumplimiento voluntario del obligado de lo señalado en
la sentencia.

En ese sentido, y a fin de acceder a la etapa ejecutoria, se requiere que el vencido no


haya puesto a disposición el bien o lo haya desocupado dentro del término señalado
por el juez, sino que por el contrario exista una negativa de la entrega del mismo, es
decir que se oponga a la entrega del bien y no haga entrega del mismo dentro del
plazo de seis días de notificado el decreto que declara consentida la sentencia o la que
ordena se cumpla lo ejecutoriado.

c) La solicitud o petición del demandante.

Constituye aquella materialización en el proceso, del requerimiento por parte del


vencedor al órgano jurisdiccional para que proceda a la ejecución forzada.

Es el escrito que presenta la parte demandante solicitando se haga efectivo el


lanzamiento y disponga la fecha y hora para la realización del mismo por parte del
secretario o especialista legal, adjuntado el arancel judicial correspondiente
(actuación fuera de juzgado), requiriendo además, que este se lleve a cabo con
apercibimiento de descerraje y el auxilio de la fuerza publica.
En ese sentido la norma procesal establece que el lanzamiento será ordenado por el
Juez, a pedido de parte, luego de seis días de notificado el decreto que declara
consentida la sentencia o la que ordena se cumpla lo ejecutoriado, según sea el caso.

d) La existencia del bien.

En los procesos de desalojo, la existencia del bien esta constituido por el bien
inmueble materia de desalojo, teniendo en cuenta la naturaleza del predio
arrendado, pudiendo ser este un predio rustico, urbano, edificado, sin edificar.

Asimismo hay quienes sostienen[11] que, los bienes muebles no fungibles también
pueden ser objeto de arrendamiento por cuanto es frecuente que sean materia de
arrendamiento bienes muebles como el caso de maquinas, artefactos, letreros
luminosos, lo que concuerda con lo señalado en el artículo 596º del C.P.C. referido a
la Restitución de otros bienes, en la cual se precisa que, lo dispuesto en este
Subcapítulo (Subcapítulo cuatro relativo al Desalojo) es aplicable a la pretensión de
restitución de bienes muebles e inmuebles distintos a los predios, en lo que
corresponda.

Forma de ejecución.

La ejecución de este tipo de sentencias se realiza extrayendo al demandado de la


esfera de influencia del bien, mediante acto de desapoderamiento y entregándoselo al
demandante a fin de que pueda hacer uso y disfrute del mismo.

Según Carnelutti, para obtener la satisfacción del interés protegido aún contra la
voluntad del obligado, que constituye el fin de la ejecución forzada, es necesario la
modificación del mundo externo, lo cual se puede lograr de dos formas o mediante el
desplazamiento del bien respecto de las personas o mediante una transferencia
jurídica denominándose a la primera forma de ejecución, ejecución por dación
simple y a la segunda, ejecución por transformación forzada.

Además debe tenerse en cuenta que, una vez consentida o ejecutoriada la sentencia
que declara fundada la demanda de desalojo, el lanzamiento se ejecutará contra
todos los que ocupen el predio, aunque no hayan participado en el proceso o no
aparezcan en el acta de notificación.

Del mismo modo debemos precisar que, para que el acto del lanzamiento pueda ser
realizado sin objeción alguna, debe consignarse en la resolución que así lo dispone la
orden de descerraje a fin de que en caso de ausencia de cooperación por parte del
demandado vencido o ante su ausencia al interior del bien, pueda ingresarse al
mismo con auxilio de la fuerza publica. Por ello deberá tenerse en cuenta que en la
resolución debe disponerse que se oficie a la Policía Nacional a fin de que preste las
garantías y seguridad al secretario o especialista legal, así como la protección al
expediente.

Resulta indispensable que a la diligencia de lanzamiento el auxiliar jurisdiccional


lleve consigo el expediente a fin de que en caso se pueda cuestionar la correcta
notificación de las partes sobre todo de la demandada vencida, se pueda en ese
momento señalar a la parte que se encuentra debidamente notificada con la orden de
lanzamiento y por ende garantizado su derecho al debido proceso, evitándose que
pueda plantear algún tipo de nulidad al acto a realizarse.

Igualmente, quien realiza los actos tendientes a la recuperación del bien es la parte
demandante quien a través del abogado deberá haber previamente coordinado con la
Delegación Policial del sector a fin de que puedan efectuar el análisis situacional del
bien a desalojar y la cantidad necesaria de efectivos que se ha de disponer para la
realización del lanzamiento.

Incluso en algunas situaciones podrán intervenir terceros que apoyen con el acto del
lanzamiento, sea para la extracción de los bienes así como para brindar la seguridad
y custodia al órgano encargado de la ejecución de la sentencia.

Del mismo modo solamente se entenderá efectuado el lanzamiento, cuando se hace


entrega del bien al demandante en su integridad y totalmente desocupado, ello será
señalado en el acta de desalojo elaborada por el secretario o especialista legal, en el
cual se ha de consignar el estado en el que esta recibiendo el bien.

Por ello, en el caso que, dentro de los dos meses posteriores a la realización del
lanzamiento se acredita que el vencido ha vuelto a ingresar al bien materia de
desalojo, el vencedor puede solicitar al juez se realice un nuevo lanzamiento, para lo
cual nuevamente planteara mediante un escrito su solicitud a fin de que el juez
nuevamente disponga llevar a cabo la ejecución de la sentencia.

El lanzamiento en otras vías procedimentales.

El lanzamiento no es una figura que solamente puede ser objeto de ejecución en los
procesos sumarísimos, conforme lo señala la norma procesal se puede ejecutar el
lanzamiento en un proceso de conocimiento o abreviado, siempre que la restitución
se haya demandado acumulativamente, sin perjuicio de lo establecido en el tercer
párrafo del Artículo 87º del C.P.C referido a la acumulación objetiva, la misma que
establece que: “La acumulación objetiva originaria puede ser subordinada,
alternativa o accesoria. Es subordinada cuando la pretensión queda sujeta a la
eventualidad de que la propuesta como principal sea desestimada; es alternativa
cuando el demandado elige cual de las pretensiones va a cumplir; y es accesoria
cuando habiendo varias pretensiones, al declararse fundada la principal, se amparan
también las demás.
Si el demandado no elige la pretensión alternativa a ejecutarse, lo hará el
demandante.
Si no se demandan pretensiones accesorias, sólo pueden acumularse éstas hasta el
día de la audiencia de conciliación. Cuando la accesoriedad está expresamente
prevista por la ley, se consideran tácitamente integradas a la demanda.”

Del mismo modo el lanzamiento también puede ser dispuesto cuando media
ejecución forzada, así, el artículo 739º del C.P.C referido a la Transferencia de
inmueble y destino del dinero obtenido en el remate de inmueble el Juez ordenará,
antes de cerrar el acta, que el adjudicatario deposite el saldo del precio dentro de
tercer día. Depositado el precio, el Juez transfiere la propiedad del inmueble
mediante auto que contendrá: además de la descripción del bien, la orden que deja
sin efecto todo gravamen que pese sobre éste, salvo la medida cautelar de anotación
de demanda; la orden al ejecutado o administrador judicial para que entregue el
inmueble al adjudicatario dentro de diez días, bajo apercibimiento de lanzamiento.
Esta orden también es aplicable al tercero que fue notificado con el mandato
ejecutivo o de ejecución; y que se expidan partes judiciales para su inscripción en el
registro respectivo, los que contendrán la trascripción del acta de remate y del auto
de adjudicación.
[1] MONROY GÁLVEZ, Juan. “La postulación del proceso en el Código Procesal
Civil.” En: Themis. Nº 23. Pág. 33
[2] MONROY GALVEZ, Juan (2004): La Formación del Proceso Civil Peruano.
(escritos reunidos). 2da edición aumentada Palestra editores. Lima. Pág. 223.
[3] Los procesos de desalojo se encuentran destinados a la recuperación del uso y
goce de un bien inmueble que se encuentra ocupado por quien carece de titulo para
ello.
[4] El proceso, como conjunto dialéctico de actos que desarrollan las partes al
interior del mismo desde una perspectiva didáctica, transcurre por cinco etapas bien
definidas a decir, a) postulatoria; b) probatoria; c) decisoria; d) impugnatoria y e)
ejecutoria
[5] REIMUNDIN Ricardo(1957): Derecho Procesal Civil . Editorial Viracocha. Bs. As.
Tomo II Pág. 183.
[6] MONROY Gálvez, Juan. (2004): La formación del Proceso Civil Peruano.
(Escritos Reunidos).Palestra Editores. Lima. Pág. 262.
[7] JARDI ABELLA, Marta (1956): El juicio de desalojo. Universidad de Montevideo.
Uruguay.
[8] PALACIO, Lino Enrique (1994): Derecho Procesal Civil Tomo VII Cuarta
reimpresión. Abeledo Perrot. Bs. As. Pág. 120.
[9] HINOSTROZA Minguez, Alberto (2002): Procesos sumarisimos. Gaceta Jurídica.
Lima Pág. 200.
[10] “En el proceso monitorio toda la estructura del proceso está invertida. Si
normalmente en un proceso de cognición, por basarse en el principio de igualdad,
contradicción y audiencia al contrario, se inicia con una demanda, en donde, el
demandado debe contar con la oportunidad procesal de pronunciarse sobre la
misma, y, en paridad de condiciones con el demandante podrá influenciar, en base a
su comportamiento procesal, sobre el pronunciamiento del juez, en el monitorio ‘se
invierte la carga del contradictorio’, vale decir, en vez de oír previamente al
demandado (audita altera parte), el juez sin oírlo (inaudita altera parte) emite una
resolución de condena (…)”. ARIANO DEHO, Eugenia (2003) : Problemas del
Proceso Civil. Jurista Editores. Lima . Pág. 377.
[11] El profesor Pedro Sagastegui Urteaga tiene esta posición en su libro “El Proceso
de desalojo” LEJ. Lima

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