CHANSON EPIQUE de Maurice Ravel

Se trata de la segunda canción del ciclo Don Quichotte a Dulcinée para la voz de
baritono, este ciclo formada por las canciones chanson romanesque, chanson épique,
chanson a boire, en estas canciones se nos narra con los textos de Paul Morand, los
pensamientos de amor de Don Quijote hacia Dulcinea en chanson romanesque, los
pensamientos y adoración por la religión y la virgen María en chanson epique, y por
último y no menos importante en chanson a boire se canta en honor al vino y a la
alegría. Por supuesto Ravel se encarga de mostrar estas ideas a través de su música, en
el caso de chanson romanesque es de un estilo que muestra dulzura y romanticismo,
en chanson a boire muestra con una mayor velocidad, tonalidades mayores, y
contrates expresivos como imitar la carcajada, las alegrías de la vida, sin embargo en la
canción que ahora nos ocupa, lo que hay que mostrar es recogimiento y solemnidad
espiritual, porque la letra a modo de rezo, las dinámicas que permanecen piano
durante el 75% de la canción y destaca en ciertas palabras como en las palabras
madame o el amen final que aparece en la obra así como que también conviene
acentuar muy bien los escasos fortes que aparecen en la parte intermedia de la obra ,
la tonalidad menor que mezclada con una tonalidad mayor forma una sonoridad que
permanece entre lo triste y lo alegre y una velocidad relajada nos ayudan a mostrar
esa serenidad que hay que mostrar a lo largo de la obra, por lo tanto esta obra no
requiere de una gran expresividad facial o física como si podría requerir un aria de
ópera, pero si requiere sentir con agrado lo que se canta, y transmitir esa paz interior
que nos puede otorgar la fe, como consecuencia el cuerpo tiene que estar relajado y
concentrar la fuerza en la parte del diafragma para no tensar partes como el cuello o la
mandíbula porque a parte de que es feo exteriormente además nos podrá afectar en la
correcta emisión del sonido, y por supuesto para poder cantar este estilo
perfectamente conviene cantar separando la muelas por la parte de atrás y formando
con la boca una apertura pequeña media con forma de o.
Esta canción muestra parte del estilo compositivo de Ravel, sobre todo su vertiente
más dispuesta a mezclar su contemporáneo estilo impresionista con armonías
características de la música medieval, muy destacadas también al mezclarse con la voz
creando una sensación de canto eclesiástico, más allá de el impresionismo y sus tintes
medievales también utilizó grandes referencias a la música española, muy presente en
la parte final de esta canción.