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¿Con cuál Pedro te identificas?

Propósito General: Consagración / Aliento.


Propósito Específico: Invitarte a meditar, que al igual que a Pedro, el arrepentimiento nos permite ser restaurados.
Palabra clave: Pedro.
Proposición: ¡No sé tú, pero yo me identifico con todos los Pedro!
Texto: Salmo 41.1-13 (inicio), Marcos 14.26-72 (Todos), Varios (M. S.).

INTRODUCCIÓN
Simón, Pedro (latín Petrus, del griego Πέτρος - Pétros: un trozo de roca, un canto rodado, en
contraste con πέτρα - pétra, una masa rocosa), siervo y apóstol de Jesucristo, cuando fue llamado
por Yeshúa se dedicaba a la pesca en el mar de Galilea, su casa estaba en Capernaum; carecía de
estudios, tenía una personalidad fuerte, por lo que generalmente actuaba como portavoz de los
discípulos, formaba con los hijos de Zebedeo, Jacobo y Juan, el llamado círculo íntimo de
Yeshúa. Pedro era sencillo, generoso e impulsivo, aunque también tuvo momentos de debilidad.
Tras la muerte de Yeshúa (hacia el año 30 d.C.), Κηφᾶς - Kifás – Cefas (Juan 1.42) junto con
Juan y Jacobo (el hermano de Yeshúa, Mateo 13.55), era considerado como una de las columnas
de la comunidad de los primeros creyentes cristianos en Jerusalén, al menos por 15 años (Gálatas
2.1,9). Hacia el año 44 d.C. fue encarcelado por orden del rey Herodes Agripa, pero consiguió
escapar y abandonó Jerusalén (Hechos 12.1-17); asistió al llamado Concilio de Jerusalén (48 ó
49 d.C.), en el cual apoyó a Pablo en cuanto a incluir en el cristianismo a los gentiles, frente a
quienes lo seguían ligando sólo a la tradición judía (Hechos 15.6-11).
Los últimos años de la vida de Pedro se encuentran envueltos en la leyenda, ya que sólo pueden
reconstruirse a partir de relatos muy posteriores; probablemente se trasladó a Roma, donde fue
detenido durante las persecuciones de Nerón contra los cristianos, y murió crucificado (68 d.C.).
Veamos, conforme a la Biblia, algunas características de Pedro según Mateo y Juan.

DESARROLLO
1) Pedro el llamado.
Mateo 4.18-20 Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y
Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. Y les dijo: Seguidme, y
yo os haré pescadores de hombres. Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron.
δεῦτε ὀπίσω μου (défte opíso mu). Venid (vengan) detrás de (después de) mí.
εὐθέως (efthéos). En seguida, inmediatamente.
ἀκολουθέω (akoluthéo). Seguir, acompañar como un seguidor, unirse como discípulo.
En Romanos 11.29, hablando de Israel, Pablo dijo: Porque irrevocables (ἀμεταμέλητος -
ametamélitos) son los dones y el llamamiento de Elohim; por extensión, si tú has nacido de
nuevo, recibiste al menos un don, y fuiste llamado como todos los que tenemos una relación
personal, cercana, íntima y de amor con Yeshúa; no sólo a seguirlo, sino a ser sus testigos y a
hacer discípulos de ÉL (Hechos 1:8; Mateo 28.18-20).
El punto es que lo sabemos, lo hemos oído una infinidad de veces, quizás hasta sabemos de
memoria las citas bíblicas en que la orden fue dada; pero no lo llevamos a la práctica, y lo que se
espera de nosotros, es que inmediatamente lo hagamos, como hizo Pedro cuando decidió
acompañar a Yeshúa como un discípulo.
Los primeros discípulos, dejaron las redes, el banco de los tributos (Mateo 9.9), o lo que
estuvieran haciendo, inmediatamente; a mí me tomó dos años obedecer y dejar mi profesión de
Ingeniero Químico, y todo lo que ello significó, pero a la gran mayoría, no se les ha pedido que

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abandonen su “modus vivendi”, pero sí, que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Elohim sin
mancha en medio de una generación maligna y perversa, y resplandecer en medio de ella como
luminares en el mundo (Filipenses 2.15).
A ti, ¿cuánto tiempo te tomó?
2) Pedro el discípulo.
Mateo 15.15-20 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola. Y ÉL dijo: ¿También
vosotros estáis aún faltos de entendimiento? ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va
al estómago y luego se elimina? Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo
que contamina al hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios,
adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. Estas cosas son las que
contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.
φράζω (frázo). Explicar, interpretar, decir el significado de algo difícil de entender.
Parábola, en la LXX es la traducción del término hebreo mashal (‫)מָ שָ ל‬, que comprende desde los
dichos cortos, sentenciosos y enigmáticos, llamados Proverbios o máximas, hasta la Alegoría, el
símil y el cuento corto o largo.
La parábola es un símil elaborado, donde el relato, aunque ficticio, es verosímil, en contraste con
la fábula. El vocablo “parábola” proviene en última instancia del griego παραβολή (parabolí),
que significa literalmente “poniendo cosas a la par”. Etimológicamente, por lo tanto, está muy
cerca de la “alegoría”, que por derivación significa “diciendo cosas de modo diferente”. Tanto
las parábolas como las alegorías se han considerado generalmente como formas de enseñanza
que presentan al oyente ilustraciones interesantes, de las que pueden obtenerse lecciones morales
y religiosas; la “parábola” es un símil más bien largo o un cuento descriptivo corto, generalmente
destinada a inculcar una verdad única o a responder una pregunta única, mientras que la
“alegoría” denota el cuento más completo en el que todos los detalles, o la mayoría de ellos,
entran en la interpretación.
Pedro y sus compañeros no habían entendido de que les estaba hablando Yeshúa, pero él no se
quedaba con la duda, no temía preguntar, porque la pregunta más tonta es la que no se hace; y es
mejor, reconocer que no se entiende algo, a quedarse callado, pues quien tiene dudas, y no
pregunta, ese sí está comportándose tontamente.
Pablo les dijo a los filipenses (3.1b): A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y
para vosotros es seguro.
Un buen discípulo no teme preguntar, y revisa que la explicación esté de acuerdo con lo que Las
Escrituras dicen, por lo que no puede ser engañado con versículos sacados de contexto, y está
siempre listo para responder con mansedumbre y reverencia a todo el que le pida razón de la
esperanza que hay en él (1ª Pedro 3.15); de igual manera, un discípulo está listo para responder,
a fin de ganar un alma, no un debate. Recordando al poeta, ensayista y filósofo, Ralph Waldo
Emerson (1803-1882) que dijo: “Tus hechos hablan tan fuerte, que no me dejan oír lo que tu
boca dice”, el mejor argumento, es una vida consecuente.
Y tú, ¿te quedas con dudas?
3) Pedro el inspirado.
Mateo 16.15-17 ÉL les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro,
dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo del Elohim viviente. Y Yeshúa, respondiendo, le dijo:
Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi
Padre que está en los cielos.
ἀποκαλύπτω (apokalípto). Descubrir, revelar, hacer manifiesto.
Esto sucedió en la región de Cesarea de Filipo, un rincón apartado, al que difícilmente acudirían

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tantas personas, como en otros lugares, lo que le dio la oportunidad de conversar en privado con
sus discípulos, para saber que pensaban los de afuera; pero también, lo que sus cercanos
pensaban de ÉL, y es Pedro quien hace la declaración definitiva: que Yeshúa es el Mashiaj, el
Hijo del Elohim viviente, que en palabras de un judío, equivale a reconocer que es el Padre
Eterno (Juan 10.30-33). Sin embargo, Pedro no llegó a esa conclusión por sí mismo, sino que fue
el Padre quien se lo hizo manifiesto, mucho antes de que Pablo escribiese 1ª Timoteo 3.16; el
Espíritu Santo, el Vicario de Cristo, en el pasado inspiró a los autores humanos que escribieron la
Biblia, hoy nos ilumina, a todos aquellos que hemos nacido de nuevo, y somos Su templo.
Los que se pierden podrían decir que a ellos no se les dio esa oportunidad, pero no es así; hay un
poema que lo explica sencillamente:
El Cielo descendió a la tierra,
Y todos los arbustos arden con fuego santo,
Pero sólo aquel que ve,
Se quita las sandalias y adora,
Los demás,
Sólo comen de las moras.
Y a ti, ¿el Eterno te revela lo que nos dejó en Su Palabra?
4) Pedro el bocón.
Mateo 26.31-35 Entonces Yeshúa les dijo: Esta noche todos vosotros os apartaréis por causa de
mí, pues escrito está: “HERIRE AL PASTOR, Y LAS OVEJAS DEL REBAÑO SE
DISPERSARÁN.” Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
Entonces Pedro, respondiendo, le dijo: Aunque todos se aparten por causa de ti, yo nunca me
apartaré. Yeshúa le dijo: En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me
negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Todos los
discípulos dijeron también lo mismo.
οὐ μή σε ἀπαρνήσομαι (u mí se aparnísome). ¡jamás! te – negaré, diré no conocerte, rechazaré,
repudiaré.
Es fácil juzgar a Pedro, y verlo como un bocón y traidor, pero en Occidente, pocos son los
cristianos que padecen a causa de su fe; nos hemos acostumbrado a nuestro nicho de confort,
pero está escrito que es tiempo que el juicio comience por la casa de Elohim, primeramente,
sobre nosotros (1ª Pedro 4.17), y entonces, veremos de qué estamos hechos.
¡Que tú, no seas otro bocón más!
5) Pedro el traidor.
Mateo 26.69-75 Pedro estaba sentado fuera en el patio, y una sirvienta se le acercó y dijo: Tú
también estabas con Yeshúa el galileo. Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: No sé de
qué hablas. Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: Este estaba
con Yeshúa el nazareno. Y otra vez él lo negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre! Y
un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Seguro que tú también eres
uno de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir y a
jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! Y al instante un gallo cantó. Y Pedro se acordó de lo que
Yeshúa había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró
amargamente.
καταθεματίζω (katathematízo). Maldecir, invocar una maldición. El verbo usado para maldecir
generalmente indica perjurar en contra de alguna otra persona. Pedro, aparentemente, estaba
preparado aun a maldecir a Yeshúa (como lo hicieron más tarde algunos cristianos para evitar el
ser ejecutados).

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ὀμνύω (omnýo). Juramento para afirmar la verdad de una declaración, llamando a un ser divino
a ejecutar sanciones contra una persona si la declaración en cuestión no es verdadera (en el caso
de una deidad que toma un juramento, el ser divino se considera como validando la declaración).
A fin de salvar el pellejo, Pedro está dispuesto a negar a su Maestro, olvidando lo que había
dicho durante la cena, y la enseñanza que había recibido en cuanto a los juramentos (Mateo 5.33-
37). El bocón, se convirtió en uno más de los traidores, pues dicho sea de paso, los doce
discípulos fallaron en el momento de la prueba, todos fueron traidores, aunque sólo uno, fue el
que lo entregó (Marcos 3.19); sin embargo, el fracaso de ellos, sólo señala a los nuestros.
Cada día que pasa, estamos más cerca de su Segunda Venida, y las cosas, conforme a lo que leo,
se van a ir poniendo cada vez más difíciles, pero sabemos, que tras la tormenta, viene la calma; y
que antes de amanecer la obscuridad es grande. Hubo y hay generaciones de cristianos que han
sufrido persecuciones, vejaciones, torturas y hasta han sido muertos a causa del Evangelio;
esperemos que no tengamos que experimentarlo, y si nos llegase a tocar, recordemos que su
Gracia nos basta (2ª Corintios 12.9)
Y tú, ¿recuerdas tu última traición?

CONCLUSIÓN
Pedro el restaurado.
Juan 21.15-19 Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Yeshúa dijo a Simón Pedro:
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Yeshúa le dijo: Apacienta mis corderos. Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan,
¿me amas? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Yeshúa le dijo: Pastorea mis ovejas.
Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera
vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Yeshúa
le dijo: Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y
andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te
llevará adonde no quieras. Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro
glorificaría a Elohim. Y habiendo dicho esto, le dijo: Sígueme.
Pedro fue llamado, fue un discípulo osado y aplicado, inspirado por el Eterno, pero eso no
impidió que pensando estar firme cayera (1ª Corintios 10.12), por bocón, y terminase siendo un
traidor; las buenas nuevas son que a pesar de todo ello, debido a su arrepentimiento, fue
restaurado a su llamado, a su posición de discípulo y fue inspirado por el Espíritu Santo para
dejarnos dos epístolas, y un evangelio a través de otro personaje que también fue restaurado:
Marcos, el sobrino de Bernabé (Colosenses 4.10).

¡No sé tú, pero yo me identifico con todos los Pedro!


El “Mensaje Semanal” está registrado en Derechos de Autor, el Copyright pertenece al ETERNO, pero si consideras
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