Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
INTRODUCCIÓN
Simón, Pedro (latín Petrus, del griego Πέτρος - Pétros: un trozo de roca, un canto rodado, en
contraste con πέτρα - pétra, una masa rocosa), siervo y apóstol de Jesucristo, cuando fue llamado
por Yeshúa se dedicaba a la pesca en el mar de Galilea, su casa estaba en Capernaum; carecía de
estudios, tenía una personalidad fuerte, por lo que generalmente actuaba como portavoz de los
discípulos, formaba con los hijos de Zebedeo, Jacobo y Juan, el llamado círculo íntimo de
Yeshúa. Pedro era sencillo, generoso e impulsivo, aunque también tuvo momentos de debilidad.
Tras la muerte de Yeshúa (hacia el año 30 d.C.), Κηφᾶς - Kifás – Cefas (Juan 1.42) junto con
Juan y Jacobo (el hermano de Yeshúa, Mateo 13.55), era considerado como una de las columnas
de la comunidad de los primeros creyentes cristianos en Jerusalén, al menos por 15 años (Gálatas
2.1,9). Hacia el año 44 d.C. fue encarcelado por orden del rey Herodes Agripa, pero consiguió
escapar y abandonó Jerusalén (Hechos 12.1-17); asistió al llamado Concilio de Jerusalén (48 ó
49 d.C.), en el cual apoyó a Pablo en cuanto a incluir en el cristianismo a los gentiles, frente a
quienes lo seguían ligando sólo a la tradición judía (Hechos 15.6-11).
Los últimos años de la vida de Pedro se encuentran envueltos en la leyenda, ya que sólo pueden
reconstruirse a partir de relatos muy posteriores; probablemente se trasladó a Roma, donde fue
detenido durante las persecuciones de Nerón contra los cristianos, y murió crucificado (68 d.C.).
Veamos, conforme a la Biblia, algunas características de Pedro según Mateo y Juan.
DESARROLLO
1) Pedro el llamado.
Mateo 4.18-20 Y andando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y
Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. Y les dijo: Seguidme, y
yo os haré pescadores de hombres. Entonces ellos, dejando al instante las redes, le siguieron.
δεῦτε ὀπίσω μου (défte opíso mu). Venid (vengan) detrás de (después de) mí.
εὐθέως (efthéos). En seguida, inmediatamente.
ἀκολουθέω (akoluthéo). Seguir, acompañar como un seguidor, unirse como discípulo.
En Romanos 11.29, hablando de Israel, Pablo dijo: Porque irrevocables (ἀμεταμέλητος -
ametamélitos) son los dones y el llamamiento de Elohim; por extensión, si tú has nacido de
nuevo, recibiste al menos un don, y fuiste llamado como todos los que tenemos una relación
personal, cercana, íntima y de amor con Yeshúa; no sólo a seguirlo, sino a ser sus testigos y a
hacer discípulos de ÉL (Hechos 1:8; Mateo 28.18-20).
El punto es que lo sabemos, lo hemos oído una infinidad de veces, quizás hasta sabemos de
memoria las citas bíblicas en que la orden fue dada; pero no lo llevamos a la práctica, y lo que se
espera de nosotros, es que inmediatamente lo hagamos, como hizo Pedro cuando decidió
acompañar a Yeshúa como un discípulo.
Los primeros discípulos, dejaron las redes, el banco de los tributos (Mateo 9.9), o lo que
estuvieran haciendo, inmediatamente; a mí me tomó dos años obedecer y dejar mi profesión de
Ingeniero Químico, y todo lo que ello significó, pero a la gran mayoría, no se les ha pedido que
CONCLUSIÓN
Pedro el restaurado.
Juan 21.15-19 Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Yeshúa dijo a Simón Pedro:
Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero.
Yeshúa le dijo: Apacienta mis corderos. Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan,
¿me amas? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Yeshúa le dijo: Pastorea mis ovejas.
Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera
vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Yeshúa
le dijo: Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y
andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te
llevará adonde no quieras. Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que Pedro
glorificaría a Elohim. Y habiendo dicho esto, le dijo: Sígueme.
Pedro fue llamado, fue un discípulo osado y aplicado, inspirado por el Eterno, pero eso no
impidió que pensando estar firme cayera (1ª Corintios 10.12), por bocón, y terminase siendo un
traidor; las buenas nuevas son que a pesar de todo ello, debido a su arrepentimiento, fue
restaurado a su llamado, a su posición de discípulo y fue inspirado por el Espíritu Santo para
dejarnos dos epístolas, y un evangelio a través de otro personaje que también fue restaurado:
Marcos, el sobrino de Bernabé (Colosenses 4.10).