La ventaja competitiva se enfoca en las actividades separadas que realiza la empresa, es decir

en aquellos procesos y acciones que se hacen para elaborar, vender, entregar y respaldar su
producto. Este análisis de las actividades de la empresa se apoya con la cadena de valor, que
más allá de una herramienta, tiene por finalidad comprender el comportamiento de los costos,
y la diferenciación de la empresa frente a sus competidoras.

La diferencia de las cadenas de valor de las empresas se centra en su historial, las estrategias
que utilizan y su implementación. Es así como, se puede observar que la ventaja competitiva
de una empresa está en su sector de clientes, o en las interrelaciones con otras empresas, o en
los mercados geográficos que posea.

La cadena de valor consta de dos conjuntos de actividades que son: actividades relacionadas
con valores y de margen (actividades primarias) las cuales participan en la creación de un
producto que satisfaga las necesidades de sus clientes, y actividades de apoyo a los valores
que están presentes cuando se compite en una empresa.

Todo este análisis de la cadena de valor de una empresa permite identificar estos aspectos o
actividades que constituyen la ventaja competitiva y medir su impacto en la organización para
mejorarlos o adaptarlos con el paso del tiempo.