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PERUANO
ALGUNOS ARTICULOS EN MATERIA PROCESAL CIVIL
Generalidades
En primer lugar resulta necesario señalar lo que entendemos por proceso, que en las
palabras del Maestro Juan Monroy Gálvez constituye “(…)el conjunto dialéctico de
actos jurídicos procesales, realizados por lo elementos activos de la relación jurídica
procesal, con las finalidades de resolver un conflicto de intereses o acabar una
incertidumbre con relevancia jurídica y conseguir la paz social en justicia”.[1]
Hay quienes señalan que en los procesos de desalojo, la satisfacción del demandante
se obtiene a través de dos fases, la fase de cognición que termina con la sentencia de
condena, la misma que ordena la desocupación y la entrega del bien al demandante,
es decir, la intimación de desalojo; y la segunda fase es la de ejecución forzada
mediante la cual se obtiene la efectivización de la orden contenida en la decisión de
merito. En ese sentido como hemos visto el proceso discurre por cinco etapas y en el
desalojo esta ultima o de ejecución forzada recibe el nombre de lanzamiento que
constituye como lo hemos precisado una etapa del proceso de desalojo.
Como lo hemos señalado el proceso judicial discurre por cinco etapas y la etapa final
en los procesos de desalojo recibe la denominación de lanzamiento, en la que con
intervención del auxiliar de justicia, el juez hace efectivo su decisión final dispuesta
como consecuencia del proceso de desalojo, disponiendo que el demandado vencido
y los terceros que pudieran estar en el momento de la diligencia sean evacuados del
bien materia de autos al no haber cumplido con ponerlo a disposición del juzgado.
La ejecución surge a favor de aquel que tiene un título de ejecución, que en el caso
del proceso de desalojo lo constituye la intimación al cumplimiento de la sentencia,
es decir el decreto mediante el cual se dispone el lanzamiento del demandado el
mismo que surge cuando la decisión final ha sido consentida o ejecutoriada.
Este título se obtiene a través de una forma especial de la fase ejecutiva proceso
(proceso monitorio[10]) cuya finalidad es precisamente que se lleve adelante el
desalojo en forma abreviada, sin necesidad de más trámite que la disposición del
Juez.
Este titulo, esta constituido por aquella resolución (decreto) expedida por el Juez del
proceso, en la que se dispone hacer efectivo el apercibimiento decretado y por ende
llevar a cabo el lanzamiento, con orden de descerraje y el auxilio de la fuerza publica,
autorizando al secretario o especialista legal para que en la fecha señalada cumpla
con hacerlo efectivo.
En los procesos de desalojo, la existencia del bien esta constituido por el bien
inmueble materia de desalojo, teniendo en cuenta la naturaleza del predio
arrendado, pudiendo ser este un predio rustico, urbano, edificado, sin edificar.
Asimismo hay quienes sostienen[11] que, los bienes muebles no fungibles también
pueden ser objeto de arrendamiento por cuanto es frecuente que sean materia de
arrendamiento bienes muebles como el caso de maquinas, artefactos, letreros
luminosos, lo que concuerda con lo señalado en el artículo 596º del C.P.C. referido a
la Restitución de otros bienes, en la cual se precisa que, lo dispuesto en este
Subcapítulo (Subcapítulo cuatro relativo al Desalojo) es aplicable a la pretensión de
restitución de bienes muebles e inmuebles distintos a los predios, en lo que
corresponda.
Forma de ejecución.
Según Carnelutti, para obtener la satisfacción del interés protegido aún contra la
voluntad del obligado, que constituye el fin de la ejecución forzada, es necesario la
modificación del mundo externo, lo cual se puede lograr de dos formas o mediante el
desplazamiento del bien respecto de las personas o mediante una transferencia
jurídica denominándose a la primera forma de ejecución, ejecución por dación
simple y a la segunda, ejecución por transformación forzada.
Además debe tenerse en cuenta que, una vez consentida o ejecutoriada la sentencia
que declara fundada la demanda de desalojo, el lanzamiento se ejecutará contra
todos los que ocupen el predio, aunque no hayan participado en el proceso o no
aparezcan en el acta de notificación.
Del mismo modo debemos precisar que, para que el acto del lanzamiento pueda ser
realizado sin objeción alguna, debe consignarse en la resolución que así lo dispone la
orden de descerraje a fin de que en caso de ausencia de cooperación por parte del
demandado vencido o ante su ausencia al interior del bien, pueda ingresarse al
mismo con auxilio de la fuerza publica. Por ello deberá tenerse en cuenta que en la
resolución debe disponerse que se oficie a la Policía Nacional a fin de que preste las
garantías y seguridad al secretario o especialista legal, así como la protección al
expediente.
Igualmente, quien realiza los actos tendientes a la recuperación del bien es la parte
demandante quien a través del abogado deberá haber previamente coordinado con la
Delegación Policial del sector a fin de que puedan efectuar el análisis situacional del
bien a desalojar y la cantidad necesaria de efectivos que se ha de disponer para la
realización del lanzamiento.
Incluso en algunas situaciones podrán intervenir terceros que apoyen con el acto del
lanzamiento, sea para la extracción de los bienes así como para brindar la seguridad
y custodia al órgano encargado de la ejecución de la sentencia.
Por ello, en el caso que, dentro de los dos meses posteriores a la realización del
lanzamiento se acredita que el vencido ha vuelto a ingresar al bien materia de
desalojo, el vencedor puede solicitar al juez se realice un nuevo lanzamiento, para lo
cual nuevamente planteara mediante un escrito su solicitud a fin de que el juez
nuevamente disponga llevar a cabo la ejecución de la sentencia.
El lanzamiento no es una figura que solamente puede ser objeto de ejecución en los
procesos sumarísimos, conforme lo señala la norma procesal se puede ejecutar el
lanzamiento en un proceso de conocimiento o abreviado, siempre que la restitución
se haya demandado acumulativamente, sin perjuicio de lo establecido en el tercer
párrafo del Artículo 87º del C.P.C referido a la acumulación objetiva, la misma que
establece que: “La acumulación objetiva originaria puede ser subordinada,
alternativa o accesoria. Es subordinada cuando la pretensión queda sujeta a la
eventualidad de que la propuesta como principal sea desestimada; es alternativa
cuando el demandado elige cual de las pretensiones va a cumplir; y es accesoria
cuando habiendo varias pretensiones, al declararse fundada la principal, se amparan
también las demás.
Si el demandado no elige la pretensión alternativa a ejecutarse, lo hará el
demandante.
Si no se demandan pretensiones accesorias, sólo pueden acumularse éstas hasta el
día de la audiencia de conciliación. Cuando la accesoriedad está expresamente
prevista por la ley, se consideran tácitamente integradas a la demanda.”
Del mismo modo el lanzamiento también puede ser dispuesto cuando media
ejecución forzada, así, el artículo 739º del C.P.C referido a la Transferencia de
inmueble y destino del dinero obtenido en el remate de inmueble el Juez ordenará,
antes de cerrar el acta, que el adjudicatario deposite el saldo del precio dentro de
tercer día. Depositado el precio, el Juez transfiere la propiedad del inmueble
mediante auto que contendrá: además de la descripción del bien, la orden que deja
sin efecto todo gravamen que pese sobre éste, salvo la medida cautelar de anotación
de demanda; la orden al ejecutado o administrador judicial para que entregue el
inmueble al adjudicatario dentro de diez días, bajo apercibimiento de lanzamiento.
Esta orden también es aplicable al tercero que fue notificado con el mandato
ejecutivo o de ejecución; y que se expidan partes judiciales para su inscripción en el
registro respectivo, los que contendrán la trascripción del acta de remate y del auto
de adjudicación.
[1] MONROY GÁLVEZ, Juan. “La postulación del proceso en el Código Procesal
Civil.” En: Themis. Nº 23. Pág. 33
[2] MONROY GALVEZ, Juan (2004): La Formación del Proceso Civil Peruano.
(escritos reunidos). 2da edición aumentada Palestra editores. Lima. Pág. 223.
[3] Los procesos de desalojo se encuentran destinados a la recuperación del uso y
goce de un bien inmueble que se encuentra ocupado por quien carece de titulo para
ello.
[4] El proceso, como conjunto dialéctico de actos que desarrollan las partes al
interior del mismo desde una perspectiva didáctica, transcurre por cinco etapas bien
definidas a decir, a) postulatoria; b) probatoria; c) decisoria; d) impugnatoria y e)
ejecutoria
[5] REIMUNDIN Ricardo(1957): Derecho Procesal Civil . Editorial Viracocha. Bs. As.
Tomo II Pág. 183.
[6] MONROY Gálvez, Juan. (2004): La formación del Proceso Civil Peruano.
(Escritos Reunidos).Palestra Editores. Lima. Pág. 262.
[7] JARDI ABELLA, Marta (1956): El juicio de desalojo. Universidad de Montevideo.
Uruguay.
[8] PALACIO, Lino Enrique (1994): Derecho Procesal Civil Tomo VII Cuarta
reimpresión. Abeledo Perrot. Bs. As. Pág. 120.
[9] HINOSTROZA Minguez, Alberto (2002): Procesos sumarisimos. Gaceta Jurídica.
Lima Pág. 200.
[10] “En el proceso monitorio toda la estructura del proceso está invertida. Si
normalmente en un proceso de cognición, por basarse en el principio de igualdad,
contradicción y audiencia al contrario, se inicia con una demanda, en donde, el
demandado debe contar con la oportunidad procesal de pronunciarse sobre la
misma, y, en paridad de condiciones con el demandante podrá influenciar, en base a
su comportamiento procesal, sobre el pronunciamiento del juez, en el monitorio ‘se
invierte la carga del contradictorio’, vale decir, en vez de oír previamente al
demandado (audita altera parte), el juez sin oírlo (inaudita altera parte) emite una
resolución de condena (…)”. ARIANO DEHO, Eugenia (2003) : Problemas del
Proceso Civil. Jurista Editores. Lima . Pág. 377.
[11] El profesor Pedro Sagastegui Urteaga tiene esta posición en su libro “El Proceso
de desalojo” LEJ. Lima