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.:_s~···-·.~-· ..')JJ~3~t~~:~f:~.~~i~i;~t~~'s
úl Osear Cerrutti, na.. .·.,,: .,;. . -~· .-~ ':"'"'·.~
m Resistencia (Chac'1)
a de octubre de 1928.
LplidÓ sus estudios s~-
. .os· se llll.·ci·o· en Lis
:iari ·
eras actividades · rela..
11
tadas con el f 0 lklor"'•
iCándóse 'a la interpre
ón musical. Desde cl
1. 1948 hasta 1954 alter_
INSTITUTO DE /\<HJSJCOLOGfA
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.:/ .
. '-,.:,
,,,~f~l.~s~~~~E~~~•ssi~1~1~~,
<;,·~- ·"' se fuicia con la Polca para terminar en la_manifostaciori actu~J'que/_re~:::;:~:t;~~
- pe,timós,: ha dejado ·de ser variante ~ara constituirse)m una expfe~ió~<tl~~~< ;..:::t'~;
,¿:_~g;~ es' bien ;~bido -·~- acep~ado, 1~ aprehensión por parte de lo'!
e~t;i-atos_ po¡mlares rurales de las manifestaciones musicales europeas,
_l;IS_'que a su vez son ~raiisformadas y recreadas por el aporte decisivo
(1~?l_a chltura folk, se produce. en nuestro pais como consecuencia cle
~9s_ gr_andes corrientes_ portadoras de_. las modas y novedades que llega;n
/.; finida y perfectamente tipificac1a. A consecuencia'. d~ .~:q9;_-:.·.e,1_.fü~pos19 ,f.c•'.f:':;Y" ;~~fa colonia-y se introdu_cen;por Lima y Santiago de.Chile durante los
. adoptó_ la siguiente éonclusión ~"En su cará?ter -de eipre~~?ll:j:iiti;s~cal. ~ )<;-__ d;1glosXVII Y XVIII. A parj:ir de ésos centros irradiadores los salones de
_coreográfica de 'Vigencia actual en el Nordeste 'Argent~o,:'eh Cham1;1me ;"'::L ___ )os incipientes congloin~rados urbanos distribuidos a lo iargo de lo que
.:;..- · - _· esúna especie que, deriva?a de la P~lc~.cori:entin~,ha_ad~do,:~ctual-:_:?\'+:;; s:· _es hoy el territorio argentino, adoptan para· ~i, no sin antes transfor•
mente_ características propias de moVIm1ento y estilo''.;-:. / ":'.{~·- ·.:· - " .... : _, marlas, las normas culturales ·que provienen de las capitales de los vi-
A fin de encarar el análisis que ~valará n~estf~ :poiiciÓ:O: y' ~riterÍo ' p-~yn~t?s en ese entonces preeminentes. El proceso continúa con la
:;I,:!itf>--•. ordenaremos los distintos enfoques que· entendemos deben. privar en la
l~lllt~cIOn por parte. ~e la campaña en, esas pautas rectoras y SU COD.
t::;~~~,: '/ ,_· ·. exposición de acuerdo a la problemática del tema .. Pór ·ello estimaremoo
. . s1gmente reelaborac1on merced a una lógica aJecuación y adaptación a
·• : las condiciones regionales. · ·
ah.ordar, en primen:. in.stancia d clesarrolfo t-roid1·5g:i'w)' {~.e su proceso etio.
·lógico que como ya dijimos, se inicia en la antigua Polca Galopa o· Polca .... . ~ partir .de 1810, Buenos J'i.Ire:,; pasa a primer plano en la "·"·
Paraguaya. Posteriormente estableceremos el área geográfica de. disper"'. portanc1a colomal y por su intermedio ;;e introducen las formas musi-
sión finalliando con la discriminación de sus ·características estilísticas Y cales y coreográficas en esa época d~ ·moda en los centros europeos.
- formales en su condición de expresió~ music~l y' coreográfica. _· En esa se?11nda etapa es donde aparecen las danzas de parejas
tomadas, contrariamente a la anterior, donde existe una vigencia abso-
luta de las parejas sueltas.
IDSTORIA Y DESARROLLO El m_apa .folklórico argentino en lo que concierne, repetimos, a
_ las formas musicales y coreográficas, responde a este esquema cronv ·
·.· . ; P,ara determinar las distintas etapas históricas que anteceden . a }ógico e histórico. ·
lo que hoy conocemos por Música -del Litoral; del Nordesté o Gúaraníti. En la provincia del Paraguay, correspondiente a la zona que nos
· ca, debemos delimitar en primer término el área geográfica donde se ~u- · ocupa, se dan circunstancias especiales que inciden sobre el panorama
ceden los acontecimientos que están relacionados con este proceso de rn. ··· actual de su folklore nacional.
tegración cultural y folklórica, correspondiendo dicha localización al ac ·
Los jesuitas, que como hiciéramos notar precedentemente euca.
f!rn~ nordeste Argentino y la República del Paraguay.
raron la asimilación metódica de los guaraníes a la civilización' euro.
Toda esta región h'lbitada fund:m..~ntahnP.nte. por gmpos étnicoE· peo . a través de l~. catéquesfa, introdujeron la enseñam:a y la púdica
guaraníes que constituyen la población autóctona más imponante que n;.us1cal en· <'US m1s1one::L Como es de imaginar. durante sn perma.c!Jn.
encuentran los españoles a su arribo a estas tierras de América, suma : c1a en estos lugares que abarca un lapso que ~e extiende desde el año
sus características físico.naturales, la presencia de factores que, como la· 1609 al 1787, la Compañía de Jesús no solo concentra la actividad cul.
gigantesca obra catequizadora de l.a Comp~ñ~a de. Jesús reali~ad~ a, t;a- tural ,s~no que la orienta d~ _ acuerdo a sus fines. Es por ello que toda
\'t:s de sus numerosas y bien orgamzadas rms10nes y un devenrr historico la mus1ca . que se cultiva es seleccionada poniéndose especial énfasis en
de caracteres particulares, contribuyen a formar un área f?lk donde las. expr~s1ones de carácter religioso. Las formas cortesanas, picarescas
afloran con igual intensidad patrimonios cultm·ales de neta ra1z ~urope.a e mten?:onadas son descartadas y si bien se estimula la interpretación
con las supervivencias de antigua data aborigen en un comple10 defi- . Y. creac10n musical despertando innatas cualidades, la orientación defi·
nido y personalizado. mda de su tarea ~e ac~lturación deja una impronta que rige las cos.
La zona Guaranítica manifiesta, desde la colonial Provincia del Pa- tumhres mucho mas alla de su permanencia en América.
raguay, circunstancias propias que inciden ev~dentemente e~ sus e~r;e· . Es por ello que coincidimos con el profesor Bruno Jacovella cuan.
sienes más representativas. En el caso que nos rnteresa, es dec~r la mu~1ca do d~c~, en su meduloso trabajo sobre Regiones Folklóricas Argentina<1
v la· danza se plantea rma :situación or.igim<l que e>: preciso anuhzar Y ref1nen~os~ a la Mesopotamia, que al "sistema de civilización jesuita
~n benefici~ de nuestras conclusiones. h¡¡ de atnbu.1ne tal vez la inexistencia de los bailes de parejaG su-el.tas
que caracterizan a todo el resto del país, porque los jesuitas -y el
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. . i1~t;~.,'·~.·;:;~··.··
'· ..,. ..... , ~: ;, ,~~r~~:X por supuesto a_ la polca misma (Carlos Vega • Panorama
e-:'J~¡~nlJ.S,ICa popular Argentina, Página 260).
(.E~ ,Lo' que s~ es ind~dable, es que la Polca paraguaya, de cuyos orí-·
. " . ~n~s , r.eales no p43d~m?s h~cer nada más que suposiciones, ya que el
J\i['.;'.IJ-~Ombre no ~a por si._SO!O DlDguna pista concreta irrebatible, ha adqui-
:;;¡;}·ido. c~:r:acter1sticas propias y personalidad definida.
!;ét~;:; ·. ;'<Por obra del ~i~~p~·y s~ afianzamiento en el folk, lo que a fines
e} ,_ ~e, ~1 ?lo pas~do podía haber estado en etapas formativas sin tener con-
i;. ~:-.: · . la danza llega al Plata vía París - Buenos Aires. Las parejas adoptan.· .:·. "~'.·?; ;;~..;::_· : c;encia efectiva _en .su carácter de especie diferente en el músico popu.
;;::;,~·C· i.lna ·actitud distinta para el baile y la interpretación "de los ritmos que . · · ·..: . I~:· hoy ha conso~dad~ ~~ forma rítmica~ y estilísticas. Y lo que es
>:,:'. hacen furor en los salones de moda europeos;. en :vez_ ·de realizar los · · •: ... n.as, ~n ese devenir histonco_ h~ dado ongenes a variantes que, des.
. desplazamientos separados el uno del otro, se enlazán f. s~ toman· entre ; prendidas _poco a. p~co del tronco madre han adquirido vida propia por
sí par;:: bitilar. Es la 4ipol!a del Vals, la Mazurca·, el Schottis, la f olea, obra de circunstancias qtie analizaremos a continuación.
la Habanera. ._
. , : El epicc:atrc de la polca J{a estadn de"'de un rrinf!irfo en fo R~
, Desde Buenos Aires y de la misma forma que· ocurriera anterior.
P.úhlic.a del _Paraguay, de -ahí su designación Je Polca Paraguaya. La
mente con Lima y Santiago de Chile, e s t a " -~ nueva8. danzas inv:.aden ·. · v1gen?ia. ~e mstrumentos de- cuerda, como el arpa criolla y la guitar:a
. el . territorio del país y muchas de ellas se afincan 'en él folk y otras
han ~cidido en sus características rítmicas, cadenciales y melódicas .
EC pierden transformadas completamente en nuevas especies que el pue.
. §stos msu:zmentos. que indudablemente sobreviven en el pueblo como
blo adopta.··- ·. . . · ·
consecuencia. de la .educación musical jesuítica. condicionan en cierto
. .. .· ... Los ;~Iones de Asunción no permanecén ~jenos a estas incorpora. _ ·· ·_:modo, el estilo de la polca al posibilitar ciertas soluciones técnicas in •
. ~ cion~~ que manda la moda de la época, y· alli también hacen furor los. :. ter~~etativas e i1:1pedir. ot~as. El arpa no permite notas sostenidas, pero
· halles. de parejas tomadas, especialmente _la Polk.a, el Vals· y la Mazur· . . fuc-ilit~ !os arpegios y fionturas. La marcación definida de los tres tierr:.
ca. Vuelve .a· repetirse aquí el proceso de ,trasiación· de_ las f~rmas mu. . b_asicos con la ~ano izquierda acentúa y agiliza el ritmo, mient1·as
. s:icaies y coreograficas a los estratos populares y rurales, pero son tantos . ~erec?~ puede teJ~r orname.ntadas melodías que se apoyan en giros
· lo8 factores que inciden en la. recreación que nos encontramos frente a rneli~sm~~ic~s Y .~oluciones parti~~ares '.Ju~ Dalmir~ Alberto Baccay de.
especies que cambian totalmente las formas y ¡,'Uardan solamente el nom- . __nomm~, greflas . , ~sas caractenstlcas ntmicas musicales influyen en la
bre, como el caso de la Polca rural, que se diferencia totalmente de la exrl'.esion coreografica dando a la danza agilidad y vivo movimiento.
cp;ie tuvo apogeo en los centro;; urbanos. . La ~ol?a se extie~de a todos los ámbito" de la región guaranítica
~-Desconocemos totalmente p.:>r~é y cuáud;) se produce el cambio ~ mesopotamica Y es as1 como avanza hacia el sur adentrándose en el
de dos tiempos propios de la forma europea a los tres tiempos ·de la !1tvral argentino.
expresión rural. Se ha querido explicar este fenómeno atribuyendo a . Nuevas circunstancias aparecen en este nroceso de difusión cultu-
errores de recopilaciones ineptas la ternarización de su ritmo. Nosotros
pensamos modestamente que dicho argumento no encaja en la lógicJ.
----- --raJ musical. En la segunda mitad del siglo pasado, un nuevo instn1.
l~e~to hace su aparición en la campañá argentina. Es el acordeón día.
oel mecanismo etiológico de la expresión musical popular. Podemos sí -- . t'.)mco de una hiler~, posterio~ente desplazado por el de dos y tres fi.
sospechar que la incidencia del vals, la habanera y la presencia en el las de botones. La mcorporac10n al folk de este instrumento de orio-en
¡meblo criollo, herederos de los antiguos guaYaníes introducidos a la alemán, clasificado dentro de los aerófonos a fuelle, se produce rápida-
música por un siglo y medio de orientación je,;uítica, .~e elemento~ in•. mente desplazando al arpa cuya vigencia en el litoral ·aro-entino decaP
terpretativos, producen la magia de una nueva creac1on que-, se mtc· hasta desaparecer prácticamente del uso popular, contraria~ente a lo que
gra funcionalmente a las vivencias regionales y tradicionales. · oc~r~e en el ~araguay, donde. aún se mantiene la preferencia por este
· Des!ITaciadamente no tenemos a mano juicios documentales que cordofono. Asi como el arpa mfluye por sus posibilidades técnicas en
permitan "'r-~con;otit:ii:· el proceso. No obstante, po demos permitirnos
.• ase- la c~nfonna~ión . ~stilística original de la P o 1 c a, el acordeón, que
verar que solamenie el nombre e& el único elemento ·-~"mún que acerca pernnte 1.a .e1ecuc10n d.e notas sostenidas y arrastres de fuelles en fras{'OS
e•tas dos especies tan distintas. Y cadencias pesan tes, rnfluye en la aparición de. variantes interpreta ti.
Y para aumentar más la confusión, el músico popular general. vas que hasta ahora no podían ser realizadas en el arpa.
mente identificaba con el nombre de polca a tangos antiguos, milongas
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~~~3:tl:gE~;éf!~~·~t~~~!I~
,.,. __ ,
~\}~~~;,:T· :\:,~!· ~~lea cor,rentina se hace más lenta aún y los fraseos se inten
~:~~~-;s:if1can Y la; melod1:1, ~n un movimiento impe1·ceptible, acosa continua~
' ·· .. su interpretación. Poco a poco se hace. más lenr;t;,y}í,llá~-.'~lloronii~~' aúip, tXtz,mente . al, _ntmo pnnc1pal creando un falso efecto de desarticulación.
·.. qúe mantiene similitud. con la forma origin3.I )re:ÍÍ:ida~.aeLPiÚ:aguay.:l\{~·;'/ ¿;~}~:~~os bailarines se e:nlazan pri~tamente y ensayan, al compás de esta pol·
';'~,f','.c~ Je~ta, pasos que recuerdan a los cortes y c¡uebradas tangueras. La
::~{r0:;;; ;;;·;;¡¿•!1Jii~f~'
:~;>fr~pos1c1on del ~u~rpo 'se encorva y agacha para dar más énfasis a las f1.
;:,,-,:.(~guras coreograf1cas...
.. . Corr~ el año 1930. Samuel. Aguayo lanza un disco en una de cu.
1~ én. las formas musicales del litoral argentiuo ;'con·::;el:mecánismo ·fic:·}'~~~:; . ':;:ras ?ara~, figura "Corrientes Poty", chamamé correntino. Una nueva de.
transferencia de ·elementos culturales vigentes eu'ló8.,esÍratos .'nrbariós~:::L;i: ~ommac1on que ha. sido tomada de una 'P.alahra guarany que significa
(11ie pasan a los medios mrales folklorizándone y :~·ad'~endo. nueve> · ~;< · Cosa he~ha a la ligera", "improvisada". j '
estatus. -- :·; .. .,. .,.;; .·'.- :' .· · · !leJaremos de lado .la discusión que plantean algunos autores eu
F'!. lns 13uhnrbios de Buenos Aires una m1ev~ forma ,musical y· el senti~o de que antes del disco de Aguayo ya se conocía por chamam~
coreográfica ha nacido, y va ganando adeprns eu los haa~s y r·~';.nio una variedad de polca correntina. Lo importante es la irrupc1ón de la
nes orilleras. El tango hace su aparición en el panorama musiéal ciu·-. pafabr::i que es tomada :rápidamente por el folk, tn!P."' estaba nece~itan.
· dadano, relegado todavía a los sectores sociales qüe habitan el cintu. · do el término di!erenciador de esta nueva forma de interpreta~ y bai.i~::
· rón conurbano de la gran ciudad; Es la épp~a del::·tá'.ngo.:nµ.longa y,'·· l~ pol?a coi;entma. Y, valga la frase, el vocablo se folkloriza .tomando
.. el baile de }'cortes y quebradas". El malevo y 'él compadrito son sus vigencia activa en los medios populares.
principales ·cultores y su ritmo y melodía se ilifünden a través de pe-: A P.artir de ento~ces, la independencia del chamamé de la pol ·
conjuntos de flauta, víolín, guitarra y ocasionalmente el 'bando. ' . e~ corrent~na se va haciendo más evidente. Las diferencias se pronun-
que recién se incorpora a la expresión Ín:usical todavía en gestación.·· cian especialmente en la faz rítmica donde la acentuación a contra.
. . Posteriormente la hueva danza ádqUÍ~~f'fürusión. en. dos seutidos :: ·· ~empo aumenta la cadencia sincopada. Y, esto es historia reciente, cu.
. una. hacia· Europa, marcando la .áceptación: paiisién · el regreso a los .~1 actual; el contrab~jo, en su función de instrumento acompañante s~
salones porteños y . su·· total afincamiento .· én 'tod~s .·los ' sectores de ·lri ' mcorpora a .los conJ~n~os de chamamé asumiendo la responsabilidad
· gran ciúdad y la otra hacia el interior del país, especialmente hacia :'·~e m~rca; tie~pos has~cos y contratiempos que dan coloratura y sen.
litoral, donde iniluye en la personalización de lo que podríamos t1do ntrm?o tip1co. :11
.igual ~e los otros ejecutantes, el contrabajista
mar la música guarany.argentina. · . toe~ de 01do .Y. s~ tecmca se a1usta en un todo al sentido integral de
la mterpretac10n. !
Es est:: últimn corriente la que "'.l.O!! interesa. Aunque nos mane-
j¡¡.1:e:w.oe, en terrenos no exentos d~ St<tile~a;;, hi: deduccmnes obtenidas ~ e.sta al~a de la expos1c10n, estimo necesario considerar algu.
parten de una lógica avalada en realídadse t·mgibles y comprobable~. nas redex1ones que surgen como consecc.:encias de:i. análi~is precedente.
Y hablamos de personalización porque la influencia del. tango annguo · ruente expuesto.
en nuestra música se dá, no en forma directa, sino a través -de elemen - . . Este movimiento de gestación de nuevas especies, a partir de va
tos estilísticos coreográficos que se adaptan a un ritmo totalmente ·dh;. ~iantes de formas ya dadas y vigentes, se produce como consecuencia
tinto y a cadencias y modos interpretativ()s que a primera vista nada . de numerosos factores que inciden y determinan la evolución. Muchos
tienen en común con el tango, pero que marcan una presencia indiscu- son los elementos incidentales que acosan, por decir así, permanente.
tida por los resultados y transformaciones que suscitan. mente~ª la cultura folk.
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: t'nrál que se· opera flindamentahllen:te::en:·Iá-~ciic~táiii:ia\(:otidfana;}l.e'.\i., . ,,;Ii~J:fkióu g~aranítica en su carácter de expresion rolklórica musical, esos
t!ft:ra:g~¿~~~~~:~~~l'i~~~~mt;;~~
7h.,:·: mismos . elementos constitutivos se dan con más fuerza en algunos lu-
'(:((':·: _gares y pór lo tanto se, erigen en centros de !Jreeminencia permitiendo
y"};'.(; el establecimiento de zonas de .dispersión que, articuladas dentro del
/''./::;e\· gran área regional, conforman el área propia de vigencia del chamamé.
. - · · ·:Con ~llo deducimos que siempre ·es ·el ¡;u~b~0~_;/~1~:~e·~~pt~r··h~tu: ~ . '..-:.:.~i ,}~~::\"<,·i .. · ·Habíamos visto como la presencia del acordeón en el folk había
~ ·. ral de la cultura folk, el que decide en última iristiill<fiá.··Por.esto es·, > :.<··~: .de~plazado. práctica~ente·:· al arpa en la prefe.rencia popular provocan. _
(;'.;:¿~, • 'jngénuo preiénder .la imposición forzada o int~n~i~~~~a:·'d{.'c:t?-alquier . do, con la · acordeonización de la p o 1 c a paraguaya, el nacimiento de
}I/:[' . expresión con apariencia folklórica, ya que juega:ll~en.:riodó'. esto .íntí. . . · la polca correntina.· Esta·' sustitución se produjo solo en ciertas zonas,
"'·'~·· ';, mas·jive:ricias y conceptos afirmados por la tradición~·:el.medío natural, . . especialmente en la provincia de Corrientes v áreas adyacentes, ya que
la relación social, usos y costumbres. No se debe collfmidir la impo. ·
- 8ición de una moda, siempre efímera y pasajera, eficaz.:eii los ambien
,;':. . ' tes. urbanos y vronuctos generalmente de grant.les empresas comerciales AREA OE. 015PER&ION
·" · .· ', con la "folklorizació11" Je mauiféstaáones que·, tia;, lento proc.'.iso, ~e
-~~ ·. ·=~~~;:~~i;;~~:E;~~¿~:;~,
li DEL C\.lfl..M~ME.
::>"'.sC::;t::>""''.:,:':\:
.•·.•.:f.~.;.~.~ ;· "f·;·:· .'·.~..t:.;f . · hacia
:.~ª.n~~:~~.i::~~:~di:
razon~
~!:. ~.;: ~;:!~.~º.~:neminentemente
necesario en virtud de
d~r::::º~~sp:~;~;;:~:
practicasJ · .
.e;;
~~~~·jr:::P:J'~/: . ,-, . ·. .' · Á.··~ártir. de· allÍ,. fracas~on· otros int~ntos de· designación e impo-
;;;;::;::~,: " / sición como "campera", y el más recien.te de "Litoraleña". El pueblo
'. ~: ·sabrá si tiene que cambiar de nombre y será él, solamente él, quien
decidirá en definitiva.
BRA~ll
· Y no se crea que el chamamé ha quedado ya estrticturado en for.
mas definitiva<:. Nada de eso. El proceso continú:i y a pesar de sn re-
lativa corta vida, nuevos elementos se int:oducei:.. y collionnan varian-
tes que todavía no hacen a su estructura fundamental, pero que even-
tualmente, con el correr de los años, p o d r á n determinar especies
nuevas. No aventuramos juicios; solamente planteamos el interrogan. ·. :
te. Estamos frente a una cosa viva que, como tal, evoluciona, y por lo
tanto le cabe todas las alternativas de su propia dinámica y las pos1 · la vigencia activa del arpa se mantiene en el Paraguay y zonas de
hilidades de mantenerse en sus líneas generales, transformarse o in- influencia..Más tarde, el aporte de elementos rioplatenses tanguísticos,
cluso, extinguirse. El pueblo señalará el camino en veredicto inapelable sumados a otros de diversa índole, precipita el desprendimiento de una
de autodeterminación cultural. nueva especie que hoy conocemos con el nombre de chamamé. Aquí tam-
bién esta influencia determinante no traspone los límites argentinos y por
lo tanto, práctfoamente, no incide sobre la púlca paraguaya, es decir
AREA DE DISPERSION DEL CHAMAME que tanto en el Norte como en el Sur de la región guaranítica se dan
condiciones que permiten diferenciaciones en algunos de los patrimo-
Como hc.m<,s vi::.to ant-::rjor:nenl:e ei chamamé resi)cnC.e, desde :;u nios folklóricos como la expresión musical que sin quitar unidad al
i.
nacimiento, a factores de distinta índole que de'terminaii sus caracterís- todo, delimita, aur..que de manera muy esh1m¡¡da, su~-areas o regio-
ticas formales y estilísticas. Es así como, aunque se integra a la re- nes secundarias. ·
10 11
.~1~~'~'~ti;ti~~Y}1Y~i1f~t~1.Is,~;1~}\!'
..
' - .. - :-·- ':..;. :~·. "· .
.r7fli'j0\f
·.··:'.': ~_;.: .~:~.::':-'·
':· ·~ -:::~·:_,::'::· ' .
'-· ···:'.;'·:·.• :·~... , :· -::·.-·~-~ '¡ -~·..,~.;.-.---\-· . . ,'::. ·. ··;·.
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-- .......
... .··. . ·, ,..,,i'°':·~~·~:~:·~~¡•;;/. t~?'~·i ú.· •· ·:;S)~ :·~ <. ,. •
?\';c:musfoales .·.de ·ésta·. espécíe ·rolkló~ca '-sin' :analizar· eL mar~o -instruxnenta1
.;i:liiliilllfflllil!~~;
Jr~~-:~fr~ve~ía a'Clecir 'ql.e'.'.Practicamente ejecutan el nuevo instrumento
;· coll1o. s1 estuvierna "bordoneando" aquélla .
.. , .....,, ·p.. lm '· · · · . .
:>< , .· , . ma . ente, no podemos deJar de lado el aspecto lírico del cha-
ª·
·.:. ·.·:\.·:·. ma~e, · cargo deJ o los cantores. Siendo · inás común el dúo nos de-
';¡<···:.: ,,, ' tenw:emos en . . 'li . s· . '
+':;:~: (:'tos de fuelle s;ana, sis. igmendo el estilo impreso por los instrumen-
';)J,;:'le ~igl~· el bandoneón irrumpe én la campaña .de:tJitoraJ(pero no 's~~ ·. d f .· · ... ' os duos vocales desarrollan la línea melódica articulan-
, ~ rases r~cas . en cadencias y portamentos.
,;•:';'·e{ planta al acordeón. sino que convive con él, en la prefei~ncia' popular./
*5.' \. :1" Es así conio cobra forma el chamamé y son estos úistiUiríentos de fue-· ., La fo ·~ · · ' · · · ·' ·
·'lelas · ~· rma mas com~ de armomzac1on sP. basa en qumtas para-
,,,;,,.·.,.,,·:·.' ,'11,e, ·tocados a dúo y .complementado por guítarra8 .acompañantes; qu<>: º· te;ceras, · estando la. melodía principal a carO'o de la voz más
)· I
.. ·· ,¡":f;.:{·~_\>>.•Io llevan a su máxima expresión. \ . . · grave (pr
tiendo
d · "'
un.era ' ª segun a se desenvuelve en un registro alto y emi.
>;;,.".:; >\' ·· ' ., . . Aquí, en el campo instrume~tal, también podemos diferenciar cn- 1as notas ·agudas con voz de cabeza o falsete.
<>c , racterfatfoa~.;o m•;dal;dades de i:!.1:erp:i:etació'1 <[Uc ~e Tepiten. con cierta .
Xi:L{.: constancia. ~l bandoneón lleva la línea melódica prindpal armonizada .
E.L ·CHAMA.ME EN FD'NCION nE DAl'lZA.
1
~
1.•.•.·.:·.· .·•·.;.·•.•.
1
.. . :
·•.,;.· \·,· · · .·.·.· ,· .·.•·••
• • ~:.?i:;:Y;.on~;;;:~:~~=~;p:!o;?;.:,ieE:,!,;
cuando se destaca el acordeón o la guitarra en función solista, marca el
rjtmo en golpes de acordes ayudado por el fuelle y otrás veces, rllaloga
Dado su c:irácter. de. bailé de pareja enlazada e independiente
Y. por lo. tanto deJa~do librado a la inventiva y habilidad del bailarín las
f igur~s Nterpretat1vas, es difícil sistematizar coreográficamente el cha.
0
' . ,con el acordeón en contrapuntos muy sincopados y niuy 'ágiles.j · .· ·... mame. obstante, la presencia de un "estilo" estructurado en hase
,·,;.·: .. [El acordeón, si bien ejecuta la melodía, se ocupa más de las'oma-. . ª c~nstantes generales que se respetan y · adecuan a la nauta rítmiea
· .".:• · · > mentaciones, de los "floreos como los llama el decir popular .. Mien- · · ~usic?l, posibilita la delimitaci~n de normas generales sufetas a su ve~,
··~~t:·> tras el bandoneón desarrolla el canto, el acordeón va jugando escalas ar- " vala;iantes que son .consecuencias de la actitud eminentemente indivi-
d u ista que predomma en la danza.
;'·.· · · pegiadas · de. gran colorido tÍpicq. La mano izquierda ahandon!l los ho.
·'' · tones de . acompañamiento y · solamente la' derecha ejecuta con difícil D~ los elementos f actihles de constituirse en factores tipificado-
; __ · --·-· maestría. y a dijimos que suele jugar con el bandoneón una suerte de r:¡ elegunos aquellos que estimamos pueden dar ángulos diferentes en
c1iálogo contrapuntístico que obliga a un gran entendimiento ·dentro de e oques Y perspectivas distintas del mismo problema.
los dos ejecutanie8. Por.. otra p~rte, el timbre brillante del acordeón . . Ana~i~aremos en primera instancia la posición de enlace de la
se integra a1 conjunto otorgando · m1 sonido · sunrnme:-ite particular. Las p~reJa. Utilizando nuevamente . e~ criterio comparativo notamos que,
y el d esp l aza-
guitarras actúan de acompañantes y generalmente están en manos de }o¡¡ mientras
. . , en . la polca,y
/ .otro ' qu'zas
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po,.~ el
, n 't mo mismo
·.
ciintores. No obstante su función rítmica, tienen a su cargo ·pequeñas m~emo agil a qu~ depeu someterse, eu el chamamé la pareja se abn::c[l
frases que se ejecutan a dúo, utilizando preferentemente las bordonas. pnj~amente para _poder desarrollar los pasos básicos y fiO'uras con co-
Es· común .que. el guitarrero use "uñas'· de celuloide o plástico que en .. mo. idad. Es aqu1 donde puede intuirse una gran influen~ia del tanO'o
sarta en el pulgar derecho y que le permite puntear con más comodidad. ~ntiguo. La posición del bailarín del chamamé tomando a su comp~-
. nera cuerpo con cu p "ll "11 '
Un tercer 'tipo de instrumento se ha sumado recientemente al dar l"h . e: ~· meJl ª a meJl a, Y un poco encorvado para
d l 1 ertad de movimiento a las piernas, recuerda a la típcia fi"'tua
conjunto}de chamamé: el contrabajo, cuyo grave sonido, prácticamen.
e tan~ero de cortes Y quebradas. Pero no en toda la danza mantÍene
te percÚdido, afirma el ritmo básico. El contrabajista en los conjunto;; ~s~a actitud., Cuando las circunstancias están dadas, encara el zapatC'l
litoraleños no usa el arco, utiliza únicamente las tres primeras cuerda3 noso separandose de su dama aunque sin soltarla; pasado el momcn.
y marca acentuaciones rítmicas acudiendo a pizzicatos en contratiempo :ie~ti:ma ':"uevamente .la posición de enlace y continúa el desplaza-
que los realiza haciendo "chicotear· las cuerdas. Como es característico ! . ~! ritmo cadencioso de la danza. Otra característica notable e3
en e~ folklore ~m:;foal, e] aprendizaje se ha hecho exclusivamente de a pos~cion del hrazo izquierdo del hombre que toma el derecho de
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1
oído y por lo tanto las dificultades técnicas se superan a fuerza· de ha- l a mu1er A la f ' a casi· to d as l as danzas de parejas enla-
d . · orma comun
I·1· bilidad. La mayoría de los contrabajistas prl>vienen de la guitarra y :za as, se agrega variantes típicas. En algunos casos, el homlo~e ~tra·~ -J ..
mano d l · h · " · , ' " · "' · ··
¡ l· l e ª IDUJe~ acia ahajo Y hacia atrás; en otros la lleva hasta
-¡ 14 ª ª tura de su cintura, apoyándola graciosamente; también recurre u
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Como en el caso del paso pásico de desplazamiento, en el za-
pateo se admiten variantes y combinaciones de las figuras precedente.
mente expuestas y es la habilidad y destreza !iel bailarín la que posi-
l bilita creaciones que llevan el sello personal otorgándole prestigio ante
1
los demás, que están prestos a festeja-r y animar con briosos "sapucai'"
los arabescos de la danza.
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,he~~d2;!5í~J~'.'.·~bi~ri~~ ·en·.·~ri¿~tia;
.·..·.·· .• ·Esto e:. "lo que modestamente
primeras investigaciones sobre esta expresiÓn}folklórica. de. novísima·
.:aparición en el panorama nacional. Resta_.· muchi:> .. ciuniiio que. recorrer
pero, fieles a la intención expuesta al comienzo ·:de este i.trahajo, · enten".'
·demos que se hacían necesario plantear los esquemas probfomáti¿os que :
. orientaran los trabajos futuros dando las pautas· en .ll).s:·q_Ue ~e dehe1i
niov~r fa investigación. . ·• . .• . · ··· · . . .. _ . .
Identificado plenamente en el concepto vital de la expresión folk · B!BLIOGRAF!A
lórica, en cuanto significa una realidad actual que; partiendo · de anti ·
guas y decantadas formas que están presentes en la- cultura tradicional,
<.~ pr9yc.:--i-a h'.lcb : el futuro en una permanent<:l evolución que se gesh
y ·concreta en el queha{,er cotidia:rw deJ :¡n;.el·ln, "ltempre espontáneo y
•
- I SIMPOSIO DE LA - .
seguro de su riqueza· espiritual, hemos dedicad<:> nuestros· e;;fucrzo '~ dP-;;,- . MUSICA LITQi>
4
"T ..,,_....
entrañar el mecanismo que alienta el mensaje trascendente que encierra:O (M1siones), Nov. 19,,.,_ ~.NA. Conclusiones. p t
"" un ° 39 - Posad>is
las expresiones folklóricas y en especial aquellas que como el chamamé, - BA.CCAy D'ahnidi A
representan la perdurabilidad y la permanencia de una verdadera cu] . o . - VITALIDAD E
tura popular. Porque aquí debemos despojarnos _del equívoco concep· NI - Buenos Aires 1961. XPRESIVA DE LA MUSICA GUARA.
to historicista que ha dominado comun:inente al campo del folklore. De- - BEJARANO 1MMON
jemos de hablar en pretérito y. entendamos de una vez por todas,· que C. - CARAJ VOSA
estamos ante una cosa viva que consfanteniente adquiere nuevos elemeD- lore Paraguayo - Ed. Toledo - EI~~entos para el estudio del Folk_
tos y se transforma· en beneficio ·de ·su· dinámica evolutiva. Abandonemos - BENVENuTQ ELE . - Asuncion (Paraguay) - 1960.
apriorismos perimidos y· valientemente, ·valoremos en su real dimensión · ONOIM. L. - DANZAS
tud10 Integral • Ed. Cesarini Hn .FOLKLORICAS ARGENTINAS.
la · auténtica manifestación que nace de la concurrencia funcional de -:-· Ji'ERRER os. - Buenos Aires 1962. E;¡.
la .tradición, la Circunstancia ambiental y la fuerza creadora del hom HORAcro A. - EL TANGO
bre folk que atesora, a partir de proftin'das raíces telúricas, jerarquiza- Peña Lillo B · Su Historia y Evoluc1"0'n
das expresiones espirituales en las que está presente un sublime huma- - uenos Aires. 1960. - Editorial A.
nismo universal. · - JACOVELLA BRUNO
. • LAS REGIONES F
Pero todos nuestms desem tendráh validP.z en la medida que man- traducción histórica t OLKLORICAS ARGENTINAS
Ed N Y an ropogeográfic F - In...
tengamos la perspecti'va fundamental de encw1drar nuestros análisit> y . ova. - Buenos Aires - 1959. a en OLKLORE ARGENTINO.
conclusiones dentro ·de una realidad popular. E;; el pueblo, gestor y por-
- VEGa CARLOS - PAN')RAM
tador del folklore quién debe dar la última palabra y el acatamiento Ensa ~ A DE LA MU"ICA
de su veredicto inapelable asegura bases sólidas a cualquier proyección yo sobre la Ciencia del Folkl >:> POPULAR ARGENTINA Ur
que pueda surgir del hecho folklórico. Una :insobornable fidelidad a - VEGA C~ . ore. Ed. Losada. Bs. As. 1944.
esos principios, han guiado los pasos de este modesto avorte que expon- . OS - EL ORIGEN DE LAS
Buenos Aires - 1956. DANZAS FOLKLORICAS. Ed.
go a vuestra· consideración. Conciente de la responsabilidad que he asu- Ricordi.
mido, reitero mi compromiso de seguir investigando en la seguridad de - ZAPPA PORFIRIO.
1 l'füRP¡ • p 1
que la honestidad de mi intención señalará· el camino verdadero hacia Corrientes : 1959. or e campo correntino. Ed ........
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el reencuentro de la vitalidad del arte popular, fuente inagotable de
donde nace las bases de una auténtica cultura nacional y americana y
- · Ai-andú. __
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