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IV UNIDAD
ALTERACIONES CLIMÁTICAS
Variabilidad climática
La complejidad de definir la variabilidad climática hace aceptar en un sentido más general aquel
concepto que la considera como: “la característica intrínsica del clima que se manifiesta por
cambios del clima en el tiempo” y en un sentido más estricto como: “la secuencia de las
oscilaciones de las variables climatológicas alrededor de la norma”. Se entiende como norma o
normal, los promedios calculados para un periodo uniforme y relativamente largo, que
comprende al menos tres periodos consecutivos de 10 años (INM. Madrid, 1986).
Al analizar las definiciones Glantz (1996), menciona algunos aspectos comunes de El Niño que
se repiten en forma recurrente:
Es un calentamiento anómalo de las aguas superficiales (mayor a 2°C),
Aparece a lo largo de las costas de Ecuador y norte del Perú (algunas veces Chile),
Está relacionado con cambios de la presión a nivel del mar a través del Océano Pacífico (IOS),
Es recurrente pero no a intervalos regulares,
Involucra aumentos de la temperatura superficial del mar en el Pacífico Oriental y Central, es
una corriente cálida de flujos hacia el Sur a las afueras de la Costa del Perú,
Es acompañado de un debilitamiento de los vientos alisios ecuatoriales que fluyen hacia el
Occidente,
Retorna alrededor del tiempo de Navidad,
Esta presente entre doce y dieciocho meses.
Se conoce con el nombre de fenómeno “El Niño” a la aparición de esta corriente cálida en aguas
del pacífico. Por otra parte, cuando la corriente oceánica es fría, entonces de le denomina el
fenómeno “La Niña”.
“Actualmente se sabe que El Niño o La Niña son parte de un conjunto de interrelaciones entre
los cambios del tiempo y las condiciones oceánicas, en una escala mucho mayor de la que se
creía aproximadamente la mitad del planeta, afectando toda la cuenca del Pacífico. Por eso se
conoce como ENOS, El Nino-Oscilación del Sur, ya que enfatiza el aspecto de que el fenómeno
resulta de un acople entre el océano y la atmósfera “ (Fernández, 1991).
Para poder identificar adecuadamente los fenómenos antes descritos, se ha establecido como
ENOS fase cálida lo que se refiere a los que popularmente se llama El Niño, mientras que
ENOS fase fría identifica las condiciones de La Niña.
En Guatemala, el fenómeno El Niño se puede manifestar con: altas temperaturas antes del
inicio de la temporada de lluvias, canículas severas, fuerte déficit o exceso de lluvias en las
vertientes del Caribe y Pacífico, irregularidad en el establecimiento, distribución y terminación
de la temporada de lluvias. Por el contrario el fenómeno La Niña se le encuentra más
relacionada con excesos de lluvias y eventos hidrometeorológicos extremos.
El análisis de la calidad del aire se considera como la medida efectuada según una escala
arbitraria en la que se especifica el estado global del aire contaminado en relación con el aire
considerado como saludablemente normal. Este deterioro de la calidad del aire se produce por la
conjunción de factores de origen natural y otros humanos como la industria, crecimiento de la
población, uso de recursos, etc.
El Efecto Invernadero
La atmósfera de la Tierra como parte de un proceso natural recibe continuamente energía del
Sol y a su vez refleja una parte enviándola de nuevo al espacio. Esta radiación llega en forma
de onda corta o radiación visible y regresa al espacio en forma de radiación infrarroja o de onda
larga
Por otro lado, en la atmósfera existen varios gases (dióxido de carbono, metano, oxido nitroso y
vapor de agua) que desempeñan una función importante en la formación del clima de la Tierra
ya que absorben parte de la radiación solar reflejada por la superficie del planeta. Estos gases
reemiten este calor absorbido de nuevo a la superficie terrestre contribuyendo a su
calentamiento y dando origen a las condiciones climáticas y ambientales conocidas. A este
fenómeno de le llama efecto invernadero natural provocado por los Gases de Efecto Invernadero
(GEI).
Los GEI impiden que los rayos infrarrojos regresen al espacio exterior, manteniendo la
temperatura de la superficie terrestre a un promedio de uno 15°C, lo que permite el desarrollo
de la vida. De no existir en la atmósfera los GEI la temperatura promedio de la Tierra sería muy
fría (-18°C), lo que haría imposible el desarrollo de la vida tal como la conocemos.
“Al estar el clima definido y conformado por una serie de factores y elementos cambiantes en el
tiempo y en el espacio (variables físicas) es de esperar estas manifestaciones en las áreas y tipos
de cultivo. Por ejemplo en regiones de temperaturas frías la longitud de la estación de
crecimiento es lo más importante; en las regiones sub-áridas, la naturaleza de la estación
lluviosa es la principal causa; para los frutales la incidencia de la escarcha o granizo es la
preocupación básica; etc. Cualquiera que sea el factor o elemento crítico del clima, la principal
característica es que la relación entre el clima y el cultivo no es lineal; hay zonas donde
pequeños cambios climáticos implican grandes efectos agrícolas especialmente en áreas
marginales o intermedias en relación a zonas climáticas convenientes para los cultivos allí
existentes.
“Idealmente debe mirarse hacia el día en que los pronósticos del clima sean suficientemente
confiables como para incorporarlos a los planes y consejos agrícolas. Mientras tanto, es
obligación del agrometeorólogo estar atento a las dimensiones posibles del clima y, más
importante aún, al significado agrícola de cualquier cambio; él debe ser capaz de identificar las
áreas sensibles y puntos críticos del tiempo climático.
a) Advección b) Radiación
Las heladas de tipo radiativo normalmente ocurren asociadas con masas de aire frío de lento
movimiento y baja humedad. El rápido enfriamiento por radiación en la noche puede hacer
descender rápidamente la temperatura, vientos muy suaves o calma y cielos despejados son
características meteorológicas asociadas.
Caracterización de la Heladas:
Teniendo en cuenta los principales procesos de transferencia de calor (en nuestras latitudes nos
referimos casi exclusivamente a heladas de tipo radiativo), así como los factores que
determinan su establecimiento, podremos caracterizar las heladas para un área determinada.
En Guatemala es en los meses de fin de año (Noviembre y Diciembre) y en los primeros (Enero
y Febrero) en que se registran las menores temperaturas, aunque el período se prolonga con
heladas tardías hasta el inicio de la estación lluviosa efectiva. El grado de enfriamiento
nocturno va a ser función de la elevación del lugar y demás factores.
Meteorológicamente la helada se da cuando la temperatura es menor o igual a Cero Grados
Centígrados y se conoce como Helada Meteorológica, sin embargo la susceptibilidad a daños
por helada puede presentarse en los seres vivos aún cuando la temperatura no haya llegado a los
cero grados llamada Helada Biológica.
METODOS ACTIVOS
a) Uso de humos y nieblas artificiales
b) Uso de cobertores
c) Uso de ventiladores
d) Uso de calentadores
e) Uso de riego
Granizo
Debe existir un núcleo de congelación, o embrión inicial, que puede ser o un cristal de hielo o
una gota de lluvia helada. Los anillos concéntricos, alternativamente transparentes y opacos
sugieren dos maneras diferentes de crecimiento. El crecimiento seco y el crecimiento húmedo.
El crecimiento SECO consiste en un proceso de coagulación, es decir, de colisión y agregación
al cristal, de gotitas de la nube en subfusión. Al congelarse las gotitas sobre el embrión forman
una capa opaca, desprendiéndose calor de fusión, si la agregación es muy rápida, la temperatura
de la superficie del cristal sube hasta los 0ºC, después todo depende de la cantidad de calor
transferido hacia el exterior. Cualquier exceso se acumula como una película liquida y
transparente, éste último proceso de crecimiento es el que llamamos crecimiento HUMEDO.
1. Granizo blanco: Está constituido por gotas de la nube heladas que se han reunido en
un grano blanco y opaco, redondo o cónico, de un diámetro aproximado de 6 mm y que
suelen romperse al golpear con una superficie dura. El aspecto blanco se debe a las
burbujas de aire que quedan embolsadas en su estructura. Este granizo blanco puede
originarse sobre un núcleo de hielo o sobre una gota de lluvia helada creciendo luego
por acrección de gotas en estado de subfusión que se hielan después, formando una
estructura porosa. La rápida congelación de estas gotitas, que están a temperaturas muy
bajas, da lugar a la gran cantidad de burbujas de aire que proporcionan a este tipo de
hielo aspecto característico blanquecino y opaco.
La predicción y su presión del granizo, son temas que han sido objeto de mútiples
trabajos e investigación, por o extenso de los mismos se recomienda consultar trabajos
relacionados con estas partes del tema o referirse a la obra de la que se ha obtenido este
resumen: TURBULENCIA ATMOSFERICA, MANUEL LEDESMA, MADRID 1977
Sequía
Inundaciones
Las inundaciones son fenómenos naturales y tienen como agente activo las LLUVIAS
INTENSAS, estas se producen cuando el volumen de agua que se desplaza originada por
lluvias torrenciales, excede la capacidad de conducción del cauce normal de un río o superan la
capacidad con la naturaleza en el uso de las áreas potencialmente inundables, con el
consecuente aumento de los riesgos.
Todas las vertientes de Guatemala, tienen ríos susceptibles a inundaciones, pero la de mayor
peligro por la intensidad y frecuencia de las inundaciones, es la vertiente del Pacífico,
ocasionadas por los ríos María Linda y sus afluentes, Achiguate, Coyolate y Madre Vieja en el
departamento de Escuintla, Samalá y sus afluentes en el departamento de Retalhuleu y río
Suchiate en el departamento de San Marcos.
Las inundaciones repercuten en las actividades económico – social y la vida y seguridad de las
personas, así como en el medio ambiente, siendo sus efectos principales:
El cultivo económico de una planta o su producción, será posible si durante su ciclo, encuentra
condiciones favorables o tolerables de humedad, temperatura, insolación, viento, etc. La
influencia que ejercen los elementos meteorológicos sobre los cultivos o sobre determinadas
fases, se esboza en las siguientes generalidades:
La Luz solar
La luz solar es necesaria para la formación de la clorofila en los vegetales. Una luz intensa
favorece la formación de la clorofila y, por tanto el color verde; mientras que la escases de luz
favorece la formación de zonas blanqueadas con poca clorofila. El cultivo de la lechuga, de la
escarola, del espárrago, del cardo, de la endivia, etc. Se basa en privar de luz determinadas
zonas del vegetal, con el fin de obtener un producto blanqueado, más jugoso y más apetecible,
aunque con menor valor nutritivo que el que suministran los órganos verdes del vegetal.
En árboles frutales una gran luminosidad favorece la floración y la fructificación. Uno de los
fundamentos de la poda es conseguir que la luz solar llegue a todas las ramas del árbol. En las
ramas interiores de los árboles sin podar, que reciben muy poca luz, apenas se forman yemas de
flor y lo mismo ocurre en los árboles que crecen en lugares sombríos. Por otro lado, los frutos
de mayor tamaño y de mejor calidad se obtienen en las ramas que reciben mayor insolación.
La temperatura
Cada especie vegetal tiene una temperatura óptima, en la cual la planta se desarrolla a plena
actividad, y unas temperaturas críticas o extremas, sobrepasadas las cuales se muere la planta.
No todos los órganos vegetales tienen las mismas temperaturas críticas o extremas, y a su vez
estas temperaturas dependen de otros factores, tales como el estado de nutrición de la planta, los
ataques de plagas y enfermedades sufridas y la cuantía de la producción; no cabe duda que un
buen estado general de la planta, la ausencia de plagas y enfermedades y una producción baja o
moderada influyen favorablemente.
Algunos vegetales suspenden funciones que no pueden ejercer bajo la acción de bajas
temperaturas e, incluso pierden los órganos encargados de cumplirlas (hojas y tallos). Los
efectos perniciosos causados por calor excesivo se manifiestan en pérdida del grano en cereales;
quemaduras en hojas, caída de flores y frutos en árboles frutales.
La precipitación
El papel de la lluvia sobre la vegetación tiene dos formas de manifestarse. De una parte actúa
directamente sobre las plantas arrastrando el polvo que se acumula sobre las hojas, lo que
permite a éstas desempeñar sus funciones con mayor facilidad. De otra parte, actúa
indirectamente suministrando el agua que las plantas necesitan para crecer y desarrollarse.
La intensidad de la lluvia y su repartición a lo largo del año son dos factores que intervienen de
un modo favorable o desfavorable sobre los cultivos. La lluvia es indispensable para que los
abonos se disuelvan y puedan ser absorbidos por las plantas; pero una lluvia excesiva es
perjudicial porque arrastra a los nitratos a gran profundidad, de forma que no pueden ser
aprovechados por las raíces de las plantas.
El agua de lluvia es también fuente de nitrógeno para las plantas, ya que contiene una pequeña
parte de nitrógeno amoniacal y nitrógeno nítrico. En regiones lluviosas, la lluvia puede
incorporar al terreno unos veinte kilogramos de nitrógeno por hectárea y año.
En general, para toda clase de cultivos las lluvias abundantes son perjudiciales en las épocas de
abonado, de fecundación de las flores y de maduración de frutos. En cualquier época, el exceso
de humedad en el suelo asfixia a las raíces de las plantes.
El viento
La acción del viento sobre los cultivos puede ser favorable o desfavorable, según la intensidad y
persistencia del viento y el estado vegetativo de las plantas.
En general, los viento suaves acompañados de temperaturas moderadas son beneficiosos, ya que
favorecen la transpiración de las plantas, evitan las heladas nocturnas por irradiación, barren las
nieblas y facilitan el transporte del polen y la fecundación de las flores. En el caso de los
cereales someten a sus tallos a un balanceo que favorece el encañado y en el clavel dan más
esbeltez a sus tallos.
Los vientos violentos son, por lo general perjudiciales para los cultivos: aumentan las pérdidas
de agua por evaporación y transpiración, tumban las plantas hortícolas, encaman los cereales,
acame de maíz, tronchan las ramas de los árboles y tiran las flores y frutos. Si los vientos son
fuertes y persistentes producen erosión eólica y deforman la copa de los árboles.