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Facultad de Ciencias de la Salud

Escuela de Psicología

“Género: Una revisión comprensiva e interventiva de esta dimensión de la


Identidad.”

Docente: Claudia Hernández M.

Asignatura: Clínica infanto juvenil

Alumna: Javiera Jamett G.

Fecha: 7 de Junio del 2018.

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Contenido
Introducción ....................................................................................................................................... 3
I.- Marco Histórico ........................................................................................................................... 5
II.- Marco Teórico...................................................................................................................... 8
Bibliografía ........................................................................................................................................ 19

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Introducción

En el último tiempo las manifestaciones y el activismo de algunos sectores de la


sociedad han puesto en la palestra una discusión que se viene desarrollando
desde ya hace muchos años, una temática sin resolver desde los años 50 hasta la
actualidad, y es que cuando se habla de identidad y de género aun no existe una
visión o un entendimiento total de este fenómeno multifactorial.

Las diversas posiciones y los innumerables debates no solo tiene repercusiones a


nivel del caso a caso, si no que es un fenómeno transversal de políticas sociales y
publicas (Martinez-Guzman, Montenegro, & Pujol, 2014), lo que hace plantearse la
necesidad de una mirada comprensiva mas allá de la categorización y el reducido
entendimiento desde una sola perspectiva explicativa y para ello es necesario
saber distinguir ciertas cuestiones básicas como lo es la diferencia entre sexo y
genero y entre identidad y sus componentes.

La necesidad del entendimiento de las diferencias básicas de estos conceptos, es


lo que permitirá entender de manera completa la realidad de las personas que
luchan por la no psicopatologizacion de su disconformidad, y a la vez entender la
relación y la conformación del género de manera tal que la intervención, la ayuda
dada por los dispositivos de salud y el entendimiento de la sociedad en general no
se vea sesgada bajo la incomprensión o la falta de información. Como bien
plantea Harry Benjamin, sexólogo y endocrinólogo, pionero en el estudio de estos
casos hay que distinguir entre sexo y genero, sexo es aquello observable una
característica biológica con la que todo el mundo nace y se basa en la presencia
de genitales que diferencia entre hombres y mujeres, aunque existen casos en
que esta diferenciación biológica tampoco es tan exacta ya que ocurren casos de

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los denominados intersexuales, aquellas personas que nacen con características
tanto de genitales femeninos como masculinos, si sexo es lo observable entonces
genero, es la variable no observable de la identidad sexual de la persona, genero
es en sí lo que se siente, el cómo se identifica el sí mismo y es la armonía entre
ambos aspectos lo que le da a la persona un estado de bienestar y aceptación
(Jimenez, Rodriguez, Montilla, & Mascareñas, 2015).

A su vez es importante tener en cuenta que identidad hace alusión a las


características que hacen a cada persona única, una construcción biopsicosocial
que hace destacar y distinguirse, pero a la vez cumple el rol de ubicar al sujeto en
un grupo de referencia con el cual comparte características comunes, la sociedad
en sí, creando así no solo una identidad personal si no que categorías de diversas
identidades que permite clasificar a los sujetos, como lo son la étnica, la nacional y
la de género, por lo cual al hablar de identidad también se habla de una
pertenencia a un grupo determinado (Rocha, 2009) por lo cual estos movimientos
sociales que buscan la aceptación y el reconocimiento de su identidad buscan lo
más básico de la configuración humana, identificarse a sí mismos, ser parte de la
sociedad y no grupos aislados con derechos y el respeto que merecen igual como
el que reciben el resto de las personas.

Es por eso que el objetivo del presente trabajo es dar una visión amplia que
permita un entendimiento del fenómeno desde diversos modelos comprensivos
desde el campo de la psicología, como así también proponer la discusión de un
tema tan contingente como lo es hoy la identidad de género tanto a nivel país,
como a nivel mundial.

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I.- Marco Histórico

Para hablar de identidad de género se debe primero hablar de identidad como un


término general. Definiéndola como una afirmación que manifiesta la unidad de
identidad personal y cultural del individuo, Erikson en 1968 fue uno de los primeros
en tratar de conceptualizarla, explicando que esta se forma a través de tres
procesos básicos: uno biológico, otro psicológico y por ultimo uno social, fue
William James quien más tarde explicaría el sentido de continuidad en la identidad
como un factor de alta importancia en la autodefinición, esto quiere decir que una
estabilidad en el modo de ser es esencial para el equilibrio del ser humano, por lo
que la identidad es un elemento continuo del ser . Sin embargo la psicología social
entrego otro aporte a estas definiciones, explicando que la identidad no solo es el
proceso de diferenciación por el cual un individuo presenta sus características
personales que lo diferencian de los otros sujetos, sino que además cumple el rol
de ser un proceso integrativo a nivel social, ya que permite al sujeto contrastar sus
características y encontrar a otros sujetos que las comparten dando así un sentido
de pertenencia y dando una significancia e identidad social, Tajfel en 1981
corrobora esto agregando que la identidad social es la conciencia y la significación
que le da una persona a pertenecer a un determinado grupo, por lo que la
identidad es un constructo que abarca diversas aéreas y su construcción se basa
en la interacción de diversas variables, una vez entendido la complejidad y las
diversas variables que cumplen rol formador del self es que se puede entender el
porqué la conceptualización de la identidad de género es tan difícil de abordar
(Rocha, 2009).

Ahora bien si el concepto identidad ha sufrido cambios en la realidad histórica,


genero en si ha sufrido un cambio evolutivo mayor. Al principio sexo era el
concepto que se utilizaba con múltiples acepciones, siendo Freud uno de los
primeros en enfatizar en este concepto, sin embargo hay que ser claro y preciso

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en que sexo hace referencia a una característica biológica y anatómica y que
Freud hacia énfasis en la pulsión y la sexualidad infantil, no en la identidad de
género del sujeto, así también como el uso de la palabra sexo se ha enlazado con
la idea de fantasías y lo erótico, alejándose de lo que significa genero en sí y
expresando mas lo que es sexualidad (Gatica & Almonte, 2015).

La conceptualización de género viene ya a trabajarse y a esbozarse en los años


70, cuando se le reconoce como una atribución o entidad separada del sexo sin
embargo con una multiplicidad de usos e interpretaciones, desde atribución
personal, estructura de conciencia hasta una organización social o ideología. En la
década de los 80, género llama la atención como categoría analítica que permite
develar la desigualdad de ciertos grupos sociales llegando incluso a ser sinónimo
de “mujer” por la utilización de grupos feministas para así llevar a la luz casos en
donde la desigualdad y la agresión eran normalizados por la cultura y la sociedad.
Estas transiciones llegan en ocasiones a mostrar una dicotomía existente entre el
sexo y el género, siendo el sexo algo que simplemente es y el género una
construcción social mutable, que cada vez se utiliza para expresar distintos ideales
y construcciones sociales. Ya para la década de los 90 una serie de intelectuales y
activistas, entre ellas Judith Butler, basándose en la deconstrucción del concepto
de sexo binario es que desarrolla la idea de que género es una expresión de
normativas que excluyen, basándose en normas de lo que se debe ser marcando
así los lineamientos de los comportamientos aceptados según la pertenencia al
sexo binario asignado, por lo cual las minorías sexuales como los transexuales
rompen la barrera binaria tradicional creando así una nueva conceptualización de
la identidad de género, la cual hoy en día aun está vigente (OSBORNE & MOLINA
PETIT, 2008).

Dentro del campo de estudio de la psicología y la medicina, la sexología y otras


ciencias se interesaron en el estudio del género y sus “problemáticas” Harry
benjamín inicio el estudio de la transexualidad, introduciendo el término en el año
1954, que ya había sido acuñado en 1923 por Magnus Hirschfeld, después de un
estudio de caso, dándole así un carácter patológico a la condición. John Money

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en la década de los 60 y 70 fue otro de los activos estudiosos sobre el fenómeno
de género a través del estudio de niños intersexuales, y algunas parafilias, dando
su propia interpretación de la configuración del genero y siendo uno de los
precursores de la terapia hormonal y quirúrgica de reasignación de sexo
(Fernandez, Guerra, & Garcia- Vega, 2014).

Las perspectivas del área de la salud consideran la transexualidad como un


trastorno, que se encuentra tanto en el DSM (versión IV y V), como en el CIE- 10,
cambiando la manera de referirse a ello, pero aun patologizando hasta el día de
hoy a aquellos que no se sienten a gusto con el género que se le ha sido asignado
(Martinez-Guzman, Montenegro, & Pujol, 2014) Esta clasificación esta funcional
hasta hoy siendo en parte necesario su diagnostico para iniciar tratamientos para
la reasignación de sexo en algunos lugares.

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II.- Marco Teórico

La psicología ha intentado dar respuesta a como se configura y se desarrolla la


identidad de género de manera tal que se ha abordado de distintas perspectivas
teóricas existentes en esta ciencia. Tal como el fenómeno en si mismo esta tarea
es relativamente nueva, con apenas unos 30 años de desarrollo, sin embargo
permite conocer desde nuevas perspectivas el desarrollo del sujeto (Rocha, 2009).

a) Modelo psicodinamico

La teoría o modelo psicodinamico plantea la importancia de las relaciones en la


primera infancia como base para la creación de la identidad, Stoller psiquiatra de
formación psicoanalítica plantea que la identidad de género se crea alrededor de
los 3 años y se sigue puliendo a lo largo de la vida, esta identificación primaria se
da ante la incorporación de las características y roles del cuidador primario, así
también configurando en si la base de la estructura psíquica, una visión que se
encuadra bajo la perspectiva de las relaciones objétales. (Rocha, 2009) , donde la
madre que no logra separar al hijo como ente a parte logra que este asimile el
cuerpo de la madre como propio (Maltz, 2017). Desde la perspectiva psicoanalítica
el sujeto siempre es pasivo, y aquí se muestra que a través de la identificación
primaria, proceso que postula Lacan el niño logra integrar lo que luego será su
identidad por lo que una identificación simbólica pobre o confusa puede llevar a
que el sujeto se vea en la confusión de no saber aun “que es” o de identificarse
con el contrario, una psicosis que se puede dar en el periodo preedipico, postulan
algunos seria la explicación para el transexualismo con una identificación
simbiótica con la madre. Esto sería una manera de explicar la configuración y así
también las posibles “fallas” que llevan a la disforia, anteriormente conocida como
el trastorno de la identidad sexual en el DSM IV (Orejanera Serrano, Cortez, Avila,
& Santelises, 2004). Stoller consigan el término disforia, que es entendido como la
manifestación de desagrado y rechazo a su sexo anatómico, configurando así uno
de los tres componentes del antiguo trastorno de identidad de género (Gatica &
Almonte, 2015).

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b) Modelo cognitivo

Este modelo es uno de los que más ha desarrollado estudios y escritos sobre el
tema, con autores diversos como Bandura o Kohlberg. Desde esta perspectiva el
sujeto abandona la pasividad en la construcción de su identidad de género y
adopta un papel activo al llevar a cabo procesos básicos para la configuración de
su identidad de género, estos son 1) Diferenciación de los géneros 2) asociación
de comportamientos 3) reconocimiento del genero propio (Rocha, 2009).

Algunas de las características que los diversos autores de este modelo comparten
son el papel protagónico del que construye la identidad, la capacidad de
autocategorización y la estabilidad del proceso. L. Kohlberg y J. Piaget plantean
las tres etapas principales de la creación de la identidad de género, Kohlberg
plantea el modelo de las tres etapas basado en el trabajo de Piaget y sus
procesos de aprendizaje y desarrollo, por lo cual las tres etapas son:

- Etiquetaje: Esta primera etapa consta de la capacidad del niño de poder


poner en categorías a los demás y así mismo, las dos grandes categorías
básicas que se construyen son Hombre y Mujer. Aquí se da la
autocategorización. Se da a los 2 años aproximadamente.
- Estabilidad: En esta etapa el niño comprende que los individuos se
mantiene en la categoría a pesar de sufrir cambios superficiales que lo
podrían hacer dudar, como las ropas, los accesorios o el cabello. Lo cual le
da el significado a una identidad estable. Se presenta entre los 2 y 5 años.
- Constancia de género: Asimila la estabilidad en la categoría a pesar de los
cambios que se dan y los cambios situacionales. Los 5 años en adelante.

La critica a esta teoría viene de no tomar en cuenta ciertos cambios durante la


época adolescente y la adultez donde se puede experimentar cambios y dudas en
la identidad adoptando incluso cierto grado de comportamiento andrógeno
(García-Leiva, 2005).

S. Bem y H. Markus, plantean que una vez dada la autocategorización del sujeto
automáticamente se procesa la información de lo que significa pertenecer a esta

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categoría de manera tal que una vez adquirida y procesada la información sobre lo
que significa pertenecer a esta categoría de forma automática se instauran
procesos y esquemas de pensamientos influidos por la información integrada, por
lo que los roles, estereotipos y conductas que se asimilan según la categoría de
hombre o mujer se transforman en el andamio de construcción del pensamiento, la
conducta y el self, como es una conducta automatizada y casi inconsciente es muy
difícil cambiar la estructura.

Bandura hace su aporte a través de la teoría del aprendizaje social, planteando


que la identidad de género se constituye mediante un proceso de aprendizaje que
se da mediante la observación y la comunicación, aprenden a ser femeninos o
masculinos mediante la observación e imitación de modelos, siendo los primeros y
más básicos los padres para luego continuar con los modelos ofrecidos por los
medios de comunicación, por lo cual el rol de los padres es fundamental como
modelos y reforzadores de la conducta para la adecuada configuración de la
identidad sexual (Rocha, 2009).

c) Modelos Sociales

La teoría del rol social de género de Eagly plantea que la comunidad y la


sociedad en general necesita de cierto orden para funcionar y subsistir, por lo
que se dividen las tareas entre miembro en pos de lograr un orden y la
sobrevivencia, esto se regla mediante un sistema de reglas y roles
estructurados que permiten el correcto funcionamiento del sistema y la
comunidad, creando jerarquías y relaciones sociales con cierto grado de
desigualdad. Los roles son enseñados de manera que los miembros jóvenes
sepan llevar a cabo su función, perpetuándose en el tiempo y de generación en
generación, así también las desigualdades que aparezcan en el camino. Es de
estos roles de donde nacen los estereotipos y los roles sociales atribuidos al
sexo, donde la visión temporal queda estancada en lo que funcionaba en
épocas pasadas y ayudaba a sobrevivencia, por lo cual en esta teoría el
género se ve configurado por la internalización de roles sociales que se da

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mediante la sociabilización, cuyo objetivo es mantener el orden y mantener la
sobrevivencia.

Otra teoría interesante es la propuesta por Tajfel, la cual se denomina teoría de


la identidad social y la auto categorización, donde explica que la identidad se
configura mediante la autocategorización y la valoración que el sujeto le dé a
pertenecer a ciertos grupos, por lo que la identidad se construye al igual que
estos grupos según los cambios sociales y lo que es aceptado o no por la
sociedad, por lo que serian variables motivacionales las que más tienen que
ver en proceso de configuración de la identidad (García-Leiva, 2005).

Algunas de las últimas investigaciones que se han realizado, han vuelto al


paradigma medico biologisista, explicando que la identidad de género al igual
que una multiplicidad de fenómenos pueden ser explicados por una causa
biológica, a nivel de madurez neuronal y química cerebral (Jimenez, Rodriguez,
Montilla, & Mascareñas, 2015).

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III.- Patologías, etiopatogenia y criterios diagnósticos

Para la comunidad Medica como anteriormente fue expuesto, la disforia de género


es un trastorno y por lo mismo se ha visto contenido en los manuales de
diagnostico más utilizados como lo son el DSM y el CIE- 10.

En la versión anterior del DSM, la versión cuarta se conocía el trastorno de


identidad sexual, el cual contenía los siguientes criterios diagnósticos:

F64.x Trastorno de la identidad sexual (302)

A. Identificación acusada y persistente con el otro sexo (no sólo el deseo de


obtener las supuestas ventajas relacionadas con las costumbres culturales).

En los niños el trastorno se manifiesta por cuatro o más de los siguientes rasgos:

1. deseos repetidos de ser, o insistencia en que uno es, del otro sexo
2. en los niños, preferencia por el transvestismo o por simular vestimenta
femenina; en las niñas, insistencia en llevar puesta solamente ropa masculina
3. preferencias marcadas y persistentes por el papel del otro sexo o fantasías
referentes a pertenecer al otro sexo
4. deseo intenso de participar en los juegos y en los pasatiempos propios del otro
sexo
5. preferencia marcada por compañeros del otro sexo

En los adolescentes y adultos la alteración se manifiesta por síntomas tales como


un deseo firme de pertenecer al otro sexo, ser considerado como del otro sexo, un
deseo de vivir o ser tratado como del otro sexo o la convicción de experimentar las
reacciones y las sensaciones típicas del otro sexo.

B. Malestar persistente con el propio sexo o sentimiento de inadecuación con su


rol.

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En los niños la alteración se manifiesta por cualquiera de los siguientes rasgos: En
los niños, sentimientos de que el pene o los testículos son horribles o van a
desaparecer, de que sería mejor no tener pene o aversión hacia los juegos
violentos y rechazo a los juguetes, juegos y actividades propios de los niños; en
las niñas, rechazo a orinar en posición sentada, sentimientos de tener o de
presentar en el futuro un pene, de no querer poseer pechos ni tener la regla o
aversión acentuada hacia la ropa femenina.

En los adolescentes y en los adultos la alteración se manifiesta por síntomas como


preocupación por eliminar las características sexuales primarias y secundarias (p.
ej., pedir tratamiento hormonal, quirúrgico u otros procedimientos para modificar
físicamente los rasgos sexuales y de esta manera parecerse al otro sexo) o creer
que se ha nacido con el sexo equivocado.

C. La alteración no coexiste con una enfermedad intersexual.

D. La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social,


laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

codificar según la edad actual:

F64.2 Trastorno de la identidad sexual en niños [302.6]


F64.0 Trastorno de la identidad sexual en adolescentes o adultos [302.85]

Especificar si (para individuos sexualmente maduros):

Con atracción sexual por los varones


Con atracción sexual por las mujeres
Con atracción sexual por ambos sexos
Sin atracción sexual por ninguno (APA, 2013)

Como se puede apreciar aquí el trastorno va directamente encausado a la


incongruencia asi como la orientación sexual, sobre este punto se debe hacer
ciertas distinciones, genero en si puede ser visto como las construcciones
socioculturales de lo femenino y masculino, asi como la identificación interna de
las personas sobre sus conceptos de femenino y masculino, a su vez Rol de
género hace alusión a las conductas que un individuo lleva a cabo y que se
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identifican como masculinas o femeninas, es una manera de expresar el género.
Identidad de género es la construcción interna del individuo con todos los
elementos adquiridos e interiorizados acerca de quién es a nivel de género y rol en
la sociedad, Orientación sexual por su parte hace referencia al interés erótico de
una persona ya sea a una persona de sexo opuesto (heterosexual) del mismo
sexo (homosexual), de ambos sexos (bisexual) o no sentir interés por nadie
(asexual). La no conformidad con el género, que se puede dar en la infancia habla
de la expresión de ciertas conductas que no van acorde con el género que se
posee, más bien es una dificultad en aceptar el rol (Gatica & Almonte, 2015).

La disforia de género Es el distres psicológico personal que produce el sentimiento


de incongruencia entre el sexo biológico y la identidad de género, es más bien
subjetivo y es el que actualmente se encuentra en el DSM V, ya no hablando de
un trastorno en sino más bien del sentimiento que vivencia la persona que vive
con una incongruencia de este tipo, la tipología de trastorno fue cambiada gracias
a los diversos esfuerzos de colectivos trans que dieron cuenta de la
estigmatización que suponía el tener una incongruencia de este tipo, aclamando
que la identidad de género no es un trastorno y que el género no es algo
predispuesto o controlable para ellos (Fernandez, Guerra, & Garcia- Vega, 2014).

Actualmente el DSM V presenta los siguientes criterios:

Disforia de género en niños. 302.6 (F64.2)

A. Una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y el que
se le asigna, de una duración mínima de seis meses, manifestada por un
mínimo de seis de las características siguientes (una de las cuales debe ser
el Criterio A1): 1. Un poderoso deseo de ser del otro sexo o una insistencia
de que él o ella es del sexo opuesto (o de un sexo alternativo distinto del
que se le asigna). 2. En los chicos (sexo asignado), una fuerte preferencia
por el travestismo o por simular el atuendo femenino; en las chicas (sexo
asignado) una fuerte preferencia por vestir solamente ropas típicamente
masculinas y una fuerte resistencia a vestir ropas típicamente femeninas. 3.

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Preferencias marcadas y persistentes por el papel del otro sexo o fantasías
referentes a pertenecer al otro sexo. 4. Una marcada preferencia por los
juguetes, juegos o actividades habitualmente utilizados o practicados por el
sexo opuesto. 5. Una marcada preferencia por compañeros de juego del
sexo opuesto. 6. En los chicos (sexo asignado), un fuerte rechazo a los
juguetes, juegos y actividades típicamente masculinos, así como una
marcada evitación de los juegos bruscos; en las chicas (sexo asignado), un
fuerte rechazo a los juguetes, juegos y actividades típicamente femeninos.
7. Un marcado disgusto con la propia anatomía sexual. 8. Un fuerte deseo
por poseer los caracteres sexuales tanto primarios como secundarios,
correspondientes al sexo que se siente.
B. El problema va asociado a un malestar clínicamente significativo o deterioro
en lo social, escolar u otras áreas importantes del funcionamiento.
Especificar si: Con un trastorno de desarrollo sexual (p. ej., un trastorno
adrenogenital congénito como 255.2 [E25.0] hiperplasia adrenal congénita o
259.50 [E34.50] síndrome de insensibilidad androgénica). Nota de
codificación: Codificar el trastorno del desarrollo sexual y la disforia de
género.

Mientras que los criterios para adultos son los siguientes:

Disforia de género en adolescentes y adultos. 302.85 (F64.1)

A. Una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y el que
se le asigna, de una duración mínima de seis meses, manifestada por un
mínimo de dos de las características siguientes: 1. Una marcada incongruencia
entre el sexo que uno siente o expresa y sus caracteres sexuales primarios o
secundarios (o en los adolescentes jóvenes, los caracteres sexuales
secundarios previstos). 2. Un fuerte deseo por desprenderse de los caracteres
sexuales propios primarios o secundarios, a causa de una marcada
incongruencia con el sexo que se siente o se expresa (o en adolescentes
jóvenes, un deseo de impedir el desarrollo que los caracteres sexuales
secundarios previstos). 3. Un fuerte deseo por poseer los caracteres sexuales,

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tanto primarios como secundarios, correspondientes al sexo opuesto. 4. Un
fuerte deseo de ser del otro sexo (o de un sexo alternativo distinto del que se le
asigna). 5. Un fuerte deseo de ser tratado como del otro sexo (o de un sexo
alternativo distinto del que se le asigna). 6. Una fuerte convicción de que uno
tiene los sentimientos y reacciones típicos del otro sexo (o de un sexo
alternativo distinto del que se le asigna).

B. El problema va asociado a un malestar clínicamente significativo o a


deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Otra disforia de género especificada 241

Especificar si: Con un trastorno de desarrollo sexual (p. ej., un trastorno


adrenogenital congénito como 255.2 [E25.0] hiperplasia adrenal congénita o
259.50 [E34.50] síndrome de insensibilidad androgénica). Nota de codificación:
Codificar el trastorno del desarrollo sexual y la disforia de género. Especificar si:
Postransición: El individuo ha hecho la transición a una vida de tiempo completo
con el sexo deseado (con o sin legalización del cambio de sexo) y se ha sometido
(o se está preparando para someterse) por lo menos a una intervención o
tratamiento médico de cambio de sexo, por ejemplo, un tratamiento continuo con
hormonas del sexo opuesto o a una intervención quirúrgica de cambio de sexo
para confirmar el sexo deseado (p. ej., penectomía, vaginoplastia en un individuo
nacido hombre; mastectomía o faloplastia en una paciente nacida mujer). (APA,
DSM V, 2013)

Como anteriormente fue expuesto el origen de la disforia aun no es del todo


conocido, pero existen diversas explicaciones al fenómeno desde el modelo
psicoanalítico, con las relaciones simbióticas entre madre e hijo que crean una
confusión en la individuación , hasta la problemática del error en el proceso de
autocategorizacion e internalización de modelos de género, así como modelos no
aptos para ser copiados, como lo serian padres maltratadores, ya que pueden
hacer que los hijos rechacen el rol por temor a repetir la conducta que
desaprueban en el padre.

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Desde el lado biológico se han hecho avances, sin embargo esto no significa que
todo ya este dicho, pues aun falta mucho por entender, sin embargo se ha
descubierto que existen anomalías en el desarrollo temprano del cerebro por
influencia de esteroides sexuales, y estos pueden llegar por una multiplicidad de
factores, según estudios se ha descubierto como factor de posible riesgo el estrés
de la madre, el consumo de fármacos durante el embarazo, padecimientos
adrenales congénitos o insensibilidad a los andrógenos. Respecto a factores
genéticos también se ha estudiado polimorfismos en los receptores de esteroides
y andrógenos, que darían pautas heredables de esta condición (Jimenez,
Rodriguez, Montilla, & Mascareñas, 2015).

Entre las comorbilidades más frecuentes están la depresión, la ansiedad,


conductas oposicionistas o auto lesivas, así también hay que tener en cuenta un
buen diagnostico diferencial para descartar que la incongruencia y los demás
criterios no sean mejor explicados por un cuadro orgánico o una psicosis que lleve
a la idea que está en el cuerpo equivocado por una falta del juicio de realidad.
(Gatica & Almonte, 2015).

Entre las intervenciones más usadas esta la conocida triada terapéutica


(Fernandez, Guerra, & Garcia- Vega, 2014) que se basa en:

- Psicoterapia o la experimentación del rol en la vida real


- Tratamiento hormonal
- Tratamiento quirúrgico

La psicoterapia desde el punto cognitivista que le ayude a comprender y


asimilar el rol deseado a veces resulta más eficiente que los tratamiento con
hormonas y otros, ya que hay una re significación del self, ayuda a crear la
identidad y mejora las relaciones con los otros de manera que crea redes de
apoyo y el pronóstico se ve positivo al bajar las posibles ansiedades y la
depresión (Jimenez, Rodriguez, Montilla, & Mascareñas, 2015).

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IV.- Conclusión

Para finalizar esta revisión se puede concluir que el genero es aun un tema que
necesita de mucha más exploración y estudio de manera de comprender
cabalmente la multiplicidad de fenómenos socioculturales que cada dia son mas
visibles en el panorama actual, no solo eso es necesario la especialización, la
actualización , el estudio y la investigación de las diversas dimensiones del
fenómeno para así lograr dar una comprensión humana y no patológica de manera
estigmatizante a las personas que no se sienten satisfechas con su genero
asignado, así también el planteamiento de diversas técnicas de intervención para
niños y adolescente que les permita una gama mas ampli de elección que la que
actualmente el sistema de salud les puede ofrecer.

Así también la necesidad de tomar conciencia de los fenómenos y movimientos


sociales cada día es más urgente para prever las necesidades y las ansiedades
de los pacientes de hoy, dando una atención acorde a la época, necesidad y
respetuosa de la persona.

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Bibliografía
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