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Protocolo número 1: “El cuestionamiento de mi cotidianidad,

una necesidad”

Profesor: Jaime Villegas

Sección: Martes A-B

Alumna: Florencia Montes Sadá

Este protocolo tiene como objetivo hacer un recuento de las temáticas abordadas durante las
primeras dos clases de filosofía, realizadas por el profesor Jaime Villegas durante el mes de
agosto.

Atingiendo a la temática del curso, la clase comenzó con la interrogante ¿qué se entiende por
filosofía?, más allá de de su raíz etimológica se buscó encontrar cuando la filosofía se llevaba a
cabo. Es aquí cuando comenzamos una serie de interrogantes que nos esclarecían que siendo la
mayoría jóvenes de 18 a 21 años aun no hemos sido capaces de tomar riendas de nuestra vida,
surgiendo preguntas como: ¿Sí pudieras estar donde tu quisieras, estarías en esta clase de
filosofía?, ¿Qué los ha hecho estar estudiando psicología, fue una opción o una elección de
vida?, ¿Tocas algún instrumento, que te permita desarrollarte de otra manera?, ¿Hablas algún
otro idioma, que te permita expandir tu “mundo”?.

Esto permitió implantar en los alumnos la movilidad de cuestionamientos e interrogantes sobre


nuestra cotidianidad, adecuada para seguir el curso de la clase.

Luego se conversó de la distinción entre sabio y filósofo, siendo el sabio la anhelación de del
filósofo. El sabio ( sofos) es quien logra un equilibrio mental, teniendo la capacidad de
distinción entre real y no real, justo y no justo, propio y no propio, entre otras.

Por otro lado el filósofo, está en busca de la Alethia (sin velo). El filósofo busca la verdad como
desvelamiento, como aquella inquietud tan provocativa y llamativa que el filósofo se ve atraído
y surge su necesidad de desvelar aquel conocimiento. El velo del cual hablamos tiene varias
características, entre ellas su traslucidez y su insinuación erótica, que tienta al filósofo a
transformar la búsqueda de conocimiento en algo placentero.

El filósofo nunca alcanzará la verdad, porque siendo así sería un sabio. Este pensamiento
permite que la filosofía nunca sea terminada.

Luego de haber entendido la distinción entre sabio y filósofo, tratamos el tema de la existencia
humana, aludiendo a lo escrito por Jean Paul Sartre en su libro “El ser y la nada”, ¿Por qué todo
tuvo que ser y no se optó por la nada?.

José Ortega y Gasset también planteó el cuestionamiento del sentido de la vida humana, se nos
fue otorgada sin ser pedida y sin un camino deliberado, es decir dejaron a cargo de cada
individuo la construcción de su vida. Ortega dice que el estudio de la vida humana no debiese
haberse llamado biología sino zoología.

El ser humano como sujeto en construcción y a diferencia de los animales no tiene una
naturaleza fija, sino más bien tiene historia. Todo ser humano está construido sobre un sistema
de creencias, que terminan siendo el piso de posibilidades al enfrentarse a elecciones.

Ortega busca establecer una clara diferencia entre creencia e idea, siendo una creencia objeto de
la fe. Existen dos tipos de fe, la fe inerte, aquella que debo recordarme que existe, y la fe viva,
de carácter innato, adhiero constantemente sin darme cuenta.

Las creencias no se piensan, sino que constituyen el suelo en donde me paro, vivo de ellas.
Recién al romperse las creencias comienzan a tomar sentido y a necesitar una explicación de
ellas. Es aquí cuando el ser humano comienza a tomar conciencia de las creencias y por ende
puede cambiarlas, y al cambiarlas cambian las personas y con ellas las generaciones y la forma
de ver el mundo. (Sustituimos lo que hacíamos con fe viva en algo que creemos que es eficaz).

Tenemos cosas que están ante la mano, como pragma, como cosa útil. Y otras que están ante los
ojos, poniéndose como problema. Aquí nace la duda y el potencial de cambio.

La diferencia de una época con otra es el cambio en su creencia fundamental. Según Ortega,
hacia el año 1990 se manifiestaron las últimas generaciones de seres humanos que vivían en la
razón.

René Descartes en su libro: “El discurso del método”, plantea que no hay problema que el ser
humano no pueda resolver, sólo deber usar su razón. Pero, hoy siglo XXI ¿nos permitimos usar
constantemente nuestra racionalidad?. En una época globalizada como la nuestra vivimos en
una instancia de transición entre una época y otra, en la cual no tenemos una creencia
fundamental de la cual afianzarnos.

Por último tratamos el tema del amor, recalcando que existe una diferencia entre enamoramiento
y amor, siendo el enamoramiento algo más carnal y sensorial, en cambio el amor como algo
incontrolable, algo que obliga a vivir todo el tiempo en función de aquello.

Bibliografia: “La historia como sistema” Jorge Ortega y Gasset

“¿Qué es la filosofía?” Martin Heidegger

“El ser y la nada” Jean Paul Sartre

“El discurso del método” René Descartes.

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